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Nuevas maneras

de vivir, nuevas
maneras de
comer
Comer hoy en España

MABEL GRACIA
Universitat Rovira i Virgili

umerosos estudios sobre las maneras de co-

N mer en las sociedades industrializadas han te-


nido como finalidad analizar hacia dónde va la
alimentación, tomando como punto de partida
la evolución del consumo alimentario y las actitudes de
los distintos grupos sociales ante las nuevas ofertas de
alimentos. No obstante, la mayoría de estos estudios han
privilegiado una orientación económica (interesándose
por las compras y la evolución del gasto) o nutricional (in-
teresándose por la evolución de la dieta). Desde estas
perspectivas, las prácticas actuales, incluidas bajo el pa-
raguas de la denominada modernidad alimentaria, son ob-
jeto de inquietudes facultativas y de incertidumbres socio-
económicas sobre las que se debe actuar e intervenir, en
cuanto que “las personas de las sociedades modernas no
saben comer”.
Algunas de las hipótesis formuladas desde la antropolo-
gía y la sociología aceptando la desestructuración de las
maneras de comer contemporáneas han sido utilizadas
para reafirmar, en buena medida, tanto la intervención mé-
dico-nutricional como el negocio de la industria alimenta-

Distribución y Consumo 5 Enero-Febrero 2008


Nuevas maneras de vivir, nuevas maneras de comer

ria, mientras que otras hipótesis han criti-


cado abiertamente la aceptación de esta
supuesta degradación. En el centro del
debate está la necesidad de diseñar estu-
dios que metodológicamente puedan ca-
racterizar las maneras de comer y dar
cuenta de los factores que verdadera-
mente determinan las prácticas alimenta-
rias, su transformación o su inmutabili-
dad, en tanto que sólo así se podrán ex-
plicar la naturaleza de dichas tendencias
y la lógica que subyace en las elecciones
alimentarias contemporáneas.
Las actuales maneras de comer en las
sociedades industrializadas presentan
una cierta ambigüedad respecto a su ca-
racterización (1). Si bien la constatación
de una cierta simplificación e individuali-
zación de las comidas o el aumento del
número de ingestas diarias avalarían par-
cialmente la tesis de la desestructuración
propuesta por Douglas (1979), Fischler realidad social y, al mismo tiempo, un re- clusión de los llamados alimentos-
(1979) o Herpin et Verger (1991) para de- flejo de la misma, cabe considerar que servicio o de conveniencia.
finir la modernidad alimentaria, nuestra los procesos de cambio experimentados – Los horarios laborales y de otras ac-
hipótesis plantea que, aunque los com- por la sociedad española en los últimos tividades que pueden desarrollarse
portamientos alimentarios de los españo- treinta años han incidido, y se reflejan, en a lo largo de los diferentes días de la
les se han modificado y diversificado las actitudes y los valores de los actores semana.
adaptándose a los nuevos constreñimien- sociales ante la comida, así como en los – La necesidad de compatibilizar la di-
tos socioeconómicos impuestos por una consumos alimentarios y en las particula- versidad de horarios de los diferen-
sociedad cada vez más industrializada, res formas que éstos adoptan. tes componentes de cada hogar.
las prácticas observadas no constituyen, Podríamos decir que, si bien la alimen- – Las percepciones de los requeri-
salvo excepciones, síntomas alarmantes tación ha sido siempre un hecho muy mientos alimentarios y/o nutriciona-
de una desestructuración generalizada, complejo y multidimensional, en nuestra les de cada uno y del grado de inte-
sino más bien, asumiendo la propuesta modernidad lo es todavía más como con- rés/voluntad por cumplirlos.
de Warde (1997), Bearsdworth et Keil secuencia de la mayor diversidad socio- – El diferente grado de vinculación o
(1997), Poulain (2002) o Ascher (2005), cultural que hoy está presente en múlti- apego de cada persona y/o grupo fa-
modos de comer más operativos y flexi- ples aspectos de la cotidianidad. Así, las miliar respecto al sistema hegemóni-
bles. comidas se han diversificado considera- co de reglas sociales.
blemente en diferentes aspectos dando – La adaptación de las comidas a par-
lugar a innovaciones, adaptaciones, susti- tir de las preferencias y las compe-
CAMBIOS SOCIALES, CAMBIOS tuciones y desapariciones de productos, tencias culinarias personales tanto
ALIMENTARIOS de recetas o prácticas como consecuen- en lo relativo a alimentos como a
cia, entre otros muchos factores, de los prácticas alimentarias.
Cuando hablamos de comidas nos esta- siguientes: – Las diversas concepciones sobre las
mos refiriendo a un conjunto diverso y – Las disponibilidades económicas de relaciones entre salud, comensali-
complejo de prácticas relacionadas con el acuerdo con un presupuesto familiar dad, placer y sociabilidad y las dife-
consumo de los alimentos: el perfil de las en el que otros ítems de consumo rentes formas y grados de satisfacer
jornadas alimentarias, los comensales, han adquirido, comparativamente, sus objetivos.
los horarios y los lugares de las comidas, una importancia mucho mayor (higie- La combinación de estos factores pue-
los tipos de menús, sus estructuras y ne, educación, transporte y ocio, por de explicar, al menos en parte, la falta de
contenidos, etc. Y, en tanto que la alimen- ejemplo). correspondencia que se manifiesta en el
tación constituye una parte de nuestra – La mayor oferta alimentaria y su in- hecho de que, durante las últimas tres dé-

