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Why Good Accountants Do Bad Audits , (Bazerman, Loewenstein, & Moore, 2002)
Artículo traducido por María Antonieta Fernández y Edilberto Montaño Orozco.
“El 30 de julio del 2002 durante una ceremonia en la sala este de la casa blanca,
a la cual asistieron lideres congresistas de ambos partidos, el presidente George
W. Bush firmó la ley Sarbanes-Oxley del 2002 dirigida a la responsabilidad de
las empresas. Como respuesta a la gran cantidad de escándalos financieros que
había conducido a un descenso en la confianza por parte de los ciudadanos hacia
las finanzas norteamericanas, la ley cruzó la casa de representantes y senadores
en tiempo record, y fue aprobada por ambas cámaras por una asombrosa mayoría.
1
Una posible traducción de “whistle-blowers” (soplones).
2
En ingles: “bias”. (N. de T.)
de que se encontraban en igualdad de condiciones.
Ambigüedad
Enlaces5
3
A continuación el artículo ofrece otro ejemplo similar. (N. de T.)
4
A continuación cita el recuadro “ambigüedad en contabilidad y auditorias”, que se encuentra
aquí como anexo.
5
Posible traducción de Attachment
los empleos de los auditores dependen del éxito con clientes específicos. Esto ha
conllevado a que las auditorias se conviertan en métodos para construir
relaciones que les permitan una venta más lucrativa de sus servicios.
Aprobación
Familiaridad
Esta parte del artículo se refiere al hecho de que los prejuicios aumentan a medida
que existe una relación más fuerte entre un auditor y su cliente, pues aún si un
auditor sospecha de una contabilidad dudosa, este debe decidir (quizá
inconscientemente) entre hacerle daño a su cliente -y a sí mismo- cuestionando
las cuentas de la compañía, o hacerle daño a inversionistas desconocidos. Es aquí
cuando el contador comete errores al actuar bajo esta presión.
Descartes: las personas suelen prestar más interés a las consecuencias inmediatas
que a las que se presentan con el tiempo6, especialmente cuando estas últimas
son inciertas. Los auditores suelen cometer errores al posponer una auditoria
cuando se ven enfrentados a consecuencias inmediatas adversas (daño a la
relación con el cliente, perdida del contrato o desempleo), logrando así reportes
positivos pero que distan de la realidad o son bastante inciertos.
6
“the delayed ones”
desembocando toda la cuestión en un grave asunto de corrupción, esta vez muy
consciente. Tal como lo afirma Charles Niemeier, jefe de contaduría de la
división de cumplimiento de la SEC: “alguien que nunca intentó hacer algo mal,
termina por encontrarse envuelto en situaciones donde casi fue forzado a
continuar con un fraude una vez que ya ha comenzado a hacerlo. De otra forma,
se pondría de manifiesto que ha usado un contabilidad incorrecta en periodos
previos”.
Debido a que estas fallas son bastante naturales, son también “invisibles”. A
menudo es difícil decidir si un error en una auditoria se debe a fallas (por
prejuicios)7 o a corrupción. Sin embargo se pueden realizar experimentos que
demuestren cuanto este tipo de errores pueden distorsionar una decisión contable.
Estos se realizaron recientemente y arrojaron resultados contundentes.
A principios del año dirigimos un estudio junto con Lloyd Tanlu enfocado a
auditores profesionales. El estudio de 139 auditores de tiempo completo,
empleados de una de las más grandes firmas de auditores de EE.UU., manifiesta
7
“bias”
la vulnerabilidad de los profesionales ante los prejuicios y también su tendencia
a ser influenciados por los prejuicios de sus clientes. A cada participante se le
entregó 5 casos complejos de auditoria. A la mitad de los participantes se les
pidió que supusieran que habían sido contratados por la compañía a la que
estaban auditando; al resto se le pidió que supusieran que trabajaban para una
compañía diferente, una que se encontraba conduciendo negocios con la
compañía que había creado las declaraciones (estados) financieras. La mitad de
los participantes en cada uno de estos grupos generaron sus propias cifras de
auditoria primero, para luego declarar si creían o no que los reportes financieros
de la firma cumplían con los principios contables generalmente aceptados
(GAAP), mientras que la otra mitad realizó las mismas tareas pero en orden
inverso.
Para los cinco casos, los auditores tenían una tendencia del 30% de encontrar que
la contabilidad detrás de los reportes financieros de una compañía cumplía con
los GAAP si estaban jugando el papel del auditor de dicha compañía. Es más, los
participantes que concibieron sus propias cifras de auditoria luego de juzgar los
reportes financieros de la compañía, presentaron una tendencia a obtener cifras
más cercanas a las cifras generadas por el cliente, que el resto de los participantes.
