Professional Documents
Culture Documents
5. Bibliografía.................................................................................................. 32
6. Anexos ........................................................................................................ 33
Anexo 1: Normativa APA respecto a las citas bibliográficas. ............. 33
Anexo 2 : Plantilla para la redacción del artículo. .............................. 46
Anexo 3: Pautas generales para la elaboración de presentaciones .. 52
Anexo 4 : Fuentes de información sobre dificultades y trastornos del
aprendizaje, del lenguaje y del desarrollo. ......................................... 60
Anexo 5 : Rúbricas para la evaluación del artículo y la exposición. ... 63
Anexo 6: Ejemplo de artículo empírico.............................................. 65
A nnex7: Ejemplo de artículo de reseña o revisión. .......................... 77
Anexo 8: Ejemplo de artículo teórico................................................. 90
Anexo 9: Ejemplo de artículo metodológico. ..................................... 99
Anexo 10: Ejemplo de artículo sobre un estudio de caso. .............. 109
-2-
1. Las dificultades del aprendizaje y los trastornos del lenguaje.
Bernice Wrong (1996), por su parte, propuso una clasificación similar que incluía
tanto las dificultades académicas como las no académicas (ver tabla 1). Las
dificultades no académicas incluyen los problemas visomotores, los problemas en el
procesamiento fonológico, los del lenguaje, los de memoria y los perceptivos. Por su
-3-
parte, las dificultades académicas hacen referencia a los problemas en lectura,
deletrear, escritura y matemáticas.
Gruesos
Problemas de procesamiento
fonológico
No académicas
Problemas de lenguaje
Memoria auditiva
Dificultades de
aprendizaje Problemas perceptivos
Lectura
Académicas Aritmética/matemáticas
Deletreo
Escritura Mecánica
Composición
-4-
Especiales (NEE). En este contexto se hablaba de un continuo en que en uno de los
extremos estarían las NEE permanentes y más graves (por ejemplo, sensoriales,
físicas, motoras e intelectuales), y en el otro las transitorias o más leves (García, 1995;
Suárez, 1995). Desde esta perspectiva, las NEE eran identificadas cuando los
alumnos no aprendían en el contexto del aula con los recursos ordinarios y se
observaba un desfase entre ellos y sus compañeros en los aprendizajes básicos que
les correspondían por edad, con independencia que estas dificultades se debieran a
deficiencias sensoriales, mentales, motrices, socioambientales o étnicas. Sin embargo,
con la publicación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 mayo, de educación (LOE),
aparece por primera vez en la legislación educativa española el término de
“Dificultades específicas de aprendizaje”. Concretamente se recoge en el título II
(capítulo Y) dedicado al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.
Posteriormente, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la
calidad educativa (LOMCE), que actualmente está vigente, mantiene esta
terminología.
Los trastornos del habla y del lenguaje son alteraciones que dificultan, de
manera más o menos persistente, la comunicación lingüística, afectando no sólo a
aspectos lingüísticos (fonológicos, sintácticos o semánticos, tanto en el nivel de
comprensión y descodificación como de expresión o producción-codificación), sino
también intelectuales y de la personalidad, interfiriendo en las relaciones y rendimiento
escolar, social y familiar de los individuos afectados.
-5-
Los trastornos del lenguaje son alteraciones en la comunicación lingüística, que
pueden afectar a uno o diferentes aspectos (fonológicos, morfológicos, sintácticos,
semánticos y/o pragmáticos) tanto en el nivel de comprensión y descodificación como
de expresión o producción-codificación.
Disfemia
Trastornos del ritmo y la fluencia
Taquilalia
Funcionales
Afasia
-6-
aspecto del lenguaje que regula el significado y combinaciones de las palabras. La
pragmática se refiere al uso social de la lengua.
Los trastornos del lenguaje pueden ser clasificados de acuerdo con el aspecto
del lenguaje que se ve afectado (fonología, sintaxis, morfología, semántica y/o
pragmática), su gravedad (leve, moderada o grave), y si afecta la comprensión
(lenguaje receptivo), producción (lenguaje expresivo), o ambos (Bishop 1997).
-7-
F84.3 Otro trastorno desintegrativo de la niñez
F84.4 Trastorno hiperactivo asociado con Retraso mental, y movimientos estereotipados
F84.5 Síndrome de Asperger
F84.8 Otros trastornos generalizados del desarrollo
F84.9 Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
-Discapacidad visual
-Discapacidad auditiva
-Discapacidad motriz
-Discapacitado intelectual
-Trastornos de la conducta
1
A pesar de no ser considerado un trastorno, se la ha incluido en este apartado ya que su atención requiere de una
detección y de una intervención específica en el resto de alumnos.
-8-
Hay diferentes factores de riesgo que pueden alterar el desarrollo de los niños,
algunos de los cuales pueden actuar paralelamente, como por ejemplo:
-9-
3. Artículo teórico
4. Artículo metodológico
5. Estudios de caso
Sea cual sea el modelo de artículo, seguirá los mismos estándares de exigencia
que son propios para cualquier revista indexada del ámbito. El trabajo será presentado
en una exposición virtual asíncrona que contará con la supervisión de un tribunal de
evaluación.
Una vez presentados, aquellos artículos con más calidad se podrán publicar en
el repositorio institucional de la UOC, O2 (que contiene las publicaciones digitales en
acceso abierto producidas por la UOC en las actividades de investigación, docencia y
gestión) siempre y cuando el estudiante y el colaborador den su consentimiento.
- 10 -
– Capacidad para el diseño y la gestión de proyectos profesionales.
Competencias transversales.
Competencias específicas.
Objetivos de la asignatura
- 11 -
– Analizar los resultados de una intervención psicoeducativa y extraer
conclusiones sobre su transferencia a la práctica.
– Exponer de manera clara y adecuada los resultados de una intervención
psicoeducativa.
El estudiante del TFM cuenta con el apoyo fundamental del colaborador docente
de la UOC que tiene fundamentalmente las funciones siguientes:
- 12 -
– Delimitar, con el estudiante, la temática y tipología del artículo científico.
– Orientar en la investigación de documentos, materiales y referencias relacionados
con el tema que se analizará.
– Seguir el ritmo de trabajo del estudiante y adaptarse a las necesidades que vayan
apareciendo en las diferentes fases.
– Resolver las dudas que vayan apareciendo y reorientar el trabajo cuando haya
alguna traba.
– Evaluar al estudiante, a realizar la corrección de los trabajos de la evaluación
continuada que elabore el estudiante y la versión final del artículo y de la
exposición, así como de cualquier otro evidencia relevante para la evaluación del
logro de los objetivos y el desarrollo de las competencias.
- 13 -
Así mismo, en el aula virtual se presentan y se dan las pautas para que los
estudiantes realicen las diferentes actividades incluidas en el TFM, se ponen en
común las posibles dificultades y soluciones, y se comparten los recursos y las
estrategias que cada cual va encontrando y/o desarrollando. Los espacios de
comunicación grupal son, pues, una herramienta básica para fomentar las dinámicas
de colaboración y la resolución de problemas o dudas, así como para mitigar la
posible sensación de soledad del estudiante durante el proceso.
Estos espacios de comunicación grupal del aula virtual son, como mínimo los
siguientes:
- 14 -
que permiten la construcción conjunta del conocimiento, o el trabajo transversal de
algún/os aspecto/s de la asignatura (blogs, wikis, portafolios, etc.).
- 15 -
- Una investigación básica o aplicada en el ámbito de las dificultades del
aprendizaje, trastornos del lenguaje y/o trastornos del desarrollo. Esta investigación
puede consistir, por ejemplo, en el estudio de las variables explicativas de un
trastorno, el análisis empírico de un instrumento de evaluación, la comparación
empírica de diferentes métodos de evaluación o intervención, la construcción y
validación de instrumentos de evaluación, el diseño y la evaluación de técnicas,
estrategias o materiales orientados a la atención de dificultades del aprendizaje,
trastornos del lenguaje y /o trastornos del desarrollo, etc. Como cualquier trabajo de
investigación, tiene que incluir una fundamentación teórica (Introducción), una
descripción del método (muestra, instrumentos, procedimiento), resultados y
conclusiones y bibliografía actualizada y específica del tema.
- La valoración de un programa de intervención llevado a cabo en un servicio o
centro. El estudiante tiene que aplicar los instrumentos correspondientes para valorar
la aplicación de un programa de intervención. Esta valoración no tiene que limitarse
únicamente a la eficacia del programa, sino que también puede hacer referencia a
otros aspectos como el coste y el beneficio, la satisfacción de los usuarios, la
satisfacción de los profesionales que lo han aplicado, etc. El trabajo tiene que incluir
una fundamentación teórica (Introducción), una descripción del método (muestra,
instrumentos, procedimiento), resultados y conclusiones y bibliografía actualizada y
específica del tema.
En el anexo 6 podéis ver un ejemplo de este tipo de artículo: Serrat, E., Serrano,
J. Amadó, A., Sidera, F., Andrés, C., Lloveras, S. y Badia, I. (2012). Entrenar la
comprensión de la falsa creencia en niños cono alteraciones del lenguaje. Revista de
Logopedia, Foniatría y Audiología, 32, 109-119.
- 16 -
científicas. Esta gran producción científica impide a los investigadores y especialistas
poder leer toda la información publicada. Por eso, las revisiones son una solución que
tienen los profesionales para mantenerse actualizados sobre los últimos conocimientos
y tendencias sobre una determinada materia.
Las etapas principales en la preparación de un artículo de revisión son las
siguientes:
• Definición correcta del tema.
• Elaboración de un plan de trabajo.
• Investigación bibliográfica.
• Selección y acceso a los documentos.
• Análisis de los documentos.
• Síntesis de la información.
• Redacción del artículo de revisión.
Los estudiantes que opten por este modelo de artículo tendrán que realizar un
trabajo de revisión bibliográfica sobre algún aspecto de intervención educativa en
dificultades del aprendizaje, trastornos del lenguaje y/o trastornos del desarrollo que
suponga la revisión y análisis de al menos 10 artículos científicos. Para encontrar
y seleccionar los artículos que servirán de base para hacer el artículo de revisión, los
estudiantes tendrán que utilizar las fuentes de información que se encuentran al anexo
4.
- 17 -
En el anexo 7 podéis ver un ejemplo de este tipo de artículo: Mendoza, E.
(2012). La investigación actual en lo Trastorno Específico del Lenguaje Revista de
Logopedia, Foniatría y Audiología, 32, 75-86.
3. Artículos teóricos.
En los artículos teóricos los autores toman investigaciones anteriores para dar a
conocer una nueva teoría dentro de la misma línea de las investigaciones
encontradas. Normalmente el autor presenta una nueva teoría después de ampliar y
depurar los conocimientos encontrados.
Otro objetivo de estos artículos es analizar las teorías existentes en un
determinado campo para señalar imprecisiones en trabajos previos. También puede
demostrar la mayor validez de un trabajo frente a otro, ya sea porque algunos trabajos
son más exhaustivos que otros o por su desfase temporal. Esto es de gran ayuda para
los investigadores que buscan referencias de estudios anteriores a los que quieren
estudiar puesto que los ahorra el tiempo de investigación.
Estos tipos de artículos van un paso más adelante que en el artículo de revisión
pues los autores no sólo hacen un análisis crítico sobre un tema sino que proponen
nuevas alternativas, nuevos modelos de comprensión de un fenómeno, nuevas
metodologías de intervención, etc.
Los estudiantes que opten por este modelo de artículo tendrán que realizar un
trabajo sobre algún aspecto de intervención educativa en dificultades del aprendizaje,
trastornos del lenguaje y /o trastornos desarrollo que suponga la revisión y análisis
de al menos 10 artículos científicos. Para encontrar y seleccionar los artículos que
servirán de base para hacer el artículo de revisión, los estudiantes habrán d‘utilizar las
fuentes de información que se encuentran al anexo 4.
4. Artículos metodológicos.
Con los artículos metodológicos se busca proporcionar nuevas metodologías o
modificar las ya existentes después de un minucioso análisis de las mismas. También
sirven para presentar discusiones sobre enfoques cuantitativos y de análisis.
Tienen que ser presentados de forma que cualquier investigador muy informado
pueda entenderlos y así pueda obtener datos bastante aptos para aplicar dentro de su
problema de investigación.
- 18 -
Además, el lector que lee estos artículos tiene que conseguir comparar las
metodologías que ya se han implementado en su campo de acción con las que él
pretende utilizar para determinar su practicidad y viabilidad.
Este modelo de artículo es el ideal para poder presentar nuevas metodologías,
nuevos instrumentos o materiales para evaluar o intervenir en dificultados del
aprendizaje, trastornos del lenguaje y trastornos del desarrollo.
5. Estudios de caso.
En este tipo de artículo el autor describe el material obtenido después de haber
trabajado con un individuo u organización. El propósito de un estudio de caso es
ilustrar un problema, indicar alguna manera de resolver o aclarar los elementos
necesarios de un problema de investigación. Al escribir un estudio de caso, los autores
se tienen que responsabilizar del equilibrio entre proporcionar material ilustrativo
importante y el uso de material confidencial.
Se pueden publicar datos sin alterar la fiabilidad de los mismos ya sea
presentando a la organización en la cual se trabajó el material elaborado para su
respectiva aprobación o bien disfrazando algunos aspectos del caso para que la
organización quede a resguardo de ser identificada, esto se consigue alterando
características específicas, limitando la descripción de disparos particulares o
encubriendo los detalles del caso añadiendo material complementario.
Este tipo de artículos pueden ser sobre todo interesantes para aquellas personas
que hacen el Practicum al mismo tiempo que el TFM. El acceso a casos reales puede
servir de base para poder describir las características de un caso así como el proceso
de evaluación y de intervención seguido en el marco de la estancia en prácticas.
- 19 -
Tiene que estar cuidadosamente redactado para expresar de una manera clara y
sintética lo que se pretende comunicar, y para que incluya las citas y referencias,
indispensables para verificar y poder reproducir los resultados originales que se dan a
conocer en el mismo.
Resumen
El Resumen aparece inmediatamente después del título del artículo y, como su
propio nombre indica, recoge un resumen de los aspectos más importantes recogidos
al estudio. La función fundamental del Resumen es la de presentar el estudio al
posible lector, de forma que este pueda decidir si está o no interesado en la lectura
completa del artículo. El Resumen ha enfatizar los aspectos nuevos o más importantes
del artículo e incluye esta información:
• El contexto del estudio
• El propósito del estudio
• Los procedimientos básicos (muestra, metodología y materiales y
procedimiento)
• Los descubrimientos principales
• Las conclusiones principales.
- 20 -
completo. Del resumen se suelen presentar dos versiones, una en el idioma de la
publicación y otra en inglés.
Introducción
Este apartado es el que abre propiamente el contenido del artículo. La
Introducción tiene que incluir una descripción de las cuestiones generales de las que
trata el estudio y una revisión de la literatura más relevante, que se relacione
directamente con la hipótesis o los objetivos específicos de la investigación realizada.
En este sentido, la introducción presenta el tema que trata el artículo y suele
responder a la pregunta de por qué se ha realizado el estudio. Para responder a esta
pregunta, la introducción empieza con la exposición de los antecedentes teóricos de
nuestro estudio que muestren el estado de la cuestión. Es decir, un resumen de las
últimas investigaciones sobre la temática en que se centra el artículo para mostrar
cuáles son los conocimientos que hasta el momento se han encontrado. Para mostrar
estas investigaciones es esencial el uso de citas
o referencias bibliográficas. En el anexo 1, podéis encontrar las directrices
fundamentales que incluye la normativa APA respecto a las citas bibliográficas en el
texto.
Una vez planteada esta revisión inicial, la introducción se centra al presentar cuál
es el objeto de estudio del artículo y cuáles son los aspectos más nuevos o
innovadores que presenta respecto a los estudios publicados hasta la fecha sobre el
tema. Finalmente, se detallan las variables objeto de estudio, y se plantean las
hipótesis o predicciones que se hacen sobre los resultados del estudio.
Resumiendo, después de leer la Introducción el lector tiene que saber qué nos
ha movido a realizar esta investigación, en qué conocimientos previos nos hemos
basado, qué tipo del estudio haremos y qué resultados esperamos obtener.
Método
En este apartado se hace la descripción de cómo se ha llevado a cabo el
estudio. Se trata de una descripción detallada con la finalidad de que otro investigador
lo pueda repetir y replicar o refutar nuestros resultados.
La sección dedicada al método sólo tiene que incluir la información que estaba
disponible en el momento en el que se escribió el plan o protocolo del estudio (más
adelante se recoge información sobre ello). Cualquier información que se consiguió
durante el estudio se tiene que inscribir en la sección de resultados. Usualmente, los
métodos describen técnicas o procedimientos que se utilizaron en el estudio haciendo
énfasis en cómo se aplican al estudio concreto del artículo científico. Para detallar
estos aspectos, se incluyen tres apartados:
- 21 -
• Participantes: Grupo o grupos de sujetos que participan en el estudio. Hace
falta que se incluyan las principales características de estos grupos y que tienen una
incidencia fundamental en el estudio: edad, sexo, dificultades o trastornos que
presentan, pruebas pasadas y puntuaciones obtenidas, etc.
Resultados
En el apartado de resultados se tienen que ofrecer de forma clara y concisa los
resultados obtenidos en el estudio, indicando los cálculos estadísticos realizados, y
consignando qué pruebas se han utilizado para analizar los datos y el grado de
significación de las mismas. Para mejorar la claridad de nuestra presentación
podemos utilizar Tablas o Gráficos, que se tienen que mencionar en el texto y numerar
para su fácil localización. Se tiene que evitar la reiteración de los datos: podemos usar
Tablas o Gráficos, pero utilizar los dos tipos de representación no es necesario.
- 22 -
Discusión y conclusiones
En las conclusiones se interpretan los resultados obtenidos en el estudio. Para
hacerlo se retoman los resultados obtenidos y se comparan con los de los estudios
previos, se inserta su importancia, así como las implicaciones prácticas y teóricas de
los mismos. En esta sección se mencionan investigaciones futuras, así como posibles
usos de los resultados. En esta parte a menudo se tienen en cuenta posibles
objeciones, limitaciones y comentarios de los resultados.
En primer lugar, hay que hacer un breve resumen de nuestros resultados y
establecer una relación con las hipótesis planteadas en la Introducción para revisar si
se han cumplido o no las predicciones apuntadas. Es importante poner en relación
nuestros resultados con los obtenidos por los estudios que hemos citado en la
Introducción, de forma que podamos mostrar como nuestro trabajo se relaciona con
estudios anteriores y con los enfoques teóricos presentados. Así podremos situar
nuestras conclusiones en el marco teórico que consideramos adecuado.
Finalmente, también pueden citar los problemas metodológicos encontrados, y
proponer posibles investigaciones futuras a la luz de los resultados obtenidos.
Referencias bibliográficas
Es una enumeración de la bibliografía consultada y citada en el estudio. Sólo se
tienen que incluir únicamente y exclusivamente las referencias de todas aquellas
fuentes que han sido citadas dentro del texto. Las referencias bibliográficas tienen que
recoger toda la información necesaria para permitir a cualquier lector que así lo desee
indicar y localizar los documentos mencionados en un texto. La información tiene que
ser exacta, por lo que hay que revisar detenidamente que todas las fuentes incluidas
dentro del texto aparezcan a la bibliografía. Hay varios sistemas de cita de artículos,
usualmente varios campos científicos usan su propio estilo de citación. En el ámbito de
las ciencias sociales se siguen las directrices de Publication Manual of the American
Psychological Association que comúnmente se denominan normas APA. En el anexo
1, podéis encontrar las directrices fundamentales que incluye la normativa APA
respecto a las referencias bibliográficas.
Anexos
Cómo ya se ha indicado, el anexo o anexos son apartados que incluiremos
opcionalmente en nuestro artículo. Su función es la de contener información más
detallada sobre algún aspecto que ya se ha descrito en el texto, como por ejemplo la
lista completa de estímulos, instrucciones exactos dadas a los participantes, tablas
más detalladas de resultados, análisis adicionales a los que hemos presentado, etc.
- 23 -
3.1.3 Fases de elaboración del artículo
- 24 -
c) Trastornos del desarrollo
-Discapacidad visual
-Discapacidad auditiva
-Discapacidad motriz
-Déficits de atención
-Trastornos de la conducta
-Discapacidad intelectual
-Superdotación intelectual
-Trastornos del espectro autista: Síndrome de Rett, Asperger, Autismo.
Para mostrar de una manera clara, concisa y precisa esta primera fase, el
alumno tendrá que entregar una primera PEC que recogerá tres aspectos
fundamentales:
• La tipología del artículo científico que se quiere hacer.
• El título del trabajo en que se centrará el trabajo.
• Justificación de la aplicabilidad del estudio a la situación actual del alumno.
• Justificación teórica que motiva la realización del trabajo.
- 25 -
los participantes sobre los cuales se aplicará la investigación, los instrumentos,
materiales y estímulos que se usarán y el procedimiento cronológico que se seguirá
para la consecución de la investigación.
Por lo tanto, para mostrar de una manera clara, concisa y precisa esta segunda
fase, el alumno tendrá que entregar una segunda PEC que recogerá dos aspectos
fundamentales:
• El marco teórico (la Introducción del artículo).
• El plan o protocolo del estudio.
Entrega Final
La versión final del artículo, que agrupará las partes trabajadas anteriormente
junto con las Referencias y los Anexos (si procede), se presentará en una última
entrega o cuarta PEC siguiendo la plantilla del artículo que se encuentra al anexo 2.
La valoración de esta PEC será la valoración final del artículo.
Las fechas y el formato de entrega de cada una de las cuatro PECs serán
concretados por parte del colaborador docente en sus enunciados que se irán
colgando durante el curso en el aula virtual del TFM. Los plazos de entrega son
estrictos por lo cual, si un estudiante entrega alguna PEC fuera de plazo, este
retraso podrá tener repercusiones en la nota del estudiante.
Todas las PEC se tienen que presentar en formato Word para PC excepto la
Entrega final que se tiene que hacer en formato pdf. Todos los trabajos se
entregarán en el espacio Entrega y registro de AC mediante un archivo titulado:
Nombre del autor_primer apellido del autor_segundo apellido del autor. (Ejemplo:
Jose_Rios_Garcia). El artículo tiene que seguir las siguientes normas de estilo:
- 26 -
Título del trabajo: Tiene que ser breve, claro y ajustado al contenido del artículo. Se
presentará primero en castellano, y después en inglés. El título irá al inicio del artículo.
Tendrá como máximo 80 caracteres o bien estará compuesto por 8-10 palabras que
expresen el contenido del artículo. Si hace falta, se puede incluir un subtítulo no
superior a 60 caracteres que amplíe el contenido.
Palabras clave: Bajo el resumen, se tienen que incluir 5 palabras clave o frases
cortas (lexemas o descriptores), que irán expresados en castellano y en inglés. se
usarán palabras clave. Para guiar la elección de estas palabras podéis revisar el
Tesauro de ERIC (Education Resources Information Center), que se encuentra
accesible en Thesaurus, http://www.eric.ed.gov/
Extensión: Los artículos tienen que tener una extensión de entre 7000 y 8000
palabras que son alrededor de unas 25 páginas.
- 27 -
extensión máxima de las partes del artículo es orientativa pero se recomienda no
sobrepasar las 25 páginas totales (excluyendo los anexos).
comp. compilador
coord. coordinador
dir. director
p. página/se
Tablas, gráficos, y figuras: Se hará un uso moderado y limitado de tablas. Hay que
incluir únicamente los datos esenciales, combinando tablas siempre que sea posible.
Estos elementos se tienen que insertar en el lugar idóneo dentro del texto. Se
presentarán en formato blanco y negro. Tienen que ser numerados consecutivamente
en números arábigos, con su título (en las tablas arriba y en gráficos y figuras bajo)
que tendrá que ser claro y responder con exactitud a su contenido. Ver plantilla del
artículo (Anexo 2).
Citas bibliográficas: A lo largo del texto se tiene que citar el autor/es por el apellido y
año de publicación (ambos entre paréntesis y separados por una coma). Si el/la
autor/a forma parte de la narración se pone entre paréntesis sólo el año. Para ampliar
la información sobre las citas al texto podéis revisar el anexo 1.
- 28 -
Citas textuales: Las citas textuales se tienen que incluir entre comillas y, al final de las
mismas, entre paréntesis, las iniciales del nombre del autor, el apellido, el año
de publicación y las páginas de las cuales se ha extraído este texto.
Originalidad de los manuscritos: Los trabajos tienen que ser originales e inéditos.
Cualquier fragmento de otra obra se tendrá que citar mencionando el autor y la fuente
de acuerdo con la normativa APA.
La presentación del TFM tendrá que incluir los aspectos más relevantes
recogidos en el artículo científico. Aunque la estructura podrá variar en función de la
tipología del artículo realizado, seguidamente recogemos la estructura básica de la
presentación:
- Título y autoría
- Introducción
- Objetivos
- Método
- Resultados
- Discusión
- Referencias bibliográficas
Se tendrá que efectuar una grabación en vídeo, de una duración máxima de 15-
20 minutos, en el que el alumno expondrá su trabajo. En esta exposición se podrá
combinar imágenes del propio alumno, realizando la presentación, con otras
imágenes, gráficos o diapositivas de PowerPoint que apoyen a aquello que se está
exponiendo de forma oral. Hay que remarcar que uno de los elementos fundamentales
- 29 -
que se evalúan es el discurso icónico. Por lo tanto, la exposición no tiene que recoger
toda la información del artículo sino la más importante.
La grabación de vídeo de la exposición será colgado en una a herramienta
habilitada en el aula virtual del TFM que se denomina Present@. Concretamente el
Present@ es un blog que permite subir y visualizar actividades de los estudiantes en
vídeo de forma fácil.
- 30 -
tiene que cumplir escrupulosamente con las fechas límite de entrega de las diferentes
fases y tiene que seguir las directrices y hacer las modificaciones y enmiendas que su
colaborador docente le aconseje. El colaborador docente-tutor puntuará el trabajo
llevado a cabo durante el proceso de 0 a 10. Esta puntuación equivaldrá a un 40% de
la nota final de la asignatura.
-Nota del artículo acabado: Esta parte equivaldrá al 40% de la nota final de la
asignatura (Media de las notas de los miembros del tribunal).
- 31 -
5. Bibliografía.
- 32 -
6. Anexos.
Citas en el texto
- 33 -
sólo el apellido del primero seguido por et. al. y el año si es
la primera cita de un párrafo. Si en dos trabajos citados
coinciden algunos autores, vais citando autores hasta que se
distingan el uno del otro, seguidos por una coma y et. al.
- 34 -
Obras clásicas Haced constar la fecha original si la conocéis. Si no hay
fecha de publicación, podéis usar la fecha de traducción o de
la versión que habéis consultado, especificándolo.
Ordenáis primero las entradas en que aparece como único autor, y dentro de estas
según el año de publicación de más antiguo además nuevo.
Si coinciden todos los autores, ordenáis por año de publicación de más antiguo
además nuevo.
Hewlett, L. S. (1996)
Hewlett, L. S. (1998)
- 35 -
Hewlett, L. S., y Wright, A. C. (1999)
Ordenáis las entradas con autor corporativo por la primera palabra del nombre.
Escribís los nombres desarrollados, no los acrónimos.
Consideráis las obras legales como obras sin título, y alfabetizadlas por la 1a palabra
significativa de la entrada (obviáis los artículos, pero no las preposiciones).
Libros
Elementos: Autor (si consta), título y subtítulo, año de publicación, editorial y ciudad
de publicación.
Hasta 6 autores Apellido, N., Apellido, N., Apellido, N., Apellido, N.,
Apellido, N., y Apellido, N. (año). Título en cursiva:
Subtítulo (# ed.). Ciudad: Editorial.
- 36 -
Pujol, J. M., y Solà, J. (1995). Ortotipografia: Manual del
autor, el autoeditor y el diseñador gráfico (3a ed.). Barcelona:
Columna.
Más de 6 autores Apellido, N., Apellido, N., Apellido, N., Apellido, N.,
Apellido, N., Apellido, N., et. al. (año). Título en cursiva:
Subtítulo (# ed.). Ciudad: Editorial.
Delors, J., Al Mufti, I., Amagi, I.; Carneiro, R., Fay, C.,
Geremek, B., et. al. (1996). Educación: Hay un tesoro
escondido adentro. (2a ed.). Barcelona: Centre UNESCO de
Cataluña.
Libros electrónicos
Elementos: Autor (si consta), título y subtítulo, año de publicación, fecha de consulta,
doi o dirección url.
Con doi
Schiraldi, G.R. (2001). The tabla-traumatic stress disorder sourcebook: A guide tono
healing, recovery, and growth. doi:10.1036/10071393722
Con url
- 37 -
http://www.gutenberg.org/ebooks/2529
Si la cita acaba con un número doi o una dirección url, no ponéis punto al final.
Elementos: Autor del capítulo (si consta), título y subtítulo del capítulo, editores
literarios del libro, título y subtítulo del libro, lugar de edición, editorial, año de
publicación, página o páginas del capítulo.
Elementos: Autor del epígrafe (si consta), título del epígrafe, título del diccionario o
enciclopedia, año de edición.
Sin autor conocido Título del epígrafe. (año). Dentro de Título del diccionario
o enciclopedia en cursiva. (Vol. #, p. # primera página-#
última página). Ciudad: Editorial.
- 38 -
Artículos de revista
Elementos: Autor del artículo, título del artículo, título y subtítulo de la revista, número
de la publicación, fecha de publicación, páginas donde se incluye el documento.
Apellido, N. (año). Título del artículo: Subtítulo del artículo. Título de la revista
en cursiva: Subtítulo, # volumen (# del número), # primera página del artículo-#
última página del artículo.
Elementos: Autor del artículo, título y subtítulo del artículo, título y subtítulo de la
revista, número de la publicación, fecha de publicación, DOI o URL (si el artículo tiene
DOI hay que ponerlo, en caso de no tener se pondrá la dirección URL)
con DOI
Apellidos, N. del autor, y Apellidos, N. del autor. (año revista). Título artículo:
Subtítulo. Título revista en cursiva: Subtítulo, # volumen (# del número), #
primera página artículo-# última página artículo. doi:
Apellidos, N. del autor, y Apellidos, N. del autor. (año revista). Título artículo:
Subtítulo. Título revista en cursiva: Subtítulo, # volumen (# del número), #
primera página artículo-# última página artículo. Recuperado fecha de consulta,
a dirección URL
Si la cita acaba con un número doi o una dirección url, no ponéis punto al final.
Títulos de revista
- 39 -
Título en cursiva: Subtítulo (data inicio-data final). Ciutat: Editorial.
Artículos de diario
Elementos: Autor del artículo, título del artículo, título y subtítulo del diario, fecha de
publicación, página y sección donde se incluye el artículo:
Mayer, C.E. (7 enero 2005). Group takes aim at junk-food marketing. The Washington
Post, p. E2.
Elementos: Autor del artículo, título del artículo, título y subtítulo del diario, fecha de
publicación, fecha de consulta y url
García Martínez, Ch. (17 enero 2011). La catarsis del grande maldito del jazz. El País.
Recuperado 18 enero 2011, a
http://www.elpais.com/articulo/cultura/catarsis/gran/maldito/jazz/elpepucul/20110117el
pepicul_2/tes
Tesis
Elementos: Autor, título y subtítulo, nombre universidad, año tesis, título publicación
oficial, volumen y página.
- 40 -
Ross, D. F. (1990). Unconscious transference and mistaken
identity: When a witness misidentifies a familiar but inocente
person from a lineup (Tesis doctoral, Cornell University, 1990).
Dissertation Abstracts International, 51, 417.
Apellido, N. (año). Título en cursiva: Subtítulo en cursiva.
No publicada Tesis doctoral no publicada, Nombre universidad, Ciutat.
Actas de congreso
Elementos: Autor, título y subtítulo, editor literario, título congreso, páginas, lugar
edición y editorial.
Normas
- 41 -
élaboration te présentation: ISO 10241. Genève: ISO.
Patentes
Smith, I. M. (1988). Uno.S. Patente No. 123.455. Washington, DC: Uno.S. Patente
and Trademark Office.
Legislación
Mapas
- 42 -
Páginas web
Elementos: Autor (si consta), título y subtítulo, dirección URL, fecha de edición y/o
consulta (recomendado).
Modern Language Association. (2003). MLA Style. Recuperado 30 abril 2004, desde
http://www.mla.org/style
Tesis electrónicas
Correos electrónicos
- 43 -
Apellido emisor, N. (data mensaje). Título mensaje: Subtítulo. [Mensaje #].
Mensaje enviado a URL
Simons, D. J. (14 julio 2000). New resources for visual cognition [Mensaje 31].
Mensaje enviado a http://groups.yahoo.com/group/visualcognition/message/31
Hammond, T. (20 noviembre 2000). YAHC: Handle parameters, DOI genres, etc.
Mensaje enviado a lista de distribución Ref-Links, archivado a http://www.doi.org/mail-
archive/ref-link/msg00088.html.
Apuntes de Moodle
Grabaciones sonoras
- 44 -
Wagner, R. (1993). Der Ring des Nibelungen:
Höhepunkte [Disco compacto]. Hamburgo: Deutsche
Grammophon.
Vídeos (YouTube)
Apellido, N. (año, mes día). Título del vídeo en cursiva [vídeo]. Recuperado el
mes día, año, desde url.
- 45 -
Anexo 2: Plantilla para la redacción del artículo.
Palabras clave (negrita, arial 11): Tienen que incluirse 5 palabras clave, descriptores
o termas internacionalmente aceptados. Tienen que incluirse únicamente las palabras
clave más representativas del trabajo.
Key Words (negrita, arial 11): Incluir las palabras clave en inglés.
2
Correspondencia: Nombre y apellidos del primer autor. Correo electrónico: primerautor@uoc.edu
3
Profesor que ha tutorizado el trabajo.
- 46 -
Introducción (arial 14, negrita, centrado)
1 espacio, interlineado sencillo
A continuación presentamos una descripción del modelo de artículo para hacer el TFM
del Máster en dificultades del Aprendizaje y Trastornos del lenguaje. En él
encontramos todas las formas referentes en la definición de márgenes, interlineado,
tipo y tamaño de la letra, formado de mesas y figuras.
La extensión máxima son 8.500 palabras. El tipo de letra en todo el texto tiene que ser
Arial con un tamaño de 11 puntos (excepto los títulos de epígrafes que serán de 14
puntos) y los párrafos tienen que estar justificados a los dos márgenes. Los márgenes
izquierdo, derecho, superior e inferior serán de 2 cm. El interlineado será sencillo (1
línea) y los párrafos en todo el texto del artículo se separarán por una línea en blanco.
Las enumeraciones que se quieran incluir tanto en este como cualquiera otro
apartado, tendrán que tener esta forma:
Citas bibliográficas: a lo largo del texto se tiene que citar al autor/es por el apellido y
año de publicación (los dos entre paréntesis, en orden alfabético y separados por una
coma), por ejemplo (Aguaded, Boza, Fondón, Ipland y Sanolas, 1997). Si dentro de
una misma cita se quiere referenciar diferentes trabajos se hará de la siguiente forma
(Pérez, Gómez y Ruiz, 2008; Johnson, Jones, Smith, 2010). Todas las citas que se
hagan dentro del texto tendrán que reflejarse en el apartado de Referencias
bibliográficas o Fuentes electrónicas. No utilizar números. Si el autor forma parte de la
narración, se pone entre paréntesis sólo el año.
En el supuesto de que las citas literales dentro del texto tengan una extensión de
hasta 40 palabras, se tendrán que realizar de la siguiente forma, Hermans (2003): “las
voces colectivas no están simplemente fuera del yo como una comunidad externa,
sino que son una parte del yo individual y, al mismo tiempo, lo trascienden como parte
de la comunidad social e histórica más amplia” (p.105).
En el supuesto de que las citas literales dentro del texto tengan una extensión de más
de 40 palabras se tendrán que realizar de la siguiente forma, Bauman (2005):
- 47 -
Antes de enviar su artículo con el nuevo formato, recomendamos volver a leerlo
íntegramente, poniéndose en el lugar de una persona no residente a su país. Puede
ser necesario explicar ciertos elementos de su sistema educativo para la audiencia
internacional. Una vez finalizada la edición del documento, tiene que generarse el
documento en pdf correspondiente que será el que se envíe para su evaluación.
El epígrafe Método puede incluir estos subepígrafes u otros según el contenido del
artículo.
Describe la población y la muestra del estudio así como las variables seleccionadas
para el estudio.
Describe los instrumentos utilizados así como las áreas y factores que se ponen en
juego.
- 48 -
referenciadas dentro del texto del artículo (TABLA 1., FIGURA 1.) y numerarlas con
números arábigos correlativamente. Los títulos (situados arriba en las tablas, figuras y
gráficos) tienen que ser clarificadores del contenido de las mismas (irán en letra Arial
10, negrita). El pie de tabla, figura o gráfico tiene que estar editado con letra Arial 8.
1
0,9
0,8
Proportion of looks
0,7 n0
0,6 v1
0,5 v2
0,4 v3
0,3
0,2
0,1
0
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
220
240
260
280
300
320
340
360
380
400
420
440
460
480
TABLA 1. El título ha de aparecer en arial 10 negrita y sin punto final. El texto que
aparece en el interior de las tablas tiene que tener un tamaño de 10 ptos
- 49 -
TABLA 2. El título ha de aparecer en arial 10 negrita y sin punto final. El texto que
aparece en el interior de las tablas tiene que tener un tamaño de 10 ptos
TABLA 3. El título ha de aparecer en arial 10 negrita y sin punto final. El texto que
aparece en el interior de las tablas tiene que tener un tamaño de 10 ptos
Cabecera
Cabe
Las referencias bibliográficas utilizadas para la realización del artículo tendrán que
estar reflejadas en esta sección. Todas las citas colocadas en el interior tendrán que
aparecer reflejadas en esta sección. La veracidad de las citas bibliográficas será
responsabilidad del autor o autores del artículo. Estas serán presentadas por orden
- 50 -
alfabético y tendrán que ajustarse a las normas APA (6ª edición) que se encuentran en
el anexo 1 de la Guía del TFM. Tienen que citarse adecuadamente los documentos
electrónicos, las páginas web y las referencias legales. El interlineado será sencillo.
Cada referencia es un párrafo, no incluir líneas en blanco. Se muestran algunos
ejemplos a continuación:
Alí, I. (2004). Desarrollo de Mapas Conceptuales con Niños de Kinder y Primer Grado.
En A. J. Cañas, J. D. Novak Y F. M. González. Concept Maps: Theory, Methodology,
Technology. Proceedings of the First International Conference donde Concept
Mapping, Pamplona, Recuperado el 18 de Octubre de 2005, de: http://
cmc.ihmc.us/papers/cmc2004-264.pdf
Gadner, H. (1993). Multiple intelligences. The theory in practice. New York: Basic
Books.
Hernández, P. y García, L.M. (1997). Enseñar a pensar: un reto para los profesores.
La Laguna: Tafor.
