Professional Documents
Culture Documents
Hoy, sin embargo, los datos de la desidia los facilitan las cifras
macroeconómicas manejadas por instituciones internacionales menos sospechosas
de tener interés alguno en subvertir el orden internacional. Como sin aparente
sonrojo afirma el último informe del Banco Mundial, “nuestro mundo se caracteriza
por una gran pobreza en medio de la abundancia”2. La afirmación, cuantificada por
1
Cfr. LENIN, V.I.: Obras Completas, Tomo III, Madrid, Ayuso-Akal, 1975, p. 607. Casi cincuenta años antes
Marx y Engels, habían anticipado ya la desaparición de los mercados nacionales en los que “no entraba nada
de afuera” y su transformación en una “red del comercio universal (en la que) entran, unidas por vínculos de
interdependencia todas las naciones”. Cfr. MARX, K. y ENGELS, F.: El Manifiesto Comunista. Traducción de
ROCES, W., Madrid, Ayuso, 1977, p. 24.
2
Según este mismo informe “ de un total de 6000 millones de habitantes, 2.800 –casi la mitad- viven con menos
de 2 dólares diarios, y 1.200 millones – una quinta parte- con menos de un dólar al día”. Vid.: BANCO
el propio organismo, arroja el nada desdeñable balance que sitúa en la parte
negativa de la cuenta de resultados a una quinta parte de la población mundial que
se ve condenada a sobrevivir con menos de un dólar al día 3. En el lado del haber,
para compensar el posible descuadre, habrá que colocar el ingreso anual de
200.000 millones de dólares por parte de los países desarrollados en concepto de
pago de la deuda externa.
MUNDIAL: Informe sobre el desarrollo mundial 2000/2001. Lucha contra la pobreza, panorama general, p.
3.
3
Ibídem, gráfico 1, p. 4.
4
Con el intento de poner algo de claridad en el uso de estos términos, Pisarello propone “introducir una
distinción analítica entre los conceptos de <<mundialización>> y << globalización>>” . Y entiende que el
término globalización “tal como viene presentado en buena parte de las soflamas conservadoras, debería
denunciarse como simple ideología destinada a justificar la extensión del capital a distintos ámbitos geográficos
bajo las reglas y en interés de un puñado de poderes privados, y por lo tanto, sin regulaciones públicas
democráticas”. Cfr. PISARELLO, G.: “Globalización, constitucionalismo y derechos: las vías del
cosmopolitismo jurídico” en DE CABO, A. y PISARELLO, G. (eds.), Constitucionalismo, mundialización y
crisis del concepto de soberanía, Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2000, pp. 23-53, esp. p. 28. Un
interesante y detallado análisis sobre las distintas caras de la globalización puede encontrarse en FARIÑAS,
M.J.: Globalización, ciudadanía y Derechos Humanos, Cuadernos Bartolomé de las Casas, nº 16, Madrid,
DYKINSON, 2000, esp. pp. 5-34. También de la misma autora y haciendo especial hincapié sobre las
diferencias entre globalización y localización, id.: Los Derechos Humanos: desde la perspectiva sociológico-
jurídica a la “actitud postmoderna”, Cuadernos Bartolomé de las Casas, nº 6, Madrid, DYKINSON, 1997, pp.
9-13.
5
Así lo señala, por ejemplo, ARANGO cuando afirma que “en el caso de España, la diversidad de la inmigración
que recibe es claramente tributaria de la globalización”: cfr. ARANGO, J.: “La inmigración en España a
comienzos del siglo XXI: un intento de caracterización”, en GARCÍA CASTAÑO, F.J. y MURIEL LÓPEZ, C.
(eds.), La inmigración en España: contextos y alternativas. Volumen II. Actas del III Congreso sobre la
Inmigración en España (Ponencias), Granada, Laboratorio de Estudios Interculturales, 2002, pp. 57-70, esp. p.
60.
6
Ambos organismos fueron creados por la Conferencia de Breton Woods en 1944. Los textos de sendos
convenios constitutivos están recogidos en UNTS, Vol. 2, pp. 9 y ss. y 135 y ss., respectivamente. Asimismo
pueden encontrarse en JUSTE, J. y BERMEJO, R.: Organizaciones internacionales universales del Sistema de
las Naciones Unidas. Convenios Constitutivos, Madrid, Tecnos, 1993.