Distribución y Consumo 6 Enero-Febrero 2008


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cadas, se haya producido, a pesar de que


la salud constituye una preocupación bá-
sica, un descenso significativo del consu-
mo de los alimentos considerados más
saludables (verduras, hortalizas, legum-
bres) en favor de otros alimentos conside-
rados menos saludables (carnes, paste-
lería industrial, snacks, etc.). Y es que la
salud, aún siendo muy valorada por la ma-
yoría de los españoles, no es la única ni la
más determinante razón que guía las
elecciones alimentarias: “Yo no compro
algo que no le guste a mi familia, por muy
sano que sea”.
En este trabajo hemos estudiado cómo
categorías tales como alimentos “bue-
nos/malos”, “adecuados/inadecuados”
o “cómodos/incómodos”, comer bien, co-
mer bueno o comer sano…, pueden tener
significados muy diferentes, más o me-
nos complementarios o contradictorios,
si lo que está en juego es la salud, la hos-
pitalidad o diferentes tipos de convenien- gusta a uno. Comer con gusto. El tiempo es me en la cocina y hacer un buen asado o
cia o pragmatismo. Por ejemplo, la com- importante para comer con placer”. una paella”.
patibilidad entre comer bien y comer sa- “Yo, siempre que ceno fuera de casa, es
no, o comer bueno y comer sano, no porque ceno para gozar de la cena y de la
siempre resulta fácil. Si “comer bien” se LAS COMIDAS [I]: COMENSALIDAD, compañía y cuando me la hago en casa,
asocia casi indefectiblemente con “co- LUGARES Y HORARIOS rara vez lo hago también para lo mismo”.
mer sano”, “comer bueno” es entendido Durante la semana, el porcentaje de co-
de manera muy diferente. No deja de ser De todas las tomas alimentarias realiza- midas que se realizan en compañía oscila
significativo que, en materia alimentaria, das durante la jornada, la comida del me- entre el 63,3% y el 65,2%, siendo las me-
dos términos tan próximos entre sí como diodía y la cena son las que, hoy por hoy, nos compartidas el desayuno y las “pe-
son “bien” y “bueno” se entiendan de tienen una mayor dimensión social. La im- queñas comidas” hechas entre horas (al-
manera tan diferente. Así, por ejemplo, portancia concedida al hecho de comer muerzo, merienda y pica-pica). El fin de
“bueno”, cuando se habla de comer, se solo o en compañía no es la misma para semana, en cambio, este porcentaje se
asocia con “rico” más que con “sano”, es cada tipo de comidas y la importancia incrementa, situándose en el 70% el sá-
decir, más con el gusto que con la salud. tampoco es la misma si la comida se bado y el 69,8% en domingo. Aunque le-
“Comer bueno quiere decir comer buena efectúa en casa o fuera de casa. Dicha ves, las diferencias permiten afirmar que
calidad, lo que a ti te gusta, depende de comensalidad varía, también, dependien- durante los fines de semana se come
lo que tú quieras”: do del tipo de comida y del momento en más en compañía que los días labora-
“Para mí, comer bien, aparte de que la que se realiza. Así, por ejemplo, las comi- bles. En general, la comensalidad conti-
comida tenga una calidad, es no abusar de das festivas, en contraposición con las núa presentando un fuerte protagonismo
las grasas y comer, en general, de todo, lle- comidas de los días ordinarios, se carac- en las comidas: en dos de cada tres oca-
var una dieta que decimos mediterránea: terizan por un mayor número de comensa- siones, los españoles comen acompaña-
comer verduras, pasta, sobre todo mucha les y por una estructura y preparación dos (65,7%). En los días laborables, los
fruta e, indudablemente, también comer más elaborada: comensales proceden del ámbito de tra-
lentejas o cualquier cosa de éstas normal- “A mí me encanta cocinar, pero no para bajo, de formación u ocio en detrimento
mente, y plancha, mucha plancha”. dos personas, sino para siete u ocho. Y de la compañía familiar. Por otro lado, co-
“Comer bien quiere decir comer produc- sentarme y ver que están todos comiendo. mer en casa no significa necesariamente
tos de buena calidad, lo que te gusta, lo A mí me chifla. Sí porque yo, de lunes a comer acompañado: esto queda ilustrado
que quieres”. viernes, nunca cocino y, entonces, el sába- perfectamente en los desayunos e, inclu-
“Comer bueno significa comer lo que le do, un día que puedo, me apetece meter- so, las cenas.

