4

La claridad expositiva en la
Paidós explicación y en las ilustrtaciones
hacen de éste un libro excepcional
Biblioteca
para el lector culto que desee
de psicología alcanzar información amplia y
profunda precisa sobre el psicoanálisis. h
-il» El lector puede consultar las
siguientes obras conexas del fondo
Paidós:

S. Freud, Esquema del psicoanálisis;

E. Jones, Qué es elpsicoanálisis;
Calvin S. Hall, Compendio de
psicología treudiana; Calvin S. Hall y
G. Lindzey, La teoría psicoanalítica
de la personalidad; D. Rapaport, La
estructura de la teoría analitica; A.
Freud, lntroducción al psicoanálisis
para educadores; D. W. Winnicott Y
otros, El psicoanálisis y el
pensamiento contemporáneo; D.
Lagache, El psicoanálisis; A. Garma,
I
El psicoanálisis; R. W. White, ElYo Y
la realidad en la teoría psicoanalítica;
J. Laplanche, lnterpretación
freudiana y psicoanálisis; L. S.
Kubie, Psicoanálisis; H. Grotiahn Y
otros, Historia del psicoanálisis
(7 vols.); R. Lindner, Relatos
psicoanalíticos de la vida real.

lsBN e6u li5 l ill I

lüilffii[il|ffiililIililtililtil
98
) r ?#ü
¡

CURSO BAS¡CO
DE PSICOANALISIS
 BELIOTECA DE PSICOLOGIA PROFUNDA

2. Freud, A.: Psicoanálisis del desorro- 62. Bion, W. R.: §¿rnin¿rios de psico-
llo del niño y del adolescenle análisis
4. Freud, A.: Psicoanálisis del jardh 65. Mattoon, M. A.: El anólisis junguia-
de infantes y la educación d¿l tiño no de los sueños
ó7. Freud. A.: El yo y los
A I,BERTO TALLAFERRO
6. Jung, C. G,: La psicolog[a de la nreconismos
transle re nc i a dc deknso
7. Jung, C. G.: Shbolos de tarcforma- óll. Kohut, H.: La reslauración del st-
ción mismo
8. Freud, A.: El psicoanálisis y la crian- 72. Berenstcin, l.: Psicoanálisis dc la es-
za del niño tructuro lamiliar
12. Jung, C. G. y orros: lninlerpretación 76 GriDberg. L.: Psicoonólisis
de la naluraleza y la psique 7¡t Jung, C. G.: Energética ps{quica y
I 4. Jung, C. G.: Arquetipos e inconscicn- cs¿ncia del sueño
te colectivo ll0 [ircutl, S.: Esquema del psicoanólisis
15. Freud, A.: Neurosi! y siuomatologla ll5. B¡lint, M . LoÍalta básica

ló.
en la ínfancia
Jung, C.G.: Formaeiones de lo in-
consciente
91.
95
Man¡rr¡Di, Maud.: E/ niño retardado
v¡u nullr¿
Malrlcr. M f-.rtu,li¡,s sobre psicosis
inftntrlr.t
CURSO nÁslco
17. Grinberg, L. y Grinberg, R.: Identi-

21.
dad y canbio
Fenichel, O.'. Teoría psicoanalÍtica
de las neurosis
9(r. Malrlc¡. M .\cptrorión-individua-
eión
97. ll¡ll, (' S ('onpe ¡iltt¡ dt p.ricologfa DE PSICOEUÁUSIS
22. Langer, M.: Maternidad y sexo frtwliurtt
24. Segal, H.: Iruroducción a la obra de 9ll. Tallafc¡¡o. A ( u¡.ttt bósieo de psi-
M¿lanie Klein couilól¡.ris
25. Bion, W . R.: Aprendiendo de la expe- 99. Dolto. 1 .. .\rtutlul,rl l(,nrttild
ri¿ncia l0l- Krell, lrc¡¡c Il (' rlr (rrrrrp.): lzrs-
29. Jung, C. G.: Psicologla y simbólica cucha, lo hi.tt¿riu
del arquetipo 102. Mauas, M. A.: l'n¡hltntlt y paso-
30. Garma, A.: Na¿vas aportaciones al liempos psicotnul ll ¡t t ü
psicoanálisis d¿ los sueños 103. Lagachc. D.. t)l plt, truutlt.¡t.¡
3 I . Aberastury, A.: Aportaciones al psi-
104. Kernbcrg, O.: Dttlnle rct lr¡nt¿rizos
coanólisis de niños
y narckismo patoló&¡to
35. Reich, W .: La función del orgasmo [05. Racker, H.. Estudio.t tt)l,r( té(nica
psicoanalftica
3ó. Bleger, ).: Simbiosis y ambigüedad
37. Sandler, J. y otros: El paciente y el l0ó. Kaplan, L. J.: Adol¿.¡t ¿n, tt b.l odiós
a la infancia
anulista
108. Pérez Sánchez. M : ()lt¡trvtrión de
40. Freud, A.: Normalidad y patologfu niños
en la niñ¿z
I 10. Kohut, H.: ¿Cónn t u¡¡t tl onálisis?
42 Leclai¡e, S. y Nasio, ). D: Desen- I I l. Mayer, H.: Hist¿ti¡t
mücaror lo real. El objelo en psio- I 12. Bank, S. P. y Kahn, M D : El v[n-
anólisis culo fraterno
44. Berenstein, l.: Familiay enfermedad lll. Jung, C. G.'. Aitn (','ntttl'ieiones a
mental los simbolismos dcl .sl ni.vt¡t<t
48. Bowlby. ).: El vlnculo atectivo
49. Bowfby, l.: Lo separación afectiva
ll4. Jung, C. G.: las rtlui¡nes entre el
yo y el inconscientt
\il»
50. Bowlby, I.: In pérdida afec¡iva. Tris- I 15. Jung, C. G.: Psicolr,¡lt dt la d¿men-

59.
teza y depresiótt
Kernbcrg, O.: la teoría de lu rela-
ciones objetales y el psicoanólisis
cia precoz. Psicol¡éttr.tt.s de las enÍer-
medodes mental¿.t I PAIDÓS
I I 7. Ledoux, lvl.1 (¡nrc¡tt tones psicoona- México
clInico llticas de la psicosis intantil Buenos Aires
ó0. Sami-Ali, M.: Cuerpo real, cuerpo I 19. Bercherie, P.: Génesis de los coneep- Barcelona
inwginario los Jreudianos

Continúa al fiml del libro.

 fNDICE
I urnooucc¡óN 11
La medicina psicosomática (17).
Reimpresión, 2000
(IAPITULO I. HISTORIA DE LA HISTERIA 24

(]APÍTULO II. DESARROLLO DEL MOVI-

MIENTO PSICOANALÍTICO 38

Qucdan rigürosamcnte prohibidas, siil la auloriz¡cit'¡¡r

cst¡ ltlr ¡lt' ltls t¡ll¡lxt.r ln.l "( ()|,y' l[hl», hlj() I¡s CAPÍTULO III. TOPOGRAF'ÍA DEL APARATO
sinci<rncsisublccidas en las lcycs, ¡ rcprqtucc¡ón k)lill , ,rr(r,rl (l( rtn ,)l,rn tx'r rx'l,trrrc' ntr1lr)
prmedünicnto,comprendidoslareprografiaycllratanri§r[('rnh'rtrr¡nr]
( (

\ lnrlr\l'¡ltrxtnril'
t,
PSÍQUTCO 62
ejemplarcs de clla mediantc alquilcr o présbmo púhlicos El sistema inconsciente 64
Características del inconsciente (68).
El sistema preconsciente 62
D.R. ediciones en castellano,
@ de todas las EI sistema consciente 63
Editorial Paidós, SAICF, Las instancias del aparato psíquico. El ello 64
Defensa 599, Bucnos Aires, Y Libido (70).
Ediciones Paidós Ibérica, S. A.
El yo 74
Mariano Cubi 92, Barcelona
Desarrollo del ao \77). Dos funciones impor-
D.R. @ de esta edición, tantes del ao (831. La función sintética del
Editorial Paidós Mexicana, S. A. yo (86).
Rubén Dario I l8
col. Modema 03510 Algunos conceptos básicos de Melanie Klein 86
México, D.F. Característic¿s de las emociones del niño pequeño 92
Tel.:5579-5922 La posición infantil depresiva 91
Fax:5590-4361 Mecanismos de defensa del yo 98
c-mail: epaidos@Paidos.com.ntx Mecanismos tle defensa del yo contra peligros
I intrapsiquicos (99). La represión (100). La re-
ISBN: 968-853-l I l-1 gresión (102). El aislamiento (103). La anula-
ción o reparación (103). La formación reactiva
(104). La identificacjón (105). La proyección
Página wcb: www.paidos.com
(107). Cambio dc un instinto por su contrario
(108). Vuelta del instinto contra el 37o (108).
Impreso cn México . Printed in Mexico
 A. TAI.I,ATI]RRO (]I]RSO BÁSICO DE PSICOANÁLIS¡S 9
¡.

l,a sL¡blimación (108). Mecanismos de defensa Periodo de latencia 192

rlcl yo contra peligros extrapsíquicos (110). Pubertad 196
Negación en actos y palabras (111). La nega-
t'irin en la fantasía (112). La limitación del yo CAPÍTULO VII. LA ANGUSTIA 204
( 1 13 ) . Identif icación con el agl'esol temido
(114). Renuneia altruista (11ri). CAPÍTUI,O VIII. EL CARACTER 2t9
[,)l superyó 11? Estructuración del carácter 223
I-a función econémica libidinosa del carácter 228
CAPÍTULO I\'. LOS ACTOS FAI,I,IDOS 124 (larácter normal y patológico 232
Carácter histérico (234). Carácter obsesivo
(]APÍTUI,O V. LOS SUEÑOS 130 (236). Carácter fálico-narcisístico (237). En el
l) Dramatización o t'on<'¡etizar:ión (1i14)" 2) modo de pensar (239). En la actuación (240).
(londensación (134). 3) l)r's<lolrltmicnto o nrul- En la sexualidad (240). En el trabajo (241).
tiplicación (135). 4) Dt's¡rlirzrtmit'trto ( lilS). 5) El carácter neurótico (242). En el carácter
Inversión de la cronologín (l:l(i). ti) Itt'prcsen- normal (243).
tación ¡ror io opuesto ( l;l(i). 7) ll1'¡¡¡¡st'ntat'itin
por lo nimio (1ir.,). tt) llr'¡tt'r'st'tllttt ir'rn sinrlr«i CAPÍTULO IX. LA SIMULTANEIDAD EMO.
lica (1:17). CIÓN-MÚSCULO 245
Coraza muscular' (249). Bl músculo como ele-
(IAPÍTULO VI. ETAPAS I)¡] HV0I,l](IIÓN DE mento de descarga energética (251). Astenia
LA LIBIDO 146 (256). Cefaleas (257). Sindrome doloroso. del
Etapa oral 148 segmento lunrbosacro (258). Reumatismo (259).
Importancia de la relaciri¡r t'nt'rgética entre pezén Trastornos oculares (260). Trasto¡nos auditi-
y boca lactante t67 vos (262). Parto (263). Vaginismo (264).
F)tapa anal 164 Bibliograf ía 266
Fantasías sexuales rlt' lt etapa anal (1?0).
Diversas formas de t'x¡rrtsión de la lihido anal CAPÍTULO X. EL ORGASMO 266
(1?1).
Fisiol«rgía de la eyaculacién 267
F)lapa fálico-genital 174 El automatismo genital expulsivo (269). Me-
Fantasí¿s sexuales tle lt ctapa fálica (l7?). canismo nervioso del automatismo expulsivo
La bisexualidad 181 (271.).
I)atos embriológicos ( 182 ). Datos anat<jmie os Diferencia del potencial bioeléctrico de la piel
( 182 ). Datos celulares ( I tt;t). Datos bioquími-
durante placer y angustia 274
cos (183). Investigacionos en vertebrados v F'uncir'¡n dinámico-económica del orgasmo 277
rna¡níferos superiores ( 1ll4).
[)escript.irin esquemática rlel acto sexual orgás-
(l¡mpleio de Edipo 18? ticamente satisfactorio (278). Fase de las con-
Ilv<¡lución del complejo rlc Edipo en las niñas trace'iont's mrrscr¡lares involuntarias (282).
( 190).
i0 A. TALLAFERRO

'!'i¡ron dr orr{r¡smos patológicos 28ti

l,ln r.l r.¡rliir:tcr neurótico-histérico (287). Los
(,1r r':r('t.(.t cs neurótico-obsesivos (288). Los ca-

lrrctt'r'('s fálico-narcisistas (288) La satiriasis

v l:r ninfomanía (289).
lrrr¡rolenria y frigidez ZBg
I,'r'igidcz (290). Impotencia eréctil (291). La INTRODUCCIÓN
lngustia al orgasmo (292). Importancia de la
r¡rr¡vilidad pélvica refleja (294).
El que sólo quita lo que ve y no
(IAI'ÍTTII,O XI, ETIOLOGÍA GENERAL DE LAS a¡fanca la raiz, poco aprovechará.
NI.][]ROSIS Y PSICOSIS 298 KEMP¡s, XIII, Ne 4.

(:AI'ITULO XII. EL MÉDICO GI'NERAL ANTE

III, PROBLEIIA DE LA PSICOI'I]IIAPIA il11
A principios del año 1956, al iniciar su octavo cul'so
anual consecutivo sobre "Conceptos básicos de psico-
llil¡r,to<;rnpÍl coNSULTADA
análisis", el doctor Alberto Tallaferro dijo que el im-
377 pulso que lo movía a hacerlo era "el convencimiento
de que cümplía una función".
"En la Argentina -agreg6-
la medicina está evo-
Iucionando en la misma dirección que en otras partes
del mundo, es decir, hacia una concepción integral del
enfermo. Por eso consideré útil y necesario ocuparme
en hacer llegar conocimientos psicoanalíticos básicos a
aquellos médicos y estudiantes que, sin desear especiali-
zarse en esta disciplina, quieran utilizarlos como un
elemento más, dentro de sus conocimientos, para el cs-
tudio, comprensión y orientación terapéutica de sus
pacientes." Por obra de esa misma evolución la medi-
cina ha ido creando, para el tratamiento adecuado de
los pacientes, nuevos métodos y especialidades.
La psicología se cuenta entre las ciencias más jóve-
nes en el campo de la medicina, y quizá por esto mismo
se halle en la actualidad bastante difundida la idea de
qlre es, en gran parte, materia de especulaciones puras,
dc tecnicismos triviales o, como lo ha dicho Welles, "sólo
un refugio para la ociosa industria de los pedantes".
No faltan quienes creen que lo psicológico'tiene escasa
o ninguna influencia sobre la conducta humana. sus
problemas o los trastornos llamados somáticos. Pero
pese a sus pocos años de existencia, el psicoanálisis ha
aportado conocimientos notables a casi todas las espe-
cialidades médicas, a punto tal que prescindir del mismo

t2 A. TAL,LAFI:RRO
orr (,1 lllrl.¡lnri(.n[o de ciertos trastornos que experimenta
t'l l¡r,r¡rl,r,. sr.ri;r ulgo tan impropio como renunciar al uso
tlr. lr,:i ¡rnl ll)t(,1 i('os.
L¡r ('.nrl)r'(,n:iirln de la estructura total de Ia perso-
¡rrr lirlrrrl rrr, rlt,lrc principalmente a las investigaciones
¡rrilorrrrrlrl.rlrr;, (iue no se limitaron a los contenidos
('r)nir{'ir.rl|i; rlI llr mente, Sino que intentaron establecer
r¡rrl l,,ri lrrclot l,5 inconscientes también condicionan la
nuur.rr rlr.;rcl.rurr dei hombre. Esta comprensión permi-
lio rrllrrlrrr', r.n cierta forma, la múltiple y dinámica
rrclr,»¡ ¡ll llr ¡rsit¡uis, proporcionando nuevas perspecti-
v¡r:r n lorr rrlrirlit'os y estudiosos de la psicologia.
l,rr lirrrrr l.r'¡ursformación operada en el estudio de las
rtr.rlo'ri:r v ltr:; ¡rsicosis, que Freud no só]o inició sino
r¡rrr, ll,.v,, rr cirlro cn más de cincuenta años de trabajo
irrlrrlr¡irrlrlr., lnr(,(lo ser comparada con la que tuvo lugar'
r,rr lrr lrrr.rlrci¡ur l,,cneral gracias ¿ los mótodos (lu auscul-
l.rrtiorr, ¡r'rcrr:;i,¡n, medición de la tcmperatura, radiolo-
¡1irr, lrrrll.r'r.logilr, física y bioquímicn.
l,ll l, 'r,,,:ur:rli:ris llevó el conocitniento de las eltferme-
rlr¡r1,,'r n u,r r¡u(,vo nivel cientifico, y como dice Jaspers
ctr rrrr /'rrlr¡lottiil generali "Freud hizo época an la psi-
r¡rrrrrlr rrr r'r,n iil¡ nucvo ensayo de comprensión psicoli-
¡1ir.I A¡r:rIr.,'ri, (,r) un momento en que 10 psíquico se
l.olrrrr .l r ¡r r,,.2 visible, después de haberse considerado, a
Lr lrrr1.r, rlr.rlr.r'r,nios, casi exclusivamente los contcnidos
l rrcr,rrrlr.,r rlr,l lrornbre, sus síntomas objetivos, y lo
Itt'tt t ol,tlit,'t,".
"A ¡rrrr lrl rll cnlonces Jaspers- el compren-
-af{regaevidente, aun para los
rk.r'rr lrir vr¡r.llo nr¡ovamcnte
irrvlrrl rp1rr,l,rr,.., ,¡rrr. narl:r quicren saber de las teorías de
l,'¡ r,u,l, p,.r',, r¡rrur l.í,rlr¡i¡'t<¡s tales como 'refugio de la
{'rrfr.r nrr.rlnrl', 'r'r,rrr¡rlr.jos' y 'tnecanismos de defensa y de
¡.1,¡lt r,liion'."
l)ir'(. rlrlilr ¡rlr.l¡¡rrl¡. .lrls¡rIrs que ['Ffeud no sitúa lo
t.r'ririIo (.n r,l I¡ ilrt(.r ¡rlrrtrr, sino que mantiene SuS repfe-
q(,rr l ,rc io¡rr.:r l r,. r'rr'¡ur l lrr irlrrs, rrpoyándose, por el contra-
rio, r,tr ltr r.x ¡r,,t i,.trirr, rlur, ('s su única fuente, y no
ittrrlo, ¡ror lrrl lnzon, r¡n sistema teórico fi¡df "ni
rrrlrrrrl
sttr¡¡irrrir,rrlo rlr. l¡r rlor'llirrrr I'rcudiana se debió ¿r una
¡rcct':rirl¡rrl i¡¡l.r'n¡rr,'r'¡r rlr. llrrr Itnrlencias contempor¿'tneas;
¡¡t¡r'sl,rr ri¡xx'rr, :rrr¡rrrrrrrrlr ¡r lrr ¡lsicología y psiquiatría
cliisic:rs, rrrt.in¡rrirr:r y rrrccruricistas, concentradas sola-
rltent(, otr I)()r'nt(.not ll, rr.r.lrrnrlrlri¡ un conocimiento más
profulrdo y lrrris sirt.í,l.ilo rlr, lrr virl¿ anímica del hombre."
CURSO B.{SICO DE PSICOANÁLTSIS t3
En suma: la teoría y el método psicoanalítico han
tlansformado a la antigua $siquiatría descriptiva, está-
tica, en una ciencia dinámica o psiquiatría interpreta-
tiva, al integrarse en ella.
l)l profesor Maurice Levine presentó ante el Congreso
Mundial de Psiquiatría realizado en París en el año 1950
un trabajo que da una idea aproximada de Ia influen-
cia que ha tenido el psicoanálisis en la medicina. Dice
este autor que la extraordinaria aceptación de las ideas
psicoanaliticas y el desarrollo de la medicina psicoso-
nrática constituyen las principales caracteristieas del
movirniento médieo de Ios últimos veinte años en los Es-
tados Unidos, La mayoría de las autoridades de la psi-
quiatría norteamericana reconocen, cada \ez en mayor
grado, la importancia de los conceptos psicoanalíticos,
incorporándolos a Ia enseñanza. Esto es, en gran parte,
una respuesta al pedido de médicos y estudiantesi cuyas
experiencias durante la última Euerra mundial los lle-
varon a Ia necesidad de admitir un concepto dinámico
de las enfermedades y de los problemas humanos que
hasta entonces les habían resultado inaccesibles.
En la actualidad la mayor parte de los profesores de
psiquiatría de los Estados Unidos son psicoanalistas, o
aquellos que han asimilado una suficiente cantidad de
conocirnientos de esta teo¡ía. El resultado final es que
el psicoanálisis ha dejado de ser una disciplina de grupo
para integrarse ampliamente dentro del campo de la
psiquiatría y la medicina en genera¡, y ser parte básica
dél aceréámiento del médico al paciente.
En la mayoría de los centros importantes de la medi-
cina estadounidense ya no es necesario luchar por la
aceptación de las ideas psicoanalíticas, pues las mismas
han sido admitidas hace tiempo. Como consecueneia de
esto, la labor que se realizaba en'los centros psiquiá-
tricos hasta ese momento, con una preocupación exclu-
siva por lo concerniente a la organización hospitalaria
para pacientes psicóticos, se desplazó hacia una mayor
dedicación por las conductas psicoterápicas, con pacien-
tes neuróticos no internados, quienes ya no se hallan
T bajo atención médica de neurólogos, carentes de cono-
cimientos adecuados para tratar las neurosis.
Algunos datos estadísticos dan una idea más aeabada
del interés que existe en los Estados Unidos por el
psicoanálisis. De los 340 miembros de la Asociación
Psicoanalítica Americana, según los registros de 1950,
 \. t \t.t.AFr RR()
r4
ur¡ Iol¡rl rll Illlr sott catedláticos ttttivetsitatius; adetrtás,
;l,l lrorr¡rrl¡rllr; rfu priltrera, ilti escuclas de trredicitra ¡'
,lll rr¡rrvr'¡ r,irl:ttlt's, cuentan con psit'oanalist¿s t'lltl'e stt
.rorur l rttltlit t, y docente.
¡rr'r
l,llr ,run;r, ('tt las tsctlelas tle rltedicin¿t de los Estatk¡s
I1,,r,1,,,,, l¡r:i trit'¡ls ¡rsit:oatralít'icas ya IIo cilcul¿tn t'l¿rndes-
,,,,,,r,,',,t1 ni sc las utiliza de ull¿t n¡anel'¿r sublc¡rticiir
il .rrlr''r"lrr iilsit, sin tontlt'cr o :rccptar- su tlr'igt'lt, sittt'
,¡',,., 1,,,, r'l r otttr¿rit¡, solt etlseñad¿s abiertanrente. cont<¡
,:,,,, i,,,rl. l¡¿islt'¿t rlc lt¡ rart'el'a t.rrórlica.
'llrrl' ,1ttt' t t't ttrtlal Lcville- qL¡e cs a los psi-
rrilr¡rlrr(:. :r los ttLrc se les -rli<'t'
debt' el ttl¿ixirno tlsfLtt:rzo ¡rat'zt
,i,r, 1,,' ,,1,',,s ¡rsicoanaliticas st' dit'undi('l an y ace¡rtalatt
,.¡r l,r' l'l:l:ttlos ITnitlos."
\'¡r :rillcs tlP (,sto se l.tlgistl'ó t'tr la ¡rsir¡uit¡tr'ía llorte-
rr¡'r'rr ¡rnir tul¿t nlar('¿tdA tenden<'ia tltt favtll dt' l¿¡ unión
r .rruI r rr-r rlisci¡rlinas rrrétli<'as, v l<ls ¡lsiquiatl as ¡rl t'-¡rsico-
¡rrrlr'.lr ' ,'nlle t'llt,s A. Mevtil- ,<:ontrilruvtt'on grande-
r¡r.r¡l. r'tt ll ttr<¡vintiento, irl seiialar t¡tlt' Ios ( ()n{¡( illli('tlt()s
¡r,rr¡rl.rl¡i1'1¡¡r ¡rrttlían set' rlt' t¡tilidarl ¡rata Ios clílticos'
r¡rl,lt,lrrrr,l,, ,1,'itac¿r al tnismo tietrl¡ro qut' la tlicotomía
rr'rlr'( nr'r'l)o' es en la prrictica Irlédita un cotlcepto fal-
,,,,, I rl,, r,,l irlr¡ v estél il." "Per<¡ sólo cuando el material
¡r,,'r, ilrrrrrltl,i(o llegti a dominar el Pensamiento
de los
r,,,,,1,,,,. ;rtrtt'ricilnos, eI movimiento tlc colaboraci'''n en-
I r ,. ,'lrn rlo:; v psiquiatras tomó cuerl)o decjdirlarlrentt"
rlrrrrl,, ,t t¡,.t'tt' a'Lt que se Ilama en la actt¡alidad medi-
' iltrt lr'¡r'0 i()Dllitica."
l,¡r rrr,,lr rr, r'iritt universitaria actual pre¡rara a Ios mé-
r1r, ,,,, , ,,rr) r I'ueran ¿t tl atar enfet mos apsiquicos t'
: paciente una posic:iírn que lt' permita un enfoque total.
Iilrr,rr, . l r¡ 10 i , l)('l () esta af il llación, qUe' colllo st' coln-
,,,",r,t,,., ,', ,"*,,,{"ruda, no rlebe llevar a })ensar qt¡e el
1,,,, ,, ,,t, ,',, olrt
('elel)ro o t onflietos emot'iolritlt't'
l,,r l'l¡rltv,, ¡t l:ts enferlrrcdades Irlent¿les ctlnstituyr: un
r r¡rrp, runr¡rrrrcttt.c ittt¡loLtante para el estudio v la ¿rt:citin
r,rr lu ilr'tllt tlrtt ¡lreventiva.
1,,,,' ¡1t rrtt,lt'ri lttk'lantos registrados en los últimos allos
¡tr I r,l¡r r¡¡ , r,rr ;rlgtrnos J)r'ocesos que intelvienen en la
.,llrloHrr rl,' lori t.r'¡rstornos psíquicos, han arlojado una
,lrrrr¡ ltrz. nr) ri(,lo t'¡t el tt'rrcno de la clínica, sino tam-
lrlirr ¡.¡r,'l rll lrr ¡rtt'vcnciorr <lt'cstos inales. Its perfecta-
r¡rr.rrll r,¡tr,,, rtl,, ,'l h,'t'ho drl t¡ttt' el bienestar del hombre
¡¡¡¡ 1lr,¡¡r,rrrlr, ¡,xclu:;iv¡ttnttltte rlc una sarrldad fisica, sinrr
l¡¡¡¡lrli'I (lr, r¡,ilr ('()t r'('('t¿l adtr¡ltación al Incdi0, ('on una
(:('RS() BÁSICO DE P§I(:OANÁLI§¡S l5
odecuada capacidad para enfrentarse con las necesidades
sociales, económicas e industriales de Ia vida moderna.
En la actualidad, más de 600.000 person¿s se hallan
internadas en los Estados Unidos, afectadas por enfer-
medades mentales; y de acuerdo con el promedio actual,
una persona cle cada catorce necesitará en algún mo-
mento asistencia psiquiátrica.
De acuerdo con cálenlos estadísticos, entre el 50 y
el 75 "i, de las personas que se hallan sometidas a un
tratamiento médico en los Estados Unidos --un país
con más de 200 millones de habitantes- padece de al-
sún tipo de afección psico-neurótica. [.rn total de 1(i.000
estadounidenses se suicidaron en el año 1949, cifra que
habla bien claro de la magnitud del problenra mental
y de la importancia de los trabajos de prevención 1.
Esto hace pensar en la necesidad rle incluil en los
programas <le estudios de las Escuelas de Medicina. en
una forma más extensa y más profunda de lo que se hace
cn la actualidad, la enseñanza de la psiquiatría diná-
rnica. En la Facultad de Medicina de Buenos Aires la
Psiquiatria es una materia que se estudia en stilo 1 año.
[,os nuevos programas deberían ineluir el estudio de la
psiquiatría dinámic¿r o integral en todos los atios que
com¡rrende el estudio de la carrera, y aun en las Es-
cuelas de Odontología, KinesioloEía, Obstetricia y de
Enfermeras correspondería dar a los estudiantes con-
ceptos básic«rs de esta disciplinn. ('onlo se hace en algunas
universidades de (lhile, Móxieo v ltrstados Unidos.
El estudio nrzrs completo de los t.necanisn¡os psicodi-
námicos capacitaria al rnédico para adoptar frente al
Para esto hay que eonsiderar lo psíquico como función
de lo orgánico, ya que no puerle hahlarse de paralelisnro
ni de interacciótr, lo cual implicar"ia un¿r concepción dtra-
lista en vez de un juieio funeional y nronista.
Lo funcional y monista es la integración de todos los
factoresi Ia jerarquía, I¡r comprensirilr de la función con
respccto al ente. Lo funcional, lo adecua<lo, es 1o que
sirve parR dosarrollat al tȇxitrro lns potencirlidades.
I'ala podcr decir qut, un atttonrírvil es lrrtcno hay qnr'
vel si funci<lnn. y solrtc totilr, t'r'rnro ft¡nciona; ct¡áttta
nlftn y ctr¿into n.'€,i¡e gastn, r'óttro so articulirn los clis-
t intos cnEr'¿rttir.jt's t'ntt'e sí.
r lVaring A. J. y Smith. .J.A.M.A. l2ñi ¡lt.
l(rll
lr; A. T.\LLAFERRO
.l)¡¡ r.ro n¡islno reside tanrhién Io lrueno o ]o malo de
r,,',r,1,,,i u ,i,' t" enfermedad, y para esto hay que ir'
,i,.,,,,r,,,11,ii,,1,r trna integración de muchos elementos'
,,¡rr,r,'r,1,'rrr,',,1,r' opuestos,-pero que en realidad no lo son'
"l,rr itttlt¡rlrtble unidad 'cuerpo-alma' no es, a veces'
,,,,',,,,,,, ¡i,t,' conlo tal. Lo que i" ve o capta dich<l
-ha stngu-
.¡ rrrrr.r:, t's sicttlpre algo destacado, un elemento
',1,.,',,:r
l¡,r rrrritlard, a la que se debe intelrogar para com-
,,,',.,,,t,',' ,1,;i,,,, =. conduáe en su forma total' Esta uni-
li;,,i ,,,,l,, ,'s vertladera como idea base para todos los
rrrrrrlr:rr:r, ('onlo un conocimiento provisorio, durante
la
,, l;,,,,r,,.'i,i,, absoluta, y que es útil para conservar el pro-
-dei
i,i,.rri,i ,r,' i¡¡- relacióÁ todo con eI todo, en.lo viviente
iii,¡"i',,,'r'¡,,i'-yáni al-a. La unidad es difícilmente in-
,'t',i,t,, sr-i inmediación, o no es accesible como objeto
"u que puede
,r,.i ,:,,,,,,.ir"iorrto; -át bien es sólo la idea
c'lrlr¡( ir al r:onocer particular, y determinado como tal'
,1,' i,, uiri,lnte." Cieito es que iesulta difícil, aun en el
,,,,,,,'.',,,'*netimental, ercontaut l¿r not'i'in dt' ttrt¿rlirlatl'
,,,,iu,,,',,,'í ejemplo áe la expresiírn fisiognírnrir:a, en la
rnid"d, y así, áondtl pcrcibimos 1a alegría
,1,,,,t
',,'u,' u,lL
rlr.l Io',lr'(), nunca ,"p^iornoa eI alllla tle'l cuerpo, no ob-
:Í.t vlu[(,:i rlos cosas que tendrían algunzr- re]acion entre
rr, ',rr() rr¡t todo que ppsteriormente, cs d-ecir. cn forma
t,',i,,1,,,,'rrte .t,cunáariá' y artifit:iosa, podemos separar'
l.l irrlr'¡1r:tt'ión de lo somático y 1o -psiquico está com-
que, utilizando
¡,r,,l,rr,lrr ,i,' ,liversas maneras' en hechos
i,,,1,,r,,,, itrt¡rrccisamente los conceptos cuerpo-alma, st'
lrr,,l, rr I.t lrrt¡l:tr groseramente; pára comprender cónrr-'
i,, t,,rr 1,, '.,rr¡:rl ir'o sobre lo psiquico se puede senalal la
n, ' ri,n {1,. l.r trlxicos (mescáliná y L.S'D.,), las lesiones
rl.l,¡r,'lrt., l:r acción rle la insulina y ei electroshock'
l'¡ilrtl'r.I rr. \,r' ('(imo lo ¡lsíquico actúa sobre io srrmáttco
,,1 l¡r ¡,'¡rlr¡rririlt <le própósitos voluntarios del sister:ra
,r,1.,r, ,, , t, 1,,,' l,lanifestaiiones consecutivas no dcseadas'
| ,rrr, .,n lrr'' l:rr¡tticardias emocionale-s, la hipertr:nsión,
r,l rrrr.lrrl,,¡lrrrt,,,, lill,t,rado, etcétera, y en la morlif icacirill
,lr,¡¡11,¡¡¡¡¡¡'1 ,l, lrrs ll:tmadas lesiones psicosonláticas mc-
,llr,rrl,' 1,, ¡,',rr'r,llt':tJria. También se -puede considcr¿ir
, ¡,nr,, ¡i¡, lr¡,1,, ,'l ,':tr;o de la posibilidad hipnótica dt'I'rear
,llvrr¡ rlrr, l¡"rlortt"t r,,,rtl;iticas. Se puede, por ejemplo, st¡-
ylr lr rr rttr ¡rn, t,'ttlt' cn estado hipnótico -profun(lo que
¡r, lr' t,,,,, ,,,,, ,,,, lri,'rr<¡ candente y hacerlo con un hie-
| | ¡' f r I'r, ¡r,,',r, tr lo ('ll:rl ol su jeto produce una flictena
¡tr r,l lttrr¡t
CLJRSO BASICO DE PSICO,{¡(.\LISIS t7
La »ted icina psícoso»út t íca
El nrismo vocablo "psicosomático" que se usa corrien-
temente no se halla exento de cr'ítica, porque en el fondo
traiciona su plopia intención sernírntica, pues en su de-
signaciótr se nluestra víctinta de una dualidaci cartesiana
cntre cuerpo y alma, tal conro lo seriala López Ibor.
Lo qtte sucede en la actualidad, la tendencia .a la
rnedicina integlal, es, en parte, resr¡ltado de la reaccii¡n
contra un nlundo que se hizo excesivantente mecanicista
y trató de indagar separadamente las diversas facetas
que fornran al hombre y su al.nbiente, dt. Ias cuales no
es posrble tener una visión de conjunto, pues el ser
humano está dentro de ellas. Pero puede pensarse que
son partes integrantes unas de las otras, contradictorias
algunas entre sí, y a la vez inteErantes de un todo.
Por medio del análisis químico se puede llegar a cono-
cer los componentes de la p<-rrcelana utilizada para hacer'
rina taza y llegar en un paso posterior al oldenamiento
de los átomos. Este problema rige en tanto y cuanto
sea necesario saber exactanente cómo está constituida
la taza, y mantiene su valor en el estudio del hombre.
Se lo puede desarmar psieológicamente, llegar a sus
componentes más profundos y, figuradamente, poner'los
sobre la mesa. Lo necesario, empero, no es un inven-
talio de conlponentes y motivaciones, sino que esta tota-
lidad funcione con"ro corresponde. ¿Para qué sirve tener
una taza reducida a sus átomos, si 1o que se quiere es
tomar café? Lo que se hace difícil, y por' lo corrientc
escapa a la observación, es la forma en que se prodt:ce
y se hace posible la integración. "Por ejemplo
Jaspers-, si muevo nri mano al escribir, sé 1o que-dice
quie-
ro y mi cuerpo obedece a esa voluntad finalista; lo que
ocurle es señalable en parte en los aspectos neuro]ó-
gicos y fisiológicos, pero eI primet acto de la traduc-
ción del propósito psíquico en el acontecer corporal, es
inaccesible e incotrprensible, conlo lo es la nragia, con
la diferencia de que ésta es una rn:rgia leal y no
ilusoria."
Las manifestaciones eorporales <'oncol¡itantes de ios
procesos psiquicos no ticnen im¡rortancia en su diver-
sidad, fuera del hecho que exponen universalmente
aquella simultaneidad existente entre la psiquis y el
soma. La afirmación rle que estos fenómenos son la
 t¡\ .{. '[.\LI_AIrli]RRO
Ct,rRs() B,isfC() l)1.: psrcoAN,ir_lsls l!i
( (,lriir,('u(.nIi;t (.\(,lt¡:iiVa de sucesoS psíquiCOS es unilate-
llrl. l.;r rr.l;rcirlrr (llle se ptoduce es también una rela- St se considelan separ.adamente las partcs de este
Itrrlt (lt¡(.:r sil \'('z vuelve a I'epet'cutir sobre 1a parte ' srlr¡r'r)r¿, se halla lo siguiente:
l,,iuluir ir. Il;n' que considelar que las conexiones fisio-
1,,¡,r, irr :rc rl:rn enter'¿rllente en cír'culos. EI proceso psí- . .l,ln ln _supcr.ficie, en los puntos 1 y 2 .hay una abso-
Irri ¿r ¿¡rrtítesis ¡rsique-scnra, Éste es' el ¿iribito de
(trr,o rllrilittr rrna serie de feni¡nrcnt¡s somriticos, que a lnccanicist-as, quieites consider.an 1o psíquico funcionan_
io"
u l,,z irll(,,1r cl proc:eso psíquico. En ias rllanifestacio- r_lo,palalela, .pel.o. sepal.ad¿¡r.nelrte de lo fisico-quÍnlico;
,r", ( r,¡¡( ( rlrit:rntes que apal ecen lripidamente, esto no es (.ste cs t¿ritbién el canrpo cn qr¡e se h¿rll¿n lcrs vítalistas
nrrrl' , l:rr o, l)or'o, en calilbio, en 1¿rs investigaciot.res sobre r1ue, inversatuente, sostien(,n ql¡e la enelgia vital crea y
. r.( r'(.( iilil(,s internas ya se lo ¿¡dvierte con urayor niti-
¡lr.z. l)r,l ¡rsirluisnro p¿u'ten las cxcitaciones e inhibiciones cleterr¡ina 1o sonrático. "Lrr sorlr¿itico rleier.rnina l¿r sen-_
rr.lrrlir,;urrllrt.e r:ipidas, por ejellrplo, a Ia musculatura sación", dicen los nrecal)icist¿rs; ,,las sensaciones ( la
Irr:r rlr. l()s vasos; en caubio, los efectos sobre las gián- tntelequia) deternrin¿¡ la urateria,,, dicen los vitalistas.
,lrrl;r:; r,lrrlo('r'inas son n1á.s lentos y se puede observar el Todo depende según se palta del punto 1 ó del 2.
,r¡,uir,rrl,r, cír'c'u1o: el ¡lsiquisnro estimula ¿il sisterlla ner- . Tles y 4 son elenrentos qtre cor.t'en palalelos y, corrsi-
vr(,r¡ri, i'st.c ¿t slr vez:i las gltiudr"rlas endocr:inas, que pro- det'ados iuera rlel resto del rliagr'¿¡1¿, no tienen niuguna
(lr¡( (.rr l:rs lrolrnonas, que, a su vez, influyen sobre el conexión entre sí, Estas líneas col.responden a la teorí¿
palalelista nrente-cuelpo, de zrcuc,r.rlo con la (ual Ios pro-
l,r,¡r i...¡) 5('nt.il ico y psiquico. cesos som¿iticos y psíqu ícos son irrde pendientes ,.lnó de
li,,:;r¡ll.:r ¡ror'1o general difíci1 comprob¿rr estas sitlra-
i I»r(.ri r.ll sLl Irarte experirrellt¿rl, y ¿rsí, I)or cste motivo, otro y colren paralelos.
Cinco y 6 cot'r.en sepzrr.ándose uno de otro y col.r.es-
'.n lrri (,xl)(,r'iencias con aninl¿rles y en el hombre, por
1,, ¡,,'rr,,r';rl,so señalan más los aspectos fisiológicos que ponde al concepto según el cual rnater.ia y espíi-itu
y psiquis-, instintos y t
1,,'r,.r,rr,'orrril.iurtes psíquicos.
Vrrr, rrl;¡rlo a los conceptos en que se relacionan lo psí-
-soma sexualidad y tr.abajo, lonrorarl
cultura-, -naiurallza
tclrestre y lo divinó,
(tur¡ 1) .\, l() sour¿itico, Reich riice en su artículo "Funcio- son eletnentos incornpatiblcs. M¿is aún, son antitéticos.
lrrlr ,rrr. r,r'g'onótico" 1 que pueden considerarse integra- Representan el pensamiento de cuak¡uicr tipo dc mis_
ticismo.
'1,', '1,, ;r'u{,}'rlo con el siguiente esquema: A la ¿rltura de 7 y 8 hay una sola línt¡¿r de rrovirniento
2 que puede verse desde cl lado derecho t¡ desde el iz-
quierdo. Cor-r'esponde al concepto rlel rnonismo, de la
teoría paralelista mente-cuel.po, de :¡cuerdo con Io psí-
quico y lo físico son tan s<ik¡ -difer.entes aspectos de una
.t 4
l-r.+ ?2 nllsma cosa.

