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Medicina Purépecha antecedente histórico y situación actual

David Aguirre Rodas

Historia y filosofía de la medicina

Dr. Gustavo Sptalyn Velázquez Thomas

Universidad Del Soconusco

Tapachula, Chiapas a 21 de septiembre de 2018


Introducción

En nuestro país tenemos a una diversa variedad de pueblos indígenas que más
allá de su cultura y de su desarrollo en diversas ciencias una que nos llama la
atención y fue muy prospera es la medicina Purépecha, Un buen número de
fuentes, tanto materiales como escritas, así como la gran cantidad de
supervivencias vigentes en la actualidad, han hecho posible reconstruir
satisfactoriamente lo que fue un importante sistema de explicación de la
enfermedad y atención de la salud, en el cual se han podido identificar ideas
rectoras, teorías explicativas de los mecanismos de la enfermedad y de la acción
de los medicamentos, así como una amplísima gama de recetas y de técnicas
curativas, que van desde los hechizos y las oraciones a los dioses hasta técnicas
quirúrgicas de gran complejidad.

A pesar de los avances de la medicina científica la cual es la que nosotros


estudiamos y a futuro impartiremos, la medicina antigua sigue vigente aunque
como segunda opción en las zonas altamente urbanizadas y ya como la primera,
en ocasiones la única manera de poder aliviar dolencias en personas de
comunidades rurales y distantes.
Medicina Purépecha

Antecedentes

La medicina en las civilizaciones antiguas ha sobrevivido generación tras


generación hasta nuestros días, en los cuales todavía es de gran beneficio para
las personas. Tocando sus orígenes místicos y del equilibrio del cuerpo, también
la gran herbolaria que se tuvo a la mano debido a la variedad de plantas que
crecen en el país, espera que el lector tenga toda la información al respecto.
“La medicina indígena puede ser un complemento de la medicina alópata más que
una alternativa; no tiene por qué existir una pugna entre saberes. Así, mientras el
médico profesionista se encarga del cuerpo, el médico indígena se ocupa del
espíritu” (Aguirre Beltrán, 1980)

Hay diferentes fuentes documentarias que nos informan de la importancia y del


papel de la medicina de nuestras culturas antiguas entre los cuales están los
Purépecha, las civilizaciones del México Prehispánico se desarrollaron de una
manera completamente independiente y diferente a las del Viejo Mundo, el uso
frecuentemente de la herbolaria y las fuentes de aguas termales. Varias son las
hierbas que se utilizaban y aun en nuestros días siguen vigentes.
“La salud era considerada por los Purépechas como un resultado de la armonía
con la naturaleza y del cumplimiento de las normas comunitarias y familiares” (
Gallardo Ruiz, 2002)
En relación con la medicina tradicional encontramos diversas especialidades entre
los terapeutas, la mayoría de los cuales son mujeres mayores de 55 años y entre
quienes encontramos: curanderos (tsinájpir, xurhríjki, eshperi), parteras (pikurpiri),
sobadoras (parhíjpiri), brujos (sïkuame), hueseros (sesi atsintani unicha, juturuntani
unï), hierberas (uitsákua mítiasti, uitákua jamantspini) y finalmente los mollereros
(ukata). ( Gallardo Ruiz, 2002)

Las principales causas de demanda de atención de la población en materia de


salud eran problemas estomacales, problemas de vías respiratorias y
padecimientos osteomusculares.

Algunas de las plantas que emplearon los antiguos médicos purépecha fueron: el
ololticapitzalpatli, que obtenían de las montañas de Pátzcuaro y que servía para
curar la diarrea; la axixpatli que curaba las fiebres; la llamada acocoquilitl que
servía para adelgazar; la aphatzi siranqua, muy eficaz para quitar tumores y
calenturas; la eratihueni buena para limpiar los malos humores de la orina, y quitar
manchas en la piel; la tzonpopoto, empleaba para curar las nubes de los ojos, las
heridas venenosas y quitar la acidez de la orina; los cabellos de elote usados
contra los males de orina, muy efectiva diurético; la chichiantic, excelente para
curar enfermedades del bazo; la aparequa, empleada para bajar la inflamación y
quitar los dolores de la fracturas aplicada como emplastos: la planta de los
Motines que disuelta en agua aliviaba los miembros adoloridos e hinchados, y
cuya otra de sus variedades se usaba como purgante.
Durante la colonización española, a quienes practicaban la medicina tradicional se
les llamaba brujos y eran juzgados por la santa inquisición.

