Professional Documents
Culture Documents
Felipe Undurraga S.
Año 2017
CAPITULO PRIMERO
GENERALIDADES
Sumario
I. Breve Reseña Histórica
II. Ideas Generales sobre el Hecho Gravado
III. Concepto y determinación del Valor Agregado
a. Concepto Económico y Tributario de Valor Agregado
b. Determinación del Valor Agregado
i. Método por adición
ii. Método por sustracción
iii. Método adoptado en nuestro país
IV. Características del IVA
a. Impuesto indirecto
b. Impuesto plurifásico
c. Impuesto no acumulativo
Aun cuando los impuestos a las ventas han existido desde principios de la era cristiana,
la primera figura que podemos encontrar aplicada en Chile tiene su origen en la alcabala
establecida en Castilla y León por Alfonso XI y que fue extendida a América por real
cédula de 1591. En 1639 fue introducida concretamente en el Reino de Chile, y en su
reglamentación original, gravaba con un impuesto del 4% todas las ventas de bienes
muebles e inmuebles y otros actos y contratos. Este impuesto sin embargo, desapareció
después de la independencia, en 1835.
Después reaparece una figura de análoga inspiración, con la Ley de Timbres, Estampillas
y Papel Sellado de 1874, en que se pasa a gravar con una tasa de 2% los contratos de
venta o enajenación de bienes muebles en cuanto constasen en un documento. En 1921
se amplía considerablemente el campo de la imposición, incluyéndose las compraventas
comerciales, lo que produjo fuerte críticas, puesto que no obstante su baja tasa, al
aplicarse el impuesto a cada una de las transacciones, cuando finalmente llegaba al
consumidor, había tributado varias veces, elevando el precio de las mercaderías. Por tal
razón, el impuesto a las compraventas comerciales fue sustituido mediante la Ley Nº
5.786 de 1936, por un impuesto aplicado solo a nivel de productor o fabricante.
Con la Ley Nº 11.575 de 1954 se creó nuevamente un impuesto que se aplicaba a todos
los niveles, sustituyéndose la anterior Ley Nº 5.786, con una tasa de 3% sobre el monto
del acto o contrato. En 1956, con la Ley Nº 12.120, el gravamen pasó a aplicarse a todas
las convenciones, nominadas o no, que sirviesen para transferir el dominio de bienes
corporales muebles.
Con la Ley Nº 17.828 de 1972 se abandonó la modalidad de impuesto tipo cascada que
consistía en aplicar el tributo en cada convención traslaticia de dominio, sustituyéndose
por un impuesto que se aplicaba únicamente en dos etapas del circuito de producción y
comercialización: En primer lugar se gravaba la transferencia hecha por un productor o
importador a un comerciante, con una tasa del 17,5%. Luego, cuando este producto era
transferido por un comerciante a un consumidor, se aplicaba una tasa del 4%. En 1973,
el impuesto se reduce a una sola etapa a nivel de productor, con una tasa de 24%.
1 Cabe señalar que en su versión original, los servicios no estaban integrados al IVA, sino que era un impuesto
en título aparte. En 1976 fue integrado, mediante DL Nº 1.606.
2 Suma de todos los bienes y servicios producidos en el ejercicio, incluyendo tanto los destinados a la venta
como aquellos destinados a ser utilizados en los procesos productivos por la propia empresa
producción (materias primas, bienes semielaborados, productos auxiliares y servicios). Si
designamos el valor agregado como Va, a la producción como P y al monto de los gastos
como G, tendríamos que:
Va= P - G
Cabe señalar, por último, que las diferencias entre ambos conceptos -económico y
tributario- en alguna medida, es función también del método utilizado para la
determinación del valor agregado gravable, materia a la que nos referiremos a
continuación.
a) Método por Adición: En virtud de este método, para determinar el valor agregado,
debe procederse a la suma de todos los factores que agregó la empresa en la etapa que a
ella le correspondió intervenir. Así, el valor agregado estará representado por los
desembolsos realizados en los distintos factores de la producción incorporados en el
producto que se colocará en el mercado. En consecuencia, se suman las remuneraciones
del trabajo, los intereses pagados y las utilidades de los propietarios.
Este procedimiento no es sino la aplicación en materia tributaria del método utilizado por
la ciencia económica para determinar el Producto Nacional Neto, con arreglo al cual éste
se calcula sumando las remuneraciones del trabajo, capital y demás factores de la
producción.
Ahora bien, no obstante que este método permite atenerse rigurosamente al concepto
económico de valor agregado, no ha sido adoptado por ninguno de los impuestos
actualmente en uso, debido al considerable grado de complejidad técnica que presenta su
diseño, implementación y aplicación.4
3 De la Peña Riquelme, Máximo, Impuesto al Valor Agregado en la Enajenación de Bienes y Derechos, LexisNexis
Chile, 2001, pag. 14
4 De la Peña, Máximo, Impuesto al Valor Agregado en la Enajenación de Bienes y Derechos, LexisNexis, pag. 18
b) Método por Sustracción: Consiste en cuantificar la diferencia entre la venta y las
compras realizadas por cada una de las empresas involucradas en el proceso de
producción y distribución. Aquí el valor agregado está representado por la diferencia que
existe entre el valor del producto y los desembolsos que no constituyen remuneración de
factores de la producción. Vale decir, se deduce todo aquello que no signifique valor
agregado al bien o servicio que se comercializa. 5 Este método se denomina por
sustracción, dado que la base a gravar (mayor valor) es resultado de una resta entre dos
elementos.
Este método admite dos variantes distintas, según se parta del valor de la producción
(base real) o del valor de las ventas (base financiera): en la variante sobre base real, el
valor agregado estará dado por la diferencia entre la producción de un determinado
período (vendida o no) y los insumos incorporados o utilizados en esa producción. En
otras palabras, la base efectiva o real es aquella que se calcula como la diferencia entre la
producción realizada y los insumos incurridos en ella. Es decir, se atiene a la utilidad que
se genera en cada etapa.
Entonces, el método por sustracción sobre base financiera fue ideado como una
manera de obviar las dificultades administrativas y de control que supone la aplicación
del método de cálculo sobre base real explicado precedentemente, y permite determinar el
valor agregado a través de dos procedimientos: el sistema de base contra base y el sistema
de impuesto contra impuesto.
El sistema base contra base coincide en lo sustancial con el procedimiento general del
método por sustracción sobre base financiera, pues se especifica el valor agregado
deduciendo del valor de las ventas del período, el valor de las adquisiciones del mismo
período. O sea, se multiplica la tasa del tributo sobre la diferencia entre ventas y
compras.
Total de ventas
(Total de compras)
Margen x tasa del impuesto = impuesto a pagar
5 Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, Digesto Ediciones, pag. 5
6 Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, Digesto Ediciones, pag. 6
De acuerdo con la terminología corriente en uso, el impuesto causado por las ventas del
período constituye el débito fiscal, al cual debe imputarse el crédito fiscal representado
por el impuesto pagado por la empresa sobre sus compras. Entonces, el criterio de base
impuesto contra impuesto compara los débitos fiscales con los créditos fiscales, es decir,
el IVA que debe pagar el vendedor por sus ventas versus el IVA que él pagó cuando
compró sus insumos.7
Así es como el art. 20 inciso 2º del DL Nº 825 dispone que el “impuesto a pagarse se
determinará estableciendo la diferencia entre el débito fiscal y el crédito fiscal, determinado
según las normas del párrafo 6º”.
- Es un impuesto indirecto
- Es un impuesto plurifásico
- Es un impuesto no acumulativo.
Esto porque permite el fenómeno de la traslación del impuesto, lo que significa que no es
el contribuyente del IVA quien realmente sufre el detrimento o menoscabo patrimonial
con motivo del impuesto que debe pagar.
Esta característica se desprende del art. 69 del DL Nº 825, que establece que las personas
que realicen operaciones gravadas con el impuesto deberán cargar a los compradores y/o
beneficiarios del servicio, en su caso, una suma igual al monto del respectivo gravamen.
Entonces, el vendedor y/o prestador del servicio en verdad cumple una función de
recaudador del impuesto, él lo entera al Fisco, pero quien realmente lo paga es el cliente.
En otras palabras, el vendedor obligado a retener, declarar y pagar el IVA que recarga por
las ventas, es un obligado indirecto y de derecho, que traslada en los hechos la carga
tributaria al comprador, obligado de hecho.
En todo caso, debemos recordar que en doctrina existen tres criterios para distinguir los
impuestos directos de los indirectos, siendo uno de ellos el de la traslación, que es el
hemos empleado para estimar que el IVA sería un impuesto indirecto.
7
Pinto Perry, GR, Impuesto al Valor Agregado en Chile, Thomson Reuters, 2013, p. 21
8 Araya Schnake, Gabriel, Hechos Gravados, LexisNexis, pag. 13
IV.B.- Es un impuesto plurifásico
Que el impuesto sea plurifásico o multifásico significa que el impuesto se aplica en todas
o algunas de las etapas o fases de comercialización de los bienes. Esta cadena termina en
el consumidor final, quien paga realmente el impuesto, desde que éste no tiene la
posibilidad de utilizar el gravamen que le ha sido recargado en su adquisición. Por
oposición, existen los impuestos monofásicos, los cuales se aplican a una sola etapa de
comercialización, sea al productor, o al distribuidor, o al vendedor minorista (el que vende
directamente al consumidor final).
Ahora bien, existen los impuestos plurifásicos acumulativos, esto es, aquellos que gravan
continuamente la operación, desde su producción o importación y hasta la venta directa
al consumidor, sin permitir deducir ninguna cantidad, lo cual produce un efecto cascada,
según ya pudimos ver en la parte de historia. Pero también existen los impuestos
plurifásicos no acumulativos, que no obstante gravar la operación en todas o algunas de
las etapas de comercialización, permiten rebajar del impuesto a pagar el impuesto
soportado en las compras, como es el caso de nuestro ordenamiento.
Sin embargo, debemos prevenir que, dentro de todos los hechos que formalmente grava la
ley, en el único caso que no se cumple con esta característica plurifásica, es en la venta
de inmuebles que realiza un contribuyente que tiene la calidad de “empresa constructora”
(art. 2 Nº 1), puesto que en ese caso sólo se grava la primera venta de un bien raiz que ha
sido construido totalmente o en parte por la empresa constructora, por lo que el IVA a la
construcción es un impuesto monofásico. Sin embargo y partir de enero del año 2016,
esto cambia con las reformas introducidas por la Ley N° 20.780, en que el IVA aplicable a
los bienes corporales inmuebles pasa también a ser plurifásico, en términos similares al
régimen aplicable a los bienes corporales muebles.
Este efecto tiene lugar porque los contribuyentes del IVA tienen derecho a un crédito
fiscal contra el débito fiscal determinado por el mismo período –un mes- (art. 23 del DL Nº
825). Este crédito fiscal equivale al impuesto al valor agregado soportado en las facturas
que acrediten sus adquisiciones o utilización de servicios, o el impuesto pagado en las
importaciones del mismo período. El débito fiscal equivale a la suma de los impuestos
recargados por el contribuyente en las ventas o servicios efectuados en el período
tributario respectivo. El impuesto a pagar se determinará, estableciendo la diferencia
entre el débito fiscal y el crédito fiscal (art. 20 inciso 1º y 2º). Si el crédito fiscal es
superior al débito fiscal, esta diferencia –denominada remanente de crédito fiscal- puede
imputarse a los débitos del siguiente período, y así sucesivamente hasta su extinción (art.
26).
CAPITULO SEGUNDO
LOS HECHOS GRAVADOS EN EL IVA
Sumario
I. Generalidades
II. Estructura de la Ley sobre la materia
III. El hecho gravado básico de venta de bienes muebles
a. Concepto amplio de venta
b. Elementos del hecho gravado básico de venta
i. Debe celebrarse una convención
ii. La convención debe servir para transferir el dominio
iii. La convención translaticia debe ser a título oneroso
iv. La convención debe recaer sobre bienes corporales muebles o una cuota de dominio
sobre dichos bienes o derechos reales constituidos sobre ellos.
v. Transferencia debe ser realizada por un vendedor. De la habitualidad
vi. Territorialidad del impuesto
IV. El hecho gravado especial de venta de bienes inmuebles
V. El hecho gravado básico servicio
a. Concepto
b. Elementos
i. Que una persona realice una acción o prestación a favor de otra
ii. Que el prestador del servicio perciba algún tipo de remuneración por la acción o
prestación realizada
iii. Que la acción o prestación remunerada provenga del ejercicio de alguna de las
actividades comprendidas en los Nros 3 y 4 del art. 20 de la LIR.
iv. Territorialidad del impuesto en las prestaciones de servicios
VI. Los hechos gravados especiales
a. Hechos gravados especiales asimilados a venta
i. Las Importaciones
ii. Aportes a Sociedades
iii. ) Adjudicaciones en Liquidación de Sociedades
iv. Retiros de bienes del giro y donaciones promocionales
v. Venta de universalidades
vi. Arriendos con opción de compra sobre inmuebles
vii. Venta de bienes corporales muebles e inmuebles del activo fijo
b. Hechos gravados especiales asimilados a servicio
i. Contratos de Instalación o Confección de Especialidades
ii. Arrendamiento de bienes corporales muebles e inmuebles y todo tipo de
establecimientos de comercio
iii. Arrendamiento de marcas, patentes de invención, procedimientos y fórmulas
industriales
iv. Estacionamientos de automóviles y otros vehículos en playas de estacionamiento u
otros lugares destinados a este fin
v. Primas de seguros de las cooperativas de servicio de seguro
I.- GENERALIDADES
Como consecuencia del concepto antedicho, si se realiza una operación o una actividad
que concretamente no reúna todos los requisitos del hecho gravado, el sujeto estará
obrando fuera del ámbito de aplicación de la ley, siéndole inoponible el impuesto y todas
las demás obligaciones anexas de la ley que lo establezca, puesto que estaremos frente a
un hecho no gravado. Dicho de otra forma, hecho no gravado es cualquier acto o
situación que no reúna alguno de los requisitos del hecho gravado previsto en la ley.
Distinta es la situación del hecho exento. Estos representan operaciones que cumpliendo
con todos los presupuestos del hecho gravado, el legislador expresamente lo libera del
cumplimiento de la obligación tributaria principal. No ocurre lo mismo con las demás
obligaciones accesorias, las cuales deberán ser observadas por el contribuyente. En la
esfera del IVA, representan obligaciones accesorias las relativas a la emisión de
documentos, las contabilizaciones en el libro de compras y ventas, la declaración de las
operaciones realizadas en el mes anterior, etc.
El artículo 1º del DL Nº 825 establece un impuesto a beneficio fiscal sobre las ventas y
los servicios, en el entendido, claro está, que concurran en el acto u operación todos los
elementos que configuran tales hechos gravados. La descripción de la materialidad
gravada aparece luego completada, en lo que respecta a la naturaleza de los bienes y
servicios susceptibles de ser alcanzados por el gravamen, por las disposiciones contenidas
en los números 1 y 2 del artículo 2, que definen lo que debe entenderse por venta y
servicio, respectivamente.
En consecuencia, los hechos gravados con IVA pueden agruparse en hechos gravados
básicos (de venta o servicio) y hechos gravados especiales (operaciones asimiladas a
ventas y/o servicios). Estas últimas son operaciones que la ley ha estimado procedente
9 Valdés Acosta, Ramón, Instituciones de Derecho Tributario, Editorial Depalma, 1992, pag. 10
10 Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, Digesto, 2000, pag. 11
gravar expresamente, sea porque no reúnen todos los requisitos del hecho gravado básico
o es discutible su configuración, o como mecanismo compensatorio dentro de la
operatoria del tributo. También la ley establece exenciones tributarias, esto es,
limitaciones al ámbito de aplicación del impuesto, en virtud de las cuales el gravamen no
se aplica a aquellos bienes o convenciones o a ciertos sujetos, que de otro modo deberían
tributar por configurarse a su respecto los requisitos del hecho gravado (básico o
especial).
Importa hacer notar, finalmente, que la Ley Nº 18.630 de 1987 modificó sustancialmente
el régimen de tributación existente hasta esa fecha, al incorporar al mismo la actividad de
la construcción. En efecto, a partir del 1º de octubre de 1987 pasaron a quedar gravadas
con IVA las ventas de bienes corporales inmuebles de propiedad de una empresa
constructora construidos totalmente por ella o que en parte hayan sido construidos por
un tercero para ella; asimismo, todos los contratos generales de construcción y no sólo los
celebrados por administración, que eran los únicos afectos a imposición bajo las
disposiciones anteriores; y también otros hechos asociados a la actividad de la
construcción de bienes inmuebles.
El artículo 2 Nº 1 del DL Nº 825 define el hecho gravado básico de venta expresando que
se entenderá por venta “toda convención, independientemente de la designación que le den
las partes, que sirva para transferir a título oneroso el dominio de bienes corporales
muebles, …. de una cuota de dominio sobre dichos bienes o de derechos reales constituidos
sobre ellos, como, asimismo, todo acto o contrato que conduzca al mismo fin o que la
presente Ley equipare a venta”
Compraventa y venta: Debemos tener presente que al interior de la ley del IVA, la venta
es el género y la compraventa es la especie, desde que en lo referente a las ventas, le
atribuye a dicho acto jurídico una concepción amplísima, comprendiendo no solamente
los contratos de compraventa, sino que también todas aquellas: a) convenciones a título
oneroso, independientemente de la designación que le den las partes, que sirva para
transferir el dominio de bienes corporales muebles, bienes corporales inmuebles de
propiedad de una empresa constructora construidos totalmente por ella o que en parte
hayan sido construidos por un tercero para ella, de una cuota de dominio sobre dichos
bienes o de derechos reales constituidos sobre ellos; b) todo acto o contrato que conduzca
al mismo fin indicado en la letra anterior, como también; c) cualquier otro acto o contrato
que la ley equipare a venta, de acuerdo a lo dispuesto en el art. 8 de la ley.