J 6
3 rt
24 t-¡
5+- -.+
1

ó
Debemos adntitir que los monistas, con su ntanela de
pensar, están más cerca de la verdad que los mecani_
cistas, Ios vitnlistas, los du¿rlistas, y lo.s denlás. pero
no tonraron en cuenta la antitesis que resulta de la divi_
sión de lc unitario, como sucerlc en el c¿rso de la natu_
/ () 7 II I
laleza, que se divide en mater.ia viva e inerte, animales
y plantas, o Ia de los organismos, que
órganos autóliomos. ""
diriden en
Al no considerar esta antítesis, no tou¡aron tampoco
cn cuenta la inteldependencia mutua de lo somático y
1) de lo psíquico.
o,r,.r¡, ll',,ryy ll,,ll.tin, 2, l, 1950.
"El esquema funcional Reich_ considera por
-dfue autónomas de la uniáad
t,tla parte las muchas funcionés
 (:I]RSo BASICO DE PSICOANÁLISIS 2l
'l( )
A. TAI-I.AFERRO
I,lxistc actualmente la costumbre de denominar "psi-
funciotu¡1. l)c acuerdo con este concepto las diversas cr¡:ioln¿iticas" a ciertas enfermedades para distinguirlas
i,,,,,'i.,n,'r' derivart de una fuente común (9); en un rlt: otras, y hay quienes llegan a considerar una medi-
cruurru rllrlo, futlciones diferentes son idénticas (? y ,'ina ¡rsicosomática paralela a la clínica, la psiquitría, la
8), v ,'n distintos son divergentes (5 y 6)'.o r.ndocrinología, etcétera. En realidad, el término psico-
"u*po* independientes una de la otra (3 y 4);
,1,,r.i1,, t,o,l,].las, rromático no es más que un adjetivo, aplicable adecuada-
o, l'irr;rlinente, son converEentes, es tlecir, se atraen o se rnente a un método o modo de enfoque, que es útil para
ii fl,.,r.,r, cntie si de acuerdo con el principio de antí- cxaminar todo tipo de dolencias y resulta esencial para
It'sis (1 y 2). rl diagnóstico y el tratamiento de algunas. Lo nuevo en
"l'¿r¡¿ ilustrarlo en términos concretos, el organistno la medicina psicosomática no está en los principios sino
rurirrr¿rl <lel'iva rle ltna s:o1a célula unitaria que está ca- cn el método. Así lo considera Flanders Dunbar al de-
(9) '
¡r:rcitatl:r pat a )a función de expansión y contracción
'l,lr, cir, en su obra Mi.n.d an.d Rorfu¡, que Ia creeneia de
,,*ta unidad celular se desarrollan, sobre la base de que el paciente debe ser tratado como una unidad "va
ia., acci<¡nes de tensión y descarga, las funciones tanto más allá de lo que muchos eonsideraban medicina. El
;,,;r;i;i;;" ;"mo psíquica.s clc lo t¡ue va ¿i s(rr. el compli- médico brujo de las tribus primitivas r:ra a la vez mé-
r,¿ráo ,»'g¿rnismt, tutál(7 y 8l' que no manifiesta hasta tlico y sacerdote, trabajando simultáneamente sobre los
n,.rrii"t,tn Itirrgttna
'rur,,1Ji"n*.
,- *,1 dii'erenciacirin en f unciones física-s síntomas psíquicos y físicos del paciente, porque nunca
y Sólo posteriormentc se ve la diferencia- Ios imaginó separados. Luego, a medida que las funcio-
,li,ir,. L¿s funciones-st'¡mátit'¿¡s so rlesarrollan por sí so- nes de sacerdote y médico se fueron separando, este
L,-,- i,-rr"^áo, en el trans('Lll sr) dt'l dt'sarrt'llo embriorla- último debió vencer una fr¡erte oposición reiigiosa para
,:i,,, lu= diferentes órganos inrlcpentlientes' En este pe- establecer y mantener su imperio sobre las enfermeda-
rloáo las funcicnes ernocionalcs no sc .rle's¿trrollan más
placenteras
des somáticas.
i,iii',t.i ptimitivo rlc lts pcrct'pciones "Preocupado por afirmar su derecho a tratar a los
".to,lio
1 rlisplacenteras' pacientes como su ciencia en formación se lo dictaba,
"Al nacer, psiquis y soma v¿¡ forman dos ramas de se sintió aliviado al poder derivar aquellos que presen-
rrn aDatato unitario (5 v {i), y por un-a parte runclona taban fení¡menos psíquicos , él francamente no
i;; ,;;;;i"" v por la otria st' dan las funciones placen- -que
entendía- hacia quienes consideraban de su especia-
iil r;,;Ti," ;1;.""n i"**, Pero cl en raizamiento bioenergético lidad el espÍritu o el alma de los hombres."
,¡,,,r ti""á" en común (? v 8) sigue existiendo' Pero el volver a un tratamiento integral del ser
"A partir de este punto estos elelnentos «lesarrollados habría resultado difícil sin la ayuda de la psicología
st, rlesenvuelven indépcndientetnente unr¡ del otro; por biológicamente orientada de Sigmund Freud. Con la
t'ir:mtrlo. el grupo moticlo (ll y l) en t'l cual' al nrismo consideración de los factores psíquicos inconscientes y
ii',1*p,],'rn"1ttá influycntt,,,ti,rtlo. Los diversos órga- su concepto del instinto co'nto ltno fuerza, bi.ológica con-
,i.,"-'"u.p¿rro" han siá,t folnl¿r¡los y. siguer' crer:ienrlo' tinua, con cquiualen.tas psíquicos, Freud derribó la rígi-
ir,i"p""ái*t"mente tle esto, la. función plnetr' placer-displacer da línea demarcatoria que se habí¿ levantado entre la
¡;i irls;. a las tres emociones básicas:pelcepción'utt¡rtrstia cieneia natural y Ia psicología.
,:"irri,^v ,,'1.* varias funciones de la Su influencia en la medicina representó una mutación
fornlal, un estímulo radical para el desarrollo de esta
"El desarrolio y la rliferenciación de -la función de ciencia. Los factores esenciales ya se hallaban en Ia
,,,..,',,r"i,in,'s aut-ónomo, indcpendientc del crecimiento medicina, si bien dispersos, pero fue necesario esperar
:;;,'i,,J',;';;;..-si" ámbas series de desarrollo
"Á¡"tgo, rama. conrún (9' 7 y el adveni¡niento del gran investigador austríaco para
-iá'.*, biolósica'á"
,,,,'ii,.'"-&á.eía "' nervioso autonómico' que los mismos fructificaran.
;l' ,'" t,i de un sistema McDougall h¿ dicho que la contribución de Freud es
'ri' ,].,,.'it"i"r'io" ¿o-io. órganos y el desarrollo rle las
la mayor desde los tiempos de Aristóteles, y otro autr;r,
;;":i.;;;';';;;""J" ¿"1 funcionamiento total del aparato entusiasnrado con la obra realizada por el creador del
vital autonómico."
:i1:i
1, ",
l.r- _r:
 A. TALLAF-IR¡<I)
nrclr)rlr) l)r:rr'():rl)i¡litico, llegó a decir que í'ste es el hctho
rrr;i:r irrr¡r.r'1,;rl:l.c ¿rcaecido en los tiltimos ?000 años rle
lrir..lr.r';r¡rirr r¡ut: Ileva el mundo. Lo cicrto es que Freu(l
lr¡r rlrr,l,, r'l rrrr..jur lr1étodo de los descubiertos hast¿ ahora.
¡rrrrrr l;r ,orrr¡rlensión de las fitentes normales y pato-
1,,11 t,'rt r;.
l,i:; rlili¡'il rlirr una definición acabada del psicoanáli-
.itl, l,r¡(.:; il() (,s sierupre posible concretar alnplios con-
, r,ploii ('r, ¡rocas palabt'as, pero con el fin de eiudir el
¡rr.lr¡,r'o. rk¡s <lcfiniciones son más completas que una:
\lrrlrrr,rv:rk.y, sociírlogo y antropólogo, Io ha definido di-
, rr.¡¡rl() rlIr': "(l psíco«ntí1isis r'.s, cL lo cs(:'tlcial,llnd teot'íd
tlt ltt it tlttt'ncio tle la aitla ¡utníliar sobre eL psiquistltt
,\n¡r;r l,r'eud. hija del fanroso homble de ciencia, dijo
¡rrrr :rr 1r:tlte que '¡.¿ ¡tsiutantílisis es la adquísición del
»tttttt't (!')to(:it¡ticnto poslllLr dr lus tt't:s i)¿st¿rn('ids s¡r-
lnt.':il tt:; (.t)tno cottstittttiras da lu Ttct'sottalitlad psíqtLit,,
1¡ ,l, lrr:; t r'ltttio¡tes e¡:istantes cu.t.rc sí 1¡ el. tnuttdo crte-
t tt¡t". I':rr'¿r h¿rcer más al"npli¿ l¿r definición, yo agrego:
"1,r.1 rr,;o tle esos conocimientos p¿rra evitar y cul'ar los
I r rr ,l,,nrrrr ¡:rorlucidos por las dcs¿rrntotrías entre ellos".
'l ,,rl. lrr rlicho lleva a pensat' que cl médico general
,lr.lr.r.r¡unir¡¿rr a su paciente como lo que es: una uni-
,lrrrl lrur, iorrrl cn la que actúan elementos psíquicos )'
,rrr.¡l,r',¡r'. I,ls1o no es, por otl'a parte, nada nuevo, pu€s
r'¡r 1,, ,lr¡o I'hilippr.rs Auleolus Paraceisus (1494-154i).
,lr¡r.n (,n ,rrr r¡bl'¿l Pur«.gratttr nL, editada en el año 1530,
rr lr¡ rrrr ,tur' "l:l base rle la medicina debe ser el esttLdio
rlr lr¡ rrr,lrrrrlcz¿r en sus leyes físicas, telút'icas y cósnrr-
, rr l,r ,,rrt)r(,nsión de los fenómenos biológicos y la pre-
¡¡l¡¡, r,,rr rlr. los lentedios mediante la química.
"l I ¡,r rrrr,.r rni,dico del hombre es Dios, el Hacedor de
lrr ,rrlrr,l I','r'rll¡(,el cuerpo no es un ente separado sino
r¡nr nr,,, r,,lrt ¡t:tt:t el alma. El médiCO por lO tanto debt,
tr rrllr '1. Irrnr.r' (,stos dos elementos en armonía, logrando
r,,,1 ,,r \ r'r rl¡r¡llr:r s:rh¡d. Este armonioso acorde que una
,,¡ ,,1 lr,,rrrl,l. l;r; r'r)sas del mundo con las divin¿s."
l,rr ¡,rrlrrl,rrr rr,li¡1irin sea de paso- proviene
-dichno sea, unir nuevamente.
,l¡, l¡r \'i,/ lrrlrrr:r /lt'-ligdre,
l,ll 1,r,,, r.,1,i ( rr rrl ivo rlcbe participar de esta caracterís-
ll¡ rr "i ,rlrrrl¡,r rrrlr, :r:;i el problema, la religión sería la
lr¡¡r¡,,¡,, ll Nr.rlrlirr:r, y Paracelsus predice en sus Dlo-
l¡r,lrr¡ rur rrrll ¡rrrrrr lotlos aquellos que no realizan su
rrlllrr l¡'r ilrilr irrr,illr], l)llcs no conocen la sustancia de su
(:l Rs() ti.\ l(:() ¡)t.' t¡5t(.( ).\x.it.tsts
23
¡rlo¡ria nzrtulaleza," "El vivir adecu¿rtl¿r y sa]u(lablemente
,:; :rlt..rr.rz¿lr. la armonía con el propi<t ser y tie éste eon
,.1:r»rbiclrte."
. "l'or kr t¿rnto diciendo palacelsus_, el tnécllco
-sigue
rk,lxr scl t¿rutl¡i(rn rrn ¿rsir¿)logo, htr de coroc"i, las ls¡,es
rlt, l:¡ ¿u'itoní¿ de ias esferas y su influencia, y ser arie_
,niis rrn tc<ilogo que corllplelldá las necesidadáJ del alma.
L:r antlr¡tología debe ser.le conociria p¿lr¿1 r.onrpl.ender
l;Ls ¡lecesirlatles del r:uerpr), y la alquiniia pala pelcibir
l;rs slrstanci¿s univ,ii.sales qLle se en¿uentran en l-aa ,-r.ruz-
ti¿s ar'¡roniosas existenles en todas partes, en Ia n¿tu-
r'¿rlezadel nlundo rlraterial. Tanrbián debe tener.con-
tienci¿ de las fuerzar; cósrlricas prirnar.ias ],creadoi.as,
l)oIque son universales y ,;e encLlentr.an e,ri el hombr¿j
rnismo. Y debe st¡r un místico para reconocer que existe
alEo, nrás allá rle la lirgica, como ya lr¡ demosti.aron los
antiguos; y de este rnodo un misticismo completará el
sistema."
Con la rliversidad cle técnicas y conceptos que deben
utilizarse en la rrredicina actual, ie hace -difíciÍ que una
sola per-sona pueda reunirlas y manejarlas perfeétamen_
te a toclas. Por ello la st¡lucián pl.áctica __aun cuando
no soir l¿ ideal- es el tl.ab¿.io én equipo, con un jefe
que debe tener no solo ¿¡i¡r1¡,r. corioeiiuibnios-sino tám_
bién la suficiente halrilirlail. conro par.a poáár integrar
los.diferentes tlatos r¡ue :rfror.tan in* del
"üriio"""tes
llllpnl v de esa apar.ente parcialización del paciente,
f(»lltular un diagnóstico y Llna terapia integral
<lei
mi sntt¡.