El estudio demostró que los auditores con experiencia no son inmunes a estos
errores por prejuicios, y que tienen más probabilidad de acceder a las cifras
contables auto-favorables entregadas por su cliente que de generar dichas cifras
por sí mismos. Estos experimentos demuestran que aun la sugerencia de una
relación hipotética con un cliente distorsiona los juicios del auditor. Imagine el
grado de desviación que debe existir en una relación “longeva”8 que involucra
millones de dólares en ingresos.
8
“long-standing relationship”
9
adjust for it.
revelación ayudaría a los inversionistas a interpretar los reportes de los auditores,
sería poco benéfica a menos que los inversionistas supieran cómo un conflicto
revelado de intereses desvían el juicio de un auditor. Imagine un inversionista
que lee un reporte de auditoria positivo pero teniendo en cuenta que el auditor
recibe 60 millones anuales en honorarios por parte de la empresa auditada. ¿Qué
tanto debería ajustar el inversionista el reporte de ingresos por acción entregado
por la compañía? Sin una guía específica, las personas no pueden precisar de un
factor de conflicto de interés dentro de sus decisiones de inversión. Más
preocupante aun es la evidencia de que esta revelación podría en realidad
incrementar los errores. Si los auditores sospechan que la revelación conduciría
a los inversionistas a hacer ajustes en los estados públicos de los auditores, ellos
podrían sentirse menos obligados a ser imparciales y podrían lanzar juicios más
acordes a sus intereses personales. En una investigación hecha por Daylian Caín,
Don Moore, y George Loewenstein separaron parejas de participantes y se le
asignó a un miembro de la pareja el rol de estimador y al otro miembro el de
consejero. El estimador divisaba varias jarras de monedas desde cierta distancia,
evaluaba la cantidad de dinero contenida allí, y se le pagaba de acuerdo a que tan
cerca estuviera el valor estimado del valor real. El consejero, que podía estudiar
las jarras de cerca, aconsejaba luego al estimador. Al consejero, sin embargo, no
se le pagaba de acuerdo a la precisión del estimador si no de acuerdo a que tan
altos fueran los valores dados por el estimador. En otras palabras, los consejeros
tenían un incentivo por engañar los estimadores de modo que arrojaran un valor
alto.
Además le dijimos a la mitad de los estimadores acerca del arreglo de pago con
los consejeros; esta revelación tuvo dos efectos. Primero, los consejeros cuyos
motivos fueron revelados, proporcionaron conjeturas mucho más desviadas que
aquellos cuyos motivos no fueron revelados; segundo, esta revelación no
ocasionó que los estimadores descartaran sustancialmente la recomendación de
su consejero. Como resultado la revelación llevo a que los consejeros ganaran
mucho más dinero y los estimadores menos que antes. Aplicado a la auditoria,
este hallazgo sugiere que los auditores que son forzados a revelar conflictos
pueden exhibir mayores prejuicios auto -favorables. Otra propuesta es la de
imponer patrones contables estrictos. Esta solución, probablemente no mejore la
situación. La investigación demuestra que se requiere muy poca ambigüedad para
producir juicios alterados. En un estudio, a algunos participantes se les pidió
imaginar que habían trabajado siete horas en una labor mientras que otra persona
había desarrollado dicha labor en diez horas. A otros participantes se les pido que
imaginaran lo contrario. En cada caso, se especificó que a la persona que había
trabajado siete horas se le pagaría $25; la pregunta es cuanto debería pagársele a
la persona que había trabajado diez horas. Los participantes a quienes se les pidió
que supusieran que habían trabajado diez horas creían que se les debía pagar $35,
mientras que aquellos de las siete horas pensaron que las personas que trabajaron
diez horas debían recibir menos, alrededor de $30. Hasta aquí solo se requirió de
un poco de ambigüedad -si la solución justa era un pago igualitario por horas
(como lo creyeron las personas de diez horas) o un pago total igualitario (como
lo pensaron los de siete horas)- para producir diferentes evaluaciones de justicia
auto-favorables. Note también, que los incentivos por cometer errores fueron
terriblemente débiles debido a que la pregunta era hipotética; en el mundo real,
los incentivos por cometer errores son mucho más fuertes. Parece poco efectivo
que reglas más estrictas puedan eliminar la ambigüedad, y de este modo es poco
probable que reduzcan los prejuicios auto-favorables.
Soluciones radicales
La clave para mejorar las auditorias, debe ser eliminando incentivos que crean
los prejuicios auto-favorables. Lo que quiere decir que nuevas políticas deben
reducir el interés de un auditor en la satisfacción del cliente por los resultados de
la auditoria.