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Nuevas maneras de vivir, nuevas maneras de comer

Por la noche la cocina de casa funciona


GRÁFICO 1 sin parar. Cada uno come cuando llega y
Comidas que se realizan en compañía. Porcentaje coge lo que hay y si ya no queda nada, co-
mo son mayores, se preparan lo que les
100 apetece”.
90 También se destaca que, aunque preva-
80 lece la idea de que cada vez se come con
70 mayor frecuencia fuera de casa, el hogar
60 continúa siendo el lugar donde se realiza
50
la mayor parte de las comidas del desayu-
40
no, de mediodía y las cenas (90%, 88,3%
30
y 90%, respectivamente). Contrariamente
20
10
a lo que cabía esperar no se ha registrado
0 un aumento importante en número de in-
Desayuno Almuerzo Comida Merienda Cena Aperitivo Tentempié gestas hechas fuera de casa, especial-
En compañía Solo mente en la comida del mediodía. Sólo un
11,8% de las comidas del mediodía son
realizadas fuera de casa, recurriendo pa-
En efecto, si bien la cena aparece como sincronización, los empleos del tiempo ra ello a la restauración privada, a come-
una ingesta mayoritariamente realizada están cada vez menos coordinados de ca- dores empresariales o escolares.
en el ámbito doméstico, no necesaria- ra a hacer de la comida una actividad co- Relacionado con estos cambios, se es-
mente tiene el carácter familiar de anta- mún: tá produciendo un fenómeno interesante
ño. Se produce, en este sentido, una de- “¿La cena? ¡Cada uno viene a su hora!... relativo a la introducción de la alimenta-
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das, no están tan precisamente localiza-


das dentro de los diferentes espacios del
hogar ni tampoco en el exterior. En el ho-
gar, a los tradicionales espacios de la co-
cina y el comedor se añaden la habitación
(0,9% de las meriendas y 0,5% de las ce-
nas) y el sofá (10,6% de las cenas). En el
exterior, al restaurante, el café y el come-
dor de empresa, se añaden la calle y los
parques o jardines (2,1% de las comidas
del mediodía) y espacios más o menos in-
determinados dentro de los lugares de
trabajo.
“Yo prefiero comer en casa, sin duda. Pe-
ro no lo hago ningún día, o sea, no puedo.
Es una cuestión de horarios. Como fuera
siempre”.
“A veces (sus hijos) meriendan en el par-
que o por la calle, depende, si después tie-
nen que ir a música o natación…”
Respecto a los horarios, el incremento
de la dispersión es notable [“Nosotros so-
ción en el lugar de trabajo que muestra, en general]. Razones esgrimidas a favor mos cuatro y ¡comemos cada uno a una
también, la naturaleza de la modernidad de la “fiambrera” o del “taper” tienen que hora diferente!”]: las “nuevas” comidas
alimentaria. En efecto, está aumentando ver con las oportunidades de hacer una no tienen lugar a horarios fijos. Ni el prin-
la realización de la comida del mediodía comida más rápida y, al mismo tiempo, cipio ni el final de las diversas comidas se
no ya en los restaurantes o cantinas de considerada más sana o de poder realizar sitúan dentro de franjas horarias estre-
las empresas o escuelas, sino en el mis- alguna otra actividad poco compatible chas. Esta imprecisión de las fronteras
mo despacho o en las salas de reunión y con los horarios laborales, sino se recu- horarias hace que aparezcan formas híbri-
descanso mediante el recurso de la fiam- rriera a la fiambrera: das como la “merienda-cena” o el “aperi-
brera: una comida elaborada a menudo “Mi hija, ahora, tiene dos horas para co- tivo-comida”. Es cierto, no obstante, que
en casa para ser consumida en los cen- mer al mediodía. Y, ahora, se van a la pisci- cada comida tiene unas franjas horarias y
tros de trabajo o estudio. Las razones na. Se van todas las compañeras, se llevan un punto modal en que se realizan un ma-
apuntadas para llevarse al trabajo la co- su taper hecho de casa, sí. Es que, en vera- yor número de ingestas. En el gráfico 2
mida preparada en casa coinciden, par- no, además cambia muchísimo la comida, sólo se han representado las cinco comi-
cialmente, con las dadas para comer fue- porque normalmente coges una ensalada , das principales (desayuno, almuerzo, co-
ra de casa (la falta de tiempo, la distancia una ensaladilla, cualquier cosa fría y en un mida, merienda, cena). Como se observa
entre el hogar y el lugar de trabajo y estu- momento te lo tomas, no es lo mismo que con claridad, cada una de las cinco comi-
dio) y se añaden otras más específicas tener que calentártelo”. das tiene su franja horaria propia, si bien
como, por ejemplo, el ahorro económico, “Yo prefiero llevarme algo de casa, y lige- se solapan parcialmente entre ellas. Así,
el mantenimiento de una cierta dieta e, ro, porque como te metas un plato o dos el desayuno se suele realizar entre las 4 y
incluso, el hecho de poder comer “más a platos, el postre o no sé qué, llegas a la ofi- las 13 horas, situándose el punto máxi-
gusto”. Los alimentos se traen del propio cina y estás así de hinchada”. mo a las 8 horas. El almuerzo o desayuno
domicilio o son comprados cerca del lu- Paralelamente, se han modificado los de media mañana, también las once, se
gar de trabajo. lugares de la casa donde se realizan las realiza entre las 7 y las 16 horas, con un
Las motivaciones de estas prácticas, comidas y también las que se realizan en punto máximo a las 11 y un segundo pico
que afectan sobre todo a las mujeres cua- el exterior [“¿Comer en el sofá? ¡Jamás! a las 14 horas. La hora de la comida se
dro y a los empleados, no son de tipo eco- Bueno, sí, sábados y domingos por la no- sitúa entre las 11 y las 18 horas, con un
nómico ni tienen que ver con un eventual che…”]: la “comida tradicional” tenía lu- punto máximo a las 14 horas. La merien-
descontento con el restaurante de la em- gar en la cocina o en el comedor. Las da, a continuación, se realiza desde las
presa, sino con una lógica de organiza- “nuevas formas de comer”, confirmando 14 hasta las 23 horas, si bien su punto
ción del tiempo de trabajo [o del tiempo una desocialización parcial de las comi- horario álgido son las 18 horas. Finalmen-