7
El acuerdo fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 15 de noviembre de 1947, fecha de
su entrada en vigor. Vid. PIGRAU, A.: “ Las políticas del FMI y del Banco Mundial y los Derechos de los
entre sus objetivos primordiales “la expansión y el crecimiento equilibrado del
comercio internacional”, así como “estimular el desarrollo de los medios y fuentes
de producción en los países de escaso desarrollo”8.
La realidad, sin embargo, se dibuja con colores menos llamativos, aunque con
trazos más gruesos. Desde la creación de estos organismos, la principal petición de
los países en desarrollo frente a ellos ha sido la posibilidad de obtener mejores
recursos financieros a un coste más asequible, así como el aumento del capital del
Fondo y del
Si bien reconoce las enormes diferencias entre los contextos de migración interna
e internacional, y entre las capacidades de los distintos países para abordarlas, el
Informe pone de relieve las pruebas cada vez más numerosas de los beneficios
potenciales de todas las formas de migración y movilidad para el crecimiento y el
desarrollo de las ciudades. Destaca, de manera especial, las modalidades
innovadoras de elaboración de las políticas sobre migración y urbanización en
beneficio de los migrantes y las ciudades.
DISCUSION
Existe un cuarto factor relacionado con la orientación que toma la política económica
a nivel regional en un contexto de globalización de un modelo liberal de economía,
donde se promueven procesos de descentralización que tienden finalmente a
disminuir la presencia del Estado en las localidades. Márquez (2006) apunta a la
coincidencia entre el desarrollo de políticas de descentralización, la promoción de
la gobernabilidad local y la importancia que comienza a atribuírsele a las remesas.
Para el autor las políticas de descentralización tienden a "desplazar la
responsabilidad social del Estado hacia las entidades federativas y los municipios,
y estos al sector privado, al tiempo en que ganan presencia las organizaciones no
gubernamentales o tercer sector como principales promotores y practicantes del
desarrollo local" (Márquez, 2006, p. 311). En este escenario, el discurso respecto
de que los migrantes pueden y deben jugar un rol fundamental en el desarrollo de
sus comunidades, se visualiza como un discurso político que tiende a reafirmar un
modelo de desarrollo donde el Estado termina ocupando una función de
coordinación y apoyo, más que de gestor e impulsor del desarrollo.
Estos cuatro factores permiten comprender la atención que han recibido estos flujos
de dinero hacia la región latinoamericana. Se entiende por tanto el esfuerzo invertido
en contabilizar los montos y conocer su evolución anual. El Banco Interamericano,
a través de su Programa de remesas y del Fondo Multilateral de Inversiones
(FOMIN), han liderado los procesos de contabilidad. Cuantificar los montos tiene
grandes dificultades, ya que hay diversas formas de enviar el dinero a los países de
origen y resulta extremadamente complejo poder hacer seguimiento a cada una de
estas formas, especialmente cuando se utilizan mecanismos que no pasan por
bancos u oficinas de envío.
Contabilizar las remesas
Frente a las complejidades que presenta la medición con la balanza de pagos y las
encuestas, Martínez plantea la necesidad de avanzar en modelos que combinen o
triangulen ambos métodos de modo de alcanzar una mayor validez en la calidad de
la información.