C¡.rÍrur,o I
IIIS'I'ORIA DE LA HISTERIA
l'rrrr r,¡lo una razón de orden histórico y respeto por
Irr lr,rr,,lo¡Jí:r dc los éxitos y los fracasos de la vida de
rr¡r,¡.,.1¡t1¡rrlor rle Sigmund Freud, explica el hecho de que
, n r.,rlrr r¡l¡l:r sc considere el estudio de lo patológico y
rL l(, rror rrr:rl ¡rara el psicoanálisis, partiendo desde e'l
¡rrlrl,r irrir.iirl tlc Ia histeria.
Ilrr¡¡ r.nfr,r'rncdad como tantas, desleida por c.l tiempo
y r r.lu¡,irrrl:r ('rr diversas formas de expresitin, la histeria
Irr. r¡rrzr*i cl primer mal al cual los médicos de una
rr ¡rt,rrrl:r no pudieron hallarle una explicación total-
l,¡rr,,
nr,rrlr. ,urrrrrlrr.a. Nada pudo aceptar Freud por
ru r r,,.r' r.ilnl ífico- de cuanto se decía como -atado
explica-
, r"rr rl,' lrr histcria, máxime cuando gran parte de las
ru¡rrrrur.rrlr( iorr(,s y razones pecaban por el d€lito de des-
,,rn,,,r.r l¡rr'tr¡¡r's fisiológicos incuestionables.
l l lr,,lr,, (':i (lue la histeria fue el mal que permitió
rr l,'r,.r¡l rr' ;rl;rrrrlo los primeros cabos en la larga ca-
,1,'rr¡r ,¡¡r. l,r llr.v:rl ia a sentar las bases del psicoaná1isis.
I rr "¡.rr¡rr lrr'rlcli¿t" del siglo pasado, que se mantuvo
I u¡ ,rr, , rr¡ ¡r,lr,l isticas notables hasta comienzos del ac-
Irrrrl, , ,,rrr¡r,rr l¡rlr¡r Lrna movilización g:enelal y aguda de
irlrrlr¡¡1r,, r' rrr,,livlciones, por lo cual resulta 1ógico que
r,l lr,,lr,,nrlrll,¡,t (,'nl(¡nzara a desarrollarse por su camino.
I rr lri,,lrr rr rl,rlr¡lncntal de la histeria nace en los pri-
rr'r,.1, {:¡il rl.¡, n¡.rii('()s y filosóficos, En la antigua Gre-
,ln l¡r l,tl,',,,,1r¡r l.r.¡rl»r de cerca a la medicina o la con-
lnlrrr ,,rr ,¡r¡¡r rl,rrrlrior;. Hipócrates, nacido 4G0 años antes
¡l¡ l t lql,r, \ n .,,. t ¡,flrír¡ a este mal, demostrando que si
lrlrn ¡,1 slt r,lr,, rlr,' ,'ol¡ocía la epilepSia., ¡nuchas veces
¡¡rr nr, l,yr rrl,¡¡ rlrl,.¡r'nti:rrl¿¡ netamente de la histeria.
nol,¡¡, ¡¡¡ '¡to, ¡,,¡r rr.lrrr¡r.rrtr,, só'lo se tenían algunos cono-
(JI RS() BÁSI(JO DE PSICO:l\,iI-IS¡S
::)
cinlientos imperfectos. Por elio mismo se puede dentns-
t¡ar que ia epilepsia, el rlorbus sacf?', (lebe mucho de su
carácter hierático a lc imperfecto del conocirniento que
*s tenía entonces iie la hiiteria. La mayor parte de ios
enferniCs.de lo que entonces se conocía con el nombr.e
rle "mal cle Hétcules" y las célebres Pitonisas de Delfos
que predecía11, en medio de horribles convtrlsiones v gri-
tos estridentes, el futuro de quien las consultar.a en el
Templo de Apolr, no eran, en realidad, más que sujetos
histéricos.
Hipócrates fue el prinrero que intentó explicar rle un
li)odo natural sus manifestaciones, vinculántlolas con url
desplazamiento del útero, llantadoil¿isf¿rrnr¡ien grieqo, de
donde proviene el nornble de histeria qúe se da a la en-
fernredad. Para é1, en suma, se trataba de una ¿¡nor¡alia
de tipo ginecológico, concepto que, con algunas varian-
tes, rigió la clínica y la terapéutica de la histeria hasta
el siglo xlx.
Los médicos de Egipto y otros pueblos prinritivos tlel
Cercanq Oriente creian también que la nratriz era ull
,,r'Hano bicorne que podía desplazarse dentro del cuerpo
hasta obstruir todas las entradas dc aire.
Platón, contemporáneo de Hipócrates, nacido en el
año 427 antes de Cristo, sostenía esta mislla teolia, y
en su diálogo "Tir:reo" puso en l.¡oca de Sócrates esta de-
finición:
"La matriz es un animal que desea ardientemente
cngendrar niños. Cuando queda estéril por largo tiempo
después de la pubertad, se aflige de soportarlo y se in-
digna, recorriendo el cuerpo y obturanrlo todas las sali-
das de aire. Paraliza la respiración e inipulsa el cuet ¡ro
a peligrosos extremos, ocasionando al mismo tiempo di-
versas enfernledades, hasta que el deseo y el amor,
¡euniendo al hombre y a la nrujer h¿rcen nacer un ftuto
!' lo recogen como sobre un ár'bol."
Esta teoría anticipa en cierta medida el afor ismo psi-
cosonrático según el cual "una vida sexual insatisfecha
l)¿¿.'d{r provocar una neurosis".
I'ero es est¿r misma suposición la que llcva al tan
difundido error de creer que el malrimonio es una cura
para las histtlricas y que si una histérica está casarla,
sc 'libra del m:rl teniendo un hijo.
[,a experienci¿r ha demostrado que ocurre tr.¡rlo lo con-
 ,\- TAT,I,AT'l.]RRO
20
tt ario, hccho (llle se comprende cuando se estudian I()s
contenidos profundos de 1a enfermedad.
(lutt,r'o siglos y medio después de Hipócrates, sin qLri-
t.¿rrkr :r l¿r rnat.riz toda su impoltancia en la etiología de
la hist.r'ri¿, (i¿lcno, en el año 170 d.C., calificó de ab-
sr¡rd¿r l¿r o¡riniórr clc. Platón c Hipócrates. Sus conoci-
¡uiclrl.o:; :lr:tt.r,riricos rniis profundos le habían derrrr¡strado
r¡rre cl ril.r,lo rro porlí:r dcs¡tlazllse t'onstantenlente de la
virgirru lrl :r¡rí,nrlir'r, xifoides, sost<,niendo en cambio que
lrr hisl.ttl'ilr ('l ¿r ,)r'ovo(':r(la ¡ror l;r rctcnción rle la sangre
Ittr.nsl lulrl o r'l sr,rrrt'n ft,nrcnitto, I)r-¡('s ct il creencia admi-
t,iri¿t t.rr r,srr í,¡r.t'rr r¡rrt' l:r nrrr,jr,r' (,yrrrul¿¡h¿r semen al igual
qttr, r,l lrotnlrtt,.
l,l¡r ll :riIlo tx. ulr rni'tlico :irrrlrr,, St,t'rr¡rion, rli.jo que los
I.t';¡slot'no:r lrislr.trcr,,, no (,t¡nr rlt,lrirlos ¿r l:r rcte'nción de
l;r sltt¡1r',,rrrr,¡lr,ll,url, r,rrr,, lr l¡l t'olrlitrr,lttia scxrtal, pues
t¡o lllrllilr cnconl I lrrl. r,rlrr lrfr,r,r,irin n¡trln nt;is t¡ttr,'en viu-
tlrts \' :roll,.t ¡r,., l'¡,sllt tot tn¡.trlr', ol tos rrrí,rlicos ár¿¡bes.
r,trl.lc r.llos lllrrrz,.r: r ,,\r'icclr;r, n{'g:n()n,;rll:i ¡lor cl año
l{):il), r¡rrI r,l Ilr'r (' l r¡r'r'lr rilr rilrirrral t't'l:Ült0 v (,xplic¿Iron
),lrr t,l.irrl,,¡,rrr rl, l,' lrr.rlr'¡ i;r
I)r)l virl)()l('q lrixicr¡s, tlt, origen
r¡lcrirrr,,,,lr¡,,, 111'.:r, ¡ttocctlt.nlt's dcl hígatlo o tlel bazo,
\ rlr¡(, rl ¡r, rl,lur ;rl t't,l't'llt'r¡.
A lo lrl yo rlr. lorl¡t Ir¡r l.irl¿rrl Media, rlesde el ¡iio 476
lr l.llrll, lr'onlr,(.(,ton lir histe'tia l«r nristno que habría
rlt' rirrrorl.r r.tr l¡nrtos otros aspectos de la actividad hu-
rl,rr)r: ir 1,, rlio rrn v¿rlol' delnoníaeo idéntico al que le
rrsigrrrr r.l (lor;rtt, 11u<, presenta los trastolnos psíquicos
o lr(!¡ \'r.,.o.. ,,,rrlo obra rlc la influencit del denlonio.
l'r't, l¡r r icrrr i¿r ¡rrtrt't.r, hab<,r' datlo rrn ¡raso 'lose<lelante.
lrlt(,:i (.n lr¡r, l,litl)ll(l()s rl0 r'nt()llr,r's partc de ¡rosesos
r., r onvrlr,,r, r('n lr()nrbl('s, lo crr:rl plueba quc la hister-ia
rtrir:rr ulrn;¡ r.r rr lr;rstantr, lt'tttt<,lrte.
Sitr Ilrtl¡rtr l'(), ('rl I:l I')dad lVIt'rlia, el cotrt'epto de la his-
Ict il¡ sl irrs¡rir':r ln l:r rrrt'dicjnir antigua. lJnas veces se
Irr:rllilrr¡r'r'rr rnr rlt,s¡rlaznnlit'nto de la nt¿rtl.iz. otr.as a la
:rccirilr rlr. \':rl)r)r'(¡s t rixict¡s do ot igen genital, per() siem-
¡rll rlorrritr;r, r'orrro t':rttszrl, el rlenlottio, Sólo con el Rerra-
tiuricrrtoj lrr lrisllri:r dc.i¿¡ dt, scl un tenla teoltigico para
volvcr, r'r¡rr lorl:r .justi<'ia, al tampo de la medicina.
A p¡rllir rlol :rrlr¡ ll-r()0, los rnódicos, liherados del con-
r e¡»l.o rlr,rrrorr i:rco, vut lvt,n ¿r <,onsiderarla desde el punto
dc vistrr sr¡rrr:il.ico v ven en r,lla "una sofocación por des-
plazanritnl.o rL' ln nlntl'i2". Si,¡uiendo Ias deseripeiones
( ] RS() BASI(:() DI,. I'Sf C()ANALtSTS .)a
,ll llipocrates y Platón, trataban tle relacionar o inter-
¡»otar los casos que iban observando,
I,)l rcspeto por lo antiEuo fue tal que Jean Fernel
(1.197-1558) censuró a Galeno por haber dicho que Ia
rn:rtriz no porlía rlesplazarse pa)'a producir'la
histeria.
La terapéutica a que se recurría durante el Renaci-
nriento para la cu ¿ción del mal era sumamente pinto-
¡t'sca. Basados en el concepto de que el útero se des-
plitzaba, imagina"ron que para atlaer la ntatriz hacia su
lugar, lo mejor era hacer aspitar a I¿r enfe¡'nra mal<¡s
,rlores (cuerno quentado. sustancias pútridas, anroniaco,
r,r'ina y het'es humanas) y (.olocarlt, en Ia zona vaginal
,,lores agladables (:imbar, tonlillo, lát¡dano. o nuez nlos-
rada, hervirlos en vino). (lreian que, por este nredio,
obligarían a la matriz a de.iar las partes superiores mal
r¡lie¡rtes y descendel a aspil'al los exquisitos aromas que
se e nr-'onLlaban aba.jo. No er¿n óstos, enrpero, los únicos
lenreriios a quc se a¡relaha l(.onto" ter.apéutica y pr.even-
t'i,in ,'e¡'1¡ n l;r h isteri¿r en '' t,l siglo xvt,¡ lIsábase en
aqueila época colocat una pierlra negra, pulida y pesa-
da, ll:¡mada . ¡titrlra clt Es¡,nña, que se su.jetzrha <,on ban-
rleletas sobre el ombli¡¡o de la t,nfel'rna. Éste era en
t'ealidad un renrcdio ¡rreventivo, prres r.u:rndo se prescn-
t.aban los sínton)¿rs <-olt<'l'etos rlt,l ¿¡c<'eso rlt,llía rt,tiral'sc
la pierlt'a. (.zrldan, ('n el año 1550, presclihía por vía
[ruc¿tl t¡¡'¡¿r rnt,z<'la de pezur-ra d«, ciet'vr¡ ptrlverizada y r.aíz
rlt, .jengihre. Si ost¿r pócinra llo surtía efecto, porlía lle-
varst'colgarla al cueilo una bolsita llena dt: polvo de
pezL¡ña y jengihre <1uc igu:rlr.nente darí¿¡ result¡rlo. Tanr-
hión s:e reconlenrlall¿r bchcl infLrsiont,s rlc hrionia cn vino
lrlanco, tó de Ang(,lica dc Not'uega, hino.ios, asafótida.
alcanfor', unEii('n1 o :Llnriz<.larlo, ¿rrnbar, torlo lo <,ual nr>clía
ser u-tilizado cn ¡ror.i0n<,s () (,n [)on)adas.
El I{a<,stle de Platea, rlo i¿r csct¡r,la rlt,salr:r.no, pre-
conizaba tn el siglo xII r¡n tral¿¡ltrit,ntr¡ qrrt' r,onsistía en
inrlicalles a Ios histéri<'os que sc ll¿rsturhast'n.
Ittrstos dt, :rquella terapórrtic:r rt'n:¡<'r'lrtist:¡ s(, mantie-
¡ren aún ('n nt¡estt'¿¡ í,poen. ¡.así, hasla no har.c mucho,
(,ra ('orricntc hi¡ilal' <'lr l:r r.¿rltt'r.:r rlr, t,rr:r'lrluicr. nru.ier
sttlter'ona o viudir .jovr.rr rrn fr.asqrril.o rlc s¿rlcs. 'l'anlbién
t,r'a pr:ictic:r t'oll iolr'1<, (,n l¿rs Ar.r¿lr'(lias rlt, lr¡s hospitales
presionar h:rsta cl rlolol lr¡s scnos rlt l:rs hislí'l'i<'as r¡
indicarles rltrr. st' r'n:rst trlbascn, tal <,r¡nro r,n srr <',¡ro<.lr lo
suger'ía el llirt,strl dc I'latea.
 lll{ A. TALLAFERRO
A !'ir¡r':; dt:l siglo xvl y comienzos del xvII, unido
l:r,r r'¡rr¡:,:r:; l'isicas tales como las hemorragias y las in-
lr,r'r'ion,,:r, ('ornenzaron a tomarse en cuenta los factores
lrrroliorurlcs. I'ero sólo como causa desencadenante etr
un l.r,r'r't,¡ro que seguía vinculando el mal al desplaza-
r¡ur,nlo o v¿rpot'es tóxicos de origen uterino,
I,lrr t,sos ¿rños la mala reputación de la histeria co-
rrrr,rrzti :r difundilse y el médico portugués Rodriguez da
lfr¡rrst'c¿l complicó mi'ts aún este estado de cosas al seña-
l:rr rpre "en los instantes p-revios_ al paroxisnro las rnuje-
r'(.,i l)ropensas a pasiones histéricas sufren un increíblo
rlost'o <lc abrazar a los hombres".
ollo investigador de la época destacó la semejanza
r, \ist(,¡rte entre la\crisis histética y el orgasmo.,Algunos
¡r ['tlicr¡s ya no vatilal.¡an en afirmar que ]os síntolnas
,.,»rsidcr'¿rdos vulgalmente como efectos rle la posesión
(l('¡)rr)níaca eran en realidad y por su agru¡racirin. tras
lo:,'nos de t¡na sola enfermedad. Sus ('xplicaciones .-.r'an
rlc carir<'tel f isiológico ¡ la l¡ol:r quc scnt í¿rn las enf,.,r nr¿r,,
rs( on(lel desde el abdomen, er¿r debida, I)ara ellos, a uu.r
ilr itacirin de los plexos lrresenlóricos cuyas contraccrones
r',,Lir¿r[:an las partes inferiol'cs de Ios hipocondrios¡ que
¡r,rr ct'ian elevarse y calis¿rr r¡s¿r sensación extraña. Los
¡l,lol'os desgarradores y la contor-"irin abdominal que su-
lli¿rn los ¡racientes se debían a la contracción y con-
\'r¡lsiones violentas de los i¡rtcstinos. La risa espasmó-
rlir':l ¡' la dificultad respirutolit eran productos de con-
t.r'ir( ('i()nes del mismo tipo en el diafragma. En las
rlr,st'r'i¡rr,íones de la histcli¿r ocupaba un lugar muy des-
l;rr,;rlo, en esta época, el cspasmo, trastorno de orden
nrt,r'linico. Pero a nledida que las observaciones se iban
Iuttit'ndo nuis precisas, la histcria fue perdiendo poco a
l)o('(| su tono de mistelio. lJn cierto nírmero de médic<¡s
:rr, h¿rbí¿r liberado de la tcor'ía "oficial" de los humoresi
n)ns (,n realidad eran pocos, y su prestigio tro compen-
.;:¡brr l¿r cantidad.
I,ln cl
1616, Charles Lcpois, médico francés. rom-
¿rr-ro
¡rir.r ton torlas las ideas tr'¿rdicionales yse excusó por
s:rbios; explicó
r':;1,:rl r,¡r :¡bierta contradiceirin con t¿ntos
ou(, :iu ('xpcriencia razona«l¿r lc obligaba a sostencr que
r,l rilr,lo sc encontraba dcs¡roseído, que su itnportancia
tsl,:rl»¡ rleseartada, y q-U.g-g¡rrn los nervios los que donri-
r¡;rl¡¡¡r¡ r'l I)¿rnoranta histérico,
"1,:r rtteneir'rn de la sangre menstrual, dice Lepois.
tlt'lrt' r'r,nsiricr'¿lrsc como una leyenda, porque la histeria
( I lrs() rL\s¡(:o DE ¡,slcoA¡i.\I_tsts
29
a , \r,lr. ,'n ninit¿s que ¿ún no han menstruado, en vír-
¡,.n,,, rlr¡(' ¡':r no la tienen y en aquellas mujeres cuyos
1,, rrorlo; rrrt:¡lstru¿les son abundantes, a punto de eva-
, u.r' lrirrit.iL c,cho litros de sangre, y esto par.a no hablar
,1,. 1,,,; lr0trtbt'es,"
1.,.1)r)i:r irtlil)uye la enfel.ntedad a un trastor.no de las
,,r¡),¡(l;r(l(,s, t¡ue tlisterrrlerian el origen de los nelvios,
,'l,rr, torlo los medulares y del se\to y séptimo par. Des-
rl,. r.l ¡r,rrrto de vista clínico rg-gg;1o*ir'r la.histel'ia mascu-
lr.;r ¡ )a i¡fa¡¡!il,.haciendo üira acertada descripcíón de
lir i I)r't tLllbaciones sens;or.iales prenronitolias del ataque,
,,)nr() sor': obnubilación de vista y oírlo; pér'dida de 'la
\'()z \: oI)l'csi(]n de las sicnes; obselvó la par.r'rlisis de ios
»)ilr)rl)r'os superiores e inferiores y tanrbíén advirtiri que
,'l lellrblor cra ulr fenír»ieno plecur.sol de la par:iliiis.
L;rs irle¿¡s de Lepois tuviel on utla ciet'ta rt,sonaltcia el
,l ;rt»bit'nte nlédico dc la época, provocandr) ser.ias ron-
lr r)vet'sias, I)ero su opinirin sólo fue (onsagrada pol' l¿r-r
ol,st'rr'írt.io¡tes ¡le Thonlas Sydenharn (1(;24-1(i8g), r¡uicn
rli.jo quc I¿\afccción histér.icla "ós, sobre todo, psiquióa. y
:;rr ¡ratogenia depenrlía tle un desorcten rle io§"t'iiii.iiu.*
:rni)l1illes, fluitlos nrny tenues y sutiles quc se supoltí¿
scl ví¿rn para dctelminar 'los nlovinlientos de los niiell-
lrlos. Scñalír asilnis¡nd t¡ue la histeria atac¿rba pot' igual
¿r honrbt'es y mrl.jeres y en p¿r)tirul¿rr a los quc habiiual-
r»t,lrtt'sc dcnominab¿rn hipocondr.íacos, pol lo cual era
.justo suponel. qlle su origen no estaba en la nratriz. .,L¿
r histeriq inrita casi todas las enfernredades que ¿lfectarl
:rl géncio huuralto, porq[¡e en cualquier. partc del cuetpo
en que se loc¡¡lice ¡rroduce síntomas que son pt.opios de
es¿ rcairln. Si cl nlórlico no tiene expeliencia, y unida
¿r ell¿¡ r.nncha sagacirlad, se equivocará fácihnente, atri-
buyenrlo a una enfel'nredad esencial ¡lropia a tal o cual
rirgano, sintonras que dependen pura y exclusivanlente
de la afeccir;n histórica. Así es que algnnos aceidentes
se p¿u'ecen a la epilepsia y sus convulsiones pueden si-
mular las rle ósta". decia Svdenham. Sus estudios espe-
cíficos abalc¿n'on el clavo histérieo, la tos, I<.¡s vírmitos,
la odotrtalgia, la raquialgia y lumbago.
[,¿¡ obra de' Sydenhanr no fue conoeida por nruchos de
sus contcnt¡rorirneos y sólo a principios rle 1859, Briquct.
doscjr:ntos arlos dt:sl.rutis, la hizo aplecizrr cn st¡ iiisto
r'¿lor'. Sin crnharuo, no se perrlió totalmente la noción
de l¿r hi:;tcria rtrasculina, pues Raulin, en 1758, dccí¿r
quc ''si los rrrédicos que ¡rensaban que Ia hister.ia ¡rro-
 l0 A. 'I',\I,I,.A,FIiRRO
r r rr,r ,l' l r¡lr rr¡, r,rvir,t'an entre n<lsotros, se sorpfende-
r l¡r¡r ,rl \ r r. , r,rr)() lr)s vemos todr¡s los días, hombres que
st,nre,j antes a las que sienten en
l,,r 1,, r r, r¡l r ¡ l;r; rrrrr.jct.es histéricas".
l', r., lr¡rr,l¡r¡rrt.l¡t¿rlrrrente, desde el siglo XYII h¿rsta ia
ll, ',,lrr, r,,l l,'r;rn(¡s¿I, y COmienzOS de la e1'a ContempO-
r,rr,.¡r. ,, n¡;url.uvo en plena vigencia ja teoría de que
l¡r l¡r ,lIr Ir (,r':r I)tovocada por vapores fétidos despren-
,lr,l,', ,1,. l;r rrr¿ttriz por descontposición de la sangre
r¡,.rr ,lrrlrl v rlcl supuesto semen femenino,
l,l¡r I ¡ ri8 lltgó a París Fr.ancisco Antonio Mesmer,
,trr¡.n;u¡r):i ¿rntes había "descubierto" en Viena el nta€i-
r¡r.l r r¡rr,¡ ¡rninlal,
Lrr urr¡roltancia que tiene Mesmei en Ia histor.ia de
l¡r lu,;lr.¡'i¿r es indirecta, pues si bien no se dedicó cons-
r rr.r lr.lil(!rrtc al estudio de este mal, casi todos sus pa-
r rr'¡r llr; lo suf r'ían, siendo él quien con sus cxpcritn(i¿s
,lro t'l ¡rrrrncr paso para el descubrinriento de la hipnosis
rtur., ( or) posl.ct ioridad, ilevó al psicoaniilisis. Sin saber-
I,, Mr,srrcr trzrbajaba activalnente con la sugestirin, a
Ilrrvris; rlc la transferencia que sólo cr¡n el advenimiento
rl,.l ¡»rir.otnálisis se comprendió y utilizó racionalmente.
lVlicnl.ras él discutía con los miembros de la Academia
rL. l,r'rurcia, un discípulo suyo,',,B1 conde Máximo de
l'rryrir,¡:;rrr, aclaraba en 1?84, y de una manera terrni-
tttrtrl,', l;t existencia del mecanismo hipnótico. Éste no
trr,' r.r¡ r'r':rlirlarl un descubrimiento, pues. Paracelso lrelata
rtrr., (.n r¡rr convento de Corintia, los monjes utilizaban
,rlr¡r,lo', lrrill:rnLes para sumir en sueño a los enfelnlos,
1 ,.rr r,l :rrro f)0, Apolonio de Tyana dio elementos que
¡rIr rrrrlr,rr rir¡l)()nc,r qUe en esa época 1a hipnOsis se llsaba
r,il lillI Ir)ltil:t (')rrpífiCa.
l.rr , r,¡r'r¡'¡ r¡r.,)r'izr positiva de las observaciones dc Puy-
,,,.t,ur r. . ltttltt't introd.tt.cido ulta ¡rim,t't'u difcrcttciación
t t t l t',tt t l)l,t rlt'l ¡tstqtismo ll p(,rmitir la comprt'nsión.
,1, ,¡tr,' l,r:; lttrotttt'ttrts psíqu.icos, aun los más simples
, rItt¡uIttttt t¡::, ttltt tlt r(,,¡? d ca,llsrts ytrrtlttcrmbtad.as.
r1. rlr.,.ir:ir, (luc el comienzo del siglo XIx /fuc fu-
l'1¡,
r.,tr, l,rlr I:r lvolución del concepto científiio rli: la
Irr',l.rtr¡ l,lr¡ r.l ;rilr¡ 1816 Loyer-Villerrnay publrca un
It rrl'ir ¡,, ,lrr'. .,,, l¡1.rrl;r "Tratado de las enferr¡erl¿rtles
lr,t vt,, l,r \' \'ll,(,r'(,:r:rs y partiCUlafmente de la hiSteria
I' rlr' lrr lrr¡,,,,,,rrrlli:t".
l,l rlr ¡il tr, r,1,, r.¡r.r.r i,, un¿r ncfasta influenci¿r entI,e los
t¡tr,tlt, ',,,, pur,,r r.¡ ,.1 sr, vuclve a caer en el error. áe
(:I RS() II;\5ICO DIi I'SICOANí\I,T5IS 3I
(;,rlr.n() t. Hi¡-'ócrates al sostenel la existencia del cs-
t,(,r nr;r ('n la mujer y a admitir colro causa etiológica
el ,1,, l;r lristelia el desplazamiento del útero y las sofoca_
, r,,rr,,s. [,oyer.-\/iller.niay. presentó de nuevo a ia histeria
r,,rrr) r¡ila afección vergonzante y a las mujeres víctimas
rl,. r':r(.1' nral corno objeto de piedad o desagrado, negando
1 ,'orrrl>atiendo al rnismt¡ tiempo, encarnizadamente, Ia
,.rr:t.cncia de la histeria masculina. Con toda .iusticia
rlric Ilriquet que el tratado de Villermay parece más
del 150U clue de 1816.
,,1¡r';L
('()rllrr Lln¿ reacció¡r al planteo erluivocado de este in-
vcsLigatlor, un médico de la sección alienados de Ia
s;Llpctliéte, el doctor E. J. Georget (1795-1828), dio a
¡rrrb)iciclad un artíeulo en el que criticaba los conceptos
,lr, Villernray, haciendo una descripción clínica tlel áta-
r¡ue Iristórico que pernrite considerario como el primer
irrtol' qlle caracteriza el "estad<-r segundo,' o sonambu-
lisnro histér'ico. En su artículo, Qeorget describía tam-
l)icn casos de histero-epilepsia, llegando a sostener que
I;r eprlepsia no es más que un grado av¿nzado de hister:ia.
...En t'l 1830, en Inglaterr.a, el doctor Br.odie pu-
lrlicriun -a.ño
libro sr¡ble las Af eccíones ilerÚiolrs localcs y en
l:rs priginas que dedicó a Ia histeria citó conocimientos
rlLle slls contenrporáDeos en gran parte ignoraban. No
,.r¡1, admitió con Sydenham la histeria masculina, sino
r¡ue al refelil se a su etiología a propósito rlt la coxal-
¡¡ia histérica dijo: "No son los músculos los que no
,riredecen a la voluntad, sino la voluntad misma la que
rro errtra en acción." Estudió igualmente, con profundo
ctiterio clínico, Ia retención de orina, las neuralgias y
el timpanismo hístérjco. Forrnuló la terapéutica de iás
('ontracturas y pará.lisis, que consistía ante todo en esta-
blecer un t¡atamiento inofensivo, afirmando que esas
¿¡feccir,nes se curaban nruy frecuentemente "bajo la in-
fluencia de una viva impresión mor.¿1".
17
Así llegamos al año 1862 en que Charcot se hizo cargo
de la sección de histeria en la Salpetrié¡e. Merced a sus
t"ratrajos el histerismo comenzó a ser considerado verda-
deramente como una afección nerviosa, y completando
las precisas descripciones de Briquet, Charcot a\alizó
el gran ataque de Ia histeria convulsiva, distinguiendo,
en el mismo cuatro fases: la primera, epileptoidea; la
segunda, de las convulsiones y los grandes movimientos;
lzr tercera, de actitudt,s pasionales; y la cuarta, del pe-
liodo delirantc.
 ,\. 1'-\I.I-AFI:RRo
t],
l,¡r , x ¡r|r'tIttcizts que se realiza!on en la Salpetriére
,. 1,,,,,,,,,,¡l ¡rrincipalmente en las pruebas efectuadas por
l,ritlinico James Braid (1795-l'8(i0), quien
'.1 ''u r¡ r¡rrrr,'
rnl r,rrlrr¡,, los términos hipnotismo, hipnotizador e hip-
,,l rr . \' rlcsapareció luego de una vida de 65 años de
.,, r.,,1rr,1,',;, en la que se mezclaron escándalos, investi-
r,¡r( r)n('s honradas, el esfuerzo terapéutico y la anlbición
rrr("i( r'uJ)r.rlosa (Zilboorg).
llrliti conseguía sumir en sueño hipnótico--a sus pa-
¡ r¡ nt(,s, haciéndoios mil'ar fijamente el ct¡ello rle una
l,r¡lt,ll:r hasta lograr la fatiga.
.,\l ot'uparse tlel estudio de Ias parálisis surgidas des-
¡rrrí's rk' lirs traumas. Charcot intentó reproducirlas arti-
iici¿¡lr»ente. IJsri para ello a pacientes histí'i'icos a los
r¡rrc transfetía, por medio rlc la hipnosis, al estad<r
';r,n¿ulrl¡úlico, y logríl de esta nlilnerÍr demostrat', por un
r iRut'oso encadenantiento tleductivo, qtle talt's parálisis
t'l ?ur ('ol)secL¡encias de reprt'st'ntaciont's, dominantes en
,'l ¡rsiquisnro del enfernro cn ltlom('ntos en quc éste se
Iurllaba en trn estado de t'spc<'ial disposicitin ¡ dl tsta
i,,t ¡ittt tlttrió atpliendr,, pt,r ¡,t'ittrct u t t;' ctttil rra cl
,,,r'.ttnistno histé¡'ito dc t'tt¡t t't t'siótt. Después <le estas
lx¡reriencias de ()harcot t'osttltaba muy difícil poner en
,iuila t¡ue la psiquis no prrtlicra provocal lr¡s síntonlas
(l(, un¿r afccción aparentelll(lllte orgánica.
('on esta investiÁaci,in dt' lirn vastos alca¡lces' (lharcot
hizo una contribucion rt':tltttt'tltt' invalorat¡le al conoci-
rrit,lrto rlel ser como t¡n todr,. ,\ños nlás tarde, basán-
r[,se en el rest¡lta<lo rlt' r'stits investigat'iones, .Ianet
( lliSfr-1f).12), Rrt'ucr (ltl4:l-l{}2ir) v Iitt't¡d (1856-1939)
,rcs:rl lollal'on st¡s teorías rlt l:t neurosis, quc coirlcidían
crr t¡n cierto aspecto ton li cont'epto.nledieval de esta'
tr.t.iont,s, srrstituyendo t¿rn srilo al "demonio" pot una
¡¡ f
f piicológicá, qut' en cl concepto de Melani<' Klt'in
,'rr¡¡11¡l¿
,.. r,l "oh.ieto malo, porscfit¡ irlor"'
t'll tleriumbc rle ia gran histeria, o Irtt'.ior dicho, l¿r
rrrorlificación en los aspe<'tos fornrales dt'la sintontato-
l,r¡i:r, han dado pie para que la medicina actual haya
,,,,,',,1 i,ln una verdaáera in.jt¡sticia hacia uno dt' los
'k¡s
1r Ia clinica f rancesa. E¡l
r':rttrk,s tnaestrr¡s de ticrn-
¡r,rs rlt, (lhatt'ot la histeria s(l nranifestaba <'on sus cua-
i.r',, I'ast-,s perfectamente definidas. Su presentación era
¡'virk'ntc, I)ero, con cl tiempo, 5¡5 f6l'mas se tllorlific¿r'oll'
lllr la acttralidad es raro cnt'onttar un ('aso de gran
histcri¿r, v esto tnismo ha llevado a nltt<'hos médicos a
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁT.ISIS 33
pensar que el mal ha desaparecido. Por el contrario, lo
que sucede es que la histeria se ha modificado, en su
aspecto formal. El vocabulario del alma sufrió con el
correr del tiempo camhios como los que se produjeron
en todos los idiomas. Hubo transformaciones, se hizo
más refinado o más rústico, según el nivel cultural al-
canzado en ese mornento por la civilización misma.
En la Edad Media contaba con formas de expresión
diferente de las que se usaron en la Edad Contem¡ro-
ránea, y lo mismo fue ocurriendo en épocas sucesivas.
Este lenguaje, como todos los otros, se regía por la
moda. El gran ataque de histeria, que dio lugar a tan-
tos informes rnédicos en los últimos decenios, se vio
sonletido a la misma mutación, a punto tal que, con
la plena diferenciación de sus cuatro fases, se presenta
muy lara vez. La histeria ahora se "disfraza" mucho
mejor y no se descubre tan fácilmente, desde que los
términos histeria e hipererotismo son sinónimos.
Lo fundamental'en la obra de Charcot, es su concep-
ción-fisiop.-atglógica de la enfermedad: "es psíquica pór
excelencia", dijo, y fue el primero en considerar que su
valor esencial era un estado enfermizo del espíritú. r,.Si
las emociones la determinan,'si la sugestirin puede $ro-
vocar o suprimir fenómenos histéricos, si el aislamiento
y la terapéutica moral ejercen una feliz influencia sobre
sus manifestaciones, en una palabra, puesto que aparece
o desaparece por acciones psíquicas, lógico es conside-
rarla como una enfe¡medad psíquje¡", aseveró Charcot.
En el año 1893 lli6uer"y Freud"f,uUii.rron un tlabajo
preliminar sobre "El mecanismo psíquico de los fenó-
menos histéricos", y en 1895 apar:ece el libro Estttdios
sobre la Histeria, y con é1, las bases de la concepción
psicoanalítiea.
En esa misma época Janet, haciendo investigaciones
sobre el hipnotismo, llegó a valorar lostuecuerdc¡s trau-
máticos inóonscientes/v
d'
aijo: "Estos ."Eft[ro. mentales
representan grupos-de ideas, de imágenes productot'a-s
de movimientos de una eonside¡able eapacidad plástica,
que quedan fuera del dominio de la personalidad cons-
ciente, a causa del obstáculo que crean a la vida coti-
diana." Charcot había vislumbrado ya el valor de estos
recuerdos_.olvidados, y en una eonferencia que dictó so-
bre las iéürosi! en los aceidentes ferroviaiios, insistió
riohre el papel ulterior do las perturbaciones de la me-
rrroria, que disminr¡ía. y la imaginaeión fantástiea que
 ,\. 1".\LI-AIiI]RRO
il
i,,. r.n¡.rr¡.,rlr;r rle llcrrar ias lagunas que se P|oduci¿in.
I.,, . ,r¡J,.t()r; (lLltl hal-¡ían sufrido un accidente hacían
rr.lrrtr¡ , l;,rl¡rsticr.rs de lo octrrrido _y los hacen aún_
, ,,rr ur r¡r;r1iz l¿i de verismo que aquellos hechos irn¿r-
|,rrrr r,) r ;rrli¡trir'ían tottra la ttaza de realismo.
l,r¡ r Ir.r.lrr¡s ¡s¿lss Charcot- dejan, sitr
, rrrlr.rr¡,.,r, -ggfr¿laba
rrrligenes penosas que se mantienen en el fon-
,l,, ,l, ir¡ r'orrcrcncia, y aun cuando parecel¡ olvidados,
¡ ,' . ¡ r,( u(,r (los plovocan y alinlentan temores, angustias
,, ¡,,rr rrlrsis, scg[rn que las itnágenes estén cargadas de
¡.n¡¡)i l()rr o rle moviruiento.t' A estas imágenes Janet las
ll;rrrro "r Ir'ur:l'rlos traunfáticos",
l'rrr;r (lr¿rsi"bt (1¡t49-1$18) Ia histeria no es uná en-
l,.r ¡rrr.rlrrrl rucntal siuo psíquica. Llega a esta conciusión
tu¡r¡l.rr)(i()scj t:n Ia rlisociación de la actividad psiquica cn
,1,,. t'.r'rrrirs de psiquismo, superior o consciente, e infe-
¡ r,,r', l)oliflonal o autonrático; y distingue los fetrór¡er¡os
l,.rrInr(.r)s tle los fenómenos mentales. Es psíquico todo
.r, l. r'oll it';rl que inrplique pensamiento, intelectualidad.
I', ,r l;r llr rol teza es psíquica,
l'irr ,';rrirbio, considera rnent¿rles tan sólo los fenómenos
,, lr'rrilolnr)s ir¡calizados en los centros del psiquismo
r l),,r r()1 . l)r' r¡sta t¡laboración deduce las si¡4uientes pro-
l¡,.r('r,,n|!: "'l'0rlo lo que es psíquico no es necesaria-
rrr,,nlr. r)r{'nta!. En la histeria hay siempre trastornos
,l, l ¡r.rrlrrrsrnr¡ infer.ior poligonai; si al mismo tiempo
lr.r1 tr.r ,l()r'n()s del psiquismo superior se proluce una
,,,rr ¡'lr,:r.r,'n v el histérico se conviert€ en alienado,"
l{¡lfii.lrn ,,,luciona cl prohlema de Ia histeria a stl
,,r,rlr' \' ¡ r,'¡' (tue todos los fenórnenos histéricos son sint-
l,l, r¡i ¡ i(l.i rro)nlales exagefados, por "autosugestión".
lrr,, ,t,r,. , ¡r i¡l,lunos individuos esos fenómenos se exa-
l, r ¡rr 1,,,r {tu,, "l)oseen utl aparato hister'ógeno tnuy des-
'r r,'ll.r,l,, t t,it il ',le contnover". Esta predisposición a
1,, I r.rr,rrr¡,,rrr, ; I¡rstéricos constituye la "diátesis histé¡ica
,,,,rt,r,r¡rlir" Il(,r'l)hein1 va tan lejos en su interpretación
¡, ,r, ,,1,'¡.r,'1r ,¡r, llcga hasta negar Ia existencia misma
'1, L l,r.l,,rrr ¡r¡;!n(lo dice; "Las grandes y pequeñas cri-
r ,1, l,r lu ,llr ilr on sus rliversas y numet'osas forntas.
,,,rr l,r rrrr¡rlr.r'r:rgcración de fenómenos normales de
,,r,l,,rr t, r, ,, li :rrrlr'¡tiito. Todos somos histéricos en ciert¿t
rrr,,,lr,l,¡ \,' ,ln r:r r¡rrr' )a histeria no existe por sí misma."
l,rrr,¡,,, ,lr. lrr ¡ ,)n( ('l)('iones psicOlógicas puras apareee
ll¡rl'rrr ¡1, \ { l}11''i l!}ll )), ^grefra.ndo al mec¿nismO de na-
Irl rrlr,¡¡r l, .r,lr¡r, rr r¡rrt ril ¡rrefiere llamar isugestión.
(.t Rs() t!.\st(l() t)r: t'§IC()_\\.\t.tsts i):)
,,lrr) orl{¿inico y reflejo. Su primera definición de la
lrrrl.r.r iir, forrnulada ante la Société de Neurologie eI día
li'rl(,lrovienlbre de 1901, dice: "La histeria es ur) csta-
,1,, ¡rsír¡uico que hace al sujeto que se halla somctitkr a
ll r':r¡rirz de autosugestionarse. Se manifiesta principal-
Dr(.rr1c por tr¡a¡_tgrRgS prirnitivos y acccsoriamcnte ¡ror
I r ;rs1.r¡r'nos secundai'ios.' La caractelistica de los tras-
lorrros primitivos es la posibilidad de t:eptodtrcit'los por
r,rr¡1r.stión con exactitud rigurosa en determinatlos stt.ic-
tr¡:r v hacerlos desaparecer exclusivamcnte pot la per'-
',,r:¡sii¡n." Babinsky eligió esta caracteristica de 1¿r histt'-
lrir I)ol'consideralla la más im¡rortante, ct'r,¿ndo tttt
l.r'ruint) nuevo, pifáiaúi.s»to, que deriva de tlos laíccs
l,r'i(,gi¡s que significan: persuasión y r:ur:able.
I'irra explicar el conjunto de síntomas de 'la gran
l¡rrrlt'r'ia Babinsky aomite dos meebnismos: uno, exclusi-
v;u¡rente psíquico, y el otro, purat)rente in_gtlg¡o,
S,rllier 1 es el autor de la teoría fisioltigica, que intertta
t),)r(.r'un substlatunr anatónrico a los ientimenos histú-
lr, os. Le habÍa llanrado la atención el insotnnio rebelde
l rrbsolr¡to de este tipo de enfermos, y algunos hechos
,'l¡nicos y experiment¿les le pet'mitieron attibuir tal
rrrrorn¿tlía de los histé¡'icos al hechq de que éstos vivt'n
.'rrrnelgidos en un estado de sueiro patológico. Y etl
r;rzrjn de que éste deja a los enfermos ctl t¡n aparente
,:rl¿¡rlo rle vigilia, propuso llamarle tigil«mbtrlist ?r)\'¡Si
l.s histéricos no duet'nren el sueño normal es porque
lr;tlritualnrente duenlen otros sr¡eños parciales." Es rle-
.ir, rlue éstos no afectan al mistlo tiem¡ro t<¡do el cere-
r'o, pero invaden sucesiv¿rrnente los divel'sos cetttt'os
l)
Irrrrcionales. Cada centro cerebral dormido deja de fun-
,ionar, producrendo trastornos en la esfela orgiinita
corrt,spondiente: anestesias, par'álisis, etcétera. Flste
'rrrr.rio o aletargamiento cerebtal permitil'ía comprettder
l,,s nr¿rtices y las conrhinaciones indefinidas que presell-
lrrn los síntonras histéricos, debido a los nunrerosos gra-
,1,r,; rk¡ intensidad y las v¿riacinnes, m¿is o rrlenos rápi-
rl:rs, rlrre ¡ruede revestir, y por la variedad dc los centros
;rl',,r'1,:rrlos silllult¿inea o sucesivarnente.
l,:r tt'r¡r'i:r rle Solliel se podría con,l)al'ar en palte a
l:r ¡rt'irirr psicoanalitica <le i¿s catexias intt'apsíqui-
, orrcr:
,;r'; rL' los rr.¡rlesetrtantes de los órganos, v st, hace más
r('il:r(L, ¡xrr .f lngenieros en Ilisf¿ria t s¡r(es,ión. lAO4. Ed- Spi
'i.ll' llr¡.ir)s Ai¡.s
:ir ; A. TAI,I,ATURRO
(;t rRs() nÁstCO DF: pstC()AN/\1.t.\tS J7
(,r,nrpl r.rril)l(' al su.rtituir "sueño parcial" por '¡carga l ¡r,¡r.lulos riespués, en el
Iilrr,lirrosrt" y "centtos cerebrales" por "representaciones ,rtrrr'(,¡)t.(¡¡Ilente de ,siglo xvul, Mesmer se apart«i
rlr, ,,t ¡',:rttos", lo sexual, ya que según su teoria los
, r.l
L:r rt,f lt'xología abordó también el problema de ia his- ''¡rr)os debían c.aer, para Áu curacián, ui-lo
¡ r r',rs convulsiva". oue frrln"u
tr,r'i;r y Krasnogorsky (citado por Gavrilov) pudo esque- . r I r.;rglrrital.
no es más qü" - orgasnr()
rr;rliz.:¡r' l:r fisiología de la histeria en la siguiente "n
l,)r'n):l: "Bll car'¿icter esencial de esta psiconeurosis es la .. l'r.r'r.en el siglo xlx, con Loyer_Villermay, se r-olvitj a
ll,'v¡u' la. atención
ri.lrilrtlad funcional de la corteza cerebral, que muestra
a lo g.enital y somático-. Get_rlgct se
,*,'r'('(;al verdadero cuniiicto al"d;¡;';;era ps;qulcn.
r¡n;r ercit¿rbilidad subnornral y un rápido agotamiento, l*r'o (:onsiderándolo como una
:rcguido de un restablecimiento muy lento de la excita- l,t,.r¡a genital que, aun cu-ando reacción fr.ente al prn_
l¡ilirlad del potencial normal. | (,nca, era lo que sostenÍa t
l; ;;;;;;; en forrna
"l)csde ei punto de vista biológico la histeria es una t lr:rrr.ot rcprime lo sexual (en oyer_VilerniáV.
'.r O".puá*
clerla fo.*ul'po. lo _"_
¡llt¡r't.¡sis cortical con los siguientes rasgos característi- nr)s {,n sl¡s artículos, pese a que personalmentb
,'os: 19, agotirmiento fácil de las células corticales; 29, f" di.;"r.
,.:r vez a Freud: ,,...Siempre l'o s"""ai..-.-.§i"*pil-iá
irr ¡r['rdida tle la labilidad norrna] del equilibrio diná- r¡ri-srno. . . ", refiriéndose a u",
frirt¿"i"u' i.i" ln
r¡rit'o y l]a la reactividad paradojal y la inclinacion aI ,r¡lt¿rba).
"on_
rlcsallollo de los procesos est¿iticos y las segregaciones I'osteriormente, Breuery Freud, como productos de
¡rr',riringadas del cortex." rrrra época de represión, se acercan
a la histeria en el
¡,1;rno_psicológico (ideas, estados á"i""1a".1 ,'p"ro el tema
Un an¿ilisis total del concc¡rto etioligico de la histeria ,r,xual no asume en aquella época- un p"i*l
1,.t.¿rnte.
p""ron-
¡rllnrite establecer qutr rlcsrlo cl prirner momento, en la ,

lidad Antigua, los nrédicos que abordaron el estudio de ,...1. po. último aparece en forma destacada el con-
t,ste rnal concibielon como r¿ríz rlel mismo un trastorno llicto sexual unido al concepto-psíquico áá in f,l=t..iá,'v
,r un¿r afección ginecolrigicir. La etiología de la histeria ,,s entonces cuando Breuer no ló soporta y
Freud quuaá
:,(, ))¿lsal)a en el útero. I.lxistía, pues, una intuición del r;olo.
.onilicto genital inconsciente, pero todo habia sido trans- Cientos de años se necesitaron para unir dos con_ \,
¡,,,r'tudo ai plano sonláti('o. en un tiempo.llegaron a ser paralelos y que
rnrdos. T.:,
:.:?1"^.^ hubleran permitido comprender- .v tratar'
I,)ste concepto inconscientc clel conflicto sexual o ins- eÁta
r¡eurosis mucho antes.
tirrtivo se mantlrvo a torlo lo largo de la Edad Media,
.n el transcurso de la cu¿rl cambió su expresión sim-
l¡olica. Fln 1a etiología de la histeria aparecía ei Diablo
('r)nro expresión simbólica de lo sexual, corno pecaminoso,
:irrtio y repudiable.
I,ll liberalisnlo que siguió a la época del Renacimiento
tr'ír.,{) consigo un abandono del simbolismo y los estu-
rliosr¡s de Ia época volvieron a considerar lo genital, pero
lnl'oc¿rndo el problema desde un punto de vista parcial,
t;rn srilo en su aspecto anatómico.
I,)n el siglo xvtt el concepto se amplía al tomar en
lr¡r,n!.ir lirs pasiones, pero al mismo tiempo es expresión
rlc r¡lr:r rlr¿ryor represión de Ia sexualidad. Se aleja el
t:orrr'{'¡rto rlr lo genital y se lo lleva hacia el sistema
ll (¡ l'v I ( )so,
 CTIRSO BASICO DE PSICOANÁTTSII 39

I)r¡rante mucho tiempo vaciló entre las leyes y las cien-

, urs naturales; pero su inteligencia, pronta para Ia con-
t rrrrlicción, su facilidad de palabra, y cierta preferencia
¡,,rr la historia general y las humanidades, parecían en-
, rrrrzarle hacia las ciencias del espíritu. Próximo ya el
lin de su bachillerato, se decidió por la medicina, reso-
lrrción que aparentemente tomó al oír hablar en una
, lirse sobre el estudio incomparable de la naturaleza
UAPÍTUI,O II rr,rrlizado por Goethe.
lln el año 1873, cuando en París los pintores impre-
l)!ISARROLITO DEL MOVIMIENTO :rionistas exponían sus cuadros por primera vez, Sig-
rrrrrnd Freud ingresó en la Universidad de Viena para
PSICOANALÍTICO lr¡<'hal contra algo que él no esperaba: el hecho de ser
.l urlío 1o tornaba intolerable a los demás, que pretendie-

Están aqui los res¡os de t¡n homl¡¡e del r'(,n hacerlo sentir inferior y extranjero por su condi-
qr. ." Prod. decir que antes de él el cion. Esta primera impresión dejó en él una huella que
ñundo "¡a (hsl¡nlo. lrrcgo se mostró en toda su importancia, ya que lo fami-
Patabras de Stefán Zweig en cl acto del li:rrizó con su destino de marchar en oposición y se¡
..j.1á a. los restos de Siernrrn'] Frertd' rrrr proscripto de la "mayoría compacta".
etr Londres. En sus primeros años de universidad descubrió que
cicrtas peculiaridades y limitaciones de sus dotes Ie ha-
,'ia.n muy dificiles sus estudios en muchas ramas de la
-á.
l,)xistc un estrecho paralelismo entre la.evolu(lión del ,'icncia, y él mismo, en sus memorias, lo admite al decir:
,, ,, ,,,,,i,iliri* v
';:;,-,:ii,;;;u la vidá Sig"."tt"l Freud' a pu¡to tal "Así aprendí cuánta verdad hay en la advertencia de
i;';:: i'nro"i¡t" intentar uná historia del movi- l\fcfistófeles que señala que es vano pasar de ciencia en
;i;;,,'i,; ;;-i¡;,áiili"n sin conocer los aspectos más des-
tan di-
.icncia, pues cada hombre aprende tan sólo lo que es
,',,, ,,,1,,r,',rn la vida del creadol' de este método (':rpaz de aprender,"
, rrl1,rrl,, :r<'ltlalmente. La carrera de medicina comprendía entonces cineo
\l , rrrrr¡rlirsc treinta y un años de la .inauguracton :rr-ros,pero Freud realizó una especialización natural en
,1,'l i,, ,,,,,'i' f,',1,'.,"r.til 1' NapoleÁn II I, tellía, ('Lrarcnta ]' l:r que no pudieron faltar, al margen de sus estudios de
,,, 1,,, ,,,,,,', rlc crlarl. en la ¡lequeña aldea rlt' Flt'iberg' t)rograma, Ios trabajos de investigación, que le insumie-
\l.n¡vr;¡, r'l ltl¿tltes ri de ma:¿o de 1856-, a lastt 18110' qltictt
ron tiempo e hicieron que trece años después, en 1881,
,,,,,,,, ,,,t trirro, tlestina(lo a ser lln genio ilrtst-re pequcñrr ( sresara de la universidad con su título de médico.

