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 Edad Antigua

Edad Antigua
Inicio » Edad Antigua

Siglo de Pericles
Se llamó el Siglo de Pericles, a la época en que Atenas logró su máximo apogeo político e
intelectual, e inició la era del desarrollo de las artes y de las ciencias. …

Cultura Griega
La cultura griega se desarrolló en la península de los Balcanes, situada al sudeste de
Europa. En la antigüedad sus límites fueron: Iliria y Macedonia por el norte, el mas
Mediterráneo por el …
La Cultura Romana
La Cultura Romana, sucesora de la Cultura Griega en la Historia Universal, se desarrollo en
la península Itálica. Esta península se encuentra al sur de Europa, penetrando en forma de
bota el …

La República Romana
Se denomina República al segundo periodo de la historia romana, el cual inicia desde la
expulsión de Tarquino el Soberbio, 509 a.C. hasta el año 29 a.C. en el que Octavio se …

La Monarquía Romana
La Monarquía Romana se inicia con el gobierno de Rómulo en el año 753 a.C. y concluye
en el año 509 a.C., con la expulsión del rey Tarquino El Soberbio. 1. CARACTER
LEGENDARIO: FUNDACION …
Cultura Caldeo Asiria: Mesopotamia
La cultura Caldeo Asiria o Mesopotamia se desarrollo en el Cercano Oriente, en la región
que los griegos llamaron Mesopotamia, que quiere decir ciudad entre ríos. Abarca 140 000
km cuadrados de …

Cultura Egipcia o Antiguo Egipto


La cultura Egipcia o cultura del Antiguo Egipto, se desarrollo en el valle formado por el río
Nilo, situado al extremo noreste de África. El río Nilo recorre el territorio de sur a …

La Civilización Micénica
La Civilización Micénica tiene como centro geográfico Micenas, ciudad fortificada en la
comarca de Argólida, situada en la península del Peloponeso. Esta civilización llamada
también Creto-micénica por seguir la tradición de la primera, …

La Civilización Minoica o Cretense


La Civilización Minoica o Cretense se desarrollo en las islas de Creta, al sur de Grecia,
entre los años 3 000 y 200 a.C. Esta cultura pre-helénica, es conocida también como Egea,

La Civilización Egea
Se le denomina Civilización Egea al grupo de civilizaciones prehelénicas que se
desarrollaron en la protohistoria en torno al mar Egeo. Origen de la Civilización Egea
Desde el IV milenio a.C. habían …
La Cultura Fenicia
La Cultura Fenicia era de raza semita, procedentes posiblemente de las costas del golfo
Pérsico. El nombre étnico que se daban los pobladores de la Cultura Fenicia a sí mismos
era “kenaʿani”, …

El antiguo Japón
Japón está formado por un grupo de islas situadas frente a las costas de Corea, en el norte
del océano Pacífico. Su historia escrita no es muy antigua, pues lo primero de …

Los sumerios
Los sumerios fueron unos pioneros, tanto en la escritura como en las matemáticas. También
construyeron magníficos edificios, incluidas esas enormes pirámides escalonadas llamadas
zigurats. También produjeron una notable artesanía, esculpiendo pequeñas estatuas …
La Antigua Mesopotamia
En esta región hay varias ciudades que aparecieron hace unos 6.000 años. Los habitantes de
estos asentamientos eran personas hábiles e inteligentes que realizaron varios
descubrimientos vitales. Se cree que inventaron la …

La civilización del Indo


Hace miles de años, en el fértil valle del gran río Indo, emergió una civilización en lo que
hoy son la India y Pakistán. Se trata de la civilización del Indo, a …

Culturas del noroeste de norteamérica


La región suroccidental de Norteamérica incluye los actuales estados estadounidenses de
Arizona, Nuevo México, Colorado y el sur de Utah. Entre los siglos III a.C. y XV d.C., allí
se desarrollaron tres …

Guerreros de terracota de Qin Shi Huang


En marzo de 1974, un pequeño grupo de campesinos excavó unos pozos en los campos
cercanos a la ciudad de Xi’an, en la parte centro-norte de China. En vez de agua
encontraron …

La tumba de Tutankamón
La mayor parte de los faraones egipcios se recuerdan porque fueron grandes soldados
conquistadores o porque construyeron gigantescos templos y tumbas. Tutankamón no fue
ni un gran soldado ni un gran constructor, …
Culturas del Sureste de Asia
El territorio continental del sureste de Asia es una vasta región que incluye los países de
Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia, Camboya y Singapur. A pesar de la diversidad de la
región, las …

Imperio Babilónico
El Imperio babilónico fue uno de las más importantes del mundo antiguo. El babilonio era
un pueblo muy sofisticado, que construyó grandes ciudades e invento la astronomía, el
calendario lunar y el …

Cultura China
La cultura China forma un mundo aparte, de fuerte aislamiento. Tan sólo en las épocas
prehistóricas, en especial el Neolítico, podemos señalar algún contacto entre mundos tan
distantes. La cerámica con espirales pintadas de …
Los antiguos polinesios
Los antiguos polinesios fueron los primeros en cruzar el Pacífico desde las costas del
sureste de Asia aproximadamente en 1500 a.C. y poco a poco se extendieron por las islas de
este …

La ciudad de Pompeya
Pompeya era una ciudad del sur de Italia que floreció durante el Imperio romano. En el año
79 d.C. un volcán cercano, el Vesubio, inundó la ciudad de lava y ceniza, conservándola …

Troya
Durante siglos se creyó que Troya no era sino una ciudad legendaria, que existió
únicamente en el poema épico la Ilíada. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX,
un arqueólogo …

Los nómadas de las estepas


Las estepas son una vasta región de praderas que se extiende a lo largo de 8.000 kilómetros
desde el sur de Ucrania hasta Manchuria, en el este. Los ganaderos que vivían allí …

Imperio Hitita
Los hititas fueron los primeros asentamientos conocidos del mundo antiguo aparecieron en
Oriente Próximo durante el Neolítico (finales de la Edad de Piedra). La ciudad neolítica de
Çatal Höyük, en Anatolia, fue …
Los antiguos nubios
Los antiguos nubios vivían en una región del noreste de África que se encuentra al sur del
actual Egipto y al norte del actual Sudán. Nubia limitaba al oeste con el Nilo …

El palacio de Knossos
El palacio de Knossos, en la Isla de Creta, es uno de los mas notables Yacimientos
arqueológicos del mundo. Fue descubierto y excavado por el arqueólogo británico Arthur
Evans, que estuvo dedicado …

El Imperio Acadio
El Imperio Acadio creo el primer reino unificado mesopotámico del que se tiene noticia,
hace más de 4.000 años. Antes de la aparición de los acadios, Mesopotamia estaba formada
por muchas ciudades-estado, cada …
La batalla de Alesia
La victoria de César en la batalla de Alesia, donde la capacidad de la ingeniería militar
romana le permitió derrotar a un vasto ejército galo que acudía a socorrer a su caudillo …

La batalla de Cannas
La destrucción de un ejército romano por Aníbal en la batalla de Cannas, mediante una
brillante doble envolvente, ofreció un modelo para los comandantes durante siglos. No
obstante, ni siquiera esta, la …

La batalla de Gaugamela
La batalla de Gaugamela fue uno de los mayores triunfos de Alejandro. Superados en
número de cinco a uno, los macedonios derrotaron a los persas mientras Alejandro
aventajaba en el mando a …

La Batalla de Adrianópolis
La batalla de Adrianópolis es descrita por Amiano Marcelino como el peor desastre militar
romano desde Cannas, la batalla de Adrianópolis contempló la destrucción del ejército del
Imperio romano de Oriente y …

Babilonia
Aproximadamente entre los años 2000 y 500 a.C., Babilonia fue la capital del imperio
babilonico y un importante centro religioso y mercantil. También fue el lugar donde se
levantó la legendaria Torre …
Hispania romana
Un paso decisivo en el devenir histórico hispano fue la ocupación de las tierras peninsulares
por los ejércitos romanos. El punto de partida fue la pugna sostenida por la entonces
república romana …

Reino Visigodo
El Imperio romano, que arrastró una fuerte crisis en el siglo III, terminó por desaparecer, lo
que aconteció en el año 476. La causa esencial de esa hecatombre se hallaba en los …

Conversión de Recaredo
El año 586 d.C., Recaredo accede al trono tras la muerte de su padre. Diez meses después
se produce la conversión de Recaredo a la Iglesia católica, ratificada en el III concilio …
Dinastía Lágida o de los Ptolomeo
A la muerte de Alejandro, uno de sus sucesores, Ptolomeo Lagos, se hizo con el gobierno
de Egipto, dando lugar a la Dinastía Lágida o Ptolemaica y al reino helenístico de Egipto.

Cartago
Cartago, actualmente Túnez aproximadamente, fue una importante ciudad, formaba parte
de una cadena de establecimientos comerciales por el Mediterráneo fundado por fenicios
procedentes de la ciudad de Tiro desde finales del II …

Guerras Púnicas
La conquista del Mediterráneo Occidental empezó con la guerra de Cartago, llamada
también Guerras Púnicas, por la denominación de Puni o Phoeni, que se les daba a los
cartaginenses. Se llevo acabo …
Gobierno de Julio Cesar
César nació en Roma, Hijo de Julio César y Aurelia, pertenecía a la Gens Julia, que hacía
remontar su estirpe a la diosa Venus y el troyano Anquises, padres de Eneas. • …

Gobierno de Cicerón
Cicerón (M. Tullius Cicero 106-43 a.C.) nació en Arpino a unos 100 km. al sudeste de
Roma, en una familia de orden ecuestre. Estudió leyes con Mucio Escévola y militó en el

Gobierno de Pompeyo
Nacido de la más antigua nobleza romana, Pompeyo (Cn. Pompeius Magnus) hizo sus
primeras armas bajo el mando de su padre, Pompeyo Estrabo, en la Guerra de los Aliados.
Más tarde combatió …

Gobierno de Sila
Pacificada Asia, Sila podía ahora regresar a Italia. Para hacerle frente Cinna quien había
reunido tropas, pero con su muerte, ocurrida en un amotinamiento, se deshizo la fuerza de
los populares, aunque …

Gobierno de Cayo Mario


La oportunidad para la ascensión al poder de Cayo Mario (157-86 a.C.) fue la guerra de
sucesión que se produjo en el reino de Numidia, súbdito de Roma. Este reino había estado

Los Etruscos
Entre los pueblos que atraen el interés, los etruscos ocupan un lugar preferente por haber
dado lugar en el centro de la Península italiana, en la región que de ellos toma su …

La religión etrusca
La religión era algo esencial para el pueblo etrusco. La religión etrusca era muy diferente
de las de los pueblos que la rodeaban, griego y latino, ya que se trata de una …

Dinastía Seléucida
La Dinastía Seléucida fue un imperio helenístico. La Dinastía Seléucida se ubicaba en
Oriente Próximo, y en su mayor apogeo tuvo Anatolia central, el Levante, Mesopotamia,
Persia, Pamir y algunas zonas de …
Dinastía Antigónida
La Dinastía helenística que reinó en Macedonia toma su nombre de Antígono, Diadoco de
Alejandro, que en el reparto que sucedió a la muerte del rey se quedó con el gobierno de …

Los Samnitas
Los Samnitas eran una tribu emparentada con los Sabelios del Apenino meridional,
establecidos al norte de su país. Formaban una confederación de pueblos: Los Caraceni,
con las ciudades de Aufidena y Bouianum …

Alejandro Magno
Alejandro III de Macedonia conocido como Alejandro Magno, es el mayor representante
cultural de la Antigüedad, reconocido como el más trascendente de los grandes
conquistadores, señalado como un tirano. Sus hazañas emocionaron …
Sucesión del Imperio de Alejandro Magno
La muerte de Alejandro Magno, acaecida, como se dijo, de forma inesperada, en Babilonia,
supuso un gran problema para sus compañeros y en general, para los que directa o
indirectamente estaban implicados …

Organización del Imperio de Alejandro Magno


La organización del Imperio de Alejandro Magno fue delegada a distintas personas ya que
era muy extenso y de manera indirecta gobernada cada territorio conquistado. El inmenso
Imperio de Alejandro estaba basado …

Imperio Medo o Media


La primera mención del Imperio Medo y los persas tiene lugar en las campañas de
Salmanasar III (hacia 844 a. C.) cuando entran en conflicto con los asirios, antes del
período más brillante …

Religión Fenicia
Las fuentes sobre la religión fenicia son múltiples y provienen de varias ciudades. Existen
dos grandes grupos de datos para el estudio de la religión fenicia: Los extraídos de los
textos de Ugarit. Estos …

Expansión y colonización fenicia


Fenicia se abrió camino por el único paso que le había permitido la Naturaleza: el mar. Las
primeras relaciones comerciales fenicias fueron con Egipto, conocidas desde muy antiguo.
Según Vandersleyen los hicsos eran …
Alfabeto Fenicio
Todos los alfabetos pueden retrotraerse a un I grupo de alfabetos semíticos, ligeramente
distintos entre si, que se usaron en el Oriente Próximo, especialmente en Siria y Palestina.
El más importante para …

Origen del Alfabeto


El alfabeto es un sistema de signos que expresa los sonidos elementales del lenguaje. Su
nombre proviene de la palabra latina alphabetum, formada con los nombres de las dos
primeras letras del …

Reino de Macedonia
El Reino de Macedonia era la mayor llanura del norte de la Península Balcánica, famosa
por su caballería. En la época más antigua eran tribus de pastores, parcialmente nómadas,
dotadas cada una …
Cuarta Guerra Sagrada
La Cuarta Guerra Sagrada se dio entre el rey Filipo II de Macedonia y Atenas. Los
problemas del rey macedonio envalentonaron a sus enemigos, que se preparaban para la
guerra. En Macedonia, …

Tercera Guerra Sagrada


La Tercera Guerra Sagrada se inicio en el año 356 a.C y duró hasta el año 346 a. C, entre
los ejércitos de Fócida y Tebas por el control de Delfos. Esta …

La organización política y social del Antiguo Egipto


La organización, administración y sociedad fue cambiante en cada Periodo, en el Imperio
Antiguo, la monarquía alcanzo su máximo grado de centralización antes de caer en el
primero de los recurrentes periodos …

Los Arameos
En el siglo XIII a. C. (hacia el año 1279), el rey de Babilonia se quejaba de las bandas de
los akhlamu, es decir, de los nómadas que más tarde, según el …

Manifestaciónes Culturales en el Imperio Nuevo de


Egipto
Las manifestaciones culturales en el Imperio Nuevo son muchas, un cambio en la lengua,
con abandono del egipcio clásico en que se escribía durante el Imperio medio, y adopción
de un idioma …
Manifestaciónes Culturales en el Imperio Medio de
Egipto
En el Imperio Medio del Antiguo Egipto se caracterizó por una evolución en las ideas
religiosas. En lugar de ser considerados como en épocas anteriores, como un dios, los reyes
serán considerados …

Manifestaciónes Culturales en el Imperio Antiguo de


Egipto
El Antiguo Egipto ha sido uno de las culturas mas impresionantes, en cada uno de sus
etapas. Las manifestaciones culturales en el Imperio Antiguo de Egipto no ha sido la
excepción. Literatura …

Tercera Guerra Púnica


La tercera Guerra Púnica fue la última guerra librada entre Roma y Cartago entre los años
149 y 146 a.C. En esta última guerra Roma salió victoriosa. Cartago fue completamente
destruida por …
Segunda Guerra Púnica
La Segunda Guerra Púnica se dio entre los años 218 a.C. y 201 a.C. En esta etapa de las
Guerras Púnicas sobresalió el nombre de Anibal quien derrotó a Roma en muchas …

Primera Guerra Púnica


La Primera Guerra Púnica abarcó desde el año 264 a.C. hasta el 241 a.C. Esta Guerra
Púnica se dio entre Roma y Cartago, dando como vencedora a Roma. Causas El foco donde

Tercer Periodo Intermedio de Egipto


Tras la brillante etapa del Imperio Nuevo se produjo, una vez más, un período de debilidad
e inestabilidad política, conocido por el nombre de Tercer Período Intermedio, en el que
gobiernan numerosas …

Baja Época de Egipto


En la Baja Época comprende el gobierno de las Dinastías XXIV a XXX (730-330). El
Reino Egipcio comenzó a decaer al final de las Dinastías de los Ramésidas, el periodo que
se …

Imperio Nuevo de Egipto


El Imperio Nuevo comprende las Dinastías XVIII a XX (1570-1070 a.C). Esta etapa fue un
momento de esplendor, gracias a la labor de los príncipes tebanos de la Dinastía XVIII para
fortalecer …
Segundo Periodo Intermedio de Egipto
El Segundo Periodo Intermedio es el período más oscuro de la historia de Egipto, pues
quedan pocos monumentos de esta época que informen sobre los acontecimientos. Fue una
época en que el …

Imperio Medio de Egipto


El Imperio Medio comprende las Dinastías XI y XII aproximadamente, como se vió, ya que
tendría lugar la reunificación con el cuarto rey de la Dinastía XI. Tanto en la Lista de …

Primer Periodo Intermedio de Egipto


Se denomina Primer Período Intermedio a la época que va desde finales de la Dinastía VI
hasta la reunificación de Egipto por Mentuhotep II, un príncipe tebano. Históricamente
hablando supone el hundimiento …
Imperio Antiguo o Menfita de Egipto
Se llama a esta época Menfita por el nombre de su capital, Menfis (que lo sería a lo largo de
todo el Imperio Antiguo), en el I nomo, hoy a unos 25 …

Periodo Arcaico o Tinita de Egipto


El Periodo Arcaico o Tinita de Egipto abarca desde las Dinastias I a la Dinastia II. La
Dinastia I abarcó desde los años 3050 a.C. hasta 2860 a.C. en el cual el personaje …

Periodo Protodinástico o Pretinita de Egipto


La civilización egipcia comenzó con la unificación de Egipto bajo un solo rey, esta etapa
llamado periodo protodinástico o pretinita. La tradición la atribuye a Narmer o Menes, que
un tiempo se …
Guerra del Peloponeso
Se denomina Guerra del Peloponeso a la que enfrentó durante casi treinta años a todo el
mundo griego, entre 431 a.C. y 404 a.C. Se desarrolló en tres ámbitos: la Hélade, la …

Guerra de Jonia
La Guerra de Jonia también llamada Jónica o Decélica fue la última fase de la guerra del
Peloponeso y recibe este doble nombre, debido a los dos frentes principales donde se
desarrolló: …

Expedición a Sicilia
La expedición a Sicilia se inició en el año 415 a.C. y culminó el 413 a.C. La compleja
situación creada tras la Paz de Nicias llevó al poder a Alcibíades, personaje de una …
Guerra Arquidámica
El rey de esparta, Arquídamo II, pertenecía a la familia de los Euripóntidas, a él se debe el
nombre de la Guerra Arquidámica. Su amigo en Esparta fue Pleistoanax, enviado al exilio

Liga de Delos
Tras las victorias de Sesto y Micala, en el 479 a.C., las ciudades griegas, creyeron
conveniente mantener una Liga Panhelénica que les protegiese de la amenaza persa,
encabezada por Esparta y ante …

Liga del Peloponeso


Cuando Esparta, en la segunda mitad del siglo VI, había conseguido conquistar gran parte
del Peloponeso y había reorganizado su Constitución, seguía teniendo en la vecina polis de
Argos uno de sus …

Imperio Asirio
Imperio Asirio fue una de las principales naciones de la historia mesopotámica. Si el
máximo esplendor del Estado asirio corresponde a la primera mitad del milenio I a.C.
(Imperio neoasirio), sus orígenes …

Guerras Médicas
Se llaman Guerras Médicas a los conflictos dados entre el Imperio Persa y los estados de la
Antigua Grecia. Se dieron dos guerras médicas, la primera se dio en el año 490 …
Segunda Guerra Médica
Se llama Segunda Guerra Médica a segunda invasión persa de Grecia Antigua. La invasión
fue dirigida por Jerjes I, como venganza y tomar represalias por las derrota de la Primera
Guerra Médica. …

Primera Guerra Médica


Se denomina Primera Guerra Médica a la primera invasión de los persas. En el año 493 a.C.
mientras la flota y la armada persa se concentraban para una gran expedición contra el
mundo …

Batalla de Salamina
En la batalla de Salamina, los griegos infligieron una aplastante derrota naval a los
invasores y conservaron la flor de la cultura occidental .Por tierra y por mar, el gran rey
persa …
Batalla de Maratón
En la Batalla de Maratón, una fuerza inferior de hoplitas griegos aprovechó una
oportunidad para derrotar a sus enemigos persas, explotando su superior armadura y
disciplina para obtener una de las victorias …

Imperio Persa
El imperio persa se formo en de la unión de los pueblos medos y persas, se desarrollaron en
la meseta de la que hoy es Irán, hacia el año 1500 a.C. Se …

Cultura India
La Cultura India se ubicó en la península central del sur de Asia tiene en la historia de la
cultura humana un lugar preeminente por sus maravillosas creaciones espirituales y por sus

Esparta
Esparta, estaba situada en el alto valle del río Eurotas, en la región de Laconia, al sur de la
península del Peloponeso. Esta ciudad se caracterizaba por su suelo montañoso, con valles

Antigua Atenas
Atenas fue el centro histórico principal de la región llamada Atica, situada al sureste de
Grecia Continental. Es una península rocosa, de forma triangular que penetra en el mar
Egeo. A pesar …
Cultura Hebrea
La cultura Hebrea o judíos quienes formaban la cultura Hebrea se asentaron en la región de
Palestina, territorio que forma en la actualidad Israel, llamada en la antigüedad el País del
Canaán …

Decadencia y División del Imperio Romano


El Imperio Romano empezó su decadencia apartar del siglo III d.C. padeciendo una larga y
penosa agonía, por la incapacidad de sus emperadores. Estos no supieron controlar la crisis
interna y tampoco …

El Imperio Romano
Se llama Imperio Romano a la etapa de la historia romana, en la que Roma fue gobernada
por emperadores. Estos implantaron el gobierno absoluto, concentrando en una persona
todos los poderes: político, …
Siglo de Pericles
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Se llamó el Siglo de Pericles, a la época en que Atenas logró su máximo apogeo político
e intelectual, e inició la era del desarrollo de las artes y de las ciencias.

Antecedentes del Siglo de Pericles


Las guerras médicas habían favorecido el progreso de las clases populares, las
heroicas victorias navales de Salamina y Micala fueron obra de los marinos
atenienses, reclutados de la clase de menor renta o “thetes”.
El fortalecimiento de los “thetes”, favoreció enormemente al partido popular, cuyos jefes
luchaban por democratizar cada vez más el gobierno de Atenas. Destacaron Temístocles,
Efialtes y Pericles. Este último durante 30 años -del 460 a 429 a.C.- guió la política
ateniense hacia la grandeza de Grecia, período denominado “El Siglo de Pericles”
Jamás se vio en la historia de un país durante el mismo siglo, una asombrosa colección de
brillantes sabios, artistas, filósofos, pintores y escultores, que firjaron la grandeza de Atenas
y de Grecia, en general.
El esplendor de Atenas se debió al gran
estadista Pericles, de origen aristocrático, pero de ideas democráticas. Fue un hombre de
bien, comprometido con los asuntos de su patria. Su elocuencia le dio poder sobre el pueblo
ateniense, sus arengas y discursos, si bien no tenían la belleza de los de Demóstenes (el más
grande de los oradores griegos), destacaron por la energía y espontaneidad de las ideas,
ganándose el sobrenombre de el “Olímpico”.
En su tiempo sobresalieron grandes filósofos, artistas y sabios. El embellecimiento de la
ciudad no tuvo comparación. Para su época Atenas vivió una verdadera democracia en que
todos los ciudadanos tenían los mismos derechos. Sobradas razones han dado fundamento
para llamar a este período esplendoroso de Atenas, el siglo de Pericles, en homenaje al
hombre que la gobernó durante 30 años, en el siglo V a.C.

Las Artes
En el siglo de Pericles las artes recibieron un gran impulso y se desarrollaron con
bastante amplitud, porque el esplendor de Atenas así lo exigía.
Los griegos realizaron grandes obras en arquitectura, escultura, pintura y música, que
constituyen hasta el presente, modelos de belleza, armonía y perfección. Con justa razón se
le considera como el arte clásico por excelencia de todos los tiempos.
La Arquitectura

En este campo los atenienses construyeron hermosos monumentos con el objeto de


embellecer la ciudad, después de su destrucción por los persas, durante las guerras médicas.
La linea recta era el elemento predominante de la arquitectura griega, desconocieron el arco
y la bóveda. En el Siglo de Pericles se construyeron templos, palacios y teatros. Utilizaron
las columnas como un elemento primordial del templo.

Los Estilos

Los estilos arquitectónicos de los griegos estaban relacionados con el tipo de columna. Los
principales estilos en el Siglo de Pericles fueron:

 El estilo dórico, que es el más antiguo, caracterizado por la columna gruesa, apoyada
directamente en el piso, de capitel sencillo, cuadrangular y circular. Ejemplo típico de este
estilo es el Partenón, dedicado a la diosa Atenea.
El Partenón, fue un templo edificado sobre la Acrópolis de Atenas, que constaba de un
edificio de base rectangular rodeado de columnas de estilo dórico. Su construcción se debió
a los arquitectos Ictinos y Calcíocrates, con la colaboración, del escultor Fidias, quien se
encargó de todos los relieves que lo adornaban y ejecutó la colosal estatua de la diosa
Atenea, contenida en el templo.
 El estilo jónico, caracterizado por su columna con base. Su capitel llevaba bellos adornos
que semejaban a las volutas del carnero. Ejemplo típico de este estilo es el Erecteón.
El Erecteón era un templo construido sobre el Acrópolis de Atenas dedicado a la diosa
Atenea Polias, guardiana de la ciudad. Junto a ella compartían el culto del dios del mar,
Poseidón y el héroe Erecteo, que le dio renombre al templo. Es famoso por el pórtico de las
cariátides (estatuas con figuras de mujer).
 El estilo Corintio, que se caracterizó por tener columnas con base y un hermoso capitel que
parecía una cestilla rodeada de hojas de acanto.
Ejemplo de este estilo es el templo de Zeus, en Olimpia, dedicado a la máxima divinidad
griega. Era el más suntuoso y de mayor jerarquía, contenía en su interior la majestuosa
estatua del dios esculpida por Fidias.
La Escultura

Su escultura fue muy importante en Grecia. Los artistas trabajaban para adornar las paredes
de los templos. Esculpieron estatuas que representaban a sus dioses y atletas vencedores en
los juegos olímpicos.
Los más destacados escultores en el Siglo de Pericles fueron: Mirón, Fidias, Scopas y
Praxíteles.

 Mirón, este escultor se inmortalizó con su obra “El Discóbolo” que representa a un atleta
cuyos músculos se tiemplan en el acto de lanzar el disco.
 Fidias, es el más famoso escultor griego, autor de las inmortales obras de la diosa Atenea
en el Acrópolis y de Zeus en el templo de Olimpia.
 Scopas, fue éste una de los artistas de la hélade que intervino en la decoración del famoso
Mausoleo de Halicarnaso, tumba del rey Mausoleo, sátrapa de Caria (Asia Menor).
 Praxíteles, fue quien, con magistral belleza, esculpió las estatuas de Artemisa y Hermes.
El Discóbolo
La Pintura

En el Siglo de Pericles se desarrollaron tres tipos de pintura: el policromado de estatuas y


bajo relieves, la ejecución de cuadros murales y la ornamentación de vasos y ánforas
diversos. Los artistas griegos, de esta época, fueron los maestros de la perspectiva y el
claroscuro.

La Cerámica

La cerámica y la pintura estuvieron vinculadas. Prácticamente los grandes pintores griegos


de los siglos VI y V a.C. se prepararon decorando las vasijas.
Las formas son múltiples y tienen carácter utilitario, destacan principalmente las ánforas,
cántaros altos con dos asas, empleados para la exportación de vinos y aceites; entre otros,
tenemos los artísticos vasos, platos y jarras debidamente decorados.
Entre los colores empleados destacan principalmente el rojo y el negro. En Atenas, en un
principio las figuras fueron aplicadas con barniz negro sobre la arcilla roja. Afines del siglo
IV a.C., se aplicaba el color rojo sobre el fondo barnizado negro.
Los cántaros eran bellamente decorados con motivos antropomorfos, zoomorfos y
fitomorfos, de manera estilizada. Abundan las escenas de caballeros, carros de guerra y de
seres mitológicos.
Lo característico de este arte griego, lo constituyen los dibujos geométricos empleados en
sus decoraciones, tales como las líneas rectas y ondulantes, ángulos rectos y agudos,
círculos, semicírculos y cuarto de círculos, estrellas, rombos y zigzags.
La Música

Existió un arte musical cuyo desarrollo guardaba relación con el florecimiento teatral. Los
coros de la tragedia y la danza estaban acompañados de música depurada y armoniosa.

Las Letras
El esplendor literario en el Siglo de Pericles se dio en razón de la perfección de fondo y
forma, así como en la armónica correspondencia entre ambos, que se hallan en diversas
obras representativas de las disciplinas cultivadas.

El Teatro

En este campo sobresalió la tragedia y la comedia.

Mascaras de comedia y drama

a. La Tragedia

Es una obra dramática de acciones serias y angustiosas, en la cual los protagonistas


escenificaron acontecimientos infaustos. Fue representada por tres grandes poetas: Esquilo,
Sófocles y Eurípides.

 Esquilo (525-456 a.C.)


Fue el creador de la tragedia. Nació en Eleusis y murió en Siracusa. Escribió 90 obras, en las
que supo evocar los antiguos mitos y cantar a las divinidades y a los héroes griegos. todas
las obras de Esquilos tienen su raíz en la mitología. Sus personajes son héroes o dioses. Entre
las famosas obras que han llegado al mundo actual tenemos:
Prometeo Encadenado;. Los Persas; Los siete contra Tebas; Agamenón, entre otros.
En su obra Los persas, Esquilo glorificó a los héroes de las batallas de Maratón y Salamina,
en las cuales él mismo tomó parte.
 Sófocles (495-405 a.C.)
Nació de una familia noble, en Colona y falleció en Atenas. Era bello de cuerpo y alma. Ha
sido el más perfecto de los poetas griegos por haber llevado la tragedia a su esplendor. Sus
principales obras fueron: Antígona, Edipo Rey, inspiradas en la leyenda de Edipo. También
fue autor de las obras Electra, Filoctetes y Ayax.
 Eurípides (486-406 a.C.)
Nació en Salamina. En su juventud se dedicó al atletismo. Fue el primer escritor que
humanizó la tragedia, haciendo intervenir a personas en sus obras, fundamentalmente a las
mujeres. Sus principales creaciones fueron: Orestes; Medea; Andrómaca; Las Suplicantes y
los Troyanos.
Medea, es una de las grandes obras de este autor. Es una fábula mitológica, en la que
destacan la forma y la fuerza con que describe los celos.

b. La Comedia

Es una obra dramática con la que se excita la risa, mediante la burla y la picardía, sea por la
descripción de costumbres o actitudes o por la sucesión de acontecimientos que dan lugar a
situaciones inesperadas o absurdas.
Entre los representantes de este género tenemos al insigne comediógrafo Aristófanes (445 –
380 a.C.) quien se burló de todos, tanto de los dioses como de los hombres, de los más
famosos políticos, como de los humildes ciudadanos. Escribió comedias de corte político,
agresivas y hasta insultantes, como Las nubes y Las Avispas; comedias de crítica literaria,
como Las Ranas; comedias de carácter filosófico como La Asamblea de las Mujeres, etc.
Teatro Epidauro

La Oratoria

El arte de hablar fue siempre en Atenas, y en todos los pueblos de régimen democrático, la
llave de las más encumbradas pasiones. Los discursos que se ofrecían en las asambleas
populares decidían la paz o la guerra del pueblo griego.
Sobresalió con Pericles, Demóstenes, Temístocles, Arístides, Liseas, entre otros.

a. Pericles (499 – 429 a.C.)

Su elocuencia era tan brillante por lo que se apodó como el Olímpico. Se decía de él que su
lengua es tempestad y rayo. Hizo gala de su oratoria en la “Oración Fúnebre”,
pronunciada en honor a los caídos en la guerra del Peloponeso.

b. Demóstenes (384 – 322 a.C.)

Se convirtió en orador gracias a su extraordinaria tenacidad. Según se refiere, había sido


tartamudo en su adolescencia, defecto que corrigió mediante ejercicios constantes. Dejó
admirables discursos políticos en las Filípinas y las Olinticas, contra el rey Filipino II de
Macedonia.

La Filosofía

En Siglo de Pericles tuvo como sus máximos exponentes a las figuras de Sócrates, Platón y
Aristóteles.

a. Sócrates (469 – 399 a.C.)

Es considerado como uno de los más versados sabios griegos. Fue maestro de la juventud
ateniense. Se dedicó al estudio profundo de los problemas humanos relacionados con la
virtud y la felicidad.
Decía Socrates: “A la virtud se llega por el conocimiento”. De allí sus máximas:
“Conócete a ti mismo” (Nosee te ipsum) y “Sólo sé que nada sé”. Creyó en la
inmortalidad del alma y en una divinidad suprema que todo lo gobierna. Acusado por sus
conciudadanos de “introducir nuevos dioses y corromper a la juventud”, Sócrates fue
condenado a beber la cicuta. Nunca escribió un solo libro. Su filosofía nos ha llegado
gracias a los Diálogos de Platón, uno de sus más sobresalientes discípulos.

b. Platón (427 – 347 a.C.)

Fue discípulo extraordinario de Sócrates y brillante pensador de procedencia aristocrática,


nació en Atenas. A la muerte de su maestro, abandona Grecia y viaja por Cirenaica y
Egipto, donde conoce la tradición judía y la cultura oriental.
En Magna Grecia, trató de imponer sus teorías políticas y filosóficas. De regreso a su
patria, inauguró una escuela de filosofía llamada Academia, donde se enseñaba el
platonismo, doctrina considerada como la más elevada expresión del idealismo.
La filosofía, limitada en Sócrates a la ética y el arte de vivir, adquiere en Platón el carácter
de ciencia universal y abarca todos los problemas de la existencia y del pensamiento
humano.
Sus obras maestras fueron ** La República, El Banquete, Las Leyes, Fedra, Apología y los
Diálogos**.
En La República sostiene que el gobierno debe estar en manos de gente culta e inteligente.

c. Aristóteles (384 – 322 a.C.)

Fue discípulo de Platón. Nació en Estagira (Macedonia). Llegó a ser el filósofo más
asombroso de la humanidad. Sus obras abarcan todas las ramas del saber de su tiempo,
escribió sobre Astronomía, Zoología, Botánica, poesía, etc. Además fue el fundador de la
Psicología y de la Lógica.
Fundada la lógica como ciencia, opuso al principio de Platón de la “ciencia por las ideas” el
de “la ciencia por las causas”. Fue, además, fundador del Liceo, similar a la Academia de
Platón.
Entre sus obras más importantes destacan: La Política, Metafísica, Poética, Moral a
Nicómaco, Retórica, Etica,etc.

La Historia

En el campo de la historia en el Siglo de Pericles sobresalieron: Herodoto, Tucídides y


Jenofonte.

a. Herodoto (480 – 425 a.C.)

Herodoto era originario de Halicarnaso, ciudad de la antigua Caria, en el Asia Menor y fue
el primer historiador griego. Viajero infatigable, recorrió el mundo de aquel entonces y con
su espíritu de profunda curiosidad, se enteró de las costumbres y hechos de los pueblos que
visitó. En sus historias, narró las luchas entre los griegos y persas, desde sus lejanos
orígenes hasta la segunda Guerra Médica.
Fue llamado por Cicerón Padre de la Historia. Su principal obra fue Las Guerras Médicas,
donde hace gala de una narrativa pintoresca y atractiva.

b. Tucídides (460 – 400 a.C.)

La gran obra de este historiador fue la Historia de la Guerra del Peloponeso. Su enfoque
histórico fue más científico por su sentido crítico y su afán constante de desentrañar las
causas profundas de los hechos que la describía. Además es realista porque explica los
acontecimientos sin la intervención de los factores sobrenaturales.

c. Jenofonte (425 – 352 a.C.)

Relató la Retirada de los Diez Mil en una obra llamada Anábasis. En ella narra el regreso
de los diez cambatientes griegos que pelearon a favor de Ciro el Joven, contra Artajerjes II
y en el que fueron derrotados. Esta heroica retirada estuvo al mando de Jenofonte. Entre
otras obras destacan: Las Helénicas, Memorabilia, etc.

Las Ciencias
Los griegos alcanzaron notable desarrollo en el Siglo de Pericles en los siguientes campos:
La medicina, la matemática, la física, la geografía y la astronomía.

La Medicina

En esta ciencia alcanzó destacada importancia: Hipocrates y Claudio Galeno.

a. Hipócrates (460 – 357 a.C.)

Hipócrates es considerado como el “Padre de la Medicina”. Fue contemporáneo de Sócrates


y Platón.
Inició el estudio del paciente como el medio de establecer el diagnóstico. Fue el fundador
de la rigurosa ética médica, basada en el amor al hombre que era, según él, “la fuente del
verdadero amor del arte de curar”. Fue el primero en comprender la influencia de las
condiciones climáticas y geográficas en la salud de la población, recomendó la higiene para
curar las heridas y desligó a la medicina de la magia, la hechicería y la superstición.
Su juramento o código sigue gozando de celebridad: el juramento hipocrático que
realizaban los médicos.

b. Claudio Galeno (131 – 201 d.C.)

En tiempos de la dominación romana destacó el famoso médico Claudio Galeno, que fue
profesor de medicina, cuyo nombre sirve como sinónimo, para llamar a quienes hoy ejercen
esta profesión. Su principal mérito consiste en haber creado la filosofía médica.

La Matemática

En esta ciencia los griegos alcanzaron un gran desarrollo en el Siglo de Pericles,


sobresalieron en esta disciplina: Arquemides, Euclides, Pitágoras y Tales de Mileto.

a. Arquímedes (287 – 212 a.C.)

Nació en Siracusa. Es el descubridor de los principios de la mecánica. Decía: Dame un


punto de apoyo y moveré el mundo. Se le debe la invención del tornillo sinfín, de la rueda
dentada, de la polea móvil y el famoso principio de Física que lleva su nombre.

b. Euclides (330 – 275 a.C.)

Es el creador de la geometría. En su obra Elementos, fijó las bases de la actual geometría


plana.
c. Pitágoras

Pitágoras fue filósofo y matemático griego. Nació en Samos. Se le atribuye la invención de


la tabla de multiplicar, el teorema y el triángulo que llevan su nombre.

d. Tales de Mileto (625 – 545 a.C.)

Fue filósofo y matemático griego, nacido en Mileto. Reconocido como uno de los sietes
sabios de la antigüedad. Se le considera como uno de los precursores en física, geometría y
astronomía. Predijo un eclipse y se le atribuye el teorema que lleva su nombre.

La Física

En el campo de la física los progresos más importantes en el Siglo de Pericles, se dan en el


sistema de medida de tiempo, de longitud y de superficie, así como de su sistema
monetario.
– Contaban el tiempo por años solares y meses lunares (12 meses de 29 días y medio).
Cada ocho años había que agregar un suplementario. Se contaba el tiempo mediante relojes
de sol, de agua y de arena. Los años se contaban por olimpiadas.
– Las principales medidas de longitud eran: el dedo (2 cm), el pie (27 a 33 cm) y el
codo (48 cm). Para largas distancias empleaban el “stadio” (162 a 198 m).
– Entre las principales monedas que utilizaron en el Siglo de Pericles tenemos: la dracma,
moneda pequeña de plata que se ajustaba fácilmente en la actividad comercial. Una oveja
costaba 1 dracma y un buey, 5 dracmas, la mina equivalía 100 dracmas; el talento valía 60
minas; el óbolo, era el submúltiplo del dracma, equivalente a una sexta parte de ella.

La Geografía

En este campo en el Siglo de Pericles destacaron Erastótenes, Estrabón y Tolomeo.


a. Erastótenes (280 – 192 a.C.)

Nació en Cirene. Logró medir con un pequeño margen de error (400 km sobre un total de
4000 km) la longitud del meridiano terrestre y fue el creador del Calendario Juliano.

b. Estrabón (60 a.C. -21 ó 25 d.C.)

Escribió una monumental obra de Geografía que ha llegado hasta nuestros tiempos.

c. Claudio Tolomeo (siglo II a.C.)

Astrónomo, matemático y geógrafo griego, establecido en Alejandría, actuó durante la


época de la dominación romana. Nos dejó su obra Almagesto, que rigió durante la Edad
Media, y su Tratado de Geografía. Confeccionó el primer mapa del mundo conocido hasta
entonces. Es el creador de la teoría geocéntrica, la tierra es el centro del universo,
afirmación que fue rectificada después por Copérnico.

La Astronomía

Los griegos conocieron la causa de los eclipses, algunos pensadores sostuvieron la


hipótesis de la esfericidad de la Tierra, la Luna y el Sol; otros sentaron las bases del
geocentrismo: la Tierra como el centro.
Durante el período helénico, como consecuencia de la conquista de Alejandro del Oriente,
esta disciplina alcanzó su mayor auge, destacándose: Aristarco, Hisparco y Eratóstenes.

a. Aristarco de Samos (Siglo III a.C.)

Astrónomo de Samos, acusado de sacrilegio por afirmar que la Tierra giraba sobre su eje
y alrededor del sol.

b. Hiparco (276 – 194 a.C.)

Creador de la astronomía matemática. Dio nombre a más de 800 estrellas y fijó su posición.

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Cultura Griega
Inicio » Edad Antigua » Cultura Griega

La cultura griega se desarrolló en la península de los Balcanes, situada al sudeste de


Europa. En la antigüedad sus límites fueron: Iliria y Macedonia por el norte, el mas
Mediterráneo por el sur; el mar Egeo por el este y el mar Jónico por el oeste.

Media Geográfico de la Cultura Griega


Grecia posee un territorio accidentado por la presencia de cadenas de montañas, que
separan a valles estrechos y profundos que dividen el país y favorecen al parcelamiento
político.
El relieve de su suelo jugó un papel importante en al historia del pueblo griego. Esto
permitió que el país se dividiera en un gran número de cantones aislados, donde se
desarrollaron pequeños estados independientes. De ahí que surgieran repúblicas como
Atenas, Esparta, Tebas, etc.
El clima de Grecia es variado, desde los bruscos golpes de frío, así como las lluvias
torrenciales en otoño. Por lo general es atemperado gracias a la influencia de sus mares, lo
que les permitió a sus habitantes llevar una vida al aire libre, bajo un cielo brillante, claro y
limpio.
Mapa de la Cultura Griega

Periodificación de la historia griega


La historia griega se inicia, más o menos, a partir del siglo XII a.C. y se prolongó hasta el
año 146 a.C. en que los romanos la someten y la convierten en una provincia de su imperio.
Durante este tiempo, los griegos desarrollaron su historia en tres periodos: Arcadio o
Primitivo, Grecia Clásica y el Periodo Helenístico.

Época de la Grecia Arcaica o Primitiva

Esta época de la cultura griega esta ubicada entre los siglos XII y VIII a.C. En este
periodo, Grecia vivió la época homérica, porque los poemas atribuidos a Homero: la Iliada
y la Odisea, nos dan una imagen de la que fue la Edad Media Griega, periodo obscuro y
legendario de su historia.
Época de la Grecia Clásica o del apogeo

Esta época de la cultura griega esta ubicada entre los siglos V y IV a.C. Abarca los sucesos
de las Guerras Médicas hasta la hegemonía de Macedonia. Este periodo del máximo
desarrollo cultural de Grecia, base de la cultura occidental.

Epoca Helenística

Se desarrollo entre los siglos IV y I a.C. Comprende los acontecimientos ocurridos desde la
muerte de Alejandro el Magno hasta la conquista de Grecia por los romanos.

Edad Heroica
Se denomina edad heroica a la época homérica, porque los poemas atribuidos a Homero, la
Iliada y la Odisea, nos dan una imagen aunque legendaria, de los que fue la historia
arcaica o primitiva griega.
Esta se caracterizó por el paso del régimen patriarcal, basado en el pastoreo y en una
religión misteriosa y primitiva, a la vida urbana, con un desarrollo comercial e industrial y
una religión organizada.
Al surgir las polis o ciudades, los clanes familiares se organizaron en clases sociales, donde
la nobleza detectó el poder político y económico, basado en la posesión de la tierra y la
actividad agraria. La primitiva monarquía fue sustituida por la oligarquía, gobierno ejercido
así por la nobleza griega.
Durante este periodo oscuro y confuso debido a las invasiones, se funden los elementos
culturales autóctonos y foráneos y se van formando los posteriores Estados griegos
históricos.

Los Poemas Homéricos

Se conoce con este nombre de poemas homéricos, a las dos grandes obras literarias de la
antigua Grecia: La Iliada y la Odisea que son atribuidas a Homero, un gran poeta de la
antigüedad, denominado también El Divino Ciego.
En los momentos iniciales, estos poemas solamente eran conocidos por la tradición oral,
pero cuando los griegos aprendieron el alfabeto fenicio, los escribieron. Aproximadamente
en el siglo VI a.C. el tirano de Atenas, Pisístrato, ordenó la recopilación de los cantos de
Homero que se consideran como una joya de la literatura universal.

Argumento de la Iliada

En este poema, Homero relata parte de la guerra que sostuvieron los griegos con los
troyanos.
La causa de la guerra fue el rapto de la princesa Helena, esposa del rey griego Menelao,
por le príncipe de Troya, Paris. Los griegos decidieron vengar la ofensa y declararon la
guerra a Troya, para lo cual prepararon un ejercito al mando de Agamenón. Formaban
parte del ejército valerosos soldados como Aquiles, Ulises, Patroclo, Ayax y otros.
Casi al finalizar la guerra, se originó una discusión entre los griegos Aquiles y Agamenón
por haberle quitado éste a Aquiles, su esclava Briseida, que le había tocado en el reparto de
un botín. Ante esta humillación Aquiles decidió retirarse del combate, tomándose así los
triunfos griegos en sucesivos fracasos.
Ante estos infortunios Patroclo, gran amigo de Aquiles, resolvió ingresar al combate, pero
fue muerto por Héctor, príncipe troyano. La muerte de Patroclo conmovió a Aquiles, quien
encolerizado reingreso al combate y dio muerte a Héctor, luego rescato el cadáver de su
amigo de manos de los troyanos.
El poema finaliza con los funerales del jefe troyano, cuyo cadáver fue arrastrado por las
murallas de Troya, fue entregado por Aquiles a Príamo, rey de Troya y padre de Héctor.
Posteriormente en el fragor de la guerra, Paris lanzo una flecha envenenada que hirió a
Aquiles en el talón, su única parte vulnerable, la que causó su muerte.
La guerra prosiguió y los griegos no pudieron vencer a los troyanos. Motivo por el cual los
griegos recurrieron a una estratagema que consistía en la construcción de una enorme
caballo de madera donde se encerraron a los más valerosos guerreros, luego
abandonándolo en el campo de batalla, simularon una retirada. Los troyanos creyendo que
era una recompensa a su valentía, lo transportaron como trofeo al interior de la ciudad y lo
celebraron con una gran fiesta.
Los griegos aprovecharon la oscuridad, bajaron del caballo de madera y abrieron las puertas
de Troya para que ingresara el ejercito griego. La sorpresa fue grande; finalmente, después
de una gran batalla los griegos se apoderaron de Troya y recuperaron a la cautiva
Helena.

Caballo de
Troya
Argumento de la Odisea

La Odisea es un poema épico que consta de 24 cantos, a través de los cuales el autor nos
narra las peripecias que paso Ulises u Odiseo, para volver a su tierra natal, Itaca, luego
de finalizada la guerra de Troya. En Itaca lo esperaban su esposa Penélope y su hijo
Telémaco.
Ulises, también llamado Odiseo, perseguido por la ira de Poseidón, estuvo perdido en el
mar durante diez años, después de los cuales pudo llegar a su patria, gracias a su astucia
que logró salvarlo de las dificultades que le ponían los dioses enemigos de los griegos.

Las Instituciones Panhelénicas


Pese a las diferencias políticas de los Estados existían vínculos nacionales que los
identificaban como griegos. Estos fueron: la lengua, la religión, las anfictionanías y los
juegos panhelénicos.

El Idioma Griego

La lengua que se hablaba en todos los países era el griego con sus variantes dialectales, de
todos ellos, el jonio fue la lengua literaria. El alfabeto griego tiene su origen en el de los
fenicios que después de mejorarlo, le agregaron las cinco vocales.

La Religión
Características

La religión griega se caracterizó por ser politeísta, antropomórfica y panteísta.

 Fue politeísta, por que rendía culto a muchos dioses. Creían que los fenómenos de la
naturaleza como el sol, el aire, el mar, etc. habían sido creados por unos seres superiores
que tenían su morada en el Olimpo a los que llamaban dioses.
 Fue antropomórfica, por que los griegos tenían la certeza que sus dioses eran de forma
humana, provistos de las mismas pasiones, virtudes y defectos que los hombres. Desde
luego que los concebían mucho más altos, mas bellos, más inteligentes y más felices que los
hombres.
 Fue panteísta, los griegos rendían culto a los fenómenos de la naturaleza, como la luz, el
sol, el mar, etc.

Principales divinidades

Las divinidades griegas se clasifican en panhelénicas o universales, en particulares o


domésticos y en semidioses o héroes.
Dioses Panhelénicos o Universales
Eran los dioses mayores, a quienes rendían culto todo el pubo griego. Moraban en el
Olimpo (monte de Grecia de 2919 metros de altura). Entre los principales dioses
panhelénicos o universales tenemos:
 Zeus, considerado como la máxima autoridad; padre de todos los dioses y los hombres,
poseedor del rayo.
 Hera, esposa de Zeus, protectora del matrimonio y de los nacimientos. Era identificada
como el cielo.
 Apolo, dios de la verdad y protector de las bellas artes. Se le identificaba como el sol o la
luz.
 Artemisa, diosa de la cacería y de la naturaleza. Era la luna, la diosa de la noche.
 Demeter, diosa de la agricultura y protectora de los labradores:
 Dionosio, dios del vino y la embriaguez y del arte dramático.
 Poseidón, hermano de Zeus, dios del mar y de las tempestades.
 Anfitrite, esposa de Poseidón y diosa del mar tranquilo.
 Hades, reinaba sobre el mundo subterráneo y el mundo de los muertos.
 Hefaistos, dios del fuego y de los metales, patrón de los herreros.
 Atenea, diosa del arte militar, la cultura y la ciencia. Simboliza la inteligencia y la razón.
 Afrodita, diosa de la belleza y del amor.
 Ares, el sanguinario dios de la guerra.

Estatua de
Poseidón

Dioses particulares o domésticos


Al igual que otros pueblos de la antigüedad, los griegos creyeron que la vida de una
persona no terminaba con la muerte. Pensaban que el muerto seguía viviendo en otra
morada, donde tenía las mismas necesidades que los vivos, por eso era necesario rendir
culto a sus antepasados y ofrendarles alimentos ante sus tumbas.
El culto doméstico estaba bajo la dirección del jefe de familia quien oficiaba de sacerdote
ante un altar, en el que ardía el fuego sagrado en una lámpara de aceite ante le cual no
podía practicarse ningún acto impuro.
Los Semidioses o Héroes
Fueron personajes legendarios que se habían distinguido tanto por sus grandes hazañas, su
valor y heroísmo en las distintas batallas. Estos personajes fueron declarados héroes. Por lo
general eran hijos un dios y un mortal. Entre ellos tenemos:

 Heracles, conocido después como Hércules, poseía una fuerza extraordinaria. Era defensor
del bien y de la justicia.
 Teseo, que dio muerte al minotauro en Creta, monstruo que se devoraba siete doncellas y
siete jóvenes como ofrenda ateniense.
 Perseo, dio muerte a la medusa, cuya mirada convertía en piedra a todo aquel que
intentaba verla.
 Aquiles, el más valiente de los héroes griegos que destaco en la guerra de Troya.
 Orfeo, con sus melodías encantadoras; civilizaba a los hombres y atraía hasta las fieras.
 Jasón, quien con su nave Argos, tras mitológicas aventuras, recuperó el vellocino de oro.

Las Anfictionías

Se llamaban así a las asociaciones más estrechas y duraderas de grupos de ciudad-estado.


En realidad, constituían ligas de ciudades, cuyos habitantes, periódicamente, se
congregaban alrededor de un santuario común a fin de realizar fiestas y celebraciones
relacionadas con un culto común. De paso, aprovechaban la ocasión para establecer un
mercado común y sobre todo, para solidarizar la amistad con los vecinos, en aras de una
mutua protección fronteriza.

Los Juegos Panhelénicos

Eran concursos atléticos y artísticos organizados por las anfictionías, como una forma de
fortalecer los vinculos de solidaridad nacional.
Cuatro fueron los principales juegos: los píticos, los nemeicos, los istmicos y los
olímpicos.

Los Píticos

En el santuario de Delfos, tenían lugar los juegos Píticos, en honor al dios Apolo. Se
recordaba la victoria mitológica de Apolo sobre la serpiente Pitón. Se realizaba cada 5 años.
Los vencedores recibían una corona de laurel.

Los Nemeicos

Llamados así por celebrarse cerca de los bosques de Nemes, en la localidad de la


Argólida, en honor a Heracles, tenían por objeto honrar la memoria de los patriotas que
habían sucumbido defendiendo a la patria contra los persas.
Los Istmicos

En el istmo de Corinto se celebraban estos juegos, en honor a Poseidón. Los concursantes,


artistas o atletas, perseguían el premio de una corona de pina y olivo. Cinco deportes
entraban en el concurso: carreras, salto, lanzamiento de disco, tiro del arco y pugilato.

Los Olímpicos

Eran los de mayor repercusión y brillo de la Hélade, celebrada en honor a Zeus.


Conmemoraban el concurso de los dioses, en Olimpia. Cada cuatro años los griegos se
concentraban en esa ciudad procedentes de los más lejanos pueblos, olvidando sus guerras
o problemas por cinco días, guardando una estricta tregua.
Antes de las competencias, todos los atletas juraban ante el altar de Zeus, de no
corromper, ni matar a sus adversarios y aceptar las decisiones de los jueces.
Las pruebas comprendían los siguientes ejercicios: la carrera simple o doble, la lucha, el
pugilato, el lanzamiento de jabalina y del disco, el pentatlon (salto, carrera, lucha,
lanzamiento de disco y de jabalina) y por último las carreras de carro, las mismas que
constituían un espectáculo de gran entusiasmo y algarabía.
A os vencedores se les premiaba con una corona de olivo, como símbolo de victoria.

Juegos Olímpicos en la Antigua Grecia

Las ciudades-estado de Grecia


La geografía accidentada de Grecia impidió la formación de un Estado poderoso y
unificado. En cambio, dio lugar a la formación de un conjunto de ciudades-estado
independientes, ubicadas en distintas regiones y con un gobierno autónomo.
Cada ciudad, con su pequeño territorio y escasa población constituyó una nación, las
rivalidades entre ellos, por lo general terminaban en guerras y perturbaciones permanentes.
En cambio, se identificaban por las semejanza de costumbres y creencias, es por eso, que
ellos mismos se dieron el nombre de helenos y llamaron bárbaros a los pueblos de otras
razas. En este caso, hablamos de la civilización griega o helénica; más no del Estado
helénico.
Las principales ciudades del mundo griego fueron:

 En la Grecia Europea: Esparta, situada en el centro de Laconia; Corinto, en el istmo del


mismo nombre; Atenas, en la región de Atica; Tebas, en la región de Beocia.
 En la Grecia Asática, Mitilene, ubicada en la isla de Lesbos, la más importante de la región
Eolia. En Jonia, Esmirna, Efebo y Mileto, en el litoral; Chios y Samos en las islas. En la
Dórida, Cnido y Halicarnaso.

A partir del siglo VI a.C. la supremacía política y cultural recayeron sobre Esparta y
Atenas.

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La Cultura Romana
Inicio » Edad Antigua » La Cultura Romana

La Cultura Romana, sucesora de la Cultura Griega en la Historia Universal, se desarrollo


en la península Itálica. Esta península se encuentra al sur de Europa, penetrando en forma
de bota el Mar mediterráneo.
Sus límites en la antigüedad fueron: por el norte con los Alpes; por el sur con el Mar Jónico
y el Mar mediterráneo; por el este con el Mar Adriatico y por el oeste con el Mar Tirreno.
1. Pueblos y culturas Pre-romanas
En el territorio de la antigua Roma, se asentaron periódicamente diferentes pueblos, entre
los cuales, lo más importares fueron los mediterráneos, los ligures, los italiotas,los griegos,
los etruscos y los galos.
Los Mediterraneos, oriundos del lugar pero de origen desconocido. Fueron asimilados por
los nuevos invasores de la península.
Los Italiotas, eran de raza indoeuropea, que invadieron las llanuras del Po, la Italia
Peninsular y Sicilia, aportando las técnicas del bronce y del hierro. De norte a sur,
pertenecían a este grupo los umbríos, los sabinos y los samnitas, que poblaron los montes
Apeninos y los latinos, en la llanura de Lacio.
Los Griegos, se establecieron al sur de la península, formando la llamada Magna Grecia.
En esta región sobresalieron las ciudades de Tarento, Nápoles y Siracusa.
Los Etruscos, procedían de Asia Menor. ocuparon la región de Toscana. Construyeron
ciudades amuralladas e introdujeron el arco, que lo aplicaron en las bóvedas, cúpulas de los
monumentos, en los puentes, en las cloacas y alcantarillados de las ciudades. Fueron
grandes artistas en escultura, pintura y metalurgia.
Los etruscos fueron los que verdaderamente asimilaron e introdujeron la Cultura Griega a
la Romana, siendo los latinos sus herederos.
Los Galos ocuparon la Galia Cisalpina (valle bañado por el río Po). En el siglo VI
avanzaron hacia el sur y saquearon Roma, lo que obligo a los romanos a construir murallas
perimétricas alrededor de la ciudad.
Mapa
de la Cultura Romana

2. INFLUENCIA DEL MEDIO GEOGRÁFICO EN SUS


HABITANTES
Es indudable la influencia del medio en los habitantes de un país, como en el caso de
Fenicia la abundancia de madera que proporcionaban sus bosques y la estrecha faja costera
de su territorio hicieron de su población los más grandes marinos de la antigüedad.
Del mismo modo en la península Itálica el clima atemperado como en Grecia, les permitió
fortalecer el cuerpo con ejercicios físicos. Su territorio accidentado y sus grandes montañas,
forjaron en ellos un espíritu aguerrido.

3. PERIODOS DE LA HISTORIA ROMANA


La historia de Roma duró desde el año 753 a.C. hasta el año 475 d.C., los cuales se han
dividido en tres periodos:

 La Monarquía, comprende desde el año 753 al 509 a.C.

Para más información de la Cultura Romana ir a la etapa de la Monarquía.

 La República, comprendida entre el año 509 al 29 a.C.

Para más información de la Cultura Romana ir a la etapa de la República.

 El Imperio, desde el año 29 a.C. hasta el año 476 d.C.

Para más información de la Cultura Romana ir a la etapa del Imperio.


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La República Romana
Inicio » Edad Antigua » La República Romana

Se denomina República al segundo periodo de la historia romana, el cual inicia desde la


expulsión de Tarquino el Soberbio, 509 a.C. hasta el año 29 a.C. en el que Octavio se hizo
emperador, con el nombre de Augusto.
En esta etapa de Roma se convierte en la primera potencia del Mundo Antiguo, con
numerosas colonias en Europa, Asia y África, gracias a su política expansionista y al hecho
de contar con un poderoso ejercito, disciplinado y muy bien organizado. También
corresponde a este periodo al fortalecimiento de sus instituciones políticas y la difusión de
la cultura helénica. Al lado de estos logros positivos, surgieron problemas sociales
profundos, como la lucha entre ricos y pobres (patricios y plebeyos) y las rivalidades entre
caudillos ambiciosos que se disputaban el poder.

1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Durante este periodo se adoptaron algunas instituciones de la monarquía y se crearon otras.

1.1 INSTITUCIONES Y MAGISTRATURAS


a. LOS CÓNSULES

Los cónsules eran autoridades que ejercían funciones de gobierno, funciones militares y la
administración de justicia. En este periodo el rey fue sustituido por dos cónsules, que se
controlaban mutuamente. Al termino de su gobierno tenían que dar cuenta al Senado sobre
sus funciones.
En caso de peligro nacional, los cónsules nombraban un dictador, con poderes absolutos,
cuya función no podía durar más de seis meses.

b. EL SENADO

Durante la Republica, el Senado era la misma institución que en la Monarquía (etapa


anterior). Sus funciones eran de consulta y asesoramiento a los cónsules. En ese sentido,
dirigía la administración interna y la política externa del gobierno romano.

c. LAS ASAMBLEAS

Las Asambleas llamadas también comicios, fueron de tres clases:


La Asamblea Curial, era la institución más antigua conformada por al reunión de los
patricios, convocada por el rey se reunían al pié del Capitolio. El voto de la mayoría de las
curias constituía el voto del pueblo.
La Asamblea Centurial, era una asamblea militar, que se reunía por grupos de 100
hombres. Al jefe de cada grupo se le llamaba centurión. Las asambleas eran convocadas y
dirigidas por los cónsules, en el Campo Marte. Con el voto mayoritario aprobaban las
leyes y elegían a los cónsules.
La Asamblea Tribal, era la asamblea de la plebe, agrupados por tribus, presidida por el
Tribuno. Sus acuerdos o plebiscitos tenían carácter de ley.
Los tribunos de la plebe eran elegidos en las Asambleas Tribales, en número de dos.
Representaban a los plebeyos y defendían los derechos del pueblo ante el Senado y los
cónsules (Aristócratas).

d. OTRAS MAGISTRATURAS

Los Censores, se encargaban de hacer el censo o empadronamiento de las personas y de


sus bienes. Además, cuidaban de la educación y buenas costumbres del pueblo.
Los Cuestores eran los contadores que recaudaban los impuestos y administraban el tesoro
público.
Los Pretores, estos funcionarios administraban justicia. Fueron los forzadores del Derecho
Romano.
Los Ediles conformaban la organización municipal. Sus funciones eran el de velar por el
aprovisionamiento y vigilancia de los mercados, la limpieza de las calles, mantenimiento de
los caminos y carreteras y la organización de los juegos olímpicos.
Mapa de la
Republica Romana

2. POLÍTICA DE EXPANSIÓN Y SUS


CONSECUENCIAS
El ejercito romano era la institución principal para la guerra y las conquistas. Lo integraban
los ciudadanos comprendidos entre los 17 y 46 años, ellos conformaban la guardia
nacional.
En un principio solamente ingresaba a sus filas los patricios. Posteriormente se admitieron
a los plebeyos y a los aliados.
El ejercito estaba organizado en legiones de 6200 hombres cada una y luchaba en forma
cerrada con mucha mayor eficacia que la falange griega. Con esta poderosa maquinaria no
sólo conquistó territorios sino también supo imponer la autoridad romana.
2.1 LA CONQUISTA DE LA PENÍNSULA ITÁLICA

La expansión romana se inicio con al conquista de los pueblos que vivían en la península
Itálica. Entre estos pueblos figuraban:
Los Latinos, que habitaban las llanuras del Lacio, fueron convertidos en colonos y como
tales suministraban hombres para el ejercito romano.
Los samnitas que habitaban las comarcas montañosas del centro de Italia, habían formado
un estado poderoso, conquistado la Campania y otros territorios situados al sur de la
península. Esta invasión originó la guerra con los romanos, quienes se impusieron al final
ocupando la Campania, las montañas centrales y Apulia, la única llanura fértil del lado
oriental que les servía de aprovisionamiento.
Los Etruscos que vivían al norte de Roma. Estos acosados por los Galos del norte y los
romanos del sur, fueron anexados a la República.
La Magna Grecia era la parte sur de la península Itálica. Ante el avance arrollador de los
romanos. Tarento contrató un ejercito mercenario al mando de Pirro, rey de Epiro. Este
legendario personaje ademas de los 25000 soldados, traía una novedad; los elefantes, los
cuales aplastaban legiones romanas. Pirro después de sus victorias iniciales fue vencido en
Benevento y se retiró a su país.
Después de esta visoria, Roma dominaba toda la península Itálica. Los pueblos vencidos se
convirtieron en colonias aliadas con derechos cívicos, de participación en el ejercito y de
usufructo de las utilidades que les brindaban las conquistas.

2.2 CONQUISTAS DEL MEDITERRANEO OCCIDENTAL

La conquista del Mediterráneo Occidental empezó con la guerra de Cartago, llamada


también Guerras Púnicas, por la denominación de Puni o Phoeni, que se les daba a los
cartaginenses. Se llevo acabo entre los años 264 y 146 a.C.
Después de conquistar la península Itálica los romanos llevaron sus armas hasta la Isla de
Sicilia. Esto afectaba los intereses de los cartaginenses, ubicados en el norte de África. Esta
rivalidad originó las Guerras Púnicas las cuales fueron tres. Todas las Guerras Púnicas
tienen artículos completo o un resumen de cada guerra.
Primera Guerra Púnica, Segunda Guerra Púnica y la Tercera Guerra Púnica
Mapa Campaña Anibal Republica Romana

2.3 CONQUISTA DEL MEDITERRANEO ORIENTAL

Una vez conquistada la península Itálica y el Mediterráneo Occidental, los romanos se


lanzaron hacia el oriente. En Europa sojuzgaron a Macedonia, Epiro y Grecia; En Asia
sometieron a Pérgamo, Siria y Palestina. Como resultado final, el Mediterráneo era ya un
mar interior dentro del Imperio de Roma. Por este motivo decían Mare Nostrum (nuestro
mar).

3. CONSECUENCIAS DE LA EXPANSIÓN ROMANA


Como consecuencia de las grandes conquistas, la vida en Roma y sus provincias cambiaron
totalmente, esto debido a la intercalación cultural de los pueblos que habían sometido; por
la riqueza acumulada en la élite de la sociedad romana y por el poder y prestigio que había
ganado el ejército romano.

3.1 CONSECUENCIAS POLÍTICAS

Roma se convirtió en la primera potencia del Mundo Antiguo, dueña de extensos territorios
con grandes riquezas.
Los territorios conquistados se transformaron en provincias romanas, con un gran
gobernador o procónsul en el gobierno de cada uno de ellas y un séquito de funcionarios a
su orden.
Las autoridades y funcionarios públicos llegaron a corromperse por falta de control en un
territorio tan basto.
Aparecieron caudillos con ansias de poder, lo que ocasionó en guerras civiles.

3.2 CONSECUENCIAS SOCIALES

Surgió una sociedad con grandes desigualdades donde la clase rica estaba representada por
los nobles patricios y la otra pobre, representada por los plebeyos.
La mayoría de la clase media murió en las batallas y los pocos que regresaron, vendieron
sus pequeñas propiedades a los ricos.
Lo pobres se levantaron contra los ricos y el senado, originando las luchas sociales.

3.3 CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

Al lado de los patricios ricos, surgí o una nueva clase llamada los caballeros. Estos fueron
financieros, banqueros, mercaderes y armadores.
Consolidaron el latifundio es decir acumulando extensas tierras bajo un solo dueño,
generalmente en los países conquistados.
Aparecieron también las grandes sociedades financieras como los bancos, de explotación
minera y de recaudación de impuestos.
Intensificaron el mercado de esclavos por la existencia de numerosos prisioneros de guerra
y por los contactos con los puertos de Oriente, originando de este modo, el abaratamiento
de la mano de obra.
La agricultura decayó enormemente por la competencia del trigo importado, que se vendía
a un precio más bajo que el nacional y por la despreocupación de los latifundista.

3.4 CONSECUENCIAS RELIGIOSAS

Las creencias religiosas evolucionaron, especialmente por la imitación que hicieron de los
dioses griegos.
Construyeron templos y estatuas para consagrar a los dioses que habían asimilado.

3.5 CONSECUENCIAS INTELECTUALES

Asimilaron la cultura de los pueblos vencidos, especialmente en el campo de la literatura


y las artes de los griegos.
Perfeccionaron la educación, gracias a la influencia de los pedagogos griegos.

4. LAS LUCHAS SOCIALES: LOS HERMANOS


GRACO Y SUS OBRAS
Hermanos Graco – Mario y Sila Después de las
conquistas romanas, cuyas consecuencias fueron favorables a los nobles o patricios, se produjo un
mayor distanciamiento entre los pobres y los ricos; vale decir entre plebeyos y patricios,
perturbando la tranquilidad pública. Estallaron insurrecciones en Etruria, Apulia y Sicilia.
Aparecieron en estas circunstancias los hermanos Tiberio y Cayo Graco, grandes oradores,
educados por profesores griegos. Ellos propusieron hacer justicia y democratizar al pueblo
romano.
Tiberio Graco, elegido tribuno de la plebe (133 a.C.) hizo aprobar la ley agraría, que limitaba en
125 hectáreas las parcelas individuales del Ager Publicus, los excedentes serían entregados a los
pobres.
Los nobles se opusieron, porque esta ley iba en contra de sus intereses económicos y en
consecuencia prepararon un motín contra Tiberio y lo asesinaron a golpes en el Capitolio. La ley
fue derogada pero sus efectos fueron limitados.
Cayo Graco, hermano de Tiberio fue elegido también tribuno (123 a.C.). Como tal realizó obras
importantes a favor de los plebeyos:

 Hizo aprobar la ley frumentaria consistente en la distribución del trigo a bajo precio. Con
tal fin, fundo colonias y mando a construir caminos para la importación del trigo.
 Proyectó otorgar el derecho de ciudadanía a todos los itálicos.

Abandonado por la plebe, el Senado promovió una revuelta contra él y sus partidarios.
Derrotado se hizo matar por un esclavo en el monte Aventino.

5. LAS GUERRAS CIVILES


El siglo I a.C. se caracterizó por las violentas crisis sociales, políticas y económicas.
Después del fracaso de los hermanos Graco, surgieron los caudillos victoriosos de las
conquistas con ambiciones personales y de poder, que sacudieron durante 80 años la
tranquilidad de Roma. A estos movimientos se les conoce con el nombre de guerras civiles.
Los enfrentamientos se polarizaron entre Mario y Sila, los protagonistas del primer y
segundo triunvirato.
5.1 LA RIVALIDAD ENTRE MARIO Y SILA

Cayo Mario era de origen campesino. Elegido siete veces Cónsul y caudillo demócrata
fue el primero en transformar el ejército en un arma de la dictadura. Le dio carácter
profesional con inclinación a favor del pueblo. Su insignia fue el águila de plata. Era un
defensor visible de los pobres y tuvo la concepción de dar la ciudadanía a todos los itálicos.
Lucio Cornelio Sila era un caudillo de origen patricio y defensor de la oligarquía romana.
Nombrado Cónsul, realizó un gobierno de terror contra los demócratas. Reformó la
Constitución en un sentido aristocrático.
El Senado nombro jefe del ejercito a Sila, encargándole combatir a Mitridates, Rey de
Ponto, un peligroso enemigo de Roma, semejante a Aníbal. Esta designación disgusto a
Mario, quien pretendió anular el nombramiento. Sin embargo fue derrotado logrando huir a
África.
Cuando Sila combatía en Asia contra Mitridates, los demócratas de Roma volvieron al
poder, con el anciano Mario a la cabeza. Lamentablemente al asumir su sétimo mandato
murió sorpresivamente.
Sila regreso victorioso y venció a los demócratas en dos años de sangrientas luchas. En
medio de represalias y matanzas implanto las proscripciones: cinco mil ciudadanos,
partidarios de Mario, fueron arruinados o expulsados del territorio.
Por último se declaro dictador con un poder absoluto.

5.2 EL PRIMER TRIUNVIRATU

Se llama Triunvirato a la forma de gobierno que implanto Roma, en los años 60 al 43 a.C.
y estuvo integrado por tres personas. A la muerte de Sila se constituyó el primer Triunvirato
conformado por Pompeyo, Julio Cesar y Craso con el fin de evitar las guerras civiles. No lo
consiguieron sino todo lo contrario agitándolas más.

a. POMPEYO

Pompeyo fue un general romano (106 al 48 a.C.), dirigió sus legiones hacia España,
aplastando a la rebelión española al mando de Sertorio, quiso formar un estado español con
modelo romano.
También tuvo que afrontar el motín de los esclavos, quienes se sublevaron al mando de
Espartaco. Posteriormente emprendió campaña contra Mitrídates, Rey del Ponto y Tigranes
de Armenia, derrotándolos. A su regreso de Asia se inclinó por los demócratas y formo
parte del primer triunvirato.

b. MARCO LICINI CRASO

Conformo el primer triunvirato romano con César y Pompeyo. Aliado con éste vencieron a
la rebelión de esclavos. Murió en la guerra contra los Parthos, en el cual le derramaron oro
derretido en la garganta.
c. JULIO CESAR

Julio Cesar Roma Fue general y dictador


romano. Uno de los más grandes militares de la antigüedad(100 al 44 a.C.). Formo el primer
triunvirato con Pompeyo y Craso.
Las conquistas de Julio Cesar
Recibió el mando de las Galias y sometió a todo Francia. Luego conquisto Bélgica, parte de
Holanda, Alemania y Suiza.
No llego ir a Inglaterra, se vio obligado a regresar a Roma, por que Pompeyo estaba armando un
complot en el Senado. Ingreso a Roma sin resistencia. Pompeyo había huido a Grecia acompañado
de algunos senadores.
Luego partió a España y venció al ejercito de Pompeyo. Fue a Grecia para capturar a Pompeyo,
venciéndolo en la batalla de Farsalla (Tesalia). Pompeyo logro huir a Egipto y fue asesinado en el
puerto de Alejandría.
César siguiendo al enémigo, llego a Egipto. Allí destrono a Tolomeo y restauro el trono a Cleopatra,
joven egipcia (22 años) con quien tuvo un hijo.
De Egipto partió a Asia Menor, donde venció a Farneses, Rey de Ponto, que se había sublevado.La
victoria fue fácil en la que la resumió con una frase: vini, vidi, vici (llegue, vi, vencí). Volvió
victorioso a Roma donde fue proclamado por el Senado como Dictador Vitalicio.
Sus enemigos tramaron su muerte en el Senado. En el año 44 a.C. fue apuñalado por Marco Bruto,
persona muy allegada a él.
Las obras de Julio Cesar
Conquisto las Galias, el Ponto y Numidia, pero su obra de estadista es la más importante que la de
guerrero e historiador. Entre sus obras están:

 El reparto de tierras entre sus soldados y los pobres


 Dispuso que la tercera parte de los trabajadores agrícolas fueran libres.
 Estabilizo la moneda basándose en el patron del oro.
Reformo el calendario de 355 días (año lunar), en 365 días (año solar) y denominó con su
nombre a uno de los meses (Julio).

Para más información hay un artículo completo del Gobierno de Julio Cesar

5.3 EL SEGUNDO TRIUNVIRATO

A la muerte de Julio Cesar, después de tres años de contiendas, formaron el segundo


Triunvirato: Antonio, Octavio y Lépido.
Estos se repartieron el gobierno de la siguiente manera:

 A Lépido le tocó África pero se retiró a la vida privada, y abusando del alcohol.
 A Marco Antonio le correspondió ser el gobernador de Oriente y Egipto, aquí conoció a
Cleopatra donde se casó con ella.
 A Octavio sobrino y heredero de Julio César tomo el mando de Occidente, incluyendo
España y el Norte de África.

Luego de pacificar Roma, Octavio quiso la dictadura de Roma, marchando a Egipto,


después de haber acusado de traidor a Marco Antonio, con el respaldo popular.
En el trayecto se enfrento con la flota de Marco Antonio y Cleopatra, en las costas
occidentales de Grecia, en el combate de Accio (31 a.C.).
Marco Antonio, después de la derrota fue abandonado por su ejército, quitándose la vida
en Alejandría. Cleopatra intento seducir a Octavio sin resultados. Cleopatra se suicido,
haciendes morder por una serpiente áspid.
Dominado Egipto, Roma paso a ser el Imperio de mayor extensión en el mundo.
Dada estas condiciones, Octavio asumió todos los poderes del Estado con el nombre de
Imperator. De este modo terminaba la República Romana y se establecía el Imperio.

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La Monarquía Romana
Inicio » Edad Antigua » La Monarquía Romana

La Monarquía Romana se inicia con el gobierno de Rómulo en el año 753 a.C. y


concluye en el año 509 a.C., con la expulsión del rey Tarquino El Soberbio.

1. CARACTER LEGENDARIO: FUNDACION DE


ROMA
Roma fue fundada en Lacio, a orillas del río Tiber y próximo al mar, el 21 de abril del 753
a.C.
Según la leyenda los romanos descendían del héroe troyano Eneas. Su hijo Ascanio fundo
el reino de Alba. Uno de sus descendientes fue Númitor a quien su hermano Amulio le
arrebato el trono.
Rhea Silvia, hija de Numitor, fue consagrada al culto de Vesta y obligada a mantener el
celibato. El dios Marte se enamoró de Rhea Silvia, de cuya unión nacieron los gemelos
Rómulo y Remo. Estos fueron arrojados al rio Tiber por orden del usurpador Amullo, pero
la cuna anclo al pié del Palatino. Allí fueron amamantados por una loba y posteriormente
recogidos por el pastor Faústulo.
Ya mayores, Rómulo y Remo descubrieron su origen noble y castigaron a Amulio. En
seguida restituyeron en el trono de Alba a su abuelo Númitor. Luego se dirigieron al
Palatino, a la cabeza de unos aventureros y fundaron Roma.

2. ORGANIZACIÓN POLÍTICA
2.1 LOS REYES Y LA MONARQUÍA

Durante la monarquía Roma fue gobernada por siete reyes, pertenecientes a dos dinastías:
la latina y la etrusca.
Pertenecen a la Dinastía Latina, Romulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio.
Pertenecen a la Dinastía Etrusca, Tarquino el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el
Soberbio

a. RÓMULO

Rómulo fue el monarca que fundó Roma. Implanto el sistema de gobierno monárquico.
Para poblar su reino fusiono las tribus latinas y sabinas. Después de un reinado breve,
desapareció misteriosamente. La leyenda cuenta que su padre Marte se lo llevo al cielo. A
su muerte fue adorado con el nombre de Quirino.

b. NUMA POMPILIO

Este rey organizó el culto romano, creo las escuelas sacerdotales y mando construir el
templo de Jano, que permanecía abierto en tiempo de guerra y cerrado en tiempo de paz.

c. TULIO HOSTILLO

Era un rey guerrero. Organizó un imbatible ejercito, con el que destruyo al reino del Alba y
convirtió a Roma en la primera potencia del Lacio.

d. ANCO MARCIO

Conocido como el rey comerciante, fue un gobernante pacífico que hizo de Roma un
centro de intercambio comercial. Mando a construir el puerto de Ostia en la desembocadura
del río Tiber para incentivar el comercio.

e. TARQUINO EL ANTIGUO

Este rey consagro un templo a Júpiter, en la cumbre del Capitolio. Mando construir el Foro,
la Cloaca Máxima y el Circo Máximo para los juegos populares. Introdujo el arte y la
religión etruscos en Roma.

f. SERVIO TULIO

Mandó construir una muralla que protegería la ciudad. Como reformador social organizo al
pueblo, en siete clases sociales, según su fortuna para el pago de impuestos.

g. TARQUINO EL SOBERBIO

Este rey fue el asesino de su suegro Servio Tulio. Era un tirano entregado a los placeres
mundanos por cuya razón se gano la antipatía del pueblo. Violó a Lucrecia esposa de un
destacado ciudadano, acto que dio lugar a una asamblea popular, en el cual le quitaron el
mando. Como consecuencia de los sucedido y con la aprobación del ejercito, se cambio la
forma de gobierno por el sistema republicano.

2.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA

El gobierno del periodo monárquico tenía como autoridad al Rey, a la Asamblea Popular y
al Senado.

a. EL REY

Constituía la autoridad máxima, con poder absoluto. Era al mismo tiempo sacerdote
supremo, juez y jefe militar. El rey elegido por la Asamblea Popular propuesta por el
Senado.

b. LA ASAMBLEA POPULAR

Estaba integrada por los ciudadanos libres con edad militar. Dicha Asamblea era convocada
por el rey, al pie del Capitolio, donde aprobaban o rechazaban las leyes, por aclamación
unánime.

c. EL SENADO

Estaba conformado por 300 ancianos patricios, padres de familia. Su función era aconsejar
al rey y presentar los candidatos para la sucesión al trono real. El cargo de senador era
vitalicio.

3. ORGANIZACIÓN SOCIAL
3.1 LA FAMILIA

La familia era la base de la organización social.


Estaba conformada por el padre, la madre y los hijos.
El padre era la máxima autoridad del hogar, jefe, juez y sacerdote familiar. Tenia derecho
a la vida o muerte de su esposa y de sus hijos, pudiéndolos vender en ciertas ocasiones
como esclavos.
La madre, se dedicaba exclusivamente a los quehaceres del yogas. Las mujeres romanas
contaban con mas libertad que las mujeres griegas, pues acompañaban a sus esposos a las
grandes ceremonias y actos públicos.
Los hijos no tenían libertad aunque fuesen casados. A esta dependencia se les llamo patria
potestad. Los matrimonios podían adoptar un hijo cuando no tenían descendencia.
3.2 LAS CLASES SOCIALES

En la monarquía romana existían las siguientes clases sociales: los patricios, los plebeyos,
los clientes y los esclavos.

Clases Sociales en la Monarquia Romana

a. LOS PATRICIOS O POPULUS

Eran los que formaban la clase aristocrática y constituían el verdadero pueblo, con plenos
derechos ciudadanos. Se creían descendientes de los fundadores de Roma.

b. LOS PLEBEYOS

Conformaban la clase social mas numerosa, integrada por ciudadanos de origen diverso,
tales como extranjeros, libertos, vagabundos y habitantes de las ciudades dominadas.
Inicialmente aumentaron sus derechos políticos, sociales, militares y religiosos.
Posteriormente en forma gradual fueron ganando el derecho a la ciudadanía romana. Se
dedicaban a la agricultura, el comercio, la industria y pagaban impuestos al Estado.

c. LOS CLIENTES

Eran hombres libres pero de condición pobre. Se encontraban bajo el amparo del padre de
familia quien les daba vivienda y tierras para el cultivo.

d. LOS ESCLAVOS

Esta clase estaba constituida por los prisioneros de guerra y los hombres comprados en los
mercados. Eran considerados como animales o cosas, sin derecho ni siquiera a la vida.
Trabajaban en obras de construcción, en la agricultura y el servicio doméstico.
4. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA: EL AGER
PUBLICUS
4.1 AGRICULTURA

El ciudadano romano era propietario de tierras para poder cultivar. Las tierras constituía la
base de su economía. Cultivaban trigo, uvas, higos y olivos.

4.2 GANADERÍA

En las llanuras y las montañas desarrollaban abundante pasto natural, lo que hizo posible el
desarrollo de la ganadería vacuna, ovina, porcina y caprina.

4.3 COMERCIO

Era la actividad dirigida por los ricos, quienes comercializaban con los pueblos vecinos
como cereales, metales, esclavos, cerámicas, armas y joyas.

4.4 EL AGER PUBLICUS

Eran las tierras arrebatadas a los enemigos vencidos. Estas tierras eran distribuidas
preferentemente entre los patricios, quienes así incrementaron sus propiedades dando lugar
a la formación de latifundios (inmensas extensiones de tierra), en manos de una familia.

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Cultura Caldeo Asiria: Mesopotamia
Inicio » Edad Antigua » Cultura Caldeo Asiria: Mesopotamia

La cultura Caldeo Asiria o Mesopotamia se desarrollo en el Cercano Oriente, en la


región que los griegos llamaron Mesopotamia, que quiere decir ciudad entre ríos. Abarca
140 000 km cuadrados de superficie, encerrado entre los cursos de los ríos Tigris y
Eufrates, que nacen en las montañas de Armenia, recorriendo de norte a sur. Actualmente
en su territorio se encuentra Irak con su capital Bagdad.
Sus límites fueron; por el norte con las montañas de Armenia; por el sur con el golfo
Pérsico; por el este con la meseta de Irán y por el oeste con los desiertos de Siria y Arabia.

EVOLUCIÓN HISTORICA: PERIODOS DE LA


CULTURA CALDEO ASIRIA
La historia Caldeo Asiria comprende desde 3000 años a.C. época en que establecen los
primeros habitantes procedentes de las montañas de Elam, hasta el año 533 d.C., cuando
son conquistados por los persas. A lo largo de este tiempo, los asirios lucharon contra los
caldeos; es decir, los pueblos del norte contra los del sur, dominándose alternadamente y
dando lugar a los siguientes periodos históricos:

PERIODO SUMERIO ACADIO

Se inicia con el establecimiento de los sumerios en la región contigua al golfo Pérsico y los
acadios en Akad, con su capital Agadé. Ambos territorios se ubican en la Baja
Mesopotamia.
Los sumerios idearon la escritura cuneiforme; practicaron la metalurgia y la alfarería;
conocieron la rueda y estuvieron organizados en ciudades-estados, gobernadas por reyes.
Los acadios, fundadores de Babilonia, aunque dominaron a los sumerios, adoptaron la
cultura de estos.

PRIMER IMPERIO BABILÓNICO

Surgió cuando la ciudad de Babilonia alcanzó un gran desarrollo y los acadios dominaron a
los asirios, gracias a Hamurabi, verdadero fundador del Imperio. Este personaje, además de
gran guerrero, fue un gran legislador, pues elaboró el código que lleva su nombre, uno de
los más antiguos de la Tierra. Contiene una serie de leyes sobre la familia, el matrimonio, la
propiedad, el comercio, la agricultura; dispone el castigo con la pena de muerte a los
ladrones y a los omisos al servicio militar obligatorio. Las penas eran severas debido al
cumplimiento de la Ley de Talión, ojo por ojo y diente por diente.

IMPERIO ASIRIO

Los asirios eran pueblos de pastores y guerreros. Durante mucho tiempo estuvieron
sometidos a los babilonios; pero al empezar a decaer, recobraron su libertad. Formaron un
estado independiente con su capital Assur y posteriormente Nínive a orillas del Tigris. Más
tarde conquistaron varios pueblos, gracias a que disponían carros y caballos, cascos,
corazas y armas de hierro, convirtiéndose en un estado poderoso.
SEGUNDO IMPERIO BABILÓNICO

Mapa de la Cultura Caldeo Asiria, Mesopotamia Después de sucesivas rebeliones los babilonios
lograron su independencia. El rey Nabopolasar fue el artífice del segundo resurgimiento
babilónico.
Otro gobernante famoso fue Nabucodonosor II quien mando a realizar grandes y lujosas
construcciones en las que destacaban los jardines colgantes considerados como una de las 7
maravillas del mundo antiguo.
Después de un siglo de apogeo entró en decadencia, hasta caer en el poder de los ejércitos persas,
dirigidos por Ciro el Grande.

MANIFESTACIONES CULTURALES
La cultura de Mesopotamia desarrollo diferentes disciplinas cuyas manifestaciones las
podemos encontrar en las artes, las ciencias, la escritura y la religión.

LAS ARTES
LA ARQUITECTURA

Las construcciones arquitectónicas de la cultura de Mesopotamia fueron muy inferiores a la


de Egipto. Sin embargo, con el empleo del ladrillo, revolucionaron las edificaciones que
hasta ese entonces se hacían de base a tierra, madera o piedra. Con este invento les fue más
fácil levantar los muros. Sobresalieron en la construcción de templos y palacios.
Los templos más característicos de la cultura de Mesopotamia fueron los templos
escalonados o Zigurats, que comúnmente tenían siete pisos cuadrangulares, que iban
disminuyendo de tamaño a medida que se acercaba el último. Se comunicaban entre si por
medio de rampas o escaleras. El piso más elevado era considerado como morada de la
divinidad, desde donde los sacerdotes podían observar los astros del firmamento.
Es conocido el Zigurat de Borshipa, cerca de Babilonia, en el que cada piso estaba
dedicado a un astro, el primero de color negro a Saturno; el segundo blanco a Venus; el
tercero púrpura a Júpiter;el cuarto azul a Mercurio; el quinto escarlata a Marte; el sexto
plateado a la Luna y el séptimo de color dorado a el Sol.
Los palacios de la cultura de Mesopotamia eran construidos en zonas elevadas y sobre
firmes bases rectangulares. Altas y anchas murallas los rodeaba, protegiéndolos de
inundaciones y brindándoles mayor resistencia y solidez. En el interior se distribuían patios
y numerosas salas circundantes decoradas con relieves, pinturas murales y ladrillos
esmaltados. Por lo general las decoraciones de las paredes representaban escenas de la vida
de algunos reyes. A los costados de las monumentales puertas habían toros lados que
según ellos, los protegían de los malos espíritus.
El palacio más amplio y majestuoso fue el de Sargón de Korsabab, que tenía 208 salas.
Llamo también la atención el de Asurbanipal por la biblioteca que albergaba en su interior.

Reconstruccion del Zigurat de Uruk

LA ESCULTURA

Son dignos de mención en la cultura de Mesopotamia las estatuas y los bajos relieves. Entre
las estatuas destacan las bellas esculturas de los toros alados con cabeza humana. Los
bajos relieves reproducen escenas de cacería o combates de guerreros donde los animales
aparecen trazados con un realismo extraordinario; tigres en agonía; leones mostrando el
cuerpo incrustado de flechas o caballos en plena carrera.
LAS CIENCIAS

La cultura de Mesopotamia fueron grandes astrónomos, cuyos conocimientos han llegado a


nuestros días. Demostraron también sus avances en matemática y escritura.

LA ASTRONOMÍA

La constantes observaciones del cielo por parte de los sacerdotes de la cultura de


Mesopotamia permitieron un excelente y extraordinario progreso en la astronomía. Sus
logros fueron los siguientes:
Midieron el tiempo, calculando el día en 24 horas; las horas en 60 minutos; el minuto en
60 segundos; la semana en 7 días y el año en 12 meses lunares (6 de 28 días y 6 de 29 días).
Determinaron los eclipses del Sol y de la Luna, atribuyéndolos al ocultamiento
momentáneo de un astro por otro.
Crearon los signos del Zodiaco, representándolos por medio de 12 figuras de animales y
cosas, correspondientes a los 12 meses del año. Estos signos, según los magos caldeos,
recibían la influencia de otros astros y determinaban el carácter de una persona
(Horoscopo).
Distinguieron los astros opacos (planetas) de los astros con luz propia (estrellas),
Estudiaron los planetas más próximos al Sol: Mercurio, Venus, Marte, Jupiter y Saturno.

LA MATEMÁTICA

Los sumerios y caldeos dominaron la multiplicación, que no habían conocido los egipcios,
inventaron el círculo de 360 grados; idearon la numeración decimal y sexagesimal; como
unidades de longitud utilizaron el palmo de 27 centímetros, el codo de 49 centímetros y el
estadio de 114 metros; conocieron las medidas de peso como la mina de 305 gramos y el
talento de 60 minas.
LA ESCRITURA

Escritura Cuneiforme La
escritura mesopotámica es denominada cuneiforme, por que sus signos tienen la forma de cuñas
o clavos. Estos signos originalmente fueron dibujos de animales o cosas, luego fueron
simplificándose a caracteres horizontales, verticales y oblicuos.
Escribían con un punzón o caña de hueso sobre pequeñas tablillas de arcilla blanda que luego se
endurecían al secarse o al ser sometidas a la acción del fuego. En la biblioteca de Asurbanipal se
encontraron 3 mil obras escritas en este material.
Los signos cuneiformes fueron más difíciles de traducir que los jeroglíficos egipcios; pues cada
signo representaba una sílaba o diferentes sílabas y a veces palabras enteras. El alemán Grotefend
(1802) y el ingles Rawlinson (1837). Las investigaciones de este último fueron posibles por el
hallazgo de la Roca de Behistun.
Las principales obras literarias de la cultura de Mesopotamia han sido transmitidas en tablillas de
arcilla, relatos míticos tales como El Poema de la Creación en la que se cuenta cómo era le mundo
en un principio y el Poema de Gilgamesh o a versión del diluvio mesopotámico.

LA RELIGIÓN

La cultura de Mesopotamia divinizaron la tierra, los ríos, las montañas y sobretodo los
astros. Su religión fue politeísta.
En los primeros tiempos de Súmer y Akad existían dos poderosas trinidades; la primera,
formada por Anu (el cielo), Enlil (la tierra) y Ea (el agua); la segunda, la integraban Sin (la
luna), Shamash (el sol) e Ishtar (Venus).
Mas adelante cuando Babilonia estableció su poder en toda Caldea, se impuso Marduk
sobre los anteriores y se le consideró creados del mundo. Sobresalió también Assur entre
los asirios.
Los hombres rendían culto a los dioses para que les brindaran protección. El culto consistía
en grandes sacrificios de animales y ofrendas que se depositaban en los templos. En
algunas ocasiones, la estatua del dios era paseada por las calles de la ciudad, dando lugar a
una fiesta popular. A Marduk se le sacaba el primer día de cada año, por que se creían que
la siguiente semana se reuniría con todos los dioses para determinar con ellos los
acontecimientos del año.

APORTE CULTURAL CALDEO ASIRIO :


MESOPOTAMIA
La cultura de mesopotamia legaron a la posteridad el famoso Código de Hamurabi, el
cálculo matemático y los conocimientos astronómicos.
En el Codigo de Hamurabi uno de los más antiguos de la Tierra, dieron sabias y hasta
severas leyes de carácter civil, penal y mercantil, con el fin de construir una sociedad
pacífica.
En astronomía le debemos la medición del tiempo en horas minutos y segundos; la
determinación de los eclipses, la creación de los 12 signos del zodiaco y el estudio de los
planetas más cercanos al Sol.
Finalmente en matemática aportaron la regla de multiplicación, la creación del círculo de
360 grados y la numeración decimal.

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Cultura Egipcia o Antiguo Egipto
Inicio » Edad Antigua » Cultura Egipcia o Antiguo Egipto

La cultura Egipcia o cultura del Antiguo Egipto, se desarrollo en el valle formado por el
río Nilo, situado al extremo noreste de África. El río Nilo recorre el territorio de sur a norte
haciendo prosperar la agricultura, la ganadería y la navegación.

MEDIO GEOGRÁFICO DEL ANTIGUO EGIPTO


Egipto esta situado al noreste del continente africano. Limitaba en la antigüedad, por el
norte con el mar Mediterráneo; por el sur con la región de Nubia; por el este con el mar
Rojo y el istmo de Suez y por el oeste con el desierto de Libia.
El territorio habitable de Egipto tiene la forma de una estrecha faja atravesada de sur a norte
por el río Nilo. Geográficamente tiene dos regiones: el Alto y Bajo Egipto. La primera
región se encuentra al sur. Comprende desde Asuán hasta El Cairo. Esta zona es montañosa
en donde el río Nilo exhibe seis cataratas. La segunda región se encuentra en el norte y se
extiende desde El Cairo hasta el mar Mediterráneo. Forma un valle muy fértil, regado por el
Nilo que desemboca en el Mar Mediterráneo.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA: PERIODOS DE LA


HISTORIA DE EGIPTO
Los Periodos del Antiguo Egipto se puede dividir de dos formas:

Por su ubicación Por las nuevas cronologías

Periodo Legendario Periodo Protodinástico o Pretinita de Egipto

Periodo Tinita Periodo Arcaico o Tinita de Egipto

Periodo Menfítico Imperio Antiguo o Menfita de Egipto

Periodo Tebano Primer Periodo Intermedio de Egipto

Periodo del Apogeo Imperio Medio de Egipto

Periodo de la Decadencia Segundo Periodo Intermedio de Egipto


Por su ubicación Por las nuevas cronologías

Imperio Reino Nuevo

Tercer Periodo Intermedio de Egipto

Baja Época

Periodos por su Ubicación


PERIODO LEGENDARIO

En este primer periodo de la cultura Egipcia gobernaron los reyes, servidores de Horus.
Los hombres vivían agrupados en clanes, luego en agrupaciones mas grandes llamados
nomos. Algunos hechos notables fueron el establecimiento del calendario, la aparición de
la escritura jeroglífica y la división del territorio en dos regiones bien definidas: Alto y
Bajo Egipto.

PERIODO TINITA

Llamado así por la gran prosperidad que alcanzó la ciudad de Tinis en la Cultura Egipcia.
En esta época surge el primer faraón llamado: Menes, quien unifica los reinos del Alto y
Bajo Egipto. Se construyeron los primeros canales de regadío y se estableció que las
mujeres podían ascender al trono real.

PERIODO MENFÍTICO

Su nombre se debe al brillo que alcanzó la ciudad de Menfis en la Cultura Egipcia,


fundado por Menes, donde reinaron 10 dinastías. En este periodo se construyeron las
pirámides de Keops, Kefrén y Micerino; se fomento la cultura, mediante el
establecimiento de bibliotecas en distintos lugares del país.

PERIODO TEBANO

Tuvo por capital la ciudad de Tebas. Aquí se construyó el gran Edificio del Laberinto,
que tenía 12 patios, 1500 salas y el lago artificial de Meris para el regadío.
En este periodo ocurrieron las guerras civiles que favorecieron a los hicsos, pueblos
pastores del oriente.

PERIODO DEL APOGEO

Durante este periodo Egipto alcanzó su máxima expansión, gracias a las grandes conquistas
emprendidas por los faraones Tutmosis, El Grande y Ramsés II. En el tiempo de
Amenofis IV se estableció el monoteísmo en torno al dios Atón.
PERIODO DE LA DECADENCIA

Las luchas dinásticas entre el Alto y Bajo Egipto debilitaron políticamente a la Cultura
Egipcia y favorecieron las sucesivas conquistas de los persas, comandados por Cambises,
de los griegos, con Alejandro el Grande a la cabeza y de los romanos quienes
capitaneados por Octavio, vencieron a la reina Cleopatra en la batalla de Actium.

Periodos por la Nueva Cronología


Periodo Protodinástico o Pretinita

En este periodo se inició con la Dinastía 0 o Nagada. Egipto se unificó con un solo rey
llamado Narmer o Menes. Los restos hallados son las Paletas y Cabezas de Maza. Para más
información ir al artículo completo: Periodo Protodinástico o Pretinita.

Periodo Arcaico o Tinita

Abarcó desde las Dinastias I a la Dinastia II. La Dinastia I se desarrollo desde los años
3050 a.C. hasta 2860 a.C. siendo el personaje más importante Narmer. Para más
información ir al artículo completo: Periodo Arcaico o Tinita.

Imperio Antiguo o Menfita

El Imperio Antiguo abarcó la Dinastías III hasta la Dinastía VI. En esta etapa se
construyeron las edificaciones más representativas de la cultura egipcia, las cuales fueron
las pirámides y el esfinge. Para más información ir al artículo completo: Imperio Antiguo o
Menfita.

Primer Periodo Intermedio

Se desarrollo entre finales de la Dinastía VI hasta la reunificación de Egipto por


Mentuhotep II. En este período se desarrollo el feudalismo o independencias de los nomos,
los nomarcas reunían tropas locales y había Sumos Sacerdotes de los dioses que también
administraban sus bienes. Para más información ir al artículo completo: Primer Periodo
Intermedio.

Imperio Medio

Comprende las Dinastías XI y XII. En este periodo se reunificó Egipto. La capital se movió
a Tebas. Para más información ir al artículo completo: Imperio Medio.

Segundo Periodo Intermedio

Este periodo es la época mas oscura, lo más característico de este periodo fue la aparición
de los Hicsios y la aparición de multiples reinos en varios lugares de Egipto. Para más
información ir al artículo completo: Segundo Periodo Intermedio.
Imperio Nuevo

Para más información ir al artículo completo: Imperio Nuevo.

Tercer Periodo Intermedio

Para más información ir al artículo completo: Tercer Periodo Intermedio.

Baja Época

Para más información ir al artículo completo: Baja Época.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA
El gobierno egipcio se caracterizó por ser monárquico, absolutista y teocrático.

EL FARAÓN

El gobierno estaba en manos de una persona llamada faraón, que vivía rodeado por una
gran corte de privilegiados nobles, funcionarios, sacerdotes y guerreros.
El faraón era el amo de todos los hombres, dueño de todas las tierras y de todas las aguas
del Nilo. Su voluntad era ley.
El faraón era considerado hijo del dios Ra(Sol), quien le había dado poder para gobernar a
los hombres. Por tanto los mortales le debían suma reverencia y ninguno de ellos podían
pronunciar su nombre sin añadir la siguiente expresión : > que florezcan en él la vida y la
salud.

FUNCIONARIOS AUXILIARES EN EL GOBIERNO

Muchas funciones del gobierno las delegaban a personas de su confianza, quienes les
prestaban eficaz colaboración. Entre los principales funcionarios:
El Escriba Real, que estaba encargado de llevar el cáculo de los ingresos agrícolas y de
inspeccionar las industrias y el comercio. Para ello debían ser expertos en el manejo de
los números y de la escritura.
El Gran Visir, encargado de controlar los nomos (provincias), era el intermediario entre
las autoridades y el faraón.
El Jefe del Sello del Estado, comparado actualmente con el Ministerios de Economía,
quien tenía como función vigilar los ingresos fiscales y los gastos del Estado
El Gran Sacerdote, que tenía a su cargo el culto religioso y se preocupaba de presentar a
los faraones como descendientes de los dioses.

LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
La sociedad en la cultura egipcia estaba dividida en varias clases sociales, entre las que
existía una gran desigualdad. Estas clases sociales eran las siguientes:
LOS SACERDOTES

Pertenecían a una clase privilegiada, encargada de culto religioso. Cuidaban de los templos
y los animales sagrados. Actuaban de intermediarios entre los dioses y los hombres.

LOS ESCRIBAS

Eran hombres de vasta cultura, se desempeñaban como ministros de Estado, administrando


el país, vigilando las construcciones, recibiendo los productos agrícolas, reclutando
soldados para el ejército, llevando los libros de contabilidad y cobrando los impuestos.

LOS GUERREROS

Eran los defensores del país y las conquistadores de nuevos territorios en la cultura egipcia.
Por sus hazañas recibían tierras y esclavos como premios y en algunas circunstancias,
podían tener el privilegio de contar con un sarcófago de piedra.

EL PUEBLO

Constituía la clase más numerosa en la cultura egipcia, conformada por los agricultores, los
artesanos y los comerciantes. Sus miembros estaban obligados a pagar impuestos, a servir
como reclutas en tiempo de guerra, a realizar trabajos forzados. Aún en periodos de mala
cosecha, debían cumplir con la entrega del diezmo.

LOS ESCLAVOS

Lo conformaban los prisioneros de guerra o los hombres comprados en los mercados


extranjeros. Servían generalmente a las clases privilegiadas, en trabajos duros, mal
alimentados y mal vestidos.

ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
LA AGRICULTURA

Esta actividad consistía en el trabajo de la tierra. Se araba con azadas y arados tirados por
bueyes. Se cultivaba el trigo, la cebada, el lino, la uva, las hortalizas y diversas
legumbres.