El ejercicio que permite conocer los montos reales que llegan a las economías
nacionales y locales, así como conocer en qué son utilizadas las remesas, no es
neutro a la visión que se tiene sobre qué son las remesas y qué relación pueden
tener con el desarrollo. Por ejemplo, la forma que tienen los organismos
internacionales como el BID o el Banco Mundial para presentar los resultados,
logran que se visualice este capital como recursos frescos y posibles de ser
invertidos en el desarrollo de las comunidades. Por ejemplo, es habitual que se
relacione el monto de remesas que ingresa a un país con el PIB, los fondos por
concepto de cooperación internacional o la inversión extranjera que recibe el mismo
país (encontramos recurrentemente frases como "el monto de remesas de tal país
equivale al x% del PIB o de la inversión extranjera"), sin embargo, la función y el
origen de estos fondos no tiene ninguna relación con la función u origen de las
remesas. Al presentarlos como comparables, se les presenta como equivalentes,
despojándolos del sentido que las remesas tienen; al vaciarlas de contenido, se
hace posible presentarlas como recursos "frescos" posibles de ser utilizados en
programas de desarrollo o inversión local. Un ejemplo de ello queda reflejado en la
siguiente cita de Terry:
Dada la magnitud de estos flujos, las remesas representan una gama enorme de
posibles oportunidades no solo para cada familia, sino también para las
comunidades locales y las economías nacionales. En el plano macroeconómico, las
remesas pueden tener un fuerte impacto mediante el efecto multiplicador en el PIB,
la creación de fuentes de empleo, el consumo y la inversión. (p.11).
Después de contabilizar las remesas y plantearlas como un recurso a ser utilizado
en políticas y programas de desarrollo, el BID plantea la relevancia de bancarizar
las remesas (democratización financiera), viendo en los inmigrantes posibles futuros
clientes de la banca privada, especialmente en proyectos de inversión y
construcción en las comunidades de origen. Una perspectiva crítica sobre la
vinculación remesas y desarrollo cuestiona el supuesto de base -que las remesas
están llamadas a jugar un rol central en el desarrollo- y plantea la importancia de
comprender en primer lugar, qué son las remesas, que función cumplen y cómo se
integran en la economía doméstica (Canales, 2008). A continuación se indican los
montos y la evolución de los mismos en los últimos años, en la región
latinoamericana.
Canales, 2008).
En términos generales, pareciera no haber una relación lineal entre el PIB de los
países y el monto de remesas recibidos. De hecho, algunos países con el PIB más
alto de la región son los que reciben mayor cantidad de remesas (por ejemplo
México y Brasil), mientras otros con similar PIB son los que reciben menos remesas
(por ejemplo, Chile y Uruguay).
Una primera distinción que realizan estos autores es aquella entre remesas
familiares o salariales y remesas colectivas.
Las remesas familiares son recursos que llegan directamente a la familia y son
utilizadas principalmente en la reproducción material, social y cultural de sus
integrantes. Si bien el principal uso es como parte del salario que recibe la familia,
existen también otros usos, como por ejemplo, gastos especiales destinados a
solventar costos asociados a problemas de salud específicos (tratamientos,
urgencias médicas, operaciones). Un tercer tipo de uso detectado por los autores
es para ahorro familiar, sin embargo, los montos destinados al ahorro dependerá de
los ingresos totales que tenga la familia. Otros tipos de usos se relacionan con
celebraciones, fiestas o llamadas telefónicas, lo que tiene por objetivo el
mantenimiento de los vínculos entre sus miembros.
Estos distintos usos son posibles de ser agrupados en dos funciones principales de
las remesas. La primera se refiere a la reproducción material de la familia, es decir,
las remesas son utilizadas en alimentación, vestimenta, abrigo, educación, salud.
La segunda se relaciona con la reproducción social de la familia. Aquí cobra
importancia mantener los vínculos pese a la distancia espacial, realizar
celebraciones que marcan encuentros y reencuentros familiares (cumpleaños,
navidades, día de la madre, entre otros).
Para Canales (2008) así como para diversos autores, estas funciones corresponden
al rol tradicional del salario. En estricto rigor, se trata de un dinero obtenido por un
trabajo realizado por uno de sus miembros (proveedores principales y/o
secundarios) y que permite la reproducción material y simbólica de la familia y de
cada uno de sus integrantes. La diferencia es que en este caso el trabajador/a
realiza su trabajo fuera de los límites territoriales de su hogar, incorporando un
elemento de trasnacionalidad en el análisis. Ello implica por una parte, poner
atención a las formas en cómo ese dinero debe o puede ser enviado (y los costos
usualmente altos que piden las oficinas remesadoras); la importancia que adquiere
la reproducción de los vínculos afectivos y familiares que permiten asegurar el envío
de estos dineros; y la consideración al contexto de globalización económica que
determina los procesos y formas que adquiere la integración de los migrantes en el
mercado laboral internacional.