Fecha de entrega:
Fecha de revisión:
Fecha de aceptación:
- 51 -
Anexo 3: Pautas generales para la elaboración de presentaciones.
1. Elaboración de presentaciones
Últimamente, hacer presentaciones, disertaciones o exposiciones en público se
ha convertido en un hecho muy habitual, tanto en el ámbito académico como en el
mundo laboral. Por eso es muy importante tener unas pautas claras y concretas que
ayuden a su mejora, dada la gran cantidad de estas que se tienen que efectuar a lo
largo de la vida tanto académica como profesional.
Son muchos los factores que se tienen que tener en cuenta para que la
presentación tenga éxito: desde el vestuario o el tono de voz del ponente, hasta el
aspecto de las diapositivas. Aquí nos centraremos en esta última parte: cuáles son los
elementos gráficos que son clave para hacer una buena presentación.
Hay una gran confusión respecto al término presentación. El motivo es que, a
pesar de que la presentación es todo (la disertación o exposición más los elementos
que lo acompañan), coloquialmente denominamos presentación sólo a los materiales
gráficos. Aquí se usará el término "presentación gráfica" para referir-se a esta última
acepción.
En este material se verá, en primer lugar, qué es y qué funciones tiene una
presentación gráfica. En segundo lugar, se harán unas recomendaciones generales de
como abordar una presentación y con qué criterios. Después se verá como se tiene
que estructurar. Y finalmente, se repasaran unos principios básicos de diseño visual
para darle una estética determinada.
2. Presentación gráfica
Antes de empezar a ver cómo hacer una buena presentación gráfica que
acompañe una exposición hay que aclarar que este apoyo gráfico (realizado, por
ejemplo, con Power Point, Prezi, Open Office Impres, Keynote) no es ni hace la
presentación, quién la hace es la persona o el expositor. Esto se tiene que tener muy
presente puesto que:
- 52 -
• Una presentación de diapositivas tiene que ser un elemento de apoyo de la
presentación que hace la persona, donde se incluyen elementos visuales
que ayudan a hacer entender el que dice el orador.
Hay que tener muy presente que una comunicación persona a persona, que es
lo que sería un informe o documento, siempre será muy diferente de una
comunicación persona– audiencia. En el primer caso es el lector quien administra su
tiempo y decide cómo y cuándo leer; en el segundo caso es el orador quien administra
el tiempo y enfatiza les partes importantes del discurso.
En un documento, el texto, el contenido, es el elemento más importante y la
forma del documento, a pesar de que es importante, está en un plano secundario. En
el caso de las presentaciones gráficas pasa un poco lo mismo: el importante es el
contenido, pero tiene una relevancia especial como lo mostramos. En el acto de
mostrarlo lo más importante es el orador, su capacidad como comunicador, pero se ha
de tener muy presente que una buena presentación gráfica puede ayudar mucho a
reforzar el discurso.
Cómo se ha dicho, se genera una relación orador– audiencia, y habitualmente se
tiene un tiempo limitado. En este tiempo el orador tiene que intentar que la audiencia
retenga la información considerada esencial y por eso la audiencia no puede estar
más pendiente de leer que de escuchar. En consecuencia, no se puede saturar las
diapositivas de información o se provocará el efecto contrario: en lugar de atraer la
atención y hacer resaltar la exposición se generará un distanciamiento.
3. Recomendaciones
Algunas recomendaciones iniciales a la hora de plantear una presentación:
• No se puede olvidar que la función de una presentación es acompañar
visualmente y gráficamente a una exposición, discurso o presentación para
atraer y fijar la atención de la audiencia.
• No se tiene que usar nunca la presentación como un contenedor de
información que funcione por él mismo.
• No se puede hacer una presentación en base a leer el texto de las
diapositivas. No se puede tampoco hacer que la presentación de diapositivas
sea el texto base que nosotros leemos.
Una vez hemos definido a rasgos generales como tenemos que entender la
presentación haremos unas primeras recomendaciones antes de empezar en
cuestiones formales más concretas como el texto, el color, etcétera.
- 53 -
1) Se tiene que conocer la audiencia tanto como sea posible
Antes de empezar a desarrollar el contenido de la presentación es necesario
reflexionar sobre varias cuestiones básicas como las siguientes:
• Quién es la audiencia? Cuál es su formación? Cuánta información tienen
sobre lo que hablaréis?
• Cuál es el objetivo del acontecimiento? La audiencia viene a la presentación
buscando información concreta y práctica? Qué quiere escuchar, conceptos
y teorías o consejos prácticos?
• Por qué se hace la presentación? Cuáles son las expectativas que la
audiencia tiene sobre la presentación?
• Dónde será la presentación? Cuáles son los acondicionamientos logísticos
(iluminación de la sala, tipo de proyector, medida de la pantalla de
proyección, audio, etc.)?
• Qué día tendrá lugar la presentación? Se tendrá tiempo para prepararla?
• Cuánto de tiempo comprende la presentación? A qué hora será? Hay más
ponentes? Etc.
No se tiene que caer en la tentación de llenar mucho las diapositivas (con logos,
imágenes, gráficos, texto, etc.) Tienen que tener espacios en blanco. Cuanto menos
ruido haya en la diapositiva más fuerte es el impacto visual del mensaje.
Una presentación sencilla y simple no quiere decir que sea vacía de contenido.
La sencillez es difícil de conseguir y es muy apreciada por la audiencia. Hacer una
presentación simple lleva mucho más tiempo y mucho más trabajo en cuanto que
implica más reflexión porque se ha de pensar muy bien qué incluir y qué dejar fuera.
Cuál es la esencia del mensaje? Esta es la cuestión clave alrededor que se tiene que
pensar al preparar la presentación.
- 54 -
contenido es cómo si un director empezara a rodar sin tener el guion. Insistimos que
es imprescindible crear un tipo de storyboard o guion gráfico antes de poner-se con el
programa que se utilice. Se tiene que pensar muy bien cuál será la estructura de la
presentación y como fluirán los contenidos.
En cuanto a las imágenes también habrá que pensarlas en esta etapa inicial. Se
pueden ir esbozando las ideas, sin preocupar-se lo más mínimo por el dibujo, e ir
situando en el esquema con lápiz un borrador de una imagen en un determinado punto
y en relación a un contenido; uno de un gráfico en otro momento o de una tabla en una
determinada sección. Esta selección también se hará en la parte de la storyboard así
se asegurará que todo está relacionado y situado en el momento exacto y que no hay
ninguna imagen gratuita.
Se pueden usar bancos de imágenes que hay en la red para encontrar imágenes
de todo tipos que son mucho mejores que las de las plantillas de los programas. Es
conveniente ir pensando en las imágenes al mismo tiempo que se piensa en cómo
organizar el contenido: se trata de trabajar el contenido y el continente al mismo
tiempo.
Al trabajar con papel y lápiz de entrada, y no con el software, se aclaran y se
estructuran las ideas. El esquema resultante dará una idea plasmada en una imagen
visual clara de cómo fluye el contenido. Después, cuando se esté trabajando en el
proceso de diseño con el programa escogido, sólo se tendrá que de dar un vistazo a
los apuntes para ubicarlos. En la figura siguiente se puede ver un ejemplo de
preparación con papel y lápiz en el cual el ponente usa su capacidad para dibujar
cómicos (en el punto siguiente nos pararemos en la estructura de la presentación).
- 55 -
Para que la presentación esté estructurada claramente, y la audiencia encuentre la
secuencia lógica al seguirla, es necesario una diapositiva con el esquema u hoja de
ruta (road map) que ilustre la organización de la exposición. También es necesario
mantener esta estructura a lo largo de la exposición.
- 56 -
4) Se tiene que dar mucha importancia a la parte visual, pero no utilizar plantillas
ni los clip arts prediseñadas
Son diversas las razones que hacen que no sea conveniente utilizar las plantillas
prediseñadas de los programas de diseño de presentaciones:
• La primera es que es un recurso que todo el mundo ha utilizado y por eso
mucha gente las ha visto en otras presentaciones.
• La segunda es que hoy en día ver un producto estandarizado nos transmite
la sensación de poca preparación, puesto que como consumidores exigimos
productos hechos a medida.
• La tercera, y más importante de las razones para no utilizarlas, es porque
hacerla a medida transmite una mayor preocupación en cuanto a la
preparación de la exposición.
Se trata de hacer nuestras propias plantillas, que serán mucho más adecuadas a
las necesidades de una presentación concreta. Todos el programas permiten diseñar
plantillas y añadirlas a las plantillas estándares del programa para utilizarlas en futuras
ocasiones.
A la hora de hacer una presentación gráfica hay que seguir la premisa que una
imagen vale más que mil palabras. Es conveniente utilizar una gran cantidad de
imágenes y fotografías. Las imágenes son un medio muy poderoso para comunicar. La
imagen refuerza cualquier punto de la presentación, además de generar estados de
ánimo y sentimientos en la audiencia.
- 57 -
Recomendaciones
• No olvidar que muchas veces una imagen vale más que mil palabras.
• La imagen tiene que estar relacionada con lo que se está diciendo.
- 58 -
Recomendaciones
Por regla general, se puede utilizar la animación cuando hace alguna aportación a la
transmisión o explicación de una idea.
- 59 -
Anexo 4 : Fuentes de información sobre dificultades y trastornos del
aprendizaje, del lenguaje y del desarrollo.
Base de datos
SCOPUS (Guía)
Annals of Dyslexia
http://www.springer.com/education+%26+language/linguistics/journal/11881
Dyslexia
http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/%28ISSN%291099-0909
Autism Research
http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1002/%28ISSN%291939-3806
Autism
http://aut.sagepub.com/
Psicothema
http://www.psicothema.com/
Àmbits de Psicopedagogia.
http://ambitsdepsicopedagogia.cat/
• ERIC
• ProQuest Central
• Science Direct
• PsycINFO
• MEDLINE
Esta base de datos provee información fidedigna en las áreas de medicina,
enfermería, odontología, veterinaria, sistemas de salud, psicología, ciencias
clínicas, y mucho más.
• PubMed
15%
____ x0,15=____
El estudiante no responde a El estudiante responde El estudiante responde a El estudiante responde a El estudiante responde a todas las
las preguntas hechas por algunas de las preguntas todas las preguntas hechas todas las preguntas hechas preguntas hechas por los miembros
los miembros del tribunal. hechas por los miembros por los miembros del tribunal por los miembros del del tribunal con rigor y
del tribunal con poco rigor con rigor y fundamentando tribunal con rigor y fundamentando sus respuestas.
Respuestas a y sin fundamentar sus sus respuestas. fundamentando sus Proporciona información nueva
las preguntas respuestas. respuestas. Proporciona relevante a las preguntas. El
del tribunal información nueva estudiante es capaz de reconocer
relevante a las preguntas. las mejoras propuestas y visionar
25% El estudiante es capaz de soluciones adecuadas.
reconocer las mejoras
propuestas pero las
soluciones son poco
adecuadas. ____ x0,25=____
Total nota
La evaluación del contenido será cuantitativa (0-10)
100% ________
Anexo 6: Ejemplo de artículo empírico.
Serrat, E., Serrano, J. Amadó, A., Sidera, F., Andrés, C., Lloveras, S. y Badia, I.
(2012). Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños cono alteraciones del
lenguaje. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 32, 109-119.
- 65 -
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Revista de
ORIGINAL
a
Departamento de Psicología, Universitat de Girona, Girona, España
b
Departamento de Psicología evolutiva y de la educación, Universitat Jaume I, Girona, España
c
CREDA de Girona, Girona, España
PALABRAS CLAVE Resumen La capacidad de atribuir estados mentales a uno mismo y a los demás, es decir,
Comprensión de la la teoría de la mente, ha sido intensamente estudiada en los últimos años. La mayoría de
falsa creencia; trabajos se han centrado en el estudio de la comprensión de la falsa creencia, uno de los
Estudio de hitos más importantes en el desarrollo de la teoría de la mente que se adquiere alrededor de
entrenamiento; los 4-5 años. Sin embargo, diversos autores han señalado que los niños con dificultades en el
Teoría de la mente lenguaje comprenden la falsa creencia a edades más avanzadas. Por otra parte, la adquisi-
ción de la comprensión de la falsa creencia se ha relacionado con las habilidades lingüísticas.
En concreto, algunos estudios de entrenamiento subrayan que la denominación de objetos con
doble perspectiva facilita el desarrollo de esta capacidad. En esta línea, el objetivo del presente
estudio es aplicar este tipo de entrenamiento a sujetos con dificultades en el desarrollo del len-
guaje. La muestra estaba formada por 14 niños con alteraciones en el desarrollo del lenguaje,
de edades comprendidas entre los 58 y los 107 meses. Se administraron un pretest y un postest
para evaluar el efecto del entrenamiento en la comprensión de la falsa creencia. En la línea de
los estudios previos, los resultados subrayan un retraso en la adquisición de la comprensión
de la falsa creencia y apuntan que la denominación de objetos con doble perspectiva facilita
la mejora de esta.
© 2010 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
0214-4603/$ – see front matter © 2010 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rlfa.2012.01.003
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
children acquire around the age of 4 to 5 years. However, several authors have pointed out that
children with language difficulties may show a delay in the acquisition of false belief unders-
tanding. On the other hand, this attainment has been related to linguistic abilities. Concretely,
some training studies suggest that labeling objects with a double perspective fosters false-
belief understanding. The aim of the present study was to apply this kind of training to children
with language development difficulties. We studied 14 children with language difficulties aged
between 58 and 107 months. The participants were administered a pretest and a posttest to
evaluate the effects of the training. Consistently with the results of prior studies, our results
showed a delay in children’s false-belief understanding, suggesting, however, that training based
on labeling objects with a double perspective facilitated their acquisition of this ability.
© 2010 AELFA. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños con alteraciones del lenguaje 111
Harris, 2005; Tomasello y Carpenter, 2007). En esta línea de Barajas, Linero y Quintana, 2008; Peterson y Siegal, 1995).
estudios resulta difícil determinar si es el tipo de input con- Varios estudios indican que mientras que los niños sordos
versacional el que promueve el desarrollo de la TM o si, por nacidos en familias oyentes (no signantes) presentan retraso
el contrario, es el nivel de comprensión sociocognitiva que en las tareas de TM, los niños sordos nacidos de padres sordos
demuestra el niño lo que motiva a los demás a expresarse (signantes nativos) no presentan deficiencias en la realiza-
con un discurso de naturaleza más mentalista. ción de estas tareas. En esta línea, Gale, De Villiers, De
Una parte de los autores que se sitúa dentro de la Villiers y Pyers (1996) observaron que los niños sordos edu-
hipótesis comunicativa ha tenido en cuenta los aspectos cados en escuelas exclusivamente orales, que ven retrasado
semánticos implicados en el input conversacional. Desde su desarrollo lingüístico, tienden a pasar las tareas de falsa
este punto de vista, si la conversación es abundante en creencia unos 3 años más tarde que los niños oyentes. Más
contenido mentalista, entonces posibilita la abstracción de recientemente, Schick et al. (2007) han hallado resultados
conceptos de estado mental a partir del uso de términos similares al comparar signantes nativos, signantes no nati-
específicos para codificarlos (Adrián, Clemente y Villanueva, vos y niños sordos no signantes, independientemente de si
2007; Bartsch y Wellman, 1995; Olson, 1988). Se considera las tareas tenían bajo o alto contenido verbal.
que la adquisición de términos que se refieren a estados De manera parecida a la investigación con niños sordos, la
mentales media el desarrollo de la comprensión de la mente, relación entre el lenguaje y la TM en los trastornos de espec-
ya que posibilita extraer analogías entre la propia expe- tro autista también aporta elementos a favor del rol crucial
riencia y la de los demás. Se asume que el lenguaje crea del lenguaje en la comprensión de la falsa creencia. En
categorías que permiten distinguir entidades con un grado concreto, diferentes estudios muestran la relación entre el
elevado de opacidad referencial, como por ejemplo las lenguaje, particularmente la sintaxis, y la TM en niños autis-
creencias y los deseos. tas (Bishop, 1997; Tager-Flusberg y Sullivan, 1994). Además,
Una segunda propuesta teórica, sostiene que determi- según Tager-Flusberg y Joseph (2005) la adquisición de los
nadas habilidades lingüístico-gramaticales de las criaturas complementos oracionales con verbos de comunicación es la
son cruciales para desarrollar la comprensión de la falsa clave para comprender por qué algunos niños con autismo
creencia. A partir del trabajo de Astington y Jenkins (1999), son capaces de superar las tareas de falsa creencia. A partir
las habilidades sintácticas comenzaron a considerarse fuer- de sus propios datos, estos autores defienden que los niños
temente asociadas a esta comprensión. Siguiendo esta autistas son especialmente dependientes del lenguaje para
línea, se ha propuesto una hipótesis mucho más específica lograr su capacidad metarrepresentacional. Los niños autis-
(De Villiers y Pyers, 2002; De Villiers, 2005), que sostiene que tas con mejor lenguaje son aquellos que tienen un mejor
el factor clave para el razonamiento sobre creencias falsas desarrollo en TM y, específicamente, en comprensión de la
reside en el dominio infantil de la sintaxis de los comple- falsa creencia.
mentos oracionales. Esta hipótesis se aplica solo a aquellos Por otra parte, diversos trabajos han discutido si hay o
complementos que dependen de verbos mentales y de comu- no retraso en la adquisición de ciertas habilidades men-
nicación y que, además, toman complementos sobre sucesos talistas en los niños con Trastorno Específico del Lenguaje
potencialmente reales. Dentro de los resultados que han (en adelante, TEL). Algunos autores (Farmer, 2000; Gillott,
aportado mayor cantidad de evidencia empírica a la hipóte- Furniss y Walter, 2004; Brinton y Fujiki, 1999) han hallado
sis de la complementación oracional hallamos los obtenidos peor manejo de intenciones comunicativas o de atribución
a partir de la ejecución en tareas de falsa creencia por parte de estados emocionales en estos niños. Por su parte, Bishop
de niños sordos (Schick, De Villiers, De Villiers y Hoffmeister, (1997) sugiere que la ejecución empobrecida en tareas de
2007). TM de los sujetos con TEL es consecuencia de sus habilida-
Otros estudios hallan que también el vocabulario recep- des lingüísticas pobres, y no de una inhabilidad para apreciar
tivo está relacionado con la TM (Doherty, 2000; Happé, 1995; las falsas creencias de otras personas. En cuanto a la com-
Schick et al., 2007), y algunos autores observan que hay una prensión de la falsa creencia, en algunos estudios se observa
relación importante entre el hecho de disponer de nom- un retraso en la superación de las tareas de falsa creencia
bres alternativos para los objetos y la comprensión de la (Bishop, 1997; Cassidy y Balluramen, 1997), mientras que
falsa creencia (Perner, Stummer, Sprung y Doherty, 2002). en otros se afirma que este retraso no existe (Leslie y Frith,
De hecho, una propuesta teórica sostiene que lo que hay 1988; Perner, Frith, Leslie y Leekam, 1989; Ziatas, Durkin y
previamente a la comprensión de la falsa creencia es la habi- Pratt, 1998) o que solamente se da en sujetos con pobres
lidad para considerar múltiples nombres para los objetos habilidades pragmáticas (Shields, Varley, Broks y Simpson,
(Jacques y Zelazo, 2005). En esta línea, un estudio de Sidera, 1996). A pesar de estos resultados contradictorios, estudios
Rostan, Serrano, Serrat, Vallès-Majoral, Esteban y Amadó más recientes establecen que sí se da un retraso en la supe-
(2010) halla que el entrenamiento más eficaz para mejo- ración de las tareas de falsa creencia en los niños con TEL
rar la comprensión de la falsa creencia es la denominación de 5 a 6 años y medio respecto de sus controles (Farrant,
de objetos desde más de una perspectiva. Fletcher y Maybery, 2006), así como en niños de 4 a 6 años
(Andrés, 2009; Farrant et al., 2006).
Siguiendo la línea de que la conversación implica un
Dificultades en la comprensión de la falsa creencia constante intercambio entre diferentes puntos de vista y
posibilita que los niños aprendan a adoptar otra perspec-
En cuanto a las dificultades en el desarrollo de la compren- tiva, Harris (1996) y Farrant et al. (2006) predicen que,
sión de la falsa creencia, en general, los estudios realizados necesariamente, un acceso limitado a estas conversaciones
con niños sordos han mostrado la importancia de las habi- como consecuencia de un lenguaje retrasado o deficitario,
lidades lingüísticas para el desarrollo de la TM (González, también conllevará un retraso en el desarrollo de la TM y
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
de la toma de perspectiva. En el estudio de Farrant et al. lo menos en cuanto a los aspectos formales del mismo. Sin
(2006) se comparó la ejecución de un grupo de 20 niños con embargo, estos niños muestran dificultades importantes en
TEL de 4 a 6 años con la de un grupo control por edad, el desarrollo de la TM. En este caso, las dificultades en la
mediante la batería de TM desarrollada por Wellman y Liu comprensión de la falsa creencia no parecen derivadas de
(2004) y una tarea de toma de perspectiva visual. Entre sus la afectación lingüística sino que resultan intrínsecas al tras-
resultados, se demostró que existe cierto retraso por parte torno, aunque como hemos comentado, sí se ha observado
de los sujetos con TEL en la edad habitual de superación una relación entre su nivel lingüístico y sus habilidades men-
de algunas tareas de TM (4-5 años) respecto a sus iguales talistas. Debido a la consideración de que las dificultades de
con desarrollo típico, lo cual es consistente con trabajos estos niños no se deben a su retraso lingüístico, y a pesar
previos, y compatible con el hecho de que este déficit se de que pueda relacionarse su lenguaje con sus capacidades
supera en edades más avanzadas (Leslie y Frith, 1988; Perner mentalistas, en el presente estudio no se han seleccionado
et al., 1989). participantes con trastorno de espectro autista.
Por otro lado, los autores argumentan que el fracaso en Como ya hemos apuntado, resultados previos muestran
las tareas no puede deberse únicamente a las demandas lin- que existen varios aspectos relacionados con el lenguaje
güísticas y memorísticas necesarias para su comprensión (ya susceptibles de influir en la comprensión de la falsa creen-
que todos los sujetos de la muestra respondieron correcta- cia. Sin embargo, uno de los aspectos estudiados (Sidera
mente a las preguntas de control y de memoria), ni tampoco et al., 2010) que muestra una mayor incidencia en el pro-
de expresión de la respuesta correcta mediante términos greso en la comprensión de la falsa creencia es la doble
mentalistas puesto que los niños con TEL respondieron de denominación de objetos, en otras palabras, la denomi-
forma similar a sus iguales en tareas donde se empleaba nación de objetos desde más de una perspectiva. Estos
el verbo «pensar». En conclusión, los autores defienden que datos son novedosos e interesantes en tanto que apuntan
los sujetos con TEL de edades preescolares fracasan en estas a qué aspecto del lenguaje es más propicio a influir en
tareas porque aún no han adquirido el nivel lingüístico sufi- dicha comprensión. Además, estos resultados son compati-
ciente para razonar y expresar estados mentales, lo cual es bles con los de otros estudios que han hallado una estrecha
una evidencia de que el lenguaje juega un papel importante relación entre la participación en interacciones conversa-
en el desarrollo de la TM. cionales y las habilidades mentalistas infantiles (Lohmann
y Tomasello, 2003). En ambos casos, se trata de incidir en
la posibilidad de considerar los «objetos» desde más de una
Asunciones y objetivos perspectiva.
Los resultados acerca del entrenamiento con doble deno-
En definitiva, algunos niños con dificultades en el lenguaje minación de objetos permiten considerar que disponemos
presentan dificultades para resolver tareas de falsa creen- de un entretamiento apropiado para los casos de niños con
cia. Particularmente, se ha descrito que los niños con déficit dificultades en TM, concretamente en la comprensión de la
auditivo, los niños con TEL y los niños con trastorno de falsa creencia. La denominación de objetos con doble pers-
espectro autista presentan estas dificultades (Baron-Cohen, pectiva requiere poco lenguaje puesto que utiliza solamente
Leslie y Frith, 1985; Happé, 1995; Miller, 2001; Peterson un vocabulario reducido y concreto acerca de objetos muy
y Siegal, 1995; Schick et al., 2007; Shields et al., 1996; habituales (p. ej., vela-tomate). Por ello, puede resultar
entre otros). idóneo para facilitar la comprensión de la falsa creencia
En el caso de los niños sordos y niños con TEL, puede en niños que presentan dificultades en el lenguaje y/o en
considerarse que la dificultad en la comprensión de la falsa esta comprensión. En el trabajo que presentamos utilizamos
creencia viene dada por el retraso en el desarrollo del len- un entrenamiento en denominación bajo la consideración
guaje. Un niño sordo con retraso del lenguaje tendría menos de que era el más adecuado para facilitar en estos niños
oportunidades -debido al retraso lingüístico- para benefi- el desarrollo de la comprensión de la falsa creencia. Este
ciarse de la influencia que el lenguaje ejerce en este dominio entrenamiento es el que se ha mostrado más eficaz y
de la TM. Sin embargo, un niño sordo no ha de tener dificul- también es el de mayor simplicidad lingüística, por ello con-
tades cognitivas a otros niveles. Lo mismo podría decirse de sideramos que resulta útil para aplicarlo a los niños con
los casos de niños con TEL. A pesar de que es más discutida las dificultades comentadas. Fundamentalmente a niños
la posible afectación cognitiva de niños con TEL, uno de los con retraso del lenguaje sin retraso cognitivo, cualquiera
criterios para que un niño sea considerado TEL se basa en que sea su causa.
el hecho de que no manifieste retraso cognitivo. Así pues, Por otra parte, conviene destacar que varios autores
tanto los niños sordos como los niños con TEL, a pesar de la consideran que la metodología correlacional no es sufi-
etiología diversa de sus dificultades, se caracterizan por no ciente para discernir la posible influencia del lenguaje
tener retraso cognitivo y por presentar retraso del lenguaje. en el desarrollo de la TM, por eso abogan por métodos
Además, como hemos introducido, se ha relatado que mues- experimentales de entrenamiento (Hale y Tager-Flugsberg,
tran dificultades en TM. Precisamente, parece que estas 2003; Lohmann y Tomasello, 2003). A pesar de ello, los
dificultades se centran especialmente en la falsa creencia, estudios de entrenamiento son escasos y se apunta cla-
posiblemente uno de los aspectos de la TM más relacionados ramente a su necesidad en este ámbito (Milligan et al.,
con el lenguaje, y también un aspecto considerado crucial 2007). En el caso de poblaciones con dificultades especí-
en el desarrollo de la TM. ficas, son más necesarios, si cabe, este tipo de estudios,
El caso de los niños con trastrono de espectro autista puesto que son la tipología de estudios que potencialmente
merece una consideración diferenciada. Algunos niños con puede aportar realmente procedimientos válidos para la
este trastorno desarrollan el lenguaje con normalidad, por intervención.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños con alteraciones del lenguaje 113
Tabla 1 Recuento de participantes en función de la pun- Únicamente 3 niños (21,43%) respondieron correctamente a
tuación obtenida en la tarea de contenido inesperado en el una de las 2 preguntas. Finalmente, 4 participantes (28,57%)
pretest y postest contestaron incorrectamente las 2 preguntas de la tarea.
Pretest Postest
Recuento (%) Recuento (%) Comparación entre pretest y el postest en la tarea
CFC pasada a
6 (42,86) 1 (7,14)
de contenido inesperado
CFC compañero/aa 3 (21,43) 2 (14,29)
CFC pasada y CFC 0 (0) 6 (42,86) Si comparamos la media total del pretest (M = 0,64,
compañero/ab DT = 0,497) con la del postest (M = 1,14, DT = 0,864) en la
Puntuación 0c 5 (35,71) 4 (28,57) tarea de comprensión de la falsa creencia de contenido ines-
perado podemos observar cómo la puntuación ha aumentado
a Puntuación = 1.
b
después de realizar las 3 sesiones de entrenamiento. La
Puntuación = 2.
c prueba no paramétrica de Wilcoxon para 2 muestras rela-
Puntuación = 0.
cionadas mostró que este incremento es estadísticamente
significativo (Z = −2,11; p = 0,035). Si observamos las medias
del niño (p. ej., ¡mira nombre del niño, un tiburón!). Este del pretest y del postest en cada una de las preguntas de
procedimiento se repetía 3 veces consecutivas en el caso la tarea podemos comprobar que también se produce una
de los objetos engañosos, y una sola vez con los objetos no mejora en ambas. En referencia a la pregunta de compren-
engañosos. Una vez completada esta primera parte de inter- sión de la falsa creencia pasada, en el pretest se obtuvo
acción con el niño entraba en escena un títere de Caperucita una media de 0,43 (DT = 0,514) viéndose esta incrementada
Roja. La logopeda repetía el mismo procedimiento que había en el postest, alcanzando una media de 0,54 (DT = 0,519). En
realizado con el niño pero esta vez mostraba los distintos relación con la pregunta de comprensión de la falsa creencia
objetos a Caperucita Roja. No obstante, el procedimiento del compañero/a, podemos observar como la media también
en esta segunda fase difería en algunos aspectos ya que se aumenta, pasando de un valor de 0,21 (DT = 0,426) en el pre-
realizaba una sola vez y además era Caperucita Roja quien test a un valor de 0,64 (DT = 0,497) en el postest. A pesar
denominaba el aspecto engañoso y real de los objetos (ver del incremento mostrado en ambas preguntas, la prueba
Anexo). no paramétrica de Wilcoxon para 2 muestras relacionadas
mostró que la mejora solo resultó significativa en la pre-
Resultados gunta de comprensión de la falsa creencia del compañero/a
(Z = −2,249; p = 0,014). Estos resultados se muestran en la
Edad media de la muestra inicial según la tabla 2.
comprensión o no de la falsa creencia Por otra parte, es importante señalar que los 2 partici-
pantes con sordera obtuvieron una puntuación media de 0,5
en el pretest y una puntuación media de 2 en la tarea de
Los niños que en el pretest mostraron ya una compren-
contenido inesperado en el postest. La media de los niños
sión de la falsa creencia (N = 81) tenían una edad media de
con TEL fue de 0,67 en el pretest y de 1 punto en el pos-
88,67 meses (DT = 22,83). En cambio, los niños que no habían
test. Así pues, aunque no puede generalizarse este resultado
adquirido esta comprensión en el momento del pretest
debido a la escasa cantidad de participantes con sordera, en
tenían una edad media inferior, de 78,05 meses (DT = 15,85).
este estudio los participantes sordos muestran una mejora
Se usó la prueba T para muestras independientes para com-
mayor que los participantes con TEL. Los resultados indivi-
parar las edades de los 2 grupos (t97.45 = 2,76; p = 0,007) y se
duales de los participantes con sordera y los participantes
observaron diferencias estadísticamente significativas entre
con TEL pueden observarse en la tabla 3.
las medias. Así pues, los niños que comprenden la falsa
creencia tienen alrededor de 7 años de edad y son, de media,
10 meses mayores que los niños que no lo hacen. Puntuaciones obtenidas por los participantes en las
tareas de postest
Puntuaciones de pretest y postest en la tarea
de contenido inesperado Además de la tarea de contenido inesperado, como hemos
comentado en el apartado de procedimiento, en el postest
Un total de 9 participantes de la muestra (64,29%) contes- se administraron 2 tareas más para evaluar la generalización
taron correctamente una de las 2 preguntas de la tarea de la comprensión de la falsa creencia, más allá de la tarea
de contenido inesperado del pretest. Como puede obser- de evaluación. En la tabla 3 se recogen las puntuaciones
varse en la tabla 1, la pregunta que evalúa la comprensión obtenidas por los participantes en estas tareas. Como puede
de la falsa creencia pasada la resolvieron correctamente observarse, en general, los niños que resuelven con éxito la
6 participantes (42,86%), mientras que la pregunta de com- tarea de contenido inesperado en el postest, resuelven ade-
prensión de la falsa creencia del compañero/a solamente la cuadamente la tarea de cambio de localización −excepto en
superaron 3 participantes (21,43%). Además, 5 participantes 2 casos−, tarea con la que puede valorarse la generalización
(35,71%) obtuvieron una puntuación de 0 en dicha tarea. de la comprensión de la falsa creencia, puesto que no se ha
En relación a las puntuaciones obtenidas en el postest en utilizado en el pretest ni durante los entrenamientos.
la tarea de contenido inesperado podemos comentar que En cuanto a la tarea de apariencia-realidad −en este
6 participantes (42,86%) superaron ambas preguntas. caso, la tarea tiene similitudes directas con la situación
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños con alteraciones del lenguaje 115
Tabla 2 Comparación pre y postest de las puntuaciones en la tarea de comprensión de la falsa creencia
Media (DT) Z p
Pretest Postest
CFC pasada a
0,43 (0,514) 0,54 (0,519) −0,447 0,655
CFC compañero/aa 0,21 (0,426) 0,64 (0,497) −2,449 0,014*
CFC totalb 0,64 (0,497) 1,14 (0,864) −2,11 0,035*
a Rango de puntuación 0-1.
b Rango de puntuación 0-2.
* p < 0,05.
de entrenamiento−, los participantes tienden a obtener Por otra parte, hemos hallado una diferencia significativa
puntuaciones elevadas independientemente de su realiza- en relación con los niños que comprendían la falsa creencia
ción en la tarea de contenido inesperado. y los que no en el pretest en relación con su edad. Los niños
que no resolvieron correctamente la tarea tenían aproxima-
Discusión y conclusiones damente un año menos que los que la superaron con éxito.
Con ello se destaca que los niños con alteraciones del len-
guaje, o al menos aquellos en los que su alteración es debida
Los resultados de estudios previos sobre la adquisición de
a un TEL o a una hipoacusia, comprenden la falsa creencia
la comprensión de la falsa creencia indican que los niños
alrededor de los 7 años de edad. Además de la diferen-
que presentan un desarrollo normal resuelven adecuada-
cia de edad, en otros estudios sería interesante plantearse
mente este tipo de tareas alrededor de los 4 años (Wellman,
qué características específicas presentan los niños que com-
Cross y Watson, 2001). Por otro lado, los estudios realizados
prenden la falsa creencia en comparación con los que no la
con poblaciones de niños con dificultades en la compe-
comprenden. También es importante destacar que, a pesar
tencia lingüística, como pueden ser los niños sordos o los
de que los niños con dificultades en el lenguaje sí compren-
niños con TEL, muestran que existe un retraso en relación
den la falsa creencia a lo largo de su desarrollo, el hecho de
a dicha adquisición (Gale et al., 1996; Peterson y Siegal,
que lo hagan más tardíamente revierte negativamente en
2000; Schick et al., 2007). En esta línea, los resultados de
su desarrollo sociocognitivo, más teniendo en cuenta que
nuestro estudio apoyan la literatura previa sobre esta cues-
3 años de retraso es un tiempo considerable a estas edades.
tión. Concretamente, los niños de nuestra muestra inicial
En cuanto a los efectos del entrenamiento sobre la com-
que no pasaron la tarea de contenido inesperado presenta-
prensión de la falsa creencia, podemos observar, a partir de
ban una media de edad de 6 años y medio (M = 78,08 meses).
la comparación de medias de la puntuación total en la tarea
Por tanto, además de apoyar los resultados de estudios con
de contenido inesperado, administrada tanto en el pretest
niños sordos, nuestros datos se suman a los de algunos auto-
como en el postest, una mejora significativa. En efecto, la
res que sostienen que también en los niños con TEL se da un
mitad de los participantes mejoraron su puntuación del pre-
retraso en la comprensión de la falsa creencia, cuestión que
test al postest. En consecuencia, parece lógico plantear que
ha sido controvertida (Andrés, 2009; Farrant et al., 2006;
la intervención a través de las sesiones de entrenamiento ha
Perner et al., 1989; Ziatas et al., 1998).
permitido mejorar la comprensión de la falsa creencia en los ya que resalta diferentes puntos de vista o representacio-
participantes entrenados. A pesar de esta mejora, conviene nes de un fenómeno o aspecto de la realidad. Además, la
puntualizar que solamente resulta significativa en el caso de denominación de objetos, de la manera en que se ha reali-
la segunda pregunta, la relativa a la comprensión de la falsa zado en este estudio, aísla otros aspectos de la situación y no
creencia de los demás. Probablemente, ello sea debido al hay que considerar otros elementos lingüísticos que podrían
hecho de que en el pretest se obtuvo una puntuación mayor enmascarar aquello a lo que hay que prestar atención: la
en la primera pregunta, respecto a la segunda, y por tanto, apariencia y la realidad de los objetos engañosos. Por ello,
muchos niños ya no podían mostrar mejora en una pregunta la denominación facilitaría focalizar en lo que es crítico:
que ya respondían bien. Los resultados también se podrían la doble perspectiva de los objetos. Precisamente, en una
justificar a partir del tipo de entrenamiento en denomina- discusión de estudios para examinar el papel de la denomi-
ción utilizado, que principalmente enfatiza la perspectiva nación en la flexibilidad cognitiva, Müller, Jacques, Brocki y
del títere, de manera que puede entrenar de manera espe- Zelazo (2009) concluyen que, gracias a la denominación, los
cial la comprensión de la falsa creencia de los demás. Por lo niños serían capaces de realizar un cambio de atención de
tanto, esta metodología permitiría al niño comprender que un atributo a otro rápidamente, de manera que centrarían la
las personas pueden percibir el mundo de distintas maneras atención en la dimensión relevante del estímulo. En relación
y esto se refleja en la puntuación obtenida en la pregunta con nuestro estudio, proporcionar las etiquetas relevantes
de la comprensión de la falsa creencia del compañero/a en en el entrenamiento permitiría a los niños centrar la aten-
la tarea de contenido inesperado. ción en el hecho de que los objetos pueden ser considerados
Por otra parte, los resultados de las otras tareas de desde 2 perspectivas posibles.
postest de comprensión de la falsa creencia, cambio de loca- Por otra parte, cabe la posibilidad de que la compren-
lización y apariencia-realidad, muestran también aspectos sión de la falsa creencia se sitúe en primer lugar como
relevantes acerca de la utilidad del entrenamiento utili- conocimiento implícito, de manera que preceda y contri-
zado. En la tarea de apariencia-realidad los participantes buya al conocimiento explícito de la misma. En esta línea
muestran una buena ejecución en el postest. Esta tarea se situarían estudios como los de Onishi y Bailargeon (2005);
se asemeja a la situación de entrenamiento −aunque no se Ruffman, Garnham, Import y Connolly (2001), y Southgate,
trata del mismo planteamiento−, con lo cual parece que Senju y Csibra (2007). De hecho, Low (2010) plantea que
prepara a los niños entrenados para resolverla con una pun- para la comprensión de la falsa creencia es necesario tener
tuación elevada en la mayoría de los casos. en cuenta que el conocimiento implícito sustenta el conoci-
La tarea de cambio de localización del postest consti- miento explícito y que factores como la habilidad lingüística
tuye la tarea de comprensión de la falsa creencia en la hacen el conocimiento explícito más accesible. Retomando
que se puede valorar la generalización de dicha creencia la propuesta de Karmiloff-Smith (1992), una posibilidad es
a tareas no presentadas o entrenadas explícitamente. Nues- que a través del proceso cíclico de redescripción represen-
tros resultados muestran que la mayoría de los niños que tacional, las representaciones implícitas se recodifiquen en
mejoran en la tarea de contenido inesperado, resuelven explícitas, de manera que permitan el acceso a respuestas
con éxito la tarea de cambio de localización. Con ello se verbales declarativas. De acuerdo con Low (2010) podría ser
refuerza la conveniencia del entrenamiento con objetos con que, juntamente con un conocimiento implícito de la falsa
doble perspectiva para acceder a la comprensión de la falsa creencia, conjuntos de habilidades que incluyen la habilidad
creencia. lingüística individual y la flexibilidad cognitiva, ayudaran a
Así pues, la denominación de objetos con doble perspec- la emergencia explícita de la comprensión de la falsa creen-
tiva, en la línea de estudios con muestras sin alteraciones en cia a lo largo del continuum implícito-explícito. Por tanto,
el lenguaje (Serrat, Rostan y Sidera, 2011; Serrat, Rostan, es posible que el entrenamiento que hemos ofrecido a los
Vallès-Majoral, Esteban, Sidera y Serrano, en prensa; Sidera niños, al ser de naturaleza lingüística, les haya ayudado a
et al., 2010), se ha mostrado útil para la mejora de la com- redescribir el conocimiento implícito de la falsa creencia en
prensión de la falsa creencia en niños con dificultades en un conocimiento explícito.
dicha comprensión. La discusión acerca de por qué es efec- En conclusión, a partir de los resultados expuestos pode-
tivo este tipo de entrenamiento lingüístico ha de contemplar mos afirmar que el lenguaje contribuye al desarrollo de
2 propuestas que, a nuestro entender, no son incompati- la comprensión de uno de los aspectos más estudiados
bles. Por una parte, hay que considerar la posibilidad de que de la TM, la comprensión de la falsa creencia, ya que
este tipo de entrenamiento facilite la flexibilidad cognitiva un entrenamiento sencillo, que utiliza un vocabulario muy
y ayude así a los niños a centrar la atención en los aspectos específico, implica mejoras en esta comprensión. Hay que
relevantes del objeto. Por otra parte, existe la posibilidad tener en cuenta, además, que los materiales utilizados en
de que la doble denominación de objetos facilite el paso el entrenamiento son fáciles de adquirir, que su adminis-
del conocimiento implícito al conocimiento explícito en el tración no es complicada y que solamente se han realizado
proceso de comprensión de la falsa creencia. 3 sesiones de entrenamiento. Consideramos que la corta
Jacques y Zelazo (2005) plantean que la habilidad de temporalización y la facilidad de este entrenamiento cons-
concebir simultáneamente representaciones conflictivas de tituyen elementos importantes a destacar. De todos modos,
un objeto juega un papel fundamental en la flexibilidad puesto que una parte de los niños de la muestra entre-
cognitiva −la habilidad de considerar simultáneamente múl- nada no han experimentado una mejora en la comprensión
tiples representaciones de un objeto o evento, que sean de la falsa creencia, o en su generalización, en otros estu-
contradictorias−. A su vez, la flexibilidad cognitiva juega dios podrían plantearse entrenamientos más extensos para
un papel decisivo en el desarrollo de la comprensión de la facilitar dicha comprensión y/o la generalización a otros
falsa creencia. En esta línea, la denominación es efectiva contextos.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños con alteraciones del lenguaje 117
Precisamente, el aspecto más destacable del presente Después la logopeda enseñó la jeringuilla pero esta vez
trabajo es que plantea un procedimiento de intervención útil sin esconder la mina del lápiz, mostrando la función real del
para mejorar la TM en poblaciones que presentan dificulta- objeto.
des en este ámbito, siempre y cuando se garantice que los
niños a entrenar comprenden el vocabulario que se va a utili- - Logopeda: ¡Ahora mira, Caperucita!
zar durante las sesiones de entrenamiento. Este vocabulario - Caperucita: ¡Oh, un lápiz!
es sencillo y, además, las expresiones lingüísticas que se uti-
lizan en el entrenamiento también son simples, puesto que Esta segunda parte del proceso se realizó una sola vez.
se trata fundamentalmente, de expresiones para dirigir la
atención del niño. Por ello, este procedimiento es especial-
mente indicado para niños con dificultades en el desarrollo Ejemplo de entrenamiento seguido con un objeto no
del lenguaje. engañoso (una pelota).