LA GANADERÍA

Fue desarrollada en grandes extensiones de tierras pertenecientes a los templos. En ellas se


apacentaban numerosos rebaños de vacunos, ovinos y mulas.

LA INDUSTRIA

Tuvo gran importancia en la época de los faraones. Sobresalieron las industrias del tejido
de lino, comparable a la seda; la elaboración de metales, con los que hacían utensilios,
armas, joyas, espejos y peines; el curtido, la alfarería, la mueblería, la confección de
carrocerías y la preparación de una especie de papel, a base de papiro.

EL COMERCIO

Esta actividad se desarrollo tanto por tierra como por mar en la cultura egipcia. Por tierra,
sus caravanas llegaron hasta Siria, Palestina y Mesopotamia. Por mar, sus barcos navegaron
por las costas de Siria y las islas del Mar Egeo. El comercio se realizaba mediante el
trueque, por el intercambiaban, los tejidos y objetos de arte y lujo por ganados, maderas y
metales.

MANIFESTACIONES CULTURALES
Los antiguos egipcios, llegaron a desarrollar una cultura sobresaliente, cuya máxima
expresión podemos encontrarlas en las ciencias, las artes, la religión y la escritura.

LAS CIENCIAS

Entre las principales ciencias en las que sobresalieron la cultura de los antiguos egipcios,
están la siguientes:

LA MATEMÁTICA

En este campo sentaron los fundamentos de la aritmética y geometría. Conocieron la


numeración decimal. Tomando en cuenta las proporciones del cuerpo; inventaron como
medida el pie, el cúbito y el palmo; determinaron los triángulos y rectángulos para formar
escuadras. Estos acontecimientos les sirvieron para medir sus tierras, trazar sus canales de
irrigación y las obras de arquitectura monumental. Utilizaron también las jarras, las
balanzas y las pesas para medir productos agrícolas.
LA ASTRONOMÍA

Inventaron el calendario, de 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, a los que
agregaron un periodo de 5 días festivos. Este calendario lo conocemos hasta ahora por los
romanos.
Los egipcios conocieron tres estaciones: inundación, siembra y cosecha; descubrieron
varios planetas: Mercurio, Venus, Marte, Jupiter y Saturno; inventaron el reloj de sol y
sombra y el reloj de agua; trazaron mapas celestes y determinaron los cuatro puntos
cardinales.

Senenmut: Astronomia Egipcia

LA MEDICINA

Surgió debido a la necesidad de atender las lesiones recibidas por los soldados en los
campos de batalla y los accidentes de los obreros, producidos en las grandes
construcciones. Supieron tratar fracturas, heridas, luxaciones, bajo la influencia de las
supersticiones y el poder de los amuletos. Por ejemplo al tomar alguna medicina, debían
pronunciar ciertas palabras. Trataron las enfermedades propias de la época y destacaron en
las técnicas de embalsamar y momificar los cadáveres.

LAS ARTES
LA ARQUITECTURA

La arquitectura para la cultura egipcia tuvo un carácter religioso. Los monumentos


arquitectónicos estuvieron inspirados en la existencia del mas allá. Construyeron
verdaderos monumentos, como las piramides, las mastabas, los hipogeos y los templos.
Las Pirámides
Son enormes monumentos construidos de granito, de forma piramidal y base cuadrada. Con
salas y corredores internos. Fueron edificados cerca de la ciudad de Menfis, en le valle de
Gizeh para servir de tumba a los faraones y sus familiares. De las 40 pirámides, que
despiertan la admiración de los observadores, tres son las más conocidas e importantes:
La pirámide de Keops, de 146 metros de altura.
La piramide de Kefrén, de 136 metros de altura.
La pirámide de Micerino, de 62 metros de altura.
La gran pirámide de Keops tenía originalmente 146 metros de altura; hoy, por los estragos
del tiempo solo tiene 137 metros. Para su construcción se emplearon dos millones
trescientos mil bloques de piedra, cuyo promedio de peso por unidad, es de dos toneladas y
media. Debieron trabajar en ella cien mil hombres durante más de veinte años.
Las Mastabas
Eran también tumbas, que tienen la forma de pirámide truncada, con una pequeña cámara
subterránea, donde se enterraban los cadáveres momificados de los nobles.
Los Hipogeos
Son tumbas subterráneas excavadas en las faldas de las montañas. En su interior había una
capilla y un profundo pozo, en uno de cuyos lados se ubicaba la habitación de la momia que
había sido en vida un persona rica y privilegiada.
Los Templos
Estos monumentos arquitectónicos, que se han caracterizado por su aspecto majestuosos,
fueron construidos para el culto a los dioses. A ellos se llegaban por sendas avenidas,
adornadas por ambos lados con pequeñas esfinges. En la fachada habían dos pirámides
truncadas, una entrada con dos obeliscos y dos estatuas del dios venerado. Constaba de las
siguientes reparticiones:
La Sala Hipóstila para la reunión de los creyentes.
La Sala de Aparición por donde salían los sacerdotes a los costado de la nave.
Un vestíbulo interior destinado a las oraciones.
Los templos más famosos fueron los de Karnak y Luxor, en la ciudad de Tebas.

LA ESCULTURA

La escultura de la cultura egipcia se caracterizó por su rigidez y ausencia de rasgos


sicológicos. Entre las obras escultóricas más conocidas tenemos a los colosos y las
esfinges.
Los colosos son estatuas gigantescas que miden hasta 80 metros de altura. Representan a
faraones sentados, colocadas a las entradas de las grandes ciudades como los colosos de
Mnemón, cerca de Tebas.
La esfinge mide 20 metros de ancho por 19 de alto y 73,5 de largo. Es el símbolo del sol
naciente, con cuerpo de león. Se ubica cerca de las pirámides de Gizeh. La roca en la que se
ha esculpido la esfinge, produce ruidos especiales, en razón de que la porosidad del
material aloja humedad atmosférica que al aparecer el sol, se escapa en forma de vapor.

LA ESCRITURA

Los egipcios escribían con pequeñas cañas puntiagudas, mojada en una especie de tinta,
preparada a base de agua, goma y sustancias vegetales.
Usaban como papel los tallos del papiro, que crecían en las orillas del río Nilo.
La escritura escritura egipcia fue descifrada por el francés Jean-François Champollion en
1822. La clave fue proporcionada por el hallazgo de la Piedra Roseta en 1799, por el
soldado Pierre-François Bouchard, cuando Napoleón Bonaparte realizaba la expedición
al país del Nilo.
Escritura jeroglífica era una escritura de difícil interpretación, pues estaba formada por
signos e imágenes de animales y objetos. Se empleaba generalmente en las tumbas y en los
templos.
Escritura Hierática es la misma escritura jeroglífica pero en forma abreviada. Su uso
estuvo limitado a los sacerdotes y personas de gran cultura.
Escritura Demótica es la escritura hierática simplificada. La usaba la gente del pueblo.

LA RELIGIÓN EGIPCIA

La religión egipcia presentaba las siguientes características:


Era politeísta, tenían muchos dioses. Creían que todos los cuerpos celestes, los elementos
naturales, algunos animales y algunas plantas, eran sagrados. Así llegaron a explicarse
muchos misterios de la naturaleza.
Era antropomorfista, los dioses eran representados generalmente en forma humana y a
veces con cabezas de animales.
Clases de Cultos
El culto religioso consistía en ceremonias mágicas, dedicadas a los dioses locales y
nacionales.
En un principio antes de la unificación del Alto y Bajo Egipto, cada nomo o comunidad,
rendía culto a sus dioses locales. Posteriormente durante el Imperio, muchos de estos dioses
se convirtieron en dioses nacionales.
Las Principales divinidades
Entras las principales divinidades del Antiguo Egipto tenemos:
Horus, el Sol naciente, hijo de Osiris e Isis.
Ra el Sol en el cenit o mediodía, divinidad principal de Egipto.
Osiris, el Sol poniente representaba la fecundidad.
Isis la Luna, reina de la noche.
Seth la noche, simbolizaba la maldad.
Anubis juez de los muertos.
Thot protector de la sabiduría.
El mito de Osiris
Los egipcios creían que Osiris había enseñado al pueblo el cultivo de la tierra y las artes de
la paz. Su hermano Seth, dios de la noche y del mal, por celos, lo mato y lo descuartizó,
arrojando sus restos al espacio. Horus hijo de Osiris sale del oriente y tras el feroz combate
logra vencer a Seth y venga a su padre Isis y su hijo, luego de juntar los restos dispersos,
consiguieron devolverle a la vida. Pero Osiris no volvió a habitar este mundo, sino paso a la
morada de los dioses. Allí juzgaba las almas escogiendo a los virtuosos para disfrutar de la
felicidad celestial.
Culto a los animales
El buey Apis de color negro con frente blanca, la figura de un águila en el lomo y un
escarabajo debajo de la lengua. a su muerte era momificado y enterrado en un cementerio
llamado Serapeum.
Los cocodrilos que vivían en los grandes templos atendidos por los sacerdotes.
Otros animales adorados eran el Ibis, ave con la que se predecía el futuro; el ave fénix que
resucitaba de sus cenizas; el halcón, el chacal, etc.
Culto a los muertos
La cultura Egipcia veneraba los antepasados por que querían conservar las enseñanzas
morales y recordar los beneficios que habían recibido. Además, pensaban que el ser
humano no moría por completo, pues su alma o ka, quedaba con vida, siempre y cuando el
cadáver no se destruyera. Con tal fin practicaron la momificación.
Depositaban ofrendas en las tumbas y colocaban junto al muerto el Libro de los Muertos,
que contenía la fórmula con que el alma debería defenderse ante el Tribunal de Osiris.
Después de un año, la momia se colocaba en una barca, para ser arrastrada por las aguas del
Nilo, con rumbo a la eternidad.
Juicio a los muertos
De acuerdo a la mitología egipcia el alma comparecía ante el Tribunal de Osiris. Hasta allí
era conducido por el dios Anubis, donde 42 jueces examinaban su conducta eterna. El dios
Thot, pesaba los pecados en la balanza de la justicia. Si el platillo se inclinaba por el lado
de la culpabilidad, el alma era destrozada por un perro; de lo contrario podía disfrutar la
felicidad de los dioses.

APORTE CULTURAL EGIPCIO


El aporte cultural a la cultura occidental se manifiesta a través de tres ideas fundamentales;
la idea del alma, el juicio de los muertos y el calendario.
Consideraban que toda persona tenía dos partes; el cuerpo y el alma; este último seguía
existiendo al producirse la muerte.
Así mismo, creían que el alma era juzgada por un tribunal de los dioses. Si se comprobaba
que había llevado una vida diga y pura, pasaba a gozar de la eterna felicidad.
Por último los antiguos egipcios le debemos la confección de un calendario de 365 días que
subsiste hasta ahora, solo modificado en dos ocasiones; en el siglo I a.C. cuando se elaboró
el Calendario Juliano y en 1582 cuando se estableció el Calendario Gregoriano (Gregorio
XIII).

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La Civilización Micénica
Inicio » Edad Antigua » La Civilización Micénica

La Civilización Micénica tiene como centro geográfico Micenas, ciudad fortificada en la


comarca de Argólida, situada en la península del Peloponeso.
Esta civilización llamada también Creto-micénica por seguir la tradición de la primera, se
desarrollo entre los años 1 600 y 1 104 a.C. año en que los Dorios procedentes del norte, la
invadieron y destruyeron.
Entre otros centros culturales micénicos destacan: Tirinto situado más al sur de Micenas,
próximo al mar y Troya, ubicada en Asia Menor, cerca del Elesponto.

1. ACTIVIDAD COMERCIAL
Para comprender la cultura micénica en su conjunto es preciso conocer las relaciones, que
unían a los pueblos de la cuenca mediterránea y fue precisamente el comercio el medio de
comunicación y de intercambio material y cultural. Se exportaba principalmente vino,
aceite de oliva y productos manufacturados de cobre y bronce.
En muchos puntos geográficos vivía una población extranjera que tomó contacto con la
civilización y quizás fue gobernada por los pueblos creto-micénicos.
Existen pruebas del comercio micénico:
Al este, a lo largo del litoral de Asia Menor, la ciudad de Mileto alcanzó un envidiable
desarrollo económico. Asimismo, en Siria del norte, el centro comercial micénico fue la
ciudad de Ugarit, actual Ras Shamra.
Al oeste, extendieron sus actividades por el sur de Italia, donde fundaron la factoría de
Taras (hoy Tarento). Continuaron con Sicilia, Cerdeña y las costas francesas hasta España.
Al sur, Egipto situado al noreste del continente africano fue un excelente mercado a las
exportaciones micénicas.
Con mayores detalles, Siria les proporcionaba cobre y estaño; España, estaño y plata;
Cerdeña, plata; Egipto y Nubia, oro; los países del Mas Báltico, ámbar; Chipre, cobre; del
sur de África procedía el marfil. También se supone que en esta época trabajaba las
antiguas minas de estaño del sudoeste de Inglaterra.

2. DESARROLLO CULTURA
La civilización micénica, heredó en muchos aspectos los elementos culturales de los
cretenses pero al entrar en contacto con los pueblos de Oriente, alcanzó su máximo
desarrollo cultural.
2.1 ARQUITECURA

Se destaca Micenas, por sus extraordinarias murallas ciclópeas.


El acceso principal esta construido por la puerta de leones, llamada así por una losa que
descansa sobre un dintel de la puerta, sobre cuya superficie hay dos leones en relieve
flanqueado simétricamente por una columna.
A las generaciones posteriores les fue imposible creer que estas enormes construcciones
fuesen erigidas por la mano del hombre, razón suficiente para ver en ellas una obra de seres
mitológicos, cíclopes, seres gigantescos con un solo ojo en la mitad de la frente.
Del mismo periodo datan también las tumbas gigantescas de cúpulas, las mayores
construcciones de bóveda que hay en el mundo. Mil años mas tarde los romanos
construyeron el panteón, de acuerdo con este modelo.
Sobre un promontorio construyeron la acrópolis o ciudadela, que servia a su vez como
palacio y templo.
Introdujeron la bóveda y el techado a dos aguas o en doble pendiente, cuyos caracteres se
perpetuaron hasta los tiempos de la Grecia Clásica.

2.2 CERÁMICA

Después de la caída de Knossos, la supremacía artística paso a Micenas, cuyos artistas


continuaron la tradición cretense, sin variar en lo fundamental, los gustos o motivos
decorativos. Lo mismo ocurrió con la metalurgia y otras artes.

2.3 LA ESCRITURA

Se han encontrado muchos archivos constituidos por tablillas de arcilla. Los ingleses
Michael Ventris y Jhon Chadwick develaron el secreto de la escritura silábica (llamada
lineal B por oposición a la lineal A, más antigua y la jeroglífica minoica primitiva) muy de
moda en el siglo XV a.C., comprobaron que el lenguaje de estas inscripciones es el griego,
la misma que utilizaron Platón y Homero, muchos siglos después.

2.4 RELIGIÓN

Conocieron numerosos dioses del Olimpo, los mismos que fueron venerados en los
siguientes siglos tales como: Atenea, Poseidón, Pean (Apolo), Enialios (Ares), Zeus, Hera y
Dionisio. Con respecto a esta última divinidad, Homero no lo dio lugar en el Olimpo,
motivo por el cual se piensa que procedía de Oriente.
Esta Brillante Civilización finalizo en el siglo XII a.C. cuando los dorios invadieron el
Peleponeso.

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La Civilización Minoica o Cretense
Inicio » Edad Antigua » La Civilización Minoica o Cretense

La Civilización Minoica o Cretense se desarrollo en las islas de Creta, al sur de Grecia,


entre los años 3 000 y 200 a.C.
Esta cultura pre-helénica, es conocida también como Egea, Cretense o Minoica. Esta
última denominación se debió a Minos, el legendario rey mitológico quien forjo la
grandeza de Creta.
Sus habitantes fueron ya tipificados en los jeroglíficos egipcios con la denominación de
Kafti, cuya traducción significaría hombre de las islas.
La Isla de Creta se constituyo en esta época como centro político y cultural mas
importante del Mar Egeo.

1. Actividad Comercial
Los cretenses fueron extraordinarios comerciantes gracias a la navegación que alcanzo un
gran desarrollo. Comercializaron activamente con los pueblos de las islas vecinas del Mar
Egeo. Sus barcos, favorecidos por el viento, podían llegar en tres días hasta el delta del Rio
Nilo. Así se estableció un intercambio cultural con el Egipto.
Debido a su actividad comercial surgieron ciudades importantes en la Isla de Creta, tales
como Cnossos y Faistos. Los comerciantes de Cnossos navegaban el mas en todas las
direcciones, llevando los productos de la industria insular, especialmente objetos de bronce
y cerámica de brillantes colores.

2. Desarrollo Cultural
Las expresiones de la Civilización Cretense o Minoica fueron estudiadas,
fundamentalmente por el ingles Artur Evans. Destacaron en la metalurgia, cerámica,
arquitectura, entre otros.
En metalurgia, tuvieron gran habilidad con los metales. Aún no conocían el hierro. En
cambio, confeccionaron finas joyas de oro, cobre y bronce.
En arquitectura, revelan en los
restos arqueológicos de Knossos y Faistos el gran desarrollo alcanzado por las antiguas
ciudades cretenses.
Construyeron amplios y hermosos palacios. Las mansiones señoriales tenían hasta dos o
tres pisos, cuyo lujo interior evidenciaba la riqueza de sus propietarios. Emplearon
columnas semejantes a las dóricas de los griegos y decoraban sus paredes con pinturas al
fresco con brillantes colores, lo que demuestra la clara influencia asiática.
En Cerámica, hicieron vasos de arcilla superando a los maestros de Egipto. En las vasijas
representaban motivos marinos. Los colores mas usados fueron el amarillo, rosado, rojo,
pardo, anaranjado y el blanco. Asimismo supieron esmaltar sus vasijas.
En escritura conocieron más de un centenar de caracteres que aún no han sido descifrados.
Entre otros, cultivaron la música e inventaron la lira. En deportes practicaron el boxeo, las
carreras y las corridas de toros.

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La Civilización Egea
Inicio » Edad Antigua » La Civilización Egea

Se le denomina Civilización Egea al grupo de civilizaciones prehelénicas que se


desarrollaron en la protohistoria en torno al mar Egeo.

Origen de la Civilización Egea


Desde el IV milenio a.C. habían surgido las civilizaciones de Egipto y Mesopotamia con un
desarrollo cultural sorprendente. Constituían Estados debidamente organizados, conocían
el empleo de los metales y habían inventado sistemas de escrituras, superando de esta
manera la vida de la época neolítica.
Las manifestaciones culturales de ambas civilizaciones se fueron extendiendo por las
comarcas de Cercano Oriente, de donde pasaron posteriormente a las Islas del Mar Egeo y a
la península de Grecia. En estas regiones del continente europeo, la cultura de estos pueblos
orientales ejercieron una gran influencia, contribuyendo al florecimiento de la civilización
mas antigua de Europa, a la que se le denomina como Civilización Egea, por haberse
desarrollado en el área geográfica de las costas e islas del Mar Egeo, entre los 3 000 y 1 200
a.C.

Periodos de su evolución
Gracias a los hallazgos de dos grandes arqueólogos: el alemán Heinrich Schliemann y el
ingles Sir Arthur Evans fue posible conocer la Civilización Egea.
La evolución de esta civilización puede distinguirse en dos periodos:
Periodo Cretense o de las civilizaciones llamada Minoica.
Periodo de Micenas, Tirinto y Troya o de la civilización llamada Micénica.

Esta civilización se sub divide en dos etapas si quieres saber más puedes ingresar a Periodo
Cretense o Minoico y el Periodo Micénico

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La Cultura Fenicia
Inicio » Edad Antigua » La Cultura Fenicia

La Cultura Fenicia era de raza semita, procedentes posiblemente de las costas del golfo
Pérsico. El nombre étnico que se daban los pobladores de la Cultura Fenicia a sí mismos
era “kenaʿani”, «canaaneos» o “bin kenaʿan”, «hijos de Canaán, este nombre coincide con
los pobladores de Canaan citado en la Biblia.

1. EL MEDIO GEOGRAFICO

Mapa Cultura Fenicia La Cultura Fenicia se desarrollo en Asia


Menor, a orillas del Mar Mediterráneo y al Oeste de Siria. Su territorio pertenece en la actualidad
al Líbano. Eran grandes navegantes y comerciantes. Crearon y propagaron su alfabeto, del que se
derivaron casi todos los alfabetos del Mundo Antiguo.
1.1 SITUACIÓN

El territorio de Fenicia se situaba al oeste de Siria. Comprendía una estrecha faja de


territorio, aproximadamente de unos 40 a 50 km de ancho por 200 km de largo, cuyos
límites fueron: por el norte, con Siria (golfo de Alejandría); por el sur, con Palestina
(Monte Carmelo); por el este, con las montañas del Líbano; y por el oeste, con el mar
Mediterráneo.

1.2 DESCRIPCIÓN

El territorio es abrupto y recortado por pequeños golfos, sin la posibilidad de desarrollar la


agricultura. Sin embargo, la palmera creció en abundancia, originando el nombre de
Fenicia, que quiere decir: País de las Palmeras.
Su territorio accidentado, así mismo el aislamiento de sus pueblos, por las estribaciones del
Líbano, los empujaron al Mar Mediterráneo haciéndose grandes marinos, eficientes
comerciantes y buenos colonizadores.
En el litoral y algunos islotes, establecieron muchos puertos seguros e importantes, tales
como Biblos, Sidón, Tiro y Arad. Por otra parte, sus bosques de cedros y cipreses les
proporcionaron maderas para la construcción de sus barcos, con los cuales surcaron los
mares.

2. EVOLUCIÓN HISTORICA: PERIODOS


Los fenicios era de raza semita, procedentes posiblemente de las costas del golfo Pérsico.
Hacia el año 3 000 a.C. ya existía Biblos, como la ciudad más importante de Fenicia, que
mantenía relaciones comerciales con Egipto, intercambiando los cedros del Líbano con los
papiros de ese país.
En su evolución histórica podemos encontrar tres periodos bien definidos: el periodo de
Sidón, el periodo de Tiro y el periodo de Cartago.

2.1 PERIODO DE SIDÓN (Siglo XV – XIII a.C.)

En este periodo destacó como centro de importancia naval y comercial la ciudad de Sidón.
Sus barcos navegaron en la cuenca oriental del Mar Mediterráneo. Llenaban sus bodegas
con las mercancías procedentes de Chipre, Rodas, Asia Menor, Grecia, Islas del Mar
Egeo y costas del Mar Negro.
Los sidonios no formaron colonias, pero si establecieron concesiones en países civilizados
y factorías en los pueblos bárbaros, donde obtenían esclavos, pieles y metales, a cambio de
los productos de su industria.
Este periodo llego a su fin cuando los filisteos saquearon y destruyeron la ciudad de Sidón
(Siglo XII a.C.)
2.2 PERIODO DE TIRO (Siglo XII – VII a.C.)

Se denomina así a la hegemonía que tuvo la ciudad de Tiro en la actividad comercial. Este
pueblo heredó el espíritu aventurero y comercial de los sidonios. Extendió su hegemonía
marítima hacia la cuenca occidental del Mediterráneo, incluyendo el sur de Italia, las Islas
de Malta, Sicilia, Cerdeña, Córcega, la costa sur de España y norte de África cruzando el
estrecho de Gibraltar; llego hasta las costas de Inglaterra por el norte, las Islas Canarias por
el sur y las Islas Azores por el oeste.
Los tirios no se conformaron con las relaciones comerciales; también se establecieron en
las algunos lugares estratégicos, fundando ciudades y colonias.
Los asirios, caldeos y persas subyugaron a los tirios, que dieron lugar al surgimiento
de otros pueblos comerciantes como Cartago y Grecia

2.3 PERIODO DE CARTAGO (Siglo IX – II a.C.)

Gracias a la decadencia de Tiro, Cartago se convirtió en una de las ciudades mas


importantes y prósperas del Mediterráneo. Su origen lo encontramos en una pequeña
colonia fenicia ubicada al norte de África. Su dominio comercial abarcó desde Sicilia hasta
las costas españolas.
Sus grandes rivales fueron los griegos y posteriormente, los romanos, quienes destruyeron
la ciudad de Cartago, en el año 146 a.C. durante las Guerras Púnicas

3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Como pueblos comerciantes e industriales, generaron una clase de ricos, quienes eran los
gobernantes, y por tanto conformaban un gobierno oligárquico. Algunas ciudades eran
gobernadas por un rey o por magistrados llamados sufetes, pero controlados por la nobleza
despótica, que manipulaban al rey.

3.1 Ciudades-Estado

Las ciudades fenicias orientales eran políticamente independientes unas de otras. El


territorio sobre el que cada una de ellas ejercía su dominio era sorprendentemente pequeño,
con una extensión de tierra suficiente como para alimentar con su cosecha a todo sus
habitantes.
Aunque las ciudades más grandes como Tiro y Sidón, debieron tener una cierta hegemonía
sobre las otras, sin embargo. nunca hubo una confederación fenicia. Esto hace aún más
sorprendente el éxito del comercio fenicio, que en economía llegó a ser una auténtica
potencia mundial.
La misma Cartago, incluso, no fue un poder estrictamente imperialista. Buscó un dominio
comercial, se impuso por las armas, pero nunca buscó sus posesiones con un afán de
imponer su poder en el sentido de dominio político
Cartago tuvo, en principio, sólo un pequeño territorio, pero en el siglo V, se había
extendido cubriendo una amplia zona del noroeste tunecino. Aún así, la misma Cartago no
pasó de ser una Ciudad-Estado y nunca fue una nación, los territorios que dominaba sólo
fueron utilizados para su servicio cuando era necesario. Así, en sus extensos territorios en
Africa, sólo pocos habitantes de la zona eran fenicios, el resto debían ser bereberes y
esclavos negros. En Hispanía, no se tienen noticias exactas sobre su dominio.
Los cartagineses (al menos antes de los Barca) se debieron limitar a cobrar tributos, a
explotar las tierras económicamente (comercio y minas principalmente) y a exigir las
contribuciones haciendo levas para el ejército en caso de necesidad, lo mismo,
seguramente, que en territorio africano. Ya en época de los Barca, éstos tal vez quisieron
constituir en Hispanía una monarquía de tipo helenístico y Animal mismo se casó con
Himilce, princesa originaria de Cástulo (Jaén).

3.2 Monarquía

En la documentación egipcia, ugarítica, asiria, y aún más tardía, siempre existen claras
referencias a los reyes fenicios. Estas monarquías eran, en principio, hereditarias, aunque
esto no siempre ocurriera en la práctica. Pueden establecerse listas dinásticas, pero no están
completas y sólo para las grandes ciudades como Sidón, Tiro, Arados y Biblos.

3.3 Oligarquía

Más tarde, la forma de gobierno pasó a ser una oligarquía. Los Consejos de Ancianos,
formados por ricos mercaderes bajo el dominio persa y quizá antes, eran, al principio, los
asesores de los monarcas y comenzaron, más tarde, a tener un poder total.
En Tiro surgieron unas magistraturas que se encargaban de las funciones ejecutivas. Lo
mismo sucedió en Cartago, probablemente en el siglo V a.C.
El poder constitucional se hallaba en manos de dos magistrados, quizá elegidos anualmente
y llamados jueces o sufetes. Existía un Senado de 300 miembros vitalicios, también existía
un Consejo de 104 miembros que formaban una junta o tribunal de inspección pública.
Ante ella, los generales y funcionarios tenían que dar cuenta de su actuación en el cargo.
Finalmente funcionaba una Asamblea del pueblo, cuya relación con el resto de las
instituciones no está muy clara.
Este gobierno recuerda al gobierno democrático de Atenas y más tarde al republicano de
Roma.
La elección para las magistraturas y la entrada en el Senado parece que se basaba en la
riqueza más que en razones hereditarias, al menos en el siglo V a. C. La clase mercantil
adinerada era la que dominaba el poder del Estado.

4. LA COLONIZACIÓN
Los fenicios se destacaron por su labor de
colonización en lugares distantes a su territorio, extendiendo su influencia económica y
cultural por todos los pueblos de la cuenca del Mar Mediterráneo. Practicaron sistemas de
colonización que fueron: las concesiones, las factorías y las colonias.
Las Concesiones: Eran obtenidas por medio de las negociaciones con países civilizados,
para establecerse en un barrio o lugar de la ciudad, donde ubicaban depósitos, bazares o
mercados públicos.
Las Factorías: Eran fundaciones que se establecían en los países bárbaros, para realizar
trueque. Ellas tenían fortificaciones para su defensa en caso de ataque.
Las Colonias: Eran ciudades o establecimientos humanos en tierras extranjeras, con
sumisión al país de los fenicios. Así surgieron:**Gades** (actual Cadiz), Málaga (actual
Málaga), al sur de España; Cartago al norte de África.

5. ORGANIZACIÓN SOCIAL
No existe noticia alguna de las rivalidades o las inquietudes sociales que debieron existir en
los diferentes Estados fenicios, como hubo en Grecia y en Roma.
En un principio, había un gran abismo entre las clases sociales altas y bajas, pero no se sabe
si continuó existiendo en época más tardía. Sólo se sabe que los libios estaban al servicio de
los púnicos y que se mostraban descontentos, pero más tarde, gracias a sus rebeliones,
alcanzaron los derechos de los púnicos y que fueron ellos, más que los descendientes de los
fenicios. los que mantuvieron la lengua y la cultura púnica en el reino númida tras la caída
de Cartago.
Los historiadores del mundo púnico se niegan a admitir la existencia de los fenicios puros,
ni siquiera admiten que los fenicios tuvieran una conciencia clara de su raza e incluso de su
nacionalidad. Quizá por propia vocación o interés comercial y su paso por distintas
naciones, asimilaron lenguas, culturas y cultos de otros pueblos.
Por esto mismo, posiblemente, tuvieron éxito en su comercio, pues supieron alentar a las
gentes de otras culturas y condiciones a relacionarse con ellos e incluso a dejarles que se
establecieran en sus territorios.
Fue la cultura griega la que más influyó en la púnica, pero también se encuentran
influencias a la inversa y la presencia del mundo púnico en las culturas egipcia, asiria,
griega y etrusca, por lo que es tan difícil definirlos.
Al mismo tiempo, socialmente, los fenicios se mezclaron más que ningún otro pueblo con
gentes de otros lugares donde se asentaron. Los matrimonios mixtos entre fenicios y
nativos eran corrientes, por lo que hay tres factores destacables en esta civilización:
a) La mezcla con otras culturas.
b) La división e independencia de sus ciudades.
c) Las influencias recíprocas con otros pueblos.

6. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
Los fenicios desarrollaron intensa actividad económica industrial, comercial, marítima y
empresarial.

6.1 LA INDUSTRIA

Los fenicios desarrollaron tres grandes industrias: del tejido, del teñido, del vidrio y
los metales:
En la industria del teñido fueron fabricantes de tintes, especialmente de la púrpura — que
proporcionaba el caracol marino, murex o múrice —. Confeccionaron tejidos finísimos de
color púrpura que fueron delicias de la nobleza del mundo antiguo.
Asimismo fueron creadores del vidrio blanco traslúcido, que debido a la combinación de la
arena fundida con óxidos metálicos eran de varios colores.
Finalmente como metalúrgicos fabricaron armas de bronce y hierro; joyas de oro y plata
también utensilios de cobre y bronce. En muchas producciones imitaron a otras culturas.

6.2 EL COMERCIO

Fenicia fue una sociedad mercantilista. Por eso, se dice que los fenicios fueron creadores de
las empresas industriales, navieras, constructoras y comerciales.
Desarrollaron la técnica del comercio internacional con los seguros, el crédito documental,
los prestamos, la financiación por acciones o a cuenta y el sistema de descuentos.
6.3 LA NAVEGACIÓN

Con los productos de su industria y del


comercio desarrollaron la navegación, recorriendo el Mediterráneo en todas las direcciones,
el Mar Egeo y parte del Atlántico.
Al desconocer de la brújula, sus barcos navegaban pegados a las costas. De noche se
guiaban observando la posición de las estrellas. Los barcos eran impulsados por remos y
por una vela cuadrada, que solo aprovechaba cuando el viento era favorable. Siguieron dos
rutas comerciales importantes.

1. Por vía marítima: de Europa traían, plata, hierro, plomo, estaño, ámbar, cereales y lana. Del
África: marfil, oro, plumas de avestruz y el papiro.
2. Por vía terrestre: de Arabia, Mesopotamia, Persia e India utilizando caravanas, traían: vinos,
aceites, especias, perfumes, telas, etc.

Los fenicios fueron grandes navegantes por lo cual se expandieron y lograron colonizar
muchos lugares, cercanos a sus limites comerciales. Para más información hay un artículo
completo sobre su expansión y colonización.

6.4 LA EMPRESA FENICIA

La permanente actividad comercial hizo que los fenicios crearan grandes talleres con
numeroso personal, muchas veces, con asociación de capitales y la unión de varias personas
para conducir en serie y obtener beneficios en común. Por ejemplo fueron empresas
fenicias las que por encargo del Rey Salomón, construyeron el famoso templo de Jerusalén,
en un periodo de siete años.

7. MANIFESTACIONES CULTURALES
7.1 LA RELIGIÓN

Los fenicios eran politeístas. Adoraban a los astros y a los fenómenos de la naturaleza. Sus
divinidades principales fueron:

1. Baal: el Sol, el maestro, dios de las lluvias y las tormentas.


2. Astarte o Baalith: la Luna, diosa de la vegetación y la fecundidad.

Estos dioses recibían otras denominaciones en los donde se les adoraba: Adonis, en Biblos;
Eshmun en Sidón; Melkar en Tiro y Baal-Moloch en Cartago.
Para más información hay un artículo completo sobre la Religión Fenicia.

7.2 EL ARTE

El arte de la Cultura Fenicia es un arte marcadamente artesanal el cual alcanzo su esplendor


lo cual les confirió productos de un alto valor para el intercambio con otros objetos, siendo
una producto muy valioso para otras culturas o pueblos. Por ejemplo en el viejo testamento
se citan algunos pasajes en el que se observan las habilidades de elaboración de estos
productos por los fenicios. El artista Hiram fue enviado para construir y decorar el templo
de Salomón en Jerusalén.
La influencia de Egipto en el arte fenicio puede considerarse prominente sin descartar a
otros pueblos e que tuvieron contacto con la Cultura Fenicia a través del comercio como
Siria, los Cipriotas, los Asirios y los pueblos Egeos influyeron también, después de todo
estos pueblos también eran sus clientes y sus gustos, religión y tradiciones eran tenidos en
cuenta por los fenicios a la hora de crear estas obras.
Respecto a la arquitectura se han encontrado piezas en buen estado de conservación como
por ejemplo la Diosa Tanit procedente de la necrópolis del Puig d’es Molins que se expone
en el Museo de Ibiza.

7.3 EL ALFABETO

Los fenicios utilizaron a fines del tercer milenio a.C. la


escritura cuneiforme, en tablillas de arcilla, por influencia de Babilonia. Posteriormente,
utilizaron la escritura jeroglífica, en el papiro, durante el predominio de los faraones
egipcios.
La necesidad de comunicarse con los pueblos del mundo antiguo de diferentes lenguas y la
de poner mantener su imperio comercial, los llevo a crear un alfabeto compuesto de 22
signos, que representaban sonidos elementales de la voz humana, con los cuales podían
escribir cualquier palabra.
Este alfabeto (proveniente de la palabra Aleph que significa buey y Beth que significa
casa) fue mejorado por los griegos, quienes agregaron las cinco vocales.
Para más información hay un artículo completo sobre el Alfabeto Fenicio.

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El antiguo Japón
Inicio » Edad Antigua » El antiguo Japón

Japón está formado por un grupo de islas situadas frente a las costas de Corea, en el
norte del océano Pacífico. Su historia escrita no es muy antigua, pues lo primero de lo que
se tiene constancia es el llamado Kojiki, o «Registro de cuestiones antiguas», que fue
redactada en el año 712 d.C.

El Kojiki
El Kojiki es una recopilación de mitos y leyendas transmitidos por los seguidores de la
antigua religión japonesa del sinto.
Las leyendas remontan el origen de las islas japonesas hasta unos seres divinos, y en
especial la diosa sol Amaterasu. Según el Kojiki, un descendiente de Amaterasu llamado
Jimmu fundó el Imperio japonés en el año 660 a.C. Los japoneses creían que Jimmu y
todos los emperadores que vinieron detrás de él eran seres divinos. En siglos posteriores,
cuando un emperador se mostraba fuera de los muros del palacio, la gente se inclinaba y no
osaba mirarle la cara. Si el divino emperador pasaba por la calle, la gente cerraba las
puertas y ventanas.
Los primeros japoneses vivieron de la caza y la pesca. En el año 200 a.C. muchos se
habían convertido en agricultores, viviendo en poblados y cultivando arroz y otras
plantas. En años posteriores los impuestos se pagaban en arroz, medidos en koku (la
cantidad de arroz consumida por adulto y año).
Las distintas regiones estaban controladas por clanes que guerreaban entre sí
constantemente. Uno de los más importantes era el clan Yamato, formado por
descendientes del emperador Jimmu. Vivían en una zona cercana a la actual Nara. La
familia Yamato se volvió tan poderosa que se apoderó de las demás regiones del país y a
partir del año 400 d.C. los emperadores japoneses gobernaron desde la zona de Nara. Por
esas fechas, los japoneses comenzaron a construir túmulos para cubrir las tumbas y en
época moderna se han encontrado más de 10.000. Las laderas de los túmulos estaban
cubiertas con filas de maquetas de guerreros, sacerdotes, bailarines, casas y otros objetos,
todos de arcilla. Las figurillas actuaban como guardianes y sirvientes del muerto.

Libro Kojiki

La influencia China
En el año 57 d.C. unos mensajeros japoneses viajaron a China y, durante los siglos
siguientes, Japón fue adoptando muchas ideas del poderoso Imperio chino. Los
japoneses tomaron el sistema de escritura chino, que utiliza símbolos, y lo adoptaron a su
propia lengua. También aprendieron muchas artes y artesanías de China, como la fundición
del bronce, fabricar porcelana fina y tejer seda. En el año 552 el budismo llegó a Japón
procedente de China y Corea. Como los budistas creen en la obligación de la amabilidad
con todos los seres vivos, fueron capaces de convivir con los seguidores de las antiguas
creencias del sinto y también demostraron un gran respeto por la naturaleza.
En el año 593, la primera emperatriz japonesa, Suiko, le dio el poder a su sobrino, el
príncipe Shotoku, que fomentó aún más la difusión de las ideas chinas. Los budistas
comenzaron a decorar sus templos con flores y esos sencillos y bellos adornos dieron lugar
a una forma de arte propiamente japonesa. El arte de los arreglos florales, llamado ikebana
(flores vivas), todavía forma parte de la vida japonesa actual. Los chinos también
introdujeron el papel en Japón, y los japoneses desarrollaron sistemas para plegarlo
de forma artística y con forma de objetos y animales. Llamaron a este arte origami, que
significa «plegado del papel». En el importante santuario sintoísta de Ise, los dioses están
representados por figuras hechas con un tipo especial de papel.

Las capitales del antiguo Japón


Heijo

Heijo (la actual Nara) fue convertida en la capital del Japón en el 710 y la ciudad se
convirtió así en el centro del gobierno. También era el centro del budismo japonés y
allí se había construido un siglo antes el templo Horyuji. Este famoso templo
posiblemente sea la estructura de madera más antigua del mundo todavía en uso. Otro
importante templo budista fue dedicado allí en el año 752, el actual templo Todai-ji, que
contiene una estatua de bronce del Gran Buda de 16 metros de altura.

Templo de Horyuji
Heian

En 794, muchos miembros de la corte imperial pensaban que los monjes budistas
tenían demasiada influencia en los asuntos de Estado, por lo que el emperador
trasladó la capital 40 kilómetros al norte, a Heian (la moderna Kyoto).
Al igual que Heijo antes que ella, la ciudad de Heian estaba dispuesta ortogonalmente, pues
ambas ciudades seguían el modelo de la por entonces capital de China, Changan. La ciudad
de Heian no tardó en crecer hasta alcanzar una población de 100.000 personas, de las que
unas 10.000 eran aristócratas o funcionarios.
Los cortesanos que rodeaban al emperador comenzaron a ser conocidos como los
«moradores entre las nubes». Vivían rodeados de lujos, ocupando sus días con
paseos por jardines bellamente diseñados, escribiendo cartas y poemas y asistiendo a las
ceremonias de la corte. En ellas los nobles vestían una toga sobre unos amplios pantalones,
con un trozo de tela que arrastraba, y un gorro. Las damas de la corte de Heian llevaban un
kimono de seda, con 12 capas de tela de diferentes colores que arrastraban. En la corte tenía
lugar un baile formal, llamado bugaku, para el emperador y sus cortesanos. Todos los
danzantes eran hombres. Vestían trajes ceremoniales y a menudo máscaras. Bailaban una
música especial llamada gagaku, que se tocaba con flautas, oboes, cítaras, tambores y
gongos. Los que pasaban toda su vida en la corte de Heian consideraban bárbaras a las
demás personas.
Durante este periodo, los emperadores entregaron gran cantidad de tierra a las
familias nobles, por lo que algunos de los clanes se volvieron muy poderosos. El clan
Fujiwara se hizo con el control efectivo del país, aunque siguieron respetando la
importancia del divino emperador. Los emperadores se casaron con hijas de la familia
Fujiwara, lo que dio a ésta todavía más influencia.

Santuario de Heian en Japón


Nuevas tradiciones japonesas
Por esas fechas se interrumpieron los contactos con China y florecieron las tradiciones
japonesas. Aparecieron nuevas formas artísticas: las nobles inventaron una bella
forma de escritura, llamada caligrafía, utilizando pinceles y tinta sobre un papel
delicado. Los japoneses también contribuyeron a la historia de la literatura. En torno al año
1000 d.C., una dama de la corte llamada Shikibu escribió una larga historia titulada El
cuento de Genji, considerada por muchos especialistas como la primera novela del mundo.
El protagonista de la historia, Genji (el Príncipe Luminoso), es un bello noble de quien se
narran sus aventuras en la corte.

La era de los Samurais


Los Fujiwara y otras grandes familias crearon inmensos estados privados. Los señores que
controlaban los estados eran llamados daimyo; muchos de ellos eran lo suficientemente
ricos y poderosos como para mantener y pagar sus propios ejércitos. Contrataban guerreros
para proteger sus tierras y a los campesinos que las cultivaban para ellos. Los guerreros
eran conocidos como samurais («los que sirven») y seguían un estricto código de honor
llamado bushido.
A mediados del siglo XII, dos de las familias más poderosas del Japón, los Taira y los
Minamoto, comenzaron a luchar por hacerse con el control de la corte imperial
Fujiwara, en Heian. El clan Taira se hizo con el poder en 1160, pero su supremacía sólo
duró 25 años. Pasados los cuales fueron derrotados en una batalla naval por el clan
Minamoto, que quedó como la familia más poderosa del Japón. Yoritomo, el jefe de los
Minamoto, se proclamó protector del emperador y gobernó en su nombre. En 1192, el
emperador dio a Yoritomo el título de shugun, o «gran general». Yorimoto creó una forma
de gobierno militar que gobernaría en nombre del emperador durante los siguientes 700
años.
Grupo de samurais

Los samurais

La clase guerrera de los samurai vivía según un estricto código de honor conocido como
bushido, o «camino del guerrero», y demostraban una incuestionable lealtad y obediencia a
su señor. Los samurais daban más valor al honor que a la salud, la felicidad e incluso
la propia vida.
Al comienzo de una batalla, los samurais gritaban orgullosos su nombre y los de sus
antepasados, desafiando a sus oponentes para que fueran a luchar con ellos. Ser derrotado
en la batalla era considerado el mayor deshonor y, antes que sufrir semejante desgracia, en
ocasiones un samurai prefería suicidarse siguiendo un ritual llamado seppuku. El método de
morir era el harakiri, o «corte del vientre»: el guerrero se abría el abdomen con un cuchillo
y entonces otro guerrero podía cortarle la cabeza para aliviar su sufrimiento.
El arco y las flechas eran el arma principal de los primeros samurais, que por lo
general luchaban a caballo. Más tarde llevarían dos grandes y curvas espadas. Vestían
una armadura formada a base de pesadas tiras de cuero y placas de metal unidas mediante
hilos de seda.
Los samurais recibían un riguroso entrenamiento militar y sus métodos de combate se
transmitían de generación en generación. Artes marciales como el kendo comenzaron
siendo técnicas de combate samurai. En el kendo, los combatientes consiguen puntos
diciendo y golpeando una zona concreta de su adversario con una espada de bambú que se
sujeta con las dos manos. Reglas y una vestimenta especial previenen las heridas y todas las
acciones defensivas se realizan de modo formal y tradicional.

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Los sumerios
Inicio » Edad Antigua » Los sumerios

Los sumerios fueron unos pioneros, tanto en la escritura como en las matemáticas.
También construyeron magníficos edificios, incluidas esas enormes pirámides
escalonadas llamadas zigurats. También produjeron una notable artesanía, esculpiendo
pequeñas estatuas y taraceados con diferentes piedras preciosas.
Nadie sabe cómo alcanzaron los sumerios semejante prominencia en una región tan estéril.
A pesar de que cuando los dos grandes ríos de la región -el Tigris y el Éufrates- inundaban
sus orillas proporcionaban un limo de gran riqueza para el cultivo, no se trataba de una
zona bendecida con muchos recursos naturales. La madera era escasa y no había piedra
para construir, ni metales para hacer herramientas o armas.
No obstante, la ciudad Sumeria poseía un buen suministro de alimentos, sobre todo aves
silvestres y peces. Además, con el paso del tiempo los sumerios aprendieron a sacar mejor
partido de sus ríos. Excavaron canales, albercas y levantaron presas, de modo que fueron
capaces de llevar agua a sus campos y producir varias cosechas anuales. Para llevar a cabo
proyectos como éste necesitaron una buena organización y gobierno, cualidades que
pudieron haber ayudado a crear las primeras ciudades.

Apogeo y crisis de los sumerios


A partir de aproximadamente 3500 a.C. en adelante, las ciudades Sumerias crecieron en
tamaño e importancia. Entre ellas estaban Ur, Eridu, Lagash, Uruk y Nippur. Los
habitantes de esas ciudades se consideraban a sí mismos como sumerios, pero no
existía un gobierno central que los congregara a todos. En vez de ello, cada ciudad era
el centro de su propio y pequeño estado, de un modo semejante al de las ciudades-
estado de la antigua Grecia. En ocasiones, una ciudad concreta se hacía más poderosa que
las demás y las dominaba. Luego el poder pasaba a otra.
No sabemos qué forma de gobierno tuvieron estas ciudades al principio. Tiempo atrás, se
creyó que los restos de los grandes templos indicaban que eran los sacerdotes quienes
gobernaban sus respectivas ciudades. Aunque en la actualidad ya no se piensa que ése fuera
el caso, muchos historiadores siguen creyendo que los grandes templos tuvieron un papel
principal en la vida de sus conciudadanos.
En un momento dado, puede que en torno a 2800 a.C, aparecieron reyes como
gobernantes de las ciudades. La palabra sumeria para «rey» es lugal, que literalmente
quiere decir «gran hombre». Es posible que originalmente un lugal fuera nombrado
durante una época de crisis, como una guerra, y que en la época que nos ocupa el cargo se
convirtiera en permanente. Las ciudades Sumerias continuaron existiendo como entidades
independientes hasta 2370 a.C., cuando se produjo el desastre: la región fue invadida y
conquistada.

La era de Sargón
El líder de esa invasión fue Sargón, rey de Acad, un estado que se encontraba unos
240 kilómetros al norte de Sumer. Sargón era descendiente de los grupos semitas que
habían emigrado a Mesopotamia siglos antes. Según la leyenda, la madre de Sargón
abandonó a su hijo dentro de una cesta en el río Eufrates. Fue rescatado por un pastor, que
lo crió.
Sargón creció y se convirtió en un poderoso líder. No sólo conquistó Mesopotamia, sino
también partes de Siria. Se construyó una capital en Acad e hizo del acadio la lengua franca
de la región.
El reinado de la familia de Sargón sobre la región duró hasta aproximadamente el año
2200 a.C., cuando fue invadida por un pueblo montañés, los guteos. Tras un siglo de
caos, los sumerios volvieron a recuperar el poder guiados por un rey de Ur llamado
Ur-Nammu. Durante los siguientes cien años la región prosperó. Se construyeron templos,
se introdujeron pesos y medidas estandarizados y se comenzó a utilizar un nuevo
calendario. En el 2000 a.C. aproximadamente, los elamitas invadieron la región desde el
este y destruyeron Ur, con lo que terminó la era de Sumer.
Sargón: Rey de los sumerios

Los logros sumerios


Arquitectura de los sumerios

Los sumerios eran unos constructores y arquitectos muy hábiles. Sus ciudades estaban
sólidamente construidas, con fuertes muros de defensa. En el interior había grandes
templos y palacios, distribuidos por entre las calles repletas de casas. Los edificios se
hacían principalmente de adobes, aunque también se utilizaban ladrillos más fuertes,
cocidos al fuego. Las casas de la gente común eran de un solo piso, mientras que los ricos
tenían viviendas más grandes y de dos pisos, con habitaciones más espaciosas y una zona
para los esclavos. El segundo piso también contaba con un balcón.
Para ayudarlos en la construcción y traslado de materiales y bienes, los sumerios
utilizaron la rueda, siendo el primer pueblo del mundo en hacerlo. Tenían carros de dos
y de cuatro ruedas, de los que se han descubierto pequeñas maquetas de bronce. Aparte de
los carros utilizados en la agricultura y la construcción, también tenían carros de guerra.

Sociedad de los sumerios

La sociedad sumeria estaba dividida en diferentes clases, con el rey, los sacerdotes y
los nobles situados en la parte más alta y los esclavos en la parte más baja. Entre
ambos extremos se encontraban los mercaderes, los artesanos y los granjeros. Los
reyes dirigían la guerra, impartían justicia y se aseguraban de que los canales, presas y
albercas -vitales para mantener la tierra bien irrigada- estuvieran bien mantenidos. Parece
que, en sus primeros tiempos, los sumerios elegían a sus reyes, pero al final la realeza pasó
de una generación a otra de forma hereditaria.
Para los sumerios ricos, no todo en la vida era trabajar. Podían permitirse espléndidos
banquetes y contratar músicos que tocaran liras, arpas o tamboriles para divertir a sus
invitados. A lo largo del año también se celebraban fiestas religiosas, especialmente la que
conmemoraba el Año Nuevo, que duraba varios días. Por otra parte, el descubrimiento en
Ur de un tablero de juego y sus piezas demuestra que los sumerios también disfrutaban con
juegos de mesa.

Artesanía de los sumerios

Escultura sumeria

Los artistas y artesanos sumerios se organizaron agrupándose en gremios para apoyarse


unos a otros.
Los trabajos que producían eran de una extraordinaria calidad. Los orfebres eran
capaces de martillear el oro hasta formar finas láminas, que luego cortaban con forma de
hojas o estrellas. Los escultores creaban pequeñas estatuas utilizando un sistema que se
conoce como de la cera perdida. Para ello se moldeaba con cera un figura, que se colocaba
dentro de un recipiente y luego se recubría de arcilla. Finalmente se calentaba todo para que
la cera se derritiera y saliera por unos agujeritos dejados ex profeso para ello. Esto dejaba
un molde hueco de arcilla cocida. En su interior se introducía metal fundido que, al
solidificarse, adoptaba la forma de la figura de cera.

Los primeros escritos


Según fueron creciendo en tamaño las ciudades sumerias, su organización se hizo más
compleja. Surgió la necesidad de llevar registros cuidadosos, lo que a su vez creó la
necesidad de la escritura. La primeras muestras escritas del mundo se han encontrado en
tablillas de arcilla en Uruk. Están fechadas en 3300 a.C. y consisten en listados y cuentas.
Al principio, la escritura se realizaba mediante pequeños dibujos; por ejemplo, la
imagen simplificada de la cabeza de un buey significaba «buey». Con el tiempo estos
dibujos evolucionaron y se volvieron más abstractos. Se realizaban presionando un estilo
con forma de cuña, o «cuneiforme», sobre tablillas de arcilla húmeda, que luego se dejaba
endurecer. También se utilizaban pequeños cilindro-sellos inscritos. Se hacían rodar sobre
la arcilla húmeda para producir imágenes y texto, utilizados a menudo para sellar
documentos oficiales.
El sistema de las palabras-signo se fue transformando lentamente para poder
expresar también ideas más complejas. La imagen de una estrella, por ejemplo,
originalmente sólo significaba «estrella»; pero después pasó a poder significar «rey» y,
más tarde aún, también «alto». El sumerio fue la primera lengua en ser escrita con signos
cuneiformes. No obstante, tras la conquista de Sargón, el cuneiforme se utilizó para escribir
la lengua acadia.
Según iban aumentando las habilidades sumerias, se hizo importante enseñar a los jóvenes
esas mismas habilidades. Al principio, los responsables de la educación de los jóvenes eran
los sacerdotes del templo. No obstante, con el paso de los años las escuelas terminaron por
escapar de su influencia directa. Pruebas halladas en un colegio de Ur, fechadas sobre
1800 a.C., demuestran que los alumnos aprendían a leer, a escribir y aritmética. Entre
las tabillas de arcilla allí descubiertas, había algunas que contenían tablas de multiplicar.
No obstante, la educación era estrictamente práctica y su intención era producir los
escribas, mercaderes u hombres de negocios del futuro.

Los templos
Las ciudades sumerias estaban dominadas por unas enormes pirámides escalonadas
conocidas como zigurats. El templo era, de hecho, un gran complejo, casi como una
pequeña ciudad en sí mismo, con cocineros, cerveceros, jardineros, herreros, escribas y
personal administrativo, que lo mantenían en marcha. Se conserva un documento donde se
dice que el templo de Lagash tenía que proporcionar pan y cerveza a 1.200 personas al día.
Evidentemente, el templo también era el centro religioso de la ciudad, dedicado a su dios
tutelar. Los sacerdotes realizaban los ritos necesarios y celebraban las fiestas sagradas.
También recitaban oraciones, cantaban himnos y sacrificaban animales. Los sacerdotes
eran considerados sirvientes del dios, al que se creía residente en el propio templo.
Marduk: dios sumerio y babilónico

La agricultura sumeria
La mayoría de los sumerios trabajaban como agricultores. Dado que la tierra era seca
y llovía poco, transportaban el agua desde los ríos hasta los campos mediante canales
artificiales. De hecho, el primer canal conocido del mundo fue excavado por los sumerios.
Fue construido por orden del gobernador de Lagash en torno a 2500 a.C, y todavía es
posible verlo en la actualidad como parte del canal Al-Gharrif. Los sumerios también
excavaron pequeños canales de irrigación y presas.
La cebada era el cereal más importante, pero los sumerios también cultivaban
cebollas, dátiles, pepinos, granadas y melones. Para arar la tierra de sus campos
utilizaban un arado sencillo de madera, al que ataban un tubo para poder esparcir las
semillas. Criaban ovejas por su lana y bueyes por su capacidad para arrastrar arados y
carros, además de por su piel. Los sumerios también criaban cerdos y cabras, además de
onagros para tirar de los carros de guerra.

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La Antigua Mesopotamia
Inicio » Edad Antigua » La Antigua Mesopotamia

En esta región hay varias ciudades que aparecieron hace unos 6.000 años. Los habitantes de
estos asentamientos eran personas hábiles e inteligentes que realizaron varios
descubrimientos vitales. Se cree que inventaron la rueda, el arado con hoja de metal y,
lo más importante de todo, el arte de la escritura.
Las tierras que rodeaban a los ríos Tigris y Eufrates eran llanuras bajas en donde la tierra
era profunda y fértil. Cada año, en primavera, los ríos inundaban sus orillas depositando
una rica capa de limo sobre la tierra. Sin embargo, a pesar de ello la región (en la actualidad
parte de Iraq) era demasiado seca como para ser un terreno ideal para la agricultura. En
verano caía muy poca o ninguna lluvia y la tierra se volvía seca y dura. Sin agua no podían
crecer las cosechas. Mesopotamia sólo pudo ser cultivaba con éxito cuando sus habitantes
aprendieron a controlar y regular la crecida de las aguas dadoras de vida.
En algún momento en torno a 5000 a.C., la gente de la tierra de Sumer, en el sur de
Mesopotamia, aprendieron cómo hacerlo. Construyeron diques, canales y albercas
para almacenar agua y llevarla a sus campos. Esto les permitió cultivar dátiles, verduras,
cebada y trigo. La cosecha podía ser almacenada y consumida mucho después de haber sido
recogida, liberando a la gente del peligro de morir de hambre. De modo que los antiguos
sumerios prosperaron, su número aumentó y sus comunidades se hicieron más grandes.
Gracias a la irrigación, Mesopotamia se convirtió en una tierra de abundancia. La
gente pescaba en los ríos, cazaba aves salvajes en las marismas y criaba animales,
como cerdos, ovejas y cabras. Mientras regaban y araban sus tierras, la producción de sus
cosechas aumentó, llegando a generar un excedente. Esto significó que algunos miembros
de cada comunidad podían abandonar el trabajo agrícola y dedicarse a otras ocupaciones,
convirtiéndose en sacerdotes, administradores, artesanos y mercaderes. Esta especialización
es uno de los primeros signos de civilización.

Mapa de la antigua Mesopotamia

Los comienzos del comercio


La especialización también significó que los artesanos podían producir bienes con los
que se podía comerciar. Los alfareros mesopotámicos transformaron la arcilla local en
recipientes donde comer y beber. También produjeron pesas para los telares, herramientas y
cuentas para adornos. Los mercaderes sumerios comenzaron a viajar mucho,
estableciendo lazos comerciales con regiones distantes como Anatolia, Siria y la India.
Esos mercaderes podían intercambiar las cosechas y los bienes mesopotámicos por materias
primas de las que carecían, como madera, piedra para la construcción y metales.
Según fue aumentando la red de canales, los poblados comenzaron a cooperar en el
mantenimiento de la misma. La sociedad se hizo más compleja. Al mismo tiempo, la
guerra se hizo más habitual, al ser los poblados asaltados por los asentamientos
vecinos o tribus de fuera de la región. Cada vez más y más gente se vio obligada a vivir
en grandes asentamientos para protegerse; los asentamientos se comenzaron a fortificar con
altos muros. Así fue como, en torno a 4500 a.C., surgieron algunas de las primeras
ciudades del mundo. Había nacido una nueva era, urbana, que tomó su nombre de
uno de los mayores asentamientos de la región.

La ciudad de Uruk
El asentamiento en cuestión es Uruk, que en torno a 4500 a.C. cobijaba a un millar de
ciudadanos. Sobre 3000 a.C. se había convertido ya en una gran ciudad de 100 hectáreas de
superficie, que servía de hogar a millares de personas. El asentamiento estaba protegido por
9 km de sólidos muros de ladrillo. Los grandes templos construidos sobre el montículo
dominaban la ciudad. Estaban dedicados a Ani, el dios del cielo, e Inanna, la diosa del amor
y de la guerra. La principal característica de los templos eran las poderosas columnas
decoradas con dibujos a base de clavos -pintados de negro, rojo y blanco- introducidos
en el yeso. Los arqueólogos que excavaron en Uruk encontraron tesoros inestimables,
incluida una cabeza de mujer esculpida en mármol blanco, que tal vez represente a Inanna,
y un alto vaso de alabastro con escenas religiosas.
En época de guerra, los hombres de Uruk y otras ciudades se unían para formar
ejércitos. Elegían a jefes, llamados lugals, para dirigirlos en la batalla. Muy probablemente,
estos jefes de guerra acabaron transformándose en los primeros reyes sumerios, que no
tardaron en gobernar las ciudades. Al mismo tiempo, cada ciudad llegó a dominar la región
que la rodeaba, formando un pequeño reino.
En las ciudades, la mayoría de las viviendas estaban construidas de adobes, ladrillos
de barro secados al sol. Es posible que el rey y los ciudadanos importantes, como los
sacerdotes y los nobles, se alojaran en grandes viviendas; pero lo edificios más
impresionantes eran los templos, que eran edificados sobre montículos de tierra que los
elevaban mucho sobre el asentamiento y las tierras circundantes. Algunos de ellos eran
gigantescos: la terraza del templo de Uruk ocupaba una tercera parte de la ciudad.
Algunos arqueólogos creen que al principio los templos fueron almacenes donde se
guardaba la cosecha. Como también contenían los objetos sagrados de la comunidad,
terminaron por convertirse en el centro de las ceremonias religiosas y del comercio. Por lo
tanto, los sacerdotes no tardaron en hacerse responsables del adecuado gobierno de la
ciudad. Cada año, los granjeros traían sus cosechas al templo y les daban una parte a los
sacerdotes como ofrenda para los dioses. Los sacerdotes también controlaban el comercio e
incluso la red de canales.
Ciudad de Uruk

Grandes descubrimientos en Mesopotamia


En torno a 4000 a.C. la civilización de Uruk entró en una nueva fase, caracterizada por
muchos brillantes descubrimientos. Para entonces los metalúrgicos sumerios habían
aprendido a extraer el cobre de su mena, calentándola a altas temperaturas.

Metalurgia

Sobre 3500 a.C. ya estaban fabricando bronce, un metal más resistente, que era una
aleación de cobre y estaño. Los artesanos hacían herramientas, adornos y armas
vertiendo cobre, bronce y oro en moldes. Por esa misma época, los granjeros mejoraron
el arado, que hasta entonces había sido arrastrado por personas, uniéndolo a tiros de bueyes.
Las hojas de metal hicieron que los arados fueran más eficientes todavía, permitiendo
a los granjeros cultivar más tierras.

La rueda

Alrededor de 3500 a.C., los artesanos de Uruk inventaron el torno de alfarero, una mesa de
madera a la que se podía dar vueltas y facilitaba la pesada tarea de darle forma a la arcilla.
Unos 300 años después de ese descubrimiento, la rueda se utilizaba ya en carros de
madera tirados por bueyes, el primer medio de transporte rodado. Las ruedas estaban
hechas de secciones sólidas de madera, de modo que los primeros carros debieron ser
pesados y torpes. Pero, aun así, un carro arrastrado por una mula o un burro transportaba
tres veces más grano del que un granjero podía cargar a lomos de esos mismos animales.
Esculturas de la antigua Mesopotamia

Escritura

En una fecha cercana a 3300 a.C., los mesopotámicos inventaron la escritura. Los
primeros textos escritos fueron registros comerciales y listas de los productos
agropecuarios entregados a los templos. Para crear estos registros, los escribas hacían
marcas en tabillas de arcilla blanda con una herramienta puntiaguda llamada estilo y luego
ponían las tabillas a secar al sol.
Este sencillo sistema de registro se fue convirtiendo poco a poco en una forma de escritura
más sofisticada, lo que significó que las personas podían enviar mensajes e instrucciones a
grandes distancias y transmitir información de una generación a la siguiente.
Se necesitaron aproximadamente otros 500 años para pasar de esta escritura con
signos a un sistema más complejo. Las formas más antiguas era simples signos
(pictogramas), que representaban imágenes de objetos reales. Así, por ejemplo, un toro
se representaba mediante el dibujo de su cabeza. Pero poco a poco el signo del toro pasó a
significar la idea de fuerza, ademas del propio animal. Finalmente, acabó apareciendo un
sistema de signos en forma de cuña, llamado escritura cuneiforme. Los nuevos signos eran
fonéticos, es decir, que representaban los sonidos del lenguaje, ya fueran palabras enteras o
sílabas. Se trató de un paso muy importante hacia el sistema de escritura que utilizamos
actualmente.

Cilindro-sellos
Los cilindro-sellos aparecieron en lo antigua Uruk aproximadamente al mismo tiempo que
la escritura.
Eran Pequeños cilindros de piedra o marfil en los que se grababan imágenes que
dejaban una impresión cuando se hacían rodar sobre arcilla fresca. Se utilizaban para
sellar documentos oficiales, así como jarras, baúles y puertas, para indicar quién era el
dueño de la propiedad sellada. En ellos se grabo una gran variedad de escenas, prueba de la
gran habilidad de los artesanos que los crearon. Las imágenes incluían escenas de la vida
diaria, así como de la vida de los dioses y los héroes de mitos y leyendas. Como la escritura
y otros inventos, los cilindro-sellos no tardaron en ser ampliamente utilizados fuera de
Mesopotamia.

Zigurats
En Mesopotamia se construyeron muchos zigurats. Estas grandes estructuras de forma
piramidal eran utilizadas como plataformas sobre las que se alzaban los templos.
Como el de Ur, construido por el rey babilónico Ur-Nammuf eran de adobes que luego se
recubrían con ladrillos cocidos para protegerlos de la climatología. El zigurat más famoso
era el dedicado al dios Marduk en Babilonia. Tenía ocho pisos y muchas escaleras que
conducían a la cima. Se creía que el templo que estaba emplazado en lo más alto
contenía un lecho en el que dormía el propio Marduk. Por la noche el templo quedaba
abandonado, excepto por los sacerdotes, que se quedaban en el edificio para hacerle
compañía al dios.

Construcción de la antigua Mesopotamia

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La civilización del Indo
Inicio » Edad Antigua » La civilización del Indo

Hace miles de años, en el fértil valle del gran río Indo, emergió una civilización en lo
que hoy son la India y Pakistán. Se trata de la civilización del Indo, a la cual los
arqueólogos llaman también la civilización Harappa, que es el nombre de una de sus
mayores ciudades.
Hasta el año 2600 a.C., las gentes de sociedades diferentes, pero relacionadas, vivían en
poblados y pequeñas ciudades en distintas zonas de la región del Indo. Aproximadamente
por esas fechas, estos grupos acabaron por unirse y crear una sociedad que construyó
ciudades grandes y sofisticadas, además de producir una civilización avanzada con una
cultura que contaba con una forma de escritura. Esta civilización duró hasta el año 2000
a.C.
El río Indo es unos de los más grandes del mundo; nace en la cordillera del Himalaya,
atraviesa Pakistán y desemboca en el mar de Arabia. Tras dejar las montañas del norte,
los cinco principales afluentes recorren una llanura llamada el Punjab (que significa «cinco
ríos» en la lengua local). Algo más al sur, los cinco se unen al Indo, que continúa hasta el
mar. La parte sur de la llanura se conoce como Sind, un antiguo nombre para la India que
dio al marino Sindbad su nombre.

Recursos naturales
La gente de la civilización del Indo vivía en el Punjab y el Sind, dependiendo del río
Indo (y de otro río que lleva ya mucho tiempo seco) para conseguir agua con la que
irrigar sus granjas. También vivían en la costa del mar de Arabia, donde construyeron
puertos para comerciar. Escarpadas colinas y montañas forman la frontera oeste del valle
del Indo, y fue allí donde las personas de esta cultura encontraron muchos materiales útiles,
como piedras de vistosos colores, para utilizar como herramientas y adornos. También
hallaron sílex (con el que fabricaban herramientas de piedra) en las colinas bajas cercanas a
la costa. Para conseguir estos materiales, la gente de la mayor parte del valle del Indo tenía
que confiar en los mercaderes, que se los suministraban.

Mapa de la
civilización del Indo

Inicios de la artesanía

Los agricultores llevaban viviendo en el valle del Indo desde 6.500 años a.C. o puede que
antes. Estas personas habitaban en sencillas casas de pueblo hechas de adobes. Hacían
joyas a partir de conchas marinas, lapislázuli y turquesa. Enterraban muchos objetos junto a
sus muertos, para que las personas a quienes querían estuvieran bien provistas en la otra
vida.
En torno a 5.000 años a.C., estos primeros agricultores comenzaron a fabricar
cerámica y no tardaron en desarrollar otros notables habilidades. Los artesanos
comenzaron a hacer bellas joyas a partir de piedras raras y conchas, además de
herramientas y armas de cobre. Incluso aprendieron a crear materiales artificiales como la
fayenza que, fabricada a partir de una mezcla de arena parcialmente fundida, parece casi
cristal. Como la gente comenzó a pasar más tiempo fabricando cosas, tuvieron menos
tiempo para cultivar, de modo que comenzaron a intercambiar sus productos por
comida. Este intercambio supuso un paso importante hacia un nuevo tipo de sociedad, en la
que existían distintas ocupaciones, diferentes jerarquías y diferentes niveles de poder.

Evolución de la sociedad en la civilización Indo


En el año 3000 a.C. aproximadamente, el valle del Indo ya estaba ocupado por varias
sociedades de este tipo. Los arqueólogos llaman a esta época, entre los años 3200 a.C. y
2600 a.C. el periodo Harappa Inicial. La mayoría de las personas de la sociedad del
Harappa Inicial continuó viviendo en poblados agrícolas.

La sociedad en el Harappa inicial

A menudo, los poblados estaban rodeados por un muro o construidos sobre plataformas de
arcilla, de modo que la inundación anual del río no se llevara sus casas por delante.
También se reunían en poblaciones que tenían hasta 5.000 habitantes. Estos lugares
atrajeron a muchos artesanos y las ciudades se convirtieron así en el lugar de los
trabajos especializados. Las ciudades también eran lugares en donde vivían los
mercaderes, que se encargaban de transportar los bienes de un lugar a otro por toda la
región. Según la población se fue haciendo más rica, comenzó a rodearse de objetos
caros y a construir casas grandes. Algunas ciudades poseen incluso barrios diferenciados,
separados por muros, los ricos y poderosos en uno y los pobres en otro. Estos cambios
sugieren que la sociedad del Harappa Inicial se estaban convirtiendo en culturas complejas.

La sociedad en el Harappa Plena

Durante el siglo que transcurrió entre los años 2600 y 2500 a.C., la sociedad sufrió
grandes cambios que produjeron lo que los arqueólogos llaman la cultura Harappa
Plena. Esta cultura estaba basada en la vida en la ciudad y los arqueólogos han descubierto
cinco ciudades principales en la región del Indo. Mohenjodaro, en Sind, era la mayor,
aunque la ciudad de Harappa, en el Punjab, es casi tan grande como ella (cada una
cobijaba a 50.000 personas). Las otras tres ciudades tenían aproximadamente la mitad de
ese tamaño. En muchas cosas, estas ciudades eran versiones ampliadas de las ciudades del
Harappa Inicial. Cada ciudad tenía diferentes secciones -cada una rodeada por un muro- y
algunas estaban construidas sobre enormes plataformas de ladrillo. Ciertas secciones
contenían barrios residenciales, mientras que otras albergaban los edificios
gubernamentales.
Cerámica de la Etapa Harappa de la civilización del Indo

Arquitectura
Los edificios públicos de Harappa y Mohenjodaro parecen ser de diferentes tipos. El
arqueólogo que primero los excavó identificó lo que pensó que eran: enormes graneros para
almacenar el suministro público de grano, un gran baño o piscina sagrada y un lugar de
reunión. No obstante, los arqueólogos actuales no están tan seguros de la función de estas
grandes y bien pensadas estructuras. Al contrario que en otras civilizaciones tempranas,
todavía no ha sido posible identificar los palacios de sus gobernantes o los templos
principales.
Las zonas residenciales de las ciudades estaban planeadas de un modo muy lógico, con
una distribución ortogonal a base de calles de norte a sur que se cruzaban con calles
de este a oeste formando manzanas. Las casas de los pobladores tenían aproximadamente
el mismo diseño, con habitaciones en torno a un espacio abierto. Unas escaleras llevaban a
los pisos superiores o el tejado, mientras que las ventanas tienen elementos para sujetarles
contraventanas. Esta disposición significa que las familias podían vivir y trabajar tanto en el
interior como en el exterior, dependiendo del tiempo, y dormir en el tejado durante el calor
del verano. Alguna casas eran más grandes que las demás y tenían pequeñas
edificaciones anejas, quizá para la servidumbre.
Los gobernantes de estas ciudades se preocuparon mucho del agua potable y del
alcantarillado. Cada manzana de la ciudad tenía un pozo (algunas casas tienen pozos
privados) y construyeron un elaborado sistema para desaguar las aguas de albañal y el
exceso de lluvia.

La vida en la ciudad
La mayoría de los artesanos vivían y trabajaban en las ciudades. Estos trabajadores
especializados fabricaban gran cantidad de bienes muy apreciados, como
herramientas y armas de metal, pulseras de concha, cuentas, gres (una cerámica casi
tan dura como la roca), brazaletes, telas de algodón, sellos de piedra y cerámica.
Algunas de sus habilidades eran tan sofisticadas que todavía no comprendemos muy bien
cómo fabricaron esos objetos.
Muchos de estos productos necesitaban una gran cantidad de trabajo. Por ejemplo, un
fabricante de cuentas necesitaba trabajar durante dos semanas para producir una única
cuenta grande de cornalina (una piedra roja similar al cuarzo). Esas grandes cuentas de
cornalina era un objeto muy apreciado y caro durante la época harappa, y la gente rica
vestía collares y cinturones que podían necesitar un año de trabajo para fabricarse. La gente
menos rica llevaba cuentas de arcilla pintada de rojo. Los extranjeros también valoraban
estas cuentas de cornalina y los mercaderes las llevaron a Sumer (en lo que la actualidad es
el sur de Iraq) y otros lugares.

La vida en el campo
A pesar del gran nivel de las ciudades de la civilización Harappa Plena, la vida en los
campos siguió siendo extremadamente importante. Los arqueólogos conocen más de
1.500 asentamientos del Harappa Pleno y casi todos son poblados. Pero incluso ellos
contienen casas sólidamente construidas y sus habitantes disfrutaban de los mismos
sistemas de desagüe que los habitantes de la ciudad. Los agricultores dependían de la
irrigación para llevar agua a sus campos, donde cultivaban principalmente trigo y cebada,
además de legumbres, sésamo y verduras. En algunas zonas los agricultores también
cultivaban trigo y algodón. Animales como la oveja, el cebú (una res con joroba) y el
búfalo de agua proporcionaban leche y carne. Los vecinos de los pueblos tuvieron que
trabajar muy duro no sólo para alimentarse a sí mismos, sino también a los habitantes de las
ciudades.

Creación de un tipo de escritura


La cultura harappa es una de las que inventaron un tipo de escritura. Esta misteriosa
forma de escribir no era un alfabeto, como el actual, sino que utilizaba 40 signos diferentes
para representar sílabas (como «ba», «bi», «ta», «ti» etc.) y algunas palabras completas.
Otras escrituras tempranas de otros lugares del mundo también utilizaban un complicado
sistema que mezclaba sílabas y palabras, pero ninguno de ellos está relacionado con la
escritura harappa.
Aunque los arqueólogos han encontrado cientos de inscripciones, todas son muy
cortas y todavía no ha sido posible descifrarlas. Las inscripciones aparecen en objetos de
cerámica y herramientas de cobre, además de en distintos objetos de piedra, concha o
marfil; su intención era informar del nombre del artesano o del dueño de los objetos.

El final de una era


En algún momento en torno a 2000 a.C., la civilización del Indo comenzó a cambiar de
nuevo. La gente abandonó las ciudades para irse a vivir al campo y los artesanos
dejaron de fabricar sus productos más elaborados y caros, al mismo tiempo que los
mercaderes dejaban de emplear los sellos para marcar sus propiedades. La gente del Indo
también abandonó la escritura. En vez del estilo Harappa Pleno, en diferentes zonas del
Indo aparecieron multitud de estilos distintos de fabricar cerámica y otros objetos. Parece
como si la gente hubiera regresado al estilo de vida que había prevalecido siglos antes.
Nadie sabe qué pudo ser capaz de generar tal cambio, aunque algunos consideran que un
cambio climático pudo haber tenido algo que ver en ello. Es posible que los agricultores
dejaran de ser capaces de proporcionar suficientes suministros a las ciudades, por lo que la
gente tuvo que emigrar.
Puede que la aparición de un nuevo pueblo, llamado los arios védicos, que llegaron al
Indo desde el Asia central, también tuviera que ver en el proceso.

Etapa Harappa de la civilización del Indo

Sellos de piedra
Los pobladores de la civilización del Indo fabricaron grandes cantidades de sellos de
piedra (se han descubierto más de 2.000). Los sellos son cuadrados, con la parte posterior
redondeada y la parte delantera plana y con una imagen grabada. Las imágenes de los sellos
eran por lo general de animales; el más frecuente es un toro, pero también podía ser un
rinoceronte, un elefante, un
búfalo de agua, un unicornio o cualquier otro animal. Una línea escrita, muy probablemente
el nombre del propietario, su título o su trabajo, se graba sobre la imagen del animal.
Parece que estos sellos eran utilizados como marcas de propiedad. Por ejemplo, un
mercader podía marcar sus bienes atando una cuerda alrededor, sujetando el nudo con una
pella de barro y presionando su
sello sobre la arcilla. Cuando ésta se secara, el único modo de desatar el nudo era
rompiendo el sello.
Puesto que los sellos se utilizaban para hacer impresiones, los grabados tenían que ser en
negativo (como la escritura en un espejo), de modo que la gente pudiera leer el resultado
inverso.

Un drenaje eficiente
Las personas que edificaron las ciudades de la civilización del Indo comprendieron que era
necesario crear un sistema para evacuar el agua de albañal y el exceso de lluvia. De modo
que equiparon las ciudades con un sofisticado sistema de alcantarillas y sumideros,
que permitían que esos desechos corrieran por debajo de la ciudad y fueran a parar a
la llanura en torno al asentamiento.
Los sumideros de cada casa llevaban las aguas de albañal hasta unas cloacas que corrían
junto a las calles residenciales. Muchas de ellas eran abiertas, para poder recoger el exceso
de lluvia que, de otro modo, hubiera inundado las calles. Las cloacas desembocaban en
alcantarillas que corría por debajo de las calles.
Incluso según estándares modernos, este sistema creado por los arquitectos de la ciudad es
una impresionante obra de ingeniería. Las cloacas estaban hechas de ladrillos cocidos,
que se conservan durante mucho tiempo, y en varios puntos de su recorrido tenían
tanques para que se acumularan los desechos sólidos y no
obturaran las alcantarillas. Los arqueólogos desenterraron en la ciudad de Harappa una
alcantarilla que tenía un techo en arco de 1,5 metros de altura. El sistema de drenaje del
Indo era muy avanzado -muy pocas civilizaciones poseen algo similar-y no fue igualado
hasta la época moderna.

Pesos y medidas
El comercio era muy importante para la gente del valle del Indo, por lo que
desarrollaron un sistema uniforme de pesos y medidas, utilizado en toda la región
para regular el comercio de bienes. La mayoría de los pesos encontrados en Mohenjodaro
tienen forma de cubo y están hechos de una piedra llamada calcedonia. El peso estándar era
de unos 14 gramos. Había dos sistemas: uno para las cosas pequeñas y otro para las más
grandes y de mayor peso.
Al principio se pensó que los pesos pequeños seguían un sistema binario (1,2,4, 8,16,32,64)
y los otros un sistema decimal; pero hallazgos posteriores parecen desmontar esta teoría y
han dejado a los arqueólogos sin pistas sobre cómo funcionaba el sistema. Los pesos más
pequeños se han encontrado en las tiendas de los orfebres; los más grandes necesitaban una
cuerda o anillo de metal para levantarlos. Cuerdas con marcas nos indican que también
existían medidas estándar para la longitud.

Mohenjodaro
Mohenjodaro era la más grande de las ciudades de la civilización del valle del Indo.
Cuando esas grandes ciudades fueron descubiertas, en la década de 1920, se reconoció que
esta civilización era, junto a la mesopotámica y la egipcia, una de las grandes culturas del
mundo antiguo. Un equipo de arqueólogos británicos, dirigido por John Marshall, comenzó
a excavar Mohenjodaro en 1922. En una década de trabajo desenterró grandes zonas de la
ciudad y nos proporcionó una excepcional imagen de lo que había sido la vida en esta
ciudad India durante la Antigüedad.

Mohenjodaro: Civilización del Indo

Tamaño y población

Mohenjodaro se encuentra en la orilla derecha del Indo, en la región conocida como


Sind, en lo que en la actualidad es Pakistán. Según los estándares de la Antigüedad, la
ciudad era enorme, con una superficie de 2,6 kilómetros cuadrados y 50.000 habitantes.
Una ciudad de este tamaño tenía que confiar en sus agricultores y ganaderos para el
suministro de alimentos. Algunas de las personas que vivían en ella puede que cultivaran
jardines y campos, pero la mayoría tenían otras ocupaciones.

Oficios

Los artesanos trabajaban en talleres para hacer delicadas cerámicas, cuentas de piedra y de
concha, así como otros productos típicos de esta civilización. Otros habitantes de la ciudad
regentaban tiendas donde se vendían bienes u organizaban expediciones comerciales por el
valle del Indo y más allá. Algunas familias ricas puede que tuvieran propiedades en el
campo o que invirtieran en firmas comerciales o talleres. No cabe duda de que en la ciudad
vivían funcionarios del gobierno y sacerdotes, pero las excavaciones no han encontrado
hasta ahora demasiados restos de su presencia.
Construcciones

La ciudad contenía varios montículos separados por tramos de tierra más bajos. Los
montículos se formaron al construir la gente sus casas sobre edificaciones destruidas
anteriormente. Excavando cuidadosamente por entre los diferentes niveles de los edificios,
los arqueólogos han descubierto cómo cambió la ciudad con el paso de los siglos. Marshall
halló unos 500 años de reconstrucciones. También descubrió cómo organizaban su vida los
habitantes de la ciudad.
Mohenjodaro tienen todas las trazas de haber sido construida siguiendo un plan
predeterminado. El yacimiento tiene dos partes: al oeste un pequeño montículo
elevado y al este un grupo mucho mayor de montículos, separados ambos por varios
cientos de metros de espacio abierto.

Cerámica de la civilización del Indo

Edificaciones residenciales

La zona oriental, la más grande, contenía las zonas residenciales, en donde vivía y trabajaba
la mayor parte de la gente.
En esta sección de la ciudad, amplias avenidas formaban una cuadrícula regular de norte a
sur y de este a oeste. Las avenidas estaban conectadas a una red regular de calles más
pequeñas y de caminos entre las casas.
Los residentes de Mohenjodaro parecen haber gustado de la privacidad, pues las
entradas y las ventanas daban a las calles secundarias, mientras sin aberturas daban a
las avenidas. Las casas eran de distintos modelos. Las más pequeñas eran casas sencillas
con terrazas, cada una con una única habitación. No obstante, la mayoría de las casas tenía
varias habitaciones y un patio en donde la familia podía trabajar al aire libre. Las casas más
grandes tenían más habitaciones y varios patios; algunas contaban incluso con habitaciones
parcialmente separadas para la servidumbre. A menudo las casas tenían escaleras para subir
a los pisos de arriba o al tejado, donde la familia podía dormir en las cálidas noches de
verano. Muchas de las viviendas tenía cuartos de baño y retretes, conectados mediante
tuberías a un elaborado sistema de alcantarillado que corría por debajo de las casas.

Edificaciones Religiosas

El alto montículo del oeste posee un carácter muy diferente. Este sector de
Mohenjodaro era básicamente una gigantesca plataforma de 366 por 183 metros y
unos 12 metros de altura. Sobre ella había varios edificios que pueden haber tenido
una función religiosa o civil.
Uno de estos edificios tenía un gran contenedor de agua de 2,4 metros de profundidad, casi
como una gran piscina, en el centro. El estanque estaba cuidadosamente construido con
ladrillos y yeso, además de calafateado con asfalto para hacerlo impermeable. Dos escaleras
conducían al interior del estanque desde extremos opuestos. Alrededor del tanque había un
porche con columnas que sujetaban una cubierta; toda la estructura estaba rodeada a su vez
por varios grupos de habitaciones. El edificio, al que los arqueólogos llamaron «el gran
baño», probablemente tuviera una función religiosa y puede que fuera utilizado en rituales
que necesitaran los efectos purificadores del agua.
Junto al gran baño se encuentra otro edificio, al que los arqueólogos llamaron el
granero. Lo único que se conserva de esta estructura es una serie de bloques
cuadrados ligeramente separados, con estrechos conductos de ventilación entre ellos.
Es evidente que los bloques sirvieron como cimentación del edificio que en tiempos se alzó
en este lugar, pero nadie sabe si realmente fue un granero.
Un tercer edificio, en el otro extremo de la plataforma, fue bautizado como el salón de
asambleas. Se trata de un gran salón abierto, con filas de pilares para soportar el tejado, un
diseño adecuado para las reuniones de personas.

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Culturas del noroeste de norteamérica
Inicio » Edad Antigua » Culturas del noroeste de norteamérica

La región suroccidental de Norteamérica incluye los actuales estados estadounidenses de


Arizona, Nuevo México, Colorado y el sur de Utah. Entre los siglos III a.C. y XV d.C.,
allí se desarrollaron tres culturas agrícolas diferentes: los hohokam, los mogollón y los
anasazi.
Aunque gran parte de la región suroccidental es desierto, se producen en ella las suficientes
lluvias como para poder cultivar en algunas zonas; las culturas hohokam, mogollón y
anasazi se basaban en el cultivo del maíz.
Las tres culturas prosperaron y se expendieron entre los años 700 y 1200 d.C., coincidiendo
con un periodo de buenas lluvias en toda la región. No obstante, en el siglo XIV la mayoría
de sus poblados y ciudades habían sido abandonados. La explicación más probable es que
se trató de una combinación de sequía prolongada, malas cosechas y enfrentamiento por los
escasos recursos. Si bien esas culturas prehistóricas desaparecieron, sus descendientes -la
cultura Pueblo- continúan viviendo en la región en número de 50.000.

Cultura Hohokam
La cultura hohokam apareció por primera vez en los valles de los ríos Salí y Gila, en
el sur de Arizona, en torno a 300 a.C. Los primeros hohokam (300 a.C.-500 d.C.) vivían
en casas de cañas recubiertas de barro, colocadas en cuevas poco profundas excavadas en la
arena para mantenerlas frescas. Dado que el desierto era muy seco, excavaron canales
desde los ríos para irrigar sus campos. La caza y la recolección les proporcionaban un
suplemento alimenticio.
Entre los años 500 y 1100 d.C., los hohokam se extendieron hacia el sur y establecieron
lazos con México. Prueba de ello es el descubrimiento de patios para el juego de pelota
(similares a los utilizados por los mayas) y de objetos poco habituales como espejos de
pirita (un mineral brillante de color amarillento) y conchas. Comenzaron a cultivar
algodón y maíz y excavaron una amplia red de canales, lo que requirió una amplia
colaboración entre poblados. Esto permitió a los hohokam conseguir dos cosechas anuales -
una en primavera y la otra en verano- y mantener a una creciente población.
Entre los años 1100 y 1400, los hohokam comenzaron a incorporar aspectos del estilo
anasazi a su arquitectura. Construyeron asentamientos compactos rodeados por gruesos
muros de adobes hechos de piedra, arcilla y arena. Dentro de esos recintos construyeron
grandes casas comunales de varios pisos. Snaketown, el principal asentamiento hohokam,
ocupa más de 120 hectáreas y posee más de 100 kivas (habitaciones subterráneas utilizadas
para reuniones y ceremonias religiosas). Cuando los valles fueron finalmente abandonados,
los hohokam dejaron atrás una compleja red de canales que testimonian sus habilidades
como ingenieros; sólo en el valle del río Salt había más de 240 kilómetros de canales.

Casa de la Cultura Hohokam

Cultura Mogollón
La cultura Mogollón apareció en las montañas Mogollón de Arizona y Nuevo México
(al este de los hoho-kam) en torno a 200 a.C. Al igual que los hohokam, los mogollón
vivían en pequeños poblados de casas semi-enterradas; pero en vez de irrigar la tierra con
canales, dependían en la lluvia y la crecida de los ríos para regar sus tierras. Fueron los
primeros en fabricar cerámica en la región, probablemente tras haber importado su
conocimiento desde México. Los primeros objetos fueron marrones, pero luego se les
añadió una decoración sencilla.
Después de 700 d.C., los mogollón comenzaron a construir casas-cueva rectangulares de
piedra, con habitaciones subterráneas separadas. En torno a 1050 d.C., los anasazi se
extendieron por la región y comenzaron a convivir pacíficamente con los mogollón.
Éstos abandonaron sus casas-cueva en favor de las nuevas construcciones de varios pisos
de los recién llegados.
Asentados en la región «Four Corners» («las cuatro esquinas»), en donde se encuentran las
modernas fronteras de Arizona, Nuevo México, Colorado y Utah, los anasazi -en ocasiones
llamados «los antiguos»- fueron la más avanzada de las tres culturas suroccidentales. Los
arqueólogos dividen la cultura anasazi en varios periodos que van desde el año 100
d.C. hasta el presente.

Gráficos de
la Cultura Mogollon

Cultura Anasazi
Su historia comienza con la cultura basketmaker («fabrica cestas») (100-500 d.C.) del
valle del río Grande. “Vivían en cuevas y bastos refugios de adobe. Reciben su nombre de
las delicadas cestas que fabricaban con hojas de yuca, tan fuertemente tejidas que podían
contener agua. Calabazas y maíz eran un suplemento a los alimentos conseguidos
mediante la caza (ciervos y conejos) y la recolección. La comida se almacenaba en
cuevas subterráneas.
En torno al año 600 d.C., los basketmaker se hicieron más sedentarios y comenzaron a
cultivar judías y criar pavos. Las cuevas subterráneas de almacenamiento se transformaron
en casas rehundidas con habitaciones conectadas y estancias ceremoniales.
El cambio de la cultura basketmaker a la cultura Pueblo se produjo en torno al año
700 d.C. Por esas fechas los edificios de piedra comenzaron a sustituir a los refugios de
adobe, las casas empezaron a construirse sobre el suelo y a hacerse más grandes. Floreció
la agricultura y la creciente población no tardó en expandirse hacia el Utah, Colorado
y Nuevo México. Los Pueblo vivían en pequeños poblados de unos cien personas.
Comenzaron a comerciar con México, intercambiando turquesa por conchas, plumas de
guacamayo y campanas de cobre.

Gráficos de
la Cultura Anasazi

El cañon del chaco


El periodo Pueblo Clásico (1050-1300 d.C.) vio el zenit y el declive de la cultura
anasazi. Los asentamientos del norte fueron abandonados, lo que produjo la concentración
de una población de hasta 30.000 personas en vastos pueblos (de ahí su nombre) en
terrazas. Entre ellos se encuentran Pueblo Bonito, en el cañón del Chaco, que contaba con
una población de 1.200 personas, y Cliff Palace, en Mesa Verde.
Los pueblos del cañón del Chaco controlaban más de 150 poblados anasazi, y todos
ellos formaban una red que se extendía a lo largo de cerca de 400 kilómetros de norte
a sur. Esta red era importante porque en el cañón del Chaco sólo se podía cultivar alimento
para la mitad de esa población, de modo que una gran cantidad de comida había de
importarse. Pueblo Bonito (900-1200 d.C.) fue el mayor de los pueblos chaco y
probablemente fuera un centro administrativo y religioso. Diseñado con una
característica forma de D, con la parte recta pegada a la pared del cañón, tenía tres pisos de
terrazas con cerca de 800 habitaciones interconectadas y 40 kivas distribuidas en
semicírculo en torno a una amplia plaza central. El tejado de cada piso proporcionaba una
terraza para cocinar y para las labores artesanas. No había puertas, de modo que el acceso a
las habitaciones se realizaba mediante una escalera desde el tejado.
Una de las características más sorprendentes de la zona del Chaco es su red de
«carreteras». Tienen 9 metros de anchura, siguen un recorrido rectilíneo, alcanzan una
extensión de más de 320 kilómetros y comunican los pueblos del extrarradio con Pueblo
Bonito. Sin vehículos de ruedas o animales de tiro, no parece haber buenas razones para
construirlas, pues necesitaron de una gran cantidad de trabajo y organización.
Cuando la cultura del cañón del Chaco se derrumbó, en el año 1150 d.C., los anasazi
se trasladaron, agrupándose en pueblos más pequeños. Unos 1.250 pueblos a nivel del
suelo fueron abandonados en favor de emplazamientos más fuertemente protegidos, en la
cima de acantilados, pues una mala cosecha que afectó a amplias zonas llevó a un
enfrentamiento por los recursos que quedaban. Al mismo tiempo, muchos anasazi se
trasladaron hacia el este, hacia las montañas Rocosas. Puede que se vieran atraídos por una
nueva religión: la religión kachina, que todavía se practica en los poblados actuales y que
implica elaboradas danzas rituales. Las ceremonias a gran escala de esta religión
proporcionaban un punto focal a la vida comunitaria y pueden haber enseñado a los
descendientes de los anasazi a vivir de nuevo juntos en grandes pueblos.

Cañón del Chaco

La cerámica mimbreña
La cerámica más delicada de todo el suroeste la fabricaron los mimbreños -grupos
mogollón que vivía junto a los ríos Mimbres y Gila- entre los años 1000 y 1130 d.C..
Sus cuencos bajos poseen unos característicos dibujos geométricos y figurativos, con
personas, animales y seres míticos, blancos y negros o de color naranja-rojo. Están
bellamente pintados y revelan un sentido del diseño y del movimiento sin par en ninguna
otra cerámica del periodo. El significado de muchos de los dibujos se desconoce, pero
algunos de ellos representan peces de especies que se encuentran en el golfo de California,
que se encuentra a cientos de kilómetros de distancia. Muchos de los cuencos encontrados
en enterramientos poseen agujeros. Los arqueólogos consideran que antes de que
fueran colocados en las tumbas, los cuencos eran «asesinados» ritualmente
agujereándoles el fondo, acción que liberaría al alma del fabricante del cuenco.

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Guerreros de terracota de Qin Shi Huang


Inicio » Edad Antigua » Guerreros de terracota de Qin Shi Huang

En marzo de 1974, un pequeño grupo de campesinos excavó unos pozos en los campos
cercanos a la ciudad de Xi’an, en la parte centro-norte de China. En vez de agua
encontraron una extraordinario tesoro: una cámara subterránea que contenía un
ejército de terracota.
Cuando los arqueólogos chinos comenzaron a excavar el yacimiento -el cual comenzó a ser
conocido como Pozo 1- encontraron más de 6.000 figuras, en formación y listas para la
batalla. Los soldados eran de un tamaño mayor al natural y cada uno de ellos tenía un
rostro distinto, como si los hubieran modelado a partir de una persona real. Dos años
después, en 1976, se reprodujo la emoción del descubrimiento al hallarse cerca dos pozos
más pequeños. Ambos contenían más guerreros de arcilla con armas, caballos y carros.

Enigma del ejército escondido bajo tierra


La respuesta al enigma se encontraba en la colina de suaves laderas de unos 1.400 metros
de diámetro que se encontraba a aproximadamente 1,6 kilómetros al oeste del Pozo 1. En
realidad se trata de un túmulo funerario que esconde la tumba de Cheng, el rey del
estado de Chi’an que gobernó China como Shihuangdi («Primer emperador») entre
los años 221 y 210 a.C. Los especialistas creen que los soldados fueron enterrados en los
pozos para proporcionar protección mágica o simbólica a la tumba del emperador. Puede
que sea significativo que todos miren hacia el este, la dirección de la que procedían los
enemigos del emperador cuando estaba vivo.
Los soldados de barro cocido parecen ser una réplica del ejército real de Shihuangdi,
por lo que arrojan una fascinante luz sobre el modo en que estaban organizados los
antiguos ejércitos chinos. En el Pozo 1, una cámara rectangular de 210 por 60 metros, la
infantería está dispuesta en formación de batalla en 11 largas filas. Sus cuerpos están
hechos de arcilla local. Parece que los artesanos utilizaron moldes para las formas básicas y
luego esculpieron y pintaron los detalles concretos a mano. La cabeza y los brazos se
hicieron por separado y fueron unidos después a los cuerpos.

Guerreros de terracota de Qin Shi Huang

El ejército chino
Los soldados están en formación de cuatro en fondo en cada una de las nueve columnas
principales, y de dos en fondo en cada una de las columnas laterales. Aunque los pozos
fueron saqueados en busca de armas por soldados enemigos en el año 206 a.C., se han
conservado un número considerable de puntas de flecha, espadas afiladas como
cuchillas, gatillos de ballestas y puñales de bronce, para mostrarnos la amplitud de las
armas a disposición del ejército imperial. No obstante, los soldados no llevaban escudos
o, exceptuando los oficiales, cascos. Esto sugiere que el ejército confiaba en la agresión y la
rapidez. De hecho, los relatos históricos comparan la rapidez del ejército chino con la
lentitud de sus enemigos, que se veían entorpecidos por una pesada armadura. Esta teoría se
ve apoyada por los guerreros de arcilla, la mayoría de los cuales llevan ligeras cotas de
malla, a base de pequeñas piezas de metal superpuestas. Las ballesteros y los arqueros
vestían ropas todavía más ligeras, hechas de algodón, lo que les proporcionaría la libertad
de movimiento necesaria para ponerse rápidamente en posición y maniobrar de forma más
efectiva con sus armas.
Además de arqueros, el pozo demostró la presencia en el ejército de lanceros (cada
uno de ellos con una amenazadora pica de 2 m de longitud) y seis carros arrastrados
cada uno por cuatro caballos de arcilla. Dos de los carros llevaban tambores y campanas,
que pueden haber sido tocados por los oficiales para dar órdenes a las tropas por encima del
fragor de la batalla.
En el Pozo 2, que se encuentra sólo a 20 metros al norte del Pozo 1, se descubrieron
otros 1.410 soldados, junto a caballos y carros. Aunque más pequeño, el Pozo 3 es muy
importante, porque contiene la unidad de mando del ejército. Esto ha sido deducido a
partir de la presencia de 68 guerreros con armadura, de tamaño mayor que el natural, que
rodean a un carro vacío. Los arqueólogos creen que este selecto grupo de guardaespaldas
protegía al comandante del ejército, subido al carro, cuya estatua no ha sobrevivido.

El primer emperador

Qin-shi-huang, primer emperador de China

Fue con unos hombres feroces, móviles y disciplinados como éstos con los que Cheng
derrotó a sus enemigos y se convirtió en el primer emperador de China. Había nacido
en torno al año 258 a.C. y fue coronado rey de Ch’in en 246 a.C., a la edad de 12 años.
Por esas fechas, los siete estados de China estaban luchando unos contra otros por la
supremacía, pero tal y como sugieren los soldados de arcilla, Cheng utilizó sus masivas
formaciones de infantería para aplastar a los demás estados. Cheng consiguió destruir a sus
enemigos y en el año 221 a.C. había unificado China.
Práctico y enérgico, Cheng -ahora llamado Shihuangdi- no tardó en dejar su sello en el país
y su gente. Gobernando desde la capital, Chanyang, fortaleció el papel del gobierno
central. Mandó construir una red de canales y carreteras y creó una barrera
defensiva de 4.800 kilómetros de longitud que llegó a conocerse como la Gran
Muralla.
No obstante, mientras que el emperador podía ser progresista en ciertos campos, en otros
era despiadado e intolerante. También era muy supersticioso y le tenía pavor a la idea de
morir. Su miedo a la muerte le animó a comenzar a construir su tumba nada más
convertirse en rey de Ch’in.
Finalmente, Shihuangdi murió de una enfermedad en el año 210 a.C. y, sólo cuatro
años después, el imperio que había esperado que durara para siempre fue
reemplazado por la dinastía Han. El primer emperador fue adecuadamente enterrado en
una tumba junto a alguna de sus esposas y aquellos desgraciados artesanos que conocían
sus secretos. Más de 22 siglos después, su tumba continúa intacta bajo la atenta mirada de
sus guerreros de terracota, mientras sus secretos todavía aguardan a que alguien los saque a
la luz.

Los tesoros de la tumba


Mientras que los soldados de terracota que guardan la tumba de Shihuangdi han sido
contemplados por millones de turistas, el contenido de su tumba continua oculto a los ojos
del mundo moderno. No obstante, a pesar de que todavía no ha sido excavada, es posible
imaginar los tesoros que puede contener gracias a las obras del antiguo historiador chino
Sima Chian (en torno a 145-90 a.C.)
Por la descripción que Chian hace de la tumba, ésta parece un lugar de maravilla.
Bajo un cielo pintado de estrellas, Chian menciona la presencia de una gigantesca
maqueta esculpida que representa un paisaje con sus palacios y torres, creado para
representar las tierras del emperador. Los ríos y mares están formados por corrientes de
mercurio. Las pruebas realizadas por científicos actuales han demostrado la presencia de
grandes cantidades de mercurio en la zona de la tumba, respaldando la descripción de
Chian.
A pesar de todo, cualquiera que intente penetrar en la tumba para ver estas maravillas hará
bien en leer con detenimiento la descripción que hace Chian de sus defensas. Parece que la
tumba está protegida por un elaborado sistema de trampas, con ballestas cargadas listas
para disparar, colocadas en las entradas.

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La tumba de Tutankamón
Inicio » Edad Antigua » La tumba de Tutankamón

La mayor parte de los faraones egipcios se recuerdan porque fueron grandes soldados
conquistadores o porque construyeron gigantescos templos y tumbas. Tutankamón no fue
ni un gran soldado ni un gran constructor, sin embargo es el más conocido de los
faraones.
Esta circunstancia se debe al dramático descubrimiento de su tumba en 1922. Al contrario
que el resto de tumbas reales, nunca fue saqueada y por ello estaba llena de magníficos
tesoros.
Tutankamón nació aproximadamente en 1341 a.C. Sólo reinó durante nueve años y
murió antes de cumplir los 20 de edad. A pesar de que no se sabe a ciencia cierta quiénes
fueron sus padres, los candidatos más probables son Amenhotep IV (conocido
posteriormente como Akhenatón) y su reina, Nefertiti.
Con el nombre de Tutankhatón, el niño fue criado en la nueva capital real: Akhetatón. Su
probable padre había rechazado a los dioses tradicionales de Egipto en favor de un nuevo
dios, Atón, y trasladado la Corte desde la antigua capital, Tebas. Al contrario que los
antiguos dioses, Atón no era representado como una persona o animal, sino como el Sol. La
estrecha relación de Tutankhatón con la familia real se ve enfatizada por su matrimonio con
la hija de Akhenatón, Ankhesenpaatón, mucho mayor que él y probablemente su hermana.
Este matrimonio dio más consistencia a las aspiraciones de Tutankhatón al trono.
Cuando Akhenatón murió, parece que Esmenkhare, hermano de Tutankhatón, se sentó en el
trono durante un breve periodo antes de este, con nueve años de edad, le sucediera. Su
nombre fue cambiado a Tutankamón y se abandonó la ciudad de Akhetatón. El
traslado de la corte real a Menfis y la restauración de Amón como dios principal de Egipto
sugieren que los consejeros del joven rey se oponían a las ideas de su padre y querían
regresar a la ideología tradicional.
Tutankamón murió cuando tenía unos 18 años de edad. Se desconoce si fue como
consecuencia de una conjura contra él, pero su cuerpo no presenta inusuales signos de
violencia. Su muerte ciertamente inesperada, puesto que no se había preparado todavía una
tumba para él en el Valle de los Reyes. En vez de ello se adecuó con rapidez una pequeña
tumba no real -quizá destinada a un cortesano apreciado- y durante los 70 días que duraba
la momificación del cuerpo se decoraron sus paredes.
La modesta naturaleza de la tumba implicó que, al contrario que algunas de las más grandes
y magníficas tumbas del Valle de los Reyes, la de Tutankamón fue primero ignorada y
posteriormente olvidada, especialmente después de que se echaran sobre su entrada los
escombros producidos por la excavación de la cercana tumba de Ramsés VI. El faraón-niño
permaneció sin ser molestado durante más de 3.500 años, hasta que su tumba fue
descubierta por el arqueólogo inglés Howard Cárter en 1922.