',', i,,,,i,:,', ,'f t,'ñ.r' Fleud, llatló Signlund. Ill I)urante seis años, mientras era estudiante, trabajó
lr.rrr¡r r u¡rl r'() itl)os cuan,lá sus padres lo lleval'<¡n a la ,'n los laboratorios de fisiología de Brücke, y en 1882,
(ur(l¡ul (l(' Vicna, donde se edue(i, cuando contaba 26 años, ingresó en el principal hos-
ll, ',rll rntlv l('mprano tlel¡ostró poseer una t'xtriiordi- ¡rital de Viena, como aspirante. Al poco tiempo fue
r,,,r,,, ,rl'ilirlir,l lrlt'ntal qt¡e le permitió dulante los siete ¡rromovido a médico interno, pasé de un servicio a otro,
rrtril., rLl r':rct¡t'l:t ser el primer alumno y pasar por'lo y estuvo 6 meses en el Instituto de Anatomía Cerebral,
otro sin dar exanlen' r¡ue dirigía Meynert. autor de trabajos que lo habían im-
l,r.nr,rrrl rlc trrt <'ttrstl a
" l'ltr rrrttt'r¡rr tnonl('nto sentía una inclinación especial ¡rresionado mucho en su época de estudiante, euando
él misnro en sus fuera de la psiquiatría y la neurología poeo de la medi-
Irru r¡r lrr r ,¡r r !'t:t rl<' nrédico tina parecía interesarle.
,l!, tu,tt tttt -cuenta
v rttc impulsaba antes bien utra especie de Fll misrno Meynert fue el que le propuso que se dedi-
1¡¡¡ ¡o,r¡rlrrrl. rlrli¡1irl:r más hacia el Eónero hutrlano que a crra definitivamente a la anatomía cerebral y que ade-
Ior, r,l,¡r'lo'r r,,t1¡¡¡'¡¡11's,"
l0 A. .I-,\LLAFERRO
ilr,r, I r¡[!r'r'ir ]1ts l¿bores de confelenciante para las
r r¡r 1,, , l rr;r'.i1 I r) )'¿! se sentía viejo' Pertl una intuicit'rn
,l, r¡ l)r,rl)¡{) rlcslino fuc l¿ cattsa que llevó a Fleud a
r,, 1,,,,,,, ,11 ,r1'¡ocituiento; a(lenlás, algo lo predestinaba
.r ,1,rr\, ¡'lrr s() ('n cl cre¿rdor del ¡rsicoanálisis: su inrpla-
, ,r 1,1,, , r rt rcn do lo insuf iciente que eran l¿i captrcidad
t¡ r,rl,¡ ulr,;r \, (,1 t'crnocinriento técnico de aquella época,
rrr,rrlr, rr.rr.iir que sc revelaba en la inrpotencia y ei des-
. ¡n¡ r¡ | 1,, ;rutt las neUf'osiS.
l'¡,.1r¡rr'¡ scguir trabajando, en forura ignorada, en ¿rl-
, rrr;r clínicas sobre enfermedades olgá-
()l):r(.I V¿ICiones
rrr, rr rlr.l srstcnl¿ nerYioso, ilegando a far:riliarizarse de
r ;,1 nriur(.r'ir con los sect'etos de esta especialidad que ela
, r¡t,¡rz ,lr, lot aliz¿r' utra lesitin t1e bulbo con tatlt¿ exac-
lt',r,1 r¡r¡r li)s ¿natonopatóiogos, al redactar el infcrme
,i, l,r ;rrrt.ti¡lsia, pliicticattrcnte no agregaban nada a sus
,,,rr, lrr ,r,rrr,,s. Fite el primer luédico vienés que enviri
,r lrr rruio¡rsiil, con diagnóstico plevio, un caso de poli-
rr¡,Irrlrri irgurla.
llrr tol;rl t'oncentración en Lln aspecto de la medicina
l,L;,, ,¡rrc I,'r't.ud pasara, sin dalle toda su importancia.
rr,,1rtr. ;r rur dcscnb¡inriento Drédico de ¡»'inrera nragni-
lrr,l \ ;r sc ct¡nocían en Austria los efectos tónicos ¡'
, ,rt,,r r, ,¡ r ,le l¿ cocaína, y Freud pidió a ia Sociedatl
\1, r,Ii r¡rro li' t,nviar¿ algunas muesttas para investigei
,, ¡,,, il,il,l,rtlos e¡1 ei psiquismo. Advirtió que e1 pa-
, r,,,,r.,, ,¡,r, lriu'Ía Ia ¡laslicación preselltaba, luego de la
,r.rr.r, lr,r,nsibilidad en la lengua y el paladal'; pet()
¡,,r,, ( ,,, rr,¡ lc intelesaba, Freud se lirnitó a erltl'egar
,r lrr /i, t t'tttt tlt Tt'rapétrtica, de Hcitler, un informe en
r I r¡rrr' .rnr ¡,1,'rrrcnte t'elataba el fruto de sus experiencias
r,. | ,)rr¡1,. \' l('r'nrinaba su trabajo diciendo que serr¿
,,,r\ ''r ri'nl,' r¡rrr' ;rlgttnos nlédicos se dedicaran al estudi'l
,l, l,r ,r¡rlr, rr iorrcs rle la cocaína como anestésico local.
\ I 1,,,,r ,, ,1,. ;rlticulo, un oculista, Koeller, entrevió la
¡,,,,rl,rlr,lr,l ,1,, rnscnsibilizar el ojo exterllo con una solu-
, r,'r rl,, ¡,¡,,rnir, \' una vez l'ealizados los experimentot,
,lr¡. ' r,rlr ¡r¡r¡()n slrs suposiciones, comunicó ei resultadr
,i,, 1,,, ,,,, .rr,r. rl ('ongreso de Oftalmología de Heidel-
l,,.rp, , ¡¡ ,l rrrr,, 18U,1. Este fue un ludo golpe para el
¡,r.rrtrrl rrrr lrur¡ o, rr ptrnto tal que uno de los biógrafos,
\Vrll,'l ,, .lr r)r (tu(' ('n el airo 1906 Freud todavía no se
trrl,r¡r rrl, r,1,,,1,, ,1,' r'sttt hecho. En esa misma décatla
,l¡,1 l{tt rr,,r r n , un,rlrrncizr especial vino a reunil' a los
Irr', llrrrl,r,.,¡rr,'lrrrlrítttr tenido participación en el des-
(_t RS() B_\SICO DE PSICO \\.\t.lsrs 4l
, rrlrrirniento de la cocaína como anestésico" Fue necosa-
rr, ir)t.ervenir quirúrgicamente al padre de Freu<I, que
,u1'ri¿r una afección ocular, y durantc la opelacititr estu-
vr,r()n presentes Koenisberg, Koellel y Freud. Iiste írl-
trrrro, mientras tanto, seguía sus investigaciones, Un díl
,,y() hablar de las experiencias que realizaba Jean ;\1ar'-
lin Charcot en París, y de inmediato se t(azó un plan
ilr' :rcción. Su primer paso fue lograr un nornblamiento
,lr. r:r¡nferenciante de enfermedades nerviosas en Viena
¡'nra poder continuar luego sus estudios en Par'ís. Err
lrr primavera de 1885, cuando sólo tenía 29 ailos, ftre
rl,'signado profesor adjunto de neuropatología, calgo que
l,r¡¡r'ó merced a sus publicaciones clínicas e histológicas
s,,lrre el sistema nervioso. Posteriormente, con el irpor"o
rlr. Brücke, obtuvo la beca que le permitió salit' paia
I':rris en el otoño del mismo año.
con una enfelma, lrr
€xpl e,-
la mente de
rnuchas experiencias él mismo volvió a
y otra vez.
Poco a poco la vinculación de Charcot y Freud se fue
haciendo más estrecha, pasando del plano módico al fa-
miliar; y finalmente, el gran maestro francés le pro¡rrrsr,
al alelnán sus obras.
r¡ue tradujera
Lo que más irnpresionó a Freud, que trabajaha acti-
vamente en la clínica de Charcot. fue cl hccho rlc que
Ias experiencias que éste realizaba probaban plenamente
la legitimidad de los fenrimenos histéricos, no sírlo en las
mujeres, sino también en los hombres, y que la aparicirin
de parálisis y contracturas por sugestión hi¡rnírtica tu-
 l2 A. TAr-t-,\¡ l llRo (Jt'RSo BÁSICO DE .DSICOI\NÁT-ISIS 13

vir'¡lr¡r trrr rri:n):rs características que presentaban, es-
l¡r,lr I rr r¡r.rr rrrlrr 1,r,, los enfermos,
Arl,.r rlr. ;rlr:rnril¡¡l¿r París, consideró con Charcot la
¡rr,,ll,rlr,lrrrt ,lr, ¡rublicar un trahajo comparativo entre las
l,rrrrrlr,¡ . lri¡li'ricas y olgánicas, pues había notado que
Irli ¡rr rrrrr'r'r:r rro siguen Ia topografía nerviosa anatómica,
',rn¡),l[(,(,:itat] ('xpresadas de acuerdo con ei eoncepto po-
¡,rrl;rr' f ll lr:r rlicho que Freud había aprovechado su estan-
,'r:r .n l';rr'ís para compenetrarse de ios conceptos de
l'rr,r'r'r. .lrurt't, y esto parece que le molestó bastante, pues
,.1 rrrirr»o, cn su autobiografía, afirma terminantemente
,¡rr,, rrrir,rrl.t:rs estur¡o en París, no vio.jamás a Ja,net y
rrr :rir¡rrit'r';l lo oyó nombrar.
l,lrr .l l.ranscurso de su viaje de París a Viena se
,lr.luv. ulros días en BerlÍn para realizar unos breves
¡,rrlrrrlr..; rlo neuropediatría. AI frente del Ambulatorium
rlr. llcr'lin estaba entonces Kassowitz, cuyas teorías y
r'.n, {.1)1.()s rle la constitución del protoplasma tuvieron
r¡rllrrr,ur.i:r sobte Freud, quien 1os citó como base de sus
¡rl'rrrrrrcionr,s cn la obra IIIó,s allú' rlel principio del pla,cer
,¡rr,,¡rrrlrlicri cn el año 1920.
l,lrr r,l r¡l,oiro de a la edad
Itrlr¡r'r. v sr, Iatlicíl
rrr,.,l,r,l,'rr rrctt t ológicas
I I llr) i l[(':;(,S n1:iS
,ll,l ,l, Nl,'rlitina de
. ¡¡rt¡r.,1 i ¡! I'l¡¡-ís y acerca
, I lr¡r¡lrt, ttl, ,lt. en que
I'rrll,r lrut l¡¡: cuando
Más
li-l lll lrll¡'tr'lll
i lr r¡l1ilrr ,lr. l:r r;1lOCa,
rlr,, i¡ l, ,lrll rrr)
If t r¡r trrlrt,'ulitt:t, yit que
1,, rlr,¡rrt¡rci;tlr;t
p.t lr,¡t ¡1 l¡ ¡11¡,',o/¿, (lll(, significa
Itrllr,,llr lr, rruuril'r'stó iisa y llanamente que no había
viqlil rr¡r ,(rlr, ( {:;r) r'n hombres, Con síntomas similafes a
Iofl rlrr, l,'r,.u,l lrrrlri:r rlcscripto. Los médicos allí reunid«rs
l,r irrltlnr.n ir lrr¡:r('nl lln caso que pudiera calificarse
r'oilto lrlñlr,r irr rrrrrculin¿¡. En vano intentó Freud ha-
llnr lo, ¡rrr,,rr l,rlo.r lo:i vir.jos médicos vieneses y los jefes
rlrr ¡rrrr, lr'lo l(.r'r,r'rIt0n ¡rr:icticamente las puertas para
lrr rrrvcstigación de casos. Billroth y sus colegas nega-
l,rur un hecho prácticamente demostrado y pretendían
lrrrr,r'lo con el irma de ia etimología de la palabra.
\rrn cuando parezca extraño, esto fue concretamente lo
r¡rrr. sucedió y sólri con el correl de muchos -años pudo
I: r'(,1¡(lcomprender por qué sus ex amigos habian adop-
l¡rrlo esta actitud. Ya en el umbral de la muerte, Mey-
rrr.r'1,, su ex profesor y ex amigo, que se contó también
,.rrlrc los enCarnizados detractores de la histeria n'Iascu-
ln¡:1, le confesó a Freud: "siempre he sido uno de los
nlrs bellos casos de histeria entre ios hombres", agre-
lirn(lo que en su juventud se intoxicaba con cloroformo,
¡,,,r lo cual ".t oná opottunidad fue necesario internarlo'
.,r*i uio Freud que, en realidad, sus ideas desenmasca-
lrrlr¿rn a los médicos víctimas de la histeria y que eso
l,»r habia lievacio, de la sitrcela amistad en que se halla-
lr:rrr antes, a encono por situaciones inconscientes, que
,,, ¡novilizában en elloi. En vista de que no le permitían
t r':rbajar en los hospitales, Freud se decidió- a buscar
,nr histérico en algún otro lugar, y dio por fin con un
lr,»nbre que presentaba el cuadro clásico de anestesia
i,irl-érica.' Triunfalmente Io llevó ante la Sociedad Mé-
,i¡,:r, p"i" su reveiación fue recibida sin mayor atencitirr
I)uiante todo el airo siguiente Freud no halló un lugar
,t,,rri" áictar sus clases, a taiz de lo eual se retiró de
1,, rriáa académica, dejando al mismo tiempo de asistir
,L todai las sociedádes médicas. En el año 1886 se ins-
trLI«i en Viena como especiaiista en enfermedades ner-
Socie-
En ese mismo año le causó viva impresión el
"i"*a".
I'racaso del método de Erb que aplicaba er¡ sus enfer-
con Charcot.
r¡ros. Dice en sus Memorias que desgraciadamente era
t.;ri'de cuando se dio cuenta de que esa serie de conoci-
se aLa rnientos no eran resultado de estudios serios, sino tan
célebre
srilo una construcción de la fantasía, y que cuando se
de la ,,¡lu"á curación, ésta era, en realidad, tan sólo la
, *"."ri¿""",de la sugestión que ejercían sobre el enfermo
¡,,rr una parte el médico y por otra el aparato'
Ante esta situación concreta, inició la búsqueda de
rrn procedimiento sustitutivo, y recordó que en París se
, al hipnotismo como medio para provocar sínto-
""r'rú,Sopo
*ut. -contambién que en la ciudad de Nancy, Liebault
lt¡curría bastante éxito a la sugestión para curar
sin llegar en todos los casos al estado de
"ni".-ádrdu",
f,iproii"*á. úurante'-la primera etapa de su actividad
¡,rirfesional, y después dé haber abandonado el método

II A. 'I'ALLAFERRO
lr,lrr';r¡rir',r tle Urb, Freud empleó la sugestión como
r l,.,
,.,, ¡,,,,,, r¡r:,1 irrst.¡'utnento de trabajo. Este método, en
'rr,,
r,.rrlr,l;rrl, lt sa.tisfacía totalmente, pues carecía de la
t.,'rrrr'rr hi¡rrroticzi suficiente como para sumir.en un sue-
rr. Lrtrl ;r ,,1H,,,,t," de sus pacientes, que tan sólo llegaban
,' ,rr, ,,'l:rrkr tlc r¡ediana ñipnosis' Abandonó entonces el
r.l rrrlr, r, r.l tratarniento dó las enfermedades nerviosas
,)r t,:uri,;|i ¡rtrra abor'dar con el mayor interés tenian las enfer-
,,,,'.,1,,,1,'' ¡,ií<luicas que hasta ese instante no un
i,,,i,,,,,,,'rit,, ,lo.recto. Con el fin de perfeccional'su téc-
nr,:,, l,i¡,ttritica, pasó todo el verano de 1889, cuando ya
t,,rrr;r :lil ¿tños,,in la'los ciudad de Nancy, donde tuvo oca-
,,,,, ,1,' J,tt'seut'iar trabajos de Liebault-en mujeles
r lrirr.:;,1,'la,'lase obrera de la zona, con los que éste
i r ;rlr;r.irrl»t. I't't r¡ la impresión más duradera fue la quc
1, ,,,r¡s,, ¡¿¡ llgltlt' experiencia de Rernheim' La eiecución
¡,,, tlri¡rnoticu tle una olrlen es, de por"si, un fen<'rmeno
i,,,',',',,,,n1,, intelesantc. "Ahota se despertará nsted
t,l hipnotizador- y delrtro de tres mintltos se
ILl ri t'l s,»rrbi cl o que está colgado en 1a ¡rercha'"
r :¡l t'st¿tdo tle vigilia, el sujeto sonletido a la hip-
lrr¡',1 :;r, lt,virnta, va ai pelchero y se pone el sombrero'
i
l, ¡'r'cgunia por qué lr, ha hecho, dice cualquier
r',,,i1.r'¿iriarrrente a lo que cabría esperar, no ex-
,¡rr' sintiri un irnpulso especial que lo llevti,a po-
por el contrario, arguye cualqulel'
',t ri(,nrbI'ero; parecer ntás o menos ltigica, como ser
1rr,. ¡rrrcrla
'
,1,,,, ráli, n que quería cornprobar si .era el
'1,,,,,
l'j' l. ft'nritleno es con()cido lrajo t'l notnbre tlc
\ lr' l i;r "A" dc Be rnheirn. Es decir: el ¡raciente
:rl)r) llll¿t aC( irin sin conocer las causas que lo
¡r r, v ( r¡ando se lc pide una .justificación de su
'rlrr¡l l;r
rrricrrtr,, sin saber que está mintiendo. Ttata
'rrrlr¡r
lr.rlrrr rt¡ rr r,r¡rlittción que conc uerde con el nredio anr-
rtlttlr' ¡ ,,,t 1:r t'ttitl lo que ha hecho parezca rac ional.
l,l ,t ,, llt rro lr:t reci bido en el psicoan álisis la deno-
lllt¡¡lr'lr'l rlr ,,,, i,nalización. Un hecho, una represen-
¡¡r l0ll, il r rrr ¡rt tlsrt, desconocidos en su origen Por ei
I
.tt¡r.l,r, 'lott i itl)ll( ('s lcr movilizar un acto volitivo de cual-
r
rlrrir,t lt¡ro ttt t'l t'{)n sciente, y cuando se le pregunta al
l)lr'¡r.ltlt' ¡r,tt r¡tti' lrlr ha efectuado, da una razón
que
r oncltllt ¡t r;tt ¡tr'l.it,ttt I r¡n significado más o menos cohe-
ltltlt'v lr¡llit'o.
l'lcl rrlrr,iln lri¡rrrol,iz:rlr:t, sobre todo, a personas sanas'
l() ( r¡:rl ¡rIrrrrilirr inl'r,rir <1tt<, las personas plleden obrar
CURSo BAsICo DE PSICoANÁT,ISIS 45
por motivos que no son los que proclaman consciente-
¡nente. La filosofía ya había prepara<lo la denota de
la teoría del libre albedrío, y la experiencia "A" de Bern-
heim era la demostración cabal de que no se podía sus-
tentar totalmente la mencionada ley, según dice S'ittels.
Pero la base en la que se apoya la terapéutica del
método psicoanalítico se halla en la experientia ,,8', de
tsernheim, que es la siguiente: el hombre cumplió la
orden y entonces con firmeza se le pregunta:
usted seguro de que ese sombrero es suyo?
-¿Está
(Efectivamente no es de é1.)
piense... ¿Por qué se lo ha puesto...?
-f,¡16¡sss,
recuerdo. . .
-No . . Usted tiene
que saber. . . Piense bien . . .
-Sí.
Y por medio de la sugestión y de la insistencia se
llega a un momento en que el sujeto se acuerda y dice:
me puse el sombrero pol'que usted me lo or-
-Sí,. .
<lenó.
Se logra, pues, en un instante dado, que lo que no
era consciente abandone el inconsciente y entre en el
campo de la conciencia,
Si Freud había aprendido en París que se podia uti-
lizar el estado hipnótico para produeir un síntoma his-
térico, en Nancy comprobó que, sin hipnotismo, nada
más que por medio de Ia persuasión y de la insistencia,
se podía retrotraer el síntoma a las representaciones y
afectos que lo causaban.
A su regr:eso a Viena, Fret¡d recordó el caso de una
histérica que había reaccionado ante una técnica deter-
minada, y se puso en contacto con el doctor Breuer,
famoso médico vienés, que la había atendido, pidién-
dole que le ampliara los datos que le había suministrado
anteriormente.
La paciente era una joven de educación y dotes poco
corrientes, que había enfermado mientras cuidaba a su
padre, por quien sentía grap afecto. Cuando Breuer
estudió el caso, la enferma presentaba un cuadro va-
riado de contracturas, inhibición y un estado de com-
pulsión mental; observó además que la ioven salía de
su estado nebuloso de conciencia cuando se la inducía
a que expresara verbalmente el estado afeetivo que la
dominaba. Merced a esta comprobación Bfeuer logrír
un nuevo método de t¡atamiento,
Sometía a la paciente E un estado de hipnosis pro-
funda ineitándola a que eontara qué era lo que la ¡rer-
J(;
\. t-.\1.t..\t [.RR()
Ll¡rl)¡rl,l. y tlt's¡>ués de haber vencitltl por este t.llétclrltr
l¡r llr,.r; rl,' r'orifusión depresiva, em¡rleó el nlismo siste-
nur l)i¡ r'rr Irrotlif icar sus inhibiciones y los trastot'nos
l'tilr{ r,r;
l'in t,starlo rle vigiiia Ia joven no se hallaba nlejor'
lrr¡r;u rl;rri:r qLte otroi enfermos para describil cótrro ha-
lrr:rrr :rrrlgi<Ii krs sintomas, no podía descubrir lelaciones
r.n l lt' t.llos y los diversos scontecilnientos de su vi<la.
l'(,r r, (,n el estado hipnótico revelaba inmediatameute
r,;;r o< rrlta rclación. Decía, por ejemplo, que sus sínto-
nrir:l s(' l)r'esentaron en un período de honda qnlggir'll,
rlr¡r':rrit.c la enfelmedad de iu padre, lo cual revelaba
r¡rrc los »risrrros tenían un significado y eran residuos o
lr.rrrilriscenci¿s de situaciones emotivas.
AI lelatat'el caso, Fleucl dice que casi siemple se tra-
l:rlrir rlc pensamientos o intpttlsos que ella había tenido
,¡rrc lc¡»'imil nlientras se hailaba al lado del padle en-
I',,r'rnr,, y en lugar de ellos, más talde, se habían pre-
'icnl.:rrlo corlo sr¡stitutos los síntomas que la aquejaban'
I,)st,os últimos no eran el lesultado de una sola escena
tlrrrrrn:rtica. sino la consecuencia dc la suma <Ie un ciert<r
nunrclo de situaciones anáiogas. Cuando la paciente
lr.,'r,r'rl¿rba una situación de este tipo en folrna aluci-
¡r;rlrli;r y llefaaba a expl'esar libremente, en el estadc
rl,. Iri¡rnosis, e1 acto que originaliamente había repri-
¡rrrrlo, t'l síntonra dcsaparecía y no volvía ¿l presentarsc'
l)r. r':;1.;r r)rancl'a, y al cabo tle un per'íodo bastante pro-
l,,n¡i;rrlo, Iltener logró hacer desaparecer casi todas las
u¡¡rnrf'r.r;t.lciones somáticas que presentaba la enferma.
l,ll rrr¡r.vo método utilizaba el hipnotismo de una ma-
r,¡.r¡r rlrslirrt.:r a la empleada hasta entonces. l,a hipnosis
,.rr.;r:;l r;t ln su finalidad telapéutica, en sugestionar al
'rrlr.r'rnr¡ ontI'a sus síntomas.
( Por ejemplo, a un pa-
r ¡r,¡¡1. r1rrr, r;rr[r'ía una parálisis histéric¿ de los dedos, se
lr. ¡rIrrrr:rlr:r irtrperiosamente, mientras se hallaba hipno-
Irzrrl,, r¡rrt los podía movel y sc le ordenaba que lo hi-
r'r(.r':r. ( lor¡ r'l »rótodo catdrtico Ce Breuer, la hipnosis
,.rr¡ rrlrliz:rrl:r ¡»rla descubrir los sucesos que habían cau-
',¡r¡l¡r r'l :iir¡lo¡rt:t v Ia relación existente entre el incident'
pr 0vor',r(loI v cl fenómeno patológico.
l,'r ¡,rrrl lolr:rirk,rti sumal¡ente intetesantes las observa-
crol¡r.:l rlc llrtttcr, y comenzó a investigar entre sus
l)t{rl)t(,,i ¡r:r, ifrrlCs J)¿rl'a ver si presentaban las mistna-*
:;rl.riru i,,rr,..r y si la sintomatología se modificaba por el
rrri:rrrrr¡ rrr,,l.r¡rl¡r, t.r'rrb:rjo al que se dedicó durante cuatro
(;t trs() tlL\stc() r)Ii t,5tc()..\\.\I_t5ls
¡¡u()s. En el año 1893, en colaboración con el nismo
llrcuer, dieron a publicidad un trabajo preliminar titu-
l;rtlo S¿.¡D¡c el rnecanísnto psíquico d.e los lenóntenos his-
Ir:rícos, y dos años m¿is tarde presentalon sus .Esúadios
sobre la h,isteria, Est¿ últinla obra no pretendía aclaral
o establecer ia naturaleza de Ia histeria, sino tan sólo
(lemostrar o esclarecer, en cierta forma, el origen de
los síntomas, señalando simultáneamente la importancia
ft¡ndamental de la vida emocional y la necesidad de con-
siderar, dentro del psiquismo, dos zonas, una eonsciente
y otra inconsciente,
La teoría sustentada era revolucionaria para la medi-
cina del momento, al incorporar dos nuevos factores en
el co_ncepto etiológiqg de la hisfieqia: el dinámico y el
económico-
El factor d,índ,mica considera que eI síntoma proviene
de la represión de un instinto o afecto. El concepto
económico presenta el .SÍB"!SmA" como un equivalente o
sustituto de esa energía que pudo haberse expresado en
otra forma. Es decir, que el síntoma es el resultado o
equivalente de la energía que, si se hubiese expresado
directamente, no hubiera dado lugar a tal manifesta-
ci6n. Por otra parte, si la fuerza instintiva no puede
expresarse en forma directa, da lugar a un síntoma, y
si éste no resulta suficiente para la descarga de la enel'-
gía, necesitará cleal otros sustitutivos, hecho que se
debe tener en cuenta cuando se hace Ia valoración de
los distintos métodos terapéuticos, ya que muchas veces
puede desaparecer rápidamente un síntoma, pero ello no
significa la cura total, pues en otro lugar y sin vincu-
lación aparente, surgirá quizás el síntoma o va-
rios- equivalente al que desapareció, -uno
Los resultados prácticos del método catártico fueron,
al principio, muy buenos; pero posteriotnlente colnenza-
ron a aparecer ios defectos comunes a los tratamietltos
que se basan en Ia hipnosis y la sugestión. El nrétodo,
empero, fue útil en su época y mantiene aún hoy cierto
valor, especialmente en el tratamiento de afecciones
agudas y superficiales.
Durante la Segunda Guerra Mundial el narcoanálisis
fue utilizado como método catártico y con excelentes re-
sultados, por L. Alexander y Sargant en la evacuación
de Dunkerque y por Grinker y Spiegel en el norte de
África. Pero el mismo Alexander señala que los vete-
ranos de guerra no reaccionan con la misma intensidad
 (.t lt\() lt..\sl(.() l)1. l,\l(:().\\.\t.t\ts
A. T.\LL,.\FERRO
-l !l
.l ¡r,

r,¡rlr,r'llrn. Ésta le hizo una escena anlorosa que él lecor-

,lrrl,rr siempre con desagrado, y por eso, cuando Freud
nr:inru¿rba que lo sexual tenía importancia dentro de Ia
,'trrlollía, Breuer revivía aquella situación traum¿itica,
r,','lrrzando de plano la teo¡ía. Indudablenrente, Breuer'
rrr riul)o nranejar en la paciente la situación transferen-
' r¡rl, l)()l' otra parte muy intensa en Ia histeria
y con
t',n(lcncias hacia la actuación.
l¡¡'t'ud continuó solo sus estudios y, con el correr de
1,.; rrrios, modificó el nrétodo catár'tico, desarrollando otro.
I'in primer lugar, sus condiciones de hipnotizador eran
rrrr,rliocres; no conseguia sumir en sueño a todos los
¡rrrcicntes, y aun en aquellos a los que necesitaba llevar
n r¡n estado de sueño profundo, sólo conseguía inducirles
rlrrr hipnosis leve. Además, comprobó que los resultados
lxilosos que se ohtenían con los enfermos, desaparecíau
,r ln relación médico-paciente se perturbaba. Es decir,
.r había una falla transferencial. Resultándole impo-
rrlrlc controlar y estudiar esa situación transferencial
¡,,,r el mecanisnlo nrismo de la hipnosis, r'ecordó la expe-
'rr,ncia "B" de Bernheim, que habia presenciado en
Nrrrrcy, en que el sujeto mentía sin saberlo; pelo cuando
'u, lr insistía, finalmente recordaba Ia orden hipnótica.
lfltud pensó entonces que los pacientes debían saber
rtu(i era lo que les habia ocurrido, e intuyó que si se les
¡,r,rsuadía con insistencia. posibiemente recordarían todo.
l,)st¡ fue el camino por el cual orientó su nueva técnica.
La primera etapa fue el método catártico; luego aban-
,i¡nti la hipnosis y recurrió a la pelsuasión y a la su-
¡,r.stión, colocando la mano sobre la frente del paciente
v ¡rsegurándole que, si pensaba insistentemente, podía
lo que había ocurrido. Así fue, por lo que
tr,('ordar
[roud utilizó e] método hasta aproximadamente el fin
rk'l siglo.
La modificación siguiente consistió en eI uso de la a.so-
, tqciótt liáre, que descubre el inconsciente mientras la
, onciencia sigue actuando, En esa época fue cuando
rrrlquirió importancia el antilisis de los sucti.os a través
rk' las asociaciones libles que hace el paciente, 1o cual
¡rcrmite al psicoterapeuta enterarse de todo lo que piensa
r.stc e ir encontrando el elemento o la cadena asociativa
r¡ue ha de llevarlo a lo nuclear. Con este procedimiento
rrl yo sigue existiendo, no se anula, como en la hipnosis,
lr,r'ro
' ¡,trt tr l"rt'ud. ¡rrrrmitiendo el estudio de los mecanismos defensivos del
I ,; ;t,;; tt¡rrtt.ntt'tncnte sucedió fue que Breuer
sufri<r rrrismo, como asi también de la transferencia.
,,,,''1,, ,f,,, lr,,,tt¡l;t ,ltrrante el tratamiento
de su famosa
'r( A.'t',\LI-.\r'¡'.RR()
)
CTIRSo BÁSI(]O DE PSICOANÁI,ISIS ]-II

rfrf(' lue a la vez su primer director. La experiencia

,lll,1,iil-idl en este prinrer establecimiento, demóstró que
''t I)lan para la errseñanza del psicoanálisis debía ier
,.rrl.ructurado, y efectivamente asi se hizo. Las normas
'tr¡c sentaron rigen en Ia actualidad, con algunas ligerai
vru iantes, en todos los institutos psicoalalíticoJ ¿át
nnrr(lo y tienen tres etapas fundameniales: psieoanálisig
Itrd:ictic_o, Enseñanza Teórica y Enseñanza práctica. El
l'sicoanálisis Didáctico se efeitúa sisuiendo la ;ism;
tr"r'nica de1 terapéutico. Su finalidad-is--p.iion¿iru,
,,1 inconsciente del candidato a psicoanalista para "n
esta_
l,ltr:er si hay elementos pertuibadores. Esta prueba,
rrl
.nrismo tiempo, resulta un extraño trabajo pia"ti"á.
I,)n.el psicoanálisis no se puede, como se hace en la
rrrcrlicina corriente,,r,ealizar estudios en cadáveres, y por
l, l.anto el nraterial que se emplea,es el que suministra
,.1 rnismo estudiante, lo cual pérmite que vaya cono-
, r.ndo en sí mismo los mecanismos psiquicos, se
conozca
¡,r'ofundamente y elimine, si es qué eii"t" en éf, toaa
,r.il,uación.conflictual., pue.l bien puede suceder que si
llr,(a a ejercer el psicoanálisis y se Ie presenta un caso
¡ r)¡r un conflicto idéntico- al suyo,
como no ve la p.opia
,,rl.t¡ación conflictual,..no la-verá úampoco en el pa¿iente.
t.¡r c¡erto modo, "su" problema seria un filtr.o de color
,luo anu.laría, para el análisis, todos los problemas
seme_
¡rrntes. Por esta razón, el psicoanálisis didáctico es de
lr¡rrrlamental importancia lu f.r"-""1¿"-á"'un futuro
¡r, ir.oanalista. "n
r¡rl)oil{,r'rr¿¡d¿r nuevo sino qne, por cl cont,rario, se pro-
¡,.¡ri r¡rrii:r| 0 extraet'algo. Con esc frn investiga el
',r rt,.(.n, l;r grinesis rle los síntot.t-¡as y sus conexiones con
lrr vi¡l:r p;rl.rigena qLtg quiet'e hacer desapalecef."
l,rrr'¡,r¡ 1¡,, separat'se de Ilreuet', Sigmunri l'reud con-
rrr,, l lirlr;r¡rtrrrlo cn la soledari hasta el año 1903, en que
l(nrl,, [[;t r|<:s¿¡ te<lottda (lue se l:eltnía generalrnente
1,, n¡¡,r', ,)lr.:i ¡ror Ia troc:he ¡' resultó set el nricleo de
l,r lrrlrr¡ r,.\sor.i¿rritln I'sicro¿rnalítica Intern¿rcional. Se
Irrr rr,¡r ;rt,rr,y1irrrr1o esipecialistas de diversos países, y fi-
r:rlrr,,nl¡,. ,.n (.1 ar-lo 1908, en la citldad de Salzsburgo,
,, r ,.:r lr;',, ,,t ¡rlinrer Congreso de Psieoanáli¡is en el
,tu,. r¡r rrr,,lr,o, Strrlger', infornrti. por primera vez en la
lil.l,,rr;r ,1,, l:r rrr0rli(,ina, sobrc la curación de ttn ca.so
,1, lr,,rrnr,.rrr;rlirl:¡rl I)or ntedio del psicoanálisis.
t,lrr ,,1 rrrrr¡ ll)110 sc fundó en Berlín un PolirlÍnico
l' rr ,,rr¡¡:rlrlr¡',, ( (,¡r r,l :r¡lo-,o econón1ico cle l\f ax Ettington,
 CURSO BASICO DE PSICOANALISIS

l,r ¡r;irluis esté dividida en tres planos delimitados con

rr¡rv,r'o menor rigurosidad. Se debc considerar que son
trr,rz:rs, cargas energéticas que se desplazan en cierta

CAPÍTULO III CONSC,IÉNTE

.IOPOGRAFÍA DEL APARATO PSÍQUiCO

PRE CONSCIE\lTE
l,l teoría psicoanalista tiene la particularidad dequeno
,.,,,íi¿ái'ál"io't actos psíquicos de la misma-manera
'"reli"'' Esta ros. e.studia como ele-
];J ;;;;'tu ;;i";;;á
I
i

-iu v
;,;,,;.;;; yuxtapuestos, asociados estáticos' I

vida psíquica como evolu-

I

l,ll nsico¿náliri. .or.'i'ír" com- lr

,i,irr' lí.""á"i"'á"-ru".'ut elementaies' atttagónicas' TJ

¡rrrostas o resultantes,";;-
;; coniepto dinámico del F-
z
lr I

¡rs it¡u ismo. UJ

l¡. l, ónoca en que inició eI estudio del material acu- ó
la necesidad de crear un esbozo
,.'ii",r"i co
pára hac"r colnprensible o estlucturat su teo-
;;i,;tli;; "á"ittlá'ri-e'J
',1i,,,""'";r;i;á-tiur.,.,po
Z.
un orden en la inves-
mantener O
estructura
iir',,.i,,,,. Cleó para esto 1a ttt'ctapsicología' -los
lri¡r,,li'tit':.r, qr" le =lruil"para ir colt'cando
distintos
,l.rrrt'lll.s cslructtrratei tie su teoría en un con'iunto
, ,,,rt tlin¿tdo.
de los
('()n)o no podia encontrar o explicar el"oligen deter-
,,,,,,,,,,,,."""i.0ii"ot "i"'-t*jlt"inrun¿ funtión
si't"- u hizo ta7
i, ;' i,,ii'." ;" 1,* ór irii."i- ün
,ll i',1 I I:
^:-p:::"1'
el q.ue actuarían
,,,;l lr¡r'l,ttritción y concrbió ese espacio Esto' a
,ri',,',,',,ti.rrr*ri" i". ¿it[i"tas fueizas psíquicas' lorma, que tienen un tipo de vibración que es específico
.r'ir¡rr'r':lvista,pal'ecealgofantasioso;-pert-r.hayquere- y que todas van a estructurar los tres sistemas que
l',ii:i',.';,J,: i;'"í;;;;i, á; las teorías necesario científicas siemptc
fantástico, que es v puede I,'reud ha denominado y dividido topográficamente en
;i;:,;,';, ;,i;,, de
que permitan con- Inconsciente, Preconsciente y Conscien.te, cada uno de
,','',,,,'.',,,', t,' crtantlo reúne éondiciones
los resultados de la .llos con características determinadas. Dentro de estos
,'rli;rl l:¡s t'xigelrcias pt¿"ttl"át con
el caso de lres campos de límites imprecisos, se considera la exis-
, \ r,('r i, rri'irr. uaste, cJml .*uncionar Icncia de tres instancias o localizaclones, que actúan
l,, ';,.;; ,1,' t,. i"*'"ldad "j"*pio'
de Ehriich'
"' ';, ,'¡r distintos planos y que adquieren las características
ri:i"''i,,,,i,,,,,,,r"tup.i.Jógico-una teórico 9i TT"ud cumple
topografía.Iip"!!!i:L,.lil ¡rlopias de ese nivel de la actividad psíquica son: el e¿¿o,
¡ ()n ('rilori lotluisitos' Es
t,l Eo y el superyó.
l,l',,,,,,t,, r,*,,1,.',t.].:, u::,; "=: """"t"","#i"n'J"".t"*i::i".]l"TJ: El yo, por ejemplo, tiene una parte dentro del cons-
,1,', i1 . ttt riltltllt't'¿l, rlul
cicnte, pero llega al preconsciente y al inc$xlsciente. El