Finalmente, uno de los aspectos que conviene tener en Se enseñaba al participante una pelota.
consideración del presente estudio es el reducido tamaño
de la muestra, ya que de la muestra inicial evaluada - Logopeda: ¡Mira (nombre del niño), una pelota!
(120 niños), solamente 14 niños fueron finalmente entre-
nados. No obstante, es importante tener presente que en Se realizó este procedimiento una sola vez. A continua-
los estudios realizados con poblaciones con trastornos este ción, apareció Caperucita Roja y se le mostró el objeto no
es, en la mayoría de los casos, un aspecto común debido engañoso.
a la gran dificultad para conseguir un tamaño de mues-
tra satisfactorio. En estudios posteriores sería importante - Logopeda: ¡Mira Caperucita!
poder disponer de muestras mayores. Por otro lado, y a - Caperucita: ¡Oh, una pelota!
pesar de que algunos estudios (p. ej., Schick et al., 2007)
muestran que el rendimiento de los niños con trastornos
Esta segunda parte del proceso también se realizó una
del lenguaje en tareas de falsa creencia verbal y no verbal
sola vez.
no difieren significativamente, sería interesante utilizar, en
futuros estudios, tareas de falsa creencia no verbales (inde-
pendientemente de que la respuesta del niño sea verbal o Bibliografía
no verbal) para poder corroborar estos resultados. En este
mismo sentido, también sería pertinente evaluar y plantear Adrián, J. E., Clemente, R. A., & Villanueva, M. L. (2007). Mot-
estudios de entrenamiento de la TM con otras tareas, más hers’ use of cognitive state verbs in picture-book reading and the
allá de la comprensión de la falsa creencia, ya que como development of children’s understanding of mind: A longitudinal
hemos comentado anteriormente, la TM no se reduce a esta study. Child Development, 78, 1052---1067.
comprensión (Roeyers y Demurie, 2010). Andrés, C. (2009). Pragmática y Cognición Social en niños y niñas
con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). (Tesis doctoral, Uni-
versitat Jaume I, 2009).
Financiación Astington, J. W., & Baird, J. A. (Eds.). (2005). Why language matters
for theory of mind. New York: Oxford University Press.
Astington, J. W., & Jenkins, J. M. (1999). A longitudinal study of
El estudio deriva del proyecto de investigación SEJ2006-
the relation between language and theory of mind development.
12039/PSIC subvencionado por el MEC.
Developmental Psychology, 35, 1311---1320.
Baron-Cohen, S., Leslie, A. M., & Frith, U. (1985). Does the autistic
child have a ‘theory of mind’? Cognition, 21, 37---46.
Anexo Bartsch, K., & Wellman, H. M. (1995). Children talk about the mind.
New York: Oxford University Press.
Ejemplo de entrenamiento seguido con un objeto Bishop, D. V. M. (1997). Uncommon understanding: Development
engañoso (lápiz con apariencia de jeringuilla). and disorders of language comprehension in children. Sussex:
Se enseñaba al niño un lápiz con apariencia de jeringuilla Psychology Press.
pero escondiendo la mina del lápiz. Brinton, B., & Fujiki, M. (1999). Social interactional behaviors of
children with specific language impairment. Topics in Language
Disorders, 19, 34---48.
- Logopeda: ¡Mira (nombre del niño), una jeringuilla! Carpendale, J. I. M., & Lewis, C. (2006). How children develop social
understanding. Oxford: Blackwell.
A continuación, se dejaba de tapar la mina y se le decía: Cassidy, K., & Balluramen, G. (1997). Theory of mind ability in lan-
guage delayed children. Presented at meeting of society for
research in child development. Washington, DC.
- Logopeda: ¡Ahora mira, un lápiz!
Cutting, A. L., & Dunn, J. (2006). Conversations with siblings and
friends: Links between relationship quality and social unders-
Se realizó este procedimiento tres veces consecutivas. tanding. British Journal of Developmental Psychology, 24,
Seguidamente, apareció Caperucita Roja y se le mostró la 73---87.
apariencia del objeto. De Rosnay, M., & Hughes, C. (2006). Conversation and theory of
mind: Do children talk their way to socio-cognitive understan-
ding? British Journal of Developmental Psychology, 24, 7---37.
- Logopeda: ¡Mira Caperucita! De Villiers, J. (2005). Can language acquisition give children a point
- Caperucita: ¡Oh, una jeringuilla! of view? In J. Astington & J. Baird (Eds.), Why language matters
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
for theory of mind (pp. 186-219). New York: Oxford University Mendoza, E., & López, P. (2004). Consideraciones sobre el desarro-
Press. llo de la teoría de la mente (ToM) y del lenguaje. Revista de
De Villiers, J., & Pyers, J. (2002). Complements to cognition: Psicología General y Aplicada, 57, 49---68.
A longitudinal study of the relationship between complex syn- Miller, C. (2001). False belief understanding in children with specific
tax and false-belief-understanding. Cognitive Development, 17, language impairment. Journal of Communication Development,
1037---1060. 34, 73---86.
Doherty, M. J. (2000). Children’s understanding of homonymy: Meta- Milligan, K., Astington, J., & Dack, L. (2007). Language and theory
linguistic awareness and false belief. Journal of Child Language, of mind: Meta-analysis of the relation between language abi-
27, 367---392. lity and false-belief-understanding. Child Development, 78,
Farmer, M. (2000). Language and social cognition in children with 622---646.
specific language impairment. Journal of child psychology and Müller, U., Jacques, S., Brocki, K., & Zelazo, P.D. (2009). The exe-
psychiatry and allied disciplines, 41, 627---636. cutive functions of language in preschool children. In A. Winsler,
Farrant, B., Fletcher, J., & Maybery, M. T. (2006). Specific language C. Fernyhough, & I. Montero (Eds.), Private speech, executive
impairment, theory of mind, and visual perspective taking: Evi- functioning, and the development of verbal self-regulation (pp.
dence for simulation theory and the developmental role of 53---68). New York: Cambridge University Press.
language. Child Development, 77, 1842---1853. Olson, D. (1988). Or what’s a metaphor for? Metaphor and Symbolic
Flavell, J. H. (1986). The development of children’s knowledge Activity, 3, 215---222.
about the appearance-reality distinction. Monographs of the Onishi, K. H., & Bailargeon, R. (2005). Do 15-month-old infants
Society for Research in Child Development, 41, 418---425. understand false beliefs? Science, 308, 255---258 (5719).
Gale, E., De Villiers, P., De Villiers, J., & Pyers, J. (1996). Language Perner, J. (1991). Understanding the Representational Mind. Cam-
and theory of mind in oral deaf children. In A. Stringfellow, D. bridge MA: MIT Press/Bradford Books.
Cahana-Amitay, E. Hughes, & A. Zukowski (Eds.), Proceedings Perner, J., Frith, U., Leslie, A., & Leekam, S. R. (1989). Exploration
of the 20th annual boston university conference on language of the autistic child’s theory of mind: Knowledge and communi-
development, volume no. 1. Somerville, MA: Cascadilla Press. cation. Child Development, 60, 689---700.
Gillott, A., Furniss, F., & Walter, A. (2004). Theory of mind ability Perner, J., Stummer, S., Sprung, M., & Doherty, M. J. (2002). Theory
in children with specific language impairment. Child Language of mind finds its Piagetian Perspective: Why alternative naming
Teaching and Therapy, 20, 1---11. comes with understanding belief. Cognitive Development, 17,
González, A. M., Barajas, C., Linero, M. J., & Quintana, I. (2008). 1451---1472.
Deficiencia auditiva y teoría de la mente. Datos para la reflexión Peterson, C., & Siegal, M. (1995). Deafness, conversation, and
y la intervención. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, theory of mind. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 36,
28, 99---116. 459---474.
Gopnik, A., & Astington, J. W. (1988). Children’s understanding of Peterson, C., & Siegal, M. (2000). Insights into a theory of mind from
representational change and its relation to the understanding of deafness and autism. Mind and Language, 15, 123---145.
false belief and the appearance-reality distinction. Child Deve- Resches, M., Serrat, E., Rostan, C., & Esteban, M. (2010). Len-
lopment, 59, 26---37. guaje y teoría de la mente: Una aproximación multidimensional.
Hale, C. M., & Tager-Flusberg, H. (2003). The influence of language Infancia y Aprendizaje, 33, 315---334.
on theory of mind: A training study. Developmental Science, 6, Roeyers, H., & Demurie, E. (2010). How impaired is mind-reading in
346---359. high-functioning adolescents and adults with autism? European
Happé, F. (1995). The role of age and verbal ability in theory of mind Journal of Developmental Psychology, 7, 123---134.
task performance of subjects with autism. Child Development, Ruffman, T., Garnham, W., Import, A., & Connolly, D. (2001). Does
66, 843---855. eye gaze indicate knowledge of false belief: Charting transitions
Harris, P. (1996). Desires, beliefs and language. In P. Carruthers, in knowledge. Journal of Experimental Child Psychology, 80,
& P. Smith (Eds.), Theories of theories of mind (pp. 200---220). 201---224.
Cambridge, UK: Cambridge University Press. Schick, B., De Villiers, P., De Villiers, J., & Hoffmeister, R. (2007).
Harris, P. L. (2005). Conversation, pretence and theory of mind. In Language and theory of mind: A study of deaf children. Child
J. W. Astington, & J. Baird (Eds.), Why language matters for Development, 78, 376---396.
theory of mind (pp. 70---83). New York: Oxford University Press. Serrat, E., Rostan, C., & Sidera, F. (2011). Llenguatge i teoria de
Jacques, S., & Zelazo, P. D. (2005). Language and the development la ment. Un estudi sobre el paper del diàleg i de l’atribució
of cognitive flexibility: Implications for theory of mind. In J. de qualitats en la comprensió de la falsa creença. Aloma, 28,
Astington, & J. Baird (Eds.), Why language matters for theory 121---142.
of mind. (pp. 144---162). New York: Oxford University Press. Serrat, E., Rostan, C., Vallès-Majoral, E., Esteban, M., Sidera, F. &
Karmiloff-Smith, A. (1992). Beyond modularity: A developmental Serrano, J. (en prensa). Labelling improves false belief unders-
perspective on cognitive science. Cambridge, MA: MIT Press. tanding: A training study. SJP.
Leslie, A. M., & Frith, U. (1988). Autistic children’s understanding of Shields, J., Varley, R., Broks, P., & Simpson, A. (1996). Social cogni-
seeing, knowing and believing. British Journal of Developmental tion in developmental language disorders and high-level autism.
Psychology, 6, 315---324. Developmental Medicine and Child Neurology, 38, 487---495.
Lohmann, H., & Tomasello, M. (2003). The role of language in the Sidera, F., Rostan, C., Serrano, J., Serrat, E., Vallès-Majoral, E.,
development of false belief understanding: A training study. Esteban, M., & Amadó, A. (2010). The role of labelling in
Child Development, 74, 1130---1144. understanding false belief and sentential complements. In R.
Low, J. (2010). Preschoolers’ implicit and explicit false-belief Zukauskiene (Ed.), Proceedings of the XIV European Conference
understanding: Relations with complex syntactical mastery. on Developmental Psychology (pp. 139---45). Bologna: Medimond
Child Development, 81, 597---615. International Proceedings.
Malle, B. F. (2002). The relation between language and theory Slade, L., & Ruffman, T. (2005). How language does (and does
of mind in development and evolution. In T. Givón & B.F. not) relate to theory of mind: A longitudinal study of syntax,
Malle (Eds.), The evolution of language out of pre-language semantics, working memory and false belief. British Journal of
(pp. 265---84). Amsterdam: Benjamins. Developmental Psychology, 23, 117---141.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Entrenar la comprensión de la falsa creencia en niños con alteraciones del lenguaje 119
Southgate, V., Senju, A., & Csibra, G. (2007). Action anticipation Wellman, H. M., & Liu, D. (2004). Scaling of theory of mind tasks.
through attribution of false beliefs by two-year-olds. Psycholo- Child Development, 75, 523---541.
gical Science, 18, 587---592. Wellman, H. M., Cross, D., & Watson, J. (2001). Meta-analysis of
Tager-Flusberg, H., & Joseph, R. (2005). How language facilitates theory of mind development: The truth about false belief. Child
the acquisition of false belief understanding in children with Development, 72, 655---684.
autism. In J. Astington & J. Baird (Eds.), Why language matters Wimmer, H., & Perner, J. (1983). Beliefs about beliefs: Repre-
for theory of mind (pp. 298-318). New York: Oxford University sentation and constraining function of wrong beliefs in
Press. young children’s understanding of deception. Cognition, 13,
Tager-Flusberg, H., & Sullivan, K. (1994). Predicting and explaining 103---128.
behavior: A comparison of autistic, mentally retarded and nor- Ziatas, K., Durkin, K., & Pratt, C. (1998). Belief term development
mal children. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 35, in children with autism, Asperger Syndrome, specific language
1059---1075. impairment, and normal development: Links to theory of mind
Tomasello, M., & Carpenter, C. (2007). Shared intentionality. Deve- development. Journal of Child Psychology and Psychiatry and
lopmental Science, 10, 121---125. Allied Disciplines, 39, 755---763.
Anexo 7: Ejemplo de artículo de reseña o revisión.
- 77 -
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Revista de
PALABRAS CLAVE Resumen En este trabajo se lleva a cabo una revisión de las publicaciones aparecidas en el
Trastorno Específico último año en la nueva plataforma ProQuest sobre el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Se
del Lenguaje; han encontrado un total de 87 artículos, y se han categorizado en los siguientes apartados: inves-
Investigación básica; tigación básica, screening/evaluación y tratamiento. La investigación durante el año 2011 ha
Evaluación; sido mayoritariamente básica y bastante reducida en las áreas de evaluación y tratamiento. Se
Tratamiento establecen subcategorías de investigación básica (cognitiva-psicolingüística, lingüística, con-
ductual, educativa, psicobiología/neuropsicología y comparativa de trastornos). Se comentan
brevemente algunas de las publicaciones encontradas.
© 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
El término Trastorno Específico del Lenguaje (TEL en ade- otras denominaciones, como Trastorno del Desarrollo del
lante) se empezó a utilizar en la literatura científica Lenguaje (TDL) para referirse a la misma población y a
anglosajona por los años 80 del siglo xx, si bien en paí- problemática similar. La nueva edición del DSM (DSM-V)
ses de influencia francófona se siguió usando el de disfasia (American Psychiatric Association, 2012), prevista para
para referirse a la misma población. Aunque el término ha marzo de 2013, adopta el término de TEL, en el que integra
sido bastante cuestionado por diversos autores, sobre todo el Trastorno del Lenguaje Expresivo y el Trastorno Mixto del
por el componente de específico, en la actualidad su uso Lenguaje Receptivo y Expresivo de la actual edición (DSM-IV)
es generalizado, si bien en ocasiones se suele recurrir a (American Psychiatric Association, 2000).
Desde que se generalizó el término de TEL, ha venido
despertando un gran interés investigador en diferen-
Correo electrónico: emendoza@ugr.es tes ámbitos de conocimiento; lingüistas, psicólogos,
0214-4603/$ – see front matter © 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.rlfa.2012.03.001
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
76 E. Mendoza
neuropsicólogos, genetistas y logopedas, entre otros, han comparación con otros trastornos (11 publicaciones), área
investigado sobre el TEL bajo sus respectivos campos de educativa (9 publicaciones), investigación psicobiológica
interés. La cantidad de publicaciones que ha generado el y neuropsicológica (8 publicaciones), problemas sociales,
trastorno es muy importante, lo que hace que a veces sea emocionales y conductuales (6 publicaciones) y TEL en la
difícil mantenerse al día en el desarrollo de la investiga- edad adulta (una publicación). Son pocos los trabajos que se
ción sobre este trastorno, a pesar de la facilidad de acceso han realizado sobre evaluación y screening (7 publicaciones)
a las publicaciones más importantes desde universidades y que, en su mayoría, se centran sobre aspectos psicométricos
centros de investigación, principalmente. y muchos menos trabajos de los deseados sobre tratamiento
El desarrollo de este trabajo surgió de una curiosidad per- (12 publicaciones). En el Anexo 1 se muestran los artículos
sonal ¿Cuáles son los temas sobre los que se investiga la encontrados. Queremos destacar que el criterio de búsqueda
problemática del TEL en la actualidad? Para dar respuesta ha sido TEL, por eso no aparecen publicaciones sobre tras-
a esta pregunta hemos analizado las publicaciones apareci- tornos pragmáticos o de comunicación social.
das en revistas científicas durante el año 2011. Además de A continuación haremos un breve resumen de algunos de
satisfacer esta curiosidad, este trabajo puede aportar a los los trabajos publicados en el año 2011, con especial hinca-
lectores una visión global del estudio del TEL, así como les pié en los que abordan temas relativos a la evaluación y al
puede ayudar a detectar algunas carencias. tratamiento del TEL.
Metodología de trabajo
Investigación básica
A través de la nueva plataforma ProQuest realizamos una
búsqueda del término Specific Language Impairment ate- La investigación sobre el TEL que hemos considerado básica
niéndonos a los siguientes criterios: es de temática bien diversa. En la tabla 1 se puede ver la
agrupación que hemos realizado en función de los temas
- Limitar la búsqueda a trabajos evaluados por expertos. tratados. A continuación hacemos un breve resumen de las
- Incluir solo los trabajos aparecidos en los últimos 12 principales áreas.
meses.
- Utilizar las revistas científicas como única fuente docu-
mental. Investigación en adultos
- Recurrir solo a los artículos.
Sobre investigación básica en adultos solo hemos encontrado
Este trabajo se ha finalizado en el mes de un trabajo desarrollado por Elbro, Dalby y Maarbjerg (2011),
febrero de 2012, por lo que se ha considerado alguna en el se hace un seguimiento de 30 años de niños inicial-
publicación de este mismo año. mente diagnosticados de TEL entre los 3 y los 9 años para
Con estos criterios hemos encontrado un total de estudiar las consecuencias a largo plazo del trastorno. Tras
87 artículos, que hemos intentado agrupar de la forma que respuesta a cuestionarios elaborados para esta investiga-
figura en la tabla 1. ción, la mayoría de los encuestados presentaba dificultades
Como se puede ver en la tabla 1, la mayoría de artícu- de lectura, mayor subempleo y un status socioeconómico
los se centran en la investigación básica, principalmente de inferior a sus iguales. Estas dificultades eran, no obstante,
tipo psicolingüístico y de psicología cognitiva (17 publicacio- mayores en los adultos con TEL con trastornos comórbidos
nes), seguida de investigación lingüística (15 publicaciones), de tipo psiquiátrico o neurológico.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
78 E. Mendoza
Comparación del Trastorno Específico del Lenguaje con solo TEL. Los grupos de niños con TEL, con o sin dislexia,
los Trastornos del Espectro Autista (TEA) tenían mayores dificultades en la realización de la tarea y
Tomblin (2011) ha realizado un excelente trabajo de revi- concluyen diciendo que las representaciones fonológicas no
sión de los estudios existentes sobre comorbilidad entre TEL están alteradas en la dislexia, aunque sí lo están en el TEL.
y Trastorno del Espectro Autista (TEA). Plantea varias posibi-
lidades, desde el factor etiológico común a los dos trastornos Comparación del Trastorno Específico del Lenguaje y la
hasta la acentuación de las diferencias entre ambos. Al final desventaja sociocultural
deja abierta la cuestión de por qué hay tantos casos de En un esfuerzo por diferenciar entre las dificultades lin-
TEA con importantes problemas de lenguaje. Demouy, Plaza, güísticas del TEL y las derivadas de una estimulación
Xavier, Ringeval, Chetouani et al. (2011) han estudiado las insuficiente, Contreras y Mendoza (2011) han estudiado la
características lingüísticas diferenciales entre el Trastorno producción de estructuras sintácticas a partir de diferentes
Generalizado del Desarrollo no Especificado (TGD-NE), otros sintagmas. Los niños con TEL presentaron mayores dificul-
tipos de TEA y el TEL. Concluyen diciendo que mientras en tades que los del grupo deprivado, lo que indica una mayor
el TEL existe una alta correlación entre la edad cronológica dificultad para la planificación en el grupo TEL.
y diferentes medidas de lenguaje, no sucede lo mismo en
los TEA, por lo que sostienen la hipótesis de que ambos tras-
tornos se generan por la acción de mecanismos etiológicos Investigación psicobiológica/neuropsicológica
diferentes. McGregor, Berns, Owen, Michels y Duff (2012)
han investigado la producción léxica en niños con TEA, con En esta categoría se han abordado también temas diversos.
y sin problemas sintácticos, y niños con TEL. Los niños con A través de medidas morfométricas se han detectado múl-
TEA sin problemas sintácticos muestran una productividad tiples anormalidades estructurales y funcionales en el TEL
léxica normal, pero los que tenían limitaciones sintácticas que se asocian diferencialmente con el procesamiento del
se comportan de manera similar a los TEL. lenguaje receptivo y expresivo (Badcock, Bishop, Hardiman,
Riches, Loucas, Baird, Charman y Simonoff (2011) se han Barry y Watkins, 2012). Igualmente, en un estudio retrospec-
centrado en la repetición de pseudopalabras en adolescen- tivo de los protocolos de evaluación durante el desarrollo
tes con TEL y con TEA. Aunque ambos grupos presentaban gestacional y primeros años de vida, Whitehouse, Zubrick,
más dificultades que los controles en esta tarea, los ado- Blair, Newnham, Hickey et al. (2011) han observado que los
lescentes con TEL manifestaban un mayor efecto de la niños con TEL tenían en el nacimiento un menor períme-
longitud de las pseudopalabras que los TEA; apuntan a una tro cefálico que sus controles, aunque a las 18 semanas de
mayor limitación de la memoria de trabajo en los TEL como gestación y al año de edad post-natal, los perímeros eran
una característica diferencial entre ambos trastornos. Por normales. Este hallazgo sugiere a los autores que en los
último, Manolitsi y Botting (2011) han encontrado diferen- niños con TEL existió una asincronía en el desarrollo cerebral
cias cualitativas importantes en la producción de narrativa durante la segunda mitad del período gestacional. A tra-
entre niños con TEL y con TEA; las destrezas de narrat- vés de estudios de RMF, de Guibert, Maumet, Jannin, Ferré,
iva expresiva son peores en estos últimos y consideran que Tréguier et al. (2011) han detectado un funcionalmiento y
la producción de narrativa es un importante indicador dife- una lateralización anormal en las áreas centrales del len-
rencial entre ambos trastornos. guaje de niños con TEL durante la realización de tareas
léxico-semánticas y fonológicas.
También se han estudiado los potenciales evocados,
Comparación del Trastorno Específico del Lenguaje y
principalmente el P300 y otros componentes complejos tem-
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
porales en niños con TEL y sus controles y se han evidenciado
A pesar de que en los últimos años ha sido muy abundante la
dificultades de procesamiento auditivo central (Shaheen,
investigación comparativa de los perfiles lingüísticos del TEL
Shohdy, Abd Al Raouf, El Abd, Abd Elhamid et al., 2011;
y del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
Shafer, Schwartz y Martin, 2011). Por su parte, Evans,
(TDAH), sobre esta temática hemos encontrado un trabajo
Selinger y Pollak (2011) han examinado los correlatos elec-
desarrollado por Redmond, Thompson y Goldstein (2011) en
trofisiológicos de la memoria de trabajo visual y auditiva en
el que comparan a niños con TEL y con TDAH en 4 medi-
niños con TEL y han comprobado deficiencias importantes
das: desarrollo gramatical, repetición de pseudopalabras,
en ambas modalidades.
recuerdo de oraciones y producción narrativa. Los resulta-
Por último, se ha seguido abordando el tema de la gené-
dos de todas las pruebas fueron inferiores en el grupo TEL
tica en el TEL. Es de destacar el trabajo que desde la
que en los grupos TDAH y control.
Universidad de Chile, en colaboración con otras universida-
des, se está desarrollando en la isla Robinson Crusoe, en la
Comparación del Trastorno Específico del Lenguaje y la que existe una gran prevalencia de personas con TEL, a pesar
dislexia de lo reducido de la población. Villanueva, Newbury, Jara,
En este apartado tenemos que señalar que en la mayor parte De Barbieri, Mirza et al. (2011), a través de múltiples análi-
de las publicaciones el foco central de estudio era la disle- sis genéticos, han detectado la implicación del cromosoma
xia, siendo el TEL el grupo de comparación. Hemos optado 7q, que contiene variantes que subyacen a esta elevada
por analizar solo el trabajo en el que el interés central era el prevalencia de TEL en esta población. Logan, Petrill, Flax,
estudio del TEL, que ha sido realizado por Marshall, Ramus y Justice y Hou (2011) han realizado estudios de heredabilidad
van der Lely (2011), en el que han estudiado la identificación del TEL y han encontrado elevadas correlaciones genéti-
de una palabra objeto en diferentes contextos de asimila- cas entre lectura y lenguaje. Entre las medidas utilizadas
ción fonológica en niños con dislexia + TEL, solo dislexia y (memoria fonológica a corto plazo, conciencia fonológica y
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
procesamiento auditivo), es la conciencia fonológica la que sucesivamente a los sujetos en 4 momentos, desde los 7
presenta una mayor correlación genética. a los 16 años. Al analizar los resultados han comprobado
que los problemas emocionales y conductuales disminuyen
a medida que avanza la edad de los sujetos, aunque se pro-
Investigación educativa
duce un incremento de los problemas sociales. Igualmente,
señalan en este artículo que las dificultades de lectura y
Los temas tratados en la investigación educativa del TEL
de lenguaje expresivo se relacionan solo con los proble-
vuelven a ser muy variados. Se han abordado las des-
mas de conducta, mientras que las reducidas habilidades
trezas numéricas en niños con TEL (Kleemans, Segers y
pragmáticas lo hacen con todas las dificultades (sociales,
Verhoeven, 2011; Mainela-Arnold, Alibali, Ryan y Evans,
emocionales y conductuales). En la misma línea, Wadman,
2011), el razonamiento científico (Matson y Cline, 2012),
Botting, Durkin y Conti-Ramsden (2011) se han interesado
la pragmática y la lógica de los términos de cuantificación
por la salud emocional de los adolescentes con TEL. A los
(Katsos, Roqueta, Estevan y Cummins, 2011) y el dele-
16 años estos adolescentes manifestaban mayor número de
treo temprano (Cordewener, Bosman y Verhoeven, 2011).
síntomas de depresión y ansiedad que sus controles y man-
En general, en todas estas investigaciones se han detectado
tenían estos síntomas a los 17 años. Los síntomas depresivos
mayores limitaciones en niños con TEL que en sus controles.
eran menos estables e iban disminuyendo con el avance de la
Ha aparecido un trabajo sobre responsividad de los niños
edad, mientra que los referentes a la ansiedad se mantenían
con TEL a las reparaciones maternas durante la lectura com-
bastante estables. Según los autores, la ansiedad parece
partida de libros (Barachetti y Lavelli, 2011). En general,
ser una característica consistente en algunos individuos con
las madres de niños con TEL ajustan sus reparaciones a las
TEL. Por último, Wadman, Durkin y Conti-Ramsden (2011)
limitaciones lingüísticas de sus hijos.
han abordado esta vez las relaciones íntimas y íntimas en
Por su parte, Dockrell, Lindsay y Palikara (2011) se han
los adolescentes con TEL. Como grupo, mantienen menos
centrado en las relaciones entre rendimiento académico y
relaciones emocionales que sus compañeros. En una ecua-
medidas de lenguaje, existiendo un modelo muy complejo
ción de regresión detectaron que la habilidad lingüística, la
de conexión. Las medidas estandarizadas de lectura, habili-
conducta prosocial y la timidez, conjuntamente, predecían
dad no verbal y escucha de párrafos del CELF-3 (prueba de
el nivel de implicación en las relaciones.
comprensión de narrativa), tomadas en niños a los 11 años,
Aparte de los trabajos del grupo de Manchester se
explican el 50% de la varianza del rendimiento académico a
han realizado algunas otras investigaciones sobre correla-
los 14 años.
tos sociales, emocionales y conductuales del TEL. Redmond
Por último, Van Weerdenburg, Verhoeven, Bosman, Anna
(2011) ha estudiado el riesgo social derivado de conductas
y Van Balkom (2011) han llevado a cabo una investiga-
de victimización por iguales de niños con TEL, con TDAH
ción longitudinal para determinar el valor predictivo de las
y controles. Tras la administración de medidas lingüísti-
habilidades lingüísticas sobre el rendimiento lector. Toma-
cas estandarizadas y autoinformes a los niños y cuestion-
ron como medidas el procesamiento verbal secuencial, las
arios a sus padres sobre dificultades conductuales de sus
habilidades léxico-semánticas y la producción del habla. El
hijos, detectó unos niveles de victimización elevados en
desempeño de los niños con TEL que, a su vez, tenían tam-
ambos grupos clínicos, aunque superiores en los niños con
bién problemas de lectura fue inferior al de niños con TEL
TEL. Hace una llamada de atención sobre las repercusiones
sin problemas lectores.
de estas conductas en esta población.
Farrant, Maybery y Fletcher (2012) se han orientado al
Investigación conductual estudio de las relaciones entre el compromiso socioemo-
cional materno, especialmente la intersubjetividad, y las
En este apartado, la mayor parte de las publicaciones pro- habilidades de atención conjunta, imitación y destrezas con-
ceden del Manchester Language Study, financiado en gran versacionales de niños de edad preescolar con desarrollo
parte por la Nuffield Foundation. Continúan con el estu- normal y con TEL. Han detectado que el compromiso socioe-
dio de los problemas sociales y conductuales que presentan mocional materno era más bajo en niños con TEL y este bajo
los adolescentes con TEL. Concretamente, han aparecido compromiso repercute negativamente en las conductas de
4 publicaciones del grupo investigador en el año 2011 sobre imitación, la atención conjunta y las destrezas conversacio-
esta temática, que resumimos a continuación. nales de los niños.
