130 HEGEMONÍA / HETEROGENEIDAD
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New Haven, Yale, 1985; Thompson, E. P.,
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Raymond "Base and Superstrueture in Marxist
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pp. 3-16.
[CARLOS AGUIRRE]
heterogeneidad
El término "heterogeneidad" tal y como
se emplea en la actual crítica cultural lati-
noamericanista es, en su mayoría, la crea-
ción del crítico peruano Antonio Cornejo
Polar (1936-1997). Sin embargo, como se
verá más adelante, también existen otras ver-
tientes importantes del concepto, sobre todo
la del antropólogo Néstor García Canclini.
El "discurso heterogéneo" de Cornejo se de-
fine como un discurso cuyo productor per-
tenece a un mundo culturalmente distinto
al mundo de su referente. Ejemplos de tal
fenómeno, según Cornejo, incluyen las cró-
nicas de la conquista, la literatura indigenis-
ta, la gauchesca y la negrista, entre otras. En
todos estos casos, el discurso distorsiona su
referente -por ejemplo, el mundo indígena-
porque ese discurso es el producto de un
mundo ajeno al mundo que describe. Pero
Cornejo dice que no hay que enjuiciar a es-
tos discursos por su falta de verosimilitud
sino reconocer que precisamente en esta
falta radica su verdad más fundamental.
Cornejo, entonces, rechaza la referenciali-
dad como base de una interpretación crítica
de estos textos. Inútil esperar a que la lite-
ratura indigenista capte de forma rigurosa
la realidad indígena; está escrita desde una
perspectiva no s610 ajena sino también anta-
gónica y dominante con respecto al mundo
indígena. Hablando de los que, como Mario
Vargas Llosa, enjuician a la literatura indi-
genista por su visión distorsionada, Cornejo
dice, "consideran como defecto lo que es la
identidad más profunda del movimiento y a
la larga le exigen que deje de ser lo que es:
indigenismo, para convertirse en lo que en
ningún caso puede llegar a ser: literatura
indígena" ("El índigenismo": 18). Lo que
estos textos heterogéneo s revelan, plantea
Cornejo, es la condición fragmentada y frac-
turada de las naciones latinoamericana.
condición que la literatura está destinada a
reproducir, no a solucionar.
El concepto de heterogeneidad emerge
en los años setenta en parte como interven-
ción en la coyuntura política del Perú y la
bancarrota ideológica del concepto de "mes-
tizaje" mediante el cual se pretendía lograr
la tan anhelada unidad nacional. Ante la
propaganda triunfalista del gobierno militar
de yelas1co, Cornejo insiste que la unidad na-
cional es quimérica, producto de un estado
de represión y no de la democracia genuina
y el respeto por los pueblos indígenas, y que
todavía no se ha superado el legado colonial
del país. Pero aún más importante para de-
terminar el desarrollo del concepto de he-
terogeneidad, son los debates en torno a la
literatura latinoamericana que responden a
los cambios profundos en el panorama lite-
rario ocasionados por el llamado boom de la
novela. ¿Qué tipos de literatura y de crítica
pueden considerarse representativas de la
región? ¿Cómo definir esta entidad, recién
inventada, de "literatura latinoamericana'"
A raíz de su éxito internacional, algunos d
los novelistas del boom hablan de la "univer-
salización" de la literatura latinoamericana.
planteamiento que genera un contradiscur-
so, por parte de los críticos literarios políti-
camente comprometidos, en torno a la ne-
cesidad de un mayor reconocimiento de las
particularidades culturales e históricas de la
región y de cómo éstas se manifiestan el:
la esfera literaria. Cornejo, junto con otros
críticos, tales como Roberto Fernández
Retamar, Agustín Cueva, Noé Jitrik, Áng -
Rama, y Antonio Candido, entre otros, in-
sisten que sólo una literatura que testimonie
-sea de forma conciente o inconciente- de
esa "peculariedad diferencial" del ser latino-
americano, puede ser considerada auténti-
 HETEROGENEIDAD
ente representativa. Surge una serie de
nceptos críticos para nombrar y explicar
particularidad en el campo literario, en-
ellos, la "heterogeneidad literaria".