Tumba de Tutankamón

El descubrimiento de la tumba de Tutankamón


Patrocinado por el aristócrata Lord Carnarvon, Cárter había estado trabajando en el Valle
de los Reyes desde 1915. El 4 de noviembre de 1922, sus trabajadores descubrieron un
grupo de escalones que conducían a una entrada bloqueada. Los sellos del acceso estaban
intactos y mencionaban al dueño de la tumba: Tutankamón. Detrás de esta entrada, un
corredor conducía a una segunda puerta. Cárter abrió un pequeño agujero en ella para ver
qué es lo que había detrás. Lo que vio fue, según sus propias palabras: «por todas partes el
brillo del oro». Estaba mirando dentro de la primera de las cuatro habitaciones de la nimba
que, si bien pequeñas, estaban repletas de tesoros.
La primera habitación, la Antecámara, medía 7,8 x 3,5 metros. Los objetos más notables
eran tres lechos rímales chapados en oro con forma de animales sagrados apilados contra el
muro trasero y, a la izquierda de la entrada, un grupo de seis carros desmontados. Dos
puertas conducían fuera de la Antecámara. La primera, a la izquierda, conducía a una
pequeña habitación llamada el Anexo, que parece haber sido donde se almacenaron la
comida, vino y aceites para el rey. La otra entrada, a la derecha, estaba completamente
bloqueada y guardada por un par de estatuas del rey a tamaño natural. Esta entrada
conducía a la cámara funeraria.
Al igual que las otras habitaciones, la Cámara Funeraria era muy pequeña para ser la tumba
de un faraón, sólo medía 6,37 x4,02 metros. Es la única habitación de las cuatro con
decoración pintada en los muros. Pero lo que es más importante, fue allí donde reposaba el
propio Tutankamón.
Pasada la Cámara Funeraria había otra pequeña habitación más. Se llamó el Tesoro,
principalmente por la soberbia calidad de los objetos encontrados en su interior, que
incluían maquetas de barcos, altares de oro y cajas de joyas. En el Tesoro también había
dos ataúdes en miniatura, cada uno de ellos con un feto momificado en su interior. ¿Se trata
de los nonatos hijos del faraón y fue por ello por lo que Tutankhamón no dejó herederos
que le sucedieran? El misterio puede que no se resuelva nunca.
Desgraciadamente, Lord Carnarvon no llegó a conocer qué se escondía dentro del
sarcófago de Tutankamón, pues murió antes, en abril de 1923 y por entonces la larga tarea
de vaciar la tumba y conservar los objetos de su interior apenas había comenzado. El
trabajo fue finalmente completado en 1932 por Cárter, que murió siete años después. El
monumento conmemorativo de Carnarvon y Cárter es la maravillosa colección de objetos
procedentes de la tumba de Tutankamón que ellos descubrieron, además de la historia de lo
que seguramente sea uno de los más emocionantes y espectaculares descubrimientos
arqueológicos realizados hasta el momento.
Rostro de la tumba de Tutankamón

La máscara funeraria
La máscara es sólo una parte del gran tesoro encontrado en la cámara funeraria. El cuerpo
momificado estaba guardado en el interior de varios sarcófagos, uno dentro de otro, como si
se tratara de una muñeca rusa. Dentro de un sarcófago de cuarcita había un ataúd de madera
de ciprés cubierta por una fina capa de oro. En el interior de éste había un segundo ataúd de
madera chapada en oro, elaboradamente decorado con materiales preciosos, incluidas
fayenza, obsidiana y lapislázuli. Finalmente, había un ataúd de oro macizo que pesaba 110
kg. Cuando se levantó la tapa de este último, reveló el cuerpo momificado y la máscara
funeraria de oro de Tutankamón. Las manos del rey también estaban cubiertas de oro y las
vendas escondían una impresionante cantidad de joyas.

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Culturas del Sureste de Asia
Inicio » Edad Antigua » Culturas del Sureste de Asia

El territorio continental del sureste de Asia es una vasta región que incluye los países
de Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia, Camboya y Singapur. A pesar de la
diversidad de la región, las lenguas y culturas de estos pueblos comparten muchos rasgos
comunes.
La historia de la región se ha visto muy influida por tres principales sistemas fluviales, los
ríos Chao Phraya, Mekong y Rojo. Cada uno posee un fértil delta y se desborda cada año,
lo que produce las condiciones ideales para cultivar arroz, el alimento básico del sureste de
Asia antiguo.
Los primeros pueblos del sureste de Asia eran cazadores-recolectores, pero sobre
5.000 años a.C., algunos de estos grupos ya se habían hechos sedentarios y comenzado
a cultivar. Los historiadores no tienen demasiada certeza sobre el momento en que el
cultivo del arroz llegó a la región, pero es probable que fuera introducido por gente que
venía de la cuenca del Yangtze, en el sur de China. Cualesquiera que sean sus orígenes, el
cultivo del arroz ya se había difundido para 3.000 años a.C.
El siguiente avance importante fue el descubrimiento de cómo trabajar el metal. La
producción de objetos de bronce en el sureste asiático comenzó en torno a 2.000 años a.C.,
mientras que el trabajo del hierro comenzó después, en torno a 500 a.C. Al principio, los
historiadores creyeron que el trabajo del metal había sido introducido desde China, pero
ahora se piensa que los habitantes locales desarrollaron sus propios métodos. Un indicio de
que se estaban desarrollando sociedades más complejas.

Cultura Dong Son


Escultura de la Cultura Dong Son

La cultura Dong Son del valle del río Rojo es una de las mejor conocidas de estas
primeras civilizaciones, gracias a los delicados bronces que se han encontrado en sus
tumbas. Concretamente, hacia el año 500 a.C. los Dong Son ya estaban produciendo unos
enormes tambores de bronce decorados con figuras geométricas incisas y modeladas, y con
escenas de la vida cotidiana. Uno de estos tambores pesa 70 kilos y para hacerlo
necesitaron fundir más de una tonelada de mena de cobre. Los tambores se han encontrado
en una amplia zona del sureste de Asia, lo que indica que los Dong Son tenían un
floreciente comercio con otras culturas. Poco más se conoce sobre los Dong Son, excepto
que eran gobernados por caciques y que su sociedad estaba estructurada en clases. En el
año 43 d.C., las zonas controladas por los guerreros Dong Son fueron incorporadas a
China.Hacia el final del primer milenio a.C., muchos reinos del sureste de Asia estaban
gobernados por un cacique y una clase noble basada en el poder hereditario. Dado que
estos reinos no tenían fronteras fijas y su poder político dependía de la habilidad de sus
gobernantes para enfrentarse a sus enemigos y formar alianzas, no se trataba de reinos en el
sentido habitual del término. En ocasiones los historiadores usan la palabra sánscrita
mandala para describir un «Estado» semejante. Cada sociedad se centraba en sí misma y su
gobernante, mientras que sus fronteras se ampliaban y reducían según los distintos
gobernantes fueran firmando alianzas. Los mandalas* aparecían en los valles de los ríos y
en lugares donde se cruzaban rutas comerciales. Algunas de esas sociedades
construyeron asentamientos con murallas y fosos; otros crearon centros de comercio, a
menudo comunicados mediante canales.
Durante el primer milenio a.C., las culturas del sureste de Asia estuvieron muy influidas
por sus contactos con dos potencias sobresalientes -China y la India-, pero de forma
diferente. El contacto con China era sobre todo de tipo político y militar. Algunas zonas de
la región, como lo que hoy es el norte de Vietnam, fueron anexionadas y gobernadas como
provincias, mientras que otros mandalas* fueron obligados a pagar tributo a la corte china.
India, por el contrario, no intentó ni conquistar ni colonizar el sureste de Asia. Los
contactos iniciales probablemente fueran debidos a los mercaderes indios. La demanda
romana de productos orientales, como oro, especias y seda, unida a los avances indios
en la construcción de barcos, animó a los mercaderes indios a partir con los vientos
del monzón hacia las zonas costeras del sureste de Asia para comerciar. Gradualmente
fueron surgiendo asentamientos en torno a los puertos. Parece probable que algunos
mercaderes se casaran con mujeres locales y que las ideas y creencias indias transformaran
lentamente estos puertos en reinos hindúes-budistas.

Oc Eo Y Funan
Las excavaciones en Oc Eo, en el actual Vietnam, han revelado los restos de un gran puerto
que floreció entre los siglos I y VI d.C. y que estaba conectado mediante canales con otros
asentamientos. Oc Eo obtenía su alimento de los agricultores de arroz del delta del
Mekong. Sus ciudadanos hacían joyas de cristal, adornos de estaño y cerámica, e
importaban bienes desde tan lejos como Roma. Los chinos llamaban «Funan» (el Puerto de
Mil Ríos) a la región en torno a Oc Eo y, según sus datos, los puertos del delta trataban con
bronce, plata, oro y especias.
La gente del sureste de Asia parece haber adoptado los aspectos de las culturas india y
china que estaban en armonía con sus propias sociedades. Las primeras inscripciones
encontradas en la región están en sánscrito, que también influyó en muchas de las
lenguas locales. Las religiones hindú y budista, junto a sus propios estilos artísticos y
arquitectónicos, también fueron aceptadas con rapidez por la mayoría las personas del
sureste asiático.

Cultura Funan

Vietnam: una colonia rebelde en Asia


En el valle del río Rojo existía una fuerte cultura local antes de la ocupación china, en torno
a 100 a.C. El poder era ostentado por jefes tribales, que eran grandes terratenientes
con muchos granjeros bajo su control. Cuando los chinos ampliaron su gobierno hasta
esta región, la dividieron en distritos militares encabezados por gobernadores chinos. Los
chinos construyeron carreteras, canales y puertos, introdujeron el arado y animales
de carga para arrastrarlo, además de traer nuevas armas y herramientas y avanzados
métodos mineros. Durante aproximadamente una centuria, los chinos permitieron que los
jefes locales conservaran cierto poder, pero en el siglo I d.C. los señores locales fueron
reemplazados por funcionarios chinos y China comenzó a explotar los vastos recursos de
Vietnam como la madera, metales preciosos, perlas y marfil, además de cobrar impuestos a
los campesinos.

Dinastia Han: escultura de un caballo

La dinastía Han (202 a.C.-220 d.C.) intentó volver más china a la población local
suprimiendo las costumbres y creencias locales e imponiendo la enseñanzas del
confucianismo, de la lengua china e incluso los ropajes y peinados chinos. Algunos de
los cambios fueron beneficiosos y se aceptaron, pero otros enconaron mucho los ánimos.
La primera gran rebelión contra los chinos tuvo lugar en el año 40 d.C. y fue
encabezada por una noble llamada Trung Trac, cuyo esposo había sido ejecutado por
los chinos. Ella, junto a su hermana y los seguidores armados de los jefes locales,
consiguieron apoderarse de un cierto número de fortalezas chinas y crearon un reino
independiente. Tres años después, éste era aplastado por un gran ejército Han y las dos
hermanas ejecutadas. Vietnam fue sometido entonces a renovados intentos por volverlo
completamente chino. Las rebeliones siguientes fueron aplastadas con rapidez. No
obstante, en el año 939 d.C. fuerzas vietnamitas dirigidas por el general Ngo Quyen
consiguieron al fin derribar el gobierno chino y declarar independiente el país.

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Imperio Babilónico
Inicio » Edad Antigua » Imperio Babilónico

El Imperio babilónico fue uno de las más importantes del mundo antiguo. El babilonio
era un pueblo muy sofisticado, que construyó grandes ciudades e invento la astronomía, el
calendario lunar y el zodiaco. También fueron grandes maestros del álgebra y las
matemáticas avanzadas.
La capital del Imperio babilónico era Babilonia, situada en la llanura mesopotámica que
rodea al río Éufrates. La primera dinastía babilónica fue fundada en torno a 1890 a.C,
cuando un rey de la dinastía amorrita creó un reino en torno a su capital, Bab-ilu,
situada cerca del Éufrates. Fue el comienzo del Imperio Antiguo babilónico, que duró
hasta cerca de 1600 a.C.

Reinado de Hammurabi en Babilonia


En 1792 a.C., un joven y enérgico rey llamado Hammurabi heredó el trono. Poco a poco
construyó un amplio imperio que se extendía desde Asiria, en el norte, hasta el golfo
Pérsico, en el sur. Para mantener el orden dentro de sus dominios, Hammurabi desarrolló
un elaborado código legal. Puso en marcha eficientes sistemas para organizar la
defensa del país, administrar justicia, recaudar impuestos y controlar el comercio y la
agricultura. Fue la época dorada del Imperio Antiguo, durante el cual florecieron en
Babilonia las artes y las ciencias.
Mapa del Imperio babilónico y asirio

Tras la muerte de Hammurabi, sobre 1750 a.C., Babilonia sufrió diversos ataques.
Finalmente, en 1595 a.C. la capital fue saqueada por los hititas, procedentes de
Anatolia. No fueron ellos, sin embargo, sino los kasitas, procedentes del este, quienes
finalmente heredaron el reino. Durante los siguientes 440 años, los reyes kasitas
gobernaron Babilonia, hasta que fueron expulsados en 1155 a.C. Comenzó entonces una
época turbulenta para Babilonia, durante la cual una serie de poderosas dinastías reinaron
cada una durante un breve periodo de tiempo.
A comienzos del primer milenio a.C., el poder de los asirios, al norte, estaba en su apogeo.
En el siglo VII a.C. los asirios saquearon Babilonia y se hicieron con el control de la región.
Pero el Imperio asirio estaba en pleno declive y, en el año 626 a.C., un general de Caldea
(una región meridional de Mesopotamia) llamado Nabopolassar, reconquistó la
ciudad y restauró la independencia babilónica. Su victoria dio comienzo al periodo de
mayor grandeza de la historia de Babilonia.

El imperio nuevo
Nabopolassar, que gobernó entre los años 625 y 605 a.C., afirmó que era el «hijo de un don
nadie», pero durante su gobierno Babilonia se convirtió de nuevo en un poderoso imperio.
Ayudado por sus aliados, los medos de Persia, Nabopolassar derrotó a los asirios y reclamó
sus tierras. En 605 a.C., su hijo Nabucodonosor derrotó al ejército egipcio en la batalla
de Carquemish, siendo coronado rey poco después. Su reinado (605-562 a.C.) fue el
punto culminante del Imperio Nuevo babilónico.
Nabopolassar había comenzado un programa de reconstrucción en Babilonia. El nuevo rey,
Nabucodonosor, continuó la labor de su padre. Construyó unas murallas más fuertes,
nuevos palacios y templos, además de los bellos jardines colgantes de Babilonia para su
esposa.
Nabucodonosor también amplió las fronteras del imperio de su padre, derrotando a
Siria y al reino de Fenicia, a orillas del Mediterráneo. Desde allí continuó hacia el sur
para conquistar los reinos de Israel y Judá, capturando la capital de este último,
Jerusalén, en el año 597 a.C. Tras esta conquista, el rey de Judá y miles de ciudadanos
judíos fueron llevados encadenados a Babilonia. Cuando, diez años después, Jerusalén se
rebeló, la ciudad fue saqueada y de nuevo muchos de sus ciudadanos fueron deportados a
Babilonia.
Los Jardines Colgantes de Babilonia

Tras Nabucodonosor, la gloriosa historia de Babilonia declinó. El último de sus reyes


fue Nabónido, que gobernó entre los años 556 a.C. y 539 a.C. Era un personaje
misterioso; un anciano erudito que parecía más interesado en la religión que en resolver los
problemas de Babilonia. En torno a 550 a.C., de improviso, Nabónido se marchó a vivir a
Taima, un oasis del desierto Arábigo.
Permaneció allí durante diez años, dejando a su hijo mayor, Belshazzar, a cargo de
Babilonia. En 539 a.C. los persas invadieron Babilonia y en las batallas que hubo tanto
Nabónido como Belshazzar resultaron muertos. Babilonia fue conquistada y convertida en
una provincia del Imperio persa.

La sociedad babilónica
La sociedad babilónica estaba formada por tres grupos diferentes: los aristócratas, los
ciudadanos libres (la gente del común) y los esclavos. Por lo general, los aristócratas eran
funcionarios del gobierno, líderes militares, sacerdotes, ricos terratenientes y pudientes
mercaderes. Los ciudadanos libres eran artesanos, mercaderes, granjeros y escribas. Los
esclavos se encontraban en la parte inferior de la jerarquía, pero algunos de ellos poseían
unos limitados derechos: podían poseer tierras e incluso, en determinados casos, comprar su
propia libertad. Las mujeres también podían poseer tierras, pero aparte de eso tenían pocos
derechos. Nunca recibían educación, por ejemplo, pues sólo los niños tenían permitido ir al
colegio.
La mayor parte de los habitantes de Babilonia se dedicaban a trabajar los campos. La
lisa llanura existente entre los ríos Tigris y Eufrates era muy fértil, pues cada primavera los
ríos se desbordaban, depositando un rico limo sobre el terreno. Cuando las aguas de la
inundación se retiraban, una red de canales artificiales sacaba agua de los ríos para
irrigar los campos. Los campesinos cultivaban cebada y sésamo, verduras y frutas.
También tenían abejas para producir miel y cultivaban flores, como lotos y lirios, para
hacer perfume. Rebaños de cabras, ovejas y ganado vacuno pastaban en los ricos campos.
La mayor parte de la tierra no pertenecía a los apicultores, sino al rey o a los sacerdotes y
nobles de modo que muchos granjeros tenían que arrendar los terrenos que cultivaban.
Muchos habitantes de la ciudad era mercaderes o artesanos. Los mercaderes viajaban
a grandes distancias para comerciar, intercambiar telas, grano y productos
manufacturados por madera, piedra y metales preciosos. En Babilonia no abundaban
los materiales de construcción, de modo que la madera y la piedra era muy valiosos.
Los artesanos eran muy hábiles y estaban agrupados en gremios. Para poder ser admitidos
en el gremio, los chicos tenían que ser primero aprendices de un maestro artesano y
aprender el oficio.

La ciencia y las matemáticas en el Imperio babilónico


Los babilonios eran unos destacados científicos y matemáticos. Inventaron el
calendario lunar, que dividía el año en 12 meses basados en las fases de la Luna. Los
meses estaban divididos en semanas de siete días y cada día dividido en 24 horas. De la
misma forma que los sumerios, ellos también dividían las horas en 60 minutos.
En matemáticas, destacaron en geometría y álgebra, pues llegaron a comprender las
raíces cuadradas y las fracciones. Eran hábiles doctores y nos han dejado detallados
registros de los síntomas de muchas enfermedades y sus curas. Poseían un buen
conocimiento de la anatomía humana y comprendían la circulación de la sangre.
Los babilonios hablaban acadio, una lengua semítica. Escribían en cuneiforme, el
sistema de escritura desarrollado por los sumerios. Se han descubierto varios miles de
documentos escritos sobre tablillas de arcilla. Muchos son registros mercantiles, contratos
legales, recibos y préstamos. Otros hablan de victorias militares, pruebas matemáticas,
oraciones e incluso algunos son obras de ficción literaria.

Los dioses del destino en el Imperio babilónico


Los babilonios adoraban a muchos de los mismos dioses que los sumerios. Sus deidades
representaban a las poderosas fuerzas de la naturaleza o cuerpos celestes como el Sol, la
Luna y las estrellas. Ishtar, la diosa del amor y la guerra, representaba al planeta
Venus, mientras que Adad era el dios de la tormenta y los vientos. Cada ciudad
babilónica poseía su propio dios tutelar. El dios tutelar de Babilonia era Marduk el Creador.
Los babilonios creían que sus dioses eran responsables de su destino. Signos en el
firmamento, sueños y acontecimientos inusuales predecían para ellos el futuro. Por eso los
babilonios se convirtieron rápidamente en expertos astrónomos, que estudiaron y guardaron
registros de los movimientos de las estrellas cada noche. Podían predecir eclipses de Sol y
Luna, e inventaron muchos de los nombres que todavía hoy damos a las
constelaciones.

La ley babilónica
Los babilonios poseían un código legal completo, aplicado en todo el imperio. La ley
estaba, literalmente, escrita en piedra, pues se grabó en tablillas de este material. El
grupo de leyes más conocido es el Código de Hammurabi, escrito en torno a 1760 a.C. El
código era muy largo, pues contenía 282 artículos, y su objetivo declarado era «hacer que
prevalezca la justicia en la tierra, destruir al infame y al malvado, que el fuerte no pueda
oprimir al débil».
No obstante, la ley no era igual para todos. El mismo crimen tenía un castigo diferente
según quién fuera el que lo había cometido y contra quién hubiera sido cometido. Por
ejemplo, si un aristócrata hería a otro, la norma era «ojo por ojo y diente por diente»; en
otras palabras, que el criminal debía sufrir el mismo daño que él había causado a la víctima.
Sin embargo, si un aristócrata dañaba a un plebeyo o un esclavo, el castigo era más suave y
sólo tenía que pagar una multa.
Los castigos de la ley babilónica incluían multas, golpes, mutilaciones y ejecuciones.
La cárcel y los trabajos forzados no existían. Si un cirujano mataba a un paciente durante
un operación importante, podía sufrir la amputación de la mano. Un arquitecto que hubiera
construido una casa que se derrumbara sobre su dueño y lo matara podía ser ejecutado.
También había leyes para gobernar la vida familiar. Los hombres podían divorciarse
de sus esposas y tenían permitido tener amantes. Asimismo, podían vender a sus
esposas e hijos como esclavos. Las mujeres, sin embargo, sólo podían divorciarse de sus
esposos si podían demostrar que habían sido maltratadas o tratadas con crueldad, corriendo
el peligro de perder la vida si no podían demostrar sus acusaciones. La ley también se
ocupaba de los niños: un hijo que golpeara a su padre podía terminar con la mano cortada.

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Cultura China
Inicio » Edad Antigua » Cultura China

La cultura China forma un mundo aparte, de fuerte aislamiento. Tan sólo en las épocas
prehistóricas, en especial el Neolítico, podemos señalar algún contacto entre mundos tan
distantes. La cerámica con espirales pintadas de la cultura china de Yang-Chao, en el III
milenio, se parece a la del Sur de Rusia y del Danubio en la misma época. Ha sido traída
del Oeste, quizás por los primeros chinos, agricultores y ganaderos que llegan de las
comarcas del Turquestán, donde estuvieron en contacto con caucásicos e indogermanos y
con otros grupos mogoles, los uraloaltaicos y turcos.

La gente ya vivía en la gran región que en la actualidad llamamos China mucho antes
del comienzo de la historia escrita. Los antepasados de los chinos actuales crearon
asentamientos agrícolas cerca de dos poderosos ríos, el Huang He (Amarillo) y el Chang
Jiang (Yangtze), hace unos 9.000 años.
Cerca del Huang He o río Amarillo, más septentrional, los primeros asentamientos
agrícolas consistían en casas de madera enlucidas con barro y techadas con cañas. Los
granjeros cultivaban una planta llamada mijo, además de pescar en el río y cazar.
Más al sur, la gente construía casas sobre pilotes en la pantanosa tierra cercana al Chang
Jiang o «río Largo». Cultivaban arroz en las anegadas tierras y los arqueólogos han
encontrado un temprano asentamiento datado en 6000-5000 a.C. Las excavaciones han
demostrado que estos primeros chinos utilizaban herramientas de piedra y criaban búfalos,
cerdos y perros.
Historia primitiva de la Cultura China
La emigración de la cultura china debe ponerse en relación con los movimientos de
pueblos en el III milenio, uno de los cuales llevó a los tocarios (indoeuropeos) hasta el
Turquestán oriental. La emigración debió ser rápida, y los chinos conservaron relatos
míticos de sus orígenes y de su llegada al territorio por el desierto de Gobi. A mediados del
III milenio llegaron a la región del Hoang-ho, bajo el mando del patriarca Yao. Después
se forman las dinastías Hia y Chang o Yin, durante las cuales ocuparon una fértil zona
entre el Hoang-ho y el Yang-Tse-Kiang. Restos de poblaciones primitivas y elementos
mogoles de la rama tibetobirmana y siamesa, que ocupaban el país, siguieron resistiendo en
algunos núcleos meridionales a la absorción china.

La dinastía Shang
En torno a 3000 a.C., los habitantes de estos asentamientos estaban comenzando a
protegerlos con muros de tierra. Las comunidades se hicieron más grandes bajo el liderazgo
de gobernantes fuertes, muchos de los cuales aparecen en las leyendas chinas. Los
gobernantes pasaban el poder a sus hermanos o hijos. La primera dinastía, o familia
gobernante, en dejar pruebas históricas fue la de los Shang.
La dinastía Shang, que gobernó una amplia zona en torno al río Huang He, data de
1766 a.C. Por esas fechas, los chinos aprendieron a hacer bronce y la gente del periodo
Shang utilizó este conocimiento para hacer herramientas, armas y recipientes.

Grabado de la dinastia Shang

La gente del periodo Shang estaba gobernada por un sacerdote-rey que era llamado «Hijo
del Cielo». Se adoraba a los espíritus de los antepasados reales y se les consultaban las
decisiones más importantes; también había muchos dioses, sobre todo el del sol -
considerado una figura paterna- y la tierra, una figura materna. Los reyes Shang y sus
nobles cazaban ciervos, jabalíes, tigres y lobos. Se piensa que tuvieron varias capitales, una
detrás de otra, y se sabe que en torno a 1400 a.C. hicieron de Anyang su capital.
Anyang creció hasta convertirse en una ciudad simétrica fuera de la ciudad, con
palacios y templos para el rey y los nobles, que viajaban con lujo en carros tirados por
caballos. Las casas de la gente normal estaban hechas de adobes y cañas, con techos de
paja.
En Anyang se han encontrado muchas reliquias Shang, incluidas más de 10.000 piezas de
hueso y concha de tortuga cubiertas de escritura. La escritura Shang tiene más de 3.000
signos y era una forma antigua de escritura pictográfica china. Estos huesos y fragmentos
de concha de tortuga reciben el nombre de huesos oraculares, puesto que eran utilizados
como medio para ponerse en contacto con los dioses. Se escribían preguntas sobre ellos y
luego eran calentados hasta que se rompían. Los sacerdotes examinaban las fragturas y,
supuestamente, la forma de las mismas respondía a las preguntas.
Hacia el oeste, el territorio era gobernado por otra dinastía, llamada Chou, a quienes
los Shang consideraban bárbaros. No obstante, ambos grupos convivieron pacíficamente
durante muchos años. Luego, los guerreros tribales Chou guerrearon largo y tendido contra
los Shang y terminaron venciéndolos.

Mapa de la
dinastia Shang

La dinatía Chou
Los Chou se convirtieron en la dinastía gobernante en torno a 1050 a.C., y el soberano
dividió su reino en más de cien estados, cada uno dirigido por un jefe local. Para
controlar las nuevas tierras, los gobernantes Chou crearon un sistema feudal unos 2.000
años antes de que algo similar apareciera en Europa. Por debajo del soberano, la clase
gobernante Chou estaba formada por cinco categorías de nobles. Cada categoría arrendaba
tierras a los nobles de la categoría inmediatamente superior a la suya y toda la tierra era
trabajada por plebeyos, que también tenían que cuidar de sus propias tierras, ayudados por
la clase más baja de la sociedad Chou, los esclavos.
El soberano residía en la capital, Hao, cerca de la actual Chi’an, próxima a la orilla
del río Huang He. Cada soberano Chou era sucedido por su hijo mayor y todos se
esforzaron en mantener unidos los estados.
Sin embargo, en el siglo VIII a.C. un débil soberano Chou causó problemas. Se llamaba Yu
y no era un buen gobernante. Pasaba gran parte de su tiempo con su amante y su
comportamiento enfadó mucho a los nobles, en especial a los que eran familiares de su
esposa. Finalmente, perdieron la paciencia con él y lo derrocaron.
Una leyenda china nos proporciona un colorido relato de la caída de Yu. Según la historia,
un día Yu decidió gastar una broma para divertir a su amante. Ordenó que se encendieran
fuegos en la cima de las colinas que rodeaban la capital, que era la señal convenida para
advertir a los nobles de que ésta corría el riesgo de ser atacada. Los nobles enviaron de
inmediato a sus ejércitos, sólo para encontrarse con que no existía tal amenaza y de que
todo era una broma. Mientras Yu y su amante encontraban divertido el enfado de los
soldados, otros se divirtieron menos. El suegro de Yu estaba particularmente enfadado.
Reunió un ejército entre las tribus del oeste y encabezó una invasión de verdad. Yu mandó
que se encendieran de nuevo las fogatas, pero esta vez los nobles ignoraron la señal. Yu fue
asesinado y su amante secuestrada por los guerreros.
En el año 771 a.C., el hijo de Yu -el nuevo soberano- trasladó la capital Chou más al este, a
Luoyang. Los estados individuales del reino Chou comenzaron por entonces a separarse
territorialmente, entrando en guerra entre ellos cada vez más a menudo. Ambiciosos
señores locales luchaban por el poder, lo que supuso un creciente desorden. En estas
inestables condiciones, muchos pensadores intentaron encontrar vías para reunir a la gente
en armonía. Entre ellos hubo dos hombres cuyas ideas tendrían un impacto duradero en la
vida china: Laozi y Confucio.
Mapa de la
dinastia Chou

La era de la Filosofía
Laozi

Laozi (un nombre que significa «Anciano filósofo») vivió en el siglo VI a.C. Poco es lo que
se conoce sobre él aparte de las leyendas, pero sabemos que creía que lo más importante
para la gente era vivir sus vidas del modo más sencillo posible y en armonía con la
naturaleza. Su Tao o «Camino» contiene patrones de la naturaleza y sus seguidores
posteriores, llamados taoístas, intentaban vivir de acuerdo a sus enseñanzas. Según la
leyenda, Laozi intentó dejar su estado natal de Honan cuando era un hombre anciano.
Pero el guardián de la frontera, que era un gran admirador del Tao, no le dejó salir
hasta que no hubo escrito sus enseñanzas, que sólo se conocían por vía oral. Laozi
accedió y escribió 81 poemas cortos, que desde entonces no han dejado de estudiarse.
Los expertos creen que este libro, titulado Te Ching («El clásico del Camino y la Virtud»)
probablemente fuera escrito por seguidores taoístas cientos de años después.

Confucio

Confucio (551-479 a.C.) es la versión latina del título chino Kongfuzi, que significa
«Gran maestro Kong». Es el título que se le dio a Confucio, nacido Kong Qui, en el Estado
Chou de Lu. El padre de Confucio murió cuando él era todavía muy joven y trabajó duro
par ayudar a su madre. Pasaba el tiempo estudiando, así como practicando la arquería y la
música. Cuando tenía 22 años, Confucio se convirtió en profesor de historia y poesía.
Además de estas materias, también enseñaba a sus alumnos a pensar sobre sus vidas y el
modo en que debían vivirlas. Estas enseñanzas son las que hacen que 2.500 años después
siga teniendo seguidores.
Confucio tenía miedo de que las peleas y las guerras entre los diferentes estados Chou
condujeran a la desaparición de la civilización. Creía que la sociedad podía salvarse si se
concentraba en la sinceridad y la honradez. Confucio recibió algunos cargos menores en
Lu, pero el gobernador del Estado ignoró sus consejos y Confucio dimitió en torno al año
496 a.C. Se exilió junto a varios de sus seguidores y durante 13 años recorrió las diferentes
cortes del reino.
Hacia el final de su vida, Confucio pasaba su tiempo enseñando y escribiendo, pero no
está claro si alguno de sus escritos ha sobrevivido. No obstante, sus discípulos pusieron
sus dichos por escrito en un libro titulado Analectas.
Cuando Confucio murió, no era muy conocido. Sus seguidores difundieron sus ideas y en
torno al año 200 a.C. sus enseñanzas comenzaron a tener gran influencia en el modo en que
China era gobernada.
Para cuando falleció, Confucio había visto cómo se hacían realidad muchas de las cosas
que temía.

Confucio

Fin de la dinastía Chou


En el año 479 a.C. la dinastía Chou encontraba difícil controlar su territorio de siete
estados enfrentados. Había devastadoras batallas entre enormes ejércitos con carros
arrastrados por caballos, armas de bronce y mortales ballestas (recién inventadas en China).
Los ejércitos contaban en total con más de seis millones de soldados y en una batalla habida
posteriormente, en el año 260 a.C., resultaron muertos más de medio millón de
combatientes. El largo reinado de los soberanos Chou terminó cuatro años después,
cuando los estados enfrentados comenzaron a luchar.
Entre esas provincias el Estado noroccidental de Ch’in demostró ser el más feroz y mejor
disciplinado militarmente. En el año 221 a.C., su gobernador, Cheng, fue capaz de
declararse victorioso sobre todos sus rivales y se llamó a sí mismo Ch’in Shihuangdi: «El
primer emperador de Ch’in».

El primer emperador de China


Shihuangdi se convirtió en el primer emperador de una China unificada (el nombre
moderno del país procede de la palabra Ch’in). Shihuangdi estableció un control
centralizado para su imperio, quitándoles todo el poder a los jefes locales, que se vieron
obligados a trasladarse a la nueva capital, Chanyang. Dividió China en nuevos distritos y
los funcionarios que los dirigían respondían directamente ante él. También ordenó la
construcción de una red de carreteras, canales y puentes por todo el imperio. Luego
envió a enormes cantidades de trabajadores a construir una gran muralla en la parte
norte del imperio, para mantener alejados a los posibles ejércitos invasores.

Qin-shi-huang, primer emperador de China

El «Primer emperador» intentó unificar todo lo posible en el imperio. Introdujo pesos y


medidas estándar y se aseguró de que los caracteres de la lengua china se escribieran de
igual forma en todas partes. Luego ordenó que se crearan grandes hogueras para poder
quemar todos los textos conocidos, excepto los de materias útiles como la medicina, la
farmacia y la adivinación del futuro. La razón era destruir los libros escritos por personas
que criticaban su gobierno y destruir todo conocimiento del pasado. Los eruditos que se
oponían eran arrojados a un profundo pozo y murieron a centenares.
Shihuangdi recibió el apodo de «Tigre de Ch’in». Era un duro político y un fuerte general,
pero le tenia miedo a la muerte. En su gran palacio había más de 1.000 dormitorios, para
que pudiera dormir cada noche en uno diferente, por si acaso alguien quería matarlo.
También se construyó una tumba especial, de modo que estuviera protegido tras su
fallecimiento. Su tumba contenía un ejército de más de 7.000 soldados, carros y caballos de
terracota a tamaño natural. Este ejército de barro cocido llevaba armas de bronce de verdad,
pero fueron robadas por los saqueadores de tumbas.

El auge de los Han


Shihuangdi murió en el año 210 a.C., tras haber sido emperador sólo durante 11 años;
su hijo demostró ser un líder débil. Hubo rebeliones y una nueva dinastía, la Ha, se hizo
con el poder en el año 202 a.C.
El primer emperador Han fue Liu Bang, el hijo de un simple granjero. Liu organizó unas
provincias regionales similares a las de la época Chou y firmó la paz con las tribus que
habían amenazado con invadir China desde Mongolia. Liu no era un hombre cultivado,
pero terminó con las duras leyes del «Primer emperador». La dinastía Han gobernó el
Imperio chino durante más de 400 años y la mayoría de los chinos actuales todavía se
llaman a sí mismos Han.

Vestimentas de mujeres de la dinastia Tang

Los emperadores Han creían en un gobierno fuerte y muy centralizado. El emperador Wu


Ti, que gobernó entre los años 140 y 87 a.C. estaba decidido a mejorar la calidad de su
burocracia e introdujo las oposiciones para elegir a los funcionarios. También fundó una
universidad imperial donde los estudiantes aprendían los clásicos del confucianismo, que
terminó convirtiéndose en la filosofía del Estado. Durante el gobierno de Wu Ti florecieron
las artes. Los poetas Han escribieron en un estilo particularmente claro que todavía es
famoso en la literatura china, mientras que los artistas de la época producían bella cerámica
vidriada y grabados en piedra. La mayoría de esos artistas, profesores, filósofos y
funcionarios vivían en la capital Han, Changan, que, al igual que todas las ciudades chinas
antiguas, estaba dispuesta según un estilo simétrico y ordenado.

Medicina
En la época de la dinastía Han, la medicina china ya estaba muy avanzada. La antigua
medicina china se basaba en la idea de que en una persona sana existía una armonía
entre fuerzas opuestas, lo que sería la base de la acupuntura, que todavía se utiliza en
la actualidad. Los médicos encontraron vías en el cuerpo que respondían a la estimulación
mediante agujas y restauraban el equilibrio entre las dos principales fuerzas de la
naturaleza, el yin y el yang. El yin es la fuerza femenina, asociada con la tierra y la
oscuridad, mientras que el yang es la fuerza masculina, asociada con el cielo y la luz. Los
acupuntores insertan agujas en puntos concretos del cuerpo para poner esas dos
fuerzas en equilibrio y de ese modo aliviar el dolor.

Fin de la dinastía Han


En el año 25 d.C., la capital Han fue trasladada a Luoyang. En torno al año 125 d.C., el
deseo de los Han de mantener el orden recibió el apoyo de la invención del papel, que hizo
que el registro de datos fuera mucho más sencillo. El Imperio Han continuó creciendo
durante algún tiempo, pero terminó por derrumbarse debido a las rivalidades entre
los generales, los consejeros imperiales y los funcionarios. La dinastía terminó en el año
220 d.C. y durante los siguientes 400 años China estuvo de nuevo dividida entre estados
enfrentados.

Dinastía Sui
China fue reunificada durante el corto gobierno de la dinastía Sui, entre los años 581 y 618
d.C. Por esas fechas, el sistema de canales que se había comenzado cientos de años antes
fue reconstruido y ampliado. En el año 610 d.C. los ingenieros chinos habían planeado y
construido el Gran Canal para unir el Huang He con ríos más meridionales. Este enorme
canal hizo que el transporte de arroz y otros alimentos desde el sur al norte del imperio,
donde vivía la mayor parte de la población, fuera más sencillo. El gran canal de la dinastía
Sui fue llevado todavía más al sur en años posteriores, y todavía se utiliza.

La dinastía Tang
En el año 618 d.C., una poderosa nueva dinastía se hizo con el control del imperio. La
dinastía Tang duraría casi 300 años, en lo que fue una Edad de Oro para China.
Durante el gobierno de los emperadores Tang, la capital imperial, Changan, creció hasta
convertirse en la ciudad más grande del mundo, en la que vivían más de un millón de
personas. Muchos mercaderes y estudiosos del resto de Asia la visitaban. El budismo, que
había llegado a China procedente de la India algunos siglos antes, comenzó a florecer.
Grabado de la dinastia Tang

En esta era de prosperidad, la gente rica llevaba una vida confortable. Vivían en casas de
ladrillo y madera de dos o tres pisos de altura, rodeadas de bellos patios y jardines, vestían
lujosos trajes de seda y tenían mucho tiempo libre. Les gustaba escuchar música y poesía,
así como jugar al ajedrez y las cartas. Compraban bienes de oro, plata y jade, y les gustaban
especialmente los cuencos, copas y otros recipientes de porcelana. La porcelana más
delicada se destinaba al uso del emperador, la de segunda categoría era utilizada por el
emperador para hacer regalos, mientras que la de tercera categoría era de uso corriente.
El periodo Tang, China amplió sus fronteras y comerció con otras tierras. Muchos
mercaderes viajaban desde y hasta Asia central, Persia y el mar Mediterráneo por la Ruta de
la Seda, un recorrido de más de 6.000 kilómetros. Los bienes que los mercaderes chinos
llevaban al oeste eran seda, papel y porcelana, mientras que los mercaderes
extranjeros llevaban lana y metales preciosos a China. En los mercados de Changan
siempre había mucha actividad y el incremento del comercio llevó más prosperidad a
los artesanos y granjeros del imperio. La suerte de la gente normal también mejoró
durante el gobierno Tang y aquellos que destacaba por su inteligencia tenían la
posibilidad de subir de categoría aprobando exámenes y consiguiendo un puesto entre
el funcionariado.
Pero de nuevo un periodo de gran agitación política sacudió China. En el año 868 hubo una
rebelión militar contra la dinastía Tang y 13 años después los rebeldes conquistaron
Changan. Los gobernadores provinciales declararon su independencia del gobierno central
y en 907 el último emperador Tang fue derrocado.
Mapa de la
dinastia Tang

Leyenda del origen de la seda


Según una leyenda china, la seda fue descubierta en torno a 2700 a.C. -mil años antes del
comienzo de la dinastía Shang- en los jardines del palacio de un soberano llamado
Huangdi. El rey le pidió a su esposa Xilingshi que encontrara qué es lo que estaba
dañando las moreras y ella descubrió que unos pequeños gusanos se comían las hojas
de las moreras y tejían brillantes capullos blancos. Se llevó algunos de ellos al palacio
para estudiarlos y tiró uno en agua caliente. Para su sorpresa, una malla enredada surgió
del capullo, comprobando además que estaba formada por un solo hilo, largo y
delgado.
Xilingshi estaba tan encantada con el delicado hilo, que reunió más capullos y utilizó su
seda para tejer un vestido especial para su esposo. Luego lo convenció para que le diera una
arboleda de moreras para tener un suministro constante de capullos y seda. También se
dice que Xilingshi inventó el carrete para unir los hilos y el telar para tejer la seda.
No se sabe si la leyenda se basa en un hecho real, pero es indudable que los chinos fueron
los primeros en descubrir cómo fabricar seda y que durante 3.000 años fueron los únicos en
hacerlo.
Ruta de la seda

El confucianismo
En los siglos VI y V a.C. el filósofo chino Confucio introdujo un nuevo modo de
pensar. Confucio creía que todas las personas tenían que ser sinceras, valientes y corteses
para con los demás. Si las familias actuaban así, el gobierno y los soberanos también
estarían bien organizados, de modo que el bienestar de todo un reino comienza en los
hogares de la gente. Los niños tienen que obedecer a sus padres, exactamente del mismo
modo en que la gente normal debe obedecer a sus soberanos. Confucio puso muchas de sus
reglas en forma de dichos, como éste, por ejemplo: «Un caballero se preocupa tanto de
saber qué es lo correcto como los hombres menos importantes en descubrir qué es lo que
merece la pena.»
No obstante, si bien Confucio creía que la gente tenía la obligación de obedecer a sus
soberanos y gobernantes, también creía que estos gobiernos tenían una obligación con sus
súbditos. Creía que el buen comportamiento de los soberanos tenían un efecto más
beneficioso sobre la gente normal que las leyes y los castigos. Confucio llegó tan lejos
como a decir que los gobiernos corruptos tenían que ser derrocados por sus súbditos.
En la actualidad, el confucionismo se considera a menudo una religión, pero no tiene
sacerdotes ni propugna la adoración de dioses. El confucianismo es realmente una
filosofía, una guía moral y para el buen gobierno. Las enseñanzas de Confucio
demostraron ser tremendamente duraderas y tuvieron una enorme influencia en la sociedad
china durante gran parte de los siguientes 2.500 años.

La Gran Muralla china


La Gran Muralla china era parte del programa constructivo del primer emperador
Ch’in, Shihuangdi. Aunque varios lienzos de la muralla de tierra ya habían sido
construidos por algunos estados septentrionales en el año 300 a.C., fue Shihuangdi quien
ordenó que esos cortos muros fueran reparados, reforzados y convertidos en una muralla
continua de piedra para mantener alejados a los invasores del norte.
Una fuerza de 300.000 campesinos, antiguos soldados y esclavos tardó 20 años en
completar la tarea. Trabajaron en unas condiciones duras y crueles, especialmente durante
los tremendamente fríos inviernos. Los hombres que caían eran sencillamente tirados
dentro de los cimientos de la gran muralla, que se construyó literalmente sobre sus cuerpos.
Cuando estuvo terminada, en torno 200 años a.C., la muralla tenía unos 3.400
kilómetros de largo. Alcanzaba cerca de 9 metros de altura y la parte exterior estaba
recubierta de losas de piedra. Por encima corría una carretera lo suficientemente ancha
como para que la recorrieran carros. Había torres de vigilancia cada 90-180 metros y dentro
había soldados apostados. En época de peligro, se encendían una serie de fuegos para avisar
a los soldados de la muralla.
Posteriormente otros emperadores chinos reforzaron y ampliaron la muralla de
Shihuangdi; la última gran renovación tuvo lugar 1.500 años después. Durante la
dinastía Ming, que controló China desde 1368 a 1644, la gran muralla fue reconstruida
gradualmente hasta alcanzar una longitud de más de 6.000 kilómetros, desde las montañas
del noroeste de China hasta el golfo de Bo Hai. Gran parte de la muralla todavía existe hoy
día.

La gran Muralla China

La invención del papel


Los eruditos de la antigua China escribían en tiras de bambú (unidas luego para formar
libros), sobre madera o sobre seda. Todo eso cambió en el año 105 d.C., cuando Cai Lun,
un funcionario de la corte del emperador Hoti, de la dinastía Han, inventó el papel.
El primer papel se hizo con trapos de seda. Luego se utilizaron otros materiales
fibrosos, como el bambú, la corteza de morera o el cáñamo. Las materias primas se
empapaban con agua para ablandarlas. Luego eran hervidas y machacadas hasta que se
formaba una pasta. El papel se creaba introduciendo dentro de la pasta una fina malla de
bambú que, al sacarse del recipiente, quedaba cubierta con una delgada película de fibra. La
malla se prensaba para extraerle el agua y luego se dejaba secar sobre un muro caliente.
Una vez seca, la hoja se separaba de la malla y se pulía sobre una superficie plana y dura.
Más tarde, los fabricantes chinos de papel utilizarían trapos, cuerdas y redes viejas
como materia prima. El papel que fabricaban se utilizaba para envolver cosas y para
vestidos, así como para escribir. Los chinos consiguieron mantener en secreto ante el
mundo el arte de la fabricación de papel durante cientos de años.

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Los antiguos polinesios


Inicio » Edad Antigua » Los antiguos polinesios

Los antiguos polinesios fueron los primeros en cruzar el Pacífico desde las costas del
sureste de Asia aproximadamente en 1500 a.C. y poco a poco se extendieron por las
islas de este océano. Esos viajes de colonización fueron un logro espectacular de un pueblo
de la Antigüedad que navegaba en canoas.
Hoy en día, los polinesios están extendidos por un área que forma un inmenso triángulo,
con las islas Hawai, Nueva Zelanda y la Isla de Pascua como vértices. A pesar de estar
difundidos por una zona tan extensa, genéticamente los polinesios forman un único grupo.
Hablan dialectos de la misma lengua y comparten muchos rasgos culturales.
El origen exacto de los polinesios es incierto. La expansión de la colonización humana
por el remoto Pacífico comenzó en torno a 1600 a.C., con la aparición de una cultura
característica llamada lapita. Pruebas de ella se encuentran en la cerámica de los
yacimientos lapita, por lo general elaboradamente decorada con diseños estampados. Hay
muchos yacimientos de este tipo diseminados desde Melanesia hasta la Polinesia
occidental, y desde Nueva Guinea hasta Samoa. Algunos arqueólogos creen que la cultura
lapita se originó en el sureste de Asia, mientras que otros consideran que se desarrolló
localmente en Melanesia. No obstante, coinciden en considerar a los lapita como los
antepasados de los polinesios.

Forma de vida de los pueblos Lapita


El modo de vida lapita parece haberse centrado mucho en el mar. La mayoría de los
yacimientos lapita son poblados costeros y en algunos casos la gente parece haber
construido sus casas sobre pilotes en el agua. El mar proporcionaba una buena cantidad
de comida -peces y moluscos- y las conchas eran utilizadas para hacer anzuelos y azuelas,
además de adornos como brazaletes, cuentas y otros objetos decorativos y valiosos. Los
colonos lapita también llevaron consigo a las islas donde se asentaron animales domésticos
y plantas.
La expansión de los lapita parece haber sido rápida, lo que sugiere que poseían
sofisticadas técnicas navales y de navegación. Parece probable que la aparición de la gran
canoa de doble casco fuera un elemento clave de su éxito. Las migraciones lapita pueden
haber sido deliberadas, pues llevaron con ellos suficiente equipo, plantas y animales,
además de suficiente gente como para crear asentamientos que arraigaran. Ciertamente, sus
viajes no fueron sólo de ida, pues existen pruebas de la existencia de redes comerciales a
larga distancia para conseguir obsidiana y otros objetos que mantenían unidas
constantemente a las comunidades lapita. La cultura lapita parece haberse mantenido
durante unos 1.000 años.
Catamaranes de la polinesia

La colonización del pacífico


Los rasgos principales de la cultura polinesia parecen haberse desarrollado en las islas
de Samoa y Tonga. Al igual que sus antepasados lapita, los polinesios parecen haber sido
marineros. En torno a 300 años a.C. viajeros de Samoa y Tonga comenzaron otra
emigración hacia el este. Descubrieron y colonizaron las Islas Cook, Tahití, las Islas
Tuamotus y las Islas Marquesas. 400 años d.C., tanto Hawái como la Isla de Pascua
estaban colonizadas -dos de los vértices del triángulo polinesio-. Nueva Zelanda, el
tercer vértice, y el más difícil de alcanzar, fue colonizada en torno al año 1000 d.C.
Es indudable que los viajes colonizadores de los polinesios fueron deliberados y que
anteriormente a ellos hubo viajes de exploración para encontrar nuevas islas.
Al igual que sus antepasados lapita, llevaron con ellos todo lo necesario para crear
asentamientos con éxito. Sólo en unos pocos casos las colonias no prosperaron y
fueron abandonadas.
Las sociedades polinesias estaban organizadas en tribus y clanes. Normalmente, existía otra
división más, la que había entre quienes eran jefes y quienes no lo eran; también existía una
forma de esclavitud. Las jerarquías sociales más elaboradas se desarrollaron en Hawaii,
Tonga y Tahití. Los polinesios compartían un grupo muy similar de creencias religiosas.
Los recintos ceremoniales, llamados marae, eran un rasgo destacado de los asentamientos y
proporcionaban un punto de encuentro para las ceremonias y las reuniones comunales.

Técnicas agrícolas
La agricultura polinesia se basaba en una serie de cultivos, que incluían ñames, batatas,
taro, árbol del pan, plátanos y caña de azúcar. Los polinesios practicaban una agricultura
itinerante, lo que significa que desbrozaban un pedazo de tierra, quemaban la
vegetación y luego plantaban los cultivos. Después se dejaba que esta zona cultivada
quedara en barbecho para que la vegetación natural regresara lentamente.
En algunas islas se utilizaban sistemas de irrigación muy complejos para llevar agua a
los campos. El taro, en concreto, era cultivado en terrenos inundados. Cerdos, perros y
gallinas eran los principales animales domésticos, aunque no todos fueron llevados a todas
las islas. La mayor parte de las plantas domesticadas que utilizaron los colonos eran
originarias del sureste asiático. La batata, sin embargo, procedía de América, lo que indica
que en un momento dado los polinesios alcanzaron Sudamérica, de donde la trajeron.
Con el paso del tiempo, la tradición de la fabricación de cerámica, que los polinesios
heredaron de la cultura lapita, parece haber declinado y la decoración compleja fue
simplificada o abandonada. Por último, parece que los polinesios dejaron por completo de
hacer cerámica.

Viajes increíbles
La colonización de las remotas islas del Pacífico es tanto más impresionante cuanto
que fue lograda sin cartas marinas ni instrumentos de navegación. Las canoas
polinesias de doble casco eran grandes y rápidas, capaces de viajar miles de kilómetros. Las
canoas eran manejadas por hábiles marinos, que utilizaban un detallado conocimiento de
las estrellas, los patrones de las nubes, los vientos y las olas, además de los hábitos de los
pájaros marinos para saber cuál había sido su recorrido y encontrar tierra. En 1976, la
habilidad de esos navegantes quedó demostrada cuando Hokulea, una réplica de una canoa
tradicional polinesia, navegó desde Tahití hasta Hawái utilizando únicamente técnicas de
navegación antiguas.

Isla de Pascua o Rapa Nui


La isla de Pascua
Uno de los logros más sorprendentes de los navegantes polinesios fue alcanzar y colonizar
Rapa Nui, o Isla de Pascua. Este pequeño fragmento de tierra, de sólo 168 km2 de
superficie, es una de las más remotas islas polinesias. La dificultad del viaje
probablemente significa que sólo un grupo de colonos pudo alcanzarla, en los primeros
siglos de la era cristiana. Luego esta gente se desarrolló aislada, construyendo grandes
plataformas (ahu) por toda la línea de costa y esculpiendo cientos de enormes estatuas de
piedra (moai) de sus antepasados, muchas de las cuales eran situadas en esas plataformas de
espaldas al mar.
Los isleños pueden haber sido los responsables de su propia caída al destruir el
bosque de inmensas palmeras que cubría la isla, por más que esos árboles fueran el
cimiento de su sociedad. La resultante falta de madera detuvo la producción de estatuas,
pues ya no había más rodillos, ni palancas ni cuerdas. Los isleños tampoco pudieron seguir
construyendo canoas, por lo que dejaron de pescarse peces de aguas profundas. Se terminó
el combustible para las cremaciones y las inhumaciones pasaron a ser el nuevo sistema de
tratar a los difuntos. La comida se volvió escasa y, tras siglos de paz, estalló la violencia.
Los clanes realizaban incursiones unos contra otros, derribando las estatuas de los rivales.
El culto a los antepasados fue sustituido por un nuevo sistema social basado en una
elite guerrera. Cada año, un nuevo líder, u «Hombre pájaro», era elegido mediante una
carrera de resistencia. El representante de cada candidato tenía que bajar un acantilado,
nadar hasta un islote y traer de vuelta, intacto, el primer huevo de charrán sombrío. Cuando
los primeros europeos llegaron a la isla, el domingo de Pascua de 1722, la población había
declinado de forma catastrófica y no quedaba virtualmente ni un sólo árbol en la isla.

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La ciudad de Pompeya
Inicio » Edad Antigua » La ciudad de Pompeya

Pompeya era una ciudad del sur de Italia que floreció durante el Imperio romano. En
el año 79 d.C. un volcán cercano, el Vesubio, inundó la ciudad de lava y ceniza,
conservándola así durante los siguientes 2.000 años. Es uno de los yacimientos
arqueológicos más famosos del mundo.
Pompeya era una ciudad normal, sin ninguna importancia especial. Se convirtió en una
comunidad romana en 91 a.C. y durante los siguientes 150 años muchos romanos ricos
construyeron en ella sus casas, disfrutando del clima a orillas del mar Mediterráneo. Este
emplazamiento sólo tenía un inconveniente: la ciudad estaba dominada por el monte
Vesuvio, un volcán. No obstante, esto no preocupaba demasiado a sus habitantes, que
nunca lo habían visto en erupción. En el año 62 a.C., el Vesubio retumbó y Pompeya fue
sacudida y dañada por un fuerte terremoto. Diecisiete años después hubo más temblores de
tierra en la región, pero la gente de Pompeya los ignoró y siguió con sus vidas.
Mapa de Pompeya

Erupción del Vesubio


El 24 de agosto del año 79 d.C., el monte Vesubio entró en erupción. Una violenta
explosión de caliente ceniza y polvo volcánicos, pequeños trozos de piedra pómez y
grandes pedazos de lava cayeron de repente sobre Pompeya como una lluvia. En las calles
el aire se llenó de humo venenoso y el cielo se oscureció. Algunas personas intentaron
protegerse, otras corrieron para salvar sus vidas mientras la ciudad iba quedando sepultada
por cinco metros de ceniza y lava. Cuando estos restos volcánicos se solidificaron, sellaron
gran parte de la ciudad. Los supervivientes huyeron mientras tenían lugar otra erupciones
en la región; la cercana ciudad de Herculano también quedó arrasada por la lava.
Pompeya había desaparecido. Primero quedó enterrada y luego quedó olvidada,
aunque en los siglos posteriores las gentes de la región hablaban de la «ciudad
perdida» y encontraban piezas de cerámica y otros restos antiguos. En 1594 los obreros
que trabajaban en un acueducto de la región encontraron edificios en ruinas. Entonces, en
1709, un granjero local encontró grandes losas de mármol mientras excavaba un pozo. Con
ello comenzó la caza del tesoro, por lo que seguramente muchos objetos valiosos fueron
desenterrados y llevados a otros lugares. Treinta años después, un ingeniero llamado Rocco
Alcubierre utilizó herramientas más poderosas y pólvora para excavar un túnel por entre la
lava sólida. De inmediato encontró pinturas murales y las gradas de un anfiteatro.

Conservar un registro
Durante más de 100 años, las personas que visitaban el yacimiento sólo estaban interesadas
en encontrar objetos preciosos. Fue en 1860 cuando Giuseppe Fioreli se hizo con el
control de la excavación. Comenzó a investigar la ciudad manzana a manzana,
tomando y conservando cuidadosas notas de todo lo que encontraba en el yacimiento.
Numeró cada puerta, de modo que cada casa o tienda pudiera identificarse. Siempre que era
posible, dejaba las cosas allí donde las encontraba, para que fuera más fácil hacerse una
idea de toda la comunidad. Desde entonces las excavaciones han continuado con
regularidad a pesar de algunas paradas ocasionales.
Gran cantidad de datos sobre los acontecimientos del año 79 d.C. se saben gracias a los
escritos de Plinio el Joven, que se encontraba en la cercana ciudad de Misena. Su tío, Plinio
el Viejo, mandaba la flota que se apresuró a rescatar a los supervivientes y tuvo una visión
de cerca de la erupción volcánica. Plinio el Viejo fue alcanzado en la playa por el humo y
murió allí.
En la actualidad se han desenterrado unas tres cuartas partes de la ciudad y el
visitante moderno puede hacerse una idea de cómo era la vida diaria en Pompeya. Los
edificios se han restaurado, con tejados reconstruidos, y los científicos han
identificado y conservado semillas de muchas plantas y vuelto a plantar los jardines
de los que disfrutaban los pompeyanos.

Casa de Fauno en Pompeya

En el momento de la erupción había tres baños públicos en Pompeya, en los que hombres y
mujeres podían bañarse y relajarse. Algunos ciudadanos ricos poseían sus propios baños de
lujo en casa. Había dos teatros: uno grande y abierto que podía acoger a unos 5.000
espectadores, y otro más pequeño y cerrado para conciertos y recitales. El anfiteatro, donde
los gladiadores luchaban y se mataban unos a otros, así como a animales salvajes, también
está excavado por completo.
En el año 79 d.C., la puerta del puerto de la amurallada ciudad de Pompeya se
encontraba a sólo 500 metros de la bahía de Nápoles. La erupción lanzó ceniza y lava
a la bahía, elevando el nivel del fondo marino, por lo que hoy día Pompeya se
encuentra a 2 kilómetros tierra adentro. Esto demuestra la fuerza del desastre que
enterró a una ciudad y creó un yacimiento arqueológico único.
Personas de yeso de Pompeya
Giuseppe Fiorelli encontró muchos esqueletos durante su excavación de la lava de
Pompeya. También se dio cuenta rápidamente de que los cuerpos de las víctimas habían
dejado huecos en la ceniza y la piedra pómez, endurecidas antes de que los cuerpos y las
ropas se deshicieran con los años. Esos huecos eran como los moldes que utilizan los
escultores y Fiorelli encontró un ingenioso sistema para rellenarlos y hacer copias de los
cuerpos.
Vertía yeso líquido en un hueco y, cuando se había endurecido, quitaba la lava de alrededor
para revelar el molde de yeso. Éste era una detallada copia de la persona, que en ocasiones
conservaba expresiones de miedo o agonía en el rostro de la víctima. Se hicieron moldes
de personas y animales, incluido un perro que estaba encadenado y no podía escapar.
Muchas de las víctimas estaban intentado cubrirse la cara con las manos o las ropas
mientras se estaban ahogando. También se hicieron moldes de puertas, contraventanas e
incluso raíces de árboles.
En total, en Pompeya se han encontrado unos 2.000 cuerpos de una población total de
20.000 personas. Muchos ciudadanos debieron conseguir escapar de la catástrofe huyendo
a los terrenos cercanos, pero puede que todavía haya más cuerpos por descubrir.

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Troya
Inicio » Edad Antigua » Troya

Durante siglos se creyó que Troya no era sino una ciudad legendaria, que existió
únicamente en el poema épico la Ilíada. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX,
un arqueólogo alemán llamado Heinrich Schliemann consiguió demostrar que Troya había
sido una ciudad que existió realmente.
La Ilíada, del poeta griego Homero, es la historia de la Guerra de Troya, que tuvo lugar
entre griegos y troyanos. Después de la derrota de los troyanos, la ciudad desapareció sin
dejar rastro y en el siglo XIX la mayoría de los historiadores creían que sólo existía como
un antiguo mito. No obstante, Heinrich Schliemann (1822-1890) demostró que estaban
equivocados.
Cuando sólo tenía siete años, Schiliemann vio en un libro de historia una recreación
artística de cómo podía hacer sido Troya; fue entonces cuando quedó convencido de la
existencia real de la ciudad y de que sus ruinas debían de encontrarse en alguna parte. Años
después, los estudios de Schliemann sobre el poema de Homero le condujeron a la costa
egea del oeste de Anatolia, a una colina llamada Hissarlik, situada en la actual Turquía.
Algunos arqueólogos ya había sugerido que se trataba de un posible emplazamiento para
Troya y, en cuanto llegó allí, Schliemann estuvo seguro de que era el lugar correcto.

En 1870 Schliemann comenzó a excavar en Hissarlik y no tardó en encontrar, a 4,5 metros


bajo la superficie, un antiguo muro de piedras gigantescas. Un año después regresó para
continuar la excavación y realizó más descubrimientos. En 1872, Schliemann tenía más de
100 trabajadores locales ayudándole. Encontró los restos, no sólo de una ciudad antigua,
sino de varias ciudades construidas unas sobre otras. Estaba claro que cada ciudad había
sido destruida y luego reconstruida sobre sus ruinas. Las excavaciones continuaron y se
encontraron muros, urnas y fragmentos de cerámica. Pero ¿se trataba realmente de Troya?
En junio de 1873, Schliemann pensó que había encontrado la respuesta a la pregunta.
En la base de un muro que estaba excavando, Schliemann vio una brillante pieza de oro.
Cuando la cogió, se dio cuenta de que era una diadema. Poco después encontró otra
diadema más, brazaletes de oro, una copa de oro y un gran recipiente de plata con miles de
pequeños anillos de oro. Schliemann estaba eufórico y convencido de que había encontrado
el tesoro de Príamo, el legendario último rey de Troya.
Tras la muerte de Schliemann, su colega Wilhem Dörpfel y después otros arqueólogos de la
Universidad de Cincinnati continuaron la excavación. Se dieron cuenta de que el oro que
Schliemann había llamado el Tesoro de Príamo era de una época unos 1.000 años anterior
a este rey y a la Guerra de Troya. Procedía de la segunda de las nueve ciudades que yacen
una sobre otra.
Los arqueólogos creen que Troya fue fundada a comienzos de la Edad del Bronce, que en
Anatolia comenzó en torno a 3.000 años a.C. A lo largo de los siglos siguientes, Troya se
convirtió en un centro comercial extremadamente importante, principalmente gracias a su
emplazamiento. No sólo se encontraba en una de las principales rutas terrestres entre Asia y
Europa, sino también en una ruta marítima entre el Egeo y el mar Negro. Gracias a ello,
Troya se volvió extremadamente rica y los historiadores creen que sirvió como capital de la
región circundante, una zona que hoy se conoce como Troas.
Los arqueólogos dividen la historia de Troya en diferentes periodos. La primera Troya
era una ciudadela fortificada a la que se trasladaban los agricultores vecinos en tiempos
de peligro. La segunda Troya construida sobre la primera y llamada Troya II por los
arqueólogos, fue una ciudad mayor y más rica, que comerciaba activamente con los
micénicos de Grecia. Esta ciudad terminó abruptamente debido a un fuego, lo que llevó a
Schliemann a confundirla con la Troya de Homero. Cada una de las siguientes tres
ciudadelas fue mayor que la anterior.
Troya VI tuvo muchos habitantes nuevos y estaba muchísimo más influenciada por los
micénicos que sus predecesoras. Fue destruida por un terremoto en tomo al año 1300 a.C.
La siguiente ciudad, llamada Troya VIIa, fue saqueada y quemada sobre 1250 a.C.
aproximadamente. Los arqueólogos llegaron a esta fecha porque la cerámica encontrada en
el yacimiento puede ser fechada con bastante exactitud. La mayor parte de los historiadores
creen que Troya VIIa fue la ciudad del rey Príamo que aparece en la historia de la Guerra
de Troya. Su sucesora, Troya VIIb, no duró demasiado, pues fue abandonada en torno a
1100 a.C. y permaneció desocupada durante varios siglos.
Un nuevo capítulo de la historia de Troya comenzó con el siglo VII a.C., cuando los
griegos de la cercana isla de Lemnos la volvieron a ocupar. La ciudad se conoce a partir de
entonces como Ilión y prosperó durante muchos años. Finalmente, los romanos la
saquearon en el año 85 a.C., construyendo a continuación Troya IX, la versión final de la
ciudad, que fue abandonada aproximadamente en el año 400 d.C.
La Guerra de Troya
Según Homero, la Guerra de Troya comenzó cuando París, hijo del rey Príamo de Troya,
secuestró a Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta. Agamenón, el hermano de
Menelao, navegó hasta Troya junto a un inmenso ejército trasportado por una flota de 1.000
barcos para llevar de regreso a Helena. Puso sitio a la ciudad durante diez años, pero no
pudo conquistarla. Entonces. Odiseo, uno de los comandantes griegos, trazó un plan. Los
griegos construyeron un caballo de madera gigantesco, lo colocaron ante los muros de
Troya y luego se marcharon con sus barcos. Los troyanos creyeron que el caballo era una
ofrenda sagrada y lo introdujeron en la ciudad. Pero el caballo de madera estaba en realidad
repleto de guerreros griegos que salieron de él protegidos por la oscuridad de la noche y
abrieron las puertas de la ciudad al resto del ejército, que había regresado en los barcos
desde una isla cercana. Los griegos se llevaron a Helena, mataron al rey Príamo y a los
troyanos, se apoderaron de sus mujeres y quemaron Troya hasta los cimientos.

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Los nómadas de las estepas
Inicio » Edad Antigua » Los nómadas de las estepas

Las estepas son una vasta región de praderas que se extiende a lo largo de 8.000
kilómetros desde el sur de Ucrania hasta Manchuria, en el este. Los ganaderos que
vivían allí en torno a 3500 a.C.fueron los primeros seres humanos en montar caballos,
convirtiéndose en jinetes temidos por todos en las regiones circundantes, llamados
nómadas de las estepas.
El clima de las estepas varía desde el frío helador del invierno al ardiente calor del verano,
y hay muy pocas lluvias. Como el clima es poco hospitalario, los agricultores no se
trasladaron a la región hasta cerca de 4.500 años a.C. y cuando lo hicieron siguieron
confiando más en los animales que en las cosechas. Las praderas proporcionaban buenos
pastos para las reses, las ovejas y los caballos. En torno a 3500 a.C. estos ganaderos
utilizaban sus caballos para montar, más que como comida, convirtiéndose en los primeros
en hacerlo en el mundo antiguo.
La domesticación del caballo tuvo un gran impacto en la sociedad de los habitantes de
las praderas, pues significó que podían convertirse en plenamente nómadas, trasladándose
de un lugar a otro con sus rebaños. Este cambio también influyó mucho en otras
civilizaciones, puesto que los grupos de jinetes armados podían atacar asentamientos a
voluntad, de modo que las incursiones de los nómadas de las estepas no tardaron en ser
temidas en muchas partes de China, la India y Europa.
La más antigua cultura esteparia conocida es la de Sredny Stog (en torno a 4400-3500 a.C.).
Se trata de gente que vivía en asentamientos permanentes de casas de madera cerca del río
Dniéper y que fueron los primeros en domesticar el caballo, aunque en esta época la
mayoría de los caballos eran utilizados como alimento.
No obstante, algunas personas comenzaron a montarlos. En el tercer milenio, los pueblos
esteparios ya utilizaban carros tirados por bueyes y trabajaban el cobre.
En torno a 1850 a.C., los caballos eran utilizados para tirar de carros ligeros de dos ruedas.
Este invento se extendería posteriormente por el Oriente Próximo y Medio, donde tuvo un
impacto dramático en el arte de la guerra. En el primer milenio a.C., las gentes de las
estepas eran completamente nómadas.
Gran parte de nuestro conocimiento de estos nómadas esteparios procede de sus
enterramientos, puesto que su modo de vida nómada significa que vivían en tiendas. Sus
pertenencias era ligeras y portátiles; los carros transportaban los utensilios del hogar y las
tiendas. Las ovejas eran una importante fuente de riqueza y podían ser intercambiadas por
todo tipo de objetos valiosos. Los caballos también tenían una importancia vital para ellos y
a menudo eran enterrados junto a sus dueños. En Pazryk, en las montañas Altai de Siberia,
por ejemplo, el enterramiento de un jefe estepario del siglo V a.C. incluía un carro
desmontado y nueve caballos.

Los Escitas
Los escritores griegos de 600 a.C., describen un pueblo al que llaman Escita. Los escitas
eran bandas montadas de guerreros formadas en tomo a fuertes jefaturas. La lealtad del
grupo era entregada a su jefe y las bandas rivales luchaban por la hierba y el agua. En
ocasiones estas bandas formaban débiles alianzas controladas por el rey de un grupo
dominante.
Los escitas estaban armados con espadas de hierro, impresionantes lanzas del mismo metal
y arcos, que lanzaban unas flechas de las que se decía que eran capaces de atravesar
armaduras de bronce. Eran unos feroces guerreros y los griegos nos dicen que arrancaban
las cabelleras de sus enemigos y las conservaban como trofeo. Pero, a pesar de esta fama,
tras su derrota ante Filipo II de Macedonia en el año 339 a.C., los escitas perdieron su poder
y su imperio finalmente se derrumbó en el siglo I d.C.
En modo alguno fueron los escitas la última banda de guerreros esteparios en aterrorizar a
las gentes de Europa. De hecho, durante gran parte de los siguientes 2.000 años, una serie
de pueblos de las estepas lanzaron devastadores ataques contra Europa hacia el oeste, la
India hacia el sur, y China hacia el este.
Entre los ataques más destacados se encuentran los de los hunos, que aparecieron en
Europa en torno a 370 d.C. Yendo hacia el oeste desde las estepas, los hunos dejaron tras
ellos un rastro de destrucción y muerte. A las órdenes de su jefe más conocido, Atila, que
reinó entre los años 434 y 453, los hunos crearon un gigantesco imperio, incorporando a su
ejército a las gentes que conquistaban. Su fuerza era tan formidable que incluso el Imperio
romano se vio forzado a pagarles tributo.
Hacia el este, también China sufrió ataques semejantes por parte de diferentes tribus
guerreras nómadas. En los siglos siguientes, los bárbaros supondrían una amenaza continua.
Nómadas de las estepas: Los escitas

Tumbas congeladas de los nómadas de las estepas


Aproximadamente 400 años a.C., en una alta meseta entre las montañas Altai de Siberia, un
grupo humano relacionado con los escitas seguía un modo de vida nómada similar.
Sabemos de ellos debido a que sus cuerpos y posesiones se han encontrado en sus tumbas.
Enterraban a sus muertos en tumbas forradas de madera excavadas durante la época cálida,
cuando la tierra estaba blanda. La humedad formada en la tumba después de que fuera
construida y que luego se congelaba durante el helado invierno, además del túmulo de tierra
construido encima, mantuvieron el contenido del enterramiento permanentemente
congelado. En 1995 se encontró el cuerpo de un hombre, al que los arqueólogos bautizaron
como el Guerrero, en el interior de un ataúd de madera con una serie de arcos y flechas, un
hacha y un cuchillo. Tenia un ciervo tatuado en el hombro derecho, calzaba botas de cuero
y un abrigo de piel. Junto a él yacía su más preciada posesión: su caballo.

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Imperio Hitita
Inicio » Edad Antigua » Imperio Hitita

Los hititas fueron los primeros asentamientos conocidos del mundo antiguo
aparecieron en Oriente Próximo durante el Neolítico (finales de la Edad de Piedra). La
ciudad neolítica de Çatal Höyük, en Anatolia, fue el primer asentamiento importante del
mundo. Tras ella vendrían otros asentamientos, convertidos posteriormente en ciudades, en
la zona de Mesopotamía, la fértil franja de tierra que se extiende entre los ríos Tigris y
Éufrates, en la región que hoy día se conoce como Iraq. La gente que vivió en esas ciudades
fueron inteligentes e inventivas y a ellas les debemos algunos de los más importantes
descubrimientos de la humanidad: como el arado tirado por bueyes, la rueda y la
escritura.
En su momento de máximo esplendor, el Imperio Hitita rivalizaba con los imperios egipcio
y babilónico, siendo una poderosa fuerza en Oriente Próximo durante cerca de 500 años,
entre los años 1700 y 1190 a.C. aproximadamente. A pesar de ello, casi todo lo que
sabemos de su civilización estuvo perdido durante miles de años, hasta que recientes
descubrimientos arqueológicos pudieron devolver a los hititas su lugar en la historia.
La capital de los hititas, Hattusas, se encuentra en el oeste, cerca de la moderna ciudad de
Ankara, en la Turquía central. Sin embargo, los hititas no procedían originalmente de esta
región. Se trata de una raza indoeuropea procedente de las yermas estepas de Asia central.
En algún momento anterior a 2000 a.C., se encaminaron hacia el sur hasta asentarse
finalmente en una zona de Anatolia llamada Hatti. El nombre hitita procede de la región
que conquistaron.
El antecesor de los grandes reyes hititas fue un príncipe llamado Anittas, que creó un
pequeño reino en Anatolia central sobre 1850 a.C. Anittas conquistó la ciudad de Kanesh y
luego el asentamiento montañoso de Hattusas, que dominaba la región septentrional.
Destruyó Hattusas completamente y luego la declaró terreno maldito. No obstante, la
ciudad era una fortaleza natural en una posición clave, lo que la hacía demasiado valiosa
para abandonarla durante demasiado tiempo. Unas pocas generaciones después, un rey
hitita llamado Labarnas reocupó el lugar y reconstruyó la ciudad, haciendo de ella su
capital. Labarnas incluso cambió su nombre por el de Hatussilis, que significa hombre de
Hattusas, en honor del lugar.

El Imperio de los Hititas


Inicio del Imperio Hitita
Hattusilis fue el verdadero fundador del Imperio hitita. Durante el siglo XVIII a.C.,
conquistó las ventosas mesetas de Anatolia al sur de su nueva capital y luego guió a su
ejército a lo largo de la barrera rocosa de las montañas del Taurus, hasta la costa meridional
de Turquía. Seguidamente, sus fuerzas marcharon hacia el este para apoderarse de las
ciudades del norte de Siria, gobernadas por los reyes de Alepo, una de las más poderosas
ciudades sirias.
Su nieto, Mursilis I, coronó los logros de su abuelo conquistando la propia Aleppo. En
1595 a.C., Mursilis siguió hacia el este a lo largo del Éufrates, penetró en Mesopotamia y
saqueó la gran ciudad de Babilonia.
No obstante, esta orgullosa victoria les costaría cara a los hititas. Mientras regresaban por la
misma ruta, las exhaustas tropas hititas fueron atacadas y rodeadas por los hurritas, una
feroz raza guerrera de la región del Éufrates superior. Al mismo tiempo, la larga ausencia
de Mursilis había debilitado su control sobre el reino, siendo asesinado a su regreso por su
propio cuñado. Los reyes hititas posteriores no consiguieron controlar las tierras
conquistadas por Mursilis y también ellos cayeron en manos de los hurritas.
Entonces, en 1375 a.C., un joven y enérgico rey llamado Suppiluliumas dio comienzo a un
nuevo y glorioso capítulo de la historia hitita. Suppiluliumas poseía muchas habilidades.
Era un valiente guerrero, además de un inteligente diplomático. Aunque el joven rey había
heredado un imperio debilitado por los poderosos enemigos que lo rodeaban, en un espacio
de tiempo relativamente corto, él y sus sucesores edificaron un imperio que fue lo bastante
poderoso como para rivalizar con cualquiera otro del Oriente Medio antiguo.
Suppiluliumas comenzó sus conquistas recuperando los antiguos territorios hititas al sur de
Anatolia. Sus ejércitos se dirigieron al sur para dominar las ciudades-estado sirias, llegando
nada menos que a Damasco. Finalmente, giró hacia el este para arreglar cuentas con los
urritas.
Supiluliuma derrotó a los urritas en una batalla que tuvo lugar en Carquemish, colocando
sobre el trono urrita a un príncipe menor que le había jurado lealtad. Seguidamente
fortaleció la alianza casando a su hija con el príncipe.
Mapa del reino Hitita

Consolidación y fin del Imperio Hitita

Mediante una combinación de fuerza militar y astuta política, Suppiluliumas consiguió


crear un gran imperio formado a base de muchos reinos pequeños. Cada uno de estos reinos
estaba gobernado por un vasallo que juraba lealtad política y obediencia al rey hitita. La
lealtad de estos vasallos se reforzaba en ocasiones arreglando matrimonios con miembros
de la familia real hitita. Suppiluliuma ofrecía a sus vasallos la «protección» del poderoso
Imperio Hitita y, a cambio, los príncipes vasallos tenían que enviar un tributo anual a la
capital, además de un número determinado de hombres para aumentar las filas del ejército
hitita.
El hijo de Suppiluliumas, Mursilis II, siguió los pasos de su padre. Conquistó el reino de
Arzawa, en Anatolia occidental, ampliando la influencia hitita hasta el mar Egeo. El
siguiente rey, Muwatalis, atacó al poderoso Egipto, que en esa época gobernaba Ramsés II,
causándole grandes daños al ejército egipcio en la batalla de Kadesh, en 1275 a.C.
Posteriormente, los hititas firmaron la paz con Egipto y Babilonia, penetrando el Imperio
hitita en un periodo de gran prosperidad y poder. Pero no por mucho tiempo, pues por el
este el ——–> Imperio Asirio se estaba haciendo todavía más fuerte, mientras que una serie
de razas-guerreras conocidas como los pueblos del mar amenazaban Anatolia desde el
oeste. En torno a 1190 a.C., los pueblos del mar invadieron las tierras hititas y la capital,
Hattusas, fue saqueada. El Imperio hitita quedó destruido para siempre.

La sociedad hitita
En el Imperio hitita, la mayor parte de la gente trabajaba en el campo. En lo alto de la
meseta anatolia, con su duro clima, el cultivo principal era el trigo y la cebada, pero
también se cultivaban cebollas, guisantes, aceitunas, uvas y manzanas. Reses, cerdos,
ovejas y cabras se criaban para conseguir lana, carne y productos lácteos. El alimento
principal era el pan, junto a los pasteles, la carne y los estofados de verdura.
Además de los granjeros, había trabajadores con oficios especiales, como los carpinteros y
albañiles, así como artesanos metalúrgicos y alfareros, que fabricaban jarras de cuello
estrecho y copas anchas y bajas, o vasos con forma de pájaros y otros animales.

Batalla de Kadesh

Habilidades artesanas de los hititas


Los hititas eran conocidos por su trabajo del metal. De las gentes de Anatolia aprendieron a
trabajar el bronce y el arte de la fundición, la técnica que les permitía obtener hierro de la
mena de este metal calentándolo a altas temperaturas. Los hititas guardaron celosamente
este precioso secreto, pues era la base de su comercio. La mena de hierro era extraída de
minas locales, donde in situ se le daba una basta forma de lingote. Los lingotes eran luego
transportados a las ciudades para ser refinados y transformados en fuertes y duraderas
herramientas y armas. No obstante, el hierro era escaso y la mayoría de las armas y
armaduras hititas eran de bronce. Sólo al poco de la caída del Imperio hitita comenzó la
verdadera Edad del Hierro.
Los hititas eran también hábiles canteros y escultores. De hecho, sus gigantes esculturas de
dioses, hombres y animales son los restos más impresionantes que nos han quedado de su
civilización. La mayor parte de las esculturas hititas eran relieves -grabados en superficies
planas de piedra- destinados a ser vistos sólo de frente. No obstante, algunas pequeñas
figuras de bronce, e incluso grandes estatuas de piedra, fueron esculpidas en bulto redondo.
La lana se hilaba y los vestidos se hacían en casa. Para diario, los hombres llevaban una
túnica hasta la rodilla, de manga larga, sujeta en los hombros con alfileres de bronce. Para
el exterior, las mujeres se ponían sobre los hombros capas largas para cubrir los ligeros
vestidos que llevaban dentro de las casas. Tanto hombres como las mujeres llevaban joyas.
Durante las fiestas, los hombres hititas llevaban túnicas a media pierna llamadas «camisas
urritas», adornadas con bordados o decoración de bronce. En ocasiones de Estado parece
que los reyes pueden haber llevado los altos y cónicos sombreros reservados generalmente
para los dioses hititas.

Lenguaje y escritura
Los hititas hablaban una lengua indoeuropea, que forma parte de un grupo de lenguas
relacionadas con el sánscrito, que es la antigua lengua de la India. Las lenguas clásicas
como el griego y el latín se desarrollaron a partir de este grupo y, seguidamente, dieron
lugar al español, inglés, francés y otras lenguas europeas. Algunas antiguas palabras hititas
son muy semejantes a su equivalente inglés; por ejemplo, la palabra hitita para agua era
«watar» y la inglesa es «water»-, asimismo, la palabra para hija era «dohter», mientras que
en inglés se dice «daughter».
De otras civilizaciones de la época, como la urrita y la babilonia, los hititas aprendieron el
arte de escribir, tanto en jeroglífico (escritura de símbolos) como en cuneiforme (escritura
con signos en forma de cuña). En el siglo XX se encontraron en los yacimientos hititas
miles de tablillas jeroglíficas y cuneiformes, que han permitido a los historiadores reunir
parte de la perdida historia del Imperio hitita.

El ejército hitita
El ejército hitita tenía reputación de ser una formidable fuerza de combate. Durante las
campañas principales podía contar hasta con 30.000 soldados, y el propio rey dirigía a sus
tropas en el combate. Los nobles y oficiales dirigían unidades menores, de entre 10.000 y
1.000 soldados.
Las divisiones de carros se encontraban entre las más efectivas unidades de combate del
Oriente Medio antiguo. En otros ejércitos, como el egipcio, los carros llevaban dos
hombres: un conductor y un guerrero armado con un arco y jabalinas para el combate a
media distancia. Los carros hititas llevaban tres hombres: un conductor, un portador de
escudo y un soldado armado con una lanza para el combate a corta distancia. Cargado con
sus tres ocupantes, el carro hitita era menos maniobrable, pero la mano de obra extra lo
volvía más mortífero en el núcleo de la batalla. El ejército también tenía divisiones de
infantería, armadas con arcos, hachas, lanzas o espadas de tajo en forma de hoz. Los cascos
y escudos ayudaban a proteger a los hombres de los golpes del enemigo.
Arquero en la batalla de Kadesh

Construcciones hititas
La capital del Imperio hitita era la gran ciudad de Hattusas. Sus ruinas ocupan en la
actualidad unas 162 hectáreas de escarpados riscos y laderas, pero originalmente tenía 2,4
kilómetros de lado a lado. Fue edificada en un lugar donde muchos arroyos bajan desde la
montaña, y los hititas excavaron cisternas en la roca sólida para almacenar ese agua. Los
constructores de la ciudad no trazaron sus calles siguiendo un patrón ortogonal, sino que
utilizaron toda la tierra sobre la que se pudiera construir. Para conseguir más terreno llano,
construyeron terrazas en las desiguales laderas.
Las casas de Hatussas estaban construidas de ladrillo y piedra, con techos planos de maleza
y barro soportados por vigas de madera. El interior de las casas debió de ser muy oscuro,
pues hay pocas ventanas. Las casas más grandes, construidas para las familias de la
nobleza, eran castillos en miniatura, colgados de salientes rocosos y fortificados con
robustos muros. Además de viviendas, la ciudad también contenía muchos talleres de
artesanos, tabernas, casas de comidas y graneros.

La ciudad de Hattusas
Por todo el Imperio hitita, la mayoría de la gente trabajaba la tierra, pero en la ciudad de
Hattusas muchas personas se ganaban la vida con una profesión especializada. Había
mercaderes, soldados, vigilantes, posaderos, médicos, sastres y zapateros, junto artesanos
como alfareros, canteros y orfebres.
En el apogeo del imperio, las calles de Hattusas estuvieron repletas de personas: sacerdotes,
guerreros y esclavos que se ocupaban presurosos de sus asuntos. Granjeros, panaderos y
pescadores se mezclaban con otros ciudadanos mientras vendían sus mercancías. Los
mercaderes que guiaban sus ponis de carga por entre las colinas cercanas sabrían que
estaban llegando a su destino en cuanto vieran los rizos de humo que se alzaban sobre
centenares de hogares y escucharan los martillos golpeando el hierro, los gritos de los
soldados y los ladridos de los perros de la ciudad.
Los enemigos de los hititas, que se acercaban a la ciudad con intenciones mucho menos
pacíficas, se arredrarían ante las defensas de la ciudad, pues ésta se encontraba rodeada por
6 kilómetros de altos terraplenes de tierra sobre los que había fuertes muros de piedra.
Algunas de las rocas empleadas en las murallas eran tan grandes que visitantes posteriores
creyeron que la ciudad había sido construida por gigantes. Un largo y secreto túnel
construido bajo estos muros permitía a los defensores montar contraataques contra los
invasores.
Las puertas que conducían a la ciudad estaban guardadas por torres y almenas. Las que
mejor se conservan actualmente son las puertas meridionales, cerca de la cima de la cadena
montañosa. Cada una de ellas estaba decorada con esculturas realizadas sobre piedras
gigantes. La Puerta de las Esfinges estaba decorada con esfinges gemelas (tomadas de
la mitología egipcia), mientras que la Puerta del León tenía dos leones rugientes que dan la
impresión de estar a punto de cargar directamente fuera de la roca. La Puerta del Rey
contaba con la estatua más delicada, la figura de un joven guerrero que sujeta un hacha,
vestido con un casco puntiagudo y una túnica corta. Hoy día la estatua se encuentra en el
Museo de Ankara, mientras que en la antigua ciudad sólo se conserva una copia.
En el interior de las puertas meridionales había un grupo de templos y castillos, así como
viviendas más humildes. Más abajo, una fortaleza llamada la Cindadela, que incluía el
palacio del rey con sus pasillos con columnas, se erguía sobre un saliente rocoso. Más abajo
aún se encontraba el Gran Templo, que indudablemente era la sede de importantes fiestas
hititas.

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Los antiguos nubios
Inicio » Edad Antigua » Los antiguos nubios

Los antiguos nubios vivían en una región del noreste de África que se encuentra al sur
del actual Egipto y al norte del actual Sudán. Nubia limitaba al oeste con el Nilo y el
desierto del Sahara, y al este con el mar Rojo, una zona que en la actualidad es el desierto
nubio.
El reino de los nubios, de tez negra, fue invadido en torno a 1920 a.C., cuando el rey
Senuseret de Egipto envió a su ejércitos Nilo arriba. Los egipcios llamaban Kush a esta
región y para ellos era una importante fuente de valiosos metales y minerales, en especial
oro. Durante cientos de años hubo incursiones recíprocas entre los dos reinos, y los kushitas
se las ingeniaron para capturar algunos tesoros egipcios, que llevaron de vuelta a su capital,
Kerma, cerca de la tercera catarata del Nilo, en el actual Sudán.
Por aquel entonces Kush era un estado poderoso, gobernado por reyes que vivían rodeados
de lujo. Las pruebas de ello fueron descubiertas a comienzos del siglo XX, cuando el
arqueólogo norteamericano George Reisner halló una estructura en forma de castillo y un
cementerio real con muchos túmulos funerarios, que contenían los esqueletos de personas y
animales sacrificados. Los reyes se encontraron enterrados en tumbas más grandes. El
cuerpo del soberano reposaba sobre una cama en una pequeña habitación; cerca de el se
encontraron los esqueletos de cientos de hombres, mujeres y niños, todos ellos enterrados
junto al soberano como sacrificio. Los historiadores creen que fueron enterrados vivos.
Los kushitas adoptaron algunas de las costumbres religiosas y artísticas de los egipcios.
Entonces, en torno al año 740 a.C., el rey kushita Piankhi logro conquistar el propio Egipto.
Los kushitas fundaron la XXV Dinastía egipcia, pero su gobierno no duró mucho. Sobre
654 a.C. tuvieron que retroceder hacia el sur empujados por los asirios. Se vieron obligados
a situar su capital mucho más al sur, en Napata, cerca de la cuarta catarata del Nilo. Por
aquel entonces los kushitas adoptaron el egipcio como su lengua oficial y comenzaron a
construir pirámides como tumbas reales, al igual que habían hecho los egipcios muchos
cientos de años antes.

El Reino de Meroe de los nubios


Pero quizá Napata estuviera demasiado cerca de Egipto, porque en 590 a.C. los kushitas
volvieron a trasladar su capital, esta vez a Meroe, entre la quinta y la sexta cataratas. Su
reino, más pequeño, floreció de nuevo, libre de la influencia egipcia. Los kushitas
encontraron mena de hierro, que fundieron para crear herramientas y armas de hierro
(puede que fuera aquí donde comenzara la práctica de la fundición del hierro en la antigua
África).
Meroe y Napata estaban unidas mediante una antigua ruta caravanera. En Meroe, los
kushitas construyeron un palacio real de ladrillo y piedra, así como un muelle fluvial y
muchas pirámides escalonadas. Estas pirámides se iban edificando encima de las tumbas y
eran mucho más pequeñas y empinadas que sus equivalentes egipcias. Pero
desgraciadamente algunos exploradores del siglo XIX quitaron la parte superior de muchas
de ellas en su vana y precipitada búsqueda de tesoros ocultos. Los habitantes de Meroe
también construyeron templos al toro sagrado egipcio Apis y a la diosa Isis, que
representaba para ellos la fuerza femenina de la naturaleza. También fue dedicado otro
templo a una deidad que era netamente africana y que parece haber sido adorada
únicamente por los habitantes de Meroe, el dios león Apedemak.
Gradualmente, los habitantes de Meroe se vieron menos influidos por Egipto: crearon
nuevos estilos artísticos y arquitectónicos, utilizaron su propia lengua y desarrollaron su
propio alfabeto y sistema de escritura a partir de los jeroglíficos faraónicos. Los signos
meroíticos aparecen en estelas de piedra, pero los especialistas todavía no han sido capaces
de descifrarlos por completo. Los mercaderes de Meroe comerciaban con sus excelentes
productos de hierro, tanto en la región mediterránea como en Asia. Los granjeros de fuera
de la ciudad canalizaban el agua del cercano Nilo y utilizaban norias accionadas por bueyes
para llevar el agua a sus campos. Cultivaban algodón y otros productos; también criaban
ganado.
Faraones nubios

En el 45 a.C., Amanishakhete se convirtió en la reina de la Meroe kushita,


incrementando, como sus sucesores, el contacto con Egipto. Sin embargo, en el año 30 a.C.,
el gran reino egipcio cayó en manos de Roma y siete años después el prefecto romano
Petronio condujo una expedición a la región de Meroe. Los romanos capturaron varias
ciudades y destruyeron Napata. No tardaron en retirarse hacia el norte, pero a partir de
entonces el poder y la riqueza de Meroe declinaron lentamente. Es posible que el declive
tuviera que ver con una disminución de las cosechas; la tierra pudo haber quedado
desprovista de árboles y haber sido sobreexplotada, de modo que el desierto se apoderó de
la región. En el siglo III, nómadas del desierto arábigo se trasladaron aquí y, entonces, en
torno a 350 d.C., fuerzas procedentes del poderoso reino de Aksum destruyeron la propia
Meroe.

El ascenso de Aksum
La ciudad de Aksum estaba situada 600 kilómetros al sureste de Meroe, en las montañas
septentrionales de la actual Etiopía. El montañoso reino que rodeaba la ciudad se
encontraba entre el Nilo Azul y el mar Rojo, ocupando zonas de las actuales Eritrea, Yibuti
y Sudán. En el siglo I d.C., el pueblo que habitaba esta región se había convertido en una
importante potencia comercial. Utilizaban el puerto de Adulis, en el mar Rojo, para
comerciar con el Imperio romano, Arabia y la India. La conquista de Meroe les dio a los
aksumitas un mayor control sobre las rutas comerciales del valle del Nilo.
Aproximadamente por las mismas fechas en que tuvo lugar la conquista de Meroe, el rey
Ezana de Aksum se convirtió al cristianismo. Su reino se transformó en un aliado del
Imperio romano de Oriente, administrado desde Constantinopla. A lo largo de los siglos
siguientes, Aksum incrementó su poder y conquistó parte de Arabia. Los monumentos de la
capital, sus iglesias y sus 20.000 habitantes eran mantenidos con los impuestos que pagaban
tanto los territorios conquistados como sus propios y exitosos mercaderes. Sin embargo,
tras la conquista persa de Arabia, en el año 575 d.C., para los aksumitas se volvió difícil
comerciar a lo largo del mar Rojo. En el siglo VII, árabes musulmanes conquistaron a los
persas, destruyeron la flota aksumita y los aislaron del resto del mundo cristiano. Los
aksumitas ya no pudieron competir con el poder musulmán y, para el año 1000 d.C., su
civilización había perdido todo su poder.

Las estelas de Aksum


Aksum es famosa por sus gigantescas estelas de granito: antiguos pilares con inscripciones
talladas que parecen estilizados rascacielos. Los monumentos datan de antes del siglo IV
d.C. y sus grabados contienen escenas que incluyen edificios aksumitas de caliza, barro y
madera, similares a los que todavía se pueden ver en los poblados de las montañas del norte
de Etiopía.
La más alta de las estela todavía en pie mide 21 metros de altura. Algunas de las estelas
pueden haber sido más altas incluso, pero ahora yacen rotas en el suelo.
Los historiadores no están seguros de cuál era su propósito, pero creen que señalaban
tumbas reales aksumitas. En la década de 1970, los arqueólogos encontraron una serie de
tumbas debajo de las estelas, algunas de ellas con ocho metros de profundidad.
Una de las estelas más grandes fue trasladada por los italianos a su país en la década de
1930, durante su ocupación de Etiopía como parte del África oriental italiana. Este antiguo
monumento aksumita se yergue hoy día cerca del Arco de Constantino, en Roma.

Egipto y los antiguos nubios

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El palacio de Knossos
Inicio » Edad Antigua » El palacio de Knossos

El palacio de Knossos, en la Isla de Creta, es uno de los mas notables Yacimientos


arqueológicos del mundo. Fue descubierto y excavado por el arqueólogo británico Arthur
Evans, que estuvo dedicado durante 30 años de su vida a recuperar civilización perdida.
Evans estaba familiarizado con los antiguos mitos y , leyendas griegas, y la historia que
más le fascinaba era la de Minos, el legendario hijo de Zeus, rey de los dioses. Minos nació
en Creta y se convirtió en rey de la isla. Su esposa, Pasifae, se enamoró de un magnífico
toro y como resultado de sus amores dio a luz al Minotauro, un monstruo con cuerpo
humano y cabeza de toro. El rey Minos dejó al Minotauro en un laberinto oculto en las
profundidades de su palacio.

Descubrimiento y excavación de Knossos


Evans tenía 51 años cuando finalmente pudo ir a Creta, en 1899, e investigar la verdad de la
leyenda. Ese año Creta obtuvo su independencia de los turcos otomanos y Evans pudo
comprar un trozo de tierra en un monte llamado Kefala (que la gente de la zona llamaba
Knossos). Evans comenzó a excavar en serio en marzo de 1900.
Sus tierras se encontraban en el lateral de un ancho valle, a unos 5 km al norte de la costa
de Creta. La excavación comenzó el día 23 y, cuatro días después, Evans anotaba en su
cuaderno de campo que estaba convencido de que la ciudad que desenterraban «llega como
mínimo bastante más allá del periodo pre-micénico». Evans y sus colegas fueron
encontrando bloques de roca grabados con extraños e irreconocibles símbolos. Al cabo de
unas semanas estaba claro que esos bloques formaban parte de un gran edificio
prehistórico. Además, según se iban descubriendo frescos y decoraciones, se observó que el
toro era un motivo recurrente en ellos.
Evans estaba eufórico, pues no tenía duda de que había descubierto el palacio del rey
Minos y bautizó a la civilización que lo había construido con el nombre de este soberano
cretense.
Según avanzaba la excavación, Evans pudo ver que el palacio era amplísimo. En algunos
puntos tenía cinco pisos de altura, así como 1.200 habitaciones, incluidos almacenes,
salones conectaban las habitaciones, todas ellas agrupadas en torno a un gran patio central.
La disposición de las habitaciones, bastante aleatoria, debió recordarle a Evans la leyenda
del laberinto. Parecía como si estancias y salones se hubieran añadido al palacio según se
fueron necesitando, sin que nadie tuviera en cuenta un diseño equilibrado.
Mientras la excavación progresaba, se descubrieron las bases de los muros y puertas, así
como muchos objetos hechos por los artesanos minoicos. Algunos restos aparecían justo
unos pocos centímetros por debajo de la superficie moderna y ello sugería que el edificio
había sufrido una gran catástrofe. Evans escribió: «Desde el día de su destrucción hasta
ahora el yacimiento ha estado por completo desolado. Durante tres mil años o más no
parece que ni un solo árbol se haya plantado aquí; sobre una parte del terreno ni siquiera ha
pasado un arado. En el momento de la gran caída, sin duda el palacio fue metódicamente
saqueado en busca de objetos metálicos y los caídos escombros de las habitaciones y
pasajes revueltos y registrados en busca del precioso botín […]. Pero los muros de arcilla y
yeso todavía se conservan intactos».
Palacio de Knossos

La Restauración de Knossos
Mientras trabajaba, Evans decidió unir las piezas del gigantesco rompecabezas en un
trabajo de restauración que llamó reconstitución. Desde entonces algunos arqueólogos han
criticado su trabajo, pero es innegable que el visitante moderno consigue una mejor imagen
del palacio y el mundo minoico gracias a él. Evans decía que una cierta restauración era
esencial, porque los trabajadores tienen que consolidar lo que han descubierto antes de
excavar más profundamente.
El palacio tiene gruesos muros de piedra y muros más delgados de ladrillo; muchos
contaban con un armazón de madera, probablemente para ayudar al edificio a soportar los
terremotos. Los muros se habían derrumbado, la paja y arcilla de los tejados estaban caídos
y gran parte de la madera se había podrido. Evans reemplazó los troncos estropeados por
hormigón que luego pintó de color beige para que pareciera madera. Seguidamente
reconstruyó los muros utilizando las piedras originales.
La parte occidental del palacio tenía como mínimo dos pisos, pero sólo el primero de ellos
se conserva. En un patio cerca de la entrada oeste se han encontrado tres grandes pozos
redondos. Originalmente puede que fueran para almacenar grano o para las ofrendas
sagradas de las ceremonias religiosas. La entrada principal desde el oeste conduce,
mediante un porche columnado, hasta un amplio corredor cubierto con una procesión de
brillantes y coloridos frescos, de tamaño natural, de hombres jóvenes llevando jarras. Evans
encontró otros frescos en Knossos, que nos cuentan mucho sobre cómo vivían los minoicos.
En una antecámara junto a la gran escalera había un fresco de una figura llamada
sacerdote-rey, aunque puede que en realidad sea una sacerdotisa.
El 13 de abril de 1900, Arthur Evans vio por primera vez la extraordinaria habitación que
conducía hasta el patio central. Dentro había un trono de piedra de respaldo alto guardado
por grifos pintados. El salón del trono puede haber sido el lugar donde el rey Minos recibía
a sus visitantes importantes, aunque algunos expertos piensan que era utilizado por los
sacerdotes para adorar a la deidad suprema minoica.
Evans encontró vasos esparcidos por la estancia, por lo que pensó que cuando el desastre
llegó a Knossos se estaba realizando algún tipo de ritual. En un corredor cercano se
encontró una pila de piedra de gran tamaño. Evans la trasladó a la antecámara del trono
porque creía que los minoicos la habían utilizado para purificarse antes de entrar en la
importante habitación del trono.
La mayor parte del resto del primer piso estaba ocupado por estrechos almacenes, en donde
se guardaba grano, aceite de oliva, vino, pescado seco y judías en inmensas jarras. El piso
superior probablemente contenía las principales habitaciones para recepciones y amplios
salones columnados, utilizados por el rey en las audiencias públicas.

Las habitaciones reales


La parte oriental del palacio probablemente tuviera cinco pisos de altura, algunos de los
cuales han sobrevivido porque estaban excavados en una ladera de la colina. Los diferentes
pisos, que estaban conectados por una gran escalera, contenían las habitaciones reales.
Evans llamo a la habitación del rey el Salón de las hachas dobles, porque este símbolo
apareció grabado en algunas de los bloques de piedra de esas estancias. Esta habitación
doble tenía un pozo de luces en un extremo y una ancha galería que miraba hacia el este.
Iodo el palacio estaba inteligentemente construido para recibir luz, permitir que circulara el
aire y ofrecer protección contra el feroz calor del verano. Durante el invierno, las puertas se
cerraban y los hogares proporcionaban calor.
Las cercanas habitaciones de la reina contenían bellos frescos de delfines y una chica
bailando. En un rincón, rodeado por un muro a media altura, había un cuarto de baño con
una bañera de barro cocido. El baño probablemente fuera llenado por una sirvienta y
vaciado mediante un agujero en el suelo que conecta con el desagüe.
La habitación de al lado era un retrete. En el suelo del vestidor había un agujero, por el que
se habría hecho correr el agua para tirar de la cadena. El desagüe del retrete conducía las
aguas de albañal hasta un arroyo que corría bajo el palacio. Evans escribió: «El elaborado
sistema de desagües del palacio y las disposiciones para la salubridad excitan la
imaginación de cuantos los ven. Las tuberías de terracota, con sus secciones científicamente
conseguidas, bellamente conectadas, que datan de los primeros días del edificio, se ajustan
bastante a los estándares modernos».
Además del rey, la reina, los nobles y los sacerdotes muchas otras personas vivían en el
palacio de Minos. Había gran número de sirvientes y esclavos para atender las necesidades
de la familia real y sus cortesanos. Mercaderes, escribas y contables organizaban y llevaban
un registro de las grandes tiendas. Había alfareros, joyeros, albañiles, carpinteros y pintores
(se han encontrado muchos de sus almacenes). Fuera de los muros de palacio, que no estaba
rodeado por fortificaciones o una muralla defensiva, había edificios más pequeños. Desde
el palacio partían caminos que conducían a la ciudad de Knossos.
A partir del trabajo de Evans y otros, sabemos que el palacio fue construido en torno a 1900
a.C. Fue destruido, probablemente por un terremoto, unos 200 años más tarde. Tras ser
completamente reconstruido y quizá ampliado, el palacio puede haber resultado dañado por
la erupción del volcán de la cercana isla de Thera (la actual Santorini) en torno a 1500 a.C.
Unos 100 años después, el palacio fue destruido por un fuego y no volvió a ser
reconstruido. La ciudad de Knossos fue tomada por guerreros micénicos y se convirtió en
una importante ciudad-estado griega, hasta que los romanos conquistaron Creta en el año
67 a.C.