Wadman, Durkin y Conti-Ramsden (2011), a través de
medidas de autoinforme, han analizado el estrés social, las
habilidades sociales y la aceptación social en adolescentes Screening y evaluación
con TEL. Los jóvenes estudiados consideran que experi-
mentan un mayor grado de estrés social que sus controles, Solo hemos encontrado 7 publicaciones que traten temas
aunque creen que tienen buenas habilidades sociales y gozan relativos al screening y la evaluación, aunque algunas de
de una aceptación social positiva. A pesar de esta per- ellas las consideramos de gran valor.
cepción positiva, las interacciones sociales constituyen una Spaulding (2011) ha investigado la consistencia en las
importante causa de estrés para esta población. A su vez, clasificaciones de severidad de niños con TEL en algunos
Clair, Pickles, Durkin y Conti-Ramsden (2011) han abordado tests de lenguaje referenciados por normas. Concretamente
nuevamente una temática similar en un trabajo sobre las ha analizado el TELD-3 (Hresko, Reid y Hammi, 1999) y el
dificultades conductuales, emocionales y sociales en adoles- UTDL-4 (Mecham, 2003) con la intención de determinar si
centes con TEL. Esta vez, han utilizado como instrumento los puntos de corte que marcan la gravedad en los manuales
principal el SDQ (Goodman, 1997), que lo han aplicado de los test eran consistentes. Encuentra que las categorías
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
80 E. Mendoza
de ejecución son bastante estables en niños con desarrollo se debe controlar el funcionamiento de algunos ítems para
normal, mientras que las categorías de gravedad solo son comparar a niños con TEL y a sus iguales.
consistentes en el 19% de los niños con TEL. Recomienda Para finalizar este apartado mencionamos la investiga-
precaución a los clínicos a la hora de asignar grados de seve- ción que han desarrollado Fidler, Plante y Vance (2011) para
ridad a niños con TEL solo en base a las puntuaciones en los detectar las medidas lingüísticas que identifiquen a adultos
test referenciados por normas. con TEL. Para ello han seleccionado a un grupo de adultos
En una línea relativamente similar, Hoffman, Loeb, con dificultades de aprendizaje, a otro grupo con historia de
Brandel y Gillam (2011) han investigado la validez con- TEL, a un tercer grupo de padres con hijos con TEL y a un
currente y de constructo de determinadas medidas de grupo control. Tras la aplicación de una extensa batería de
lenguaje en niños con TEL. Para ello han analizado las pro- pruebas en los dominios fonológico, morfológico, sintáctico,
piedades psicométricas de 2 test: el TOLD-P3 (Newcomer y semántico y de narrativa, encontraron diferencias signifi-
Hamill, 1988) y el CASL (Carrow-Woolfolk, 1999); han rea- cativas en algunas de las medidas entre los grupos clínicos
lizado análisis de correlación y de componentes principales y el control, concretamente en lectura de palabras, Token
de ambos y han encontrado unos modelos de componentes Test modificado y la prueba de definición de palabras del
diferentes en niños con TEL que en los niños sobre los que CELF-4, con una sensibilidad y especificidad relativamente
fueron baremados y que los valores de validez concurrente buena.
y de constructo son diferentes en los niños con TEL que los
encontrados en la población normal. Es interesante tener
en consideración este punto cuando se administran tests a Investigación en tratamiento
niños que no están representados en las muestras de estan-
darización. En este apartado nos encontramos con trabajos en los que
Esta vez en lengua francesa, Thordardottir, Kehayia, se han comparado 2 tipos de tratamiento, como terapia tra-
Mazer, Lessard yMajnemer (2011) han estudiado la sensibi- dicional y terapia administrada en intervalos (Keilmann y
lidad y especificidad de diferentes medidas de lenguaje y Kiese-Himmel, 2011), con resultados mejores en este tipo
procesamiento en niños con TEL de 5 años. Han seleccionado de administración, excepto en medidas de comprensión
medidas de vocabulario receptivo, gramática receptiva, len- en las que no hubo diferencias. Por su parte, Washington,
guaje espontáneo, narrativa, repetición de pseudopalabras, Warr-Leeper y Thomas-Stonell (2011) han comparado los
repetición de oraciones, seguimiento de direcciones, dígi- resultados de un tratamiento asistido por ordenador frente
tos y denominación rápida y automática. Han establecido a un tratamiento convencional para déficits de gramática
3 puntos de corte: a) −1 DT (desviación típica), b) −1,28 expresiva; no han encontrado diferencias entre los 2 trata-
DT, y c) −2 DT. Las pruebas de repetición de oraciones en el mientos, aunque en ambos los sujetos mejoraron más que
punto de corte de -1 DT son las que han demostrado mayor el grupo de no tratamiento. Ebbels, Nicoll, Clark, Eachus,
precisión. Gallagher et al. (2011) han publicado un trabajo sobre
En este apartado hemos incluido también la investigación eficacia de la terapia semántica para niños con TEL con
llevada a cabo por Dollaghan (2011) en el que se cuestiona dificultades de denominación y encontraron unas ganan-
si el TEL se distribuye de forma categorial o dimensional, cias significativas con respecto al grupo control, que se
esto es, si constituye un grupo cualitativamente diferente o mantuvieron durante 5 meses. Otros investigadores, como
si se sitúa al final de una distribución normal de destrezas McCartney, Boyle, Ellis, Bannatyne y Turnbull (2011) han
lingüísticas. Aplicaron a niños con TEL de 6 años 4 medidas comparado los resultados de la terapia directa, administrada
consideradas indicadoras del TEL y de estas resultaron ele- por logopedas, frente a terapia indirecta, administrada por
gibles 2: producción de palabras diferentes y porcentaje de otros miembros del equipo escolar, con mejores resultados
fonemas repetidos correctamente en pseudopalabras de 3 en la intervención directa.
y 4 sílabas. La inspección de las curvas MAMBAC (Meehl y Han aparecido algunas publicaciones sobre la efectividad
Yonce, 1994) no sugiere la presencia de un taxón, esto es, de las terapias administradas en casa por padres o madres
de un grupo cualitativamente independiente. Por tanto, los como terapeutas, basadas en lectura de libros de cuentos,
niños con TEL, simplemente, se sitúan en el extremo inferior con énfasis, bien en aspectos fonológicos y léxicos o bien
de una distribución normal de habilidades lingüísticas. en los dibujos (Justice, Skibbe, McGinty, Piasta y Petrill,
Sobre la efectividad de las medidas de screening en niños 2011), o en conciencia fonológica (Skibbe, Justice y Bowles,
con TEL, Kasper, Kreis, Scheibler, Möller, Skipka et al (2011) 2011); Skibbe et al. (2011) señalan un aspecto de gran inte-
han realizado una revisión sistemática de dichas medidas en rés, como que la cantidad de apoyo materno al desarrollo
niños de edad preescolar de Alemania. Destacan los autores de conceptos en sus hijos con TEL disminuye a lo largo del
la escasa calidad de los estudios publicados y el único estu- tiempo y que las madres necesitan un apoyo adicional para
dio de screening que alcanzaba sus estándares de calidad, llevar a cabo este tipo de terapia.
no aporta información sobre niños con TEL. No han logrado Wener y Archibald (2011) han administrado 2 tipos de
obtener la suficiente evidencia que apoye la utilidad de las tratamiento (verbal y visuoespacial) a un grupo de niños
medidas de screening para iniciar tratamientos tempranos. con TEL, a otro con problemas de memoria de trabajo y
Lautamo, Laakso, Aro, Ahonen y Törmäkangas (2011) han a un último grupo con ambos trastornos, utilizando estrate-
estudiado la validez de la estructura interna del PAGS (Play gias visuoespaciales (p. ej., realización de rompecabezas)
Assessment for Group Settings) para la evaluación del TEL en y estrategias verbales (p. ej., recuerdo de dibujos y for-
situaciones de juego. Concluyen diciendo que el PAGS es un mulación de oraciones). Han obtenido como resultado una
instrumento válido para la identificación de niños con difi- mejoría en el dominio más afectado en cada grupo, esto es,
cultades a través del juego con propósitos clínicos, aunque los niños con problemas de memoria de trabajo mejoraron
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
en las medidas de memoria de trabajo y los niños con TEL y otros trastornos del neurodesarrollo, como TEA, TDAH,
en medidas gramaticales. TPAC, principalmente. Se continúa trabajando en la línea
Aparece un trabajo en el que se retoma el tema de efec- educativa, investigando sobre todo las dificultades de los
tividad del recast frente a la intervención en el medio en niños con TEL en determinados aprendizajes escolares. Otra
el tratamiento gramatical de niños preescolares asignados dimensión interesante la constituyen los trabajos sobre
al azar a 2 grupos (Yoder, Molfese y Gardner, 2011). Los características sociales, emocionales y conductuales de los
autores han detectado una mayor ganancia en el grupo de niños con TEL, procedentes, en su mayor parte, del Man-
intervención en el medio, pero solo en los niños con menor chester Language Study.
longitud media del enunciado (LMU), concretamente los que Sobre el tema de la evaluación, las aportaciones son más
se encontraban en el nivel i de Brown. Es decir, la interven- reducidas y siguen una marcada orientación psicométrica.
ción en el medio es más efectiva que el recast en los niños Son relativamente escasos los trabajos sobre tratamiento de
más afectados a nivel gramatical. niños con TEL. Aunque sabemos de su dificultad, deberíamos
Broomfield y Dodd (2011) han sometido a prueba la efec- hacer un esfuerzo por diseñar y poner al día programas
tividad del tratamiento logopédico en 3 grupos de niños: con de tratamiento con bases de evidencia que avalen su
trastornos de comprensión, de expresión y de habla frente efectividad en el TEL.
a niños con los mismos trastornos que no recibieron trat-
amiento o lo recibieron demorado. En la introducción hacen
una revisión muy interesante sobre efectividad de distin-
tos tipos de tratamiento y de sus formas de administración. ANEXO 1. PUBLICACIONES REVISADAS
Como resultados de su trabajo han encontrado que el tra-
tamiento es más efectivo que el no tratamiento y que las (Aparecen en negrita las referenciadas en el texto)
mayores ganancias se producen en las categorías de trastor-
nos de expresión y trastornos de comprensión, siendo más
discretas en el grupo de trastornos de habla. El número de
Investigación básica
sujetos a los que se les administró el tratamiento era bas-
tante numeroso (730 casos), aunque el rango de edad era Adultos
excesivamente amplio, ya que oscilaba entre 2 y 16 años. Elbro, C., Dalby, M., y Maarbjerg, S. (2011). Language-
Por último, queremos destacar el interesante trabajo de learning impairments: a 30-year follow-up of language-
revisión de evidencias llevado a cabo por Steele y Mills (2011) impaired children with and without psychiatric, neurolo-
sobre efectividad de la intervención del vocabulario en niños gical and cognitive difficulties. International Journal of
con TEL. Tocan temas de gran interés, como el aprendizaje Language and Communication Disorders, 46, 4, 437-448.
de palabras en contextos orales y en contextos escritos y
revisan diferentes opciones y estrategias para la interven- Psicología cognitiva/psicolingüística
ción del vocabulario. Su lectura, sin duda, puede enriquecer Alt, M. (2011). Phonological working memory impairments in
el trabajo logopédico. children with specific language impairment: Where does the
Los artículos revisados que comparan diferentes trata- problem lie? Journal of Communication Disorders,44, 2,173-
mientos o tratamiento frente a no tratamiento han asignado 185
a los sujetos al azar a los distintos grupos. El número de Alt, M., y Spaulding, T. (2011). The effect of time on
sesiones y la duración del tratamiento son muy variables y word learning: An examination of decay of the memory trace
los efectos se mantienen, en general, pasados 5 meses de la and vocal rehearsal in children with and without specific
finalización del tratamiento. language impairment. Journal of Communication Disorders,
44, 6, 640-654.
Archibald, L. M. D., Joanisse, M., y Edmunds, A. (2011).
A modo de conclusión Specific language or working memory impairments: A small
scale observational study. Child Language Teaching and The-
En este trabajo se hace una breve revisión de las principales rapy27, 3, 294-312.
publicaciones sobre el TEL aparecidas en el año 2011. Sigue Delaunay-El Allam, M., Guidetti, M., Chaix, Y., y
predominando la investigación básica sobre la aplicada, lo Reilly, J. (2011). Facial emotion labeling in language
que supone que la aportación a la Logopedia es, a veces, impaired children. Applied Psycholinguistics, 32, 4,
bastante reducida, limitándose en el mejor de los casos 781-798.
a unas sugerencias o implicaciones clínicas. Las líneas en Ebert, K. D., y Kohnert, K. (2011). Sustained atten-
las que se presenta mayor producción de esta investigación tion in children with primary language impairment: a
básica son, fundamentalmente 2. Por un lado están los traba- meta-analysis. Journal of Speech, Language, and Hearing
jos sobre psicología cognitiva/psicolingüística, con artículos Research, 54, 5,1372-1384.
sobre atención, memoria de trabajo, sistema procedimen- Farrant, B. M., Maybery, M. T., y Fletcher, J. J.
tal/declarativo, cognición social, procesamiento lingüístico, (2012). Language, cognitive flexibility, and explicit false
entre otros, y, por otro, la investigación lingüística, en belief understanding: longitudinal analysis in typical
la que se ha trabajado fundamentalmente en los marca- development and specific language impairment. Child
dores del pasado y del plural, aprendizaje de palabras, Development,83, 1,223-235.
narrativa, etc. La investigación psicobiológica y neuropsico- Gabriel, A., Maillart, Ch., Guillaume, M., Stefaniak, N.,
lógica sigue una tendencia que pensamos que es creciente. y Meulemans, T. (2011). Exploration of Serial Struc-
Han aparecido algunos estudios comparativos entre el TEL ture Procedural Learning in Children with Language
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
82 E. Mendoza
Impairment. Journal of the International Neuropsycho- Ferguson, M. A., Hall, R. L., Riley, A., y Moore, D. R.
logical Society,17, 2,336-343. (2011). Communication, Listening, Cognitive and Speech
Gray, S., y Brinkley, S. (2011). Fast mapping and word Perception Skills in Children With Auditory Processing
learning by preschoolers with specific language impair- Disorder (APD) or Specific Language Impairment (SLI).
ment in a supported learning context: Effect of encoding Journal of Speech, Language and Hearing Research, 54,
cues, phonotactic probability, and object familiarity. Jour- 1, 221-227
nal of Speech, Language, and Hearing Research,54, 3, Manolitsi, M., y Botting, N. (2011). Language abilities
870-884. in children with autism and language impairment: using
Hedenius, M., Persson, J., Tremblay, A., Adi-Japha, E., narrative as a additional source of clinical information.
Veríssimo, J., et al.(2011). Grammar predicts procedural Child Language Teaching and Therapy, 27, 1, 39-55.
learning and consolidation deficits in children with Spe- Marshall, C. R., Ramus, F., y van der Lely, H. (2011).
cific Language Impairment. Research in Developmental Do children with dyslexia and/or specific language impair-
Disabilities,32, 6, 2362-2375. ment compensate for place assimilation? Insight into
Henry, L. A., Messer, D. J., y Nash, G. (2012).Executive phonological grammar and representations. Cognitive
functioning in children with specific language impairment. Neuropsychology, 27, 7,563-586.
Journal of Child Psychology and Psychiatry,53, 1,37-45. McGregor, K., Berns, A. J.,Owen, A. J., Michels, S. A.,
Iverson, J. M. y Braddock, B. (2011). Gesture and Motor Duff, D., et al.(2012). Associations between syntax and
Skill in Relation to Language in Children With Language the lexicon among children with or without ASD and lan-
Impairment. Journal of Speech, Language and Hearing guage impairment. Journal of Autism and Developmental
Research, 54, 1, 72-86 Disorders, 42, 1,35-47.
Lum, J. A., y Bleses, D. (2012). Declarative and pro- Miller, C., y Wagstaff, D. A.(2011). Behavioral profiles
cedural memory in Danish speaking children with specific associated with auditory processing disorder and specific
language impairment. Journal of Communication Disor- language impairment. Journal of Communication Disor-
ders, 45, 1,46-58. ders,44, 6,745-763.
Marinis, T., y Chondrogianni, V. (2011). Comprehension of Redmond, S. M., Thompson, H. L., y Goldstein, S.
reflexives and pronouns in sequential bilingual children: Do (2011). Psycholinguistic Profiling Differentiates Speci-
they pattern similarly to L1 children, L2 adults, or children fic Language Impairment From Typical Development and
with specific language impairment? Journal of Neurolinguis- From Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. Journal of
tics,24, 2,202-212. Speech, Language and Hearing Research, 54, 1, 99-119.
Pizzioli, F., y Schelstraete, M. A. (2011). Lexico-semantic Riches, N. G., Loucas, T., Baird, G., Charman, T., y
processing in children with specific language impairment: Simonoff, E. (2011). Non-word repetition in adolescents
The overactivation hypothesis. Journal of Communication with Specific Language Impairment and Autism plus lan-
Disorders, 44, 1, 75-90. guage Impairments: A qualitative analysis. Journal of
Topbaş, S. (2011). Implications of bilingual development Communication Disorders, 44, 1, 23-36.
for specific language impairments in Turkey. Clinical Linguis- Tomblin, B. (2011). Co-morbidity of autism and SLI:
tics and Phonetics, 25, 11-12,989-997. kinds, kin and complexity. International Journal of Lan-
Van Horne, A., y Lin, S. (2011). Cognitive state verbs and guage and Communication Disorders, 46, 2, 127-137.
complement clauses in children with SLI and their typica-
lly developing peers. Clinical Linguistics and Phonetics, 25,
10,881-898. Investigación conductual
Ziegler, J., Pech-Georgel, C., George, F., Lorenzi, C. Farrant, B. M., Maybery, M. T., y Fletcher, M. (2011).
(2011).Noise on, voicing off: Speech perception deficits Socio-emotional engagement, joint attention, imitation,
in children with specific language impairment. Journal of and conversation skill: Analysis in typical development
Experimental Child Psychology,110, 3,362-372. and specific language impairment. First Language, 31, 1,
23-46.
Redmond, S. M.(2011). Peer victimization
Comparación de trastornos among students with specific language impairment,
Contreras, C., y Mendoza, E. (2011). El rastreo sintác- attention-deficit/hyperactivity disorder, and typical
tico y la planificación de sintagmas: diferencias entre el development. Language, Speech, and Hearing Services in
Trastorno Específico del Lenguaje y la deprivación socio- Schools,42, 4,520-535.
cultural. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, St Clair, M. C., Pickles, A., Durkin, K., y Conti-Ramsden,
31, 1, 47-56. G. (2011). A longitudinal study of behavioral, emotional
Demouy, J., Plaza, M., Xavier, J., Ringeval, F., Che- and social difficulties in individuals with a history of speci-
touani, M., et al. (2011). Differential language markers fic language impairment (SLI). Journal of Communication
of pathology in autism, pervasive developmental disorder Disorders, 44, 2,186-199.
not otherwise specified and specific language impairment. Wadman, R., Durkin, K., y Conti-Ramsden, G. (2011).
Research in Autism Spectrum Disorders, 5, 4,1402-1412. Close Relationships in Adolescents With and Without a His-
Durkin, K., Conti-Ramsden, G., Simkin, Z. (2011). Func- tory of Specific Language Impairment. Language, Speech,
tional outcomes of adolescents with a history of specific and Hearing Services in Schools, 42, 1, 41-51.
language impairment (SLI) with and without autistic sympto- Wadman, R., Durkin, K., y Conti-Ramsden, G. (2011).
matology. Journal of Autism and Developmental Disorders, Social stress in young people with specific language
42, 1, 123-138. impairment. Journal of Adolescence, 34, 3, 421-431.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Wadman, R., Botting, N., Durkin, K., y Conti-Ramsden, Andreu, L., Sanz-Torrent, M., y Guàrdia-Olmos, J.
G. G. (2011). Changes in emotional health symptoms in (2012). Auditory word recognition of nouns and verbs in
adolescents with specific language impairment. Interna- children with Specific Language Impairment (SLI). Journal
tional jJurnal of Language and Communication Disorders, of Communication Disorders,45, 1,20-34.
46, 6,641-656. Andreu, Ll. (2011). Verb argument structure in children
with SLI: Evidence from eye-tracking. Language Acquisi-
tion,18, 2,136-138.
Investigación educativa
Arndt, K. B., y Schuele, C. M. (2012). Production of
Barachetti, C., y Lavelli, M. (2011). Responsiveness of
infinitival complements by children with specific language
children with specific language impairment and maternal
impairment. Clinical Linguistics and Phonetics,26, 1,1-17.
repairs during shared book Reading. International Jour-
Casby, M. (2011). An examination of the relationship of
nal of Language and Communication Disorders, 46, 5,
sample size and mean length of utterance for children with
579-591.
developmental language impairment. Child Language Tea-
Brizzolara, D., Gasperini, F., Pfanner, L., Cristofani, P.,
ching and Therapy,27, 3,286-293.
Casalini, C., et al.(2011). Long-term reading and spelling
Colozzo, P., Gillam, R. B., Wood, M., Schnell, R. D.,
outcome in Italian adolescents with a history of specific lan-
Johnston, J. R., et al. (2011).Content and form in the narra-
guage impairment. Cortex, 47, 8,955-973.
tives of children with specific language impairment. Journal
Cordewener, K. A., Bosman, A. M. T., y Verhoeven, L.
of Speech, Language, and Hearing Research, 54, 6,1609-
(2012). Characteristics of Early Spelling of Children with
1627.
Specific Language Impairment. Journal of Communication
Kavitskaya, D., Babyonyshev, M., Walls, T., y Grigorenko,
Disorders. En prensa.
E.l. (2011).Investigating the effects of syllable complexity
Dockrell, J. E., Lindsay, G., y Palikara, O. (2011).
in Russian-speaking children with SLI. Journal of Child Lan-
Explaining the academic achievement at school leaving
guage, 38, 5,979-98.
for pupils with a history of language impairment: Previous
Kunnari, S., Savinainen-Makkonen,T., Leonard, L. B.,
academic achievement and literacy skills. Child Language
Mäkinen, L., Tolonen, A-K et al. (2011). Children with Spe-
Teaching and Therapy, 27, 2,223-237.
cific Language Impairment in Finnish: the use of tense
Katsos, N., Roqueta, C. A., Estevan, R. A. C., y
and agreement inflections. Journal of Child Language,38,
Cummins, C. (2011). Are children with specific language
5,999-1027.
impairment competent with the pragmatics and logic of
Moyle, M. J.,Karasinski, C., Weismer, S. E., y Gorman,
quantification? Cognition,119, 1,43-57.
B. K. (2011). Grammatical morphology in school-age chil-
Kleemans, T., Segers, E., y Verhoeven, L. (2011).
dren with and without language impairment: A discriminant
Precursors to numeracy in kindergartners with specific
function analysis. Language, Speech, and Hearing Services
language impairment. Research in Developmental Disabi-
in Schools,42, 4,550-560.
lities, 32, 6,2901-2908.
Owen, A. (2011). Proficiency with tense and aspect
Mainela-Arnold, A., Alibali, M. W., Ryan, K., y Evans,
concordance: children with SLI and their typically develo-
J. L. (2011). Knowledge of Mathematical Equivalence
ping peers. Journal of Child Language,38, 3,675-699.
in Children With Specific Language Impairment: Insights
Polite, E. (2011).The contribution of part-word phono-
From Gesture and Speech. Language, Speech, and Hea-
logical factors to the production of regular noun plural ---s
ring Services in Schools, 42, 1, 18-30.
by children with and without specific language impairment.
Matson, G., y Cline, T. (2012). The impact of speci-
First Language,31, 4, 425-441.
fic language impairment on performance in science and
Polite, E. J., Leonard, L. B., Roberts, F. D.(2011). The use
suggested implications for pedagogy. Child Language Tea-
of definite and indefinite articles by children with specific
ching and Therapy, 28, 1, 1-13.
language impairment. International Journal of Speech-
Van Weerdenburg, M., Verhoeven, L., Bosman, A. y Van
Language Pathology,13, 4,291-300
Balkom, H. (2011). Predicting word decoding and word
Tuller, L., Henry, C., Sizaret, E., B, M-A. (2011). Specific
spelling development in children with Specific Language
language impairment at adolescence: Avoiding complexity.
Impairment. Journal of Communication Disorders,44, 3,392-
Applied Psycholinguistics,33, 1,161-184.
411.
Verhoeven, L., Steenge, J., van Balkom, H. (2011).
Verb morphology as clinical marker of specific language
Investigación lingüística impairment: Evidence from first and second language
Alt, M., y Suddarth, R. (2012). Learning novel words: Detail learners. Research in Developmental Disabilities,32, 3,
and vulnerability of initial representations for children 1186-1193.
with specific language impairment and typically developing
peers. Journal of Communication Disorders, 45, 2, 84-97.
Anderson, A. (2012). Linguistic specificity through lite- Investigación psicobiológica/neuropsicológica
rate language use in preschool-age children with specific Badcock, N. A., Bishop, D. V. M., Hardiman, M. J., Barry,
language impairment and typical language. Child Language J. G., y Watkins, K. E. (2012). Co-localisation of abnormal
Teaching and Therapy (en prensa). brain structure and function in specific language impair-
Andreu, L., Sanz-Torrent, M., Guàrdia Olmos, J., ment. Brain and Language. En prensa
y MacWhinney, B. (2011). Narrative comprehension and De Guibert, C., Maumet, C., Jannin, P., Ferré, J-C; Tré-
production in children with SLI: An eye movement study. guier, C., et al.(2011). Abnormal functional lateralization
Clinical Linguistics and Phonetics, 25, 9,767-783 and activity of language brain areas in typical specific
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
84 E. Mendoza
language impairment (developmental dysphasia). Brain, Thordardottir, E., Kehayia, E., Mazer, B., Lessard, N.,
134, 10, 3044-3058. Majnemer, A., et al. (2011). Sensitivity and specificity of
Evans, J. L., Selinger, C., y Pollak, S. D. (2011). French language and processing measures for the identi-
P300 as a measure of processing capacity in auditory fication of primary language impairment at age 5. Journal
and visual domains in specific language impairment. Brain of Speech, Language, and Hearing Research, 54, 2, 580-
Research,1389, 93-102. 597.
Logan, J., Petrill, S., Flax, J., Justice, L., Hou, L.,
et al.(2011). Genetic covariation underlying reading, lan-
guage and related measures in a sample selected for specific Tratamiento
language impairment. Behavior Genetics, 41, 5, 651-659.
Shafer, V., Schwartz, R. G., y Martin, B. (2011). Evi- Allen, J., y Marshall, C. R. (2011). Parent---Child Interaction
dence of deficient central speech processing in children Therapy (PCIT) in school-aged children with specific lan-
with specific language impairment: The T-complex. Clini- guage impairment. International Journal of Language and
cal Neurophysiology, 122, 6, 1137-1155. Communication Disorders, 46, 4, 397-410.
Shaheen, E. A., Shohdy, S. S., Abd Al Raouf, M. M., Broomfield, J., y Dodd, B. (2011). Is speech and lan-
Mohamed El Abd, S., Abd Elhamid, A. A., et al. (2011). guage therapy effective for children with primary speech
Relation between language, audio-vocal psycholinguistic and language impairment? Report of a randomized control
abilities and P300 in children having specific language trial. International Journal of Language and Communica-
impairment. International Journal of Pediatric Otorhino- tion Disorders, 46, 6, 628-640.
laryngology, 75, 9, 1117-1122. Ebbels, S. H., Nicoll, H., Clark, B., Eachus, B.,
Villanueva, P., Newbury, D. F., Jara, L., De Barbieri, Z., Gallagher, A. L., Horniman, K., Jennings, M., McEvoy, K.
Mirza, G., et al. (2011). Genome-wide analysis of genetic M., Nimmo, L., y Turner, G. (2012). Effectiveness of
susceptibility to language impairment in an isolated Chi- semantic therapy for word-finding difficulties in pupils
lean population. European Journal of Human Genetics, with persistent language impairments: a randomized
19, 6, 687-695. control trial. International Journal of Language and
Whitehouse, A. J., Zubrick, S. R., Blair, Newnham, J. Communication Disorders, 47, 1, 35-51.
P., Hickey, M., et al. (2011).Fetal head circumference Justice, L., Skibbe, L., McGinty, A. S., Piasta, S. B.,
growth in children with specific language impairment. y Petril, S. (2011). Feasibility, Efficacy, and Social Vali-
Archives of Disease in Childhood, 97, 1, 49-51. dity of Home-Based Storybook Reading Intervention for
Children With Language Impairment. Journal of Speech,
Language and Hearing Research, 54, 2, 523-538.
Keilmann, A., y Kiese-Himmel, C. C. (2011). [Inpatient
Evaluación language therapy in children with severe specific language
impairments]. Laryngo- Rhino- Otologie, 90, 11, 677-682.
Dollaghan, Ch. (2011). Taxometric analyses of specific McCartney, E., Boyle, J., Ellis, S., Bannayte, S., y
language impairment in 6-year-old children. Journal of Turnbull, M. (2011). Indirect language therapy for chil-
Speech, Language, and Hearing Research, 54, 5, 1361- dren with persistent language impairment in mainstream
1371. primary schools: outcomes from a cohort intervention.
Fidler, LJ., Plante, E., y Vance, R. (2011). Identifica- International Journal of Language and Communication
tion of Adults With Developmental Language Impairments. Disorders, 46, 1, 78-82.
American Journal of Speech-Language Pathology, 20, 1, Roberts, M. Y., y Kaiser, A. P. (2011). The Effectiveness
2-13. of Parent-Implemented Language Interventions: A Meta-
Hoffman, L. M., Loeb, D. F., Brandel, J., y Gillam, RB. Analysis. American Journal of Speech-Language Pathology,
(2011). Concurrent and construct validity of oral language 20, 180-199.
measures with school-age children with specific language Skibbe, L. E., Justice, L. M. y Bowles, R. P.
impairment. Journal of Speech, Language, and Hearing (2011).Implementation processes associated with a
Research, 54, 6, 1597-1608. home-based phonological awareness intervention for chil-
Kasper, J., Kreis, J., Scheibler, F., Möller, D., dren with specific language impairment. International
Skipka, G., et al. (2011). Population-Based Screening of Journal of Speech-Language Pathology, 13, 2, 110-124.
Children for Specific Speech and Language Impairment Steele, S. C., y Mills, M. T. (2011).Vocabulary interven-
in Germany: A Systematic Review. Folia Phoniatrica et tion for school-age children with language impairment:
Logopaedica, 63, 5, 247-63. A review of evidence and good practice. Child Language
Lautamo, T., Laakso, M-L., Aro, T., Ahonen, T. y Törmä- Teaching and Therapy, 27, 3, 354-370.
kangas, K. (2011). Validity of the play assessment for Washington, K. N., Warr-Leeper, G., y Thomas-
group settings: An evaluation of differential item functio- Stonell, N. (2011). Exploring the outcomes of a
ning between children with specific language impairment novel computer-assisted treatment program targeting
and typically developing peers. Australian Occupational expressive-grammar deficits in preschoolers with SLI.
Therapy Journal, 58, 4, 222-230. Journal of Communication Disorders, 44, 3, 315-330.
Spaulding, T. J. (2011). Comparison of severity ratings Wener, S., y Archibald, L. M. D. (2011). Domain-specific
on norm-referenced tests for children with specific lan- treatment effects in children with language and/or wor-
guage impairment. Journal of Communication Disorders, king memory impairments: A pilot study. Child Language
45, 1, 59-68. Teaching and Therapy, 27, 3, 313-330.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Yoder, P. J., Molfese, D., y Gardner, E. (2011). Initial impairments: a randomized control trial. International Journal
mean length of utterance predicts the relative efficacy of of Language and Communication Disorders, 47, 35---51.
two grammatical treatments in preschoolers with specific Elbro, C., Dalby, M., & Maarbjerg, S. (2011). Language-learning
language impairment. Journal of Speech, Language, and impairments: a 30-year follow-up of language-impaired children
Hearing Research, 54, 4, 1170-1181. with and without psychiatric, neurological and cognitive diffi-
culties. International Journal of Language and Communication
Disorders, 46, 437---448.
Bibliografía Farrant, B. M., Maybery, M. T., & Fletcher, J. J. (2012). Language,
cognitive flexibility, and explicit false belief understanding: lon-
American Psychiatric Association (2012): DSM-V Development [con- gitudinal analysis in typical development and specific language
sultado 24 Feb 2012]. Disponible en: http://www.dsm5.org/ impairment. Child Development, 83, 223---235.
ProposedRevision/Pages/proposedrevision.aspx?rid=488. Ferguson, M. A., Hall, R. L., Riley, A., & Moore, D. R. (2011).
American Psychiatric Association (2000). Diagnostics and Statistical Communication, Listening, Cognitive and Speech Perception Ski-
Manual of Mental Disorders, IV text revision. lls in Children With Auditory Processing Disorder (APD) or Specific
American Speech-Language-Hearing Association (1993). Definitions Language Impairment (SLI). Journal of Speech, Language and
of communication disorders and variations. ASHA, 35 (suppl. 10), Hearing Research, 54, 221---227.
40-41. Fidler, L. J., Plante, E., & Vance, R. (2011). Identification of Adults
Andreu, L., Sanz-Torrent, M., Guàrdia Olmos, J., & MacWhinney, B. With Developmental Language Impairments. American Journal
(2011). Narrative comprehension and production in children with of Speech-Language Pathology, 20, 2---13.
SLI: an eye movement study. Clinical Linguistics and Phonetics, Gabriel, A., Maillart, Ch., Guillaume, M., Stefaniak, N., & Meu-
25, 767---783. lemans, T. (2011). Exploration of Serial Structure Procedural
Andreu, L., Sanz-Torrent, M., & Guàrdia-Olmos, J. (2012). Auditory Learning in Children with Language Impairment. Journal of the
word recognition of nouns and verbs in children with Specific International Neuropsychological Society, 17, 336---343.
Language Impairment (SLI). Journal of Communication Disor- Goodman, R. (1997). The Strengths and difficulties Questionnaire:
ders, 45, 20---34. a research note. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 38,
Badcock, N.A., Bishop, D.V. M., Hardiman, M.J., Barry, J.G., y Wat- 581---586.
kins, K.E. (2012). Co-localisation of abnormal brain structure and Hedenius, M., Persson, J., Tremblay, A., Adi-Japha, E.,
function in specific language impairment. Brain and Language, Veríssimo, J., Dye, C. D., et al. (2011). Grammar predicts
120, 3, 310-312. procedural learning and consolidation deficits in children with
Barachetti, C., & Lavelli, M. (2011). Responsiveness of children with Specific Language Impairment. Research in Developmental
specific language impairment and maternal repairs during shared Disabilities, 32, 2362---2375.
book Reading. International Journal of Language and Communi- Hoffman, L. M., Loeb, D. F., Brandel, J., & Gillam, R. B. (2011).
cation Disorders, 46, 579---591. Concurrent and construct validity of oral language measures with
Broomfield, J., & Dodd, B. (2011). Is speech and language the- school-age children with specific language impairment, Journal
rapy effective for children with primary speech and language of Speech. Language, and Hearing Research, 54, 1597---1608.
impairment? Report of a randomized control trial. Internatio- Hresko, W.P., Reid, D.K. y Hammil, D.D. (1999). Test of Early Lan-
nal Journal of Language and Communication Disorders, 46, guage Development. (3.a Edición). Austin, TX: Pro-Ed.
628---640. Justice, L., Skibbe, L., McGinty, A.S., Piasta, S.B., y Petril, S. (2011).
Carrow-Woolfolk E. (1999). Comprehensive assessment of spoken Feasibility, Efficacy, and Social Validity of Home-Based Storybook
language (CASL). Circle Pines, NM: American Guidance Service. Reading Intervention for Children With Language Impairment.
Contreras, C., & Mendoza, E. (2011). El rastreo sintáctico y la plani- Journal of Speech, Language and Hearing Research, 54, 2, 523-
ficación de sintagmas: diferencias entre el Trastorno Específico 538.
del Lenguaje y la deprivación sociocultural. Revista de Logope- Kasper, J., Kreis, J., Scheibler, F., Möller, D., Skipka, G., Lange, S.,
dia, Foniatría y Audiología, 31, 47---56. et al. (2011). Population-Based Screening of Children for Speci-
Cordewener, K.A., Bosman, A.M. T., y Verhoeven, L. (2012). Cha- fic Speech and Language Impairment in Germany: A Systematic
racteristics of Early Spelling of Children with Specific Language Review. Folia Phoniatrica et Logopaedica, 63, 247---263.
Impairment. Journal of Communication Disorders, 45, 3, 212- Katsos, N., Roqueta, C. A., Estevan, R. A. C., & Cummins, C.
222. (2011). Are children with specific language impairment compe-
De Guibert, C., Maumet, C., Jannin, P., Ferré, J.-C., Tréguier, C., tent with the pragmatics and logic of quantification? Cognition,
Barillot, C., et al. (2011). Abnormal functional lateralization 119, 43---57.
and activity of language brain areas in typical specific language Keilmann, A., & Kiese-Himmel, C. C. (2011). [Inpatient language
impairment (developmental dysphasia). Brain, 134, 3044---3058. therapy in children with severe specific language impairments].
Demouy, J., Plaza, M., Xavier, J., Ringeval, F., Chetouani, M., Laryngo- Rhino- Otologie, 90, 677---682.
Périsse, D., et al. (2011). Differential language markers of patho- Kleemans, T., Segers, E., & Verhoeven, L. (2011). Precursors to
logy in autism, pervasive developmental disorder not otherwise numeracy in kindergartners with specific language impairment.
specified and specific language impairment. Research in Autism Research in Developmental Disabilities, 32, 2901---2908.
Spectrum Disorders, 5, 1402---1412. Kunnari, S., Savinainen-Makkonen, T., Leonard, L. B., Mäkinen, L.,
Dockrell, J.E., Lindsay, G., y Palikara, O. (2011). Explaining the Tolonen, A.-K., Luotonen, M., et al. (2011). Children with Spe-
academic achievement at school leaving for pupils with a history cific Language Impairment in Finnish: the use of tense and
of language impairment: Previous academic achievement and agreement inflections. Journal of Child Language, 38, 999---1027.
literacy skills. Child Language Teaching and Therapy, 27, 2, 223- Lautamo, T., Laakso, M.-L., Aro, T., Ahonen, T., & Törmäkangas, K.
237. (2011). Validity of the play assessment for group settings: An eva-
Dollaghan, Ch. (2011). Taxometric analyses of specific language luation of differential item functioning between children with
impairment in 6-year-old children. Journal of Speech, Language, specific language impairment and typically developing peers.
and Hearing Research, 54, 1361---1371. Australian Occupational Therapy Journal, 58, 222---230.
Ebbels, S. H., Nicoll, H., Clark, B., Eachus, B., Gallagher, A. Lum, J. A., & Bleses, D. (2012). Declarative and procedural memory
L., & Horniman, K. (2012). Effectiveness of semantic therapy in Danish speaking children with specific language impairment.
for word-finding difficulties in pupils with persistent language Journal of Communication Disorders, 45, 46---58.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
86 E. Mendoza
Mainela-Arnold, A., Alibali, M. W., Ryan, K., & Evans, J. L. (2011). Skibbe, L. E., Justice, L. M., & Bowles, R. P. (2011). Implemen-
Knowledge of Mathematical Equivalence in Children With Spe- tation processes associated with a home-based phonological
cific Language Impairment: Insights From Gesture and Speech. awareness intervention for children with specific language
Language, Speech, and Hearing Services in Schools, 42, 18---30. impairment. International Journal of Speech-Language Patho-
Manolitsi, M., & Botting, N. (2011). Language abilities in children logy, 13, 110---124.
with autism and language impairment: using narrative as a addi- Spaulding, T. J. (2011). Comparison of severity ratings on norm-
tional source of clinical information. Child Language Teaching referenced tests for children with specific language impairment.
and Therapy, 27, 39---55. Journal of Communication Disorders, 45, 59---68.
Marshall, C. R., Ramus, F., & van der Lely, H. (2011). Do children St Clair, M. C., Pickles, A., Durkin, K., & Conti-Ramsden, G.
with dyslexia and/or specific language impairment compensate (2011). A longitudinal study of behavioral, emotional and social
for place assimilation? Insight into phonological grammar and difficulties in individuals with a history of specific language
representations. Cognitive Neuropsychology, 27, 563---586. impairment (SLI). Journal of Communication Disorders, 44,
Matson, G., & Cline, T. (2012). The impact of specific language 186---199.
impairment on performance in science and suggested implica- Steele, S. C., & Mills, M. T. (2011). Vocabulary intervention for
tions for pedagogy. Child Language Teaching and Therapy, 28, school-age children with language impairment: A review of evi-
1---13. dence and good practice. Child Language Teaching and Therapy,
McCartney, E., Boyle, J., Ellis, S., Bannayte, S., & Turnbull, M. 27, 354---370.
(2011). Indirect language therapy for children with persistent Tomblin, B. (2011). Co-morbidity of autism and SLI: kinds, kin and
language impairment in mainstream primary schools: outcomes complexity. International Journal of Language and Communica-
from a cohort intervention. International Journal of Language tion Disorders, 46, 127---137.
and Communication Disorders, 46, 78---82. Thordardottir, E., Kehayia, E., Mazer, B., Lessard, N., Majnemer, A.,
McGregor, K., Berns, A. J., Owen, A. J., Michels, S. A., Duff, D., Sutton, A., et al. (2011). Sensitivity and specificity of French lan-
Bahnsen, A. J., et al. (2012). Associations between syntax and guage and processing measures for the identification of primary
the lexicon among children with or without ASD and language language impairment at age 5. Journal of Speech, Language, and
impairment. Journal of Autism and Developmental Disorders, Hearing Research, 54, 580---597.
42, 35---47. Ullman, M. T., & Pierpoint, E. I. (2005). Specific language impair-
Mecham, M.J. (2003). Utah Test of Language Development (4.a Edi- ment is not specific to language: The procedural déficit
ción). Austin, TX: Pro-Ed. hypothesis. Cortex, 41, 399---433.
Meehl, P. E., & Yonce, L. (1994). Taxometric analysis: I. Detec- Villanueva, P., Newbury, D. F., Jara, L., De Barbieri, Z., Mirza, G.,
ting taxonicity with two quantitative indicators using means Palomino, H. M., et al. (2011). Genome-wide analysis of
above and below a sliding cut (MAMBAC procedure). Psycholo- genetic susceptibility to language impairment in an isolated
gical Reports, 74, 1059---1274. Chilean population. European Journal of Human Genetics, 19,
Miller, C., & Wagstaff, D. A. (2011). Behavioral profiles associated 687---695.
with auditory processing disorder and specific language impair- Wadman, R., Durkin, K., & Conti-Ramsden, G. (2011a). Close Rela-
ment. Journal of Communication Disorders, 44, 745---763. tionships in Adolescents With and Without a History of Specific
Newcomer, P.L., y Hammill, D.D. (1988). Test of language Language Impairment. Language. Speech, and Hearing Services
development-Primary (3.a Edición) ---TOLD-P3−. Austin, TX: Pro- in Schools, 42, 41---51.
Ed. Wadman, R., Durkin, K., & Conti-Ramsden, G. (2011b). Social stress
Redmond, S. M. (2011). Peer victimization among students with in young people with specific language impairment. Journal of
specific language impairment, attention-deficit/hyperactivity Adolescence, 34, 421---431.
disorder, and typical development. Language, Speech, and Hea- Wadman, R., Botting, N., Durkin, K., & Conti-Ramsden, G. G. (2011).
ring Services in Schools, 42, 520---535. Changes in emotional health symptoms in adolescents with spe-
Redmond, S. M., Thompson, H. L., & Goldstein, S. (2011). cific language impairment. International jJurnal of Language
Psycholinguistic Profiling Differentiates Specific Language and Communication Disorders, 46, 641---656.
