FOTOCOPIA
CEHCviera enmarcado por la propia pré-
dica y proceder del general derra-
cado durante el levantamiento. Por
‘ese enlonces, el ex presidente a
claré que las posibilidades de en-
frentar el alzamiento con «éxito
eran absolulas=: sin embargo.
para ello, shubiera sido necesario
prolongar la lucha, malar mucha
gente y destruir !o que tanto nos
Coste crear, Bastarla pensar lo que
habria ocurrido si hubiéramos en-
lregado las armas de nuestros ar-
senales alos obreros que estaban
decididos a empumiariase®
De esta manera, las declaracio-
nes de los dirigentes y los deseos
de Perén no enturbiaron el proyecto
de Lonardi. De acuerdo con el com-
portamionto de estos actores. esta
ban dadas las condiciones para que
funcionara el modelo propuesio por
el nuevo presidente. En estas cit
cunstancias, se tendié un puente
hacia la GGT a través del ministro
de Trabajo y ex asesor legal de ia
Unién Obrera Metattirgica, Luis Ce-
rrutti Costa. Por esta via se garanti
zaba mantener la estructura sindi-
cal heredada, a cambio de que el
movimiento obrero.no se convirtiera,
en un agente perturlaador del poder.
Sin embargo, mas alld de las si
puestas buenas intenciones que
implicaron ambas posturas, jareali-
dad y los intereses de las distintas
clases sociales quebraran este in-
lento de convivencia idtlica; habia
sectores que no aceplaban esta paz
consensvada.
Grupesarmados de antiperonis-
tas, los lamacios «comandos civi-
les», comenzaron a ocupar fos 10:
cales de los sindicatos cle lerrovi
rios, grafices, bancarios y petrole-
ros, entre otros. Sus acciones busca:
ron beneliciar a algunos jefes gremia-
les que habian sido excluidos bajo ta
‘gestion peronista. Empero, sus prac
licas violentas de hacerse cargo de
facie del control de las organizacio-
nes obreras lerminaron generando
serias dificutacles a la anhalada con-
vivencia pactada. Ante estoshechos,
los trabaladares se alzaron contra el
ae gobierno y contra todas aquellas por-
sonas.que lo representaban, clesco-
rnociendola valuntad paciticadora de
7 Secretaria de In
estigaciones Aghni-
nistrativas de fa Pre
siclencia do ta Na
in, mayor Ignacio
Jasiis Gisleceta en
ly CGT al fio de Dt
Pei, Sotvevra C
sares (Secrstac10
Goneral de ts CN,
Davie Diskin y An-
Ionia Dopaicio (oro
esorcra als ls CBT);
junio de 1855.
Manitestantes y tra
laajadores en busca
de directives. en
septiembre cel *
Perén, Lonardi y los dirigentes cege-
tistas: estaba naciendo la «Resisten-
ciaPeronisia~
LAIMPUGNAGION OBRERA
La denorninarla «Resistencia Pe:
ronista» fue un fendmeno generali-
zado de impugnacién social. Oe
sle modo, na comprendié solamen-
te a obreros identificacios con esta
lendencia politica sino que también
incorpord a una vasa cantidad de
personas de diferentes extracciones
ideologicas.
En realidad, el movimiento opo-
siler se inicié ef dia en que se pro-
dujo la calela del gobierno conslitu:
clonal. La clase obrera, en los prin-
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cipales centros labiiles, respondié
y enfrent6 -en forma’ aulénoma- al
goipe de Estado. Los trabajadores
se atfincheraron nara defender sus
conquistas, sus formas de organi-
zacién y el lugar que habian gana
{30 enla sociedad. La experienciay
laconcioncia, legados de décadas
de protestas con sucesivos regime-
nes, se manifestaron en ostos en-
frentamientos y los que signaron los
siguientes veinteafios de historia ar-
gentina, En 1955, la ausencia de una
direccién sindical y politica que
esiuviese dispuesta a entrentar con:
secuentemente el alzamiento rita,
hizo que fa contienda asumiera (en
los primeros meses) un cardcler
desorganizado, anérquico y -sobre
todo- esponténeo.tue el de tratar de cambiar el siste-
ma de produccion que por entonct
imperaba en el pais; para eso se
propuso anular algunas de las con-
‘uistas sociales y econémicas ob-
tenidas por la clase obrera, En se-
gunda instancia, la administracion
castrense quisa erradicar al peranis-
mo de la sociedad
Para concretar sus fifes, tanto el
gobierno como los empleadores
aunaron acciones a fin de aumentar
los niveles de productividad obrera
ylaracionalizacién de las tareas: se
quiso modificar la organizacion fa~
oral del proceso fabril imperante
hasta entonces, Con ese objetivo se
buscé atomizar, disgregar y debili-
tar la gestion sindical, atacando los
cuerpos de delegados y las comi-
siones internas, que eran la base
corganizativa de los vabajadores. En
“Aramburu en los (alteres. metalirai-
‘cos San Martin-Tamet de Avellane-
da. Esla iinagen ideal distaba de ser
Ja real
particular, donde éstos hacian sen-
lir su peso, dentro de las fabricas,
discutiendo las decisiones empre
sarias.