Empleando el vocabulario del pensador
ano José Carlos Mariátegui, un intelec-
vanguardista y socialista de enorme
uencia, Cornejo argumenta que la narra-
más representativa de la región es la
ce refleja la naturaleza "no-orgánicamente
ional" de las sociedades latinoarnerica-
. Por "no-orgánicarnente nacional", en-
das e la fragmentación cultural en mUD-
opuestos y antagónicos en el seno del
. , su división jerárquica en un mundo
do contra un mundo oral, urbano con-
rural, occidental contra indígena, etc. La
idad de preservar la dominación del
do occidental sobre e! mundo indígena,
como consecuencia la deformación de
- clases sociales por e! "colonialismo su-
'te", y la resultante incapacidad de las
de orientar el país hacia el progreso
erno y a la prosperidad. Mariátegui
ba convertir la nación no-orgánica en
ión orgánica mediante el socialismo.
...a literatura que refleja esa realidad na-
des-integrada es "literatura heterogé-
. Se trata, dice Cornejo, "de literaturas
das en el conflictivo cruce de dos socie-
y dos culturas" ("El índigenismo": 8).
no es cuestión de reflejar esa ¡realidad
ictiva al nivel del contenido, sino al ni-
l "modo de producción textual", o sea,
. 'e! de! mismo sistema literario y de
éste funciona dentro de la nación no-
ica, El sistema literario participa en la
ucción de la fractura nacional porque
teria prima de la literatura nacional
ritura- hace que la literatura sólo se
ea y circule dentro de uno de los
os -el mundo occidental- sin lograr
e! puente hacia el mundo indígena.
sistema cerrado, exclusivo. Sus inten-
- ser inclusivo fracasan porque no pue-
escapar de su naturaleza escrita y, por
de su condición ajena a la naturaleza
e la producción literaria indígena, se-
•...
ornejo.
- iemás, ese sistema liter~rio funciona
pieza clave en el discurso ideológico
egitima la imposición del occidente
" el mundo indígena. Al poner énfasis
etra, Cornejo insiste en la producción
131
literaria en tanto acto o evento social que
toda instancia crítica debe tomar en cuen-
ta. Y la producción literaria escrita, dice
Cornejo, tanto de las crónicas como de la
literatura indigenista, tiene un significado
histórico particular: la letra es el signo de
la diferencia entre colonizadores y coloni-
zados. De allí la creciente importancia sim-
bólica, en la obra de Cornejo, de la esce-
na primordial de Cajamarca en 1532 entre
el padre Valverde y Atahuallpa, cuando e!
Inca, no pudiendo "escuchar" la palabra de
la Biblia, la arroja al suelo, desatando la vio-
lencia española (Escribir en el aire: 20-43).
Todo texto letrado andino, afirma Cornejo,
reproduce este primer encuentro. No puede
más que afirmar la diferencia entre coloni-
zadores y colonizados, por más que quiera
denunciarla-o erradicarla. Esto podría con-
siderarse el meollo del concepto de literatu-
ra heterogénea. Como dice Cornejo en 1978,
en el último párrafo de su artículo, "Al igual
que todas las literaturas heterogéneas [... ]
el indigenismo no se agota en la represen-
tación realista de su referente [... ] se realiza
más bien como reproducción literaria de la
estructura e historia de sociedades desinte-
gradas como son las de los países andinos"
("El indigenismo": 21).