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GRÁFICO 2
Franja horaria de las comidas principales
70

60

50

40

30

20

10

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

DESAYUNO ALMUERZO COMIDA MERIENDA CENA

te, la hora de la cena más habitual es a


las 21 horas, si bien la franja horaria co-
mienza a las 18 y se alarga hasta la ma-
drugada.
En una primera instancia, puede sor-
prender la amplitud horaria de las inges-
tas, esa base amplísima que muestra
gráficamente que el desayuno, por ejem-
plo, pueda realizarse, según los casos,
entre las 4 de la madrugada o a las 13
horas, pasado el mediodía. Sin embargo,
es simplemente la expresión de la enor-
me diversidad de situaciones y horarios
existentes desde diferentes puntos de
vista (laborales, formativas o de ocio).
Así, por ejemplo, la existencia de turnos
de trabajo (horario de día o de noche) en
muchas empresas y servicios que funcio- que te levantas tarde, el día que te vas a “Normalmente, el domingo me levanto a
nan las 24 horas del día condicionan la trabajar, no cenas, y luego te comes un las doce, a la una. Comes a las cuatro, si
alimentación y sus horarios por varias ra- sándwich a las cuatro de la mañana, o co- comes..., porque has comido unas tapas,
zones. Así, cuando se trabaja en el turno sas así. No comes con la familia porque no luego en el cine unas palomitas y ya por la
de noche, alguno puede no cenar o no co- te coincide”. noche no tienes hambre”.
mer ya que se levanta tarde al día si- Además, cabe tener en cuenta también
guiente. Como consecuencia de la diver- la diversidad de horarios existente entre
sidad de horarios laborales y de la exis- los días laborales por un lado y los fines LAS COMIDAS [II]: NÚMERO DE COMIDAS
tencia de turnos en las empresas, mu- de semana, los festivos y las vacaciones DIARIAS, ESTRUCTURAS Y CONTENIDOS
chas personas no guardan un horario por otra. Los días festivos, días de ocio,
más o menos fijo para las diversas comi- se caracterizan, entre otros aspectos, por En relación con la jornada alimenataria, la
das. una evasión de las obligaciones y de las población española declara seguir un mo-
“Cada tres semanas suelo hacer una se- formalidades y, en ese sentido, los cons- delo ternario (desayuno, comida y cena) y
mana de noche.Trabajo en un hospital y, la treñimientos horarios, y entre ellos tam- tripartito (primer plato, segundo plato y
semana que estás de noche, andas un po- bién los de las comidas, son uno de los postres). Sin embargo, los resultados del
co despistado, al mediodía no comes por- aspectos de los que se quiere huir: estudio indican, respecto al número de in-