En este marco, una de fas pr
meras medidas ordenadas fue la
intervencién militar de {a central
obrera, a cuyo [rente se nombré al
capitan de navio Alberto Patron La-
placette, y la de numerosos sindi-
calos adheridos a ella, Meses
tarde, el regimen de facio, median-
te ol Decrelo 4.161, prohibié cual-
vier alusidn al justicialismo. Tam-
bién dispuso la prohibicién de ocu
par cargos gremiales @ quienes ha-
Dian acuado en puestos jerarquicos
enlaCGT entre 1952y 1955. Poste-
riormente, esta norma legal se ex-
tendié a dlrigentos de segunda It-
neay amiembros directivos de sec:
cionales. Valga actarar que este pro-
eso fue acompariado con numero-
sas persecuciones y detenciones.
Por tra parte, en mayo de 1956. se
ordend la suspensién de la regia
mentacién laboral vigente. Esto que~
bid el principio de sincicato unico
por actividad, acordado por fa Ley
23.852 de Asociacianes Protesiona-
les, y Se establecié que los trabaia-
dares de cada industria pudieran ser
representatios por mas
de una entidad gremial
‘De manera simulténea,
eldecieto 2739/56 bus-
6 atomizas la organiza
cién dela clase trabaja-
dora derogando las re-
soluciones juridicas que
perritian la agremiacion
conjunta del personal
técnico, cle supervision
y de vigilancia con el
plantel obrero.
Unida a estas dis-
posiciones, el gobierno
se propuso destruir et
pilar que sostenia todo
el andamiaje labora:
les organismos de
base fabril. La inten
cién era cambiar la retacion de fuer
za que imperaba en las {abricas y
que se habia consolidado en los
primeros afios de! justicialismo. Pe-
r6n, en realidad, durante su segun-
do mandato, ya habia perseguido
sste fin con ef Cangreso de la Pro-
duotividad de 1955. El regimen mi-
litar, continuarido con estos postu-
lados, sostuvo «el propésito de lle-
var a la préctica las conclusiones»
alcanzadas en esa convencion®.
En aste contexto, el presidente
dicté un decreto por el cual se aulo-
rizaba un aumento salarial del diez
por cienlo sobre los topes acorda~
Pag. 66 ¢ Tono es Historia N° 458
dos en las parianas o@ 194. Aue"
mas, se intent6 negociar que los fu-
turos incrementos [uesen pautados
sagt los niveles alcanzados por la
produstividad laboral. Esta disposi-
cién no fue la tnica. Mas importan-
te todavia, por la mismarnorma le
gal. se revisaron les convenios co-
lactivos de trabajo vigentes. Se bus-
6 instrumentar el traslado interno
del personal fabril, se dispuso de
nuevos esquemas de incentivacién
y se dejé abierta la posibilidad de
firmar contratos individuales®. Sin
embargo, esta nueva reglamenta-
ccién, no alcanz6 a apiicarse en gran
escala. La resistencia de los obre-
ros frente a esas medidas y las can
tradicciones intemnas existentes en
ef régimen castrense con respecto
ala politica econémica impidieron
su efectiva empleo.
Por olra parte, para poner en
marcha todas estas medidas, y con-
siderando que eran necesarias las
corganizaciones gremiales, el gobier
no requirié que las entidades estu
vieran controladas por hambres ali-
nes, en parte, a sus ideales: los
denominados sindicalistas «libres»
0 «democrdlicos». A pesar de esta
aspiracién, estos dirigentes no ob-
tuvieron el lugar que habia sido dt-
sefiaclo por el regimen, ya fuese por
que habian perdido espacio en la
mayorta de las fébricas durante le
presidencia de Peréa como por las
posturas que los identificaban con
Jos empleadores y la Revolucién Li
bertadora,
LAPROTESTA
OBRERA EN LAS FABRICAS
Este no fue el Unico fracaso de
la gestion presidencial de Aram
buru, Laresistencia obrera continu
y alcanz6 nuevas formas, tendien-
do a limitar ¢ impugnar el proyecto
del gobierno. Las discusiones sala-
Tiales de los convenios colectivos
alentaron el surgimiento de numero-
sas medidas de fuerza, que en su
dindmica no sélo quebraron el tope
delos haberes sugeridos por las au-
toridades de la cartera econémica
sino que, mas importante abn, con-