Desde la perspectiva de este concepto de
lo literario, la literatura no puede reconci-
liar un antagonismo del que forma parte, del
que, por su propia enunciación, contribuye
a endurecer. El concepto de la heterogenei-
dad ofrece una visión de la literatura como
políticamente débil, pero cargada todavía de
un peso cultural e histórico enormemente
fuerte, tan fuerte que determina su signifi-
cado muy por encima de las intenciones del
autor. El poder de la literatura en tanto testi-
monio social no emana de lo que su creador
ha querido representar, sino de lo que sin
querer dice, en la reproducción de los con-
flictos sociales aún por resolver. Podríamos
decir que el concepto de "heterogeneidad"
presupone la "muerte del autor" (Barthes,
"Death"),
En su último libro Cornejo admite que el
intento de encontrar una teoría literaria la-
tinoamericana fracasó, pero no abandona
su intento de dar razón de la literatura "que
funciona en los bordes de sistemas cultura-
les disonantes, a veces incompatibles entre
sí" (Escribir: 11). El concepto de heteroge-
132 HETEROGENEIDAD
neidad es matizada a la luz de las teorías
posestructuralistas del sujeto, llegando
Cornejo a plantear que la heterogeneidad se
encuentra no sólo en la relación entre dos
mundos-culturas, sino en el seno mismo de
estos mundos y de sus emisores. Si el con-
cepto empezó como un intento de entender
el papel de la literatura en el funcíonamien-
to de los sistemas de diferenciación, de rai-
gambre colonial, que impedían la formación
de naciones "orgánicas" latinoamericanas,
termina aproximándose más a una simple
apreciación y reconocimiento de la diferen-
cia, la pluralidad, la contradicción y la ines-
tabilidad que marcan toda identidad, tanto
individual como colectiva.
En los años posteriores a la muerte de
Cornejo se publican numerosas colecciones
de ensayos sobre su obra, parte del proceso
de contextualizar, ampliar y matizar sus
planteamientos. Tal ocurre, por ejemplo, en
un artículo de WilIiam Rowe sobre la oposi-
ción entre oralidad y escritura en la obra de
Cornejo. La propuesta de Rowe es señalar
"las limitaciones de esa fábula historicista e
identitaria que habla de la letra opresora
que impide la expresión de la voz de la po-
blación marginada por 'la ciudad letrada'"
(226). Rowe plantea que, "al desterrar la es-
critura del ámbito de la voz, se idealiza y
adelgaza a ésta, quitándole sus relaciones
densas con una gama de prácticas textuales,
visuales y manuales" (225). A la luz de estas
reflexiones, se podría argumentar que, aun-
que el encuentro entre Atahuallpa y Valverde
es de inmenso poder simbólico, quizá no sea
adecuado para entender la relación entre
identidad indígena y cultura letrada. Por lo
menos habría que decir que no es una de
puro antagonismo.
El ámbito de influencia del concepto
de heterogeneidad crece en ese periodo
y proliferan nuevas "aplicaciones" de la
heterogeneidad literaria que la extienden
más allá del ámbito andino. En especial, el
concepto encuentra eco con algunos de los
planteamientos de los estudios subalternos
latinoamericanistas (véase Beverley, "Siete
aproximaciones"; Moreiras, Exhaustion).
Éstos recurren al concepto de heterogenei-
dad para enjuiciar a otro concepto surgido
de los años setenta, la "transculturación
narrativa", creación del crítico uruguayo
Ángel Rama, y para criticar a todo modelo
de nación que implicaría la subor
sino desaparición, de los pueblos in =
como tales. Por un lado, no hay que
dar hasta qué punto Rama y Cornejo
ron posturas críticas comunes, sobre
en los años cuando Cornejo empe
desarrollar el concepto de heterogen '-
Estas convergencias se ven en sus po
frente a, por ejemplo, la obra de José
Arguedas, o la universalización de la fu:
tura latinoamericana por vía del boom.
hecho, Cornejo se veía a sí mismo como
guidor de la línea abierta por Rama er;
análisis de Arguedas ("El indigenismo":
Pero por otro lado, no hay duda de la
tencia de divergencias entre Rama y Corn
en sus visiones de las culturas nacio "
latinoamericanas, el uno abogando po
unidad cultural, el otro insistiendo en
fracturas profundas que la cultura naci
no puede ni debe soldar. También es ci
que Cornejo mismo, en algunos textos
tOI'de los años noventa, criticó directam
los po\stulados de Rama sobre el mestizai
la transculturación (véase el breve artí
"Mestizaje, transculturación, heteroge
dad", y también "Mestizaje e hibridez:
riesgos de las metáforas", de publica .
póstuma). Habría que recalcar otra im
tante divergencia entre Rama y Cornejo
bre el papel asignado a la literatura y a
crítica literaria en tanto partícipes de
contemporaneidad conflictiva. En su visi
del drama latinoamericano, Rama pon
a los escritores mismos -tanto Argu
como Juan Rulfo, Gabriel GarcíaMárq
y otros- en el centro del escenario, protag
nistas heroicos del destino histórico del e -
tinente. Pero Cornejo se niega a celebrar
escritor en tanto héroe creativo. Despl
al escritor del centro del análisis, abrien
así la posibilidad de una lectura sintomáti
de la literatura.