W ,,ilr¡,i
r,l,r,li,
lt,.
,'l Á. TALLAFERRO
r'l/r¡, t rr trrtttlritt, e st¿i totalmente situado en el inconsciente
v ,, l',,1,, r)oI lrs le.yes de ese sistcnla' En suma, son
,1,,,,,t',,, ,l,l lirnites eslfumados que tienen zollas fronte-
I rzlr; r'ollltlncs.
EL SISTEMA INCONSCIENTE
l,)l concepto de inconsciente es, en su mayor part-e:
1,,,;;;,'u,';;';i sentido de que riunca ha sido ob.servado
rlilt'r:tunronte. Pero ai nljsmo tiempo .es .empulco' por
,:i 1,,;,il;"á; replesentar una inferencia imprescindible
rñu:r t' xnli(¿1r. d" ,no Inanera lógica y sistenrática' gt'an
l,l,,li.i,i,,i ,r" lbi".ur"io.,e.. El estudio de ios -contenidos
,f,:i"¡'"""r..l"nie p"rmite, por otra parte,-expiicar y una de-
rnost.r'¿tr que ios actos mentales y sociales -tlenen
,ri,i",i ir.rii,;aa, siguen un propósito y son emotionalmente
i.;r;;;;;";;;;;r"?o á".¿o un punto de vista intelectual'
"'M,,i'.t., 'üá.¿,nopru=,
:rlr;Llt,ntt'ntente sea así'
d*r una definición categórica de
:111,;o cttye'L naturaleza se desconoce íntimamente,
y cuyo
,.,,ir,,i,,ii""t" sólo puede hacerse de un modo indirecto'
i,iu,ii^.t" Ios datoi que nos suministran los sueños' ios
,,,'r,,r irtf iáás, 1os t'ests proyectivos, corno el cle Ror-
,*lli,.,'tt, Szondí, Test de apercepción ternática-de Munay
y sohlc todo la historia de ios síntomas neulrotlcos y psr-
,1,',l.icos. Ptá,cticanrctzte se conoce cI itzcotzsc'iente en su
t .r I)t (siór consciente.
L,,:; 1,"i.,oanalistas, por otra parte, no son los únicos
,,,,,. ,r,lrnilen
'i, la existencia de un inconsciente, pues ta-rn-
.,.r.iúá"-r"""rio. filósofos y psicóIogos' Theodor
il,,:,,
l,nr¡'r lr:r rlicho, ai respeeto, que el inconsciente debe ser
,.,,i, ii,l,.; ;,1; la-tu"" rlr,i*,"t.al'de la vida psíquica' Male-
l,r'rrrrlr. rlctlucía la originaria inconsciencia, de nume-
r'()rlui r'('l)r'csentaciones de la imposibilidad de apercep-
, i,',i, ,,r,'i,rt ,"e¿. Johannes Frieárich Herbart entiende
aque]la -que se da
¡,,,,: ,1,,¡,i,:rirrt[ación inconsciente toda para
i.,,,,, ,'i rrntbral de la consciencia, y Edward von
llrrllrrurtttt, lt¡s fenómenos psíquicos inconscientes. no se
Irrlllnr riorrtt:l,itlos a regla alguna de la expenencla, son
,,r,,',¡,,,' r'l "t'totno inionsciente", de ef istencia aisiada,
,i,,', 1',,i,, l, t:ompletamente trascendentes' no asequi-
i,],t,,, lr:s
lrlr,rr :r lrr coltt¡rrobación experimental.
l'r'r. lr r¡rtt' cl inconsciente es ordinariamente admi-
lirlo, rrr¡ ,',,1r,','¡rLo continúa aún oscuro para la mayoría
ll)tllrtt':\.
ctritg() BÁsICo I)11 pslC()¡\N,it-tsts :))
lll (,,r¡(,epto psicoanalítico de éste riifier.e del de los
, ri ¡ilecitarlos, que le atrlbuyen Lln sentido negativo
1,,, ,
,1,.r¡,,¡¡1i¡¡¿.¡¡1 con tal designacirin todo lo que no
es cons_
. r . l)c ahí nace el tér.ryrino s?t bcons(¡(
, , , r
1, L.()r)(.rpto de que todo
ñtc. derivado
lo que no es conscietlte es sub-
" n ,r,'nl.eJ es_ciecir, una.cos¿ qur: está 1lor debaio o que
, rrrl(,r'i()r. Para el psicoaná1isis, el iérmino subcons_
, rr¡ t){) es exacto: ,,sub,, e¡ una desvalorización.
EI
r .,rr rlicnte, para el psicoaná1isis, es psiquicarilente po,
,r,\ ¡), (,.; un sistem:¡ en constante evolución y carg;do
l, ,r)r'r'gí¿l psíc1uica. Seg;ún e) concepto de !.reu«i, ei
r,,,,1 r,,irnt€ nr¡ es Io co¡¡trar.io de lo consciente, como
'1,' :/ l,iptrrs, ni es el consciente.,degradé,,o
,,,, lr,s ilildrsofos de la intr.ospección y d.e 1alatente" al
intuición
r rr r l),,rin en acordar
categoría, de psiquicc. pr¡r
,.Ír:il ir), es el graclo preparátoxio del conscietnte, eiy
t l ,,
(.\?rctamente aún I el verdadero, el real psiquismo.
'rrt.)
| ;*r t,-vperiencias hipnótica! r.A,, v ,,8,, cle Bernheim
l, '1,;nr pern-ritido demostl'a¡, ánte:j de que hiciese su apa-
r ,, r, ¡r la i.eor'ía y el método psicoanalitico,
la existencia
I inconsciente, Ei.cunrplilniento tle la ortlen post_
Lr¡r
I r¡,r,rt.ica.y su racionaljzacián per.rniten ver, en fórma
¡,, r irrrental, que exist,: un inconsciente, un elemento
1,r, ;rct.t1a por debaio de Ia concjencia, pero que es capaz
l, rrr,rvilizar_ al sujeto sin que éste advier{a ei origen
l, .rr rli¡cisiírn.
ilr,l";rn ZweiE dio, en su libro Lct. cltyación, por el espí-
r / r¡, 1¡¡¡ ejemplo sumamente
clal,o que evidencia que
,
¡rl,r;r i.r)rnprenr.lido lo exp).esar:lo por Freuci"
''l,ll inconscit¡nte ,-dice_ no es de ninguna
nlanera
, I rr.:;irluo del ainra, sino" por el contrario,
su tnaLeria
r r r)r:f, de la t¡ue sólo una por"ción míninra alcanza la
,rt,, r'licie iluminada de la consciencia; pero la parte
I , rrr, i¡r:rl, llamada inconsciente, que no se ma_nifiesta,
rr,, r".1.¿¡ por eso muerta o prirrada de dinamisrno. Do,
rrr,l;r rit, vida y a.cción influye er¡ forma efectiva soble
, ,r,,rlrris pcnsamientos y sentimientos, representando el
,,l,)r rni¡ii plástico cle nuestra existencia psíquica. por
, ,, r.l rlue en torla decisión no tonla en cuenta el querer
r,,,ns('iente,-comete un error, puesto que excluye ¡e sus
' rl, ulo.; el eiemer¡to principal de nuestras teniiones i¡r_
, r r)irs;. se equivoca groser.amente, colYlo se
equivocaria e]
,r * !¡:rluara la fuerza de un témpano
consiáerando sólo
)l; A. TALLAFERRO CURSO BASICO DE PSICOANALIS¡S l)/

I,ll sistema preconseiente también tiene sus formas de

lrr ¡rrrrl.t' (lue emerge del agua' Su verdadero volttmen lr'l.uación, que han sido denominadas proceso secund.ario.
,lrrcrl:r llit.io clla." 1 l,)n el proceso primario deben considerarse los elemen-
l,lL t'xistt'ncia del inct¡nsciente se puede establecel por' l.r)s que actúan, teniendo en cuenta que en el aparato
¿"i')i,,,t'i',,¡itu y e\ modo d,a octuar' Dentro de los conte-y ¡rrir¡uico lo que llega a ser consciente proviene del in-
, r)nsciente. Es decir, existe una dinámica que, como tal,
,,¡,t,,,' t,,iv q"e considerar los eqrritclerttes-ittstintitos
l,r,r , ,'¡r',;"c,iú ut'iones de hechos' ob jetos y clt órganos' rL.lx' tener reglas que la regulen.
St, t'ntiende por equiaale.itte. ittstintit'o ia manifesta- hln el inconsciente hay que tomar en cuenta los si-
grricntes mecanismos: a) desplazamiento y b) la con-
,,i,rn psíquica eiterna de un instinto que se expr ia- por ,ltr¡sación; c) la proyección y d) la identifieación. Estos
,,,,,,liiicacionds il-totoras y secretorias que se vlven como ',on los elerñentos, entre otros, que se encuentran en el
;,;;,;;.;;;;;;. Es decir', qüe existen en el inconsciente ele- l)roceso primario.
instintivos qr"'n,, se preseltan cotlo tales sino I)rsplazamienúo: consiste en ia movilización y cambio
',',,;i,;*
lrlrrlucidos al consciente. l-In impulso amoroso ¿iparece rlr. lugar de una carga psíquica, un desplazamiento de
,,,r,, t,,das las -rr,,nlodificaciones motoras y secretoras r se
lrr importancia de una unidad a otra. Así, en un sueño
;i';..-c;;; emu,'ión. Un inrpuls-o. agresivo se tra-
rlr¡r,r' v se vive aorrrn ,n" emocióri colérica' De acuerdo ¡rrrr.de aparecer un elemento que tiene una carga deter-
F'eud, los t:qzít'alrrt'es .instinliaos rrrirrada, que la transfiere a otro. Este fenómeno se
,:,',',' r,i,i"tlrl"io"-á"
.,,i:¡ri" l".t emocio¡e-o, el elemento que es posible captar ¡rroduce generalmente en la histeria de angustia, es de-
'r..,,ré-'¿""io." ,no,iiri""cione" Ia parte. formal del r'rr, en las fobias y en la neurosis obsesiva. En esta
,,
li,l.ict.o r- que son de'le
lo qué está sucediendo r¡lt.ima suele haber un desplazamiento hacia lo pequeño,
i ¡ st¡ in('onsciente."*pr*.intt"t lr) menos importante, que lleva a Ia persona que tiene
rrr cierto resentimiento contra otra, no hacia la agresión
AI rrtodo clt' ttr:tttut' del inconsciente se Ie denomina rlirr,<:ta, sino hacia la indirecta, dirigida hacia 1o más
r,)rrt'st) t¡t'tntat'io, por' *"" lu primera fotlrra de actuación'
í,, u,,,- ír.imitiul de} psiquismo. D-ebe tenerse en cuenta ¡rr.r¡ueño, Si son vecinos, por ejemplo, quizá riña con
,,r¡,'l:r ieoría psicoanalítica considera que los procesos ,.ll¡t diciéndole que la vereda de su casa está muy des-
;l'i,r,;i,'.,- :;;'":;;..i;i;;"te inconscientei v. que antes de ¡,rrreja. Realiza un desplazamiento desde el objeto X
il,',.,,, ,, ('.nscientes deben sufrit un cornplicado proceso' itr¡r, quiere agredir, hacia la parte más alejada y nimia,
:l.,I"r'i,:;,,:'";;^i;r;;; ¡;;;*inantes, regla's de la gramá- r,'lnr:ionada con dicho objeto, aun cuando su actitud vaya
rlirigida, en realidad, hacia el vecino personalmente.
i'i,",, ,:-;,,'.iri l''l,iái". primitiva que sobie'na" prlmarlo'
"!!: :i:
t.rrr;r, ) que en este caso son las del pl'oceso la condensación consiste en la unión de varios ele-
nnr)tos separados que tienen determinada afinidad entre
referente al 1>apel que repre- ',r; t,s decir, que los rasgos u objetos A, B, C, y D se
' ¡;,, ¡¡,,r'sario hecer lrne acla¡acióo el Proceso primario m--la r'r)nrlcnsan en uno nuevo y único compuesto por A {
¡.rt.r rl ¡r¡r-()nsci.,rt.. o mis 1x"t""ntt
,,, -1r., La acción y Persis-tencia del los
rlr'l su¡eto. .proceso f)rrmarto
"normales" o
ll I C + D. Esto es lo que ocurre con los sueños, donde
, . ',,,,,l,,,t
,,,r,,, t,,f ,,r,,ar, ule,,no't. puti cotsidtt"t -que ,':r ¡»osible que aparezcan en un solo sujeto caracteristicas
IRo' a' p"itottálisis,cdtinúan domi-
,,,,,,"ri,- ,,r,]i..,.. .o. *o,á. ,1. varios personajes distintos. El color de ojos de A,
rrlrl,rr ¡r,r rr,l¡tr.iones q.,. ..,,""potdtn al proceso.nrilalio l"-^-.o:r'
,1.1,. lrr'.r'r. I,r.srnte es que después de un análisis extenso y con§t_ l¡r:i cabellos de B, el caminar de C y el traje de .D.
,i",,,,,,f,, ,'f , ¡,,,'¡,lo de St"fan Z*eig la Parte.sumergida <1e1esiceberg decir' Lt condensación es característica de la histeria de
,,¡ntrt¡i,r. I'rr,' vrr no .le¡. itttr el volumen del comienzo .r)¡rvorsión en la que un síntoma puede ser la conden-
, ,. ,,f ,,,,i,., ¡",,,l,tr"rto .l vo--y ad-qti-tido
un sentido. de 1a realidad'
,]i t,i,,.,,,,',.,,t,, r¡r'ional cle ."oii""i¿" horizontal adqrriere predominio' rrrrr'irin de energía psíquica de varios elementos. tln
srtjcto ya no clehe actua.r.regido,totalmente por v,,rrrito histérico puede condensar varias situaciones si-
",i".,t. ",,,,,,,,., "t primaiio; en esas.condiciones si se puede sos-
i,. r,u,^,lrl ¡rrrr'r'so si bien no es rrrrrll.:ineamente. Puede ser en primer lugar un deseo
;"',,, ,,,,, ."i'.;, ,,', ci,rto grado de lihre arhitrio queqrre no es des- ,1,.r'nrharazo, luego el de efeetuar r¡n fellatio y por úl-
t,'t¡rl. ,,,r',,, .¡lFr¡r¡,¡:; lo 1rr"iaa.l"a. tiene una vigencia
t,r¡, i¡rl,l" irr¡ro el asco que la misma fantasia produce. Todas
' M, llrrrgrrll ,ttfirrc enloción ásí: "concomitante cons'iente de los r,.,lrl:r situaeiones se condensan en un solo síntoma que,
rrrr¡,rrlr,rt r¡r¡lir¡tiv,r¡ err ¡rlerrn actuacióo"'
¡8 A. T,\I,LAIiT]RRO
(onlo (,n todos los casos, tendrá un elemento que es la
c-rprcsión de la condensación. Todo síntoma está pluli-
dt:tclulinado pol diversos afectos que se expresan con-
rlcnsatlt.¡s a tt'a\¡és de é1. Este cornplejo mecaÍiismo ocul-re
Ínt.t:gl'amer.iteen el inconsciente y está regido por el
])r'occso piimario que regula la actividad de todo neu-
lritico o psicótico.
La ltt oyecctórr se produce gerreralmente en la para-
noi¿r en que el sujeto proyecta sus impulsos agresivos
soble oti o u ot1'os y luego se siente pelseguido y aco-
saclo por esos inismos impnlsos que é1 proyectó.
La itlarttilicttciót¿ o Ltansferencia del acento del ob.jeto
aI sujeto es Lrna rnanifestación psíquica general. '¿En
todo r.nomento, diee Nunberg, nos identificamos con al-
guiett." Mecliante este proceso una person¿ se considera
en cielta medida semejante a otra, el niño copia el modo
de actuar de1 padre y este proceso de identificación
pa1'ece ser la posibilidad de una mutua comprensión
humatra,
'Iatrto la identificación como ia proyección son modos
del desplazarniento que en ei piimer caso se hace de
un objeto a1 sujeto, mientras que en ia proyección va
del sujeto ai objeto. Si una persona sueria que Juan se
cae del puente, sentirá todas las sensaciones inherentes
a la caída. Bn otros términos, una ameba engloba un
trozo de carrnín y se tiñe. La proyección es todo Io con-
trai'io. E1 sujeto que siente temor en el sueño, no lo
vive como cosa propia, pero en el episodio onirico habrá
otlo pelsona.je que vivirá un estado de miedo. En rea-
liclad, 1o único que se pr'6duss es un desplazamiento de
la carg;a psíquica del sujeto al objeto. Eu ia paranoia,
la pelsona pl'oyecta su agresividad, pero también 1o h¿ce
con otros afectos, sin darse cuenta de que la esencia
de todo está en é1. Por ejem¡rlo, el caso del nir-ro que,
ante ia jaula de los leones en el zoológir-.o, dice: " Sal-
gamos rle aquí, abuelito, porque tú tienes miedo."
Caractet íst icas tlel ínconsciemte
I E] incorrsciente tarupoco sabe decir que no, y cuandc
El inconsciente tiene sus modos propios de actuar qne
constituyen en conjunto el proceso primario y son:
zr) Ausencia de cronología;
b) Ausencia de concepto de contradicción;
c) Lenguaje simbólico;
I
cr Rs() Bistco D[ PSrc()A\.ir.lsls rr{)
rl ) Igualdad de valores para la realidad interna y la
, .lolna o sup)'emacía de la prirnera;
,,) Predominio del principio del placer.
:i) --En el inconsciente la cronología no existe, como
rri)l)oco rjge en los sueños. En la vivenr:ia onír'ica pue-
,lr'¡r datse casos en que el tiempo y el espacio estén
t,lrLlmente ausentes" Careciendo de sentido cronológiro,
, l inconsciente no l'ecorloce pasado ni futui'o )' tan só1o
,Lrr presente.r 'Iodas las tenclencias son vividas por el
rrrronsciente en el tiempo actual, inclnso cuando se lefie-
,r'n a1 pretér'ito o al futuro. Los acontecimientos rn¿'rs
l.janos siguen actuando en el inconsciente de un modo
tanta actuali,:lad, como si acabaran de
rrrv:,rriable, con
¡,r'urrir. Un paciente de il5 años luchaba inconsciente-
rrx,nte y con gi'an tenacidad contla Ia autol'idacl patelna,
t)(.se a que su plogenitor había fallecido cuanrlo é1 tenía
,, Io B airos de edad.
b) Tampoco tiene el inconsciente un concepto riefi-
rrirlo -de 1a r:ontradicciórr. No opone rcpalo alguno a 1a
,r,r¡xistencia cle sLrcesos antitéticos; sus elenrentos no es-
lrrrr coordinaclos y ias contr¿rlicciones se dan sinlultá-
ru,amente, mantenienclo su plena valencia, sin excluirse,
rrun cuando sean de signo contlalio. Fueden existir a la
\(,2 Lln sí y un no... Si en la máquina de esclibir se
;t¡rlietarr dos teclas a la vez, ambas llegarán iuntas a la
¡,rría que nolmallnente hace que un tipo pcgue firnre-
rucnte sobre l¿ cinta y deje su marca ilnplesa. Pero en
.ste caso, como llegal'ían dos, chocar'ían al entr¿u' en la
lr'uía, y ni una ni otra lograrían grabarse en el papei,
¡,r1es no respetan nn orden pleestableci<lo. En e1 incons-
,'icnte, sin embatHo, todo se desarrollar'ía de tal lnanera
rlue arnbos tipos tendrían acceso al papel, in'rprimiendo
:.ilr.rultáneanrente letlas o palabras de signo y valor con-
Llario. Un amor y un odio, Inconsciententente se pue-
,ien vivir en folma simultánea sentinrientos de odio I
rle arnor, sin que uno de los dos desplace o anule al otrJ
rii siquier'a en parte.
necesita dar una negativa debe enunciatla recurriendo
:L otros elementos" Quiz:'rs a una anestesi¿r, si lo que
rluiere es no sentir'; a una par'álisis, si lo que tlesea es:
"no quiero".
rEst,r modificación <iel sentido riel tit.rnpo sc- oi¡sc¡va tar¡l¡ién c¡r
las experiencias realizadas con mrscalina y L.S.D. I)l¡rs lo intoxi,
, ación produce un predominio drl proceso primario.
 A. T¡\LLAFIIRRO (lt Rs() BÁSrC() I)¡t PSICOA\.ir.lstS 6l
(i0

.,,:1, ":"?1,1i.".-';?::"1?i,?,lTl'.,xff ,3::ti'u:?"":; t r¡u. se hallan temporalmente en él y están por consi-

;jH.;"f 0T",,":..fjl:,J: r?! "i,ryli"t i,,
r;,,;',."',.*?o"_,:'f;
que ha courprado un helado, que sorbe con lrurcron'.y I
t yrrit.nte sometidos a sus leyes, pelo que en cualquier
nrorrrento pueden hacerse conscientes, y por otTa, cuyos
.:;;";; i, ¡o"u se Ie llena d"- tt"nlu. chantillv derreti- t r,llr¡rcntos no pueden aflorar al consciente, pero aun así
llr'¡,¡¡¡, u producir determinados efectos por vias indi-
:il:i,t:t
símbolos.
JLI
"-i?",xll;il;,u:'
*.i-1'i"fl 3."ni"L#il'"#: t rr,r't¿rs, alcanzando la conciencia en forma de síntomas o
,,u(,ilos. Todo lo reprimido tiene que permanecer incons-
d) realidad irrterna en los psicóticos y.neuro t lir,nte, pero no forma por sí solo todo el contenido de
tiene tanto o nrás valor que la externa' [il- pslco-
ticos -La I r.rrl.r, sistema. Lo reprimido es, por lo tanto, una parte
rir,l inconsciente, el inconscicnte reprimitlo, ha dicho
:* ;
;-" : ;; l; r i?l' Tiili:-;"l,*' ir',:x," ", :lJ,l'á'e'"%: I l¡ r't,rrd,
l)c acuerdo con el sistema hipotético, el ello en su
[r ts"*t* ":,'n"]',t"u'r,,?;'T,:: ::':13: l],i,Í,fl]i""iil3
una lealidad interna más valedera que Ia -externa; esta
II t,rtrrlidad y parte del yo y del srtpelEó se encuentran
rlr.ntro del sistema inconsciente.
v
de que ha contprado todos los.ríos lot
"o"""".i¿o
pá. á"i-pri"' y u! g"ito d" generosidad' 9I:^":. é] ,lI
".:1; Antes que el investigador austríaco fijara las normas
rlr.l mótodo psicoanalítico era difícil penetrar en el in-
",
ie regala"a
6s-arténtico,'""t"ro] un amigo dos estancias, v a I r'.nsciente; ahora los medios para hacerlo se hallan al
;;,';;;-i'í" Esto, aparentemente' tiene. I'ibetes t ¡rlr,:Lnce de toda persona preparada en la técnica psico-
lisueños, pero para el hombre cuya acción pt'q:t:u-:T1
primario, es algo,tan serto II
¡rrr¿Llitica. Pero hay que saber buscar. El estudiante que
.i"aliáiri¿. pár el proceso normll'-
rrrira por primera vez un pleparado en el microscopio
li.áui .orrlo lo seríair para un hombre placer' f l -h94-1" |I
. st detiene ante una radioErafia, pocas conclusiones
e) Predominio del Principio d'el l,()(ll'á sacal'. Lo que vea le resultar'á borroso; pero con
- ap.ende a esperar
n.,i*rl y a acomodarse p-ara co,nse- t r,l tiempo y mediante el uso de lentes más débiles y
guir la iatisfacción instintiva;. en. cambiopor"t l":-t'^o::: r rrrliografías menos complejas, aprenderá cuál es el va-
í nsicótico. oue se encuentlan dominados el proceso It l,'r' de lo que tiene ante sí. Por analogía, cuando se
p,i*á.io, no-pueden soportar el displacer, O'¡"t fT l:1- | "r»ira" por pt'ilps¡¿ vez dentro del sistema inconsciente,
i:l;'n"'"J"s;lx"#:::"lH:31 ;'I""áj§'?"j:H' I;i;JJi ¡,ot'o o na{la podrá verse, pero luego, con la técnica
i'uuda y la práctica necesaria, lo irreconocible se des-
ade-

l¡rt'ará con nitida clalidad,

f f);*t",ü:X"r;i?::':Li"B.1:;':"u""1;r'J,i,;'"':{":iiil
que-es
,'"io'-psiqúico un carácter perentorio
d;10; instintds v constituve la esencia de
"'u,!'?:
ii1,r*,:*:1;t
Dentro del sistema inconsciente es necesario tener
."á"i" 'en
una porción, una Parte del mismo' q": ,t" lltt-1
integrada pór elementos de una naturaleza 1+ -qo,".":t
lieEaran a ser eonscientes presentarían -notables cllte-
rencias con los demás. Estos elementos drferentes' que
iiá""" un acceso libre al sistema consciente,' constr- [
;;y;;-i;-d; "" denomina inconsciente repri'mido'
"á I r'i¡rs, estimando
Por Io tanto, en el inconsciente pueden considerars-e' I
en forma hipotética, una parte compuesta por elementos I
Y así ha dicho Dalbiez que: "para muchos el psico-
¡rrr;ilisis es sólo una filosofía y por lo tanto se creen
N
r'on derecho a discutirlo de un modo puramente dialéc-
I l ico, sin recurrir a la experiencia. Sorprende que haya
I rrri'rlicos, a los cuales su formación debería apartar de un
r.r'r'or de xrétodo tan grave, que publican trabajos críti-
I
I ,'os sobre el psicoanálisis en los que no figura ninguna
| ,,1¡scrvación personal, y que no parecen ni sospechar
I lrr necesidad de la eomprobación experimental. Para cri-
l.it'ut'lo es necesario comenzar por rehacer sus experien-
sin embargo, que si bien nada comienza
,irr ella, nada termina sólo por la experieneia".

b
 CURSo BASICO DN PSICOANAT,ISIS 63
(rz A. 'IALI-ATERRO

EL SISTEMA CONSCIENTE
l,)l consciente es un órgano de percepción para las
EL SISTEMA PRECONSCIENTE rrrr¡rresiones que nos absorben por el momento y debe
,,.r' considerado como un órgano sensorial situado en el
I,ln la topografía hipotética del aparato,halla P9Íquico'
ubi-
ln¡ril,e de lo interno y lo externo con capacidad para per-
siiáma preconsciente se , rlrir procesos de una u otra procedencia.
".,1,,ár'por-Ír-"li¿"-
;;.,i;';";;; "r
et-conácie"te v el ínconsciente' Su.contenido l)urante el sueño vemos imágenes, oímos voces y per-
;;i:1 i;ág.;do,-""-pu"tu,"por elementos procedentes del , rlrirnos sensaciones y sentimientos, En estado de vigilia
i'l;,;.;;i;;;;-ái, pu'o hacü el consciente.v también del lrrnrbién podemos percibir, con la diferencia de que el
;,;;,;;i;i;"ii""i,'"i -Existen' adoptando la forma de
i""o"Liente, , rrtrrlo de Io percibido es más amplio que durante ei
además impresiones del ,r.no. En esta última actividad sólo son percibidos los
",,rr,r'rliri o.""onsciente.
iáái"rau. en él como representaciones ,.rlirnulos deformados que tienen origen en el incons-
;;il;;ít"rtá.,
i'onóticas o verbales. ,'r.nte, mientras que en eI estado de vigilia Io que per-
Las tendencias y replesentaciones- objetivas incons- , rl¡imos con mayor nitidez son los estímulos que nos
il;d; , la"conéiencia a tlavés del sistema pre-
,,it,,I,I". ll,,gtn, desde ei mundo exterior a través de los órganos
,1,. los sentidos. Existe por lo tanto entre las percep-
,;;i;,;;"i;:;-ociándose para ello con los conceptos -que' ,'rr)nos oníricas y de vigilia una única diferencia: en el
,',.ri...nu'a" representaciones verbales' han sido adqui- ,rrjcto despierto la más sensible sería la superficie ex-
litLrs de la realidad.
I,ll nreconsciente está relacionado con la realidad ex- l.rna del consciente, mientras que durante el sueño
,,:rl.¿ superficie sería menos permeable a los estímulos
,,.,:;;';':;;';i^i;;"*';";d, v ésta es la razón por.la r.xl.rrrnos, aumentando en cambio la sensibilidad de la
I i'"ur:" onírico se usan sucesos .eaies' ,rr¡rt,rficie interna.
',,,i',rü.rii"
,,,,,r
"r
i,j.u concebida en estado de vigilia' etcétera' para
(,xl)r'csat' un deseo inconsciente' a ser consciente, es
l'ara que un acto psíquico llegue
por'ei rr,('csario que recora todos los peldaños del sistema
Ast cotno
';t;;;rü. '"t inconsciente está regido
el sistema leyes propias l,rii11uico. En el sueño, por ejemplo, las representaciones
,,,,,1,]"t pr"""ntciente tiene
objetos pertenecientes al inconsciente deben asociarse,
i;,,::',;"rt;iÑ"" ár p"ttto soatndario que comprende:
,1,.
rrrl,c todo, a las representaciones preconscientes corres-
:r ) l,a elaboración de una sucesión
cronológica en las ¡r,rrrdientes. Sólo entonces, y después de vencer la cen-
t ePresentaciones; ,rrrir emplazada entre ambos campos, entran en cr:ntacto
lr) r'l hallazgo de una correlación 1ógica; r'rn €st€ sistema y llegan a conocimiento del sujeto
Nunberg\ .
r') lzr lepiecion de lagunas existentes entre ideas ais-
(
Irll hombre no reacciona siempre a todo estímulo y el
lzriltts, Y r,isl.ema consciente da la impresión de contar con un
ca.usal' es rlecir' rela-
" l:r intlorir-rcción del factor
,l) rlispositivo especial, capaz de protegerlo de ciertas exci-
.i,.l,, á" cnexistencla y sucesión entre los fenónle- lrrt'iones que podrían perturbar su equilibrio. Freud ha
Irr¡s : r'cl¿rción causa-efecto' ,lcsignado este dispositivo con eI nombre de detector o
l)ul;rltlt't:l stteñ¡ esta tarea se cumple en. el precons- ,r ttt or-t.iguador de estí'mltlos.
, i,;;i;','i,,ii il,,t,,o-"r".¿" en los estados de vigilia
en los (In estimulo externo que es excesivamente intenso
,t'";,",';';,",,i'tiui¿o¿ constituy-e .el acto .de pensar' Las I¡rr'¿l el psiquismo, es captado por el aparato protector,
iii,l,,,, 1,,,',,,,nst'ientes -ha dicho Nunberg- aparecen :,rnoltiguado y transmitido en forma económica y pro-
r,,1t,,, t'tr l,,s im¡lulsos inconscientes, y de allí surge r,trcsiva. Este dispositivo posee, pues, la propiedad de
',,i,.,
ili',,,1:,''i,1,,,i',rl',-,ri.ii"rri" ia e=encia dc.la enfernredad rurrortiguar los potenciales energéticos que 'llegan a é1.
i" l,;",ii;;"';;,,l ,i,o,,tt'i.in tlt' Ia elaboración secundaria'
i

(jl '\' T\LL'\F[RRo (]URSo BÁSICO D}: PSICOAN,II-II'IS 65

a título <le sinrple l,¡r,' l.r,rrrlencias del cllo coexisten en forma indepen-
Tlasladado esto al <alrlpo sotrtzitico'
-
a los elec- ,lt.rrtr, y no están regidas por ninguna organización
j io.';¿;''¡;;:-"- ru qi'". .les sttcede.
-"labl" ais- ,¡¡rrt¡¡¡i¡r. Todo lo que se desarrolla erl el ello está so-
";i;i;,'*:üque tlabaJan.;;i;
"tricistas "
;; l)l'ote(ción
"in
i;;i; er;:j;r. ,r,.trrl, rrl proceso primario (véase pág. 58). Consecuen-
;- rá ene r fr ia
J :i.lf ,,xl i;,\1T;.x1,f,.1, Jl l,,rrri.r[(] se rige por el principio del placer y es, en
tlentallnente PlePai a(t suterle t'on ,,,lrrrr, cl ser primitivo sin frenos.
Lo' trtisnro
sacuditrriento es rtttrcho" ñ*ito'" ' Io retibe sin adver- 'l,rL¡:; los sectores del ello son inconscientes y una
l'.n golpc crralquiela' §i ti-r'o''rrr" es liiayor que el que el
tencia previa alguna, Ii t'luo''"' yrxn t)ol'ción del mismo está constituida por elementos
lilisnro golpe l" "utt="Iiu-ti estttviera-preveni<1o' .ll¡r(os en parte de origen ontogenético y en parte de
recibe el estímulo del r,utur¡rleza filogenética, es decir': todo lo heredado. lo
En sínteis, "t upu'nio'piot""tn" p.o-
Ío tt'n'n';te elr una fotma psíquico ,¡rrr. lrt traido consigo el individuo desde eI nacimiento.
qu" it'i'*Ñibe
"*;",':i,;:;'i;";rior:tig'ru'u
gresiva, evitando el equiliblio l,,r lr.¡trlo constitucionalmente, por lo tanto, en especial
dei olganisnro' de
I',{ rnstintos, que para Hering son- ¿a memoria heredi-
du. .::te anoltiguador l,nttt tlc la especie. Bleuler aclara esta definición al
La localización topogr'áfit3.hipotéticauiente' ya qlle es
excitaciones .o,,"tpo'iá"'ía ,lr,r il rtu€ mediante el instinto se consigue un fin deter-
específ icas'
anatóniic¿s t*ttrr,lo, sin que gea necesatío haber pasado por un ejer-
iurposible setial¿t cent'ri"s Jzon'ai
*iilá1l=nóticarrlentc
cr¡incide
a Ia cot teza ""t *ur.ui,"-q"'" 1lq5¿r tollo rlel' -"istcnra ncr'- , t, t,, prc'üio cuolqúiera. También se puede decir que los
i^,rrtiñ',.on-dii ño li"iii"" [] -iu f'to'iu ectodérmica <le l¿r ttnttnlos aon las fuerzas que suponemos caUsantes de
vioso se hace a t"f" l,n l:ilBio,nes de necesídad.
-1i"':ür'i;,'i;';"; "*p""u"t
r^'-p'ii""i" fo'e* rlt Irr folm¿ción l,lrrt.¿s definiciones son complementadas por la
"'' r¡utrrl'r exterllo y ei de
euibliotralia t" "l"u"1'i'!- ""ttuvittud "l dei l)1'{)ceso de in- l, r.rrrl, pata quien instinto es ¿n eücitante interno
r
interno, y c1ue, r-uás t;t'ü';; ¡.r¡tirruo que produce, cuando es contestailo en fonna
IL*i,.,r.i¿,,,-'iá' iitr,, '"tt'iitttlit''ut.
trrás ¡rlufunclat»c'nte'
qr're capacita al ttlrrúttla,, un goce espacífico,
El arrroltigua¿t't tr* "t 'lo
psitluica' una ( lrrr respecto a la evolución del concepto sobre los ins-
h.,ft*";;;;-,"g'l^' su vicla -tl,ediante rr¡t,,r, Freud sostuvo en el año 1906 que había una
ru'= tnl:gad ener'gi'ticas' lo cual
rlistlibución n"o,,n''"'á t"ü ,,¡,,,'rr,:ión entre los instintos dei yo o de autoconservación
le oer.r.nite colrsel.val. ?r'l:.r-r" v',rante¡rer en equilibrio r L»¡ instintos sexuales. Posteriormente, en el año 1914
;;;;^,1" su tensiótt energétiea' tlt(roducción al narcisismo) modificó este concepto, en-
¡,'nlnrndo que había una oposición entre la libido obje-
-PSÍQUIOO lrl v la libido narcisística, y por último, en el año
LAS INSTANCIAS DEL-APARATO n,::o, sostuvo el concepto de la oposición existente entre
EL ELLO 1,,¡ r¡rstintos de vida y de muerte (Eros y Thanatus),
en la t'erlrrino- ,¡u,, r.rrunció en su obra Múe olbú, d,et princípio d,el placer,
L¿r denominacirin ello fue intro<lucida quicn a sLr \.ez l"rcr¡d ha sido uno de los autores que más aportó al
1,,;; ;;;.;;i;,aliticrr pol GeorR Grotltlek'si'¡r'lo lt'sitittrarla ¡'ot'
i"- f,,ñü'i;;,,i,a"- ¿-'' ii"rzsche'
'"" "=" ltrtu .
',nr)(.imiento del tema. Si bien no comenzó los estudios
I.r.eurl en el ano f gZB El y't '¡ t l ' lltt' al , r'n r¡riras directas hacia los instintos en particular, su

confeuirle t n dotor'lííuáo conieptual' EI t 11" lrnlr¡jo de investigación lo fue llevando paulatinamente