El primer requisito o elemento del hecho gravado básico de venta que fluye de la
definición legal es que debe celebrarse una convención.
Debemos prevenir que no es necesario que las convenciones sean de aquellas que la
doctrina conoce con el nombre de “nominadas”, ya que el carácter amplio y genérico de
las expresiones del DL Nº 825 deja en claro que la intención del legislador ha sido la de
gravar con IVA todo acuerdo de voluntades, celebrado por las partes en uso de su libertad
de contratación. También carece de relevancia el que sean consensuales, reales o
solemnes.
El artículo 582 del Código Civil define el dominio (que se llama también propiedad), como
el derecho real en una cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente, no
siendo contra ley o contra derecho ajeno.
Para que una convención sea susceptible de gravarse con el tributo, es necesario que ella
sirva para transferir el dominio de los bienes que son objetivo del gravamen. De esta
forma, la convención debe ser de aquellas que por su naturaleza sirven para transferir el
dominio, como la compraventa y la permuta, contratos a los cuales el artículo 703 del
Código Civil confiere expresamente el carácter de títulos traslaticios de dominio. Sería
erróneo, empero, deducir de ello que el tributo sólo afecta a los contratos o convenciones
que participan de tal carácter, pues para que el impuesto se genere basta que la
convención sirva para transferir el dominio, como ocurre por ejemplo con la dación en
pago.
Para ilustrar mejor la aplicación de estos conceptos, puede servir el caso del
arrendamiento de un fundo, contrato que, dado su carácter, no causa normalmente el
impuesto en comento, pero por excepción, puede quedar afecto si las partes, en lugar de
pactar la renta en dinero, pactan el pago de la renta de arrendamiento en productos
agrícolas afectos al IVA.
A juicio de algunos autores, tal amplitud conculcaría el principio de legalidad del tributo,
pues el legislador no puede utilizar fórmulas vagas o imprecisas en la descripción del
hecho gravado. Agregan además que, cuando el legislador utiliza las expresiones “acto o
contrato” lo hace para comprender a los actos jurídicos unilaterales, los cuales por
definición quedan marginados del hecho gravado básico de venta. Esta tesitura concluye
qué por estos motivos, tal afirmación efectuada por el legislador no debe tenerse como
elemento constitutivo del hecho gravado venta.11
En cambo, en opinión de otros autores, tal expresión implica no sólo una mayor precisión
conceptual en la definición del hecho gravado del IVA, sino una efectiva ampliación del
ámbito del tributo, pues explicita claramente la intención del legislador de someter a
imposición a todo acto jurídico que involucre una transferencia de dominio de bienes
corporales muebles o en cuya virtud un bien de esta naturaleza cambie de dueño por un
11En este sentido opina, Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, Digesto Ediciones, pag.
14
título que no produzca la obligación de restituirlo a su anterior propietario, aun cuando
dicha transferencia no haya sido el objeto directo del acto o contrato. 12
Así por ejemplo, bajo la vigencia de la Ley Nº 12.120, el Sii había sostenido que la
convención por la cual un socio adquiere el total de las acciones o derechos en poder de
los restantes socios (produciéndose la disolución de la sociedad y el traspaso de todo su
patrimonio al adquirente de las acciones) no estaba afecta al impuesto de compraventa, ni
aun en el evento de que el activo de la sociedad comprenda bienes corporales muebles,
por cuanto la adquisición de los bienes no se produce directamente en virtud de la
convención, sino por el ministerio de la ley, que señala que en tal caso tiene lugar la
disolución de la sociedad y el consiguiente traspaso al socio adquirente de todo el
patrimonio social, sin necesidad de adjudicación.
Cabe recalcar que a este respecto, que el Sii, bajo la vigencia del actual DL Nº 825, ha
estimado que en el ejemplo dado, la transferencia de dominio no se produce por una
“convención” sino que por el ministerio de la ley, con lo cual faltaría un elemento del
hecho gravado básico de venta. Sin embargo, igualmente la ha estimado gravada, pero no
como hecho gravado básico “venta”, sino que en virtud de lo preceptuado en la letra f) del
artículo 8º del DL Nº 825, por cuanto la aludida transferencia de acciones o derechos
constituiría la cesión de una universalidad (hecho gravado especial asimilado a venta).
Para que proceda la aplicación del impuesto al valor agregado no basta que se celebre una
convención que sirva para transferir el dominio, sino que es necesario que dicha
convención sea a título oneroso.
El artículo 1440 del Código Civil señala que el contrato es gratuito o de beneficencia
cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el
gravamen; y oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes,
gravándose cada uno en beneficio del otro.
En consecuencia, la convención será a título oneroso cuando cada parte paga la ventaja
que reporta de ella mediante una contraprestación actual o futura, o sea, cada parte sufre
un sacrificio económico por la ventaja que le reporta el acto, sacrificio que se materializa
en una contraprestación actual o futura, siendo irrelevante que esta contraprestación se
traduzca en una obligación de dar, hacer o no hacer.
Con todo, debemos prevenir que por expresa disposición de la ley (art. 8 letra d), se
encuentran gravados con IVA los retiros de bienes corporales muebles destinados a rifas y
sorteos, aun a título gratuito, efectuados con fines promocionales o de propaganda por los
vendedores afectos a IVA, como asimismo, la entrega o distribución gratuita de especies
corporales muebles realizadas con iguales fines. Pero en estos casos, estamos frente a
hechos gravados especiales asimilados a venta, de conformidad con el art. 8 del DL 825.
III.B.4.- La convención debe recaer sobre bienes corporales muebles o una cuota de
dominio sobre dichos bienes o derechos reales constituidos sobre ellos.
Otro de los requisitos que debe cumplirse para que exista hecho gravado básico de venta,
es que la convención debe recaer sobre bienes corporales muebles. 13 La ley agrega como
12 Comparte esta posición Araya Schnake, Gabriel, Hechos Gravados, LexisNexis, 2007, pag. 37
objetos de la venta una cuota de dominio sobre los bienes indicados o derechos reales
constituidos sobre ellos.
Desde el punto de vista del derecho común, los bienes se clasifican en cosas corporales e
incorporales. Las primeras son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los
sentidos, como una casa, un libro, y las últimas consisten en meros derechos, como los
créditos y las servidumbres activas (art. 565 del Código Civil).
Los bienes corporales se dividen en muebles e inmuebles. Son muebles los bienes que
pueden transportarse de un lugar a otro, ya sea moviéndose por sí mismos, como los
animales, que por eso se llaman semovientes, sea que sólo se muevan por una fuerza
externa, como las cosas inanimadas (art. 567 C.C.). Por oposición, bienes inmuebles son
aquellos que no pueden transportarse de un lugar a otro, como las tierras y minas y los
que adhieren permanente a ellas, como los edificios y los árboles (art. 568 C.C.)
Apreciamos también, que los derechos personales o créditos han quedado al margen del
tributo. Jamás una transferencia o cesión de derechos personales o créditos se gravará
con este impuesto. De esta forma, quedan al margen del gravamen las cesiones de
créditos personales, endosos o descuentos de documentos mercantiles, traspaso de
acciones y derechos sociales, etc. Distinto es el caso de los derechos reales, como veremos
más adelante.
Bienes muebles que se reputan inmuebles: Identificar entonces cuando estamos frente a
un bien corporal mueble, en principio, no presenta mayores dificultades. Empero, debe
tenerse presente que existen zonas más bien grises, como es el caso de los bienes
muebles por naturaleza, que la ley reputa inmuebles dándose ciertas condiciones.
En efecto, el artículo 567 del Código Civil exceptúa en su inciso 2º, de la definición de
bienes muebles reproducida “a los bienes que siendo muebles por naturaleza se reputan
inmuebles por su destino según el artículo 570” . Este último precepto dispone a su vez
que “se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que están
permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin embargo de
que puedan separarse sin detrimento”. Se trata por ende de bienes corporales muebles,
pero qué sin embargo, en atención a su especial destinación, la ley reputa inmuebles. Ello
implica que, en principio, este tipo de bienes escaparían al ámbito de aplicación del DL Nº
825, por cuanto faltaría un requisito del hecho gravado, esto es, que la convención
recaiga sobre bienes corporales muebles.
No obstante, bajo la vigencia de la Ley Nº 12.120 el Sii había expresado que la calificación
de inmuebles por destinación no exoneraba a los bienes a que alude el art. 570 del C.C.
del impuesto, ya que si ellos se venden separadamente del inmueble a cuyo servicio están
adscritos, recuperan su condición de bienes muebles. Y este dictamen mantiene vigencia
bajo el actual DL Nº 825.
13Como veremos en su oportunidad al estudiar el IVA en la actividad de la construcción, la ley señala que la
convención puede también debe recaer sobre bienes corporales inmuebles de propiedad de una empresa
constructora construidos total o parcialmente por ella.
Bienes muebles por anticipación: En relación a esta materia cabe hacer referencia a otra
zona gris todavía. Recordemos que la doctrina clasifica los bienes muebles en muebles por
naturaleza y muebles por anticipación. Son muebles por naturaleza las cosas muebles
propiamente tales, cuyo concepto coincide en todo con la definición dada para este tipo de
bienes.
En cambio, los bienes muebles por anticipación son bienes que por su naturaleza son
inmuebles, por adherencia o por destinación que, para efectos de constituir un derecho
sobre ellos a favor de persona distinta de su dueño, se reputan muebles aún antes de su
separación del inmueble de que forman parte, o al cual adhieren o al que están
permanentemente destinados para su uso, cultivo o beneficio. Pueden encontrarse en
esta situación: la madera, los frutos de los árboles, las yerbas de un campo, los animales
de un fundo, la tierra y arena del suelo, los metales de una mina, las piedras de una
cantera, los edificios adquiridos para ser derribados y vender los materiales provenientes
de la demolición.
Distinto es el caso de liquidación de una comunidad de cosa corporal, en que uno de los
comuneros se adjudica tal bien, ya que la adjudicación es título declarativo. Por una
ficción de la ley, al comunero que se adjudica un bien se le supone dueño desde que se
formó la comunidad, vale decir, no se produce con motivo de la adjudicación una
traslación de dominio, sino solo una determinación, singularización y radicación del
derecho del comunero en un bien determinado. Sin embargo, debemos advertir desde ya,
que esta figura también quedará afecta a IVA, pero como hecho gravado especial
asimilado a venta, en el art. 8 letra c) de la ley.
Por derechos reales deben entenderse, en conformidad a la definición del artículo 577 del
Código Civil, aquellos “que se tienen sobre una cosa sin respecto a determinada persona”.
Son tales “el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca”, enumeración a la que debe agregarse
el derecho de censo, que tiene el carácter de derecho real en cuanto persiga la finca
acensuada (art. 579 del C.C.)
Los derechos reales constituyen, como es sabido, uno de dos grupos en que se dividen las
cosas incorporales según la clasificación de los bienes adoptada por el Código Civil. El
otro grupo, es el de los derechos personales, que el art. 578 del C.C. define como aquellos
“que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola
disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas…”.
Siendo los derechos reales los únicos susceptibles de ser alcanzados por el IVA -en lo que
concierne a los bienes corporales muebles- conviene detenernos en el análisis de cada
uno de ellos, adelantando desde ya que por las razones que se expondrán, descartando el
derecho de dominio14, el único derecho real que podría ser objeto de venta sería el derecho
de usufructo.
Por de pronto cabe descartar de la materialidad gravada que se analiza a los derechos de
servidumbre, hipoteca, habitación15 y censo que, por definición, recaen sobre bienes
inmuebles. Agreguemos además, que la hipoteca es un derecho accesorio, tiene por objeto
caucionar el cumplimiento de una obligación principal, de manera que no puede subsistir
sin ella. La transferencia del derecho real de hipoteca se produce como consecuencia legal
de la enajenación de los derechos que emanan del contrato principal al cual accede, sin
que pueda ser objeto de transferencia individual o separada de dicho contrato, o como
consecuencia del traspaso del bien hipotecado. Para la servidumbre predial el
fundamento de exclusión del hecho gravado es similar, por cuanto es accesoria al predio
a que pertenece, de forma tal que ella no puede ser objeto de transferencia singular y
separada del inmueble a que activa o pasivamente accede.
Debe excluirse asimismo el derecho real de uso, puesto que es personalísimo, y no puede
cederse a ningún título, prestarse ni arrendarse, según lo preceptuado en el artículo 819
del C.C.
El derecho real de herencia, por su parte, jamás podrá ser objeto de una venta, pues tal
recae sobre una universalidad jurídica, no sobre bienes individualmente considerados, la
herencia constituye un continente distinto de su contenido. Por lo demás, el propio
legislador excluyó expresamente este derecho del tributo, al establecer en la letra f) del
artículo 8 que “este tributo no se aplicará a la cesión del derecho de herencia”.
Con respecto al derecho real de prenda16, este tiene por objeto caucionar el cumplimiento
de una obligación principal, de manera que no puede subsistir sin ella. Su transferencia
se produce como consecuencia legal de la enajenación de los derechos que emanan del
contrato principal al cual acceden, sin que puedan ser objeto de transferencia individual o
separada de dicho contrato o como consecuencia del traspaso del bien prendado. En otras
palabras, el objeto de la transferencia podría ser el derecho personal que emana del
contrato principal, no el derecho accesorio que lo cauciona, o derechamente el bien
corporal dado en prenda.
Queda finalmente, el derecho real de usufructo. Este sería el único derecho real que, al
menos teóricamente, recayendo sobre un bien corporal mueble, podría ser objeto de una
“venta” en los términos que contempla el DL Nº 825. Pero para que se devengue el
impuesto deberán concurrir, en todo caso, los demás requisitos del hecho gravado.
Para visualizar mejor los casos en que la enajenación de este derecho real podrá quedar
afecta a IVA, conviene hacer una breve referencia a algunos aspectos relevantes de su
reglamentación legal.
14 Este se identifica con el bien sobre el cual recae, de forma tal que la transferencia de dicho derecho real
importa la transferencia del bien corporal mismo objeto de la operación.
15 Este además es personalísimo
16 También vale este argumento para la hipoteca. Con relación a la servidumbre predial, también es accesoria al
predio a que pertenece, de forma tal que ella no puede ser objeto de transferencia singular y separada del
inmueble a que activa o pasivamente accede.
la de disponer de la cosa; el usufructuario, por su parte, detenta las de usar y gozar de
ella.
De acuerdo con lo preceptuado en el art. 766 del C.C., el derecho de usufructo puede
constituirse por ley, por testamento, por donación, venta u otro acto entre vivos, pudiendo
adquirirse, asimismo, por prescripción.
Adviértase que el acto gravado por el DL Nº 825 no es la constitución del usufructo, sino
la transferencia posterior del derecho ya constituido. Así lo había declarado el Sii bajo la
vigencia de la Ley Nº 12.120, cuyo art. 1º gravaba, al igual que el DL Nº 825, la
transferencia de derechos reales constituidos sobre bienes corporales muebles, agregando
que ello era válido aun para el caso de que el usufructo se constituyese por venta u otro
acto ente vivos.
Lo dicho vale para el usufructo propiamente tal, nombre con que se designa aquél que se
constituye sobre cosas no consumibles y que deben ser restituidas conservando su forma
y sustancia por el usufructuario. En el constituido sobre cosas consumibles y que la
doctrina denomina cuasiusufructo, el usufructuario se hace dueño de las especies sobre
las cuales se constituye, por lo que quedará gravado con IVA en cuanto implica la
transferencia de un bien corporal mueble. Ello importa una diferencia sustancial frente al
usufructo propiamente tal, cuya constitución, según se explicó, no se encuentra afecta al
impuesto que se analiza.
Este quinto elemento del hecho gravado en estudio, no se desprende de la definición legal
de “venta”, sino de la conjugación del inciso primero del artículo 10 del DL Nº 825, con el
Nº 3 del artículo 2 del mismo cuerpo legal, ya que según la primera de las normas citadas
“el impuesto establecido en el presente título afectará al vendedor, sea que celebre una
convención que esta ley defina como venta o equipare a venta”.
Por su parte, la segunda de las normas citadas define al vendedor como “cualquier
persona natural o jurídica, incluyendo las comunidades y las sociedades de hecho, que se
dedique en forma habitual a la venta de bienes corporales muebles e inmuebles, excluidos
los terrenos, sean ellos de su propia producción o adquiridos de terceros…”
Ahora bien, debemos consignar que el inciso 2º del Nº 3 del artículo 2 del DL Nº 825,
completa la definición de vendedor, atribuyendo este carácter, asimismo, al productor o
fabricante de bienes corporales muebles como a los vendedores habituales de bienes
corporales inmuebles, que vendan materias primas o insumos que, por cualquier causa,
no utilicen en sus procesos productivos. Como consecuencia de ello, sobre la venta de
dicha especies debe aplicarse el IVA, por cuanto la habitualidad en estos casos, se
presume de derecho.