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gestas realizadas, una media superior a – “Desayuno, comida y cena; a veces dante, sustanciosa y tomada, también, a
las cuatro tomas diarias y, frente a las es- una pequeña merienda, poca cosa”. una hora más tardía de lo habitual en los
tructuras ternarias, un aumento progresi- – “Tres, un poco a media mañana y a días laborables contribuye a suprimir la
vo de las binarias e, incluso, una reinstau- veces aperitivo”… merienda o tomas de media tarde o hacer
ración del denominado “plato único”. La Sin embargo, la descriptiva obtenida de una cena mucho más ligera.
tendencia de las principales comidas se las prácticas registradas indica que el nú- Se constata, así, que la alimentación
orienta, en consecuencia, en el sentido mero medio de ingestas diarias es ligera- ordinaria se alterna con acontecimientos
de la simplificación y la concentración. mente superior: se sitúa en 4,19, lo que más o menos extraordinarios (días festi-
La mayoría de los informantes afirman supone una media total de 29,33 inges- vos, vacacionales, celebraciones diver-
comer entre tres y cuatro veces al día tas semanales. Si atendemos a los días sas, pensemos en las ingestas propias
(38% y 38,5%, respectivamente), mien- de la semana de forma separada, el do- del ciclo navideño, por ejemplo) en los
tras que el 21% dice hacer cinco inges- mingo disminuye el número de ingestas, que los criterios que determinan lo que
tas. En el caso de realizarse tres, éstas situándose en 4,06, mientras el sábado se come pertenecen a un orden muy dis-
hacen referencia al desayuno, la comida y mantiene un comportamiento similar al tinto del de la nutrición, que marcan, a su
la cena, añadiéndose en la mayoría de ca- de la media total. Por ello, no se puede vez, los diversos tipos de preferencias y,
sos la merienda. Cuando se apuntan las hablar tanto de una diferencia entre días también, de incompatibilidades alimenta-
cinco ingestas, éstas incluyen, además laborables y fin de semana como entre rias.
de las anteriores, el almuerzo de media domingo y el resto de los días. Respecto a las comidas más habitua-
mañana u once. El 2,5% restante incluye Conviene subrayar, en este sentido, les, el desayuno es la que abre la jornada
aquellos que dicen comer dos veces al que las “comidas” y los “alimentos” no alimentaria y consiste en una comida lige-
día –el 52% de esos casos- y entre seis y se piensan ni se califican individualmen- ra, habitualmente dulce (bollería, galletas
once veces diarias –el 48%–. En cualquier te. Todas las personas son conscientes y dulces) acompañada de café y/o leche.
caso, vale la pena destacar que el mode- de que los alimentos suelen formar parte Leche, cereales, tostada con aceite, fru-
lo ternario (tres tomas diarias diferencia- de “platos” y que las comidas están inte- ta, cruda o en zumo…, son, sin embargo,
das) está bastante interiorizado en cuan- gradas en “ciclos”, por lo menos de ca- los ingredientes que se consideran idea-
to son frecuentes las respuestas dadas rácter semanal o incluso diario, de tal for- les para un buen desayuno. Existe un
en estos términos: ma que la estructura y el contenido de acuerdo bastante generalizado al respec-
– “Hago tres comidas fuertes y un ape- una comida principal deben considerarse to. No obstante, cuando se entra en cuál
ritivo”. teniendo en cuenta los contenidos de las es el desayuno real de cada persona, los
– “Tres comidas y dos picoteos”. restantes. El caso del domingo es muy matices y/o las excepciones son cons-
– “Tres comidas y la merienda”. ilustrativo en tanto que, por ser día festi- tantes:
– “Desayuno, comida, cena y extras”. vo, es la jornada más diferenciada del “Para mí, tiene que ser zumo, cereales,
– “Normalmente tres, y no todos los resto. Por un lado, un desayuno tomado a y fruta, pero…”.
días, algunos meriendo”. una hora más tardía de lo habitual contri- “Para mí sería lo ideal (leche, cereales,
– “Tres, desayuno, almuerzo y cena, buye a eliminar el almuerzo de media ma- tostada con aceite, fruta…), que yo no lo
aunque suelo picar algo al mediodía”. ñana y una comida más compleja, abun- hago porque no tengo tiempo”.

GRÁFICO 3
Número de ingestas por día de la semana

4,25

4,20

4,15

4,10

4,05

4,00
Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo

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“Me gustaría desayunar fuerte para evi- GRÁFICO 4