estír integrarlu pnt "ontárriao-
io'iáiutiit'¡ a" )os. intpulsos instin- il rx'uparse de ellos.
tivos. Tieue íntilltas'iolie*ián"t t'n l. biolírgico' de <lon- liolo en el año 1916, e\ Los instintoa U sus destinos,
á.'"*tt.u ir.-",,.teiut"in;tintivas que. por r.t11!lo de esta I'r¡ rnismos pasaron a ocupar un lugar prominente en sus
i"ttrnaio
--"Ei arlqnieren su exteriorizaclon -ps)qulc¿r' sc''le- tlvr.rt.igaciones, y si bien es cierto que en los primeros
v ¿r él
hon.,b"" cle la calle lo llarna ci ir¿11io' 'i,rpuls<;s in- rrlicr¡los hace detalladas e innumerables contribuciones
fie,e cuatrdo "l .'''Ji'iii''i="'l"i''"tt"a dá el abotigen"' ¡n r.$o sentido, tan sólo después de 26 años de intenso
cont|olah'les ai". q'J^*" l""ho' "d"tp"ttado turlrtjo se aventuró a teorizar sobre el tema.
(i(i A. T,,\I,I,.AFT]RRO
A lo Irrt p;o tlt, sus estudios I¡reud rlodiflicó vali¿s vecer:
('l ('oil( r,l)lo, lo rrual es una prueba de su seria posición
r ir,nlrlicrr. Irri«iaiu'rente desalrolló una concepción dua-
lirrl:r, r¡rrc rn¿r.lltLlvo a 10 largo de toda su obra. Jones
rJir.r' r¡rrc l)¿rra, adoptat csta posición rlualista
rl. l;r cr¡lrl hlzo sus nlorlificaciones- Freud sc-dentro basó en
l:r rrrlil.t'sis arrror'-odio, que tomó de Schiller.
I,lr; rri,r'r¡s¿r'io hacer una diferencia e11tre inrpulso ins-
I irrlivo -"brieb"-, e instinto. No es lo nlisrno Lln orga-
r:rr;1il() sil)rple que otro miis estructLlrado, pue-s en el
¡r'irrr;rr';o lro:ie encuentra un U0 intelnledialio errtre el
irrr¡rrlso del cLlo y su explesión en el mundo exteliol'.
I',.ro rr nlcdi.la qlle se er.oluciona encuéntranse elenlentos
¡r( (li¿r(l)l cs, rluevas folmar:iones o p|oductos de evolución
r¡rrr, 1.rt,r'nritir'¿in dit'erenciar"lrn impulso cle un instinto
(, Lo,'tr:r'sttiu). I)ebe considelarse que lo que antes se
ilr,lr»ni¡l¿rba instinto de autoconservación no son más
rirrc elcnrentos o rnecanisulos del vo que cst/rn vinculados
r l;r c-r¡re lier\ci¿i antelio.-, y Stern sostiene qlre "impulso
irrst.inlivo" sería aquella fuet:za qtte trata de alc¿rnzal el
I in sin tr.¡nr¿rl en (uent¿1 1<.rs med'ir.ls, y col11o "instinto"
r,rnsirlr'1 ¿r el lnovimiento enelgético ditigido y condicio-
r;r,l,r Ir¿rr'¿¿ alcattzar su t'in. Esta diferenciación, etllpero,
n,r iill¿u¿r tot¿rlurente 1o que debe contplendclse por ins-
trnlo. ..\lgunos autoles estim¿n que los instilltos son t¡na
r,,r'ir.r¡ sucesirln de reflejos, pero, en su liblo lI,-'dicina
¡,tir',txrtrtt!i.ticr.¿, Ilof Clarb¿llo sostiene que si bien trn ins-
lirrlo ¡rlrc<le utilizar una serie de reflejos es iniposíble
;r I ilril;u que sea eso nada tnris, ya que el reflejo sólo
l,;¡¡¡;¡ 1¡11;¡ polciír¡ del inilividuo, y en un tnovintiento ins-
li»lrvo sr: ve ¿rctual todo eI organisrno cotno una unidad
,¡r,,'lrir,n puede utilizar las cadenas de reflejos I)ara
:rl, rurz;u r¡stc llin. L¿r diferencia fundamental ser'ía que
,,1 irrr¡rrrlr;o instintivo trata de al(:allrzat: su fin sin tomar
i r) ,lr.nl.lr 1o,s rnedios, mientras que el ins;tinto estalia
,l;¡rl,) l)ol' t¡n¿. nrovilizar:ión, de modo que el olganistno
,l.lr,' r:rllrsc rle rnedit¡s aclecnados para lograr tal firla-
lrrl;rrl.
l,ln lorl rilt-irrros atios Freud renunció en piincipio a
lorr;irlr,r:u lir enunleL¿rciíln de toclos los instintos, tal
.on),¡ Ir¡rr {lu(,:l(lr)lite Papillaut, quien se refiere a diver-
-ro ; inr,l ilrl.os: nul.r'ilivo, de confort, de conservación,
Ir.r rl:r 1. ,,¡i t'il io t' hi¡lt,r'gt'egat'iO,
Sc lirrrit.ri:r l,cncl cn cuenta dos instintos primalios:
rlc virlrr .1i (1,, tlluelt.(.). E1 primero de vid¿-
-instinto
t
CT:RSO BASICO DE PSICO.INAI-ISIS (i7
r,.rrrlr.r'ia a la reunión, integración, fusión, conservacio¡
\ ('r'(l¿¡ción de nuevas vidas. El otro es eI que motiva
,,1 ,,rrvejecimiento y Ia muerte. Su finalidad es la des-
Ir rrrr.itin, la desintegración y el aniquilamiento, por cuyo
nrr¡livo es desviado del propio organismo hacia el medio
,rrrrlricnte, mezclado con los instintos de Eros y se pone
,1,. rrranifiesto bajo la forma de sadismo.
l,'r'trud consideró que existe una tendencia a volver a
1,, irrrrnimado, y lo que lo llevó a enunciar esta teoría fue
lr.llrrr que en ciertas situaciones traumáticas, y aun
lrrrrrl.rr durante la terapia analítica' hay hechos que se
rr.¡ril.cn. Los sujetos volvían a repetir las situaciones
I r rrrrrnáticas, y sintió la necesidad de dar con algún ele-
rrrr.rrl.o que le permitiera comprender esa tendencia a Ia
r,,¡rr,l,ición. Como solución se le ocurrió pensar que algu-
¡ur vr:z los organismos vivientes habían sido inanimados
v rtr¡o por lo tanto en los individ.rzos y en ese sentido
.xi:;lí¿ una tendencia regresiva.
llt,ilizando algunos conceptos de Weissman, quien con-
,,,,|r.r'a que existe en el protoplasma una parte mortal,
I rr.rrrl especuló con la idea de que 1o único que hacen
l,,rr i¡rstintos de vida, por la forma en que actúan' es
.vrl.¡¡r la muerte accidental.
l'i: produce entonces Io paradójico, pues los instintos
,1,.1 1¡o, o de autoconservación de su primer concepto, co-
r rr.rilx)nden en su última teoría a los de muerte. i.Por
r|r. t,tata eI ser viviente de volver otra vez a lo inani-
lr¡r,lo? Freud sostiene que ese instinto de muerte se
r.rr'uontra en todos los seres, invisible en los unicelula-
r,.,r, l)cro ya más evidente en los plurieelulares. Este
,',rr'(:l)to ha sido objeto de muchas eríticas y aun el
rr¡rru¡ro Freud no lo aceptó como definitivo sino que 1o
,,,,rsi(loró una elaboración teórica susceptible de ser mo-
,lrt'icrrrla o sustituida en cualquier momento por otra.1 La
,,lr¡nciación de esta teoría dio origen a equivocaciones,
,l,.l,irlo al uso de las palabras, y así, muchos expresan
rtui,(lLrrante el tratamiento de pacientes han podido
, {'lrl)r'obar la existencia de un instinto de muerte; pero
l, r¡irt ocurr€ en realidad es que han tomado tendencias
rr¡rlcsivas y mortales hacia un objeto del mundo exterior
v lrrlgo vueltas contra sí mismo, a l¿s que han cotrsi-
,[,,¡¡rrlo como expresión del instinto de muerte (Reich\.
r ,lls obvio Alexander- que esta teoría ya no era uD
Irr,r¡1d (le describir
-dicefuerzas ineti¡tivag, sino tan sólo una abstracción
,tl
r;F A, TALI-AT}:RRO
Los instintos son difíciles de comprender psicológica-
rrt'nLt', ¡rucs constituyen un concepto límite entre lo
¡rsit.ologico y lo biológico y pueden scl' estudiados desde
irrnlros ¡rrrrttos de vista,
(lonsidr¡rados así, constituyen un fenómeno biológico
r'()r) r¡nrr representación psíquica, que los da a conocer
:r! rnundo. Sus equivalentes psíquicos son excitaciones,
It,nrlt,ncias, deseos, representaciones y fantasías que,
¿¡soci¿rdos afectivamente, llegan a ia conciencia en forma
rll r¡¿rteri¿¡l pre-conscriente e incitan al go a actuar para
ricr desczrrgado en el mundo exterior y obtener de tal
rrlorlt¡ la satisf¿¡cción que esa misnta descarga produce.
Riológicamente consideradas, las fuerzas instintivas
irltiv¿s existen detrás de los equivalentes indicados y
¡rrrerlc,n set' reriucidas a una fór'mula general t Un estí-
rlllri c'¡rntinuo ql(( c)t su moUol" ¡tat'tc ticne su origen
I t¡ ))t'o(esos hitlógicos t¡ alttrctciottt's encr¡¡éti.cas y qttí-
tníro-.f ísictts rlt lrts ót g«nos. Nunberg dice, en Teoría
(tt'tu'ral tlt l«s nettrosis, que el instinto representa una
t,rtitación biolrigica tt¡ntíntu qtre induce al organt.stno
,r reaccion¿t)' en rletetminada folrna.
Lo t1ut, dift,r'encia un estínlulo biolri¡¡ico o instinto de
n ¡r estímukr (,xteliol' c,s clire I'esulta imposib'le huir de
los ¡rritneros, t'uya fuente está en nosotros mismos.
I'ln el sentido psicoanalítico el tér'nrino "instinto" re-
¡ni'st,nt:r t¡tta tentativa de ulrifl'car lo somático con lo
¡rsír¡uico, t,lernentos que la psicología clírsica ha inten-
r:r(lr, .i{.l,al'At',lluante años.
(lon st¡ c«rnt'epto del ilrstinto, al que t,sturlia en ftinción
rl,, nccesidades f isiolrigiciLs, Freurl tt ata de coiocar la
t,:ricr¡lr,f¡í¿r sobr'<, un¿r ltase lliológica y abatir de este
rrr,,,lo l¿¡ ¿u tificiosa sepalat.irin entre ltsique v soma.
r\ ¡rr.s:rr rle cxistil valias teor'ías sollle los instintos,
1,,, ¡rlirrt'ipios dinámiros rlel psicoanálisis estár firme-
n,r'rrlt t,sLi¡blecirlos v son indepentlientcs rle l¿rs teorías
i orrr cr¡rientes al lr'ieen fundatlent¿rl rlc los instintos, del
rrri:,¡rro nrorlo t¡ue las le¡'es ripticas son r'¿ilidas aLtn cLlan-
rlr¡ lr,:, l isit'os nr; estén totalnleltte tle
¿r<.t¡erdo sohre la
r,r,r.rr.irr rrrisnra de la ]ttz.
Lr¡ ; in:,lintos tielten caractel ísticas qrrt' les son p1,o-
¡,r;r. v rlist.inlivzrs:
l\ Iu'ttt'¡ttt' dc oriett¡ 3\ Obict,t
!) ltttpttlso. 4\ Fin.
CT'RSO BÁ§ICO DE PSICOANÁLISIS 69
lt fut:nte de origan es el proceso energético, fisico-
,¡rrnur:r), que se desarrolla en un órg:ano somático' cüyo
,.,,ttn¡r¡l,i es representado en lo psíquico por un equiva*
lr,rrll instintivo.
l,rrrr condiciones de excitación en los frganos tomados
,,,m,, fuente instintiva habían sido consideradas ante-
r lr¡r r¡rr.¡rte de una manera demasiado simplista. Se supo-
rrln, ¡xrr ejemplo, que la falta de alimentos originaba
.r r,l'ostómagó la digestión de la membrana mucosa por
¡rnrlr. rle los ácidos libres. Se comprobó lo erróneoper- de
r,ñt., ('()r)cepto cuando se observó que personas que
',,rrnl¡
(lue a raiz de una operación viven .sin estómago'
tt,,rr,.n i.¿rmbién una nitida sensación de hambre. Fue
It r rr l'l't. l)bing el que consideró la repleción del canal
r,,rIr.r'ril:itico como origen del instinto sexual; pero- este
r ,rr.r.¡rl,o sólo potlría ser válido en el caso de los a{ultos
I I I 0ll('s.
l,t l'rrcnta de los instintos parece ser un proceso mucho
¡¡¡r,r complejo y de naturaleza predomin'ante bioquímica
,, ,.,,,.,gí.ticá pura. Aún en la actualidad es deficiente
r,l i .no('imiento de estos complicados procesos, por el
rrrt,'nro hecho de que se desarrolla¡ en el interior de
rrrrr.',l.r.r) orEanismo en forlna de cambios químicos, lo
,,rrrl lr¿r<'e difícil una investigación exacta.
l,¡, irf c».sidod o aL impulso din.á.mico' de los instintos
,,, nrrrk'en función tle la nragn'itud de los obstáculos que
. , ( rl)Ítz de superar pal'a lograr su satisfacción' Un
,1,',,,t,1,,, el sujelo que tiene hambre y carece del dinero
rr',,..lrrio para comprar pan. Pasa una vez' mira el-pan
¡ I,, ,ltsea. Vuelve a pasar y se queda ante la vidriera,
¡,,rr) no hace nada más, pues su instinto carece de la
nulrn(,nte fuerza. Pero si ésta fuera en aumento, lle-
t,nrr¡r r¡ll momento en que levantaría una-piedra, rom-
¡,,,rr,, la vidriera, tonraría el pan y lo devoraría sin
p.nurl cn las consecuencias ulteriores.
l,)l irrrpulso de un instinto es su factor motor, el ele-
r¡r,,r¡lr¡ rlinántico, la cantidad de energía que representa-
l'r¡'rrr. un car¿icter de perentorietlad que es la cualidad
r,¡'rrr.r'rrl «le los instintos, la esencia de los mismos'
l¡.1 t¡bjoto de los instintos cs algo que pertenece al
rrrr¡lrrkr cxteriol, y tanto puede ser una persona o cosa,
¡,rr ln cual, y con la euoi, el instinto aleanze su satis-
i'n, , i,in al suprimir la excitaci<in o cstado «le necesidad.
l,u lr¡nexií¡n entre el instinto y el objeto no es plitrror-
 ,\. fALI,AII.-RRO (II]RSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS ?I
rli:rl, r.rr r,l sentitlo de que sea el objeto el que dé origen ,' r,rrt,ru('()s, políticos, religiosos, etcétera) que también
:rl irrslinto. I'ol el contrario, éste es lo primitivo, existe r¡¡.¡*.n :l¡ ¡rreponderancia y a los cuales algunos autores
:u)1.(,s (lu(' t.l objeto, y cuando se produce una adecuación
1,,,r' r'ulrrlrytrdo, entre ellos Horney, W. Reich y Suilivan.
insl irrlo-olr.icto paI'a el iogro de la satisfacción, sólo
crrlolrt t.s sc tla una vinculación entre ambos. f) §ucñoe
l,)l ob.jcto es lo nrás variable dei instinto, en cuanto IN I'I]AI)SI- I ) Conscicntcs
¡.)l r I( ()S
;r los rrrt,dios ¿ que recurre para lograr su satisfacción. II) Fantasíao
{ 2 ) Inconscientee
I't,r'o sr, (ian c¿1sos en que están patológicamente iigados
rr rrrr ob.jeto específico, situación a la cual se denomina 1) Vista
Ii.ittt:iti¡t. Tan variable es el objeto que algunos sujetos UI) Objcto 2 ) Olfato
t()nriul col1lo tal eI propio Uo, es decir, un amor narci- { 3 ) Tacto
sist it.tr cuya expresión es el autoeroti,s'rno. 1) Pubcrtad
Los instintos forman parte del elLo, que está total- 2 ) Climaterio
IV) SomÁticoa 3) Eodocrino-
r)rente sumergido en el inconsciente, y por 1o tanto se patíag
hallan regidos por las leyes de este sistema y en par- 4) Tumorcs
ticul¿rr por el plincipio del placer. 1 ) }Iormonag
'['ot]o instinto tiende a llegar a un /ir., que es resta- ( I ) Alcohol
lrleccr un estado en el cual deja de subsistir una deter- It, lr X.l laAPSI-
2 ) Excitaatc 2 ) Drogar,
rrirr¿rrl¿r tensión instintiva, que es displacentera, para r.)l |I(:os V) Farrnace 1 etc.
llt,gar':rl equilibrio tensional, luego de haber obtenido lógicos
Lrn placer. El ejemplo más típico es el del orgasmo 3) Depresoret I I ) Barbitú.
¡ico¡
8cr)it¿ll, I 2 ) Ehogs,
etc.

l,ibitlo 1) Primavcra
2 ) Inviemo

,'()ué debe entenderse por libido? La traducción de la VI) Telúrico íl 3) Arm (Qs)l
voz l:rtina libido es: dcseo, inclinación, t,olttn.to:1, attsia, 4) Iones Po¡itivo
rt¡tt lilo o posió¡t. En psicoanálisis el término se emplea
virrcrrlarlo exclusivanlente con placer y deseo sexu¿rl. t { I.Iegativoa 2

