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Desarrollo psicomotor

¿Qué es el desarrollo psicomotor?

Es el aprendizaje por el que un niño adquiere habilidades básicas como moverse, hablar o identificar a
otras personas. Comienza desde el momento que nace y se extiende hasta los tres años. La Guía Práctica
para Padres, de la Asociación Española de Pediatría (Aeped), explica de manera orientativa las distintas
destrezas que adquiere un bebé durante este tiempo.

Los seis primeros meses

Durante su primer mes de vida, el bebé mantiene una posición fetal similar a la que tenía cuando estaba
en el útero materno. Poco a poco irá extendiendo distintas partes de su cuerpo como los brazos y
piernas, y comenzará a girar la cabeza. Hacia los dos o tres meses irá mejorando la coordinación de sus
extremidades e irá adquiriendo la capacidad de sujetar su cabeza así como otros objetos. Al final de este
periodo, es capaz de sentarse y no perder el equilibrio.

El llanto es la primera forma de comunicación que desarrolla un bebé, además de la risa. Durante esta
etapa el niño va aprendiendo a producir sonidos en función de lo que quiere, pero aún no se pueden
distinguir palabras. Según se acercan los seis meses ya será capaz de articular algunas consonantes como
la “m”, la “b” o la “l”.

El bebé pasará mucho tiempo dormido hasta los dos o tres meses, momento en el que ya se encuentra
más despierto e identifica a las personas de su entorno (especialmente a sus padres) y expresa sus
sentimientos mediante gestos. Hacia los seis meses, su curiosidad le hará querer interactuar de manera
continua con otras personas u objetos con el fin de examinarlos.

Desde los 6 a los 12 meses

El bebé ya es capaz de sentarse solo y empezará a intentar moverse por sí mismo, fundamentalmente
gateando, aunque es posible que también comience a levantarse para intentar caminar sin perder el
equilibrio.
Ya articula más letras y palabras para intentar comunicarse, aunque de momento no las asocia con su
significado. La comunicación no verbal está más presente durante este periodo, así el niño puede ser
capaz de despedirse con la mano o negar con la cabeza, por ejemplo. Cuando se acerque el momento de
cumplir un año, cabe la posibilidad de que empiece a entender algunas frases.

La identificación de las personas es cada vez mayor y puede extrañar a sus padres si no están delante de
él, para lo que trata de reclamarles. También comienza a comprender que los objetos siguen existiendo
aunque no los vea y le gusta buscarlos hasta encontrarlos.

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