Con base a lo expuesto, podemos enunciar las siguientes conclusiones en relación con el
requisito de habitualidad que exige la Ley para que se configure el hecho gravado de
“venta”:
Casuistica:
Debemos prevenir que se ha resuelto por la jurisprudencia administrativa que la
habitualidad no supone necesariamente la realización de un número considerable
de ventas en un lapso relativamente breve. Así por ejemplo, en Oficio Nº 3.417 de
1984, el Sii ha calificado a las personas que venden caballos de fina sangre,
incluidos los particulares, como vendedores habituales aun cuando no hayan
realizado un número mínimo de transferencias en un largo espacio de tiempo,
Del precepto legal transcrito, se desprende que para el devengo del tributo, no interesa el
lugar en que se perfeccione la convención, que puede ser incluso en el exterior, sino que
se atiende al hecho de que los bienes muebles o inmuebles objetos de la convención se
encuentren situados en Chile, toda vez que por este sólo hecho se presume que la entrega
debe efectuarse dentro del territorio nacional.
En el inciso 2° del artículo citado se establece una presunción legal en virtud de la cual
los bienes se entenderán ubicados en territorio nacional, aún cuando al tiempo de
celebrarse la convención se encuentren transitoriamente fuera del país, en aquellos casos
en que la inscripción, matrícula, patente o padrón hayan sido otorgados en Chile. Autores
sostienen que esto no importaría una aplicación extraterritorial del impuesto, por cuanto
jurídicamente estos bienes se entienden situados en el país en virtud del régimen de
posesión inscrita bajo el cual se encuentran sometidos. 19
Por último, y en este mismo sentido, el inciso final del artículo 4 establece que deben
considerarse ubicados dentro del territorio nacional “los bienes corporales muebles
Se debe tener presente que el hecho de que se exija que el adquirente no tenga la calidad
de vendedor o prestador de servicios de la especie importada, se explica porque si el
adquirente tiene alguna de estas calidades no va a tener interés en adquirir los bienes
antes de que sean legalmente importados por el importador, por la sencilla razón de que
todo el IVA que soporte y que incluye el margen de comercialización del importador le va a
servir como crédito fiscal.
IV.A.- GENERALIDADES
La reforma de la la Ley 20.780 y 20.899 dejó también afectas al IVA, por la vía de
atribuirles expresamente el carácter de “venta”, incluyéndolas dentro de la enumeración
contenida en el artículo 8º, a “los contratos de arriendo con opción de compra sobre
inmuebles” como igualmente “los aportes y otras transferencias, retiros, ventas de
establecimientos de comercio y otras universalidades, que comprendan o recaigan sobre
bienes corporales inmuebles”, y en el caso de liquidación de sociedades, “la adjudicación
de bienes corporales inmuebles”.
La razón de la reforma del año 1987 fue que hasta esa fecha las constructoras se
comportaban como un consumidor final en las adquisiciones o servicios destinados a
formar parte de un inmueble, lo que encarecía el precio de los mismos. Como
consecuencia de su incorporación al sistema general del IVA, las empresas constructoras
dejaron de ser consumidores finales frente al IVA y pasaron a tener derecho a crédito
fiscal por el impuesto soportado en las adquisiciones y servicios.
Lo que buscó la reforma el año 1987 entonces, fue gravar la actividad de la construcción,
gravando con IVA la transferencia de los inmuebles por adherencia, pero solo en la
primera venta, es decir, por parte de quien lo construía.
20Con esta norma se pretende impedir que los importadores de bienes corporales muebles de su giro puedan
transferir a los consumidores tales bienes mediante el endoso de los documentos de importación, sin pagar IVA.
modificó los hechos gravados especiales, dándole a los inmuebles un tratamiento muy
similar al aplicable a los bienes corporales muebles.
La Ley 20.780 amplió el concepto de venta a los inmuebles. Hasta antes de la reforma, la
venta de bienes raíces, para quedar gravadas con IVA, debían recaer sobre inmuebles de
propiedad de una empresa constructora construidos totalmente por ella, o que en parte
hubieren sido construidos por un tercero para ella. A partir de la Ley 20.780, el objeto
sobre el cual ha de recaer la venta, lisa y llanamente son “los bienes corporales inmuebles,
excluidos los terrenos”.
Así, el artículo 2 Nº 2 de la Ley quedó definiendo lo que se entiende por venta como “toda
convención, independientemente de la designación que le den las partes, que sirva para
transferir a título oneroso el dominio de bienes corporales muebles, bienes corporales
inmuebles, excluidos los terrenos, de una cuota de dominio sobre dichos bienes o de
derechos reales constituidos sobre ellos, como asimismo, todo acto o contrato que conduzca
al mismo fin o que la presente Ley equipare a venta”.
Por las particularidades que presentan, nos abocaremos a analizar en esta oportunidad
sólo los numerales 4 y 5, desde que los demás no presentan mayores novedades respecto
a lo ya tratado al analizar el hecho gravado básico de venta de bien corporal mueble. En
efecto, al igual que antes, tenemos un concepto amplísimo de venta: convención, que
sirva para transferir el dominio (por lo tanto, incluye la compraventa, la dación en pago,
la transacción sobre objeto no disputado, etc), la convención debe servir para transferir el
dominio, ser a título oneroso y rige también el tema territorial, tal y como ya fue
analizado. En consecuencia, nos abocaremos a analizar el objeto sobre el cual debe recaer
la convención y el tema de la habitualidad, que presenta algunas novedades.
Objeto sobre el cual debe recaer la convención: La convención debe recaer sobre bienes
corporales inmuebles, excluidos los terrenos.
Como sabemos, los bienes corporales se dividen en muebles e inmuebles. Son bienes
inmuebles o bienes raíces las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro,
como la tierra y las minas y las que están adheridas permanentemente a ellas, como los
edificios y los árboles (artículo 568 del Código Civil)
Dado que la ley excluye en forma expresa únicamente los terrenos, la transferencia de
bienes corporales inmuebles queda gravada con IVA en la medida que recaiga sobre
inmuebles por adherencia e inmuebles por destinación.
Como ya vimos, también pueden ser objeto de una “venta” las cuotas de dominio sobre el
inmueble. También la transferencia de derechos reales sobre bienes inmuebles. Vale
entonces todo lo dicho al respecto, al tratar sobre los bienes corporales muebles.
La parte final del numeral 3° del artículo 2, establece que “se considera también
“vendedor” al productor, fabricante o vendedor habitual de bienes corporales inmuebles que
venda materias primas o insumos que, por cualquier causa, no utilice en sus procesos
productivos”.
Con todo, debemos prevenir que estas presunciones no excluyen que el Sii pueda calificar
de habitual la venta, de acuerdo a los parámetros generales de naturaleza, frecuencia y
cantidad que da el reglamento del IVA.
Cabe señalar que estas reformas introducidas por la Ley 20.780 relativa a los inmuebles,
entraron en vigencia a partir del 1° de enero de 2016.
Sin embargo, estas reformas no son aplicables a los siguientes casos de excepción:
V.A.- Concepto.
V.B.- Elementos
Del concepto legal transcrito podemos desprender los siguientes requisitos o elementos
constitutivos del hecho gravado básico de servicio, los cuales analizaremos más en detalle
en los numerales siguientes:
Esta acción o prestación puede ser efectuada por una persona natural o jurídica, desde
que la ley no distingue.
El punto es que el legislador requiere que se produzca una “acción” o “prestación”, y como
no define lo que debe entenderse por ello, será necesario determinar su sentido natural y
obvio, valiéndonos del significado que les otorga la Real Academia Española.
Así, respecto de la voz “acción”, la Real Academia dispone en sus dos primeras
acepciones, que debe ser entendida como el “ejercicio de una potencia” o el “efecto de
hacer”. Este último verbo es definido, en aquellas acepciones que nos incumben, en el
sentido de “producir una cosa, darle el primer ser”, o “ejecutar, poner por obra una acción
o trabajo”.
Por su parte, la voz “prestación” es definida, en sus acepciones segunda y tercera, como
aquella “cosa o servicio exigido por la autoridad o convenido en un pacto”, y como aquella
“cosa o servicio que un contratante da o promete al otro”.
Cabe señalar que el art. 5 del Reglamento de la Ley (DS N° 55 de 1977) dispone que “para
los efectos de la aplicación del Impuesto al Valor Agregado a las remuneraciones
provenientes de actividades comprendidas en los Nos 3 y 4 del artículo 20 de la Ley de
Impuesto a la Renta, basta que se trate de un ingreso, cuya imposición quede
comprendida dentro de los referidos Nos 3 y 4 de la disposición citada, aunque en el hecho
no pague el Impuesto de Primera Categoría, en virtud de alguna exención que pueda
favorecerlo o que esté sujeto a un régimen especial substitutivo”.
Esta norma no debe interpretarse como enfrentada con el tenor de la Ley, sino más bien
en forma armónica, y ha pretendido explicar la idea en virtud de la cual no constituye
requisito del hecho gravado de servicio la habitualidad en su ejecución –pues cabe hacer
presente que el IVA aplicable a los servicios alcanza tanto a aquellos realizados con
habitualidad o en forma esporádica u ocasional-, como tampoco el que dicho ingreso deba
pagar efectivamente el Impuesto de Primera Categoría.
Los planteamientos anteriores permiten concluir entonces, que una serie de ingresos que
no tienen su origen en acciones o actividades positivas de quienes los perciben, sino que
provienen de otras circunstancias, no quedan gravados con IVA. Tal ocurre por ejemplo,
con los ingresos que se obtienen a título de multas, indemnizaciones, premios, aportes y
otros.
Jurisprudencia Administrativa: Sobre este punto no existe frondosa jurisprudencia. En
general, es difícil encontrar jurisprudencia administrativa explícita, cuando ella afecta o
pueda afectar los cimientos mismos de la estructura del tributo, y con mayor razón
cuando el tributo de que se trata configura la más importante fuente de recursos fiscales.
Oficio N° 1693 de 1976: El Sii sostiene que si una empresa que se dedica al
transporte de combustibles líquidos, a través de oleoductos, conviene con los
usuarios de dicho transporte que les indemnizará el valor del combustible perdido
debido a rotura de cañerías o al gasto en que incurrieren para el tratamiento de
recuperación de combustibles contaminados, las indemnizaciones que por tales
conceptos pague la referida empresa a los propietarios del combustible no se
encuentran afectas a IVA. Lo expuesto, por cuanto en el presente caso el
contribuyente que recibe las mencionadas indemnizaciones no efectúa prestación
alguna a la empresa encargada del aludido transporte que las paga, sino que
simplemente obtiene la reparación de un daño emergente.
En otro pronunciamiento, la autoridad administrativa señaló que los valores
pagados por incorporación a servicios sanitarios de agua potable y alcantarillado,
sea que incluyan o no eventuales aportes (en los casos que la administración
activa haya ejecutado obras de urbanización en lugares que anteriormente
carecían de ellas), no constituyen hechos gravados con IVA. Se razona con base a
que no obstante existir el pago de una suma de dinero como “valor de
incorporación” del usuario a los servicios sanitarios, no es menos cierto que dicho
pago no tiene correspondencia con ninguna prestación, de modo de conformar el
hecho gravado con el tributo.
2) Que el prestador del servicio perciba algún tipo de remuneración por la acción o
prestación realizada.
La ley habla de interés, prima, comisión o remuneración, la cual debe ser percibida por el
contribuyente para la configuración del hecho gravado. De acuerdo al Diccionario de la
Real Academia, percibir significa “recibir una cosa y entregarse de ella”.
Al respecto, el Sii ha señalado que “es muy importante tener presente que puede
devengarse perfectamente el impuesto a los servicios aún cuando no se haya configurado
en su totalidad el hecho gravado, como sería el caso de un anticipo en razón de servicios
futuros. Pero si por cualquier razón el servicio con posterioridad no se presta, el
contribuyente tiene derecho a solicitar dentro del plazo legal la devolución de lo que haya
enterado por este concepto en arcas fiscales, ya que ha faltado en la especie un elemento
determinante del hecho gravado, cual es la prestación del servicio”.
La doctrina en general comparte este criterio del Sii, considerando la disposición del art.
22 de la Ley, norma que regula ciertas deducciones del débito fiscal del período, por la
resciliación de operaciones previamente facturadas, entre las cuales se encuentran los
servicios resciliados. Y es del caso que la resciliación de un servicio facturado no puede
entenderse ni tener lugar a menos que habiendo existido un anticipo –hecho generador de
la obligación de facturar- la prestación aún no se hubiere verificado, esto es, se
encontraba pendiente de cumplimiento la principal obligación del prestador del servicio,
única forma de que dicha obligación pueda extinguirse por resciliación .21
El suscrito –aun cuando admite que el tema resulta discutible, es de la opinión de que,
contrariamente a lo que estima la doctrina y el Sii, el devengamiento del impuesto se
produce en circunstancias que la ley entiende verificado el hecho gravado, porque: a) No
resulta congruente estimar devengado un tributo que no ha nacido a la vida jurídica. Ello,
por cuanto al no configurarse el hecho gravado, la operación queda enteramente
sustraída del tributo y al margen de la respectiva ley tributaria, lo cual implica que
analizar luego si existe devengamiento del tributo carezca de todo sentido.; b) En materia
de derechos personales, nuestro ordenamiento sólo exige un título para adquirirlos, por lo
que cumpliéndose los requisitos para el perfeccionamiento del correspondiente contrato
de prestación de servicios, nace la obligación del prestador del servicio de tener que
realizar una determinada acción o prestación a favor del beneficiario, como asimismo, la
obligación correlativa de éste último de pagar al primero la remuneración pactada; c) No
obstante que el tenor literal del n° 2 del artículo 2 del DL 825 parece dar a entender que
para que exista “servicio” como hecho gravado, sería indispensable que el prestador del
servicio “realice” previamente la acción o prestación correspondiente, o sea, cumpla o
pague su obligación contraída, lo cierto es que una interpretación lógica y armónica de
dicho precepto en relación con el artículo 9 del mismo DL, que establece que “el tributo se
devengará en la fecha en que la remuneración se perciba o se ponga, en cualquier forma, a
disposición del prestador del servicio”, obliga a concluir que el legislador estima verificado
el hecho gravado, por la sola circunstancia de que haya nacido la obligación de realizar la
acción o prestación por parte del prestador, no obstante encontrarse pendiente su
cumplimiento.
Prima: Es el precio que el asegurado paga al ente asegurador. Entre nosotros, nadie ha
puesto en duda que la actividad de asegurar riesgos de terceros se encuentre gravada por
la Ley, sin perjuicio de las exenciones que el mismo legislador se ha encargado de
21 En este sentido opina Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, pag. 39
22
Idem, Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, pag. 40
establecer. El ente asegurador –la Compañía- percibe una remuneración –la prima- en el
ejercicio de una actividad que se encuentra establecida en el N° 3 del art. 20 de la LIR.
Sin embargo, algunos se plantean la duda, por el análisis del primer requisito del hecho
gravado, en cuanto exige para su verificación que se produzca una “acción” o
“prestación”. Las obligaciones que contrae la aseguradora son básicamente dos: a) Asumir
los riesgos que corren ciertas cosas o las personas; y b) Pagar una indemnización en caso
de verificarse el siniestro. La primera es una obligación que nace al momento de
celebrarse el contrato, en forma pura y simple, en tanto que la segunda es una obligación
condicional. ¿Estará realizando una acción o prestación la Compañía de Seguros al
“asumir” los riesgos que corren las cosas o los patrimonios de terceros, o aquellos
relacionados con la salud o la integridad física que corran las personas naturales?
Ciertamente que no.
Sin embargo, en este caso también encontramos que la Ley ha declarado exentas del
impuesto determinadas primas de seguros, por lo tanto, pareciera que para el legislador
todas las demás debieran encontrarse afectas. Se confrontan así nuevamente, las normas
relativas al hecho gravado con las que establecen exenciones.
A juicio del profesor Alejandro Dumay, no obstante que las normas sobre hecho gravado y
exenciones pudieren estimarse de igual jerarquía, en el sentido que ambas se encuentran
establecidas en la Ley, las primeras necesariamente anticipan y se superponen a las
últimas, dentro de la lógica elemental de interpretación de los textos impositivos. Ello, por
cuanto al no configurarse el hecho gravado, la operación queda enteramente sustraída del
tributo y al margen de la respectiva ley tributaria, lo cual implica que analizar luego si
existe una exención carezca de todo sentido.
Concluyamos, con todo, que en este punto como en otros, nuestra legislación es
imprecisa y contradictoria, lo que amerita su perfeccionamiento, máxime si se considera
el impacto financiero que representaría para el Fisco estimar que en el caso de las primas,
se trataría de operaciones no gravadas.
Comisión: Es una especie de mandato comercial. Este último es un contrato por el cual
una persona encarga la ejecución de uno o más negocios lícitos de comercio a otra que se
obliga a administrarlos gratuitamente o mediante una retribución y a dar cuenta de su
desempeño (art. 233 del Código de Comercio). El mandato comercial toma el nombre de
comisión cuando versa sobre una o más operaciones mercantiles individualmente
determinadas (art. 235 del mismo).