l¡r'r,r¡rl arloptri este término de Moll, que lo us¿r pala seria-
l;rr l:r t.x¡rresión dinárnica de l¿r sexualidad. Por lo ];an-
Irr, ¡rol libido debe entenderse : íttensidad dc la ene.-1ía
inti tn it:rt ¡lt'l instinto serual: es decit', s,l cler¡e ltc
tl
r rt;Lnlil.:rtivo.
'l'orlo scr hu¡lano dispone de una cantidad dei.erminada
rlr' "f'r¡t'r'z:r pulsiva sexual" (libido) que podrá ser au-
nrcnt;rrl:r o tlisminuida por la acción de diversos factores
r¡rrr. ¡rrrt'rlor sel' divididos para su clasificación en intra
r r.sllrr¡rsít¡uicos (véase cuadro de pág. 71).
l,ori inltr'rst's seruales fueron el objeto rnás provechoso
t,rr lrr irrvtslig:rción psicoanalítica por la gran importan-
ci:r I)(,rr(' it llo ser exclusiva- de los instintos sexuales
t,lr l:r t,l.iolop íir rle l¿rs neurosis. Pero junto a los intere-
st,s st,xrr:rlts t:xisten los factores ambientales (sociales,
Itil ¡rsicoanálisis ha sido acusado de parcialidad, ale-
y,rrr,l,,s0 que sobrevalora los instintos sexuales en la etio-
1,,¡'lrr rlt. las neurosis, por lo cual arguyen que el hombre
1,,,r1,.(.ot.ros intereses fuera de los sexuales. Al respecto;
l"rlu(l ha dicho: "En momento ¿lguno hemos olvidado o
tal cosa. Nuestra parcialidsd es semejante a la
rr,1¡rrrlo
rltn los momcrto! en quc cl íqdice dc Ara (O3) es mcnor eo
lr rt,rrórfcra, loc tipoa C dc la cla¡iIicacid¡ de Curry crpcrimcntm
,r.'¡ .r¡¡ryor excitacióo ¡c¡ual. Y por el contrario, cuando el í¡dice
,1, Ata¡ cu alto, loe üpor F aicotcn iadifereocia sexual con manifca-
rH, t.'r'.ñ dc fatiga,
'll,r c¡ceao dc ionc¡ poaitivoo o la atm6afcra (molécular con car-
¡r ¡,,rltlva) afecta delvmtajoEamcutc loa procesos fieiol6gicos, micn-
tr{¡.¡uc urr cxcelo dc ionea cegativm producc cfcctos favorables al
l¡1,.r.¡t¡rr dcl orgeismo (Roblo, Mcdiaa y Miba¡ham.,,La Scmanq
M¿,ti¡ u", lo6, 9-1955).
l
:.) A, T,\I.,I-AF[,RRO
del quírriico, que reduce todas las estructuras ntoleculares
:r la cnt,r'gía de la atracción quÍnrica, sin negar por ello
Iit I'ucrz¿r tle la glavitación, pero abandonando su estudio
¿rl fisit'o" r.
Iil concepto psicoanalítico de la sexualidad es lo que
ha ¡rrovocado nlayor resistencia en todos los ambientes.
llt'sistencia que está influida, en su mayor parte, por la
educ¿rciirn cultural, que tiende a rechazar la satisfacción
irrsLintiva, 1o cual explica que Ia sociedad adopte una
actiturl hostil frente a este concepto, ya que la repro-
baciór-L ética y moral de los instintos sexuales ha con-
ducido a la identificación de todo lo sexual con lo sucio
c indecente, malo y demoníaco.
Existen varios instintos sexuales, a los que se deno-
nrinan ir¿stir¿tos parcíales, y tienen su origen en fuentes
orgiinicas y biológicas. Estos instintos parciales (exhi-
hicionismo, deseo de ver, orales, anales, fálicos y sádicos)
ac+.úan al principio independientemente unos de otros, y
sólo luego de algún tiernpo evolucionan en fornra tal
que quedan reunidos en una síntesis m:'l:; o menos
perfecta.
Ilr-r el aclulto esta orEanización está centrada en torno
rlc la satisfacción genital, y es por eso que se Ia denomina
organización última, o gel'tital, de los instintos.
Iil fin hacia eI que cada uno tlc ellos tiende es el
placer orgánico, la descarga tensional. En las primeras
etapas de su evolución se supel'ponen a las funciones
vcgt'tativas, por lo cual el man'lar tiene en los niños
tanrbión un significado sexual.
I'oco ¿r poco se separan los instintos de las funciones
vcgct.ativas y siguen, para el hallazgo de su objeto, los
t'¡rnrirros que les rnarca el 'yo. Una parte de ios instintos
scxu¿rlt¡s sigue asociada, a io largo de toda la vida, a
lts ft¡nciones vegetativas, aportándoles componentes Ii-
bitlino:xrs; por eso, ei comer es, en el aduito, una des-
c¡u'B¿r libidinosa, que en el caso del que vive para comer
cs ¡rr:is piitcnte que en el come para vivir.
I,ln rnr¡ch¿rs oportunidades los conrponentes libidinosos
¡rusrrrr l';ir:ilrnente inadvertidos mientras la función es
norrrr:rl, l)('r'o se hacen ciaramente perceptibles en los
t'sl.¡rrlos ¡rlrt.olrigicos.
rSirr errrlrrrrllo, durante los tratamientos, según mi concepto, no
¡rrreile rrr ¡lrl,r rl¡scuidarse 1a inciderrcia de todos los factores concu-
rr"rrt.x. v¡r ,¡rrr lo lógico cs tener siempre presente la idea de Ia con-
tirrui<l,rrt,,r ¡¡rrrri.;r)r).¡r,nl)iente
n
CURSO BI,SICO DE PSICOANÁLISIS
77
(hda uno de los instintos parciales tiende a la obten-
,'r1¡rr del placer org:ánico, y por sexual debe entenderse
trxlo aquello que tenga como mete el placer. "Los im-
¡rrrlsos sexuales Freud- incluyen aquellas ten-
-dice
afectivas y amistosas, a las que el
'L.r¡r'ias meramente
rrno aplica una palabra en extremo ambigua: amor."
(iran parte de la resistencia que se ha hecho al psico-
r¡rilisis se debe en realidad a una mala intepretación
rlrrl término sexual. Para el psicoanálisis todo lo Eenital
0r s()xual, pero no todo lo sexual es genital, ya que el
tórnrino denota funciones que no son genitales" Tal eI
,'nr«, de comer, para los glotones.
Af fijar los alcances de la palabra le&ual, Freud no
nrrrplió el sig¡ificado de la misma sino los conceptos
rl¡,rr<¡minados por ella. Su concepto de la idea de senua-
ltlod. es, por cierto, mucho más amplio que la idea co-
r rrr.nt,e, pero tampoco es exacto decir que la forma en
r¡rrr. él usa la palabra difiera mucho de Ia acepción que
¡r. k. d¿ habitualmente.
lln su autobiografía ha dicho: "La sexualidad está
rlrvorciada de su conexión demasiado estrecha con los
g.rritales y la considero una función más amplia del
, u,.rpo, que tiene como meta final el placer y sólo siive
¡r,r'r¡ndariamente para fines de reproducción,"
I,ln síntesis: puede decirse qlue para el psicoaná,liek
¡t tírmi:no selual d,enota ln fttncihn general de obtener
¡iltrit:¡.
l.:sta separación de lo sexual y lo genital permite
¡x,rrcr l&s actividades sexuales de los niños y de los
t,!,rvcrsos en el mismo terreno de los adultos normales.
Mirndas desde un punto vista psicoanalítico las pewer-
hr(,ncs se explic¿n como manifestaciones de instintos par-
, rnk's, componentes de la sexualidad que se han liberado
rk. ln primacía genital y se han lanzado por su cuenta
n lrr prosecución del placer, tal como 1o hieieron en eta-
IrñB precoces del desarrollo de la libido 1.
t)r¡mo ejemplo de una actividad infantil considerada
, orrro Bexual por el psicoanálisis puede citarse el placer
rlol r:hupeteo en los niños de corta edad, estudiado'por
It- Sterba, quien dice: "Un niño chupa su pulgar con los
lnbioa y la lengua sin sacsr beneficio ¿lguno desde el
I Stdb¡, trl,: "Ia
io¡d¡t6". Rcvhta dc P¡jonái¡j¡. Año 2, ne 3,
t0{5
74 A. TALLAFERRo CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS
l5
punto de vista de la autoconservación. En ese acto de
chuparse el pulgar pueden observarse detalles que apa-
leccn también en la actividad sexual de los adultos. Los
niños chupan los dedos rítmicamente y la mayoría de CON5CIENTE
las actividades sexuales de los adultos registran el mis-
rlo movimiento, La succión describe una curva. Em-
pieza moderamente, después aumenta la agitación y
alcanza un punto culminante para decrecer luego. La l'lrl[0NSCl*NTE
actitud sexual del aduito sigue el mismo curso. El punto
culminante de placer de la suceión es acompañado a ve-
ces por una excitación, que se posesiona de la muscu-
latura entera, tal como acontece en algunos niños cuando
defecan u orinan. El orgasmo, que es la experiencia t!
placentera máxima y la satisfacción más intensa sen- F
tida por el adulto en un acto sexual, manifiesta una 2
reacción semejante. rrj
"La analogía esencial entre la succión del pulgar y ó
las rnanifestaciones de los adultos es, indudablemente, el ú)
placer experimentado en ambos casos. Quien haya ob- z
O
servado una vez e1 placer que un niño experimenta
durante la succión de un dedo y la calma y serenidad z
que manifiesta al fin de su actividad, se hallará obligado
a reconocer, por esta demostración objetiva de placer,
que existe una profunda analogía entre el chupeteo o
alguna otra costumbre similar de la infancia y la acti-
vidad sexual de los adultos. Si se le preguntara a un
niño de corta edad por qué se chupa el dedo, seg:ura-
mente contestaría: 'Por que me resulta muy agradable'. , r,' trrri sumamente objetivo, podría decirse que el yo
"En estas actividades infantiles se pueden observar , ,rlt,.;rsí como Ia cáscara del queso, que se ha rnodi-
r.aracterísticas subjetivas y objetivas de las manifesta- t,,,r,1, ¡ror cl contacto con el mundo exterior.
ciones sexuales del adulto. Es lógico, entonces, conside-
r¿rrlos actos sexuales" (Sterba).
l¡r¡a estructura e¡ ürtud de la cual el homb¡e ha dc
Itr'rrr t¡¡[6 de la dtuación si quiere subsisti¡. Esta estructura hiper-
l,,r¡rr,rlr¡¡r¡l¡r de la corteza ceret¡ral es la que le hace al hombre esfa¡
EL YO ,tt t',tlt'lul Tal estructura, sin embargo, no ¡ace de una inte¡Ierencia
,¡¡tr, l¡¡¡ irnpulsos instintivog y las percepciones externas, sino que
I'rtlrr l,'reud, el yo no es más que una parle d.el ello l¡¡ r,'rrtl¡iones exter¡as son "de la realidad,', en virtucl de la est¡uc_
rur,',li lr corteza cerebral, prefijada por la evolución eurbrionaria
rrrotlifictdo por el impacto o 1o interacción de las pul- tlt."l t {.l,allo), Es decir, se hqbría modificado el concepto primario
siorrls ir.rtt¡r'nas y de los estímulos externos. De acuerdo . I'ltn,l/.tir'() de Freud sobre bases puramente psicológicas, tom¿indose
r.on t,stir hipótesis, formulada desde ei punto de vista Éti , ilr¡rl¡r elemeatoa egtructu¡ales ¡omÁticos y neurológicos, conside_
rñ¡.1,'r..¡rtonceo la eristencia dc un elemcnto, la estiuctura de ta
¡rsicolír¡,,it'o, ei r7o estaría constituido por una modifi-
<':rtirirr rlr'l ¡rropio r,1lo 1. Recurriendo a un ejemplo gro- ',,rl.i¡r ,.rrcl)ral, prefijada por la evolución embrio¡aria: el neocortex.
l,r rrr función neurol6gica da¡la ta poaibitidad al ser huma¡lo clr
+rrr¡rc¡ In rcalidad y ponerlo frente a ella y a todos sus objetos. EI
rIi¡r los írlli¡rros años algunos autores ellos ffartman y tllrnrr ¡r)r¡cepto hipotéüco y psiológico de Freud tiene así una h¿¡se
Kr¡lric ¡ ¡:rsi¡le¡an <¡ue el yo, tal como lo-entre
acepta Rof Carballo, no trttt,rfhll6gica, que correapooderla s lo quc él intuyó e¡¡ sus io,
c¡ el rc¡trltotlo pasiwo de las influencias energéticas internas o exter- r,.ll{{. ¡()r¡ca.
 A. TAI,LAFIRRO
7(t
I':rr¿r rlt:s¿r.tr«rllar la teoría freudiana con su topogra-
fí;L hipotótica del aparato psíquico, se puede decir que
r.l y,i ir cncuentr¿r ubicado entre el nlundo interno y el
cxtt,r'no, cr) una posición tal que se comporta como recep-
tor rlr, lt¡s itnpulsos que le llegan desde ambos calllpos.
I ) rr r'¿rnte las primeras etapas del psicoanálisis se
irlt,nl-il'ical.r¿r todo el .?o con lo consciente' pero investi-
g:rciorrcs posteriores detlostraron que esta instancia tiene
¡r;rltcs que llegan al preconsciente y aull al inconsciente.
l)c acuerdo con los centTos nerviosos que los han reci-
birlo, los estímulos externos dejan vestigios que crean,
t'n csta instancia del aparato psíquico, una ilrlagen del
(ucll)o que en psicología se llanla "imagen" o "esquema
('o¡ por.al".
i7o, por su situación entre 10 interno y lo externo,
Ill
t'oincide parcialmcnte con el sistenla de percepción, en
l:r hipotótica topografía tlel aparato psíquico.
(Jntr parte (lel Uo es, por consiguiente, inconsciente;
ot.r'ir, ¡rreconsciente, y una tereela, consciente.
I¡r'r¡ud habÍa identificado en sus primer'¿s investiga-
cioncs la censula del suerlo con el consciente, y por ello
l¿rs lt'ntlencias (le este últillo sistema eral) consideradas
(o¡l)o contlapLrestas a las inconscietrtes; pero en ia ac-
tLr:rlirl:rd, lucgo de habelse descubielto la existencia de
l:t ¡r:rlte inconscicnte del yo, ha dejado de confundirse
la ¡rosición entle "inconsciente" y "consciente" con Ia
r¡rrc cxiste entre el yo y los in'rpulsos del ¿1lo.
I'll h¿rllazgo de la parte inconsciente del go fue resul-
l;rrlo rlcl cstudio ni/rs detallado clel mismo, al que pri-
n¡t,r';Lrnor)te sc descuidó, pues resultaba más interesante
cl nr:rt.t,r'i¿il que afloraba del inconsciente. estudio que
¡xn' ol.tlt lrarte revcló la extraordinalia impottancia de
e;l;r inst¿rncin psÍquica, y en la actualidad, dia a día, se
;rrlvit,r'l.r:lt ttascendencia de sus diversas funciones, sobre
Ir¡rio tn tcrapéutica.
'l':rl cr¡n.ro sc ha dicho, a medida que fueron conocién-
rlo:;r. I:rs I'u¡rciones que tiene el ?o, se comprendió que
l:r o¡ril:;i|ion r)o era entre jo consciente y lo inconsciente,
sirro r¡rrc t.xist.í¿r una contraposición leal entre el Uo-y
Io:; irrr¡rrrlsos <lt,l ¿,lio y que los elementos represores eran
I'rrclz;r; tlal yo, al servicio del su.pa,ruó, condicionados
l.rrrr¡l¡irir¡ ¡ror lrr f'unción homeostática del primero.
l,)l ¡rlirrci¡r:LI ¡rapcl del Uo, por lo tanto. es coordinar
frrrrcirirrt,rr c irrr¡rrrlsos internos y tratar que los mismos
¡rttr,rl:rrr (,\ l)¡ (,)i,.rr.sc cn cl mundo exterior sin conflictos.
§
(:t]IISO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 77
I ' , 11,,, l;r :rrrtigu:r oposición entre consciente e incons-
..
'!r, .,.r ,r,, r,s v:ilida, sino que, por el contrario, Se con-
' I r r ,¡rrr. l. rlrrc tione irnportancia y en realidad ocurre,
r' ,1, , I ¡rrrrrt,o {lc vista económico-dinámico, es que una
r.,,, r ,l, l rlo que fue toniada del cllr¡- se opone a
I urt,rlrro:i instintivr.¡s que tratan rle exptesarse.
| 1 i/,,,lril)or)o de una organización y es capaz de diri-
r,r t,,,l.rr l;rs tcntlencias del cilo hacia una finalidad
'1, l, rrrrtl¡;r¡l;t-
t l, r¡rlr.r' crinsidcra que el 3/o es ia actividad inte-
¡ r r,1,,¡.¡ rlr. ll pelsonalidad, un representante del niundo
r r, | ,,,, rlr¡(. silve al nrisrrio tien-rpo a las inclinaciones
,1, I , 1t',. r.l t¡tte replesentante genuino del DrUn-
,1,, ,r,r, ln(, - cs -como
ei¡oísta, pues se tige por el prittcipio del
t.t,', ' ¡ I)(.:i(lo un cierto purrto de vista, ei yo tiene una
, r,r, l,rrL t,s¡rccíficantente nlotola, y podría decirse, a
rrr,,l,, rl. r'.jcrnplo, que tltane.ia la llave de la motilidad
, r¡t,r;., )r()r' lo tanto, de impedir que un impulso de1
' 1r,, l,rr.rl:r (,\J)r'es¿rrse. Esto, enrpero, no ocutr.e siempre,
t,,' i rr liolt.os luotltontos el j/o y el cIIo están muy uni-
,1,, ,,¡r.r'i:rlrnente en los per'íodos prin'rarios de la evo-
l,',,,,il, r 'r:r¡rilo la sel)¿¡r'acií)n entl'e alllbas instancias aún
r,,' , lr;¡ lrtr.ho nítida. Es entonces cuando el ?o cede
,, , Lr rlr¡¡¡i,'¡ iurpulso que le llega desde el c1lo, situación
,¡,', ¡,,',lr i:r ll¿rnt¿rlse ideal y en la cual ai ¡7o se le da
,l ,,.,¡rrlrr r, dc yn ide':rl, que no es 10 misltlo que el ideal
'1, I ,i,. I,)l yo ideal lo es para el tllo, pues hace 10 que
' l, ,tr¡r.r'(¡, y col11o ejenrplo podría decirse que es como
,,r, ¡,.,,1r,.r1ue hac:e todo lo que el niño desea. Ei ideal
'1, Lr,,, r.rr c:rrnbio, es una imagen externa idealizada, un
',1,, t,, rlrrl nlodificado pol un pt'oceso que se denomina
,1, r,lr.;rliz.ación" y al cual el '!Jo tonla corno modelo y
ilr, I.r rlI sLr estrUCtUra,
It, ¡,tllo tltl yo
,t t
l,r¡ r.l l.l:rnsculso de su evolución, a medida que pasa
t,,,r l:¡ i rliferentes etapas de su conformación, el Eo sufre
lr.¡il l-¡)rnr;rriones en lo que respecta a su modo de ac-
Il,,r l,ls útil sel-ial¿rr esta peculiaridad pu'es ayuda a la
,,,rrl,r'',nsión de algunos problemas y mecanismos pato-
1,,¡.tr'o:t.
.l proceso de fasci'nación
l,irr como 10 denomin6
lt, -tal
rrrl.lrl - el '!lo reproduce las primeras percepciones y
lrr, ¡,,, lo h¿rce con totlo estímulo que le llega. El niño
 A. T,\LI-AFI.]I{RO
7fi.
lt,¡ri1.t,:rct,it.udes y gestos simples de los sujetos de su
:uu bit,lr Lc,
()t,r'o tlc los mecanismos del yo prirnitivo es la tenden-
ci:r rr introyectar lo agradable y expulsal lo desagrada-
lrlt,. Lrr prinrera realidad que percibe el ni¡io es cornes-
l.ilrlc y l)or lo tanto tiende a introyectar todo io que ve
.v I)roycctal' lo que le desagrade, 1o cual pelnlite com-
¡rlt'ntler el profundo significado que tiene, psicológica-
nr(,nLr:, cl vómito: es una expresión de desagrado in-
con t.t:st¿lble.
Io percibido y la introyeccit,n oral
L¿r inritación de
frrrrn¿ur cl fundamento de lo que constituye la kletúif i-
rurititL'pri'ntaria, primera forma de amor haci¿l un. objeto
-y t.arnbién primera reacción motora ante estimlrlos
cxtcriolesr.
I Mr:lanie I(lein explica en su lib¡o El psicoaniilisis dc /, ¡s niños la
¡rsicologia dc l¡r infancia por procesos psíquicos cle intrr,yección y
¡rroyceciórr. "El niño, en las primeras etapas de su desa¡rt,tL,r
li(ne rrrr yo que es ante todo corporal, rn estrecha viilculación -dice--,con
l;rs sr'¡rsaciones clue le llegan de su nrismo orgarnismo y:in rLinguna
rcl:¡¡it'rrr co¡r el mundo exterio¡. Luego, crl sus prinrcras rtlaciones
r orr rjste, el yo sigrre el n¡ecanismo de la idr-.ntific¡ción primaria, lo
r rrirl sigrrific:r tlue el niiro, en esta fase de su cvolución, consi<lc,ra como
txrl.r¡cciente a su propio organismo los objetos del nrun(lo exterior,
(()¡r¡(), t)or ejemplo, el pecho de la nradre. Esta iclentificación ¡rri-
r¡r:¡ri:r ticrre cicrta analogía con la introyecció¡r oral del pecho y con
l:r:rsirr¡il¡cii¡n tle la leche materna.
' Iil ()rganisñr() del niño conoce no sólo las satisfrrccionr:s cicl tipo
r¡rrr lr' ¡rrocura la alimentación, sino qur tarll>iún exprrirrrrirt¡ scn-
:..rci¡¡¡rr':i rlesagradables, como la de haml>re.
''Urltir l-lltiña suele ir acompañadr por un:r srns¿rción <lr nrorrlcclt¡ra
rrrl.ri,)t rr¡e, cua¡rdo cs muy intrnsa, llega a ser clolorosa. Igualmentt
rl lr¡u¡¡l¡rr'rlrsarrolla, en el niño, un deseo dc nrorrler el 1>ccho ura-
l,r¡rr) t)r,ir a¡»drratse del alimento quc necrsite. La sc¡rsació¡ de ser
r,,,,rrli,l,, y r.l <1r:¡ier¡ de morder son consirle¡arlos por r:l niiio romo 1:
rrri.;rrrr r'osrr, yn que se representan simr¡lláneanrente. Es por rllo que
.l ,rinr) I)irr)sa (todo lo rudimentario r¡ue un niño puede pc:rsar) : l,'r'(,yectarac los primcros tgra conlenar cl bimatar que lc aaaionm,
'l'r,r¡¡¡¡¡ 1,,,,,, rlr:seos de mo¡de¡, teügo la sensación de scr rno¡cli¿lo
rrtrrr()rru,.l1r..' Cu¡ndo el haml¡re es;:grrda desarrolla cn rl niño un
rr¡lcrr,;,, ¡lt.cr'¡¡ rlc zrgresión, que acor¡par-1¿t de gritos, lla¡rtu, pataleos y
,lt ¡r,rir r,,rrcs, y si r:on todas estas cxterio¡izaciones consigue que la
rrr.rl¡r' Ir ¡rrrrlxrrcione alimentos, entonce! lylo mar.:ha bien; pero si
rrl(¡ o{) .ri(,r¡lr'c., las exteriorizaciones se prolongan por nrucho tiempo
y lc , ;ru,,;rrr rrrr¡r scns¿rción de malestar corporal iotc¡tso, eonsecuencia
rlr rr¡r rllr,r,r rlc agresión prolongado e insatisfecho y .ir¡rneñtado pur
l:¡ t¡rr.r¡rr ir',rr illrrior de ser mordido.
"I')l y,r rlr'l rriiro rs, cn esta época, totalñente f)laccDtero y acepta
rl.l ¡'rr¡¡,1,, rxlr¡irrr lo qrre le resulta agradable y rechaza cor¡ro inexis-
l.¡¡tr 1,)(l¡, l,' rles:r¡lrrd:rlrlc. El organismo fisico del niiro sc comporta
rl..sl.,¡r,(1,, r'r¡rrntlo ¿rbsr¡rbe el pecho rnaterno cor¡ su contenido
:rgr:r<lrrl,lc y cli¡¡ri¡r:r l()s c¡crementos que Ie son clesagradaltles. En lo
r¡rrc rr r.frerc ¡r ¡us srrrs:rcionca interiores, el yo infantil preter¡de tarli-
CURSO BÁSICO DE PSICoANÁLISIS 79
t,,l ¡, ¡rrimario de los períodos evolutivos iniciales es
r,,,r.l¡r.rrlr. placentero, pues introyecta lo que es agra-
.t,rt,l. y ¡rroyecta fuera de él lo que es desagradable, des-
,lr, r¡rrr, t'stá íntimamente unido a ello, donde rige el
t.tt,,¡t'to dcl placer. Lo que predomina, pues, es el pla-
, ,,r y nrrrla más gue el placer.
l,,rr l¡rs primeras etapas de la vida de un¿ criatura
rl ¡7,, r.rr cstructuralmente débil, pero se cree omnipotente
t,,,r tr.rr(,r en sí mismo parte del mundo exterior, que
¡rrr,r'rrrrrrcDt€ ha introyectado por vía oral. Se cree en-
trlrr'r.rr l)os€€dor del mundo y de allí nace su omnipoten-
,tr. r l)esar de ser un ?o sumamente pobre (Nunberg).
,.:r como tiene impulsos de actuación mágica y de
^dr
,,rrrrrr¡rrrtcncia, que nacen e\ el ello y aparecen como tales
',1 ,.1 //¿r, La Humanidad, en su desarrollo desde las ti-
r¡l,.l,l¡rs primitivas hasta el estado actual, ha pasado
trrrrrl,itin por una fase animÍstica, en la que intentab¿
al
,l,,unn,rr rnundo recurriendo a Drocedimientos mági-
,,,'r. Nuntrerg considera que est& etape anirnística es el
r,,rlrrrlir¡ narcisistico de la evolución de los pueblos. Aún
lr,,y ric pü€d€n observar en los pueblos primitivos ele-
rrrr,rrlos rnágicos en distintas ceremonias.
,,,r,, ,,,rrpo.ta^" de u modo aoálogo, retenieqdo las sensacioaee má¡
.¡rrr,lrrhles y por eso cl lacta¡te quiefe pfoy.ctú al mundo extcrior
, L!¡,rlestar que le caaiooa ¡u hamb¡e y ou agGi6n io¡atisfrha¡,
It I r¡ ¡'ho úatcmo (objeto cltqior quc él daea) 6 tambiéE el objcto
.,,l,re cl cual realiza la proyeccióa dc úu malatar y ací conridcra a
,,r (.r¡o como 'malo', que lo muc¡de intaiomate y 6 por lo tanto
,..¡,,rrsable por toda! laa otrar ¡a¡aciona deagradablc quc c¡IE-
"Y ¡»r el co¡¡trario tiene la idea del 'pcho bucno', que o cl que
l, l,'oduce satisfacciones. El estado de bicnatar del bebe e¡ tal que
l, lr¡¡ce fantaaear con la existe[cia dc objetor extctr¡ores bucnos, quc
¡. t'¡ ( ocupan por Eu bienestar, y tsmbléfl la dc objetos malm. Quicrc
t,, i rrnl origina la e¡igtc¡cia de objctor 'bueoor intrapelquicm', Y opta
.t',,r¡ltÁncamente por lq proyecidn de lo objctoa'maloa'. Pero no
.¡.,¡rl)re es posible maate[cr cstar iotrcyÉciona y proyeccioao, pua
l,,r ¡recesidadcs orgánicaa hacm qua el ni6o paEc por pcríodo dc
I'i.¡¡cataf corporal y palqúco y otu 6 quc riotc dolor. Todo ecto
," ,rsiona cn la¡ fmtaaía¡ del niño la e¡irtocia dc objcto 'bumor' y
'¡¡,'los' interiors, relacionado @o 16 corcDoodimtc lrterioro.
"Al avanzar cn cdad, cl oiño conce mcjor la realidsd ambiotal
y .Bc mcjor conociní@tg a Io que le txmite amñme co¡ aa reall-
,l¡¡,1, para traoquilizane dc 16 tcmorc quc dapicrta m éI cu prcpie
,,sr caividad. El niño sc da cucat¡ de quc au mad¡s ella y ¡o
,urr¡ parte, como crela antF 6 buaa y lo quierc. Antc
-1e¿. tal realidad
t r rrnquilizadora cl niño prcura guudar rlmprc conrigo a cEa madrc
I'ucna o a au imagcn iotrapslquica, para vctrccr eFf lo! tmores quc
|,,fl objctor maloo interios creu m Él."
s0 A, TALLAFT.RRO
l)t' acuertlo con un trabajo de Ferenczi se considera
<1uc el yo pasa, en el curso de su evolución,por cuatro
f¿rsr¡s rle magia y de omnipotencia, que son las siguientes:
1) I,'ase de la omnípotencia incotttlicional, que corres-
¡ron<lería a ia del estado fetal. Esta es una etapa total-
rnente hipotética y que muchos autores no aceptan.
2) Fase de las alucinaciones mrigicos, período que es
más fácil de comprobar. Todo impulso en este estado
de la evolución del go es inmediatamente satisfecho por
medio de alucinaciones. Así, cuando el lactante tiene
hambre, se proporciona una satisfacción alucinando el
pecho que desea. También en el adulto se percibe una
situación semejante. En el período en que la regresión
se produce durante eI sueño, el yo actira de la misma
manera. Ei deseo se transfotma inmediatamente en una
representación alucinada. Como ejemplo podría citarse
el caso del sujeto que se despertó a medianoche con sed.
Opinó que hacía denrasiado frío como para levanta¡se e
ir a buscar un vaso de agua, razón por la cual optó por
seguir durmiendo. Entonces soñó que caminaba por una
¡rlaza, en un lugar muy cálido y de pronto hallaba una
fuente en Ia que bebían varios c¿inlellos. I'ue hacia ella,
cn sueños, hundió sus labios en el agua, que estabarnuy
fresca, y sació su sed.
ll) F'ase de la omnipotencía cott el aurilio de gestos
rtágicos. La reacción del niño frente a una necesidad
r:orporal se ve acompañada generalmente por un movi-
niento rie,brazos y piernas, llantos y gritos, todo lo cual
lr:rcc que, ante estas muest¡as de malestar, aparezcan la
mrrrlre o notlriza para resolver su situación. Iisto lo va
lrfirma¡do en la creencia de que son precisamente tajes
rrrovimientos los que ie producen la satisfacción y tam-
bií.n cn la convicción de que sus actitudes y gestos tie-
ni rr un ¡rorler ilinritado.
(lran ¡rarte de los sintomas histéricos pueden ser con-
sirlr,r:r<los como el resuitado de una ficción inconsr:iente,
on l:L r¡ut' las necesidades no satisfechas son igualrnente
rr,r'olrr¡r<,nsarlzrs por medio de gestos artificiosos. La ,¡m-
n i¡rolt,rrr.i:t a través de los gestos máqicos se mantiene
<'on r':rr¡t<:tcres netos en el cerentonial de los pueblos
¡rlinritivos, los cuales creen que la magia de los ltrovi-
nrit,rrtos rlc los hrujos de su tribu tiene realntentc un
¡rorltl rlrlcrrninarlo. Y aun el hombre evojucionarlo, cuan-
rlo :;t'rltses¡rt,r'a y no puede expresarse por medio rle las
cuRso BÁsrco DE psrcoANÁLrsrs gl
¡,llrrlrrus, p.or lo general también comienza a hacer uso
,t,' lrr magia de los gestos y agita enérgicámente sus
I,r I/.r¡s. [jsf,o, ev¡Oentemente, produce su efecto, pues
r¡¡¡rl¡ií,n.Ios que ven y escuchan estos desplantes' eitán
I,\'rvr('ndo su propra magia y la proyectan, Es el caso
,1,. rrrr paciente que ante cualquier situación dispiacán_
r.r¡r en el sentido de que él nlcesitaba -r.to r}'é"tÉ,
,,,nr.r¡zaba a hacer una ierie de movimientos coreiformes
,¡u,, lc.permitían, "-mágicamente,' obtener tos cuidadói
rr¡rr.r'rales que anherFba y la atencidn exclusiva de las
t,r,rrrlnirs qug Ig ¡odeaban. De esta manáia ros movi-
n¡lr,rrl.os persistían en él e impedían su evoiución iavá-
r¡lrlr., pü€S, por.experiencia,'satisfacciones
sabfa que a través de áste
I lt,o (le actxa-ción obtenía que de otra
r¡r¡rlr.ra, no hubiese logrado.
'lr Fase de. la. srrpenoridatl del pensamien.to. Frsta
,'rr¡t,r parece lnrctalse simultáneamente con el lenguaje,
,¡rrr. rlurante los períodos anteriores sOlo
esiáUa inie?"áá,i
¡,,,r rr.nidos a¡ticulados a los cuales se les atribuí; ü;
,,tyrrificación mágica, tal como lo dice Müller en Mito-
tt,uttt (otnparadg) y como aún suele observarse alguna
v,,¿ r'r)tre los niños y los esquizofrénicos r.
l,lrrl.ts fases mágicas del go desaparecen casi por com_
¡rl't, t:uardo son sustituidas por sentido de ia reali_
,ln,l l'ero aun este gs¡fidg puedeelfraCasar en laS alu_
, rnnr.iones típicas, como, por ejemplo, en át de ios
I lr:l ¿olvaje er incapaz dc difercnciar claramente entr!
"r"o
las patabraE
r t,,¡ i,l¡jctos, c-imagina quc el crlabón entre un,"Áir. y ci rujcto
,,,,1',.ro denominado, no ca una mera asociación c idcáló_
rr,n,.¡rro un vínculo_ vcrdadero y auataacial q". "iüit*¡; los dot dc
.r,r,*,,rto tal quc cl daño o malcficio pucdc
.,,,¡ r,'(to facilidad por intermcdio ac su nombrc,-
"r. " una pcraooa
""ti.,,át1. fo haiía por
r,,.,1r,¡,lc ru¡ catrcllos, ¡u! uñes o cualquier p.i.-*át.ri.t
"o-" ae.tt".
tr I lrr),nbre primitivo con¡ldcra ¡u .o-Lr.
como un"-parte v¡tat ae
.r t,.r.()¡ra y fpr eso lo cuida. Ia¡ indio¡ pieter rá¡rr ie ponen dor
¡,,¡¡¡t,¡e¡: uoo "lfijo de la primcra,Ertrella'. _poi.¡iipl-*
,.,,,,¡. !u_ madre y é1, y otro, ..Hacha Filosa.", -o,ri-."-a deque sólo
uro co_
¡ l"rt. De 6ta manera no deja en manor dc 'cu-alq"¡aaa a, nombrc,
't,r¡ I'rm él cr lo,mirmo su ¡¡erlona, y frcr lo tanto, todo mal
,1,'. ,. 19 naga a 'n¡cn¡ Fi¡o.a"
-quc no lc llegarÁ al .,Hijo dc la Hmera
lt ¡t ¡llt"-
¡
t.,,ñ rlelincuenter haccn má¡ o meno! lo mi¡mo; el ,.atia¡,,
qy: .l que pucde utilir"r cuaiiri.-m. pcro
no c¡
':.,:"
t¡.,r.r,r"'1" ¡o gu¡roenloT,br"
blcn oculto. Cambiando a menudo de at ver_
,r..il {¡u-e lograrán cludir t¡ ecclón poticial. -E¡i"--ii¡"-o
.,alla¡,.
rr¡r,r.r cl terror que .tlcnen to¡ prlmltlvor . l" f;i;;r;;;. te-t¡¿,
,!¡rr r r¡ento que una lmrgcn de iUor qucda a."trc Cuando ¡e
¿-l fr-"a_.r. y
rx,,l.' (1. otro, r. .nÍu¡ti.n. pue¡ temcn quc i-r"lq"lii daño qu-c a. ii
 .4, 'T'AL,I-AT'ERRO
rJ2
exploradores sedientos que, en rnedio dei desierto, verr
un oasis; también su fracaso se advierte en las psicosis.
Percibir, adapta.rw a la raulid,atl y actuar son las fun-
ciones lnás elevadas del yo, pero todo hombre en algún
momento puede tener un pensamiento mágico, Siempre
considerará como augr.lrios funeñtos el pasar bajo una
escalera y volcar el salero. Admítase que ulra pizea de
este sentimiento hace a la vid¿ más agradable de lo que
sería si fuera pura realidad, Lo malo po,ra el hombre
es que use la magia y crea que está viviendo en la
realidad"
La finalidad de una ectuacién adecuada ¿ la realidad
es llegar a modificar el ambiente de manera tal que .las
realizaciones del go y las tqndencias del ello puedau con-
cordar. Alexauder dice qud Ia misión del yo es realizar
una homeostasis, evitando que los impulsos instintivos,
los obstá,culos y sstÍmulos externos sean exr:esiyos" sir-
viendo por lo tanto como barrera reguladora. Es decir,
llega el impulso al go, éste lo diferencia según el ámbito
desde el er¡al vien.e y luego realiza una ordenación y
síntesis de los impulsos anárquicos que proceden del ello.
El saca resultantes de esta síntesis y trata de des-
gro
cargar en un solo rnovimiento, en un proceso económico
dinámico, una cierta cantidad de energía.
El ga no sólo es capaz de actuar sobre el rnundo exte-
rior, modificarlo, sino que puede también actuar sobre
el organismo, condicionando las reacciones de éste hasta
tal punto que llega a simular le realización de un deseo.
Muy a menudo se ven en l¿s clínicas obstétricas casos
de mujeres que presentan todos los signos del embarazo
sin que en realidad estén grávida§. Se trata por 1o ge-
neral de mujeres estériles e histéric¿s que en esa forma
tratan de satisfacer su deseo de ser madres. Una pa-
ciente s<¡ñó que estaba en carlra y que aperecía un
hombre que la obligaba a tener relaciones sexu¿les
fotogralla ec rc¡rroducirá cn elle¡ ml¡mor. Y a la invcr8a,
".-" -" el noüo ¡c enoja coa ¡u amada, rompc [a foto, Ircro m rcali-
cuando
dad lo quc está expresando e¡ r¡n derm que m la vida rcal nunca
se atrcvcr(a a realizar. Esta forma dc aetuacidn mógica la utilizan
con frccucncia los hahice¡e para pracücar ¡u¡ maldiciog. A uoa
fotografín dc la pcmona guc oc quicrc "dañar" lc clavan un alfilcr
cn cl corazón *ai Io que dseaa s que muera- o en la cabeza, ri
lo que dercan a quc pierda la razón. O cu otro¡ ca¡o¡ modctan una
eotatuilh a rcmcjanza dc la vlctima y lc introduco cabellos o restc
dc uñao de érta y et daño que se hacc sobre la estatuilla se mani-
fc¡tará tomtrién cn la perrona rcprcrotada.
ClrRs() r]ÁsICO DE PSI(-:()AN.iLisls 83
,¡'n rll. Para materializar su deseo presentó, durante
,r,,, todos los trastornos vegetativos.del emba-
illclüso la amenorrea y el aumento. d-tl abdomen'
,,,r,,,,',i,,*Á,
tlritrrdo una persona normal quiere satisfacer un Im-
el mun-
¡,rrl,,r, rlcl ello, iitenta, si le es posible, modificar
ll,, ,.r1,',lior. ía formá en que puede hacerlo es por medio
,1,, lir técnica, de sus conoóimientos, de su.-experiencia y
,i,.1 .ri-i"*, áuscular, y entonces lo modifica en forma
i;;i ;;;;;;;; t"iitt*""iói pueda Ilevarse a cabo, Iogrando
,r,,i i¡r descarga de1 instinto de u¡ra manera socralmente
;,;:,'r;i;bl;;"4;;--.tá l" creará conflictos' A esta modifi-
,,,,,'i¡- a.jl 'mundo exterior se la denomíta aloplastía'
y ,,,,i.do, por el contrario, Ia alteración se produce en
,,1 /r, en el caso del seudoembatazo, el proceso
'
,,.,il,é "o*o
el nombre de autoPlastía'
l;,r."-oo"-éI hombre se adapte a las exigencias reales
^abandone el principio del
,t,.'i;;iá;Á ""á!-*rió que
i,i,,,l". u fin de poder desánvolverse armónicamente con
in rcalidad, que es la salud.
l)os funciones imPortantes d,el Yo
I,ll zo tiene dos funciones muy importantes, que son
¡ "ximei de la reatid,ad y el trabajo de síntesis'
Iirut»en y sentid,o d,e la realid,ail' Se ha dicho que
r,,¿oi*pofti volitivo procede del eLl.o, peroquesu acción
un rm-
,lttrende por completo del go, a punto-.tal
p"áa" ser éompletamente neutralizado'. Para ac-
',,,í* de esta manera, el yo tiene la "llav'e" de la moti-
i,,ar
riif"¿,-que ie permite al mismo tiempo -comprobar la
,.*istánáia ,".Í d" los objetos. En la duda sobre la
lo piimero que el-sujeto trata de
';,;i¡;d;"-;loüj"to,
Iurcer es tocarlo. Los alucinados' en un intento por con-
;,;;;;";; de-la realidad de lo que estánmuy viendo' mano-
a merludo'
i,.;;-;; ei-aire, como se los vé hacer
ii.J. t""i"ti"a de "omprobación constituye el "examen
,lt¡ Ia realidad".
Pn ias etapas más evolucionadas del yo-talIaexamen
motili-
,r--"o-"" ,.ilin con el auxilio exclusivo desuficientes
ir"¿,-lr-i"ietigencia o las reminiscencias son
ilr., p""r"i[i"i" al sujeto comprob-ar si el elemento existe
i'ii-ár-*""a, exterioi o si es sólo un producto de su
iu"[a"ía. El 7o se vale de dos reeu¡sos: el examen de
i"-.átiáua poi medio de la actividad motriz (tocar pri-
;;";; t creár después. '.; algo parecido hizo Santo To-
84 A, TALLAFERRo cuRso BÁSICo DE PsIcoANÁLIsIS 85
más . . . ) y luego el sentido de la realidad, en el que ya rr() pueden ser disti¡guidas entr.e
no hay necesidad de Io motor y mediante el cual se sabe ¡rloduce entre ellas un intenso
si, y sólo cuando se
si "eso" está realmente allí. t¡lcrnente separadas, "u"flicto, "áaltan visi_
La tarea fundamental del gro es percibir y al mismo
tiempo establecer si lo percibido se encuentra en el l,t, functón sintética
mundo interno o en el externo. d,el yo
Con el aumento de la
experiencia cotidiana ello impulsos.soü..antagónicos
Nunberg-, con la sedimentación de impresiones -dice
exter- llrl "lpor nins'una
,,.grdos .los y no están
nas fijadas en el sistema preconseiente, capaces, a veces, orsanización ,rii¿;;i;;
ru parte, tiene entre sus funcione" t" á" i a ai,-ñi
de adquirir Ia misma intensidad que una percepción, se tJ*pensar Ia
esos impulso"_,rrriti.¿r,¿otos
produce et el yo, en la porción preconsciente, una ima- ::li::,yÍl -d" accrones o voliciones, pues á-, to"m" ¿"
r'.¡lf,rmlentos,
gen del mundo externo que no difiere esencialmente de ,,,ntradicción (véase proceso-secuídari", pjg, no soporta la
la realidad. ,,,rno armoniza los im¡:ulsos. del ello, 62). Así
No bien se produce la identi<Iad entre el resultado de , r.r'tos concordar con ü.
tieleiu'eso que ha-
la ideación y la realidad externa percibida por los sen- "*is"""iu;'aá-iu ""iriard
r.querimientos.del sup.eryó."8q" y los
tidos, pueden iniciarse las voliciones y las actupciones ,rcnte un unifieador sino tambiéni; ;;"t" n-J es simple_
adecuadas. El reconocimiento de la realidad y la adap- , llo_, la realidad y --- -" ,ilüáo. entre el
tación ¿ ella no depende, desde un enfoque puramente el aup"ryi.- ""
Se puede dec-ir q-ue Ia actividad correcta de
¡rsicológico 1, tan sólo de l¿ estructura del go perceptor ,,)rmal es una función homeostática,-qoe un go
lctuante, sino también de una instancia del propio gro,
la parte autoobservadora que analiza las vivencias antes 'rsuiente: recibir prinrero "ái_rsist" "rio
impüü-d'ilerenciar de
de otorgarles el valor de una perfecta realidad, es decir, lll,nq: .!lega; elementos "t proceso de síntesis entre
luego iealrzar-un
ros orsf,¡nfos que llegan del ello. tratando que
después de haber establecido si el estimulo es interno rracantidad determinaáa_de ónergía
o externo, y si la respuesta no provocará conflictos
¡
,

,'¡r _un
puei.-,1""""rg".""
posteriores. ^solo nrovimiento. Es un
"-""aiae"o
ái-r^J. "oordiñaáár
Lo percibido son huellas o vestigios de impresiones
pero no las impresiones mismas. Las de esta instan-
r.:, .11:.
I I
urcf,a:lryf ::_9.y"yI".las-exigencias
et-superyó Jt"s"" ¿ui .,¿¿,, i, o,._u. q,,"
del mundo
exteri-o¡.
t'or ejemplo: un objeto- despi-erta
cia no corresponden verdaderamente a las sensoriales l,)t.yo esrablece si él objed;-re;'i"na-t";fi; en el ello.
(Nunberg). ,urtisfacción con él no. p_rovocar¿ iji.firl.ao,
-"u"'ición si la
"Por consiguiente Nunberg-, podemos admi- e:tperuó, y por las actitu^des A"i u"a en el
-dice diaria deriva, poco a poco,
tir que de la autoobservación u¡:eio tieiriJ que consi_
rtr.rár eü€ es receptivo..Sólo entoncás
la otra instancia de observación y crítica, desprovista A; ñ;;
,¡ue se despertó en el ,¿¿o, pa"á-q"l;":riiJrs, i_prrr.o
de toda cualidad sensorial." ,,bjeto real, no prohibido'i "i con ese
En el hombre medio no¡mal el go perceptor y el yo "e"e$l¡"[. del yo se
En suma: la función homeostática
enjuiciador se desenvuelven paralelamente, ya que sus rcgún Alexander, por medio de .out"o forr""íon"",rezliza,
actuaciones son armónic¿s, dentro de los límites varia-
bles de cada individuo. Normalmente, ambas instancias 1) La pereepción interna de necesidades instintivas;
I Otror autore!, citados pof Rof Carballo, co¡¡ideran, tal como él
2) .La- percepción de las condiciones externas existen_
¡ni¡mo lo acepta, quc la actiüdad fudamatal dcl yo dc "ha-
r.s, de las que depende ta gratiiieació;;---
cerre crrgo" de la realidad- dcriva impcrioa e ine¡orablcmmtc
-la dc
le hlperformalizaci6n del oecorter ccrcbral, quc obliga al ¡cr viüatc ,r)s3)rmputsos
Facultad integrativa que permite al
e lnstintos entre sí y luego coñ7o coordinar
¡ e¡t¡. do. actiüdadc¡ fundamcntalc!; "cnfrcntanc con la¡ c6a¡ como ,lrl twperyó para adaptar-l_os l. censura
rcrlldnd" y "habénclar con la¡ co¡a¡ como realidad". finJfmenñ ;-il condieio_
El ¡entido dc la ¡calidad ticne una evolucidn lmta y la oriat+ r¡r,s ambientales. y pbr úItimo,
, 4) La,facultad
ción cn el mundo crtemo ¡ la ralud prlquica dcl hombrc dcpcoda
de ¡u corrcto fuacionemimtq ejecutiva, por la cual controla la corr_
rlucta voluntaria.
8ri A. 'I'AI,I"{F¡]RR()
ALGUNOS CONCEPTOS BASICOS
DE MELANIE KLEIN
Después de haber estudiado el yo y sus funciones más
destacadas y antes de comenzar con los mecanismos de
defensa clel yo y el awperyó, es conveniente, desde un
punto de vista didáctico, h¿cer un somero examen de
los conceptos de Melanie Klein, puesto que esta autora'
al ocuparse de lag relaciones objetales en la prinoera
etapa de la vida, ba estudiado especfficamente Ia diná-
mica de la vida emocional del infante y por consiguiente
los más primitivos mecanismos de defensa.
Antes de ent¡ar de lleno en el tqma es necesario trans-
cribi¡ lo que Melanie Klein y colsboradores aclaran con
respecto a sus descripciones sobre los ternpranos meca-
nismos del niño: "en un sentido todas las descripciones
por nosotros realizadas son artificiales, porque detremo¡
usar palabras para desc¡ibir experiencias qr-re tienen
lugar en un nivel primitivo, antes que la r¡erbalización
se haya adquirido, y que el proceso de verbalización al
que nos vernos obligados para poder transmitirlo, pro-
bablemente involuera un¿ modificación de esas primeras
situaciones; los procesos pslquicoa rnás primitivos están
ligados y aquella experiencia original de la cual que-
remos üraducir el contenido usando sólo palabras, debe
ser, indudablemente, experimentado por el infante como
sensaciones, pudiendo decirse que el niño sóIo puede
usar el cuerpo para expresar Bus procesos mentalee",
Es éste uno de los tantos motivos por loa cuales a veeeg
r<rsultan un poco ext¡años loa conceptos kleinianos.
Antes de continuar eon los conceptos de Melaniei Klein
v <'r¡laboradores, recordemos qué expresó Freud cuando
se refirió al significadc¡ de las fantasías. Expresa este
autor que: "la psiquis responde a l¡ realidad de sus
cxperiencias, interpretándolas --o, mejor dicho, m¡rl in-
l.erpretánclolas o distorsionándolas-* de tal modo suL
jetivo, que inc¡ementa su placer y ¡o preserva del dolor".
F)ste acto de una interpretación subjetiva de ia expe-
riencia, que se lleva a cebo por iaternredio de la pro-
yee<'ión y de la introyección, es llamado por Freud alu-
t'inación y forrna la base de lo que se quiere significar
¡ror "vida fantaaeada". L¿ vtda f¿ut¡seada del indivi-
duo es, ('omo se comprende, la forma por la cual las per-
r;ut¿sr¡ nÁslco Dtr FSICoANÁLISIS
ó/
cepciones y sensaciones internae y externas son inter-
pretada,s y.rep_re$entadgs. a s-í mismo en Bu mente, b;jo
la influencia del principio placer-diaplacer,
- Ta¡nbién al referirse a l*s fant¿slas ihconscientes,
P. Ileinman lae define como: ,,lss ¡úAonei. prídiáJ
más primitivas, inhereutes al funcionsmientd ¿ó tis
urgeneias instintivas,,.
Por_su parte Joan Riviére expresa que: ,,la vida fan-
taseada del niño es la forma en l¿ cuil las ser¡saciones
internas y extern-as y sue percepciones son representa-
da-s e interpretadas en la Btente del iafante bajo Ia
influencia del principio placer-dolor,'.
Una de las n-ranifestaciones más convincentes de la
actividad de las fantasías sin palabras es la- áe los .sin_
tomas histéricos de conversión. En éstos, et pác¡á"L
regresa a un lenguaje pre-verbal y hace uso dé sensa_
«,iones, aetitudes, gestos y ¡rrocesoJ visce¡ales para ex_
presar emociones y deseos inconscientes, es dercir, fan_
tasías.
,la Un.ejempio-citado por s.Isaacsayuda a comprender
existencia de fantasías que no son verbalizadis. Una
niña de un año y ocho ñ¡eses, con un eocaso ¿esarráii;
de la palabra, vio un zapato de su madre que tenía la
suela separada de la capellada y estaba fiotante. La
r¡iña se horrorizó y comenzó a óhillar de terror, Du_
ranter una sernana se esca,paba y chillaba si veia a su
nr¿rdre calzando cullquie-r tipo di zapato, v después áá
un tiempo sólo podía tolerai a su madré -"¡ ¿"t* tá"iá
unos brillantes_ zapatos nuevos de entrecasa ha;ta -q;;
gradualmente fue. superaudo su estado, * *.¿rá püA,
v
rrsar cualquier tipo. de calzado. Cuando tenía ya- dos
yo.,v once meses (es decir, guince meses despuési, -un
rlla, bruscamente, preguntó a su madre con vocecit¿ te_
rnerosa:_ "Mamá, ¿dónde están tus zapatos rotos?r, Te_
miendo-la repetición de las escenas de terror, aquélla le
rrspondió que los habla tirado, a lo cual Ia niña eon_
l,ostó que _ "ellos me podrían haber eomido si no los
hr¡bieras tir¿do".
Anües de comenzar con loe conceptos de M. Klein es
rrocesario definir la avidez, la eaviáia y los celos.
. Auitlez es uua emocién dó tipo oral qúe consiste en un
dcseo.vehemente, im.petuoso e-insaciable, que -excede lo
rlle er^ su.teto necesita y lo que el objeto es capaz de
rtnr ro¡ ejemplo, v¿ciar totalmente, ehupando- hasta
trtl A. TALLAFERRO CURSO BASICO DE PSI(]OAN.\I-ISIS 81)