Impairment From Typical Development and From Attention- Washington, K. N., Warr-Leeper, G., & Thomas-Stonell, N. (2011).
Deficit/Hyperactivity Disorder. Journal of Speech, Language and Exploring the outcomes of a novel computer-assisted treatment
Hearing Research, 54, 99---119. program targeting expressive-grammar deficits in preschoolers
Riches, N. G., Loucas, T., Baird, G., Charman, T., & Simonoff, E. with SLI. Journal of Communication Disorders, 44, 315---330.
(2011). Non-word repetition in adolescents with Specific Lan- Wener, S., & Archibald, L. M. D. (2011). Domain-specific treat-
guage Impairment and Autism plus language Impairments: A ment effects in children with language and/or working memory
qualitative analysis. Journal of Communication Disorders, 44, impairments: A pilot study. Child Language Teaching and The-
23---36. rapy, 27, 313---330.
Shafer, V., Schwartz, R. G., & Martin, B. (2011). Evidence of Whitehouse, A. J., Zubrick, S. R., Blair, E., Newnham, J. P., Hickey,
deficient central speech processing in children with specific lan- M., et al. (2011). Fetal head circumference growth in children
guage impairment: The T-complex. Clinical Neurophysiology, with specific language impairment. Archives of Disease in Child-
122, 1137---1155. hood, 97, 49---51.
Shaheen, E. A., Shohdy, S. S., Abd Al Raouf, M. M., Mohamed El Abd, Yoder, P. J., Molfese, D., & Gardner, E. (2011). Initial mean length
S., Abd Elhamid, A. A., et al. (2011). Relation between language, of utterance predicts the relative efficacy of two grammatical
audio-vocal psycholinguistic abilities and P300 in children having treatments in preschoolers with specific language impairment.
specific language impairment. International Journal of Pediatric Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 54,
Otorhinolaryngology, 75, 1117---1122. 1170---1181.
Anexo 8: Ejemplo de artículo teórico.
- 90 -
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Revista de
PALABRAS CLAVE Resumen En este trabajo se hace una revisión de los diversos modelos de intervención en los
Trastorno específico trastornos específicos del lenguaje (TEL). Aunque tradicionalmente se ha formulado una clasifi-
del lenguaje; cación genérica, diferenciando entre perspectivas formales y funcionales, se hace indispensable
Modelos de establecer propuestas más singulares. Por lo tanto, se ofrece una categorización basada en un
intervención; criterio evolutivo. Por un lado, los modelos orientados a la adquisición del lenguaje oral, y, por
Práctica basada en la otro, aquellos entroncados con el lenguaje y la alfabetización. Se concluye que es necesario
evidencia un mayor volumen de estudios que comprueben la eficacia de las diferentes opciones de inter-
vención. Todo lo anterior debe conectarse con la necesidad de impulsar entre los profesionales
de la logopedia con prácticas basadas en la evidencia (PBE) con la finalidad de dotarles de pro-
gramas, estrategias y datos procedentes de investigación que les haga disponer de una mayor
cantidad de recursos de alta calidad en su trabajo habitual.
© 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
0214-4603/$ – see front matter © 2012 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.rlfa.2012.03.003
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
que se pone en evidencia la bondad de esta modalidad de cía complementariamente atención individual en objetivos
intervención sobre el lenguaje expresivo de niños con TEL. específicos de naturaleza formal. Se ha recurrido a la con-
En el tercero de los enfoques, con prácticas centradas en versación y a la entrega de un feedback adecuado (mediante
la familia, se parte de una intervención temprana apoyando el uso de expansiones, extensiones e incorporaciones). Una
y fortaleciendo todo el contexto familiar del niño, pero los revisión de la literatura científica muestra datos que sugie-
padres participan activamente en la toma de decisiones, ren resultados positivos en la adquisición de habilidades
haciéndose propuestas individualizadas y diferenciadas. No lingüísticas, cuando se utiliza la estimulación general del
hay evidencia de la eficacia de esta modalidad en el trabajo lenguaje (Haynes y Naidoo, 1991).
con TEL.
Y por último, el cuarto enfoque apoya a la familia y se
le pide su participación, siempre que resulte aconsejable Aproximaciones basadas en la estimulación focalizada
para los fines de la intervención, y bajo la tutela del La fundamentación de este acercamiento hay que buscarla
logopeda. Entre los programas más utilizados, dentro en 3 grandes corrientes teóricas, esto es, la teoría del
de esta última corriente, destaca considerablemente el aprendizaje social de Bandura (1977), la teoría del cons-
Programa Hanen, creado por Ayala Manolson (Manolson, tructivismo social (Vygotsky, 1978; Bruner, 1983) y la teoría
1992), y vinculado a una perspectiva sociointeraccionista transaccional de la adquisición del lenguaje (Yoder y Warren,
de adquisición del lenguaje. El objetivo principal es la 1993). A diferencia de la estimulación general del lenguaje
enseñanza explícita a los padres de una serie de procedi- (en la que el objetivo es estimular y reforzar de manera
mientos destinados a mejorar las situaciones de interacción sistemática y regular el lenguaje de niños con un retraso
con sus hijos (dejando que el niño sea un participante de naturaleza más sociocultural, Juárez y Monfort, 1996),
activo y respondiendo a sus iniciativas), a prolongar sus ahora se ofrece una gran cantidad de estímulos lingüísticos
conversaciones, a modelar el lenguaje mediante el uso de específicos relacionados con la forma, el contenido o el uso,
expansiones y extensiones, a promocionar las habilidades y siempre dentro de una situación comunicativa natural. El
receptivas, y por último, al manejo de actividades con objetivo de la intervención puede incorporarse dentro de
libros, juegos y música. De manera más concreta se busca historias ficticias o de descripciones simples en actividades
la promoción de aspectos básicos de la comunicación basadas en el juego. En algunos casos, a los niños se les pre-
(atención y acción conjuntas, comunicación intencional), gunta directamente sobre cuestiones en las que de forma
del vocabulario y de la combinación temprana de palabras obligatoria han de responder mediante el uso de la forma
(incluyendo el desarrollo de la morfología precoz). A la que constituye el objetivo de la intervención; en otros, los
versión original, se le añadió posteriormente, en 1996, eventos no lingüísticos están dispuestos u ordenados con el
un conjunto de técnicas de estimulación focalizada que propósito de incrementar la probabilidad de que aparezca
enriquecieron las estrategias vigentes basadas en el mode- una frase, conteniendo el objetivo que se está trabajando,
lado y en la estimulación general. Esta nueva adaptación y como consecuencia, que el niño sea capaz de producir una
del Programa Hanen ha tenido sus efectos positivos en la similar.
mejora del lenguaje en niños con TEL (Pepper y Weitzman, Un ejemplo de este tipo de intervención fue la expe-
2004). riencia descrita por Rice, Buhr y Nemeth, 1990. Durante la
misma, los niños veían un programa de televisión en el que
se narraba una historia. Esta contenía muchos ejemplos de
Aproximaciones basadas en la estimulación general aquellas palabras que se pretendían trabajar en los niños
del lenguaje con TEL. Con esta forma de proceder se logró una mejor
El objetivo de estos programas es estimular y reforzar de comprensión del vocabulario. En cambio, otros programas
manera sistemática y regular el lenguaje de los niños. han recurrido a actividades muy sencillas, como las de lim-
Muchos de ellos están orientados hacia una mejora de la piar una casa o arreglar un aparato de radio, con el fin de
interacción familiar (Juárez y Monfort, 1996), tal y como se conseguir determinadas formas gramaticales. En otras oca-
vio anteriormente. Otros se basan en planificar una actividad siones, el profesional organiza cuidadosamente el contexto
lingüística en el contexto del aula. Para este fin se llevan a para que el niño se vea en la tentación de producir formas
cabo conversaciones regulares en las que se busca un control y frases que contengan el objetivo de intervención; así, por
sobre los turnos conversacionales, la relación de la infor- ejemplo, propone jugar con la granja (un establo, un gran-
mación nueva sobre el conocimiento previo, la anticipación jero, varios animales y un camión). El objetivo, ahora, es la
sobre lo que vamos escuchando y las hipótesis implícitas que producción de la forma verbal está.
se hacen sobre el nivel precursor de entendimiento del tema
por parte del interlocutor (Juárez y Monfort, 1996). Estos
últimos autores diferencian entre varios tipos de conversa- - Logopeda: Hola Juan. Hoy, vamos a jugar con la granja. En
ciones: en torno a una observación, a un tema en común este momento, nosotros cogemos algunos animales y los
y a una vivencia en particular. Al mismo tiempo se ejecu- ponemos en el camión. Ahora la vaca está en el camión.
tan toda una serie de actividades destinadas a favorecer la El caballo está en el camión. La oveja está en el camión.
comprensión y la expresión. El cerdo está en el camión. Pero, ¿dónde está el perro?
Otros trabajos como los de Evesham (1977) y Rice y - Niño: Ladra
Wilcox (1995) han brindado estimulación general del len- - Logopeda: Sí, el perro puede ladrar. El hace «guau, guau».
guaje a poblaciones de riesgo de Educación Infantil y Ahora vamos a poner al perro en el camión. Bien, ahora el
Educación Primaria. Básicamente se actuaba en situaciones perro está en el camión. ¿Dónde está la vaca?
reales dentro del aula ordinaria y en algunos casos se ofre- - Niño: Vaca en camión
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
- Logopeda: Sí, la vaca está en el camión. ¿Está el cerdo La respuesta diferenciada por niveles de práctica
en el camión? Sí, está. El está en el camión. Díselo al En publicaciones anteriores hemos planteado la necesidad
granjero. El cerdo está en el camión. de diseñar modelos de evaluación e intervención que partan
- Niño: El cerdo está en el camión. de los presupuestos de la educación inclusiva, y en conse-
- Logopeda: Muy bien. Pues ahora como cada uno está en el cuencia, aporten visiones logopédicas que tengan en cuenta
camión, nosotros podemos ir a la feria. los contextos educativos del alumnado con TEL (Acosta,
Moreno, Barroso, Coello y Mesa, 2007). En esa línea debe
Esta manera de trabajar requiere escasos recursos per- entenderse el modelo que presentamos. Su fundamento teó-
sonales y materiales. Además, su aplicación en logopedia rico se sostiene en un triple eje. En primer lugar, en los
ha sido muy satisfactoria en situaciones diversas, como en enfoques anglosajones, recogidos en el Acta para la Edu-
el hogar (Girolametto, Pearce y Weitzman, 1996), o en el cación de los Individuos con Discapacidad (IDEA, 2004); en
trabajo en grupo (Lederer, 2001). Concretamente, algunos segundo lugar, en los modelos RTI (Response to Intervention,
estudios señalan su eficacia en niños con TEL (Ellis, Murray Fletcher-Janzen y Reynolds, 2008), donde se plantea una
y Miller, 1993; Robertson y Ellis, 1999; Lederer, 2001). intervención secuenciada en 3 niveles; y, en tercer lugar, en
los trabajos sobre intervención preventiva de autores como
Fuchs y Fuchs (2006) y Vaughn, Liann-Thompson y Hickman
Aproximación del recast conversacional (2003).
Los orígenes de esta variedad de intervención hay que situar- En el nivel 1, el tutor, con el asesoramiento y el apoyo
los en el modelo interactivo y transaccional de adquisición del logopeda, trabaja con todos los niños en el aula habi-
del lenguaje (Camarata y Yoder, 2002). Los pasos básicos a tual, aunque haciendo un mayor seguimiento de aquellos
seguir en su implementación son los 3 siguientes: 1) el niño que presentan condiciones de riesgo (entre los que esta-
toma la iniciativa; 2) el adulto le enseña una respuesta; 3) se rían, obviamente, los etiquetados con un TEL). En este
busca un objetivo del lenguaje que sea apropiado a las posi- proceso resulta clave la colaboración educativa entre logo-
bilidades del niño. Del mismo modo, se persigue también pedas y profesores; ya que por medio de ella se proporciona
que los contextos en los que se desarrolla la acción sean a estos últimos los instrumentos, estrategias y procedimien-
interesantes y motivadores. Hasta tal extremo que, en oca- tos necesarios para asegurar una enseñanza del lenguaje oral
siones, el adulto y el niño participan en actividades de juego entroncada con el curriculum.
con objetos atractivos o alternativamente, toman parte en Esta intervención se ofrece dentro de las rutinas diarias
una actividad divertida, y otras veces, leen de manera con- de la vida del aula (asamblea, expresión plástica, etc.) y de
junta un cuento fantástico. Por ejemplo, en una situación las interacciones que en ella se producen. La presentación
en la que el adulto juega con el niño y responde a las fra- cuidadosa y repetida de las habilidades críticas de lenguaje
ses producidas por este, el propósito será proporcionarle un constituye el pivote central sobre el que gira todo el tra-
turno conversacional relevante y además, brindarle algunas bajo. Junto con ello, a lo largo de todo el curriculum escolar,
formas lingüísticas que sirvan como foco de la intervención. dominarán aquellas actividades en las que se usen artefac-
De esta manera, si el objetivo es la forma verbal cantando, tos relacionados con el lenguaje como libros con teléfono,
el adulto responderá a la frase «El pájaro está en el árbol» menús, cartas, cromos, sellos, listas de la compra, etc.
con otra, «Oh, sí, el pájaro que está cantando en el árbol El juego dramático y el uso de scripts pueden resultar
es un canario»; o a la frase de un niño «¿Podemos abrir la situaciones interesantes para todo este trabajo. Por ejem-
jaula ahora?», le podría seguir el recast «Seguro, nosotros plo, en el juego de Ir de compras al supermercado, se
podemos abrir la jaula ahora para que los pájaros sigan can- practicará un vocabulario que se incluirá en la lista de la
tando en libertad». Otra posibilidad, es evitar el añadido compra, y, en consecuencia, se hará uso de las palabras y
de información morfosintáctica o semántica, para centrarse de la escritura. Los niños recurrirán al autohabla y al habla
en el cambio de la modalidad de la frase. Por ejemplo, paralela para demostrar cómo cotejan las palabras de su
el niño dice «Pájaro cantando» (declarativa); y el logo- lista de la compra con las que aparecen en los paquetes de
peda le responde: «¿Está el pájaro cantando?» (variando a alimentos. El apoyo a los niños con TEL resultará decisivo;
interrogativa). así, cuando por ejemplo, no sean capaces, por sí solos, de
Camarata y Nelson (1992), Camarata, Nelson y Camarata encontrar un tipo concreto de zumo que empiece con una t
(1994), y Nelson, Camarata, Welsh, Butkovsky y Camarata (p. ej., tomate), será necesario ofrecerle ayuda en forma de
(1996) han ofrecido suficiente evidencia de que el recast pistas o señales; una situación similar se puede dar cuando
conversacional es efectivo para la enseñanza de un con- tengan que buscar nombres que empiecen por /p/ (patatas,
junto amplio de estructuras lingüísticas, destinadas a los peras, pomelos, etc.).
niños con TEL. Algunas de ellas incluyen ciertas formas La lectura interactiva de libros es otra de las actividades
verbales, las construcciones pasivas y las cláusulas de que debería estar muy presente en este nivel 1 de interven-
relativo. ción. Recuérdese que cuando esta se realiza con patrones de
Por último, hay que recalcar que una auténtica situación calidad tendrá consecuencias altamente positivas en los pos-
de recast se produce siempre en escenarios de inter- teriores resultados en lectura (Bus, 2001). Durante la misma,
cambios conversacionales reales, ya que, de lo contrario, el adulto responde generosamente a las preguntas del alum-
podría no resultar eficaz. Así se explica que, por ejem- nado, modela de manera efectiva el lenguaje y promociona
plo, Connell (1986) no obtuviera éxito en la enseñanza de las conductas de interacción que favorezcan un intercambio
morfemas gramaticales, cuando pedía al niño que respon- adulto-niño. Un procedimiento específico para su ejecu-
diera a preguntas sin que mediara realmente un contexto de ción es la denominada lectura dialógica, que se caracteriza
diálogo. por emplear: 1) técnicas de modelado del lenguaje como
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
las expansiones y las extensiones; 2) preguntas abiertas, y A pesar de la gran trascendencia que toda esta temática
3) feedback para mantener la motivación y el interés de los tiene en los niños con TEL, paradójicamente existe poca
niños. investigación sobre los efectos de la intervención en con-
El nivel 2 de trabajo se caracteriza por proporcionar ciencia fonológica con este tipo de sujetos. Junto a ello, un
una enseñanza intensiva, mediante la estimulación foca- dato muy preocupante es que de no concurrir un trabajo de
lizada desde el escenario del aula. El trabajo es de intervención regular, sistemático e intenso sobre estas habi-
naturaleza colaborativa, siendo la labor del especialista lidades, los déficits de estos sujetos con TEL persisten en
la de coordinar su acción con el profesor para que ambos el tiempo (Gillon, 2004, Gillon, 2005; Korkman y Peltomma,
actúen conjuntamente en la implementación del programa, 1993; Snowling, Bishop y Stothard, 2000). En otras palabras,
recurriendo a estrategias basadas en el uso del apoyo y lo que se sugiere es que en la escuela se contemple la nece-
andamiaje (Coleman, Buysse y Neitzel, 2006). sidad de organizar una respuesta educativa coherente para
El nivel 3 está previsto para aquellos que no progre- este alumnado, especialmente en las etapas de Educación
sen adecuadamente en la situación anterior. Lo caracteriza Infantil y Educación Primaria (Webster, Plante y Couvillion,
su mayor intensidad, así como su aplicación individual por 1997; O’Connor, Notari y Vadasy, 1998; Gillon, 2002; Justice,
parte del logopeda y si se considera necesario, fuera del Chow, Capellini, Flanigan y Colton, 2003; Van Kleeck, Vander
aula habitual del niño (Vaughn, Liann-Thompson y Hickman, y Hammett, 2006).
2003). En una investigación llevada a cabo por Acosta, Moreno
Los resultados que se han conseguido con este modelo de y Axpe, 2011 se llegó a la conclusión de que el trabajo
intervención, cuando se han confrontado 2 grupos de niños en conciencia fonológica en alumnado con TEL habría que
diagnosticados con TEL, uno experimental y otro control, organizarlo en situaciones diferenciadas. Así, se recomienda
son realmente positivos. Concretamente se han comparado que una parte de la intervención se realice en el contexto
los efectos de la intervención después de 3 años de práctica del aula (conciencias intersilábica e intrasilábica), mien-
regular y sistemática, con 3 sesiones semanales de 45 minu- tras que siempre será preciso plantear un nivel de trabajo
tos de duración cada una. Así, en primer lugar, los niños más singular y específico fuera del aula ordinaria cuando
que recibieron el programa de intervención han obtenido el objetivo sea la mejora de habilidades de conciencia
mejores puntuaciones en la evaluación final del lenguaje, fonémica.
expresivo y comprensivo, cuando se les compara con las
alcanzadas por el grupo control; en segundo lugar, en rela-
ción con el desarrollo narrativo, mientras que los niños del Aproximación basada en el Fast ForWord Language
grupo control todavía no consiguieron estructura narrativa Este acercamiento creado hace más de 30 años pretende
alguna (al contrario, sus producciones se caracterizaban por mejorar, en los niños con trastornos del lenguaje sus habili-
una ausencia de recursos gramaticales y por la presencia de dades de pensamiento, escucha, habla y lectura. Sus bases
difluencias frecuentes), sucede todo lo contrario con todos teóricas parten de una concepción interactiva del apren-
los niños TEL del grupo experimental ya que consiguieron dizaje de la lectura (integra los modelos bottom up y top
estructuras narrativas más elaboradas, complejas y dotadas down). Junto a ello, se piensa que muchos niños con difi-
de más elementos lingüísticos formales que daban mayor cultades de aprendizaje, con una base clara de trastornos
cohesión y coherencia a sus producciones; en tercer y último del lenguaje, presentan déficit significativos en su habilidad
lugar, también se producen resultados positivos en la mejora para representar y manipular la fina estructura espectro-
de la conciencia fonológica, siempre a favor del grupo de TEL temporal del habla (Tallal y Pierci, 1974, Tallal y Pierci,
que recibió el programa de intervención, en los 3 niveles de 1975); además de lo anterior, se presupone que la habilidad
práctica. Una mayor revisión de estos resultados se puede para discriminar y reconocer el input sensorial de natura-
hacer en Acosta, Moreno y Axpe (en prensa), Axpe, Acosta y leza secuencial y rápida puede mejorarse por medio de la
Moreno (en prensa) y Moreno, Axpe y Acosta, 2012. intervención intensiva (Merzenich y De Charms, 1996). En
consecuencia, la mayor parte de sus actividades están orga-
nizadas en 3 niveles; esto es, la repetición, la motivación
Intervención sobre el lenguaje y la alfabetización y la adaptación. Su concreción cubre ejercicios con soni-
temprana dos (memoria de trabajo, procesamiento rápido de sonidos,
habilidades de secuenciación); con tonos que representan
Intervención sobre la conciencia fonológica un fragmento diferente de la frecuencia utilizada en el len-
En general, los niños con TEL suelen también distinguirse guaje hablado; con palabras (reconocimiento auditivo de
por tener una conciencia fonológica muy pobre cuando palabras y discriminación fonémica, mejora de la memoria
se les compara con sus pares (Stohard, Snowling, Bishop, de trabajo, y fortalecimiento de la velocidad de procesa-
Chipchase y Kaplan, 1998; Larrive y Catts, 1999; Gillon, miento auditivo); con oraciones (optimizar el lenguaje oral
2000; Rvachew, Ohberg, Grawburg y Heyding, 2003;). De y la escucha, la comprensión de la sintaxis y la morfología,
manera más concreta, algunos estudios precisan que el e incrementar la velocidad de procesamiento).
alumnado con TEL se considera como un grupo de alto riesgo Comoquiera que los niños con TEL tienen déficit en
durante la etapa de Educación Infantil (en las edades de 3, sus habilidades de procesamiento auditivo, los ejercicios
4 y 5 años), ya que unas pobres destrezas en lenguaje oral diseñados por el Fast ForWord Language intentan fortalecer
y en conciencia fonológica incrementan considerablemente en ellos las habilidades para la identificación de fonemas
sus probabilidades de fracaso en el aprendizaje en general, y para la recepción del habla. Con todo, la eficacia de
y en la lectura, en particular (Catts, Fey, Zhang y Tomblin, esta modalidad de intervención ha sido cuestionada. Así,
2001). en un estudio de Troia y Whitney (2003), se concluyó que, si
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
bien su uso tuvo unos beneficios limitados en habilidades de adaptaciones curriculares con el alumnado con TEL; en
lenguaje oral, no produjo efectos positivos sobre el proce- esta dirección es obligatorio señalar la incorporación y/o
samiento fonológico o en el rendimiento académico. En la modificación de un conjunto de elementos que afectan
misma línea se sitúa el trabajo de Gillam, Loeb, Hoffman, a cuestiones como el ajuste del tiempo, la variación
Bohman, Champlin, Ampliar et al. (2008) al comprobar que frecuente de actividad, el fomentar el agrupamiento y el
esta forma de actuar no resultó más efectiva que otros tipos apoyo por pares, la utilización de organizadores visuales, la
de intervención que no contenían una modificación de los presentación multimodal de los materiales (visual, táctil,
estímulos del habla, por lo que se puso en tela de juicio la auditiva), el desglose de las tareas por pasos bien estable-
bondad de la modificación del lenguaje acústico para mejo- cidos (una alternativa podría ser emplear estructuras de
rar las competencias lingüísticas de los TEL. aprendizaje cooperativo), el uso del reforzamiento positivo,
la adaptación de textos, la modificación del vocabulario y
la reducción de la complejidad de las tareas.
Pensando en el futuro: el reto de los modelos Por fin, y tal como recoge mi compañera Elvira Men-
estructurales y de la práctica basada en la doza en este mismo número de la Revista de Logopedia,
evidencia Foniatría y Audiología, señalar la existencia de numerosas
investigaciones sobre el TEL preocupadas por resolver cues-
Ha sido Fey et al. (Fey, 1986; Fey, Catts y Larrive, tiones básicas, en cambio, se encuentran pocos trabajos que
1995; McCauley y Fey, 2006) quiénes después de más de indaguen sobre la eficacia o eficiencia de diferentes aproxi-
20 años de investigación básica y aplicada nos proponen maciones de intervención, especialmente de aquellas que
un modelo de intervención estructural que incorpora, a sean sistemáticas, regulares y prolongadas en el tiempo.
sus ideas anteriores, ciertos aspectos novedosos relacio- Es indispensable conectar esta idea con la necesidad de
nados con la frecuencia y la intensidad de las sesiones incentivar entre los profesionales de la logopedia prácticas
de trabajo; simultáneamente, se insiste en la importan- basadas en la evidencia (PBE) con la finalidad de dotarles de
cia de la reevaluación de la intervención y la consecuente programas, estrategias y datos procedentes de investigación
modificación de los programas. Sucintamente, se aboga que les haga disponer de una mayor cantidad de recursos
por modelos de intervención con planteamientos teóri- de alta calidad en su trabajo habitual (Fresneda, Mendoza,
cos híbridos y multidimensionales que proyecten el logro Muñoz y Carballo, 2012).
de los objetivos de intervención en alumnado con TEL,
vislumbrando la adecuada organización de diversos con-
Financiación
textos (aula, hogar, gabinete de logopedia), y la acción
colaborativa entre los diferentes profesionales (padres, pro-
Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del
fesores, logopedas); probablemente, también se tendrá que
Gobierno de España.
recurrir a un abanico amplio de procedimientos que con-
templen tecnologías conductual (imitación, reforzamiento,
etc.) y cognitiva (andamiaje, modelado interactivo, recast, Agradecimientos
etc.), así como una combinación de estrategias (vertical,
horizontal y cíclica) y un listado extenso de materiales y Agradecemos la ayuda recibida a través del Proyecto de
actividades, con diferentes grados de estructuración (desde Investigación Funciones ejecutivas y lenguaje en alum-
las poco a las muy estructuradas). Si a la postre, se acude nado con trastorno específico del lenguaje. Un modelo de
a una evaluación comprensiva de los programas, se estará evaluación e intervención con bases psicolingüística y neu-
avanzando en la dirección correcta. ropsicológica, financiado por el Ministerio de Ciencia e
También, me gustaría resaltar un aspecto importante Innovación con referencia EDU2011-27789
sobre el que estamos trabajando en este momento.
Me refiero a la necesidad de integrar en la planificación
de la intervención en niños con TEL, junto a la extensa
Bibliografía
gama de objetivos psicolingüísticos (léxico, morfosintaxis,
Acosta, V., Moreno, A., Barroso, M., Coello, A., & Mesa, J. (2007).
narrativa, etc.), otros vinculados a sus posibles limitaciones
Guía de actuaciones educativas en el ámbito de la comunica-
de procesamiento. En este sentido conviene tener presente ción y el lenguaje. Tenerife: Consejería de Educación, Cultura y
la incorporación, en los programas de intervención, de Deportes. Gobierno de Canarias.
actividades que favorezcan la implicación de los TEL en Acosta, V., Moreno, A., & Axpe, A. (2011). Intervención sobre la
las rutinas de la clase (calendario, tiempo, pasar lista, conciencia fonológica en sujetos con Trastorno Específico del
recoger), enseñarles y practicar las reglas vigentes en el Lenguaje en contextos inclusivos: posibilidades y limitaciones.
aula, ofrecerles organizadores en forma de claves visuales, Bordón, 63, 7---20.
facilitarles estrategias de organización y priorización. Acosta, V., Moreno, A. & Axpe, A. En prensa. Interven-
También parece necesario un mayor énfasis en un conjunto ción logopédica sobre habilidades narrativas en niños
de tareas que pudieran estar vinculadas con la mejora de con Trastorno Específico del Lenguaje. Infancia y Apren-
dizaje, 35, 2. Aceptado para su publicación. doi:
funciones ejecutivas; entre las más importantes destacaría
http://dx.doi.org/10.1174/021037012800218032.
la inhibición de la respuesta, la memoria de trabajo, la Aguado, G. (1999). Trastorno Específico del Lenguaje. Archidona,
autorregulación de emociones y control de la conducta, Málaga: Ediciones Aljibe.
la atención sostenida, la planificación y la iniciación de la Axpe, A., Acosta, V. & Moreno, A. En prensa. Intervention strate-
tarea, el manejo del tiempo y la persistencia en la consecu- gies in preschool students with specific language impairments.
ción de una meta. Por último, es preciso rescatar la idea de Psicodidáctica. Aceptado para su publicación.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Bandura, A. (1977). Social language theory. Englewood Cliffs, NJ: A Randomized Controlled Trial, Journal of Speech. Language and
Prentice Hall. Hearing Research, 51, 119.
Brinton, B., Fujiki, M., & Powell, J. (1997). The ability of children Gillon, G. (2000). The efficacy of phonological awareness interven-
with language impairment to manipulate topic in a structured tion for children with specific language impairment. Language,
task. Language, Speech and Hearing Services in Schools, 28, Speech, and Hearing Services in Schools, 31, 126---141.
3---11. Gillon, G. (2002). Follow-up study investigating benefits of phonolo-
Bronfenbrenner, U. (1979). The ecology of human development. gical awareness intervention for children with spoken language
Cambridge: Harvard University Press. impairment. International Journal of Language and Communi-
Bruner, J. (1983). Child talk: Learning how to use language. Cam- cation Disorders, 37, 381---400.
bridge: Cambridge University Press. Gillon, G. (2004). Phonological awareness. Nueva York: Guilford
Bus, A. (2001). Joint caregiver-child storybook reading: A route Press.
to literacy development. In S. Neuman, & D. Dickinson (Eds.), Gillon, G. (2005). Facilitating phoneme awareness development in
Handbook of early literacy research (pp. 179---191). Nueva York: 3 and 4 year old children with speech impairment. Language,
Guilford Press. Speech, and Hearing Services in Schools, 36, 308---324.
Camarata, S., & Nelson, K. (1992). Treatment efficiency as a func- Girolametto, L., Pearce, P., & Weitzman, E. (1996). Interactive focu-
tion of target selection in the remediation of child language. sed stimulation for toddlers with expressive vocabulary delays.
Clinical Linguistics and Phonetics, 6, 167---178. Journal of Speech and Hearing Research, 39, 1274---1283.
Camarata, S., Nelson, K., & Camarata, M. (1994). A comparison of Haynes, C., & Naidoo, S. (1991). Children with specific speech and
conversation based to imitation based procedures for training language impairment Clinics in Developmental Medicine Oxford:
grammatical structures in specifically language impaired chil- Blackwell Scientific.
dren. Journal of Speech and Hearing Research, 37, 1414---1423. Hodson, B., & Paden, E. (1991). Targeting intelligible speech: A
Camarata, S., & Yoder, P. (2002). Language transactions during phonological approach to remediation. Austin, TX: PRO-ED.
development and intervention: Theoretical implications for Juárez, A., & Monfort, M. (1996). Estimulación del lenguaje oral
developmental neuroscience. International Journal of Develop- Un modelo interactivo para niños con dificultades (segunda edi-
mental Neuroscience, 20(3-5), 459---465. ción). Madrid: Santillana.
Catts, H., Fey, M., Zhang, X., & Tomblin, B. (2001). Estimating Justice, L., Chow, S., Capellini, C., Flanigan, K., & Colton, S.
the risk of future reading difficulties in kindergarten children: (2003). Emergent literacy intervention for vulnerable preschoo-
A research-based model and its clinical implementation. Lan- lers: Relative effects of two approaches. American Journal of
guage, Speech, and Hearing Services in Schools, 32, 38---51. Speech-Language Pathology, 12, 320---332.
Coleman, M., Buysse, V. & Neitzel, J. (2006). Recognition and res- Korkman, K., & Peltomma, A. (1993). Preventative treatment of dys-
ponse: an early intervening system for young children at risk for lexia by a preschool training program for children with language
learning disabilities. Full report. Chapel hill: the University of impairments. Journal of Clinical Child Psychology, 22, 227---287.
North Carolina at chapel hill, fpg child development institute. Larrive, L., & Catts, H. (1999). Early reading achievement in chil-
Connell, P. (1986). Teaching subject hood to language disordered dren with expressive phonological disorders. American Journal
children. Journal of Speech and Hearing Research, 29, 481---492. of Speech-Language Pathology, 8, 137---148.
Connell, P., & Stone, C. (1992). Morpheme learning of children with Law, J., Boyle, J., Harris, F., Harkness, A., & Nye, C. (2000). The
specific language impairment under controlled instructional con- relationship between the natural history and prevalence of pri-
ditions. Journal of Speech and Hearing Research, 35, 844---852. mary speech and language delays: Findings from a systematic
Ellis, S., Murray, J., & Miller, J. (1993). Comparison of two methods review of the literature. International Journal of Language and
for promoting productive Vocabulary in late talkers. Journal of Communication Disorders, 35, 165---188.
Speech and Hearing Research, 36, 1037---1050. Lederer, S. (2001). Efficacy of parent-child language group inter-
Evesham, M. (1977). Teaching language skills to children with vention for late-talking toddlers. Infant Toddler Intervention,
language disorders. International Journal of language and 11, 223---235.
Communication Disorders, 2, 23---29. Manolson, A. (1992). It Takes Two to Talk. Toronto: The Hanen Cen-
Fey, M. (1986). Language intervention with young children. Need- tre.
ham Heights, MA: Allyn & Bacon. McCauley, R., & Fey, M. (2006). Treatment of language disorders in
Fey, M., Catts, H. & Larrive, L. (1995). Preparing preschoolers for children. Baltimore: Paul. H. Brookes P.
the academic and social challenges of school. En S. Warren Mendoza, E. (2001). Trastorno Específico del Lenguaje. Madrid: Pirá-
y J. Reichle (Eds.), Communication and language intervention mide.
series, vol. 5, Language intervention: Preschool through the Merzenich, M. & De Charms, R. (1996). Neural representation, expe-
elementary years. pp. 3---37. Baltimore: Paul H. Brookes P. rience and change. En R. Llinas & P. Churchland (Eds.), The
Fey, M., & Cleave, P. (1997). Two models of grammar facilitation mid-brain continuum. Cambridge, MA: The MIT Press.
in children with language impairments, Journal of Speech. Lan- Monfort, M., & Juárez, A. (1993). Los niños disfásicos. Descripción
guage, and Hearing Research, 40, 5---19. y tratamiento. Madrid: CEPE.
Fletcher-Janzen, E., & Reynolds, C. (2008). Neuropsychological Moreno, A., Axpe, A., & Acosta, V. (2012). Efectos de un programa
perspectives on learning disabilities in the Era of RTI: Recom- de intervención en el. lenguaje sobre el desarrollo del léxico y
mendations for diagnosis and intervention. New Jersey: J. Wiley del procesamiento fonológico en escolares de Educación Infantil
& Sons. con Trastorno Específico del Lenguaje. Revista de Investigación
Fresneda, D., Mendoza, E., Muñoz, J., & Carballo, G. (2012). La Educativa, 30, 71---86.
práctica basada en la evidencia en la logopedia española: acti- Nelson, K., Camarata, S., Welsh, J., Butkovsky, L., & Camarata, M.
tudes, usos y barreras. Revista de Investigación Educativa, 30, (1996). Effects of imitative and conversational recasting treat-
29---52. ment on the acquisition of grammar in children with specific
Fuchs, D., & Fuchs, L. (2006). Introduction to response to interven- language impairment and younger language-normal children.
tion: what, why, and how valid is it? Reading Research Quarterly, Journal of Speech and Hearing Research, 39, 850---859.
41, 93---99. O’Connor, R., Notari, A., & Vadasy, P. (1998). First grade effects of
Gillam, R., Loeb, D., Hoffman, L., Bohman, T., Champlin, C., teacher-led phonological activities in kindergarten for children
Ampliar, J., et al. (2008). The Efficacy of Fast ForWord Language with mild disabilities: A follow-up study. Learning Disabilities
Intervention in School-Age Children With Language Impairment: Research and Practice, 13, 43---52.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Paul, R. (2007). Language disorder from infancy through adoles- Tannock, R. (1992). Language intervention with children who have
cence: assessment & intervention. Baltimore: Paul H. Brookes developmental delays: effects of an interactive approach. Ame-
P. rican Journal on Mental Retardation, 97, 145---160.
Pepper, J., & Weitzman, E. (2004). It Takes Two to Talk: A practi- Tellen, S., & Wren, C. (1985). Acquisition of prepositions in language
cal guide for parents of children with language delay (2nd ed.). delayed preschoolers: Is intervention effective? British Journal
Toronto: The Hanen Centre. of Disorders of Communication, 20, 301---309.
Rice, M., Buhr, J., & Nemeth, M. (1990). Fast mapping word-learning Troia, G., & Whitney, S. (2003). A close look at the efficacy of
abilities of language delayed preschoolers. Journal of Speech Fast ForWord Language for children with academic weaknesses.
and Hearing Disorders, 55, 33---42. Contemporary Educational Psychology, 28, 464---495.
Rice, M., & Wilcox, K. (1995). Building a language-focused Van Kleeck, A., Vander, J., & Hammett, L. (2006). Fostering literal
curriculum for the preschool classroom Baltimore: Paul H. and inferential language skills in Head Start preschoolers with
Brookes P. language impairment using scripted book-sharing discussions.
Robertson, S., & Ellis, S. (1999). Effects of treatment on lin- American Journal of Speech-Language Pathology, 15, 85---95.
guistic and social skills in toddlers with delayed language Vaughn, S., Liann-Thompson, S., & Hickman, P. (2003). Response
development. Journal of Speech and Hearing Research, 42, to instruction as a means of identifying students with rea-
1234---1248. ding/learning disabilities. Exceptional Children, 69, 391---409.
Rvachew, S., Ohberg, A., Grawburg, M., & Heyding, J. (2003). Pho- Vygotsky, L. (1978). Mind in society. Cambridge, MA: The MIT Press.
nological awareness and phonemic perception in 4 year old Watts, N., & McLeod, S. (2009). Working with families in speech
children with delayed expressive phonology skills. Language, language pathology. San Diego, CA: Plural Publishing.
Speech, and Hearing Services in Schools, 12, 463---471. Webster, P., Plante, A., & Couvillion, L. (1997). Phonologic impair-
Snowling, M., Bishop, D., & Stothard, S. (2000). In preschool lan- ment and pre-reading: Update on a longitudinal study. Journal
guage impairment a risk factor for dyslexia in adolescence? of Learning Disabilities, 30, 365---375.
Journal of Child Psychology and Psychiatry and Allied Discipli- Wilcox, M., Kouri, T., & Caswell, S. (1991). Early language inter-
nes, 41, 587---600. vention: A comparison on classroom and individual treatment.
Stohard, S., Snowling, M., Bishop, D., Chipchase, B., & Kaplan, C. American Journal of Speech-Language Pathology, 1, 49---62.
(1998). Language impaired preschoolers: A follow-up in adoles- Williams, A. (2000). Multiple oppositions: Case studies of variables
cence, Journal of Speech. Language and Hearing Research, 41, in phonological intervention. American Journal of Speech-
407---418. Language Pathology, 9, 289---299.