Sin embargo, el Sii es de la opinión que la expresión comisión debe ser tomada en su
sentido más amplio y no en el significado restringido que corresponde a las definiciones
anteriores, pues el término en cuestión incluiría no sólo las retribuciones percibidas por
el comisionista propiamente tal, sino también las remuneraciones que corresponden, en
general, a aquellos que compren o vendan por cuenta de terceros vendedores .23
23 En ese sentido Circular N° 26 de 23 de septiembre de 1977. Discurre sobre la base de que el N° 4 del art. 20
de la LIR comprende a los comisionistas con oficina establecida y los corredores que no se encuentran en la
situación descrita en el N° 2 del art. 42 del cuerpo legal citado. En consecuencia, quedan comprendidos los
consignatarios, martilleros y, en general, toda persona que realice compras o ventas por cuenta de terceros,
siempre que no puedan ampararse en la exencin establecida en el art. 12 N° 8 del DL N° 825; los corredores que
sean personas jurídicas y aunque no empleen capital; los corredores que sean personas naturales y que
empleen capital, aunque no tengan oficina establecida.
Por el contrario, no se genera el hecho gravado por el IVA en las comisiones obtenidas por
contribuyentes cuyas actividades se clasifican en la Segunda Categoría de la LIR, como es
el caso de los comisionistas sin oficina establecida; corredores que sean personas
naturales y cuyas rentas provengan exclusivamente de su trabajo o actuación personal,
sin que empleen capital, aun cuando tengan oficina establecida; los comisionistas que
tienen vínculos de subordinación y dependencia con el comitente, como sucede con los
vendedores viajeros, dependientes de comercio, etc. O sea, aquellos que encuadran en el
art. 42 de la LIR.
Pues bien, la remisión que la Ley de IVA hace a la Ley de la Renta es únicamente a las
actividades y empresas clasificadas en la Primera Categoría, y dentro de ellas, solamente
a las descritas en los Nros 3 y 4 del artículo 20.
El Nº 4 del artículo 20, grava las rentas obtenidas por corredores, sean titulados o no, sin
perjuicio de lo que al respecto dispone el Nº 2 del artículo 42, comisionistas con oficina
establecida, martilleros, agentes de aduana, embarcadores y otros que intervengan en el
comercio marítimo, portuario y aduanero, y agentes de seguros que no sean personas
naturales; colegios, academias e institutos de enseñanza particular y otros
establecimientos particulares de este género; clínicas, hospitales, laboratorios y otros
establecimientos análogos particulares y empresas de diversión y esparcimiento.
Como ya vimos, el art. 5 del Reglamento de la Ley dispone qué para efectos de aplicar el
impuesto a las remuneraciones provenientes de las actividades mencionadas, basta que
se trate de un ingreso cuya imposición quede comprendida dentro de los Nros 3 y 4 del
art. 20 de la LIR, aunque en el hecho no paguen el impuesto de categoría. 24
24 Ya hemos dicho que según los autores esta norma viene a explicitar la idea en virtud de la cual no constituye
requisito del hecho gravado “servicio” la habitualidad en su ejecución, como tampoco si dicho ingreso paga
efectivamente el impuesto de categoría. Por lo tanto, no interesa el giro o actividad habitual del contribuyente
para determinar si estamos en presencia del hecho gravado básico de servicio.
De esta forma, no interesa el giro o actividad habitual del contribuyente para determinar
si estamos en presencia del hecho gravado básico de servicio, ni la efectiva clasificación
de sus actividades ordinarias. Lo que importa es si la acción o prestación concreta que se
realiza, puede encuadrarse dentro de alguna de las actividades de los Nros 3 y 4 del art.
20 de la LIR. Si la actividad en cuestión cae dentro de la Segunda Categoría (rentas de
trabajadores dependientes e independientes) o en los Nros 1, 2 y 5 de la LIR, o si se trata
de un ingreso no constitutivo de renta del art. 17 de la LIR, estaremos en presencia de un
hecho no gravado con IVA.
Las asesorías: En general, se ha estimado qué en materia de servicios, las asesorías están
afectas a IVA, en la medida que se trate de actividades de los números 3 y 4 del art. 20 de
la LIR. Sin embargo, el problema radica en que dichos numerales contienen “actividades”
y “entidades”. ¿Qué pasa con las asesorías legales, con las asesorías financieras,
arquitectónicas, etc? ¿y si las presta un banco? Al respecto, el criterio del Sii no ha sido
uniforme, ya que unas veces ha hecho primar a la entidad, y otras la actividad. El criterio
parece ser entonces, que si la actividad o tipo de empresa está en art. 20 nº 3 o 4 de la
LIR, la asesoría queda gravada con IVA.
Algunas conclusiones: Con respecto de las actividades enunciadas en los Nros 3 y 4 del
art. 20 de la LIR, conviene formular algunas precisiones:
25El Sii incluso ha considerado que cae dentro del hecho gravado básico de servicio, por aplicación del Nº 7 del
art. 3 del Código de Comercio, los contratos de suministro ejecutados por empresas, sean de bienes o servicios.
La única exigencia de la jurisprudencia administrativa es el de su permanencia en el tiempo.
5º No se encuentran gravadas con IVA, además, por tratarse de actividades no
comprendidas en los Nros 3 y 4 del artículo 20 de la LIR, los servicios que digan relación
directa con la actividad agrícola, todo ello de conformidad a lo dispuesto en el inciso 2º
del artículo 5 del Reglamento del IVA. Por lo tanto, quedan fuera los servicios de aradura
y mejoramiento de tierras, prestados por agricultores, servicios de trilladura, cosecha,
siembra, inseminación artificial, etc.26
El artículo 5 de la Ley preceptúa que “el impuesto establecido en esta ley gravará los
servicios prestados o utilizados en el territorio nacional, sea que la remuneración
correspondiente se pague o perciba en Chile o en el extranjero”.
Esta norma, aparte de delimitar el ámbito territorial del impuesto, concurre a precisar la
objetividad gravada, ya que de acuerdo a su tenor, la procedencia del tributo aparece
condicionada a que el servicio se preste o se utilice en el territorio nacional27. Carece de
importancia el lugar donde se pague o perciba la remuneración.
El inciso 2º del artículo 5 agrega que “se entenderá que el servicio es prestado en el
territorio nacional, cuando la actividad que genera el servicio es desarrollada en Chile,
independientemente del lugar donde éste se utilice”.
El DL Nº 825 no sólo contempla como hechos gravados a las ventas y los servicios
(hechos gravados básicos) sino también contempla una serie de otras operaciones,
transacciones o prestaciones que, según el caso, la ley equipara a “ventas” o “servicios”.
Se trata de operaciones que la Ley ha estimado del caso gravar en forma expresa, sea
porque no reúnen todos los requisitos del hecho gravado básico o es discutible su
configuración, sea como mecanismo compensatorio dentro de la operatoria del tributo.
Es así como el artículo 8 del DL Nº 825 dispone que “para estos efectos serán
consideradas también ventas o servicios, según corresponda…” las operaciones que tipifica
la norma en las letras “A” a la “M”.
Los hechos gravados especiales que la ley equipara a ventas son los de las letras “A” a “F”,
“L” y “M” del artículo 8 de la Ley.
El artículo 8 letra “A” asimila a venta “las importaciones, sea que tengan o no el carácter
de habituales”.
Debemos destacar que no importa que la importación sea un acto habitual o esporádico,
ni tampoco importa la calidad que pueda tener la persona o empresa que realice la
importación28.
Conforme a la letra “B” del artículo 8, también se encuentran gravados con IVA los
aportes a sociedades, de bienes corporales muebles e inmuebles30, efectuados por
vendedores, que se produzcan con ocasión de la constitución, ampliación o modificación
de sociedades.
28 En otras palabras, carece de relevancia que el importador tenga o no el carácter de vendedor o de prestador de
servicios.
29 Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, pag. 54.
30
Modificación Ley 20.780 que entró a regir a partir de enero de 2016.
31 Modificación Ley 20.780 que entró a regir a partir de enero de 2016
efectúe un vendedor, esto es, una persona natural o jurídica que adquirió el bien
aportado con el ánimo de reventa, o sea, debe tratarse de bienes muebles o inmuebles del
activo realizable aportados por un contribuyente de IVA.
Debemos entender que el hecho gravado especial en estudio tiene lugar sólo cuando se
verifique un aporte “en dominio” –no en usufructo-. Ello sin perjuicio de que la letra “G”
del artículo 8 contempla como hecho gravado especial el usufructo o cualquier otra forma
de cesión temporal de bienes corporales muebles, inmuebles amoblados, inmuebles con
instalaciones o maquinarias que permitan el ejercicio de alguna actividad comercial o
industrial y de todo tipo de establecimiento de comercio.
La letra “C” del artículo 8 grava las adjudicaciones de bienes corporales muebles e
inmuebles32 de su giro, realizadas en liquidaciones de sociedades civiles y comerciales,
salvo las comunidades hereditarias y las provenientes de la disolución de la sociedad
conyugal.33
Por adjudicación debemos entender el acto mediante el cual se entrega a cada comunero
o socio, al liquidarse la comunidad o sociedad, uno o más bienes en pago de sus
respectivos derechos.
El objeto de la adjudicación debe ser un bien corporal mueble o inmueble del giro de la
sociedad o comunidad. El artículo 9 del Reglamento de la Ley establece que “para los
efectos de lo dispuesto en la letra “C” del artículo 8 de la Ley, se entenderá por bienes
corporales muebles de su giro aquellos respecto de los cuales la sociedad o comunidad era
vendedora”, esto es, aquellos que fueron producidos o adquiridos para su venta.
Este hecho gravado especial difiere de los que conforman el hecho gravado básico de
venta, ya que éste no presupone una convención traslaticia de dominio, puesto que la
adjudicación es título declarativo de dominio, al menos en las liquidaciones de
comunidades y de sociedades civiles –casos en que propiamente estamos en presencia de
una partición. Ello significa que al socio o comunero se le supone propietario desde que
se formó la comunidad, y no desde que se le adjudica el bien 34.
Entonces, para evitar que esta operación quedase al margen del tributo por no concurrir
el requisito del título traslaticio, el legislador la asimiló expresamente a venta.
La letra “D” del artículo 8 del DL 825 grava con IVA “los retiros de bienes corporales
muebles e inmuebles efectuados por un vendedor o por el dueño, socios, directores o
empleados de la empresa para su uso o consumo personal o de su familia, ya sea de su
propia producción o comprados para la reventa, o para la prestación de servicios,
cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la empresa”.
34Cabe señalar que las sociedades comerciales, al disolverse, mantienen su personalidad jurídica durante el
proceso de liquidación, el cual se efectúa de conformidad con los arts. 407 a 418 del Código de Comercio. Por lo
tanto, a su disolución, no se forma una comunidad.
Concepto de retiro: Por retiro debemos entender la salida de bienes corporales muebles
e inmuebles del activo realizable de una empresa vendedora, o del activo fijo de una
empresa prestadora de servicios, para ser destinados al uso o consumo personal del
empresario o socio, directores o empleados, o de sus respectivas familias. En
consecuencia, deben concurrir los siguientes requisitos:
Como se ve, las donaciones a que se refiere la norma deben ser realizadas con fines de
promoción o propaganda; y el donante debe tener la calidad de vendedor. En
La letra “F” del artículo 8 de la Ley de IVA grava la venta de establecimientos de comercio,
y en general de cualquiera otra universalidad que comprenda bienes corporales muebles e
inmuebles36 de su giro.
Cosas universales son las agrupaciones de cosas singulares, sin conjunción o conexión
física entre sí, que por tener o considerarse que tienen un lazo vinculatorio, forman un
todo y reciben una denominación común.
Las explotaciones se caracterizan por la diversidad de bienes que las forman: comprenden
bienes de géneros diferentes y además bienes corporales e incorporales. Lo que establece
la unidad de los elementos que forman esta especie de universalidad de hecho, son las
relaciones concatenadas de medio a fin en las que ellos se encuentran, con el objeto de la
explotación a la cual están afectados.
A las universalidades a que se refiere la ley de IVA es a las de hecho. Quedan fuera del
ámbito del IVA las universalidades de derecho, por expresa disposición de la segunda
parte de la letra “f” del artículo 8 de la Ley, que dispone que el tributo no se aplica a la
cesión del derecho de herencia.
El inciso 2º del artículo 9 del Reglamento señala expresamente que los establecimientos
de comercio pertenecen a la categoría de universalidades de hecho. Sin embargo, dentro
de la expresión “cualquier otra universalidad” que emplea la letra “f” en comento, deben
entenderse comprendidas también las fábricas y demás establecimientos industriales, las
bibliotecas y museos, etc.
Condición de que comprenda bienes del giro. Es esto lo que la Ley busca gravar, los
bienes del giro, aquellos respecto de los cuales el vendedor es habitual, según lo
confirman claramente las normas sobre base imponible de la operación en cuestión, pues
el artículo 16 letra “d” establece que ésta estará conformada por el valor de los bienes
corporales muebles e inmuebles comprendidos en la venta. Si la venta se hiciere por
suma alzada, el Sii debe tasar, para los efectos del impuesto, el valor de los diferentes
VI.A.f) Los contratos de arriendo con opción de compra que recaigan sobre bienes
bienes corporales inmuebles realizadas por un vendedor.
Como se aprecia de la simple lectura de la letra l) del artículo 8, se comprende el arriendo
con opción de compra (leasing) de bienes corporales inmuebles. En esta letra y hasta antes
de la Ley 20.899, también estaban comprendidas los contratos de promesa sobre
inmuebles, y la ley asimilaba para todos los efectos legales, el leasing con las promesas de
ventas. También antes se exigía que los inmuebles objetos de promesa o arriendo con
opción de compra debían ser de propiedad de una empresa constructora o construidos
total o parcialmente por estas, bastando ahora que estas operaciones sean realizadas por
un “vendedor”.
Debemos consignar que el arriendo con opción de compra no es título que sirva para
transferir el dominio de los bienes que son objeto de dichas convenciones, por lo que
podemos concluir que mediante este hecho gravado especial se ha ampliado el campo de
la tributación del IVA. Además, el leasing tampoco cumple con los requisitos del hecho
gravado básico de servicio, ya que no se vislumbra propiamente una acción o prestación
positiva de parte de la empresa de leasing. Además, el arriendo de un inmueble no es un
acto de comercio.38
La parte final de la letra l) estable una presunción de habitualidad: “para estos efectos, se
presumirá que existe habitualidad cuando entre la adquisición o construcción del bien raíz y
la fecha de celebración del contrato transcurra un plazo igual o inferior a un año”.
La letra m) del art. 8 del DL 825 fue agregada el año 1995 modificándose el tratamiento
tributario aplicable a las ventas de bienes del activo fijo, que hasta ese entonces no
quedaban gravadas con IVA bajo circunstancia alguna. Adviértase en todo caso que dicha
modificación fue parcial, puesto que el hecho gravado especial tipificado afectaba
únicamente a las transferencias de dichos bienes que se verificaban en las oportunidades
y bajo las condiciones señaladas en su texto, por lo que todas aquellas ventas que se
realizaban fuera de la letra m) del art. 8 del DL 825 siguieron constituyendo hechos no
gravados con el impuesto que nos ocupa. La Ley 20.780 modificó esta letra “M” dejándolo
con el siguiente tenor: “la venta de bienes corporales muebles e inmuebles que formen
parte del activo inmovilizado de la empresa, siempre que, por estar sujeto a las normas de
este título, el contribuyente haya tenido derecho a crédito fiscal por su adquisición,
importación, fabricación o construcción”.
38De conformidad al artículo 3º números 1 y 3 del Código de Comercio, el arriendo es acto de comercio cuando
se refiere a bienes muebles.
Requisitos: Para que se configure este hecho gravado especial deben concurrir los
siguientes supuestos y requisitos copulativos: a) La realización de una venta por la que se
transfiera el dominio de un bien corporal mueble o inmueble; b) El tradente debe ser una
empresa sujeta a las normas del Título II del DL 825, esto es, debe tratarse de un
vendedor o prestador de servicios afecto a IVA por las ventas o prestaciones que efectúe,
por consiguiente, con derecho a rebajar como crédito el IVA soportado y pagado por sus
compras de bienes y servicios; c) La venta debe recaer sobre bienes del activo fijo o
inmovilizado, esto es, que no formen parte del activo realizable. El activo realizable, al que
generalmente apunta el IVA, está constituido por los bienes físicos, muebles o inmuebles
que las empresas adquieren, importan, fabrican o construyen con el ánimo de venderlos o
ponerlos en circulación, incluidas las materias primas y otros insumos destinados a ser
utilizados en la producción o fabricación de dichos bienes. Las especies susceptibles de
ser gravadas en virtud de la letra m) del art. 8 –en lo que ahora nos concierne- son los
bienes corporales muebles e inmuebles, adquiridos, importados, fabricados o construidos,
para utilizarlos, aprovechando su valor de uso, en la gestión y desarrollo de sus
actividades, esto es, el activo fijo o inmovilizado. El Colegio de Contadores de Chile A.G.
los define como aquellos bienes tangibles que han sido adquiridos o construidos para
usarlos en el giro de la empresa, durante un período considerable de tiempo y sin el
propósito de venderlos39; d) La empresa debe haber tenido derecho a crédito fiscal por la
adquisición, importación, fabricación o construcción del bien, de acuerdo al art. 23 del DL
825. Se encuentran en esta situación, entre otros, los hechos no gravados o exentos, o
que no guarden relación directa con la actividad del contribuyente, los automóviles,
station wagons, etc., aun cuando formen parte del activo fijo.
Como puede apreciarse, los bienes cuya venta queda afecta como hecho gravado especial,
son todos aquellos adquiridos –nuevos o usados- importados, fabricados o construidos
por el vendedor, que por regla general su venta no configuraba el hecho gravado básico
por no ser tales bienes del giro del contribuyente, esto es, no era habitual respecto de
ellos por haber sido adquiridos o fabricados sin ánimo de reventa.