Irtrlos de vida cvmO ios Oe muerLe. riesume jU. Álein,

tlevorar eI seno, es decir' que- su- propósito
es
secar y ,¡rrr.siempre hay una interacción variable entre inrpulsos
r"""¡"l".-r"ü¡¿n aestrucliu'' r"sino csmbio' la en»idia no
lrlrrrlinosos e impulsos destructivos; se puede concebir
*o¿o anterior también,colocar en
''nl()rrces que hay un equilibrio óptirno entre los instintos
il""t¿ii,"i"üii'd"i
;;ilJl-".p""i.r*""t" en ti
su pecho' maldad' excre-
con el fin de da-
,[' vida e instintos de muerte, cuando el sujeto está
ii#;;'; i,tii["-*.r""-á"
y controlarla''"i"i.,'to'.
En el sentido más pro-
Irl¡r'c de hambre y tensión interna. Es decir, que e¡l ese
n""i",-¿É"titirla creadora; es una rrrrrr)ento, los impulsos agresivos y Ios impulsos libidi-
ffiil ;t-;ifi"t a!"t""i" a"strüctiv¿' También podemos
su capacidad n,'rios estarían equilibrados por el sujeto al saciar su ham-
iiJirliti"i"i?i" p""v*ti"* per- Irr r,, SU urgencia de orinar y defecar, y el oxígeno. El
d""f;;i;i;;;;o- un go,t-'ü" -*lgoenojoso- -contra otraeI im-
sentimiento rr¡rrilibrio que se produce cuando no hay hambre ni ten-
sona que posee o deseable' s-iendo
-qritatl"l" á-el áe dañarlo' Los celos se
nrorr interna, se puede perturbar tanto por pulsiones
;;i;":"i í" ¡rrl(.rnas como por elementos del medio; esta alteración
#ii", ; lá üii'iái.' p"io "ott'pt"'den una ¡elación de
rl,.l cquilibrio entre instinto de vida e instinto de muerte
rlr.rr¡ricrta una emoción oral que es la at¡idez. Cualquier
lit;ll"T?;;lli}*r:tr"?ü'i:::liei'1i'i'1"1';
;tdü;it;h;;;"iá'il putisr'o ie serlo por u¡ rival'
¡rrr¡nr:nto de la avidez fortalece Ia sensación de frustra-
M' Klein , r,,r, es decir, el sujeto se hace más sensible a las frus-
Vesmos por pasos qué es'lo que ha observailo que al Irl.irnes y paralelamente aumenta la intensirlad de la
v cómo ha ido estructurando su teoría' Señala en el nyrr:sión, lo que simultáneamente incrementa la ansie-
¿.;i.;"rJ'eJ; ;tá;i;, dos fuentes- de.a¡isiedad rlnrl persecutoria y ésta a su vez aumenta la avidez, o
niño: una interna y odra externa' La interna estaría ñr'¡r, que la avidez produce un aumento de la sensibi-
:i;l; ,;;"fi;.úi;ü; de- muerte que actuaxía en el inte- li,lrrrl a la frustración y la frustración aumenta la inten.
;rX;d:i'.;;;iiiJ*"-a"i i"ál"ia",i v que fundamenta el
primeras nrrlrrrl de la agresión; la intensidad de la agresión a sr.r
il;""-; i;';;iilii";ió" v va habría
-una e.n esas
idea de persecución y v,.¿ l)roduce una intensificación de la ansiedad perse-
exoeriencias o sensaci;n;s r rrlr¡t'ia y es causa de tempranas inhibiciones en la ali-
interlo' La ruente de
nffffitd; d-";;ñ;iñiento pqr Ia €xperiencia rl,.rr(.:rción, al mismo tiempo que intensifica la avidez, lo
del
ansiedad externa estarla--áaAa , u¡rl forma un círculo cerrado,
;;;;;:; áL"i", qo" como va Freud señaló v volveremos Sospecha M. Klein que la base constitucional de la
I';=;J, ü-iiriiJtii á"i--"á"i-i""to sería eI patrón de tr¡tr'¡rsidad de la avidez es provocada por la fuerza de
frus-
todas las futuras angustias ante un momento deprodu- 1,,,. irnpulsos destructores en su interacción con los im-
;ffitd; """"ti¿.¿. fi áárot v la incomodidad
¡,rrlrr,rs libidinosos. Sería algo constitucional, habría una
;i;;';; ü- pérdida del placentero estado uterino' son , r,rrstitución en la cual pt'edominaran los impulsos des-
po" óI infante como fuerzas que atacan' eomo I r ull.ivos sobre los libidinosos, Io que provocaría una
"i"i¿í"
ñ;;;;'ná"tiii.. po" L"ió, la la angustia persecutoria está trrlr.nsificación de la avidez con todo ese correlato. En
á".ae el principió de vida- y desde el comienzo nlgrrros casos la ansiedad persecutolia acrecienta la avi-
".I*"ie
il't"i}".iiñ á"t' el mundo - extrauterino'
"'¿6"¿";-i;'q*.i,ti"iu
"-ño'"o"
ta relación objetal en el niño? 'lr¿ y en otros produce templanas inhibiciones de la
r lllrtntación.
La primera relacron "i:"át-u'1" realiia el niño es la llny dos poderosos estímulos de los impulsos libidi-
la de la madre' que hacen qu('
i-ñ-ln[""i¿. v presericia n')ili,s y destructores, que son las experiencias que tiene
-una co.n la
pero caracteris-
;i;ñoi;'ái"i*áÑátttmente' relación de objeto ol r¡rrto de ser alimentado y de ser frustrado. Así, como
;i";';i; ñ" ;;;;;i;"iái- á¡jet't.e"
Í* relación con el objeto tot-al' r r,xultrdo tle las mismas se constituyen internarncnte
nareial. En efecto: lnr irnÁgenes de dc¡s pechos: un pecho vinculado con la
l'fr;'lá; i""-p-"-tt" áer oujáto,-puesto que con la madre
"o-""
--eulu"it''',""te. frr¡rlración y un pecho vinculado con la satisfacción; el
eL I a. m adre quien
i"¿;r"ü iiñ":'rtiiio" parcial Ir rrn(.ro sería el pecho malo y el segundo el pecho bueno.
lo alimenta y amamantí- la relación primera relación l'l¡tr división es como ver doble, y en parte la esci-
a"f'-"¡n. "" "on "t seno' con el-pezón' Esta es
rlrrrr sc produce por la inmadurez del yo,la falta de inte-
objetal pero para ambás impulsos, tanto para los ins-
1)0 A. TALLAFERRO
gr¿¡ción del yo y el proceso de división de1 objeto, For
óso es tan nítida l¿ separación interna entre pecho bueno
y pecho malo. Pero y pese a que en los tr:es o c¡¡atro
primeros meses es así la reiación objetal con lo§ objetos
parciales, M. Klein presu¡oe que también en algunos mo-
mentos el niño llega a ver a su madre como una ima-
sen total. pero no difereneiada, como si la imagen ma-
Iernu fuérá una nebulosa pelo eon dos ele.mentos níti-
dos, un pecho bueno y urr pecho rnalo.
A las experiencias de frustraeión y gratificación, se
sul11án dos procesos, que son los básicos y característicos
riel yo yque aI mismo tierhpo contribuyen a su propia
formación-y estructuración; estos procesos son los de
introyeccióri y proyección' que eontribuyen a hacer rnás
ambivalente la relación obje-:al. Así el niño proyeeta so-
t¡re el pechr¡ bueno las cos¿s buenas qne siente, -y las coses
rnalas lobre el pecho malo. l)e este modo quedan estrue-
turados dentro del contenido de su inconsciente (recuér-
dese lo ya dicho) que estahan los representantes. internos
de objetos, dobles o imágenes) una imagen interna de
pecho bueno y una ima,gen interna de pecho malo, que
se van transforrnando en protobi.po§ que desde ese mo-
¡¡s¡¡fq fsrman el núeleo del supergó y al mismo tiempo
se transforman en el origen de todo 1o bueno y todo lo
malo. Cada vez que el niño siente algo útil, algo pla-
centerc; eada vei que es recompensado y se alivia su
avidez, liberándose de las molestias, lo fa¡tasea como
producido por ese peeho bueno y I éste,stribuye el sen-
iirse ínteglo y amado, Por el contrario, cada vez que
siente hambre, dolor o frío, es decir, molestias perseeuto-
rias, lo atribuye al pecho malo. De este modo la imagen
del olrjeto externo e internalizado, está distorsionada en
la mente del infante por sus fantasías, las cuales están
ligadas con la proyección de sus impulsos sobre el objeto.
Estas fantasías tempranas del infante las encontranros
en el contenido de muchos cuento§ infantiles' La repre-
sentante del pecho bueno aparece en la forma del hada,
que satisface-al individuo, mientrae. en la- -c-ontr*parte-la
bruja representa eI pecho malo. A medida que evolu-
ciona, el mismo niño comienza a Yer que de pnonto uaa
cosa que es buen¿ se vuelve mala; por ej-emplo: está
rrramañdo y repentinamente le quitan el peeho, y e poco
le dsn nuevarnente. Por estos motivos en loe cuentos
encontramos hadas que son brujas, brujas que son hadas
y hadas-brujas.
c;lRso nÁs¡co D[] psICoAN,it.l¡;rs 9t
ll¿lemos una descripción de las conexiones, o sea, tle
l¡r relacirin del niño con el pecho malo. Si se considera
,,1 ct¡adro que existe en la mente del niño a través de
los ¿rnálisis de los adultos, se ve que el pecho malo y odia-
,l,r adquirió por proyección todas sus malas caracteris-
trr'¿rs tlrrstructivas que eran las que tenia el nino
rrrr¡rtrlsos destructores orales-- en el momento en que -susse
.r,nl.ia fr:ustrado y odiado. Así, en las fantasías infan-
r¡lcs de esa época, el niño tiene inrpulsos destmctores y
.rt.,rLe que muerde v destroza el pezón o el pecho, 1o
rl.vr)ra. y 1o aniqriila y que luego, el pecho o etr pezón
lr;tcr:¡¡ lo mismo dentro de sí. Es decir qr-re proyecta su
,r¡l',,sión oral sobre ei fiecho malo, 1o destruye, lo des-
f.iu ra y luego siente que 1o tier,e arientro, que este per:ho
,r;rkl lo está mordiendo, destruyendo internamente; pero
, lrro no sólo hay en ese per'íodo rle la evol.ución libidi-
,(,:iir imp!¡lsos sádico-r¡rales, sino tarnl¡ién anales v ure-
lrrlt's, el niño fantasea ata<:ar el pecho materno con
,,r'ur¿rs ponzoñosas y excretnentos explosivos y desinte-
¡ r nrlores, siendo ésta la razón por la cuai teme que el
¡,r,, lro s€ vuelva expiosivo y ponzoñoso para é1. Una
rrrnl.:lsía de este tipo, muy estrueturada, es lo que lle-
,¡l it ¿l esos lactantes a no aceptar el pecho materno.
l'iostiene M. Klein que la hipocondría estaría vincu-
l.¡rl;r cr.¡n la fantasia de objetos per:secutorios i¡rternali-
..r(l(rs, es decir, que en vez de estar en ei mundo exte-
, r,,r', ltis objetos esta¡'ían internalizados y el sujeto tenre-
,,;r rier destruido interiormente por ellos.
.\ ¡royándoncs en ese concepto de M. Klein da¡:emos
,,rr ,'.jenrplo obstétrico sacatlo de nuestra experiencia: e1
',1,,'r'to espontá.neo, que como se sabe se produce gette-
.r l¡nt¡nte dentro de los Lres meses der e¡nbaraz-o aun
, il;¡rrrL) no se encuentren factores sotnátícos que io
,l,.tr.rrninen, puede llegar a término con psicoterapia
,¡,lr'( uada.
l,rr fantasía infantil de ese pecho ponzoñoso, explo-
rv,r, rlestructor', enla mujer inmadura pasa de la ima-
1,,,rr rk: pezén a ia de pene. La fant¿sía inconsciente de
rrrr, Ir¿rs embarazadas inmaduras es que el feto se des-
¡,rrr)¡l:r a. partir del pene que ha quedarlo retenido y ubi-
,.'1,, r:n el úter<¡ en el acto sexual. Se comprende que si
' ¡¡r;rntiene la fantasía infantil (en el inconsciente no
r rrrl,r' cl tiempo) de que el pene es un pezón ponzoñoso
\ ,.\t)losivo! el aborto "espontáneo" se constituye en un
'r¡r ¡rcl.r) Iógico, puesto que para su fantasía inconscien-
 !tl A. TAI.I-AFT:RRO
te, si "eso" que ella percibe en su interior continuara
creciendo, terminaria desintegrándola.
Volviendo a Ia proyección de la avidez: como en la
fantasía el objeto está influido por la avidez debido ¿l
impulso oral del niño, pasa a ser el elemento esencial
de la angustia persecutoria, es decir que en la fantasia
el niño siente que ese pecho malo lo persigue y lo quiere
devorar a éI en la misma forma en que él fantasea de-
¡ vorar ávidamente el pecho frustrador, y por proyectar
la "tensión" de su hambre, el perseguidor se hace cada
vez más intenso y persistente. Sin embargo, y pese a lo
expresado anteriormente, en las primeras etapas la ac-
ción o la actividad del pecho malo y perseguidor está
neutralizada por las relaciones con el pecho bueno, Se-
ñala M. Klein que no obstante Iocalizar su sentimiento
en su relación con el pecho, el niño también entra en
relación con otros aspeetos de la madre, ya que desde
pequeño responde a la sonrisa de ella, a sus manos, I
su voz, al ser sostenido y a sus cuidados, Así es como
la satisfaeción y el amor que recibe en esas situaciones
le ayudan a n(,utralizar la snsiedad paranoide y aún los
sentimientos de pérdida y de persecución que fueron
despertados por el trauma del nacinriento. Por eso, su
relación positiva con la madle, le ayuda a vencer el
anhelo, aliviándole la ansiedad perseeutoria y aumen-
tando de es<, modo su confianza en ese pecho hueno.
(]ARACTERÍSTICAS DE I,AS EMOCIONES
DET, NIÑO PEQUEÑO
La diferencia esencial entre relación objetal infantil
y madura, es que mientras el adulto eoncibe al objeto
como existiendo independientemente de é1, el infante
siempre lo refiere vinculado eon sí mismo, En su fan-
tasia asume una posición onrnipotente con respecto a sus
objetos. Ellos le perteneeen a é1, son parte de é1, viven
solanrente a través de él y para é1. Aún el objeto pro-
yectado sigue relacionado con el cuerpo del infante, des-
de el momento que no existe una nítida distineión entre
st¡ cuerpo y lo que es exterior.
iln
términos generales se puede afi¡mar que el ser
cxtremas y poderosas constituyen una de las caracterís-
ticas que presentan las emoeiones del niño pequeño, y
de ello se desprende que el peeho malo es vivido por eI
CT'RSO BASICO DT PST(;OANAL¡SIS
93
rrirro_ como un perseguido¡ ter¡orlfico y el pecho bueno
t icnde a tornarse un pecho ideal que -calmirla la avi-
rl(,2 para un deseo ilimitado, en forma inmediata y como
lrrt satisfacción perdurable. Asl empieza a tener seu-
t.r¡¡rientos sobre un pecho perfecto e iiracabable, siempre
rlisponible, siempre gratificador. Estas faatasfas -las
r.ncontramos en va¡ias formas; por ejemplo, en Japón
rxiste una estatuilla que representa li imasen de ñyoi
lloshu sosteniendo en la manb una bola milagrosa. Segú;
lrr leyenda, quien la posea realizará todos sus deeéos.
r)lro ejemplo de la fantasía y de los cuentoe acerca de
H(' pecho perfecto e inacabable, son los árboles con dul_
'
, r.ri sin fin que aparecen en los cuentos
de hadas. En
,,l.ro. plan_o, tenemos la maquinita que fahrica dine_
r,,, la madre cebadora de mate, el sa¡novar y Ia famosa
lr,'ltdera doméstica siem-pre bien provista,- Ias cuales,
pi('nso, deberían tener Jorma de ieno y color rosado,
¡,rrra cumplir por completo su papel simbólico.
. otro factor que actúa en la idealización del pecho es
lrr fuerza, del temor persecutorio del niño, lo que crea la
rrr,r'csidad de aumentar el p.oder de un objeto Ér".ro, gra_
trf icador, que anule la aciión del pecho inalo; lálue
lrir('emos cuando nos encontramos en dificultaáes"sy tene_
ru()s un amigo que nos va a ayudar: siempre to-ideali-
zrrrnos,_atribuyéldole una cantidad de cualidades que a
v,.r'r,s-él está lejos de poseer, para que anule la situa-
, r,,rr desagradable que sería Ia parte mala y
de esa ma_
r,',ra sentirnos más apoyados y aliviados de la situación
,llrl)lacentera. Por eso podemos decir que el peeho idea_
lrz:rrlo es el corolario del pecho perséguidoi y que la
rrlr':rlización deriva de l¿ nécesidaá de ,.e. proiegido dé
l(,:i objetos persecutorios y, por lo tanto, la ideal-ización
,'rr rrn método de defensa contra la angustia persecutoria.
IIay un fenómeno en la vida co¡riente que nos ayu_
rl¡rr:i a comprender la forma en que el proóeso de idéa_
liztción se realiza; por ejemplo, la saiisfacción aluci_
rrrtoria en un sueño. Durante la satisfacción alucinatoria
,'¡rcontramos que la frustración y la ansiedad derivadas
,lr. .rlistintos orígenes están superadas, que el perdiáo
¡rlcho externo está reeohrado i que el sentimiánto de
l.,.ncr ut1 pecho ideal internalizado está reactivado. Como
,'l ¡recho alueinado es inacabable, I)orque lo que se alu-
, irra ideal, la avidez es momentáneamente
-es_un pecho
.rrti_sfeeha. Sin emhargo, tarde o temprano. la tensió¡r
Irr.lrigica de hamhle lo vr¡elve ¡r la realidarl do la fn¡s-
94 A. TALLAFERRO
tración con todas las emociones que son vueltas a expe-
rimentar nuevamente. En la satisfaceión alucinatoria
se ponen eu juego varios mecanismos defensivos funda-
mentales. Uno de ellos es el control omnipotente del
objeto tanto interno como externo pala que el gto tome
completa posesión de ambos pechos, Lrueno y malo, y
tanto interno como externo. Después, durante Ia satis-
facción alucinada se mantienen separados Ia idea del
pecho perseguidor y la experiencia de frustración, de
la idea de un pecho ideal y Ia experiencia de haber sido
satisfecho. Esta hendidura es Ia que conduce a una
división del objeto y a una división de sentimientos, lo
cual está encadenado con el proceso de la negación.
Hemos dicho que en la satisfacción alucinatoria es
donde encontramos la negación en forma extrema, y es
tan extrema que conduce a la aniquilación de cualquier
objeto o cualquier situación de frustración. ¿Con quién
está así limitando la negación? Al preguntarnos esto
podemos eontestar que está limitando con el fuerte sen-
timiento de omnipotencia que es característico de las
primeras etapas de vida. En la alucinación de persecu-
ciones terroríficas puede llegar también a ocurrir que
el objeto bueno, o idealizado, esté como aniquilado, es
decir, no exista en Ia realidad. Así como anteriormente
vimos que podía Ilegar a aniquilar al pecho malo y
perseguidor, parece ser que durante la alucinación de
persecuciones terroríficas, lo que queda aniquilado o
desrealizado o fuera de la realidad o inexistente, es la
imagen del pecho bueno idealizado y protector.
Cuando menor es la ansiedad persecutoria ¿qué ocu-
lre con el yo?: que la tendencia a la división es menor
y el yo tiende más a Ia integración. Parece ser que pue-
rle producirse un paso hacia la integración cuando el
niño no está frustrado, es decir, cuando se siente que-
rido y alimentado normalmente y por eso M. Klein asocia
esa tendencia a la integración como una expresión del
instinto de vida,
L,a síntesis de amor y de odio hacia un objeto total
da origen al comienzo de la faz depresiva alrededor de
los cuatro meses. ¿Qué ocurre con la ansiedad depresiva
<'omo resul'tado del desarrollo y las experiencias de sín-
tesis? La ansiedad depresiva va haciéndose cada vez
más frecuente y persiste durante tiempos más prolon-
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLI§IS
95
, , 1,, ,.xistiendo por r¡rnmerrtos una accií¡n simultánea
I t,r !,('r'sr)s esquizoparanoides y procesos depresivos.
t , .trrrrl¿sía de que el pecho está despedazado o que
t ¡,,,1,,r r¡s hueno y nlalo, también produce una
,, ' I t¡,t, aunque no es una división de idéntic¿ divisíón
natura-
r, ., I os primitivos métodos de divisió¡r influyen fun^
l',',,, nlrrlmcnte en las vías por las cr¡ales en cualquier
, r ,,1,, t)osterior, la represión, aI recltazan,, determina a
,r ,,.., l,¡,; grados de interacción entre ei incr_lnsciente y
..,r ,,,.nte.
-En otras palabnas, la extensión en que va_
,,,,,..¡,:rrl,cli de Ia mente permaneeen ,,porosas, o,,p-errnea-
r,r. " ,.ir su mutua relación está dete¡minada - por Ia
t,¡' | .r o debilidad tle los bempr.anos mecanistrtos eisqui_
I ,,. t,r.rlores externos Lamlién juegan un papel
,.,,,,,, r,ir hemos tlicho, desde ei ,:oñrienzo áe-ia vitai,v:ida.
i ".r, l,).s estírnulos que intensifican ei temor persecu-
r,,,r , r'r,luerzan los mecanismos esquizoitles y ai
r,. ,"r,¡,, ,'onto consecuenCia de ello, el yo mismo
l',
lorr,icnza a
r,lr¡ r;r:.
I' rr,r¡rl so.stiene
_que el yo se rlesarrolla por introyec-
,l,,rrrlr, objetos. En el comienzo de ia vida el objeto
trlr,,y.ctado.es _el pecho bueno, introyectado en siiua_
r t,,¡¡ ¡l¡. felicidad y satisfacción transiormándose
en áj
ru, lr.r) vjtal dg]-Uo U fo.rtaleciendo la capacidad puru
trt.,,r,r;r(:ión. El pecho bueno interno qu" fo"*r-el útil¡,
I lr,.r¡¡,rrro superyó, también fortalece'la capacidad de
¡rlr¡u v de confiar en los objetos y es por qru resulta
,rru l'rrcnte esencial de seguro iontrá la"ao
angustia. En
r,{r, rir)r}lerlto comienza a ser el representanle del ins-
lllt., rlc vida,_pero sólo puede llenai esta funci¿n si esl
,:- sentido co.mo
l,,,lll, 19 dañado, como íntágro y sano,
rr, ¡tr'. nlrpuca que na sldo
introyectatlo con pr.evalencia
,ll rurrr¡r. y gratificación.
ll,,rr¡,,r ¿""..ipto anteriormente la forma en que el
{I'lljrl¡to r)ral impulsa a.devorar y cavar el pecho y que
rl rlrrrtr¡c deriva de todas_las fuLntes de sadismo, pero
,,"rr.rlos.prin,c.ipales líneas de fantasía, uru pri*ura
,rrrrl ,¡:rrlica- ligada a la avidez, que consiste en linea
,'rrr,r¡rr rle la madre de cosas buenas deseables e
vaciar el
ideali_
rn,lr;r r¡ue el niño fantasea que eontiene ." lnt""iór;
lo r,,¡lrrnda línea de fantasÍa es Ia torma "n aücante de
pr,,,l,)rni¡lio anal; esta fantasía consiste
ilu"u" el cuer-
""
¡r,r ,lr. lir lnadre con cosas mala_s representadas principai_
lrr'rrlr, r.on excrernentos, para daiiai, cotrtrolar ó destrui.
96 A. TALI,.ATERRO
el objeto, y también con partes de sí mismo sentido como
malo y que, fantaseado, penetra en el cuerpo de la ma-
dre y la controla. Es decir, que en esta fantasía, el
yo toma posesión por proyección de un objeto externo
y de este modo, en algunos casos extremos, el objeto
llega a ser el representante del yo; esta es la base de
la identificación proyectiva y que en términos genera-
les podríamos decir que son los "esclavos" del objeto
amado. Es el mecanismo del sujeto que queda "atado"
al objeto porque ha puesto tantas cosas en el objeto,
t¿ntas cosas de é1, que perder el objeto es como perder
partes de sí mismo.
La identificación por proyección e introyección pare-
cen ser procesos complementarios que se operan en
temprana relación con el pecho. Así, el impulso sádico
o¡al a mamar como vampiro, el socavamiento del pecho
y del cuerpo de la madre, se desarrolla en la fantasía
como si el niño hiciese un camino a través del cuerpo
de l¿ madre. Para tener una imagen gráfica de esta
fant¿sía infantil, se puede recordar lo que ocurre con
los gusanitos de las manzanas. Esta sería la fantasia
del niño: meterse dentro del pecho y del cuerpo de la
m¿dre e irla devorando, es decir, irla cavando.
L¿ identificación por introyección y la identificación
por proyección cr¡mienzan simultáneamente e interac-
túan desde el comienzo de la vida. EI impulso de pro-
yectar maldad está intensificado por eI temor a perse-
guidores internos; la finalidad es sacarlos de dentro al
sentirse incapaz de controlarlos. Lo que hacen los go-
biernos: cuando tienen muchos enemigos adentro, los
exilian.
Cuando la proyección está dominada por el temor
persecuto¡io, cl objeto (en quien el sl mismo malo ha
sido proyectado) comienza a ser el perseguidor por ex-
celencia, por haber sido dotado con todas las maldades
del sujeto. La reintroyección de ese objeto refuerza el
temor a los perseguidoree, tanto internos, que estarían
representados por el instinto de muerte, como por los
externos. Por el contrario, la proyección de amor es
una precoadición para encontrar un objeto bueno; la
introyección de objetos buenos estimula la proyección
de amor: y la reintroyección fort¿lece el sentimiento
de poseer un objeto bueno.
i
<:t tsrl t¡,islc;<) t)[. psr(](),\_\.if r5rs
97
I,A POSICIÓN INIIANTIL DEPRESIVA
I I I'r'r)Ar.eso de Ia integracirin depende dt, que l<¡s im_
¡,,r1 ,, r rlc amor predominen tetrrpor:ari¿rrn..trt." solrr.e los
,1, rr r, lr)r.es, Io que c<¡nduce a est¿dos
. I ,,¡,rl r,l yo sintetiza en un
transitrtrios en
solo objeto los sentirnie¡rtos
..,,,,,r¡, i,)i ), destructor.es. y este pr.oceso «le silttesis
es
1,, I r, ¡tricia,, ah.ededor de los cuatro m.eses, ia faz de_
r,r' r\';r, tlonde encontramos:
I r l,jl conrienzo de t¡na enroción dolorosa de culpa y
"',, r,l;Lrl de r.eparación. 2) eue la agresión está nuti-
,,,,1 r ¡,,rr la. libirlo, de donde la ¿nsiedad persecutoria se
r,, Lr,.rlf¿r disnlinuida, i) La ansied¿d riel¿ciona,l¿
' | ,1, ililr() del objeto inte|no y extet.r-ro qut, está
r,on
cn peli_
' ,,,,
,,,
, (,n(luce ¿ una identificación m¿is fuulte con
,¡,r,, lleva al yo a efectuar una
éste,
," r¡rl,Ilsos agresivos, al sentir querepat.acit,n e inhibir
ellos son peligr.osos
r,.,r r ,.,1 objeto anado y p¿rra el pr.opio yo, piresto que
i, ,,lr.jcto arnado está identificado con é1.
\ ,r :rr, ha señalado que a partir del crr¿rto mes co-
¡,,i, r¡'iul a notar.se cambios en el des¿rn.ollo intelectu¿l
' r,r,,,.r,)nal del bebe. .tl misnro tiernpo la olsanización
' ,r.r I r,¿r progresando, los irnpulsos anales y ul.etrales
.,'rr',, rrI;Llr, ¡rero de <.ualquier nrorlo siguen pretlonrinando
r,, ¡,r r¡ics. Es debido a esto c¡ue existe un¿r confluencia
'1, L¡,,n1os de libido, es decir., instintos de vida, v de
.,r ,,' ¡()n, que acarrean varias situ¿criorres de ansiedad
t,r,,,lur.en grados de fantasía lnás el¿borados y di_
¡, r¡ r¡( l:ulos.
l,r ,'vr¡hrción a la que me he refericlo se refleja en la
r, lir, ¡,)rr rlel niño c<.»t la m¿dre y en algunos c¿rsos con
I ¡,;r,llr, lr otras personas. La relación va l1o es una
,, l¡rr ri¡n (.on un obieto parcial sino que ,,no relación
l,¡, lrrl lotal, aunque continúa subsistiendo ". con menor
,,,¡,rr liL lelación parcial con el pecho. El proceso de
,ilr, ::i s0 opera tanto en rela<:ión Con impulsos y corr
.,1,¡r rrr, intcrnos, incluido también el su.ptrr"yó,
co¡no asi
,,rnl,r,,r disminuyen las discrepancias entre el mundc,
,r,r,'r r,., v externo, o sea entre las imágenes internas y
r.l, rnils. Asimismo, con estos pasos de síntesis se a(:oln-
¡,r,r utr¿l rnayor integración de las distintas partes en
,,,', , t;rlr;r dividido el yo. La ambivalencia ,quí n= nre_
 ct.rnso sÁsrco DE psrcoANÁtlsls 99
llt{ '\"[AI'LAFERRO

nor oue en Ia etapa anterior y-es sentida predominante-

el poder de ,lrrrrr los rechazos instintivos que realiza el yo. Luego
iir"".,,f"''r,.Jtá-r"T¡¡uto ioiol' Pero aunque 1,, lustituyó por una palabra: represién, pero en el
iiiJ"li"p"t.* destr-uctores ha disminui4o'-To por eso
,rrrrr 1926, en Inhibición, síntoma g angustia, volvió a
,'lrplcar nuevarnente la expresión ,,mecanismos de de-
till"ti,ÍI:tlj:rf"t'fl',""iT"'trffilJ}¿ÍlTt3lf; lr,nrir.", que presenta ia ventaja de poder ser utilizada
frffi iü;; ill*pó*""t" -dei ob¡eto amado e in-
papel, puesto que la ansie-
',,rrrr¡ denominación general de todas las téenicas dife-
il:f;i ü;¿rái¿t air""parabie
u"-*á"tt' la aviáez' Esta avidez r,'rl(,s que el 7o emplea en su lucha contra las exigencias
disnensable, tiende que por eBe rrr,,lintivas. La represión es sólo una de tales técnicas.
-un -peligrá-ei v destructiva'
;-":;iliüi"ál-incontrolable
obieto am-ado' tanto interno
^"tlr"'üi"" "oá-d8"á.-!r-sq p"r.ello aumenta la iu- ,,tttti.smos de defanea d,e,l yo aontra peligroa
:.il;;"ü;;".
-ái'i-áuruo
itt.titÑo-dirigido -hacia el objetoenv
,ll
t tt I ru.psíquico* 1

iiüiára" del niño

;;;;;;ü^r"o-t""u" ¿itiáuttaaes áon el goce l,os mecanismos de defensa del ur¡ contra peligros
ii'hi*Jii"Jidl,-v il' i;;¡álntiti"ion"i en las rel¿cio-
rrr I r';r¡rsíquicos son :
nes afectivas Y eróticas.
^''Lr" puto" haeia la inte-gtación y Ia,síntesis
yo
son el
para colo-
r) Represión;
.u*tluáo de una capacidad creciente d§l Regresión;
cer la realidad. L" t"sieáud vinculada- con la madre Aislamiento;
internalizada que es "."tlAá como un objeto dañado Anulación o reparación;
o
ser.aniquilado o va
i;Ji;;;ü;;"-'",rft", en peligro de conduce Formación reactiva;
a una iden- Identificación;
;;iñtl;á;; p"tái¿u pá"i *iü''p""' Esta iden- Proyección;
tificaeil¡n más intensa "áñ "r n6-i"tb dañado' la tenden- (lambio de un instinto por su contrario;
;;iffiffi "ái tár- ""]i¿aá-aá o¡jlto, terrtetza fi

;i;;'i; 'áirrrá"lá"
-i*p"t=o* .v pá' etl-o es sue .el vo intenta l) Vuelta del instinto contra el yo;
irliÑr-l"t ágiesi"os'- Y también el ?r'o úsa ll)) Sublimación 2.
i,ii*-v nt", veá la defensa maní¿ca' r\ lgunos de los mecanismos de defensa, según señala
Arrrr;r 'Freud, son capaces de dominar grandes cargas
Irr,rlirrl.ivas o afectos, mientras que otros, por el contia-
MECA'NISMOS DE DEFENSA DEL YO r lr, srilo pueden controlar cantidades exiÁuas.
f ,os motivos que rigen en el yo la elección de un tipo
Situado entlc el ello y el medio ambiente' y constan- '1,' rrrt'r.anismo no son aún. muy conocidos, pero, en el
tu;;;t" ;";¿rolado
-rt"rtn por- el supergó, se halla el lro en ,rrrrr¡ro de la teoría, se puede decir que esta instancia
;;;;i;" -proceso en él an-
¡lrióil, que a veces provoca
É defensivo' 1.,,,i Drotivos de defensa contrá los iñstintos, según Fenichel, son:
i,iJiii,"Ii"iiá;;.¿;- áuÉ-moviti'a -el
', ,l r,, teme al instinto potque'tem. al superyó\ b) por angustia
I l,r'v¡r (lerivada del seotido de realidad; c) ante la fuerza del ins-
H"?TfJ",1t"liu;i:tti¿:'fi'.:$:::i:,m"l:,"1*: ¡r',r¡¡,¡u. puede arrollar y desorganizar el yo; d) por la oecesidad de
truida. , ,i,l
',¡.r la síntesis. es decir, por los conflictos entre tendencias
A tal efecto, el go construye barreraslosque Ie permitelo
ori- 'l.,r,t (lefensas tipicas del yo precoz (seis meses) frente a la an-
.u&"í."'"iá"i;"Hp"i;;; ; Jolucionar conflictos ,,,,,t,,, ,lr tipo paranoide, son las siguientes. segí¡n Melanie Klein:
cada una
il;;ffi p.'"'i,""poíióia, a" tP*."*ig"i:1i:^9^"-
de las instanclas pslqui¿as' Estos
-tnecanismos defenei' I ) l)isrriación del ohrjeto (eo una partr huena y rrna mala,
,,,,,,,v.,,.ión de la buena).
e

;;-';;"- ;ti[rados'pof "i g, u" suolucha. contra peligro¡ ' , I risociación de los imprrlsos.
r r Irlerrlización.
ambien.tales' Freud
i;i;;;;]q;ü;J f uit""p*íq"icos.denomin-acjón I r Nrgación de la realidad ir¡terio¡.
;;;É; ;";'p.im""a véz ésta en el año , r N"gación de la realidad exterior_
;r';i ;rtrüü iÍe defensa' para in- ¡ A l'(,có de le6 emocioneÁ
;iiil;, Neuripsicosis
l
A. T.\LI-AF[]RRO
psíquica apela a la represión cuando necesita combatir.
anté todo áereos sexuales. Pero Ia represión es el meca-
nismo más peligroso, debido a la disociación simultánea
que produce en-el yo. Los otros mecanismos se emplean
pr,,biblemente frente a impulsos,agresivos o .sólo com-
plementan Io que la represión ha deja<lo-inconcluso o qrle
ietorna de lal ideas prohibidas cuando Ia misma ha
fracasado.
Lu represión
Es el proceso en virtud del cual la libido del sister¡ra,
preconsciente cs sustraída, de modo que un acto psíquico
no pueda encontt'at el camino que conduce al sistema
coniciente y ¡ror lo tanto debe hacerse o permanecer in-
consciente (Nunbcrg) .
O, conro dice Freud, es "impedir al impulso instintivo
el acceso a la motricidad, pero al mismo tiempo man-
tenelle intacta su carga de energía". El histérico, por
t:jenrplo, provoca, mediante la represión, cl hundimiento
en el inconsciente de la causa de su dolencia.
[-a I epresión constituye una fase preliminar de la
condena, una noción intermedia entre ésta y la.fuga.
La satisfacción del instinto reprimido sería posible y
placentera en sí, pero inconciliable con otros prineipios
-displacer. Por una parteuna
v aspiraciones. causaría placer y por
otla Por 1o tanto, condición indispen'
sabie de-la represión es que el motivo de displacer ad-
quiet a un poder superior al del placer que produciria
la satisfacción. Lógicamente, para que esto ocurra, es
n¡enester que el srtTrcryó y el sentido de realidad tengan
un suficiente grado de desarrollo.
La función exclusiva de la represión es rechazar y
nlantener alejados del consciente determinados elemen'
tos, nrecliante un esfuerzo continuo y permanente. Esto
significa r¡n constante gasto de enerÉiía y es por lo mis-
rno ¿rntiect¡nómico. Pod¡'ía citarse como simil de repre'
sirin el trabajo que debe hacer el hombre que quiere
¡rruntcner hundido en el agua un barril vacío. Debe usar
rrnir fucrza constante, ya que la interrupción de la mis-
rnt permitii'ía al barril emerger inmediatamente a la
su pr.rficic.
'l'rrrla leplesión consta de dos fases, Una rapre*ión
¡tri»tilí»tr t) l'opnlsa que aleja, del campo de la concien-
cirr, lt lc¡rtesentación psíquica del instinto, lo que pro-
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLIS¡S I0t
.¡',.r rru. fijación, o sea que la lepresentación reprimida
c,. rurnl.iene inmutable a partir de esc momento, que-
,lc¡rrl,r r,l instinto ligado a ella. La segunda fase es la
t t.t't t tttt,¡t propiamenta d,icha, qae recae sobre las rami_
rt¡ ¡¡ r.rrr,s psíquicas de la representación reprimida o
o,,1,r,, rrtluellas series de ideas procedentes de fuentes
,tl"llrrl¡rs, pero que se han ligado asociativamente a dicha
t r¡, t r''rr,¡¡f.¿sló¿.
l',r' lo tanto, la represión propiamente dicha es un
¡.,,,r secundario. Debe considerarse que primero actúa
j
Ir,',
f¡ ¡,.¡rrrlsa que parte del ao y luego la atr.acción que lo
¡rrlrrrrlivumente reprimido ejerce sobre todo lo otro con
lr,¡rrr. ¡rrrede ponerse en contacto asociativo.
l.l lr,presión no alcanzaría su propósito si estas dos
ll¡,r /r'r no actuasen aunadas. El hecho de que una re-
¡rr,o,,rrllción esté reprimida no impide que la misma
lr¡r,lrl. en el inconsciente y continúe organizándose,
fr,'rnrl() ramificaciones y estableciendo relaciones, cons-
lllrryr.rrrlo lo que se denomina tn complcjo. Es decir,
nl¡ ,,»rstelación de idéas asociadas entre sí, afectiva-
nrintr. ('nrgada, y en particular de ideas inconscientes.
l" ,rr¡c la represión hace es impedir la relación con
Él ai"lcnlr¡ consciente y la aetuación del instinto en el
ilrir[10 (,xtefiOf,
r,'nrr('('uencia de su acción es el hecho de que aI ser
,rr,.turrrln a la influencia consciente, la representación
,lrl lrlrtinto se desarrolla en una forma trrucho más libre
¡ .r.¡,li:r. Ta! representación instintiva crece y halla
¡¡tr.rrr¡rs formas de expresión. Esta engañosa energía
'1,,1 r¡',linto es consecuencia de un ilimitado desarrollo
,lr' l¡r Irrntasía y del estancamiento que surge como re-
rrrlt¡u¡lr. de que se niegue la satisfacción.
r, , rrtbarlEo, no puede considerarse como absoluta-
,
l¡ rrl, (,X:teto el concepto de que la represión mantiene
xl' ¡,,,1,,: rlel campo consciente todas las ramificaciones
de 1,, ¡rrirnitivamente reprimido. Cuando esas ramifica-
tl,tt,',1 ';1' han distanciado suficientemente de la repre-
r,¡rt¡¡, r,r) central o nuclear del complejo, sea por defor-
rrñ, i,,n r) interpolación de numerosos elementos, se llega a
rr¡r r r,l,r'cselltación que puede aflorar al campo de la con-
r lr rr, r¡r Matemáticamente podría decirse que Ia fuerza
'l', ll lr.¡rresión es inversamente proporcional a la dis-
larr, rn rlu(. media entre ellas y la representación nuclear.
I'r,.r'rr:rment€, hasándose en esto puede llevarse a cabo
lB tr.rrl)ia psicoanalítica que toma en cuenta este ele-