El salto del toro


Uno de los frescos más conocidos encontrados en la palacio de Minos representa a un joven
que salta sobre el lomo de un toro. Una joven espera para recogerlo y otra está a punto de
saltar por encima de los cuernos del animal. Distintas escenas de toros y saltadores de toros
han aparecido en sellos minoicos y estatuillas de bronce. En Knossos también se han
encontrado símbolos en forma de cuernos de toro, así como vasos y copas con forma de
cabezas de toro.
Los historiadores creen que el salto del toro puede haber tenido lugar en el patio central del
palacio, que mide 50 por 25 metros. Este deporte puede haber sido parte de un ritual
religioso, además de un entretenimiento, al final del cual es posible que el toro fuera
sacrificado. El salto del toro puede haber dado lugar a la leyenda del Minotauro, la criatura
que era el Toro de Minos.
Salto del Toro, Knossos

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El Imperio Acadio
Inicio » Edad Antigua » El Imperio Acadio

El Imperio Acadio creo el primer reino unificado mesopotámico del que se tiene
noticia, hace más de 4.000 años. Antes de la aparición de los acadios, Mesopotamia estaba
formada por muchas ciudades-estado, cada una de las cuales tenía su propio rey, territorio y
ciudades.
En el sur de Mesopotamia vivían los sumerios, mientras que el norte lo ocupaban gente de
habla semita. Se trataba de una lengua bastante distinta de la hablada por los sumerios, pero
aparte de esta característica los habitantes del norte eran parecidos a sus vecinos sumerios.
En torno a 2334 a.C., un funcionario de lengua semita de la Corte del rey de Kish, una de
las ciudades-estado mesopotámicas, derrocó a su soberano y asumió el poder real. Se llamó
a sí mismo Sargón (cuyo significado es rey verdadero) y desde Kish se dirigió contra el
más poderoso monarca de la región, Lugalzagesi, señor y rey de Uruk. Sargón consiguió
derrotarlo y luego atacó y venció a tres ciudades más en el sur de Mesopotamia: Ur, Lagash
y Umma, derribando sus murallas. Después siguió avanzando con su ejército hasta llegar a
las orillas del golfo Pérsico y, para demostrar que su autoridad desde Kish hasta el golfo,
lavó las armas de su ejército en las saladas aguas.

Un nueva capital

Deidad Acadia

Sargón construyó su propia capital en del Imperio Acadio, junto al río Eufrates, cerca de la
actual Bagdad. Su reino, Acad, y sus gentes, los acadios, recibieron su nombre a partir del
de la ciudad. Gente de todo el imperio acadio iba a Acad para vender con sus bienes, como
cabras, ganado y asnos. La ciudad era un gran puerto en el que atracaban barcos llegados de
lugares tan lejanos como la India y Egipto.
Sargón siguió dirigiendo más campañas victoriosas, contra Elain, en las montañas al este de
Mesopotamia, y por el oeste, hacia las montañas del Líbano. Por el oeste, los acadios
consiguieron acceso a importantes recursos, como la plata y la madera de cedro. Por el este,
los acadios hicieron que los elamitas trasladaran su capital, desde Elam hasta Susa, y los
obligaron a hablar acadio.
Sargón el Grande, como ahora se llamaba a sí mismo, gobernó su imperio hasta 2279 a.C.
No obstante, su autoridad se debilitó mucho en los últimos años, cuando tuvo que
enfrentarse a las revueltas de algunos de sus súbditos sumerios. Pese a todo, consiguió
aplastarlos y traspasar su poderoso imperio a su hijo, Rimush.
Rimush gobernó entre 2278 y 2270 a.C. Tuvo un reinado turbulento, pero al igual que su
padre consiguió acabar con las ciudades rebeldes. Al final, sin embargo, fue asesinado por
sus cortesanos, quienes (según la leyenda) lo apuñalaron con sus propios cilindro-sellos.
Fue sucedido por su hermano Manishtusu, quien gobernó entre 2269 y 2255 a.C.
Manishtusu se encontró con que, a pesar de la derrota de Elarn, la parte occidental del
imperio había conseguido recobrar su independencia. Esto suponía una amenaza para las
rutas que a los mercaderes acadios les era imprescindible utilizar para ir a buscar metales
con los que fabricar el bronce. De modo que, el rey tuvo que encabezar una expedición
hacia el extremo oriental del golfo Pérsico, donde encontró una fuente alternativa de esos
metales que necesitaba.
El heredero de Manishtusu fue Naram-Sim (2254-2218 a.C.), quien se pasó la mayor
parte de su reinado en guerra. En el oeste, puso de nuevo a la Siria septentrional bajo
gobierno acadio. En el norte, conquistó a los asirios y derrotó a los hurritas. En el este,
acabó con una revuelta entre los súbditos acadios del golfo Pérsico. También derrotó a su
enemigo más poderoso, los lullubi, que vivían en las estribaciones de las cercanas montañas
del Zagros.
El Imperio acadio no sobrevivió mucho tiempo tras la muerte de Naram-Sin. Seguidamente,
su sucesor, Shar-kali-Sharri (2217-2193 a.C.), fue asesinado por sus propios súbditos y,
tras su muerte, se desencadenaron grandes luchas entre los candidatos a sucederle, unida a
la invasión del país por parte de las tribus de las montañas del Zagros, terminaron con el
Imperio acadio para siempre.

El poder del Imperio Acadio


Los acadios gobernaron su imperio con la ayuda de un poderoso y despiadado ejército (el
rey Sargón tuvo 5.400 soldados). Los acadios derribaban las murallas de las ciudades que
se rebelaban y masacraban a todos sus ciudadanos. Muchos monumentos de piedra
muestran a soldados acadios cargando el botín y llevándose a los prisioneros para ser
asesinados.
El poder de Sargón se basó en un cambio radical del sistema de gobierno que los sumerios
habían utilizado tradicionalmente. Los sumerios habían gobernado sus ciudades nombrando
gobernadores de entre las principales familias originarias de esas mismas ciudades. Sargón,
en cambio, prefirió nombrar gobernadores acadios, que eran enviados a las ciudades con
órdenes reales.
Al transformar las ciudades-estado sumerias en una potencia militar, Sargón difundió la
cultura sumeria por todo el Oriente Medio. El cuneiforme fue adoptado ampliamente como
sistema de escritura y el acadio se convirtió en la lengua semioficial de Mesopotamia y
Oriente Medio.

Mapa del Imperio Acadio

Las tablillas de arcilla de Ebla


Cuando el yacimiento de la antigua Ebla, en el norte de Siria, fue explorado por primera
vez, en 1964, los arqueólogos encontraron restos de una ciudad que databa de
aproximadamente el año 2500 a.C. Había sido destruida y quemada hasta los cimientos
bien por Sargón, bien por su nieto Naram-Sin.
El hallazgo más emocionante fue la habitación que contenía el archivo del palacio real, con
más de 20.000 tablillas de arcilla inscritas con escritura cuneiforme. Se trataba de registros
estatales y, a partir de la información que contenían, fue posible reconstruir una vivida
imagen de la vida de esta sociedad de la Edad del Bronce. Las tablillas dejaron claro que
Ebla era la capital de un poderoso estado, cuya riqueza se basaba en el comercio y la
agricultura. La gente cultivaba vino, olivos y cebada, además de criar dos millones de
ovejas y medio millón de reses. Comerciaban con telas, oro, plata y bronce. Algunas de las
tablillas conservan leyes, decretos y tratados, demostrando que Ebla poseía una eficiente
administración.
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La batalla de Alesia
Inicio » Edad Antigua » La batalla de Alesia

La victoria de César en la batalla de Alesia, donde la capacidad de la ingeniería militar


romana le permitió derrotar a un vasto ejército galo que acudía a socorrer a su caudillo
Vercingétorix, aseguró el dominio romano de la Galia. Aunque, con todas sus
fortificaciones, César tuvo que entablar un duro combate.

Datos de la batalla de Alesia


Quiénes: Cayo Julio Cesar (100-44 a.C.), con un ejército de 45.000 hombres, asedió a un
ejército de unos 70.000 galos bajo el mando de Vercingétorix de los arvernos (m. 46 a.C.) y
se enfrentó a una fuerza que presuntamente alcanzaba 250.000 guerreros.
Cómo: César se valió de la pericia romana en las operaciones de asedio, construyendo
líneas de fortificaciones de asedio dirigidas hacia dentro y hacia fuera, y de la disciplina
romana para derrotar las amenazas de las fuerzas asediadas y de las de socorro.
Dónde: Alesia, a unos 50 km al noroeste de la actual Dijon (Francia).
Cuándo: Finales de septiembre/principios de octubre del 52 a.C.
Porqué: César trataba de aplastar, de una vez por todas, la amenaza de Vercingétorix
contra el dominio romano.
Resultado: La batalla fue el último esfuerzo de los galos contra César. La derrota del
carismático Vercingétorix terminó con La capacidad de los galos para resistir a los
romanos.

Antecedentes de la batalla de alesia


En el 59 a.C. Cayo Julio César fue elegido cónsul en Roma. Cuando terminó su consulado,
utilizó su posición y sus contactos políticos para lograr su nombramiento como gobernador
de la Galia Cisalpina y Transalpina y de Iliria. Ocupó el cargo de gobernador el año
siguiente y utilizó la emigración de los helvecios, y la inquietud que esto causó entre
los aliados galos de Roma, como pretexto para intervenir militarmente en la Galia.
Aunque no parece que la intención inicial de César fuese conquistar la Galia, su victoria
sobre los helvecios pudo haberle ofrecido la oportunidad de considerar esta opción. A lo
largo de los cinco años siguientes, César dirigió con éxito una serie de campañas en la
Galia, aunque a veces con un estrecho margen, obligando a muchas tribus a someterse a él,
al menos temporalmente. Es más, César emprendió también campañas al otro lado del
Rin, e invadió Inglaterra dos veces.
A pesar de su éxito, había un claro malestar en la Galía, que se empezó a manifestar a
finales del 54 a.C. A causa de la mala cosecha. César se vio obligado a dispersar a sus
soldados en cuarteles de invierno a lo largo del nordeste de la Calia, exigiendo a las
diversas tribus que les suministraran provisiones. Esto provocó un fuerte resentimiento
que estalló en una rebelión abierta. Durante del invierno del 54/53 a.C., una legión de 10
cohortes, con cinco cohortes adicionales, bajo el mando de Quinto Titurio Sabino y Lucio
Arunculeyo Cota, fue destruida cuando las romanos fueron atraídos fuera de su
campamento fortificado, emboscados y aniquilados. A esto le siguió un ataque a una legión
en su campamento de invierno, que estaba bajo el mando de Quinto Tulio Cicerón (el
hermano del famoso orador Marco Tulio Cicerón). Cicerón permaneció dentro de sus
fortificaciones y, aunque sus fuerzas se vieron muy presionadas y sufrieron grandes
pérdidas, pudo resistir hasta que fue socorrido. César pasó el resto del 53 a.C. reclutando
fuerzas adicionales, intimidando a las tribus galas y ocupándose de los germanos, tanto en
campañas al otro lado del Rin como rechazando una incursión importante.
Mapa de la
batalla de Alesia

La campaña y los ejércitos


Al principio del 52 a.C., los galos planificaron una rebelión general dirigida a expulsar
a los romanos. La revuelta se inició a principios del año con la masacre de los ciudadanos
romanos que vivían en Cenabum, ciudad estado de la tribu de los camutos. Esta señal
inspiró a los galos, y a un joven y carismático noble de las arvernos, Vercingétorix, para
reunir una coalición de tribus y poner en campaña un ejército significativo. Los galos
empezaron por atacar la capital de los boii, una tribu aliada con Roma, pero César, que
estaba en Italia, regresó y obligó a los galos a retirarse. Entre tanto, César atacó varias
poblaciones galas, con el fin de procurarse provisiones. Vercingétorix se dio cuenta de
que la logística era el punto débil de César, y así los galos adoptaron una estrategia
fabiana, en la que evitarían combatir abiertamente contra los romanos y se retirarían
y defenderían sus propios pueblos fortificados, en un intento de privar a los romanos
de las provisiones que tanto necesitaban.
Entre tanto, César continuó con los ataques a poblados galos e intentó forzar una
confrontación. Penetró en el territorio de los bituriges y atacó su principal fortaleza,
Avaricium. Vercingétorix intentó convencer a los bituriges para que abandonaran la
población, pero estos tenían confianza en sus defensas. Aunque acampó fuera de la
población, no pudo impedir que los romanos la sitiaran. César atacó la población mientras
llovía torrencialmente, cuando menos se esperaba, obligando a Vercingétorix a retirarse.
César tomó seis legiones y marchó contra la capital de los arvernos: Gergovia.

Gergovia

Esta población era muy importante para Vercingétorix, quien tenía intención de defenderla.
Cuando César llegó a la población, que estaba situada en un terreno muy quebrado, ocupó
una colina y estableció allí un campamento fortificado. Rápidamente tomó otra colina,
estableció allí un pequeño campamento y conectó ambas con un par de zanjas paralelas.
César observó una colina pequeña que daba acceso a la población y que estaba
prácticamente indefensa. Ordenó a algunos de sus soldados que iniciaran una
maniobra de distracción y lanzó un ataque sobre la colina, que tomó con relativa
facilidad. Los soldados, no obstante, continuaron su avance hasta las murallas de la
población, ya fuera bajo las órdenes de Cesar o, como él lo relata, simplemente
entusiasmados por su éxito; encontraron allí una fuerte resistencia y fueron rechazados con
importantes pérdidas, especialmente entre los centuriones. En este punto, César se vio
obligado a levantar el asedio y retirarse de Gergovia.
La derrota de Gergovia fue un duro golpe para César y una ventaja para Vercingétorix. La
derrota hizo que algunos de los aliados galos más antiguos de César se pasasen al
enemigo.

Retirada a alesia

Vercingétorix empezó a reclutar tropas adicionales para la rebelión y, utilizando una gran
fuerza de caballería, empezó a interceptar los esfuerzos romanos para reunir provisiones.
César, para compensar las pérdidas provocadas por las defecciones, especialmente en su
caballería, reclutó caballería e infantería ligera germana para respaldarla. Vercingétorix
comprendió que sus fuerzas no podían enfrentarse a las de César en campo abierto, y
decidió retirarse a la ciudad fortificada de Alesia, esperando repetir la derrota de los
romanos en Gergovia. César le siguió y se preparó para sitiar la ciudad.
Legionarios
romanos

Disposiciones
Vercingétorix y su ejército construyeron un campamento fortificado adyacente a Alesia.
defendido por un foso y un terraplén de 1,8 m de altura. César concluyó que Alesia y el
campamento galo eran demasiado fuertes para ser asaltados, y decidió en cambio
rodear y bloquear la ciudad. Empezó construyendo siete campamentos fortificados
apoyados por 23 reductos para defender posiciones clave. Mientras se construían estas
fortificaciones, Vercingétorix envió a su caballería para obstaculizar a los romanos. Se
produjo una batalla de caballería, en la cual los galos fueron duramente vapuleados
por la caballería de César, especialmente por los germanos. Vercingétorix decidió
entonces que su caballería intentara una evasión durante la noche. Los jinetes galos se
deslizaron por las brechas de las filas romanas y regresaron a sus comunidades para reunir
un nuevo ejército a fin de socorrer a los sitiados.
Con la huida de la caballería gala y la probable aparición de un ejército de socorro, César
decidió aumentar sus construcciones de asedio.
Primero, construyó un foso de 6 m, con los lados perpendiculares, para evitar que los galos
de Alesia pudieran obstaculizar la construcción de fortificaciones más completas. Tras este
foso, se excavaron dos
fosos adicionales, y el interior fue llenado de agua. Tras estos se erigió un terraplén de 3,6
m de altura con la tierra extraída de las fosos. Este fue coronado con una empalizada y
protegido por estacas afiladas. Para reforzar aún más el terraplén, se dispusieron torres
espaciadas regularmente a lo largo de él. La longitud de estas construcciones era de casi 16
km.
Vercingétorix, durante la construcción de las fortificaciones, realizó una serie de
salidas importantes y coordinadas fuera de la ciudad, que interferían con la
construcción y dificultaban el envío de partidas de aprovisionamiento por parte de
César. Este, añadió tres líneas de trampas. La primera constaba de cinco hileras de troncos
de árbol y ramas fuertes afiladas, colocados en zanjas; frente a estas había hoyos de 90 cm
de profundidad dispuestos en forma de tablero de ajedrez, con estacas afiladas en su
interior; y, por delante, se esparcieron ganchos de hierro fijados a bloques de madera.
Para defenderse del ejército de socorro, se construyó un conjunto similar de fortificaciones,
de 28 km de longitud, dirigido hacia fuera, con bastante espacio en medio para que César
moviera sus tropas. Los galos que estaban dentro de Alesia reconocieron que las
provisiones serían insuficientes, así que enviaron fuera de la ciudad a todos los que no
podían luchar. Los no combatientes se dirigieron a las líneas romanas, pero fueron
rechazados por César, y así quedaron esperando a morir de hambre en tierra de nadie.

Ballista

La batalla
La batalla se inició cuando llegaron las fuerzas de socorro y, tras haber acampado a 1,5 km
de las líneas romanas, enviaron a su caballería a una llanura de 5 km de anchura. Los
jinetes galos tenían intercalados arqueros e infantería ligera, mientras que el cuerpo
principal de infantería formaba para velar por su caballería, que era la élite del ejército.

Enfrentamiento fuera de las fortificaciones

Cuando los galos de Alesia vieron a la caballería formada para la batalla, salieron de la
ciudad y rellenaron los fosos romanos con fajinas, en preparación de una salida. César
respondió guarneciendo los terraplenes con toda su infantería, procurando que todos los
hombres supieran cuál era su puesto, y enviando a sus jinetes galos aliados y germanos a
enfrentarse con la caballería enemiga. La acción de la caballería fue muy disputada, pues
los jinetes galos se beneficiaban del apoyo de la infantería, cosa que los romanos no
esperaban, pero finalmente los romanos llevaron la mejor parte, cuando César concentró a
su caballería germana en un solo punto y desbandó a la caballería gala. Esta última huyó,
dejando que su infantería de apoyo fuera masacrada. Los galos que estaban dentro de las
fortificaciones de asedio perdieron la esperanza y se retiraron de regreso a Alesia.

Asalto a la fortificación romana

Los galos de la fuerza de socorro dedicaron el día siguiente a preparar los materiales
necesarios para un asalto importante, entre ellos escaleras, ganchos de asalto y fajinas. A
medianoche, avanzaron silenciosamente y, cuando llegaron cerca de las fortificaciones
romanas de asedio, dieron una voz para indicar a los sitiados que iban a iniciar el asalto.
Vercingétorix salió con sus fuerzas para atacar a los romanos al mismo tiempo, de
forma que estos se vieran combatidos por delante y por detrás. Aunque los galos
pudieron causar una serie de bajas lanzando jabalinas, piedras con honda y otros
proyectiles, los obstáculos puestos por los romanos ante sus terraplenes provocaron fuertes
pérdidas. Los galos, incapaces de continuar, se retiraron.

Final de la batalla en alesia

Batalla de Alesia
Los galos celebraron un consejo de guerra y decidieron utilizar el ejército principal para
amenazar las fortificaciones de asedio, mientras una fuerza de 60.000 hombres escogidos
atacaba el campamento romano en la parte norte de la ciudad. Este fuerte estaba defendido
por dos legiones, pero, debido a la naturaleza del terreno, se hallaba fuera de las líneas de
circunvalación. Entre tanto, Vercingétorix dirigiría de nuevo un ataque para que los
romanos se vieran obligados a defender tanto las fortificaciones interiores como las
exteriores contra unos ataques simultáneos. La fuerza de guerreros galos realizó una
marcha nocturna y descansó hasta el mediodía, en cuyo momento atacó. Al mismo tiempo,
Vercingétorix atacó las fortificaciones interiores para que los romanos se vieran en apuros
en varios lugares. César observó que los 60.000 galos estaban teniendo cierto éxito
contra el fuerte aislado, así que envió a su lugarteniente de mayor confianza Tito Atio
Labieno, para que lo socorriera con seis cohortes. Ordenó a Labieno la defensa del
fuerte, aunque debía contraatacar en caso de que no pudiera defenderlo. Mientras tanto, los
soldados de Vercingétorix habían abierto brecha en una sección pronunciada de la pared
interior, donde las fortificaciones no estaban tan completas.
César envió refuerzos a esta posición, rechazando finalmente a los galos cuando condujo
personalmente a algunos soldados a la brecha. La situación se había vuelto desesperada, y
Labieno se estaba preparando para un contraataque final. César acudió rápidamente para
reforzar el contraataque al frente de apenas cuatro cohortes; también ordenó a su
caballería que hiciera una salida y atacara a los guerreros galos desde atrás. Aunque
los galos lucharon enérgicamente, la aparición de la caballería por detrás fue demasiado y
fueron derrotados. La caballería romana pudo causar enormes bajas entre los galos que
huían. Los galos asediados quedaron consternados y se retiraron al interior de Alesia.

Secuelas
Con la dispersión del ejército de socorro, los galos que estaban dentro de Alesia se vieron
obligados a rendirse. Vercingétorix fue entregado a César. Algunos de los galos fueron
utilizados para conseguir la lealtad de sus tribus; sin embargo, muchos fueron repartidos
entre la tropa como botín y terminaron como esclavos. La victoria de Alesia quebró la
resistencia gala, aunque César dedicaría los dos años siguientes a consolidar su
posición. Vercingétorix quedaría prisionero durante unos seis años hasta que, tras ser
exhibido en un desfile por Roma durante el gran triunfo de César, fue estrangulado
públicamente.

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La batalla de Cannas
Inicio » Edad Antigua » La batalla de Cannas

La destrucción de un ejército romano por Aníbal en la batalla de Cannas, mediante una


brillante doble envolvente, ofreció un modelo para los comandantes durante siglos. No
obstante, ni siquiera esta, la tercera de sus grandes victorias tácticas sobre la República
romana, dio fin a las guerras púnicas.

Datos de cannas
Quiénes: Aníbal Barca (247-183 o 182 a.C.), con un ejército cartaginés de 50.000 hombres,
se enfrentó a los cónsules romanos Paulo y Varrón, con un ejército de 86.000 hombres.
Cómo: Aníbal aprovechó su ventaja en la caballería y planeó una doble envolvente de los
romanos. Debilitó el centro de su infantería y fortaleció sus alas con una buena infantería y
caballería.
Dónde: En la desembocadura del río Aufidio en Apulia (Italia).
Cuándo: 2 de agosto del 216 a.C.
Por qué: Aníbal invadió Italia para debilitar a Roma y separarla de sus aliados italianos.
Resultado: La batalla fue una devastadora derrota táctica para los romanos, con más de
48.000 muertos y 20.000 prisioneros. Aunque la batalla tuvo un profundo efecto
psicológico sobre los romanos durante siglos, las ventajas estratégicas de los recursos
humanos de Roma y sus leales aliados redujeron al mínimo el impacto general de la batalla.

Antecedentes
Tras su derrota en la primera guerra púnica (264-241 a.C.), los cartagineses trataron
de ampliar sus posesiones en España y recuperar Sicilia y Cerdeña. Buena parte de ello
fue realizado por la familia Barca, especialmente Amílcar, el joven y distinguido general de
la primera guerra contra Roma, y su hijo Aníbal. Bajo los Barca, los cartagineses extrajeron
los recursos minerales y humanos que España podía ofrecerles.
Los romanos contemplaron la subyugación de España por parte de los cartagineses
con cierta inquietud y así, en el 226 a.C., se firmó un tratado que situaba a España, al
sur del Ebro, bajo la esfera de influencia cartaginesa, y dejaba el territorio del norte
en manos romanas. Sin embargo, el tratado había de ser efímero. En el 221 a.C. el Imperio
cartaginés se había enriquecido (de nuevo) y había reconstruido su ejército, compuesto
principalmente por los súbditos libios de Cartago, mercenarios númidas y levas de las
tribus españolas sometidas. En esta época, los cartagineses, con Aníbal al frente,
respaldaron a uno de sus aliados contra Sagunto, una población situada al sur del Ebro,
la sitiaron y tomaron a finales del 219 o principios del 218 a.C. Por desgracia, los romanos
invocaron una alianza preexistente con Sagunto y exigieron que los cartagineses
desistieran y les entregaran a Aníbal. Los ultrajados cartagineses respondieron que no
harían tal cosa, y se inició así la segunda guerra púnica.

La segunda guerra púnica


Aníbal tomó rápidamente la ofensiva y emprendió una invasión de Italia con un
ejército de 59.000 hombres, incluyendo 9.000 de caballería. Se movió con rapidez y
evitó así los esfuerzos romanos para interceptarle en la Galia. El veloz paso de su ejército
no careció, no obstante, de consecuencias, y Aníbal penetró en Italia en noviembre del 218
a.C. con una fuerza muy debilitada por la campaña: solo 6.000 soldados de caballería y
20.000 de infantería habían sobrevivido al paso de los Alpes. La estrategia cartaginesa
era que Aníbal entablase batalla con rapidez, y venció una escaramuza de caballería
en el río Ticino, obligando a los romanos a retirarse. Al mes siguiente, Aníbal disputó el
combate clásico de la guerra cuando indujo a un ejército romano a cruzar el río Trebia.
Inmovilizando a los romanos con su infantería, Aníbal utilizó su superior caballería y una
fuerza oculta para atacarles por los flancos y por la retaguardia, respectivamente. Los
romanos fueron aplastados decisivamente, perdiendo tal vez tres cuartas partes de sus
40.000 hombres como bajas o prisioneros de guerra.
Aníbal controlaba el norte de Italia y, en la primavera del 217 a.C, inició su marcha hacia el
centro y después hacia el sur de la península. Aunque los romanos intentaron mantener a
Aníbal y a su ejército confinados en el norte, este consiguió pasar junto a ellos
inadvertidamente. Los cartagineses fueron perseguidos por un ejército romano y, en las
orillas del lago Trasimeno, el 21 de junio, Aníbal tendió una emboscada a las tropas
romanas. Atrapado entre el lago y los cartagineses, el ejército romano fue pulverizado y
perdió 15.000 hombres.
Ingreso de Anibal en el norte de Italia

Fabio máximo
Tras sufrir dos derrotas importantes, los romanos tomaron la singular medida de
suspender su constitución, según la cual el estado y el ejército estaban controlados por
dos cónsules elegidos anualmente, y eligieron un dictador, que proseguiría la guerra con
poderes supremos durante un período de seis meses. El hombre elegido fue Quinto Fabio
Máximo. Fabio diseñó una estrategia basada en que los romanos evitarían combatir con
Aníbal y seguirían a su ejército. Esta «estrategia fabiana» permitía a los romanos
intercambiar espacio por tiempo mientras le dificultaban a Aníbal la dispersión de sus
fuerzas durante el invierno. Como los romanos y sus aliados controlaban la mayor parte de
las poblaciones, esto planteaba algunas dificultades logísticas a los cartagineses. Aníbal
había esperado que sus victorias convencieran a muchos de los aliados italianos de
Roma para que la abandonaran, pero, en realidad, la mayoría de ellos siguieron
firmes en su lealtad a los romanos. Además, el tiempo favorecía a los romanos, puesto
que les permitía reunir, junto con sus aliados, un gran ejército a partir de sus significativas
reservas, estimadas en más de tres cuartos de millón de hombres. El ejército romano
estaba formado por soldados ciudadanos, reclutados anualmente para su
entrenamiento y preparación para la próxima batalla con los cartagineses. Los
romanos siguieron al ejército de Aníbal hasta Apulia, Samnio y Campania. La
estrategia parecía funcionar, ya que el lugarteniente de Fabio pudo incluso infligir una
derrota a los cartagineses, cuando estos últimos estaban dispersos buscando provisiones.
Los romanos, no obstante, no estaban contentos con la estrategia de Fabio, especialmente
porque Aníbal, en más de una ocasión, había podido superar tácticamente a los romanos
cuando parecía que le tenían atrapado.
La campaña y los ejércitos
Aunque el mandato de Fabio como dictador concluyó a finales del 217 a.C., sus
sucesores continuaron evitando a Aníbal, esperando la llegada de refuerzos bajo los
nuevos cónsules para el año 216 a.C. Estos eran Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio
Varrón. Paulo, un hombre de considerable experiencia militar, había combatido contra los
ilirios y había ocupado el consulado en ocasiones anteriores. Incluso se le había concedido
un triunfo por la campaña. Varrón, con menos experiencia, era un político popular con
mucho apoyo, tanto de la aristocracia como del pueblo llano. Los cónsules, elegidos en
marzo, habían pasado la primavera reclutando soldados adicionales y se incorporaron
al ejército que vigilaba a Aníbal en Apulia en el mes de julio. Cuando llegaron, el
ejército bajo su mando era el mayor que los romanos habían puesto jamás en campaña.
Estaba compuesto por ocho legiones, 40.000 soldados de infantería y 2.400 de caballería, y
un número equivalente de aliados italianos, con un total de 40.000 infantes y 3.600
hombres a caballo. La mitad de la fuerza romana tenía cierta experiencia, pero el resto eran
soldados reclutados recientemente, con un modesto entrenamiento, y no habían combatido
nunca.
Aníbal, entre tanto, había pasado el invierno en la población de Geronium, donde
permaneció hasta que pudo recoger una parte de la cosecha local de cereales.
Después se desplazó unos 100 km hacia la población de Cannas, en la desembocadura del
río Aufidio. Cannas era un depósito de suministro romano y le permitía controlar
Apulia. En este momento el ejército cartaginés tenía unos 40.000 soldados de a pie y
10.000 de caballería. Unos 16.000 de estos infantes eran veteranos del cruce de los Alpes y
de posteriores victorias; unos 10.000 de ellos eran libios y 6.000 españoles. Otros 16.000
eran celtas reclutados en el norte de Italia. El resto de la infantería eran tropas ligeras
reclutadas de diversas fuentes. La caballería de Aníbal constaba de unos 2.000 españoles y
4.000 celtas de caballería pesada, y 4.000 númidas de caballería ligera. A finales de julio,
los romanos habían avanzado cautelosamente sobre el ejército cartaginés en Cannas.
El 31 de julio, los romanos habían acampado a la vista de las posiciones cartaginesas. La
mayoría de las fuerzas romanas estaban al norte del río Aufidio, frente al campamento de
Aníbal; sin embargo, una fuerza más pequeña ocupaba un campamento al sur del río.

Disposiciones
El 1 de agosto, Aníbal desplegó sus tropas al norte del río y ofreció batalla a los romanos.
Los dos cónsules se alternaban el mando y ese día le correspondía a Paulo. Decidió no
aceptar la oferta de batalla, probablemente porque Aníbal había formado al norte del río y
se había situado de manera que el terreno le era favorable, tanto para sus soldados como,
muy probablemente, para su superioridad en la caballería. Al día siguiente, cuando Varrón
estaba al mando, los romanos desplegaron su ejército, con la excepción de 10.000 hombres
que dejaron para proteger el campamento principal, al sur del Aufidio, y ofrecieron batalla.
Aníbal aceptó, y ambas partes organizaron sus líneas de combate.
Mapa de la Batalla de Cannas

Disposición romana

Los romanos se dispusieron según su orden de combate acostumbrado. La infantería ligera,


llamada los vélites, estaba desplegada delante de la línea principal. Tras ellos, las legiones y
los aliados estaban dispuestos por compañías, llamadas manípulos, en tres líneas de apoyo.
Esta formación se llamaba acies triplex, o triple línea de combate, en la cual los manípulos
de cada línea se colocaban de manera que los de la línea siguiente pudieran adelantarse para
respaldarlos: esto daba al acies triplex el aspecto de un tablero de ajedrez. Había, sin
embargo, una diferencia con respecto a un acies triplex normal, en cuanto que los
manípulos estaban desplegados en formaciones mucho más profundas de lo normal. Los
romanos querían que las legiones tuvieran la profundidad necesaria para perforar la
infantería pesada cartaginesa. Otro factor pudo haber sido el enorme tamaño del ejército
romano en Cannas, que exigía formaciones más profundas y un frente más estrecho. Las
líneas principales de infantería estaban protegidas por la caballería en las alas, los jinetes
romanos a la derecha y la caballería italiana aliada a la izquierda. Los comandantes
romanos se situaron con esta caballería: Paulo mandaba a las romanos y Varrón a los
italianos.

Disposición carteginense

Aníbal dispuso sus fuerzas de manera que aprovechaba al máximo sus ventajas,
especialmente su caballería, más numerosa y mejor, mientras reducía al mínimo sus puntos
débiles, en particular su inferioridad numérica general. Desplegó su infantería ligera como
una pantalla por delante de su línea de combate principal, para contener a los volites
romanos. El centro de su línea estaba formado por unidades alternas de infantería
española y celta, esperando probablemente que los veteranos españoles reforzaran a
los celtas, notoriamente frágiles. Además, estos soldadas se colocaron en una formación
cóncava, de manera que el centro de la línea estaba más cerca del enemigo que los que se
movían por las alas. A ambos lados de los españoles y de los celtas estaban los veteranos
libios, dispuestos en profundas columnas. Protegiendo el flanco izquierdo de la línea de
infantería estaba la caballería pesada, celtas y españoles. El flanco derecho estaba ocupado
por la ágil caballería ligera númida, que era experta en tácticas de escaramuza. Aníbal se
situó en el centro de esta línea de batalla, dejando las alas de caballería a sus comandantes
subordinados.

La batalla
La batalla se inició con un choque de las infanterías ligeras contrarias, que se
enfrentaron con armas arrojadizas, entre ellas jabalinas y hondas. Ninguno de los
lados parecía haber obtenido mucha ventaja y, a medida que las líneas principales opuestas
se aproximaban entre sí, la infantería ligera se retiró tras sus respectivas infanterías pesadas.
Entre tanto, en los flancos, la caballería española y celta avanzó a la carrera para entablar
estrecho combate con los jinetes romanos. En este flanco, la ventaja estaba de parte de la
caballería cartaginesa, que era más numerosa y probablemente estaba más fuertemente
armada, con más armadura. El resultado fue que la caballería romana fue aplastada. Paulo
fue herido y derribado de su caballo en el combate, y finalmente fue abatido. En el otro
flanco, los númidas trabaron combate con la caballería italiana en una prolongada
escaramuza, sin que ninguno de los bandos lograra imponerse. Por desgracia para los
italianos, los jinetes celtas y españoles, en lugar de continuar su persecución de la caballería
romana, cabalgaron por detrás del ejército romano y atacaron a los jinetes italianos por el
flanco mientras estos combatían todavía con los númidas. Esto fue demasiado para los
italianos, que se desbandaron y huyeron. La persecución de los italianos quedó para los
númidas, mientras que la caballería pesada cartaginesa se reagrupó en la retaguardia del
ejército romano.
Mientras se desarrollaban las batallas de la caballería, las dos líneas de combate de
infantería se enfrentaron. En el combate inicial, las romanos empezaron a adquirir
ventaja. El centro desprotegido de los celtas y españoles se vio fuertemente presionado por
los romanos a medida que los manípulos romanos avanzaban para atacar el ápice de la
formación cóncava. Aunque estos soldados se vieron muy presionados por los romanos, no
se desbandaron. Al mismo tiempo, las veteranas tropas libias avanzaron hasta presionar los
flancos de la línea de batalla de los legionarios, que había avanzado para atacar a los celtas
y a los españoles.
Fin de la batalla

Derrota romana

El resultado fue una enorme doble envolvente de las legiones romanas. Cuando los libios
atacaron los flancos, las formaciones romanas no podían mantener ya el ímpetu para
rechazar a la infantería española y celta en el centro. La destrucción casi total del ejército
romano se completó cuando la caballería pesada española y celta cargó contra su
retaguardia. Las bajas resultantes fueron asombrosas; los romanos contaron unos 48.000
muertos, entre ellos el cónsul Paulo, y más de 20000 prisioneros, que convirtieron a Cannas
en una de las derrotas más sangrientas de ningún otro ejército europeo en un solo día de
combate.

Secuelas
Aníbal, incapaz de convencer a los aliados de Roma de que desertaran, dejó a la urbe con
significativos recursos humanos. Los romanos abrieron nuevos teatros de operaciones en
España y Africa, que les permitieron obtener la victoria final.

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La batalla de Gaugamela
Inicio » Edad Antigua » La batalla de Gaugamela

La batalla de Gaugamela fue uno de los mayores triunfos de Alejandro. Superados en


número de cinco a uno, los macedonios derrotaron a los persas mientras Alejandro
aventajaba en el mando a Darío, a pesar de que el gran rey combatía en su propio terreno,
preparado con armas especiales como los carros armados con guadañas y los elefantes de
combate.
Alejandro heredó más que un reino de su padre, Filipo II de Macedonia. Heredó un potente
instrumento militar y el deseo de utilizarlo. Filipo había combatido durante muchos años
para unificar el reino de Macedonia e imponer su poder sobre sus vecinos griegos y
bárbaros. El ejército que forjó para hacerlo fue la base de las conquistas de Alejandro. Si
Filipo no hubiera sido asesinado a la edad de 46 años, él, y no Alejandro, podría haber
combatido contra la gran Persia.

Datos de Gaugamela
Quiénes : Alejandro Magno (356-323 a.C.) con 47.000 soldados griegos/macedonios frente
a 240.000 persas bajo el gran rey Darío (reinó entre el 336-330 a.C.).
Cómo: Alejandro utilizó una formación oblicua para romper el frente persa, Darío huyó y
el ejército persa se desplomó.
Dónde: Cerca de Tel Gomel, en lo que hoy es el norte de Iraq.
Cuándo: 1 de octubre del 331 aC.
Por qué: Alejandro intentaba derrotar finalmente a Darío en combate y terminar su
conquista del Imperio persa.
Resultado: Darío fue asesinado, posiblemente por sus propios generales. Alejandro se
convirtió en el dueño de Persia.

Ejemplos e inspiración de Alejandro Magno


Alejandro se crió como correspondía a un príncipe griego, con relatos heroicos de la poesía
épica de Homero. Formaba parte de una cultura que exigía que los grandes hombres
despreciaran el peligro personal y se arriesgaran para obtener experiencia.
También recibió enseñanzas del propio Aristóteles en filosofia y ciencias, y ya de niño
era un huésped encantador para los invitados de la corte. Aristóteles fue nombrado su
maestro, en buena medida para controlar la temeridad y agresividad de Alejandro o al
menos atemperarlas con valores más filosóficos y civilizados. En esto no consiguió un éxito
completo.
Alejandro aprendió mucho de su tutor y se convirtió en un hombre muy erudito, pero siguió
siendo esencialmente el niño que quería ser Hércules. La inspiración de Alejandro era
Hercules; los relatos de Homero de sus hazañas inspiraron a Alejandro en su actitud
general. Es probable que Alejandro se considerase como una versión moderna de los héroes
griegos clásicos. En gran medida, esto era cierto.

Alejandro Magno

Situación en el Reinado de Filipo II


En la época en que Alejandro heredó el reino de Macedonia. Filipo II lo había convertido
en la potencia dominante en el mundo griego. Atenas, Tebas e incluso Esparta habían sido
eclipsadas y los persas habían sido expulsados de Tracia. Alejandro había participado en
algunas de las ultimas campañas y se estaba forjando una reputación como comandante
agresivo. Filipo también cambió la naturaleza de la sociedad Macedonia. La nobleza
existente tenía ahora la
obligación de prestar servicio militar, y el ejército era una vía clara hacia la grandeza.
Filipo recompensó a sus oficiales y soldados distinguidos, y Alejandro no tardó en
comprender los efectos de la generosidad de su padre sobre la moral.

Ascensión al poder de Alejandro Magno


Filipo fue asesinado por uno de sus propios guardaespaldas, y es posible que Alejandro
estuviera detrás de la conjura. Existen otras explicaciones plausibles, y el propio Alejandro
adoptó la versión de que Persia estaba detrás del asesinato del rey de Macedonia. La
sucesión de Alejandro fue un proceso turbulento característico, con el asesinato o la
ejecución de posibles rivales y enemigos, y tuvo repercusiones que duraron todo el
reinado de Alejandro. No obstante, él no se detuvo aquí, sino que inició inmediatamente
su propia campaña de conquista. Las campañas iniciales de Alejandro fueron para
sofocar rebeliones entre tribus de su frontera septentrional y en la propia Grecia. Tan
pronto como pudo, se volvió contra Persia, como siempre había deseado. Un contingente
macedonio ya realizaba escaramuzas en Persia, aunque no se había logrado nada de
importancia. En el 334 a.C. Alejandro reforzó su ejército e inició su gran campaña.

El imperio persa en el 334 A.C.


El Imperio persa era enorme: se extendía desde el Mediterráneo hasta el océano
Indico. Era extremadamente rico, aunque estaba internamente dividido. El Imperio persa
bajo Darío podía alinear un enorme número de soldados, pero estos procedían de muchas
regiones y culturas diferentes. No tenían ninguna estructura común, y en algunos casos
hablaban un idioma completamente diferente. Muchos de los soldados del imperio
procedían de pueblos sometidos, descontentos de su estado, y no ponían gran
entusiasmo en combatir por su gran rey. Esto creaba un problema adicional: Persia no
solo tenía que proteger y controlar una superficie enorme, sino que algunas de las tropas
que utilizaba no eran muy fiables.
Parte de la tropa de Darío constaba de mercenarios griegos, ya que con frecuencia los
mercenarios eran más fiables que las fuerzas de los pueblos sometidos que formaban la
gran masa de la soldadesca persa. Estos mercenarios griegos formaban la columna vertebral
del ejército que se enfrentó por primera vez a Alejandro en su avance hacia Asia Menor.

Victoria en el gránico
Alejandro era un comandante extremadamente agresivo que consideraba cualquier tipo de
preparativo defensivo como un signo de debilidad. Por tanto, se sintió alentado, más que
consternado, cuando el ejército persa se congregó tras el río Gránico, obligándole a cruzarlo
frente a su oposición. Alejandro declaró que los persas no tenían confianza en la
victoria, y contaban con las pronunciadas riberas del río para frenar la intensidad de
su ataque lo suficiente como para que la caballería persa le derrotara. Lanzó a su
caballería a través del rio en el punto donde el enemigo parecía más fuerte, y después de
una enconada refriega consiguió poner en fuga a la caballería persa. La segunda línea persa,
los mercenarios griegos, se mantuvo firme, pero fue masacrada.
El Gránico estableció el dominio moral del ejército de Alejandro sobre sus enemigos y
obligó a Darío a adoptar una actitud aún más defensiva. Varias poblaciones locales se
pasaron a Alejandro, quien pudo consolidar su conquista de la región sin interferencia. Solo
el puerto fortificado de Halicamaso se defendió en cierta medida, pero finalmente cayó ante
el ejército de Alejandro.
Las fuerzas de Alejandro tomaron rápidamente toda la región de Anatolia. El ejército
persa no interfirió, aunque algunas tribus locales causaron problemas. Alejandro avanzó
sobre Cilicia, desde donde podía dirigirse tanto hacia Egipto como hacia el corazón de
Persia, obligando a Darío a actuar.
Darío había reunido un ejército de unos 140.000 hombres mientras Alejandro
limpiaba su flanco de poblaciones costeras resistentes y sometía a los bárbaros de las
montañas. Se dirigió hacia el sur, a Siria, para situar a su ejército en la retaguardia del de
Darío, y este, al entrar en Cilicia a través de los puertos de montaña del norte, se encontró
cruzando la línea de aprovisionamiento de Alejandro. Darío, pensando todavía en términos
defensivos, eligió una buena posición junto al río Pinaro y aguardó el siguiente movimiento
de Alejandro. Este lo interpretó nuevamente como un signo de nerviosismo y lanzó un
ataque frontal. Alejandro peleó a pie al frente de su infantería y, como en el Gránico,
derrotó a las fuerzas persas en el momento crítico. El ejército persa se desintegró y los
macedonios persiguieron a los rezagados con gran energía. El propio Darío escapó, aunque
su familia fue capturada.

Falange macedonia
La pausa
Durante los dos años siguientes Alejandro, que poseía ahora la mitad del Imperio persa,
redujo focos de resistencia y eliminó las bases de la flota persa en el Mediterráneo.
Descaradamente, capturó Egipto, confiando en la mentalidad defensiva de Darío, para
evitar un ataque sobre su retaguardia mientras hacía campaña en Occidente.
En el verano del 331 a.C., Alejandro estaba preparado para completar su conquista del
Imperio persa. Enormemente superado en numero y al final de una larga línea de
aprovisionamiento, decidió no obstante que, en lugar de aceptar la oferta de Darío de
reconocer sus conquistas, lo arriesgaría todo en un intento de capturar todo el imperio. Esta
era la actitud de Alejandro, en pocas palabras: todo o nada. Avanzando sobre Mesopotamia,
la antigua cuna de la civilización entre los ríos Tigris y Éufrates, Alejandro lanzó su desafío
a Darío, rey de reyes. Darío consideró la posibilidad de retroceder más hacia su
territorio y quizá quemar la tierra tras de sí, pero decidió, en cambio, presentar
batalla.

Preparativos de Darío
Darío sabía que Alejandro presentaría batalla lo antes posible, ya que estaba
operando al final de una larga línea de aprovisionamiento, y los persas no. Eligió su
terreno cerca de la moderna ciudad de Mosul en Iraq e hizo sus preparativos para el
combate. Darío estaba decidido a procurarse todas las ventajas, aun cuando mandaba
cinco veces más soldados que Alejandro.
Ordenó allanar la tierra y eliminar los obstáculos para que su caballería y los carros
tuviesen mejor acceso al enemigo.
El ataque inicial de Darío sería realizado por su primera línea, compuesta por la
caballería y las mejores unidades persas de infantería. El propio Darío estaba en el
centro de la línea persa con su guardia personal de 10.000 hombres, que los griegos
llamaban los Inmortales. Frente a ellos estaban alineados unos 200 carros con guadañas.
Una segunda línea, compuesta por un número enorme de soldados de infantería, estaba
situada detrás de la primera. Darío esperaba poder envolver ambos flancos de Alejandro
y aplastar su ejército desde todos los lados. La línea de Alejandro sería atravesada y rota
por la arremetida de la caballería y de los carros. La infantería avanzaría para completar la
victoria. En cambio, Alejandro tenía otras ideas.

Comienza la batalla
Para proteger sus flancos de la maniobra envolvente, Alejandro utilizó una versión del
orden de batalla oblicuo utilizada por los tebanos en el 371 a.C. Colocó las unidades de su
caballería en los flancos, escalonada cada una hacia atrás con respecto a la última, creando
flancos «rechazados» que exigían que el enemigo avanzara más si quería entablar batalla.
Su falange de infantería macedonia bien entrenada estaba situada en el centro de la línea
griega. Una falange de reserva formaba la segunda línea de Alejandro. El plan de
Alejandro exigía que su flanco izquierdo, bajo el veterano general Parmenio, iniciara
una acción de contención mientras Alejandro Magno conducía al ala derecha a la
victoria. En esto le ayudaron los propios persas, quienes enviaron a su caballería del flanco
izquierdo a gran distancia en torno al derecho de Alejandro, abriendo una brecha en su
línea. El ejército macedonio se desplazaba a la derecha. Si Darío se retrasaba mucho, sus
carros podrían perder el beneficio de su carrera preparada. Así que se lanzó el ataque.
La caballería de Darío rodeó los flancos de la fuerza macedonia mientras los carros (y, en
algunos relatos, 15 elefantes de combate) efectuaban su ataque frontal inicial.
La línea macedonia pudo rechazar a los carros y soportar la arremetida inicial, aunque una
parte de la caballería persa consiguió atravesarla. Fue acometida por la falange de reserva y
por tropas ligeras, que habían recibido instrucciones para ello.

Mapa de la
Batalla de Gaugamela

Triunfo de Alejandro

Algunos persas empezaron a desvalijar el tren de bagajes de los macedonios. Si se


hubieran dado la vuelta y caído por detrás sobre los macedonios, en inferioridad
numérica y rodeados, podrían haber contribuido a una victoria. En cambio, se retiraron
de la batalla cuando más necesarios eran. Como había planeado, Alejandro condujo a su
caballería de élite, los Compañeros, y a las fuerzas a las que respaldaban, contra el ala
izquierda persa. Explotando la brecha que se abría entre la caballería del ala izquierda persa
y el centro, los Compañeros asestaron un salvaje golpe a las fuerzas que tenían enfrente.
Fueron seguidos por una gran cuña de infantería y tropas ligeras, que cayeron sobre los
desorganizados persas.
Temiendo verse separado, el comandante del ala izquierda persa, Besso, inició una
retirada, lo cual redujo la presión sobre el extremo del ala derecha rechazada de Alejandro.
Entre tanto, el propio Darío experimentaba la presión. Si la caballería conquistadora de
Alejandro giraba hacia él, en lugar de atacar ferozmente a Besso, el propio Darío podía
verse rodeado y capturado. Los recuerdos de anteriores derrotas pudieron haber influido
mucho en el emperador persa, porque él también empezó a retroceder. La retirada se
convirtió en una desbandada cuando los guardaespaldas de Darío siguieron a su líder
en la huida del campo de batalla. Alejandro no les podía perseguir porque la situación de
su ala izquierda se estaba volviendo desesperada. Las fuerzas de Parmenio estaban en
apuros a la izquierda, aunque habían cumplido su misión al sujetar a las fuerzas persas.
Ahora Alejandro cargó sobre la retaguardia de los persas que atacaban a Parmenio,
obligándoles a retirarse. El comandante del ala derecha persa, Maceo, trató de dirigir una
retirada ordenada, pero fue atacado vigorosamente, y sus soldados se sumieron en el
desorden.

Fin de la resistencia Persa

Esto representó el final de la resistencia persa organizada en Gaugamela. Las restantes


fuerzas persas fueron dispersadas, perseguidas o pasadas a cuchillo y se capturó el tren de
bagajes. Alejandro inició una persecución de las fuerzas supervivientes de Darío
durante tres días, aunque no pudo capturar a su enemigo, que reagrupó a buena parte
de su caballería restante y a varios miles de soldados de infantería y logró escapar. Tras la
huida de Darío quedaron 40.000 soldados persas muertos, 4.000 más prisioneros y el resto
del ejército disperso por el campo.

Batalla de Gaugamela

Secuelas
Gaugamela fue una derrota decisiva para Darío. Conservó la Corona y parte de su ejército,
pero no pudo volver a desafiar a Alejandro, quien continuó hasta la misma Persia. Después
de tomar Susa, se dirigió a la capital, Persépolis, y se hizo dueño del Imperio persa en todo
menos en el título. Mientras Darío siguiera vivo, no podía reclamar el título.
Darío evitó ser capturado y llegó al reino amigo de Bactria, donde apareció muerto,
asesinado. Por fin, los persas podían rendirse. Alejandro fue proclamado «Gran Rey» y
añadió Persia a su creciente imperio. El reino de Alejandro se extendería finalmente
hasta la India.

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La Batalla de Adrianópolis
Inicio » Edad Antigua » La Batalla de Adrianópolis

La batalla de Adrianópolis es descrita por Amiano Marcelino como el peor desastre militar
romano desde Cannas, la batalla de Adrianópolis contempló la destrucción del ejército del
Imperio romano de Oriente y la muerte del emperador. Pero las fortificaciones de
Constantinopla frenaron el éxito de los godos.

Datos de la Batalla de Adrianópolis


Quiénes: El emperador romano de Oriente, Valente (m. 378 d.C.), con un ejército de
20.000 hombres se enfrentó a un ejército de godos algo más pequeño bajo el mando de
Fritigemo.
Cómo: Los godos aprovecharon el impetuoso avance de los romanos y la feliz llegada de la
caballería goda (que había salido en busca de provisiones) para atrapar a los romanos entre
el círculo godo de carros fortificados y su caballería que llegaba.
Dónde: Cerca de Adrianópolis, en Tracia.
Cuándo: 9 de agosto del 378 d.C.
Por qué: Los godos, empujados al oeste por los hunos, invadieron Tracia para tomar por la
fuerza los suministros que los romanos les habían prometido, pero no entregado.
Resultado: La batalla fue una devastadora derrota táctica para los romanos, que perdieron
dos tercios del ejército de campaña oriental.
En el 376 d.C. dos caudillos visigodos, Fritigemo y Alavivo, presentaron una petición al
emperador romano de Oriente, Valente, para cruzar el Danubio y establecerse en el lado
romano del río. Los godos eran presionados por una emigración de nómadas de la estepa,
los hunos, que se desplazaban hacia el oeste, empujando a los godos y a otros pueblos
germánicos ante ellos. Valente concedió la petición con la estipulación de que entregaran
las armas y se convirtieran al cristianismo, lo cual era aceptable para los dirigentes godos.
Las razones de Valente para permitir la entrada de los visigodos en el Imperio eran que
ofrecerían a su ejército una valiosa fuente de reclutas, y que después él podría trasmutar las
levas provinciales locales de hombres en aportaciones económicas. Al final del año, los
godos, unos 75.000 hombres, mujeres y niños, habían cruzado el Danubio y habían
penetrado en territorio romano.

AUXILIAR ROMANO

En la época de la batalla del puente Milvio, en 350 d.C. el aspecto del soldado romano
había cambiado mucho desde el cénit del imperio. Esta figura va armada con una larga
lanza y lleva una espada larga más adecuada que el gladius para los golpes cortantes,
preferidos por los auxiliares germanos al servicio de Roma. El escudo es ovalado, de
madera con un revestimiento de cuero o de lino, y borde y ombligo de metal. Lleva un
casco de hierro sencillo construido en dos mitades unidas por una cresta central con
carrilleras flexibles. No lleva armadura y se vale de su escudo para protegerse. En lugar de
la sandalia romana lleva una bota con clavos.

Denario Valentiniano

Los godos traicionados


Valente ordenó que se les diera a los godos tierra para cultivar y que los funcionarios
locales les facilitaran suministros hasta que se pudieran establecerse. Por desgracia, los
administradores romanos locales, excesivamente avariciosos, no entregaron los suministros
prometidos y arrebataban casi todo lo que poseían los godos, incluso a sus hijos, a cambio
de provisiones de mala calidad, como carne de perro. Esto provocó gran resentimiento entre
las tribus. Los godos continuaron su emigración más al interior de la Tracia romana. Por el
camino, tomaron contacto con algunos guerreros ostrogodos que habían cruzado el Danubio
sin permiso de los romanos mientras estos se ocupaban de los visigodos. En Marcianópolis,
un comandante
romano local invitó a Fritigemo y Alavivo a un banquete, con la intención de capturarlos o
asesinarlos. Parece que Fritigemo consiguió regresar sano y salvo, tal vez a cambio de
promesas de buen comportamiento de sus hombres, pero de Alavivo no se volvió a saber, y
posiblemente fue asesinado.
Tras el feliz regreso de Fritigemo, los godos decidieron tomar lo que necesitaban de los
romanos por la fuerza y se desató una guerra abierta; los godos derrotaron a las tropas
locales en torno a Marcianópolis. Las fuerzas «le Fritigemo recibieron refuerzos de otras
tribus godas a las que se había permitido cruzar la frontera, y el ejército godo se trasladó a
Adrianópolis y atacó la ciudad. Su asalto fue rechazado de forma sangrienta, y Fritigemo
hizo después el famoso comentario de que «se mantenía en paz con las murallas». Pero para
los romanos estaba claro que la situación era grave y requería tropas adicionales. En
consecuencia, Valente, que estaba con su ejército de campaña oriental de élite en
Antioquía, ocupándose de los persas, envió refuerzos a Tracia.
Pronto se les reunieron los soldados procedentes del emperador occidental Graciano,
sobrino de Valente. Durante buena parte del 378 d.C. hubo algunos combates poco
decisivos, pero en general los romanos se contentaron con mantener a los godos confinados
en alguna de las regiones más inhospitas del país y con seguir una estrategia fabiana,
evitando los encuentros importantes y atacando a las partidas de aprovisionamiento godas,
mientras esperaban la llegada de refuerzos de los ejércitos de campaña occidental y
oriental.
Al final del año, los godos, auxiliados por sus recientes aliados alanos y hunos, rompieron
el confinamiento y se prepararon para devastar las regiones más pobladas y fértiles de
Tracia. Para complicar las cosas, Graciano se enfrentó a una incursión de algunos de los
alamanes y se retrasó mientras su ejército se enfrentaba a los asaltantes. El asalto se
convirtió en una invasión en toda regla, que retrasó aún más su avance en auxilio de
Valente, aunque la invasión fue aplastada.

La campaña y los ejércitos


Entre tanto, Valente había salido de Antioquía, y en mayo de 378 d.C. llegó a la capital
imperial: Constantinopla. Valente acampó su ejército en el lado europeo del Helesponto y
envió a la caballería para determinar la posición del enemigo y reconocer el terreno. Inició
un lento avance hacia la población de Nike, a poca distancia de Adrianópolis. Con el
emperador de Oriente y su ejército avanzando contra ellas, las fuerzas godas se retiraron,
seguidas por un gran contingente de jinetes romanos. Durante su avance, los romanos
consiguieron derrotar a algunas partidas de aprovisionamiento godas. Mientras tanto,
Graciano había avanzado con rapidez hacia Tracia, trasladando a parte de su ejército en
barco por el Danubio. Valente decidió avanzar sobre Adrianópolis y levantar un nuevo
campamento donde esperaría la llegada de su sobrino y del ejército de la campaña
occidental. En este momento, los godos consiguieron pasar inadvertidamente junto a las
tropas de Valente y tomaron posiciones al sudeste de él, en Nike.
Mientras estaba acampado en Adrianópolis,
Valente recibió noticias de que Graciano y su ejército estaban a punto de penetrar en Tracia
y pronto podrían reunirse con él. Sus exploradores le informaron también de que habían
visto al ejército godo, que estimaron en unos 10.000 hombres. En este momento, Valente se
planteó la disyuntiva de quedarse donde estaba hasta la llegada de Graciano y sus tropas o
avanzar y atacar a los godos, ya que ahora conocía su posición exacta. Reunió un consejo
de guerra con sus oficiales de alta graduación y se debatió la cuestión. Algunos de los más
cautelosos defendían la espera: la llegada de las tropas de Graciano les daría una ventaja
numérica aplastante. No obstante, la mayoría argumentó que deberían atacar
inmediatamente, y halagaron al emperador con la idea de que si derrotaba a los godos por sí
mismo, la gloria de la victoria sería solo suya. Sin duda consideraron también que los godos
les habían eludido una vez y sería prudente atacar antes de que volvieran a escabullirse.
Valente decidió atacar inmediatamente y dio órdenes para que su ejército se preparase para
marchar contra el enemigo. Fritigerno, al parecer, se enteró de estos preparativos y envió a
un mensajero, que era también un clérigo cristiano, para
negociar un acuerdo, pero Valente lo despidió y continuó preparándose para la batalla.
El ejército oriental que Valente estaba preparando para marchar con él constaba
probablemente de unos 20.000 hombres. Había más soldados en el teatro de operaciones,
pero Valente tuvo que dejar una guarnición de unas pocas legiones en Adrianópolis para
guardar la importante base y su tren de bagajes, que había de permanecer allí. Además,
dado que el ejército godo estaba bastante cerca de la capital imperial de Constantinopla, se
habían destacado allí otras tropas para defender la ciudad. La fuerza de Valente estaba
compuesta por muchos soldados veteranos, algunos de los cuales habían sido convocados
para la campaña actual y, como ejército imperial de campaña, contaba con tropas de buena
calidad. El ejército era también una fuerza bien equilibrada, que contenía legiones y
auxiliares, entre ellos arqueros, y aparentemente bien provista de caballería.
El ejército godo había sido estimado en 10.000 hombres, aunque este parece haber sido un
cálculo demasiado bajo. Los godos contaban más bien con unos 15.000 guerreros, todos de
infantería, acampados dentro de un círculo de carros (laager). La infantería goda era una
mezcla de guerreros armados con lanza y escudo y arqueros. No obstante, los exploradores
romanos no eran conscientes de que la fuerza entera de quizá 4.000 jinetes genios, en su
mayoría ostrogodas con algunos aliados alanos bajo el mando de los caudillos Alatco y
Safrax, había salido en busca de provisiones sin que hubiese sido descubierta por los
romanos.
Mapa de la
Batalla de Adrianópolis

Disposiciones
Al alba del 9 de agosto, Valente dirigió la salida de su ejército. Parece que tanto la
vanguardia como la retaguardia del ejército romano estaban compuestas de caballería,
mientras que el cuerpo principal estaba formado por infantería; y jinetes de escolta a lo
largo de los flancos. Valente y sus comandantes todavía estaban preocupados por la
información acerca de la ubicación del ejército godo y utilizaban la caballería para proteger
al ejército de sorpresas durante la marcha. Tras varias horas de marcha en condiciones de
mucho calor, los romanos avistaron el campamento godo, un gran círculo formado por
carros, y empezaron a desplegarse para la batalla. Los romanos desplazaron hacia delante la
caballería de vanguardia para formar el flanco derecho de su formación de combate,
mientras que la infantería formó para respaldarla. La caballería de la retaguardia se adelantó
para ocupar su posición como flanco izquierdo del ejército, aunque, como tuvo que esperar
a que se desplegaran las tropas que había delante y tenía que recorrer una distancia
considerable para ocupar sus posiciones, no pudo formar debidamente antes del comienzo
de la batalla.
Por su parte, los godos, superados en número por los romanos y carentes temporalmente de
caballería de apoyo propia, decidieron defender su círculo de carros. Fritigemo, sin
embargo, no dejó de enviar un mensaje a Alaico y Safrax para que se unieran a la batalla.
En un intento de ganar tiempo.
Fritigemo envió una embajada a Valente para parlamentar, pero el emperador se negó a
reunirse con ella por causa de su baja cuna, solicitando que fueran enviados caudillos
apropiados. Fritigemo respondió enviando a uno de sus guerreros como heraldo, para
solicitar a Valente que enviara a un hombre de rango adecuado como rehén, aparentemente
como parte de un intercambio. Valente aceptó, esperando sin duda que el retraso le diera el
tiempo necesario para desplegar su ejército, especialmente su ala izquierda. Finalmente,
uno de los comandantes romanos, Ricomero, aceptó acudir al campamento de Fritigemo.
Entre tanto, la caballería romana del ala derecha y la infantería del centro esperaban en
formación bajo el calor abrasador. Su incomodidad se vio exacerbada por unos incendios de
maleza prendidos por los godos. Además, los romanos habían marchado y estaban ahora
desplegados sin tener ocasión de comer, con lo que el hambre, la sed y el calor estaban
haciendo mella en el ejército.

La Batalla de Adrianópolis

La Batalla de Adrianópolis
Antes de que Ricomero llegara al campamento godo para reunirse con Fritigemo, el
combate se entabló inesperadamente. Dos unidades de la caballería romana, entre ellas una
de arqueros que habían estado disputando escaramuzas con los godos, se entusiasmaron y
lanzaron un inesperado e irreflexivo ataque contra el círculo de carros. Estos
escaramuzadores, que podían haber estado formados a la derecha del ejército,
probablemente no se hallaban en la formación adecuada para este ataque y tampoco habrían
contado con las tropas de apoyo necesarias. Como consecuencia, se vieron obligados a
retroceder. En ese mismo momento, la caballería goda hizo su aparición en el campo de
batalla y cargó contra el ejército romano.
Parece que los jinetes godos atacaron las unidades de caballería del flanco izquierdo que
estaban todavía en fila mientras se desplazaban a sus posiciones. La caballería romana se
vio muy presionada por los godos, y los que habían avanzado hasta el círculo de carros
godos se encontraron sin el respaldo de los demás jinetes romanos, que todavía no habían
alcanzado sus posiciones asignadas. Como consecuencia, la caballería romana fue derrotada
rápida y decisivamente. Sin duda esto hizo estragos entre la infantería romana, que todavía
estaba intentando formar en línea de batalla.
La derrota de la caballería a su izquierda creó una gran brecha en la línea romana, una
brecha que la caballería goda explotó con rapidez. En este momento de la batalla, las líneas
frontales de la infantería romana se vieron atacadas por la infantería goda. Los godos
habían empezado a salir del círculo de carros y estaban ahora presionando a la infantería
romana. Con la derrota de los escaramuzadores y de la caballería del ala izquierda, la
infantería romana se vio atacada no solo por delante, sino también por el flanco por los
jinetes godos. El combate fue increíblemente feroz, pero la excelente infantería romana
siguió luchando, aun cuando los que estaban delante se encontraron tan apiñados que se
hacía difícil hacer un uso adecuado de las armas.
La batalla osciló de un lado a otro durante un tiempo considerable y el combate fue muy
igualado.
Sin embargo, tras repetidos ataques, agotadas no solo por la pelea sino también por el calor,
el hambre y el peso de la armadura, las líneas romanas empezaron a ceder. Algunas
unidades, no obstante, aguantaron. Valente se unió a dos legiones, los Lanciarii y los
Mattiarii, que todavía resistían, pero entonces incluso las reservas romanas empezaron a
huir, entre ellos los auxiliares batavios. Se quebró toda resistencia y se inició una
desbandada general. Los godos iniciaron la persecución, logrando la destrucción de dos
tercios del ejército romano.
Cuando el ejército empezó a desintegrarse, Valente fue herido de flecha. Su cuerpo nunca
fue encontrado, y se supone que murió en el campo de batalla. Una tradición afirma que se
retiró con un pequeño grupo de guardias personales a una granja que tenía una segunda
planta bien fortificada. La guardia romana de Valente defendió ferozmente a su emperador
herido y los godos finalmente incendiaron el edificio con los romanos dentro. Además del
emperador, fueron abatidos varios oficiales de alta graduación y 35 comandantes de unidad.

Secuelas
La destrucción del ejército de campaña oriental permitió que los godos avanzaran sobre
Adrianópolis, donde Valente había dejado su tren de bagajes, con el tesoro y las insignias
imperiales. Los godos intentaron tomar la ciudad, pero las murallas defendidas por las
legiones eran demasiado fuertes para ser asaltadas. Se dirigieron después a Constantinopla,
donde las defensas de la ciudad y las tropas dejadas para defenderla frustraron a los godos.
Graciano regresó a la Galia junto a su ejército occidental para oponerse a una invasión de
los vándalos, y entregó el mando de los ejércitos orientales a su general Teodosio, a quien
nombró emperador de Oriente el 19 de enero del 379 d.C. Teodosio desplegó varias
campañas poco concluyentes contra los godos y finalmente firmó la paz con ellos en el 382
d.C. Bajo los términos del tratado, se concedieron a los godos tierras en Tracia a cambio de
que sirvieran como aliados.
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Babilonia
Inicio » Edad Antigua » Babilonia

Aproximadamente entre los años 2000 y 500 a.C., Babilonia fue la capital del imperio
babilonico y un importante centro religioso y mercantil. También fue el lugar donde se
levantó la legendaria Torre de Babel y se construyeron los Jardines de, considerados una de
las Siete Maravillas del Mundo antiguo.
La ciudad de Babilonia fue famosa en todo el mundo antiguo. Cuando el escritor griego
Herodoto la visitó, en torno al año 450 a.C. -tras haber sido conquistada por los persas-,
afirmó que «sobrepasaba en esplendor a cualquier ciudad del mundo conocido». Las
glorias de la capital incluían inmensos y decorados templos y palacios, además del zigurat
de ladrillo que, supuestamente, era la Torre de Babel mencionada en la Biblia.
Babilonia se encuentra en Iraq, 88 kilómetros al sur de la ciudad de Bagdad. Entre 1899 y
1913, Babilonia fue excavada por el arqueólogo alemán Robert Kolde-wey y su equipo.
Ladrillo a ladrillo, fueron reconstruyendo lentamente la imagen de la antigua ciudad. Su
investigación sacó a la luz a Babilonia tal cual había sido en sus años finales, durante el
reinado del rey Nabucodonosor II. Bajo las ruinas de la Babilonia de Nabucodonosor se
encuentran los restos de la ciudad en épocas anteriores.
En el siglo XVII a.C., Babilonia se había convertido en el centro de un amplio imperio,
durante el reinado de Hammurabi. El equipo de Koldewey encontró que la Babilonia de
Hammurabi contaba con preciosos templos y palacios, así como un complicado laberinto de
estrechas calles flanqueadas por casas. Todos los edificios estaban hechos de adobes, sobre
cimientos de ladrillos cocidos. La capital de Hammurabi estaba protegida por fuertes
murallas.
Tras el reinado de Hammurabi, Babilonia pasó a manos de los kassitas, que la gobernaron
desde 1660 a.C. hasta 1150 a.C. Entonces, en el siglo VII a.C, los asirios capturaron y
saquearon la ciudad.

La Ciudad de Nabucodonosor
No fue hasta que el general babilonio Nabopolasar derrotó a los asirios en el año 626
a.C., cuando Babilonia recuperó su antigua gloria. Él y su hijo Nabucodonosor
reconstruyeron la capital y la transformaron en la más bella ciudad del Oriente Medio
antiguo. La capital de Nabucodonosor ocupaba una extensión de 850 hectáreas, más grande
que muchas ciudades modernas. En su apogeo vivían en ella 250.000 personas.
La ciudad, rectangular, estaba rodeada por una doble línea de murallas. La exterior tenía 26
metros de grosor. La interior era igual de maciza, pues Herodoto nos dice que por el camino
de ronda podían pasar juntos dos carros tirados por cuatro caballos cada uno.

Ciudad de Babilonia

Características de Nabucodonosor

Ocho puertas de bronce daban paso a la ciudad. La más magnífica de ellas era la Puerta
de Ishtar. Sus muros y acceso estaban decorados con brillantes ladrillos vidriados de color
azul, además de por relieves de animales que representaban a los dioses babilónicos. Ishtar,
la diosa del amor y la guerra, estaba representada por un león; Adad, el dios de las
tormentas, estaba representado por un toro. Un grifo representaba a Marduk, que era un
dios importante, además del patrón de la ciudad.
En época de Nabucodonosor, el río Éufrates atravesaba la ciudad, dividiéndola en dos.
Ambas mitades estaban comunicadas mediante un puente de piedra. La parte occidental
contenía las casas de la mayoría de los ciudadanos, mientras que la parte oriental contenía
templos y palacios.
El palacio de Nabucodonosor estaba cerca de la Puerta de Ishtar. Conocido como
«Maravilla de la humanidad», se construyó en torno a cinco patios y sus muros
estaban decorados con ladrillos vidriados. En el suelo de uno de los patios, los
arqueólogos encontraron una inmensa escultura de un león pisoteando el cuerpo de un
hombre. La estatua simbolizaba el triunfo de Babilonia sobre sus vecinos.

El Templo de Marduk

Al sur del palacio se encontraba el templo de Marduk, unido a la Puerta de Ishtar mediante
una amplia calle llamada Avenida Procesional. Este templo era el centro de la fiesta más
importante de la ciudad, que tenía lugar durante el año nuevo y duraba 11 días. En su
clímax, el rey encabezaba una procesión que llevaba una estatua de Marduk, a través de la
Puerta de Ishtar, hasta un santuario en las afueras de la ciudad. Al norte del templo de
Marduk había un zigurat, o pirámide-templo, de ladrillo y que se supone es el origen de la
Torre de Babel mencionada en la Biblia. Se alzaba hasta los 91 m de altura y en su cima
había un pequeño santuario para Marduk.

Los Jardines Perdidos


Aunque se han buscado repetidamente, los arqueólogos no han podido encontrar hasta
ahora resto alguno de los Jardines Colgantes de Babilonia. Según las descripciones que se
han conservado de autores antiguos, los jardines fueron construidos por Nabucodonosor
para complacer a su esposa, una princesa meda que echaba de menos los bosques y
praderas de su tierra natal. Los jardines probablemente crecieran en terrazas, derrumbadas
desde hace mucho.
Los Jardines Colgantes

Caída de Nabucodonosor
Tras Nabucodonosor, el poder de Babilonia desapareció. La ciudad cayó primero en manos
del Imperio persa, en el año 539 a.C., siendo conquistada de nuevo en 331 a.C., esta vez por
el general macedonio Alejandro Magno. Éste la convirtió en su capital, pero cuando
Alejandro murió, la región pasó a manos de su general Seléuco, que prefirió construir junto
al río Tigris una nueva capital, Seléucia, por lo que Babilonia fue abandonada.

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Hispania romana
Inicio » Edad Antigua » Hispania romana

Un paso decisivo en el devenir histórico hispano fue la ocupación de las tierras peninsulares
por los ejércitos romanos. El punto de partida fue la pugna sostenida por la entonces
república romana con Cartago, que había ocupado, a mediados del siglo III antes de Cristo,
la península Ibérica. Roma logró conquistar las principales bases de los cartagineses en
suelo hispano, Carthago Nova y Gades. No obstante, a raíz de aquel éxito los romanos, que
en un principio se habían asentado solamente en las zonas costeras del este y del sur de la
península Ibérica, decidieron incorporar a sus dominios el conjunto de las tierras ibéricas.
El proceso concluyó en el siglo I antes de Cristo, no sin encontrar en ocasiones fuertes
resistencias, como la del dirigente lusitano Viriato, asesinado en el año 139 antes de Cristo;
la de la ciudad celtíbera de Numancia, rendida a Roma en el año 133 antes de Cristo, o, en
última instancia, la de los cántabros y astures, a los que terminó derrotando, el año 19 antes
de Cristo, el propio Augusto. Los motivos que impulsaron a los romanos a interesarse por
la península Ibérica eran tanto económicos como estratégicos. Hispania proveía a Roma
ante todo de metales, pero también le aportaba soldados y mano de obra. Por otra parte,
los romanos fueron los que decidieron utilizar el nombre de Hispania para referirse al solar
ibérico, término del que derivarían las posteriores palabras romances España, en castellano,
o Espanya, en catalán.
Ciudades romanas de Hispania Hispania pasó a formar parte del poderoso Imperio que tenía su
centro vital en la ciudad de Roma. La Hispania romana tuvo en un primer momento dos
provincias, la Citerior y la Ulterior. Posteriormente fue dividida en un mosaico de provincias, tales
como la Tarraconense, la Gallaecia, la Cartaginense, la Lusitania, la Bética y la Mauritania
Tingitana, esta última referida al norte de Africa, y la posterior de la Baleárica. Los romanos
aprovecharon a fondo las posibilidades económicas de Hispania, en particular sus explotaciones
mineras, que eran propiedad del Estado. En el distrito minero de Carthago Nova, en donde se
extraía ante todo plata, pero también plomo, se calcula que trabajaban unos 40.000 hombres, los
cuales obtenían unos beneficios calculados en cerca de 25.000 dracmas diarios. Otra actividad
destacada era la pesca, en particular los salazones de la costa atlántica de Andalucía. Importante
fue asimismo el desarrollo de la esclavitud, que alcanzó cotas muy elevadas. La sociedad, por su
parte, estaba dividida en dos grupos claramente contrapuestos: por una parte, los honestiores, es
decir los dominantes; por otra, los humiliores, la capa popular. De todos modos había una clara
diferencia entre los que poseían la ciudadanía romana y los que no la tenían. Esa situación duró
hasta el año 212, fecha en la que el emperador Caracalla decidió conceder a todos sus súbditos la
ciudadanía romana.
Se generalizó el uso de la lengua latina, que terminó por arrinconar la mayor parte de los idiomas
que se hablaban en tierras hispanas. La única lengua que sobrevivió del pasado fue el euskera,
que se hablaba en tierras de los actuales territorios del País Vasco y Navarra. Se experimentó un
espectacular progreso en tierras hispanas sobre todo la vida urbana, con núcleos como
Caesaraugusta, Barcino, Tarraco, Toletum, Lucus, Asturica Augusta, Saguntum, Valentía, Carthago
Nova, Norba, Emérita Augusta, Corduba, Hispalis, Carteia, Malaca, Cades, etc. Las ciudades
hispanorromanas fueron escenario del desarrollo de la institución del municipio, que estaba
integrado por una Curia o Consejo y unos magistrados, entre ellos, como más destacados, los
duoviri y los ediles. Paralelamente, una densa red de vías de comunicación, punto de partida de las
principales rutas de los siglos posteriores, recorría el solar ibérico. Una muy significativa, la famosa
vía de la Plata.
Al mismo tiempo penetraba el Derecho romano, cuyas huellas son aún claramente perceptibles en
la normativa jurídica vigente en nuestros días en España. Las huellas del pasado hispanorromano
son aún visibles desde las murallas de Lugo o el acueducto de Segovia hasta el teatro de Mérida, el
anfiteatro de Itálica o los arcos de Bará y de Medinaceli. Hispania, asimismo, aportó una nómina
muy destacada de grandes figuras a la historia de Roma, desde emperadores, como Trajano, hasta
escritores, entre ellos Séneca, Lucano, Quintiliano o Marcial, pasando por el agrónomo Columela o
el geógrafo Mela.

Acueductos de Segovia

Expansión de la religión cristiana


La época de la dominación romana fue también testigo de la llegada a la península Ibérica
de la religión cristiana, que iba a convertirse en uno de los más firmes puntales del futuro
de las tierras hispanas. En un primer momento la difusión del cristianismo se hizo con
lentitud, debido a que se trataba de una religión perseguida. La Iglesia cristiana ya estaba
fuertemente implantada en tierras hispanas en el siglo III. El Edicto de Milán, dado por el
emperador Constantino en el año 313, permitió al cristianismo salir a la superficie. A
comienzos del siglo IV, del Concilio que tuvo lugar en la localidad granadina de Iliberis, al
que asistieron 37 obispos. Antes de que concluyera esa centuria el emperador Teodosio
proclamaba al cristianismo religión oficial del Imperio romano. El cristianismo hispano de
la época imperial aportó nombres señeros, algunos mártires, como Justo y Pastor o Eulalia
de Mérida, pero también figuras destacadas, como el obispo Osio, el historiador Orosio y el
poeta Prudencio. Pero también hubo desviaciones doctrinales, la más significativa de ellas
la que protagonizó Prisciliano, que fue obispo de Ávila en el siglo IV. El priscilianismo, al
que se acusaba de estar relacionado con la magia y el maniqueísmo, sobrevivió, no
obstante, a su fundador, alcanzando una notable expansión ante todo por las provincias
romanas de Gallaecia y Lusitania.

Anfiteatro de Itálica

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Reino Visigodo
Inicio » Edad Antigua » Reino Visigodo

El Imperio romano, que arrastró una fuerte crisis en el siglo III, terminó por desaparecer, lo
que aconteció en el año 476. La causa esencial de esa hecatombre se hallaba en los graves
problemas internos, tanto políticos y militares como sociales y económicos, pero también
contribuyó a su caída la presión ejercida desde el exterior de sus fronteras por los
denominados pueblos bárbaros, que, como es bien sabido, en su mayor parte pertenecían al
grupo germánico. La península Ibérica conoció, a comienzos del siglo V, concretamente el
año 409, la invasión de dichos pueblos, en concreto los suevos y los vándalos, ambos
pertenecientes al tronco germano, y los alanos, estos últimos de origen asiático. Poco
después hacían acto de presencia en el solar ibérico los visigodos, que habían sellado en el
año 416 un pacto con Roma, con la finalidad, al parecer, de eliminar de Hispania a los
invasores antes citados. De todos modos los suevos lograron asentarse en el noroeste
peninsular.
El reino visigodo, se estableció en el sur de Francia. De ahí que tras la caída del Imperio
romano el reino Suevo se encuentra en Gallaecia y al norte de los Pirineos con el reino
visigodo de Tolosa. Poco después el Imperio bizantino, dirigido por Justiniano, que
pretendía, recomponer el viejo Imperio romano de Occidente, lanzó una ofensiva en el
Mediterráneo occidental, logrando establecerse en la costa mediterránea de Hispania. No
obstante, desde comienzos del siglo VI, y en particular después de su derrota en Vouillé
ante el rey franco Clodoveo, en el año 507, los visigodos se fueron desplazando a la
península Ibérica, al tiempo que abandonaban los dominios de su antiguo reino de Tolosa.
Mapa del Reino Visigodo

Consolidación del Reino Visigodo en Hispania


El asentamiento vigidodo en la península Ibérica se realizó, como zona preferente, en el
ámbito de la meseta, área caracterizada por el predominio de la agricultura cerealista, pero
también por su escasa población y su débil desarrollo urbano. No obstante, los visigodos,
comparados con el grueso de la población hispanorromana, no dejaban de ser una minoría.
Ello no impidió, sin embargo, que se afirmara su poder militar y político. Se había
producido un desplazamiento del reino visigodo desde la ciudad francesa de Tolosa hasta
Toledo, que pasó a ser su núcleo central en el territorio ibérico. Importantes pasos en orden
a la consolidación del reino visigodo de Hispania los dio el monarca Leovigildo, el cual,
en el año 585, puso fin al reino suevo de Gallaecia, tras derrotar a su rey Mirón. También
combatió Leovigildo a los indómitos vascones, erigiendo frente a ellos la plaza fuerte de
Vitoriaco. Leovigildo, en cambio, tuvo serios problemas con su hijo Hermenegildo, el cual
abrazó el catolicismo, lo que suponía dejar el arrianismo, corriente heterodoxa a la que se
había adscrito, años atrás, el pueblo visigodo. No obstante, unos años más tarde, el 589, su
hijo y sucesor en el trono, Recaredo, lograba la unificación religiosa, al abandonar, en el III
Concilio de Toledo, la herejía arriana y aceptar los postulados de los Concilios de Nicea y
Calcedonia, o lo que es lo mismo: el catolicismo. El paso decisivo hacia la unidad política
del conjunto peninsular se alcanzó en las primeras décadas del siglo VII, cuando el
monarca Suintila puso fin a la presencia bizantina en el litoral levantino. Los monarcas
visigodos, que en un principio habían adoptado el título de reges gottorum, pasaron a
llamarse reges Hispaniae, pues su soberanía se extendía sobre todo el territorio de la
antigua Hispania romana, aunque en algunas comarcas, como las de los vascones, sus
habitantes siguieran luchando por su independencia. El último gran paso en orden a la
unificación del espacio peninsular se dio a mediados del siglo VII con el monarca
Recesvinto, al promulgar, en el año 654, el Líber Iudicum, texto más conocido como el
Fuero Juzgo, el cual se basaba, lógicamente, en los Principios del Derecho romano. Dicho
texto suponía la unificación jurídica, a todos los efectos, entre la población
hispanorromana, que era mayoritaria, y los visigodos.

Conversión de Recaredo al cristianismo La época de dominio visigodo, sin duda alguna, hundía sus
raíces en la tradición de tiempos romanos. Al fin y al cabo los visigodos eran uno de los pueblos
germánicos que más fuertemente se había romanizado, comenzando por el uso de la lengua
latina. No obstante, en diversos aspectos, tanto materiales como espitiruales, se observa un
retroceso con respecto a los tiempos romanos. Decayó la actividad económica, perceptible por
ejemplo, en campos tan significativos como la explotación minera o la actividad mercantil. En la
Hispania visigoda predominaba de forma abrumadora el mundo rural, en tanto que la vida urbana
había entrado en una fase de declive. La estructura de la sociedad reproducía fielmente el
esquema de la época romana. El sector dominante, del que formaban parte tanto la vieja
aristocracia hispanorromana como los nobles visigodos, se caracterizaba por la posesión de
grandes dominios territoriales. El sector popular incluía a los artesanos y a los pequeños
comerciantes de las ciudades y, básicamente, al campesinado, la mayor parte del cual trabajaba
como colono en los grandes dominios de los poderosos o de la Iglesia. Asimismo subsistían los
servi, es decir, los esclavos, aunque, al parecer, en retroceso. El medio rural fue en ocasiones
testigo de conmociones sociales, como las revueltas armadas de los rustici de la campiña
cordobesa de tiempos del monarca Leovigildo. También parece que se propagó en amplios
sectores del campesinado, sobre todo del noroeste peninsular, la herejía del priscilianismo, que
tenía indiscutibles connotaciones sociales. Paralelamente se fueron gestando en la sociedad de la
Híspanla visigoda los elementos que, en el futuro, habían de caracterizar a la sociedad feudal. Al
tiempo que se debilitaban las relaciones de carácter público triunfaban las de índole personal. Los
reyes tenían fideles regis y gardingos, que eran una especie de vasallos. Por su parte, los
miembros de la alta nobleza tenían también sus propios encomendados, los bucelarios y los
saiones. Asimismo en el medio rural se fortalecía de día en día la autoridad de los dueños de la
tierra sobre sus cultivadores o colonos, lo que anunciaba el futuro régimen señorial.
La cultura visigoda, fuertemente impregnada de la tradición romana, estaba, no obstante,
claramente al servicio de la religión romana. De ahí que las figuras más relevantes pertenecieran al
ámbito eclesiástico. Con la finalidad de garantizar una buena formación del clero católico
surgieron diversas escuelas episcopales de las que cabe mencionar las de Toledo, Sevilla y
Zaragoza. Entre los nombres más señeros de aquel tiempo, a Braulio de Zaragoza, Eugenio de
Toledo, Fructuoso de Braga, Julián de Toledo o Valerio del Bierzo. No obstante, el nombre más
emblemático de la cultura de los tiempos visigodos fue, sin duda alguna, el obispo de Sevilla
Isidoro. Formado en la escuela que creara en Sevilla su hermano, el arzobispo Leandro, Isidoro fue
autor de numerosas obras, desde crónicas de los sucesos de la época hasta escritos teológicos y
epístolas de gran calidad literaria. Isidoro fue, en otro orden de cosas, uno de los más destacados
defensores de la teoría política que manifestaba la supremacía del poder espiritual sobre el
temporal. Pero Isidoro de Sevilla es ante todo conocido por las Etimologías. Dicha obra, de
indudables pretensiones pedagógicas y cuyo principal objetivo era salvar el legado cultural del
mundo antiguo, ha sido considerada tradicionalmente como la primera enciclopedia cristiana. Las
Etimologías, ejercieron una gran influencia en la Europa cristiana de los siglos posteriores.

Organización del poder del Reino Visigodo


La monarquía visigoda, no obstante, tenía unos cimientos muy débiles. Los reyes no
accedían al trono por vía hereditaria, sino por elección de los poderosos, los cuales debían
escoger a gentes de estirpe goda y de buenas costumbres, según se estableció en el VI
Concilio de Toledo. No obstante, en la práctica, muchos monarcas lograron, por vía de una
previa asociación, que sus hijos los sucedieran en el trono. Pero ello no impidió las
acciones violentas contra los reyes, frecuentes a lo largo de la trayectoria del reino visigodo
de Hispania. Los reyes, cuyo poder procedía de Dios, según las teorías dominantes en la
época, eran auxiliados por personas de su confianza, las cuales formaban el Oficio
palatino. Existían, asimismo, dos instituciones de suma importancia, el Aula Regia y los
Concilios. El Aula Regia estaba integrada por magnates próximos al rey, siendo su
principal función asesorar al monarca. Los Concilios eran instituciones eclesiásticas, pero
en tiempos visigodos desempeñaron un papel político de primera fila, no sólo por las
decisiones que en ellos se tomaron, sino también debido a que los reyes eran sus
convocantes. El conjunto del reino estaba dividido en circunscripciones, herederas de la
época romana, al frente de las cuales se encontraba un dux.

Caida del Reino Visigodo


Las últimas décadas del siglo VIl y la primera del VIII fueron testigo de una profunda crisis
en la España visigoda. La peste causó gran mortandad en el año 693, y las malas
cosechas confluían con el incremento del bandolerismo, así como con la imparable
decadencia de la moralidad. Numerosos campesinos, agobiados por la creciente presión
fiscal, huían de sus predios. La minoría judía, por su parte, fue objeto de drásticas medidas
persecutorias. La unidad del reino visigodo estuvo a punto de resquebrajarse cuando, en las
últimas décadas del siglo VII, el dux Paulo, que gobernaba la región de la Septimania, no
sólo se sublevó, sino que llegó a proclamarse rey. Pero la crisis fue visible ante todo en la
terrible pugna que mantuvieron dos grandes familias de la alta nobleza visigoda por ocupar
el trono, las de Chindasvinto y Wamba, nombres de dos monarcas de la segunda mitad del
siglo VII. Aquélla fue una auténtica guerra civil, lo que propició la invasión de
Hispania por los musulmanes.

Batalla de Guadalete, fin el Reino Visigodo

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Conversión de Recaredo
Inicio » Edad Antigua » Conversión de Recaredo

El año 586 d.C., Recaredo accede al trono tras la muerte de su padre. Diez meses después
se produce la conversión de Recaredo a la Iglesia católica, ratificada en el III concilio de
Toledo, el año 589. Recaredo era un rey militar, que había defendido victoriosamente al
reino visigodo contra los reinos del norte. La conversión de Recaredo, después de la de
Clodoveo, rey de los francos, era un decisivo éxito de la Iglesia católica, y ponía las bases
religiosas para la hispania visigoda, como en el caso del rey franco. Era, en los dos casos,
una victoria de Roma, la nueva Roma y suponía la identificación del ejército hispano-
visigodo con el catolicismo, que ya se mantendrá, incluso después de la invasión árabe,
como una de las constantes sociales y militares de la historia de España.
A poco de su conversión, Recaredo convoca un sínodo de obispos arríanos que se pasan en
masa al catolicismo; el papa San Gregorio Magno le escribió una carta de felicitación por
su gesto histórico. En el III concilio de Toledo, la conversión fue ratificada ante los sesenta
y dos obispos asistentes. Toda la nobleza visigoda abjura del arrianismo y abraza el
catolicismo.
Para completar la unidad, empiezan a ejercerse duras presiones sobre los numerosos judíos
de España, que en buena parte se resisten a renegar de su fe. Cuando estas presiones se
convierten en brutales persecuciones, los judíos entran en contacto con los musulmanes,
que se han asomado al Estrecho, para pactar con ellos la entrega del reino a cambio de
protección y tolerancia.
A la muerte de Recaredo el reino entra en un periodo de anarquía dinástica. La violencia
para la sucesión electiva se convierte en el morbus Gothorum, la enfermedad de los godos.
Viterico suplanta al hijo y sucesor de Recaredo, Liuva II, pero también él es arrojado del
trono por Gundemaro, sustituido por Sisebuto tras un reinado breve. Su sucesor, Suintila,
completó la expulsión de los bizantinos, reducidos por e rey anterior a un rincón de la
Península, el sur del actual Portugal. La Iglesia católica se va afianzando en el reino y
cunde la persecución contra los judíos.
Cuando Suintila quiso asociar al trono a su hijo Ricimero, se rebeló Sisenando, duque de
Septimania, quien les echó del trono y convocó el IV concilio de Toledo, que ligitimó la
usurpación y prohibió formalmente, con poco éxito, la deposición violenta de los reyes.
Pero la discordia se había identificado de tal forma con la política de los godos, que el reino
descendía trágicamente hacia su ruina.

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Dinastía Lágida o de los Ptolomeo


Inicio » Edad Antigua » Dinastía Lágida o de los Ptolomeo

A la muerte de Alejandro, uno de sus sucesores, Ptolomeo Lagos, se hizo con el gobierno
de Egipto, dando lugar a la Dinastía Lágida o Ptolemaica y al reino helenístico de Egipto.

1. Periodización de la época helenística egipcia


La historia de Egipto en época helenística puede dividirse en dos épocas:
1.1 Antes de Ptolomeo II Filadelfo

Cuando se encuentra una cultura egipcia relacionada con Grecia ya en el período saita.
Se caracteriza por un ejército y una marina fuertes, formados por griegos y
macedonios,bien pagados. El Estado mayor también estaba formado por macedonios y
griegos. Para la parte económica se apoyaban los primeros gobernantes en semitas
helenizados.
Se llevó a cabo una política de prestigio unía a Alejandría, su nueva capital norte y
Tlemaida como capital sur, para equilibrar a Tebas : Todo esto llevado a cabo sobre un país
con millones de egipcios que cambiaban poco a lo largo del tiempo.

Division del Imperio de Alejandro Magno

1.2 Desde Ptolomeo II Filadelfo (285-247 a.C.)

Se lleva a cabo una organización social, económica. financiera y legal para conseguir un
aumento de producción y mejor organización más apropiada y completa por medio de la
adopción de nuevos recursos técnicos.
El fin último de toda esta política económica era aumentar y estabilizar los ingresos
reales, llevada a cabo por una serie de funcionarios reales: Ministro de Hacienda
(dioiketés) y delegados en los nomos (oikonomos).
a) Basada toda esta reforma en los principios básicos del Estado oriental: Identidad Rey-
Nación, Nación propiedad del Rey. Y obediencia ciega del pueblo a los dictados del rey y
de los dioses.
b) Restringida la reforma por el poder de los sacerdotes y los templos, las ciudades y la
aristocracia y por la tendencia a la feudalización en las monarquías orientales.
c) Influida por la experiencia y formación griegas del Estado Mayor y la Corte Ptolemaicos
en la terminología, en la figura intermedia del arrendatario de impuestos (telonai),
garantizado por fiadores, actuando a veces en grupos o sociedades, la intervención
administrativa en los distintos ingresos reales, también es griega, pero ignora algo
esencialmente griego: la propiedad privada, reconocida y protegida por el Estado como
base de la sociedad y el librejuego de las fuerzas e iniciativas económicas.
Estas dos cosas nunca desaparecieron del todo, creando una especie de contradicción
dentro del Estado Ptolemaico.

1.3 Con la muerte de Ptolomeo III Evergetes (221 a.C.)

Al morir este rey se cerró el ciclo de la grandeza de los Lágidas: En el siglo II a.C. se
acentuó su decadencia por la explotación cada vez mayor de los indígenas y la gradual falta
de incorporación de elementos grecomacedónicos.
Los Ptolomeos consideraron Egipto como su núcleo territorial central y no como una
provincia: explotaron en su propio beneficio las creencias religiosas tradicionales e
impulsaron, con algún éxito, la simbiosis greco-egipcia que suavizó los problemas de la
heterogeneidad cultural interna

2. La Dinastía de los Reyes Lágidas o Ptolomeos


Los Ptolomeos fuera una dinastía macedonia que reinó en el Egipto helenístico. Fueron los
únicos soberanos extranjeros que vivieron y reinaron, en toda la historia de Egipto, durante
tres siglos, siendo Egipto la sede de su Estado.
2.1 El fundador de la Dinastía: Ptolomeo I Soter

Ptolomeo I Soter

El fundador de la Dinastía Lágída fue Ptolomeo I Soter (Salvador) (323-285), nombre que
le dieron los Rodios por haberles librado de Demetrio Poliorcetes, que la asedió con
grandes máquinas de guerra, aunque no pudo tomarla, siendo ayudados por Ptolomeo,
quien tras ello, se le dio culto como salvador, después de haber sido consultado al oráculo
de Amón si convenía que ellos le adorasen como dios , de donde le viene el nombre
dinástico de Soter.
Era hijo de Lagos (de donde le viene a la Dinastía el nombre de Lágida), obscuro oficial
macedonio de Alejandro, y de Arsinoé, prima de Filipo II de Macedonia. A la muerte de
Alejandro, obtuvo el poder en Egipto y no lo dejó, convirtiéndolo en reino en el año 306,
tras ser derrotado en Salamina de Chipre por Antígono el Cíclope y su hijo Demetrio
Poliorcetes.
El rasgo dominante de su temperamento fue el buen sentido y la ambición. Eliminó a
Pérdicas, tras haberle acusado de haber robado el cadáver de Alejandro y de querer
sucederle delante del ejército macedonio. Casi no sintió la seducción del fasto oriental y en
el trono egipcio no modificó su espíritu macedonio.
Ptolomeo fue uno de los primeros Diadocos que abandonó la idea de la unidad del Imperio
de Alejandro y pasó su vida luchando contra los que querían restaurarlo.
Asegurada la independencia de Egipto, trató de defenderla, anexionándose las zonas
limítrofes naturales del Valle del Nilo: Cirene, Palestina, Ce-lesiria, Fenicia y Chipre,
aunque también, en los años 309-308, acudió en ayuda de la libertad de los griegos,
estableciéndose en el Peloponeso, en Corintio y Sición e intentó casarse con Cleopatra,
hermana de Alejandro Magno, para atribuirse derechos de sucesión al Imperio o al trono de
Macedonia, ocupado por Casandro, su aliado natural contra la potencia de Antígono.
Sus objetivos en su reino fueron políticos y económicos: En primer lugar, defender a Egipto
con un cinturón protector de tierras, conquistar zonas cercanas ya helenizadas, donde
conseguir mercenarios y marineros para su flota, aprovisionarse de materias primas para el
desarrollo político y económico de Egipto: cobre, madera, pescado y obtener divisas en
forma de tributos o contribuciones, para colocar a Egipto entre las primeras potencias
económicas.
Su política interior es casi desconocida, aunque parece ser que procuró reforzar el sistema
autoritario de las estructuras tradicionales de explotación.
Hizo de Alejandría del Nilo la capital de su reino, convirtiéndola en una bella ciudad
griega, metrópolis comercial que fue el granero de Egipto y también centro de irradiación
artística. Se crearon el Museo y la Biblioteca, fundados por Demetrio de Falero, el hombre
de Casandro, y durante su reinado comenzó la divinización o el culto a los soberanos, que
comenzaron los rodios. Este culto, rendido al rey por los griegos, es un fenómeno
típicamente helenístico, aunque el culto al héroe no era desconocido en Grecia. Era un
macedonio de vieja cepa, no de la gran nobleza, que debió ser educado entre los pajes del
rey y mostró su amistad firme a Alejandro hasta su muerte, encargándose de misiones
delicadas, como la captura del sátrapa Bessos, el año 329.
Ptolomeo, en un principio, gobernó en Egipto como un sátrapa, como prueba el papiro
griego más antiguo descubierto hasta el presente, el Papiro de Elefantina n.° 1, contiene
una disposición que se fecha en el decimocuarto año de la satrapía de Ptolomeo.
Corresponde esta fecha al año 311. Entonces no había ya ningún rey, pero los gobernadores
del imperio de Alejandro, los Diadocos, no tomaron ellos mismos el título de reyes hasta el
año 306 a.C. o después.

2.1.1 Política interior de Ptolomeo I Soter

Ptolomeo I prosiguió la práctica iniciada por Alejandro Magno, fundando numerosas


ciudades para establecer en ellas a los mercenarios griegos y macedonios cuyo apoyo
dependía su poder. Pero estas ciudades no eran de estilo griego sino que mezcló a su gente
con el pueblo egipcio, en el territorio o en las capitales de los nomos o provincias en que
estaba dividido Egipto.
Estas metrópolis fueron a menudo ciudades de dimensiones reducidas, como Hermópolis,
la ciudad de Hermes o Heracleópolis, la ciudad de Heracles. No tenían gobierno autónomo
ni asamblea popular u otros organismos griegos sino que estuvieron sujetas a la autoridad
del gobernador del nomo en que estaban situadas.
Ptolomeo fundó solamente una ciudad griega: Ptolemais, en el Alto Egipto, en la orilla
occidental del Nilo, creando una especie de virreinato posiblemente para contrarrestar la
gran influencia de Tebas y sus sacerdotes. Esta falta de ciudades griegas en el Egipto lágida
puede deberse, a que, al contrario que Asia, Egipto respondía a una voluntad de
centralización a la que la creación de ciudades hubiera puesto obstáculos.
Esta ciudad, junto con Alejandría y Naukratis, en el Delta, fueron las únicas representantes
en Egipto de las tradicionales poleis griegas, con gobierno propio, aunque luego su
autonomía decayó, y por ejemplo, Ptolemais vio limitada su autonomía por el general de la
Tebaida, que había pasado a ser su principal magistrado. A otras ciudades les cambiaron el
nombre, como Metana, en la Argólida o Latara, en Licia llamadas Arsinoé. Fundaciones
nuevas fueron Arsinoé y Filadelfia, en Cilicia, así como Filoteria, cerca del lago de
Genezareth. Otras ciudades autónomas fueron refundadas siguiendo modelos griegos, como
Ake (Acre) que pasó a ser Tolemais y Tabbath-Ammán que se llamó ahora Filadelfia.
La política monetaria de Ptolomeo I no se mantuvo al patrón ático, constituyendo una
excepción en el mundo helenístico la moneda real de los Lágidas, ya que acuñó según el
patrón rodio y más tarde el de Cirene, que es también fenicio, con un tetradracma ligero de
aproximadamente 14.25 gm. de peso. Este patrón fue adoptado después por Cartago. por
Siracusa bajo Hieran II, por Chipre, Siria y Fenicia.
Ptolomeo I murió el año 282 y Seleuco siete meses después en una emboscada que le
preparó Ptolomeo Keraunos. Con ellos acaba la generación de los Diadocos.
Su culto divino fue fundado por su hijo Ptolomeo II. que le instala, según Teócrito en un
trono de oro al lado de Zeus, atribuyéndole unos honores que la Liga de los Ne-siotas le
había atribuido, con unos honores «iguales a los de los dioses» 372.