No obstante todo lo expuesto, debemos advertir, que hay que tener buen cuidado de
vender bienes del activo fijo en forma ocasional, pues si alguno de esos bienes se vende
con habitualidad, el Sii puede llegar a estimar que si bien fueron del activo fijo, se
transformaron en bienes del giro, y por tanto, se encontrarán afectos a IVA. 40
La última parte de la letra m) en la forma en que quedó redactada por la Ley 20.780
exceptúa de este hecho gravado especial la venta de bienes corporales muebles (que sean
activos fijos), efectuada después de 36 meses desde su adquisición o término de la
construcción, por o a un contribuyente acogido al artículo 14 Ter de la Ley de la Renta. 41
La Ley 18.630 de 1987 incorporó como hecho gravado especial equiparado a la venta, los
contratos generales de construcción. El Sii ha dicho que tienen este carácter todos
¿Que ocurre si el mandante coloca parte de los materiales, y el mandatario otra parte? La
jurisprudencia ha aplicado en dicho caso el criterio del inciso 4° del artículo 1996 del
Código Civil: Si la materia principal es suministrada por el que ha ordenado la obra,
poniendo el artífice lo demás, el contrato es de arrendamiento; en el caso contrario, de
venta.43
Territorialidad: Una venta está gravada en Chile cuando el bien está situado en Chile; y el
servicio se considera prestado en Chile cuando va a producir efecto en Chile. ¿Y si una
empresa constructora chilena celebra un contrato de construcción para construir un
inmueble dentro de una embajada? El Sii ha dicho que ese contrato está afecto a IVA. 44
La letra “E” del artículo 8, grava en forma especial a los contratos de instalación o
confección de especialidades. 45 Estos se encuentra expresamente definidos por el
legislador en el artículo 12 inciso 1º del Reglamento de la Ley, que entiende por tales
“aquellos que tienen por objeto la incorporación de elementos que adhieren
permanentemente a un bien inmueble, y que son necesarios para que éste cumpla
cabalmente con la finalidad específica para lo cual se construye”.
De acuerdo al Reglamento de la Ley se desprende que son tres los requisitos que deben
concurrir para que se esté en presencia de un contrato de esta especie, a saber: a) Que el
objeto del contrato sea la incorporación de elementos que adhieran a un inmueble; b) Que
dicha adhesión sea permanente, y; c) Que los elementos incorporados sean necesarios
para que el inmueble cumpla cabalmente la finalidad para la cual se construye. Este
último requisito confirma, el carácter de actividad complementaria de la construcción que
42
Oficio SII N° 4489/1976
43
Sentencia C. Apelaciones año 1980. También existe Oficio SII N°2258/1981
44 Oficio SII N° 1539/99
45 También dicha disposición grava a los contratos generales de construcción, los cuales revisaremos a propósito
Ahora bien, al revisar los requisitos del contrato de instalación, podemos concluir que
constituyen un híbrido entre venta y servicio: venta en cuanto importan normalmente la
transferencia de dominio de los objetos o elementos que adherirán permanentemente al
inmueble, pero también constituyen un servicio en cuanto dicen relación directa con la
actividad de la construcción.
46A partir de la reforma del año 1987, esta distinción carece de importancia, al encontrarse ambos contratos,
construcción y especialidades, sujetos al mismo tratamiento tributario.
Inmuebles amoblados: Se entiende que los inmuebles están amoblados cuando se
entregan con los muebles y menajes apropiados y en cantidad suficiente para ser
habitados en las condiciones deseadas. La norma no se refiere a mobiliario en sentido
estricto, sino que a muebles sin distingo.
Ahora bien, para determinar el impuesto a pagar, el artículo 17 de la Ley permite rebajar
de la renta del arrendamiento el equivalente al 11% anual del avalúo fiscal del inmueble
propiamente tal o la cantidad proporcional que corresponda al período si es distinto a un
año. El Sii ha manifestado a este respecto que esta rebaja sólo cabe tratándose de
arrendamientos, y no de subarrendamientos, usufructo u otras formas de cesión del uso
o goce temporal de inmuebles amoblados, pudiendo ser hecha dicha rebaja sólo por el
propietario del inmueble.
Se deduce:
11% del avalúo fiscal vigente
a la fecha estipulada para el pago de la renta
Avalúo fiscal del inmueble $ 12.600.000
11% anual $ 1.386.000
Proporción mensual (1/12) $ 115.500
Por lo tanto:
Renta mensual $ 180.000
Menos $ 115.500
Renta afecta a IVA $ 64.500
Impuesto (19% sobre $ 64.500) = $ 12.255
Ahora bien, atendido que los inmuebles con instalaciones permiten el desarrollo de
actividades comerciales o industriales, aplicando la teoría de que lo accesorio sigue la
suerte de lo principal, si la instalación permite ejercer el comercio o la industria, también
es comercio o industria el arriendo de estos establecimientos corporales inmuebles, por lo
tanto, concluimos que este es un caso de precisión de tributación, pues sería un hecho
gravado básico de servicio, pero cuya configuración podría llegar a dudarse y discutirse.
El impuesto debe aplicarse sobre el valor total de la renta o remuneración que se perciba
por dicho concepto, salvo que el establecimiento comprenda un bien raíz ya que en tal
caso habrá derecho a rebajar el 11% anual del avalúo fiscal del inmueble propiamente tal
o la cantidad que proporcionalmente corresponda, si el arrendamiento es sólo parcial o
por un período distinto de un año, según ya se ha explicado. También, esta rebaja sólo
procede para el caso del arrendamiento.
“El arrendamiento, subarrendamiento, o cualquier otra forma de cesión del uso o goce
temporal de marcas, patentes de invención, procedimientos o fórmulas industriales y otras
prestaciones similares” están gravados con IVA, según la letra “H” del artículo 8 de la Ley.
Por marca comercial se comprende todo signo visible, novedoso y característico que sirva
para distinguir productos, servicios o establecimientos industriales o comerciales (art. 19
Ley Nº 19.039)
Los procedimientos y las fórmulas industriales no han sido objeto de regulación especial,
no tienen una institucionalidad propia como los anteriores bienes. Sin embargo, en lo
tocante a los procedimientos, ellos quedan comprendidos dentro del concepto de patente
de invención, según se desprende del citado art. 31 de la Ley Nº 19.039.
Otras prestaciones similares: A juicio de algunos autores, esta última expresión no se
ajustaría al principio de legalidad de los tributos consagrado en la Constitución Política.
Ello en razón de que se estima que la ley no puede dejar a la discreción ni arbitrio de la
autoridad –ni del propio contribuyente- determinar si la cosa o bien objeto de un
arrendamiento o cesión del uso o goce temporal, constituye o no una prestación similar a
aquellas que si tipifica expresamente la norma.49 En contrario, el Sii ha considerado
dentro del hecho gravado en estudio, por aplicación de esta parte de la norma, las
licencias de programas computacionales,50 en circunstancias que según la doctrina ya
expuesta, estos se encuentran protegidos de acuerdo a las normas sobre Propiedad
Intelectual, y por lo tanto representan una cosa jurídicamente distinta, no asimilable a las
del ámbito de la propiedad industrial.
Se encuentra gravados según la letra “I” del artículo 8 de la Ley. Dicho precepto grava con
IVA los ingresos derivados del servicio de estacionamiento, vale decir, aquellos que
provienen de una actividad organizada para tal efecto, en inmuebles o terrenos, con o sin
construcciones, especialmente adecuados para ello, o edificios especialmente construidos
para dicho fin. En consecuencia, están afectas a IVA las sumas que los usuarios paguen
por estacionar su vehículo en la playa, sea que ello involucre o no el derecho a ocupar un
espacio determinado e individualizable, y cualquiera que sea la forma de pago: diario,
quincenal o mensual.
Por dicha razón, es que el Sii ha estimado que el arrendamiento de boxes ubicados en
edificios de departamentos no queda gravado con el tributo, pues dichos lugares no
constituyen una playa de estacionamiento ni un lugar que esté destinado a este fin
susceptible de ser explotado como tal. 51
49 En este sentido opina Rencoret Orrego, Ernesto, Normas Fundamentales Sobre el IVA, pag. 75.
50 Ver Oficios Nº 2490 de 1995 y Nº 1940 de 1996.
51 Circular Nº 49 de 1973 y Oficio Ord. Nº 66 de 1997.
52 Oficio Ord. Nº 2.700 de 1998 y Oficio Ord. Nº 66 de 1997
53 Oficio Ord. Nº 1243 de 1999
54 Circular Nº 49 de 1973
estacionamiento, dicho contrato no causará IVA, salvo si el inmueble cuenta con
cobertizos u otro tipo de habilitaciones apropiadas para su explotación como playa de
estacionamiento, o sea, instalaciones que permiten el ejercicio de una actividad comercial.
Se refiere a esta materia la letra “J” del artículo 8 de la Ley. Este precepto deja afectos a
IVA todos los ingresos que, por dicho concepto, perciban las cooperativas de seguros,
incluso los provenientes de seguros contratados por sus cooperados, toda vez que, ante
su tenor, resulta inaplicable la norma contenida en el inciso 2º del artículo 5 del
Reglamento de la Ley, que excluye de dicho impuesto a los servicios que se presten entre
sí las cooperativas y sus socios.
CAPITULO TERCERO
I. GENERALIDADES
Todas las leyes impositivas, junto con definir la objetividad gravada, designan el o los
sujetos pasivos de la respectiva obligación tributaria, vale decir, la persona o personas
obligadas para con el Fisco a satisfacer el monto del impuesto.
En la misma línea del Código Tributario, el artículo 3 del DL Nº 825 preceptúa que son
contribuyentes las personas naturales y jurídicas, incluyendo las comunidades y las
sociedades de hecho, que realicen ventas, que presten servicios o efectúen cualquier otra
operación gravada con los impuestos establecidos en dicho cuerpo legal.
1 Esta constituye la obligación principal. También existen las obligaciones tributarias accesorias, que se
traducen en obligaciones de hacer y de no hacer
En el caso de las comunidades y sociedades de hecho, los comuneros y socios serán
solidariamente responsables de todas las obligaciones de esta ley que afecten a la
respectiva comunidad o sociedad de hecho (inciso 2º del art. 3 de la Ley). 2
Traslación del impuesto: En el caso concreto del IVA, el sujeto pasivo es, como norma
general, el vendedor o tradente de los bienes respectivos y, tratándose de servicios, el
prestador de los mismos. Estos son, en consecuencia, desde un punto de vista jurídico,
los contribuyentes de iure del tributo mencionado. Así, el artículo 10 de la Ley establece
que: “El impuesto establecido en el presente Título afectará al vendedor, sea que celebre
una convención que esta ley defina como venta o equipare a venta”. “Igualmente, el
impuesto afectará a quien realice la prestación en aquellas operaciones definidas como
servicios o que la ley equipare a tales” 3. Por esta razón es que el artículo 69 de la Ley
establece que las personas que realicen operaciones gravadas con el impuesto deberán
cargar a los compradores y/o beneficiarios del servicio, en su caso, una suma igual al
monto del respectivo gravamen. En consecuencia, son estos últimos los que soportan en
su patrimonio el impacto económico del tributo, son los contribuyentes de hecho, y es lo
que caracteriza al IVA como impuesto indirecto.
En efecto, en los llamados impuestos indirectos, el legislador autoriza que el peso del
gravamen sea traspasado por el contribuyente de iure a terceras personas mediante el
mecanismo que la doctrina jurídico-tributaria denomina traslación del impuesto. Mirada
desde un ángulo financiero, la traslación, cuando ella es autorizada por el legislador, no
constituye, como lo dice un autor, sino un medio de recaudación de ciertos impuestos,
que para el Estado tiene la ventaja de que, en lugar de aplicar impuestos a un sinnúmero
de contribuyentes, los recauda en una sola economía que le anticipa el rendimiento y los
verdaderos contribuyentes los soportan a través del sistema de precios. 4
2 Aquí la Ley del IVA difiere de la Ley de la Renta, ya que ésta última distingue entre las distintas comunidades
(hereditarias y otras) y además contempla la posibilidad de liberarse de la responsabilidad solidaria, cosas que la
Ley del IVA no contempla.
3 El art. 21 del Reglamento ratifica estos conceptos .
4 Matus Benavente, Manuel, citado por Araya Schnake, Gabriel, “Cambio de Sueto del IVA”, pag. 33
5 El art. 8 del Reglamento establece una serie de excepciones al art. 6 de la Ley. Sin embargo, existen autores
que estiman que solo la letra “a” del Nº 3 que se limita a reproducir la exención contenida en el art.12 Nº 1 letra
“b” sería legal, puesto que las demás importan exenciones establecidas vía Potestad Reglamentaria.
Todo lo expuesto es sin perjuicio de las exenciones que pueda establecer la propia ley. Así
lo ratifica el art. 6 del DL Nº 825”6
1.- Cambio de sujeto a juicio exclusivo del Sii: Ell artículo 3 inciso 3º de la Ley, faculta al
Sii para cambiar el sujeto pasivo del impuesto, imponiendo la obligación de su entero en
arcas fiscales al comprador o al beneficiario del servicio.
En efecto, la norma citada preceptúa que “…el tributo afectará al adquirente, beneficiario
del servicio o persona que deba soportar el recargo o inclusión en los casos que lo determine
esta Ley o las normas generales que imparta la Dirección Nacional del Servicio de
Impuestos Internos, a su juicio exclusivo, para lo cual podrá considerar, entre otras
circunstancias, el volumen de las ventas y servicios o ingresos registrados, por los
vendedores o prestadores de servicios y, o los adquirentes y beneficiarios de servicios o
personas que deban soportar el recargo o inclusión7. En virtud de esta facultad, la Dirección
referida podrá disponer el cambio de sujeto del tributo también sólo por una parte de la
tasa del impuesto…”
Así pues, notificada que sea la Resolución correspondiente, la relación jurídica emanada
de la obligación tributaria se traba entre el Estado, como sujeto activo, y el adquirente o
beneficiario del servicio, como sujeto pasivo, sin que intervenga en ella el tradente o
prestador, con lo cual, devengado que sea el impuesto, el único obligado a su pago es el
adquirente o beneficiario del servicio, el que debe cumplir además con las obligaciones
accesorias que le impone la Ley.8
6 El art. 8 del Reglamento establece una serie de excepciones al art. 6 de la Ley. Sin embargo, existen autores
que estiman que solo la letra “a” del Nº 3 que se limita a reproducir la exención contenida en el art.12 Nº 1 letra
“b” sería legal, puesto que las demás importan exenciones establecidas vía Potestad Reglamentaria.
7
Estos factores han sido incorporados mediante la reforma de la Ley 20.780, que rige en esta parte a contar del
1° de enero de 2016
8 Hay autores, como Rencoret, que sostienen que más que importar cambio propiamente tal del sujeto pasivo del
tributo, esto implicará la instauración administrativa, en virtud de la ley, de un sustituto o agente retenedor.
tratamiento normal que para tal instituto prevén los artículos 23 y siguientes del DL Nº
825.
En efecto, el inciso 3º del artículo 3 faculta al Sii para “… autorizar a los vendedores o
prestadores de servicios, que por aplicación de lo dispuesto en este inciso no puedan
recuperar oportunamente sus créditos fiscales, imputar el respectivo impuesto soportado o
pagado a cualquier otro impuesto fiscal incluso de retención o recargo que deban pagar por
el mismo período tributario, a darle el carácter de pago provisional mensual de la Ley de la
Renta, o que les sea devuelto por el Servicio de Tesorerías en el plazo de treinta días de
presentada solicitud, la cual deberá formularse dentro de mes siguiente al de la retención
del tributo efectuada por el adquirente o beneficiario del servicio; pero en todos los casos
hasta el monto del débito fiscal correspondiente”.
2.- Cambio de sujeto por difícil fiscalización: Los incisos 4º y 5º del mismo artículo 3
contienen otra modalidad para la facultad de cambio de sujeto pasivo.
La primera norma citada dispone que “igualmente, la Dirección podrá determinar que las
obligaciones que afecten a contribuyentes a que se refieren los incisos primero y segundo
correspondan a un vendedor o prestador de servicio, o al mandatario, también respecto del
impuesto que deba recargar el adquirente o beneficiario, por las ventas o servicios que estos
últimos a su vez efectúen o presten a terceros cuando se trate de contribuyentes de difícil
fiscalización”. El inciso 5º por su parte preceptúa que “en los casos a que se refiere el
inciso anterior, la Dirección podrá, para los efectos de la aplicación del Impuesto al Valor
Agregado, determinar la base imponible correspondiente a la transferencia o prestación de
servicio que efectúe el adquirente o beneficiario, cuando se trate de especies no sujetas al
régimen de fijación de precios”.
Estas normas autorizan a la Dirección del Sii para imponer a determinados vendedores y
prestadores de servicios la obligación de aplicar y retener, además de su propio impuesto,
el IVA que sus respectivos adquirentes o prestatarios de servicios –cuando estos sean
calificados como de difícil fiscalización- deban recargar por las ventas o servicios que
efectúen o presten posteriormente a terceros. Dichas disposiciones conforman, como es
fácil advertir, una excepción de especial singularidad dentro de la normativa por la que se
rige el IVA, toda vez que presuponen la aplicación de dicho tributo a operaciones aún no
efectuadas, apartándose así de las reglas generales sobre constitución de la obligación
tributaria. En efecto, lo curioso de este caso es que el legislador da por hecho que el
adquirente venderá los bienes comprados, anticipándose a gravar hechos futuros e
inciertos.