tar el almuerzo, pero soy incapaz de ma- Grado de estructuración de las comidas
drugar y ponerme a desayunar una tosta-
da, un huevo, fruta, no puedo…”. Unaria, 22,9%
Así pues, si bien existe un consenso ge-
neralizado con relación a lo que se consi- Binaria, 47,5%
dera un “buen” desayuno, tanto en térmi-
nos estrictamente energéticos como en Ternaria, 29,2%
términos de lo que es el desayuno ade-
cuado en términos de salud, una mayoría Cuaternaria, 0,4%
de personas reconocen o expresan dife-
rente tipo de problemas o condiciona- Otras 0,5%
mientos que les impiden o dificultan llevar-
lo a la práctica. Así, la “falta de tiempo” o,
simultáneamente, “la falta de tiempo y la
pereza” son una limitación para poder
cumplir con lo que se considera debiera
ser “un buen desayuno”, de forma que la
convierten en la ingesta más ligera de las
tres comidas principales que casi obliga,
especialmente entre aquellas personas
que comen tarde, más allá de las 14 o 15
horas, a realizar el almuerzo de media ma-
ñana.
De toda la jornada alimentaria, la comi-
da del mediodía es la que tiene una ma-
yor relevancia social y nutricional:
– Platos de cuchara y, sobre todo, car-
ne.
– Un plato fuerte y ensalada; carne-pa-
tatas, pasta-carne, verduras-huevos. poco por debajo la pasta y el arroz convierta en un plato combinado y, en es-
– Es la comida fuerte del día: carne y al- (29,8%) y las ensaladas y gazpachos ta misma medida, en plato único. En
go de pasta, con ensalada. (27,3%). El pescado (21,2%), las patatas otros casos, el elemento base puede no ir
– Platos que nutran, proteínas, legum- (22,5%) y, algo menos, las legumbres acompañado de la guarnición.
bres, carnes. también son alimentos habituales en las Asimismo, se observa que los produc-
También es la que presenta un mayor comidas españolas. La bebida más habi- tos considerados centrales o de base, y
grado de estructuración, aunque el mode- tual es el agua (56,7%), seguida a cierta alrededor de los cuales acostumbraba a
lo ternario no sea, como se piensa, el más distancia del vino (21,5%). girar una gran variedad de productos, em-
frecuente, ya que 1 de cada 2 comidas co- Del análisis de las combinaciones ali- piezan a verse sustituidos por otras varie-
rresponden a estructuras binarias, es de- mentarias hechas en esta comida se ex- dades alternativas. Por ejemplo: los pro-
cir, compuestas por dos platos o elemen- traen observaciones interesantes. Por ductos cárnicos más habituales (pollo,
tos (47,5%), mientras que las estructuras ejemplo, si nos centramos en el segundo bistec de ternera, cerdo) empiezan a ser
ternarias se sitúan en segundo lugar plato, vemos que se están realizando reemplazados por otros alternativos co-
(29,2%) y sólo el 0,4% son cuaternarias. nuevas conjugaciones: puede mantener- mo las salchichas “de frankfurt”, las
Respecto al contenido, la carne se con- se un producto base o estructurante (por hamburguesas, los “sanjacobo”, etc. Así,
sume en un 56,9% de las comidas de los ejemplo, la carne o el pescado), pero se observa la “aparición” de platos tales
españoles, mientras la fruta se consume cambiando lo que se consideraba tradi- como “sanjacobo con verdura”, “hambur-
en un 50%, siendo estos dos alimentos, cionalmente como guarnición. Siguen do- guesa con ensalada”, etc. Subsisten, no
claramente, los más característicos de minando las ensaladas y las patatas co- obstante, los “tradicionales” platos úni-
este tipo de ingesta. A continuación, con mo acompañantes pero, en numerosas cos (como “paella”, “lentejas”, etc.) que,
una proporción bastante elevada se sitú- ocasiones, la variedad es tanta que pue- acompañados de un postre, componen
an las verduras y hortalizas (39,1%), y un de que lo que fue un segundo plato se íntegramente una comida principal.

Distribución y Consumo 14 Enero-Febrero 2008


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En cuanto al postre, la fruta es el pro- GRÁFICO 5


ducto más frecuente, sobre todo en las Contenido de alimentos enlas comidas. Porcentaje
comidas ordinarias o no festivas y en el
propio domicilio. Los helados aparecen,
Carnes
también, con mucha frecuencia, pero so-
Frutas
bre todo en las comidas fuera de casa o
Verduras y hortalizas
en los días festivos o fines de semana.
Pasta y arroz
Los zumos de fruta, también los yogures,
Ensaladas y gazpachos
se consideran ya un postre. Y, en muchos
Patatas
casos, el postre, simplemente, no apare-
Pescados
ce y es sustituido por el café, lo que da lu-
Legumbres
gar a una reducción parcial de lo que se Huevos
considera la estructura tradicional de las Embutidos y quesos
comidas principales, que pasa de ternaria Derivados lácteos
a binaria. Sopa, caldos y cremas
La cena, a diferencia de la comida del Mariscos
mediodía, no se entiende como la comi- Bollería, galletas y dulces
da más importante del día, aunque sí tie- Salsas
ne el estatus de comida principal, for- Aceites, mantequillas y margarinas
mando parte de una de las ingestas que Plato preparado
es incluida en el repertorio de la casi to- Frutos secos
talidad de las personas entrevistadas. Pan y tostadas
En las cenas se agudizan algunas de las Cereales
tendencias acabadas de apuntar, sobre Chocolate y cacao
todo el fenómeno de la concentración o Otros
condensación de la comida en un solo 0 10 20 30 40 50 60
plato (plato único o plato combinado).
En general, la cena se ha convertido en
la comida que mayor grado de innova-
ción registra en su estructura, habitual-
mente binario y cada vez más unaria,
tanto en términos de ingredientes como
de sucesión y combinación de los ali-
mentos. Una posible causa de estos
cambios puede encontrarse en el hecho
de que muchas personas, incluidos los
más pequeños, resuelven la comida
principal más estructurada y de elabora-
ción más compleja del día fuera de casa,
lo que legitima a la gente a solucionar
las cenas domésticas con “cualquier co-
sa” y “de cualquier manera” :
– Lo que complemente lo que no he to-
mado en la comida. den figurar una serie de productos más o verduras y hortalizas, de los quesos y em-
– Alimentos fáciles de preparar, pesca- menos variados y, a su vez, difíciles de butidos y también del pescado y los deri-
do hervido y algún producto lácteo o clasificar o agrupar, pero sobre todo más vados lácteos.
fruta. rápidos de preparar: embutidos, fruta, en- Por su parte, las “pequeñas comidas”
– Algo que te haga hacer bien la diges- saladas, bocadillos, platos preparados, o las no-comidas realizadas entre horas
tión: fruta, tortilla, puré, verdura. platos étnicos (de origen chino, por ejem- (almuerzo, merienda, tapeo, aperitivo, pi-
– Ni demasiado fuerte ni abundante. plo), derivados lácteos, etc. La fruta es, ca-pica), aun teniendo una presencia no-
En las cenas, en efecto, aparecen con con diferencia, el alimento más habitual table en los registros individuales, son
mucha frecuencia platos en los que pue- (42,4%), seguido a cierta distancia de las consideradas por una gran mayoría de los