Los auditores deben apreciar el profundo impacto que tienen los prejuicios en sus
evaluaciones. Las escuelas profesionales han empezado a tomar en serio la ética
en los últimos años, pero enseñarles a los auditores acerca de la ética no tendrá
impacto en los prejuicios. Lo que se necesita es educación que ayude al auditor
a entender los errores inconscientes que se cometen y por qué se cometen. Ese
conocimiento por sí solo no resolverá el problema, pero una es los miembros de
esta profesión comprendan el papel de los prejuicios en sus trabajos, lideres
honestos y visionarios pueden ayudarles a cambiar una conducta contable para
prevenir los conflictos de interés que generan prejuicios. Y los lideres auditores
que dicen que el llamado profesionalizo es suficiente garantía contra un error -
una afirmación que es inconsistente frente al peso de la evidencia empírica-
abandonarían esa convicción si entendieran realmente el papel de los prejuicios
en una auditoria.
Cada año la revista Money envía los reportes financieros de una familia
hipotética a 30- 50 profesionales asesores de impuestos y pregunta: “¿cuánto
debe este familia en impuestos este año?”. No hay tan siquiera dos asesores que
coincidan. El rango de respuestas es impresionante. En 1998, el rango variaba de
U$37.715 a U$68.912, una diferencia del 83%. Sin embargo, estos profesionales
en impuestos podrían estar orgullosos por coincidir más que sus colegas, quienes
participaron en un ejercicio similar en 1990: los resultados de dicho grupo
fluctuaron entre U$6.807 y U$73.247, una diferencia del 976%. ¿Cómo pueden
los expertos estar tan enorme desacuerdo en algo que parece tan objetivo como
lo es contabilidad?
Parece ser que decidir lo que son ingresos deducibles y cuál es un programa de
depreciación adecuado es algo subjetivo. Llamados de juicio son parte del trabajo
de un asesor de impuestos. De manera similar, a nivel empresarial, ciertas
preguntas de ambigüedad contable, como cuándo reconocer ingresos y qué ítems
representan gastos, abre la puerta a interpretaciones auto-favorables. Lo que
puede representar una inversión para un auditor, puede ser un gasto para otro.
Con ejecutivos decidiendo como declarar las ganancias, los dos tratamientos
pueden afectar significativamente el límite inferior reportado al público.
Preguntas de Autoevaluación:
1. La familiaridad que se establece entre el contador-auditor, no afecta para nada el
criterio y alcance del informe o dictamen. SI x NO____
Considero que SI afecta, porque al existir una relación estrecha entre ambos puede
ser el factor desencadenante que origine una auditoria sesgada, debido a que el
criterio del auditor se verá permeado por esta situación, poniendo en riesgo el
aseguramiento de la información financiera.
El informe del auditor es un indicador la confiabilidad para los stakeholder que
utilizan los estados financieros para tomar decisiones empresariales, pues
10
Posible traducción de “opinion shop”
finalmente son éstos quienes valoran la seguridad que les otorga el auditor debido
a la independencia del mismo con respecto al cliente (empresa auditada)
4. ¿Qué aspectos por parte de los empresarios son los que afectan el desarrollo de una
auditoria y posterior opinión?
Existen prejuicios sobre el alcance de la auditoría en las empresas, pues muchas veces los
administradores no la ven como un aliado de la organización para la presentación de estados
financieros que cumplan con los PCGA , si no como un mecanismo que solo se dedica a
buscar fallas, por estas razones se cae en malas practicas como la corrupción, el fraude, para
que los auditores dictaminen EEFF favorables al cliente. Debe existir una separación
considerable entre el auditor y el cliente para que el alcance de la auditoría sea objetivo,
alejado de sesgos y conveniencias para la compañía.
Otros practicas de los clientes que afectan la auditoria son:
- Las negociaciones que se establecen entre auditor–cliente para el reconocimiento de
ingresos y gastos
- La participación de los clientes en el comercio de opiniones, es decir, exponer problemas
especificos de la organización a varias firmas de auditoría para luego decidir a quien
contratar.
5. ¿A qué conducen la familiaridad y los descartes en relación con el trabajo del
auditor?
- Conducen a practicas de corrupción y fraude
- A la emisión de estados financieros que no cumplen con los PCGA
- Las valoraciones de los estados financieros seria sesgada, es decir a favor de los intereses
clientes, sin reflejar la realidad de la organización
- El juicio del Auditor se ve distorsionado a la hora de dictaminar EEFF.
6. ¿Qué servicios no deben prestar las firmas auditoras o CPA a sus clientes?
No deben prestar servicios de:
- Consultoría e impuestos
Además deberían delimitar el tiempo de la Auditoría de una organización, no es conveniente
que la auditoría sea “eterna” en una compañía.
7. ¿Cuáles son las principales normas contables y de revelación que generan distintas y
disimiles opiniones en los contadores y auditores?
Las normas que se pueden considerar como objeto de controversia entre contadores y
auditores a la luz de las IFRS
- Materialidad o importancia relativa
- Esencia sobre la forma
- Integridad
- Comparabilidad
- Oportunidad