3.- Norma especial relacionada con Zonas Francas: Por último, el inciso final del artículo
3 en comento, faculta al Sii para que, a su juicio exclusivo, imponga a los vendedores o
prestadores de servicios exentos, la obligación de retener, declarar y pagar el tributo que
corresponde a los adquirentes afectos o a determinadas personas que importen desde
recintos de Zonas Francas.
Como ha quedado dicho, el IVA afecta a quien celebre una convención que la ley defina
como venta o servicio o equipare a venta o servicio, según la regla general contenida en el
artículo 10 del DL Nº 825. Complementando esta norma, el artículo 11 de la Ley procede
a señalar la persona del sujeto pasivo del IVA en algunas de las operaciones que el
artículo 8 equipara a venta o servicio, estableciendo a su respecto diversas reglas que no
son sino aplicación de la norma general ya estudiada. Así, el inciso 1º del artículo 11
dispone que “sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, serán considerados sujetos
del impuesto” los contribuyentes que señala para cada uno de los casos que indica.
9 Recordar que de acuerdo a la reforma de la Ley 20.780, la letra b) pasa a reunir la situación tanto de muebles
e inmuebles, y por tanto, se derogó la letra k) que quedó sobrando
consistir en bienes corporales muebles o inmuebles del activo realizable (efectuado
por “vendedores”, dice la ley)
5. Sujeto Pasivo en los Servicios Prestados por Personas No Residentes en
Chile: La letra “e” del artículo 11 de la Ley establece que “…serán considerados
sujetos del impuesto: e) El beneficiario del servicio, si la persona que efectúa la
prestación residiere en el extranjero”. Es un caso parecido al de la letra “b” ya
vista. Vale entonces también, el comentario respecto a la residencia, y no al
domicilio.
6. Sujeto del impuesto en los contratos a que se refiere la letra e) del artículo 8:
Esta norma (letra f) somete al IVA “los contratos de instalación o confección de
especialidades y los contratos generales de construcción”. Respecto de estos
contratos son sujetos del IVA, los respectivos contratistas o subcontratistas. De
acuerdo a ello, cualquiera que sea la modalidad bajo la cual se realicen dichos
contratos (por administración o por suma alzada), corresponderá a los contratistas
o subcontratistas de especialidades y a las empresas constructoras, según el caso,
el cumplimiento de la obligación de declarar y pagar el tributo y de cumplir los
deberes accesorios impuestos por la ley para la seguridad del crédito del Fisco.
7. Sujeto Pasivo en las Convenciones que Importan una Recíproca
Transferencia de Dominio: El artículo 18 de la Ley dispone que “en los casos de
permutas y de otras convenciones por las cuales las partes se obligan a transferirse
recíprocamente el dominio de bienes corporales muebles e inmuebles10, se
considerará que cada parte que tenga el carácter de vendedor, realiza una venta
gravada con el impuesto de este Título, teniéndose como base imponible de cada
prestación, si procediere, el valor de los bienes comprendidos en ella. Lo dispuesto
en este inciso será igualmente aplicable a las ventas en que parte del precio consiste
en un bien corporal mueble o inmueble, y a los préstamos de consumo”. De acuerdo
con esto, en las convenciones en referencia (permutas y mutuos), cada parte tiene
la calidad de sujeto pasivo respecto de la obligación tributaria generada por la
entrega de los bienes que cada una transfiere. Nótese además que cada parte
responde exclusivamente de su propio impuesto porque entre ellas no existe
solidaridad. Lo dicho en este párrafo es válido también respecto de convenciones
que involucren el cambio de bienes corporales muebles por bienes corporales
inmuebles gravados con IVA, como lo señala el inciso 2º del mismo artículo 18.
8. Sujeto Pasivo en Operaciones Realizadas por Comisionistas y Otros
Intermediarios: El artículo 22 del Reglamento de la Ley establece que los
comisionistas, consignatarios, martilleros y, en general, toda persona que compre
o venda habitualmente bienes corporales muebles por cuenta de terceros
vendedores, son sujetos del IVA por el monto de su comisión o remuneración. Los
mandantes de las personas referidas son, por su parte, sujetos del IVA por el
monto total de la venta. Ahora bien, de acuerdo con lo prescrito por el artículo 73
del citado Reglamento, los comisionistas y demás intermediarios deben remitir a
sus mandantes, dentro de cada período tributario, a lo menos una liquidación del
total de las ventas efectuadas por cuenta de aquellos y el IVA recargado en tales
operaciones, a fin de que los mismos puedan, en su calidad de sujetos de derecho
de dicho tributo, proceder a su declaración y entero en arcas fiscales dentro de los
plazos legales.
&&&&&&&&&&&&&&&&&
LAS EXENCIONES
I.- GENERALIDADES
Por lo expuesto, las normas que establecen exenciones son de carácter especial, de
aplicación restringida, y, en consecuencia, de interpretación restrictiva. Así lo ha
entendido el Sii al declarar en forma reiterada, que las normas que establecen exenciones
tributarias son de derecho estricto, lo que implica que ellas no pueden ser aplicadas por
extensión o analogía a otros casos distintos de los previstos en la respectiva norma legal.
Además, debemos recordar que por aplicación del principio de legalidad, las exenciones
deben establecerse mediante una ley.
Según las normas citadas, tenemos que solo en virtud de una ley, se pueden crear
tributos en Chile, tanto cualitativamente creando un tributo nuevo, como
cuantitativamente, aumentando uno ya existente, a través de la ampliación del hecho
gravado, alza de tasa, etc. Las normas citadas agregan aspectos que profundizan el
principio de reserva legal, desde que no solo el establecimiento del tributo debe efectuarse
por ley, sino que también sólo la ley puede suprimirlo, reducirlo, condonarlo, y establecer
o modificar exenciones.
También, la iniciativa para legislar sobre las materias indicadas, queda entregada
exclusivamente el Presidente de la República. Por lo tanto, a la vez que consagra el
principio de legalidad de los tributos, lo limita positivamente, impidiendo que los
diputados y/o senadores puedan presentar un proyecto de ley relativo a las materias
indicadas.
En general, las exenciones pueden ser de dos clases, reales o personales. Con las
primeras, el legislador pretende beneficiar el comercio de ciertos bienes, determinadas
operaciones o la realización de determinadas actividades, sin importar las personas o
sujetos que intervienen en ellas. En cambio, son exenciones personales aquellas que
favorecen precisamente a determinados sujetos en relación con las operaciones que
realizan.11
Dentro de la Ley de IVA, las exenciones las encontramos agrupadas en el artículo 12, que
se refiere a las de carácter real y en el artículo 13, que contempla las exenciones de tipo
personal. Con todo, según se podrá apreciar, varias de las exenciones del artículo 12
podrían ser calificadas de mixtas, pues en ellas también se encuentra incidiendo el
elemento personal.
En efecto, el tributo ideal, desde este punto de vista, sería indudablemente el que gravara
todas las transacciones con una tasa única, sin admitir excepción alguna. Como ello
obviamente no es posible por razones de justicia en la distribución de la carga tributaria,
surge el problema de buscar un punto de equilibrio entre los requerimientos de la
equidad por una parte, y las restricciones que impone, por la otra, la necesidad de no
complicar en demasía la administración del tributo.12
Ahora bien, bajo el IVA el problema de las exenciones cobra una dimensión aun mayor ya
que, a las dificultades ordinarias que ellas plantean, se unen otras derivadas de la
naturaleza propia del tributo, en especial cuando se adopta, como es el caso chileno, el
sistema de sustracción “impuesto contra impuesto”.
Así, muchos autores entendidos en la materia, estiman que bajo el IVA, en mayor grado
que bajo las restantes modalidades de imposición a las ventas, resulta indispensable
limitar las exenciones al menor número posible de productos, favoreciendo
El artículo 12 citado preceptúa que “estarán exentos del impuesto establecido en este
Título: A.- Las ventas y demás operaciones que recaigan sobre los siguientes bienes:”
13Hasta el año 1999, las ventas de vehículos usados se encontraban gravadas con el impuesto sustitutivo del
artículo 41 de la Ley, con tasa del 0,5%. La ley 19.506 de Julio de 1997 derogó dicho impuesto, traspasándolo a
beneficio municipal.
iii. En la venta de estos vehículos efectuada en virtud de un contrato de leasing: La
Ley excluye de la franquicia y, por lo tanto, deja afectos a IVA, a los vehículos
motorizados usados “que se transfieran en virtud del ejercicio, por el comprador, de
la opción de compra contenida en un contrato de arrendamiento con opción de
compra de un vehículo”. El leasing es una figura que se parece mucho al contrato
de arrendamiento, y tanto es así, que el Sii en principio lo consideraba tan solo un
contrato de arrendamiento con opción de compra. Sin embargo hoy ha
evolucionado hacia una mirada más compleja de la figura, resultando por tanto
ocioso hoy repetir que el leasing no se agota en un arrendamiento financiero 14,
desde que estamos ante un género de actividad que se despliega por medio de
varias operaciones más o menos definidas, una sola de las cuales corresponde al
arrendamiento financiero, y que la operación en su complejidad, está lejana de
tener un sentido unívoco y preciso, de suerte que la sola invocación de la
misteriosa voz extranjera ya nos ubica, como por encanto, en un paisaje negocial
nítidamente definido. En efecto, la doctrina hoy considera en general el leasing
financiero como una figura jurídica compuesta por una pluralidad de contratos
que, si bien son dependientes entre sí, tienen una individualidad propia
(arrendamiento, opción de venta y venta). En la práctica comercial las partes se
sirven del contrato de arrendamiento como montaje jurídico, en unión de otros
contratos, para conseguir fines económicos diferentes y, en particular, para
realizar una operación financiera. En Chile, el hecho de que el principal montaje lo
sea el arrendamiento tiene una explicación legal, desde que nuestro Código Civil
no acepta la compraventa a plazos con reserva de dominio, que es lo que en
sustrato viene a reflejar la operación: el arrendador, durante el contrato, retiene la
titularidad formal sobre el bien arrendado, y decimos formal, puesto que casi
todos los riesgos de la cosa se trasladan contractualmente al arrendatario, el que
si bien solo adquiere la propiedad al término del contrato como consecuencia del
ejercicio de la opción de compra, esta es más bien simbólica y en la práctica
equivale a una cuota más que se cancela al momento de pagar la última renta al
arrendador. Por algo las cuotas en el leasing se calculan ponderando varias cosas:
depreciación del bien, riesgos, intereses, uso y goce. La opción de compra que se
otorga al arrendatario es en el fondo una opción unilateral de venta que obliga al
arrendador, pero que el arrendatario puede ejercer o no a su voluntad. Si no la
ejerce, el contrato de arrendamiento termina por el plazo; si la ejerce, por el pago
de la última cuota adquiere en dominio el bien. Esa es la práctica, especialmente
en lo que concierne a la figura del leasing financiero.
iv. En el caso a que se refieren los inciso 2º y 3º de la letra a) del artículo 8 del DL Nº
825: De conformidad a dichas normas, están también exceptuados de la exención
establecida, “los vehículos motorizados usados que no hayan pagado el impuesto al
momento de producirse la internación por encontrarse acogidos a alguna
franquicia..” en cuya primera enajenación deben ser gravados con el tributo de
acuerdo a lo preceptuado en los incisos 2º y 3º de la letra a) del artículo 8 de la
Ley.
.2º Regalías para los Trabajadores: En el Nº 3 de la letra A se exime del IVA a “las
especies transferidas a título de regalía a los trabajadores por sus respectivos empleadores,
en conformidad a las disposiciones reglamentarias respectivas”.
Ahora bien, de acuerdo al artículo 23 del Reglamento, se entiende por tales las que
reúnan copulativamente los siguientes requisitos: a) Que consten en un contrato colectivo
de trabajo, acta de avenimiento o que se fijen como comunes a todos los trabajadores de
De no cumplirse las condiciones antedichas, las regalías quedarán afectas a IVA según el
artículo 8 letra d) de la Ley.
Con todo, el precepto agrega que “sólo pueden acogerse a esta norma de excepción los
contribuyentes que adquieran las materias primas de personas que no emitan facturas o de
proveedores que, en forma previa, renuncien expresamente al crédito fiscal que originarían
tales transferencias si quedaren afectas al impuesto al valor agregado.”
La letra B del artículo 12 preceptúa que “estarán exentas del impuesto establecido en este
Título: B.- La importación de las especies efectuadas por:”, señalando a continuación a
diversas entidades, empresas y personas.
15Recuérdese que de acuerdo al DL Nº 825 y su Reglamento, por período tributario debe entenderse un mes
calendario.
5º Especies importadas por tripulantes de naves, aeronaves y otros vehículos: (letra
b) Nº 6 art. 12) Se requiere: a) Que las especies importadas constituyan equipaje de
viajeros, compuesto de efectos nuevos o usados; b) Que se encuentren exentas de
derechos aduaneros.
9º Materias primas destinadas a bienes de exportación (Nº 9 letra B art. 12): Se exime
a los productores, en los casos que así lo declare la Dirección del Sii por resolución
fundada, y siempre que se trate de materias primas que estén destinadas a la producción,
elaboración o fabricación de especies destinadas a la exportación.
14º Importación de mercancías por viajeros (letra B) Nº 14 art. 12): Deben acogerse a
las sub-partidas 0009.03, 0009.04 y 0009.05 del Arancel Aduanero.
La letra “c” del artículo 12 exime de IVA a las especies que se internen al país:
Se refiere a esta materia la letra “D” del artículo 12. Ya habíamos expuesto que la
exención de impuesto a las exportaciones, conjuntamente con gravar las importaciones,
responde a un mecanismo internacionalmente aplicado, de forma tal que sea el país
destinatario de los bienes el que aplique el tributo, dejando a los bienes importados en la
misma situación de aquellos de producción nacional.18
En general, las exenciones a los servicios se encuentran agrupadas en la letra “E” del
artículo 12. Sin embargo, debemos advertir que el artículo 13 también contiene otras,
pero más bien atendiendo a la particular calidad del sujeto que realiza la prestación.
En lo que respecta a los servicios afectos al Impuesto Adicional del artículo 59 de la LIR,
se trata de un impuesto que grava a las personas naturales o jurídicas, con domicilio o
residencia en el extranjero. La exención sin embargo no opera si se trata de servicios
prestados en Chile y que gozan de una exención del Impuesto Adicional por aplicación de
leyes o convenios para evitar la doble tributación internacional en Chile.19
19
Esta contraexcepción fue establecida mediante la Ley N° 20.630 de septiembre de 2012
televisada. Esta obligación regirá aun cuando la información que motiva la aclaración o
rectificación provenga de terceros que han solicitado o contratado su inserción”.
10º Servicios prestados por trabajadores que laboran solos (art. 12 letra e) Nº 12): Se
trata de una actividad en que predomina el esfuerzo físico sobre el capital y materiales
empleados. La ley establece que para estos efectos, se considera que labora solo aun
cuando colaboren con él su cónyuge, hijos menores de edad o un ayudante indispensable
para la ejecución del trabajo.
20 Recordemos que los intereses provenientes de operaciones de crédito de dinero o de un mutuo no constituyen
hecho gravado, por no contemplarse expresamente en los Nos 3 y 4 del artículo 20 de la LIR. Lo mismo vale para
las comisiones de aval.
21 Esto fue modificado en la forma indicada mediante Ley 20.899
22 Esta letra F) fue incorporada mediante la reforma tributaria de la Ley N° 20.780
III.- EXENCIONES PERSONALES
El artículo 13 del DL Nº 825 contempla una serie de exenciones que favorecen a ciertos
contribuyentes atendida su especial calidad o por consideración al tipo de actividad que
desarrollan. Así, establece que “estarán liberadas del impuesto de este Título las siguientes
empresas e instituciones”:
En lo tocante a las empresas de televisión por cable, el Sii ha estimado que no califican
para la exención, por cuanto no se trata de “concesionarios”, puesto que estos, para
transmitir, requieren tan solo un permiso y no una concesión.
6º Las siguientes instituciones, por los servicios que presten a terceros (art. 13 Nº 6):
a) El Servicio de Seguro Social (hoy INP)
b) El Servicio Médico Nacional de Empleados (Fonasa)
c) El Servicio Nacional de Salud (Servicios de Salud) 26
23 Circular Nº 68 de 1975
24 Circular Nº 67 de 1975
25 La Circular Nº 25 de 1976 también extiende la franquicia a los jardines infantiles
26 Estas tres exenciones resultan dudosas, por cuanto se trataría en estricto rigor de hechos no gravados
d) La Casa de Moneda de Chile por la confección de cospeles, billetes, monedas y
otras especies valoradas. De la misma exención gozarán las personas que efectúen
dicha elaboración total o parcial por encargo de la Casa de Moneda de Chile,
solamente respecto de la remuneración que perciban por ese trabajo.
e) El Servicio de Correos y Telégrafos, excepto cuando preste servicios de telex.
Con todo, el Sii ha dictaminado que la exención favorece a las instituciones indicadas por
los servicios utilizados de terceras personas, que digan relación con su giro, esto es, que
estén directamente relacionados con su giro de administración de juegos de azar. 29
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
CAPITULO QUINTO
La norma luego continúa preceptuando que “en la venta de bienes corporales muebles, en
caso que la entrega de las especies sea anterior a dicha fecha (emisión de la factura o
boleta) o bien, cuando por la naturaleza del acto que da origen a la transferencia no se
emitan dichos documentos, el impuesto se devengará en la fecha de la entrega real o
simbólica de las especies”.