2.2 Ptolomeo II Filadelfo (285-247 a.C.)

Ptolomeo II era hijo de Ptolomeo I y Berenice, la segunda esposa de su padre, que ya había
tenido de su primera mujer, Eurídice, hija de Antípatro, otros tres hijos, por lo que no
estaba, en principio. destinado a ocupar el trono. Nacido en la isla de Cos, tuvo excelentes
profesores, como el gramático Zenodoto, el estoico Estratón de Lampsaco y el poeta Pilotas
de Cos, que le hicieron aficionarse al estudio de las ciencias naturales, la botánica y la
zoología. A diferencia de su padre, gustó más de la diplomacia que del campo de batalla.
Su dioikités Apolonio fue uno de los creadores del Egipto lágida. Los principios de su
reinado estuvieron inspirados por su segunda esposa (y hermana de padre y madre).
Arsinoé II Filadelfo, mujer de gran carácter que le llevaba siete años y murió en julio del
año 270.
Este rey fue quizás el soberano más rico y poderoso de su época, ya que las circunstancias
favorecieron la prosperidad y grandeza de Egipto, lo que le permitió consolidar las
fronteras de Nubia, al sur, asentar su dominio en la Siria meridional, en las dos primeras
guerras sirias y algunas ciudades fenicias como Tiro y Sidón, establecer su hegemonía
sobre la liga de ciudades egeas, enfrentándose con Antígono Gonatas en la Guerra de
Cremónides (267-261), llamada así por el nombre del joven discípulo de Zenón, alma de la
oposición ateniense contra Antígono. Al lado de Esparta y Atenas se encontraban las
ciudades griegas opuestas a las tiranías filomacedónicasm.
Ptolomeo II Filadelfo presentando Maat a Ptah y Sekhmet

Ptolomeo II y las dos primeras Guerras Sirias: El enfrentamiento entre Lágidas y Seléucidas

Estas guerras reciben este nombre porque el lugar geográfico donde se desarrollaron fue la
zona de Siria. Las Guerras Sirias tuvieron lugar a lo largo de más de cien años, entre dos
grandes dinastías herederas de Alejandro: Los Lágidas y los Seléucidas. Estas Guerras
Sirias impidieron que la civilización griega se estableciera en Asia tan firmemente como
debería haberlo hecho de no haber tenido lugar estos conflictos.
Los inició Ptolomeo II y la ciudad de Mileto, que pertenecía al imperio seléucida en el año
280, era ya egipcia en el año 279. Durante su reinado tuvieron lugar las dos primeras
guerras sirias:

2.2.1 Primera Guerra Siria: 274-271

Los egipcios invadieron la Siria Seleucida, pero fueron derrotados por Antíoco I unido a
Megas, medio hermano del rey egipcio, que gobernaba Cirene.
En el invierno del año 276-275, Ptolomeo II repudió a su mujer, Arsinoé I, hija de Lisímaco
y Arsinoé II y se casó con su hermana y suegra, Arsinoé III, viuda de Lisímaco y Ptolomeo
Kerauno, mujer de gran carácter e inteligencia, que convirtió la guerra casi perdida en un
gran triunfo y en los años 273-272. Egipto poseía casi toda Fenicia y gran parte de la costa
de Asia Menor, de Mileto a Cilicia.
2.2.2 Segunda Guerra Siria

Tuvo lugar durante los años 259-253, entre los reyes Ptolomeo II y Antíoco II. De esta
guerra se ignoran casi todas las operaciones. Comenzó con el ataque de Antioco II a
Ptolomeo II Filadelfo, por el apoyo de éste a la sublevación, en el año 262, de Éumenes,
sobrino de Filétero, que se proclamó rey de Pérgamo. Sólo se sabe que terminó con la boda
de Berenice, hija de Ptolomeo II con Antíoco II, aportando a su matrimonio una gran dote
que se piensa puede tratarse del territorio de la Celesiria, que ambos contendientes se
disputaban.
En general, se puede decir que esta guerra fue favorable a Egipto. En ella, las batallas de
Cos y Éfeso, arrancaron a Egipto una gran parte del imperio ptolemaico y también perdió
Egipto la hegemonía del mar.
Su hermanastro Magas, se proclamó independiente en Cirene hacia el año 275
(conservando el poder hasta su muerte en el año 250) aunque una hija de éste se casó con
Ptolomeo III, afirmando así la presencia de la dinastía egipcia en esta región.
Ptolomeo II se interesó por el África interior, enviando expediciones a la IV catarata.
Negoció con los nabateos, árabes independientes cuyo centro era la ciudad- rosa del
desierto, Petra y fundó emporios en el Mar Rojo: Míos, Hormos, Filotera, Ptolemaida,
Teron.
La política interior se dirigió a la organización del reino, dando forma definitiva a la
codificación del sistema de explotación de Egipto, concebido como un bien patrimonial del
soberano, haciéndose más orgánica e intensificando las actividades. En esta organización
desempeñó un papel preponderante el dioiketés Apolonio. Esta organización perfeccionó y
reactivó las estructuras tradicionales de explotación del país. Tuvo como novedad la
introducción de la moneda y la creación de la banca real. También se realizaron grandes
trabajos de obras públicas, reactivándose el canal de Necao que unía el Nilo con el Mar
Rojo.
Se desecó y explotó metódicamente la depresión del Fayum, asignando parcelas a altas
personalidades, se intensificó la propaganda real y la política de prestigio, incrementándose
los fondos de la Biblioteca y el Museo. Se organizaron grandes fiestas que consagraban el
poder real, destacando las Ptolemaia, instituidas en el año 280 en honor de Ptolomeo I, a
imitación de los juegos olímpicos. De esta forma se inauguró el culto al soberano, que en
esta primera época se reservó a los familiares difuntos, que se convirtieron en dioses
sotéricos o salvadores .
Más tarde se divinizó a la reina Arsinoé II, que ya en vida había tomado la actitud de
Afrodita, con la introducción de ciertas costumbres relacionadas con Adonis. Al
establecerse el culto a Arsinoé II (a la que se asoció con el dios viviente), ésta es elevada
por los Dióscuros a su vivienda entre los inmortales, mientras que su muerte se designa con
la expresión partió hacia la morada de los dioses.
2.3 Ptolomeo III Evergetes I Trifon (247-227 a.C.).
2.3.1 Tercera Guerrá Siria o Guerrá Leodicea. El apogeo del Imperio Lágida

Ptolomeo III Evergetes

Este rey era hijo de Filadelfo y Arsinoé I, aunque luego fue adoptado por la segunda de este
nombre y como hijo suyo figura en los documentos oficiales.
Fue llamado el Bienhechor o Evergetes, expresión de un ideal monárquico influido por la
filosofía estoica o por la cínica. Soberano muy culto, fue discípulo de Apolonio de Rodas,
sucesor de Calimaco en la dirección de la Biblioteca de Alejandría y gran amigo de
Eratóstenes. Por el Decreto de Canopo, en el año 238, que concluyó el gran sínodo de los
sacerdotes egipcios, impuso la reforma del calendario bajo las influencias de las tradiciones
griegas, en el que conjugaban el año de 12 meses de 30 días más 5 días epagómenos o
suplementarios = 365 días y el año sotíaco de 365 días y 1/4. En el año 237, Evergetes
introdujo un 6° día epagómeno cada cuatro años, para restablecer la concordancia entre los
dos sistemas. Esta reforma capital, imitada más tarde por César, conmemorada en el
Decreto de Canopo, fue inspirada por los astrónomos griegos, entre ellos Era-tóstenes, pero
no se siguió por la resistencia del clero indígena.
Los primeros años de su reinado fueron bastante agitados y se le acusa de haber hecho
asesinar a Apolonio, último dioiketes de su padre y a su hermano Lisímaco que
desapareció obscuramente.
Sucesos en Siria le obligaron a emprender la Tercera Guerra Siria o Guerra Leodicea
que duró desde el 246 al 241. En apoyo de su hermana Berenice, última esposa de Antíoco
II y en contra de Laódice (primera esposa repudiada por Antíoco II para casarse con
Berenice) y su hijo Seleuco II, intervino Ptolomeo III de nuevo. Aunque poco belicoso, se
le puede considerar como el gran conquistador de la Dinastía, representando sus
posesiones el apogeo del Imperio Lágida.
El rey enumeraba sus conquistas en la inscripción de Adulis: Cilicia, Pamfilia, el
Helesponto y Tracia, sin contar Bactriana: Los egipcios se establecieron en Seleucia, el
puerto de Antioquía. Las posesiones de Cilicia y Panfilia fueron aumentadas. En Caria, se
apoderó de Euromos, Pedasos y Bargilia. En Jonia. poseyó, Mileto, Éfeso, la isla de Samos,
Lebedós y Colofón, junto al mar y Heraclea de Latmos. En Eolia, tuvo la isla de Lesbos. En
el Helesponto, Abidos. En Tracia, las ciudades de Lisimaquea, Enos y Maronea. Las islas
de Samotracia y Tasos y posesiones en el Quersoneso. La derrota de Andros, en el año 245,
le hizo perder el protectorado sobre las Cicladas y poseyó Cirene por su matrimonio con
Berenice, hija de Magas.
Este dominio del mar fue conservado durante el reinado de su sucesor, Ptolomeo IV
Filopator, pero, poco a poco, se fue perdiendo hasta quedar reducido a Chipre.
Sus éxitos en Asia, en el curso de la Tercera Guerra Siria parecen repetir los escritos de la
política expansionista de los faraones del Imperio Nuevo. Pero aunque llegó hasta
Babilonia, esta guerra le sirvió sólo para conseguir un gran botín.
Intervino en Grecia, donde ayudó a Atenas a librarse del dominio macedonio y fundó en
esta ciudad un gimnasio llamado Ptolemaéion, siendo honrado con la institución de la
treceava tribu. También apoyó la Confederación aquea y al rey Cleomenes, aunque luego,
siguiendo sus propios intereses, lo abandonó.
Durante su reinado comenzó la aparición de los primeros problemas sociales y comienzan
las agitaciones de los indígenas. El avance triunfal de Ptolomeo III hacia el Éufrates fue
detenido por una revuelta en Egipto, de la que no se sabe nada más que su existencia.
Fue también un soberano culto. Había sido discípulo de Apolonio de Rodas, sucesor de
Calimaco en la dirección de la biblioteca de Alejandría. Su reforma del calendario revela un
gusto por el estudio de las matemáticas, pero reinó sobre un reino inmenso, en el que
faltaba la plata, ya que se constata por primera vez una baja en las acuñaciones, en la
primera devaluación conocida de la época helenística.
2.4 Ptolomeo IV Filopator (221-204 a.C.).
2.4.1 La IV Guerrá Siria: Rafia (217 a. C.)

Ptolomeo IV Filapator

Este rey sucedió a su padre a los veintidós años de edad, siendo el protagonista de esta
época junto con el Seléucida Antíoco II, que reina desde el 223 y el Antigónida Filipo V de
Macedonia que subirá al trono el año 221. Estos reyes afrontaron, con mayor o menor éxito,
los problemas de sus respectivas monarquías, que eran, para el Seléucida, los de Siria y su
enfrentamiento con los Ptolomeos. Y para Ptolomeo IV los problemas con los Seléucidas y
el agravamiento de las tensiones interiores. Filipo V de Macedoma conocerá la inconstancia
de las Ligas y el enfrentamiento con Roma.
Ptolomeo IV Filipator estaba en manos de un visir, Sobibio, al que Polibio nos presenta
como un verdadero malhechor que instigó la muerte de la reina Berenice, la de su tío
Lisímaco y su segundo hijo, Magas y también la del rey Cleomenes de Esparta que se había
refugiado en la corte de Alejandría.
A pesar de estas opiniones en su contra, Sosibio logró mantener el trono Lágida, desviando
una invasión de Antíoco III el Grande de Siria, enrolando a numerosos mercenarios y
armando a los indígenas, hecho sin precedente en toda la historia ptolemaica, aunque
resultó errónea, porque favoreció la insurrección de los egipcios.
En esta IV Guerra Siria (219-217), la batalla entre ambos monarcas tuvo lugar cerca de
Rafia, el 22 de junio del año 217. El triunfo favoreció a los egipcios y Antíoco III debió
abandonar Egipto, firmándose una paz en la que entregaba a Ptolomeo la Celesiria.
Pero esta nueva situación tuvo consecuencias inesperadas dentro de Egipto: El poder real
perdió prestigio y las representaciones se hacen egiptizantes. Se provocó un entusiasmo
nacionalista que terminó con la secesión de la Tebaida constituida en reino independiente
durante veinte años (de 207 a 187) con los faraones indígenas Harmakhis y Ankhmakhis y
se interrumpió el comercio con Nubia.

2.5 Ptolomeo V Epifanes. La V Guerrá Siria.


2.5.1 Apamea (188 a.C.) y Magnesia (189 a.C.)

A la muerte de Ptolomeo IV, Sosibio y Agatocles, ocultaron la muerte del rey, hicieron
asesinar a la reina Arsinoé y tras la muerte de Sosibio, Agatocles se convirtió en regente de
Ptolomeo Epifanes (204-181), aún menor de edad, siendo sustituido al poco tiempo por
Tlepólemo, gobernador de Pelusa que le hizo envenenar.
Antíoco III le ganó la Celesiria en la V Guerra Siria (202-201) y poco a poco Egipto fue
perdiendo posesiones en el Egeo. En la paz de Apamea (año 188) en la que Ptolomeo V,
casado con Cleopatra, hija de Antíoco III, esperaba recuperar alguna de sus posesiones, tras
la derrota de su suegro por los romanos en la batalla de Magnesia (año 189), ni siquiera
fue mencionado.
La política exterior fue también complicada en este reinado, por las intrigas cortesanas y se
puso fin a las continuas rebeliones indígenas del Bajo Egipto, endémicas desde la batalla
de Rafia. Así en el año 186 terminó la rebelión de la Tebaida, creció el poder de la clase
sacerdotal, disminuyen los ingresos del poder real y hubo una gran inflación en la moneda
de bronce, única que circuló desde que en el año 210 desapareció de la circulación monedas
de plata.
Todos estos hechos llevaron al nombramiento del rey mayor de edad a los catorce años, con
lo que se pretendió restablecer el orden frente a los crecientes antagonismos de las
facciones cortesanas. El reino Lágida, desde la muerte de Epifanes en el año 187,
sobrevivió ciento cincuenta años, desintegrándose poco a poco, con una serie de
características comunes en cada reinado:
En el interior, una serie de Reinas ambiciosas, reyes menores de edad en poder de
ambiciosos ministros y allegados, continuas guerras dinásticas, con lo que se produjo la
disgregación y crisis de las estructuras tradicionales. Los ingresos del rey se iban
reduciendo por la pérdida del imperio y por la desintegración del poder real. En el exterior,
se pierde la Cirenaica y finalmente Chipre. La influencia romana gana puestos y se acerca
lentamente. Y así, durante los 50 últimos años de su independencia. Egipto fue un peón del
juego de los generales romanos por el poder.

2.6 Ptolomeo VI Filometor (181-145 a.C.).


2.6.1 La VI Guerrá Siria

Este rey sucedió, siendo aún niño, a su padre. Ptolomeo V Epifanes, que murió
envenenado, reinando bajo la regencia de su madre, Cleopatra I, hija de Antíoco III de Siria
hasta que ésta misma murió, en el año 176. En el Imperio Seléucida, en el año 187, Seleuco
IV sucedió a su padre Antíoco III, muerto por las preocupaciones que le había producido
los desastres y la indemnización puesta por la paz de Apameal.
Seleuco IV era enemigo potencial de Roma y Pérgamo y en el año 175, murió asesinado
por su ministro Heliodoro, sucediéndole Antíoco IV Epifanes, hijo menor de Antioco III,
partidario de Roma y Pérgamo.
En la corte del joven Ptolomeo los regentes eran Eulaios y Lenaios hasta que a los quince o
dieciséis años de edad, en el año 170 a.C. el rey fue declarado mayor de edad y contrae
matrimonio con su hermana Cleopatra II, asociando al trono a su joven hermano Ptolomeo
VIII Fiscón, desapareciendo los regentes para dejar paso a otros dos: Cómanos y Cyneas.
Después de cinco años de enfrentamiento latente por la región a la que los dos reyes creían
tener derecho, uno por su madre, otro como herencia de su padre, Ptolomeo VI y Antíoco
IV Epifanes sostuvieron la VI Guerra Siria (170-168), en la que no intervino Roma,
aunque el problema se presentó ante el Senado pero que terminó con la intervención
romana y tomado prisionero por los alejandrinos, se vio obligado a aceptar la división del
reino con sus hermanos Cleopatra II y Fiscón (que luego reinaría con el nombre de
Ptolomeo VIII).
Las intrigas, luchas populares, amotinamiento de los soldados y el enfrentamiento de los
hermanos. acabaron por hacer perder el trono a Ptolomeo VI, que se refugió en Roma hasta
que fue llamado por los habitantes de Alejandría en el año 163, dividiéndose el reino en
dos: Ptolomeo VI Filometor reinó en Alejandría, sobre Egipto y Chipre, Ptolomeo VIII
Fiscón gobernaría en la Cirenaica. A Ptolomeo VI, muerto en el curso de una campaña en
Siria, le sucedió su hijo Ptolomeo VII Neos Filopator (145) contra el que se sublevaron los
alejandrinos que reclamaron a Ptolomeo VIII Fiscón.
Este se casó con su hermana Cleopatra II, madre de Ptolomeo VIl, al que mandó matar y
ocupó el trono de Egipto.

Ptolomeo VI Filomentor

2.7 Ptolomeo VIII Evergetes II Fiscón (145-118 a.C.)

Ptolomeo VIII tuvo un largo reinado, caracterizado por las contiendas familiares, ya que se
casó también con Cleopatra III, hija de su mujer Cleopatra II, y ambas reinas eran enemigas
entre sí, favoreciendo el rey a Cleopatra III. Este trío hizo frente común ante la visita a
Egipto de Escipión Emiliano, en el año 140-139, pero a continuación se deshizo.
En estas luchas ganó Cleopatra II apoyada por los griegos de Alejandría y los hebreos,
quedando como única reina, junto con Ptolomeo Menfites, hijo de Fiscón (al que su padre
hará asesinar más tarde) mientras éste, que estaba apoyado por los elementos indígenas y
Cleopatra III, tuvieron que refugiarse en Chipre hasta que en el año 124 se consiguió la
reconciliación de las dos reinas y Fiscón.
Estos problemas familiares de la dinastía reinante y la debilitación de la realeza influyeron
notablemente en el reino, donde se produjo: Anarquía, desorden, inseguridad. Disminución
de las riquezas del país, los reyes deben acceder a peticiones del pueblo para obtener los
recursos que necesitan. la concesión de privilegios fiscales a griegos, la concesión de tierras
a sacerdotes y ampliación del derecho de asilo en los templos y la condonación de
impuestos atrasados a los campesinos.
En cuanto a la cultura, Fiscón, expulsó a los intelectuales del Museo de Alejandría porque
apoyaban a Cleopatra II. Un hecho positivo de su reinado fue que se intensificó el comercio
con Oriente por el descubrimiento de los monzones.

2.8 Los últimos Lágidas: Ptolomeo IX Filometor Soler II Látiro (118-80 a.C.) y Ptolomeo X
Alejandro (118-88 a.C.)

A la muerte de Fiscón se reprodujeron de nuevo las luchas familiares, entre los hijos de
Cleopatra III: Ptolomeo IX Filometor Soler II Látiro (118-80 a.C.) y Ptolomeo X Alejandro
(118-88 a.C.) disputándose Egipto y Chipre, que terminaron con la muerte de este último.
En la Cirenaica reinaba otro hijo de Ptolomeo VIII, Ptolomeo Apion, que a su muerte en el
año 96, dejó sus dominios en herencia al pueblo romano (que no la organizó como
provincia hasta el año 74 a C ) y dio la libertad a las ciudades griegas.
Los últimos años de Ptolomeo IX fueron de inactividad. Sus dos hijos estaban en poder del
rey Mitrídates del Ponto. Su sobrino Ptolomeo XI (hijo de Ptolomeo X) estaba refugiado en
Roma. El rey tuvo que reprimir una sublevación en el alto Egipto.

2.9 Ptolomeo XI Alejandro II (80 a.C.)

Fue puesto en el trono por el general romano Sila, Ptolomeo XI reinó sólo unos pocos
meses, ya que fue muerto en una rebelión contra él tras haber ordenado el asesinato de su
prima y esposa. Cleopatra Berenice, viuda de Ptolomeo X.
También dejó su reinado como herencia a Roma, pero el testamento fue considerado falso y
se convirtieron en reyes sus dos hijos, Ptolomeo XII Neo Dionisos en Egipto y Ptolomeo,
su segundo hijo, antes en poder de Mitríades, en Chipre, hasta el año 58, en que fue
anexionada por Roma.
2.10 Ptolomeo XII Neo Dionisos Auletes (80-54-51 a.C.)

Ptolomeo XII Neo Dionisos Auletes

También Ptolomeo XII Neo Dionisis Auletes reinó en Egipto416, pero no fue reconocido
por Roma hasta el año 59, por iniciativa de César. Fue expulsado de Egipto por sus
súbditos, siendo repuesto en el trono en el año 55 por el gobernador romano Aulo Gabinio,
que le dejó para su protección una guardia romana.
El rey tiranizó a su pueblo y, arruinado, nombró dioiketés al romano Cayo Rabirio
Póstumo.
Al mismo tiempo, se iban descomponiendo las estructuras tradicionales de este reino y bajo
el reinado de Auletes, los clerucos disponían libremente en testamento, de sus tierras,
generalizándose las inmunidades concedidas a las tierras de los templos.
Auletes, casado con Cleopatra VI, fue sucedido por sus dos hijos: Ptolomeo XIII y
Cleopatra VII Tea Filopator (51-30). La fuerte personalidad de esta reina, último faraón de
Egipto, ensombreció los reinados de sus dos sucesivos corregentes, maridos, y hermanos,
Ptolomeo XIII Filadelfo (51-47) y Ptolomeo XIV Filopator (47-44).
El último rey de esta dinastía, Ptolomeo XV (44-30) fue llamado Cesarión y era hijo de
Cleopatra VIl y César. La batalla de Actium terminó con las ambiciones de la última de
los Lágidas, que prefirió hacerse envenenar mordida por un áspid, que caer en manos de
Octavio.
Tras su muerte, Egipto fue anexionado al dominio romano, no como provincia, sino como
posesión personal de los príncipes, Augusto y sus sucesores.

3. Organización de Egipto bajo los Ptolomeos


La historia de Egipto en época helenística puede dividirse en dos épocas: Antes y después
de Ptolo-meo Filadelfo, ya que este rey, el segundo de la Dinastía, llevó a cabo importantes
reformas que convirtieron su reinado en un hito.
1. Antes de Filadelfo: Egipto era un país con una cultura altamente desarrollada, un larga
civilización y fuertes tradiciones en todos los aspectos de su vida religiosa, política,
administrativa, jurídica y social y económica, que ya había recibido influencias exteriores,
desde el III milenio, pero que ya en el I milenio, en época saíta, estuvo estrechamente
ligada al mundo griego.
Durante las dos dominaciones persas, el país se abrió a persas y a otras influencias
orientales. Un país del que sabemos muy poco de los procedimientos utilizados por los
agentes de Alejandro y tampoco se sabe mucho de lo que se hizo durante el reinado de
Ptolomeo I Soter, pero Egipto se transformó en un reino macedónico independiente, con
grandes recursos económicos, con una marina y un ejército fuertes, en situación social y
económica privilegiada.
No hay que olvidar que Ptolomeo Soter era un macedonio helenizado, ajeno a Egipto y
debió tener dificultades en la fusión y utilización de elementos egipcios y helénicos en la
administración del país, cuya situación debía ya de ser complicada por la presencia de
elementos persas.
Se da por supuesto, a menudo, que los primeros Ptolomeos establecieron una diferencia
entre griegos-macedonios y egipcios y, que la sustitución de la capital del país, Menfis, por
Alejandro y el traslado al Sema de esta ciudad del cuerpo de Alejandro señaló la
diferenciación definitiva.
Aunque se ve que, efectivamente, hubo determinados privilegios para las tropas
macedonicas, que no pagaban ciertos impuestos o que los colonizadores griegos y
orientales estaban organizados en politeúmata o grupos raciales con sus propias leyes, no
existe una confirmación real de una discriminación racial drástica y tanta especialización
macedonios —ejércitos, egipcios— agricultura, como se ha pensado, ya que desde los
primeros tiempos, Ptolomeo I fue el iniciador de la táctica de establecer en Egipto el mayor
número posible de estos mercenarios griegos, macedonios, persas y orientales, en lotes de
tierras, con la obligación de prestar servicio militar cuando se le exigiese. La mayor parte
de los griegos que vivían en el campo egipcio o chôra, aunque no tenían gobierno
autónomo reconocido, tenían sus instituciones educativas propias (gimnasios) que gozaban
de ciertos privilegios como poseer tierras y recibir sus productos y formaban asociaciones
de carácter religioso, nacional o social. Lo más importante de estos politeúmata es que
tenían privilegios y derechos especiales, por ejemplo, el politeúmata de los judíos de
Alejandría tenía sus casas propias de oración y tal vez su jurisdicción.
Tal vez de parecida importancia eran las asociaciones de alumnos de los gimnasios, que los
mantenían con sus cuotas y administraban las instituciones básicas de la vida griega en
Egipto.
Estos grupos también estaban relacionados con el ejército que los Ptolomeos mantenían en
su territorio. Lo que sí se sabe es que existían tribunales especiales para los extranjeros. El
derecho civil griego se incorporó al código legal de Alejandría y tal vez a las otras ciudades
griegas de Egipto. A estas leyes sólo podían recurrir los jueces griegos y los oficiales reales
autorizados. Los indígenas conservaron sus tribunales.
Ptolomeo II Filadelfo

Pero estos privilegios eran solamente mercedes del rey a individuos o grupos y no eran
derechos reconocidos como tales por el rey. La creciente sustitución de la economía
tradicional por la monetaria requirió la ayuda de financieros griegos y también científicos
fueron llamados para organizar los proyectos de cultivos, basados en métodos científicos.
Administradores griegos figuraron también en la burocracia que administraba el país. La
koinè o forma internacional del griego, basada en el dialecto ático, fue la lengua de la corte,
el ejército y la administración.
Los egipcios cultos, algunos sacerdotes superiores y los oficiales de la administración,
formaron en cierta aristocracia nativa que sabía griego, mientras que el pueblo egipcio, en
general, nutrió la clase de los artesanos o arrendatarios de tierra real o recibían lotes de
tierra (kleroi), aunque otros habían adquirido tierras propias, tomando una clase manual y
trabajadora opuesta a la administrativa y directora.
La gran mayoría de los egipcios aceptaron esta situación pasivamente, muchos aprendieron
el griego y sacaron provecho a las nuevas condiciones y aún en el siglo III a.C. hallamos
egipcios en posiciones de bastante autoridad, a pesar de las numerosas rebeliones de las que
hemos hablado.
La asimilación se puso de manifiesto, particularmente. en la esfera religiosa. La clase
sacerdotal, que era el principal depositario de las tradiciones nativas y que más de una vez
formó dirigentes a los levantamientos populares, fue favorecida.
Aunque los primeros Ptolomeos no toleraron ningún desafío a su autoridad, fundaron
nuevos templos y agrandaron y embellecieron los antiguos. En realidad, los griegos de
Egipto, como los de Babilonia, no pudieron tener un conocimiento profundo de los sistemas
religiosos de estos países, ya que los textos sagrados que los explicaban no se tradujeron
nunca.
Manetón fue un sacerdote que cumplió, al parecer por indicación real, en época de
Ptolomeo I, utilizando los archivos de los templos y las tradiciones, una historia de Egipto
en griego, Aegyptiaca, perdida actualmente excepto algunos fragmentos que han llegado a
nuestros días. Se le debe, sobre todo, las listas reales faraónicas y su distribución en
Dinastías.
Fue bajo el reinado de Ptolomeo I cuando se creó el culto del dios Serapis, que se ha tenido
como elaborado por el rey, aconsejado por Manetón y por un teólogo griego, tal vez
eleusino. Timoteo, para formar un culto que aglutinase a sus súbditos griegos y egipcios
El éxito de Serapis se explica por la mezcla entre las características de Osiris, una divinidad
antropomorfa, era en su culto menfita, una divinidad chtónica del trigo, garante de la
prosperidad y la vida eterna y su asimilación con Hades-Plutón, señor del reino de los
muertos y de las riquezas de la tierra. El fenómeno más interesante de este culto es su
difusión mediterránea, que a menudo se ha asociado al imperialismo lágida, aunque parece
que fue expontánea.

Dinastía Lágida o de los Ptolomeo

4. Los territorios del Imperio Ptolemaico. Posesiones


Lágidas fuera de Egipto
A menudo se ha invocado los móviles económicos posibles e las conquistas de los Lágidas
fuera de Egipto. Los Ptolomeos necesitaron grandes cantidades de dinero para pagar una
mano de obra especializada griega, arquitectos, ingenieros, y sobre todo, mercenarios,
además de los caballos, los elefantes y las armas para equiparlos.
Además necesitaban materias primas que no tenían en su país, como hierro. Esto les hizo
buscar el dominio de los territorios de la franja Siria y Asia Menor, adonde confluían las
vías de comercio terrestre que venían del Extremo Oriente y las occidentales.
Las posesiones de los Ptolomeos fuera de Egipto fueron muy extensas, aunque variaron
con el tiempo, siendo muy extensas en el siglo III a.C. aunque se habían perdido casi todas
en el siglo II a.C. 435.
Estas posesiones aportaron grandes rentas, aunque las fuentes para su conocimiento son
escasas y están muy dispersas.
Los territorios dominados intermitentemente y con diferente fortuna por los Ptolomeos
fueron:

4.1 Cirenaica

La Cirenaica era como un apéndice de Egipto, gobernada por un miembro de la familia


real. Era el país más rico en agricultura, uno de los graneros del mundo antiguo y famosa
por sus caballos. Fue de los Ptolomeos desde el año 321 (con el breve paréntesis de su
independencia entre los años 258 y 246 a.C.) hasta el año 96 a.C.. Cirene era ya una
posesión de Ptolomeo en uno de los primeros repartos del Imperio de Alejandro, en el 3I6.
Entre 277 y 274 a.C., Ptolomeo II redujo la secesión de esta provincia de su medio-
hermano Magas, al que Ptolomeo I había confiado la Cirenaica y en esta ocasión tuvo
lugar una revuelta de sus mercenarios galos. Más tarde, la hija de Magas se casó con
Ptolomeo III, manteniendo Cirene para los Ptolomeos. En la lucha entre los hermanos
Ptolomeo VI Filometor y Ptolomeo VIII Evergetes II, Evergetes obtuvo la Cirenaica y en
su testamento la legó a Roma si moría sin hijos.
Cirene, patria de Calímaco, era su ciudad más importante, con una gran población no
griega, sobre todo de judíos.
Los fundadores venían de Tera (la actual Santorini), una isla del Egeo en la que se habían
asentado colonos espartanos.
La ciudad se levantaba sobre una gran meseta que desciende por el norte y el noroeste,
formando dos terrazas, situadas a un kilómetro, aproximadamente, de la orilla del mar. Una
de las terrazas estaba ocupada por la acrópolis, a cuyos pies se encontraba la fuente de
Apolo y el santuario del dios; al este, estaba la colina con el templo de Zeus Lykaios y, en
medio, el ágora. el punto central de las ciudades griegas.
El elemento principal de la estructura urbanística de Cirene era la gran calle que corriendo
en sentido oeste-este, unía la acrópolis con la zona oriental de la ciudad, calle cuyo trazado
fue atribuido por Píndaro a su fundador, Bato. Esta calle, además de urbanística, tenía una
importante función de culto, ya que por ella pasaban las procesiones que partiendo de la
acrópolis, pasaban por el ágora y terminaban en el templo de Apolo.
La ciudad fue asediada por los persas en el año 518 a.C. que intentaron conquistarla,
pues tenía un excelente posición estratégica en las rutas que bordean al Mediterráneo y su
territorio, con ricas praderas, era apto, para la cría de caballos y del sílfio, una planta salvaje
muy buscada como condimento alimenticio, aunque también por sus cualidades como
fármaco y forraje.

4.2 La Liga insular

Las islas del Egeo, incluidas en la Liga insular, no fueron nunca tratadas por los Ptolomeos
como una provincia, ya que eran aliados y no dueños de ellas. Poseyeron o dominaron las
Cicladas, con alguna intermitencia, desde los años 285 a 245 a.C. y Samos, del 281 al 201
a.C.
El tributo y los fondos de la Liga, aunque estaban bajo la intervención de los reyes,
representados por los navarcas, nesiarcas y ecónomos, se gastaban, principalmente, en el
mantenimiento de la flota, elemento importante de los ejércitos ptolemaicos.

4.3 Posesiones lágidas en Asia Menor

La mayor parte de la costa de Asia Menor, desde el Calicadno, en Cilicia, hasta Éfeso, tal
vez desde antes del año 372, intermitentemente, hasta el año 197 a.C.447.
Gran parte de las costas del Helesponto y Tracia con Lesbos y Samotracia desde el año 241
a.C. hasta aproximadamente, el año 202 a.C. incluyendo Abdera.

4.4 Ciudades griegas

Poseyeron las ciudades de Tera, Metana (en la Argólida) e Itanos (en Creta), hasta el año
146 a.C.449.
Las ciudades griegas del Imperio Ptolemaico tenían menos libertad que otros territorios que
componían los dominios ptolemaicos. Su primer deber era participar en la defensa del
imperio. Todas tenían estacionadas en ellas fuertes guarniciones ptolemaicas, aunque
conservaban su gobierno autónomo y su derecho a imponer tributos y a gastar en sus
propias necesidades el dinero que recaudaban. Las ciudades tenían el deber de mantener a
los hombres de ejército y a sus caballos. Una gran parte de la flota era provista por las
ciudades del imperio, griegas y fenicias, por el método de la trierarquía griega. Esta carga
no se limitaban a las ciudades provinciales, pues Naucratis y Alejandría también
participaban. La carga más pesada de estas ciudades era la intervención real de las finanzas
y los impuestos reales, además de los tributos propios de las ciudades. Todos los tributos
que las ciudades cobraban a sus ciudadanos y residentes eran fiscalizados por los agentes
financieros del rey así como en qué se gastaban. Los impuestos pagados por los residentes
de las ciudades griegas eran arrendadas a gentes de la misma localidad y a veces se
subastaban en Alejandría.
Itanos

4.5 Otros territorios

Otros de los territorios que formaba parte del Imperio Ptolemaico era Licia, capital
Telmeso, una importante zona exportadora de madera y una rica región de huertas y pastos.
Esta región tuvo una historia muy peculiar. Figura entre las posesiones de Ptolomeo II en el
idiolio XVII de Teócrito, compuesto antes de la muerte de Arsinoé II en el año 270, con
Fenicia, Arabia, Siria, Libia, Etiopía, Pamfilia, Cilicia, Caria y las Cicladas.
Formó una especie de reino vasallo, tras el reinado de Ptolomeo III Evergetes I (247-222).
que la entregó a Ptolomeo, hijo de Lisímaco. Aún era de los Ptolomeos en el año 201 y tras
la Paz de Apamea (año 188) pasó a Eúmenes de Cardia junto con Éfeso. Su organización
financiera era a base de dos principales impuestos pagados a la corona: El pagado por los
propietarios de huertas y el derecho de pasto pagado por los propietarios de rebaños,
además de otros pagados por los habitantes de las ciudades propietarios de campos, sobre
los productos obtenidos.
La organización ptolemaica de Licia sirvió de directriz para organizar otras posesiones
ptolemaicas en Caria, Tracia, alguna isla del Egeo y Jonia. Las ciudades fueron gravadas
con duros impuestos y también debieron contribuir a los ingresos reales.
Existían también grandes extensiones que eran dominios directos del rey, sobre todo en el
Quersoneso tracio, aunque se desconoce su forma de administración. En las provincias, los
intereses reales estaban vigilados por agentes especiales del dioceta de Alejandría
denominados ecónomos.

4.6 Chipre. Siria y Fenicia

Chipre era una importante posesión de los Ptolomeos, con sus minas de cobre, su
importante producción de madera y su floreciente agricultura. Fue su última posesión
exterior, que mantuvieron hasta el año 56 a.C.
Siria, Celesiria (Fenicia y Palestina): había una estrecha y lógica relación (debido a su
proximidad), entre Chipre y Fenicia y las ciudades chipriotas tenían un carácter semi-
fenicio y semi-griego y tal vez estaba organizada la isla de la misma forma que las
provincias ptolemaicas cercanas.
Fenicia fue invadida en el año 315 por Antígono. Y en Tiro, que resistió, hizo condenar a
Casandro a muerte por la armada macedónica, haciéndose conferir el título de epimeletes
de Alejandro Magno.
Esta zona fue objeto de unos grandes conflictos diplomáticos y los reyes de Chipre se
dividían entre Ptolomeo y Antígono. Ocupada Chipre por Demetrio hasta el año 294. fue
tomada por Ptolomeo I.
Sobre la organización de estas provincias de Siria, Fenicia y Palestina, cuyo agente
principal por algún tiempo del dioceta Apolonio fue el repetidamente nombrado Zenón.
La organización fiscal de Siria y Fenicia estaba hecha a base de hiparquías, en vez de
nomos, sistema tal vez heredado de los persas. Estas hiparquías se dividían en pueblos.
La población se componía de Griegos: funcionarios reales, el ejército de ocupación,
soldados asentados como clerucos, inmigrantes de regiones helenizadas y la propia
población helenizada de sus ciudades, como los fenicios helenizados de la alta categoría,
Filocles, rey de Sidón y Diotimo, hijo de Dionisio, vencedor en una carrera de carros en
una inscripción de Sidón del siglo III a.C.
Sobre los indígenas o laoí existe menos información. Pagaban un phros al rey. Algunos
eran esclavos y debían ser declarados al ecónomo bajo pena de serle expropiados al dueño
y al pago de una multa, aunque el tema de la esclavitud, la servidumbre y también los
esclavos sagrados (ieróduloi) sea muy poco conocido en esta época4S9.
La unidad fiscal y económica era el pueblo habitado por los laoí. Cada pueblo se alquilaba,
como conjunto, a los recaudadores generales de la renta, que pertenecían a una categoría
superior a la de los jefes del pueblo. Estaban encargados de todas las rentas del rey en el
pueblo y eran responsables de ellas.

4.7 Palestina

País organizado desde época muy antigua y ahora en situación delicada con respecto a los
nuevos conquistadores, fue rodeada de un cinturón de ciudades fortificadas de tipo griego:
La línea de ciudades costeras desde Gaza a Fenicia. Otra línea al este del Jordán. Otra línea
al sur del país de los idumeos, donde se encuentra la fortaleza de Beth-Zur. Palestina estaba
dividida para fines administrativos y de tributación, en regiones: Idumea, con su floreciente
capital Marisa, con población griega y sidonia. Amanitis, capital Filadelfia, importante
centro militar y civil ptolemaico, Galaadidis, etc.
Más tarde se la dividió en nomos y en toparquías, con una organización muy similar a
la de Siria y Egipto. Pero estas divisiones se conciliarían muy difícilmente con los
contrastes sociales y económicos de la provincia, que comprendía: El estado-templo o
estado sacerdotal de Judea, con su organización teocrática, cuyos impuestos eran
recaudados por el rey-sacerdote, que era el responsable ante los Ptolomeos y sus numerosos
pueblos gobernados por jeques.
Florecientes ciudades de tipo griego y oriental, agrícolas, industriales y comerciantes.
Tribus indígenas como las que vivían en Amantis en tiempos de Ptolomeo Filadelfo con su
propio jeque, el famoso Tubías y colonos griegos en las diferentes regiones de Palestina
excepto en Judea y las colonias militares.

5. El sistema económico de los Ptolomeos


El sistema económico del reino Lágida estaba basado en conceptos orientales e influido por
la formación y experiencias griegas. Griega era la idea de introducir entre los
contribuyentes y los funcionarios gubernamentales una clase de intermediarios
arrendatarios de impuestos o telonai, garantizado por fiadores, que a veces actuaban en
grupos o sociedades. Pero la reforma ptolemaica ignoraba la esencia del sistema económico
griego, que era la propiedad privada, reconocida y protegida por el Estado, como base de la
sociedad y el libre juego de las fuerzas e iniciativas económicas en las que no intervenía el
Estado sino muy raramente.
Estos dos principios básicos no se suprimieron del todo, pero fueron limitados y
restringidos para adecuarlos al esquema de la centralización ptolemaica.

Moneda de Cleopatra Selene

6. Rasgos determinantes de la organización del Egipto


Ptolemaico
6.1 La tierra: Distribución y cultivo

La agricultura era el fundamento del sistema económico egipcio. Con el agua del Nilo,
convenientemente administrada, obtenían abundantes cosechas de cereales, verduras,
hierbas, legumbres, plantas oleaginosas de todas clases, también cultivaban viñas, olivos y
muchas clases de árboles frutales. El grano era utilizado como moneda por el gobierno.
El normal suministro del agua para el riego hacía necesaria una buena distribución y un
control de los riegos, así como un trabajo continuado de conservación, del que se
encargaban, estacional y obligatoriamente, todo el pueblo.
También en esta época había exenciones a este trabajo, existiendo el privilegio de poderlo
sustituir por dinero, que sólo solían tener los griegos y los sacerdotes.
Aunque la información sobre este tema no es muy precisa, parece ser que desde tiempo
antiguos existían varias clases de tierras:
gê basiliké: La tierra administrada directamente por el rey.
gê afései: La tierra dejada o concedida a otras personas.
gê politiké: La tierra asignada a las nuevas ciudades griegas de Alejandría y Tolemaide y
también la de Naucratis, tal vez división de la afései.
A la tierra concedida o ofései pertenecían la tierra de los templos, la empleada para
remunerar a los distintos empleados del Estado, además de los soldados y los diferentes
grados de servidores.
Los altos auxiliares del rey tanto civiles como militares, recibían tierras regaladas o doreaí.
I. La tierra real gê basiliké era cultivada por agricultores y granjero reales que eran los
hombres libres, no siervos ni vinculados a un lugar y a veces eran renteros del rey, es decir,
habían arrendado las tierras reales a cambio de una renta. Estas relaciones se basaban en
contratos regulares escritos y las condiciones duraban largo tiempo, hasta que un nuevo
gobernador las cambiaba.
Estos labradores estaban sujetos a diversas condiciones: Pagaban la renta, que solía ser una
parte de la cosecha y otros impuestos.
No podían abandonar la tierra en época de cosecha y debían sembrar productos
determinados.
II. La tierra de los templos o gê ierá, era labrada por esclavos de la divinidad o
hieródulos, en griego, por tiempo indefinido. Parte de ella era propiedad de los sacerdotes,
que podían venderla, arrendarla o legarla.
III. Los lotes militares:
a) Los lotes militares (kleroi) del nombre con que se designaba a los hombres que recibían
este lote de tierra (kleroukoi), clerucos, eran de tamaños diferentes según la graduación y
tal vez la antigüedad del soldado. Como a menudo, estos soldados debían abandonar las
tierras para ir a la guerra, de ellas se encargaban administradores generales, como sabemos
por los archivos de Zenón.
b) Los cuarteles o lugares de alojamiento eran nuevos en las ciudades de nueva planta.
Otras veces los soldados se alojaban por sorteo en las casas de los habitantes de los pueblos
en que vivían.
Tanto los cleros como los cuarteles eran propiedad del rey y los clerucos pagaban distintos
impuestos y estaban vigilados, tanto por sus superiores como por los administradores de la
corona.
IV. Las tierras privadas: la ktémata y la gê idióktetos eran las casas, viñas y jardines,
propiedad de particulares, cuya posesión fomentaron los Ptolomeos desde el principio, ya
que necesitaban unas clases de propietarios que formasen una clase media de contratistas,
oficiales, etc. También esta tierra pagaba impuestos y en caso de alguna falta, el rey
recurría a su confiscación y venta.
La agricutura

6.3 Otros recursos naturales del país

Las tierras de pasto eran otro de los recursos naturales de Egipto, no mucho menos
importantes que la agricultura. En ellas se alimentaban diferentes rebaños de ovejas, cabras,
vacas, bueyes, grandes yeguadas de excelentes caballos, manadas de elefantes para fines
militares y gran número de camellos.
Los animales domésticos más importantes eran los empleados para el cultivo, como los
bueyes, asnos, vacas y a veces camellos, de los que se llevaba un cuidadoso registro, pues
de ellos dependía el trabajo agrícola y la productividad del país.
Un papel esencial y muy importante en la economía agrícola de Egipto estuvo representado
por las palomas, alimento barato y productoras de un excelente abono. También la
agricultura fue una rama importante del trabajo semi-agrícola y desempeñó un importante
papel en la economía del mundo antiguo. La miel no sólo era el azúcar de la antigüedad,
cosechada de forma industrial, sino que por sus propiedades asépticas se utilizaba en
medicina, en los cultos y ofrendas a las divinidades y también para embalsamar.
La caza y la pesca, proveían también a los egipcios de alimentos frescos y se explotaban de
forma industrial, sobre todo esta última. Las minas y las canteras eran también explotadas
por el rey.
Egipto era un país muy pobre en minerales. Las minas de cobre del Sinaí parece que se
agotaron antes de época ptolemaica. A veces se citan minas de cobre en El Fayum.
Los tres productos cuyo comercio era monopolio real más importantes eran la sal, el nitro y
el alumbre cuyos impuestos sobre su comercio fueron una parte muy importante de los
ingresos reales. El monopolio real sobre la sal debió ser total. Como la sosa mezclada con
aceite de ricino se usaba como jabón, principalmente por bataneros y lavadores, éstos
pagaban un impuesto especial por el derecho de comprar sosa a la corona.
Su explotación se hacía por trabajos forzados de prisioneros de guerra y criminales, que
eran tratados como esclavos, ya que el trabajo era duro y peligroso y las condiciones de
vida abominables.
Se extraía oro del desierto oriental y en Nubla. La plata se encontraba en pequeñas
cantidades en Egipto y en Chipre.
La materia más abundante en Egipto era el granito y existían asimismo diferentes clases de
piedra de construcción.
También existían yacimientos de piedras preciosas y semipreciosas, controladas por el fisco
del faraón.
Las industrias: transformaban las diferentes materias primas, convirtiéndolas en productos
aptos para el consumo; semillas: aceites vegetales, sésamo, ricino, cártamo, calabaza y
linaza; leche: quesos; pieles: cuero; lino y lana: tejidos: papiro, esteras, cestos, papel, y
cebada con la que se fabricaba la cerveza (bebida nacional de Egipto).
Generalmente eran artesanos privados los que trabajaban y vendían para su propio
provecho. Además de una producción artesanal, casera, hay que considerar importante el
papel de los templos, de los que se sabe que tuvieron antes de los Ptolomeos el monopolio
de la fabricación de aceites y también tejidos finos especiales, como el famoso biso, de lino
fino.
El monopolio del aceite, conocido por una ley de época de Ptolomeo Filadelfo, paso luego
a ser de la corona y no se admitían más almazaras privadas que las de los templos, que
también debían ser registradas e inspeccionadas.
El papiro era objeto de una gran demanda, tanto nacional como internacional. Su
producción aumentó y fue mejorada durante los reinados de Soter y Filadelfo. Los rollos de
papiro eran muy baratos y se empleaba este material no sólo para escribir sino también
como papel de envolver.
Finalmente, citaremos como objetos de monopolio real en esta época los perfumes:
incienso. mirra, canela, casia, sándalo, productos conocidos con el nombre de arómata, que
se importaban de los países más orientales, como Arabia. África oriental y la India.
Al parecer, tanto el consumo privado de estos productos como materia prima o
transformados en perfumes, ungüentos, etc., estaba bajo control real.

6.4 La moneda

No se puede terminar una exposición del Egipto Ptolemaico sin referirnos a la moneda. no
sólo por su valor en sí sino como magnífica expresión artística de una época. La moneda de
la dinastía ptolemaica y el sistema monetario que le servía de base fueron únicos en el
mundo helenístico.
El primer Ptolomeo siguió la política monetaria de Alejandro, acuñando las monedas de oro
y plata (la de cobre era simbólica) de ley ática, como en el resto del mundo helenístico.
Plata: Pronto varió el sistema y tal vez para ajustar la moneda de plata a los otros metales
preciosos, la hizo más ligera. aproximándose al sistema rodio de fines del siglo IV a.C.
aunque luego redujo aun mas el peso de esta moneda, acercándose al patrón fenicio,
sistema que continuó durante todo el imperio ptolemaico, porque el principal cliente de los
Ptolomeos era Cartago.
Los lugares de acuñación eran las ciudades fenicias: Sidón, Tiro, Ptolemai, Joppa y Gaza.
Las monedas de estas tierras se reconocen fácilmente porque en ella el nombre que se da al
rey es Ptolemaiou Soteros en lugar de Ptolemaiou Basiléus. Tal vez esta aproximación
fenicia se hizo para facilitar el comercio con los árabes.
Cobre: A mediados del reinado de Ptolomeo Filadelfo se acuñaron pesadas monedas de
cobre con tipos figurando las cabezas de los dioses egipcios, dejando el cobre de ser
moneda simbólica para convertirse en moneda de ley regular, como concesión a los
indígenas, entre los que no eran populares las monedas de plata.
El sistema trimetálico de esta Dinastía. fue único en el mundo helenístico. La moneda de
cobre pasó a ser la principal moneda del campo. Los tetradracmas de plata estaban casi
exclusivamente reservadas para el uso de Alejandría, los territorios del imperio y el
comercio en el extranjero.
La moneda de oro se convirtió en instrumento de propaganda internacional, especialmente
las más bellas: los pentadracmas de Soter y los octodracmas de Filadelfo y Arsínoe, con los
retratos de los soberanos.

Moneda de Bronce de la Dinastía de los Ptolemeo

7. Las ciudades del Egipto Ptolemaico


7.1 Alejandría

El puerto principal y la mayor ciudad artesana y comercial de las fundadas por Alejandro,
fue Alejandría de Egipto, que con gran rapidez se transformó en la mayor ciudad griega del
mundo, mayor que Siracusa, Atenas o Corinto e incluso más que las importantes capitales
de los otros reinos helenísticos, Antioquía del Orantes y Seleu-cia del Tigris.
Era una ciudad-estado libre, como las griegas, con su territorio alrededor. No era la capital
de Egipto, hasta que en fecha incierta pasó a sustituir a Menfis. No estaba en Egipto, sino
junto a Egipto.
Era la residencia del rey y su ciudad.
Aunque son pocos los restos que quedan de ella, sabemos por las fuentes antiguas que fue
una gran ciudad, reflejo del esplendor y el poder ptolemaicos.
Era la ciudad de las ciencias y del espíritu, con su famoso Museo y la gran Biblioteca,
además de la Real Academia de las Ciencias y de las Letras, instituciones que durante
varios siglos fueron frecuentadas por los más famosos sabios del mundo antiguo.
Alejandría, aunque fundada por Alejandro Magno, no debió acabarse de construir hasta
el reinado de Ptolomeo II.
Ptolomeo I unió a la ciudad la isla de Faros por el Heptastadion, calzada e siete estadios de
largo (unos 1.800 m. aproximadamente), que separó la ciudad en dos partes, al mismo
tiempo que formaba dos puertos, comunicados entre sí, bajo el Heptastadion: El Gran
puerto de guerra o Kibotos, en el este y el Eunostos o puerto del oeste. Este mismo rey
asignó todo un barrio, al Este de la ciudad, a la colonia judía.
El palacio real estaba en la ciudad nueva o Neápolis y era un gran bloque de edificios que
ocupaba un tercio de la ciudad. En ellos, además de la biblioteca, que según la tradición
local formaba parte de un pórtico de cuatrocientas columnas, el Museo y la Real Academia
de Ciencias y Letras, estaba en el Sema o necrópolis real, el mausoleo de Alejandro Magno
y un magnífico zoológico. La ciudad disponía de grandes avenidas. Las dos principales se
cruzaban en el centro y terminaban en las cuatro puertas de la ciudad.
Tenía grandes parques, hipódromos, teatros estadios, gimnasios, palestras y numerosos
templos. Este barrio del Palacio se llamaba Bruquion y se abría al mayor de los puertos, el
del Este. El célebre Serapeum, del que se descubrieron numerosos fragmentos a finales del
siglo pasado, con inscripciones dedicadas a Serapis, se ha identificado sobre todo a partir
del año 1945, gracias al descubrimiento de nuevos restos, entre ellos parte del recinto del
templo de Serapis, dentro del barrio egipcio de Rhacotis, al sureste de Alejandría, agrupado
alrededor de una colina artificial dedicada a Pan, que más tarde se convertiría en la
acrópolis. A su falda estaba un famoso estadio.
Fuera de la ciudad estaba el barrio de Canopo, notable por su alegría y vitalidad, citado a
menudo en la literatura antigua, y que el emperador romano Adriano reprodujo en
miniatura en su villa de Tibur.
En el cabo Loquias había un palacio y un templo y en la isla de Faros se alzaba la torre
luminosa, dedicada a los dioses Salvadores, obra de Sóstrates de Cnido, torre que dio su
nombre a todos los faros hasta nuestros días. Otra isla la de Antirhodos y su palacio, un
muelle y una escollera, el pequeño puerto particular de los reyes en el ángulo oriental y las
construcciones del barrio que llegaban hasta bordear los muelles, completaban el marco del
famoso puerto este Kibotos o puerto de guerra.
El otro puerto, llamado Eunostos o Buen Regreso tenía al fondo una dársena y otro canal
lo unía al lago Mareotis y al Nilo, de forma que se aseguraba siempre la comunicación
entre el río el lago y los dos puertos, que como ya dijimos, estaban unidos entre sí por dos
canales artificiales.
El famoso Museo de Alejandría fue en sus comienzos un templo dedicado a las Musas, de
hecho, se convirtió en algo semejante a una moderna universidad. En él se establecieron
numerosos sabios, científicos y literatos, mantenidos por los reyes.

7.1.1 La Biblioteca

Para uso particular suyo, los Ptlomeos coleccionaron una voluminosa biblioteca que llegó a
reunir, con el tiempo, medio millón de rollos. A fin de enriquecerla, Ptolomeo II dio la
orden de que todos los viajeros que desembarcasen en la ciudad debían depositar todos los
libros contenidos en su equipaje y, si éstos eran requeridos, pasaban a formar parte de la
Biblioteca, recibiendo el propietario, a cambio, una copia oficial certificada.
También se registró que se tomaron prestados a Atenas las copias estatales de los grandes
autores griegos, como Esquilo, Sófocles y Eurípides, pagando como garantía de retorno la
elevada suma de quince talentos (un talento equivalía a 6.000 dracmas)
En la Biblioteca de Alejandría nacieron las ciencias bibliográficas y la crítica textual,
inventándose el sistema de acentuación y los signos de puntuación.
Los habitantes de Alejandría eran muy variados: El rey y la corte, el ejército, los altos
funcionarios y miembros del Consejo de la ciudad (Bulé). Magistrados y sacerdotes de la
ciudad, intelectuales: Poetas, escritores, filósofos, científicos y estudiantes, negociantes
griegos e indígenas, artesanos. marineros, etc. Los judíos del barrio oriental o distrito del
Delta. Aunque no eran ciudadanos, gozaban de privilegios especiales y tenían su propia ley
municipal, sus tribunales de justicia, oficina de registros, consejo de dignatarios y un
magistrado como genarca o etnarca. Porque esta ciudad era un grupo de politeumata (o
barrios independientes, casi ciudades), basada en las diferentes nacionalidadesi. También
estaban los griegos y los macedonios.
Las lenguas que se hablaban en ella eran también múltiples: El griego en sus diferentes
dialectos. El egipcio en los barrios indígenas. El hebreo y el arameo en el barrio judío y
también se hablaban otras lenguas semíticas e incluso dialectos indios.
La tierra atribuida a Alejandría era la tierra de los alejandrinos, es decir, de la politeuma
griega, que tuvo que tener un Consejo de gobierno. Pero también había muchos habitantes
griegos que no eran miembros de la politeuma griega y la población tenía una serie de
funcionarios:
El Gobernador del rey, que tuvo poderes militares en la última época de la dinastía. El
exegetes («El que llevaba la púrpura») o prefecto de policía. El eutiniarca, tal vez
administrador de los alimentos, que cuidaba de que no escaseasen.
Fue en esta ciudad donde Aristarco de Samos fijó, adelantándose a Copérnico, su teoría
heliocéntrica. También en ella Eratóstenes midió la circunferencia de la tierra. Euclidés
escribió sus Elementos y Herón inventó la máquina de vapor. También fue una famosa
escuela de medicina, sobre todo en las ramas de la cirugía y anatomía ya que se permitía la
disección de ciertos cadáveres. También fue en esta ciudad donde se hizo la traducción al
griego del Antiguo Testamento, conocida como Versión de los Setenta, atribuida a los
judíos de la Diáspora.
Numerosas tiendas y bazares se alineaban, sobre todo a lo largo de las dos famosas grandes
vías, una de las cuales, la llamada Canópica, se dirigía de este a oeste desde la puerta
oriental o puerta de Canopo (más tarde llamada puerta del Sol), a la puerta occidental, que
más tarde se llamó puerta de la Luna.
Las cuadras o manzanas de casas o plinthéia surgían naturalmente de este cuadriculado
inicial, con calles que eran paralelas. El conjunto estaba fácilmente dividido en barrios que
eran designados con las cinco primeras letras del alfabeto. Alrededor del año 100 las casas
eran tal vez de varios pisos y existían casas de huéspedes, administradas por los esclavos
del propietario.
Un canal llevaba agua del Nilo a la ciudad, distribuida mediante conductos para llenar un
sistema de cisternas subterráneas de las cuales tomaban agua los habitantes.
En el año 200 a.C. Alejandría era la mayor ciudad del mundo conocido, aunque Roma la
supero más tarde.
Biblioteca de Alejandría

7.2 Filadelfia

Era una reproducción de Alejandría en pequeño, también con su propio territorio, en parte
incluido en el dominio de Apolonio, conocido por los archivos ya nombrados, de su
administrador Zenón. Filadelfia recordaba a Alejandría en su aspecto social, y la
administración de la finca de Apolonio, con Zenón a la cabeza, formaba su aristocracia
particular. Y como Alejandría, también Filadelfia estaba rodeada por su propio territorio, en
parte incluido en el dominio de Apolonio y en parte distribuido entre los colonos civiles y
militares del lugar. Los griegos que habitaban en esta ciudad deseaban enriquecerse, pero al
mismo tiempo, conservar su nivel intelectual. Esta es la razón por la que gastaron mucho
dinero en dar una buena educación en los gimnasios a sus muchachos y muchachas.

7.3 Otras ciudades del Egipto ptolemaico

Incluyeron los Ptolomeos varias ciudades dentro de su imperio pero en Egipto mismo. No
hubo más que tres o cuatro y a las ya mencionadas Alejandría y Filadelfia sólo podemos
añadir escasos datos de Naukratis, que conservó su antigua Constitución bajo los Lágidas,
comparable a la de Marsella, con el Senado aristocrático de sus timuques, acuñando
moneda, y Ptolemaida. fundada ésta por Ptolomeo Soter en la Tebaida, que también debía
ser autónoma, como Alejandría. aunque esta autonomía era muy relativa, ya que, por
ejemplo, fechaban sus documentos por el año del rey y la efigie del soberano aparecía en
sus monedas.
El Egipto ptolemaico fue la última de las monarquías helenísticas que cayó en poder de
Roma. Pero antes de la muerte de Cleopatra VII, en el año 30, la situación se había vuelto
anárquica y el papel perdido por la corona había caído en manos de sacerdotes y personas
influyentes cuya habilidad era ofrecer protección a los fugitivos y a las personas que se
hallasen en apuros, lo que parece anticiparse a la situación en el Bajo Imperio romano.
Las causas de este colapso del poder ptolemaico pueden ser varias:
A la desastrosa política exterior, que lo condujo a la pérdida de los mercados exteriores
habría que añadir el despilfarro ocasionado por los disturbios y las querellas internas, la
incompetencia del gobierno, la tremenda y corrompida burocratización y la depreciación de
la moneda.

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Cartago
Inicio » Edad Antigua » Cartago

Cartago, actualmente Túnez aproximadamente, fue una importante ciudad, formaba parte
de una cadena de establecimientos comerciales por el Mediterráneo fundado por fenicios
procedentes de la ciudad de Tiro desde finales del II milenio, con propósitos comerciales y
de acercamiento a las zonas mineras de Occidente.
El problema de las fuentes literarias sobre Cartago, el gran país norteafricana rival de
Roma, es que muy pocas son directas y se encuentran a menudo fragmentos en las obras de
más de cuarenta escritores griegos y latinos. Algunas fuentes son: El tratado entre Aníbal y
Filipo II de Macedonia, que ofrece una lista de dioses. Las fuentes arqueológicas son sobre
todo las excavaciones de las necrópolis, el tofet de Salambó y el puerto antiguo de la
ciudad. Otras son el Periplo de Hannón, que estaba relatado en una estela del templo de
Baal, del que se conserva traducción griega. Se desconoce la fecha exacta de este viaje,
aunque se suele situar alrededor del año 500 a.C.

1. Cronología y evolución de Cartago


1.1 La fundación de Cartago

La fecha tradicional de la fundación de Cartago, en las cercanías de la actual Túnez, por


colonos fenicios procedentes de Tiro, tuvo lugar el año 814 a.C.
Pigmalión vivió cincuenta y seis años. Reinó cuarenta y siete. En su séptimo año de
reinado, su hermana, yendo a Libia, fundó Cartago.
A través de los propios Anales de Tiro se conoce que hacia el año 820 a.C., el rey de esta
ciudad, Mattan I dejó el trono a su hijo Pigmalión, que por entonces sólo contaba once años
de edad.
En el séptimo año de su reinado, su hermana Elisa huyó de la ciudad y fundó Cartago,
según Menandro, que había consultado las fuentes históricas tirias, debido a una serie de
circunstancias como fueron la rivalidad del marido de Elisa, Acherbas, Sumo Sacerdote de
Herakles Melqart, con su cuñado Pigmalión, posiblemente porque éste tenía un gran poder,
a causa del control de las riquezas del templo de Herakles, por lo que Pigmalión le mandó
asesinar. Su viuda, Elisa, huyó secretamente, acompañada de príncipes, a Chipre, tras
rendir homenaje a Melqart.
Entre los príncipes que acompañaban a Elisa estaban personajes principales de Tiro,
relacionados con el templo de Herakles, sacerdotes y comerciantes que sin duda conocerían
las rutas de Occidente y el potencial económico y político del Mediterráneo occidental,
siendo defensores de unos derechos femeninos al poder, de los que Elisa sería la legítima
heredera.
En cualquier caso, se debe tener en cuenta, al examinar estos datos, que la fundación de
Cartago por Tiro se realizó en una zona ya conocida por esta ciudad cananea y sus élites
desde hacía mucho tiempo. También, que nace como colonia tiria y que tuvo lugar como
consecuencia de una crisis política, con el enfrentamiento entre poder político-poder
económico, entre dos ramas de una misma familia, hermano y hermana.
El origen de Cartago estuvo relacionado con familias aristocráticas y una posible realeza
femenina. La formación de la colonia llevó implícita la apropiación del territorio y una
fortificación con respecto al interior del país y nos confirma la importancia de la
participación de los templos fenicios en esta época y sus sacerdotes en las empresas
marítimas y comerciales de Tiro, que recibirá los beneficios del capital invertido
anualmente. El origen de la ciudad se vincula también a un sacrificio humano en el fuego,
tema también muy unido a la cultura púnica.
Puerto de
Cartago

1.2 Cartago en el Mediterráneo

Cartago formaba parte de una cadena de establecimientos comerciales por el Mediterráneo


fundados por la ciudad de Tiro desde finales del II milenio, con propósitos comerciales y de
acercamiento a las zonas mineras de Occidente, sobre todo la Península Ibérica y las
Cassitérides.
Los principales establecimientos fenicios por el Mediterráneo fueron Utica, Tingis,
Mogador, Sala, Volubilis, Lixus, en el norte de África, Bithia, Sulcis, Nora, Caralis y
Tharros en Cerdeña, Motya, Panormo y Solunte en Sicilia, Malta, Gozo y Pantelaria, Leptis
Magna, Hippo y Hadrumetum, mientras que la fundación más antigua de Occidente, sería
Gadir (1.100 a.C.), hecho aún no confirmado por la arqueología.
A partir de Cartago se fundaron, a su vez, hacia el siglo VI a.C., numerosos asentamientos,
para el control militar de la zona púnica del cabo Bon, como Kelibia, Ras Fortas y Kerkuan.

1.3 La Cartago arcaica

Cartago fue, como su nombre indica, una capital nueva. Aunque no se conocen las
características del asentamiento primitivo, sólo identificable recientemente, Cartago no
debió ser diferente de los asentamientos tirios en Occidente. Los hallazgos relativos a los
siglos VIII-VII a.C. demuestran que la colonia tiria alcanzó muy pronto el rango de una
auténtica ciudad colonial, dotada de instituciones que otros establecimientos fenicios
tardaron en adoptar. Estaba situada en lo alto y fortificada, en una península, rodeada por el
mar y de un lago, con dos puertos, uno de guerra y otro comercial.
Mapa de la
invasión a Cartago

2. Las Instituciones Políticas


La pronta fundación de Ibiza, isla donde ya existían asentamientos fenicios anteriores, y su
fuerza militar parecen indicar su creación para oponerse al avance de los griegos en
Occidente.
Las instituciones políticas de Cartago se componían de Reyes o Sufetes, Senado y Plebe.
Según Aristóteles los cartagineses pasaban por estar muy bien gobernados, su
Constitución es superior a otras. Eratóstenes, geógrafo griego del siglo III a.C., escribe:
Los romanos y los cartagineses tienen instituciones políticas muy importantes; Polibio VI:
Ciertas Constituciones tienen una reputación excelente, como la de Cartago.

2.1 La Constitución de Cartago según Aristóteles

La Constitución de Cartago es la única no griega que Aristóteles incluyó en su tratado La


Política y la compara con la espartana y la cretense.
Era una Constitución mixta, que reunía, como la romana, los mejores elementos de la
monarquía, la aristocracia, la oligarquía y la democracia, que se equilibraban
recíprocamente. Así, según este autor, había en Cartago: Dos reyes o Sufetes (citados por
Aristóteles en plural generalmente, basileis o reges), un Consejo de Ancianos (gerousia),
un Consejo o Tribunal de los Ciento Cuatro magistrados (denominado más tarde, en XI,
7, magistradura suprema de los cien) y la Asamblea del pueblo (demos). Se elegía a los
magistrados por sus méritos y por sus riquezas.
En relación con la monarquía hay que señalar que ningún texto púnico la menciona, aun
que debió existir en Cartago desde sus orígenes. Y según Ch. Picard, Cartago conoció la
evolución de la monarquía de derecho divino a la democracia, pasando por un estado
aristocrático. Y cada fase de la historia cartaginesa está dominada por una poderosa
familia, casi dinastía, de la que sus miembros mantendrán el poder durante mucho tiempo.

2.2Los Sufetes y otros magistrados

Los sufetes fueron a partir de una cierta época los magistrados supremos de Cartago y lo
mejor conocidos, tal vez lo que Aristóteles y Polibio denominaron basileis y reges, ya que
no tenían cargos o palabras equivalentes para designar a sus magistrados supremos. En la
época de las Guerras Púnicas equivalían, a los cónsules romanos.
Desconocida en Occidente, la institución de los sufetes es bien conocida en el mundo
antiguo oeste-semítico, ya en el II milenio, en Mari, Ugarit e Israel.
El examen de las inscripciones púnicas permite constatar la existencia de dos sufetes
epónimos anuales, al menos a partir del año 300 a.C. aproximadamente, cargos que tal vez
puedan remontarse al siglo V a.C.
Sus atribuciones eran las ya citadas: ser epónimos (dan nombre al año) y la duración anual
de su mandato. Estos magistrados dirigieron los asuntos militares en los siglos V y IV, pero
más adelante de esta fecha no se les encuentra a la cabeza de un ejército o una armada.
Además de los ya citados funcionarios, se conoce por la epigrafía la existencia de otros,
como el Cuestor, subordinado al Sufete, cargos que también existían en Gadir; el Prefecto
de las costumbres, que menciona Nepote, los Secretarios o Escribas, unos contables,
siempre nombrados en plural, cuyo cargo era similar al de los cuestores romanos, el Jefe de
las estimaciones, que se corresponde aproximadamente al cargo del Censor romano, unos
inspectores de mercado, que se corresponden a los ediles romanos y otros numerosos
cargos más que se repartían las tareas ciudadanas.

3. La religión púnica
La dificultad del estudio de la religión púnica deriva, como todos los demás temas relativos
a la cultura púnica, de la falta de fuentes directas. El panteón púnico era esencialmente
fenicio, pero no se correspondía con su impronta tiria, donde el dios más importante era
Melkart.

3.1 Los dioses de Cartago

En Cartago se conoce la existencia de divinidades principales y secundarias: El dios


principal fue un Señor del tiempo atmosférico o Señor del cielo, Ba’al Shamin, asimilado a
veces al cananeo El. Por debajo de éste en rango e importancia, las dos divinidades
principales fueron Ba’al Hammon y la diosa Tanit, que formaban una pareja divina.
Templo de Baal Shamin

3.2 Tanit

El origen de esta divinidad femenina es oscuro, ya que no se la conocía, al parecer mucho,


en el ámbito fenicio, donde bien pudo haber existido, dada la inscripción de Sarepta
dedicada a Tnt bLbnn Tnt en el Líbano, destacando en Cartago desde fines del siglo V a.C.
En las inscripciones púnicas se la denomina Tanit cara de Ba’al, Tanit pene Ba’al, siendo
aquí Tanit tal vez la diosa fenicia Astarté, o una hipóstasis de la diosa, ya que no aparecen
asimiladas completamente.
Pero no se puede negar que ambas diosas pasaron por un proceso de acercamiento o
identificación, ya que no sólo sus caracteres accesorios son intercambiables, sino también
que reciben el mismo título honorífico como, por ejemplo, ‘m (madre) y ‘dt (señora)—. En
general se puede decir que se trataba de una divinidad la vez doncella, virgen y madre, en
gran parte garante de la fertilidad de la naturaleza y a la vez, protectora de la vida de
ultratumba, es decir, garante de la inmortalidad.
Las estelas dedicadas a estos dioses, tanto Ba’al Hammon como Tanit, presentan a menudo
el llamado signo de Tanit, que recuerda la esquematización de una figura humana con los
brazos abiertos.
Tanit

3.3 Otros dioses púnicos

Existían además otros dioses como Melkart, el dios de Tiro, patrono de los comerciantes y
los navegantes, asimilado al Heracles griego y al Hércules romano, cuyos templos eran
famosos en Occidente y todo el Mediterráneo, participando como bancos en las empresas
comerciales fenicias.
Ba’al Sapon, el Señor de las montañas, conocido por la famosa Tarifa comercial de
Marsella y otros numerosos dioses y diosas, a veces asimilados a los griegos y romanos.
Eshmun, dios asimilado a Asclepio. protector de la salud para Estrabón y Apiano.
Reseph era el equivalente al Apolo griego, también dios púnico de la guerra, cuyos
caracteres a veces son difíciles de distinguir.
Hubo además otros dioses y diosas atestiguados epigráficamente; Sdr’o Sadrapha, una
divinidad de la salud y de la fertilidad; Skn, figura mediadora; ‘rs, divinidad tutelar,
Pgmljn, que está subordinado a strt (Astarté); ‘lt, una divinidad virgen; ‘m‘ una divinidad
madre; B‘lt hhdrt, la señora de la tumba (?); Hwt, tal vez una divinidad de ultratumba; ‘s
(Isis); finalmente las divinidades dobles o cuasi-dobles Sd-Tnt, Sd-MIqrt (?), str-Nj (?),
‘smn ‘strt, Mlk’strt y Htr-Mskr, pero quizás también B’ I’ dr, Bs, por el contrario, es
conocido solamente por testimonios arqueológicos.

3.4 El Tophet

Topphet es una palabra hebrea que designa en el Antiguo Testamento un lugar de


sacrificios humanos en el valle de Bana-Hinnom, en Jerusalem.
Entre los tophet más importantes del mundo púnico señalaremos los de Cartago, Cerdeña
(Nora, Sulcis, Tharros), etc.
En ellos se practicaba el sacrificio molk, en el que se pretende ver sacrificios de niños a
Satur-no-Ba’al Hammon, que a veces eran de no natos o recién nacidos mal formados,
mientras que otras veces se ha constatado la sustitución de las víctimas humanas por
corderos, ya desde el siglo VII a.C., de forma similar a como fue sustituido en el sacrificio
Isaac, hecho relatado en el Antiguo Testamento.
3.4 Escritura, lengua y textos púnicos

Se habla de púnicos para designar a los fenicios de Occidente y África, aunque solamente a
los cartagineses. La escritura púnica, semítica dejó paso en el siglo V a.C. a la neo-púnica,
término inventado en el siglo XIX d.C. para designar una escritura cursiva del Norte de
África, grabada en piedra o metales, atestiguada sobre todo a partir de la caída de Cartago,
pero que debió conocerse bastante antes.
Entre los textos púnicos hay que recordar el ya citado Periplo de Hannón y el juramento de
Aníbal, es decir, parte del tratado de alianza entre Aníbal y Filipo V de Macedonia,
concluido en el 215 a.C. cuyo texto ha sido transmitido por Polibio VII. También ciertos
pasajes del tratado de agricultura de Magón se conocen por traducciones griegas y latinas.
En cuanto a las transcripciones del púnico, el texto más importante está constituido por los
pasajes del Poenulus de Plauto. Existen también algunos textos latino-púnicos, de
Tripolitania, escritos en letras latinas transcribiendo textos en lengua púnica, ya de época
romana. Todo lo demás se reduce a la gran cantidad de inscripciones funerarias, habiéndose
perdido toda su rica producción literaria de obras: hstoria, derecho, agricultura, geografía,
religiosas, etc. Al lado de los textos existentes hay que citar también las largas Tarifas
sacrificiales, como la de Marsella, cuyo valor no es sólo religioso sino también literario.

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Gobierno de Julio Cesar


Inicio » Edad Antigua » Gobierno de Julio Cesar

César nació en Roma, Hijo de Julio César y Aurelia, pertenecía a la Gens Julia, que hacía
remontar su estirpe a la diosa Venus y el troyano Anquises, padres de Eneas.
• Era sobrino político de Mario (quien estaba casado con Julia, tía paterna de César) y yerno
de Cinna, ya que estaba casado con su hija Cornelia. Sila le perdonó por sus relaciones
familiares, aunque el joven huyó de Roma.
• Estudió en Rodas (75-4 a.C.) perfeccionando su elocuencia con Apolonio, el maestro de
Cicerón. No sabemos nada de él del 72 al 70.
• A su vuelta a Roma se decantó primero por los optimates. Luego se volvió hacia Craso.

Cargos de Julio Cesar


Su cursus honorum puede resumirse en estos cargos y fechas:
• 69-68 a.C. Sirvió en Hispania como cuestor.
• 65 a.C. Edil.
• 63 a.C. Se presentó y fue elegido Pontífice Máximo, a pesar de que este cargo estaba
reservado a ancianos ilustres y era un desafío a los Patres. Poco después, en el proceso de
Rabinio, se enfrentó Cicerón.
• 62 a.C. Pretor.
• 61 a.C. Propretor en Hispania, donde su gestión fué admirable, pacificó Lusitania y
adquirió gran prosperidad, quizás con la ayuda de los sacerdotes de Hércules Gaditano y los
comerciantes fenicios de Cádiz, ya que llevó a Roma con él, como primer provincial en el
Senado, a L. Cornelio Balbo, gaditano.
De regreso a Roma, pactó con Pompeyo y Craso, formando un Triunvirato y repartiéndose
el poder.

El Primer Triunvirato (59 a.C.)


En estas circunstancias se aliaron César, Craso y Pompeyo para repartirse el poder:
• César: era el político.
•Craso: representaba la riqueza, el poder económico, por el precio excesivo ofrecido por
los ecuestres a la subasta de las rentas de Asia.
• Pompeyo: representaba el poder militar. Había disuelto su ejército pero estaba molesto
porque encontró un Senado reacio a:

 Aprobar las medidas que había tomado en Asia.


 Y a conceder tierras a sus veteranos.

Su pacto era un acuerdo no oficial, de mutuo apoyo frente a los Optimates, pero en la
práctica era un reparto personal de poder y aseguraba la elección de César como Cónsul, 59
a.C.
Para asegurar su propósito, César buscó el apoyo del Senado y del otro cónsul, M.
Calpurnio Bibulo (Optimate).
• Al no conseguir este apoyo, pasó a la acción directa y con la ayuda de los veteranos de
Pompeyo y la amenaza de violencia consiguió, por fin, el Consulado.

El consulador de César (59 A.C.)


Julio Cesar

Elegido César Cónsul por el apoyo que le prestaron Pompeyo y Craso, se caracteriza su
gestión por el desprecio a las leyes y su desdén hacia el Senado. Así, los proyectos de ley
los presentaba al pueblo directamente, sin pasar por esta institución. Este Consulado fue su
primer paso hacia la obtención del poder totalitario, ya que en lugar de ser un exponente del
poder del Senado, lo convertiría en un instrumento propio, atribuyéndose la actividad
legislativa apoyándose en el pueblo y la Asamblea Popular, manipulada y forzada por el
peso de los veteranos. Entre las numerosas medidas que se aprobaron bajo su mandato
consular, sólo mencionaremos dos: una Ley agraria y otra contra Cicerón

1. Ley agraria. César propuso una Ley agraria para el reparto de tierras del ager publicus al
núcleo demócrata, principalmente a los veteranos de Pompeyo y a los ciudadanos pobres
que tuviesen al menos tres hijos. Se aprobó esta ley a pesar de la oposición de su colega en
el consulado (Bilbulo), oposición que puso en peligro su vida (58 a.c.).
2. Contra Cicerón. César hizo elevar al Tribunado a Clodio (58 a.C.), implacable enemigo de
Cicerón, ya que necesitaba los servicios de este personaje para desembarazarse del gran
orador, que era defensor autorizado y ardiente de la aristocracia.
Clodio, una vez elevado al cargo de Tribuno. propuso varias leyes con intención de
atraerse a la plebe, entre ellas una Ley de prouocatione que fue aprobada, por la cual se
condenaba al destierro a todo aquel que hubiera hecho morir a cualquier ciudadano sin el
consentimiento del pueblo romano. Cicerón, que había hecho ejecutar a los conjurados
con Catilina, sin concederles la apelación el pueblo, tuvo que abandonar Roma, pasando
dos años en el exilio (58 a.C.) en Grecia.

César y las Galias (58-51 a.C.)


César, por la Rogatio Vatinia obtuvo el mando por cuatro años como Procónsul de la
Galia romana porque, aspirando a ser el único dueño de Roma, comprendió que necesitaba
dos cosas: dinero y soldados.
Todo ésto y mucho más: la fama de general insuperable, lo consiguió en las Galias, al
conquistar todo el territorio que hoy es Francia.
Así pues, obtuvo el mando de el Ilírico, la Galia Cisalpina y la Galia Transalpina (cuyo
gobernador había muerto), con cuatro Legiones y la potestad de elegir a sus propios
Legados.
Conseguía así protegerse de una oposición que en su impotencia se tornaba muy agresiva,
dirigida por Catón, en la que también estaba Cicerón.

La Galia antes de César (123-58 a.C.)

La Galia Transalpina era el territorio comprendido entre el mar de Germania, el Rin, los
Alpes, el Mediterráneo, los Pirineos y el océano Atlántico. En aquel entonces, la Galia
estaba ocupada por tres pueblos diferentes: Los Belgas, los Celtas y los Aquitanos. Estos
pueblos se dividían en numerosas tribus en las que nobles y no nobles se disputaban el
poder. Además existían confederaciones, en pugna entre sí.
A comienzos del siglo VI a.C., los griegos de Focea habían fundado la colonia de Massalia
(Marsella), que fue luego metrópoli de otras fundaciones como Emporion, en Iberia. Los
Massaliotas se aliaron con los Romanos en las luchas contra Etruscos y Cartaginenses por
la supremacía del Mediterráneo occidental. Esta alianza fue primero en plano de igualdad y
después en régimen de protectorado ejercido por Roma y las Legiones romanas
establecieron en Aquae Sextiae (Aix) un campamento para detener Marsella de las
invasiones de los Galos, nombre genérico aplicado entonces a los Celtas y los pueblos
cotizados.
Mapa de la Guerra de las Galias

La Galia Narbonense

El mediodía de Francia fué convertido en provincia romana en el 121 a.C. Se la llamó


Galia Narbonense por la ciudad de Narbo (Narbona). Éste era el estado de la Galia
cuando intervino César en su conquista.
Los romanos se introdujeron en la Galia como auxiliares de los Griegos contra los Galos e
hicieron su conquista como auxiliares de los Galos contra los Helvecios y Suevos.
Las campañas de las Galias constituyen la página más admirable del genio militar de Julio
César. En las Galias se acreditó como excelente táctico y general, creando un ejercido
formidable sin el cual le hubiera sido imposible triunfar en la guerra civil contra Pompeyo y
hacerse dueño del poder en Roma.

Motivo de la guerra de las Galias

El pretexto de la intervención de César en las Galias fué el llamamiento de los Eduos y


Secuanos a Roma, amenazados por los Helvecios y Suevos.

Duración (58-51 a.C.)

La Guerra de las Galias duró siete años (58-51 a.C.), que el mismo César narró en sus
célebres Comentarios de la Guerra de las Galias, en siete libros.
Hechos principales de la conquista de las Galias. Los diferentes pueblos
Alóbroges

Los Alóbroges, situados en la cuenca superior del Ródano, eran aliados de los Romanos
desde la mitad de siglo II a.C. en el año 58 a.C., los Helvecios quemaron sus aldeas e
invadieron las Galias. César, ya Cónsul, salió en defensa de los aliados de Roma y obtuvo
una brillante victoria de Bribracte (Autun), capital de los Eduos.

Galos Secuanos

Los Gales Secuanos pidieron entonces auxilio contra los Suevos, capitaneados por su rey
Ariovisto, a quien César infligió una tremenda derrota de Besançón (58 a.C.), obligándole
a regresar a su patria, donde murió poco después.

Los Belgas

Los Belgas, que habitaban entre el Sena y el Rin, se alarmaron de la proximidad de los
Romanos y les salieron al paso en número de 300.000. César sólo disponía de unos 50.000
legionarios. Los Belgas sufrieron un tremendo desastre junto al Aisne en el 57 a.C.

Los Armoricanos

Después de los Belgas, los habitantes de la Armórica (NO. de las Galias) se sublevaron.
Los Romanos se vieron obligados a luchar contra un pueblo muy belicoso que sabía utilizar
a su favor todos los accidentes de su territorio y eran además expertos marinos.
A pesar de estas dificultades, César consiguió vencerlos por tierra y mar, destruyéndoles
doscientos navíos. Después de este desastre, pidieron la paz. César hizo perecer a todo su
Senado y la población fué vendida como esclava (56 a.C.).

Inglaterra

Tras consolidar las conquistas efectuadas, César pasó dos veces a Britania (54-56 a.C.) y
sometió a las tribus costeras.

Sublevación de los Galos

Después de ahogar una sublevación parcial de los Galos (53 a.C.), César tuvo que hacer
frente a una confederación general de pueblos, al mando de Vercingetórix 52 a.C., jefe de
los Arvernos (arverni), quien después de defenderse heroicamente en la plaza fuerte de
Alesia (Galia Lugdunense), se entregó a César.
Éste no fue magnánimo con el vencido: le hizo figurar como cautivo en la ceremonia
triunfal en Roma (45 a.C.) y, más tarde, le hizo estrangular.
En el año 50 a.C., las Galias estaban totalmente sometidas.
Batalla de Alesia

La situación en Italia. El enfrentamiento con Pompeyo


César, a pesar de estar fuera de Roma, continúo siguiendo con atención los sucesos de
Italia.
Como Procónsul no podía entrar en Roma sin renunciar a su imperium proconsular y dejar
las legiones.
Mientras César estaba en la Galia (58-50 a.C.), Clodio envió a Catón a Bizancio para
tenerle alejado de la política e hizo distribuir trigo gratis al pueblo, restableció la
asociaciones (Collegia) abolidas por el Senado. Pompeyo comenzó a temer a Clodio y la
ambición de César ausente, intentando aproximarse a Cicerón, también ausente de Roma, y
al Senado, para recuperar su situación frente a Clodio y César, y así comenzó la separación
de los triunviratos que daría lugar a la Guerra Civil, tras un periodo de anarquía en Roma.
Pompeyo

La Anarquía
Deteriorada la situación política, en Roma, por el vacío de poder al fracasar el intento de
Catón por polarizar el descontento contra los triunviratos, se inició una guerra de bandas,
capitaneadas por T. Annio Milón y Clodio, que se alió con los Optimates, mientras
Pompeyo se mantenía a la expectativa y permitió el regreso de Cicerón a Roma.
En agradecimiento, éste defendió la propuesta de confiar el aprovisionamiento de trigo a la
ciudad por 5 años a Pompeyo, la Cura Annonae, lo que le daba un poder contra Clodio e
hizo volverse contra él a Craso.
Éste se unió a Catón, Clodio y los Metelos, enemigos de Pompeyo, quien a su vez, recelaba
de César y su poder proconsular en la Galia. Y no tuvo más remedio que recurrir a él por el
poder de la oposición, que Cicerón no podía contrarrestar.
• 56 a.C. Entrevista de Lucca (cerca de Pisa) entre los triunviros. En ella. César hace de
mediador entre Craso y Pompeyo, renovándose el pacto del 59 a.C., decidiéndose que
Craso y Pompeyo se presentarían al Consulado al año siguiente, además, en el uso de sus
magistraturas. César enviaría veteranos a las elecciones y se procurarían la prórroga de sus
mandatos respectivos por cinco años, hasta fines del 49. Y César se presentaría a Cónsul en
el 48 a.C.
• 55 a.C. Pompeyo-Craso: Segundo Consulado común. Su proyecto de ley materializó
los acuerdos de Lucca y transfirió por cinco años las provincias de Hispania y Siria,
respectivamente, a Pompeyo y Craso, con las prerrogativas de hacer reclutamientos y
decidir sobre la paz y la guerra.
• Craso, intentando imitar a César, inició una guerra con los Partos (55) pero fue derrotado
y muerto en Carras (53 a.C.). por lo que quedaron enfrentados César y Pompeyo, quien se
mantuvo en Roma con el pretexto de la Cura Annonae, dejando el ejército de Hispania al
mando de sus Legados.
Lucha de César y Pompeyo (49-45 a.C.)
Las causas

Aunque las causas del emfrentamiento de César y Pompeyo eran las propias ambiciones
personales y la descomposición del poder de la República romana, que permitía el ejerció
del poder personal, podemos resumirlas en primer lugar en el temor de los Senadores de
que César, sobrino de Mario, hiciera triunfar el partido de los Populares.
Otras dos causas accidentales determinaron también el inicio de la lucha:

1. La muerte de Julia, esposa de Pompeyo e hija de César. Tal vez, si hubiera vivido habría
podido evitar el choque entre ambos.
2. La muerte de Craso en la Guerra contra los Partos. Esta muerte ponía enfrente a dos
ambiciones, sin ningún intermediario que pudiera amortiguar o evitar sus choques.

Las circunstancias

Sometidos los Galos, César supo sacar del país conquistado todo lo que necesitaba para
conservar a su favor la fidelidad del pueblo romano y la del ejército, merced a sus
generosas dádivas.
Asustado el Senado de la popularidad de César y viendo en Pompeyo su dócil instrumento,
nombró a éste Cónsul único (52 a.C. sine colega), hecho sin precedentes en Roma. Con él
estaban los conservadores, para los que César era su peor enemigo y prohibía a César que,
siendo procónsul, presentara su candidatura al consulado. Al mismo tiempo le mandaba
abandonar su provincia antes del tiempo señalado. César se negó a renunciar a su provincia
mientras Pompeyo no renunciara a la suya y gastando mucho dinero con la ayuda de uno de
los Cónsules, Lucio Emilio Paulo y sobre todo del Tributo de la Plebe, Cayo Escribonio
Curión, consiguió retrasar unos meses el nombramiento de un sucesor suyo en las Galias, lo
que le hubiera quitado el imperium proconsular y el mando de las legiones.

Los hechos

Pero todos los esfuerzos por llegar a un compromiso fallaron. El año 49 a.C., el 7 de enero,
el Senado instauró la Ley marcial (senatum consultum ultimun) y confió la República a
Pompeyo.
Los agentes de César, Marco Antonio y Casio Longino, que en calidad de Tribunos de la
Plebe habían vetado las medidas desfavorables a César, huyeron. Como el resultado final
de sus maniobras políticas (como su propuesta de licenciar simultáneamente todos los
ejércitos), iba a ser la condena. César se rebeló al ordenársele licenciar al ejército, y el 11
de enero pasó el Rubicón, pequeño riachuelo que marcaba el límite de su jurisdicción, con
su ejército. Con la frase: Alea iacta est («La suerte está echada») se rebeló abiertamente
contra el Senado, dirigiéndose hacia Roma, iniciando una nueva guerra civil.
Su pretexto legal para justificar la marcha sobre Italia fué que los Optimates habían violado
los derechos tribunicios y atentado contra la libertad del pueblo romano, que él se
manifestaba dispuesto a defender.
Los Planes de Pompeyo

Pompeyo abandonó la ciudad, que no podía defender porque sus legiones se encontraban en
Hispania dejando la orden de que todos los magistrados le siguiesen a Grecia. Obedecieron
el Senado y los Cónsules, con tal precipitación que ni siquiera se acordaron de llevarse 400
millones del Tesoro público.
Sus planes eran abandonar Italia, trasladar la guerra a Oriente y reunir allí recursos para
volver y reconquistar Italia como había hecho su antecesor, Sila.
Mientras tanto, el ejército que dirigián en Híspania sus Legados, Afranio y Petreyo, atacaría
a César por la retaguardia. Así, Pompeyo se dirigió hacia Brindisi, en el sur de Italia, desde
donde embarcó hacia Egipto.

César en Roma

César, mientras tanto, optó por dirigirse a Hispania. Antes reorganizó la República,
apoderándose del Tesoro dejado por los pompeyanos y distribuyendo el mando de las
Provincias entre sus partidarios:
— Galia Cisalpina, a Craso hijo.

— El Ilírico, a Cayo Antonio.

— África debía ser ocupada por Curión.

— Adriático a Cornelio Dolabela.

— El Tirreno a Quinto Hortensiol.

La Campaña de Hispania (49 A.C.) y otros frentes

Camino hacia Hispania, César puso sitio a Marsella, que se había declarado partidaria de
Pompeyo, pero sin esperar el resultado llegó a la Península Ibérica y sólo en cuarenta días
(entre mayo y agosto del 49 a.C.), venció en llerda (Lérida) a Afranio y Petreyo, y a
Varrón que se defendía en Cádiz (49 a.C.). Luego, conquistó Marsella, regresó a Roma y
se hizo elegir Cónsul para el año 48 a.C.
La campaña de llerda constituye un ejemplo del genio militar de César, que consiguió la
capitulación de las tropas enemigas sin entablar combate.
Una vez Occidente en sus manos. César tenía las manos libres para enfrentarse a Pompeyo
en Oriente.
Sus otros frentes, en cambio, no fueron tan gloriosos:
— La flota de Dolabela fue vencida en el Adriático.
— Cayo Antonio tuvo que capitular en el Ilirico.
— El ejército de África se perdió, por la ayuda que prestó a los pompeyanos el rey Juba de
Numidia.
Campaña de
Roma en Hispania

La Dictadura del 49 a.C.

A fines del 49 a.C., César intentó afirmar su posición política. Nombrado Dictador,
convocó elecciones legalmente y fue elegido Cónsul, disponiendo una serie de medidas
económicas para aliviar los problemas de las deudas y concediendo el derecho de
ciudadanía a las comunidades de la Galia Traspadana, dejando a fines de diciembre la
Dictadura.

Enfrentamiento César-Pompeyo

Ya en Épiro, ambos contendientes se enfrentaron dos veces:

 En Dirraquio: Donde venció Pompeyo en el 49 a.C.


 En Farsalia (Tesalia) en agosto del 48 a.C., se dió la batalla decisiva, venciendo César por su
decisión al ordenar el avance de sus tropas y su habilidad táctica, reforzando el ala
derecha con seis cohortes que aniquilaron la caballería pompeyana.
En esta batalla, que para muchos autores señala el final de la República romana, el ejército
pompeyano sufrió unas bajas de 15.000 hombres y 24.000 fueron hechos prisioneros.
Batalla de Farsalia

Muerte de Pompeyo:

Después de la batalla de Farsalia, Pompeyo se dirigió a Siria y luego a Egipto, con ánimo
de levantar un ejército. Pidió asilo al rey Ptolomeo XIII, del cual era tutor y a cuyo padre
había colocado en el trono de Egipto. Seguido de 2.000 hombres, llegó frente a Pelusio.
El 28 de setiembre del 48 a.c, una barca se acercó a Pompeyo con el pretexto de conducirlo
hasta el rey. Cerca de la costa, un servidor de Ptolomeo llamado Septimio, que había sido
Tribuno Militar bajo el mando de Pompeyo, le atravesó el cuerpo con su espada.
Decapitado, arrojaron su cadáver en la playa y un liberto, llamado Filipo, le dio
piadosamente sepultura.
Este asesinato se debió sobre todo a la situación de Egipto, donde luchaban entre sí los dos
reyes hermanos Ptolomeo XIII y Cleopatra VII.
Ésta había sido expulsada de su país por los seguidores de su hermano y se disponía a
reunir un ejército para recuperar el trono.
Las campañas contra los pompeyanos

La desaparición de Pompeyo de la escena política, no significaba el fin de la guerra civil,


pues aún quedaban algunos núcleos de pompeyanos en casi todas las partes del mundo
romano: en Asia menor, en África y en España.

César en Asia (47 a.C.)

Farnaces (97-47), hijo de Mitríades VI, rey del Ponto, se había sublevado contra Roma.
Con la prontitud que César solía poner en todos sus actos, se trasladó al lugar de la lucha y,
en una campaña de cinco días, lo derrotó completamente cerca de Zela (47 a.C.).
Poco después moría asesinado Farnaces. Para expresar la rapidez de esta campaña, César
escribió a un amigo una carta que contenía esta lacónica frase: Veni, vidi, vinchi (Llegué, vi
y vencí).

César en África (46 a.C.)

Mientras César se hallaba fuera de Roma, su gobierno en esta ciudad se hacía impopular
por los desmanes cometidos por Marco Antonio, Magister Equitum de César. Los jefes
pompeyanos, entre ellos Catón y Escipión, éste yerno de Pompeyo, se unían a Juba, rey de
Numidia 50-60 a.C.
César llegó a Africa y venció poco después a sus enemigos en la batalla de Tapso (46 a.C.),
matándoles 50.000 soldados. Dícese que hubiera querido salvar a Catón, que se había
encerrado en la ciudad de Utica, donde se suicidó.

César en Roma (46 a.C.)

Vuelto a Roma, el Senado le otorgó a César la Dictadura por diez años, y le nombró
Praefectus Moribus (o Censor de la Moral y las Costumbres), además de concederle la
facultad de proponer candidatos a las magistraturas.
César celebró cuatro Triunfos por sus victorias en la Galia, Egipto, Siria y África y
organizó fiestas que duraron cuarenta días, durante las cuales repartió grandes sumas de
dinero entre sus soldados y prodigó juegos y banquetes en favor de la gente humilde de
Roma.

César en Hispania (45 a.C.).

Los hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, habían reunido en Hispania un gran ejército,
compuesto por trece legiones. Para sofocar este temible núcleo de rebeldía, pasó César a
Hispania.
Encontró a los pompeyanos en Munda, ciudad situada en la Bética, de identificación muy
dudosa (quizá Málaga). La lucha fue encarnizada y un instante indecisa; pero, al fin César
triunfó en el 45 a.C.
Las reformas de César: Reorganización política y administrativa

Tras vencer a los pompeyanos, César se hizo nombrar Cónsul sine colega y se convirtió en
dictador perpetuo e imperator, Cónsul por 10 años y jefe supremo del ejército. Además de
estos poderes, ya era Pontífice Máximo (un cargo vitalicio) y monopolizó la Potestas
Tribunicia. Además de estos poderes,
• Se reservó el derecho a nombrar y deponer cargos públicos.
• A acuñar monedas con su busto.
• Organizó el censo de ciudadanos.
• Redujo a 150.000 ciudadanos los que tenían derecho a recibir grano gratis.
• Reordenó la vida comunal de los itálicos con la Lex lulia Municipalis.
• Distribuyó tierra entre sus soldados.
• Reformó el abastecimiento de las Provincias.
• Envió colonos a las Provincias.
• Amplió el Senado a 900 miembros.
• Reformó el Calendario, añadiendo noventa días al año anterior, adoptando el ciclo de 365
días en lugar de 355 e instituyó los días bisiestos.
• Promovió construcciones monumentales.

El asesinato de César

César fue asesinado en los idus de marzo, el 15 de marzo del 44 a.C.

La conjura

A pesar de las excelentes medidas administrativas llevadas a cabo por César, el partido de
los Optimates maniobraba en su contra y organizó una conjura, al frente de la cual se
hallaban:
— Casio: Antiguo lugarteniente de Craso y
— Bruto: Sobrino de Catón.
Los conjurados, que llegaban a ochenta, pretendían acabar con la tiranía que representaban
los poderes adquiridos por César y restaurar la República tradicional y el poder de los
optimates.

Los hechos del asesinato de Julio Cesar

El 15 de marzo, el día de la fiesta de Anna Perenna, a los cuarenta años de haber tomado la
toga viril, del año 44 a.C. (Idus de marzo de 44). César se dirigió al lugar donde ser reunía
el Senado sin su habitual y fiel guardia hispana, a pesar de los malos sueños de su esposa,
Calurnia, que le advierte que no acuda a la reunió pública y de la advertencia del arúspice
Spurinna, que le previene sobre los peligros que se ciernen sobre él y los malos presagios
que ofrecen las entrañas de las víctimas sacrificadas.
Antes de entrar en el recinto se enteró del plan de la conjuración, pero no se inmutó por
ello. Ya dentro del Senado, los conjurados le rodearon y, aunque al principio intentó
defenderse, viendo que uno de los asesinos era Bruto, a quien amaba entrañablemente,
pronunció aquellas célebres palabras: Tu Quoque, fili? y cubriéndose la cara con la toga, se
entregó a la furia de los asesinos. César cayó al pie de la estatua de Pompeyo, atravesado
por veintitrés puñaladas.

Asesinato de Julio Cesar

Roma a la muerte de César

Tras momentos de confusión, el suegro de César, Pisón, intentó hacer público el testamento
de César, provocando con su decisión un gran tumulto, aunque fue apoyado por Antonio,
votando el Senado exequias a costa del Estado, fijándose la lectura de su testamento para la
siguiente reunión de los Comicios populares.
La fecha de los funerales se fijó para el 20 de marzo probablemente, ya que 17 y 19 eran
días feriados y se encargó de su organización Antonio, que quería ocupar el lugar de César,
cosa que también deseaba Cicerón.
En el testamento, César instituía heredero principal a Octavio, legaba a la República sus
jardines más allá del Tíber y a cada ciudadano que recibía subsidios del Estado (unos
150.000) la suma de 300 sextercios.
En medio de la confusión de las honras fúnebres, hábilmente manipuladas por Antonio, se
prendió fuego al Foro, frente a la Tribuna de los oradores (Rostra), al cadáver del célebre
personaje (donde aún se levanta un altar, siempre con flores frescas).
Con la muerte de César no se rehizo la vieja República ni se restauró su antiguo
funcionamiento democrático. Sólo se logró retrasar un proceso ya en marcha de
transformación del Estado, que precipitó Roma y sus dominios a otros trece años de guerra
civil, hasta las reformas de Octaviano.
Significado de C. Julio César

Nadie pone en duda la calidad de escritor de César, sus dotes de mando, su genio táctico o
su capacidad de estratega y reformador del ejército republicano, aunque son muchos los que
dudan de su capacidad como hombre de Estado, aunque se le reconoce como el
prefigurador de las estructuras políticas del futuro régimen imperial.
Su muerte enseñó a su heredero, Octaviano, futuro Augusto, los peligros de una abierta
actitud monárquica, lo que llevaría al joven a crear una nueva y original forma de gobierno:
El Principado, manteniendo en lo fundamental las antiguas estructuras republicanas:
Senado y magistraturas, acumulados en su persona los diferentes poderes que le pusieron al
frente de Roma.

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Gobierno de Cicerón
Inicio » Edad Antigua » Gobierno de Cicerón

Cicerón (M. Tullius Cicero 106-43 a.C.) nació en Arpino a unos 100 km. al sudeste de
Roma, en una familia de orden ecuestre.
Estudió leyes con Mucio Escévola y militó en el ejército participando en las revueltas de
los Itálicos (90-88 a.C.).
En su primer discurso defendió a Roscio Amerino, atacado por uno de los favoritos de Sila.
Estudió oratoria en Grecia. Fue cuestor en Sicilia. Además, su Cursus honorum del 75 al 63
a.C. puede resumirse según vemos en los siguientes apartados:
— 75 a.C. Miembro del Senado y defensor de sus poderes. Edil con programa popular.
Ataca a Verres, ex-gobernador de Sicilia, que tiene que exiliarse.
— 69 a.C. Edil.
— 66 a.C. Cuestor.
— 63 a.C. Cónsul. Era un homo novus. En la misma elección se presentó Catilina, que
también quería el Consulado. Ganó Cicerón, apoyado por Craso, queriendo ganarse el
apoyo Popular contra el posible peligro de un regreso de Pompeyo.
Craso y César propusieron una Ley Agraria para el reparto del ager publicus.
Cicerón, Cónsul encargado de las finanzas, tuvo que oponerse y ganó, aún a costa de perder
su popularidad (oposición y enemistad de César).
Luego se enteró por sus espías de la Conjuración de Catilina y otros aristócratas cargados
de deudas para matar a los cónsules y apoderarse de Roma.

Julio Cesar
La conjuración de Catilina (63-62 A.C.)
Los planes

Mientras las tropas de la República, con Pompeyo al frente, se cubrían de gloria en la


guerra contra Mitrídates, Roma se vio en un peligro por la conjuración de Lucio Sergio
Catilina (109-62 a.C.), patricio y Senador, que logró embaucar al pueblo y que no
retrocedía ante los mayores crímenes.
No habiendo podido llegar al Consulado por medios legales, decidió recurrir a la violencia.
Concentró a sus partidarios en Fiésole y puso al frente de los mismos a un antiguo
centurión llamado Manlio y, en esta reunión, 6-7 de noviembre del 63 a.C., se decidió
asesinar a Cicerón, su opositor en el litigio por el Consulado y, una vez asesinado éste, los
conjurados marcharían sobre Roma, la incendiarían y se apoderarían del Gobierno,
aprovechando la confusión que estos sucesos provocarían.

Lucio Sergio Catilina

Hechos y resultado

Sabedor Cicerón de lo que se tramaba, convocó al Senado y apostrofó a su enemigo con la


primera Catilinaria, que comenzaba con las siguientes palabras: Quousque tándem,
Catilina. abutere patientia nostra; luego, Catilina fue expulsado de la Asamblea y de la
ciudad.
Al día siguiente (8 de noviembre), Cicerón pronunció su segunda Catilinaria, en la que daba
cuenta al pueblo de lo sucedido. Catilina huyó a Etruria y se puso al frente de sus adeptos,
pero sucumbió en la batalla de Pistoya (6 de enero del 62 a.C.), derrotado por Petreyo,
lugarteniente de Antonio, colega de Cicerón en el Consulado.
Otros conspiradores fueron detenidos en Roma. En el debate que se celebró en el Senado
sobre su suerte, M. Porcio Catón (95-46 a.C.) consiguió que los condenasen a muerte y
Cicerón hizo ejecutar la sentencia inmediatamente, ilegalmente, sin concederles su derecho
de apelar al pueblo.