La recepción de este salario está sujeta al vínculo familiar que sostiene el migrante
con la familia y que permite la transferencia constante de ese dinero. El vínculo entre
el/la trabajador en el extranjero y la familia resulta central para que se produzca el
flujo de remesas. En este sentido Moctezuma (2006) señala que las remesas "a)
reafirman permanentemente las relaciones familiares; b) aseguran expresividad
afectiva, al tiempo que atienden diversas situaciones de emergencia; y c)
promueven la movilidad social de las comunidades" (p.92) Es importante considerar,
tal como lo indica Durand (Durand, en Moctezuma 2006) que las remesas involucran
relaciones sociales, de ahí que no se pueda considerar estos flujos económicos sin
considerar el contexto social que las origina.
Situar a las remesas en el marco de la economía política global, por otra parte,
requiere comprender que la expansión de la economía se basa en la reproducción
de condiciones de desigualdad global, las que generan exportación de mano de
obra barata a países altamente industrializados. En este sentido, una de las bases
de la expansión de la economía global es:
Un segundo tipo de remesas son las llamadas remesas colectivas. Moctezuma las
define como:
A partir de estos tres criterios Moctezuma distingue tres tipos de remesas colectivas:
1) remesas colectivas con fines sociales y comunitarios; 2) remesas productivas con
beneficio a socios que invierten capital y 3) sistemas mixtos de organizaciones
sociales que deciden invertir en proyectos productivos en las comunidades de
origen. Este último tipo ha sido impulsado mayoritariamente por Programas
gubernamentales (por ejemplo 3x1 en México), sin embargo presenta problemas
pues las organizaciones sociales funcionan con lógicas, dinámicas, prácticas y
motivaciones distintas a las de socios que deciden invertir en proyectos productivos.
Al igual que en el caso de las remesas familiares, las remesas colectivas también
incluyen una serie de relaciones sociales. La comprensión de estas relaciones
sociales permite entender de mejor manera las implicancias sociales de estos flujos
de recursos, más allá de las inversiones sociales o productivas que ellas pueden
generar. La mantención del vínculo con lugar de origen, la asociación y participación
en organizaciones y clubes en el extranjero, la conexión con las demandas de la
comunidad, son algunas de las relaciones sociales que se reproducen a partir de
las remesas colectivas.
Como una forma de distinguir el rol que las remesas juegan en el desarrollo,
Márquez (2006; 2007) analiza la diferencia entre desarrollo local y desarrollo
económico local. El autor plantea la relevancia que adquiere la localidad en el
discurso en torno al desarrollo y señala que ello coincide con la implementación de
políticas que desencadenan procesos de descentralización, en los que se termina
por desplazar la responsabilidad del estado, a los municipios, a las organizaciones
sociales, y finalmente a los privados. En este contexto, las remesas se entienden
como un recurso que permitiría capitalizar e impulsar proyectos de desarrollo tanto
a nivel privado como de organizaciones. El problema, a juicio del autor, radica en
que se confunde la intención de auspiciar una gobernabilidad local, pero con un
gobierno paradójicamente más disminuido por las políticas neoliberales
introducidas.
Este modelo de desarrollo se basa en 5 principios que Márquez discute desde una
perspectiva crítica. Su argumento central es que las prácticas micropolíticas y
microeconómicas que realizan los ciudadanos, que son convocados por
instituciones locales, terminan por legitimar un orden económico basado en
principios políticos neoliberales.
El autor, pese a su perspectiva crítica observa que en este modelo residen las
claves de transformación que pueden ser utilizadas por los propios actores, de modo
de evitar escenarios de legitimación del orden establecido por las políticas
neoliberales:
Los cinco principios básicos del desarrollo económico local (.) son portadores de
una paradoja, mientras que su lógica operativa está orientada a consensuar la
política neoliberal, en determinadas circunstancias, abren ventanas de
oportunidades para la movilización de los sujetos sociales. (Márquez, 2006, p.314).