II.A.- Generalidades
Diversos documentos:
Los documentos que deben otorgar los contribuyentes de esta Ley, de acuerdo al artículo
53, son de variada naturaleza: facturas, facturas de compra, boletas, notas de débito,
notas de crédito, guías de despacho y liquidación factura.
Destacan sin embargo entre todos estos documentos, las facturas y boletas. Los
contribuyentes de IVA se encuentran obligados a emitir facturas o boletas por las
operaciones que efectúen, según lo dispone el inciso 1º del artículo 52 de la Ley.
30Tanto las notas de débito como de crédito deben cumplir con los requisitos de las facturas (art. 71 del
Reglamento)
b) En todo caso, tratándose de la venta o arrendamiento con opción de compra de
inmuebles gravados y en los contratos de construcción y de instalación o
confección de especialidades.
La boleta en cambio, debe emitirse en los casos no señalados anteriormente, esto es, en
general se otorgan cuando se venda o preste un servicio a un consumidor final (art. 53 de
la Ley).
La obligación de emitir estos documentos rige “aún cuando en la venta de los productos o
prestación de los servicios no se apliquen los impuestos de esta Ley, incluso cuando se trate
de convenciones que versen sobre bienes o servicios exentos del impuesto” (parte final del
at. 52).
Los incisos 1º y 6º del artículo 55 de la Ley preceptúan qué en estos casos, la factura o la
boleta debe emitirse en el mismo momento en que se efectúe la entrega real o simbólica31
de las especies.
No obstante, la ley faculta al vendedor, no obstante haber hecho la entrega de los bienes,
para facturar la operación con posterioridad a dicho momento, esto es, hasta el 10º día
posterior a la terminación del período en que se hubieren realizado las operaciones,
debiendo, en todo caso, corresponder su fecha al período tributario (mes) en que ellas se
efectuaron (inc. 4º del art. 55). Con todo, el legislador exige qué en tal caso, la entrega de
las especies sea respaldada con la correspondiente guía de despacho 32, numerada y
timbrada por el Sii
El inciso 2º del artículo 55 de la Ley dispone que “tratándose de los contratos señalados
en las letras “e” y “l” del artículo 8 (contratos de construcción y de confección o instalación
de especialidades) la factura (nunca boleta) deberá emitirse en el momento en que se
perciba el pago del precio del contrato, o parte de éste, cualquiera que sea la oportunidad
en que se efectúe dicho pago. En el caso de ventas de bienes inmuebles, la factura deberá
emitirse en la fecha de la suscripción de la escritura de compraventa por el precio total,
incluyendo las sumas pagadas previamente que se imputen al mismo a cualquier título
(esto último está haciendo referencia a las promesas y arrendamiento con opción de compra
de bienes corporales inmuebles).33
En los casos de prestaciones de servicios, las facturas deben emitirse en el mismo período
tributario (mes) en que la remuneración se perciba o se ponga, en cualquier forma, a
disposición del prestador del servicio (art. 55 inc. 1º)
En cambio, las boletas deben ser emitidas en el momento mismo en que la remuneración
se perciba o se ponga, en cualquier forma, a disposición del prestador del servicio (art. 55
inc. 7º).
Es común observar que los contribuyentes documentan sus operaciones con antelación a
las oportunidades legales ya vistas, anticipando de esta forma el devengamiento del
tributo.
El Sii ha dictaminado reiteradamente que ello es factible 34, desde que la ley no lo prohibe
y no existe perjuicio fiscal. Sin embargo, también ha dicho que ello produce, también en
forma anticipada, el devengamiento del tributo.
Además, el art. 70 del DS 55 de 1977 señala que los duplicados de las guías de despacho
deben ser conservados por 6 años.
Aparte de las normas ya analizadas respecto del devengo del IVA, existen normas que
determinan el devengamiento del impuesto en casos especiales, tales como en las
importaciones, en los retiros de mercaderías, el caso de de los intereses y reajustes por
saldos de precio, en los servicios periódicos, en los suministros y servicios domiciliarios
periódicos, y en la primera venta de automóviles capítulo 0.
De conformidad con la letra “b” del artículo 9 de la Ley, el impuesto se devenga en este
caso al momento de consumarse legalmente la operación o al tramitarse totalmente la
importación condicional.
34 Oficio Ord. Nº 1936 de 1998; Oficio Ord. Nº 2796 de 1990; Oficio Ord. Nº 3452 de 1990
impuesto, no pudiendo la aduana autorizar el retiro de los bienes mientras no se acredite
la cancelación del IVA causado por la importación.
Por su parte, el artículo 20 del Reglamento reitera esta norma y la precisa, expresando
que en el momento mismo del retiro se devenga el impuesto y debe efectuarse la
contabilización correspondiente. En igual oportunidad se devenga el tributo y debe
efectuarse la respectiva contabilización tratándose:
Los intereses y reajustes por saldos insolutos en las ventas o servicios a plazo, se devenga
el IVA a medida que el monto de dichos reajustes o intereses sean exigibles, o a la fecha
de su percepción si ésta fuese anterior (art. 9 letra “d”).
El artículo 18 del Reglamento agrega que se considera que los reajustes o intereses son
exigibles al vencimiento de la respectiva cuota, letra u otro documento que las contenga,
en todo o en parte.
Ahora bien, agrega que en toda venta o servicio en que el total del precio o valor o parte
de el se pague a plazo, debe indicarse separadamente lo que corresponde a precio y a
intereses pactados por saldos insolutos; en su defecto, se entenderá que cada una de las
cuotas comprende parte del precio y los intereses proporcionales.
Tales como electricidad, teléfono, gas, agua potable. El IVA se devenga al término de cada
período fijado para el pago del precio, independientemente del hecho de su cancelación.
Esta norma también se aplica a los servicios de alcantarillado, cuando empleen el
procedimiento de cobranza para los suministros y servicios domiciliarios (art. 9 letra “e”)
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
35 Circular Nº 14 de 2000
CAPITULO SEXTO
I.- CONCEPTO
La base imponible es la dimensión del aspecto material del hecho gravado. Es el valor
monetario que se le asigna a la riqueza (bienes), renta, acto o contrato, sobre la cual se
aplica la tasa del impuesto. O sea, no es otra cosa que la valorización del hecho gravado,
la cual debe ser fijada expresamente por la norma, sea directamente (como en los
impuestos de suma fija), sea estableciendo claramente los elementos necesarios para ello.
Estos elementos necesarios son la base imponible y la tasa. O sea, salvo en los impuestos
de suma fija, el monto del tributo depende de dos elementos o factores cuya aplicación
conjugada permite establecer la cuantía de la prestación adeudada por el sujeto pasivo: la
base imponible y la tasa del impuesto. La base imponible en consecuencia, debe consistir
en una suma determinada de dinero, o referirse a un bien apreciable en dinero. 36 En
otras palabras, es la expresión cuantificada del hecho gravado. 37
La tasa o porcentaje, es la razón alícuota del impuesto que se aplica sobre la base
imponible. Es una magnitud exterior que combinada con la base imponible determina el
impuesto a pagar. El artículo 26 del Reglamento de la Ley del IVA, dispone que la base
imponible es la suma sobre la cual se debe aplicar la tasa respecto de cada operación
gravada.
La regla general: Se establece en el artículo 15 de la Ley que dispone: “para los efectos de
este impuesto, la base imponible de las ventas o servicios estará constituida, salvo
disposición en contrario de la presente Ley, por el valor de las operaciones respectivas”. El
artículo 26 del Reglamento reitera que la base imponible estará constituida “…por el
precio de las ventas de los bienes muebles o inmuebles transferidos o el valor de los
servicios prestados…”
Es importante tener presente que los rubros señalados deben entenderse comprendidos
en el precio de venta aun cuando se facturen y/o contabilicen separadamente. Así lo
dispone el inciso 2º del artículo 15 de la Ley. De ello se infiere que no existe impedimento
legal alguno para que el vendedor facture en forma separada cualquiera de los rubros
señalados. En todo caso, sobre lo cobrado por tales conceptos deberá cargarse el IVA
correspondiente, mostrándolo separadamente en la factura que se emita al efecto.
38 Así lo establece expresamente el art. 15 de la Ley y el inciso 2º del art. 26 del Reglamento de la Ley.
39 Resulta curioso que se disponga que se adicionen reajustes, al menos tratándose de ventas, puesto que la
factura o boleta debe emitirse en el momento de la entrega de las mercaderías, sin que importe la fecha del pago
efectivo del precio. Entonces, el plazo otorgado al comprador para el pago del precio no es obstáculo para que
dentro de los primeros 12 días del mes siguiente el vendedor deba cumplir su obligación de enterar en forma
íntegra el tributo correspondiente a la operación. Si el Fisco recibe el pago del IVA al contado, no resulta legítimo
que perciba un nuevo gravamen sobre los reajustes que incrementan el precio de venta a plazo y que están
destinados a resarcir o compensar la desvalorización del precio no percibido oportunamente por el vendedor. Por
tal razón es que la Ley Nº 18.630 de 1987 eliminó tal distorsión, incorporando una disposición al Nº 1 del art.15
40 Se trata de los impuestos especiales a las ventas y servicios: el impuesto adicional a los bienes suntuarios del
artículo 37, el impuesto adicional a las bebidas alcohólicas del artículo 42, y el impuesto adicional a la
importación de vehículos bis.
En general, el Sii no permite tal deducción de la base imponible. Sin embargo, en ciertas
situaciones particulares ha permitido la deducción de los gastos en cuestión, en la
medida que se reúnan ciertos requisitos, que resume el Oficio Nº 2007 del año 1996.
Los artículos 16 y siguientes de la Ley establecen normas especiales sobre base imponible
para las operaciones que en cada caso se tratan.
Pues bien, tratándose del contrato de construcción, la base imponible del IVA se conforma
con el valor de costo de la obra que diga relación con la construcción de ella, esto es,
aquel que comprenda mano de obra, materiales, costo de los bienes con que se equipe y
alhaje el inmueble, servicios utilizados, gastos de financiamiento y subcontratación de la
construcción del total o parte del inmueble. La legítima utilidad no forma parte de esta
base imponible, pues se parte de la bese que ésta se obtendrá por el concesionario en el
ejercicio de la concesión que le ha sido otorgada, como pago del precio de la construcción
del inmueble y de los servicios, incluidos en el contrato de conservación, reparación y
explotación del mismo, todos gravados con IVA en conformidad con lo dispuesto en el art.
8 letra “e” del DL Nº 825, en relación con los respectivos porcentajes que se fijen en la
convención o el decreto para prorratearla imputación a los totales recaudados por
concepto de peajes, derechos, tarifas, etc.
Los incisos 2º a 5º del artículo 17 de la Ley contemplan las normas para excluir el valor
de adquisición del terreno, de los cuales se desprende que el contribuyente puede optar
entre alguna de las siguientes dos alternativas para los efectos de rebajar el valor de
adquisición del terreno de la base imponible del IVA:
Como la reforma tributaria de la Ley N° 20.780 establece como nuevo hecho gravado la
venta de inmuebles nuevos o usados, no requiriéndose que el vendedor sea una
constructora, en el caso de venta de inmuebles usados, realizadas por un vendedor
habitual, que en la compra no haya soportado IVA, la base imponible será la diferencia
entre los precios de venta y compra (este último reajustado según IPC), debiendo
rebajarse el valor del terreno, en ambos precios.41
Crédito especial del artículo 21 del DL Nº 910 de 1975: En estrecha relación con la
materia en análisis se encuentra la franquicia de la norma citada.
Este precepto establece un crédito especial para los contribuyentes respecto de la venta
de inmuebles construidos para fines habitacionales y también para los contratos
generales de construcción que no sean por administración, de este mismo tipo de bienes.
La franquicia se extiende a los contratos generales de construcción que no sean por
administración de bienes no habitacionales cuando sean celebrados con ciertas
instituciones, tales como Cruz Roja, Bomberos, etc.
El crédito especial, que equivale al 65% del IVA (débito) correspondiente a la operación,
debe registrarse separadamente en la factura correspondiente –de forma que representa
un descuento al precio final del bien corporal inmueble adquirido al vendedor - y puede
41Así se establece en la nueva letra g) del artículo 16 del DL 825, en la forma en que aparece sustituida por la
Ley N° 20.780
imputarse a los pagos provisionales mensuales obligatorios de la LIR o a cualquier otro
impuesto de retención o recargo que deba pagarse en la misma fecha. Si efectuadas estas
imputaciones aún quedare un remanente, éste puede utilizarse en el período mensual
siguiente. Si al término del ejercicio aún quedare un remanente éste tendrá el carácter de
un pago provisional voluntario sujeto a devolución.
Para que opere esta franquicia, el valor de la venta no debe exceder de UF 2.000, con tope
de hasta UF 225 por vivienda. Estos topes no son aplicables a contratos celebrados con
instituciones de beneficencia que indica la norma.
Es pertinente señalar que la reforma tributaria de la Ley 20.780 disminuyó el tope del
valor de las viviendas habitacionales que pueden acogerse a este beneficio del art. 21 del
DL 910, desde 4.500 UF a 2.000 UF (UF 4.000 para el año 2015, UF 3.000 para el año
2016, y UF 2.000 a partir del año 2017).
De acuerdo al inciso final del art. 18 que agrega la reforma tributaria de la Ley 20.780, en
todos estos casos, se aplicará lo dispuesto en la letra g) del artículo 16 y en los incisos 2°
y siguientes del art. 17.
9) Primera venta de automóviles importados al amparo de las partidas del capítulo 0
del Arancel Aduanero, en cuya virtud se eximen total o parcialmente de derechos
aduaneros e impuestos: Se considera la misma base imponible de las importaciones,
pero se permite deducir la depreciación por su uso (art. 16 letra “a” inc. 2º de la Ley). Esta
depreciación es del 10% del valor aduanero, por cada año completo que haya transcurrido
entre el 1º de enero del año del modelo del vehículo y el momento en que se pague el
impuesto, excepto cuando en la determinación del valor aduanero ya se hubiere
considerado rebaja por su uso, caso en que sólo procederá la depreciación por los años no
considerados.
El monto deducible no tiene tope, por lo que a los 10 años contados desde el año del
modelo, se agotará la base imponible y por ende el IVA será igual a cero.
&&&&&&&&&&&&&&&&
CAPITULO SEPTIMO
En consecuencia, este capítulo tiene por objeto estudiar las normas sobre determinación
del impuesto, en cuanto suma de dinero a pagar. Y ella se determina por la concurrencia
de estas dos instituciones: el crédito y el débito fiscal mensual.
Los arts 21 y 22, en relación con el art. 70, todos del DL 825, facultan al vendedor o
prestador de servicios, en determinadas situaciones, para rebajar directamente del débito
fiscal del mes el impuesto IVA correspondiente a ciertos valores facturados con
anterioridad, lo que ha de efectuarse a través de la emisión de la correspondiente nota de
crédito. La nota de crédito es el documento que debe emitir el contribuyente de IVA por
las disminuciones de un impuesto ya facturado. Su emisión responde, normalmente, al
otorgamiento de bonificaciones o descuentos para el comprador o cliente, o la resciliación
o nulidad de una operación facturada oportunamente, o a la facturación errónea de un
impuesto superior al que correspondía. Así, la emisión de la nota de crédito neutraliza el
efecto tributario que en el mes correspondiente produjo la facturación de la operación,
pues así como el impuesto de que da cuenta este documento pasa a engrosar el débito
fiscal del receptor, para el emisor formará parte de su crédito fiscal del mes.
A continuación, revisaremos cada una de estas situaciones:
a) Resciliación: Implica dejar sin efecto una operación de mutuo acuerdo por las
partes. Esto puede ocurrir tanto respecto de operaciones de venta como de
servicio. Si se deja sin efecto una venta, se devuelve el bien y se devuelve el dinero.
Pero si se deja sin efecto un servicio, como éste no puede devolverse, la
resciliación sólo será posible cuando la prestación aun no se hubiere verificado,
habiendo existido anticipo de todo o parte de la remuneración.
En todo caso, la norma dice que debemos estar dentro del período de tres meses
desde la entrega o desde la facturación del servicio. Si estoy dentro de los tres
meses, la nota de crédito que emita por la devolución se puede rebajar en el mes
de la emisión de la nota.
42A respecto debe tenerse presente el art.127 del CT: Se debe acreditar fehacientemente haberse restituido la
suma a la persona que de hecho soportaron vía recargo, el impuesto respectivo.
En el caso de venta o promesas de ventas de bienes corporales inmuebles
gravados, el plazo de tres meses se contará desde que se produzca la resolución o
desde la fecha de la escritura pública de resciliación.
¿Qué pasa si se me pasó el plazo? La ley no permite en tal caso rebajar la nota de
crédito en el mes de la emisión, sino que el contribuyente tendrá derecho a
rectificar o modificar la declaración del mes en que la operación se realizó.
Sea que se esté dentro o fuera de los tres meses, se debe igualmente emitir la nota
de crédito o de débito. El plazo sirve para determinar qué puede hacer el
contribuyente: si emite la nota dentro de los tres meses, puede rebajar el débito
del mes en que emitió la nota de crédito; si la emite después, entonces le sirve
para corregir la declaración del período de facturación, siendo indispensable la
emisión de la respectiva nota de crédito para poder sustentar la petición de
devolución de impuestos de acuerdo al Nº 2 del art. 126 del CT.
