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Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa

“Términos del espacio y tiempo dentro del lenguaje en los niños de preescolar”.

Investigación de la práctica docente propia.

Profesora Claudia Anahí Nuñez Martínez.

Karina Guadalupe Torres Ruelas.

Licenciatura en Educación Preescolar.

Grupo 302.

Jueves 07 de Diciembre del 2017.


INTRODUCCIÓN
Los docentes tienen la responsabilidad de realizar una buena práctica educativa
para que los resultados en los alumnos y el futuro del país sean favorables, por ello,
es necesario que los aspirantes al magisterio tengan una visión de innovación.

El presente ensayo, es un paso más hacia la clarificación de un problema que se


presenta en un aula de clases del jardín de niños “Augusto Federico Guillermo
Froebel”, el cual se encuentra dentro de un contexto donde, si los padres se
esfuerzan en conjunto con los profesores, los niños pueden alcanzar un buen
desarrollo educativo. En el texto, se mencionan las diferentes dificultades que he
detectado por medio de observación y registros en mi práctica docente, y pudiesen
presentarse progresivamente como un problema en el aprendizaje de los alumnos
de entre 3 y 5 años, sin embargo, no son constantes o son causadas por factores
dentro del desarrollo del menor.

Aborda como tema principal la falta de los conceptos del tiempo y espacio dentro
del lenguaje de los niños, que podemos encontrar como un aprendizaje esperado
dentro del Programa de Estudios 2011. Brinda una perspectiva en la cual podemos
comprender por qué representa un problema, ya que se hace presente en la vida
diaria cuando los infantes necesitan comunicar sus ideas.

Por todo lo anterior, intentaré explicar de manera sencilla y coherente las razones
para buscar en mi práctica docente y mi proyecto de intervención educativa la
mejora de lo anterior.
El jardín de niños Augusto Federico Guillermo Froebel se encuentra ubicado en la
colonia Humaya, dentro del medio urbano, donde las viviendas están construidas
para cubrir las necesidades de los habitantes que cuentan con empleos
mayormente de clase media. Los padres se encuentran casados, solteros o en
unión libre, algunos cuentan con la ayuda de los abuelos para criar a sus hijos, y en
promedio cuentan con nivel de educación media superior.
El plantel es un espacio amplio donde los niños pueden realizar diversas
actividades, propuestas y planes del personal que se encuentra bastante capacitado
y cuenta con mucha experiencia para impulsar del desarrollo de los niños, así como
pasa atender las necesidades especiales que se presentan todos los años. La
infraestructura es buena.

El grupo de segundo “A”, donde realizo mis prácticas docentes, está formado por
niños entre 3 y 5 años de edad, que según Jean Piaget, se encuentran en el estadio
preoperacional y cuentan con la herramienta del lenguaje, que les permite adquirir
conocimiento y representaciones, así como externalizar sus opiniones y sus
necesidades. He notado que mis alumnos presentan diversas dificultades: no
comprenden la utilidad del calendario y sus fechas conmemorativas; no consiguen
escribir su nombre y comparar las características gráficas de éste con los de sus
compañeros y otras palabras escritas; presentan dificultad para expresar sus
sentimientos en situaciones en las que puede sentirse no escuchado o no aceptado;
no respetan su turno para hablar y se muestran desinteresados por las opiniones
de sus compañeros; no cuidan su cuerpo, higiene y el respeto con el que sus
compañeros se dirigen a ellos; no participan en juegos respetando las reglas
establecidas y las normas para la convivencia; no muestran sensibilidad a lo que el
emisor le cuenta; no reconocen las figuras geométricas; muestran problemas en su
motricidad fina al momento de colorear y recortar; no ordena de manera creciente y
decreciente los números; no reconocen medidas y capacidades; no consiguen
quitar o poner cantidades porque desconocen el valor del número; no logran formar
una convivencia sana y un ambiente apto para el aprendizaje en el grupo porque
tienen conductas muy egocentristas, y a pesar de que esto es la causa de otros
problemas, surge como una normalidad en los infantes que transitan este estadio
piagetiano, en el cual el niño se muestra incapaz de aceptar un punto de vista u
objetivos diferentes a los suyos, impidiendo que busquen compartir ciertas actitudes
positivas de sus compañeros, “el egocentrismo limita las oportunidades del niño
para aprender cosas de otras personas, conduciendo con frecuencia a peleas y
conflictos con otros niños y adultos” (Vidal, ; P.232); y la mayoría no cuentan con
adverbios de lugar ni adverbios de tiempo en su vocabulario.

Los niños en esta etapa suelen distinguir el pasado del futuro y están próximos a
comprender el significado de ayer y mañana, usando la temporalidad en su
vocabulario, dominando el indicativo presente y el pretérito perfecto. Y,
efectivamente, los estudiantes no presentan problema en diferenciar las acciones
pasadas y presentes, sin embargo, no logran construir sus narraciones o anécdotas
con conceptos temporales más específicos que impliquen una sucesión. Tampoco
proyectar las acciones programadas a futuro. Esto puede reflejarse en frases
expuestas por los alumnos como: “mañana fui a una fiesta”, “mi mamá al ratito se
murió”, “mañana en la noche estaba dormida” etc. Además, sólo utilizan “ahí”, “allá”
y “aquí” como frases en su vocabulario para referirse a la ubicación espacial de
ciertos objetos o personas.