Con este marco de fondo, el autor recurre a una distinción entre desarrollo local y
desarrollo económico local, asumiendo en primera instancia, que el desarrollo local
es multidimensional, por lo que el desarrollo económico queda supeditado al primero
(y no a la inversa). Desde una perspectiva multidimensional entonces, el desarrollo
local tiene el propósito de "mejorar las economías locales a través de la
implementación de estrategias que permitan el fortalecimiento y crecimiento del
sector básico orientado a mejorar los niveles de acumulación local, incrementando
las riquezas, optimizando el uso de los recursos naturales y artificiales existentes"
(Arroyo, 2005 en Márquez 2006, p.312). De este modo, el desarrollo económico
local significa "un proceso de capitalización vinculado al desarrollo selectivo de
empresas, particularmente pequeñas y medianas (Pymes), pertenecientes al
llamado sector básico o estratégico, que fortalezca la estructura productiva y
alimente la acumulación local" (Márquez, 2006, p.312). El autor identifica tres fases
que son parte del proceso de desarrollo económico local: gestión, promoción y
resultados. En estas fases, la creación de un fondo de financiamiento y la
organización del sector productivo, son elementos centrales. A partir de ello, la
orientación del desarrollo económico local pasa a ser la promoción de la inversión
productiva y la creación de empresas combinando recursos locales y extralocales.
Resulta interesante plantear que el desarrollo social de la comunidad no es una
consecuencia del desarrollo económico. Al ser multidimensional es fundamental la
interacción que establece este modelo de desarrollo económico con los otros
ámbitos como son calidad de la educación, salud, uso tecnologías, entre otros.
Una vez realizadas estas distinciones, es posible comprender las aristas que ha
tenido la discusión en torno a la vinculación entre remesas y desarrollo. Diversos
autores coinciden en identificar dos posiciones (opuestas) en esta discusión: la
funcionalista y la estructuralista, que se analizarán a continuación.
Así, las remesas conformarían un capital económico que junto con otros capitales
sociales (redes familiar, trabajo familiar y comunitario, organizaciones de migrantes,
entre otros), constituirían recursos de los individuos y las comunidades, los que bien
gestionados, jugarían un rol central en superar las condiciones de vulnerabilidad y
pobreza (Canales, 2008).
En relación a aquellos trabajos de carácter empírico que buscan dar sustento a las
propuestas de políticas implementadas por los organismos internacionales y
gobiernos locales, los focos de atención han estado puestos en estimar el efecto
multiplicador de las remesas sobre el PIB, con lo que se puede calcular el impacto
efectivo de las remesas sobre la economía. De acuerdo con Canales, este efecto
multiplicador depende directamente de la propensión a ahorrar e indirectamente de
la propensión a importar. De acuerdo con Adelman y Taylor (1990, en Martínez
2008) el efecto multiplicador de las remesas en la economía mexicana era del 2.9%
Co este dato en la mano, se estimó que los 2.200 millones de dólares que entraron
a la economía mexicana habrían generado 6.500 millones de dólares adicionales
(Martínez, 2008).
Otro foco de atención de estos estudios ha sido analizar y medir el impacto de las
remesas en distintos ámbitos de la economía nacional (por ejemplo, distribución del
ingreso, reducción de la pobreza, impulso al crecimiento económico, formación de
capital humano).
Ello implica hacer parte a las migraciones de políticas más generales de desarrollo
y no traspasar a los migrantes la función que debe asumir las políticas públicas.
Otro aspecto interesante de puntualizar es la importancia de encuadrar aquellos
programas de inversión y usos de remesas, en políticas y programas de retorno más
generales o bien en programas de integración de la comunidad de emigrantes en el
exterior con las comunidades locales y nacionales en origen.
CONCLUSIONES
El caso de Mérida conjuntamente con otros casos como son los de las ciudades de
la frontera norte indican que el desarrollo urbano en México no es un proceso
uniforme sino diferenciado, y que cada región del país guarda rasgos comunes con
la generalidad nacional, pero también presentan sus propias singularidades locales.
