You are on page 1of 3

Jueves 10 de Enero de 2019

De la feria. Blanco.

Antífona de entrada Cf. Jn 1, 1


En el principio, antes de los tiempos, la Palabra era Dios, y se dignó nacer como Salvador del mundo.

Oración colecta
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo iluminaste todas las naciones, concede a tu pueblo reconocer la
gloria de su Redentor y llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

Lectura 1Jn 4, 19—5, 4


Lectura de la primera carta de san Juan.
Hijos míos: Nosotros amamos porque Dios nos amó primero. El que dice: “Amo a Dios”, y no ama a su
hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien
ve? Este es el mandamiento que hemos recibido de él: el que ama a Dios debe amar también a su
hermano. El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que
ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus
mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una
carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra
fe.
Palabra de Dios.

Comentario
Toda la carta nos plantea cómo “circula” el amor. Dios nos amó primero, y de allí surge el amor mutuo entre
los creyentes. Un amor así, nacido de Dios, es fluido, constante, sólido; entrelaza las vidas y fortalece el
andar.
Salmo Sal 71, 1-2. 14. 15acd. 17
R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!
Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con
justicia y a tus pobres con rectitud. R.
Los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Por eso, que
viva largamente, que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. R.
Que perdure su Nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos
los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. R.

Aleluya Lc 4, 18
Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos.
Aleluya.

Evangelio Lc 4, 14-22a
+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las
sinagogas de ellos y todos lo alababan. Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como
de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y,
abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los
cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”.
Jesús cerró el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos
daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su
boca.
Palabra del Señor.

Comentario
Jesús es el Ungido que hace realidad, hoy, el Reino de Dios. Dios se manifiesta, y los pobres, los cautivos,
los ciegos y los oprimidos reciben ese Reino como Buena Noticia. Ellos son los que, desde su fragilidad, se
hacen receptivos de la acción de Dios.

Oración sobre las ofrendas


Recibe, Señor, nuestros dones en los que se realiza un admirable intercambio para que, al ofrecerte lo
que nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Jn 3,16


Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él, no muera, sino que tenga
Vida eterna.

Oración después de la comunión


Concédenos, Dios todopoderoso, que la eficacia de los santos misterios fortalezca constantemente
nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
123

You might also like