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Nuevas maneras de vivir, nuevas maneras de comer

GRÁFICO 6
otros días, siete, si se llama comer, comer
un yogur o picar…”.
Contenido de alimentos en las cenas. Porcentaje
Lo que en realidad se ingiere para el
“picoteo” o la comida “entre horas” es
Frutas
muy variado, dependiendo, principalmen-
Verduras y hortalizas
te, de la hora del día. Dentro de la catego-
Embutidos y quesos
ría del pica-pica, en España hay que dife-
Pescados
renciar entre el aperitivo y el tapeo. En
Ensaladas y gazpachos
efecto, otra modalidad de comer entre ho-
Derivados lácteos
ras que recibe una denominación especí-
Carnes
Huevos
fica es “el aperitivo”, ingesta que antece-
Patatas
de a la comida del mediodía. El aperitivo,
Pasta y arroz
por otro lado, está asociado con una co-
Plato preparado mida principal que tenga un carácter ex-
Sopa, caldos y cremas cepcional, ya sea porque se trata de una
Bollería, galletas y dulces ingesta de fin de semana, ya sea porque
Aceites, mantequillas y margarinas antecede a una comida formal. El alimen-
Cereales to más consumido por los españoles en
Pan y tostatas los aperitivos son las patatas (39,1%),
Salsas concepto que en este caso debe ser en-
Mariscos tendido en sentido amplio, incluyendo
Frutos secos tanto las propias patatas como sus deri-
Legumbres vados (patatas chips y otros snacks aso-
Chocolate y cacao ciados). En un 22,5% de los aperitivos se
Complementos dietéticos consume frutos secos.
Otros Por su parte, tomar “tapas” tiene una
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 percepción diferente que el “picar entre
horas”. Las tapas, siempre fuera del ho-
gar, son percibidas como un tipo de comi-
da preciso, anterior, por lo general, a la
comida o a la cena y, en ocasiones, pue-
de sustituir a una de esas comidas, sea
por la abundancia de las tapas ingeridas
o, precisamente, porque se pretende una
comida más ligera. Las tapas, como an-
tesala de una comida ordinaria, son más
propias de los días festivos o de los fines
de semana y de los períodos de vacacio-
nes. “Ir de tapas” está muy relacionado
con la sociabilidad y, a su vez, con una
forma de comer considerada propiamen-
te “española”, aunque existen diferen-
cias de unas regiones a otras. La gama
adultos como evitables o, incluso, de for- beneficio de las “pequeñas” comidas. de alimentos y de preparaciones suscep-
ma negativa, es decir, como comidas que Por ejemplo, el “bocata” o “tentempié” tibles de convertirse en tapas es casi ili-
deberían suprimirse, ya sea por motivos de la mañana o el “bocata” de media tar- mitada y podría decirse que a las tapas
de salud y/o de estética. Ello no impide de que hace, en numerosas ocasiones, más o menos clásicas se les añaden
que más de 1/3 parte de la población es- de merienda-cena: nuevas tapas constantemente: boquero-
paño practique el snacking de forma habi- “No como grandes cantidades nunca, nes en vinagre, magro con tomate, torti-
tual y que se haya producido una transfe- pero sí que las espacio, pues estoy pican- lla de patatas, callos con garbanzos...
rencia de los ingredientes de las comidas do todo el día. Entonces, seguro que hay “Como, normalmente, salgo mucho… Yo
principales (desayuno, comida y cena) en días que, a lo mejor, como tres veces; y comprendo que no lo debería hacer pe-