La postmodernidad no se expresa igual en todas las regiones del país sino que
adquiere matizaciones locales que le van a diferenciar del resto. Por lo mismo, es
sugerible existan una visión no centralista del desarrollo urbano, sino que se procure
la territorialización de los programas federales tanto de tipo social, como de
descentralización y federalismo.
Del otro lado, un día sin remesas puede significar una devaluación de
aproximadamente 20% del tipo cambiario. De hecho la recepción diaria de divisas
por remesas sostienen el tipo cambiaria con la misma importancia que lo hacen el
turismo y las exportaciones agropecuarias conjuntamente.
De no contar con las remesas no solo la paridad estaría $2 pesos por encima de la
actual, la inflación no sería menor a 2% de la actual por año y el endeudamiento
externo sería mayor en un monto similar al de la recepción de las mismas, solo que
por año. Sin remesas desde 1990, al 2006 la deuda externa en México sería
superior a la actual en aproximadamente 90 mil millones de dólares (el país debe
aproximadamente 160 mil millones de dólares).
RECOMENDACIONES
Un mayor control fronterizo y del tráfico de personas no servirá de nada si, al mismo
tiempo, no se cambia la política de socorro de inmigrantes que llegan a las costas.
¿Por qué no puede devolverse al inmigrante en vez de acogerlo? ¿Pueden
nuestras sociedades acoger decentemente a un número ilimitado de
personas?
Para responder a estas preguntas tan solo hace falta superponer en un mapa la
figura de Europa con la de África, por ejemplo. Echen cuentas.
La culpa de estas muertes no es, ni mucho menos, de los europeos de a pie. Por
un lado, la clase política a ambos lados del Estrecho que sirve a los intereses de las
multinacionales y que demanda una mano de obra barata y maleable. Por otro, las
mafias que se aprovechan del deseo de una vida mejor.
Varios analistas han señalado la posibilidad de atacar las bases desde las
cuales salen las lanzaderas de costa a costa o aumentar la presión sobre ellos
una vez parten de los puntos de origen. Con la tecnología actual es posible detectar
cualquier lancha con radares en un mar como el Mediterráneo.
No es de recibo casos como el de Ali Raba Yode, que contaba con antecedentes
penales y asesinó a un policía tirándolo a las vías del metro
No es de recibo que casos como el de Ali Raba Yode, que contaba con
antecedentes penales y asesinó a un policía tirándolo a las vías del metro de la
estación de Embajadores en Madrid, no se hayan evitado con la expulsión en la
primera detención.
El drama humano no debe ser una excusa pues también existe en las propias
fronteras de los Estados y poco o nada se hace para paliarlo.
Miembros de ONGs favorecen la llegada de refugiados a costas de Grecia en
Lesbos. Fueron acusados de tráfico de personas.
Otra pregunta: ¿acaso ayuda antes al vecino que a su familia? Como dicen los
americanos: “first things first” (las cosas importantes primero). Para poder ayudar
de verdad a los de fuera hemos de tener las cosas encauzadas en nuestras propias
sociedades y estamos muy lejos de ese objetivo.
Como se suele decir, “solo los ricos se pueden permitir el lujo de no tener patria”.
Los salarios han disminuido y no crecen. Los nuevos empleados son llamados
“pobres con trabajo”. Algo no va bien.
Cuando ‘pintan bastos’ la gente trabaja por lo que sea, y así ha sucedido en muchos
países. Esta actitud desvaloriza el trabajo realizado y permite al empresario la
explotación –cuasi esclavitud- de manera legal.
No se puede jugar con las vidas de nadie, ni de los de aquí, ni de los de allí.
Sí, justo lo contrario a lo que predican a los cuatro vientos todos nuestros políticos
a lo ancho y largo del planeta y todas las instituciones mundialistas (ONU, FMI, etc.).
BIBLIOGRAFIA
https://www.actuall.com/criterio/democracia/siete-posibles-soluciones-para-frenar-
la-inmigracion-ilegal/
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
65682011000300023
file:///C:/Users/MASTER-PC/Downloads/07128.pdf
https://www.mercawise.com/estudios-de-mercado-en-mexico/encuesta-sobre-
migracion
MARCO TEORICO