3. Error en la facturación del impuesto: El art. 22 dispone que en tal caso debe
considerarse los importes facturados para los efectos de determinar el débito fiscal
del período tributario, salvo que dentro de dicho período se haya subsanado el
error, emitiendo nota de crédito de acuerdo al art. 57 de la Ley. En consecuencia,
la determinación incorrecta del impuesto respecto de una operación concreta, no
invalida la factura emitida. Por el contrario, el mayor impuesto deberá formar
parte del débito fiscal mensual.
¿Qué efecto produce el que el impuesto asociado a notas de crédito sea superior al débito
fiscal del período? Una posibilidad es que esa diferencia pase a ser crédito fiscal. Otra
posibilidad es que se pierda esa diferencia. Un antiguo oficio del Sii (41/1989) decía que
ese delta tenía que agregarse al crédito fiscal. Pero el oficio 13/2006 el Sii dice que la
Circular 38/2004 derogó el oficio 41 del año 1989 al establecer modificaciones a un
formulario, y conforme a esta circular, la diferencia negativa entre débito fiscal y notas de
crédito, no se agrega al crédito fiscal, sino que se pierde. Esta es la tesis que se aplica
hoy, pese a que en rigor constituye un enriquecimiento ilícito para el Fisco, a costa del
contribuyente (porque en el fondo, en todos los casos que hemos visto se trata de
devoluciones, descuentos, rectificaciones, etc.)
III.A.- Concepto
En rigor jurídico, este derecho de imputación importa una forma de compensación, como
modo de extinguir la obligación tributaria principal representada por la suma de dinero
que el vendedor o prestador de servicios debe dar al Fisco, que se denomina débito fiscal.
3. Es un derecho intransferible: Esto significa que el derecho a crédito fiscal no puede ser
objeto de comercio, por lo que estaríamos en presencia de una especie de “derecho
personalísimo”. Esto demás significa que no puede transferirse de la propiedad de un
contribuyente a la de otro. Es decir, el derecho sólo puede ejercerse por el contribuyente
que generó el crédito. No puede traspasarse por ningún tipo de acto jurídico, ni siquiera
por fusiones o adquisiciones (si la empresa absorbida tenía crédito fiscal, el absorbente no
puede aprovecharlo). Esto último ha sido aplicado uniformemente por la administración,
aun cuando a nuestro juicio no parece del todo razonable. Incluso, esta doctrina ha sido
extendida por el Sii a todo otro tipo de crédito fiscal.
4.- Es irrecuperable en dinero: Como regla general, la ley no permite que el remanente de
crédito fiscal sea recuperado materialmente por el contribuyente. El crédito fiscal debe
imputarse al débito fiscal del mismo periodo. Si aquel excede a éste, se produce una
diferencia que se denomina “remanente”. El tratamiento de este se encuentra en el art. 26
de la ley que dispone su acumulación a los créditos fiscales originados en los periodos
siguientes, y así sucesivamente hasta agotarse. 44
La norma básica sobre la materia la sienta el nº 1 del art. 23 del DL 825, al decir que
“dicho crédito será equivalente al impuesto de este Título –vale decir, el IVA- recargado en
las facturas que acrediten sus adquisiciones o la utilización de servicios, o en el caso de
las importaciones, el pagado por la importación de las especies al territorio nacional
respecto del mismo periodo”.
Al igual que el débito fiscal mensual, el crédito fiscal mensual debe ser ajustado,
disminuyendo su monto, cuando concurren o sobrevienen ciertas circunstancias
previstas en la ley. Así, con todas estas partidas tengo determinado el crédito fiscal bruto.
A esa cifra hay que efectuar una deducción: IVA que conste en las notas de crédito
recibidas durante el mes, por concepto de bonificaciones, descuentos y devoluciones de
mercaderías y que los respectivos vendedores o prestadores de servicios hubieren por su
parte rebajado de sus débitos fiscales mensuales al efectuar las deducciones señaladas en
el párrafo 7 del capítulo 2 (Art. 24 inc. 1º).
Ahora bien, debemos prevenir que no todos los IVA recargados o pagados dan derecho a
crédito fiscal, puesto que existen ciertas excepciones que se establecen en los arts. 8 letra
d) inciso final y 23 números 2, 4, 5 y 6 del DL 825. En otras palabras, existen
determinados IVA que no son deducibles como crédito, como ya veremos.
Desde una perspectiva formal, éstas son las adquisiciones que otorgan crédito fiscal,
siempre que se cumplan los requisitos o condiciones que veremos más adelante. Y
generan crédito fiscal porque se entiende que todas esas adquisiciones están destinadas a
generar débito fiscal. Se encuentran establecidas en el Nº 1 del art. 23 del DL 825 y son:
El inciso 2º del artículo 20 del DL 825 establece que el impuesto que debe pagar el
contribuyente del IVA se determina por la diferencia entre el débito fiscal y el crédito
fiscal, determinado según las normas del párrafo 6º. Por su parte, el artículo 23 ubicado
en dicho párrafo dispone que “los contribuyentes afectos al pago del tributo de este Título
tendrán derecho a un crédito fiscal contra el débito fiscal determinado por el mismo período,
el que se establecerá en conformidad a las normas siguientes: 1º.- Dicho crédito será
equivalente al impuesto de este Título recargado en las facturas que acrediten sus
adquisiciones o la utilización de servicios, o, en el caso de las importaciones, el pagado por
la importación de las especies al territorio nacional respecto del mismo periodo”.
Pero debe advertirse que para que nazca el derecho a crédito fiscal, no sólo se debe contar
con la documentación de sustento, sino que además debe haberse incorporado a la
contabilidad del contribuyente.
Para que las adquisiciones de las que hemos hablado den derecho a crédito fiscal, se
deben cumplir ciertos requisitos, dentro del período en que se realice la adquisición. Si
llego a la conclusión de que los requisitos se cumplen, entonces nace el derecho a crédito
fiscal; si llego a la conclusión de que no se cumplen, no nace al derecho y el impuesto se
integra al valor de costo de la adquisición.
A) Requisitos de fondo
1. Que la adquisición tenga relación con el giro o actividad. Este requisito fluye del art. 23
Nº 1 y 2 del DL 825 y del art. 41 Nº 3 del Reglamento de la Ley. De las normas citadas se
desprende que confieren derecho a crédito fiscal los desembolsos de inversiones (bienes
del activo fijo y del realizable) y los imputables a gastos de tipo general. En ambos casos
la condición es que guarden relación directa con el giro o la actividad del contribuyente.
La expresión “giro” que usa el art. 41 Nº 3 del Reglamento está utilizada en sentido
amplio, como sinónimo de actividad.
Cabe señalar que nuestra jurisprudencia judicial, refiriéndose al derecho a crédito fiscal,
ha asimilado conceptualmente los gastos de tipo general con los llamados “gastos
necesarios para producir la renta” a que se refiere el art. 31 de la Ley de la Renta (LIR). El
Sii ha ido más lejos, y ha exigido que la relación entre el gasto y la actividad o giro del
contribuyente debe ser “directa”, esto es, más estrecha aún que aquella que exige la LIR.
Hay autores sin embargo, que difieren de estos criterios.
2. Afectación a operaciones gravadas con IVA. Este segundo requisito cuesta más
entenderlo y fiscalizarlo. El Nº 2 del artículo 23 de la Ley, niega la procedencia del
derecho a crédito fiscal por la importación o adquisición de bienes o la utilización de
servicios que se afecten a hechos no gravados por la Ley o a operaciones exentas. De esta
forma, no basta que el desembolso de inversión o el gasto de tipo general tenga por
destino coadyuvar con las distintas actividades u operaciones del contribuyente de IVA,
es menester además, que esas actividades u operaciones se encuentren gravadas con el
tributo.
¿Qué significa que para tener derecho a crédito se debe afectar la adquisición a
operaciones gravadas? El principio que informa la norma es que el derecho a crédito sólo
emana de aquellas adquisiciones que generarán, de una u otra forma, directa o
indirectamente, débitos fiscales. Lo que la ley quiere es que no haya crédito fiscal sin que
en su origen la adquisición sea apta para generar débito fiscal.
Pero, ¿qué quiere decir la palabra afectar? La afectación significa que estas adquisiciones
deben destinarse a operaciones gravadas. La ley no exige que las adquisiciones generen
débito fiscal; basta con que las adquisiciones se destinen a producir débito fiscal. Por lo
tanto, la afectación es una cuestión meramente subjetiva. Sin embargo, la Ley exige que
se precise ese ánimo o intención por el contribuyente que realiza las inversiones o gastos.
Ello se verifica por el propio contribuyente en el mismo momento en que realiza sus
adquisiciones, y más propiamente, al finalizar el periodo en que recibe la factura o
documento sustentatorio del impuesto que ha soportado. En consecuencia, la Ley no
exige que efectivamente se utilicen posteriormente en operaciones gravadas, ni tampoco
exige una relación cuantitativa entre el crédito que otorga y el débito que éste último está
destinado a producir.
Por lo tanto, si los zapatos los vende a una persona exenta en el mismo período en que los
adquirió, esa adquisición no da derecho a crédito fiscal. A la inversa ocurre lo mismo: si
adquirió los bienes para venderlos a un exento, esa adquisición no se está afectando en
ese momento a una operación gravada; y no dará derecho a crédito fiscal si luego en un
período posterior el comprador decide no comprar.
B) Requisitos de forma
4.- Efectividad material de la operación. Este requisito va implícito en las exigencias del
Nº 5 del art. 23 del DL 825, en cuanto dispone que no darán derecho a crédito fiscal los
impuestos recargados o retenidos en facturas no fidedignas o falsas.
a. Facturas falsas
b. Facturas no fidedignas
c. Facturas que no cumplen con los requisitos legales o reglamentarios
d. Facturas otorgadas por contribuyente que no lo son del IVA
En el caso a), en realidad no hay una operación gravada por lo que nunca hay crédito. En
el caso c) se trata de errores que son subsanables.
Hay sin embargo situaciones que evitan la pérdida del crédito, no obstante estar ante una
factura irregular. Por ejemplo: pago de la factura con cheque nominativo a nombre del
emisor de la factura, bajo las demás condiciones de los incisos 2 y 3. También vale con la
transferencia electrónica. Otro caso: recargo y entero efectivo del impuesto por parte del
vendedor.
Sólo las dos primeras causales de pérdida pueden ser subsanables por el
contribuyente.
La falsedad ideológica no es subsanable.
La falsedad material o ideológica debe ser acreditada y fiscalizada por la
administración (ver instrucciones administrativas).
El pago de la factura (con cheque u otro medio) no se encuentra entre los
requisitos del crédito fiscal.
Las medidas preventivas están establecidas en beneficio del adquirente, pudiendo
o no asilarse en ellas. El sentido y alcance de estas medidas preventivas van en
auxilio del contribuyente, no siendo obligatorio para él aplicarlas.
Si el contribuyente opta por no asilarse en las medidas de prevención, deberá
acreditar la regularidad del documento de conformidad con el art. 21 CT
Como ya hemos visto, los Nos 1,2 y 3 del artículo 23 de la Ley establecen el derecho a
crédito fiscal, reconociéndolo respecto de aquellas adquisiciones que se afectarán a
negocios gravados con el impuesto, en tanto que lo niegan cuando dicha afectación se
realiza en relación con operaciones no gravadas o exentas. ¿Qué ocurre entonces cuando
una misma adquisición se afecta a la generación simultánea de operaciones gravadas y
no gravadas o exentas? En esta hipótesis, la Ley confiere un crédito fiscal proporcional.
En consecuencia, la institución del crédito fiscal proporcional tiene lugar cuando se
realizan adquisiciones que se van a destinar simultáneamente para generar operaciones
gravadas pero también operaciones no gravadas o exentas.
Los típicos ejemplos son el caso del activo fijo y los gastos generales. Los bienes del activo
realizable difícilmente pueden ser usados simultáneamente para operaciones gravadas y
para operaciones no gravadas (son para lo uno o para lo otro).
Por ejemplo, si de 100 que compro, 90 están destinado a generar operaciones gravadas,
entonces la proporción de crédito fiscal proporcional asciende a 90% del valor de
adquisición de los bienes que se van a destinar simultáneamente a operaciones gravadas
y no gravadas.
El crédito fiscal parcial: No debe confundirse el concepto de crédito fiscal proporcional con
el de crédito fiscal parcial. Proporcionalizar un crédito fiscal significa determinar aquella
fracción del impuesto, que soportado en forma íntegra por un contribuyente, puede ser
imputada al débito fiscal generado en el mismo periodo. El contribuyente soporta la
totalidad del tributo, pero sólo puede utilizar o aprovechar una porción de él.
45Se advierte que el Reglamento es más amplio que la Ley, pues además de las operaciones “exentas”, incluye a
las operaciones “no gravadas”. Aparentemente se debería a una inadvertencia del legislador, una omisión
involuntaria, opinión que es sustentada por el Sii. La doctrina sin embargo, no se encuentra conteste a este
respecto.
Situación distinta es aquella en que un contribuyente soporta sólo una parte del
impuesto que ha sido recargado en una venta o en un servicio. Por ejemplo, cuando una
importación se efectúa conjuntamente por dos sociedades contribuyentes, y el IVA es
soportado por mitades. En tal caso, no existe inconveniente, para que cada uno de ellos
utilice el 50% del crédito fiscal.
Como una forma de incentivar las inversiones en bienes de capital y, por otra parte,
consciente de que dichas inversiones normalmente representan importantes sacrificios
económicos para los contribuyentes, quienes deben soportar al mismo tiempo un
significativo impuesto que tarda varios periodos tributarios en ser totalmente utilizado al
ser muy superior a los débitos generados, el legislador ha establecido en el artículo 27 bis
del DL 825 un mecanismo excepcional de recuperación del remanente de crédito fiscal
cuyo origen se encuentre en adquisiciones destinadas a formar parte del activo fijo 46del
contribuyente –muebles o inmuebles, incluyendo servicios que pasen a integrar el valor o
costo de dichos bienes- y que se arrastren por seis o más periodos tributarios.
Puede ocurrir sin embargo, que el remanente se encuentre conformado también por
adquisiciones no destinadas a formar parte del activo fijo. En tal caso, la imputación o
devolución debe proporcionalizarse, según lo dispone la segunda parte del inciso 1º del
artículo 27 bis del DL 825. Dicha parte o porción estará dada por el porcentaje que
represente el IVA soportado en las adquisiciones del Activo Fijo con relación al total del
crédito fiscal de los seis o más periodos tributarios.
Como ya vimos en su oportunidad, la letra d) del artículo 12 del DL 825 declara exentas
de IVA a las especies exportadas en su venta al exterior. Dicha exención, conjuntamente
con el gravamen de las importaciones, responde a un mecanismo internacionalmente
aceptado, en el sentido que sea el país destinatario de los bienes el que aplique el tributo,
dejando los bienes importados en la misma situación de aquellos de producción nacional.
Al mismo tiempo, al exportador se le coloca en una mejor posición competitiva en el
mercado internacional.
Por tal motivo es que el artículo 36 del DL 825 establece que los exportadores tendrán
derecho a recuperar el IVA que se les hubiere recargado al adquirir bienes o utilizar
servicios destinados a su actividad de exportación. Igual derecho tendrán respecto del IVA
pagado al importar bienes para el mismo objeto.
46 En la técnica contable se ha aceptado generalmente, que dentro del concepto de activo fijo o inmovilizado se
encuentran comprendidos todos aquellos bienes que se adquieren con el ánimo de usarlos en la explotación, sin
el propósito de revenderlos o ponerlos en circulación.
En consecuencia, los exportadores que realizan ventas hacia al exterior, se encuentran
exentos del pago de IVA. También se consideran exportadores ciertos prestadores de
servicios. Finalmente, también hay que tener presente que existen otros exportadores que
lo son por el solo ministerio de la ley.
Un exportador genera venta exenta, entonces, las adquisiciones que hace, como no están
destinadas a una operación gravada, no debieran generar crédito fiscal (porque no va a
generar débito fiscal).
Pero hay una franquicia consistente en que por esas adquisiciones sí generan crédito
fiscal, respecto del cual pueden pedir derechamente su devolución.
Un exportador puede también generar ventas gravadas, por las cuales sí tiene derecho a
crédito fiscal. Entonces, la ley le dice que lo primero que tiene que hacer es imputar el
crédito fiscal al débito generado por esas ventas locales. De lo que excede, ¿cuánta
devolución podrá solicitar? La ley establece una modalidad de proporcionalidad.
El exportador tiene derecho a crédito fiscal que soporta en sus adquisiciones, tanto para
exportación como para ventas nacionales. Este es el crédito fiscal total.
De ese crédito fiscal total tiene derecho a pedir una devolución, equivalente a un
porcentaje que se extrae de la relación entre exportaciones y ventas internas. Lo que
representen mis exportaciones en mis ventas totales, es la proporción que tengo derecho
a pedir devolución sobre el total.
Si tengo remanente del período anterior, puedo pedir devolución del total, pero con un
tope: 19% del valor FOB de las exportaciones.
El caso del exportador puro (no tiene ventas internas), mientras no genere una
exportación no puede pedir devolución. Por lo tanto, puede ir mes a mes acumulando un
remanente de crédito fiscal por las adquisiciones. En rigor esto no es remanente de
crédito fiscal sino que es crédito fiscal puro, porque la voz remanente es indiciaria de
neteo entre crédito y débito. Por lo tanto, si en el mes 6 genera todas las exportaciones,
podrá pedir la devolución de todo el crédito, sin el tope.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&