Tallal, P., & Pierci, M. (1974). Developmental aphasia: Rate of Yoder, P. & Warren, S. (1993).Can developmentally delayed chil-
auditory processing and selective impairment of consonant per- drenı̌s language development be enhanced through prelinguistic
ception. Neuropsychologia, 12, 83---93. intervention? En S. Warren y J. Reichle (Eds.), Communication
Tallal, P., & Pierci, M. (1975). Developmental aphasia: The and language intervention series, vol.2, Enhancing children s
perception of brief vowels and extended stop consonants. Neu- communication: Research foundations for early language inter-
ropsychologia, 13, 69---74. vention (pp. 35---62). Baltimore: Paul H. Brookes P.
Anexo 9: Ejemplo de artículo metodológico.
- 99 -
Psicothema 2011. Vol. 23, nº 4, pp. 672-680 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
www.psicothema.com Copyright © 2011 Psicothema
Comparison of two self-regulated and strategic instructional programs for improving writing
competence. This study compared the efficacy of two versions of an instructional program aimed at
developing strategic and self-regulated writing competence. In the full version, strategy instruction,
students were taught strategies for producing effective text, using a combination of direct (explicit,
declarative, metacognitive knowledge) instruction, teacher modeling, and collaborative and individual
practice. In a modeling-only version, direct instruction was omitted. 72 Spanish 6th grade students
were taught in one of three groups: Full Strategy Instruction (N= 24); Modeling only (N= 25), and a
normal curriculum (no strategy instruction) control (N= 23). Pre and posttest measures of written texts,
self-efficacy and self-knowledge of writing were taken. Pre and posttest scores on writing ability tests
indicated similar improvement in both intervention groups, relative to control, in both holistic measures
of text quality and in counts of text features associated with mature, reader-focused composition. We
found no differences between intervention groups. These findings suggest that modeling and student
practice alone are sufficient to develop effective writing strategies in typically-developing 6th grade
students.
La instrucción estratégica y autorregulada ha sido en los últimos procesos cognitivos implicados en la composición escrita y de su
años el principal eje de investigación en el área de instrucción en la recursividad (Graham y Perin, 2007a).
composición escrita (Pressley y Harris, 2006), al igual que sucede Numerosas revisiones empíricas y meta-análisis (véase Gra-
en otros campos dentro del ámbito de la psicología educativa y del ham y Perin, 2007a) han corroborado la mayor eficacia de este tipo
desarrollo (Cerezo et al., 2010; De la Fuente y Lozano, 2010). Este de instrucción estratégica y autorregulada frente a otros enfoques
tipo de instrucción supone una enseñanza explícita y sistemática instruccionales, tanto en alumnado con dificultades de aprendizaje
de diferentes estrategias de escritura focalizadas en los procesos de como en aquéllos sin dificultades. Así, han surgido múltiples mode-
planificación, revisión y/o edición textual, así como de diferentes los de instrucción que enfatizan el diseño de una compleja secuencia
estrategias de autorregulación; siendo su objetivo que el alumnado de fases o componentes instruccionales que buscan que el alumnado
alcance un dominio estratégico y autorregulado de los diferentes alcance el dominio y competencia en la composición escrita (véase
revisión Fidalgo y García, 2008). En general, este tipo de instruc-
ción combina cinco elementos básicos en su proceso de enseñanza:
Fecha recepción: 19-11-10 • Fecha aceptación: 25-5-11 el modelado cognitivo de las estrategias de escritura, el traspaso
Correspondencia: Raquel Fidalgo Redondo gradual del profesor al alumno del control y regulación tanto de los
Facultad de Educación
Universidad de León procesos de escritura, como del uso independiente de las estrategias
24005 León (Spain) de autorregulación trabajadas a través de diferentes técnicas de in-
e-mail: rfidr@unileon.es tervención, la práctica colaborativa e independiente del alumnado
COMPARACIÓN DE DOS PROGRAMAS DE INSTRUCCIÓN ESTRATÉGICA Y AUTORREGULADA PARA LA MEJORA DE LA COMPETENCIA ESCRITA 673
hasta lograr el dominio de la estrategia y de los procesos de autorre- Dos grupos clase al azar fueron asignados a las condiciones
gulación y el uso de reglas nemotécnicas para favorecer el recuerdo experimentales, el grupo B recibió el programa de instrucción es-
de la estrategia de escritura (De La Paz, 2007). Precisamente, esta tratégica —PIE— y el grupo A recibió el programa de instrucción
naturaleza multicomponente y compleja de la instrucción estratégi- denominado de modelado —PM—. El grupo C constituyó el grupo
ca ha planteado la necesidad de una nueva línea de investigación en control.
este ámbito, centrada en analizar qué componentes de la instrucción
estratégica son más efectivos o resultan clave para el desarrollo de Instrumentos
la competencia escrita del alumnado (véase De la Paz, 2007; Gra-
ham y Perin, 2007b; Rijlaarsdam et al., 2008; Schunk y Zimmer- Se tomaron tres tipos de medidas: de composición escrita a nivel
man, 2007); línea en la que se incluye el presente estudio. de producto textual, del conocimiento metacognitivo y de la autoefi-
En éste se analizan comparativamente, y frente a un grupo con- cacia. Todas aquellas medidas que implicaban un juicio, valoración
trol, dos versiones de un modelo de instrucción de naturaleza estra- o interpretación por parte del evaluador fueron evaluadas por dos
tégica. Una de ellas incluye el patrón instruccional completo carac- correctores de modo independiente y ciego, hallándose posterior-
terístico de una instrucción estratégica, cuya eficacia ha sido vali- mente los correspondientes índices de acuerdo entre correctores.
dada por estudios previos (véase Fidalgo, Torrance y García, 2008;
Torrance, Fidalgo y García, 2007). Así, combina cuatro componen- Medidas del producto textual
tes, la instrucción directa y explícita centrada en el desarrollo del
conocimiento metacognitivo y el modelado cognitivo; componentes Los alumnos realizaron un texto expositivo de comparación
orientados a desarrollar en el alumnado un conocimiento declarativo contraste, género textual trabajado en la instrucción, en el pretest
y procedimental sobre el proceso de escritura, con los componentes y postest. La temática de dichos textos correspondía a contenidos
de práctica colaborativa e individual; que buscan la interiorización curriculares de Conocimiento del Medio de 5º curso, lo que garan-
de los conocimientos desarrollados en las fases previas y el logro de tizaba un dominio de las temáticas (animales vertebrados e inver-
un dominio estratégico y autorregulado del proceso de composición tebrados en el pretest y energías renovables y no renovables en el
escrita. Por el contrario, en la otra versión instruccional se excluye postest). No obstante, para evitar posibles efectos del conocimiento
la fase de instrucción directa y explícita dirigida al desarrollo del de la temática en las evaluaciones todos los alumnos tuvieron a su
conocimiento metacognitivo de la composición escrita. disposición en las evaluaciones una hoja con información sobre el
En este sentido, la comparación de ambas versiones instruccio- tema del texto, que incluía aproximadamente 500 palabras y que
nales frente a un grupo control permitirá analizar la efectividad de fue elaborada a partir de la consulta de diferentes libros de tex-
este tipo de instrucción estratégica y autorregulada para la mejora to de 5º curso de la materia de Conocimiento del Medio. Dichas
de la competencia escrita del alumnado de sexto curso de Educación composiciones escritas fueron evaluadas en base a indicadores de
Primaria. Al mismo tiempo, el análisis comparativo de la eficacia productividad, calidad, coherencia y estructura por dos correctores
de los dos programas de instrucción de naturaleza estratégica nos ajenos completamente a los objetivos del estudio y su diseño. Am-
permitirá analizar si el componente instruccional de modelado es bos contaban con una formación psicopedagógica previa, así como
suficiente en sí mismo para que el alumno alcance el conocimiento con una experiencia previa en la aplicación de este tipo de medidas
declarativo y procedimental del proceso de escritura necesario para utilizadas en la investigación. No obstante, inicialmente y a lo largo
garantizar en las posteriores fases instruccionales el logro de un do- de todo el proceso de corrección se realizaron diferentes sesiones
minio estratégico y autorregulado de la composición escrita; o si, formativas para cada tipo de medida con una de las investigadoras.
por el contrario, es necesaria la aplicación del componente instruc-
cional de desarrollo del conocimiento metacognitivo para garantizar Medidas de productividad
una mayor eficacia de la instrucción estratégica y autorregulada.
Se determinó a partir del recuento del número total de palabras
Método del texto, con independencia de su tipología o su repetición a lo
largo del texto.
Participantes
Medidas de calidad textual global
Setenta y dos alumnos/as de 6º curso de Educación Primaria
pertenecientes a un mismo colegio de la provincia de León cons- Se tomaron medidas globales de calidad basadas en el juicio
tituyeron la muestra del estudio. Dicho colegio es de carácter con- del lector sobre en qué medida el texto cumplía los indicadores de
certado, siendo el nivel socioeconómico del contexto familiar del calidad textual adaptados a partir de Spencer y Fitzgerald (1993)
alumnado de este centro, determinado a partir del nivel profesional a la tipología de comparación contraste. Dichas medidas han sido
y educativo de los padres, medio. La tabla 1 recoge su distribución
por grupo y género.
Tabla 1
De la muestra fueron excluidos todos aquellos alumnos que Distribución de la muestra por grupo y género
presentaban algún tipo de necesidad específica de apoyo educa-
tivo. Para asegurar la equivalencia de los grupos en relación a su Grupo A Grupo B Grupo C Totales
nivel de aptitud general se les aplicó el test de evaluación de ap-
Chicos Chicas Chicos Chicas Chicos Chicas Chicos Chicas
titudes escolares —TAE—, corroborando los análisis estadísticos
que no existían diferencias significativas entre los grupo clase en 14 11 15 9 13 10 42 30
las aptitudes generales evaluadas (verbal, razonamiento y cálculo)
25 24 23 72
MANOVA (Lambda= .848; F= 1.829; p= .098).
674 RAQUEL FIDALGO REDONDO, MARK TORRANCE Y PATRICIA ROBLEDO RAMÓN
ampliamente validadas en estudios instruccionales previos (véase narlo con otro anterior (por ejemplo: en realidad, por ejemplo…).
Fidalgo, García, Torrance y Robledo, 2009; Fidalgo et al., 2008; El número de indicadores de coherencia se ponderó por la longitud
Torrance et al., 2007). El evaluador valoraba con una escala de 1 del texto, determinada por el número de palabras. La concordancia
a 6 puntos la calidad global del texto considerando la presencia o inter-jueces en esta medida fue muy alta, con un índice de correla-
no de los siguientes indicadores: clara secuencia de ideas, buena ción medio para el conjunto de indicadores de coherencia de .99.
organización, vocabulario adecuado, variedad de detalles, correcta
estructura de las oraciones y correcta puntuación y ortografía. To- Medidas del conocimiento metacognitivo en la escritura
dos los textos fueron puntuados de manera ciega por dos correc-
tores con amplia experiencia y formación en este tipo de medidas, El cuestionario de metacognición, aplicado ya en estudios pre-
obteniéndose una fiabilidad alta en la medida, con un índice de vios, consta de 8 preguntas de respuesta abierta (por ejemplo: 2.
correlación entre ellos de .88. ¿Te cuesta mucho hacer una redacción? ¿Por qué?). Para su co-
rrección, las respuestas del alumno a cada una de las preguntas fue-
Medidas de estructura textual ron divididas en ideas unitarias, y luego categorizadas siguiendo
un sistema de categorías, previamente validado en estudios previos
De forma similar a la calidad se obtuvo una puntuación global (véase García y Fidalgo, 2003), que diferencia entre los procesos
de la estructura textual con una escala de 1 a 4 puntos. Para esta- psicológicos implicados en la escritura de carácter mecánico, re-
blecer su juicio sobre la puntuación, el corrector consideraba las feridos a aspectos como la caligrafía, la ortografía, etc., y los pro-
siguientes características del texto: información sobre un marco o cesos psicológicos de carácter sustantivo, como la generación de
introducción que presenta el texto, señales o marcas de estructura, información, organización, monitorización, etc. Se obtuvieron dos
una introducción que presente el objetivo y tema del texto, un de- puntuaciones globales de conocimiento metacognitivo en relación
sarrollo organizado y estructurado del texto y una conclusión final al número de ideas referidas en el cuestionario para cada tipo de
al texto que reitere su objetivo y finalidad (Spencer y Fiztgerald, conocimiento metacognitivo (sustantivo o mecánico), ponderada
1993). Se siguió la misma evaluación ciega y por pares, obtenien- por el número total de ideas dadas. Las respuestas de los alumnos
do un índice de acuerdo entre correctores alto (r= .87). fueron categorizadas de modo independiente y ciego por dos co-
De forma complementaria a esta medida global de estructura rrectores, obteniéndose una correlación entre ellos en el número
se realizó un recuento objetivo de los elementos estructurales que de ideas distribuidas por cada categoría a través de los diferentes
aparecían en el texto, puntuándose con un punto la presencia de participantes de .93.
cada elemento estructural característico de los textos expositivos:
introducción, desarrollo y conclusión. Medidas de autoeficacia en la escritura
posición escrita, variando únicamente en el tipo de componentes un escritor experto pone en marcha a la hora de enfrentarse a la
instruccionales aplicados para lograr dicho objetivo, los cuales se escritura de un texto de comparación contraste. Dicho modelado
describen a continuación. La tabla 3 incluye una síntesis compara- ponía explícitamente de manifiesto los procesos cognitivos impli-
tiva de ambos programas, describiéndose a continuación los com- cados en la planificación y edición textual, así como las estrategias
ponentes. de autorregulación de la acción antes, durante y después de la tarea
El componente instruccional de desarrollo del conocimiento (Schunk y Zimmerman, 2007). Durante el modelado, el alumna-
metacognitivo se trabajó mediante instrucción directa y grupos de do desarrolló un rol de observador, siguiendo de modo atento y
discusión y análisis centrados en el desarrollo del conocimiento concentrado los diferentes pasos y acciones que la profesora mo-
sobre los procesos de planificación y edición textual (Efklides, delaba. Finalmente, se realizó una puesta en común en gran grupo
2009). A su vez, con el fin de favorecer la memorización y el re- donde se enfatizaban y recordaban los principales pasos y pensa-
cuerdo en relación al conocimiento procedimental de dichos pro- mientos de la profesora durante la escritura de su texto, así como
cesos de la escritura, se instruyó sobre una estrategia específica su importancia y necesidad.
que sintetiza los diferentes pasos que hay que tener en cuenta en En el componente instruccional de emulación por pares o prác-
la planificación: POD+Las vocales (P, pararse a Pensar; O, Orga- tica colaborativa, los alumnos, trabajando en parejas, debían emu-
nizar el pensamiento recordando las vocales – O, el Objetivo del lar el proceso de escritura ejemplificado por la profesora en las
texto; A, la Audiencia; I, qué Ideas incluir; U, cómo Unir las ideas; sesiones anteriores, siguiendo todos los pasos y los pensamientos
E, hacer un Esquema-; D, Desarrolla tu texto). que regulaban la acción ejemplificados anteriormente. Un alumno
En el componente instruccional de modelado la profesora ejem- del par asumía el rol de modelo utilizando el pensamiento en voz
plificaba con pensamiento en voz alta los procesos cognitivos que alta durante su realización, mientras el otro alumno del par debía
Tabla 2
Cuadro síntesis explicativo de las diferentes sesiones instruccionales
Nº sesión y componente
Foco de la Sesión
instruccional Grupo Técnicas y Estrategias Materiales
Tabla 3
Síntesis comparativa de los programas instruccionales aplicados en los grupos experimentales
+ +
• Énfasis explícito a la aplicación de la estrategia POD + las vo- • Modelado ejemplar sobre cómo planificar y editar un texto, sin
Modelado 2
cales durante el modelado ninguna referencia explícita a ninguna estrategia
• Autoinstrucciones para autorregular la acción • Autoinstrucciones para autorregular la acción
+
+
• En la emulación se enfatiza el seguir todos los pasos de la pla-
Emulación por pares 2 • En la emulación se enfatiza el uso de la estrategia cognitiva de
nificación y la edición textual, y de las estrategias de autorre-
POD + las vocales y de las estrategias de autorregulación
gulación
+
+
Emulación individual • Sesión primera con apoyo para facilitar los pasos de la pla-
2 • Sesión primera con apoyo en el uso de la estrategia cognitiva
nificación y la edición textual y de las estrategias de autorre-
de POD + las vocales y de las estrategias de autorregulación
gulación
seguir de modo atento y concentrado la emulación realizada por mas condiciones, normas, momentos y tiempos de aplicación en
su compañero, introduciendo en caso necesario la correspondiente los tres grupos participantes en el estudio.
guía y ayuda a lo largo del proceso. Los roles se intercambiaban Previamente al inicio de los programas instruccionales, con
posteriormente. Para la emulación el alumnado contaba con dife- el fin de garantizar la correcta diferenciación entre las dos con-
rentes materiales de apoyo y ayuda en relación a los pasos que diciones instruccionales experimentales, se desarrollaron diferen-
debían seguir y al uso explícito de autoinstrucciones para la auto- tes sesiones formativas en las que se enfatizó la diferenciación de
rregulación, además del feedback de la profesora. los tipos de instrucción y la necesidad de una rigurosidad en su
En el último componente instruccional, emulación o práctica implementación diferenciada en cada grupo. En este sentido, la
individual, cada alumno de forma individual y utilizando el pen- profesora era consciente plenamente de la diferenciación entre los
samiento en voz alta debía emular todo el proceso seguido en las diferentes programas de instrucción, pero totalmente ajena a las di-
anteriores sesiones instruccionales para la escritura de un texto de ferentes hipótesis de investigación. Cabe resaltar que la instructora
comparación contraste. Este componente incluyó otras dos sesio- de este estudio contaba con una amplia experiencia en este tipo de
nes, en la primera de ellas el alumnado contaba con diferentes ma- instrucción en escritura, habiendo colaborado durante los últimos
teriales de apoyo y guía, los cuales fueron eliminados en la última años en numerosas investigaciones instruccionales, y contando
sesión. con un gran interés y motivación por el estudio de formas eficaces
de instrucción en escritura para la mejora de la competencia escrita
Instrucción curricular en el grupo control del alumnado. A su vez, contaba con un gran dominio y destreza
en la aplicación, y en la diferenciación entre los diferentes tipos de
En este grupo se siguió la instrucción ordinaria fijada en el cu- estrategias y técnicas de instrucción susceptibles de utilizarse en
rrículum de Lengua. Se siguió por tanto un enfoque principalmen- una instrucción de tipo estratégico y autorregulado como son: el
te focalizado en el producto textual y en procesos de la escritura modelado, el pensamiento en voz alta, el uso de autoinstrucciones
ligados a aspectos de ortografía y gramática. La secuencia ins- y procedimientos explícitos de autorregulación, etc.
truccional general puede sintetizarse en los siguientes pasos: una Tras la evaluación pretest se comenzó la aplicación de los pro-
enseñanza explícita sobre el objetivo o finalidad de la tipología gramas instruccionales. Las sesiones se distribuyeron semanalmen-
textual trabajada (comparación-contraste), el análisis de sus carac- te, a lo largo del primer trimestre del curso escolar, utilizando para
terísticas, la lectura o ejemplificación de dichas tipologías textua- ello las clases de Lengua del horario escolar de los grupos clase.
les, en un modelo de texto, y, finalmente, la práctica del alumna- Semanalmente, a lo largo de toda la implementación del progra-
do en la escritura de un texto en el género trabajado. Éste recibía ma, la instructora recibió el asesoramiento individualizado de una
feedback de la profesora en relación a: la extensión, la ortografía, de las investigadoras para la preparación específica de la sesión
la presentación, etc. En dicha práctica se controló específicamen- instruccional que se iba a aplicar a continuación. Como materia-
te la realización del mismo número y tipo de tareas de escritura les específicos de apoyo a la instructora, cada una de las sesiones
que los grupos experimentales. Así, se escribieron cuatro textos instruccionales contaba con un diseño específico establecido, en el
de comparación contraste, dos de ellos trabajando en pares y dos que se guiaba detalladamente por escrito cada uno de los pasos a
individualmente. seguir por la instructora en su desarrollo, así como los diferentes
materiales de apoyo a utilizar por la profesora en cada sesión ins-
Procedimiento truccional; los cuales eran revisados tras la aplicación de la sesión.
A su vez, se controló para favorecer la no interferencia entre los di-
Tras el diseño del estudio y la elaboración de los diferentes ma- ferentes programas instruccionales que las sesiones de instrucción
teriales de evaluación e instrucción por parte de los investigadores, se aplicaran en cada clase en días diferentes de la semana.
se realizaron las correspondientes sesiones de evaluación inicial Por otra parte, dichas sesiones semanales también servían como
desarrolladas por una de las investigadoras, controlando las mis- seguimiento y comprobación del correcto y fiel desarrollo de la
COMPARACIÓN DE DOS PROGRAMAS DE INSTRUCCIÓN ESTRATÉGICA Y AUTORREGULADA PARA LA MEJORA DE LA COMPETENCIA ESCRITA 677
sesión anterior implementada, para ello se realizaba un control de Cabe señalar que una vez finalizado el trabajo de campo del
los diferentes portfolios del alumnado, donde se comprobaba la estudio, el grupo control recibió la instrucción estratégica en com-
correcta realización de todas las tareas y estrategias instrucciona- posición escrita, así como el grupo de modelado recibió el compo-
les planteadas en la implementación de cada sesión; garantizándo- nente instruccional de desarrollo del conocimiento metacognitivo.
se así su correcta implementación y su seguimiento por todos los
alumnos. Aquellos alumnos que no recibieron de forma completa Análisis de datos
su correspondiente programa de instrucción fueron eliminados de
la muestra. Inicialmente se analizaron las diferencias en las medidas del
Durante la aplicación de la instrucción en los grupos experi- pretest entre los tres grupos, mediante anovas de un factor y DHS
mentales, el grupo control recibió la instrucción ordinaria en com- Tukey. En segundo lugar, el análisis inferencial se realizó a partir
posición escrita fijada en su currículum de Lengua, realizando las de anovas, siguiendo un diseño cruzado de dos factores: dos mo-
mismas prácticas de composición escrita y bajo las mismas condi- mentos de evaluación (pretest vs postest) ⫻ tres grupos o condi-
ciones que los grupos experimentales. ciones (PIE, PM y control). En tercer lugar, en aquellas medidas en
Una vez finalizados los correspondientes programas instruccio- las que se obtuvo una interacción estadísticamente significativa en
nales, se realizaron las correspondientes evaluaciones postest, bajo los análisis se realizaron adicionalmente dos análisis complemen-
las mismas condiciones, normas, momentos y tiempos de aplica- tarios: a) comparaciones por pares pretest-postest dentro de cada
ción en los tres grupos participantes en el estudio. condición, con un nivel de significación alpha de ,05, controlando
Todos los materiales recogidos en las evaluaciones pretest y la tasa de error mediante el índice de corrección de Bonferroni; b)
postest se fotocopiaron, eliminando cualquier indicio identificati- comparaciones por pares entre las puntuaciones postest de los tres
vo de los grupos clase, el alumnado, la fecha de realización, etc., grupos (PIE, PM y control), nuevamente controlando la tasa de
y fueron entregados a los dos correctores del estudio bajo condi- error mediante DHS Tukey.
ciones totalmente ciegas. Ambos correctores contaban con expe-
riencia previa en este tipo de medidas de evaluación, no obstante, Resultados
se realizaron sesiones previas de entrenamiento en cada una de
las medidas a evaluar, tanto inicialmente, como a lo largo de la En la tabla 4 se sintetizan los estadísticos descriptivos y los
corrección. Tras la codificación de los datos, éstos fueron someti- resultados obtenidos considerando la interacción entre los cambios
dos a los correspondientes análisis estadísticos a través del paquete producidos pre-post de las variables dependientes estudiadas y el
estadístico SPSS. tipo de instrucción (PIE, PM y Control).
Tabla 4
Estadísticos descriptivos y resultados del análisis Anova de las medidas del producto textual, conocimiento metacognitivo y autoeficacia considerando la interacción
del factor tiempo (pretest-postest) y el factor condición (grupo PIE, PM y Control)
Programa Instrucción Estratégica - Programa Modelado – PM (Grupo Instrucción ordinaria – Control Tiempo (pre-post) ⫻
PIE (Grupo B) (N= 20) A) (N= 24) (Grupo C) (N= 21) Grupo (PIE, PM, Control)
Nº palabras 100,30 32,17 104,35 31,88 112,33 33,67 133,96 37,51 92,10 50,25 86,57 22,74 7,212 ,002 ,189
Calidad global 2,20 ,95 3,45 1,53 2,33 ,64 3,75 1,33 1,95 ,67 2,19 ,81 7,840 ,001 ,202
Estructura global 1,50 ,61 2,90 1,12 1,17 ,38 2,96 1,16 1,10 ,44 1,43 ,51 14,765 <,001 ,323
Nº elementos estructurales 0,05 0,22 1,70 0,73 0,08 0,28 1,42 0,77 0,14 0,48 0,42 0,60 10,658 <,001 ,256
Coherencia global 1,75 ,79 2,90 1,12 2,00 ,59 2,92 ,78 1,38 ,59 1,76 ,54 14,450 <,001 ,318
Referenciales 2,75 2,36 4,00 3,67 2,83 2,26 7,33 3,87 2,57 2,29 4,38 2,42 5,013 ,010 ,139
Lexicales 10,15 4,29 9,25 3,52 11,25 4,61 11,37 3,95 7,95 5,01 5,71 3,27 9,653 <,001 ,237
Argumentativos ,35 ,67 ,30 ,65 ,13 ,34 ,5 ,83 ,14 ,35 ,67 1,01 n.s.
Conectores 7,75 3 6,2 2,4 8,71 3,72 7,63 3,37 6,90 4,06 4,14 2,13 6,255 ,003 ,168
Reformuladores ,05 ,22 ,75 ,55 ,13 ,34 ,79 1,02 ,19 ,68 ,29 ,78 n.s.
Metaestructurales 0,05 0,22 0,80 0,41 0,04 0,20 0,79 0,78 0 0 0 0 15,677 <,001 ,336
Estructuradores 0,35 0,74 1,50 1,47 0,54 0,98 2,00 1,96 0,10 0,44 0,14 0,48 8,273 ,001 ,211
Estructura 0,05 0,22 1,70 0,73 0,08 0,28 1,42 0,77 0,14 0,48 0,42 0,60 10,658 <,001 ,256
Conocimiento metacogni-
0,52 0,27 0,79 0,21 0,54 0,19 0,71 0,17 0,47 0,18 0,36 0,12 13,678 <.001 .306
tivo sustantivo
Conocimiento metacogni-
0,47 0,27 0,07 0,11 0,45 0,19 0,10 0,06 0,52 0,18 0,20 0,04 3,532 .035 .102
tivo mecánico
Autoeficacia 153,22 29,39 155,60 20,30 142,30 32,45 152,85 30,31 148,65 33,19 144,19 31,61 2,674 ,07 ,081
678 RAQUEL FIDALGO REDONDO, MARK TORRANCE Y PATRICIA ROBLEDO RAMÓN
Resultados en el producto textual tructuradores (PM p<,001; PIE p= ,025), del grupo experimental
de modelado PM frente al resto en el uso de indicadores referen-
En el pretest los análisis estadísticos mostraron que no existían ciales (PIE p= ,020; G control p= ,028), y frente al grupo control
diferencias significativas entre los tres grupos en las medidas de en el uso de conectores (G. control p= ,002).
productividad, estructura y en ninguno de los indicadores de co-
herencia. Se obtuvieron únicamente diferencias significativas en Resultados en el conocimiento metacognitivo
dos medidas y en grupos diferentes, entre el grupo experimental
de modelado y el control en la medida de coherencia basada en el Previamente a la intervención no existían diferencias signifi-
lector (p= ,023), y entre el grupo experimental de instrucción estra- cativas entre los grupos experimentales y control en el nivel de
tégica y el grupo control para la medida de calidad (p= ,007). conocimiento metacognitivo de tipo mecánico y sustantivo (p=
Los análisis mostraron diferencias significativas entre los gru- n.s.). Tras la intervención, los análisis estadísticos mostraron di-
pos en el número de palabras de sus textos con un tamaño del ferencias significativas entre los grupos a nivel de conocimiento
efecto grande (F(2, 61)= 7.212, p= ,002, η2= ,189), mostrando los metacognitivo mecánico (F(2, 61)= 3.532, p<,035; η2= ,102) y
análisis post hoc (DHS Tukey) un incremento significativo mayor sustantivo (F(2, 61)= 13.678, p<,001; η2= ,306). Ambos grupos
únicamente en el grupo de modelado frente el grupo control (p= experimentales mostraron una disminución estadísticamente sig-
,001). Siendo únicamente en el grupo de modelado donde se logró nificativa en el postest frente al pretest mayor que el grupo control
un incremento significativo en la productividad en el postest (p= en el conocimiento metacognitivo de tipo mecánico (PM, t= 8,422;
,012). p<,001; PIE t= 6,651; p<,001). Por el contrario, en relación al co-
Con relación a las medidas de calidad, los análisis mostraron nocimiento metacognitivo de tipo sustantivo ambos grupos expe-
un incremento significativamente mayor en los dos grupos experi- rimentales, al contrario que el control, mostraron un incremento
mentales frente al control en las medidas de calidad en el postest, estadísticamente significativo en el postest frente al pretest (PM, t=
con un tamaño del efecto grande (F(2, 61)= 7.841, p= ,001; η2= -3,696; p= ,001; PIE t= -4,255; p<,001), obteniéndose diferencias
,202). Por su parte, los análisis post hoc de Tukey mostraron que significativas entre ambos grupos experimentales y el control en
no existían diferencias significativas entre los grupos experimenta- el nivel de conocimiento metacognitivo sustantivo (PM p<,001;
les, al contrario que frente al control (p<,001). PIE p<,001).
En relación a las medidas de estructura los análisis estadísticos
mostraron diferencias significativas entre los grupos tanto en la Resultados en la autoeficacia en la composición escrita
puntuación global de estructura (F(2, 61)= 14.765, p<,001; η2=
,323), como en la medida objetiva del número de elementos es- En el pretest no existían diferencias significativas entre los gru-
tructurales del texto (F(2, 61)= 10.658, p<,001; η2= ,256), en am- pos en el nivel de autoeficacia hacia la escritura (p= ,494). Por
bos casos con un tamaño del efecto grande. Si bien ambos grupos otra parte, los programas de instrucción estratégica no tuvieron
experimentales mejoraron significativamente en las medidas de un efecto significativo en el nivel de autoeficacia del alumnado
estructura en el postest (PM, t= - 5,899; p<,001; PIE t= -3,771; p= frente al control. Así, si bien ambos grupos experimentales mos-
,001), no ocurrió lo mismo en el grupo control (p= .234). Por su traron una tendencia al aumento en la autoeficacia en el postest,
parte, los análisis post hoc nuevamente mostraron que ambos gru- contrariamente al grupo control; dichas diferencias no alcanzaron
pos experimentales mejoraron significativamente más que el grupo el nivel de significatividad estadística aunque estuvieron próximas
control, tanto globalmente (PM y PIE p<,001), como en relación (p= ,070).
al número de elementos estructurales (PM p= ,002; PIE p<,001),
no existiendo a su vez diferencias estadísticamente significativas Discusión y conclusiones
entre los grupos experimentales.
Con relación a las medidas de coherencia, los análisis estadís- A partir de los resultados obtenidos es posible sugerir las si-
ticos señalaron que ambos grupos experimentales mostraron un guientes conclusiones. En primer lugar, se ha corroborado la efi-
incremento significativamente mayor entre el pretest y postest en cacia de ambos programas instruccionales para la mejora de la
las medidas de coherencia global en relación al grupo control (F(2, competencia escrita del alumnado. En los dos tipos de instrucción,
61)= 14.450, p<,001; η2= ,318); no existiendo nuevamente dife- estratégica completa o basada en el modelado, se ha logrado un in-
rencias significativas entre ambas condiciones experimentales en cremento significativamente mayor que en el grupo de instrucción
la medida global de coherencia en el postest, pero sí frente al grupo ordinaria en la calidad, la estructura y la coherencia de las compo-
control (PM p= ,001; PIE p= ,017). siciones escritas del alumnado, mostrando a su vez, en todos los
En cuanto a los indicadores de coherencia en el texto, los aná- casos, un tamaño del efecto alto que proporciona la significación
lisis mostraron diferencias significativas entre los grupos en cin- práctica además de la estadística. No obstante, debemos ser caute-
co de los siete tipos de indicadores de coherencia: referenciales, losos respecto a esta afirmación, obviamente, esta investigación se
lexicales, conectores, meta-estructurales y estructuradores. Am- ha desarrollado en un contexto escolar específico, con un tipo de
bos grupos experimentales mostraron un incremento significativo población específica; por lo que cabe preguntarse por las posibili-
pretest-postest en el uso de indicadores meta-estructurales (PM, t= dades de generalización de dichos resultados a otras poblaciones,
- 4,628; p<,001; PIE t= - 7,55; p<,001) y estructuradores (PM, t= y otros contextos escolares, con características y niveles socioeco-
- 3,881; p= ,001; PIE t= -4,351; p<,001), al contrario que el grupo nómicos y culturales diversos.
control (p= n.s.). Mostrando por su parte los análisis post hoc una Por otra parte, también es justo reconocer aquí otra limitación
mayor puntuación en el postest de los dos grupos experimentales del estudio, al carecer de datos sobre la generalización y el mante-
frente al control en el uso de indicadores lexicales (PM p<,001; nimiento de los resultados obtenidos, que corroboraran en mayor
PIE p= ,026), metaestructurales (PM p<,001; PIE p<,001) y es- medida su eficacia; si bien esto se ha comprobado en estudios pre-
COMPARACIÓN DE DOS PROGRAMAS DE INSTRUCCIÓN ESTRATÉGICA Y AUTORREGULADA PARA LA MEJORA DE LA COMPETENCIA ESCRITA 679
vios a éste (véase Torrance et al., 2007; Fidalgo et al., 2008). De zando la tarea, también constituye otra fuente de información rele-
igual forma, también habría sido conveniente estudiar los cambios vante para la autoeficacia de la persona (Bandura, 1997).
que la instrucción estratégica y autorregulada ha supuesto en las Por otra parte, con relación al análisis comparativo de la efica-
propias estrategias de composición escrita, así como establecer una cia de los dos tipos de programas instruccionales, los resultados
interrelación entre dichas estrategias específicas y el nivel de com- no han mostrado diferencias significativas entre los grupos expe-
petencia escritora logrado finalmente por el alumnado; todo ello rimentales ni en las variables moduladoras de autoconocimiento
a través de medidas de evaluación on-line (Fidalgo et al., 2008; y autoeficacia, ni en la mejora de la competencia escrita, con la
Torrance et al., 2007), o cuestionarios específicos dirigidos a la salvedad de los indicadores referenciales, que aparecen significati-
evaluación de las estrategias de composición escrita (Kieft, Ri- vamente en mayor número en el grupo de modelado. No obstante,
jlaarsdam y van den Bergh, 2008); en coherencia con la línea de dicha tipología de indicadores no juega un papel clave en la mejora
investigación que venimos desarrollando en los últimos años. de la calidad global de un texto, tal como corroboran el resto de
Por otra parte, en cuanto a los efectos de la instrucción estraté- medidas, careciendo de interés este dato diferencial. Por todo ello,
gica en las variables moduladoras de la composición escrita, ambos es posible afirmar que el modelado juega un papel clave en el de-
grupos experimentales tras la intervención dan significativamente sarrollo del conocimiento declarativo y procedimental del proceso
una menor importancia a los procesos mecánicos de la composi- de escritura, no siendo necesaria una instrucción explícita previa
ción escrita frente al grupo control, a la vez que ponen un mayor sobre dicho conocimiento metacognitivo (componente inicial de la
énfasis en los procesos de alto nivel cognitivo contrariamente a lo instrucción) para garantizar la posterior eficacia de la instrucción
que ocurre en el grupo de control. Estos resultados son positivos, estratégica; y ello incluso en alumnado cuyos conocimientos pre-
al ser coherentes con un patrón de desarrollo del conocimiento me- vios en relación a la composición escrita han estado principalmente
tacognitivo del alumnado participante en las condiciones experi- centrados a nivel de producto textual frente al proceso de escritura,
mentales característico de alumnos de mayor edad. Lo que a su vez tal y como sucede en nuestro país. Sin duda, el hecho de que el
va unido a una mejora en la competencia escrita del alumnado, tal alumnado en el componente del modelado pueda centrar todos los
como han corroborado estudios evolutivos previos (véase García recursos cognitivos en la realización de la composición escrita que
y Fidalgo, 2003). está llevando a cabo el modelo, sin tener que compartirlos con su
Por otra parte, con relación a la autoeficacia en la composición propia ejecución de la tarea, le proporciona una oportunidad única
escrita, aunque existe un incremento en ésta en los grupos experi- para aprender y construir su conocimiento sobre la escritura y su
mentales frente al grupo control, no se alcanza la significatividad proceso (Rijlaarsdam et al., 2008). A su vez, el modelado fomenta
estadística. Una explicación de este resultado puede ir unida a la incluso un conocimiento metacognitivo más relevante que el pro-
tendencia evolutiva que sigue el desarrollo de la autoeficacia que porcionado por el propio componente instruccional de desarrollo
se ejemplifica en la sobre-estimación de la capacidad para escribir del conocimiento, puesto que no solo proporciona conocimiento
del alumnado en las etapas educativas iniciales, como es la Pri- metacognitivo sobre qué procesos cognitivos tiene la escritura y
maria (Pajares, Valiente y Cheong, 2006). En este sentido, quizás cómo se llevan a cabo, sino también un conocimiento estratégico
habría sido más conveniente haber estudiado los cambios en la ca- sobre cuándo y cómo aplicar realmente, y coordinar y autorregular
libración tras la instrucción, entendida como el grado de congruen- dichos procesos cognitivos en la composición escrita. Ese conoci-
cia entre las creencias de autoeficacia en la composición escrita y miento que proporciona la observación de modelos en la compo-
el nivel real de competencia escrita del alumnado (Klassen, 2002); sición escrita es clave, puesto que para alcanzar un dominio de la
variable que resulta de sumo interés puesto que una excesiva so- competencia escrita no es suficiente con saber cómo planificar o
breestimación en las creencias sobre su capacidad y competencia cómo escribir una clara estructura textual si el alumnado posterior-
escritora resulta del todo perjudicial para alcanzar una competen- mente falla en poner en marcha, controlar y coordinar dichos pro-
cia en escritura (Bandura, 1997). Otra posible explicación de los cesos cognitivos de una forma efectiva (Kellogg, 2008). No obs-
resultados obtenidos en relación a la autoeficacia puede deberse tante, la aportación diferencial del componente de desarrollo del
a que los cambios en ésta sean más dependientes de la práctica y conocimiento metacognitivo frente al componente del modelado
experiencia de éxito de la persona en la tarea, frente a otras fuentes en la instrucción estratégica necesita de estudios adicionales, así
como las experiencias vicarias o la persuasión verbal en forma de como otros que permitan ir conociendo la contribución específica
autoinstrucciones y feedback. No en vano, las propias experiencias de cada uno de los componentes de la instrucción estratégica, o su
de éxito y logro en la tarea constituyen la principal fuente de in- secuencia o combinación más efectiva para favorecer en definitiva
formación para la construcción de la autoeficacia (Bandura, 1997). el desarrollo de la competencia escrita en el alumnado.