Otro pensador cuyo trabajo hace refere
cias importantes a la heterogeneidad es
Néstor García Canclini en su obra funda-
mental Culturas híbridas: estrategias pan.
entrar y salir de la modernidad (1990). S
concepto de "heterogeneidad multiternpo-
ral" (entiéndase "heterogeneidad temporal
o "multitemporalidad") se refiere a la pre-
sencia de múltiples temporalidades históri-
cas, cada una caracterizada por condiciones
socioeconómicas específicas, que coexisten
 HETEROGENEIDAD
en las naciones latinoamericanas. Una tem-
poralidad no es solamente un periodo de
tiempo, más bien se refiere a un modo par-
ticular de concebir y vivir el tiempo. Por
ejemplo, una temporalidad moderna se di-
icrencia de una temporalidad pos moderna,
nna temporalidad artesanal de una tempo-
ralidad industrial, etc. El concepto parece
ber sido adoptado del pensador marxista
erry Anderson (Culturas híbridas: 70), pero
:!D el uso de García Canclini el término "he-
rerogeneídad multiternporal" va más allá del
rxismo. Tiene una doble matiz, antropo-
. .ea y sociológica: se trata de entender la
':""'versidad de orden cultural y geográfica
- entidades étnicas y locales) y la desigual-
:ad creada por el sistema polítíco-económí-
transnacional (participación subordina-
en el capitalismo) (235).
Según García Canclini, más que un lastre
e! camino progresivo hacia la moderni-
, la multitemporalidad es parte intrínse-
_ de la modernidad latinoamericana y es,
~ más, lo que posibilita y da forma a sus
resiones estéticas e ideológicas. Dice, "e!
ernismo no es la expresión de la moder-
ción socioeconómica sino el modo en
olas élites se hacen cargo de la intersección
diferentes temporalidades históricas y tra-
de elaborar con ellas un proyecto global"
-"o cursivas en e! original). La meta de
- ía Canclini es entonces "generar otrd
o de concebir la modernización latinoa-
'cana" (15). En vez de entender la mo-
ización como la implantación de una
a externa destructora de "lo tradicional
propio", García Canclini propone ver la
ernización como un proceso compuesto
diversos intentos de "hacerse cargo" de
eterogeneidad multitemporal: la moder-
ción como proceso mediante e! cual los
oamericanos intervienen en la cons-
ión de su mundo.
_.\.1igual que Cornejo Polar, García
lini parte de la necesidad de reconocer
.:oexistencia de diversas temporalidades
o de cada nación. Quiere entender
esa realidad ha conformado la moder-
latinoamericana y cuáles son los retos
icos que ocasiona. Critica todo intento
ocultar estas diferencias, y se pregunta
la mejor forma de responder a la des-
dad. Pero a diferencia del pensador
o, García Canclini postula que esta
133
heterogeneidad produce una "hibridación"
fundamental de la sociedad, en la que no
existe clara división entre lo tradicional y
lo moderno, o entre lo culto, lo popular y lo
masivo (14). Si bien existen múltiples tern-
poralidades en cada nación, ésas terminan
conformando una modernidad, pero de na-
turaleza "híbrida".
Vale decir que e! término "heterogenei-
dad" también tiene otra genealogía que con-
verge con la latinoameritanista en la obra
del politólogo Ernesto Laclau. En su libro
On Populist Reason (2005), Laclau utiliza
el concepto de "heterogeneidad social" para
describir una dinámica política en la que
participan sujetos "exteriores" al espacio
discursivo común (140). Ese uso de la no-
ción de "heterogeneidad" surge a partir de la
reexaminacíón, en los años ochenta, de! con-
cepto marxista del "proletariado lumpen",
para dar cuenta de las prácticas políticas de
los sujetos sociales que e! pensamiento mar-
xista ortodoxo marginalizaba y descalificaba
(véase el artículo de Stallybrass). Si bien no
parece haber una filiación directa entre ese
uso de "heterogeneidad" y e! de Cornejo, los
dos comparten rasgos importantes. Ambos
se refieren a una situación política marcada
por la falta de un espacio discursivo común
entre diversos actores sociales, por la inco-
mensurabilidad que existe entre -para citar
sólo un ejemplo- el horizonte ideológico que
configura las demandas de grupos indígenas
y el horizonte ideológico que configura las
demandas de la clase obrera.
