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Oración para todos los días: O Sainte Elisabeth, dans ton grand amour de Dieu tu étais toujours si
proche des besoins de tes amis. Maintenant que tu es au Ciel devant la Face du Seigneur, intercède
auprès de Lui pour les intentions que nous te recommandons.
(Formule ici ton désir).
Apprends-nous, dans la foi et l'amour, à vivre avec la Sainte Trinité au plus profond de notre cœur.
Apprends-nous, comme toi, à rayonner l'amour de Dieu parmi les hommes dans notre vie de chaque
jour
pour être une louange de sa Gloire.
(Prie lentement un Notre Père et trois fois Gloire au Père, et au Fils et au Saint Esprit)
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"Mientras tanto, vivo en el cielo de la fe, en el centro de mi alma y procuro complacer al Señor siendo
ya en la tierra la Alabanza de su Gloria (Ef. 1,12)". (Carta Nº 246 a la Madre Juana del Santísimo Sacra-
mento - Mayo de 1906).
"Apenas penetre en el umbral del cielo, me lanzaré como una flecha al seno de mis Tres. Una Alabanza
de Gloria sólo puede ocupar ese puesto en la eternidad. Me abismaré en ellos cada vez más". (Palabras
Luminosas en el Carmelo).
DÍA TERCERO: "QUIERO SER PARA EL UNA HUMANIDAD SUPLEMENTARIA"
Lectura Bíblica
"Al presente, me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en mi carne lo que falta a la
pasión de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia". (Col. 1,24).
De los Escritos de Sor Isabel
"¡Que sublime es la vocación de una Carmelita! Tiene que ser mediadora con Jesucristo. Tiene que ser
para El como una humanidad suplementaria donde pueda perpetuar su vida de reparación, de sacrifi-
cios, de alabanza y de adoración". (Carta Nº 232 al Canónigo Sr. Angles - Diciembre de 1905).
"Quiere,..., que sea para El una humanidad suplementaria donde pueda aún sufrir por la gloria de su
Padre y por las necesidades de la Iglesia. ¡Cuánto bien me hace este pensamiento!". (Carta Nº 275 a su
madre María Rolland - 10 de setiembre de 1906).
Ahora que El ha vuelto al Padre y me ha puesto en su lugar sobre la Cruz para que complete en mi
carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en bien de su Cuerpo que es la Iglesia (Col. 1,24), la
Virgen permanece a mi lado para enseñarme a sufrir como Él, para hacerme sentir y comprender los
últimos acentos de su alma que solamente Ella, su madre, pudo percibir". (Últimos Ejercicios Espiri-
tuales, Día decimoquinto).
"Una noche mis dolores eran tan intensos que me sentí dominada por la naturaleza. Intensifiqué en-
tonces mi fe y me dije: una Carmelita no debe sufrir de este modo. Después, contemplando a Jesús
agonizante, le ofrecí mis sufrimientos para consolarle y me sentí fortalecida. Es así como he obrado
siempre en mi vida. A cada prueba, por grande o pequeña que fuese, consideraba los dolores semejan-
tes que el Señor había sufrido para sumergir mis sufrimientos en los suyos y a mi misma en Él". (Pala-
bras Luminosas en el Carmelo).
DÍA CUARTO: "AMAR, AMAR SIEMPRE. VIVIR DE AMOR"
Lectura Bíblica
"Pero Dios, que es rico en misericordia, nos manifestó su inmenso amor, y a los que estábamos muertos
por nuestras faltas, nos dio vida por Cristo. ¡Por gracia han sido salvados!". (Ef. 2,4-5).
De los Escritos de Sor Isabel
"¡Oh cuanto amor!" Estoy como abrumada por el peso de amor. Ante él me callo y adoro. (Carta Nº
1322 al canónigo Sr. Angles - 31 de diciembre de 1902).
"Que maravilloso será cuando, al fin, se descorra el velo y gocemos, cara a cara, de Aquel a quien
únicamente amamos. Mientras llega ese momento, vivo en el Amor, me sumerjo en él, me pierdo en
él. Es el infinito del que mi alma está hambrienta". (Carta Nº 138 a la Madre María de Jesús - Febrero
de 1903).
"Él está en mí y yo en Él. Sólo tengo que amarle y dejarme amar siempre a través de todas las cosas:
despertarme en el amor, moverme en el amor, dormirme en el amor con el alma puesta en su alma, el
corazón en su corazón, los ojos en sus ojos, para que me purifique y me libre de mi miseria por su
contacto divino". (Carta Nº 155 al canónigo Sr. Angles - Agosto de 1903).
"A veces pienso que El obra conmigo como si no tuviese otras almas a quienes amar". (Carta Nº 247 a
la Sra. de Hallo - Mayo de 1906).
"Mira, San Pablo tiene una frase que es como una síntesis de mi vida y podría justificar todos los mo-
mentos de mi existencia: Propter nimiam caritatem (Ef. 2,4). Sí, he recibido ese caudal de gracias por-
que Él me ha amado excesivamente" (Carta Nº 255 a su madre María Rolland - 16/17 de junio de 1906).
DÍA QUINTO: "EL ALMA NECESITA SILENCIO PARA ADORAR"
Lectura Bíblica
"Cuando amaneció, salió Jesús y se fue a un lugar solitario" (Lc. 4,42).