En este sentido, quizás el componente instruccional de práctica in- Finalmente, también cabe señalar ciertas implicaciones del pre-
dividual en los programas de instrucción haya resultado tener una sente estudio para la práctica educativa del profesorado en la en-
insuficiente duración para provocar un cambio en las creencias de señanza de la escritura. En primer lugar, parece clara la necesidad
autoeficacia de la persona; el cual quizá sí podría haberse dado de asumir en el ámbito educativo una enseñanza centrada en los
tras la consecución de una experiencia de logro continuada en la procesos y estrategias de composición escrita, frente a concepcio-
tarea. Sin embargo, la ausencia de datos de mantenimiento de re- nes tradicionales de instrucción centradas principalmente a nivel
sultados no nos permite establecer una conclusión en este sentido. de producto textual. Obviamente el alumnado requiere un dominio
Finalmente, también hay que asumir que la ausencia de efectos de y automatización de los procesos de bajo nivel cognitivo o mecá-
la instrucción en la autoeficacia quizá podría estar unida a límites nicos de la composición escrita, tales como la ortografía, la gramá-
en las características de los propios programas instruccionales. En tica, etc.; sin embargo, el desarrollo de una verdadera competencia
este sentido, quizás habría sido más efectivo el uso de modelado escritora va más allá. La complejidad cognitiva de la composición
de iguales en lugar de expertos como la profesora, puesto que las escrita y su recursividad supone para el escritor una gran deman-
experiencias vicarias a través de la observación de modelos reali- da cognitiva y la necesidad de una regulación extensiva y control
680 RAQUEL FIDALGO REDONDO, MARK TORRANCE Y PATRICIA ROBLEDO RAMÓN
que le permita organizar, controlar y autorregular los diferentes y complejas secuencias instruccionales características de este tipo de
complejos procesos de alto nivel cognitivo, así como las variables instrucción (Graham y Perin, 2007b), parece pertinente resaltar la
moduladoras subyacentes al proceso de escritura y su logro (Zi- efectividad del modelado cognitivo como estrategia instruccional
mmerman y Risemberg, 1997; Graham y Harris, 2000). Por ello, clave en la enseñanza de la composición escrita; conclusión que
es necesario el plantear una instrucción explícita y específica en ha sido apoyada por diferentes evidencias a nivel empírico en el
nuestras aulas que favorezca en el alumnado el desarrollo de un ámbito de la escritura (Rijlaarsdam et al., 2008). Pese a ello, el
dominio estratégico y autorregulado de los procesos de alto nivel modelado no cuenta aún hoy en día con una aplicación real y signi-
cognitivo de la composición escrita (Graham y Harris, 2000); en ficativa en el ámbito educativo, estando relegado en su uso frente a
coherencia con lo fijado también a nivel legislativo en nuestro país otras estrategias o técnicas instruccionales más ligadas a la instruc-
desde la Ley Orgánica de Educación (2006) en la que por primera ción directa o guiada a través de grupos de discusión y análisis de
vez se recoge de forma explícita en los criterios de evaluación, la productos textuales, con las consecuencias negativas que pueden
necesidad de utilizar los procesos de planificación y revisión tex- derivar de este hecho para el desarrollo de una competencia escrita
tual de la escritura. En este sentido, cobran relevancia programas en el alumnado.
instruccionales como los estudiados en esta investigación, amplia-
mente validados a nivel internacional (Pressley y Harris, 2006), Agradecimientos
si bien principalmente en el campo de las dificultades de apren-
dizaje (Fidalgo y García, 2007; Graham y Perin, 2007a), y que Los autores quieren expresar su agradecimiento al Colegio
son susceptibles de aplicarse también de un modo eficaz de forma Nuestra Madre del Buen Consejo, Padres Agustinos de León, y en
contextualizada por el profesorado en el grupo clase, tal como ha especial a la profesora Mª Ángeles Domínguez por su colaboración
quedado corroborado en el presente estudio. A su vez, dentro de las en esta investigación.
Referencias
Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control. New York: W H Graham, S., y Perin, D. (2007b). What we know, what we still need to
Freeman and Company. know: Teaching adolescents to write. Scientific Studies to Reading, 11,
Bandura, A. (2006). Guide for constructing self-efficacy scales. En F. 313-335.
Pajares y T. Urdan (Eds.), Self-efficacy beliefs of adolescents (pp. 307- Kellogg, R.T. (2008). Training writing skills: A cognitive developmental
337). Greenwich, Connecticud: Information Age Publising. perspective. Journal of Writing Research, 1(1), 1-26.
Cerezo, R., Núñez, J.C., Rosario, P., Valle, A., Rodríguez, S., y Bernardo, Kieft, M., Rijlaarsdam, G., y van den Bergh, H. (2008). An aptitude-
A.B. (2010). New media for the promotion of self-regulated learning in treatment interaction approach to writing to learn. Learning &
higher education. Psicothema, 22(2), 306-315. Instruction, 18, 379-390. doi:10.1016/j.learninstruc.2007.07.004.
De la Fuente, J., y Lozano, A. (2010). Assessing self-regulated learning Klassen, R. (2002). Writing in early adolescence: A review of the role
in early childhood education. Difficulties, needs and prospects. of self-efficacy beliefs. Educational Psychology Review, 14(2), 173-
Psicothema, 22(2), 278-283. 203.
De la Paz, S. (2007). Managing cognitive demands for writing: Comparing Pajares, F., Valiente, G., y Cheong, Y.F. (2006). Writing self-efficacy and
the effects of instructional components in strategy instruction. Reading its relation to gender, writing motivation and writing competence: A
& Writing Quarterly, 23, 249-266. doi:10.1080/10573560701277609. developmental perspective. En G. Rijlaarsdam, P. Boscolo y S. Hidi
Efklides, A. (2009). The role of metacognitive experiences in the learning (Eds.), Studies in writing. Volume 23, Writing and Motivation (pp. 145-
process. Psicothema 21(1), 76-82. 162). Oxford: Elsevier.
Fidalgo, R., y García, J.N. (2008). Instrucción de la autorregulación y Pressley, M., y Harris, K.R. (2006). Cognitive strategies instruction: From
el autoconocimiento en la composición escrita [Instruction in self- basic research to classroom application. En P.A. Alexander y P. Winne
regulation and self-knowledge in writing composition]. Barcelona: (Eds.), Handbook of educational psychology (2ª ed., pp. 265-286). New
Davinci. York: Mac Millan.
Fidalgo, R., García, J.N., Torrance, M., y Robledo, P. (2009). Cómo enseñar Rijlaarsdam, G., Braaksma, M., Couzijn, M., Janssen, T., Raedts, M.,
composición escrita en el aula: un modelo de instrucción cognitivo- Steendam, E., y Van den Berg, H. (2008). Observation of peers in
estratégico y autorregulado. Aula Abierta, 37(1), 105-116. learning to write. Practice and research. Journal of Writing Research,
Fidalgo, R., Torrance, M., y García, J.N. (2008). The long term effects 1(1), 53-83.
of strategy-focussed writing instruction for grade six students. Schunk, D. H., y Zimmerman, B. J. (2007). Influencing children’s self-efficacy
Contemporary Educational Psychology, 33, 672-693, doi:10.1016/j. and self-regulation of reading and writing through modeling. Reading
cedpsych.2007.09.001. & Writing Quarterly, 23, 7-25, doi:10.1080/10573560600837578.
García, J.N., y Fidalgo, R. (2003). Diferencias en la conciencia de los Spencer, S.L., y Fitzgerald, J. (1993). Validity and structure, coherence and
procesos psicológicos de la escritura: mecánicos frente a sustantivos y quality measures in writing. Journal of Reading Behavior, 25(2), 209-
otros. Psicothema, 15(1), 41-48. 231.
Graham, S., y Harris, K.R. (2000). The role of self-regulation and Torrance, M., Fidalgo, R., y García, J.N. (2007). The teachability and
transcription skills in writing and writing development. Educational efectiveness of cognitive self-regulation in sixth grade writers. Learning
Psychologist, 35, 3-12. and Instruction, 17, 265-285, doi:10.1016/j.learninstruc.2007.02.003.
Graham, S., y Perin, D. (2007a). A meta-analysis of writing instruction for Zimmerman, B.J., y Risemberg, R. (1997). Becoming a proficient writer:
adolescent students. Journal of Educational Psychology, 99, 445-476, A self-regulatory perspective. Contemporary Educational Psychology,
doi:10.1037/0022-0663.99.3.445 22, 73-101.
Anexo 10: Ejemplo de artículo sobre un estudio de caso.
- 109 -
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Revista de Editorial
Editorial Trastornos
AELFA del lenguaje
estrecha en el trastorno por déÀcit de atención
lazos con Iberoamérica 1811
www.elsevier.es/logopedia
Órgano de expresión del Centro Peruano de Indexada en Base de datos ISOC (CINDOC, CSIC),
Índice Médico Español (IME),
Órgano de expresión del Centro Peruano deAudición, Lenguaje y Aprendizaje
Indexada en Base de(CPAL)
datos ISOC (CINDOC, CSIC),
Índice Bibliográfico en Ciencias de la Salud (IBECS),
Audición, Lenguaje y Aprendizaje (CPAL) Índice Médico Español (IME), LATINDEX y Psicodoc, EMBASE, PSYCINFO, REDINED
Índice BibliográÀco en Ciencias de la Salud (IBECS),
LATINDEX y Psicodoc, EMBASE, PSYCINFO, REDINED www.elsevier.es/logopedia
ORIGINAL
a
Universidad Católica de Valencia, Grado de Logopedia, Valencia, España
b
Universitat de València, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Valencia, España
PALABRAS CLAVE Resumen En este artículo se expone el proceso de evaluación e intervención realizado en un
Dispraxia verbal; caso clínico de dispraxia verbal asociada a trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Intervención (TDAH), subtipo combinado. En el TDAH se producen déficit en el control inhibitorio
logopédica; comportamental que inciden en el control, la fluencia y la sintaxis de la ejecución de secuencias
TDAH; motoras complejas, como las de la articulación del habla. Durante el desarrollo del lenguaje es
Trastorno por déficit probable que las características del TDAH no favorezcan el control propioceptivo articulatorio y,
de atención con en ocasiones, contribuyen a perfilar un cuadro sintomatológico de dispraxia verbal. La dispraxia
hiperactividad verbal comporta una dificultad para crear automática e inconscientemente programas motores
para fonemas, sílabas y palabras, durante el periodo de adquisición de la lengua materna.
En el texto se presentan estrategias de evaluación de la dispraxia, así como la justificación
del diagnóstico, según los criterios considerados en la literatura especializada. La intervención
se fundamentó en tres elementos clave: selección cuidadosa y secuenciación de objetivos lin-
güísticos, potenciación de los mecanismos de feedback e introducción de un sistema aumenta-
tivo —gestos de apoyo al fonema—, para conseguir la automatización lenta y progresiva de pro-
gramas motores o automatismos verbales. Además, la condición de TDAH supuso adaptaciones
instruccionales y metodológicas, con el fin de conseguir los objetivos del tratamiento. En la
medida en que el habla del niño se convirtió en fluida, se manifestaron dificultades lingüísticas
en el nivel morfosintáctico, previsibles en estos casos, que apuntan a una semiología más am-
plia del trastorno, no limitada al componente práxico.
© 2010 AELFA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
0214-4603/$ - see front matter © 2010 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Introducción Pero los problemas del lenguaje en los niños con TDAH
aparecen, también, en aspectos más básicos de la elabora-
Actualmente el trastorno por déficit de atención con hiper- ción del lenguaje. Desde el inicio de los estudios sobre los
actividad (TDAH) se define como un conjunto de síntomas trastornos del lenguaje y el TDAH, diversos trabajos han se-
que incluyen niveles inapropiados de hiperactividad, in- ñalado que los problemas de control motor del habla son
atención e impulsividad. Entre un 3 y un 5% de los niños en inherentes también al TDAH (Tannock, Purvis y Schachar,
edad escolar están afectados por este trastorno. El TDAH se 1993; Zentall, 1988). Cuando se ha estudiado parámetros
considera una condición neuropsicológicamente heterogé- del habla durante la conversación, tales como ritmo de la
nea que puede presentar alteraciones en diferentes domi- voz (duración de pausas y vocalizaciones, latencia de la res-
nios del funcionamiento ejecutivo, en particular el control puesta), intensidad y frecuencia, se ha observado diferen-
inhibitorio y la memoria de trabajo (Doyle, 2006). Un tema cias en el tiempo y la modulación del habla entre los niños
que todavía suscita muchos interrogantes es cómo inciden con TDAH (con y sin dificultades de aprendizaje) y los que
las características que definen al TDAH en los trastornos no padecen el trastorno. Los niños con TDAH hablan más
comórbidos que lo suelen acompañar. Durante el desarro- fuerte, tienen dificultades para controlar el volumen de su
llo, uno de los que con más frecuencia aparecen junto a él propia voz. Realizan periodos de habla muy largos con pocas
son los trastornos del lenguaje, que afectan aproximada- pausas y muy cortas, pausas improductivas que no parecen
mente a un 50% de los niños con TDAH, una tasa que puede destinadas a organizar el siguiente periodo de habla y, sin
aumentar hasta el 90% en estudios realizados con muestras embargo, tardan más en responder a sus interlocutores du-
con remisión clínica (Tannock y Brown, 2003; Tannock y rante las conversaciones. La modulación de la voz requiere
Schachar, 1996). El solapamiento entre el TDAH y los tras- continuos y finísimos ajustes en el tracto vocal, y estas ca-
tornos del lenguaje conlleva dificultades añadidas en la in- racterísticas observadas en el habla de los niños con TDAH,
tervención y en la evolución del lenguaje del niño que en opinión de algunos investigadores (Tannock, 2005), seña-
deben considerarse. lan que una inmadurez en el control motor subyace a sus
Los trastornos del lenguaje que se han descrito en niños problemas de habla. En esta línea no es de extrañar que al-
con TDAH son muy variados en cuanto a su semiología y gra- gunos estudios hayan señalado signos dispráxicos en los ca-
vedad. De entre ellos, tal vez los más estudiados hayan sido sos más graves de TEL y TDAH (Ygual, 2003), así como una
los relativos a la pragmática comunicativa que parecen ser evolución más lenta de lo esperable en los casos de TDAH
inherentes al TDAH. Las características cognitivas del tras- con trastornos del habla leves. Esta lentitud en la evolución,
torno, es decir, las dificultades en la atención, en el control no explicada por la gravedad del trastorno del habla, puede
de la interferencia y en la organización y planificación de la estar relacionada con la dificultad en el control motor que
información influyen negativamente en los actos comunica- manifiestan los niños con TDAH que, junto con las dificul-
tivos (Bayley, Lorch, Milich y Charnego, 2009; Ygual, Roselló tades perceptivas y metafonológicas que se observan en
y Miranda, 2010), que afectan especialmente a las relacio- algunos de ellos (Miranda, Ygual, Mulas y cols., 2002), con-
nes sociales (Leonard, Milich y Lorch, 2011). dicionan una evolución especial, en ocasiones, llena de al-
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
tibajos. Recientemente, trabajos realizados sobre la — Desarrollo del lenguaje. Los padres informan de normali-
caracterización fenotípica de los distintos subtipos de TDAH dad en los hitos prelingüísticos vocales y gestuales (bal-
señalaron diversos clusters de síntomas, que muestran una buceo, conductas protoimperativas y protodeclarativas).
unión bastante estrecha entre los trastornos del desarrollo Sin embargo, las primeras aproximaciones a palabras no
de la coordinación y los trastornos de habla en el TDAH (Mu- aparecieron hasta los 3 años. Su vocabulario expresivo se
lligan y cols., 2009). Es lógica esta unión ya que, para un reduce en estos momentos a unas 20 palabras aproxima-
desarrollo normal del habla, el niño necesita de suficientes damente. Se comunica fundamentalmente a través de
habilidades de ejecución motora y de la capacidad para ela- estas emisiones, así como de onomatopeyas, expresión
borar las secuencias motoras de los movimientos del habla facial, gesto de indicación y otros gestos que ha desarro-
de manera precisa y automática. La concurrencia, en el llado espontáneamente para hacerse entender. Los pa-
niño con TDAH, de trastornos de la coordinación y dificulta- dres no advierten dificultades de comprensión, aunque
des en el autocontrol inherentes al TDAH no favorece la reconocen que en ocasiones necesitan apoyarla de
conciencia y el control motor necesarios para el correcto gestos. Comentan que su intensa actividad motora y su
desarrollo del habla. tendencia a la distracción parecen interferir en la com-
El caso que presentamos es un ejemplo de esta situación: prensión de preguntas y en el seguimiento adecuado de
un niño con 4 años de edad y un lenguaje expresivo no supe- órdenes (“va a la suya”, “juega solo, moviéndose sin pa-
rior a los 18 meses, que posteriormente fue diagnosticado rar”, “no escucha lo que le dicen”).
de TDAH. La intervención logopédica se realizó en la Clínica — Hábitos de autonomía. El niño es autónomo para ir al
Universitaria de la Universidad Católica de Valencia. WC, si bien ha superado recientemente un episodio de
enuresis, que coincidió con el inicio del curso escolar. Por
otro lado, ha presentado problemas en la alimentación:
Caso clínico se oponía a los cambios de textura y, actualmente, se
advierte lentitud en las comidas y rechazo de algunos ali-
Resumen de la anamnesis mentos que sólo ingiere si están triturados. También pre-
senta dificultades al vestirse (ponerse y quitarse el
En el momento de la valoración inicial el niño tiene cuatro abrigo, por ejemplo).
años y un mes. — Conducta. En el contexto familiar se observan conductas
El embarazo transcurrió con normalidad. Nació por cesá- hipercinéticas (“no puede estar quieto”, “se sube a todo
rea a las 38 semanas de gestación. Su peso al nacimiento lo que puede”). Por ese motivo, se realizó una inter-
fue 2.900 g. Vive en un entorno familiar atípico: padre va- consulta con la Sección de Psicología de la Clínica Univer-
lenciano y madre sudamericana, divorciados, de nivel so- sitaria, a fin de valorar con mayor exhaustividad el
ciocultural bajo, que comparten la custodia. El niño tiene comportamiento del niño y confirmar o descartar un posi-
dos hermanos mayores por parte de madre. Durante el pri- ble TDAH. Los resultados de esta valoración se comentan
mer año tras el divorcio, alternó el domicilio de sus padres posteriormente.
diariamente; dormía los días pares en una casa y los impa- — Socialización y juego. Los padres informan de juego sim-
res en la otra. Posteriormente el niño vive definitivamente bólico con muñecos y coches. También señalan que juega
durante los días laborables en casa del padre y los fines de con sus compañeros de clase; sin embargo, participa
semana con la madre. El padre confía en la abuela paterna poco. Aunque es “muy comunicativo” y se hace entender
del niño para el cuidado diario y las atenciones básicas. El por medios no lingüísticos, las dificultades de expresión
niño pasa gran parte del tiempo con su abuela, que a la vez parecen estar afectando a sus relaciones sociales. La
es cuidadora de su madre que tiene la enfermedad de maestra informa de conductas sociales adecuadas para la
Alzheimer. edad salvo en lo que se refiere a la escasez de lenguaje
Está escolarizado en un colegio concertado. Sus proble- expresivo y comprensivo.
mas de lenguaje los detectó la maestra del centro, quien lo
remitió a la Clínica Universitaria. Resultados de la evaluación
Entre sus antecedentes familiares cabe destacar un her-
mano mayor con inicio tardío del lenguaje, normalizado en Desarrollo cognitivo
la actualidad, según sus padres. Para la evaluación del funcionamiento cognitivo se aplica-
En su historia médica no se refieren enfermedades de ron las escalas McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad
interés. Tanto la exploración neuropediátrica (EEG y RM) para Niños (McCarthy, 1988), que permiten obtener índices
como la evaluación audiológica han mostrado resultados de diferentes conductas cognitivas y motoras. El Índice Ge-
normales. neral Cognitivo alcanzado fue de 79, lo que equivale a una
A continuación, sintetizamos su evolución con respecto a edad aproximada de desarrollo de 3 años y 3 meses. Si aten-
la adquisición de los principales hitos del desarrollo: demos a las puntuaciones obtenidas en las distintas subes-
calas de la prueba, se observa una discrepancia entre las
— Desarrollo motor. Se refiere un ligero retraso en el inicio habilidades de naturaleza manipulativa y las de carácter
de la marcha autónoma (en torno a los 18 meses, aproxi- verbal, en detrimento de estas últimas:
madamente). En la actualidad, se lo describe como un
niño torpe en cuanto a la motricidad, con tendencia a — Escala verbal: P. directa compuesta: 17; P. típica: 24;
caerse y dificultades para subir escaleras. Su profesora edad equivalente: 2 años y medio.
comenta, además, problemas en la psicomotricidad fina, — Escala perceptivo-manipulativa: P. directa compuesta:
así como una excesiva inquietud motora. 37; P. típica: 52; edad equivalente: 4 años.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
— Escala numérica: P. directa compuesta: 14; P. típica: 45; teraciones significativas que justificaran los problemas en el
edad equivalente: 3 años y medio. habla, a excepción de la dificultad para la secuenciación de
praxias orales no verbales.
De estos datos se deduce que la capacidad cognitiva no
verbal del niño se encuentra dentro de la normalidad, de Nivel fonético-fonológico
acuerdo con su grupo de referencia. Para la evaluación de este nivel del lenguaje, se solicitó a
los padres que elaboraran un listado con el vocabulario ex-
Valoración conductual presivo del niño. Este se limitaba aproximadamente a las
Para obtener información sobre la conducta del niño en el palabras que reproducimos a continuación:
contexto familiar y en la escuela, especialmente en relación
con posibles indicadores de hiperactividad e inatención, se — Sustantivos: tele [‘tete]; luz [‘u]; pie [‘pe]; yogur [‘co];
solicitó a los padres y a la profesora que cumplimentaran pan [‘pa]; papá [pa’pa]; agua [‘aba]; galleta [‘eta]; cho-
distintas escalas de evaluación conductual. colate [‘te]; caca [‘kaka]; pipi [‘pi]; mamá [‘ma]; papá
[pa’pa]; Mickey [‘ma]; “Cars” [‘ka]; pelota [tota]; moto
— Cuestionario DSM-IV. La profesora señaló como positivos [‘to]; tren [‘te]; pato [‘ato].
8 ítems del factor inatención-desorganización, y 6 del fac- — Adverbios cuantificadores: ma [‘mas].
tor hiperactividad-impulsividad. Por su parte, los padres — Adjetivos calificativos: azul [‘u], verde [‘ee].
señalaron como positivos 7 ítems del apartado inaten- — Expresiones sociales: adiós [‘io].
ción-desorganización y 6 del factor hiperactividad-impul- — Adverbios locativos: aquí [a’ki], atrás [‘ta].
sividad del listado de criterios que se recogen en el DSM-IV — Verbos: comer [‘me].
para el diagnóstico del TDAH. Por lo tanto, parece que — Adverbio de negación: no [‘no].
tanto los padres como la profesora aprecian claramente
dificultades tanto en el manejo de los recursos atenciona- Esta muestra fue analizada automáticamente mediante el
les como en la inhibición conductual. prototipo del programa “Ánfora: análisis fonológico asistido
— Cuestionario abreviado de Conners para el profesor (Con- por ordenador” (Ygual-Fernández, Cervera-Mérida, Rosso,
ners, 1982). La puntuación directa total alcanzada fue 21, 2008; Cervera, Ygual, Rosso, Ponomareva, 2008). El análisis
que se sitúa justo en el punto de corte exigido para el permitió determinar el siguiente perfil de desarrollo fonéti-
diagnóstico de hiperactividad en educación infantil. co-fonológico:
Por lo tanto, la historia evolutiva del niño y las estimaciones Severidad. Se calcularon dos índices: el “índice de preci-
conductuales en contextos naturales, realizadas por los pa- sión en palabras” (Pp = palabras pronunciadas sin error/
dres y su profesora, coinciden en señalar que el niño experi- total palabras pronunciadas) y el “índice de aproximación
menta un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, a palabras completas”, que se obtiene mediante el prome-
subtipo combinado, que se encuentra asociado a un trastorno dio de los índices de aproximación de cada palabra pro-
en el desarrollo del lenguaje, que valoramos a continuación. nunciada (APC = [{consonantes + vocales + consonantes
correctas} de palabras con error]/[{consonantes + vo-
Evaluación del habla y el lenguaje cales + consonantes} de las palabras de la muestra]). Los
valores obtenidos (Pp = 0,07 y APC = 0,52) sitúan estas
Aspectos anatomofisiológicos producciones en un nivel estimado de inteligibilidad muy
En primer lugar, se valoró la integridad anatómica y funcio- bajo (Ingram, 2002; Roberts, 2005). En nuestra opinión el
nal de los órganos articulatorios. Se utilizó para ello un pro- índice que más se ajusta a la valoración clínica de inteligi-
tocolo basado en el modelo de evaluación miofuncional bilidad es el “índice de aproximación a palabras comple-
propuesto por Borrás y Rosell (2005), con los siguientes re- tas”. Es la puntuación media de los índices de aproximación
sultados: de cada palabra pronunciada (APC media). Este índice fue
introducido por Ingram (2002) e indica cómo el niño aproxi-
— Se observa normalidad estructural (forma, tamaño y si- ma su pronunciación a la palabra entera. Compara la can-
metría) de los órganos de la cavidad bucal. tidad de segmentos producidos por el niño con los
— En cuanto a la funcionalidad de estos órganos, no se advir- segmentos en la palabra real. El valor máximo que adopta
tieron problemas de fuerza o debilidad muscular y la imita- es 1. La apreciación subjetiva sobre inteligibilidad de jue-
ción de movimientos orales no verbales aislados fue ces (familia y examinadores) coincide con lo deducido a
adecuada. Sin embargo, se observó dificultad (lentitud, im- partir de estos valores: sólo cuando el contexto es muy
precisión y descoordinación) para combinar estos movi- claro, las producciones son inteligibles para familiares. En
mientos en secuencias alternantes (por ejemplo, llevar la otras situaciones menos contextualizadas y ante interlocu-
lengua a un lado y a otro repetidas veces; chasquear la len- tores no familiares, la inteligibilidad está severamente
gua y protruir los labios alternativamente). Esta dificultad comprometida (Subtelny, 1983).
se manifestó incluso con la ayuda visual del espejo. En ge-
neral, se observaban tanteos y esfuerzos para lograr el mo- Estructura de la palabra. Las emisiones son muy reducto-
vimiento requerido. En alguna ocasión el niño se ayudaba ras de la estructura de la palabra, que queda simplificada a
con la mano para realizar la acción de la lengua o los labios. una o dos sílabas. En algunas, sólo se conserva la secuencia
de vocales. Las omisiones de sílabas átonas refrenda el
En conclusión, en la exploración de la movilidad y la coor- 16,67% de los procesos fonológicos identificados en la mues-
dinación de órganos de la articulación no se detectaron al- tra y la omisión de sílabas tónicas, el 28,57% (fig. 1).
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
— Estructura silábica. El conjunto de estructuras silábicas la misma palabra (/ato/, /ao/, /to/, para “pato”). Esta
observado es V y CV. Los procesos fonológicos de omisión variabilidad fue confirmada también por la familia en el
de consonantes prenucleares y posnucleares suman el 50% habla espontánea.
de los errores de pronunciación (fig. 1). El esquema silábi- — Fluidez. El habla no es fluida y se observan pausas entre
co de la palabra sigue los patrones V, V-V, CV, VCV, CVCV. sílabas y palabras, lo que proporciona al habla una cali-
La mayoría de ellas se configuran a partir de la reduplica- dad de staccato. Estas roturas producen una entonación
ción silábica. peculiar, lo que afecta negativamente a la inteligibilidad.
— Precisión de articulación de las consonantes. El análisis — Entonación. Se advierten patrones de inflexión básicos,
de “Ánfora” calcula automáticamente el “índice de pre- ascendentes o descendentes, para diferenciar entre es-
cisión en consonantes” como medida global de precisión tructuras declarativas e interrogativas.
de la articulación. Se calcula con la fórmula: Pc = conso- — Diadococinesis. Siguiendo las directrices propuestas por
nantes pronunciadas sin error/total de consonantes de la Strand y Skinder (1999), se valoró la habilidad para eje-
muestra. Se entiende por consonante pronunciada sin cutar repeticiones silábicas rápidas y alternantes (/pa,
error la consonante correctamente pronunciada en la po- pa, pa/, /ta, ta, ta/, /pa, ta, ka/). Inicialmente la repe-
sición adecuada. Los valores están comprendidos entre tición se debe realizar de forma lenta, luego a un ritmo
1 y 0. El valor máximo, que indica la pronunciación adul- normal y, finalmente, a un ritmo rápido. El niño mostró
ta, es 1, resulta un indicador útil para determinar la se- extremas dificultades para realizar esta tarea, y se ob-
veridad de las dificultades fonético-fonológicas y poder servó una incapacidad para mantener una repetición rít-
establecer comparaciones evolutivas (Shriberg, Aram y mica estable.
Kwiatkowski, 1997; Schriberg y Kwiatkowski, 1982). El ín- — Respuesta a la estimulación. Se valoró la capacidad de
dice obtenido para la muestra analizada es igual a 0,33. repetición de palabras por imitación. Aunque, con mucho
Este valor sitúa al niño en la escala de mayor severidad esfuerzo, el niño fue capaz de aprender nuevas palabras
(precisión inferior al 50%). tanto con refuerzo bimodal (gesto de apoyo al fonema)
— Repertorio fonético. El repertorio fonético está consti- como por repetición oral, si bien la expresión resultante
tuido por todas las vocales y las consonantes [m], [n], era muy deformada. También, con ayuda gestual y auditi-
[p], [t], [k] y [b], esta última aparece una sola vez en su va, se obtuvieron aproximaciones a [s] en “sube”.
alófono aproximante.
— Etapa de desarrollo fonológico y procesos de simplifica- Nivel gramatical
ción del habla. El perfil fonológico observado se corres-
ponde prácticamente con la etapa del “consonantismo Expresión gramatical
mínimo de Jakobson”. Los procesos de simplificación do- Se valoró mediante el análisis cualitativo del habla espontá-
minantes, las omisiones de sílabas (tónicas y átonas) y las nea. La sintaxis estaba enormemente reducida. Se observó
omisiones de consonantes (prenucleares y posnucleares) alguna combinación de dos términos (eje-abierta con el ad-
suman el 78,57% del total de los procesos de simplifica- verbio “no”) y frases estereotipadas con valor holofrástico
ción analizados en la muestra. (ya está> [ja’ta]), aunque muy escasas. No se detectaron
— Inconsistencia de las producciones. Durante las sesiones yuxtaposiciones de enunciados. En cuanto a las categorías
de evaluación se observaron distintas producciones para gramaticales, predominaban claramente los sustantivos, y
4,76%
2,38%
Sonora–>sorda 2,38% 2,38%
Asimilación
4,76%
Sustitución a vocales
y diptongos
26,19% Omisión de
Reducción de grupos consonantes
consonánticos posnucleares
Reducción de 16,67%
diptongos
Omisión de sílabas
átonas
Figura 1 Procesos de simplificación de habla. Procesos de simplificación analizados mediante el programa Ánfora en la muestra
de habla. Los valores expresan el porcentaje de cada proceso en relación con el total de los procesos identificados en la muestra.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
destacaba la práctica ausencia de verbos y palabras funcio- mente es la de trastorno del lenguaje, fundamentalmente
nales. expresivo, de tipo dispráxico.
Nuestra impresión clínica es que el niño podía acceder a
Comprensión gramatical representaciones semánticas para las que no tenía progra-
Fue evaluada mediante el Test de Comprensión de Estructu- mas motores almacenados (lo que interpreta la discrepancia
ras Gramaticales (CEG) (Mendoza, Carballo, Muñoz y Fres- enorme entre las habilidades comprensivas y expresivas) y
neda, 2005); se obtuvo una puntuación directa de 35 tampoco podía realizar una programación motora a partir
(PC = 10; media ± desviación típica, 48,50 ± 9,25). La com- de los datos auditivos (lo que interpreta la poca mejora en
prensión, aunque inferior a la edad, era muy superior a la la pronunciación al repetir y la incapacidad para las pruebas
capacidad de expresión. En este resultado podrían estar in- de diadococinesis). De ahí la diferencia entre sus habilida-
terfiriendo los déficit atencionales, ya que la tarea usada en des comprensivas, relativamente adecuadas para la edad, y
el test exige un grado de atención muy importante y prolon- sus importantes limitaciones expresivas. Esta impresión se-
gado. Los datos hallados indican también que su competen- ría compatible con el cuadro de dispraxia verbal del desa-
cia gramatical es superior a su actuación. Las severas rrollo, caracterizado de este modo en la clasificación inicial
limitaciones apreciadas en el nivel fonético-fonológico tam- de Rapin y Allen (1987, 1988), revisada por Aguado (1999):
bién pueden influir en esta diferencia. incapacidad masiva de fluencia, grave afectación de la ar-
ticulación, enunciados de 1 o 2 palabras, que no mejoran en
Nivel léxico-semántico su realización articulatoria con la repetición, comprensión
próxima a lo normal.
Nivel expresivo Además, el perfil de habla del niño presentaba rasgos que
Como se ha indicado anteriormente, el vocabulario expresi- tanto la ASHA (Ad hoc Committee on Apraxia of Speech,
vo estaba limitado a unas 20 palabras (objetos comunes, 2007) como distintas investigaciones y autores (Davis, Ja-
partes del cuerpo, comida, necesidades básicas, nombres kielski y Marquardt, 1998; Dodd, 1995; Hall, Jordan y Robin,
de familiares, juguetes, cuantificadores, animales, colores, 1993) destacan como aspectos clave del trastorno:
expresiones sociales, términos locativos y de negación). Tan
sólo nombraba una acción (/me/ por “comer”). — Errores inconsistentes en la producción de sílabas o pa-
labras.
Nivel comprensivo — Pausas prolongadas entre sílabas y palabras que resultan
Su vocabulario receptivo, valorado mediante el test Peabo- de las deficiencias en la coarticulación (transiciones ar-
dy (Dunn, Dunn y Arribas, 2006), se hallaba próximo a la ticulatorias no fluidas).
normalidad (PD = 27; PC = 25; edad equivalente a 3 años — Dificultad en la ejecución de tareas de diadococinesis.
5 meses). Por lo tanto, existía una gran discrepancia entre — Prosodia inapropiada (no se destaca la sílaba tónica).
su nivel de léxico expresivo y comprensivo. — Discrepancia significativa entre lenguaje expresivo y re-
ceptivo.
Nivel pragmático
Para valorar este nivel del lenguaje realizamos un análisis Aunque también se indican otros rasgos (la distorsión vo-
cualitativo de la interacción espontánea a través del juego cálica o la alteración de la resonancia), no presentes en
con los padres y los evaluadores. Asimismo, los padres cum- este caso, igualmente se señala que no todos ellos son nece-
plimentaron un registro de funciones del lenguaje y modali- sarios para el diagnóstico de dispraxia verbal.
dades (verbales y no verbales) empleadas para el logro de Además, la historia evolutiva del niño, junto con el diag-
dichas funciones (Evaluación de la Comunicación [ECO], nóstico de TDAH, contribuye a entender mejor sus altera-
Hernández, 1995). ciones en el habla. En el TDAH se producen déficit en el
El niño tenía una clara intencionalidad comunicativa para control inhibitorio comportamental que inciden en el con-
distintas funciones del lenguaje: saludar, pedir, rechazar, trol, la fluencia y la sintaxis de la ejecución de secuencias
comentar… Compensaba su escasa productividad con la ex- motoras complejas (Barkley, 1997; Niggs, 2001), tales como
presión facial, corporal, el gesto de indicación y gestos na- las de la articulación del habla.
turales e idiosincrásicos que había desarrollado de forma La evolución tras la intervención confirmó esta hipótesis
espontánea. En consecuencia, las dificultades pragmáticas diagnóstica inicial.
que se observaron se derivaban de sus importantes limita-
ciones expresivas. De hecho, participaba poco de las inter-
acciones sociales con compañeros en el contexto escolar y Tratamiento
estaba presentando problemas de conducta agravados por
la frustración que le producía su falta de eficacia comunica- Previamente a la explicación detallada de los objetivos y
tiva, que se unía a las características conductuales del actividades realizadas en cada fase del tratamiento, reali-
TDAH. zaremos una serie de consideraciones generales sobre la in-
tervención en dispraxia, recogidas en diferentes trabajos
sobre el tema (Hall, Jordan y Robin, 1993; Fish, 2010).
Conclusiones diagnósticas
Periodicidad e intensidad del tratamiento
La evaluación cognitiva y los criterios DSM IV permitieron
descartar la deficiencia cognitiva y la inclusión en el espec- Las investigaciones sobre el tratamiento de la dispraxia re-
tro autista. La hipótesis diagnóstica que planteamos inicial- comiendan la práctica repetida de los estímulos lingüísticos
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
“objetivo o diana” (Davis y Velleman, 2000; Strand y Skin- vos potenciales” y “nuevas estructuras silábicas +
der, 1999). Ello se fundamenta en las teorías sobre el apren- fonemas establecidos = objetivos potenciales”. Las es-
dizaje motor que subrayan la necesidad de aumentar los tructuras silábicas deben introducirse siguiendo una je-
ensayos de práctica de la habilidad motora para su aprendi- rarquía de dificultad (Velleman, 2003): CV, VC, VCV, CVCV
zaje (Maas y cols., 2008). Si la habilidad se practica de for- (reduplicadas con armonía consonántica y vocálica
ma continuada, se favorece la fijación en memoria de los —mamá—), CVCV (con armonía consonántica pero no vo-
esquemas articulatorios (Chapell, 1973), así se pasa de un cálica —mami—), CVCV (sin armonía consonántica ni vo-
control consciente a un control involuntario y automático cálica —mano—); CVCVCV (pelota), CVCVC (cajón),
de los movimientos articulatorios implicados en el habla. CVCCVC (cartón), CCVCV (plato), palabras polisílabas
Básicamente, existen dos modalidades de práctica repetida: (mariposa).
práctica cerrada —blocked practice— (repetición varias ve- — Características gramaticales. Es importante no sólo in-
ces del mismo estímulo) y práctica aleatoria —random prac- cluir sustantivos en la lista de objetivos iniciales, sino
tice— (la repetición se produce de forma discontinua a lo también verbos y adjetivos calificativos que posibiliten la
largo de la sesión). En este caso, se eligió inicialmente la combinación de palabras (sustantivo + verbo; sustanti-
práctica aleatoria para posteriormente, una vez introducido vo + adjetivo) y la formación de sintagmas y oraciones.
el trabajo sistemático con cada fonema y estructura silábi- — Características léxico-semánticas. Deben considerarse
ca, pasar a la práctica cerrada. vocablos fácilmente representables, incluyendo términos
Por otro lado, por lo que respecta a la periodicidad y la funcionales, es decir, ligados a situaciones de uso cotidia-
duración del tratamiento, se recomiendan sesiones breves y no, así como palabras cuyo aprendizaje resulte motiva-
frecuentes —cuatro o cinco, de 20 a 30 minutos de dura- dor para el niño (nombres de familiares, personajes de
ción— (Strand y Skinder, 1999; Strode y Chamberlain, 2006; dibujos animados…).