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Nuevas maneras de vivir, nuevas maneras de comer

ro…, entre la cena y la cervecita, pues


siempre guarreo… que si frutos secos,
que si patatas fritas… Porque yo suelo sa-
lir bastante y eso es mi debilidad”.
“A mí el tapeo no me quita de comer…
Me gusta sentarme el fin de semana, o
sea, el sábado y el domingo, con mi mujer,
y charlar comiendo, o sea se hace una co-
mida en condiciones, lo que no hago en to-
da la semana”.
Así pues, y como hemos podido obser-
var en esta breve descripción del perfil de
las jornadas alimentarias de los españo-
les, el repertorio de comidas no sólo es el
resultado de las recomendaciones dieté-
ticas, sino también de aquellas otras con-
traindicaciones que se derivan de lo coti- La vida de la gente es más bien irregu- BIBLIOGRAFÍA
diano y que son diferentes de aquellas lar, salpicada de numerosos micro-acon-
que existían hace treinta años. Son los di- tecimientos, cambios de programa de ■ BEARSDWORTH, A. y KEIL, T.: Sociology on the me-
ferentes contextos quienes condicionan, actividades, horarios variables, despla- nu. An invitation to he study of food and society,
en mayor o menor grado, las “decisiones” zamientos de todo tipo, que fragilizan el London, Routledge, 1997.
que son tomadas a nivel doméstico o a ni- control que constituyen las rutinas dieté- ■ DOUGLAS, M.: “Les estructures du culinaire”, Com-
munications, nº 31, 1979 (versión en castellano en
vel individual; las cuales, a su vez, depen- ticas. En un contexto, además, en el que Contreras, J. (comp): Alimentación y cultura. Nece-
den de los diferentes tipos de objetivos disminuye el tiempo dedicado a cocinar, sidades, gustos y costumbres, Barecelona, Univer-
(placer, comodidad, salud, sociabilidad, se prefieren las técnicas de cocción más sidad de Barcelona, 1995).
apetito, ritualidad, tradición, etc.) que rápidas y aquellos alimentos que se ■ FISCHLER, C.: “Gastro-nomie et gastro-anomie”,
pueden ser perseguidos en cada una de prestan más a ello. Se trata de satisfa- Communications, París, 31, 1979.
■ GARINE, I. de: “Une anthropologie alimentaire des
las diferentes ingestas porque, es nece- cer varios y diversos objetivos: ahorrar
Français?”, Ethonologie Française, vol. 10, 3, 1980
sario no olvidarlo, cada toma alimentaria, tiempo en la preparación de los menús,
■ HERPIN, N. y VERGER, D.: La consommation des
cada decisión alimentaria, no tiene por así como en las tareas de poner o quitar Français, Paris, La Découverte, 1991.
qué responder a una sola lógica y no to- la mesa; evitar al máximo los aspectos ■ POULAIN, J.P: Manger aujourd’hui. Attitudes, nor-
das las tomas tienen que responder “sucios” del tratamiento de las materias mes et pratiques, Toulouse, Éditions Privat, 2002.
siempre a la misma lógica o motivación. primas y de limpieza poscocina. Se tra- ■ WARDE, A.: Consumption, food and taste, London,
Lo dicho es obvio, pero no siempre se tie- ta, también, de gestionar de la manera Sage, 1997.
ne en cuenta. más eficiente posible la diversidad de
horarios, de necesidades y de preferen- NOTA
cias de los diferentes integrantes del ho-
EL FUTURO QUE VIENE gar. Operatividad y flexibilidad son lo que (1) En este artículo se presentan los resultados de un
demandan los nuevos estilos de vida a estudio realizado por el Observatorio de la Alimenta-
No es fácil prever la dirección de los cam- las maneras de comer contemporáneas. ción para el V Foro Internacional de la Alimentación ti-
tulado La alimentación y sus circunstancias. Los obje-
bios futuros. Los ciudadanos, animados Estas circunstancias dejan un campo
tivos principales consistieron en conocer los factores y
por racionalidades complejas y a veces di- completamente abierto a la tecnología circunstancias que orientan y determinan las nuevas
vergentes, efectúan elecciones alimenta- alimentaria y a sus aplicaciones indus- maneras de comer de los españoles, caracterizarlas y
rias cotidianas cada vez más diversifica- triales ya que, a lo largo de la historia, finalmente demostrar las diferencias existentes entre
las normas y las prácticas alimentarias. Para ello, se
das, específicas e irregulares de tal modo los conservadurismos alimentarios se
organizó el trabajo de campo en dos fases comple-
que, en un contexto así, seguir una jorna- han explicado por el hecho de que cada mentarias. La primera, de base etnográfica, se realizó
da alimentaria de una forma más o me- cultura ha transmitido en cada genera- mediante grupos de discusión y entrevistas en profun-
nos estructurada comporta una rutiniza- ción los principios culinarios básicos, didad y la segunda, de base estadística, consistió en
aplicar un cuestionario individual a una muestra repre-
ción bastante constriñente. Esta es, pro- los gustos propios y los valores dietéti-
sentativa de la población española. Una presentación
bablemente, una de las razones que ha- cos. Y hoy, las nuevas formas de vivir no resumida de los resultados ha sido publicada en Faire
cen que sea tan difícil seguir las recomen- garantizan, en buena medida, la conti- la cuisine. Analyses pluridisciplinaires d’un nouvel es-
daciones nutricionales. nuidad de este proceso. ■ pace de modernité, Les Cahiers de l’Ocha, París, 2006.

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