Métodos de curación
La medicina indígena consiste básicamente en el uso de hierbas, aplicación de
sobadas y rezos. La aplicación de cada método depende del problema que se
trate. Así, por ejemplo, el hecho de que una persona está empachada se debe a
que no ha digerido sus emociones o experiencias tiene un coraje entripado; esto
provoca daños en su estómago, vómito y que tenga los ojos amarillos por el
exceso de bilis; en atención a ello, el médico indígena le brinda un tratamiento que
depure su coraje. Una planta amarga puede ayudar a retirar el exceso de bilis, y
con una sobada es posible impactar en las emociones del paciente
La medicina tradicional indígena constituye un ente social patrimonial colectivo; un
bien común. Está constituida de elementos múltiples, componentes de sabiduría
compleja, plasmados en prácticas terapéuticas y sanadoras diversas,
especializadas. Estos saberes y prácticas de origen ancestral –persistentes en su
uso por propia virtud, trascendencia y derecho, en estos primeros años del tercer
milenio– son parte viva, esencial, del cuerpo característico cultural (tangible,
intangible), y de la propia naturaleza generosa de los pueblos y comunidades
indígenas. ( Gallardo Ruiz, 2002)

Los xirimecha empleaban a más de las plantas curativas y de remedios animales y


minerales, otro tipo de remedios. Por ejemplo, aconsejaban usar el temazcal,
huringueni en lengua puhré, a las mujeres que estaban en trabajo de parto, con el
fin de hacerlo más fácil. Asimismo, recomendaban a los enfermos las aguas
termales, que se encontraban en Chucándiro, Tzinapécuaro, y Araró, estas últimas
tenían como protectora a Cuerahuaperi, la diosa madre de todo lo existente.
Estaban además, las termas de Cuitzeo, las del río Balsas y las del río Lerma.
Como en las mayoria de las otras poblaciones indígenas de México, los terapeutas
tradicionales P'urepecha emplean plantas y materia prima vegetal y tal vez animal,
que se combinan en ocasiones con sustancias minerales, en las preparaciones
herbolarias y formas de administración usuales: infusiones (Kanelita), cocimientos
(Jamakata), maceraciones en agua (t'okeman), en vinagre (shalipera), maceracion
en alcohol (alcoholejatziman), serenadas ( dejadas macerarse a la luz lunar;
angatap xaliperan nanakutsiri tzantzqua jingu ñi), tinturas, cataplasmas (
sanucuntan), jabones (xapú), horchatas, jarabes, pomadas y emplastos con aceite,
vaselina y/o grasa animal (Aguirre Beltrán, 1980)