Magill, 2004; Schmidt y Wrisberg, 2004). En este caso clínico
se optó por tres sesiones semanales, de 45 minutos, en las Uso de sistemas de facilitación (Strand y Skinder,
que se dedicaban unos 20 minutos al trabajo específico de 1999, Square, 1999, Strode y Chamberlain, 2006)
mejorar la programación y la ejecución motora del habla.
Además, se colaboró estrechamente con la familia para que Los niños con dispraxia presentan déficit en la propiocepción
la práctica repetida de los “objetivos o dianas” se realizara (táctil, cinestésica, auditiva) de los movimientos articulato-
de forma continuada, no sólo en contexto clínico, sino tam- rios del habla, además de dificultades para almacenar en me-
bién en otras situaciones cotidianas. moria el acto motor asociado a cada fonema. Por ello, resulta
muy útil el uso de sistemas aumentativos que dupliquen el
Cuidadosa selección de los estímulos lingüísticos canal de entrada del lenguaje, con objeto de favorecer la
“objetivo” propiocepción del habla, la secuenciación de las sílabas en
la palabra y el recuerdo del punto y el modo de articulación
Este constituye un aspecto clave para el éxito del trata- de cada fonema. Habitualmente, se combinan varios siste-
miento. Las palabras que entrenar inicialmente deben si- mas de ayuda que se seleccionan en función del estilo de
tuarse en la zona de desarrollo próximo del niño: es esencial aprendizaje del niño y el tipo de errores que comete:
trabajar en un nivel en el que el niño se encuentre “exitosa-
mente retado”. Esto es, debe tener éxito en la articulación 1. Ayudas visuales: el niño mira la boca del logopeda y/o su
(producir las palabras correctamente), pero al mismo tiem- propia articulación (con ayuda del espejo) mientras ar-
po debe recibir un “desafío” para aprender una nueva habi- ticula la sílaba o la palabra. Esto es especialmente eficaz
lidad. Para ello, los estímulos lingüísticos deben controlarse cuando los sonidos tienen una articulación visible, lo que
en función de sus rasgos fonético-fonológicos, gramaticales, facilita el control de los articuladores e inhibe los movi-
léxicos y pragmáticos: mientos inadecuados. También se consideran ayudas vi-
suales los siguientes elementos:
— Rasgos fonético-fonológicos. Debe considerarse la longi-
tud de la palabra (número de sílabas), la estructura de — Gestos de apoyo al fonema. Monfort y Juárez (1993) pro-
las sílabas de la palabra (V, CV, VC, CVC, CCV) y su com- ponen una serie de gestos y ayudas pictográficas que re-
posición fonológica, su acento y el contexto coarticulato- cuerdan el punto y/o el modo de articulación de los
rio (entorno fonético facilitador). Estas variables se han fonemas. Según señalan, permiten al niño almacenar es-
de manejar de tal forma que exista una gradación de tructuras fonológicas estables para reconstruir las pala-
complejidad en la introducción de los estímulos lingüísti- bras que ya emite o acceder a nuevas.
cos en el tratamiento. Los objetivos en la intervención — Puntos —gomets, fichas—, para representar las sílabas de
son, básicamente, expandir la longitud y estructura silá- la palabra. También pueden realizarse al mismo tiempo
bica, facilitar la coarticulación e incorporar nuevos fone- golpecitos de dedos (tapping). Este tipo de ayuda permi-
mas, al tiempo que se precisa la articulación de los ya te reducir las omisiones de las sílabas en la palabra.
practicados. Ahora bien, cuando se introduzcan estructu- — Articulogramas o fotografías con la posición articulatoria
ras silábicas más complejas, se debe mantener los fone- de cada fonema.
mas ya aprendidos; por el contrario, cuando se introduzca — La introducción de la letra escrita, en el momento opor-
un nuevo fonema, se debe hacer en estructuras silábicas tuno, también aporta permanencia y estabilidad al niño
ya establecidas. Así, según Davis y Velleman (2000), los dispráxico, ya que la escritura reproduce en el espacio
objetivos potenciales se configuran de este modo: “nue- del papel la secuencia que el habla reproduce en el tiem-
vos fonemas + estructuras silábicas establecidas = objeti- po (Juárez y Monfort, 2004; Ygual y Cervera, 2005).
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
2. Ayudas auditivas: el empleo de estrategias basadas en la 4. Ayudas cognitivas: suponen el uso de metáforas (Bleile,
escucha atenta, centrando la atención en palabras que 2006), es decir, el empleo de analogías que recuerden la
tienen las características de los objetivos, puede ser una producción de un sonido (la /s/ del silencio).
técnica útil en todos los niños con dificultades de habla
en su periodo sensible para las adquisiciones fonológicas. En el caso clínico que nos ocupa seleccionamos única-
En el proceso evolutivo normal las capacidades percepti- mente las claves que realmente conseguían mejorar la
vas preceden a las productivas. El establecimiento de un ejecución articulatoria del niño. El uso de demasiados faci-
“bucle auditivo-fonoarticulatorio”, que permite la capa- litadores puede resultar contraproducente en un niño con
cidad de repetición con facilidad aun sin entender y se TDAH porque puede interferir en su capacidad para focali-
aproxima bastante a la forma verbal escuchada, forma zar la atención en la información relevante que lo ayude
parte del desarrollo normal y está presente desde el mo- eficazmente a la correcta articulación. En concreto, cuando
mento de la “explosión léxica” característica de los iniciamos el trabajo sistemático en la producción de fone-
18-24 meses. Ese bucle se mantiene en la adultez y per- mas y palabras, se emplearon gestos de apoyo y representa-
mite “imitar” la producción de sonidos para los que no ciones gráficas, así como gomets (puntos adhesivos) para
tenemos establecidos programas motores y que ponemos representar el número de sílabas. En la figura 2 se aprecian
en marcha cuando queremos imitar un acento regional, estos elementos.
una voz característica o a un hablante de otro idioma. En cada caso, se modelaba la producción de la palabra
Técnicas como la del “bombardeo auditivo” con audición objetivo enlenteciendo la velocidad de habla a fin de facili-
amplificada y con retroalimentación de la propia voz tar la coarticulación (segmentar las sílabas, prolongar las
usando auriculares y micrófono —como en los karaokes— vocales o enfatizar determinado sonido) para, progresiva-
pueden producir efectos notables, si bien no siempre es mente, articular la palabra a una velocidad “normal”. La
fácil distinguir la influencia de los factores perceptivos pauta era, por lo tanto, segmentar, para después unir la
de los motivacionales. Autoras como Hodson (Hodson y articulación de las sílabas en la palabra. De la imitación in-
Paden, 1988) son partidarias de esta metodología de es- mediata se pasó progresivamente a la denominación espon-
timulación auditiva. tánea. Una vez el niño lograba producir la palabra
3. Ayudas táctiles: el niño coloca su mano en determinados correctamente un número suficiente de veces, retirábamos
puntos (cuello, labios, mejillas) para mejorar la percep- el modelado previo y sólo usábamos el gesto con su repre-
ción del punto o el modo de articulación. sentación gráfica que, finalmente, también desvanecíamos.
1. Esblecimiento de la palabra
objetivo
3. Incorporación de gestos
de apoyo para la pronunciación
de cada sílaba
Figura 2 Ejemplo de ayudas, silabeo y gesto de apoyo al fonema. Combinación en una sola tarea de dos tipos de ayuda: el
silabeo (mantiene la estabilidad de la secuencia silábica) y los gestos de apoyo al fonema (ayudan al recuerdo de los objetivos
articulatorios). Los dibujos de los gestos se han tomado de Monfort y Juárez (1993).
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Características del feedback proporcionado Algunos autores (Connery, 1994) subrayan la naturaleza
complementaria de esta intervención de carácter miofun-
El feedback que proporciona el logopeda debe hacer al niño cional y la consideran interesante por varios motivos:
consciente del error articulatorio, al tiempo que le ofrece las
indicaciones necesarias para corregirlo. Para que este sea — Para el “entrenamiento” previo de la musculatura del
efectivo, debe ser frecuente, inmediato y específico (Maas y habla.
cols., 2008). En lugar de realizar valoraciones generales del — Para mejorar la propiocepción de los órganos y puntos de
tipo “muy bien” o “inténtalo de nuevo”, se debe explicitar articulación en la cavidad oral.
por qué una producción ha sido correcta o no (por ejemplo, — Para ayudar a la consecución del punto o el modo de ar-
“muy bien, ahora has llevado la lengua arriba”). El logopeda ticulación de un sonido, ligando una praxia concreta con
determinará cuándo dar como válida una aproximación articu- su realización articulatoria (por ejemplo, mejorar el con-
latoria del niño, siempre modelando a continuación la pronun- trol lingual, llevando la punta de la lengua a los alvéolos
ciación correcta. Si el niño comete dos o más errores en la para producir un sonido alveolar).
aproximación, el feedback debe centrarse únicamente en el
error que se esté tratando en ese momento. Además, debiera En el caso clínico que nos ocupa, se optó por realizar pun-
pasarse de un feedback extrínseco (proporcionado por el tera- tualmente praxias orales no verbales vinculándolas siempre
peuta) a un feedback intrínseco (Schmidt y Wrisberg, 2004): el con la producción de un sonido en particular.
propio niño determina la corrección o no de sus producciones,
mejorando así el proceso de autorregulación del habla. Manejo instruccional en la intervención logopédica
en niños con TDAH
Colaboración estrecha con la familia
Las características cognitivas y conductuales inherentes al
La práctica regular es una variable fundamental para lograr TDAH (hiperactividad motora, inatención, impulsividad, dé-
la automatización y generalización del aprendizaje. Para ficit en memoria operativa, etc.) pueden interferir en el de-
ello, resulta fundamental que la familia colabore durante el sarrollo adecuado de las sesiones y, en consecuencia, en el
proceso de intervención: aprendizaje de los objetivos de intervención. Por lo tanto,
es necesario establecer estrategias que se adapten a su
— Puede enseñarse a los padres las claves facilitadoras em- modo de procesar la información y nos permitan conseguir
pleadas en el tratamiento. Si se estima conveniente, nuestros propósitos.
pueden observar algunos minutos de la sesión para cono- Algunas de las estrategias que empleamos en el presente
cer el tipo y el modo de aplicación de las ayudas emplea- caso clínico se han aplicado con éxito en diferentes pro-
das por el logopeda. gramas de intervención educativa en niños con TDAH
— Sólo se debe practicar en casa las palabras que el niño (Miranda y cols., 1999). Por ejemplo, en cada sesión utili-
haya podido articular correctamente en las sesiones de zábamos una ficha anticipadora con la agenda-estructura
logopedia. Resulta útil registrar estas producciones y ela- visual de la sesión, especificando las tareas que se desarro-
borar un pequeño cuaderno con imágenes del vocabulario llarían. Cada vez que el niño realizaba una actividad, colo-
correctamente articulado y determinar la “palabra o fra- caba una marca a su lado para indicar que ya había
se especial de la semana”. La familia también puede co- realizado la actividad.
operar seleccionando algunos términos que sería Además, tratamos de diseñar “tareas potentes” (Ygual y
interesante trabajar a partir de intentos comunicativos Cervera, 2006), dosificadas a lo largo de la sesión y el trata-
fallidos del niño en situaciones cotidianas. miento. Una “tarea potente” tiene estímulos claros y atra-
— Determinados momentos del día pueden ser especial- yentes, se plantea de una forma sorpresiva; exige acciones
mente apropiados para esta práctica articulatoria. Así, la claras; se realiza en una secuencia corta o con una duración
producción del vocabulario puede integrarse en las ruti- que el niño controla y sabe cuándo acaba. En este caso, el
nas familiares (el camino al colegio, la lectura de cuen- niño sabía con antelación el número de repeticiones reque-
tos, etc.) que se repitan con frecuencia a lo largo del día ridas para cada palabra-objetivo. Además, siempre se apor-
o la semana. taban suficientes soportes contextuales (gráficos, objetos,
etc.) y, normalmente, tenían un aspecto lúdico. Proponía-
Algunas consideraciones sobre la realización mos tareas que requirieran un aprendizaje sin error, consi-
de ejercicios orales motores no verbales guiendo atraer y mantener la atención y la motivación del
niño. Además, cambiábamos frecuentemente la actividad
Este constituye, sin duda, un tema controvertido en el ám- para evitar el aburrimiento y el desinterés, alternando pe-
bito de la intervención logopédica en los trastornos del ha- riodos cortos de práctica con breves periodos de descanso.
bla. Recientemente, en un artículo de metaanálisis
(McCauley, Strand, Lof, Schooling y Frymark, 2009), se revi-
saron las investigaciones sobre el tema (de 1960 a 2007); se Desarrollo de la intervención
concluyó que no existe evidencia suficiente para respaldar o
rechazar el uso de ejercicios motores no verbales en el tra- Primera fase del tratamiento
tamiento de los problemas del habla. Las evidencias no son
concluyentes debido a la carencia de estudios bien diseña- Los objetivos iniciales se centraron tanto en mejorar el dé-
dos, controlados experimental y estadísticamente, con una ficit nuclear de la dispraxia como en compensar las dificul-
adecuada descripción de sus participantes. tades comunicativas que conlleva:
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
— Mejorar la habilidad para planificar y programar secuen- rante la interacción usábamos gestos de apoyo al fonema
cias motoras articulatorias de las palabras: seleccionar y para facilitar la producción de las palabras, aunque no exi-
secuenciar fonemas para formar sílabas para construir gíamos al niño la realización de estos gestos. La finalidad
palabras. era que se familiarizara con el sistema que íbamos a em-
— Facilitar la capacidad de comunicación (comprensión y plear posteriormente. En líneas generales, seguimos las es-
expresión) a través del lenguaje oral y otros recursos no trategias metodológicas planteadas en la estimulación
verbales. Dependiendo de la capacidad comunicativa del focalizada (focused stimulation plus evoked production),
niño, su edad y la previsión sobre los resultados de la in- que se ha mostrado eficaz en hablantes tardíos (Weismer,
tervención, se podría utilizar un sistema de comunicación Murray-Branch y Miller, 1993).
bimodal con gestos de apoyo a la palabra (además de los Junto con los formatos de juego, realizamos también la
gestos de apoyo al fonema que se consideran básicos y “lectura” conjunta de libros con frases simples y repetiti-
parte de la intervención en el núcleo del problema de la vas —El pollo Pepe (Denchfield, 1998), Todos los papás
dispraxia). Para tomar esa decisión se debe considerar si (Sanders, 2008)—, que aumentaban las posibilidades de
un niño tiene —o va a tener en un periodo breve— una práctica frecuente de un determinado objetivo. En estas
capacidad de comunicación verbal satisfactoria o hay que situaciones el terapeuta se detenía expectante ante la pa-
reforzarla con una comunicación bimodal. En el caso con- labra objetivo y dejaba que el niño la produjera para finali-
creto del niño del que hablamos no se estableció una co- zar la frase (tabla 2).
municación bimodal por los siguientes motivos: Además de todo ello, diseñamos actividades funcionales
suficientes habilidades pragmáticas para la comunicación sencillas, con contenidos lingüísticos de alto valor funcional
eficaz sin este recurso, ambiente familiar muy complica- (más, dame, mira, quiero/no quiero + sustantivo) siguiendo
do y sin capacidad para colaborar con un programa de el esquema expuesto por Juárez y Monfort (2001). Lógica-
comunicación bimodal, y facilidad de estimulación, lo mente, en el contexto de estas actividades no se exigía la
que hacía prever un éxito suficientemente próximo del corrección fonética, sino una aproximación articulatoria lo
tratamiento, aun teniendo en cuenta la severidad de es- suficientemente inteligible como para que la actividad se
tos casos. desarrollara de forma exitosa. El objetivo en este caso no
era la corrección fonética, sino la comprensión y producción
En primer lugar, elaboramos un vocabulario nuclear “esti- inteligible de combinaciones de palabras con eficacia comu-
mulable” formado por palabras constituidas por fonemas y nicativa. Un ejemplo se recoge en la tabla 3.
estructuras silábicas presentes en el repertorio del niño (ta- De igual modo, tanto en esta fase inicial como en las de-
bla 1). Dada su edad, no fue posible abordar inicialmente un más fases del tratamiento integramos actividades basadas
entrenamiento intensivo basado en el control motor. Por en la “Terapia de entonación melódica” empleada en la re-
ello, la intervención inicial se realizó a través de formatos habilitación del lenguaje en adultos afásicos con graves pro-
de juego, en los que tratábamos que el niño imitara algu- blemas de apraxia del habla (Albert, Sparks y Helm, 1973).
nas de las palabras previstas en el vocabulario nuclear. Du- Se proponía al niño un modelo basado en un sistema de sal-
Tabla 3 Esquema pedagógico de un “ejercicio funcional” en el que se trabaja la comprensión y la expresión de frases
simples. Ejercicio: el bote de pompas
modia o canturreo de las palabras y frases que se remarca- logró un hito crítico de flexibilidad en la planificación moto-
ban exageradamente: las sílabas tónicas se hacían más ra, que permitió un salto cualitativo en el aumento del vo-
agudas y largas, el ritmo se enlentecía y así se ralentizaba la cabulario expresivo. De hecho, en ese momento habían
coarticulación. Con este ritmo reproducíamos palabras de surgido nuevas palabras y aproximaciones en el lenguaje es-
distinta longitud. También seleccionamos distintas cancio- pontáneo (tabla 4) que incluían nuevos fonemas: /b/, /n/,
nes infantiles en las que se repetía rítmicamente una sílaba /l/, /s/, /x/, /y/, //.
o secuencia de sílabas (“Cucú cantaba la rana”, “Caracol, Comenzó entonces un trabajo sistemático e intensivo
col, col”, “La granja de mi tío”). dirigido al aprendizaje de nuevas palabras con los fone-
mas que acababa de incorporar. En concreto, se eligió
Segunda fase del tratamiento comenzar con el fonema /b/ por varios motivos: su faci-
lidad para la estimulación, su visibilidad articulatoria y
Una vez dominado un determinado vocabulario nuclear, co- su temprana adquisición desde el punto de vista evolu-
menzó la segunda fase de la intervención. En este punto, se tivo.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
El niño escuchaba de forma amplificada, a través de unos instrucciones del niño (“Bubú bebe vino”; “la vaca salta la
auriculares, palabras con el fonema /b/ en distintas posicio- valla”). En el momento en que iniciamos la fase de genera-
nes (barco, botella, abanico, etc.), emitidas por varios locu- lización se sugirió a la familia la corrección explícita del
tores. A continuación, y dado que ya era capaz de articular vocabulario aprendido.
el sonido [b], pasamos a la enseñanza de un vocabulario con Esta misma pauta de intervención (introducción del gesto
/b/ inicial, de unas seis palabras, bisílabas, con una estruc- asociado al fonema, automatización y generalización) se
tura silábica sencilla (CVCV): bote, bota, bobo, bebe, Bubú, siguió para los demás fonemas en el siguiente orden: /l/ y
boca. La secuencia de aplicación de ayudas era la siguiente: fricativas: /s/, /f/, /x/, /u/. Seguíamos ciclos en la interven-
ción propuestos por Hodson en un esquema cíclico (Cerve-
1. Inicialmente, el logopeda presentaba el fonema y el ges- ra-Mérida e Ygual-Fernández, 2003) adaptado y traducido
to asociado articulando una palabra concreta (bote) y como “programa para aprender palabras”, de tal forma que
pedía al niño que la repitiera a continuación (imitación en el momento en que se estuviera automatizando la pro-
directa). ducción de un vocabulario con un determinado fonema, in-
2. Si el niño era impreciso en la producción de la palabra, troducíamos el fonema siguiente.
el logopeda la articulaba de forma conjunta y lenta con En este punto del tratamiento, comenzaron a ser estimu-
el niño, enfatizando el fonema objetivo (producción si- lables las palabras trisilábicas, que empezaron a surgir en el
multánea). lenguaje espontáneo. Normalmente en estas primeras pro-
3. Una vez el niño lograba la producción correcta, se desva- ducciones trisilábicas espontáneas la primera sílaba era sus-
necían las ayudas proporcionadas. Por ejemplo, se au- tituida por /a/, de tal modo que eran comunes realizaciones
mentaba el intervalo de tiempo desde el modelo del tipo: botella [ateya]; tomate [atate]; cometa [ateta].
propuesto hasta la producción del niño (imitación diferi- Por ello, introdujimos en el vocabulario de trabajo palabras
da) y, finalmente, se solicitaba la denominación de la trisilábicas con el fonema /b/; primero, en posición inicial
imagen sin modelo previo y sin apoyo del gesto. (botella, babosa, banana, bayeta, bigote, bonito), a conti-
4. Seguidamente, se pasó a la automatización de la produc- nuación, en posición medial (caballo, cabeza, abeja, ove-
ción de estas palabras por medio de múltiples repeticio- ja); inicialmente, con sílabas directas (CVCVCV), para
nes de la palabra objetivo. Este es el proceso más seguidamente introducir estructuras silábicas trabadas
costoso en general y en niños preescolares con TDAH, en (CVCCVCV: ventana). En este momento, se usaron dos siste-
particular, ya que requiere una atención sostenida du- mas de ayuda más. Además del gesto inicial, subrayábamos
rante una tarea repetitiva. Por ello diseñamos tareas el número de sílabas de la palabra mediante apoyos visuales
simples, breves y motivadoras para mantener el interés y (gomets, fichas), tal como aparece en la figura 2.
la cooperación del niño: Estas ayudas se desvanecían progresivamente en función
de la corrección de las respuestas del niño en esta secuen-
— Orlas que especificaran un número determinado de repe- cia: a) imitación inmediata con apoyo de gesto y fichas;
ticiones por palabra. Por cada palabra correcta el niño b) imitación inmediata con apoyo de círculos que favorecen
recibía un reforzador (cara alegre, etc.). el recuerdo del número de sílabas, y c) denominación es-
— Presentaciones en Power Point con gifs animados. pontánea sin ningún apoyo.
— Juegos motores que implicaran la repetición de las pala- De igual modo, como se ha señalado antes, el tipo de
bras objetivo: juego de bolos o ranas saltarinas con eti- feedback proporcionado también varió a lo largo de la inter-
quetas del vocabulario trabajado; tiros a pequeña vención. En un principio el feedback era extrínseco, es
canasta de baloncesto; caza del tesoro (búsqueda de las decir, el logopeda era quien informaba al niño de la correc-
palabras objetivo); carrera de saltos (salto por cada pala- ción de su producción. Pero con el tiempo el niño comenzó
bra correctamente articulada); construcción de una torre a identificar sus producciones incorrectas y a autocorregir
de bloques (se entrega al niño un bloque por cada pro- sus emisiones. Consiguió pasar así a un feedback intrínseco,
ducción correcta, etc.). a una autorregulación de sus producciones. En ese momen-
— También diseñamos juegos de mesa tipo loto, memory o to, la propiocepción de su ejecución le daba la información
dominó, etc. necesaria para ser consciente de la diferencia entre sus in-
tentos articulatorios y sus ejecuciones. Este logro marcó
En todos los casos el niño siempre sabía por adelantado otro hito esencial en su evolución, ya que se activó un pro-
cuántas repeticiones se le exigirían de cada palabra. Cada ceso de autocontrol del habla que incrementó sustancial-
día ampliábamos el repertorio de palabras con /b/ en posi- mente la corrección de sus producciones y su inteligibilidad.
ción inicial (bola, vaso, vela, vino, beso; babi, vaca, valla, No es posible atribuir este resultado a ninguna de las varia-
búho, bala, baña, baño) y en posición medial (nube, cubo, bles controladas por los terapeutas durante la intervención,
lobo, etc.). Una vez estuvo consolidada la estructura silábi- ni conocemos investigaciones que nos den pistas de por qué
ca CV, incluimos palabras con estructura silábica CVC (ban- un niño llega a ser capaz de estos procesos. Nuestra postura
co, bastón, botón). Durante el proceso de automatización, es favorecer tanto los mecanismos de atención auditiva (la
elaboramos un cuaderno en el que íbamos pegando imáge- escucha) como los mecanismos de dominio psicomotor de
nes con las palabras aprendidas para su práctica diaria en los articuladores (la motricidad) como factores de estimula-
casa. ción de la autorregulación de la articulación.
Finalmente, para la generalización de la /b/ empleamos Una vez consolidada la estructura léxica de tres sílabas,
tareas de descripción de dibujos, así como ejercicios funcio- se siguió trabajando en la planificación y ejecución motora,
nales que requerían la manipulación de imágenes de pala- complicando progresivamente la estructura fonológica y si-
bras con /b/ que el logopeda debía organizar según las lábica de los enunciados-objetivo, pero esta vez en el nivel
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
del sintagma y la oración. En concreto, se consideraron las Tercera fase del tratamiento
siguientes características de los estímulos lingüísticos:
En esta fase del tratamiento nos planteamos lograr los si-
— Estructura silábica: CVCV + CVCVCV (come tomate).
guientes objetivos:
— Organización gramatical: sujeto + verbo (Pepe come);
verbo + objeto (come tomate); sujeto + adyacente o apo-
— Continuar mejorando la capacidad de planificación, pro-
sición (pollo Pepe).
gramación y ejecución motora de palabras polisílabas in-
— Relaciones semánticas: agente + acción, acción + objeto,
tegradas en oraciones de cuatro y cinco elementos.
entidad + atributo, recurrencia, no existencia.
— Implantar las últimas adquisiciones fonológicas: vibrante
Para la formación de estos enunciados empleamos “frases múltiple y grupos consonánticos silábicos con /l/ y /r/.
soporte” (carrier phrases), una estrategia común en el tra- — Estimular el desarrollo de las habilidades metafonológicas,
tamiento de la apraxia (Velleman, 2003). La articulación de un factor crítico en el aprendizaje de la lectura y la escri-
las frases soporte era fácil, con objeto de no desbordar la tura (Catts y Kamhi, 2005). Hasta ese momento, se estaba
capacidad articulatoria del niño. Eran también frases fun- realizando un trabajo implícito en este ámbito mediante
cionales, para que hubiera oportunidades de practicar esta tareas de segmentación y unión silábica. En este punto,
estructura en distintos contextos y actividades. La ta- comenzamos ya a abordar el reconocimiento de sílabas ini-
bla 5 contiene ejemplos de este material lingüístico. cial y final, empleando para ello tareas lúdicas como Ocas
En esta fase del tratamiento se advirtió una importante metafonológicas (Cervera, Ygual y Máñez, 2006). En ese
evolución en el nivel gramatical, con combinaciones de has- momento introdujimos también la letra, reforzando la en-
ta cuatro palabras. Por ello, una vez conseguido un determi- señanza explícita de la asociación letra-sonido, con tareas
nado grado de dominio de la planificación y la ejecución como las propuestas por Juárez y Monfort (2004).
motora en el nivel fonético-fonológico, el niño comenzó a
ser capaz de formular enunciados de varias palabras, aunque Además, seguimos con el trabajo en comprensión y pro-
de forma agramatical (“Hay uno bebé”. “Uno bebé omí [dor- ducción de estructuras sintácticas más complejas —subordi-
mir].” “Uno nene está agua”). El perfil del niño comenzaba a nadas sustantivas y oraciones de relativo— empleando
presentar entonces rasgos del subtipo de TEL fonológico-sin- materiales como Syntax (Juárez y Monfort, 2002), Encruci-
táctico (Rapin y Allen, 1987; 1988): fluidez y articulación al- jada sintáctica (Cervera, Ygual y Máñez, 2006) o Buscando a
teradas, sintaxis deficiente, comprensión mejor que Policarpia (Cervera, Ygual y Máñez, 2006). La sintaxis tam-
expresión, etc. Esta es una evolución esperable descrita en bién se abordó desde unidades superiores a la oración por
distintos estudios longitudinales (Conti-Ramsden y Botting, medio de secuencias temporales y cuentos breves apoyados
1999; Crespo-Eguílaz y Narbona, 2003) y en descripciones de por pictogramas.
casos clínicos (Monfort y Juárez, 1993). Las dificultades gra- La tabla 6 aporta un resumen de las diferentes etapas por
maticales que mostraba el niño entonces ya no eran única- las que atravesó la intervención.
mente atribuibles a las limitaciones fonético-fonológicas,
como señalan distintas investigaciones (Crary, 1993; Ekelman
y Aram, 1983; Lewis y cols., 2004). Por lo tanto, abordamos Conclusiones
estas dificultades morfosintácticas —tanto en expresión
como en comprensión—, mediante ejercicios no sólo funcio- Hemos presentado la intervención logopédica de un caso de
nales, sino también formales, puesto que en esos momentos dificultad entre moderada y severa de dispraxia verbal, co-
ya era posible una capacidad metalingüística que permitía mórbido con TDAH. La intervención se ajustó a nuestros co-
realizar tareas de reflexión sintáctica con apoyos icónicos a nocimientos actuales sobre este controvertido trastorno. La
la oración: Tren de palabras (Monfort y Juárez, 2001); Ensé- dispraxia se concibe como una dificultad para crear de una
ñame a hablar (López Garzón, 2004). forma “automática e inconsciente” programas motores para
los fonemas, las sílabas y las palabras, durante el periodo de
adquisición de la lengua materna. Su comorbilidad con el
TDAH plantea dos cuestiones. Por un lado, en el TDAH se pro-
Tabla 5 Ejemplos de “frases soporte” ducen déficit en el control inhibitorio comportamental que
inciden en el control, la fluencia y la sintaxis de la ejecución
Frases soporte Actividades de lenguaje de secuencias motoras complejas, como las de la articulación
Hola + objetivo Saludar a los personajes del juego del habla. Durante el desarrollo del lenguaje es probable que
Objetivo + baja/sube Personajes del juego que suben o las características del TDAH no favorezcan el control propio-
bajan por un tobogán, un coche, ceptivo articulatorio, contribuyendo, en ocasiones, a perfilar
un autobús, etc. o agravar un cuadro sintomático de dispraxia verbal. Y, por
Número + objetivo Libros de números (asociación otro lado, plantea retos referentes a la intervención, en la
número y elementos) que se debe tener en cuenta las características comporta-
Adjetivo + objetivo Juegos funcionales con Mr. Potato mentales y cognitivas del TDAH para diseñar el tratamiento,
(HasbroToys) y Quién es quién planificar las sesiones e impedir, en la medida de lo posible,
infantil (MB juegos) que frenen la evolución positiva del niño.
Quiero + objetivo Pedir piezas para completar puzzle, Nuestra intervención se ha basado en tres elementos: la
Más + objetivo torre selección cuidadosa y la secuenciación de objetivos lingüís-
Es + objetivo (?) Adivinar objeto dentro de una caja ticos, la potenciación de los mecanismos de feedback —tan-
to auditivos como propioceptivos— y la introducción de un
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Nivel fonético-fonológico
Longitud de palabra 1 o 2 sílabas 2 sílabas 3 sílabas 4 sílabas
Estructura silábica V/ CV V/ CV CV, CVC, VC CV, CVC, VC
Índice de precisión 40% 60% 75% 85%
de consonantes
(expresado en
porcentajes)
Repertorio fonético Vocales [p, t, k, m, n, b] Vocales [p, t, k, m, n, , Vocales [p, t, k, m, Vocales [p, t, k, m, n, ,
b, j, l, s, x, ] n, , j, l, s, x, , d, b, j, l, s, x, , d, f, u, r]
f, u]
Etapa de desarrollo Consonantismo mínimo Procesos de Procesos de Etapa de culminación
fonológico Jakobson simplificación simplificación (últimas adquisiciones)
del habla del habla
Inteligibilidad Nivel 2 (difícilmente Nivel 3 (inteligible Nivel 3 (inteligible Nivel 4 (siempre
(apreciación inteligible para para los allegados, para los inteligible para los
subjetiva allegados; ininteligible pero con dificultades; allegados, pero allegados; inteligible
de jueces) para extraños) difícilmente inteligible con dificultades; para extraños, pero
para extraños) difícilmente con dificultades)
inteligible para
extraños)
Nivel morfosintáctico
Estadio desarrollo Holofrástico Combinación de palabras Fase telegráfica Fase gramatical
Longitud máxima 1 2 5 8
de los enunciados
Nivel léxico-semántico Vocabulario Vocabulario Crecimiento
expresivo expresivo próximo progresivo del
de 20 palabras a 100 palabras vocabulario
Nivel pragmático
Participa poco de las Aunque sigue Inicia con más frecuencia Práctica
interacciones con participando poco las interacciones con normalización
compañeros. Frecuentes en las interacciones sus compañeros y de las relaciones
problemas de conducta sociales, sus problemas participa más en los sociales con sus
por falta de eficacia de conducta juegos. Sigue compañeros
comunicativa disminuyen. Mejora su mejorando su eficacia
eficacia comunicativa comunicativa
sistema aumentativo —gestos de apoyo al fonema—, para ralización de esos esquemas motores plantea serias
conseguir la automatización lenta y progresiva de progra- dificultades en los niños con dispraxia verbal.
mas motores o automatismos verbales. La condición de TDAH nos ha impuesto una adaptación en
La idea general es pasar por una etapa de control volunta- la metodología basada en el concepto de “tareas potentes”
rio de los gestos articulatorios, que no se da en el desarrollo y distribución eficaz del tiempo durante las sesiones, de for-
típico. En esta etapa, el niño tendrá que ejecutar volunta- ma que la motivación se convierte en un elemento favora-
riamente acciones fonoarticulatorias que producen aproxi- ble, cosa no muy difícil de conseguir en el contexto de
maciones aceptables de la pronunciación de un determinado intervención individualizada. El TDAH explica, en nuestra
fonema o una sílaba, sin haber automatizado su esquema opinión, algunas de las características extrañas en la evolu-
motor. La pronunciación del niño de desarrollo típico es in- ción de niños con dificultades fonológicas: enlentecimiento
consciente desde el punto de vista articulatorio, incluso extraordinario en la secuencia evolutiva, enquistamiento de
mientras se forman los automatismos motores compatibles errores e incluso retroceso en algunas adquisiciones.
con la representación fonológica —auditiva— de la palabra. En la medida en que el habla del niño se convirtió en flui-
Sin embargo, durante la intervención, el niño atravesó un da y desapareció una severa limitación articulatoria se reve-
periodo en el que debió prestar atención a los gestos articu- laron dificultades lingüísticas sintácticas y morfológicas,
latorios de forma consciente y voluntaria para conseguir esa previsibles en estos casos, que apuntan a una semiología
producción aceptable. En una fase posterior, se trabajó re- más amplia del trastorno, no limitada al componente práxi-
peticiones masivas de las palabras objetivo, ya que la gene- co y que motivó nuevos objetivos de intervención.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 12/02/2013. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Roberts, J., Long S., Cheryl M., Barnes E., Skinner M., Hennon E. y Brown, T (Ed.), Trastornos por déficit de atención y comorbili-
cols. (2005). A comparison of phonological skills of boys with dades en niños, adolescentes y adultos. Barcelona: Masson.
fragile X syndrome and Down syndrome. J Speech Lang Hear Tannock, R., Purvis, K y Schachar, R. (1993). Narrative abilities in
Res, 48, 980-995. children with attention deficit hyperactivity disorder and normal
Sanders, B. (2008). Todos los papás. Barcelona: Corimbo. peers. Journal of Abnormal Child Psychology, 21, 103-117.
Schmidt, R. y Wrisberg, C. (2004). Motor learning and motor Tannock, R., y Schachar, R. (1996). Executive dysfunction as an
performance: a problem based learning approach. Champaign: underlying mechanism of behavior and language problems in
Human Kinetics. attention deficit hyperactivity disorder. En J. Beitchman, N.
Shriberg, L.D., Aram, D. y Kwiatkowski, J. (1997). Developmental Cohen, M. Konstantareas y R. Tannonck (Eds.), Language,
apraxia of speech: II. Towards a diagnostic marker. J Speech learning and behavior disorders: developmental, biological and
Lang Hear Res, 40, 286-312. clinical perspectives (pp. 128-155). Cambridge: Cambridge
Shriberg, L.D. y Kwiatkowski, J. (1982). Phonological disorders III: A University Press.
procedure for assessing severity of involvement. J Speech Lang Velleman, S.L. (2003). Childhood apraxia of speech resource guide.
Hear Res, 47, 256-270. Clifton Park, NY: Delmar/Thomson/Singular.
Square, P.A. (1999). Treatment of developmental apraxia of speech: Weismer, S., Murray-Branch, J. y Miller, J. (1993). Comparison of
tactile-kinesthesic, rythmic and gestural approaches. En A. two methods for promoting productive vocabulary in late talk-
Caruso y E. Strand (Eds.), Clinical management of motor speech ers. J Speech Hear Res. 36, 1037-1050.
disorders in children. New York: Thieme. Ygual, A. y Cervera, J.F. (2005). Dispraxia verbal: características
Strand, E.A. y Skinder, A. (1999). Treatment of developmental clínicas y tratamiento logopédico. Revista de Neurología, 40,
apraxia of speech: integral stimulation methods. En A. Caruso y Supl. 1, 121-126.
E. Strand (Eds.), Clinical management of motor speech disor- Ygual, A. y Cervera, J.F. (2006). Consideraciones didácticas sobre el
ders in children. New York: Thieme. trabajo de los logopedas con niños con TDAH. Boletín de AELFA,
Strode, R. y Chamberlain, C. (2006). The source for childhood 2, 13-16.
apraxia of speech. East Moline, IL: Linguisystems. Ygual-Fernández A., Cervera-Mérida J.F. y Rosso P. (2008). Utilidad
Subtelny, J.D. (1983). Integrated speech and language instruction del análisis fonológico en la terapia del lenguaje. Revista de
for the hearing-impaired adolescent. En N.J. Lass (Ed.), Speech Neurología, 46 (S1), 97-100.
and language: Advances in basic research. Vol 9 (pp. 43-102). Ygual, A., Roselló, B. y Miranda, A. (2010). Funciones ejecutivas,
New York: Academic Press. comprensión de historias y coherencia narrativa en niños con
Tannock, R. (2005). Language and mental health disorders: The trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
case of ADHD. En: Ostreng, W. (ed.), Convergence. Interdiscipli- Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 30, 151-161.
nary Communications. Oslo: Centre for Advanced Study. Zentall, S. (1988). Production deficiencies in elicited language but
Tannock, R. y Brown, T. (2003). Trastornos por déficit de atención not in the spontaneus verbalizations of hyperactive children.
con trastornos del aprendizaje en niños y adolescentes. En Journal of Abnormal Child Psychology, 16, 657-673.