Defino esto como un problema, ya que el tiempo y sus nociones se encuentran en


nuestras acciones diarias, que podemos dar a conocer por medio del instrumento
social principal: el lenguaje, ya que “en la vida corriente el lenguaje tiene por fin
comunicar, expresar, preguntar, dar órdenes o manifestar deseos” (Tourtet. 2003;
p.22). Y, a pesar de que conocen los adverbios de lugar como: dentro, encima,
delante, atrás, cerca de, en, con, etc., que Du Saussois, Dutilleul y Gilabert advierten
que deberían saber a su edad… no los incluyen en su vocabulario. (1992, p.39).

Para favorecer el lenguaje, es necesario que los alumnos comprendan el orden en


que suceden los acontecimientos de su vida cotidiana u otras situaciones de su
conocimiento, sólo de esta manera se logra una comunicación con una narrativa
enriquecedora. “Hablar del tiempo en la narración significa intentar comprender de
qué manera el narrador, a través de la expresión lingüística, construye un enunciado
en el que pone en manifiesto las dimensiones histórico-cronológicas y psicológicas
del tiempo en el que se desarrollan las acciones” (Marimón. 2006; P.13).

Dentro del programa de estudios 2011, podemos encontrar las nociones espacio-
temporales en el campo formativo Pensamiento matemático, sin embargo, el
problema no es que los niños desconozcan las medidas, sino que no logren
introducirlas dentro de los acontecimientos que desean exponer, por lo tanto, he
decido enfocarme en:

“Campo formativo: Lenguaje y comunicación.


Aspecto: Lenguaje oral.

Competencia: Obtiene y comparte información a través de diversas formas de


expresión oral.

Aprendizaje esperado: Utiliza expresiones como aquí, allá, cerca de, hoy, ayer, esta
semana, antes, primero, después, tarde, más tarde, para construir ideas
progresivamente más completas, secuenciadas y precisas.”

En el salón de clases se busca favorecer el avance de este aprendizaje por medio


de actividades como: exponer la fecha diaria a los alumnos para que se ubiquen en
el espacio temporal en que se encuentran; la lectura de cuentos e invento de los
mismos para que aprendan a llevar un orden de los hechos. La ubicación espacial
no se ha trabajado con los niños de segundo en una planeación, solamente he
podido presenciarla en alumnos de tercer grado manejando los conceptos y
ubicación de objetos.

Personalmente, en mi proyecto de investigación, consideraría retomar las


actividades que he aprendido gracias a las maestras titulares del plantel durante el
proceso de observación de los alumnos. Además, me interesaría implementar el
juego como una estrategia de aprendizaje en donde los niños puedan desarrollar su
lenguaje con las nociones o palabras espacio-temporales que considere adecuadas
para su edad y se favorezca la creación de un ambiente sano y comunicativo en el
aula.
Este proyecto estará sustentado en el enfoque cualitativo y en la epistemología
relativista de algunos autores como Max Weber, porque sus propósitos esenciales
están enfocados en los seres humanos dentro de la sociología, ya que la vida social
es un factor de influencia en el desarrollo del aprendizaje. No debemos dejar de lado
el papel que involucra al maestro, y mucho menos el contexto de los alumnos en el
proceso de la enseñanza.

Sin embargo, no debemos descartar del todo el enfoque cuantitativo porque a pesar
de que no resuelve los hechos sociales y descalifica la ideología interna del objeto,
se enfoca en la observación y podría resultar necesario en los datos y resultados
que arroje la investigación.
CONCLUSIÓN
Es muy importante la observación dentro de la práctica que forma parte de mi
preparación como docente, pues a través de ésta he podido detectar que existen
muchas dificultades que pueden ser matemáticas, conductuales, científicas,
artísticas o de cualquier otra índole y requieren nuestro interés y solución, con ayuda
de nuestra preparación y búsqueda de innovación de los métodos y estrategias
didácticas para alcanzar el desarrollo potencial de los alumnos.

En mi proyecto de investigación buscaré establecer los conceptos que, a mi parecer


son los más necesarios dentro del lenguaje y comunicación de los niños que reciben
educación preescolar en el aula donde realizo mis prácticas docentes. Por ejemplo,
empezar con: ayer, hoy, mañana, etc. que representan la noción del tiempo en la
narración de sucesos, historias o acontecimientos ficticios o de su vida cotidiana;
incluir aquí, ahí, cerca de, lejos, etc. para que sepan expresar la ubicación espacial
de ellos mismos, de sus compañeros o de diversos objetos dentro y fuera del aula
de clases.

La enseñanza se encuentra dentro del enfoque cualitativo porque es un hecho


social, los niños aprenden dentro de su contexto en interacción con sus
compañeros, maestros, familiares o conocidos que puedan impartirles conocimiento
a través del lenguaje.

Por todo lo anterior, concluyo que es fundamental impulsar y ampliar la expresión


oral.
BIBLIOGRAFÍA
Du Saussois N., Dutilleul M., Gilabert H. (1992). Los niños de 4 a 6 años en la
escuela infantil (P.28, 31, 37, 38, 39). Madrid: NARCEA, S.A, DE EDICIONES.

Tourtet L. (2003). Lenguaje y pensamiento preescolar (P.22). Madrid: NARCEA,


S.A, DE EDICIONES.

Marimón C. (2006). El texto narrativo. En Biblioteca de recursos de humanidades E-


excelence(13). Madrid: Liceus, Servicios de Gestión y Comunicación S.L.

DGDC, DGFCMS. (2011). Programa de estudio 2011, Guía para la educadora


(P.59). México, D.F.: Secretaría de Educación Pública.

Piaget, Jean. (1994). Development and learning. En "El niño: Desarrollo y proceso
de construcción del conocimiento" Antología básica (P.33-41).

Vidal F. (1998). Piaget antes de ser Piaget (P.232). Madrid: Ediciones Morata.

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