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De los Escritos de Sor Isabel
"Quisiera ser un alma totalmente silenciosa y adorante para penetrar cada vez más en Él. Quisiera
llenarme con tal plenitud de Él, que pudiera darle, mediante la oración, a esas pobres almas que no
conocen el don de Dios". (Carta Nº 119 al Canónigo Sr. Angles - Setiembre de 1902).
"¡Oh, el silencio, la soledad! Aquí se vive a solas con Dios solo. Aquí todo habla de Él. Por todas partes
se le siente tan vivo, tan presente...". (Carta Nº 124 a la Sra. doña María Luisa Maurel - 26 de octubre
de 1902).
"Reina en mi interior una soledad donde El mora y nadie me la puede arrebatar". (Carta Nº 139 a sus
tías, Srtas. Rolland - Abril de 1903).
"Hagámosle en nuestra alma una morada tranquila donde se cante siempre el cántico del amor y de
acción de gracias. Luego... permanezcamos en silencio profundo, eco del silencio que existe en Dios".
(Carta Nº 143 al Seminarista Andrés Chevignard - 14 de junio de 1903).
"Es necesario mirarle siempre. Hay que permanecer en silencio. Es tan sencillo...". (Palabras Luminosas
en el Carmelo).
"Al ver el Creador el hermoso silencio que reina en su criatura, al contemplarla totalmente recogida
en su soledad interior, queda prendado de su hermosura y la instala en aquella soledad inmensa, infi-
nita, en aquel lugar espacioso cantado por el profeta. Ese lugar es El mismo: Entraré en los secretos del
poder de Dios (Sal. 70,16)". (Últimos Ejercicios Espirituales, Día Undécimo).
DÍA SEXTO: "LA ORACIÓN ES EL VINCULO DE LAS ALMAS"
Lectura Bíblica
"Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre que comparte tus secretos". (Mt.
6,6).
De los Escritos de Sor Isabel
"La oración es nuestra ocupación principal, mejor dicho, nuestra única ocupación". (Carta Nº 124 a la
Sra. doña María Luisa Maurel - 26 de octubre de 1902).
"Creo que para satisfacer tantas necesidades hay que transformarse en una oración ininterrumpida".
(Carta Nº 170 al Canónigo Sr. Angles - Febrero de 1904).
"Nunca estoy sola. Mi Cristo está allí siempre orando en mí y yo orando con Él". (Carta Nº 189 a Fran-
cisca Sourdon - 1904).
"La oración... es un descanso, un reposo. Es acercarse con toda sencillez a Aquel a quien se ama. Es
permanecer junto a El como un niño en los brazos de su madre, dejando que el corazón se expanda".
(Carta Nº 189 a la Srta. Francisca Sourdon - 1904).
"¡Oh, querida hermana! Ser suya. Este es mi ideal. ¿No cree que, entonces, una mirada, un deseo, se
transforman en oración eficaz a la que el Padre que contempla en nosotros a su Verbo adorado no
puede resistir?". (Misiva espiritual Nº 11 a Sor Inés de Jesús María).
"La oración seguía siendo el mejor remedio para todos mis males. Pasaba el tiempo del silencio rigu-
roso en verdadera agonía que procuraba unir a la que padeció mi divino Maestro permaneciendo junto
a Él cerca de la reja del coro. Era una hora de puro sufrimiento pero me comunicaba fuerza suficiente
para rezar maitines. Gozaba entonces de cierta facilidad para pensar en Dios". (Palabras Luminosas en
el Carmelo).
DÍA SÉPTIMO: "MARÍA FUE PARA SIEMPRE POSESIÓN DE DIOS"
Lectura Bíblica
"Su Madre guardaba fielmente en su Corazón todos estos recuerdos". (Lc. 2,51b).
De los Escritos de Sor Isabel
"Hoy te he consagrado a ti y a tus angelitos a la Virgen. Nunca la he amado tanto. Lloro de alegría
cuando pienso que esa criatura totalmente serena y luminosa es mi Madre. Me entusiasmo con su
belleza como una hija que ama a su madre. Siento un impulso irresistible que me arrastra hacia Ella.
La he proclamado Reina y Protectora de mi cielo y del tuyo pues todo lo hago para las dos". (Carta a
su hermana Margarita Catez - 16 de julio de 1905).
"Ella se consideraba un ser tan insignificante y permanecía tan recogida delante de su Dios en santua-
rio de su alma que atrajo las complacencias de la Santísima Trinidad. Porque ha puesto los ojos en la
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humildad de su esclava, por eso me llamaran feliz todas las generaciones... (Lc. 1,48)". (El Cielo en la
Tierra, Día décimo).
"La actitud observada por la Virgen durante los meses que transcurrieron entre la Anunciación y la
Navidad debe ser el ideal de las almas interiores, de esos seres que Dios ha elegido para vivir dentro
de sí, en el fondo del abismo sin fondo. ¡Con qué paz, con qué recogimiento se sometía y se entregaba
María a todas las cosas! Hasta las más vulgares quedaban divinizadas en Ella pues la Virgen permanecía
siendo la adoradora del don de Dios en todos sus actos". (El Cielo en la Tierra, Día décimo).
"Cuando leo en el Evangelio que María atravesó presurosa las montañas de Judea para cumplir un
deber de caridad con su prima Isabel, la veo caminar tan bella, tan serena, tan majestuosa, tan recogida
dentro de sí, llevando al Verbo de Dios...". (Últimos Ejercicios Espirituales, Día decimoquinto)