Juicio sobre Cicerón

Cicerón intentó en todo momento conciliar las órdenes Senatorial (conservadores) y


Ecuestre (rapacidad).
Por haber salvado la República, Cicerón fue agraciado por el pueblo con el honroso título
de Padre de la Patria, aunque ese éxito fue efímero, pues cuatro años más tarde fue
eclipsado por la gloria de Pompeyo que regresaba a Roma como triunfador.
Luego de su regreso glorioso a Roma, su tercer triunfo se celebró el 29 de septiembre del
año 61 a. C., busco aliados y realizo alianzas políticas, de esta forma pactó con Julio Cesar
y Craso, formando un Triunvirato y repartiéndose el poder.

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Gobierno de Pompeyo
Inicio » Edad Antigua » Gobierno de Pompeyo

Nacido de la más antigua nobleza romana, Pompeyo (Cn. Pompeius Magnus) hizo sus
primeras armas bajo el mando de su padre, Pompeyo Estrabo, en la Guerra de los Aliados.
Más tarde combatió contra los partidarios de Mario, sobre todo en Sicilia y África, donde
sus victorias le valieron por parte de Sila el sobrenombre de «Grande» (magnus), luchando
al mando de un ejercito privado, reclutado entre las clientelas familiares del Piceno y los
veteranos de su padre partidario de Sila.
Su vida política se inició cuando Sila entró en Roma después de vencer a Mitrídates en el
84 a.C. Sus primeras acciones fueron poner orden en un panorama político, agitado por dos
focos de resistencia de los Populares, encabezados por Lépido y Quinto Sertorio.

Rebelión de Lépido (78 a.C.)


El Cónsul Emilio Lépido, antiguo «Popular» pasado a Sila, intentó buscarse un soporte a su
liderazgo en los elementos de la población perjudicados por la Dictadura silana.

Programa político de Lépido


Su programa político recogía las principales aspiraciones y reivindicaciones de los grupos e
individuos excluidos del sistema, que pedían:
— El regreso de los exiliados.
— Devolución a sus antiguos dueños de las propiedades confiscadas.
— Anulación de las medidas de Sila contra los descendientes de los proscritos.
— Reanudación de los repartos gratuitos de grano entre la plebe.

Emilio Lipido

Extensión de la agitación
Las aspiraciones de Lépido encontraron eco en la región de Etruria, cuyos habitantes habían
sido muy afectados por las confiscaciones y la provincia se levantó contra Roma.
El Senado dio órdenes a los Cónsules de aplastar el levantamiento. Catulo obedeció pero
Lépido se unió a los sublevados.
Pompeyo fue nombrado lugarteniente del Cónsul Catulo y Lépido fue vencido en el Puente
Milvio. Una parte de las tropas, mandadas por Marco Perpenna, huyó a Hispania y se unió
a las tropas de otro rebelde al régimen de Sila: Quinto Sertorio.

Pompeyo y Sertorio (74-71 a.C.)


Q. Sertorio había luchado contra los Cimbrios y Teutones, y después contra los pueblos
Itálicos en la Guerra de los socii. En todas sus intervenciones se acreditó como excelente
general. Entre Mario y Sila se puso de parte de Mario, en contra de Sila. Cuando éste entró
triunfante en Roma, Sertorio pasó a Hispania (82 a.C.), con el propósito de allegar recursos
para contrarrestar el poder de Sila.
Roma mandó contra Sertorio a dos de sus mejores generales: Metelo y Pompeyo.
Sertorio logró, empleando una hábil política, granjearse el afecto de los hispanos.
— Fundó una escuela en Osea (Huesca) para educar a los hijos de los nobles celtíberos. En
ella se les enseñaba las letras griegas y latinas.
— Formó en Évora un Senado de 300 miembros, compuesto de romanos y refugiados que
huían de la represión romana.
— Venció a Metelo y Pompeyo en varias batallas (Valencia, río Xucrón, Sagunto).
No pudiendo vencerlo en el campo de batalla, los romanos pusieron precio a su cabeza (200
talentos), siendo asesinado por su lugarteniente, Perpenna, en un banquete (72 a.C.).
Pompeyo permaneció en la Península Ibérica cinco años (76-71). Se le atribuye la
fundación de la ciudad de Pompaelo (Pamplona), en el país de los vascones.
Sertorio

Pompeyo y la Guerra de los Gladiadores


Los gladiadores —generalmente esclavos, prisioneros de guerra o criminales que luchaban
en el circo en Roma— se sublevaron. Su jefe era un príncipe de Tracia que había desertado
del ejército romano, llamado Espartaco (73-71 a.C.). Después de permanecer preso y
trabajando como esclavo en Capua, consiguió evadirse y organizó un ejército de
gladiadores y esclavos fugitivos.

Los hechos:

— Espartaco derrotó varias veces a las Legiones romanas y consiguió llegar a las puertas
de Roma.
— Craso se puso al frente de las legiones romanas, restableció en ellas la disciplina y
consiguió empujar a los gladiadores hacia el sur, venciéndolos en la batalla de Sílaro,
donde Espartaco murió heroicamente.
— Derrotados y sin jefe, los gladiadores se dirigieron hacia los Alpes, pero se encontraron
con Pompeyo, que regresaba de Hispania, siendo aniquilados casi completamente.
— La venganza de Pompeyo fue terrible: los que no murieron en la batalla fueron
crucificados (unos 6.000). Pompeyo escribió al Senado: «Craso ha vencido a Espartaco;
pero yo he vencido las raíces de la guerra; nunca más renacerá».

Gladiadores

El consulado de Pompeyo y Crado


Como recompensa de esta victoria, en el año 70 fueron elegidos Cónsules Craso y
Pompeyo, que representaban la reacción popular, aboliendo la Constitución de Sila y las
limitaciones impuestas por Sila a los Tribunos de la Plebe, dando un amplio margen de
acción a los Populares, ya que estos magistrados sólo eran meros agentes de grandes
personalidades republicanas.
Con ellos, Pompeyo aumentó su poder.
También expulsaron del Senado a 64 Senadores añadidos por Sila.
Craso (M. Cicinio Craso) se quedó en Roma durante la década siguiente, llevando a cabo
una alianza con L. Sergio Catilina y César, que aportaron apoyo electoral al Orden
Ecuestre.

Actividad de Pompeyo
La actividad de Pompeyo en los años posteriores puede resumirse en los puntos siguientes.

Guerra contra los piratas (67 a.C.)


Poderes y efectivos: La Lex Gabinia

 La Lex Gabinia del 67 a.C. le concedió el imperium marítimo y el poder de operar en el


interior en una profundidad de 50 km. por todas las costas.
 Puso a su disposición la flota y todo el tesoro de Roma, pudiendo ser ayudado por reyes y
súbditos de Roma.
Pompeyo, con estos poderes, creó una flota y venció a los piratas con 100.000 caballeros,
5.000 jinetes y 100 navios.

Hechos y resultado (67 a.C.)

 El general romano bloqueó todos los puertos del Mediterráneo, obligando a los corsarios a
refugiarse en las costas montañosas de Olida (en el Mediterráneo Oriental), donde
encontraron puertos buenos y seguros.
 Pompeyo fue a buscarlos en sus refugios del mar Egeo y del mar Negro, saqueó sus
arsenales y sus almacenes, destruyó sus navíos e hizo 20.000 prisioneros, aunque se
mostró generoso, perdonándoles la vida y distribuyéndolos entre las ciudades que la
guerra había despoblado. La lucha había durado tres meses.

Pompeyo y la 3ra Guerra contra Mitrídates (74-63 a.C.)


Los hechos

Los hechos que precedieron: La segunda guerra mitridática y la paz de Dárdano.


Mitrídates, vencido por Sila (84 a.C.), después de la muerte de éste, supo aprovecharse de
las sublevaciones y de las luchas entre los partidos, levantándose en armas contra Roma
con el fin de reconquistar los territorios que había perdido.
En el año 82 a.C. surgieron los primeros roces a propósito de Capadocia que
desencadenaron la intervención de Lucio Licinio Murena, sucesor de Sila en Asia.
A duras penas se restableció la paz, más ficticia que real, que convirtió el Ponto en un polo
de atracción de elementos opuestos: los antirromanos y los antisilanos.

La invasión de Bitinia

Mitrídates, con el apoyo de su yerno, Tigranes de Armenia, creó en Asia Menor un


complejo de poder que sólo esperaba una ocasión favorable para levantarse contra Roma.
La ocasión se presentó al morir el rey Nicomedes IV de Bitinia, que dejó su reino a Roma.
Mitrídates invadió Bitinia y el Senado encomendó su dirección a los gobernadores de
Bitinia y Asia, Aurelio Cotta y Licinio Lúculo respectivamente.

La 3ra Guerra Mitridática propiamente dicha

Mitridates venció a Cotta en Calcedonia, pero Lúculo logró hacerle huir e invadió el Ponto,
buscando Mitrídates refugio en Armenia, junto a su yerno, el rey Tigranes.
Moneda con el rostro de Mitridates

La acción de Lúculo y los Publicani (70 a.C.)

Tras sus victorias, Lúculo regresó a su provincia que requería urgentes medidas
económicas, rebajando los impuestos a la población, lo que le valió la oposición de los
empresarios y los Publicani que esquilmaban la provincia. En el 69 a.C., Lúculo invadió
Armenia y se apoderó de su capital, Tigranocerta, pero un motín de sus soldados le hizo
perder la ventaja y la expedición fue un rotundo fracaso, logrando Tigranes y Mitrídates
recuperar sus posesiones.

La Lex Manilia del 66 a.C.

Partidarios de Pompeyo vieron la ocasión de sacar provecho de esta derrota de Lúculo. El


Tribuno de la Plebe, Cayo Manilio, presentó una ley que encargaba a Pompeyo la
conducción de la guerra contra Mitrídates. Esta ley Manilia le otorgaba un potencial de
autoridad muy superior a la Lex Gabinia, al margen de la Constitución romana. Esta ley
añadía a la Ley Gabinia la jurisdicción sobre Frigia, Licaonia, Galacia, Capadocia, Cilicia,
Bitinia, Cólquide superior y Armenia.
En defensa de la Lex Manilia, Cicerón pronunció un discurso que se consideró crucial en su
carrera política.
Las cosas no iban bien cuando Pompeyo asumió el mando del ejército, pues no sólo
Mitrídates y su aliado el rey de Armenia, Tigranes (121-56 a.C.), habían entrado en sus
respectivos Estados, sino que también habían tomado la ofensiva y los romanos retrocedían
en todas partes.
Pero Pompeyo llegaba a Asia con 60.000 hombres y una numerosa flota, la cual le permitió
bloquear las costas de Asia Menor, mientras Mitrídates sólo podía oponerle 30.000
hombres.
Viendo Mitrídates que sus esfuerzos serían inútiles y cansado ya de la lucha, pidió la paz,
retirándose a las inaccesibles regiones del mar Caspio, donde murió a avanzada edad.
Desembarazado del rey del Ponto, Pompeyo penetró en los Estados de Tigranes de
Armenia, no encontrando apenas resistencia, ya que, viendo la inutilidad de sus esfuerzos,
Tigranes fué a humillarse ante Pompeyo y le ofreció su corona, restableciéndosele en el
trono de parte de Armenia después de pagar una suma de 6.000 talentos.
Pompeyo no destruyó este reino de Armenia porque Roma necesitaba oponerlo como
barrera contra la ambición del rey de los Partos.

Los resultados

Pompeyo, tras apoderarse del Ponto y de Armenia, ocupó Bitinia y Siria, transformándolas
en provincias romanas (74 a.C.). Por último, pasaron al poder de Roma, Fenicia y Palestina,
en cuya capital, Jerusalén, tomada por asalto, residió desde entonces un procónsul romano
(64 a.C.),
La noticia de los acontecimientos del Bósforo llegó a Pompeyo ante los muros de Jericó (63
a.C.) y se apresuró a dirigirse a Amiso, ordenando el entierro de Mitrídates en Sínope, junto
con los otros reyes de su Dinastía. El Triunfo se celebró en Roma el 26 de septiembre del
año 61 a.C. En él fueron exhibidos familiares y cortesanos de Mitrídates así como
numerosos objetos suntuosos.
Concluida la guerra y la reorganización de Oriente sobre nuevas bases, Pompeyo, con un
gran ejército que le servía fielmente y las numerosas clientelas que había adquirido, se
dispuso a regresar a Roma como el hombre más poderoso de la República.

Situación en Roma: La década de los 60


En Roma, mientras Pompeyo se acercaba, sucedían tres hechos fundamentales:

1. Los partidarios de Sila controlaban los Comitia Centuriata, que elegían a los Magistrados
mayores o cum Imperium (cónsules y pretores).
2. Se iba formando una tercera fuerza en torno a Marco Licinio Craso, que contaba sobre todo
con sus ilimitados recursos financieros.
3. Surge ahora en la escena política romana Cayo Julio César, aristócrata de antigua familia,
ligado por lazos familiares a Cayo Mario, que había visto abortadas sus aspiraciones
políticas en tiempos de Sila por esta razón.

La época de Cicerón, César y Pompeyo (78-43 A.C.)


Al finalizar esta época, se hundió el sistema Republicano en Roma por causas diversas.
• En el exterior: por las guerras continuas causadas por la debilidad del régimen
republicano:

1. Con Mitrídates VI Eupator, rey del Ponto.


2. Con los piratas.
3. En la Europa continental.
• En el interior: todos estos conflictos influían en Roma, donde los políticos manipulaban a
los votantes con elecciones pactadas, demagogia, compra de votos y asesinatos políticos.
En esta época tan conflictiva destacaron sobre todo tres personalidades:

1. Pompeyo (106-48 a.C.), el gran general vencedor en Oriente, del que venimos hablando.
2. Cayo Julio César (100-44 a.C.).
3. Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.).

En el año 63 a.C. Cicerón es nombrado Cónsul. Apoyado por Craso, queriendo ganarse el
apoyo Popular contra el posible peligro de un regreso de Pompeyo.

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Gobierno de Sila
Inicio » Edad Antigua » Gobierno de Sila

Pacificada Asia, Sila podía ahora regresar a Italia. Para hacerle frente Cinna quien había
reunido tropas, pero con su muerte, ocurrida en un amotinamiento, se deshizo la fuerza de
los populares, aunque siguió con Papirio Carbón y el hijo de Mario, Mario el Joven.
La batalla decisiva entre Optimates y Populares se desarrolló en Roma, en la Puerta
Colima. Muchos jóvenes aristócratas se habían unido a Sila, entre ellos Cn. Pompeyo (106-
48 a.C.).
Sila se hizo entonces nombrar Dictador para reformar la Constitución romana y deshacerse
de los Populares, cuyos nombres fueron colgados en el álbum en el Foro. Todo el que
hubiera sido «proscrito» así podía ser asesinado impunemente y quien le asesinaba recibía
una recompensa.
Mucha gente, cuyo único delito había sido ser rico, murió así (en principio sólo habían sido
proscritos 40 senadores y 1.600 caballeros, pero perecieron varios militares) porque Sila
necesitaba mucho dinero y tierras para asentar a sus 120.000 soldados.

Senado Romano

Las reformas de Sila


Sila llevó acabo durante su dictadura una serie de reformas con las que favoreció a los
Optimates:

1. Reorganizó la República romana y nombró 300 nuevos Senadores procedentes de las


filas de los caballeros y los itálicos ricos.
2. A partir de este momento, los 20 cuestores elegidos pasarían automáticamente al
Senado, de modo que el número de los Senadores se mantenía constante sin necesidad
de la elección por los Censores.
3. Los caballeros dejaron de formar parte de los Tribunales.
4. Se abolió el avituallamiento público de trigo.
5. Se despojó de toda autoridad a los Tribunos de la Plebe.
6. Se impidió a éstos presentarse a un cargo público y ser reelegidos si no habían pasado
diez años desde su anterior ejercicio de cargo.
7. Se concedió al Senado la facultad de vetar cualquier ley.
8. La jurisdicción criminal pasó de la Asamblea a 7 Tribunales permanentes, todos ellos
formados por jueces de rango senatorial.
9. Para cubrir el puesto de Presidente de estos tribunales se aumentó a ocho —eran
seis— el número de los Pretores.
10. Cada Pretor desarrollaba su cargo durante un año en Roma y al año siguiente, en
calidad de Propretor (generalmente con el nombre de Procónsul) en una Provincia.
11. De las 10 Provincias de que constaba el territorio romano (Sicilia, Cerdeña,
Córcega, las dos Hispanias, Macedonia, Asia, la Galia Narbonense, la Galia
Cisalpina y Cilicia) ocho eran gobernadas por estos Procónsules y dos por ex
Cónsules.

Las obras públicas


En Roma, Sila reconstruyó el templo de Júpiter Capitolino y el edificio del Senado y se
construyó un gran Archivo estatal (el Tabularium) en el lado oeste del Foro. Además, se
construyeron otros edificios en diversas ciudades del Estado.

Templo de Jupiter Capitolino


Otros aspectos culturales
Es de destacar, desde el punto de vista cultural, la publicación del conjunto de las obras de
Aristóteles, que habían permanecido ignoradas durante varios siglos.

La retirada de Sila (79 a.C.)


Terminadas estas reformas, Sila se retiró a Campania, muriendo al año siguiente.
Luego de unos años uno de los principales representantes que tomo el poder fue Pompeyo.
En el año 71 a. C., con sólo 35 años de edad, Pompeyo fue elegido cónsul por vez primera.

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Gobierno de Cayo Mario


Inicio » Edad Antigua » Gobierno de Cayo Mario

La oportunidad para la ascensión al poder de Cayo Mario (157-86 a.C.) fue la guerra de
sucesión que se produjo en el reino de Numidia, súbdito de Roma. Este reino había estado
gobernado durante mucho tiempo por el rey Masinisa (h. 240-149), que había ayudado a
Escipión en la batalla de Zama.
Los hijos del difunto rey, llamados Aderdal e Hiempsal, eran apoyados por los
comerciantes itálicos y los ecuestres. Pero su primo Yugurta corrompió hábilmente a los
Senadores romanos y demostró más energía que los príncipes hijos de Masinisa. Así, Cirta
tomó la capital en el 112 a.C., matando a Aderbal y a varios cientos de Itálicos, hecho que
los Romanos no podían dejar de castigar.

La guerra de Yugurta (111-105 a.C.)


La guerra que derivó de estos hechos tuvo para Roma escasa importancia desde el punto de
vista militar, pero grande desde el punto de vista político, ya que hizo más evidente la
incompetencia del Senado romano.
Mario, entonces Tribuno Militar, se aseguró el apoyo del Orden Ecuestre y consiguió ser
elegido Cónsul en el año 107 a.C., a pesar de que era un «hombre nuevo» (homo nouus).
Después, se hizo encomendar la dirección de la guerra de África por un mandato especial
de la Asamblea de la Plebe, hecho sin precedentes en la historia de Roma. Y aunque
consiguió hacerse con la situación en una sola batalla, fue hostigado por una serie de
guerrillas hasta que su Cuestor, L. Cornelio Sila (138-78 a.C.) fue enviado secretamente a
Mauritania a pedir al rey Boceo que dejase de apoyar a Yugurta. Y finalmente cayó
Yugurta en manos de Sila, con lo que una parte del territorio de numidia pasó a ser
provincia romana.

Guerra de
Yugurta

La guerra contra Cimbrios y Teutones (113-101 a.C.)


Los Cimbrios y Teutones, pueblos procedentes del norte de Europa, penetraron en la
Europa central y vencieron al ejército romano en las batallas de Noreia (113 a.C.) y Arausio
(105 a.C.). en la Galia.
El pánico se apoderó de Roma, que temía una nueva invasión como la celta. Mario, elegido
cónsul por segunda vez (104 a.C.) reformó el ejército, haciéndolo profesional, y se enfrentó
a ellos en dos batallas: En la de Aquae Sextiae (102 a.C.) derrotó a los Teutones y en
Vercellae, en el valle del Po (101 a.C.) derrotó a los Cimbrios, restaurando en Roma la
tranquilidad perdida.
Batalla de Aquae Sextiae

LOS PROBLEMAS EN ROMA (100-91 A.C.)


Finalizada la guerra, Mario fue elegido Cónsul nuevamente en el año 100 y con él fueron
elegidos personajes tan radicales como G. Servilio Glaucia en calidad de Pretor y Saturnino
como tribuno de la plebe. En el mismo año fracasó un programa de colonización elaborado
por el Tribuno de la Plebe, L. Apuleio Saturnino, con el apoyo de Mario, debido a la
oposición de los optimates, tras lo que estalló una rebelión popular de protesta que fue
reprimida por el Senado y los caballeros.

El problema Itálico (91-89 A.C.)


La negativa romana a afrontar los problemas, tanto los exteriores como los internos,
provocó dos grandes que permitieron el ascenso de otra gran personalidad política de la
época republicana: Sila.
La primera fue la Guerra de los Aliados itálicos (socii), que desde época de Tiberio Graco
reiteraban sus peticiones, entre otras, de ciudadanía romana de pleno derecho (optimo
iure).
En el año 91 a.C., Livio Druso el joven, en su calidad de Tribuno de la Plebe, trató de que
se les concediese la ciudadanía de pleno derecho (optimo iure), se fundasen colonias y se
reorganizasen los Tribunales, pero fue asesinado (90 a.C.). Los Itálicos se rebelaron
entonces y formaron una Confederación independiente, con capital en Corfinio, a la que se
dio el nuevo nombre de Itálica, eligiéndose Senado propio de 500 miembros y acuñando su
propia moneda.

La Ley Planta Papiria (89 a.C.)


Roma concedió la plena ciudadanía, con la Ley Planta Papiria (89 a.C.) primero a los
aliados que no se hubiesen rebelado y luego a todos, con tal de que se sometieran, pero a
pesar de esto fue necesaria una amplia campaña para someter a los montañeses de la Italia
central que se negaban a rendirse.

La Primera guerra de Mitrídates (90-85 A.C.)


La segunda guerra a la que nos referíamos arriba era la de Mitrídates, rey del Ponto.

Actitud de Mitrídates

Durante los años anteriores, Sila había demostrado su capacidad política y fue nombrado
Cónsul (88 a.C.). y fue entonces cuando llegó a Roma la noticia de que Mitrídates VI
Eupator (120-63 a.C.), rey del Ponto, había invadido territorios fuera de su reino,
penetrando en la zona oriental de Grecia, incitando a los griegos a la sublevación contra
Roma, aprovechando el descontento existente allí por la política de los Senadores romanos
y los oligarcas locales.

Cayo Mario

Las vísperas de Éfeso

Durante estos disturbios y en un solo día fueron asesinados unos 80.000 itálicos en Asia
Menor (vísperas de Éfeso), uniéndose a la rebelión contra Roma hasta la misma ciudad de
Atenas.

El mando de la guerra

El mando de esta guerra contra el rey del Ponto, enfrentó a Sila, al que había encargado el
Senado la dirección de la guerra, destituido por el pueblo romano del mando de la guerra y
a Mario deseoso de aumentar su gloria militar, al quien el pueblo y los Populares habían
entregado el mando quitado a Sila.
La marcha de Sila sobre Roma

En lugar de obedecer la orden de dejar la guerra, Sila apeló al ejército y marchó sobre
Roma, siendo el primer general que introdujo un ejército en la capital La mayoría de sus
oficiales de rango senatorial le abandonaron, pero sus soldados le siguieron y Mario y sus
partidarios tuvieron que huir para salvar la vida.

Sila marcha a Oriente

Sila realizó en la Urbe algunas reformas de escasa importancia y abandonó la ciudad,


marchando hacia Oriente.

Sila

La reacción y muerte de Mario

Cuando Sila dejó el campo libre en Roma, Mario y sus partidarios, como Cinna,
desencadenan una campaña de terror contra los Optimates. Maño murió en 86 a.C.,
durante su 7.° consulado.

El fin de la primera guerra de Mitrídates. Queronea y Orcómenos. Paz de Dárdano

Mientras tanto, en Oriente, Sila tomó y saqueó Atenas, derrotando al ejército de Mitrídates
en Queronea (86 a.C.) y Orcómenos (85 a.C.), concluyendo la guerra con una paz de
compromiso, la Paz de Dárdano (84 a.C.), en lugar de acabar con el rey del Ponto
definitivamente.
Por dicha paz, Roma se anexionó los territorios conquistados, hasta entonces, se apropió la
flota y recibió una indemnización de 20.000 talentos para el fondo de guerra.
Poco después Sila volvió a Roma, en donde se hizo entonces nombrar Dictador, el
gobierno de Silas.

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Los Etruscos
Inicio » Edad Antigua » Los Etruscos

Entre los pueblos que atraen el interés, los etruscos ocupan un lugar preferente por haber
dado lugar en el centro de la Península italiana, en la región que de ellos toma su nombre:
Etruria, a una civilización singular, de la que se desconocen no sólo el origen, sino también
su lengua, y se tiene muchas dudas sobre su organización política, su religión y todos los
aspectos de su desarrollo espiritual, ya que las fuentes históricas con que les conocemos,
aunque numerosas, son de difícil interpretación . E incluso a la civilización romana
posterior, ya penetrada de numerosas influencias etruscas, este antiguo pueblo daba la
impresión de constituir una entidad muy neta, suscitando el interés de los aficionados a la
antigüedad, mientras que la lengua etrusca se mantuvo completamente aislada en medio de
una serie de idiomas itálicos antiguos.
El pueblo etrusco entra en la Historia de una forma rápida y explosiva más precozmente
que ninguna otra tierra de Occidente y el carácter arcaico de su civilización puede deberse
al cúmulo de tradiciones que perduran en ella.
Cronología de la Civilización Etrusca
El dato esencial que emerge del estudio de la civilización etrusca es la sucesión y la
distinción de varias fases: inicio y desarrollo económico, apogeo y larga decadencia.

Inicio y época de intenso desarrollo económico

Una época de intenso desarrollo económico, político y cultural, en la cual los etruscos
tuvieron una gran importancia en el Mediterráneo, que se desarrollaría del siglo IX al VI
a.C.

Fase de apogeo: Siglo VI

Durante él, fue una gran rival de griegos y púnicos en el dominios de comercio
mediterráneo, sobre todo en el área metalífera.

Decadencia: Siglos V al I a.C.

El período siguiente, de decadencia, comprende del siglo V al I a.C., durante la cual los
etruscos se van reduciendo a una esfera regional y replegándose sobre sí mismos y sus
antiguas tradiciones hasta ser absorbidos por los romanos.
Pero estas fases no deben tomarse en el sentido de un esquema rígido y absoluto, dada la
complejidad del fenómeno etrusco y la fluidez de los intercambios, por lo que debe
tenérselas presentes solamente a nivel orientativo e interpretativo.

Mapa de Etruria

El origen de los etruscos


Las respuestas sobre el origen de este pueblo han sido muy diferentes, según los diversos
autores que han tratado el tema, ya desde la antigüedad, dando origen a una serie de teorías
que resumimos a continuación.

Autores antiguos: Hipótesis


Lidios: Heródoto

Los autores antiguos se referían a su posible procedencia lidia, y llegaron a la Península


Itálica en el curso de una migración. Tal es la noticia transmitida por Heródoto, en el siglo
V a.C. Esta migración habría tenido lugar, según se infiere del relato de Heródoto, en el
siglo XIII a.C.
Los testimonios antiguos que han llegado a nuestras manos y que se refieren al mismo
asunto son todos posteriores, pero, casi sin excepción, todos están de acuerdo en el origen
lidio que les asigna Heródoto.
De la misma opinión son Tito Livio, Virgilio, nativo él mismo de una vieja ciudad etrusca,
Horacio y Ovidio, que designan normalmente a los etruscos con el nombre de lidios. Y
Tácito recoge el episodio relacionado con los etruscos sucedido durante el Principado de
Tiberio.
Así, una delegación de habitantes de Sardes, que solicitaba el honor de levantar un templo
en su honor y en el de Livia, su madre, leyó ante el Senado romano un decreto llamando a
los etruscos hermanos y recordando su origen común, rememorando asimismo las noticias
transmitidas por Heródoto sobre Tirreno y su migración 783.

Origen autóctono: Dionisio de Halicarnaso

La única opinión discordante entre los autores antiguos es la de Dionisio de Halicarnaso,


retórico griego que residía en Roma en época de Augusto. En el primer libro de su obra,
Dionisio se interesa por la cuestión etrusca. Recuerda al efecto la opinión de un historiador
griego algo posterior a Heródoto, Helénico de Mitilene, según el cual la nación etrusca
procedía de un grupo de pelasgos que habría desembarcado al fondo del golfo del Adriático
y descendido luego a través de la península italiana para instalarse finalmente en Toscana.
Dionisio de Halicarnaso cita también, criticandóla, la tesis de Heródoto, y, en su opinión, el
pueblo etrusco es de una gran antigüedad, diferenciándose su lengua y sus costumbres de
las de todos los pueblos conocidos, concluyendo que son autóctonos de las regiones que
habitan.
Vaso Francois

Autores modernos: Hipótesis

Los autores modernos tienen también opiniones divididas.

Centroeuropeos o autóctonos

Algunos ponen el origen o bien en Centroeuropa, o son partidarios de su origen en Italia.


Para Altheim, el origen del pueblo etrusco tuvo lugar en suelo italiano, aunque no pueden
negarse los elementos orientalizantes y helénicos, mientras que desde un punto de vista
puramente filológico, Devoto afirma que los etruscos eran preindoeuropeos.
La civilización etrusca está formada por elementos étnicos muy variados y carece de la
individualidad y de la unidad que le asignan los defensores de las demás tesis relativas a sus
orígenes (orientales, autóctonos y del norte de Italia), por tanto, se debe estudiar el proceso
de formación de este pueblo, que es muy complejo y no guarda relación con teorías
simplistas que suponen que apareció ya formado y de una vez por todas, aunque teniendo
en cuenta que el hecho etrusco es un hecho itálico, y que este pueblo se formó en Italia,
desarrollándose allí y, por consiguiente, conviene seguir su historia sin hacer caso de datos
legendarios sin verificación posible. Por ello, la mejor forma de referirnos a los etruscos tal
vez sea decir, que ya en el siglo VII y VI aparece este pueblo fuertemente constituido en
Etruria, donde diversos elementos, ante el desafío de un medio geográfico nuevo y con
problemas económico-sociales inéditos, crearon juntos una entidad política radicalmente
distinta de lo que fueron, en otros ámbitos y épocas, sus componentes.

Origen oriental

Resulta difícil eliminar del conjunto de rasgos de la nación etrusca aquellos que parecen
demostrar la presencia de elementos venidos de Asia Menor, pensando que, tal vez, la
aparición de un núcleo procedente de Oriente representaría la causa determinante de un
inesperado impulso cultural en el centro de aquella Italia aún semibárbara. De otra forma
no puede explicarse la similitud de muchos rasgos artísticos, religiosos y lingüísticos de los
toscanos con ciertos pueblos de Asia Menor: los zapatos de punta hacia arriba de los reyes,
de estilo hitita, la corona de oro, oriental, la forma y elementos del templo: El alto podio,
las columnas que sostienen el frontón, que se encuentran en los templos urarteos, etc.,
incluso el nombre de rasenna, con el que los etruscos se designaban a sí mismos nos lleva a
Asia Menor.

Referencias culturales orientales similares a la cultura Etrusca

Han aparecido junto con otros grabados en las paredes de vasos, se remontan al siglo VII,
época muy anterior a la conquista en el año 510 a.C. de la isla por los atenienses. En esta
isla, cuyos ocupantes no tenían origen helénico, la inscripción resulta extraña, ya que se
aproxima por sus rasgos morfológicos y lexicográficos a los textos toscanos conocidos, con
desinencias, formaciones de vocablos e incluso términos iguales, por lo que se puede decir
que está escrita en una lengua etruscoide, hablada por asiáticos emparentados con los
etruscos.
Su fecha nos hace retroceder a la época en que los tirrenos buscaban tierras donde
asentarse, constituyendo un precioso jalón que une los litorales asiático y toscano.
También son orientales las técnicas de orfebrería, muy similares a las hititas y algunos
ejemplares de joyas etruscas solamente tiene paralelos en Asia Menor. Asimismo, el uso
del matrimonio solamente está atestiguado en las inscripciones funerarias etruscas y en
Licia.
Asimismo se encuentran coincidencias en el ámbito religioso, como el tener una religión
revelada, cuya doctrina estaba contenida en unos libros sagrados, los cipos colocados sobre
las tumbas, que recuerdan el culto a los betilos de la civilización cretomicénica y de Asia
Menor. Los demonios Tuchulcha y Charum, de rostro y cuerpo sobrehumanos nos hacen
recordar las representaciones asirías y, sobre todo, la disciplina etrusca, asigna un papel
importante al estudio y a la interpretación de los presagios y los prodigios, y la adivinación
por el hígado de las víctimas, sobre la que más abajo volveremos al referirnos a la religión
etrusca nos encamina una vez más hacia Asia Menor.
Así pues, la antigua tradición relativa a los orígenes del pueblo etrusco no queda invalidada
por estudios e investigaciones recientes, ya que los lazos que unen Etruria y Asia Menor
surgen progresivamente cada vez con más claridad. Para este autor, pues, los etruscos
surgieron:
De elementos complejos de poblaciones diferentes.

Los caracteres orientales del pueblo etrusco que se manifiestan en pensamiento, cultura,
religión, arte y la hidráulica sólo se explican si recurrimos a la hipótesis de la llegada, a
principios del siglo VII a.C., de navegantes asiáticos, que, puesto que Italia sur y Sicilia
estaban pobladas por colonos griegos, se establecieron en Toscana. Los villanovianos,
según esta teoría, serían protoetruscos.
Estas afirmaciones tropiezan con la pregunta de por qué no aparecieron los etruscos hasta
cerca del año 500 a.C. en la llanura del Po.

Uno de los valle de la población etrusca

Historia de Etruria
La civilización etrusca fue el primer imperio europeo y mucho antes que Roma, este pueblo
estuvo a punto de unificar en su beneficio la península italiana.

Desarrollo y configuración

A partir del siglo VII a.C. se encuentra, en pleno centro de la península itálica una
civilización completamente original, diferente de las que la rodean. El material
arqueológico contenido en sus tumbas atestigua el desarrollo brillante y rápido de esta
civilización. Las cámaras funerarias abiertas en los túmulos de tierra y piedra ofrecen
abundantes testimonios de oro y marfil.
Su técnica, cultura, agricultura, minas, industria, artesonado. costumbres, modas, forma de
vida, religión y lengua son completamente nuevas en relación con las culturas itálicas que
la rodean, en su mayor parte, indoeuropeos mucho más atrasados.
El decorado lineal y geométrico de los últimos villanovianos es sustituido por una
decoración nueva y compleja, con animales salvajes, seres fantásticos y motivos orientales
hallados en diferentes lugares de Toscana, donde fueron más abundantes y espectaculares
los hallazgos del siglo VII a.C., como en Populonia y Vetulonia, con las tumbas del Duce y
del Lictor, en Marsiliana d’Albegna, con los círcoli de los Marfiles y de las Fíbulas, en
Vulci, con la tumba de Isis y en Cerveteri, con la tumba Regolini-Galassi.
El texto de Tito Livio es indicativo, de lo que los mismos romanos pensaban de esta
civilización: El poder de Etruria era tal que la fama de su nombre se extendía no sólo por
las tierras sino también por el mar, por toda Italia, desde los Alpes al estrecho de Mesina.
La prosperidad económica y la fuerza militar llevaron a los estruscos a extenderse por el
suelo italiano. Dueños de la costa entre el Arno y el Tíber, y dueños de los valles que en el
interior conducían hasta los Apeninos, estaban inclinados naturalmente a dirigir sus miradas
hacia el Lacio y Capania. En la segunda mitad del siglo VII se estableció la dominación
etrusca sobre el país latino y sobre la Liga Itálica, que agrupaba unos cuarenta y siete
pueblos unidos entre sí por lazos religiosos y sobre la misma Roma, miembro de esta Liga
Latina.

Influencias

Se han encontrado en Etruria gran cantidad de objetos de origen chipriota, fenicio y griego,
que denotan la gran prosperidad económica y el elevado poder adquisitivo al que esta
sociedad llegó, emanado indudablemente de la explotación de las minas de hierro y cobre,
tan abundantes en la región toscana.
Mientras que objetos etruscos, sobre todo la típica cerámica negra brillante se han
encontrado fuera de esta región tanto en Italia como en otros países mediterráneos, lo que
presupone una gran potencia marítima, bien conocida en diversas representaciones.

Instituciones políticas

Las ciudades-estado etruscas evolucionaron hacia los siglos VI-IV, de una dictadura
militarista y monarquía de carácter religioso al de una República oligárquica con una serie
de instituciones:

1. Lucumón o rey-sacerdote.
2. Senado.
3. Magistraturas colegiadas, electivas y temporales con poderes religiosos y políticos.
4. Asambleas populares.
5. Otros cargos fueron:

• Zilath: posiblemente equivalente al pretor romano.

• Purthe: posiblemente, asimismo, equivalente en sus funciones al prítano griego o el


dictador romano.

• Macstereuc: aproximadamente con funciones equivalente al jefe de milicia romano.

• Maru: cuyas ocupaciones serían aproximadamente las del edil romano, con
connotaciones religiosas.

Pudo existir también un lus Etruriae (Derecho etrusco), con una legislación sobre la
propiedad de la tierra.
Organización social

La sociedad etrusca era de tipo gentilicio, con un sistema onomástico bimembre, compuesto
por el nombre propio personal y el nombre de familia o gentilicio, al que se añadían otros
elementos como el patronímico o nombre del padre, el matronímico o nombre de la madre
y el cognomen, o denominación personal, que aparece tardíamente y que suele designar
además una rama personal de la gens.
Las Gentes (plural de gens) se hallaban divididas según su fortuna y estatus personal en
diferentes clases sociales, de las que podemos deducir de las inscripciones las siguientes:
Entre los etruscos propiamente dichos se distinguían:

• Libres, divididos a su vez en:

— Patricios.

— Plebeyos.

— Libertos o lautni, derivado el nombre del término etrusco lautn familia o familiar.

— Esclavos o lethi.

• Extranjeros.
Sarcofago etrusco

Economía y comercio

La economía etrusca estaba basada fundamentalmente en la vid, el olivo y la madera. La


ganadería en rebañas de caballos y ovejas. Es famoso este pueblo por la aplicación de
nuevas técnicas hidráulicas, con impresionantes obras de ingeniería, así como por la
agrimensura y zootecnia. La riqueza minera del pueblo etrusco se basaba
fundamentalmente en los minerales de hierro, cobre y estaño que se encontraban
básicamente en tres zonas:
• Isla de Elba.

• Populonia.

• Vetulonia.
La actividad económica se basó, en un primer momento, en el trueque, pasando en un
segundo momento, hacia el siglo V a.C., a la acuñación de moneda.
Los metales acuñados fueron, por orden cronológico:

1. Aes rude: utilizados en un primer momento. Estos ases eran lingotes de bronce sin
ninguna marca, que se pesaban en cada operación, lo que dificultaba las transacciones.
2. Aes signatum: posteriormente se emplearon barras de bronce a las que se ponía un signo
grabado, invención atribuida al rey Servio Tulio por Timeo y que se ve confirmada por el
descubrimiento de un fragmento de una de esas barras en el santuario de Gela, datable en
el segundo cuarto del siglo VI a.C. No se trata de una moneda en el sentido clásico del
término, sino de un instrumento premonetario cuyo precio está garantizado por el símbolo
grabado sobre sus superficie. Constituye una señal inequívoca de la existencia de una
autoridad política que garantiza el lingote y su peso, así como la necesidad de una economía,
o unas necesidades económicas. Se ignora dónde se acuñaron estos primeros ases.
3. También se utilizaron monedas griegas, acuñadas desde el siglo VII a.C.
4. Acuñación de monedas propias etruscas en oro y plata, siguiendo patrones euboicos y
persas.
5. A partir del siglo III a.C.. todo este numerario desapareció, siendo absorbido por las
emisiones romanas.

La actividad industrial estaba basada en la fabricación de orfebrería. bronces, tejidos,


cerámica (imposto, arcilla roja o negruzca; bucchero, negra brillante), objetos de cuero y en
productos alimentarios. La actividad comercial era producto, en un primer momento, de
actividades piráticas, hasta la formación de mercados tanto para importación como para
exportación. Con frecuencia, las transacciones se llevaban a cabo con los diferentes pueblos
del Mediterráneo y centro de Europa: fenicios, griegos, púnicos y celtas, siendo las
Principales áreas de comercio: España; francia, Suiza, Alemania, Grecia, Mar Negro,
Chipre y Siria.
En cuanto a las especialidades de este comercio destacan diferentes centros:

• Caere: alimentos.

• Populonia: hierro.

• Tarquinia: velas para velámenes.

• Volterra: cordelería, pez y trigo.

• Arretium: armas.

• Chiusi, Perugia y Ruselae: destacan por la producción de grano, madera y bronces.


Ánfora etrusca

Los protagonistas en un primer momento del influjo sobre Turia fueron los Corintios, los
Calcidios de Eubea y de las colonias de Italia y Sicilia.
A partir del 630 a.C., fueron los griegos de la Jonia asiática, intermediarios en Occidente de
las proverbiales riquezas de Lidia y Oriente: cerámica. bronces, marfiles, piedras preciosas
y de las excelentes manufacturas, principalmente vinos, tejidos y cerámica que dieron fama
a las poleis griegas de Corinto, Esparta, Atenas y las ciudades Jonias como Mileto y Éfeso.
A este comercio se dedicaron espacios extraurbanos donde, en un primer momento, se
hallaba ya desde hacía siglos el lugar de arribada. En ellos se constituyeron centros de culto
a unas divinidades que, con su presencia, garantizaban:
• Las inversiones.

• La seguridad de dichas transacciones.

• La validad de las operaciones realizadas.

• El préstamo de un dinero, del que se obtenía unos beneficios que los dioses, sacerdotes y
santuario recuperarían en forma de diezmos.
De estos emporios económico-religiosos semejantes al que jonios y eginetas establecieron
en Egipto, concretamente en Naucratis, en el delta del Nilo. se encuentra en Etruria el de
Gravisca. Las divinidades que en él se veneraban, grandes diosas que con su presencia eran
las garantes del poder de la actividad financiera, eran:
• Hera-Uní.

• Deméter-Vei.

• Kore-Phersipinai.

• Afrodita-Turan.
Trayendo hacia Occidente un modelo oriental en general y fenicio en particular, que los
griegos ya habían copiado en el santuario de Artemis en Efeso y que los fenicios habían
calcado en los numerosos santuarios de Hércules distribuidos por todas sus colonias
mediterráneas.
Es curiosa la figura de Afrodita-Turan, cuyo nombre deriva, como hemos dicho, de la raíz
indoeuropea que significa poder y la connotación peyorativa que se intenta dar a la
existencia en su culto de prostitutas sagradas.
Si el comercio está ligado a la prostitución como lógica consecuencia: sexo = «previo
pago» = dinero = actividad económica, se está minimizando el papel de divinidades
femeninas en la economía. Se está ocultando la existencia de prostitutos masculinos en
santuarios similares de divinidades masculinas, y todo ello, con el propósito de minimizar
el papel de esas diosas. Hera y Demeter se relacionan con las corrientes comerciales
procedentes de Samos y de Sicilia, respectivamente, asociándose a vínculos matrimoniales
Hera (protectora del matrimonio) y Deméter (generadora de grano y vida). La existencia de
una estructura templaría ligada a estas divinidades femeninas pone de manifiesto, también,
la existencia de un instrumento jurídico de liberación de las clases serviles, puesto en
evidencia por D. Musti en el caso de Locros y que encontramos, asimismo, en el santuario
de Diana en el Aventino.

Zonas de extensión y desarrollo de la civilización Etrusca


Con respecto a la extensión y desarrollo de los principales centros etruscos se pueden
distinguir dos zonas: La Etruria centro-septentrional y la Etruria meridional.
El límite aproximado entre las dos zonas era el curso del río Fiora, que desemboca en el
mar Tirreno y del Paglia, que desemboca en el Tíber, en general, los límites modernos entre
el Lacio y Toscana.
Etruscos: Mapa de sus poblaciones

Distribución geográfica inicial

El punto de partida de esta civilización fue la costa tirrena entre Tarquinia y Vulci, pero se
difundió ampliamente, hacia el norte hasta Bolonia y hacia el sur hasta los montes Albanos.

Dodecarquia

Se llevó a cabo en la zona meridional o Lazial y sus territorios periféricos, con metrópolis
costeras, como Veyes o Caere, Tarquinia o Vulci y ciudades del interior como Capena,
Falerri y Volsini.
Desde este núcleo primitivo, los etruscos, políticamente organizados en doce ciudades
(Dode-cápolis), de la que parece que formaron parte las ciudades de: Caere, Veii,
Tarquinia, Volsinii, Crotona, Arretium, Clusium, Perugia, Volterra, Vetulonia, Rusellae,
Vulci, desconociéndose su capital federal, iniciaron su expansión territorial en dirección
norte y sur, hecho corroborado por los innumerables testimonios arqueológicos. Tito Livio
y Catón recuerdan la pujanza y el poder que tuvieron, hasta el punto de dominar
prácticamente toda la península itálica, ya que quedaron al margen sólo parte de
Lombardía, el Piamonte y Liguria, en la zona occidental, por el este el Véneto y gran parte
de la mitad oriental peninsular, así como toda la zona ocupada por los griegos (Magna
Grecia).

Expansión

La expansión etrusca se inicia a fines del siglo VIII, tras conquistar el Lacio (Tusculum,
Praeneste y fase arcaica de Roma), entrando hacia el sur con la fundación de ciudades en
Campania y compitiendo con las colonias griegas. Hacia el norte se fundaron
establecimientos costeros (Ven o Veyes, Caere, con sus tres puertos Alsium, Pyrgi y
Punicum y Vulci) y en el interior Capena, Falerii, Falerii Novi y Volsini. En la zona centro-
septentrional están, entre otras, Vetulonia y Populonia en la zona costera y en el interior
Perugia y Volterra.
En territorios periféricos, existieron asentamientos etruscos en el Lacio, Campania, Sabinia,
Umbría, norte del Apenino, Romagna, norte de Spina y en la Emilia.

Laminas de
Pyrgi

La talasocracia etrusca
El Mediterráneo occidental fue teatro de una tenaz lucha por el dominio de unos y otros
que, en realidad, no pudo ser establecido por ninguno de estos tres pueblos marinos.
En su lucha por el dominio de occidente y, posiblemente, por las fuentes del metal en la
Península Ibérica y Cerdeña, se podría ver doble enfrentamiento:
A) Enfrentamiento comercial etrusco/ púnico
Se enfrentaron con los cartagineses por el dominio del Mediterráneo aunque las relaciones
entre ambas potencias fueron pacíficas, por lo que el reparto de las zonas de influencia no
resultó difícil. La potente flota etrusca duró hasta 474 a.C. en que fue destruida en la
batalla de Cumas.
B) Enfrentamiento comercial greco/ etrusco-púnico
Pero unos y otros se oponían a menudo por la fuerza a las empresas griegas, pues éstos, los
griegos, a partir del siglo VIII a.C., habían comenzado a transformar el sur de la península
itálica en una zona fuertemente helenizada, a la que se conoce con el nombre de Magna
Grecia.
La época del comienzo de la expansión etrusca por mar fue en el siglo VII, llevándose a
cabo operaciones marítimas a gran escala.
En el marco de las estructuras antes citadas crecieron vertiginosamente las actividades
comerciales a lo largo de los siglos VII y VI a.C., llegando a su punto culminante en el
último cuarto de esta centuria.
Los protagonistas de esta nueva etapa fueron griegos: Samios, Milesios y Focenses.
Esta irrupción de comerciantes orientales se debe a la conquista de Jonia y Egipto por los
persas, entre 546 y 525, que colapso el comercio jonio, obligando a los habitantes de Focea
a emigrar a Occidente. Instalados los focenses en Alalia, en Córcega, iniciaron una serie de
incursiones piráticas en el propio litoral etrusco. La respuesta no se hizo esperar y la flota
de Caere, aliada con la de Cartago, amenazada también en su comercio con la implantación
fócense en Occidente, infligió una grave derrota a las naves focenses en Alalia en el año
540 (o 535) a.C. que se ven obligadas a abandonar Alalia en manos etruscas, que la
ocuparían hasta época romana.
Posteriormente, los griegos de Asia fueron sustituidos en todo el Mediterráneo por los
Eginetas (habitantes de la isla situada frente a Atenas, en el Golfo de Salamina), de los que
se ha encontrado un ancla de mármol dedicada a Apolo Egineta, en Gravisca.
En Alalia vencieron los griegos pero a costa de tan grandes pérdidas que hubieron de
retirarse a la Italia meridional, donde fundaron Elea y los etruscos mantuvieron sus bases en
Córcega. Fue Cartago la auténtica vencedora e esta pugna pues amplió su radio de acción
en el sur del Mediterráneo occidental, que quedará cerrado a empresas griegas y etruscas.
Con esto, Etruria quedó limitada al norte del mar Tirreno, teniendo que aceptar la
competencia griega, que acabaría por arruinar su hegemonía sobre las costas de Italia.
Carruaje
etrusco

El fin de Etruria
Tras encontrar su apogeo en el siglo VI, llegó para Etruria la decadencia en los siglos V-IV
antes de Cristo, significada por la expulsión de los Tarquinios de Roma (509 a.C.),
decadencia que culminó con la batalla de Cumas (474 a.C.). Comenzó entonces su lento
declinar económico y político: las ciudades del interior fueron saqueadas por los actos de
piratería griegos, dueños a partir de ahora de los mares de Etruria y por las naves de
Siracusa, que colapsaron la actividad exportadora del Puerto de Pyrgi.
• En el Lacio las ciudades latinas se sacudieron también el yugo etrusco.
• En la Campania, el vacío político dejado por la debilidad etrusca fue aprovechada por los
pueblos del interior, oscos y samnitas, que desde las montañas se cambiaron al llano, más
fértil, ocupando todas las ciudades etruscas de la zona, hasta la propia Capua (423 a.C.).

Causas

Cartago quedó paralizada en Sicilia tras la derrota contra los griegos en Himera (480 a.C.),
coincidiendo con el problema greco-persa (guerras médicas) y con la batalla de Salamina.
Esta victoria griega elevó a potencia hegemónica la ciudad de Siracusa. Cumas fue la
ciudad griega más afectada por estos enfrentamientos porque estaba rodeada de territorio
etrusco, que pretendió yugularla. En 474 a.C. se produjo el intento de conquistarla, Cumas
pidió ayuda al tirano de Siracusa, cuya flota luchó contra las tropas etruscas, siendo
derrotado (474 a.C.). Esto es, significó, como ya dijimos arriba, el desmoronamiento de la
influencia etrusca en el sur de Italia.
Etruria quedó así reducida a su territorio originario y al ámbito septentional de expansión
por el Po y la costa Adriática.
A comienzos del siglo IV se desmoronó la zona norte por las invasiones galas dando lugar a
la Galia cisalpina y finalmente se produjo la anexión por Roma de las ciudades etruscas
meridionales: Veyes fue la primera, en el 470 a.C. El resto cayó paulatinamente y a
comienzos del siglo III la propia Etruria había perdido su independencia bajo el poder de
Roma, perdiendo también su identidad cultural e incluso su lengua, que fue suplantada por
el latín.

Escritura y lengua Etruscas


El aspecto exterior de la escritura etrusca nos es conocido gracias a numerosos hallazgos.
Las inscripciones más antiguas las conocemos porque se han encontrado grabadas en
numerosos vasos y copas halladas en las tumbas etruscas.
Del mismo siglo VII a.C. datan los más viejos alfabetos que se conocen hasta ahora, que
prueban lo extendida que estaba entre los etruscos la escritura ya en esta época:

1. El grabado en una tablilla de marfil de 9×5 cm., que se remonta al año 700 a.C., hallada en
la necrópolis de Marsiliana, en el curso inferior del Albergna, no lejos de la laguna de
Ortebello. Sobre su borde están grabadas las 26 letras de un alfabeto que debía servir de
modelo y ayudara la memoria de su propietario para hacer ejercicios, que la llevaba colgada
al cuello.
2. El mismo abecedario está también grabado sobre un recipiente de bucchero fino, con forma
de gallo, tal vez un tintero, del que la cabeza del animal servía de tapadera movible.
3. Otros hallazgos, del siglo VII a.C., hechos en Formello, cerca de Veies, en Cerveteri y en
otros lugares etruscos.

El alfabeto etrusco

No tenemos ninguna dificultad para leer al alfabeto etrusco, ya que está tomado
directamente del griego occidental, derivado él mismo del alfabeto fenicio hacia el siglo
VII a.C.
El problema es saber por qué los etruscos tienen este alfabeto. Para algunos autores, lo
habrían tomado directamente de Asia Menor, aunque para otros fue tomado directamente
por los etruscos de los griegos de Cumas, en Campania.

Venda con
escrituras etruscas

La lectura de los textos Etruscos

Han sido fallidos, hasta ahora, todos los esfuerzos que se han hecho para descifrar la lengua
etrusca, de la cual se conocen más de diez mil inscripciones, todas ellas demasiado cortas,
ya que se tratan de inscripciones funerarias que solamente citan el nombre del difunto, la
edad, sus funciones, y sólo algunos verbos y sustantivos.
Los textos más largos descubiertos son:
— La venda de la momia del Museo de Zagreb, con mil quinientas palabras. Contiene el
calendario de un ritual público.
— La teja de arcilla de Capua, actualmente en Berlín, con seiscientas palabras. Son
prescripciones sacadas de un ritual de enterramiento.
Con lo que llegamos a la conclusión de que los únicos textos utilizables para poder
descifrar la lengua etrusca están relacionados con los ritos de enterramiento, y su contenido
no va más allá de las inscripciones litúrgicas, del culto a los muertos.
Las conclusiones a las que han llegado los filólogos que se han ocupado de su estudio son:
— Que no se trata de una lengua indoeuropea, que no puede interpretarse por comparación
con ninguna de las lenguas actualmente conocidas, vivas o muertas.
— Que tiene ciertas particularidades gramaticales que aparecen también en ciertos dialectos
de Asia Menor occidental, como el licio, el cario o el lidio.
y el único hallazgo fuera de Italia que ofrece ciertas similitudes con el etrusco es la estela
funeraria de la isla de Lemnos, a la que más arriba nos hemos referido.
El arte etrusco
Períodos

La construcción y la plástica etruscas propiamente dichas se extienden desde finales del


siglo IX hasta el siglo I, aproximadamente. En su evolución se suelen seguir unos períodos
que siguen con algún retraso los del arte griego, dividiéndose en:
Orientalizante (siglos VIII-VII), arcaico (siglos VI y V): influencia griega y clásico
(siglos V-I).

Arquitectura

En Etruria se construía sobre todo en madera, alternando, con piedra y adobe, popularizaron
las dos formas más importantes de sustentación y cubierta: el arco y la bóveda.

Las ciudades

Estaban emplazadas en alturas bien definidas, rodeadas por potentes muros, como las
murallas de Volterra, de unos nueve kilómetros de largo, nueve metros de alto y más de
cuatro de espesor, en las que se abrían unas puertas monumentales a veces adornadas con
cabezas, como vemos en Faleri.
Se trazaban dependiendo de dos ejes: Cardo: de norte a sur, y Decumanus: de este a oeste,
que se cruzaban en el centro, formando esta división cuatro barrios principales.
Las calles estaban bien pavimentadas y eran excelentes los sistemas de drenaje, imitado
todo más tarde por los romanos. Las viviendas eran simples cabañas de planta circular o
casas, cuyo trazado era generalmente:
— Planta rectangular.

— Abertura en el techo para ventilación y salida de humos e iluminación.

— Una gran sala a la que se abrían las habitaciones.

Esto lo conocemos por las excavaciones, reproducciones en barro cocido y la descripción


de Vitrubio.
Puerta etrusca

Los templos

El templo etrusco evolucionó con el tiempo. En sus comienzos no existió regularidad en las
plantas, aunque parecen reproducir esquemas de las fases más arcaicas del templo griego.
Algunas particularidades arcaicas son:
• La triple celia, que ya aparecía en el santuario de Júpiter Capitolino, con capilla para
Júpiter, Juno y Minerva y en dos templos de Marzabotto (siglo VI a.C.), de los que el más
importante es el denominado templo C, con:
— Planta más bien cuadrada.

— Alto podio.

— In antis.

— Siempre con cuatro columnas.

— Estas columnas de madera.


— Cubierta de barro cocido, a dos vertientes, con fuerte inclinación, con revestimiento y
adornos de barro cocido (acroteras), de las que son ejemplo las del templo de Mercurio, en
Faleri, que figuran dos guerreros combatiendo, con fuerte policromía.
— Columnas de madera con base de piedra. Cuando también los fustes son de piedra se
denominan toscanas: columna dórica con base y fuste liso, utilizando además otros tipos de
soporte aislado.
Este tipo de construcción evolucionó sobre todo en la decoración, encontrándose los
frontones adornados con barro cocido (terracota) y frisos continuos también en terracota.

• Los revestimientos de estuco.

• El altar al aire libre (podium).


• Edificio con pozo, mundus o centro religioso de la ciudad.

La arquitectura funeraria

Es mucho más importante en Etruria la arquitectura funeraria que la religiosa o civil y


encontramos cantidad de ejemplos, presentando los enterramientos una perfecta evolución
de la bóveda. El tipo arcaico lo encontramos en la necrópolis de Populonia, con:
— Sepulcros de cremación e inhumación que repiten tipos villanovianos y en medio de
ellos surgen los túmulos, que cubren tumbas de cámara.
En resumen, los tipos de tumba etrusca fueron, cronológicamente:
• Los túmulos cónicos con planta circular.
• Simultáneamente los enterramientos de pozo y fosa.
• Hipogeos de cámara.
De especial interés es la tumba Regolini-Galassi, de Cerveteri, situada en el interior de un
grandioso túmulo que englobaba otras cinco tumbas.

Sarcófago etrusco
Los palacios

Siempre se ha supuesto, por desconocimiento, que no existía una arquitectura palaciega en


Etruria, lógica estructura correspondiente en los vivos a lo que en los muertos conocemos
como tumbas principescas. Se ha puesto en evidencia la existencia de dos grandes palacios.
El palacio de Murlo, del siglo VII a.C., es un edificio de casi 60 metros de lado,
organizado en torno a un gran patio central provisto de columnas de madera en tres de sus
lados, con cuatro espacios idénticos en sus esquinas.
Este tipo de arquitectura imita modelos orientales que se relacionan con el tipo sirio de
Bithilani y el liwan persa, complejo destinado a las audiencias y banquetes reales de tan
larga tradición en la posterior arquitectura árabe de Occidente («Patio de los Leones»,
Alhambra de Granada).
El palacio de Acquarosa, carece de la simetría del de Murlo, aunque tiene elementos
nuevos con respecto a él, como es una abertura muy pequeña situada directamente en frente
de un gran foso rectangular practicado en el patio, hallado lleno de cenizas, prueba evidente
de que era la eschara, el foso a donde iban a parar los restos de los sacrificios relacionados,
evidentemente, con el culto de la gens.

La Religión Etrusca
Para más información pueden leer el artículo sobre la Religión Etrusca.

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La religión etrusca
Inicio » Edad Antigua » La religión etrusca

La religión era algo esencial para el pueblo etrusco. La religión etrusca era muy diferente
de las de los pueblos que la rodeaban, griego y latino, ya que se trata de una religión
revelada por un fabuloso personaje, Tages, que había surgido un día del surco abierto por
un labrador de la ciudad de Tarquinia en la tierra que araba.
Tenía apariencia de niño, pero la sabiduría de un anciano, y habría enseñado al pueblo que
acudió a escucharle los principios de la disciplina etrusca, que pusieron por escrito, según el
relato conservado por Cicerón. Se dice que los griegos asimilaron al pequeño con el dios
Hermes Ctonio. En Éfeso, Tages es llamado Gení filius nepos Jovis y enseña disciplina
etrusca a los doce pueblos de Etruria.
Otros autores antiguos atribuyen parte de esta revelación a la ninfa Begoe o Vegoia quien
habría enseñada los preceptos relativos a la interpretación de los rayos y se conservaron los
libri vegoici, a partir de Augusto, en el templo de Apolo Palatino, junto a recopilaciones
atribuidas a adivinos latinos, tales como a los hermanos Macio y a los Libros Sibilinos. De
acuerdo con los gromatici, agrimensores romanos, las reglas de su especialidad habrían
sido dictadas asimismo por la ninfa a un toscano llamado Aruns Veltimnus.
A diferencia de las religiones griega o romana, donde el protagonista era siempre el
hombre, la religión etrusca se caracteriza por una anulación de la personalidad humana que
las otras no tenían y que los romanos resolvían con una relación sobre todo jurídica.
Las fuentes para el conocimiento de la religión etrusca son de dos clases: Fuentes Directas,
como la venda de la momia de Zagreb, la teja de Capua, algunos objetos escritos, como el
hígado de Piacenza y monumentos figurados, como restos de templos o tumbas, pinturas,
esculturas o espejos decorados. Las fuentes indirectas son las noticias conservadas en las
obras de los escritores antiguos griegos y latinos de época imperial y postclásica. Entre
ellos destacan las Tablas Iguvinas llamadas así porque se descubrieron en el año 1444 en
Gubbio, la antigua Iguvium, bajo las ruinas de un templo de Júpiter. Eran siete, y están
grabadas en bronce, cinco en caracteres etruscos y dos en caracteres latinos. El texto
epigráfico parece datar del siglo IV a.C., una época en la que Iguvium era aún
independiente, por lo que no puede pensarse que el ritual tenga influencias romanas.
Contiene prescripciones relativas a la lustración oficial del territorio y, en particular, de la
colina Fisienna, que era el observatorio augural de la ciudad. Esta lustración, que
corresponde a la amburbium y los ambarvalia de Roma, comportaba una serie de
procesiones y sacrificios sucesivos, ofrecidos en diferentes puntos de territorio. La
ceremonia era dirigida, en nombre del Estado, por el presidente o el procurador (arsfertur)
de una comunidad religiosa de doce hermanos Attidios, análoga a la de los hermanos
Arvales romanos.
Tabla Iguvinas

Las instrucciones del ritual se dirigen al augur asistente, que debe guiar al procurador en
todos los detalles de esta complicada operación. Como los auspicios eran signos
imperativos, es decir, obtenidos por petición, hay que estipular de antemano con los dioses
cuáles son los signos esperados.
Comienza la ceremonia, dice el ritual al augur, «por la observación de los pájaros, el cuervo
y la lechuza a la derecha, los pájaros carpinteros, macho y hembra, a la izquierda» (Este
persclo aveis aseriater enetu: parfa curnase dersva, peiqu peica merstu). Las palabras que
designan esta orientación no han podido ser traducidas de forma satisfactoria. El ritural
iguvino declara expresamente que si al terminar la ceremonia se dan cuenta de que falta
algún requisito, se debe comenzar de nuevo.

La disciplina etrusca: Los Libros Sagrados


La ciencia religiosa etrusca o disciplina etrusca comprendía a la vez una doctrina teórica y
unos preceptos prácticos y se contenía en libros sagrados divididos en tres series.
Libri rituales

Son los más extensos y contienen bastantes más cosas de las que su título da a entender, ya
que trataban de las prescripciones relativas a la fundación de ciudades, la consagración de
altares y templos, la inviolabilidad de los recintos, todo lo concerniente a la guerra y la paz
y la división de la existencia del pueblo en saeculam.
Los libri rituales debían comprender también los libri acheruntici, correspondientes a los
libros de los muertos entre los egipcios y los ostentaria, serie de estudios acerca de los
difuntos prodigios susceptibles de aparecer en la tierra y cuyo análisis preciso permite
descubrir su origen y sentido. La obra en conjunto formaba una doctrina muy compleja que
sólo sacerdotes instruidos y especializados podían interpretar y poner en práctica. Esta era
la ciencia de los arúspices, quienes ocuparon en la historia de Etruria un lugar privilegiado,
ya que parece haber sido ejercida por la aristocracia, no sólo por los hombres sino también
por las mujeres, como Tanaquil, mujer de Tarquinio el Antiguo y la legendaria Begoia o
Ba-goia, transmitiéndose por tradición oral, teniendo los padres el honor de formar a sus
hijos. Aunque el arte augural no se negaba a clases inferiores e incluso a extranjeros, como
el sabino Attus Navius, augur incomparable.

Pintura de una de las tumba de Ruvo

Libri fulgurales

Los libri fulgurales trataban de la interpretación del trueno y los relámpagos. Y cada dios
tenía a su disposición distintos rayos. Había once tipos de rayos y nueve dioses tenían el
poder de lanzarlos. Así, Júpiter-Tinia, sólo o con ayuda de sus consejeros, lanzaba tres
clases de rayos, benignos o más o menos devastadores. El primero lo mandaba a modo de
advertencia, el segundo era peligroso y lo arrojaba sólo siguiendo el consejo de los doce
dioses que eran sus consejeros y se abstenía de lanzar el tercero mientras no hubiese
consultado a las divinidades consideradas como superiores. Otros ocho dioses arrojaban los
suyos. El bizantino Johannes Lydus nos ha transmitido un calendario brontoscópico
traducido del etrusco hacia fines de la República romana, que explicaba la significación de
todos los truenos para cada día del año. Y según Plinio los toscanos habían dividido el cielo
en dieciséis secciones, a fin de observar el cielo, sobre la base de los puntos cardinales.
Posiblemente se identificaba al dios que era responsable de su envío teniendo en cuenta el
punto de partida del rayo y el punto terrestre que alcanzaba. Esta ciencia de los relámpagos
tiene al parecer un lejano origen babilónico y recuerda los modelos en terracota que se
conocen en el Próximo Oriente.

Libri haruspicini

Los Libri haruspicini abarcaban la experiencia adquirida por los etruscos en la observación
de las entrañas de las víctimas.
Este arte adivinatorio estaba tan reconocido que el Senado romano apelaba a ellos cuando
se tenía noticas de prodigios difíciles de interpretar.
El examen del hígado de las víctimas (o hepotoscopia) está representado en los espejos
etruscos. Y se conoce un modelo de hígado de carnero de bronce, que tiene su parte
convexa dividida en 44 secciones o casillas, cada una con el nombre de uno o dos dioses.
Orientado según los puntos cardinales, es una imagen del cielo etrusco, con la indicación
del lugar que en él ocupa cada divinidad. Se trata de un objeto tardío, ya que al parecer es
del siglo III a.C. Una raya divide la parte convexa en dos lóbulos, uno de los cuales ostenta
la inscripción usils, el sol, el otro lleva el nombre tivr, la luna.

Los dioses etruscos

Dios Laran
El principal lugar en el Panteón etrusco lo ocupaba Tinia, que era el omnipotente amo del
rayo, cuyo nombre aparece cuatro veces en el hígado de Piacenza. Se equipara con el Zeus
griego y al Júpiter romano, aunque sin confundirse jamás con ninguno de los dos.
Junto con Uni-Juno y Mnerva-Minerva formaba la Triada capital del Panteón etrusco,
introducida en Roma por los reyes etruscos, dedicándose el templo tripartito de Júpiter
Capitalino en el año 509 a.C., estando decorado posiblemente por el célebre artista Vulca,
de Veyes y su escuela.
Se ha supuesto la existencia en Etruria de una triada infernal o ctónica, correspondiente a la
triada celeste. La hipótesis se apoya sobre la existencia en Marzabotto, cerca de Bolonia, de
dos santuarios tripartitos de los cuales uno, próximo a un mundus, pozo que comunica el
mundo terrestre con el mundo inferior, se habría dedicado quizás a una triada de esta
índole.
Una divinidad muy importante en el panteón etrusco fue Vertumnus, dios originario de
Volsinia, acogido más tarde por Roma, según la narración de Propercio, que vio su estatua
y que le dirigió las siguientes palabras:
«Toscano de cepa toscana, no me pasa haber abandonado, en el curso de las guerras, mi
hogar de Volsinios» .
Fufluns equivale al Dioniso griego, al Liber latino y su figura fue muy popular en Etruria, a
juzgar por la cantidad de obras artísticas en las que se le figura.
Otros dioses etruscos fueron Sethlan, dios del fuego, adorado en Perusa, Voltumna, en cuyo
santuario se reunía la confederación de ciudades etruscas, Turms es el homólogo del
Hermes griego y el Mercurio romano, con características de dios ctonio y guía de las almas
hacía el más allá, además de dios del comercio, que fue adorado en Arezzo y cuyo nombre
como Mirqurios aparece en un espejo etrusco de época tardía.
El dios etrusco Maris es el Marte romano, el Ares griego, cuya leyenda se difundió por
Etruria, convirtiéndose en el amante de Turan-Venus, cuyo nombre se ha relacionado con
una raíz prehelénica de la cual vendría el nombre de tyrannos. Ella es la señora, la regidora,
cuya figura evoca la de la Afrodita griega. También se representa en los espejos etruscos la
pareja de Apolo y Artemis, que aparecen con los nombres Aplu, Apulu, Aplum y Artemes,
Aritimi, Artumi; Herclé era el Hércules etrusco, que tuvo gran importancia, Velchans
homólogo de Hefasto y de Vulcano, Satre-Saturno, eran dioses de características similares,
pero aún más sangriento el etrusco que el romano, ya que exigía sacrificios sangrientos.
Pero junto a estos dioses principales destaca en la mitología etrusca la proliferación se
semi-dioses y potencias demoníacas, genios y espíritus de ultratumba a los que se conoce
por las continuas representaciones en las tumbas y sarcófagos, que desvelan la concepción
etrusca sobre el Más Allá.
Higado de
Piacenza

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Dinastía Seléucida
Inicio » Edad Antigua » Dinastía Seléucida

La Dinastía Seléucida fue un imperio helenístico. La Dinastía Seléucida se ubicaba en


Oriente Próximo, y en su mayor apogeo tuvo Anatolia central, el Levante, Mesopotamia,
Persia, Pamir y algunas zonas de Pakistán.

Los reyes Seléucidas


Las Dinastía Seléucida es la que reinó en la mayor parte del Imperio Asiático de Alejandro
Magno a partir del año 312 a.C. Su fundador fue Seleuco I Nicator (305/4-281), oficial de
Filipo de Macedonia. casado con la noble persa Apamea.
A la muerte de Alejandro, Seleuco siguió a Pérdicas a Egipto, pero habiéndose vuelto
contra él, junto con los otros gobernadores de Asia, recibió en el año 321 el gobierno de la
satrapía de Babilonia. Después de la muerte de Eumenes, último defensor de la Dinastía
macedónica, se formaron en Asia dos grandes potencias de origen macedónico: La de
Antígono y la de Seleuco.
Seleuco terminó por conquistar las grandes satrapías del antiguo imperio persa a partir del
año 312. Sus dominios, por el sur, limitaban con los de los Ptolomeos, disputándose ambas
monarquías, sobre todo, la región de la Siria meridional. En Asia Menor había entonces
algunas regiones como Pisidia y Bitinia, que no habían sido sometidas y por la época de la
batalla de Ipsos (año 30l), Capadocia se separó de la monarquía y también el Ponto.

El comienzo del poderío Seléucida se inicia en el año 312, cuando, tras la victoria de
Ptolomeo en la batalla de Gaza, Seleuco se instaló en Babilonia, hecho con el que comienza
la Era Seléucida. Esta época es la de mayor extensión del Imperio seléucida, extensión que
sufrirá grandes fluctuaciones a lo largo de su historia. Antígono envió en vano dos ejércitos
para reducirlo, uno mandado por Demetrio Poliorcetes y otro por Nicanor.
Esta guerra prosiguió y después del año 311, la ventaja fue de Seleuco, por lo que Antígono
renunció al dominio de Oriente y estableció la capital de su nueva monarquía en Siria. El
reino de Seleuco, se formó en el centro de Asia. Conquistó en lucha contra Nicanor, la
Media, la Susiana, Persia y Bactriana y según Apiano, reinaba además sobre Mesopotamia.
Armenia, los árabes. Partia, Aracosia y otros pueblos, hasta la India.
La capital del Estado fue Seleucia del Tigris, que comenzó a edificarse en el año 305, al sur
de Babilonia, en el solar que ocupaba Opis, y en pocos años se convirtió en la mayor ciudad
griega de Asia. Se construyó cerca de Babilonia, nudo de caminos que, irradiando de ella,
llevaron la civilización babilónica y ahora la helénica a todo el mundo conocido. Al
convertirse Seleuco en el dueño de Siria septentrional, después de la batalla de Ipsos,
fundó en ella la ciudad de Antioquía en el Orantes.
Así, Seleucia del Tigris y Antioquía del Orantes fueron como los extremos de un camino
real Oriente-Occidente, arteria vital para el Imperio Seléucida que, al mismo tiempo, la
convertía en una gran rival del reino ptolemaico, sobre todo en lo referente al comercio con
la India. Mientras pudo mantener estas posesiones, el Imperio Seléucida mantuvo su
grandeza. Privado de Mesopotamia por la invasión de los Partos Arsácidas, se convertiría
geográficamente en un Estado sirio.

Seleuco I Nicator (305/4-281 a.C.)

Seleuco tomó oficialmente el título de rey en el año 306 y hacia el año 293 asoció al trono a
su hijo Antíoco, nacido de su matrimonio con Apamea. En el año 286, capturó a Demetrio
Poliorcetes y cinco años después, tras su victoria de Curupedión sobre Lisímaco, vio el
apogeo de su poder. En ese mismo año de 281, fue asesinado por Ptolomeo Kerauno, hijo
de Ptolomeo I, al que había tomado bajo su protección.
Después de él, la Dinastía decayó, siendo su mejor representante Antíoco III. Los motivos
de esta decadencia fueron varios: la invasión gala, la rivalidad de Egipto y la incompetencia
de los reyes y las luchas fraticidas.
Seleuco I

Antíoco I Soter (281-261 a.C.)

Antíoco I fue un hombre mediocre más célebre por su amor a su suegra, Estratónice, que
por sus hechos de armas, aunque sostuvo con Ptolomeo Ill Ia Guerra Siria. Este rey murió
luchando contra los celtas, que terminaron por establecerse en la Gran Frigia, formando el
estado de Galatia. Restauró el Esagila o gran templo del dios Marduk, en Babilonia. Con
él y su lucha contra Ptolomeo II tenemos la primera de las llamadas Guerras Sirias, en los
años 274-271.

Antioco II Theos (261-246 a.C.)

Antíoco II recibió su sobrenombre dios de los milesios, por haberles liberado del tirano
Timarco.
Luchó contra Ptolomeo Filadelfo II, que invadió Siria aprovechándose de la juventud de su
vecino, en la II Guerra Siria (260-253), celebrándose la paz al final con su boda con
Berenice, hija del rey egipcio. El rey sirio había obtenido éxitos que le permitieron imponer
su protectorado sobre Jonia y algunas ciudades de Licia y Panfilia. Este rey logró conservar
la herencia seléucida e incluso acrecentarla. Al morir, asesinado quizás por su primera
mujer, Laodice, repudiada con ocasión de su matrimonio político con la princesa egipcia,
dejó su reino a su hijo Seleuco, que reinó con el nombre de Seleuco II II Canlinicos
(Vencedor) (265-226).
Antioco II

Seleuco II Calinicos (265-226 a.C.)

Seleuco II fue hijo de Laodice, al que su hermano Antíoco Hierax disputó, sin éxito, el
trono.
El rey de Egipto, Ptolomeo III Evergetes, invadió sus estados defendiendo los derechos de
su hermana Berenice y su hijo, y tomó Antioquía en el transcurso de la III Guerra Siria o
Guerra de Laodicea (246-241), aunque llegó tarde porque Laodice había hecho asesinar a
ambos, pero al ser reclamada su presencia en Egipto, Seleuco la recuperó, aunque tuvo que
renunciar a sus posiciones de Jonia, Cilicia y Panfilia.
Marchó entonces Seleuco contra Tirídates (248-214) hijo de Arsaces I, rey de los Partos
Arsácidas, cuyo reino había surgido tras la invasión de la tribu escita. Constituidos como un
Estado feudal que enlazaba con la tradición aqueménida, los Partos hacían crecer su reino a
costa de las posesiones de los Seléucidas y Tirídates conquistó parte de Partía y toda
Thicamá hacia el año 240. Con el reinado de este rey parto comenzó la Era de los
Arsácidas (14 de abril del año 247). Seleuco II murió en el curso de una campaña llevada a
cabo contra los Atálidas de Pérgamo. Aunque no le faltó energía, no pudo oponerse a la
disgregación de su reino, que quedó poco más o menos reducido con él a Siria.

Seleuco III Soter (226-223 a.C)

Su hijo mayor, Seleuco III le sucedió, aunque pronto fue asesinado por sus oficiales, en una
expedición contra Atalo I de Pérgamo, sucediéndole su hermano Antíoco.
Antíoco III El Grande (223-187 a.C.)

Antioco III

Antíoco III fue llamado El Grande porque fue uno de los más célebres e importantes
monarcas de su época. Este rey llevó a cabo grandes hazañas: Reprimió las revueltas de los
Sátrapas de Persia y Susiana y reafirmó su imperio desde el año 212 al 204, restaurando la
soberanía seducida en las regiones orientales contra los partos. Estas victorias le valieron el
sobrenombre de El Grande, grandeza que Roma se encargaría de humillar.
En el transcurso de la IV Guerra Siria (219-217), fue vencido por Ptolomeo IV en la
batalla de Rafia (año 217), cerca de Gaza y tuvo que abandonar Palestina y Fenicia.
Su imperio fue inmenso, variado e inconexo, en sus elementos constitutivos. Ninguna
monarquía helenística presentó una mayor variedad de pueblos, comprendiendo los más
gloriosos focos de las antiguas civilizaciones mesopotámicas y de Oriente Medio como
Babilonia, Susa y Jerusalén. También entre ellos se encontraban las ruinas de Troya, al
menos durante el reinado de Seleuco I y las de Nínive. Proyectó una gran expedición hasta
la India, que llevó a cabo (años 212-205) y cuyos resultados concretos son escasos, pero le
permitió asumir el título de Gran Rey (Basileus Megas) y le aportó un gran prestigio entre
sus súbditos.
Renovando la guerra contra los Lágidas (V Guerra Siria: 202-200), les arrebató Fenicia y
Palestina, mientras que en Occidente, llevó sus armas hasta Tracia, que tomó en el año 196,
lo que le enemistó con los romanos, que hacía apenas un año habían destruido Macedonia
en la batalla de Cinoscéfalos.
El año 198 marcó el punto culminante de su poder, y en el 195 firmó la paz con Egipto. En
el año 192, pasó a Grecia, pero tuvo que enfrentarse con ella con los romanos y fue
derrotado en las Termopilas dos años más tarde (año 191).
En el año 190 fue vencido por el romano L. Scipión en Sípilo, Magnesia. En el año 189/8
firmó la Paz de Apamea con Roma y por ella perdió todas sus posesiones en Asia Menor.
Para pagar el tributo impuesto por los romanos, despojó un templo de Elymaida, cerca de
Persia y fue asesinado durante esta expedición. Tras él comienza el proceso de
descomposición del Imperio Seléucida, con conflictos internos y disputas dinásticas en el
interior, mientras que en el exterior se prosiguen las luchas contra los partos. En política
interior. Antíoco suprimió a los sátrapas, sustituyéndolos por los strategói, dotados de
poderes civiles y militares en circunscripciones menores que las antiguas satrapías. Con
esta obra de centralización pretendía afirmar el poder real y reforzar en el propio estado de
culto obligatorio al soberano. A partir de este momento, la decadencia de la Dinastía
Seléucida se acentuó irremisiblemente.

Seleuco IV Filopator (187-175 a.C.)

Su hijo Seleuco IV Filopator (187-175) fue su sucesor. Este rey murió asesinado por uno
de sus ministros, el visir Heliodoro y le sucedió su hermano, Antíoco.

Antíoco IV Epifanes (175-164 a.C.)

Antíoco IV Epifanes es a menudo descrito como un desequilibrado, que invadió Egipto en


el año 170 en el curso de la VI Guerra Siria (170-168), y que hubiera tomado Alejandría si
los romanos no le hubiesen forzado a levantar el asedio.
Fue famoso sobre todo porque quiso promover la helenización, engrandeciendo Antioquía y
multiplicando las creaciones urbanas, intentando la adopción de cultos y costumbres
griegas.
Este rey fue célebre también por sus guerras contra los judíos, conducidos por los
Macabeos, que se liberaron de la dominación Seléucida. Como su padre, perdió la vida al
querer saquear un templo de Elymaida. Bajo su reinado el comercio seléucida con el Golfo
Pérsico comienza a estancarse, sin que se sepa con seguridad las causas, tal vez a la
inseguridad y a la competencia de los mercantes egipcios, que se hacían con los productos
orientales a su llegada al Mediterráneo tras atravesar Arabia.

Antioco IV

Los últimos Reyes Seléucidas

Durante el siglo transcurrido desde la muerte de Antíoco IV Epifanes y la anexión del reino
Seléucida por Pompeyo el Grande, la disgregación se fue acentuando, por la expansión de
los Partos, la emancipación de los hebreos y los árabes y la multiplicación de los pequeños
potentados locales, a menudo árabes además de los peligros del bandidaje y la piratería.
Después de él, y durante un breve período, se sucedieron en el trono dos Seleucos, dos
Demetrios y nueve Antíocos. El último de ellos fue Antíoco XII Asiatico (69-64), puesto
en el trono por Lúculu y luego despojado del reino por Pompeyo, que hizo de Siria una
provincia romana en el año 64 a.C., al reorganizar los dominios romanos en Oriente (Ponto,
Siria y Cilicia se convirtieron en provincias y Armenia, Capadocia, Galacia, Colquida y
Judea en estados vasallos).

Los territorios del Imperio Seléucida


El interés de la historia seléucida radica en el intento llevado a cabo por los primeros reyes
de la Dinastía de colonizar la mayor parte del Asia Occidental con ciudades y
establecimientos griegos, una de las empresas más asombrosas del mundo.
El Imperio Seléucida poseía tres grandes centros: Jonia, cuya capital era Sardes; Siria
septentrional y Babilonia.
Una característica del régimen Seléucida fue el renacimiento de Babilonia, cuya antigua
cultura fue lo que la egipcia para el reino Ptolemaico. Revivió ahora la literatura
cuneiforme y se escribieron Crónicas de los acontecimientos de la época. Se conocen
muchos comentarios y silabarios con una nueva forma de estos últimos, tal vez para uso de
los griegos. También se copiaron antiguos himnos sumerios y sus traducciones al babilonio.
El último documento cuneiforme que se conoce data del año 7 a.C.
Los Seléucidas conservaron en líneas generales el sistema administrativo persa, tal vez
porque no había otra mejor solución posible. Se sabe que la administración aqueménida
estaba basada en la división en satrapías aunque estas divisiones no eran homogéneas, ya
que los territorios incluían enclaves con privilegios, como los Estados-sacerdotales, las
ciudades griegas o las dinásticas.
No se posee una lista completa de las satrapías Seléucidas para una misma época y su
nombre y número varían con el tiempo. Debía haber unas veinte en el siglo III, de las que
unas eran pequeñas, como las de Asia Menor y otras inmensas, como las satrapías
superiores occidentales de Irán y Mesopotamia, estrechamente relacionadas entre sí.

El culto al Rey en el Imperio Seléucida


Igual que los Ptolomeos y de acuerdo con el pensamiento de Alejandro, los Seléucidas
buscaron en el culto al soberano el vínculo que uniese a los diferentes y dispersos factores
de su gran Imperio. Los antecedentes del culto real estaban en la divinización de los héroes
en las ciudades griegas y en el mismo poder de los muertos, a los que se creía en contacto
con la divinidad.
También se pensaba en que la victoria era un favor divino concedido a los reyes que tenían
un carisma especial por favor de los dioses y la cualidad divina del vencedor era algo
normal admitido en el pensamiento griego del siglo IV, como frase:
«El hombre superior es como un dios entre los hombres»
Pintura de Afrodita

La rápida y brillante carrera de Alejandro y sus grandes conquistas aceleraron el acceso


gradual del jefe a la sacralidad, lo que tal vez no esté exento de influencias orientales y
occidentales (Hispania-Roma). Los diferentes cultos a los soberanos fueron surgiendo en
las diversas ciudades helenísticas y en las diferentes monarquías, espontáneamente o bien
por sugestión de los embajadores, con una serie de esquemas casi estereotipados: Témenos,
Altar, Sacrificios, Procesión de aniversario, Juegos, himnos, ofrendas de coronas de oro y
estatuas y nombre dinástico atribuido a una tribu o a un mes. Una inscripción de Seleucia
de Pieria ha conservado la lista de los sacerdotes, los dioses y los Seléucidas muertos y
divinizados.
Otra forma de acceso de los reyes a la divinización fue su asociación con un dios, que
reviste formas diferentes: En Delfos había una estatua de Antíoco III en el recinto sagrado.
En Seleucia de Pieria, los Seléucidas fueron asociados a Apolo y su culto fue servido por
una sacerdote común. Otras veces, el patronazgo de los dioses se traducía en leyendas de
elevación del soberano entre los dioses, como ya había sucedido con diferentes personajes
mitológicos (como Ifigenia o Pélops) y la expresión partió hacia la casa de los dioses era
la fórmula corriente para referirse a los soberanos difuntos.
Pero no fueron objeto de culto solamente los reyes. También las reinas y las favoritas
fueron honradas con honores divinos por ciudades, cantadas por los poetas y asimiladas
primero a Afrodita y más tarde a Isis.
Los Seléucidas, como también los Atálidas de Pérgamo y los Ptolomeos, tuvieron un culto
dinástico, en el que hay que distinguir entre cultos municipales y religión de Estado. En
Macedonia, en cambio, no se ha encontrado un culto de Estado a los soberanos antigónidas
y sólo algunos de estos soberanos fueron objeto de culto en las ciudades.
También se encuentran cultos sincréticos entre dinastías menores, como el instituido por
Antíoco de Comagene, a mediados del siglo I y recogido en su testamento, que se conserva
en una inscripción. Creó un culto dotado de un sacerdote cuyos actos prescribe
minuciosamente, así como sus vestiduras, que deben ser persas. El panteón que adora el rey
es también, a la vez griego y persa.
Estos cultos reales dieron trabajo a numerosos artistas y arquitectos, que construyeron
templos y capillas, gimnasios y pórticos con nombres de los diferentes reyes: Ptolemaion,
Ataleion, Arsinoeion, etc…, así como esculturas e inscripciones que a menudo se han
conservado.
En las Dinastía Seléucida, los reyes no eran dioses, sino que recibían de los dioses su
investidura. El rey era aquel a quien Mitra y Analtis daban el hvareno, la gloria que
mimbaba su frente y que significaba felicidad y victoria. Pero quizás, los seléucidas sí
fueron dioses en el culto de carácter helénico que nació en las diferentes ciudades y que
ellos mismos organizaron, aunque en este sentido, las opiniones son contradictorias.
Antioco I tuvo su sacerdote en Ilion y juegos gimnásticos en Bargylia. Se celebraron juegos
en honor de Antioco I y su hijo Antioco II que se celebraban en sus templos. Al templo de
la reina Estratonice, en Somvina, le concedió Seleuco II derecho de asilo.

Organización del Imperio Seléucida


Este Imperio, heredero de la mayor parte del Imperio Persa Aqueménida, heredó también
las dificultades que éste presentaba: Su gran extensión, las grandes diferencias culturales,
las grandes diferencias geográficas y la dificultad en las comunicaciones.
Los Seléucidas conservaron, en grandes líneas, el sistema administrativo persa basado en
las satrapías, tal vez porque, o bien les facilitaba la tarea o porque no hallaron una mejor
forma de organizarlos llevando a cabo algunas modificaciones: Cada satrapía no constituía
una entidad administrativa homogénea, ya que sus territorios incluían enclaves diferentes:
Estados-sacerdotales, Dinastas independientes y Poleis griegas antiguas o nuevas. No se
posee una lista completa de las satrapías seléucidas y su número varía. A principios del
siglo III había unas veinte y la extensión variaba notablemente de unas a otras.
El cargo de Sátrapa fue mantenido hasta Antíoco III, a excepción de los territorios de Asia
Menor, donde Antígono el Cíclope los había sustituido por estrategos griegos. La gran
extensión del Imperio hizo necesaria la creación de gobiernos más generales. Las satrapías
superiores, las situadas al Este del Eufrates, fueron reagrupadas bajo la autoridad de un
gobernador general, cargo que solía ocupar el príncipe heredero del Imperio o algún
Príncipe de sangre real, cuya residencia era Seleucia del Tigris. El Estratega de Lidia
residía en Sardes y tenía autoridad sobre los otros sátrapas de Asia Menor.
En el interior de cada satrapía, las distintas funciones se distribuían entre numerosos altos
funcionarios. El Sátrapa tenía fundamentalmente funciones civiles y financieras. Los
Estrategas mandaban también las tropas. Antíoco III atribuyó a los Sátrapas funciones
militares, confiando las funciones fiscales y financieras a un Ecónomo o a un cargo similar
de encargado de las rentas, subordinados a las funciones del Estratega-Gobernador. El
personal subalterno, administrativo, tenía autoridad sobre la tierra real o chôra basiliquè,
de la que no sabemos cómo estaba organizada en Asia Menor.
Los campesinos de las tierras reales o laoi basilikoi vivían en pequeños pueblos o komaí y
aunque eran libres, estaban ligados, en cierta forma, a la tierra, de forma que cuando el rey
legaba la tierra, lo hacía con sus campesinos incluidos, aunque no puede comparárselos con
los siervos de la gleba medievales, ya que podían abandonarla libremente.

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Dinastía Antigónida
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La Dinastía helenística que reinó en Macedonia toma su nombre de Antígono, Diadoco de


Alejandro, que en el reparto que sucedió a la muerte del rey se quedó con el gobierno de
Macedonia. patria de origen de la familia de Alejandro y de gran parte de sus generales

La actitud griega ante Alejandro Magno


La actitud griega ante Alejandro fue diferente en Atenas y Esparta. Grecia no celebró la
victoria de Mileto, ni ningún poeta cantó las victorias de Alejandro. Indudablemente, si los
atenientes hubiesen querido poner a disposición de éste su marina, hubiese vencido a los
persas por mar. Pero no quisieron. Demóstenes y sus amigos velaban para que no ocurriese.
Y sólo entregaron a Alejandro, para su expedición a Asia, 20 navios, acordados en el
tratado con el vencedor, escudándose en la neutralidad de Atenas. Tras vencer Alejandro en
Ipso a los persas, solamente le ofrecieron una corona de oro.
Los espartanos, que nunca fueron miembros de la Confederación que Filipo fundara en
Corinto, cuando Alejandro se fue a Asia reanudaron sus contactos con el rey persa y tras
la batalla de Ipso se mostraron tan amenazadores que estalló la guerra entre Esparta y
Antípatro, gobernador de Alejandro en Macedonia que derrotó a los espartanos en el año
331. Desde entonces, ningún estado griego se atrevió a levantarse contra Macedonia
mientras vivió Alejandro.
Al morir, éste, se alzaron en son de guerra junto con los atenienses, pero Antípatro los
volvió a vencer y Demóstenes se suicidó.
Años después, al morir Antípatro, estalló la guerra civil en Macedonia. La reina Olimpia
tomó parte en la lucha y fueron asesinados Filipo Arrideo y su madre (hijo y 2da esposa de
Filipo) y un centenar de sus partidarios. Olimpia fue vencida y capturada por Casandro, hijo
de Antípatro, que la hizo asesinar, como dijimos, por los familiares de sus víctimas.
En el año 310, Casandro se deshizo de Alejandro IV y Roxana, la cual había hecho asesinar
antes a la esposa oficial persa de Alejandro, Estatira, hija de Darío III. Después, los
adversarios le opusieron a Casandro a Alejandro Heracles, de 16 años, hijo de Alejandro y
una noble frigia, pero el joven fue asesinado en un banquete.
Sólo quedaba, de la dinastía de los Argeadas, la joven Cleopatra, hija de Filipo II y
Olimpia, hermana de Alejandro, quien casada con su tío, el rey Alejandro el Moloso, de
Epiro, había enviudado. Después de varias propuestas decidió casarse con Ptolomeo, pero
Antígono lo Impidió haciéndola envenenar. Con ella se extinguió la dinastia de Filipo y
Alejandro.

Division del Imperio de Alejandro Magno

Los reyes Antigónidas


Antígono Monoftalmos (321-301 a.C.)

El más poderoso de los Diadocos era Antígono llamado el Cíclope o Monoftalmos porque
le faltaba un ojo. Él fue el origen de la dinastía helenística de Macedonia, que de él tomará
el nombre de Antigónidas. Desde su Satrapía de Frigia había extendido el territorio de sus
posesiones iniciales y desde Asia gobernaba todo su imperio: Licia, Frigia y Pamfilia,
asociando al trono a su hijo Demetrio Poliorcetes, Conquistador de ciudades.
A lo largo del siglo III los problemas en los Estados helenísticos giraron en torno a los
intentos expansionistas de Antígono, a los que se opusieron Seleuco en Oriente. Casandro
en Macedonia y Grecia y en Egipto, Ptolomeo, centrándose la lucha entre los años 309-306
en torno al dominio del Egeo.
Tras una época de continuos enfrentamientos, a lo largo de la cual los Diadocos tomaron el
título de reyes, todos se coaligaron contra el poder antigónida, originándose la llamada
Guerra de los cuatro años (305-301), al final de la cual Antígono fue vencido y muerto
por Seleuco y Lisímaco en 301 en la batalla de Ipso en Frigia, tras la cual se repartieron
los Diadocos el Imperio de Alejandro.
Esta Batalla de Ipso constituye un hito decisivo en la historia de la sucesión de Alejandro,
debido a una serie de hechos:

 Por la muerte de Antígono, que había sido el dueño de la situación durante veinte años.
 Porque desapareció toda pretensión al intento de unificar nuevamente el fragmentado
imperio de Alejandro, consagrándose su desmembración definitiva.
 Comienza la época de los Epígonos o sucesores de los Diadocos.

Lisimaco

Demetrio I Potiorcetes (307-283 a.C.)

A Antígono el Cíclope le sucedió Demetrio I Poliorcetes (Conquistador de ciudades)


(307-283 a.C.), rey que luchó sin cesar contra Pirro, rey de Épiro, apoyado por Ptolomeo y
que a la muerte de su padre mantenía aún los dominios de Chipre y Grecia, con una gran
flota en Corinto. Demetrio restauró en el año 302 la Liga de Corinto, cuya inscripción se ha
encontrado en Epidauro, revelando su estructura. El fin de esta restauración fue abatir a
Casandro y decayó tras los desastres militares de Demetrio.
A partir del año 298, la muerte de Casandro y la ayuda de Ptolomeo llevaron a Demetrio a
establecerse en Macedonia, dejando a su hijo Antígono Gonatas al mando de Grecia.
En el año 288, Lisímaco y Pirro ocuparon Macedonia, alarmados ante los preparativos
navales de Demetrio y se la repartieron. Atenas se rebeló con ayuda de Ptolomeo y
Demetrio quedó nuevamente reducido a la posesión de algunas ciudades griegas y a su
flota. No obstante, invadió Asia y se lanzó contra su mortal enemigo. Lisímaco, pero
derrotado en Cilicia en el año 286, por Agatocles, hijo de Lisímaco, fue por último, cercado
por Seleuco y tuvo que rendirse. Pasó sus dos últimos años de vida cautivo de éste hasta su
muerte, en una residencial real, a orillas del Orantes.
La derrota de Demetrio benefició sobre todo a Lisímaco, que se apoderó de toda
Macedonia, contra el hijo de Demetrio, Antígono Gonatas.

Demetrio I

Antígono Gonatas (283-240 a.C.).

Antígono Gonatas tomó el título de rey en el año 283, pero no entró en posesión del reino
hasta 276, tras su triunfo sobre los Gálatas en Lisimaquia. Se mantuvo durante cierto
tiempo en Tesalia, pero en ese momento, todos los contendientes se reunieron contra
Lisímaco.
Así, en el verano del año 281, Seleuco inició las operaciones contra Lisímaco en Asia
Menor y unas semanas más tarde tuvo lugar la Batalla de Curupedion, al oeste de Sardes,
pereciendo Lisímaco en el campo de batalla.
Tras ésto, Seleuco se hizo proclamar rey de Macedonia y confió su reino asiático a su hijo
Antíoco, tomando el camino de Macedonia, a la que no llegó, siendo asesinado por
Ptolomeo Keraunos, el Rayo, hijo de Ptolomeo I y la reina Eurídice, a quien Seleuco había
prometido ayudarle a conquistar el trono de Egipto, contra su hermanastro Ptolomeo II
Filadelfo, cerca de la ciudad de Lisimaqueia, haciéndose proclamar, a su vez rey de
Macedonia (invierno de 281 -280/79).
La guerra de Cremónides

Vencido sucesivamente al querer reconquistar Macedonia por Pirro, rey de Epiro y luego
por su hijo Alejandro de Epiro, reconquistó su trono en el año 272. Durante su reinado tuvo
lugar la llamada Guerra de Cremónides (266-261) que se conoce por el decreto que el
ateniense Cremónides, discípulo de Zenón, que alentaba la guerra, hizo votar a la asamblea
ateniense en el año 268/7. Tuvo lugar entre diversas ciudades griegas aliadas con Egipto en
contra de Macedonia. Las causas de esta guerra están, de todas formas, poco claras,
barajándose varias hipótesis:
a) Pudo deberse a un deseo de Arsinoé II de poner en el trono a un hijo suyo y de Lisímaco.
b) Para Rostovtzeff, pudo tratarse de una causa económica.
c) También pudo deberse a un deseo de los Ptolomeos de oponerse a Antígono, un
potencial aliado de Antíoco.
Esta guerra terminó con la victoria completa de Antígono y la humillación de Atenas, que
perdió para siempre su papel rector en la vida política de Grecia. Perdió su derecho a
acuñar moneda y también el de elegir libremente a sus magistrados. Su gobierno fue
encomendado a un magistrado de Antígono. Este se convirtió en el indiscutible dueño de
Grecia, con muchas plazas fuertes en sus manos, entre ellas Corinto, Atenas y las ciudades
de Eubea: Eretria y Calcis.
Parte de esta guerra, o resultado de ella, fue la batalla de Cos, que dio participación a
Antígono en el dominio del Egeo. Mientras tanto, en Siria, tenía lugar la Guerra de
Éumenes.
Pero la hegemonía macedonia a la que se llegó tras la Guerra de Cremónides fue puesta
en peligro por una crisis dinástica. Antígono había confiado los asuntos de Corinto a su
hermano Crátera y a su muerte, el hijo de éste, Alejandro, se proclamó rey (hacia el año
253), tal vez apoyado por los Ptolomeos y los Seléucidas, comenzando en este momento la
aparición de un nuevo personaje en escena: Arato de Sicion, que en el año 251 había
liberado a su ciudad de la Tiranía y la hizo unirse a la Liga Aquea.

Demetrio II (239-229 a.C.)

Demetrio II
A Antígono Gonatas le sucedió su hijo Demetrio II (239-229) cuyo advenimiento provocó
en Grecia la inversión de las alianzas: Los Etolios se aliaron con los Aqueos, contra los que
se habían aliado a Antígono Gonatas. sin que se sepa bien las razones, declarándose la
guerra entre esta coalición y Demetrio II, la llamada Guerra demetríaca (años 239-235?)
mientras que en Épiro, una serie de sucesos hacía desaparecer a la familia real,
organizándose hacia el año 333 el país en una Confederación.
Demetrio II tuvo que enfrentarse a un peligro por el norte: Los Ilirios, empujados por los
Dardanios y luchando contra ellos, pereció en el año 229, abriéndose una crisis en
Macedonia, ya que el príncipe heredero era un niño, siendo nombrado regente (epitropos)
Antígono III Doson (229-221) primo de Demetrio II, y después rey de Macedonia, hasta
que tomó el mando Filipo V, hijo de Demetrio II.

Antígono III Dosón (229-221 a.C.)

Antígono III Dosón hubo de hacer frente a una sublevación de los Tesalios, que se
adhirieron a la Liga Aquea y también Argos, que se había mantenido como el último
bastión macedonio en el Peloponeso, haciendo de la Liga Aquea un gran Estado. Tras
continuas luchas de griegos contra griegos en las que intervino Egipto sosteniendo
financieramente a Cleomenes de Esparta. Dosón presentó e hizo aceptar un plan de unidad,
créandose un koinón: La liga helénica, en el ano 224, sobre el modelo de la antigua Liga de
Corinto, que reagrupaba a los Estados federales en lugar de las ciudades.
Los adversarios inmediatos de esta Liga fueron Cleomenes de Esparta, la Liga Etolia y
Roma. Antígono Dosón, uno de los más importantes reyes de la Dinastía Antigónida, se
enfrentó de nuevo a los Ilirios por el norte, muriendo poco después, aún joven,
sucediéndole en el trono de Macedonia su sobrino Filipo V, un adolescente de diecisiete
años y un Consejo de Regencia, que debían enfrentarse a un nuevo enemigo: Roma, cuya
presencia a partir de ese momento llenaría los próximos siglos de la Historia de Oriente,
hasta que todos los reinos helenísticos dejen de existir para pasar a ser provincias del
extenso territorio romano.

FilipoV (221-179 a.C.)