El caso de García Canclini es otro, ya que
su concepto de heterogeneidad queda su-
bordinado en última instancia al concepto
de hibridación; o sea, García Canclini sí pos-
tula la existencia de algunos espacios comu-
nes, imperfectos y a veces fracasados, crea-
dos por las instituciones del Estado-nación.
En todo caso, habría que postular que cada
uno de estos usos diversos de! concepto "he-
terogeneidad" surge como un intento de teo-
rizar los límites del pensamiento marxista
-sin abandonar el horizonte de justicia so-
cial- frente a sujetos cuya conciencia políti-
eae identidad colectiva no se forman según
la lógica de clase y a sociedades cuyo desa-
rrollo no se desenvuelve dentro de esquemas
históricos progresistas, teorizaciones inspi-
radas por pensadores tales como Mariátegui,
Gramsci y Benjamín.
134 HETEROGENEIDAD
OBRAS OE CONSULTA. Beverley, John, "Siete aproxi-
maciones al 'problema indígena'" en Moraña,
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núm. 50, 1999, pp. 5-306 (número especial);
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Moraña, Mabel (ed.), Indigenismo hacia el fin
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Pittsburgh, Instituto Internacional de Literatura
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(ed.), Heterogeneidad y literatura en el Perú,
Lima, Centro de Estudios Literarios Antonio
Cornejo Polar, 2003, pp. 223-251; Stallybrass,
Peter, "Marx and Heterogeneity: Thinking the
Lumpenproletariat", The Margins of Identity in
Nineteenth-Century England, edición especial
de Representations, núm. 31, 1990, pp. 69-95.
[ESTELLE TARICA]
/ HIBRIDEZ
hibridez
En líneas generales, el término "hibridez
o "hibridación" da cuenta de los proc
y resultados de la mezcla de diferentes
turas en América Latina. El término oc
unlugar destacado en el pensamiento y
curso crítico sobre América Latina junto _
otros términos que, en la misma tradicié
han procurado explicar la diversidad de
realidad cultural latinoamericana y sus -
bates entre la conciliación y el conflicto.
que marcaron con más fuerza el vocabuls
rio y las conceptualizaciones críticas de
estudios literarios y culturales fueron
de mestizaje (Vascancelas, Rojas), traes-
culturación (Ortiz, Rama), heterogenei
(Cornejo Polar), "literaturas alternatii
(Lienhard) y más recientemente "zona -
contacto" (Pratt). Es a partir del texto -
Néstor García Canclini, Culturas hibride:
estrategias para entrar y salir de la modere
dad (1989), cuando el término hibrida -
alcanza mayor precisión conceptual en
estudios culturales latinoamericanos,
como mayor difusión, aceptación y con
versia en el debate intelectual. En Cul
hibridas, la hibridación se piensa como
fenómeno indefectiblemente asociado a
modernidad, tal y como ésta se configi,
ra en la lógica del mercado productor
consumidores y rearticulador de identic
des ciudadanas en la globalización y en
intersecciones entre la cultura de élite
industria cultural y la cultura popular,
como el papel que el estado y los org
mos privados juegan en los procesos gen
dos por las reglas de producción sim '
de los bienes culturales.
Ya en el discurso de la conquista y col
zación, nutrido de referencias grecola .
las formas producidas por la intera .
racial y cultural se calificaron peyor -
mente. El franciscano Mendieta, en Mé.
designa al resultado de la mezcla
"quimera", es decir como un "mons
que echa fuego por la boca y tiene ea
y cuello de león, vientre de cabra y cola
dragón" (Covarrubias 1611, 1943 [ci
por Lienhard: 134]). El término "quim
introduce e instituye en América Latina
imagen de la monstruosidad asociada a
mezcla producto de la coexistencia del
lonizador y el colonizado y busca plasmar