Las únicas verdaderas enfermedades que se pueden evocar en el marco del


castigo son las debidas a los espíritus, a los “aires”, se traducen en los niños por
una “pérdida del espíritu”. Su tratamiento, basado principalmente en la llamada del
enfermo por su nombre y en rezos, indica su carácter religioso antiguo. Pero su
relación con los fenómenos meteorológicos, a través las divinidades que las
provocaban, se hizo difícil de leer, escondida por una “diabolización” uniformizante
que las asimila con otras afecciones patógenas más directamente “demoniacas”.
Estas enfermedades, como se mencionan cada vez menos en la sierra, permiten
evocar el problema de la evolución cultural que se está produciendo.
Los tratamientos y las curas terapéuticas Purépecha incluyen practicas
alimentarias preventivas y curativas, el cual descuido contribuye a causar una
predisposición hacia la enfermedad o en agravarla, reduciendo las defensa
inmunológicas y naturales del cuerpo. Para comprender adecuadamente el papel
jugado por los alimentos en las enfermedades, es necesario situarlos en el
sistema taxonómico mesoamericano de las polaridades frio-caliente., que engloba
también ciertos estados del organismo, órganos y contactos que el cuerpo tiene
con los factores ambientales.
La polaridad frio-caliente abarca varios niveles (...); los alimentos al ser
transformados por medio del cocimiento pueden dejar, por ejemplo, algún caldo o
consomé gelatinoso, entonces se dice que esta cualidad es la de ser frio, algunos
de estos alimentos son, el pollo, la ardilla y las habas, cuyo caldo al enfriarse se
vuelve gelatinoso (...); el cocimiento cambia la naturaleza del alimento, así el ajo
crudo es irritante mientras que asado ya no lo es; las habas, en cambio se
transforman de frías en calientes cuando se hierven. (Aguirre Beltrán, 1980)

Estado actual de la medicina Purépecha


Ante un sistema generalizado oficial de salud, con esquemas clínicos y
hospitalarios incompletos, insuficientes e inaccesibles para amplios segmentos de
las poblaciones indígenas y rurales del país, se ha argumentado que es necesario
llamar la atención hacia la revalorización de la medicina tradicional indígena
Purépecha y sobre la necesidad de su preservación, enseñanza y difusión como
parte del establecimiento de mecanismos locales de prestación de servicios
adecuados de salud comunitaria en las zonas más alejadas del país.
“Los médicos diagnosticaban por medio de la adivinación, revelaciones de
los sueños, empleando la astrología o ingiriendo plantas alucinógenas” (
Gallardo Ruiz, 2002)

Nuestra entidad federativa no está exenta de este tipo de políticas. Actualmente,


se promueve en el Congreso del estado una iniciativa de reforma que tiene por
objeto regular el ejercicio de las medicinas alternativas, en la que se margina el
conocimiento ancestral de las comunidades indígenas sobre la medicina
tradicional, soslayando su efectividad y reduciéndola como a una de las “diversas
prácticas que no pertenecen al reino de la medicina convencional, y cuya
efectividad no ha sido probada consistentemente“.
Establece que “la medicina alternativa solo podrá ser practicada, y sus servicios
ofrecidos por una persona física que cuente con título y cédula profesional de
médico general”, lo que implica la prohibición a los médicos indígenas de que
practiquen sus métodos tradicionales de curación. Lo anterior, aunado a que el
gobierno no ha podido garantizar un sistema de salud eficiente, empuja a los
enfermos de las comunidades a someterse a tratamientos costosos, por demás
ajenos a su cultura.
Conclusión

Las medicinas prehispánicas de México y en particular la Purépecha, son sistemas


de atención de la salud ricos en conocimientos y en recursos, que se desarrollaron
en forma paralela e independiente de todos los sistemas presentes en el Viejo
Mundo y lograron éxitos suficientes para establecer un equilibrio entre sus
civilizaciones y el medio ambiente en el cual se desarrollaron.
La medicina Purépecha ha sanado a las personas por generaciones. Su
permanencia es parte de las estructuras organizacionales y de solidaridad
comunal que construyen todos los días los pueblos indígenas de Michoacán.
La medicina tradicional indígena ha empezado a regirse por las normas mexicanas
las cuales la añaden al sistema de salud.
La medicina debe de mantenerse porque es parte de nuestras culturas siempre y
cuando actualmente ya tenga más control de sanidad en sus métodos para evitar
dañar a las personas que opten por este método de curación.
Bibliografía

Gallardo Ruiz, J. (2002). Medicina tradicional Purépecha. En J. Gallardo Ruiz, Medicina tradicional
Purépecha (pág. 340). Michoacan, Mexico : Instituto Michoacano de Cultura. Recuperado
el 15 de Septiembre de 2018

Aguirre Beltrán, G. (1980). Medicina y magia, México. Ciudad De Mexico: Mexicana. Recuperado el
17 de septiembre de 2018

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