Hijo de Demetrio II y Ptía, Filipo V, subió al trono muy joven, a la muerte de su tío
Antígono III Dosón. Mientras tanto, en Egipto y Siria también los reyes, Ptolomeo IV y
Antíoco III, acaban de rebasar los veinte años .
Conocida la muerte de Dosón, los Etolios enviaron una armada al Peloponeso,
declarándoles la guerra a los Aqueos, que vencidos, llamaron a Filipo V, decidiéndose la
llamada Guerra de los Aliados (año 224), con el propósito de liberar a los pueblos
oprimidos por los Etolios, entre ello a Delfos.
Mientras, el peligro volvía a presentarse por el norte, donde Demetrio de Faros había
aprovechado la muerte de la reina Teuta para apoderarse de su reino en el año 225 y se alió
con los macedonios. Demetrio en el año 220 había intentado apoderarse del puerto mesenio
de Pilos, con lo que vulneraba el tratado con Roma del 228, que intervino en lo que se
llamó la Primera Guerrá Macedónica (215-202) que terminó con la Paz de Fénice, que
mantenía el statu quo. Para oponerse a la alianza sirio-macedonia contra Egipto y a petición
de Pérgamo. Roma desencadenó la Segunda Guerra Macedónica (200-197). La derrota en
Cinoscéfalos (Cabezas de perros), en Tesalia, que le infligió el cónsul romano Flaminio, en
la primavera del año 197 (junio del 197 a.C.), obligó a Filipo V a firmar la paz.
Por ella, el rey de Macedonia renunciaba a todas sus posesiones fuera de Macedonia,
accedía a desmantelar su flota y a pagar mil talentos a Roma como indemnización de
guerra, pero podía conservar su reino y su ejército, quedando como aliado de Roma.
Los Etolios recuperaron sólo Tebas en la Ftiótide y los Aqueos obtuvieron Corinto,
mientras que Atenas pudo quedarse con Délos y algunas otras islas. Rodas recuperó Perea,
restaurándose la libertad de los griegos según la declaración del cónsul Flamimo en
Corinto.,en los juegos Ístmicos del año 196 a.C. quedando sóIo una potencia que debía ser
peligrosa: Esparta, con su rey Nabis (207-192).
Más tarde, los etolios provocaron la guerra que lleva su nombre: La Guerra Etolia (192-
189) en la que intervino Antíoco de Siria, que llegó a Grecia con sus tropas, mientras Filipo
de Macedonia permanecía reservado, por lo que Flaminio reconstruyó la Liga de Corinto,
que presidió.
Nabis, antaño aliado de Flaminio, había intentado ahora conquistar Argos, pero, vencido,
tuvo que renunciar a ella, siendo asesinado años más tarde por el general aqueo Filopemén,
que consiguió la adhesión de Esparta a la Liga Aquea. Mientras tanto Filipo V de
Macedonia se unió a los romanos, llegándose a un armisticio en el invierno del año 190-
189, siendo derrotado Antíoco definitivamente en Magnesia, en el valle del río Hermos
(año 189) Tras ella se firmó la Paz de Apamea, con condiciones muy duras para Siria.
Años más tarde, después de un período de reestructuración macedónica, Filipo V llevó a
cabo una serie de reformas económicas, lo que explica la prosperidad de Macedonia en esta
época y en la de su hijo y sucesor, Perseo, último rey de la dinastía Antigónida, que perdió
el trono definitivamente ante el empuje de Roma en Oriente.

Filipo V

Perseo (179-168 a.C).

Hijo de Filipo V, Perseo pidió al Senado romano, según refiere Tito Livio, la renovación de
los tratados hechos con su padre y la confirmación de su título de rey.
Entre los años 179 y 174, extendió su influencia a Delfos, ocupando un lugar en la
Anfictonía restaurada, mientras los Aqueos prohibían a los macedonios, como desde el año
198, la entrada en sus territorios, prohibición que Perseo pidió que fuese derogada.
La nueva intervención romana en Grecia en época de este rey ha provocado multitud de
opiniones. La causa inmediata parece ser la política matrimonial dinástica de Perseo, que
casó a su hija con Prusias II de Bitinia, contrayendo él mismo matrimonio con Laódice, hija
de Seleuco IV.
Su fuerza, derivada en parte de estas alianzas, movió a los políticos romanos a debilitar la
Dinastía Antigónida, aunque Perseo, evitaba toda fricción con Roma y se presentaba ante
los griegos como una garantía de su libertad frente a ella.

Batalla de Pidna (168 a.C.)

Tras el inevitable enfrentamiento entre romanos y macedonios, en una guerra que no fue
fácil. Perseo fue vencido por el cónsul romano Emilio Paulo en el curso de la Tercera
Guerra Macedónica (171-168) en la batalla de Pidna, en la costa de Pieria, lugar de la
costa donde había muerto la reina Olimpia, batalla que sólo duró una hora, el 22 de junio
del año 168.
Tras ella, Macedonia fue dividida en 4 distritos autónomos, posiblemente con una
Asamblea común, aunque quedando la población sujeta a permanecer en cada uno de ellos,
Iliria dividida, sujetas ambas a tributo, una parte de Epiro devastada, las clases dirigentes
griegas depuradas. Rodas y Pérgamo humilladas y Antioco IV obligado a abandonar
Egipto. Pero sobre todo, en el papel económico, la batalla de Pidna significó:
1. Para Macedonia:

 El cierre de las minas de oro y plata, aunque no de las de cobre y hierro, así como la
prohibición de importar sal.
 El desmantelamiento de la potencia militar con la desmilitarización del país, salvo en los
enclaves septentrionales que la defendían de las incursiones de los bárbaros del norte.
También la prohibición de la tala de madera, imprescindible para la construcción de barcos.

2. Para Roma:

 La consecución de inmensas riquezas, que describen Livio y Plutarco.


 Tantas eran estas riquezas que fueron a parar al pueblo romano que, a partir de ahora, hasta
la época de la primera guerra entre Antonio y Octavio, los romanos no tuvieron que pagar
impuestos por una larga temporada.

3. Para Grecia:

 Las ciudades tomadas por Perseo en Grecia fueron declaradas libres. Atenas recobró
Lemnos. Délos se convirtió en colonia ateniense. Épiro fue entregado al pillaje de los
soldados romanos, que consiguieron unos 150.000 cautivos, además de llevarse a cabo una
verdadera matanza de sus habitantes, años más tarde, Macedonia, que no fue ocupada por
Roma tras la batalla de Pidna, sino solamente desmantelado su poder, pasó a ser provincia
romana.
Batalla de Pidna

La Macedonia helenística
A la muerte de Alejandro Magno y sus parientes se instauró en Macedonia una nueva
dinastía, la de los Antigónidas y se convirtió en una Monarquía de tipo helenístico parecida
a las orientales, pero conservando reunidas en una todas sus estructuras sociales.
De las tres grandes monarquías helenísticas, Macedonia es la menos conocida, ya que la
mayor formación sobre este país se tiene para la época de Filipo II y Alejandro siendo,
entre todos los Estados helenísticos, el único nacional, quedando como un Estado
tradicional que apenas sufrió cambios, por lo que el adjetivo helenística tiene solamente un
valor cronológico.
Este Estado nacional conservó su vigor hasta el fin- Dependía de su ejército nacional y los
mercenarios sólo servían para evitar, en lo posible, la intervención en la guerra de los
macedonios. En cuanto al territorio, hay que distinguir la Macedonia propiamente dicha,
con sus anejos tesalios y la zona de influencia griega. El mayor cuidado de los soberanos
helenísticos fue asegurar sus comunicaciones por medio de guarniciones situadas en puntos
estratégicos como Demetrias, Calcis, el Pireo y Corinto, y garantizar la fidelidad a
Macedonia del mayor número posible de hombres, favoreciendo la implantación de
regímenes filomacedónicos.
Se distinguían en Macedonia dos clases de propietarios: La aristocracia y la misma familia
real, propietarios de grandes dominios, acrecentados por regalos de los reyes de tierras en
los territorios conquistados, que no quedaban en propiedad absoluta, sino como donaciones
revocables, y los pequeños propietarios, que constituían la espina dorsal del país. Estas
tierras eran cultivadas por arrendatarios libres.
Posiblemente, el rey no tenía tierra en Macedonia, pero en los distritos conquistados, como
Calcidica o Peonia, la tierra pasaba al Estado, es decir, al rey. Los Antigónidas
consideraban las tierras del rey de forma muy semejante a los Seducidas, con las
diferencias, de que no otorgaban la propiedad. Los reyes, en cambio, eran dueños de las
minas y de los bosques.
Los generales y soldados de Alejandro aportaron a su país grandes riquezas, aunque
Macedonia fue muy devastada por los celtas, devastación que no afectó sino a los campos,
aunque las guerras que tuvieron lugar durante los reinados de Antígono Gonatas y sus
sucesores no afectaron en gran medida al país.

Teatro de Demetrias

En el territorio de Macedonia había cantidad de ciudades y los Diadocos aumentaron su


número. Pella y sin duda también otras ciudades macedonias se organizaron
autónomamente, como Ciudades-Estado. Los Antigónidas construyeron unas cuantas
ciudades de segunda importancia, pero las nuevas ciudades más importantes del país fueron
fundadas por Casandro: Casandria en la Calcídica, que reemplazó a Potidea y Tesalónica
en Macedonia (fundada por synecismo de 26 comunidades). Ambas eran ciudades griegas
organizadas a la manera griega y los casandrios nunca volvieron a llamarse a si mismo
macedonios.
Demetrio Poliorcetes fundó, como su capital meridional, la ciudad de Demetrias, en
Tesalia, a la orilla del Golfo de Págasas, absorbiendo a la antigua ciudad de Págasas. Se
trata del mayor caso de synecismo conocido: Todas las ciudades de Magnesia, desde el
cabo Sepias hasta Tempe, en la frontera macedonia, se convirtieron en aldeas (demos) de
Demetrias. Su período de mayor esplendor tuvo lugar en el siglo III a.C., y sus restos
arqueológicos la revelan como una gran ciudad comercial e industrial, con una población
mezcla de macedonios y griegos de la Hélade, cicládicos y sicilianos, así como asiáticos.
Filipo V, aliado a Prusias I de Bitinia, destruyó Cios y vendió a sus habitantes como
esclavos. Prusias la reconstruyó, dándole su nombre Prusias sobre el mar.
La vida de la corte antigónida era más sencilla que en los otros reinos helenísticos y las
riquezas, aunque grandes, como ya vimos al referirnos a su repercusión en Roma, eran
menores que las de otros Estados helenísticos. El impuesto sobre la tierra producía poco
más de 200 talentos al año y el trono, hasta los últimos años de Filipo V, fue ocupado por
hombres de gran carácter, cuya lealtad a la familia fue proverbial y no se conocen
asesinatos familiares, hecho común en el mundo helenístico, aunque Demetrio Poliorcetes
asesinó a Antípatro y a su hermano Alejandro para no repartir con ellos la herencia familiar.
Las acuñaciones de Antígono el Cíclope intentaban desempeñar un buen papel en la
moneda de su época y mantuvo el patrón ático y los tipos de las acuñaciones fueron
continuación de las monedas de Alejandro. Es interesante observar, sin embargo, que
Antígono, así como sus inmediatos sucesores, no emitieron monedas con su retrato.
Un hecho importante para la política económica de la Macedonia helenística fue sus
relaciones con Rodas y Delos, iniciadas por Antígono y mantenidas por sus sucesores. Su
gran puerto de comercio era Tesalónica, por donde se exportaban madera de los bosques y
el grano cultivado en Macedonia. Entre los hombres de negocios conocidos figuran
Aristóbulo de Tesalónica, intendente del trigo de Demetrio II, Admeto de Macedonia, que
vivía en Délos y Autocles de Calcis.

El ejercito

Del rey eran el ejército y la marina, y en el mar, había una pugna entre Ptolomeos y
Antigónidas en construir grandes navíos de guerra. Comenzó en 324 con la invención, por o
para Demetrio Poliorcetes, de la heptera, galera de 7 remeros por remo, cuya potencia,
comparada con las del quinquerreme, se expresaría por la razón 7:5. Demostró esta nave su
valía en Salamina (Chipre), en el año 306. Las actividades bélicas por tierra habían
transformado el empleo hecho por Alejandro de la caballería pesada y desde Isso (año 333)
hasta Selasia (222), la caballería fue la reina, aunque para 222 cambia el sistema guerrero y
la falange, arma nacional macedonia. volvió a primer plano. Las batallas de Salasia, en 222
y Rafia, en 217, fueron decididas por el choque de las falanges nacionales, que lucharon
como luchan los hombres cuando está en juego el sentimiento nacional. Pero, para
Macedonia, fue una desgracia que al enfrentarse a Roma. hubiesen sido olvidados los
métodos de Alejandro, cuya falange había sido un cuerpo activo y flexible, organizado en
incontables batallones. Pero en Cinoscéfalos, Filipo V empleó un falange que se había
hecho rígida, a causa del peso de las lanzas, ahora más largas. La capacidad de la legión
romana para combatir bien en cualquier circunstancia fue decisiva. La falange, como los
dinosaurios pereció ante la especialización.
Batalla de Pidna

La Sociedad

El interés de Antígono Gonatas por la filosofía y la historia y el círculo de hombres cultos


de que se rodeó son característicos de su época. Pella era nuevamente la capital de
Macedonia, aunque no hizo ningún intento de rivalizar con Alejandría o Antioquía.
La clase superior macedonia, si no la nación, se helenizó completamente en el siglo III. El
dialecto común fue sustituido por el griego ático y los dioses autóctonos por los olímpicos,
demostrando que el país había llegado a ser uno más del círculo griego, más poderosos que
otros, aunque no volvió a levantar ejércitos como los del siglo IV. Macedonia parecía
extraña a los ojos de los griegos porque el país no tenía un centro religioso, a excepción de
Dión, en Pieria, y el pueblo era monárquico por convicción. La Casa Antigónida gracias a
Gonatas se granjeó el amor de su pueblo, de tal manera que la Dinastía sólo cayó ante la
mayoría aplastante del enemigo extranjero.
Pero, sin olvidar a los grandes reyes macedónicos, tal vez, lo más grande del diminuto país
fue el simple campesino macedonio. libre, leal y eficiente, tanto en la guerra como en la
paz. Macedonia cayó ante Roma sólo porque habían quedado muy pocos macedonios de la
antigua cepa. Finalmente, otra institución helenística tuvo también su uso en relación a los
reyes antigónidas. Nos referimos al culto a los soberanos, que recibieron, Antígono I en la
ciudad de Skepis, en Troade, en el año 311 y este rey y su hijo Demetrio Poliorcetes. en
Atenas, donde además, dos tribus recibieron los nombres de Antigónida y Demetríada.

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Los Samnitas
Inicio » Edad Antigua » Los Samnitas

Los Samnitas eran una tribu emparentada con los Sabelios del Apenino meridional,
establecidos al norte de su país.
Formaban una confederación de pueblos:

 Los Caraceni, con las ciudades de Aufidena y Bouianum Vetus.


 Los Pentri, con otra ciudad llamada Bovianum.
 Los Caudini, en la frontera de Campania, célebres por el episodio de las Horcas
Caudinas.
 Los Hirpini, cerca del paso de Benevento.

La Primera Guerra Samnita (343-341 a.C.)


Los Samnitas perseguían a los Sidicinos, que llamaron en su socorro a los Latinos y los
Samnitas se quejaron a Roma, que no intervino.
Más tarde, los Sidicinos se aliaron con los Capuanos, y vencida Capua por los Samnitas, se
entregó a Roma para que ésta defendiera su independencia.
Un ejército romano entró en Campania; y Romanos y Latinos lucharon contra los Samnitas.
Pero la guerra terminó con una paz deshonrosa, por la que los Romanos reconocieron a los
Samnitas la supremacía del país sidicino. Con ello, Roma conseguía que los mismos
Samnitas cerrasen a los Latinos la ruta hacia Campania.

La sublevación del Lacio y la Liga Latina


Tras la sublevación del Lacio (341-337 a.C.) y vencer a la Liga Latina, Roma quedó
convertida en su capital, núcleo del Imperio latino del Mediterráneo.

 Unas ciudades latinas perdieron su autonomía política, quedando convertidas en


municipios del territorio romano: Lanuvium y Tusculum.
 Conservaron el título de ciudades latinas las antiguas colonias latinas: Satrium,
Nepete, Signia, Cercei y Norba.
 Se confiscaron tierras en los montes Albanos, formándose dos nuevas tribus: Scaptia
y Maecia.
 Capua recibió igualdad de derechos civiles con Roma, manteniendo su autonomía
administrativa, el derecho a acuñar moneda y la organización de sus tropas.

Las proas de las naves apresadas en la batalla naval pasaron a adornar la tribuna de los
oradores en el Foro, que se denominó Rostra (de rostrum, trofeos navales, en plural).

La Segunda Guerra Samnita (326-304 a.C.)


La Segunda Guerra Samnita fue consecuencia de la ayuda prestada por Roma a Nápoles,
amenazada por los Samnitas y de la ocupación de Fregellae por los romanos en 328 a.C.
Entre los más famosos episodios se encuentra el de las Horcas Caudinas, el desfiladero
entre Arpaya y Montesarchio, donde los Romanos quedaron atrapados y sólo se les
permitió salir pasando bajo el yugo formado por sus propias lanzas.
Según la tradición, el jefe de los Samnitas, Pontius, rechazó el consejo de su padre de
exterminar a los Romanos y les perdonó la vida a condición de que retirasen todas las
guarniciones romanas del Samnio.
En el año 310 a.C., los Etruscos, aliados de los Samnitas, fueron vencidos en el lago
Vatimón y en un avance romano, se tomó Bobianum, capital samnita. El Tratado de paz
(304 a.C.) que siguió a la victoria dejó Campania bajo la hegemonía de Roma, renunciando
la Liga Samnita a toda expansión territorial.

El Tercer Tratado Roma-Cartago (306 a.C.)


Ese Tercer Tratado entre Roma y Cartago tuvo lugar antes de terminar la Segunda Guerra
Samnita y fue un compás de espera que permitiría a Roma terminar con los problemas del
sur de Italia y los Galos del norte antes de enfrentarse definitivamente a Cartago.
En el próximo siglo, hasta llegar a la última y definitiva destrucción de su rival, en el siglo
II (146 a.C.).

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Alejandro Magno
Inicio » Edad Antigua » Alejandro Magno
Alejandro III de Macedonia conocido como Alejandro Magno, es el mayor representante
cultural de la Antigüedad, reconocido como el más trascendente de los grandes
conquistadores, señalado como un tirano. Sus hazañas emocionaron y maravillaron a los
hombres de la Antigüedad y siguen asombrando aún en nuestros días, como si de una
aventura maravillosa y extraordinaria se tratase Y tal vez lo fuese el hecho de que, en once
años no se produjera ningún accidente que hiciera fracasar la magna empresa por él
iniciada. Murió de fiebre a los a los 33 años, habiendo conquistado más territorios que
ningún otro general hasta entonces y sin haber sido vencido nunca.

Nacimiento e Infancia
Hijo de Filipo II de Macedonia y de su esposa epirota Olimpia, el príncipe Alejandro de
Macedonia nació tal vez en Pella, capital de este reino o en Egas, en julio del año 356.
Sobre su nacimiento surgieron posteriormente muchas leyendas, entre ellas la que el
nacimiento de Alejandro coincidió con el incendio del templo de Ártemis, en Éfeso. Se
atribuyó su paternidad a Zeus-Amon, de lo que podrían derivar diversas cualidades físicas
especiales, como el tener aspecto leonino, característica divina, aunque para engendrarlo
tomase el dios forma de serpiente. El Pseudo Calistenes lo describe como un tipo peculiar,
La figura la tenía de hombre y la cabellera de león. Los ojos los tenía de diferente color: el
derecho de tonos oscuros y el izquierdo glauco, pero en cuanto a su perfil, representado en
las monedas, varía ostensiblemente de unas emisiones a otras.
También refieren las fuentes antiguas el episodio de su concepción por una serpiente, que
se unió a su madre estando ésta dormida.
Alejandro era de carácter poco flexible y de los que no pueden ser llevados por la fuerza,
pero al que con la razón y el discurso se le conducía fácilmente a lo que es decoroso y justo.
Filipo II por si mismo procuró más persuadirle que mandarle y, más tarde, recibió
Alejandro una cuidada educación, a cargo, primero, de Cleónidas, su pedagogo y tutor
infantil; su maestro de música, leucipo el Umneo: de Geometría, Melemno el Peloponesio;
de Retórica, Anaxímenes.
Nacimiento de Alejandro Magno

Influencia de Aristoteles

Cuando tenia catorce años, su educación se confió al filósofo Aristóteles, hijo de Nicómaco
de Estagira durante tres años.
Este filósofo, suscitó en el joven el gusto por el cultivo del espíritu y sobre todo por la
lírica, la tragedia y la epopeya griegas.
También se atribuye a las enseñanzas de Aristóteles la afición de Alejandro por la
medicina. Sus contemporáneos dan más importancia, en cambio, a la iniciación política del
príncipe, que estuvo a cargo de Antípatro, con ocasión de una regencia ejercida por aquel
en ausencia de Filipo II tal vez cuando Filipo hacia la guerra a los Bizantinos y Alejandro
no tenia más de dieciséis años, en que quedó con el gobierno y el sello de Macedonia,
entonces domó a los maídos que se habían rebelado, tomó su capital y la repobló con
gentes de diferentes países y le dio el nombre de Alejandrópolis.
Sobre las relaciones con Aristóteles, Alejandro le tenia no menos amor que a su padre, pero
estas relaciones, con el tiempo, se enfriaron, aunque el deseo y el amor por la filosofía no se
borraron de él, como más tarde demostraría en sus actuaciones con diversos filósofos que
conoció.
Sean cuales y como fuesen las influencias verdaderas de Aristóteles en la formación de la
personalidad del joven príncipe. Alejandro tuvo siempre una gran admiración y veneración
por la cultura griega, sobre todo por La Iliada, de la que llevaba siempre consigo un
ejemplar,corregida de mano de Aristóteles, la llamada Iliada de la caja, que ponía siempre,
junto con una espada, debajo de su cabecera al dormir, obra a la que tenía por guía de
doctrina militar.

Preparación Física

En cuanto a su preparación física, debió ser buena, por la importancia que tenia para los
ejércitos y las conquistas el estado físico de los futuros guerreros. De los 10 a los 14 años
aprendió equitación, además del arte de domar y manejar los caballos, así como de
cabalgarlos sin silla con saltos bruscos, de llevarlos en los tres pasos de desfile y los
carruseles.

Etapas del reinado de Alejandro Magno


Los Primeros años de Reinado (336-334)
Alejandro y su personalidad

Para la civilización occidental, Alejandro Magno fue un personaje excepcional del que
Aristóteles fue tutor, rodeado de la admiración y la veneración de sus contemporáneos, que
trascendió el tiempo y el espacio, llegando hasta nuestros días, visión tal vez algo
deformada y, cuanto menos, magnificada, de la real, con la que no todos los historiadores
parecen estar muy conformes.
Efectivamente, Alejandro intervino en la Batalla de Queronea, localidad situada a ocho
kilómetros de la moderna Livadia (Beocia), entre las orillas del Cefiso y el Hemón, a
principios de septiembre del año 338, cuando aún no tenía18 años. En aquel momento
dirigió con éxito un escuadrón de 225 coraceros de la famosa cabañería de Helairoi
(Compañeros a caballo u hombres adictos al rey), en el ala izquierda de los efectivos
macedónicos, que decidió la victoria al introducirse en las falanges tebanas, de no menos de
doce mil hombres, entre las que estaba el poderoso Escuadrón Sagrado tebano. Después
de la batalla, fue enviado por su padre a Atenas, con dos de sus mejores generales,
Antípatro y Alcimaco, para llevar las cenizas de los atenienses abatidos en el combate y
convenir los términos de la paz.
Mapa de la Batalla de Queronea

Alejandro asesino

Pero también hay que admitir y reconocer su crueldad, evidentemente hija necesaria de las
circunstancias de la Corte macedonia, en la que numerosos reyes que le antecedieron
murieron asesinados. Así, al subir al trono a los veinte años, el joven Alejandro ya dispuso
con frialdad la ejecución de la segunda esposa de su padre, Cleopatra, de su hijo de corta
edad, Europe (medio hermano de Alejandro) y de otro hijo de Filipo, Carano, habido éste
con Fila de Elimiotis, además de su primo Amintas III. También la tradición y la
historiografía persa le han sido, lógicamente, adversas, porque desde el punto de vista de la
tradición cultural de este pueblo. Alejandro sólo fue un conquistador blasfemo, hereje y
obsceno por sus costumbres griegas, que intentó destruir las antiguas tradiciones persas.
También la propaganda griega le fue contraria y los panfletos se multiplicaron, tanto en el
entorno de Demóstenes, Hipérides y Demades como en el de Aristóteles, sobre todo tras el
asesinato de Calístenes, en el 327 a.C.

Alejandro y el trono de Macedonia

Cabe también preguntarse si Alejandro era un usurpador del trono de Macedonia, hijo de
otro usurpador. Pero en este sentido hay que tener en cuenta que, como se dijo más arriba,
al hablar de Filipo II, la monarquía macedonia era electiva, y por lo tanto, el reinado de
Alejandro, ratificado por la Asamblea del pueblo macedonio, fue legítimo según todos los
fundamentos jurídicos de su propio país. Pero el joven no asumió el trono sin problemas, ya
que tuvo una fuerte oposición, hecho casi normal en la monarquía macedonia. Su
advenimiento, sin embargo, fue acompañada de derramamiento de sangre macedonia y
precipitó la insurrección de Tebas. Además, en este primer momento tras la muerte de
Filipo II se sublevaron, una vez más, las tribus ilirias.
Después del asesinato de Filipo II, con ocasión de la boda de su hija Cleopatra con el rey de
Épiro, hermano de Olimpia y cuñado, por tanto, de Filipo II, Macedonia hervía y todos los
ojos de los macedonios estaban puestos en Amintas y en los hijos de Aéropo, rey de
Lincestes: Herómenes, Arrabeo y Alejandro. Los dos primeros fueron eliminados
inmediatamente y el tercero pudo escapar, de momento, porque prestó acatamiento a
Alejandro y, tal vez porque era yerno de Antípatro.

Alejandro, rey de Macedonia

En realidad, el título de rey no fue otorgado oficialmente a Alejandro hasta lo menos un


mes después de la muerte de su padre, porque el más importante funcionario de palacio,
Antípatro, en su función de regente de Macedonia, tuvo que convocar al pueblo macedonio
en armas desde los tres palacios de Egas, Edessa y Pella. Y hacia el 10 de octubre del año
336, unos diez mil hombres, la Asamblea de los macedonios aclamó a Alejandro como rey
de los macedonios, teniendo en cuenta las campañas en las que había participado y la
ausencia de competidores.
Esta aclamación o designación era algo diferente de la votación o la elección, ya que
suponía un compromiso, acuerdo o contrato tácito entre el rey y el pueblo macedonio
representado por la Asamblea en armas. El rey se comprometía a asumir y garantizar los
cultos de la nación (jefe religioso), a conducir a los soldados a la batalla y, por supuesto, a
la victoria, y a ser justo en el reparto del botín obtenido y los territorios conquistados (jefe
militar), así como tenía facultad para dictar leyes y hacerlas cumplir (juez supremo).
En caso de no cumplir sus compromisos, la Asamblea tenía la potestad y el deber de
recordárselo, negándose a obedecerle, a entrar en campaña e incluso podía deponerle. Pero
una vez aclamado, los juramentos sagrados individuales ligaban a los hombres macedonio
con el jefe, quedando subrayados por sacrificios solemnes.
Mapa del Imperio de Alejandro

Etapas de la monarquía de Alejandro

Se distinguen tres períodos sucesivos en la carrera conquistadora de Alejandro y en el


desarrollo de su poder:
a) Una monarquía moderada, limitados sus poderes por Antípatro, poderoso general de
Alejandro que tuvo gran influencia en esta primera época.
b) Una reafirmación o deslizamiento hacia tendencias absolutistas, acrecentadas por los
éxitos militares, marcada por la eliminación de Parmenion y sus amigos.
c) Un despotismo que se impuso definitivamente cuando, después de la conquista de la
India, intentó establecer sus relaciones con Grecia y Macedonia sobre unas nuevas bases.
Los motivos que le impulsaron a estos cambios pudieron ser diversos, la monarquía
absoluta creada por Alejandro en su dominio persa marcaba una ruptura con el ideal griego
y la práctica macedonia.La obra de Alejandro fue sobre todo política, pues el rey supo dar
una dimensión nueva a la función monárquica, asimilando a la democracia griega el
absolutismo oriental, al que los griegos calificaban de despotismo, y exigiendo de ellos los
honores reservados a los dioses. Pero el príncipe Alejandro, en general, era poco y mal
conocido. Sólo se sabía de él lo que Filipo II quiso que se supiera, nada había en él que
hiciese prever la existencia de un genio precoz.

Política en Grecia

Así pues, Alejandro de Macedonia heredó a su padre y unificó a su alrededor las diversas
facciones macedonias. Yendo hacia el sur, en Tesalia, se hizo renovar por la nobleza local,
reunida en asamblea en Farsala, el título de gobernador y defensor de los tesalos (tagos),
concedido anteriormente a su padre. Más tarde, franqueó las Termópilas y se hizo
confirmar el título de Hegemón de la Liga de Corinto, sucediendo a su padre en el cargo.
Alejandro había reunido a todos los representantes de la Liga Helénica (o Liga de
Corinto) para renovar las cláusulas del tratado de los años 338/7 que había nombrado
Hegemón a su padre.
Como rey de los macedonios e hijo de Filipo II, Alejandro se convertía ahora, según los
artículos del Tratado, en el nuevo Hegemón. Pero tanto Filipo II como Alejandro ostentaron
en la Liga de Corintio dos cargos diferentes:
I. Hegemón, Cargo de función militar y civil, por la cual el rey macedonio garantizaba la
seguridad de la paz y se obligaba a intervenir contra cualquier ciudad que violara el Tratado
establecido.
II. Strategós autokrátor, Cargo que le daba el mando en Asia del ejército macedonio y del
ejército griego aliado. De esta forma se instituía a Filipo II como general fuera de Grecia,
cargo separado del anterior, que concernía a Grecia solamente.
Técnicamente, al heredar Alejandro a Filipo II como rey de Macedonia, no había necesidad
de renovar el Tratado, pues éste había establecido claramente que se hacía con Filipo y sus
sucesores. Alejandro, pues, era ahora, legalmente, Hegemón de la Liga de Corinto, desde
el momento que era legítimo un acuerdo impuesto por la fuerza, personal y político. Y
debió insistir en la renovación de dicho Tratado o al menos, en su reconocimiento en aquel
momento, debido a las intenciones de numerosos Estados griegos de abandonar dicha
alianza.

Campaña en los Balcanes

Entre marzo y mayo del año 335 a.C, la campaña contra los pueblos de los Balcanes le
condujo desde Anfípolis, punto de reunión de las fuerzas macedonias y sus aliados
balcánicos, hasta más allá del Danubio. Luchó contra los tríbalos e ilirios a los que venció
sobre todo por la celeridad con la que obró, una de las mejores cualidades de Alejandro.
Arriano describe estas campañas con gran detalle. En esta última campaña, Alejandro
demostró sus dotes de general, pues no estaban a su lado ni Parmenion (al mando de las
tropas de Asia Menor) ni Antípatro (regente en Macedonia) y consiguió gran cantidad de
mercenarios tracios, peonios e ilirios además de fondos para financiar su campaña de Asia
por la venta de miles de esclavos a los comerciantes griegos del Mar Negro.

Destrucción de Tebas de Beocia (335 a.C.)

En el mismo año 335, al difundirse la falsa noticia de su muerte, muchas ciudades de


Grecia, entre las que estaba Tebas de Beocia, se rebelaron contra la dominación macedonia
y lo que consideraban una tiranía contraria a las condiciones de la Paz del Rey, alentados
desde lejos por el rey persa Darío III Codomano.
Los tebanos, que estaban en esos momentos animados también por las promesas de ayuda
de Atenas, mataron a algunos soldados macedonios y pusieron sitio a la Cadmea, ciudadela
tebana donde acampaba la guarnición macedonia. Alejandro, aún en Devol-Semani, junto al
Adriático, recibió la noticia en agosto del año 336 y en solo trece días, se presentó ante
Tebas de Beocia, y tras negociar, prometiendo la liberación de la ciudad, sin ser atendido,
la tomó, dejando a sus soldados y aliados el saqueo y la destrucción de Tebas en octubre del
año 335.
A partir de este momento, Tebas dejó de existir hasta que fue restaurada en el año 316, ya
muerto Alejandro, por Casandro. Los habitantes que no habían sido esclavizados y
pudieron escapar, buscaron refugio en las regiones vecinas como el Ática.

Estado de las Poleis griegas ante la Destrucción de Tebas

El descontento general de las poleis griegas, como hemos dicho en relación con Tebas,
estaba alentado desde lejos por el rey Darío III de Persia, que había pagado para instigarlo a
Demóstenes, al que Esquines acusa de venalidad. Y el hecho de que Alejandro utilizase la
Liga de Corinto, al parecer, fue un medio de hacer que los griegos se castigasen unos a
otros.
Después de la destrucción de Tebas, los atenienses, simpatizantes con la causa tebana,
recibieron la orden de entregar a cierto número de políticos destacados, orden que se
rescindió después de una petición de misericordia que fue atendida, aunque la desconfianza
por parte de Alejandro no se desvaneció y fueron muy pocos los griegos de las antiguas
poleis -Atenas, Esparta o Tebas, principalmente-, que el rey empleó en sus campañas. Así,
utilizó la famosa caballería tesalia, infantería griega y veinte naves atenienses, que, serían
más bien una especie de rehenes que garantizaban el buen comportamiento de los griegos
en su país. A escala individual, el rey macedonio utilizó ingenieros y técnicos griegos, así
como individuos valiosos en otras especialidades, como Eumenes de Cardia, su secretario,
el literato y filósofo Calístenes de Olinto, el urbanista rodio Dinócrates, el almirante de la
marina de Alejandro, Nearco, que era cretense, y por tanto de larga tradición marinera.
Asimismo Onesícrito de Astipalea era marino y también a algunos hetairoi griegos.
Así pues, a fines del año 333, Grecia parecía estar firmemente bajo control macedonio (si
dejamos a un lado las conspiraciones de Demóstenes y la eterna independencia de Esparta),
estructurada por la Liga de Corinto y reforzada por las armas macedonias. Alejandro
estaba, pues, en condiciones de avanzar hacia Persia. La tal vez limitada campaña que
Filipo II quiso emprender contra los persas, siguiendo la campaña de Esquines, castigar a
los persas, estaba, por fin, en marcha, tal vez con unas miras muy pequeñas, que se
circunscribían a Asia Menor. Y puede que nunca se pueda saber si fueron sólo los
resultados de las primeras batallas los que decidieron a Alejandro a proseguir la conquista
total del Imperio persa o si esta conquista fue fruto de un plan preconcebido.

Guerra contra Persia. La conquista del Imperio Aqueménida (334-327)


La conquista del Imperio Persa

La conquista efectiva del gran Imperio la llevó a cabo Alejandro en solo unas cuantas
batallas. La primera fue la del río Gráníco. Después, se recuerdan sobre todo las de Isso y
Gaugamella.

Batalla del Río Gránico

En el Río Gránico, cerca de Troya, en mayo del año 334, Alejandro derrotó a los persas
mandados por el general Memnón de Rodas, aunque dejó prácticamente intactas las fuerzas
persas, especialmente la caballería, dejando escapar, también, al mejor general al servicio
de Persia, Memnón el Rodio, quien debía poner en estado de defensa Mileto y Halicarnaso.
El río Gránico es un pequeño torrente costero que recoge sus aguas del macizo del Ida de
Troade que corre por la llanura de Dimekota y desemboca en el Mar de Mármara, entre las
dos colonias griegas de Príapo (Karabiga) y Cícico (Erdek).
Tras esta batalla, Alejandro hizo suyas las ciudades costeras de la costa jonia de Asia
Menor y ocupó las regiones de Caria, Frigia, Licia, Pamfilia y Cilicia. Su paso por la costa
occidental de Anatolia fue señalado por la refundación de dos ciudades: Esmirna y Priene.
Camino de Mileto tuvo lugar el encuentro con Ada, mujer emparentada con la familia real
de Caria, a la que devolvió su trono, logrando la amistad de las ciudades carias.
La conquista de las ciudades de la costa fue fácil, ya que sólo Mileto y Halicarnaso
ofrecieron resistencia. Se trataba, en este último caso, de la capital de la satrapía persa de
Caria, defendida por el almirante Memnón, ciudad que estaba muy bien amurallada,
resistiendo el asedio durante varios meses del verano del año 334, a pesar del empleo por
Alejandro de las más diversas máquinas de guerra, hasta que tras numerosas batallas y
escaramuzas, sus defensores abandonaron la ciudad, dirigiéndose a la isla de Cos.

Batalla de Río Gránico

Diferencias de Tributos entre los Territorios de Alejandro

La diferenciación que se hace entre ciudades autónomas, que pagaban un tributo o syntasis
(contribución), quedando libres, por otro lado las que pertenecían a la Liga Helénica y en
otro apartado los territorios sometidos, que pagaban phoros (tributo), donde nombró un
sátrapa.

1. Alejandro designó a dos macedonios para el cargo de sátrapas en territorios de Asia Menor:
Calas de la Frigia helespóntica y Asandro de la Satrapía de Lidia.
2. De las islas, Tenedós era miembro de la Liga Helénica y estableció un acuerdo con Alejandro
y los griegos. También lo eran Mitilene y Ereso, en Lesbos. Quíos también era miembro de
la Liga Helénica, tal vez viviendo aún Filipo II. Rodas tuvo una guarnición macedónica hasta
después de la muerte de Alejandro.
3. Otras ciudades, más al sur y al este, como Aspendos, fueron peor tratadas, tal vez porque,
según se aprecia en sus monedas, no eran plenamente griegas.
4. El Nudo Gordiano: Luego se dirigió Alejandro al norte, hacia el centro de Anatolia, visitando
la capital del rey Midas, la ciudad de Gordion, en Frigia, donde tuvo lugar el episodio del
Nudo Gordiano:

En Gordion vio aquel celebrado carro atado con corteza de serbal y oyó la relación allí
creída por aquellos bárbaros, según la cual el hado ofrecía al que desatase aquel nudo el
ser Rey de toda la tierra.
Este nudo tenia ciegos los cabos, enredados unos con otros con muchas vueltas y que,
desesperado Alejandro de desatarlo, lo cortó con la espada por medio, apareciendo muchos
cabos después de cortado. Pero Aristóbulo dice que le fue muy fácil desatarlo, porque quitó
del timón la clavija que une con el estirote el yugo y después, fácilmente. quitó el yugo
mismo.
Esta leyenda ha excitado la curiosidad de los eruditos antiguos y modernos, proponiéndose
diversas hipótesis.

Batalla de Issos

Más tarde, Alejandro volvió a dirigirse hacia el sur y junto al Golfo de Alejándreta, en
Issos, en noviembre o diciembre del año 333, derrotó por segunda vez al ejército persa.
Unos meses antes había fallecido repentinamente el general Memnón, afectado de un
inesperado mal y con el terminaron los planes del rey persa y tuvo que dirigir el ejército el
propio rey Darío, al no encontrar un general que fuera digno de suceder a Memnón.
Cerca de la plaza de Issos, tomada por Alejandro, se dio la batalla, en la que la actuación
del rey persa ha sido tratada de forma diferente por los historiadores, pues mientras
Diodoro habla elogiosamente de él, Q. Curcio se refiere a la confusión y el desorden que
reinaba en el ejército persa, al carecer de un solo jefe.
Batalla de Issos

Huida y Repliegue del Rey Persa, Darío

El rey persa terminó huyendo, dejando en su campamento a su madre, llamada Sisigambis,


a su esposa, a dos hijas y a un hijo, además de otras mujeres de su harén y los sátrapas que
le acompañaban, mujeres a las que Alejandro fue a visitar, tranquilizándolas y rodeándolas
de cuidados. Asimismo, tomó Alejandro gran parte del tesoro persa, abandonado tras la
rápida huida, aunque parte había quedado en Damasco y fue tomado tras la batalla de Issos
por Parmenion, al que Alejandro había enviado, mientras que él siguió por el litoral fenicio
con la mayor parte de la armada.
Tan grande fue el botín tomado por Alejandro a los persas, que, aquí comenzó la afición al
lujo y a los placeres asiáticos de los macedonios, que se acostumbraron a ir como perros
por el rastro en busca y en persecución de la riqueza de los persas. La actuación del rey
macedonio tras esta batalla, protegiendo y respetando a las mujeres persas del harén real le
valió a Alejandro grandes elogios por parte de los historiadores. Entre ellos, Diodoro dice
que, del conjunto de las bellas hazañas llevadas a cabo por Alejandro, yo, al menos, creo
que no hay ninguna que sea mayor que ésta, ni más digna de ser relatada ni recordada por
la historia.
Plutarco dice de él que, antes de casarse no conoció a ninguna otra mujer, fuera de Barsene
o Bansine, hija de Artabazo y viuda de Memnón, que había sido cautivada en Damasco, y
esto por instigación de Parmenio.
Darío, dirigiéndose a Babilonia, concentró allí a los supervivientes de la batalla de Issos y
se puso en comunicación con Alejandro ofreciéndole parte de Asia en prueba de su
amistad, lo que no fue aceptado por el macedonio, que tenía ahora ante sí dos posibilidades:
Seguir hacia Babilonia o ir hacia el sur, siendo esta última la decisión que tomó, por
razones estratégicas, aprovechando el vacío dejado por el repliegue de Darío de
Mesopotamia para apoderarse de la quinta satrapía.

Encuentro de Alejandro y la familia Dario

La conquista de las ciudades fenicias (332-331 a.C.)

En general, Alejandro recibió a su paso la sumisión de las ciudades fenicias, Arados, Sidón
y Biblos. Los tirios, en cambio, al manifestar el rey macedonio su deseo de hacer un
sacrificio en el templo de Hércules, impidieron, un tanto temerariamente, como dice
Diodoro, su entrada en la ciudad.
El hecho de impedir los tirios este sacrificio se debió, tal vez, a que fuese éste un acto que
solamente realizaban los reyes de Tiro, por lo que de haberlo hecho el macedonio hubiese
significado para Tiro reconocer la soberanía de Alejandro sobre la ciudad.
Este motivo no parece estar proporcionado con las consecuencias previsibles que
acarrearía, ya que provocó la irritación del macedonio, que declaró la guerra a la ciudad,
aunque los tirios soportaron valerosamente el asedio durante siete meses (febrero-agosto
del año 332), aguantando las catapultas, los puentes, las torres y la multitud de ingenios
defensivos que los técnicos de Alejandro idearon para dicho asedio.
Finalmente, Tiro fue tomada y se instaló en ella a un rey promacedonio, llamado
Azemilkos, de la estirpe de los antiguos reyes tirios.
Los delegados de los Estados griegos enviaron a Alejandro embajadores con una corona de
oro, compartiendo su alegría por la victoria de Issos.
Alejandro, por su parte, partió hacia Gaza, la antigua Minoa, capital de los filisteos, plaza
fuerte que siempre se habían disputado todos los pueblos circundantes: Fenicios, egipcios,
judíos y cretenses y que en septiembre del año 332 contaba con una guarnición persa y
tropas auxiliares árabes, mandados todos por un enérgico general persa, Batis.
En este asedio, Alejandro Magno fue herido dos veces y tras un asedio de dos meses, la
tomó, dejando el rey macedonio asesinar a todos sus habitantes por el furor que le había
causado su resistencia, siendo repoblada más tarde con indígenas vecinos y transformada en
fortaleza macedonia como base de apoyo para operaciones posteriores. En esta ciudad se
consiguió, un gran botín, compuesto, sobre todo, de perfumes.

La conquista de Egipto

En el año 332, Alejandro entró en Egipto, donde el macedonio Amintas acababa de cometer
su desatino, país en el que el clero estaba siempre en rebelión contra sus opresores.
Acompañado de las fuerzas navales a las órdenes de Hefestion, Alejandro llegó en siete
días de Caza a Pelusio, siguiendo a continuación hacia Mentís que tomó, entregando
enseguida el mando a Hefestion, mientras Alejandro entraba en tratos con el clero egipcio,
que le recibió como un libertador de la opresión persa, devolviéndoles sus antiguos
privilegios, inmolando víctimas al buey Apis y a otras divinidades y ordenando la
reconstrucción de los templos, siendo reconocido a principios de diciembre del año 332
como faraón.
Puerta sublime, Rey del Alto y Bajo Egipto,Bienamado de Amón y Preferido de Ra, Hijo de
Ra al mismo tiempo que se cumplía el viejo sueño griego, desde Ulises el Cretense hasta
Cimón de Atenas, de abrir al comercio griego el inmenso mercado egipcio, fundando en el
Delta la ciudad de Alejandría el 20 de febrero de nuestro calendario.
Visitó más tarde Alejandro el oasis de Siwa, donde fue saludado como hijo del dios Zeus
Ammón. Este mismo año, Esparta, tras un intento de levantamiento, ingresó en la Liga de
Corinto.

La satrapía de Egipto

Alejandro reorganizó en Menfis la administración de la antigua satrapía persa, dejando el


control de las finanzas y la recogida de impuestos a Cleomenes, un griego de Naucratis
abandonando Egipto para enfrentarse a los ejércitos de Darío, por el itinerario de Tiro,
donde en mayo del año 331 celebró las fiestas de Herakles-Melkart y Dionisos y
procediendo a la reorganización financiera de Asia Menor. También, envió cien navíos
chipriotas y fenicios para operar junto con las tropas navales macedonias en las cuestiones
del Peloponeso, liberando, también, a los griegos que habían sido hechos prisioneros en la
batalla del Gránico, en un intento evidente de acercarse a Grecia, que no terminaba de
decidirse a ayudar plenamente a Alejandro.

Batalla de Gaugamela

Al año siguiente, en el 331, por Sidón, Beirut, Damasco, Homs, Hama y Alepo, Alejandro,
tras pasar el río Éufrates por un puente de barcas, al norte de Alepo, habiendo huído los
efectivos que Darío había dejado para defender el paso y el Tigris, derrotó de nuevo al
ejército persa en la batalla de Gaugamela el primero de octubre del año 331 a.C,
utilizando la táctica de la línea oblicua que tan buenos resultados le había dado en batallas
anteriores, aunque en esta ocasión las pérdidas macedonias fueron abundantes.
Darío huyó hacia Media y fue asesinado en el año 330 por el sátrapa Bessos, que intentó
proclamarse rey de Persia.

Batalla de Gaugamela

Conquista de Babilonia

Alejandro viajó hacia el sur, hacia Babilonia, donde fue bien recibido por una población
heterogénea que detestaba a los persas. Aquí, Alejandro restauró los cultos caldeos y los
sacerdotes y con el apoyo de la casta sacerdotal, impuso más fácilmente el dominio
macedonio.
Viajó después Alejandro hacia Susa con todo su ejército, tomando en esta ciudad, que se
sometió sin lucha, grandes tesoros en metales preciosos y artísticos, organizando además
grandes juegos y diversiones, además de confirmar al sátrapa Abulites en sus funciones.
A finales de enero del año 330 reanudó la marcha, pasando por Elam hasta Persépolis.
Estimulado por las quejas de los griegos allí prisioneros, ordenó el saqueo de la ciudad, que
entregó al ejército, quemándose el palacio de Jerjes después de una fiesta vengando así a
los griegos y demostrando Alejandro que no quería convertir la ciudad en su capital.

Persecución y Muerte del Rey Persa, Darío

Mientras tanto, Darío estaba en Ecbátana, capital de la Media, la moderna Hamadan, de la


que huyó antes de llegar Alejandro, que dejó en la ciudadela de esta ciudad parte del tesoro
traído de Persépolis y desmovilizó a los contingentes griegos, incluidos los tesalios,
después de haberles entregado una buena recompensa, lanzándose a perseguir a Darío con
la élite de sus tropas, pasó las Puertas Caspias, a ochenta y dos kilómetros de la actual
Teherán y unos días después el primero de julio del año 330, descubrieron el cuerpo sin
vida de Darío al oeste del Damghan, en Partia, asesinado por orden de los jefes de los
turanios, Bessos, sátrapa de Bactriana, Satibarzanes y Barsaentes.
Bessos se proclamó jefe de la resistencia antimacedonia, apoyándose en la caballería
bactriana, proclamándose a finales de agosto del año 330, sucesor legítimo de Darío, con el
nombre de Artajerjes, y finalmente fue capturado por el destacamento de Ptolomeo, siendo
enviado a Ecbátana para ser juzgado allí por un tribunal persa y ejecutado mientras que
Alejandro fue nombrado rey.
Se erigió en sucesor de los Aqueménidas, adoptando la titulatura real persa, sus costumbres
y la vestimenta oriental, lo que provocó la oposición de los macedonios, como ya había
sucedido con ocasión de la conjura por la que hizo ejecutar a Filotas, hijo del general que
mandaba las tropas de Media, Parmenio, al que también mandó asesinar después.
Prosiguió la campaña conquistando las satrapías orientales del Imperio persa: Drangiana,
Aracosia y Sogdiana y en el año 327 se casó con Roxana, princesa sogdiana, impulsando
los matrimonios mixtos y adaptando diversos ceremoniales persas que le acarrearon, como
anteriormente, problemas y protestas de los macedonios, como la llamada Conjura de los
pajes, en la que, entre otros, fue condenado a muerte Calistenes, filósofo griego de Olinto,
sobrino y discípulo de Aristóteles, cronista oficial de Alejandro Magno, que cometió el
error de burlarse del fasto oriental y las para él exageradas pretensiones
de Alejandro, al que resultaron odiosas su severidad y libre franqueza.
Esta muerte, más que ninguna otra, excitó contra Alejandro la malquerencia de los
macedonios.

La expedición a La India (326-325)

Invitado por un monarca indio en lucha contra otro rey llamado Poro, inició Alejandro una
expedición a la India. Este rey, Poro, del Punjab, fue el general más capaz de todos con los
que se enfrentó Alejandro Magno. A su gran ejército unía 200 elefantes.

Batalla del río Hydaspes

En el año 326 tuvo lugar la batalla del río Hydaspes que fue la cuarta y última gran batalla
de Alejandro en Asia.
Tras vencer a Poro con grandes dificultades, le convirtió en su aliado y le confió, como
sátrapa, el gobierno de su perdido reino, al que añadió otros territorios, consciente
Alejandro de que necesitaba alguien para gobernar esta parte de sus dominios, tan apartados
de Macedonia.
A consecuencia de la batalla con Poro murió también el caballo de Alejandro, Bucéfalo,
algo más tarde, cuando estaba siendo curado de unas heridas, o tal vez porque ya tenía
treinta años. En su honor, fundó a orillas del Hydaspes una ciudad, a la que llamó
Bucefalia.
Cuando pensaba atravesar la India hasta el Océano, donde según la idea geográfica de
entonces, acababa el mundo, sus tropas se sublevaron, negándose a seguirle, sobre todo los
macedonios, y Alejandro tuvo que organizar la vuelta a Babilonia, que se hizo siguiendo
dos itinerarios:
a) Una flota que hizo construir volvió por mar, bajando el Indo, por el Mar Arábigo y el
Golfo Pérsico, al mando de Nearco un oficial macedonio, hasta Babilonia.
b) Alejandro y su ejército volvieron por tierra, a través del desierto de Gedrosía, donde
sufrió más bajas que en todas sus anteriores batallas juntas.

Batalla de
Hydaspes

Los últimos años del reinado Gobierno del Imperio y muerte de Alejandro (324-323)

Vuelto a Babilonia, Alejandro preparó la conquista de Occidente, que no pudo llevar a cabo
pues murió, posiblemente de fiebres, tras una rápida enfermedad, que sólo duró once días,
el 13 de junio del año 323, enfermedad que Plutarco y Arriano, siguiendo las Efemérides
reales nos han conservado hasta en los detalles más nimios. Sus relatos, aunque difieren
externamente, coinciden perfectamente en el fondo. Alejandro, llamado El grande por los
historiadores occidentales y El maldito para los persas, murió a los 33 años, habiendo
conquistado más tierras que ningún otro general hasta entonces y sin haber sido derrotado
nunca. Su cadáver momificado, al que se atribuían cualidades mágicas fue llevado a Egipto
por Ptolomeo y enterrado en Menfis y luego transportado a Alejandría.
Solamente, poco antes de su muerte, los presagios funestos se multiplicaron: el viento
arrebató su corona real, un loco desconocido apareció sentado en su trono, que el rey
acababa de desocupar por un momento, y también los caldeos habían recibido un oráculo
amenazador de su dios supremo.
Y así, un caluroso día de verano babilonio, Alejandro dejó de existir, dejando inconcluso un
gran proyecto del que había sido el principal arquitecto. De cómo lo había organizado y
cuáles fueron los medios con que contó hablaremos en el siguiente artículo.

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Sucesión del Imperio de Alejandro Magno


Inicio » Edad Antigua » Sucesión del Imperio de Alejandro Magno

La muerte de Alejandro Magno, acaecida, como se dijo, de forma inesperada, en Babilonia,


supuso un gran problema para sus compañeros y en general, para los que directa o
indirectamente estaban implicados en sus proyectos, así como para su familia, no sólo por
la cuestión de quien heredaría su gran poder y sus inmensos dominios sino también las
dificultades con Macedonia, Grecia e incluso Asia, que Alejandro tenía en el momento e su
muerte.
Aunque constitucionalmente existía un hermanastro, Filipo Arrideo, Roxana, la princesa
sogdiana estaba embarazada, así como la hija de Darío, Estatira, además de otros herederos,
más o menos directos, que buscaron hacerse con el poder a la muerte de Alejandro y que
poco a poco fueron desapareciendo. Es ésta una época de gran complejidad, no sólo por los
asuntos a tratar sino también por la gran cantidad de personajes que intervienen en ella y
por los problemas cronológicos que se han suscitado.

Situación a la muerte de Alejandro Magno


A la muerte de Alejandro Magno se planteó la cuestión de su sucesión, no sólo entre sus
más directos colaboradores, sino también entre sus familiares y herederos directos, que eran
los siguientes:

Los herederos directos de Alejandro


Alejandro Heracles

Hijo de Alejandro Magno y Barsine, por tanto con derechos sobre Persia y Macedonia
Asesinado hacia el 309.

Cleopatra

Hermana de Alejandro Magno, hija de Olimpia y de Filipo. Ptolomeo la solicitó en


matrimonio, hacia el año 309, y fue hecha asesinar por Antígono. En un primer momento,
de acuerdo con Olimpia, intentó reinar en Macedonia, buscando la ayuda de Leonato,
sátrapa de la Frigia Helespóntica, al que ofreció su mano, pero éste murió pronto, por lo
que la princesa perdió su oportunidad.
Filipo III Arrideo (323-317)

Hermanastro de Alejandro, hijo de Filina y Filipo II, casado con Eurídice, hija de Kynane.
Hecho asesinar, y su esposa obligada a suicidarse, por Olimpia, en el año 317.

Estatira

Esposa persa de Alejandro, hija de Darío III Codomano. Envenenada probablemente por
Roxana, celosa porque también estaba embarazada al morir Alejandro, en complicidad con
Pérdicas, al poco de morir Alejandro.

Kinane

Hija de Filipo II y Audata-Eurídice, hija o nieta de Bardilis, rey de los Ilirios viuda de
Amintas IV, que a pesar de la prohibición de Antípatro embarcó hacia Asia en compañía de
su hija Eurídice, que descendía de Amintas III por su padre y de Filipo II por su madre.
Alentaban estas princesas las ambiciones de los Teménidas, apartados del trono por Filipo
II y Alejandro. Hechas prisioneras por orden de Pérdicas, el hermano de éste, Alcetas, hizo
asesinar a Kinane, lo que causó la indignación de los macedonios, indignación que Pérdicas
trató de paliar casando a la hija de Kinane, Eurídice con Filipo III Arrideo, el hermano de
Alejandro Magno.

Olimpia

Madre de Alejandro, asesinada, en Pidna por amigos de sus víctimas y más o menos
directamente, por Casandro, el año 316.
Olimpia de Macedonia

Roxana

Cuyo nombre significa la luminosa, esposa de Alejandro, hija del jefe bactriano o sogdiano
Oxiartes y el hijo póstumo, Alejandro IV Ecos, confinados en Anfípolis, que fueron
hechos asesinar por Casandro hacia los años 311-310 a.C.

Tesalónica

Hermana de Alejandro Magno, hija de Fílipo II y Nikesípolis de Feres, casada con


Casandro, hijo de Antípatro, hecha asesinar por su hijo, también llamado Antípatro, hacia el
año 295.

Los hechos y Los Diadocos

Estos personajes, los herederos o sucesores de Alejandro, iban a ser durante los años
siguientes, hasta el año 281, los protagonistas de las dos etapas sucesivas que se han dado
en llamar, la primera, de los Diadocos, o herederos de Alejandro y la segunda, la de los
Epígonos o descendientes de los anteriores.
Los pactos de Babilonia (323) y la Guerra Lamiaca (322-321)

En un primer momento, el quiliarca Pérdicas, a quien en el momento de morir había


entregado Alejandro su anillo y otros componentes del Estado Mayor de Alejandro, fueron
partidarios de esperar el nacimiento del hijo de Roxana, que tendría por tutores a Pérdicas y
Leonato, confiando la administración de Europa a Antípatro y Crátero.
A ésto se opusieron los enemigos de Pérdicas, que fueron partidarios de dividir el poder de
ese futuro hijo de Alejandro y Roxana con Filipo III Arrideo, a pesar de sus condiciones
disminuidas, mientras que Nearco apoyaba a Estatira, mientras que otros votaban
decididamente por Pérdicas.
La crisis duró seis días terminando los enfrentamientos con los llamados Acuerdos de
Babilonia, por los que se acordó que si el hijo que tenía Roxana era varón, reinaría junto
con su tío Filipo III Arrideo, siendo Cratero, con el título de prostatés de Imperio, una
especie de tutor del rey, dada su incapacidad de gobernar, quedando Antípatro como
gobernador de Macedonia y Grecia, Seleuco a las órdenes de Pérdicas, como quiliarca,
jefe de la caballería, Meleagro, jefe de la infantería y Casandro, hijo de Antípatro, como
jefe de los hipaspistes, repartiéndose los generales, casi todos macedonios, las satrapías más
importantes de la siguiente forma.

 Ptolomeo, Egipto
 Lisimaco, Tracia.
 Antigono Monoftalmo, Gran Frigia, Licia y Panfilia (casi toda Asia Menor).
 Eúmenes de Cardia, Paflagonia y Capadocia, zonas que había que conquistar.
 Leonato, frigia Helespóntica.
Ptolomeo

Y otras, como Babilonia, Susiana, Siria, Cilicía, etc., a personajes menos importantes. La
etapa de los Diadocos duró, más o menos, cuarenta años, porque la idea de un Imperio
unitario desapareció con Alejandro. Ya al morir éste, hubo una rebelión de los soldados
griegos instalados en las colonias de Bactríana que fue sofocada por el sátrapa de Media, y
también en Grecía, tras el decreto que rodeaban la vuelta de los desterrados, en un episodio
que recibe el nombre de Guerra Lamiaca.
Exiliado Demóstenes, el caudillo de la facción democrática en Atenas era Hipérides,
formándose una alianza con Etolia y después una confederación de ciudades y pueblos
autónomos que sustituyó a la liga de Corinto.
Antipatro, desbordado por la situación, tuvo que refugiarse, esperando ayuda del sátrapa de
Frigia, en lamia. Unidos Antipatro y Crátero se enfrentaron a los coaligados en la batalla
de Cranon (en Tesalia), tras la cual, Atenas, derrotada, tuvo que aceptar las duras
condiciones que le supuso el fin de la democracia, quedando las ciudades griegas sometidas
a Macedonia.
Tras estos acontecimientos, Surgió el primer enfrentamiento entre los Diadocos, que tras la
muerte de Perdicas y Crátero, desembocó en una nueva conferencía de paz. El llamado
Pacto de Triparadisos.

El Pacto de Triparadisos (321)

Tuvo lugar esta reunión en Triparadisos, al norte de Siria, y aparentemente se siguió


manteniendo la regencia de los reyes, ya que Roxana había dado a luz un hijo varón, al que
puso el nombre de su padre, Alejandro, y se mantuvo en el poder a Filipo Arrideo,
concediéndose a Antípatro el cargo de epimeletes autocrator, cargo que llevaba consigo la
dirección material del Imperio de Alejandro, ya que se le mantenía como gobernador de
Grecia y Macedonia y custodio de los reyes. A cambio, Antígono y Casandro serían los
jefes de los ejércitos, mientras que Ptolomeo y Lisimaco quedaron al cargo de sus
respectivos gobiernos territoriales, Egipto y Tracia respectivamente, mientras Seleuco
obtenía la satrapía de Babilonia.
Dos años después, la muerte de Antípatro reactivó las luchas, en cuyo curso fueron
asesinados, en el año 317 el rey Filipo Arrideo y su esposa Eurídice, por orden de Olimpia,
ya que habían tomado el partido de Casandro, dando un golpe de Estado, revocando el
nombramiento de Poliperconte y nombrando a Casandro Strategos de Europa y a Antigono
Strategos de Asia.
Un año más tarde, en 316, Casandro, hijo de Antipatro, hizo asesinar a la reina Olimpia,
madre de Alejandro, a la que los anteriores asesinatos habían hecho impopular, aunque no
se atrevió a hacer lo mismo con el hijo de Alejandro, limitándose a mantenerlo encerrado,
con la esperanza de que los macedonios le olvidasen y tomó por esposa a Tasalónica. El
mismo año murió Eumenes, general en jefe nombrado por Poliperconte, sucesor de
Antípatro, en lucha contra Antigono, que aspiraba a monopolizar el poder. Tanto Casandro,
como Ptolomeo, Lisimaco y Seleuco se aliaron contra él.

La Guerra de los Diadocos (315 – 301)

Tras la intervención armada de Ptolomeo en Grecia, el hijo de Antigono, Demetrio I


Poliorcetes (es decir expugnador de ciudades), conquistó Atenas, llevando a cabo en ella
una amplia labor reformista.
Será en esta época, particularmente difícil, cuando son asesinados en el año 310, Roxana y
su hijo Alejandro que se habían refugiado en Anfipolis, desapareciendo así otros de los
herederos directos de Alejandro Magno.
guerra de los Diadocos

Las nuevas monarquías (306 – 305)

Tras el triunfo de Demetrio Poliorcetes en Chipre, en el año 306, todos los contendientes
fueron tomando el titulo de reyes. Asi, Antigono tomó el título de rey de Macedonia,
asociando a su hijo al trono, con la intención de formar una dinastía. Lo mismo hicieron
Ptolomeo en Egipto, Casandro, Lisimaco y Seleuco.

La Batalla de Ipso (301)

Tras nuevos enfrentamientos, Seleuco y Lisímaco vencieron a Antígono, ya un anciano de


81 años, aliado con Demetrio, en Ipso (en Frigia), pereciendo el propio Antígono en la
batalla, logrando escapar su hijo Demetrio Poliorcetes. A partir de estos acontecimientos,
nadie volvió a resucitar el viejo proyecto de rehacer el Imperio de Alejandro, formándose
cuatro reinos principales:

1. Tracia y Asia Menor para Lisimaco.


2. Macedonia y Grecia para Casandro.
3. Egipto para Ptolomeo.
4. Asia Oriental para Seleuco.

De Ipso a Curupedio (301-281)

Tras Ipso, la situación evolucionó hasta acabar por una inversión de las alianzas. Ante los
acuerdos establecidos entre Ptolomeo y lisímaco, Seleuco, cerrado por ambos lados, buscó
el apoyo de Demetrio, a quien hizo concesiones, aunque pronto se rompería el acuerdo y al
morir Casandro (año 29817), Demetrio ocupó Macedonia, pero combatido por los otros
Diadocos, cayó prisionero de Seleuco y murió en el año 283.
Sería Ptolomeo, casado con una hija de Antipatro, Euridice, el que más influyo en la caída
final de lisímaco, que fue vencido y muerto en el año 281 en Curupedio (en lidia, cerca de
Sardes, en el valle del rio Hermon), con lo que concluye la Guerra de los Diadocos.
Seleuco se tomó un tiempo para organizar la nueva administración de Asia Menor y en
agosto del año 281 se dirigió a Tracia, siendo asesinado por su protegido Ptolomeo
Cerauno, que aspiraba al trono de Macedonia. Con la muerte de Seleuco, se extingue el
último de los Diadocos.
De esta batalla de Curupedion (281 a.C.) resultaron los estados helenísticos definitivos, que
se mantuvieron hasta caer paulatinamente en poder de Roma.

División del Imperio de Alejandro Magno


El Imperio de Alejandro en Oriente quedó dividido a su muerte en una serie de partes que
podemos resumir en las seis siguientes:
1. Las monarquías mayores

Seléucidas, Ptolomeos y Antigónidas


2. Las monarquías menores

a. Reinos helenísticos de Asia Menor: Ponto, Bitinia, Paflagonia, Capadocia, Pérgamo y


Galacia (algunos de estos se formaron posteriormente).

b. Reinos greco-bactrianos o reinos helenísticos de Oriente: Bactriana, Sogdiana y


Drangiana.

c. Reino greco-indio
3. Independientemente del Imperio de Alejandro, mantuvieron su hegemonia una serie
de ciudades del norte de Asia Menor. Son las Ciudades-Estado del Ponto Euxino y el
reino del Bósforo:

a. El grupo helepóntico, especialmente Sesto, Abidos y Lámpsaco.

b. El grupo de la Propóntide, cuya cabeza era Cícico.

c. El grupo del Bósforo Tracio, Bizancio y Calcedonia.

d. El grupo de la costa meridonal.oriental del Ponto Euxino, en el que destacaban las grandes
ciudades comerciales de Heraclea, Amiso y Sinope.

e. El grupo de la costa meridional-occidental del Ponto Euxino, incluyendo Apolonia, Calatis,


Odesa, Tomi e Istro.

f. El grupo de la costa norte del Ponto Euxino y Crimea que compredía Olbia, Panticapeo y
el Quersoneso.
4.Las islas: Chipre y Rodas
5. Las ciudades jonias independientes: Éfeso, Mileto, Priene, Esmirma.
6. Las ciudades fenicias

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Organización del Imperio de Alejandro


Magno
Inicio » Edad Antigua » Organización del Imperio de Alejandro Magno

La organización del Imperio de Alejandro Magno fue delegada a distintas personas ya que
era muy extenso y de manera indirecta gobernada cada territorio conquistado.
El inmenso Imperio de Alejandro estaba basado en el plano ideológico en la idea del heróe.
La monarquía de Alejandro tenía un carácter múltiple, pues éste era, a la vez, Rey de
Macedonia, Hegemón de la Liga de Corinto. Conquistador de Asia: Rey de Reyes del
Imperio Persa además de libertador de Egipto del yugo persa y Faraón.
Alejandro mantuvo en su provecho los principios de las monarquías orientales, aceptando
con total naturalidad las características divinas como propias, criterio que difería del de los
griegos y, desde luego, de los campesinos macedonios que le acompañaban, Y murió sin
haber podido imponerles aquella concepción divina de la monarquía.

Administración del Imperio


La unión entre Macedonia, Grecia y Asia, tres mundos diferentes que formaban el Imperio
de Alejandro, se mantenía solamente por el poder del rey. Pero los contrastes que separaban
aquellas tres partes del mundo, tan diferentes y lejanas entre sí, se encuentran también en la
persona del soberano que las gobernaba, que debía conciliarlas y encontrar un principio que
uniese la tradición macedonia, la hegemonía que ejercía sobre Grecia y el derecho divino
que le constituía en señor y dueño de Oriente.
Este principio pudo ser la propia personalidad del rey Alejandro, su prestigio personal, que
no sólo fue humano sino también divino, por lo que se convirtió en un rey-dios a la manera
oriental, adoptando las diversas teorías del derecho divino de los reyes egipcios, babilonios
y persas, aunque ésto pareció inconcebible a griegos y macedoníos y sólo en su último año
de vida, Alejandro manifestó su deseo de que los griegos le rindiesen honores divinos.
Convertido, en un rey a la manera oriental, trató de introducir en su Corte el ceremonial
utilizado en la Corte del Gran Rey persa, aunque según sus biógrafos, nunca lo llevó hasta
sus últimas consecuencias
La proskynesis o genuflexiónli; no pudo imponérsela ni a los griegos ni a los macedonios.

Mapa del Imperio de Alejandro Magno

La corte

Alejandro tomó de los persas algunas dignidades y títulos. Tuvo, como el Gran Rey,
parientes cercanos a su persona, cargos que veremos se conservan en las monarquías
helenísticas. Después del motín de Opis, designó con este título a todos los macedonios. Se
atribuyó el título de benefactor a las personas que habían hecho grandes servicios al Estado.
Y algunos oficios que aparecen distribuidos entre sus generales (copera, panadero,
chambelán) parecen ser de origen persa. La institución de los Pajes del Rey era plenamente
macedónica.
El gobierno central

Este complejo Imperio se regía por unos principios centralizados en la persona del propio
Alejandro, ayudado por sus colaboradores más directos de la siguiente forma:

1. Todos los asuntos importantes eran decididos por Alejandro y su Consejo de los Diez
Guardias de Corps, que no eran solamente una especie de Estado Mayor sino una especie
de Consejo de Ministros. Más tarde, se separaron las funciones civiles y las militares, y se
constituyeron, junto a los somatophilakos (jefes de servicios inspectores y enviados
extraordinarios), verdaderos departamentos ministeriales, aunque alrededor de Alejandro
todo conservaba un carácter plenamente militarl. Aparte existían también funcionarios
puramente civiles.
2. El protosecretario del rey o archigrammateus. Eumenes de Cardia cuyo padre había servido
también a las órdenes de Filipo II. A él debemos el diario oficial publicado con el título de
Efemérides Reales. Entre sus funciones están, además de llevar el diario de la Corte, el llevar
toda la correspondencia del monarca, por lo que estaba al frente de la Cancillería Real,
dirigiendo también el Servicio de información y la diplomacia. Era también Jefe Supremo de
Justicia.
3. El Guardián del Tesoro, cargo confiado por Alejandro a su amigo Harpalo, príncipe de
Helimiotis, inútil para el servicio de las armas por sus enfermedades. Fue un verdadero
Ministro de Hacienda desde el año 336, hasta que en el año 325 huyó de Babilonia a Grecia.
traicionando la confianza de su jefe. El Tesoro Real tuvo tres sedes. En primer lugar estuvo
en Susa, luego pasó a Ecbatana y más tarde terminó en Babilonia.
4. El Jefe de los Quiliarcas, cargo tomado de Per-sia en los últimos años del reinado de
Alejandro. En este país era el oficial que mandaba la guardia personal del rey persa,
compuesta de mil soldados escogidos, los Inmortales.

El ejército
A principios del año 334. Alejandro partió de la ciudad macedonia de Anfípolis, en la
desembocadura del río Estrimón con un ejército de 30.000 hombres de infantería y unos
4.500 jinetes, quedando en Europa, a las órdenes de Antípatro, a quien nombró gobernador
de Grecia, un total de 12.000 infantes y 1.500 jinetes. Embarcaron unas tres semanas
después en el puerto de Sestos y pasaron los Dardanelos en 160 trirremes y casi 400 barcos
de carga.
Cuando se unieron con la retaguardia, enviada casi dos años antes por Filipo II, se
reunieron unos 43.000 soldados de infantería y 6.100 caballeros más unos 800 exploradores
a caballo. En total, unos 50.000 combatientes, de los que la mayor parte eran macedonios.
Los pezetairoi o falangistas formaban la infantería de línea. Cubiertos, igual que los
hoplitas, de una fuerte armadura defensiva compuesta de casco, grebas, escudo pequeño y
posiblemente también, coraza guarnecida de metal, tenían por arma ofensiva una espada,
pero sobre todo la sarissa, larga y sólida pica con la cual formaban los conjuntos unidos
una erizada línea de batalla. En época de Alejandro, dichas picas variaban su longitud
dependiendo de la fila que ocupaba el soldado que las llevaba, pues se quería que todas o
casi todas las puntas sobrepasaran la línea del frente. La más larga, que se sostenía con dos
manos, debió tener una longitud de unos cinco metros y medio hasta siete.
El ejército de Alejandro era especialmente eficaz gracias a la equilibrada combinación de
sus distintas armas. Una gran parte de la responsabilidad quedaba en manos de los
arqueros cretenses, los macedoníos provistos de armamento ligero y los tracios y agríanos
equipados con jabalinas. Pero la fuerza de choque era la caballería y en el caso de que la
carga de ésta dejara indecisa la batalla, de la falange de infantería o pezetairoi, los 3.000
hypaspistai provistos de grandes escudos y de los batallones reales. Este ejército marchaba
también acompañado de un gran número de topógrafos, ingenieros, arquitectos, científicos
que le proporcionaban numerosas y potentes máquinas de guerra, más funcionarios de la
corte e historiadores y cronistas oficiales, además de quienes les procuraban acomodo,
comida, servicio y diversión.
El primer acto del joven rey, antes de desembarcar en Koum Kale, en Asia Menor, cerca
del cabo Sigeion, no lejos de Troya, fue lanzar su lanza, clavarla en el suelo y saltando a
tierra declaró a Asia conquistada por la lanza.

Sarissa Macedonia

Estructura de la caballería macedonia

Entre los numerosos efectivos del ejército de Alejandro destacó la caballería.


La caballería macedonia se componía de diversos elementos:
a) De 8 escuadrones de Compañeros del rey, hetairoi, antigua guardia noble del jefe de
guerra. Cada escuadrón tenía 225 caballos. Durante el reinado de Filipo, la caballería era la
fuerza de elite de Macedonia, cuyos caballos macedónicos y tesalios eran seleccionados y
adiestrados con gran cuidado. Bucéfalo el caballo de Alejandro Magno, era tesalio.
El primero de los ocho escuadrones, el más noble, mandado por Klito el Negro, servía de
guardia personal al Soberano y era el que atacaba en primer lugar, llevando el nombre de
agema, jefe de filas.
b) La caballería ligera estaba compuesta por 5 escuadrones de lanceros, de los cuales 4 eran
macedonios y tracios y el quinto de la tribu de los Peonios.
c) Entre los años 330-328 se crearon cuerpos de arqueros montados y de lanceros con
jabalinas a caballo, imitación de los orientales. La función de esta caballería era atacar los
flancos del adversario y dispersarlo.

La falange macedonia

Esta unidad se distinguía, sobre todo, por su espíritu de cuerpo. Estaba formada por 6
escuadrones y constituía una milicia nacional con un gran espíritu de devoción por la
persona del rey.
Sin coraza ni gran escudo, su única arma era la sarissa, larga lanza de cerca de 7 metros
según Polibio. Se formaba la falange de 150 hombres en 8 filas de profundidad, siendo la
lanza de los que iban en primera fila un poco más corta. Les dirigían el lokhagos y los jefes
de filas. Ésta es, más o menos, la formación de la falange clásica, que a lo largo de las
campañas de Alejandro, como después de la campaña de la India, sufrió algunas
modificaciones.

Falange Macedonia

Cuerpos auxiliares y mercenarios

Los aliados y mercenarios del ejército de Alejandro eran, al principio, unos 12.000,
constituidos por hoplitas de pesados escudos, y los peltastas con escudos pequeños. Había
también tres batallones, cada uno de 1.000 hombres, llamados Guardias de corps o
hypaspistes, reclutados personalmente por el rey entre los hombres libres de Macedonia.
Tras la batalla de Issos, por su magnífico comportamiento, Alejandro hizo cubrir de oro sus
escudos, por lo que se les llamó los Argyraspides Eran la guardia de a pie del rey, como la
Agema lo era a caballo. Se menciona también en las fuentes a los arqueros cretenses, que
luchaban a pie, pero desde que el rey tuvo contacto con los arqueros montados de Sogdiana
y Partia, se creó también un cuerpo de arqueros a caballo en el ejército macedonio, donde
los honderos estaban también presentes. Los mejores venían de Rodas.
Entre los cuerpos auxiliares de este ejército bien organizado no hay que olvidar la
existencia de contingentes especiales dedicados a las máquinas de guerra, a su transporte y
conservación, así como un verdadero equipo de inventores, ingenieros y mecánicos, una de
las grandes innovaciones del ejército macedónico.
A todos éstos hay que añadir, los cuerpos auxiliares de artesanos, cerrajeros. carpinteros,
herreros y la intendencia, el transporte y el correo, etc. Sus familias, artistas e intelectuales,
como Calistenes de Olinto, Anaxarco de Abdera, Onesícrito de Astifalea, y una serie de
zoólogos, botánicos, geólogos y médicos como Filipo de Acarnania, que estudiaban las
diferentes especies de minerales y vegetales que se iban descubriendo, que enviaban a la
escuela de Aristóteles.

Los grandes generales de Alejandro

Tras la muerte de Alejandro, pasan a ocupar un primer plano en la Historia, señalaremos


sobre todo a tres: Parmenión. Crátero y Hefastión.

Parmenión

Parmenion
Hijo de Filotas, pertenecía a la antigua nobleza macedonia y fue elevándose paulatinamente
en los diferentes grados de la jerarquía militar del ejército macedonio.
Era algo mayor que Filipo, del que fue compañero. amigo y consejero en Iliria, Tracia y la
península Calcídica, ayudando al rey a organizar su infantería.
Hacia el año 340, una de las hijas de Parmenión se casó con Atalo, tío de Cleopatra,
segunda esposa de Filipo desde el año 337, con lo que creció el odio de la reina repudiada.
Olimpia, contra Parmenión y sus tres hijos: Filotas, Nicanor y Héctor.
Escapando de la venganza de Olimpia, tras el asesinato de Filipo, Parmenión organizó en
pocos meses la concentración de fuerzas navales y terrestres de Macedonia y la Liga de
Corinto en Anfípolis y mandó el ala izquierda de la caballería tesalía en la batalla del río
Gránico.
Participó en los asedios de Mileto y Halicarnaso y en la batalla de Issos, mandando todo el
ala izquierda de la armada aliada y fue el encargado de apoderarse del campamento del rey
persa, del botín y de su familia. La buena fortuna le trajo la admiración y el respeto pero
también la envidia, y toda su familia fue implicada en un complot en octubre del año 330,
siendo él mismo ejecutado, a traición, en Ecbátana, a los setenta

Crátero

Hijo de un noble macedonio de la tribu de Orestis, nació hacia el año 360. Sus primeras
actuaciones en el ejército macedonio fueron a las órdenes de Parmenión, en la batalla de
Issos (año 333). Crátero fue una especie de vicealmirante de la flota, que participó
activamente en la toma de la ciudad fenicia de Tiro (año 332) y en la batalla de Gaugamela
(año 331), mandó la caballería del Peloponeso y los escuadrones locrios, aqueos y malios.
Con ocasión de las bodas multitudinarias de Susa, celebradas en la primavera del año 324.
Cratero se caso con una sobrina de Darío III llamada Amastrina y fue el encargado de
conducir a diez mil veteranos macedonios a su patria y reemplazar al regente Antípatro.
A la muerte de Alejandro, sólo obtuvo el título de protector de Filipo III. Contrajo
matrimonio con Phila, hija de Antípatro. Crátero murió el año 321 en una batalla contra el
rey Eumenes de Cardia.

Hefastion o Hefestion

Era hijo de Amintas de Pella. Había crecido con Alejandro, del que fue amigo y confidente
desde su infancia, además de posible amante.
Formó parte del escuadrón de caballeros armados o hetairoi y fue comandante de uno de
los ocho escuadrones de la caballería real. En la batalla de Issos era uno de los siete
oficiales superiores del ejército y el encargado de acoger a la familia de Darío III.
Dirigió gran cantidad de expediciones en Sogdiana, Bactriana e India, contribuyendo a
fundar numerosas ciudades. En las bodas de Susa se casó con Drypetis, una de las hijas del
rey persa. Acumuló gran cantidad de cargos y honores: Hiparco (jefe de la caballería de los
Compañeros de Alejandro), Quiliarca (Jefe de los Mil de la corte persa o Gran Visir),
siendo el primero después del rey.
Murió en Ecbátana después de una serie de excesos (al parecer bebió más de diez litros de
vino seguidos), el 10 de noviembre del año 324 y fue incinerado en Babilonia, recibiendo
honores casi divinos. Menos de tres meses después moría el rey Alejandro.
Estaban, además, entre los generales de Alejandro. Ptolomeo, Pérdicas, Antígono el
Cíclope y Seleuco, a los que veremos disputarse el dominio de los territorios conseguidos
por Alejandro.

Hefastion

La administración de los territorios


El imperio de Alejandro no tuvo una verdadera capital, y Babilonia sólo fue una capital
teórica. En un principio, todos los territorios conquistados dependieron directamente del
rey pero más tarde, debido a las circunstancias y a la magnitud de las conquistas, se
produjeron una gran variedad de situaciones, derivadas, en parte, de la fuerte disparidad de
las diferentes regiones que formaban el Imperio Aqueménida. Se pueden distinguir varias
formas de gobierno: Las regiones administradas por los sátrapas reales, los gobernaba de
una forma indirecta, las ciudades autónomas. Egipto, que conservó al principio una mayor
autonomía, el caso particular de las ciudades griegas, territorios de iure fuera de la esfera de
influencia de los sátrapas, como Chipre y Cirene, que sólo tuvieron con Alejandro tratados
de alianza y que, naturalmente, no fueron incluidos en los repartos que siguieron a su
muerte.
Alejandro conservó las satrapías o distribuciones administrativas del Imperio Persa, aunque
las treinta divisiones administrativas de Alejandro, con las cuales se esforzó en proveer de
sátrapas, sólo cubren en parte el espacio imperial de Darío III.

1. En Asia Menor se suceden varios casos. En algunos territorios se limitó a sustituir al sátrapa
persa por el sátrapa macedonio, elegido, por lo general, entre los hetairoi aunque vigilados
por fieles macedonios.
Cuando el que gobernaba un territorio no era persa, sino que se trataba de un noble local,
sometido a Persia. Alejandro se presentaba como liberador del yugo persa y lo mantenía en
el poder, ejerciendo Alejandro un dominio indirecto. Tal fue el caso de la reina Ada de Caria,
por la que se hizo adoptar en el año 334, y continuó reinando, nombrada sátrapa de todos
sus dominios, hasta su muerte, aunque, al parecer, vigilada estrechamente por Asandros,
sátrapa de Lidia. También pueden considerarse gobernadas indirectamente Capadocia,
Armenia, Paflagonia y Bitinia.
Utilizó Alejandro asimismo a algunos asiáticos, como a Sabictas, que fue Gobernador
delegado en Capadocia.
2. En Siria, separada de Fenicia en el año 329, nombró sátrapas macedonios.
3. Las ciudades fenicias sometidas voluntariamente, conservaron su autonomía. Tiro y Gaza,
que se habían opuesto a Alejandro, quedaron sojuzgadas, convirtiéndose en plazas fuertes
macedonias.
4. En Babilonia y las regiones más orientales, como Susiana, Media, Persia, Hircania, Partía,
Aria, Drangiana, Sogdiana, Bactriana y Carmania, conservó su sátrapa persa, aunque tras la
rebelión de Satibarzanes en Aria puso a macedonios de su confianza al frente, sobre todo
en las regiones fronterizas.
5. En el gobierno de la India se distinguen varias diferencias entre la parte oriental y la
occidental y sur.
6. En Aracosia y Gedrosía hubo gobernadores macedonios en un principio, y después fueron
unidas en una sola satrapía, bajo la autoridad de Siburtios.

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Imperio Medo o Media
Inicio » Edad Antigua » Imperio Medo o Media

La primera mención del Imperio Medo y los persas tiene lugar en las campañas de
Salmanasar III (hacia 844 a. C.) cuando entran en conflicto con los asirios, antes del
período más brillante de la civilización en el Luristán. La región entre Elam y el lago de
Urmia comprendía cuatro regiones principales:

 Ellipi.
 El Zamua o país de los lullubi, guti y casitas.
 El País de los mannai o medos: Al sur y sudeste del lago de Urmia.
 Parsua: País de los persas. Al oeste del lago de Urmia.

A la muerte de Salmanasar III de Asiria, los pueblos subyugados recobraron la libertad y


las regiones orientales se hicieron autónomas, excepto Parsua, que fue ocupada por una
nueva potencia, Urartu, establecida sobre las ruinas de Hurri en las montañas de Armenia.
Su potencia se mantendrá, sobre todo, cuando el período asirio comience a declinar.
A finales del siglo VIII a.C. antes de la muerte de Sargón II de Asiria, aparecieron en Irán
los pueblos cimerios y escitas que divididos en dos bandas, se lanzaron hacia el sur y las
fuentes asirias revelan las preocupaciones que tanto éstos como los medos producían.
Mapa del Imperio Medo

Dejoces (728-675), hijo de Fraortes, era un afamado juez medo al que sus contemporáneos
sometían sus litigios y por ello abandonó sus negocios. Hubo de preocuparse nuevamente
de ellos en detrimento de la seguridad y tranquilidad de sus ciudadanos, por lo que éstos
decidieron nombrarle rey.
El rey eligió una guardia personal y estableció su capital en Hamadari, la Ecbátana de los
griegos, de la que no es fundador; pero que con él comenzó a adquirir importancia. A su
alrededor organizó a los diferentes clanes, urbanizó y embelleció la ciudad y la rodeó de
murallas (siete en total) de colores, a imitación de las dos de los babilonios (para los que los
colores simbolizaban los planetas), pero para los medos sólo eran una copia artística.
Instituyó también una etiqueta de Corte, quedando prohibido mirar al rey cara a cara. Le
sucedió su hijo Fraortes (675-653), que llevó el mismo nombre que su abuelo. Intentó
agrupar a medos, escitas y manneos y sometió a los persas, que se habían extendido hasta el
nordeste de Susa.
Tras un período de dominación escita del Irán, que Heródoto cifra en veintiocho años,
Ciaxares (653-585), hacia el año 625 a. C. restableció la situación. Invitó a los principales
generales escitas a un banquete, les embriagó y les mandó matar. Construyó un ejército a la
manera asiria, del que lo más importante fue su caballería, ya que los medos eran
excelentes criadores de caballos.
Este rey engrandeció su reino. Sitió Nínive y dio a su hija Amytis como esposa a
Nabucodonosor, hijo del rey Nabopalasar de Babilonia, conquistando poco después Nínive
con ayuda de los babilonios (año 612) y luego Harrán (610 a. C.). repartiéndose con
Babilonia los territorios del hundido imperio asirio.
a) Babilonia se apoderó del territorio de Asur y Elam. de la Alta Mesopotamia y heredó
sus pretensiones sobre Siria y Palestina (en poder de Egipto, que había ayudado a Asiria
contra sus destructores finales y sacó provecho de su ruina)
b) Los Medos se atribuyeron lo que había sido el reino de Urartu, donde los armenios
recién llegados serán tributarios de los medos y de las provincias asirias en Asia Menor,
deteniéndose en el río Halys (en el centro de Anatolia, cuna del desaparecido Imperio
Hitita), hasta donde se extendía el poderoso reino minorasiático de Lidia, gobernado por
Alyates. de la dinastía de los Mermnadas.
El rey Astiaqes (584-550) sucedió en Persia a Ciaxares. Su reinado fue pacífico y largo.
Introdujo costumbres asirias en su reino, como los largos vestidos de púrpura adornados
con lujosos y largos collares. Su hija Mandana se casó con Cambises, rey de los persas y el
hijo de ambos. Ciro II. destronó a su abuelo, unificando el país y gobernando sobre medos
y persas. De su antecesor Aquemenes. su imperio recibe el nombre de Aqueménida.

Escalera del Templo Apadana

La religión de los Medos


El Imperio Medo y las poblaciones del Irán occidental tenían cuatro religiones: la del
pueblo asiánico autóctono, la de los magos, de origen ario, la de los reyes medos y el
zoroastrismo.
La religión del pueblo asiánico autóctono era naturalista, no conocía a un dios universal.
Adoraba cuatro elementos: La luz (del sol y la luna), el agua, la tierra y el viento y hacían
sacriíficios de animales.
La religión de los magos pertenecían a una tribu indoirania meda, que era la tribu
sacerdotal (como los levitas en Israel), teniendo además algunas atribuciones políticas.
Conservaron, hasta la redacción del Avesta, una multitud de creencias y tradiciones arias.
La religión real era la de los reyes medos, que hacían de los Ahura o Señores los
protectores de la dinastía y del país.
La religión de Zoroastro, predicada por el reformador y profeta medo de este nombre,
ponía en lo más alto del universo a Ahura-Mazda o Señor Sabio, el más grande de todos
los dioses.
La reforma religiosa de Zoroastro o Mazdeísmo zoroástrico fue la religión real, reformada
por Zoroastro.
Su doctrina está contenida en el Avesta, redactado sólo en el siglo III a.C. y decretado libro
canónico en el siglo IV d.C. Zoroastro era un profeta (siglo VII a.C) al que se le apareció
Ahura-Mazda después de un retiro de diez años revelándole una ley moral y una práctica
religiosa muy dura, para que la enseñase entre los medos.
A los 40 años, por mandato de dios, predicó su religión en la corte del rey de Bactriana. Sus
éxitos le ganaron numerosos enemigos, sobre todo entre los sacerdotes y los nobles, y fue
asesinado en el curso de un combate (hacia el año 583 a. C.).

Ahura Mazda
Aspecto religioso de la reforma de Zoroastro

El antiguo dios medo-persa Ahura, llamado también Ormuz, será el Señor Sabio por
excelencia o Ahura-Mazda.
Era el dios supremo y creador, dios de la bondad, sabiduría, belleza, luz, pureza y verdad.
Dador de todos los bienes, sobre todo la vida y la inmortalidad. Su símbolo es el fuego. La
enseñanza de Zoroastro se basaba en la existencia de un dualismo: Dos principios siempre
en lucha:
a) El principio bien-luz y las fuerzas del cielo están representadas por Ahura-Mazda.
b) El principio mal-tinieblas y las fuerzas del infierno están representadas por Ah-riman.
Este dualismo evolucionó hacia un politeísmo jerarquizado e hizo un gran progreso hacia el
dios único. Penetró con sus ideas en el judaismo y el cristianismo.
Ahura-Mazda dirigía el consejo de seis semídíoses, Los Santos inmortales (que anuncian
los futuros arcángeles cristianos: Miguel. Rafael y Gabriel) y las fuerzas del bien, millares
de dioses inferiores o genios que personificaban las fuerzas del bien, como la Luna, el Sol,
estrellas, tierra, fuego, aire, agua, verdad, justicia, paz. Las fuerzas celestes estaban
mandadas por Ahura-Mazda; las terrestres, por Zoroastro.
Ahriman dirigía las fuerzas del mal: Los pecados y las enfermedades. Las ceremonias
podían conjurar el poder de las fuerzas del mal. El alma es inmortal para esta doctrina y
juzgada tras la muerte por tres jueces; si fue mala, irá al infierno, si es buena, al cielo y si
fue regular, al purgatorio.
Esta religión se prohiben los sacrificios animales y su doctrina tiene un valor moral y de
justicia social ya que los buenos serán recompensados y los malos castigados.

Aspecto político del Zoroastrismo

La doctrina de Zoroastro, evolucionó según las distintas épocas históricas. Los reyes
medos, sin adoptar oficialmente la doctrina, buscaron emplear el ardor de la joven secta al
servicio de su política. El monoteísmo zoroastrico, que es un monarquismo divino, encajó
perfectamente con el imperialismo de la monarquía meda.
Bajo los Sasánidas (226-652 d.C) se convirtió por fin en la religión oficial del Imperio
persa, hasta que el islamismo puso fin al zoroastrismo oficial.

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Religión Fenicia
Inicio » Edad Antigua » Religión Fenicia

Las fuentes sobre la religión fenicia son múltiples y provienen de varias ciudades. Existen
dos grandes grupos de datos para el estudio de la religión fenicia:
Los extraídos de los textos de Ugarit. Estos nos informan sobre los poemas épico-
mitológicos que precedieron a la época fenicia. La religión ugarítica se define como oeste-
semítica, como cananea y debió influir notablemente en los demás pueblos semitas en la
época de transición del Bronce al Hierro.
La segunda fuente importante que revela la vida religiosa fenicia, la constituyen los
trabajos de Sancuniatione, sacerdote fenicio de la ciudad de Beritus, que en torno al siglo
XII a. C. expuso en sus escritos la concepción fenicia sobre la creación del mundo.
El problema de estos dos grandes grupos de datos es que dan dos visiones de la religión
muy diferentes, ya que corresponden a épocas muy alejadas cronológicamente.
El material para la reconstrucción de la religiosidad fenicia es abundante en apariencia
pero, en realidad, limitado. Hay información de nombres y conceptos de divinidades, pero
apenas se conocen las formas de culto, oración, templos y mitología. Considerando que
fueron los fenicios el puente entre Oriente y Occidente, está claro que Fenicia fue el origen
del Panteón de Cartago y que a través de Cartago, pasaron las ideas religiosas orientales a
Occidente.
Como característica primordial, en el panorama religioso fenicio, destaca su falta de
homogeneidad, posiblemente debido a las numerosas aportaciones e influencia de las
culturas africanas y orientales (Egipto, Libia y Mesopotamia).
Templo de los Obeliscos en Biblos

Las divinidades
El fraccionamiento geográfico y político de Fenicia se refleja en su religión, en la que se
encuentran como características esenciales:

 La continuidad de elementos, que provienen ya de períodos históricos primitivos.


 La gran difusión de los nombres de las divinidades y sus funciones, que se atribuyen a cada
dios, según el culto que recibe en cada ciudad.

Biblos
La primera gran ciudad fenicia fue Biblos conocida ya en el III Milenio a. C. Del II Milenio
se conoce el templo de Rashap (Reshep en pronunciación hebraica), también llamado
Templo de los Obeliscos porque en su patio se encuentran numerosos obeliscos. La gran
diosa de Biblos era la Ba’ala. Gubal, nombre que significa Señora de Biblos. Era la diosa
principal de la ciudad. Se la identificó con la Inanna de los sumerios, la Ishtar de
Babilonia y Asiria y la Isis egipcia. Su nombre estaba presente en Ugarit y en cananeo
recibía el título de la misericordiosa.
Su misión preeminente en Biblos era la de diosa de la fertilidad de la tierra o de la
agricultura y, finalmente, de la fertilidad humana.
Las plegarias a la Ba’alat Gubal de los reyes de Biblos se repetían continuamente. Su
iconografía tiene una gran similitud con la Hathor-Isis egipcia.
A veces al culto de la Ba’alat Gubal se le asociaba un Ba’al. En las inscripciones del siglo
X a. C. una sola vez se le asocia a Ba’al Shamen, Señor de los Cielos y a la Asamblea de
los Santos dioses de Biblos.
Por lo demás, no se puede mantener con la documentación que poseemos, que en Biblos se
adorase a una triada compuesta por El o Ba al Shamen, la Ba’alat de Biblos y un joven dios
que sería Adonis ni hablar sistemáticamente de triadas adoradas en las ciudades fenicias
aunque, esporádicamente, existan en alguna de ellas.

Sidón

Pendiente de Astarte

La diosa femenina de Sidón es Ashtart (Astarté), que habitaba en esta ciudad con sus
sacerdotes, en un templo y era honrada por sus reyes, que se califican en su titulatura real
como sacerdotes y sacerdotisas de la diosa. Astarté es una diosa paralela a la Ba’alat de
Biblos. También era diosa de la fecundidad y se identificará posteriormente con la Afrodita
griega.
La gran divinidad de Sidón fue Eshmun, que a diferencia de los dioses anteriores, no se
conocía antes. Es citado en el siglo VI a.C. por primera vez. Siempre se le denomina
Príncipe Santo (como se le menciona por primera vez en el tratado entre Asarhaddon de
Asiria y de la ciudad de Tiro, para la construcción de un templo).
También su identificación es incierta. Puede ser una especie de Asclepio y también está
relacionado con el ciclo natural de la vida y la muerte, aunque su función principal parece
ser la de dios sanador.
Tiro
Tenemos pocas noticias sobre los cultos en Tiro. Milkart o Melkart era el dios principal
de la ciudad, la etimología de su nombre significa Rey de la ciudad.
En una inscripción votiva bilingüe greco-fenicia de Malta se le llama Ba’al Sor o Señor de
Tiro y en el texto griego de una inscripción Heracles Arkhégètés. Su carácter y funciones
son análogas a las de Adonis y Eshmun. Incluso está comprobada una festividad en Tiro
cuando tiene lugar la resurrección del dios, en primavera.
La importancia de Melkart fue tal que el mismo Alejandro Magno fue a sacrificar a su
templo.
Melkart comparten los cultos en Tiro con la diosa Astarté, Anat, Eshmun y también se
citan como adorados en esta ciudad varias formas de Ba’al como Ba’al shamen (Señor de
ios cielos) y Ba’al Sapon Señor del monte Sapon, montaña sagrada que se cita en los
textos de Ugarit.
En la época de la expansión fenicia, este pueblo tomó elementos religiosos de las culturas
con las que entró en contacto, al tiempo que se extendía el culto a los dioses fenicios.
Finalmente, se dará culto en todo el mundo clásico a los mismos dioses, aunque con
diferentes nombres.

Melkart

Templos y santuarios
Los más antiguos lugares de culto fenicios se encuentran en Biblos y Ugarit fechados en el
Bronce Medio y son de tres clases: Recintos cerrados, capillas al aire libre y los lugares
altos, bamah o altares sobre las montañas, de los que el Antiguo Testamento hace
numerosas menciones y a veces se representan en las monedas fenicias.
Así. una moneda de Biblos del siglo III d.C. representa un obelisco piramidal encerrado en
un cercado. En Occidente, los templos en cambio solían ubicarse a veces en tierra llana,
junto a los puertos y también en montes.
El tophet, ya de época púnica, era el recinto de los sacrificios humanos. El más conocido es
el de Tanit, en la colina de Salambó (Cartago), donde se han encontrado numerosas urnas
con restos de niños quemados, de edades de hasta los doce años, pero los más abundantes
corresponden a menores de dos años, y fetos (aunque existen muchas teorías sobre este tipo
de sacrificio, llamado molk).
Aunque estos sacrificios humanos se practicaron en la religión fenicia, pronto se tendió a
sustituir a los niños por corderos, como refleja el Antiguo Testamento en el sacrificio de
Isaac. En época cartaginesa, parece ser que se reservaron estos sacrificios para ocasiones
especialmente peligrosas para la ciudad, en las que se necesitaba una mayor protección de
los dioses.
Eissfeld ha demostrado que el nombre de Moloch, terrible divinidad púnica, a la que se
ofrecían niños para ser quemados, viene de una mala lectura de la palabra
MOLCHOMOR, que es el nombre del sacrificio molk seguido del de cordero, por lo que
dicha palabra molchomor significa sacrificio del cordero. Los sacerdotes se sucedían en
varias generaciones de la misma familia, lo mismo que las sacerdotisas. Pertenecían
también al servicio del culto los escribas, los músicos, los barberos sagrados y los
muchachos y las muchachas que ejercía la prostitución sagrada como ofrenda religiosa a
estas divinidades de la fecundidad, en las mismas dependencias del templo.

Templo de Bel
Costumbres funerarias

La inhumación era la más corriente de las formas de enterramiento, sobre todo en la época
más antigua, la incineración es utilizada, aproximadamente, desde el siglo XVIII hasta el
XII a.C. como vemos en Moyta, donde las tumbas más antiguas, que corresponden ya a este
periodo, son de incineración. La mayoría son tumbas de pozo excavadas en la roca. En
suelos no rocosos las tumbas están excavada en la tierra.
También utilizaban los fenicios, sarcófagos antropoides, de una pieza aunque otras veces
eran de varias. Los sarcófagos decorados indican una burguesía adinerada. En las tumbas se
depositaba un ajuar funerario (son más ricas las tumbas más antiguas) con cerámica, vasos
metálicos con alimentos y bebidas y pequeños recipientes de madera, marfil, vidrio,
perfumes, cosméticos, peines, cucharillas, navajas etc.
También hay en las tumbas, joyas, agujas, vasos biberón y huevos de avestruz, decorados y
pintados estos últimos de ocre por dentro, tal vez como símbolo de vida o renacimiento, por
ser el rojo el color de la sangre y por tanto, de la vida.

Ataud de la epoca fenicia encontrada en Tutugi

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Expansión y colonización fenicia
Inicio » Edad Antigua » Expansión y colonización fenicia

Fenicia se abrió camino por el único paso que le había permitido la Naturaleza: el mar. Las
primeras relaciones comerciales fenicias fueron con Egipto, conocidas desde muy antiguo.
Según Vandersleyen los hicsos eran cananeos (es decir, fenicios o sus antecesores) y la
dinastía XV era fenicia se intensificaron extraordinariamente a partir de la XXII Dinastía
(945-715 a. C.).
La expansión ultramarina quizá sea, junto con el alfabeto, la nota más sobresaliente de esta
civilización.
En la misma mitología griega hay muchas leyendas referentes a la expansión fenicia que
pasaron a Roma (como la leyenda del mítico Cadmo que llevó a Beoda a un grupo de
fenicios).
Esta expansión se conoce a través de los restos arqueológicos, la mitología y los cultos y las
pruebas filológicas y los topónimos.
Los restos arqueológicos son principalmente objetos de comercio y sobre todo, cerámica.
La cerámica fenicia tiene especiales características muy conocidas: Son ánforas y vasos de
boca saliente (clásica boca de seta) cuello carenado y posee un brillante barniz o engobe
rojo.
También son conocidos documentos epigráficos fenicios, la mitología y los cultos, que se
extendieron en sus viajes, sobre todo el culto a la diosa Astarté.
Las pruebas filológicas y toponímicas son los nombres semíticos que permanecieron en los
lugares de expansión y sobre todo la llegada y utilización de su alfabeto.
Se sabe que desde fechas muy antiguas (Gades fue fundada en torno al 1100 según la
cronología tradicional) los fenicios iniciaron su expansión hacia Occidente, tal vez
buscando minas de estaño y comenzaron a fundar factorías en las costas del Mediterráneo
para comerciar con los indígenas. Ultimamente se admiten la existencia de las
navegaciones pre-fenicias durante el II milenio en el Mediterráneo.
Desde el primer momento, fue Tiro la ciudad que con más entusiasmo se lanzó a la
aventura viajera y colonizadora. El resto de las ciudades fenicias tuvo un papel más
secundario en Occidente.

Rutas Comerciales de los Fenicios

Sin duda, las relaciones comerciales y el asentamiento de establecimientos fenicios se


iniciaron antes en lugares vecinos a las ciudades fenicias con los que existiría ya un
tradicional intercambio comercial. Después se extendieron por todo el Mediterráneo:

Mediterráneo Oriental
Se establecieron en Chipre. Egipto. Asia Menor. Palestina y el Egeo.
Con Chipre (productora de cobre, como su nombre Ciprus indica) a menos de 100 km. de
la costa de Ugarit (Ras-Shamra) las relaciones comerciales empezarían en época muy
temprana. Se encuentran restos (cilindros-sello, cerámica y otros objetos) con caracteres
que indican ya una mezcla de estilos fenicio e indígena fechados en torno a los siglos XV y
XVI a. C. lo que indica que el contacto fenicio era ya muy anterior. Las relaciones de
Fenicia con otros pueblos se realizaron con frecuencia a través de esta isla, en la que Kition
sería el centro más importante.
En Egipto es muy conocida la colonia fenicia de Menfis, cuya antigüedad no ha sido aún
bien establecida y que debió centralizar las transacciones comerciales de los fenicios con
Egipto en metales y manufacturas egipcias principalmente. En ella se fundó un templo a la
diosa Astarté. También la presencia fenicia en el Delta del Nilo.
En Asia Menor se establecieron, sobre todo en la costa sur (Cilicia), aunque debieron
existir establecimientos-relevo. Además de la mitología, no hay noticias seguras de la
colonización fenicia en la zona. Sólo existen documentos bilingües fenicio-hititas del siglo
VII a. C. que indican la existencia de un comercio.

Moneda Fenicia

En Palestina Meridional, la cerámica fenicia de color rojo bruñido, fechada en torno a los
siglos IX-VIII a. C. atestigua presencia fenicia en Gaza.
En el Egeo, la civilización fenicia se desarrolló en diferentes lugares:
En Rodas, la influencia fenicia sucedió a la micénica. Los mitos se refieren a un Falas o
Falanto (nombre griego primitivo) que condujo allí a los fenicios de la guerra de Troya.
Hacia el siglo VI predomina la influencia griega y cualquier esfuerzo colonial fenicio debió
haber cesado totalmente.
Los principales centros fueron lalysos y Cameiros, en la costa norte.
En Creta y la que era el centro difusor desde que los egeos llevaron a las costas fenicias la
colonización micénica, por lo que recibiría de buen grado a sus sucesores mercantiles, los
fenicios.
Itannos se considera tradicionalmente fundación fenicia. No hay noticias de una verdadera
colonia, pero sí se han encontrado objetos de los siglos IX-VIII a. C. que atestiguan un
comercio o artistas fenicios, de los que especialmente su metalurgia se convirtió en un
objeto de lujo que los hacia bienvenidos.

En el Mediterráneo Central y Occidental


Destacan asentamientos en Italia, norte de África, la Península Ibérica y las Islas Baleares.
Italia

Los fenicios se establecieron en la costa este de Sicilia, antes de la llegada de los griegos.
Es decir, antes del siglo VIII a. C.
En la zona occidental de la isla fundaron Motya, Panormo (Palermo) y Soloeis
(Selinunte).
Existieron emporios fenicios en Siracusa y Thapsos y luego se retiraron hacia Panormo
antes del siglo VIII a. C.
Igualmente, los fenicios se establecieron en las islas de Malta. Pantellaria y Cerdeña donde
fundaron importantes establecimientos como Caralis (Caller), Nora, Bithia, Tharros y
Sulcis (los etruscos evitaron su asentamiento en la mitad norte y Córcega).
En cambio no hay pruebas de establecimientos fenicios en as costas de la península Itálica,
posiblemente a que ya estaban establecidos los griegos y los etruscos.
En el norte de Africa los establecimientos fenicios en la costa son muy tempranos. Los
primeros fueron Utica y Cartago (fundada, según la leyenda, por la rein Dido de Tiro en el
año 814 a. C.). y después Hadrumetum (Sousse) y Leptis Magna en la costa central
africana, Lixus, Mogador y Tingis (Tánger) hacia el oeste.
Península Ibérica

Gades (Cádiz) fue fundada en el siglo XII a. C.. según la tradición, y considerada por ello
como la fundación más antigua de todas las de Occidente, si se exceptúa la mítica
fundación de Cartago.
Pero, arqueológicamente, la presencia fenicia en España sólo estaba atestiguada a partir del
siglo VIII por lo que la fecha tradicional de la fundación de Gades es muy dudosa.
Gades era un establecimiento clave no sólo por su situación geográfica y estratégica, sino
porque a través de ella se comerciaba con el metal (estaño traído de las islas Casitérides) y
las riquezas de Tartessos (Bajo Guadalquivir).
Desde Gades, los fenicios se establecieron en la costa sureste de la Península: son factorías
importantes Sexi (Almuñécar, cuya necrópolis Laurita es la más antigua de occidente) y
Mainake (Málaga).
Posteriormente, se establecieron en Hispania los cartagineses, pero la Primera Guerra
Púnica aniquiló casi todo el dominio cartaginés hasta que Amílcar lo resucita en el 238 a.
C. y funda Cartago Nova (Cartagena) y Akra Leuke (Alicante).
La segunda guerra púnica marca el final del Imperio cartaginés en España (218-201).

En las Islas Baleares

Los cartagineses fundaron Ebussus (Ibiza), según Diodoro, aunque su origen es fenicio y
mucho más antiguo. Igualmente el nombre de Mahón (antigua Mago) es fenicio. Éste era y
es uno de los mayores puertos naturales del Mediterráneo.
Barco Fenicio

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Alfabeto Fenicio
Inicio » Edad Antigua » Alfabeto Fenicio

Todos los alfabetos pueden retrotraerse a un I grupo de alfabetos semíticos, ligeramente


distintos entre si, que se usaron en el Oriente Próximo, especialmente en Siria y Palestina.
El más importante para nosotros fue el alfabeto fenicio, ya que de él derivan el griego y el
latino.
Su origen no ha logrado determinarse. El alfabeto semita, con unidad interna, aunque con
formas diferentes, se puede dividir en dos grupos:
a) Semita del norte: fenicio, arameo. hebreo y moabita.

b) Semita del sur: Sabeo. en el sur de Arabia y en el Yemen y el etiope.


Tumba del Rey Ahiram

Grupo semita del norte


a) La antigua inscripción de Biblos. Consta de cinco lineas y se refiere al rey
Shaphatbaal. Su fecha aproximada es el siglo xv i a. C.
b) Las dos inscripciones, una en el sarcófago y otra en la tumba, del rey Ahiram de
Biblos.,que se han atribuido a diferentes fechas, entre los siglos XIII-XI a.C.
c) El calendario de Guezcr. de los siglos XI-X a. C.. que es la más antigua inscripción
hebrea conocida.
Calendario Guezcr

d) Las inscripciones de Abibaal y Elibaal y el epígrafe de Asdrübal pertenecen al periodo


950-900 a. C. M. Dunand ha propuesto otras dos inscripciones, las de Shaphatbaal y la de
Abdo, una fecha anterior al texto de Ahiram, que él coloca alrededor del año 1000 a. C.
e) La estela de Mesa o Mesha, rey de Moab. llamada también Piedra de Moab, fechada
hacia el año 842 a. C. escrita en un idioma derivado de la antigua lengua semítica,
perteneciente a la raíz cananea, dentro de la que también se encuentra el hebreo, como ya
dijimos arriba. Esta inscripción es la más larga escrita en cualquier dialecto nor-semítico.
narra las guerras entre Moab e Israel en tiempos de Omri y Ajab y la rebelión del rey de
Moab:
«Yo soy Mesha, hijo de Kamoshmald. rey de Moob…
Y Qucmosh me dijo: Ve y toma a Nebo de Israel. Yo fui de noche y la ataque desde el
romper del alba hasta el mediodía. La tomé y maté a todos, siete mil hombres, muchachos,
mujeres, doncellas y sirvientas, porque yo la había entregado el anatema de Astarte-
Quemosh.
Estela de Mesha

Grupo semita del sur


Son más escasas. La más antigua es la inscripción de Balu’a. atribuida al siglo XII a.C. Está
muy deteriorada y no se ha podido interpretar.
Estos textos están escritos en el alfabeto fenicio arcaico. Tienen sólo veintidós signos,
completamente lineales, que escriben sólo consonantes. Con estos signos podían escribirse
todas las palabras, y fue esta simplicidad, así como las circunstancias históricas, lo que hizo
a esta escritura extenderse rápidamente y que no se popularizase y perdurase hasta llegar a
nosotros.
Pero dentro de estas dudas y vacilaciones, lo único real es que durante la segunda mitad del
II Milenio a. C.. los fenicios elaboraron su alfabeto, como resultado de la simplificación del
principio silábico, en virtud del cual evitaban registrar todas las combinaciones consonante-
vocal: los cambios de vocales y, por tanto, la mayoría de las vocales, son ignoradas. El
resultado fue un sistema que registraba principalmente consonantes, con excepción de la a
inicial. Tal metodología representó la ventaja de requerir para escribir sólo un pequeño
número de signos.
La escritura arcaica de Biblos se difundió notablemente desde el siglo X. La escritura
paleohe-braica, que fue la utilizada en los reinos de Israel y Judá hasta el exilio de los
judíos a Babilonia en el siglo VI a. C. y que se encontrará aún esporádicamente hasta el
siglo II d.C. no se diferencia de la fenicia más que por algunas particularidades gráficas.
Pero fue Tiro, sobre todo, la que aseguró, por medio de la actividad comercial de sus
marinos y negociantes, también por la fundación de sus colonias por el Mediterráneo, la
difusión de este alfabeto fenicio.
Las inscripciones fenicias de Chipre (siglos IX-II a. C.) y la escritura de Cartago, la colonia
tiria fundada a fines del siglo IX en el norte de Africa, llamada escritura púnica (siglo IX a
146 a.C.) nos han transmitido las formas de este alfabeto, ademas de las inscripciones de la
costa fenicia propiamente dicha, que son bastantes escasas durante la primera mitad del I
Milenio a.C.
Otros documentos antiguos escritos en este alfabeto son:

 El sarcófago de Tabnit de Sidón (en el museo Arquelógico de Estambul). Fue


primero del general egipcio Penephtah y reutilizado para el rey de Sidón a fines del
siglo VI y principio del siglo V a.C. En él está escrito un Conjuro para que no
profanen su tumba:
«No abras mi tumba y me conturbes, por que hacerlo es una abominación para
Astarte y si te atreves a abrirla y contubarme, que nunca tengas descendencia entre
los que viven bajo el sol, ni un lecho de reposo entre los que viven entre las sombras»
 Las inscripciones bilingües de Karatepe. anteriores al aro 711 a.C.
En Grecia debió introducirse el alfabeto fenicio a través de las islas de Tera, Melos y
Creta. No olvidaron de dónde procedía y durante mucho tiempo fue llamado
Phoinikia Grammata (caracteres fenicios).
La escritura ugarítica va de izquerda a derecha. Fénicio y hebreo de derecha a
izquierda, pero en Ugarit y en dos inscripciones palestinas hay ejemplos de escritura
de derecha a izquierda, tal vez imitación del procedimiento fenicio. Como la escritura
ugarítica no era apropiada más que para ser hecha sobre piedra o arcilla, no pudo
convertirse en una rival seria de la escritura fenicia.
Tumba de Tabnit de Sidon

Según Albright empleaban los fenicios en primer lugar:


a) 22 consonantes (nunca empleaban vocales)
b) Más tarde, los hebreos crearon un sistema de representación de los sonidos vocálicos a
base del doble uso de tres de sus consonantes y de la adición de puntos con valores
vocálicos, como en el árabe actual: à = a ç. También los griegos introdujeron
modificaciones particulares y las formas de las vocales griegas derivan de las consonantes o
semiconsonantes fenicias, para las que el griego no tenia uso y su posición dentro del
alfabeto griego es la misma que en el fenicio. Muchos de sus nombres antiguos son los de
las consonantes fenicias originales y demuestran que se llegó a las vocales gracias a un
error creativo respecto de sus prototipos.

 La aspirada he fenicia se convirtió en e breve griega.


 La segunda aspirada het, en unos dialectos fue h y en otros e larga o eta.
 La semiconsonante y ot se convirtió en i o iota.

Este sistema, de gran simplicidad, representó una gran ventaja frente a otros sistemas de
escritura utilizados en la antigüedad. El silabario acadio, por ejemplo, utilizaba 280 signos,
el lineal B micénico más de 80 e incluso el posterior silabario griego chipriota tenía 56.
La escritura fenicia estaba establecida ya hacia el siglo X, que es la que llevaron los
colonos a Occidente.
No mucho después, el etrusco también se escribió en este alfabeto, y también otros
dialectos itálicos, tal vez como préstamo de segunda mano de los griegos de Cumas, aunque
hay objetos con inscripciones fenicias, como el famoso cuenco de plata de Praeneste, que
debió llegar a Italia por entonces o algo más tarde directamente desde Fenicia.
En Cartago, el texto púnico más antiguo es el del pendiente de oro del museo Lavigerie
hallado en una tumba del cementerio Douimes, aproximadamente del 600 a.C. Pero hay
muy pocos testimonios de época anterior al siglo V a. C.
En Cerdeña, se conoce la Piedra de Nora y dos fragmentos procedentes de Bosa del siglo X
según Carpenter (en cronología corta, siglo V a.C.)
El alfabeto clásico fenicio guardó las veintidós letras del alfabeto arcaico. Las formas de
estas letras son un poco más angulares y más delgadas que las antiguas. Se escribía siempre
en líneas horizontales, orientadas de derecha a izquierda, como las lenguas semíticas
actuales continúan haciéndolo.
La escritura fenicia fue adoptada también por los árameos desde el siglo IX a.C. para
escribir su lengua, de tipo semítico, pero diferente del cananeo.
Las tribus arameas, nómadas aún en el desierto de Siria, fijadas a continuación en pequeños
estados alrededor de Damasco, Hamat y Alepo, continuaron surtiendo de mercenarios a los
grandes estados orientales y sirviendo de intermediarios en los cambios comerciales a lo
largo de los itinerarios continentales. Si la difusión del alfabeto fenicio fue asegurada por
mar por los navios de Tiro, los árameos aseguraron su difusión por las rutas terrestres
continentales.

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Origen del Alfabeto


Inicio » Edad Antigua » Origen del Alfabeto
El alfabeto es un sistema de signos que expresa los sonidos elementales del lenguaje. Su
nombre proviene de la palabra latina alphabetum, formada con los nombres de las dos
primeras letras del alfabeto griego, alpha y beta.

Origen del alfabeto


La idea de escribir las consonantes separadas de las vocales apareció, al parecer, entre los
egipcios y posiblemente, por influencia de este país, se extendió entre los pueblos semíticos
vecinos, en el curso del II Milenio.
Los primeros ejemplos de escrituras prealfabéticas son las escrituras protosinaiticas, las
canaanitas, las pseudojeroglificas de Biblos y las inscripciones de Ugarit.

Las inscripciones protosinaiticas y escrituras protopalestinas

Descubierta en un templo de Serábít-el-Khádim, escritas en pocos signos prealfabéticos,


asociadas con otras inscripciones en jeroglíficos egipcios. Testimonian el esfuerzo del
mundo sirio-palestino para darse un nuevo instrumento de expresión gráfica, más simple
que los jeroglíficos o los caracteres cuneiformes. El total de ellas es de cuarenta. Puede ser
que no expresen una lengua semita.
Estas inscripciones del Sinai son obra de mineros semitas al servicio de los egipcios y
probablemente anteriores al siglo XV a.C.

Baalat

Las inscripciones canaanitas

Encontradas en Palestina en muchos objetos pequeños, las más antiguas se fechan en torno
al siglo XVI – XV a.C. Se parecen los rasgos externos a la senaítica y a los semitas.

Las inscripciones llamadas pseudo-jeroglificas de Biblos.

Se fechan en los siglos XX – XVII o en los siglos XV-XIV a. C. Son solamente diez y
están grabadas sobre piedra o bronce. Fueron descubiertas por M. M. Dunand y descifradas
por M. E. Ohorme. Según estos autores están escritas en lengua fenicia y no utilizan ningún
sistema de escritura ideográfica, aunque el aspecto de los signos parece indicarlo. Utiliza
unos ciento catorce signos y tiene dos particularidades muy importantes:
 Ofrece el ejemplo del paso de una escritura silábica a una escritura alfabética simplificada.
 El valor fonético de los signos es independiente de su origen

Para Dunand, están relacionadas con los jeroglíficos egipcios, por la semejanza en
cincuenta de los signos
Aqui se encuentran, por tanto, una serie de textos que contienen los rudimentos gráficos de
la escritura alfabética de la que nosotros aún nos servimos.

Los textos de Ugarit (Ras Shamra)

Son del siglo XIV a.C. Hallados por M. CI. Schaeffer, su escritura la han descifrado H.
Bauer. E. Dhorme y Ch. Virolleaud.
La lengua de los textos de Ugarit pertenece al grupo semitico-cananeo. El aspecto de la
escritura es cuneiforme, pero los signos no tienen nada en común con los caracteres
sumero-acadios, ya que su dibujo está muy simplificado y es una creación artificial.
En esta escritura se utilizan solamente treinta signos cuneiformes. Cada signo anota una
consonante o uno de los tres sonidos vocálicos a, e y u y el alef semítico.
Así pues, estos escribas de Ugarit, reduciendo de golpe el tradicional material cuneiforme,
inventaron la idea de alfabeto.

Escritura de
Ras Shamra

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Reino de Macedonia
Inicio » Edad Antigua » Reino de Macedonia

El Reino de Macedonia era la mayor llanura del norte de la Península Balcánica, famosa
por su caballería. En la época más antigua eran tribus de pastores, parcialmente nómadas,
dotadas cada una de su rey, a la vez jefe guerrero y religioso, posteriormente, se
convertirían en agricultores, fue un estado aristocrático, en el que los jefes de las grandes
familias jugaban un papel importante al lado del rey. El primer rey destacado de Macedonia
fue Alejandro I Filoheleno (498-454) que extendió sus dominios por la orilla occidental del
río Estrímón.
Otro monarca destacado fue Filipo II quien llego al trono como regente de su sobrino
Amintas, quien era un niño, Filipo II hizo frente a los peligros con que se encontraba el
reino, la originalidad de Filipo II fue salvar y restaurar a un mismo tiempo la monarquía
nacional macedonica, por eso fue coronado rey por el ejercito macedonio.

Marco Geográfico
Actualmente, el territorio de la provincia griega de Macedonia comprende los nomos de
Florína. Kastoria, Grevena, Kozani, Pieria, Imazía, Pela, Kilkis, Tesalónica, Calcídica,
Seres, Drama y Kavala, su antiguo territorio está repartido entre Grecia y los países
limítrofes.
Diferentes rasgos como la lengua, las creencias en los dioses olímpicos o los cultos a la
serpiente y las instituciones testimonian la entidad griega de los pueblos de la Grecia del
norte y de Macedonia, a los que los Atenienses calificaban injustamente de bárbaros. Este
calificativo puede deberse a su lengua, ya que los griegos del siglo IV no comprendían el
lenguaje del pueblo llano macedonio que era el que lo conservaba, ya que la aristocracia
macedonia hablaba el griego ático, un idioma cultivado al lado de un lenguaje de palurdos.
Los macedonios entendían a los griegos sin intérprete, aunque un comandante macedonio
que quisiera que sus tropas le entendieran debía hablarles en macedonio. También se sabe
poco de la pronunciación del griego macedonio, salvo que, por ejemplo, Filipo se decía
Bilipo.

Mapa del Reino de Macedonia bajo Filipo II

Economía
Su economía, fundamentalmente, estaba basada en tres pilares: agricultura, ganadería e
industria. La ganadería era famosa sobre todo los caballos, base de su ejército, mientras que
en industria destacaba la minería, ya que eran muchos los minerales, incluidos el oro y la
plata, que existían en la región. También elaboraban brea y alquitrán. Estos recursos
económicos se complementaban con los conseguidos por otras actividades, como la pesca
en ríos y lagos.

Organización política y social


Las noticias sobre la Macedonia arcaica son escasas. Sólo quedan los testimonios
episódicos de viajeros extranjeros, como Heródoto y Tucídides. Se han perdido obras
especializadas, como las Makidonika de Marsias de Pela y de Marsias de Filipos el Joven.
Se sabe que, hacia el siglo VI a.C., la población macedonia, unos 520.000 habitantes,
estaba agrupada en cuatro tribus o ethos en vez de poleis, organización que no era
totalmente extraña a los griegos. Tucídides III, define a los etolios como un amplio ethos
que vive en pueblos sin murallas.

Dinastías Reales

Las dinastías reales macedonias fueron dos: Los Argeadas y los Teménidas, fundada esta
última según Heródoto por Pérdicas, descendiente de Témenos. Para ciertos historiadores,
la expansión de gentes hacia Macedonia fue una fase más de la Segunda colonización
griega.

El Estado Macedonio
Los primitivos macedonios eran hombres libres que mantenían costumbres primitivas de
carácter bastante singular. En la época más antigua eran tribus de pastores, parcialmente
nómadas, dotadas cada una de su rey, a la vez jefe guerrero y religioso, con un Consejo de
Ancianos y una Asamblea popular que participaba en las decisiones importantes.
Posteriormente,al asentarse, se convertirían en agricultores.
Autores antiguos citan un funcionario real, el skoidos, cuyas funciones se relacionaban con
la justicia y la economía. Hesiquio señala también la existencia de un Consejo de los
Tagoi, posiblemente notables que prestaban juramento de fidelidad al rey tras la firma de
tratados. Sus magistrados se escogían entre los ancianos.
Así pues, a través de estos testimonios fragmentarios se adivina un Estado aristocrático,
en el que los jefes de las grandes familias jugaban un papel importante al lado del rey,
escena que evoca también Heródoto. El rey tomaba a extranjeros a su servicio, aunque
retribuyéndoles escasamente, ya que la economía del oikos era estricta, siendo administrada
por la reina, que cocía ella misma el pan en la casa del rey. Estos preliminares permiten
definir las características de una monarquía primitiva, que los escritores clásicos conocen
ya tras una cierta evolución.

La Monarquía Macedonia
Los primeros Teménidas (que se hacían descender de los reyes Teménidas de Argos y por
tanto, de Heracles), fueron Jefes de guerra, con creencias religiosas propias, sus propias
técnicas militares y el prestigio de su origen sagrado. Su poder, conferido por los
Macedonios que les habían seguido libremente, se ejercía con un fin preciso: La
adquisición de nuevas tierras.
Así pues, se puede decir que el Estado macedonio nació de una conjunción precaria de
intereses. De ahí la distinción observada más tarde entre el rey de los Macedonios y el
pueblo de los Macedonios. El rey era, sobre todas las cosas, un jefe de la guerra.
El rey macedonio era soberano en materia de mando militar y en cuestiones religiosas y a
veces presidía la acción de la justicia. Los reyes prestaban juramento de gobernar conforme
a las leyes, algo que no es inusual entre los pueblos griegos, ya que lo mismo hacían los
espartanos y los molosos. En cuanto al papel religioso del rey macedonio, está bien
atestiguado.** La capital religiosa era Aigai o Egas** (tal vez la actual Vergina, donde se
descubrió las espectaculares tumbas reales macedonias). La muerte de un rey daba origen a
una competición entre sus hijos, sostenido cada uno de ellos por una facción de la
población o incluso por aliados extranjeros. Así, la eliminación de Amintas en favor de
Filipo II muestra que los Macedonios tenían su derecho a opinar y que los derechos del
joven príncipe no pudieron prevalecer sobre el consenso de los Macedonios en favor de su
tío.
En la Macedonia clásica no había mucha urbanización antes de la Guerra del
Peloponeso. Había ciudades griegas en el norte del Egeo, pero muchas eran colonias de
Eubea o de Corinto.

Alejandro I Filoheleno (498 – 454 a.C)

El primer rey destacado de Macedonia fue Alejandro I Filoheleno (498-454) que extendió
sus dominios por la orilla occidental del río Estrímón, donde conquistó el distrito de la
Bisaltia, rico en minas de plata. Interesado vivamente por la cultura griega, fue llamado
Filoheleno y, reconocido por los helianos como conciudadano, fue admitido a participar en
los festejos de Olimpia. Fue en contacto con el Imperio y la sociedad persa, como
Alejandro I adquirió la noción de Estado, dejando en Macedonia a su muerte un país
consolidado que resistió las graves crisis en las que la monarquía no desapareció, como en
el resto del mundo griego.
Macedonia salió de estos conflictos iniciales con más territorios y con aspiraciones a
extenderse hacia Tracia, aunque no faltaron los problemas como el de la carencia de tierras,
la ausencia de unas claras leyes de sucesión monárquica y la concesión con carácter
hereditario a príncipes de la casa real y también, probablemente, a otras personas, de partes
del territorio nacional. Aunque estas posesiones continuaban bajo el dominio real, las
facultades que los príncipes tenían en ellas eran tan amplias que les autorizaban incluso a
levantar levas por su cuenta y a tener un ejército propio.

Tetradracama de Alejandro I
Arquelao I (413 – 399 a.C)

Los sucesores de Alejandro I prosiguieron su política con dos objetivos principales: Unir a
las tribus macedónias y extender sus dominios territoriales.
Entre ellos destacó Arquelao I (413-399), que fue el noveno de los reyes macedónios. Este
rey mandó asesinar a todos los parientes que podían disputarle el trono, construyó
fortificaciones y llevó a cabo mejoras en las carreteras, además de reorganizar el
equipamiento del ejército y sobre todo de la famosa caballería macedónica.
Él fue el que trasladó la capital, desde la antigua Egas, a Pella (o Pela), que comunicaba con
el mar por el curso del río Loudias, indicativo, tal vez, de las aspiraciones de los reyes
macedonios sobre Tracia y abrió su corte a artistas tan conocidos como el pintor Zeuxis y el
poeta trágico Eurípides.
Asesinado Arquelao I en el año 399, su muerte dejó aplazada durante cuarenta años la
unificación de los Balcanes y Tesalia bajo un rey macedonio, al no dejar un sucesor fuerte,
pues durante los siguientes seis años reinaron sucesivamente en Macedonia varios reyes:
Orestes, Aeropo II, Amintas II el Pequeño y Pausanias, situación de la que se aprovecharon
las demás potencias vecinas tanto grandes como pequeñas, griegas o bárbaras.

Amintas III (393 – 370 a.C)

Sólo el rey siguiente, Amintas III (393-370), también descendiente de Alejandro I


Filoheleno logró dominar la agitación interna del país y llevó a cabo una serie de
actuaciones en política exterior.
A su muerte se produjo la lucha entre pretendientes al trono. Su hijo mayor, Alejandro II,
fue asesinado en el año 369 y la lucha siguió hasta que subió al trono otro hijo de Amintas
III, Pérdicas III (365-360), que fue un sagaz diplomático que intentó sacar partido de las
ambiciones de Atenas sobre la Península Calcídica. Murió en combate con los Ilirios que
habían invadido su reino, dejando como sucesor a su hijo Amintas, un niño de pocos años.
La Asamblea de la Plebe designó como regente en el año 359 a su tío Filipo, tercer hijo de
Amintas III y Eurídice, que tenía entonces veinticuatro años, el cual hizo frente a los
peligros con que se encontraba el reino, entre ellos el particularismo de los diferentes
señores que existían en Macedonia, los distintos pretendientes al trono, la invasión de los
Ilirios por el oeste y de los Peonios por el norte y las ambiciones de Atenas y la Liga
Calcídica.
Fue precisamente para tener una oportunidad de marchar contra los Ilirios por lo que Filipo
celebró una alianza con el rey Neoptólemo de los Molosos, pueblo que vivía al norte del
Épiro y se casó con su hija Olimpia (año 357). Probablemente, después de esta boda, fue
proclamado rey por el ejército macedonio, sustituyendo al joven rey Amintas, que
sobrevivió en la sombra

Filipo II (382-336 fl.C.)


filipo II macedonia

La antigua monarquía macedónica tenia una superioridad basada en su organización militar


y en una nobleza o aristocracia militar con un profundo sentimiento dinástico, que era la
clave del Estado.
Si el rey era un niño, sólo el ejército podía nombrar un regente o tutor. Como el ejército
elegía al rey, también podía deponerle, aunque en las cuestiones políticas el ejército no
tenía voz y si deseaba emprender determinado plan de acción sólo podía lograrlo
amotinándose, como a veces sucedía.
La originalidad de Filipo II fue salvar y restaurar a un mismo tiempo la monarquía nacional
macedónica. Aunque la evolución interna de Macedonia en su época se nos escapa casi por
completo, es claro que fue profunda, acrecentando el poder real. Al mismo tiempo aparecen
dos instituciones esenciales para el estado macedonio: La Cancillería de lengua griega y
una guardia permanente: Los Hypaspistes.

Composición del Ejercito

El ejército macedonio se componía de partes diferentes:


La Falange, en el centro luchaba la falange, palabra de múltiples sentidos que ha terminado
por designar, por antonomasia, a la infantería macedónica. Creada por el rey Arquelao,
como ya se dijo, su forma definitiva se la dio filipo II. Se componía de infantes armados
con la sarissa, lanza de 5 a 7 metros de largo y escudos redondos, aspis, más pequeños que
los habituales en los ejércitos griegos. Eran de forma convexa o abombada y tenían
decoraciones geométricas.
La falange la componían, sobre todo, campesinos y pastores libres, dirigidos por nobles. La
formación era de diez y seis filas de profundidad y los novicios estaban rodeados y
dirigidos por los veteranos. A partir de la sexta fila, cada soldado se apoyaba en la espalda
del que le precedía formando entre todos una masa formidable y temible. Alejandro Magno
redujo sus filas a ocho haciéndola más ágil.
La Caballería, en las alas luchaba la caballería, nutrida por nobles, organizados en
regimientos.
Los Mercenarios, Filipo II completaba su ejército con los mercenarios, tanto helenos como
bárbaros, aunque lo más característico del ejército macedonio es que era nacional y el
servicio militar era obligatorio para todos los ciudadanos varones, aunque para sus
conquistas, Filipo II utilizó una nueva estrategia en la que no se rendían las ciudades
asediadas por el hambre, como había sido costumbre hasta entonces, sino utilizando
máquinas de guerra.

La primera época del reinado de Filipo II (357-354 a. C).

El primer objetivo de Filipo II fue deshacerse de sus enemigos en la Península Balcánica y


obtener una salida al mar para Macedonia.

La Expansión Macedonia

Conquistó Tracia, que organizó, como una satrapía persa y que pasó a depender
directamente de Filipo II y se alió con Neoptolemo, rey de los Molosos, pueblo que vivía al
norte de Épiro. También entabló relaciones con Atenas.
Al año siguiente (355 a.C.), Filipo II consolidó sus posiciones al norte del Egeo y su
autoridad sobre Macedonia, contando para ello con los recursos aportados por las minas
de oro del monte Pangeo que le permitieron la emisión de abundantes monedas de este
metal y el desarrolló de su reino, atrayendo a su corte a la nobleza local macedonia,
distribuyendo cargos y funciones entre sus componentes, de forma que esta medida le
aseguró el control permanente sobre la aristocracia local, transformando a los nobles en
aristócratas palaciegos, separados del pueblo. Del seno de esta nobleza salieron sus mejores
generales, como Parmenio, Antípatro y Pérdicas, luego compañeros de su hijo Alejandro y,
más tarde, sus sucesores o Diadocos.
Coraza de Filipo II

Organización Política y Militar

Como ya hemos dicho, la monarquía de Macedonia era cuasi constitucional. El rey era, al
mismo tiempo, jefe militar, sacerdote y juez supremo y ocupaba, al frente de sus soldados,
la posición de un primus Ínter pares. Una de las principales preocupaciones de Filipo II
fue la de organizar y adiestrar convenientemente a su ejército.

Estructura del Ejercito de Filipo II


Los Hetairoi

Armados con espadas y lanzas, los jinetes macedonios formaban el cuerpo de los llamados
hetairoi (Compañeros o camaradas). Entre estos Compañeros del rey se encontraban
también, junto a los macedonios, muchos individuos de ascendencia griega. Eran unos
1.500 o 1.800 y disponían de un sueldo o rentas a cambio de sus servicios. Entre sus hijos
se escogieron a los compañeros de estudios de Alejandro, muchos de los cuales le
acompañaron más tarde en sus conquistas.** Esta caballería de los hetairoi o hetairas**
estaba subdividida en unidades tácticas, regimientos y superaba con mucho a la caballería
griega en cuanto a fuerza de ataque.

Los Pezetairoi

Aproximadamente desde el año 369, al campesinado libre, al que no se reclutaba en la


caballería porque no podía pagarse el costoso armamento de los caballeros, se le reclutaba
como pezetairoi (soldados de infantería), núcleo de la falange.
Los Hypaspistes

También disponía de un cuerpo nacional de infantería ligera, los hypaspistes (portadores


de escudo) o guardias de corps.

Los Sarissoforos

Además de los hetairoi, el ejército de Filipo II llevaba otra caballería, los sarissoforos
(lanceros armados con la lanza llamada sarissa), posiblemente no macedonios, cuyo
armamento era más pesado que el de los hetairas, por lo que su movilidad en el combate era
menor.
La infantería macedonia, además de los ya citados hypaspistes, se componía de arqueros,
arrojadores de dardos y de la infantería ligera (peltastas). Estos cuerpos, sobre todo el de los
hypaspistes, servían de eslabón en las batallas entre la falange (alineada de forma muy
apretada, lo que reducía su movilidad) y la caballería.

Fresco de la tumba
de Filipo II

Nueva constitución en el ejército de Filipo II

La novedad en la nueva constitución del ejército macedonio de Filipo II consistía en que el


centro del orden de batalla era ocupado por la infantería hoplítica, que reforzaba y hacía
más coherente aún la organización de la falange de sarissas, aunque ese centro iba
encuadrado por gentes de a pie con funciones variadas. Filipo II adoptó la línea oblicua de
batalla, utilizada por el tebano Epaminondas, a lo que añadió el empleo de la caballería, que
colocaba en el ala izquierda o en la derecha, según exigiera la situación.
Otro de los objetivos de Filipo II fue crear una flota, por lo que se enfrentó a Atenas, dueña
del mar.

La oposición a Filipo II
El grupo de Ciudadanos atenienses contrarios a Filipo II fue encabezado por el orador
Demóstenes y el de los filomacedonios por Esquines. Un tercer grupo, partidario de la paz,
era el de Eubulo y sus seguidores, para quienes el problema esencial era la conservación de
la paz, ya que pensaban que Atenas no podría mantener una política de guerra en el norte,
ya que la llamada Guerra de los Confederados o de la Liga Ateniense, también Guerra
Social (años 357-355), que se desarrolló en los primeros años del reinado de Filipo II, había
terminado con la completa derrota de los atenienses y la disolución de la Segunda liga
Délica.
Mientras tanto, en el año 362 había tenido lugar la batalla de Mantinea, última ofensiva
tebana contra Esparta, en la que, a pesar de la victoria tebana contra los ejércitos unidos de
Atenas y Esparta, la muerte de su general Epaminondas perjudicó a la ciudad beocia. Esta
batalla fue el comienzo del declive tebano y del despuntar de Macedonia en Grecia.

La Tercera Guerra Sagrada (356 – 346 a.C)


La Tercera Guerra Sagrada se inicio en el año 356 a.C y duró hasta el año 346 a. C, entre
los ejércitos de Fócida y Tebas por el control de Delfos. Esta guerra fue más larga y
violenta que la Segunda Guerra Sagrada.
Fócida fue multada por los Anfictiones lo que enfureció al líder de Fócida llamado
Filomelo, quien ocupo el poder de Delfos. Iniciándose una guerra que terminaría con la
firma La paz de Filócrates entre Filipo II y Atenas.
Delfos

Posición de Filipo II en Grecia


A comienzos del año 345, la posición de Filipo II en Grecia había avanzado
considerablemente. Dominaba el paso de las Termópilas, que abría el camino hacia la
Grecia central, había sido elegido Arconte o lagos de la liga Tesalia y dominaba la
Anfictionía de Delfos, donde los dos votos focidios fueron para Filipo II y la Fócide fue
dividida en pueblos.
Fue en este momento cuando los discursos de Isócrates, fiel a su idea panhelenista, trataron
de persuadir al rey macedonio para que se convirtiese en el jefe de los griegos en la lucha
contra los persas, mientras que la posición antimacedónica de Demóstenes no había
cambiado, acusando a Filipo II de violar la paz, denunciando su intromisión en Eubea.

El Periodo entre Guerras (346 – 340)


Aunque formalmente en estos años persona la paz, cada uno de los advérsarios buscaba
consolidar sus posiciones, seguros de que los enfrentamientos no habían acabado. En
Atenas iba creciendo la influencia del partido favorable a la guerra, filócrates fue
condenado a muerte, acusado de traición, se reconstruyó y reforzó la flota ateniense y se
creo un nuevo impuesto especial para construir un nuevo arsenal en el Pireo. Además, se
envió un nuevo contingente de tropas al Quersoneso.
En Macedonia, Filipo II reforzo sus posiciones en el norte del Egeo y sus fronteras, ayudó a
las ciudades tesalias a expulsar a sus tiranos y a reorganizar la liga de Tesalia y se hizo
elegir Arconte vitalicio de la liga, disponiendo de su tesoro en su propio beneficio. Además,
instaló una guarnición macedonia en feras e intervino en Épiro ayudando a su cuñado
Alejandro. Estos movimientos provocaron la inversión de las alianzas, uniéndose a Atenas,
Corinto y sus colonias, la liga Aquea Argos, Arcadia y Mesenia.

La Liga Helénica

En los años siguientes, el problema es saber si Filipo II violó la paz o si Démostenes se


inventó los hechos que atribuye al rey macedonio.
Mientras tanto, en el año 340 se había fundado la Liga Helénica, cuyo objetivo era hacer
frente a la amenaza que Filipo II representaba sobre la navegación del Mar Negro.
Cuando Filipo II por fin, atacó Bizancio, amenazando el suministro de trigo a Atenas, ésta
envió ayuda, lo que significó la guerra nuevamente.

La Cuarta Guerra Sagrada (339 – 338 a.C)


Los problemas del rey macedonio envalentonaron a sus enemigos, que se preparaban para
la guerra. En Macedonia, Filipo, durante el verano del año 339 se encontró con una nueva
situación que le permitió intervenir de nuevo en los asuntos de Grecia.
Durante una reunión del Consejo de la Anfictionia délfica, Esquines propuso declarar
una guerra sagrada, contra los habitantes de la ciudad de Anfisa acusándoles de
aprovecharse de unas tierras en la llanura de Cirra, consideradas sagradas por pertenecer al
santuario de Delfos.

Batalla de Queronea

Afianzamiento de la Hegemonía Macedonia:


Al año siguiente de la batalla de Queronea, después de una expedición en otoño al
Peloponeso, en la que el rey macedonio redujo Esparta a su territorio primitivo. Filipo II
quiso dejar aclarados definitivamente los asuntos de Grecia central, para lo que invitó a una
reunión en Corinto a los delegados de los Estados griegos, creándose una Confederación de
Estados griegos (o liga de Corinto), fundada en el año 337. Todos excepto Esparta,
concluyeron un tratado con Filipo II de Macedonia, que establecía una paz común, bajo
ciertas condiciones mutuas y el objetivo común, materializado en la declaración de guerra
contra los persas para vengar el sacrilegio cometido el siglo anterior por el rey persa Jerjes
contra los templos griegos.

Liga de Corinto

El órgano supremo de esta Liga de Corinto fue el synedrion o Consejo de los Helenos,
compuesto por los delegados de los Estados participantes. De los componentes de la liga de
Corinto se conoce sólo una lista fragmentaria, que muestra que al lado de las diferentes
poleis pertenecían a ella varios Estados tribales. Aunque se trataba de una liga de carácter
defensivo, difería de las anteriores symmachias en que estaba dominada por un solo
hombre: Filipo II de Macedonia mientras que las conocidas anteriormente lo estaban por
una polis. Esta Liga de los Helenos y el rey de Macedonia estaban unidos por una alianza
ofensa y defensiva, para defenderse de los (posibles) ataques persas y para vengar la
antigua ofensa persa, en tiempos de Jerjes (año 480), a los dioses griegos. Su Jefe llevaba el
titulo de strategos autokrátor.

Los Estados o poleis

Los Estados o poleis eran libres y autónomos, pero resultaba evidente que habrían de
someterse a las exigencias del que había resultado más fuerte que ellos en la lucha. Con
Filipo II, la monarquía salió ganando en su lucha con la polis, y para contrarrestar el efecto
psicológico de la pérdida de libertad, combatida por Demóstenes, Filipo II, por consejo de
Isócrates, dio a los helenos, por primera vez, un objetivo común: la guerra contra los persas,
algo que emparentaba su familia desde generaciones con sátrapas de este país del que
conocería sin duda su gran potencial económico, debía ser su gran objetivo. Grecia, pues,
fue sólo su primer objetivo. Y no pudo cumplir el segundo.

Los Preparativos de la Guerra Contra Persia


Los preparativos para la guerra comenzaron, Filipo II consiguió el permiso para mantener
las guarniciones macedónias en Tebas, Calcis, Ambracia y Corinto y convocó a los
contingentes militares de los Estados griegos.
En los primeros meses del año 336, una vanguardia de unos 10.000 hombres, mandada por
los generales macedonios Parmenio y Atalo, apoyada por una flota, pasó el Helesponto,
estando previsto que Filipo II les siguiese en otoño con el resto del ejército de la liga.
La situación en Persia en estos años era difícil, ya que había muerto violentamente
Antajerjes Ochos y acababa de subir al trono el débil Darío III Codomano.
La situación en Atenas se inclinaba paulatinamente a favor de Macedonia. Se recuperó la
economía bajo la dirección de Licurgo y Foción convenció a sus conciudadanos para que
suministrasen caballería y barcos para la expedición contra Persia.

Los Problemas de la Corte Macedonia


Los problemas familiares jalonaron la vida de Filipo II de Macedonia, vida que se truncó
violentamente, muriendo asesinado en plena madurez, cuando tenía sólo cuarenta y seis
años. Filipo II había tenido seis esposas y siete hijos de ellos solo tres hijos varones:
Carano, hijo de Fila de Elimiotis; Arrideo, hijo de Filina de Larisa, princesa tesalia y
Alejandro Magno, su sucesor, el hijo de Olimpia.

Creencias y Dioses de Olimpia

Olimpia, princesa, hija del rey Neoptolemo de Épiro y descendiente, según la leyenda, de
Aquiles, había conocido a Filipo II en las fiestas de los Misterios de Sabazio, en
Samotracia. La leyenda adversa difundida por sus enemigos, unida a la tradicional
misoginia de la historia, cubre de tintes misteriosos, violentos y neuróticos, presentándola
como dominada por supersticiones y brujerías, aunque tal vez estas ceremonias en las que
participaba sólo fuesen producto de las tradiciones de su país. Allí, los ritos del culto
orgiástico de Sabazios (el Dionisos-Baco greco-latino) dios de la fertilidad y la
inmortalidad como Adonis, comprendían la muerte por despedazamiento del dios, cuya
carne comían sus fieles. La serpiente, padre de Alejandro Magno, según la leyenda anti-
filipo que difundió la reina Olimpia, era entre otras advocaciones y cultos el animal sagrado
de Sabazios, ya que Zeus pasaba por haberse transformado en este animal para unirse a
Perséfone y engendrar a Sabazios.

La Muerte de Filipo II (336 a.C)

Sólo el asesinato de Filipo II, ese mismo año, en la boda de su hija Cleopatra con el rey
Alejandro de Épiro, en el teatro de Egas, en Macedonia, detuvo la expedición a Persia. Al
parecer, el asesino, de nombre Pausanias miembro de la guardia del rey y relacionado con
la casa de Oréstida, en la Alta Macedonia, actuó por motivos personales. El rey, que
avanzaba hacia el teatro, mandó a sus acompañantes que se adelantasen, ya que no creía
necesitar la protección de la guardia, después de haber participado en una procesión en la
que él mismo había estado representado como el decimotercero de los grandes dioses del
Olimpo y su aislamiento en el cortejo sólo señalaba su condición de ser sobrehumano. Pero
tampoco puede descartarse que el asesino actuase instigado por Olimpia, la esposa
repudiada por Filipo II que se mantenía con su hijo a la expectativa en Épiro, o por algunos
círculos de la nobleza macedonia o incluso que fuese, sin querer, un instrumento de los
persas.
Perseguido por Pérdicas, Atalo y Leonato, entre otros, Pausanias fue atravesado por sus
jabalinas, con lo que se le silenció. Y los inductores de la muerte del rey quedaron así en el
anonimato.
Asesinato de Filipo II

Políxena, Mirtale, Olimpiade, Estratonica (380-315/16


a.C.)
Si alguna mujer tuvo un papel determinante en la vida personal y en la proyección política
de Alejandro Magno, fue su madre, valedora y consejera del joven rey en momentos
difíciles.

Personalidad

La personalidad de esta mujer merece ser destacada entre los que rodearon a Alejandro.
Ella tuvo una gran personalidad, dimensión política y una larga vida llena de temores,
luchas y apasionados manejos políticos, no siempre bien vistos. Por ello pasó a la historia
como ambiciosa, cruel y neurótica, características que en un hombre se hubiesen definido,
posiblemente, como grandes habilidades políticas. También se la acusó de brujería. En
realidad, todo epíteto negativo solo trata de impedir que aflore la valiosa y verdadera
personalidad indudable de una mujer que, indudablemente, fue la que puso a Alejandro en
un trono del que su mismo padre y la nobleza macedonia querían apartarle.

Olimpia de Macedonia

Matrimonio con Filipo II

Hija del rey de Molosia, Neoptólemo, Olimpia, hija, esposa y madre de reyes, debió nacer
hacia el año 380 a.C. Su nombre de soltera fue Políxena, puesto en honor de la joven hija
de priamo de Troya, sacrificada en la tumba de Aquiles. Huérfana de padre y madre,
cuando la conoció Filipo II, mientras ambos participaban, como dijimos, en la vecina isla
de Samotracia en los Misterios de los Cabiros, tenía dieciocho años.
Al casarse con el rey tomó el nombre de Mirtale y sólo recibió el nombre de Olimpiade en
conmemoración de la victoria que alcanzaron los caballos del rey en los Juegos de Olimpia,
que a veces se hace coincidir con el día del nacimiento de Alejandro, en el año 356 a.C.
Su cuarto nombre fue Estratonica, en honor de la victoria obtenida en defensa de su nieto,
Alejandro IV, frente a su rival Eurídice, aliada con los sucesores de Casandro.
Tetradracma de Filipo II

Caída y muerte de Olimpia

Tras morir Alejandro Magno, Olimpiade inició una política de alianzas matrimoniales, por
lo que su hija Cleopatra, viuda a la sazón de Alejandro de Épiro, debía casarse con el
general Leonato. Pero Antípatro lo impidió.
Al morir éste, su hijo Poliperconte invitó a Olimpiade a regresar a Macedonia y defender
los derechos de su nieto Alejandro IV. Caído en desgracia Poliperconte, los atenienses se
inclinaron hacia Casandro que finalmente hizo asesinar a la reina en su último refugio
frente al mar: Pidna, en el año 315/316 a.C., donde fue apedreada hasta morir por los
familiares de sus víctimas.
Esta brava mujer tenía al morir unos sesenta y cinco años y había visto desaparecer
sucesivamente a casi todos sus descendientes y con ellos, su sueño de mantener el imperio
de Alejandro Magno. Su nieto Alejandro IV sólo le sobrevivió cinco años. Y su hija
Cleopatra murió en 308 a.C.
Con esta princesa desaparecieron los herederos directos de Alejandro Magno. Y las
conquistas del rey macedonio quedaron en manos de sus compañeros, los Diadocos o
sucesores.

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Cuarta Guerra Sagrada
Inicio » Edad Antigua » Cuarta Guerra Sagrada

La Cuarta Guerra Sagrada se dio entre el rey Filipo II de Macedonia y Atenas. Los
problemas del rey macedonio envalentonaron a sus enemigos, que se preparaban para la
guerra. En Macedonia, Filipo, durante el verano del año 339 se encontró con una nueva
situación que le permitió intervenir de nuevo en los asuntos de Grecia.
Durante una reunión del Consejo de la Anfictionia délfica, Esquines propuso declarar
una guerra sagrada, contra los habitantes de la ciudad de Anfisa acusándoles de
aprovecharse de unas tierras en la llanura de Cirra, consideradas sagradas por pertenecer al
santuario de Delfos.
En la reunión siguiente, se resolvió pedir ayuda a Filipo de Macedonia, que ocupó la
ciudad de Focidía de Elatea, amenazando Tebas, aliada de Anfisa.
Los ateniences consideraron que la ocupación de Elatea también les amenazaba y enviaron
delegados a Tebas, donde se encontraron con los enviados macedonios.
Ambas delegaciones trataron de atraer a Tebas a su lado, logrando Atenas su apoyo a
cambio de numerosas contrapartidas. Se formó, así, una coalición contra Macedonia,
aunque los más poderosos Estados griegos, como Arcadia, Argos, Élide, Esparta y Mesenia
se mantuvieron al margen y sólo Eubea, Megara, Acaya, Acarnania, Córcira y Leucade
enviaron refuerzos.
Mapa de la Cuarta Guerra Sagrada

Batalla de Queronea
El desarrollo de los acontecimientos dio la victoria a Filipo, quien, tras derrotar a los
aliados en Quereto y ocupar las ciudades de Anfisa y Naupacto, en la primavera del año
338 venció a la coalición antimacedonia formada por atenienses y beocios en la batalla de
Queronea, el día 2 de abril.En esta batalla tomó parte, mandando la caballería
macedonia, el hijo de Filipo, el futuro Alejandro Magno. Esta batalla fue ganada por
Filipo mediante un simulacro de retirada. El rey macedonio reagrupó sus fuerzas y derrotó
a los atenienses que le habían seguido demasiado lejos.
Mapa de la Batalla de Queronea

Consecuencias de la batalla de Queronea


Como consecuencia de esta victoria macedonia, Tebas capituló, estableciéndose en ella
un gobierno oligárquico. Aunque por lo general, Filipo, en su ajuste político, no impuso
regímenes promacedonios, Tebas fue una excepción, ya que la ciudad fue guarnecida y
obligada a recibir a sus exiliados políticos, es decir se devolvió el poder, a los partidarios de
Macedonia.
Tebas de Beocia fue, la gran perdedora de esta guerra, pasando de ser una
gran potencia hegemónica a ocupar un puesto de segunda o tercera fila en la política griega,
tan grande fue la merma de su poder y prestigio que una guarnición macedonia ocupó su
fortaleza, la Cadmea. Se instalaron también guarniciones macedonias en Calcis y Corinto.
Para Atenas, se procuró un tratado de paz honroso, en ausencia de Demóstenes, que
había ido a buscar refuerzo contra Filipo. En realidad, la ciudad sólo tuvo que renunciar
al Quersoneso tracio y a las ciudades de la Calcidica, al mismo tiempo que se declaraba
oficialmente disuelta la Segunda liga de Delos aunque Atenas mantenía su jurisdicción
sobre las cleruquías arriba citadas.
Evidentemente, el rey macedonio, con estas suaves condiciones, no quiso empañar su
victoria sobre la Hélade con la destrucción de una de sus más famosas ciudades. Atenas se
lo agradeció, Demóstenes quedó políticamente aislado y tuvo que ceder su terreno a su
viejo antagonista, Esquines. Los atenienses concedieron a Filipo y a su hijo Alejandro la
ciudadanía de su ciudad y elevaron una estatua de Filipo en el Ágora, mientras que el
Philipeion de Olimpia unía a Zeus y a Hércules a los miembros heroizados de la familia
real macedonia. En su interior podían verse cinco estatuas criselefantinas: Tres hombres:
Filipo, su padre Amintas y su hijo Alejandro y dos mujeres: Euridice, madre de filipo y
Olimpia, su esposa.

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Tercera Guerra Sagrada


Inicio » Edad Antigua » Tercera Guerra Sagrada

La Tercera Guerra Sagrada se inicio en el año 356 a.C y duró hasta el año 346 a. C, entre
los ejércitos de Fócida y Tebas por el control de Delfos. Esta guerra fue más larga y
violenta que la Segunda Guerra Sagrada.
Fócida fue multada por los Anfictiones (liga religiosa que agrupaba doce pueblos de
Grecia) lo que enfureció al líder de Fócida llamado Filomelo, quien ocupo el poder de
Delfos. El poder militar de Fócida era débil, por ese motivo Filomelo utilizó el tesoro del
santuario de Delfos para reclutar un ejercito de otros estados griegos. Este ejercito fue
vencido por los beocios y los tesalios en el año 354 a.C. Luego de esta derrota Filomelo se
suicido, quedando como líder Onomarco, el cual fue vencido y ahorcado por Filipo II en la
Batalla del campo del Azafrán.
Failo, hermano de Onomarco, tomó el liderazgo del ejército y se situó en las Termópilas a
empezar la defensa, pero no pudo seguir manteniendo su ejercito por lo cual se firma La
paz de Filócrates entre Filipo II y Atenas.

Causas de la Tercera Guerra Sagrada


Los focidios, liderados por Filomelo, en cuyo territorio estaba situado el santuario de
Delfos, fueron multados por los Anfictiones de la Anfictionia de Delfos en el año 357, sin
que se sepa con certeza si habían cometido alguna falta o si habían sido los tesalios, o su
antiguo odio, los que habían hecho que les fuera impuesto el castigo.
La falta, más bien la excusa, fue el aprovechamiento sacrílego que hicieron de las tierras
pertenecientes al santuario de Delfos. El castigo consistía en que, si no pagaban la multa
impuesta, sus tierras serian confiscadas, lo mismo sucedía con los espartanos, condenados
por la toma de la Cadmea, la acrópolis de Tebas.
Filipo II conquistó Potidea en 355, y Metone en 354. También Estagira, patria de
Aristóteles, con la ayuda de Olinto, ciudad antes aliada de Atenas, a pesar de las
exhortaciones de Demóstenes para que Atenas ayudase a sus aliados.
En el año 353 le llegó la proposición de Larissa, la que dio a Filipo II la excusa para iniciar
su camino hacia el sur e imponerse a los griegos. En este tiempo Filipo II venció a
Filomeno, quien no soporto la derrota suicidándose, luego de esto Onomarco tomo el
poder. Y fue precisamente luchando contra Onomarco, al que pidieron ayuda los tiranos de
feras, cuando tuvo lugar la primera y única derrota de Filipo II de Macedonia en
Grecia.

Filipo II, Tagós de Tesalia


Filipo II fue nombrado Tagos de Tesalia en 352, por los tesalios que se oponían a la
coalición Fócida Feras, derrotando a Onomarco y a sus tropas en la Batalla del campo del
Azafrán. Con esto, Filipo II suprimió la Tiranía de Feras, tomó el puerto de Págasas,
consiguió el dominio definitivo de gran parte de Tesalia (y con ello de sus recursos
económicos, caballería, puertos y tributos especialmente) y su control estratégico del
camino hacia el norte y el Ponto. En 349, tomó y arrasó Olinto y en 348, tal vez por
instigación de Filipo II, Eubea se separó de Atenas. Una vez que se perdió Olinto, y con
ella las posibilidades de tomar Anfípolis, que como hemos dicho, era casi la llave del norte
y del Ponto, se buscó la paz.
Filipo II herido

La Paz de Filócrates (346 a.C.)


Después de la muerte de Onomarco, Failo, su hermano, tomo el liderazgo del ejercito de
Fócida, pero no pudo seguir manteniendo su ejercito que estaba muy débil después de
nuevo años de guerra, firmándose la paz.
La paz del año 346, llamada Filócrates, firmada entre Filipo II y Atenas, fue hecha sobre la
base del reconocimiento de la pérdida definitiva por parte de Atenas, de Anfipolis y Potidea
(cuya conquista por Macedonia significó la apertura de grandes posibilidades para el
desarrollo de la flota de este país) y determinó la alianza defensiva entre Atenas y
Macedonia, tal vez, en opinión de Diodoro, porque Filipo ya proyectaba una campaña
contra los persas, aunque en esta época aún no hay pruebas concretas. Esta alianza continuó
aún después de la muerte de Filipo II, significando el reconocimiento por Atenas de todas
las conquistas de Filipo II en la Calcidica y el litoral tracio, quedando solamente en manos
atenienses el Quersoneso tracio.

Consecuencias de la Tercera Guerra Sagrada


La importancia histórica de esta Tercera Guerra Sagrada, radica en que dio la
posibilidad a Filipo II de Macedonia de intervenir en los asuntos de Grecia, llamado
por los tesalios primero y luego por los beocios. Al acabar la guerra, los Focidios, vencidos,
fueron apartados de la Anfictionía de Delfos y los anfictiones cedieron sus votos a los
macedonios. Como Filipo II fue el vencedor en el 346, en lugar de los tebanos, que estaban
agotados, fue él quien se llevó la presa por la cual los tebanos habían provocado la guerra:
El primer lugar entre los Estados griegos. No sólo tenía la supremacía militar en Grecia
central, sino que, además, ahora pertenecía al Consejo de la Anfictionía de Delfos: Además
de imponerse sobre los griegos, había dejado de ser un bárbaro. Con el tiempo fueron
reconstruidas las ciudades de la Fócide con la ayuda de los atenienses y los tebanos, antes
del desastre de Queronea, en el año 338, cuando Filipo II venció a los griegos.

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La organización política y social del


Antiguo Egipto
Inicio » Edad Antigua » La organización política y social del Antiguo Egipto

La organización, administración y sociedad fue cambiante en cada Periodo, en el Imperio


Antiguo, la monarquía alcanzo su máximo grado de centralización antes de caer en el
primero de los recurrentes periodos de disgregación territorial que se dieron a lo largo de la
historia egipcia. Aquella centralización coincidió con la divinización del monarca, también
en este periodo se otorgo un considerable poder a los nomarcas los cuales entraron en
colisión en el Imperio Medio con los de las grandes familias que habían perdido muchos de
sus privilegios. Después de la expulsión de los Hicsos, en el Imperio Nuevo se volvió a
insistir con más fuerza que nunca en el carácter divino del soberano, pero dado a la
expansión territorial de este periodo el faraón tuvo que delegar funciones.
Con respecto a la sociedad en el Imperio Antiguo hubo la tendencia a la hereditariedad
entre las autoridades de los nomos. Lo resaltante de la sociedad en el Imperio Medio fue la
inclusión de la esclavitud, traídos del norte del Nilo como mano de obra. En el imperio
nuevo, las tareas constructivas ocupaban de forma permanente a numeroso albañiles y
peones, a los que se sumaban los campesinos, para trabajar en las obras publicas y
monumentales, cuando las crecidas del Nilo inundaban del campo.

Imperio Antiguo de Egipto


Organización y administración
El Rey

Faraon Zoser

Oficialmente el rey llevaba cinco nombres, titulatura que ya estaba fijada en su mayor parte
a fines del IV milenio. A esta nomenclatura se la llama también Protocolo, y conferida al
rey en las ceremonias de coronación. A partir del Reino Antiguo, cinco nombres,
compuesto cada uno, bien de una palabra o nombre propio, bien de una corta frase para
cada faraón. Tres al menos se empleaban ya en la Dinastía I.
El rey, en cuanto gobernante de Egipto, trascendía de lo humano y adquiría carácter divino
en la medida que gobernaba, porque gobernar y dictar leyes era reproducir mágicamente en
el mundo el sistema divino de los dioses.
El rey, era el que dirigía la historia del país y lo hacía en virtud del derecho divino (maat),
es decir, el orden universal y por ello podía gobernar, dictar y emanar derecho y mantener
al país en orden frente a las fuerzas disgregadoras del Caos.
Este doble naturaleza del faraón explica el hecho de que éste, perdida la naturaleza humana,
ascendiera a la categoría de los dioses. Así se lee en los Textos de las Pirámides.

La propiedad privada

Los textos que acompañan las escenas tradicionales de las sepulturas con el difunto en su
papel de un rico en su dominio son poco explícitos. Pero dentro de toda esta indefinición
existieron una serie de formulaciones y términos que se acercaron a los conceptos de
propiedad, tal como los entendemos hoy en día, tales como: dueño, señor, dependencia,
intervención, idea de poder, fuerza procesal y ejecutora de la palabra, etc.
Con estos precedentes se pueden entender las distintas formas de posesión de los bienes de
Metjen, un funcionario de la época de Snefru, a comienzos de la IV Dinastía que sirven de
paradigma para entender la propiedad en aquellos momentos.
La extensión de las propiedades de distinto tipo que podía tener una persona se aprecia en
el citado caso de Metjen, el cual poseía unas 54.7 hectáreas, sumando todos los tipos de
propiedades, de las que recibía los ingresos mientras permaneció en el cargo que le
encomendó el rey, además de otros ingresos familiares. Estas concesiones suponían una
gran distinción por parte del rey. Los bienes raíces debían permanecer indivisos y eran
transmisibles de padres a hijos. Se les designaba con el término pr-dt. Obviamente existía la
propiedad privada propiamente dicha.
Este estado particular debe entenderse dentro del proceso general de formación del Estado
egipcio durante el Reino Antiguo.

Organización del Estado

Es muy difícil dar una idea clara de la organización de la administración egipcia durante el
Imperio Antiguo y Primer Período Intermedio. La razón fundamental es que, aunque se
conservan múltiples inscripciones de funcionarios y muchos de ellos escriben sus títulos en
sus tumbas, no por ello se puede saber exactamente el ámbito de sus funciones.
Aunque con notables variaciones, ya que se trata de dilatado período de tiempo, puede,
resumirse la situación de Egipto en esta época, esta organización era de la forma siguiente:

La pirámide social

Se puede decir que la pirámide social comprendía tres niveles:


a) En la cúspide estaba el Rey, depositario por derecho divino de todos los poderes del
Estado. Era un personaje divinizado, identificado con el dios Horus (el dios Halcón) y
colocado bajo la protección de las diosas Cobra de Buto (Wadjet) y Buitre de el-Qab
(Nejebet/Nekhbet) adoptando los sobrenombres citados. Cada treinta años de reinado se
renovaban sus poderes en una fiesta Sed.
Progresivamente, a lo largo del imperio Antiguo y el Primer Período Intermedio, su
divinización se acentuó y desde la V Dinastía se proclamó que el dios-sol Ra se unía a la
mujer del Rey (hiero-gamia, eufemísticamente matrimonio sagrado) engendrando a los
sucesivos reyes.
b) Altos funcionarios y sacerdotes.
c) Pueblo bajo, el pueblo llano estaba formado básicamente por labriegos y artesanos.
Como se ha dicho al hablar de la propiedad privada, al parecer no existían esclavos
propiamente dichos, salvo los prisioneros de guerra.

Organización
Social del Antiguo Egipto

Administración central

En la Dinastía IV los dos cargos principales en la administración central eran el de Visir y


el de Supervisor de las obras. Entre los dos probablemente controlaban la mayor parte de la
administración, aunque la existencia de algunos Directores de los Tesoros indica que la
responsabilidad de las finanzas no era de su exclusiva competencia. A finales de la Dinastía
IV y comienzos de la V aumentó el número de altos funcionarios. Se dividieron las
funciones del Supervisor de las obras, de las que unas quedaron bajo la dirección del
Supervisor de todas las obras (del rey) y otras al cargo de funcionarios que se llamaban
Supervisores de las obras (del rey). Se crearon los cargos de Supervisor de los escribas de
los documentos del rey, Supervisor de las seis grandes mansiones. Supervisor de las
grandes mansiones, Supervisor del granero y Supervisor de los dos graneros. Al mismo
tiempo se organizó de una manera sistemática la función de Supervisor del tesoro y
Supervisor de los dos tesoros. Parece que esta reforma tuvo lugar en la época que va desde
Neferikara a Niuserra, precisamente la misma en que se estableció una ordenación de los
títulos honoríficos. Todo ello se hizo probablemente para conseguir una administración más
eficaz, reduciendo y especializando el ámbito de actuación de cada funcionario.

El Visir

Su cargo inicialmente concedido como único y confiado aun miembro de la familia real,
aparece por primera vez durante el reinado de Snefru, el primer faraón de la IV Dinastía,
aunque tal vez el cargo sea anterior al desempeño de las funciones, pues su arquetipo
aparece ya en la II Dinastía. El primer Visir que se conoce fue Nefermaát al que siguió su
hijo Hemiunu.
El ideal de la función de Visir para el Imperio Antiguo (t3ty) se encuentra expuesto en el
tratado Máximas de Ptah-hotep, donde se condensan una sabiduría y prudencia en el arte de
gobernar que se remontan a épocas muy remotas.
Funciones del Visir
Las funciones del personaje con este importante cargo, clave de la organización
administrativa egipcia pueden resumirse en cinco puntos:
a) Era el Jefe de la Administración Central. Todos los asuntos importantes pasaban por su
despacho. Para llevarlos, estaba asistido por los Jefes de Misión que le ponían en
comunicación con todo el país y todos los asuntos del gobierno.
b) Presidia los archivos reales, donde se conservaban todos los documentos importantes
tanto reales como públicos o privados (testamentos, contratos, etc.).
c) Era jefe de la Gran Casa de la justicia y como tal, presidia las Seis Grandes Casas o
Grandes Audiencias territoriales. Por ello se le relaciona en su titullatura con las
divinidades de la justicia como Maat y Toth (Dhwty).
d) Dirigía el Tesoro (Hacienda), tal vez ministerio de Agricultura: el Doble Granero
dirigido por el Jefe del Doble Granero situado a sus órdenes.
e) En general, era el jefe de todos los servicios del Rey: de la Casa Real, de la Casa de
Armas, de la Cámara del Tocado del Rey. etc.
Sus prerrogativas crecieron desde la subida al trono del visir Amenemhat, al comienzo de la
XII Dinastía.

El Canciller del Rey del Bajo Egipto

Este título, atestiguado desde mediados de la I Dinastía, tendió a convertirse en un cargo


honorífico.

El Canciller del dios

Este título tendió a convertirse en un importante cargo administrativo. Era un cargo de


confianza elegido directamente por el faraón para una misión concreta, como organizar y
dirigir las expediciones a las minas y los viajes comerciales al extranjero, para lo cual
disponía de tropas armadas o de una flota. Llevaba, por ello, los títulos de general y
almirante. También, al parecer, dirigía y administraba la explotación de los monopolios
reales.

El Tesoro

Un país centralizado como el Egipto del Imperio Antiguo necesitaba un Tesoro que
recaudase y centralizase la recogida de todos los productos del país y los redistribuyese
para sufragar todos los gastos oficiales, tanto de personal como de las obras construidas.
El nombre que recibía era:
a) La Casa Blanca o Tesoro del Alto Egipto y la Casa Roja o Tesoro del Bajo Egipto.
b) Cuando se unificó, se le dio el nombre de Doble Casa Blanca, lo que indica una vez
más, la supremacía del Alto Egipto sobre el Delta y el recuerdo de su dualismo primitivo.
Funciones de la Doble Casa Blanca:

 Centralizaba el almacenamiento de todos los productos o impuestos que el país enviaba al


Palacio Real.
 Los productos del campo se centralizaban en el Doble Granero. dirigido por el Jefe del
Doble Granero.
El Tesoro tenía posesiones en todo Egipto (Tesoros del dios) y numerosos funcionarios,
que desempeñaban tareas militares y navales.

El Ministerio de Agricultura

Este servicio estaba dividido en tres departamentos: dos servicios que se ocupaban
respectivamente de los animales y de los campos:
a) De los animales: Recibe el nombre de per-heri-udjeb. Estaba presidido por un Jefe de las
dos mitades del per-heri-udjeb, que tenía a su servicio funcionarios subalternos y escribas.
b) De los campos: Este servicio estaba presidido por el Jefe de los Campos, que también,
tenia a su servicio otros funcionarios y escribas.
y un tercero que guardaba los títulos de propiedad y los documentos civiles como
testamentos y contratos.

Trigo

Los terrenos de propiedad real

Estos terrenos se arrendaban a particulares y dependían de un jefe cuya figura parece


bastante importante. Servían de campos de pastoreo o de huerta, según su situación
geográfica.

Los escribas

Toda la extraordinaria organización que hizo del Imperio Antiguo una época de esplendor
en la que Egipto se convirtió en uno de los primeros países de Oriente, no hubiese sido
posible sin la figura del escriba, cuya función fue siempre muy solicitada por
imprescindible. En cada ciudad importante existía un archivo, en el que trabajaban, al que
se llamaba Casa de Vida, en el que se reunían los documentos relacionados con el
funcionamiento de la ciudad.
Entre estos escribas se multiplicaban las titulaturas, que comenzaban con la de Jefe de los
Secretos, título que indica una iniciación religiosa y mágica y la indudable importancia del
cargo, ya que en sus manos estaba el funcionamiento del país, tanto a nivel material como
espiritual, puesto que estos Jefes de los Secretos se ocupaban también de las misiones
reales, de las órdenes del Faraón, de la Justicia, la diplomacia, etc.

Administración provincial.

El término nomo comienza, con los Lágidas, que retomaron de forma generales las
divisiones territoriales tradicionales. El jeroglífico que representa al nomo es producto de la
unificación del país: representa un terreno dividido en zonas cuadradas por zonas de riego.
Los elementos más antiguos que se conocen aparecen en unos fragmentos de vaso
encontrados en los subterráneos de la pirámide de Djeser en Saqqara. Este material
arqueológico se fecha en la II Dinastía. En ningún caso puede ser posterior a la III Dinastía.
La Cámara del Mundo contenía tres copias de la lista de los nomos, que se pueden calcular
a pesar de que existen lagunas: 22 para el Alto Egipto y 16 para el Bajo Egipto. En la XVIII
Dinastía hay un nomo más, 17 en el Delta y serán 20 en época ptolemaica.

Civilización y organización de Egipto durante el Reino Antiguo y Primer Período Intermedio


La civilización

En época tardía se habla de tres grupos de personas, denominadas pat, rekhyt y los
henememet, aunque estos nombres ya se encuentran en los Textos de las Pirámides.

 El término pat suele traducirse por patricios, pero para los egipcios eran los más antiguos
habitantes autóctonos del país, gentes del Alto Egipto (el Sur).
 Los rekhyt quizá fueran gente del Delta que se enfrentaron a los reyes del sur. Por eso
aparecen ahorcados tras una victoria de los meridionales en los documentos predinásticos.
 Los henememel son orientales que contemplan la salida del sol al cual adoran. Más tarde,
este término se identifica con el ser humano en general.

Los nedjes eran las personas sin títulos y eran designados por su oficio y se les conoce por
la Sátira de los oficios, del Imperio Medio. Los que residían en la ciudad eran posiblemente
libres pero los que dependían de templos y talleres reales solían ser siervos, vinculados o a
la tierra o al lugar donde trabajaban.
Durante el Imperio Antiguo se conocen los términos hom y meryt que designaban a unos
servidores que gozaban de cierta libertad. Lo que se entiende por esclavos sólo aparecerán
con las grandes guerras exteriores de los reinos tebanos: prisioneros extranjeros de Siria y
Nubia, asignadas a templos y como recompensa a los soldados más valerosos, como relata
Ahmosis, hijo de Abana que le dio el faraón Ahmosis I: Entonces me traje de allá el botín:
un hombre y tres mujeres, en total 4 cabezas; entonces su Majestad me los dio como
esclavos
También existía a partir de la Dinastía XIX un mercado de esclavos, bak. El hombre libre
se denominaba nds, w’b, nmh y rmt.
La burocracia estaba muy desarrollada y existía una clase media numerosa y culta, ya que
la instrucción estaba bastante extendida.
Se conocen grandes propietarios, con vastas extensiones de terreno y otros más modestos.
También los reyes, sobre todo los de la V Dinastía. dieron a los templos dominios cuya
superficie variaba entre seis y catorce hectáreas.
Los pequeños propietarios vivían generalmente en casas de campo de las que a veces, la
superficie no superaba la hectárea, rodeada simplemente por una cerca. En general, estos
propietarios no se dedicaban directamente al cultivo de la tierra, puesto que solían ocupar
cargos administrativos, teniendo sirvientes que se ocupaban de estas tareas.

Cosecha del trigo

Lo población rural: Vivía en el campo, de los cultivos y el ganado. Se conoce la


existencia de tierras que a veces, se vendían con la gente que las trabajaba, tal vez en su
mayoría prisioneros de guerra, sujetos a la tierra en los dominios reales, a veces cedidos a
propietarios privados y no de esclavos egipcios.
La población urbana se concentraba, sobre todo, en el Delta. Los núcleos urbanos
tuvieron importancia, sobre todo, en la economía, ya que eran, esencialmente, centros
comerciales y su prosperidad dependía sobre todo del comercio marítimo, que se extendía
desde Biblos en Fenicia, la costa de Asia Menor y el Oriente Medio y por el Egeo y del
comercio interior por el Nilo protegidos ambos por una gran armada de guerra.

Principales ciudades

Existían numerosas ciudades por todo Egipto entre las que destacan:
En el Delta

Tanis, situada al este de esta región, y Menfis, más al sur, capital administrativa del país,
eran las mayores y más ricas ciudades de esta época en Egipto.
Otras ciudades importantes de este momento fueron: Bubastis, Per, Seped, Sais, Atribis,
Busiris, Buto y Mendes.

En el Egipto Medio

Destacaban las poblaciones de Heracleópolis, Cusae y Un, con grandes santuarios, gran
densidad de población y una serie de marineros y obreros siempre dispuestos a amotinarse.
Había una clase de ricos propietarios y comerciantes, armadores e industriales.
Los obreros: Eran sin duda hombres libres. puesto que se conservan documentos
autentificados firmados por personas de la clase trabajadora (canteros, obreros de las minas,
etc.), Solían trabajar en grupos de diez, dirigidos por intendentes. El salario se pagaba en
especies (pan, cerveza, trigo, tejidos, etc.).

La familia y su evolución

En la época más antigua la familia egipcia se basaba, al parecer, aunque tal vez no en
términos absolutos, en la autoridad paterna y el régimen de mayorazgo.
En las Dinastías III y IV, a medida que se fortalecía la autoridad real, se rompían los lazos
familiares y señoriales.
Este derecho de familia se revela esencialmente individualista bajo las Dinastías III y IV,
estando la familia reducida a su forma más estricta: Padre, madre e hijos. La mujer
figuraba, generalmente, al lado del marido y el orden de los herederos estaba regulado por
la ley. Los egipcios no registraban nacimientos, muertes, matrimonios o divorcios.
El culto funerario era también individualista, incluso en la familia real. Autoridad paterna,
cohesión familiar y culto funerario de la familia fueron tres conceptos estrechamente
ligados que se fueron debilitando a través de los siglos y desaparecieron por completo
durante las Dinastías III y IV.
seneb y su mujer

Los MEDIOS DE CAMBIO

El intercambio era esencialmente en forma de trueque. Los documentos jurídicos permiten


precisar las condiciones de este procedimiento. Ya en el Imperio Nuevo, una función como
la del Segundo Profeta de Amón se pagaba aún en especies. Algunos grandes templos
acuñaron lingotes de oro antes de la aparición oficial de la moneda.

Imperio medio de Egipto


Organización y Administración del Imperio Medio
Los Nomarcas

El excesivo poder de los nomarcas había entrado en colisión con los de las grandes
familias, que habían perdido muchos de sus privilegios tradicionales en beneficio de
aquellos. Esos grupos familiares dieron la bienvenida a la nueva dinastía (la XI), y al frente
de los nomos volvió a situarse un jerarquía que contaba con la confianza del poder central.
Parece que la hereditariedad del cargo había entrado en crisis, acaso a raíz de la situación
de desorden endémico que aquejó al país durante el primer período intermedio.
Pero el nuevo nomarca gran jefe del nomo acumuló más poder que nunca, si bien por el
momento no cayó en los excesos de la anterior etapa feudal. Las fronteras entre nomos
fueron rediseñadas a fin de que no se suscitaran rivalidades.

Funciones

Básicamente, las obligaciones de los nomarcas eran las que fueron siempre, aunque dejaran
de cumplirse; recaudar impuestos, promover levas en tiempo de guerra, supervisar las
tareas agrícolas y cuidar de la conservación de las obras de regadío. La reorganización
administrativa dio sus frutos, y durante el Imperio Medio el país estuvo razonablemente
bien gestionado y, en general, este periodo fue prospero. Bajo los últimos reinados de la XII
dinastía, sin embargo, comenzaron a advertirse los síntomas recurrentes de la
fragmentación y la actuación de las sempiternas y disolventes fuerzas centrifugas. En
efecto, muchos nomarcas desaparecieron y fueron sustituidos por reyezuelos.

Primer ministro

Los jefes de misión del Imperio Antiguo parecen haber sido sustituidos por 30 altos
funcionarios dependientes del patio de las seis casas o ministerio de justicia, regido
directamente por el primer ministro. Esos 30 altos funcionarios del Sur no sólo entendían
en cuestiones judiciales, sino que llevaban a cabo misiones políticas y administrativas en
nombre del poder central.

Funciones

En cuanto al primer ministro, mantuvo las funciones que ya se le reconocían en reinados


anteriores, si bien adaptadas a la mayor complejidad de las estructuras. Lo mismo cabe
decir del rey, tanto más cuanto que los soberanos de la XII dinastía en general se
comprometieron personalmente con la tarea de gobierno, y en este sentido hay que resaltar
su dedicación y eficacia.

Administración en el Imperio Medio


Gastos

El presupuesto se dividía en dos grandes partidas:


Gastos Fijos, comprendían las cantidades asignadas al faraón y a su familia, y la
retribución de los funcionarios (primer ministro, ministros de guerra, de agricultura y de los
archivos reales, más, cabe imaginar, funcionarios de menor rango).
Los Gastos Extraordinarios, se componían de los donativos que el rey distribuía
discrecionalmente como premio a los servicios a los servicios prestados o con motivo de
fiestas.

Ingresos

Los ingresos provenían de los impuestos, de cuya recaudación se encargaban tres


organismos cuyas funciones específicas se nos escapan, aunque sí consta que los impuestos
nunca se pagaban enteramente en el periodo fiscal correspondiente, y que los escribas
tenían que llevar complicadas contabilidades de lo que se adeudaba y lo que se había
pagado. Recordemos que la economía no era dinerada y los impuestos se abonaban en
especie.
Sociedad en el Imperio Medio
Esclavitud

En este período se introdujo un elemento nuevo en la sociedad egipcia: la esclavitud. Las


primeras empresas bélicas más allá de las fronteras, en la franja siriopalestina y Nilo arriba,
proporcionaron mano de obra esclava, de la que no tardaron en disponer los reyes y los
altos funcionarios, pero también lo que podríamos llamar las clases medias consolidadas
(funcionarios de rango inferior, artesanos). Quizá sea éste uno de los elementos que
contribuyeron a la prosperidad que se registró en el Imperio Medio, muy fructífero también
en el campo de la cultura y de las realizaciones materiales. El pueblo llano, esto es la gran
masa de peones agrícolas, no se benefició apenas de esa bonanza económica. Muchos de
sus integrantes emigraron a las ciudades y buscaron trabajo en los talleres artesanos.

Esclavos en el Antiguo Egipto

Desigualdad social

Una de las características del auge cultural apuntado es el florecimiento literario, y los
escritos de la época son pródigos en amargas quejas de los humildes por su suerte. Un texto
conocido como Advertencias de un sabio egipcio se refiere incluso a una insurrección que
llegó a apoderarse de la persona del rey, y hubo asaltos a los palacios de los altos
funcionarios, se desenterraron momias de soberanos anteriores, se arremetió contra los
sacerdotes y se saquearon las reservas de cereales. Parece evidente que, de ser cierto el
relato, se trató de un episodio revolucionario protagonizado por las capas más
desfavorecidas de la sociedad. Todo ello en medio de la fragmentación del poder y de las
oscuridades que rodearon el fin del Imperio Medio y los inicios del segundo periodo
intermedio (dinastías XII y XIII).

Imperio Nuevo de Egipto


Organización y administración de Egipto durante el Imperio Nuevo
El gobierno central

En la cúspide del gobierno central continuaba el rey o Faraón, cuyo poder evolucionó a lo
largo del Imperio Nuevo. En general, la solidez del poder real está demostrada durante la
mayor parte del Imperio Nuevo, expresada en una serie de factores como su intervención en
los asuntos administrativos y militares; la continuada política de expansión egipcia y la
gran fuerza económica, que se refleja en las grandes construcciones.
A finales de la Dinastía XIX y sobre todo, con la Dinastía XX, se produjo un cambio
gradual y significativo y la naturaleza y fuerza del poder real, por las relaciones cambiantes
entre el faraón, el gobierno civil y el ejército.
Hay también un debilitamiento de la fuerza coactiva del faraón, a pesar de las victorias
libias de Ramsés III y elementos libios y nubios continúan infiltrándose en Egipto.

Thutmosis III

Los CARGOS PÚBLICOS

Aunque a finales del Imperio Nuevo la estructura gubernamental no se derrumbó,


constituyendo la base del sistema político reformado del Tercer Período Intermedio, el
Imperio Nuevo se caracterizará por la tendencia, cada vez más fuerte, a la heredabilidad de
los cargos públicos, en relación con el gran desarrollo de las poderosas familias que
ocupaban los altos cargos de la administración, de forma que el gobierno civil fue
escapando progresivamente del control real, y más tarde, el religioso. De esta manera,
aumenta el papel de los Mayordomos reales, se atribuyen al Gran Sacerdote de Amón
algunas funciones normalmente realizadas por civiles, se encuentra a Sumos Sacerdotes
representados al lado del faraón, con el mismo tamaño que éste.

Estructura DEL GOBIERNO

Cada rama del gobierno ejercía un poder efectivo. De forma general, el gobierno de Egipto
en esta época, puede dividirse en dos partes, territorios internos y conquistados:

Territorios internos

Divididos a su vez en:


a) El gobierno civil, desde el punto de vista geográfico se subdividía en Norte y sur,
siguiendo las grandes divisiones tradicionales de Egipto, una de ellas gobernada desde
Tebas y otra desde Menfis. Al frente de cada territorio había un Visir. El gobierno civil se
ocupaba de regular la agricultura, administrar la justicia, recaudar tributos y mantener el
orden ciudadano mediante las fuerzas de policía o medyau.
b) Existía también el Jefe de la flota o Almirante, que también lo era del ejército, cuyos
cargos se duplicaban, asimismo para el Norte y para el Sur.
c) Los dominios reales, que eran muy extensos, estaban administrados por el Gran
Intendente y la Corte estaba dirigida y organizada por el Canciller y el Chambelán, que se
encargaban de la burocracia real y de todos los asuntos relacionados con el faraón y su
familia.

Los territorios conquistados.

Eran dirigidos, a su vez, por los gobernadores de las tierras del sur y del norte, que tenían
bajo su mando a los diferentes reyes y estados vasallos.
Dos factores de importancia fundamental para la estabilidad del gobierno eran, según los
autores indicados, la eficacia de los vínculos entre el gobierno central y el provincial y que
los territorios y la administración estaban supervisados por el faraón y sus directos
representantes.
Algunas cuestiones planteaban problemas a esta administración centralizada tales como la
gran extensión del país a lo largo del Nilo y la relativa ineficacia del sistema de
comunicaciones, aunque el Nilo constituía una gran arteria de comunicaciones que
contribuía a la tarea administrativa y al control del territorio.

Estructura del gobierno PROVINCIAL

Se conocen una serie de características tales como la existencia de una clara jerarquía entre
los diferentes asentamientos. Así, sabemos que las grandes ciudades eran pocas: Menfis,
Tebas, Pi-Ramsés. Éstas eran las grandes capitales nacionales, residencias del Faraón y
centros religiosos importantes. Estaban además, las capitales de provincias que eran, más o
menos, pueblos grandes, aunque la mayor parte de la población vivía agrupada en aldeas.
Las claves de la administración de los diferentes asentamientos eran:

Los alcaldes

Que constituían el máximo grado jerárquico de cada poblado. Cada alcalde ejercía sus
funciones como delegado del gobierno en el orden administrativo.

Los Consejos

Que a su vez se dividían en los Grandes Consejos Kenbet, los provinciales y los consejos
menores.

1. Eran fundamentalmente de carácter judicial, aunque también ejercían funciones


administrativas. Los dos grandes Consejos de Menfis y Tebas estaban presididos por un Visir.
2. Los Consejos provinciales estaban sometidos al gobierno central, constituidos por los
jerarcas, funcionarios y personas de elevada condición socioeconómica.
3. En último lugar estaban los Consejos menores, encargados de perseguir a los criminales,
cuyo castigo no implicaba la pena capital y de resolver los problemas de disputas por
propiedades.

Intendentes y Directores

Existían también funcionarios encargados de organizar la vida económica y de almacenar y


recaudar los impuestos debidos al Estado: El Intendente del dominio real, el Director de los
graneros y el Director del ganado.

Mensajeros, Inspectores y Vigilantes

Otros cargos de la administración eran los mensajeros de los visires y los diferentes
inspectores, vigilantes, etc., que comprobaban la actuación y el comportamiento de los
funcionarios locales.
El gobierno central intervenía no sólo en los casos importantes sino también en los que su
actuación y arbitraje se aconsejaban necesarios, lo que satisfacía en lo fundamental las
necesidades de control de la población, a pesar de los numerosos casos de ineficacia y
corrupción que debieron existir entre los funcionarios.

Sociedad y civilización durante el Reino Nuevo

Esta época egipcia se caracteriza por la nueva unidad del país, obtenida por la fuerza de las
armas y la desaparición del feudalismo. Otras características que podríamos destacar se
refieren a aspectos sociales o las costumbres, que evolucionan a tenor de los nuevos
tiempos:
Clases sociales

En estos momentos y en gran medida desaparecerán las clases privilegiadas mientras que
las antiguas clases semilibres se irán emancipando, aunque la nobleza tradicional tenía aún
gran fuerza. A nivel oficial se trataba, sobre todo, de oponerles una nueva nobleza de tipo
administrativo que monopolizase los cargos de la Corte, nobleza formada por grandes
propietarios de tierras, grandes oficiales, funcionarios y sacerdotes.
A nivel de los pequeños pueblos gobernaban los consejos locales formados por notables de
clase media, que en los centros más pequeños, a veces, estaban formados por sacerdotes,
con lo que se aprecia la sociedad egipcia bajo la autoridad moral del clero.
El gobierno central se hallaba en manos de una oligarquía y los cargos se heredaban por
costumbre, no en razón de una disposición jurídica.

los rekhyt

Legalmente sólo existía una clase de ciudadanos: los rekhyt, palabra que durante el Imperio
Antiguo designó a los habitantes de las ciudades del Delta, a partir de la V Dinastía designó
a toda la población urbana y durante la Dinastía XVIII se aplicaría a todos los egipcios que,
jurídicamente, componían el país a los que el faraón se vanagloriaba de cuidar.

Los nemhu

Eran los grandes agricultores más favorecidos, terratenientes que por la prosperidad y la
paz del país, se enriquecían y llegaban a altos puestos.

Los comerciantes

Los comerciantes existían, sobre todo en los puertos, donde traficaban con los cananeos y el
Egeo, recibiendo productos contenidos en grandes jarras, dándoles a cambio telas, cuerdas
de papiro y objetos de metal. Ya desde la época de Ahmosis se prosiguió la apertura hacia
el Próximo Oriente, iniciada en la Dinastía XII y continuada después. Aumenta la
importación de materias primas.

Los henmemet

Constituían la masa campesina humilde, que, de depender de los señores feudales, pasó a
depender del Estado y el rey sólo les transmitían órdenes de pago para que abonasen las
prestaciones que debían. Aunque eran libres, no gozaban de tal libertad, puesto que su
humilde condición les impedía tanto la movilidad como cualquier clase de promoción.

Esclavos

Existía la esclavitud privada, exclusivamente de extranjeros, llevados a Egipto en las


victoriosas campañas de los faraones y repartidos entre jefes y oficiales como recompensa
de guerra, aunque estos esclavos podían recobrar la libertad con facilidad, casándoles con
un pariente del señor.
Los prisioneros que el Estado se reservaba como esclavos eran donados a los templos o
trabajaban las tierras reales. No podían liberarse e iban marcados con hierro.

La Familia

La familia va perdiendo su cohesión jurídica y regresa a fórmulas individualistas,


existiendo un evidente paralelismo entre la desaparición del sistema de tenencias señoriales
por una parte y el derecho de primogenitura y la autoridad por otro, igualándose
jurídicamente los esposos. El matrimonio será un contrato y fuera de la comunidad de
bienes, el consorte conservaba otros propios, de los que dispone con libertad.

Las costumbres

Las costumbres también se transformaron durante esta primera parte del Imperio Nuevo.
Tebas se convirtió en una gran ciudad y en Karnak, alrededor del primer templo de Amón,
se desarrolló una ciudad santa de grandes dimensiones, dominada por el rey y su corte. El
faraón tenía varias reinas con las que se casa, a veces, por motivos políticos. Sobre todas
ellas, la primera era la Gran Esposa. También tenía un numeroso harén y a veces varios,
cada uno de ellos en uno de sus numerosos palacios.

El Harén

El Harén era una gran institución con sus funcionarios especiales e incluso comerciantes
propios. Sólo las reinas podían dar herederos al trono, pero a falta de éstos, los hijos de las
concubinas casados con hijas reales podían ser legitimados por su padre y ser reyes de
Egipto, como en los casos de Thutmosis I, Thutmosis II y Thutmosis III, lo que daría origen
a numerosas intrigas.
La influencia asiática que penetró en Egipto, en esta época aumentó considerablemente la
importancia del harén. Las reinas participaban activamente en las ceremonias oficiales, por
lo menos de Gran Esposa. Las concubinas, en cambio, no salían del harén ni figuraba otra
reina nunca al lado de la primera.

Vestimenta

Gran numero de miembros de antiguas familias nobles abandonaron por esta época sus
residencias y se establecieron en la capital, buscando los grandes cargos. La riqueza y el
refinamiento de las costumbres creó un una verdadera vida mundana. Todo el mundo vestía
de blanco, las mujeres se hacen representar con bellos trajes transparentes plisados, muy
escotados. Utilizaban grandes pelucas y costosos objetos de tocador, pinturas y perfumes,
estando adornadas a menudo las grandes damas con ricas joyas.
Los hombres vestían una blusa amplia y túnica y se dejaban crecer la barba como señal de
luto.

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En el siglo XIII a. C. (hacia el año 1279), el rey de Babilonia se quejaba de las bandas de
los akhlamu, es decir, de los nómadas que más tarde, según el apelativo de uno de sus
clanes, se llamarían aramu o arameos, aunque también es posible que estas bandas
nómadas estuvieran formadas por un conjunto de pueblos diferentes con un origen étnico
común y con dialectos semitas emparentados entre sí.
Estos akhlamu eran tan pronto bandas de mercenarios, necesarias al servicio de una
potencia (como, por ejemplo, los hititas), como grupos que operaban por su cuenta y
también es posible que se dedicasen a actividades completamente pacíficas, empleándose
en grupos aisladamente, como jornaleros, en las explotaciones agrícolas.
Su perfecto conocimiento del desierto hacía, igualmente, que los nómadas en general (tanto
los akhlamu como los suteos u otros) fuesen excelentes guías para las grandes travesías.
Asiria, con Tiglat-Pileser I ( 1115-1077), había alcanzado una de las cimas de su poder,
pero también, se había precisado sobre ella la amenaza permanente que los nómadas hacían
pesar, muchos siglos antes, sobre toda Mesopotamia.,zona fértil y rica, que a la fuerza
habría de tentarles. Empujados ahora de oeste a este por la Invasión de los Pueblos del Mar
y acuciados por la necesidad de subsistir, los nómadas del desierto se van a transformar en
una entidad política definida: Los árameos.
Tiglat-Pi-leser I de Asiria se vio obligado a emprender catorce campañas militares para
intentar arrojarlos hacia el este, al otro lado del Eufrates, hasta Kar-kemish, desde donde se
dispersaron hacia el sur. hasta la región de Palmira.
Después de Tigiat-Pileser I, el poder asirio sufrió una época de estancamiento, seguida de
un declinar inevitable, ya que los hijos y/o sucesores de este rey no estuvieron a su altura y
las múltiples alianzas que con tanto esfuerzo había logrado establecer el gran rey asirio se
desharán, una tras otra
Durante esta época, en la llanura sur de Mesopotamia. los arameos eran dueños y señores
de Babilonia, donde uno de sus jefes había llegado a ser rey y aproximadamente un siglo
después de Tiglat-Pileser I, los arameos lucharon contra los reyes israelitas Saúl y David
por la hegemonía de la zona del Líbano y Transjordania septentrional.

La migración Aramea
También la ocupación de Palestina por los israelitas se integra en este acontecimiento
histórico de gran repercusión que es el movimiento de los pueblos semitas.
Tanto el hebreo como el arameo, el cananeo, el amorita y el árabe son lenguas semíticas del
grupo occidental, que aparecen en la misma época en las regiones fronterizas de Siria y
Palestina y aún en Mesopotamia, en los cursos superiores del Eufrates y el Tigris donde los
encontramos citados en las inscripciones reales del Imperio Medio Asirio y con igual
frecuencia en el Antiguo Testamento, donde la tradición bíblica emparenta a árameos y
hebreos, haciendo de Jacob (Israel) un -arameo errante, aunque desde la época de Akad
hasta el siglo XIV a. C. se encuentra en los textos mesopotámicos, asirios y egipcios,
referencias aisladas a países, ciudades o personas a las que se designa con el nombre de
Aram o Arami, que podría tratarse de simples homónimos y la primera mención de los
árameos como tal grupo étnico le encontramos en las inscripiones de Tiglar-Pileser I, en la
forma Ahlamú-Aramaia, lo que podría traducirse como los Ahlamú que son árameos, tal
vez indicando que en esta época, los árameos formaban parte de un vasto grupo de tribus
que estaban establecidas desde hacia mucho tiempo en el Creciente Fértil.
Arte del Palacio Karsabad

Consecuencias

Esta migración aramea constituyó el hecho más trascendental de la historia del Próximo
Oriente asiático, a partir del siglo XIII a. C. como una prolongación, además de originar
una serie de consecuencias:
Provocó una terrible recesión en Asiria y el país se replegó en si mismo. Se mantuvo la
continuidad dinástica, pero hubo un gran retroceso económico, ya que debido a la
convulsión provocada por las migraciones, se perdieron las relaciones de comercio en el
Eufrates y también se interrumpió toda relación comercial con Anatolia. sobre todo de
materias como metales, telas y productos manufacturados. Al mismo tiempo, se hundían
industrias en Ninive y Arbelas, la debilidad económica produjo grandes trastornos socíales,
produciéndose también la ascensión de nuevos poderes en Babilonia, llegando a dominar
Siria.
A pesar de que las vicisitudes políticas les fueron, finalmente, desfavorables, su lengua
suplantó al hebreo en Palestina, se convirtió en la lengua oficial del Imperio Persa y del
Imperio Neobabilónico. llegando hasta la época de Jesucristo.
En Mesopotamia, produjo una época difícil en torno a los siglos XI al X a. C. que tiene
como carácter común la inestabilidad y una progresiva decadencia económica, que
degeneró en una crisis social.
Todas estas circunstancias produjeron en el próximo Oriente el nacimiento de una situación
alrededor del año 900 a. C. completamente nueva de la que conocíamos con la aparición de
un auténtico mosaico de pequeños Estados: los Principados arameos.

Los principados Arameos

Estos Principados se extendieron por toda Siria y el norte de Mesopotamia, al Sur de los
Principados neohititas, sobre todo en cinco zonas:
a) En Mesopotamia. en el valle del Balikh y en el alto Khabur (o Habur), estaba el
Principado arameo de Bit-Bakhiani, cuya capital era Guzana (hoy Tell Halaf).
b) Hacia el curso inferior del Tigris. al sur de la desembocadura del Diyala. otras tribus
arameas establecieron los principados de Litau, Puqudu, Gambulu y Khindanu.
c) En Siria del norte, los arameos tomaron la región de Alepo y Arpad, fundando los reinos
de Bit-Agusi y Bit-Adini, a pesar de la resistencia de los principados neohititas vecinos:
Karkemish (que permaneció independiente hasta el reinado de Sargón II de Asiria). Hamat,
Alepo y Khattina.
d) Otros grupos árameos, durante los siglos XI al X. fundaron el reino de Sam’al (capital
Zincirli) en la región al noroeste de Karkemish, hacia el valle del Karazu.
e) A fines del siglo XI, todo el valle del Orantes y el sur de Siria estaban controlados por
los arameos, que combatieron con los primeros reyes de Israel por la supremacía en la
región. Aquí estaban los principados de Aram-Soba, Aram-Bet-Rehob, Aram-Ma’Ka,
Geshur (en torno al monte Hermón) y el principal: Damasco, que ejerció una verdadera
hegemonía política sobre el conjunto de esta confederación.
A la larga, se impuso el elemento semita en toda esta zona. Y el arameo pasó a ser la lengua
usual de los tres grandes imperios que se formarán a partir de ahora en esta región: El
Neoasirio. el Neobabilónico y el Persa

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Manifestaciónes Culturales en el Imperio
Nuevo de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Manifestaciónes Culturales en el Imperio Nuevo de Egipto

Las manifestaciones culturales en el Imperio Nuevo son muchas, un cambio en la lengua,


con abandono del egipcio clásico en que se escribía durante el Imperio medio, y adopción
de un idioma mas próximo al hablado, se señala la revolución de Amarna como punto de
partida de esta transformación.
En la época de apogeo, en el Imperio Nuevo, se construyo el templo de Amón, en Karnak,
junto a Tebas, considerado el mas representativo de los egipcios. En la escultura el Imperio
Medio ofrece ya ejemplares evolucionados como la estatua de Amenemhet III, y en el
Imperio Nuevo este arte alcanza su plena madurez, en el periodo de Amarna ha dado una de
las esculturas más famosas, el busto de Nefertiti, un prodigio de estilización y armonía. Con
respecto a la pintura, en el Imperio Nuevo se recupera la riqueza temática, que llega a su
culminación con la XVIII dinastía, con una manifiesta superación de la rigidez y el
convencionalismo.

Religión
Hasta Amen-Hotep/Amenofis IV

El advenimiento del dios Amón como dios real, durante el Imperio Nuevo marcó un hito
muy importante en la religión egipcia.
Tebas fue el gran centro teológico del país, aunque un tanto artificial, ya que esta unidad
religiosa estaba muy influida por el fraccionamiento religioso de épocas anteriores, sobre
todo por el misticismo osiríaco y los múltiples cultos locales.
Amón: Desde la Dinastía XI, al confundírsele con Ra, pasó a ser un dios solar, realizándose
una mezcla o sincretismo, fundiendo todos los elementos de las dos divinidades. El mismo
clero dejó de ser local y se centralizó bajo el poder del Sumo Sacerdote de Amón en Tebas,
emprendiéndose un gran trabajo que culminó en la elaboración de una doctrina oficial.
A través de tas transformaciones se aprecia un gran esfuerzo para volver a la antigua
espiritualidad, aproximándose cada vez más a la teología heliopolitana. Los faraones
Thutmosis IV y Amen-Hotep/Amenofis II y III tienden a tener alejados a los Grandes
Sacerdotes de Timón de cargos políticos aproximándose al clero de Heliópolis. Sobre todo
Amenofis IV, invocó a Ra con su nuevo nombre de Titán, simbolizado en el disco solar, tal
vez para librarse del poder de los sacerdotes de Timón y siguiendo las corrientes religiosas
de la época. Para Moret, Atón será el paralelo egipcio del Adonis sirio y el Adonai hebreo
aproximándose a los cultos solares celebrados en todo el Asia anterior.

Akenaton y
Nefertiti

La ÉPOCA DE El-Amarna

Esta época supuso una profunda transformación en el marco de la economía, en las


costumbres y el arte, como si Egipto hubiese renunciado, de golpe, a todas sus tradiciones,
excepto a la religión, que siguió siendo el centro de la concepción de la vida.
La monarquía amarniana era absolutista. El rey era el Atón encarnado y este
absolutismo era el mismo que el de los reyes menfitas de la IV Dinastía, haciéndose
esencialmente religiosa como lo fue en tiempos de Keops/Kufu, aunque ahora el rey es dios
hecho hombre, haciendo de él un ser asexuado, universal. Y se dejan de utilizar casi todos
los símbolos extraños y ammalísticos utilizados en la antigua religión egipcia, aunque se
conserva el uraeus, ureo o cobra en el disco solar y las imágenes del faraón y su familia.
La familia real será el centro de todo, marcando una vez más el cambio en las
costumbres de Egipto. El respeto a la madre y a la esposa fue, según muchas opiniones, un
tema esencial que marcó toda la vida del rey, que se presenta rodeado de sus hijas y esposa
principal en escenas de su vida familiar que se hace pública, mientras que a nivel de vida
privada mantuviese las antiguas costumbres de un harén numeroso y otras esposas, como
Kiya.
La arquitectura mostrará esta evolución religiosa. Los templos se hacen al aire libre,
luminosos, abiertos. Y tanto en ellos como en las tumbas se representó al rey, al que se
amaba porque él era dios. Todo en esta época trató ser agradable, optimista y bello o al
menos así se la interpreta, pasando por alto crudas realidades de matrimonios del rey en sus
hijas-niñas que morirán de parto, y otros temas que se intuyen en el entorno real. Y esta
concepción de la vida, diferente iconográficamente de épocas anteriores, se traducía
directamente en el arte. La arquitectura estará hecha a la medida humana. Los almacenes se
hacen bellos. Y el realismo y el individualismo hacen nacer en el-Amarna una escuela
completamente nueva de escultura y pintura en la que la personalidad del artista destacaba,
desapareciendo las posturas clásicas y el hieratismo, las escenas pintadas ocupan un papel
importante en la decoración y el desnudo es frecuente, así como los vestidos femeninos
transparentes.
La literatura abandonó todo convencionalismo, rechazando el simbolismo hermético, ya
que, como la literatura va dirigida al pueblo, éste debía comprenderla. Su mejor ejemplo es
el Himno a Atón, compuesto por Amenofis IV, que encontramos reproducido en las
sepulturas de los nobles del período de el-Amarna.

Egipto desde la restauración DEL CULTO A AMÓN

El siglo que siguió a la restauración amonita es uno de los más brillantes de la cultura
egipcia.
En Literatura, la adopción de la lengua vulgar como lengua literaria dio un gran impulso,
que se manifiesta con más amplitud desde el reinado de Amen-Hotep/Amenofis III, con las
siguientes características:
En primer lugar se aprecia la afición al genero histórico, motivada por las grandes
conquistas de Thutmosis III, con obras como La querella de Apopi (rey de Avaris) y de
Sekenenra (rey de Tebas), la Victoria de Kamose sobre el rey de Avaris, la Biografía de
Ahmes, los Anales de Thutmosis III y el Poema de Pentaur: Un papiro con las campañas de
Ramsés II, que también se conocen por estar grabadas y figuradas en las paredes los
templos de Karnak, Luxor, Abidos, Abu Simbel y el Ramesseum.
Por doquier se desarrolló la erudición, debido a las influencias exteriores y a los viajes, las
enseñanzas y el estudio de las lenguas extranjeras y las civilizaciones y cultos asiáticos.
Pero también se volvió hacia la época menfita en busca de modelos y se estudiaron con
respeto y admiración los textos antiguos. La obra Máximas de Any, cuya fuente principal
para su conocimiento es el Papiro Bulaq que data de la XXII Dinastía. Nacen en esta
época los poemas amorosos, que se cantaban y recitaban entre los jóvenes en las
reuniones mundanas. Además de pequeños poemas conocemos uno mayor, contenido en
el Papiro Chester Beaty, escrito en versos.
El cuento alcanzó gran popularidad y el género aparece en la línea tradicional. Conocemos
entre otros los de: El viaje de Unamón, el Cuento del Príncipe predestinado, el Cuento de
los dos hermanos, el Cuento de la Verdad y la Mentira, el Cuento de Horus y Seth, también
conservados estos dos últimos en el Papiro Chester Beatty. Asimismo se conocen fábulas
como la de El lobo y el cabrito.

Familia Real de Akenaton

Manifestación ARTÍSTICAS EN EL Imperio Nuevo


El Imperio Nuevo no fue sólo el período de mayor potencia política y económica para
Egipto sino también el de su mayor desarrollo artístico y cultural.
Durante el reinado de tres dinastías reales (desde la XVIII a XX), se levantarán más
monumentos y construcciones que en todos los tiempos pasados y futuros en este país.
Todo el valle del Nilo. hasta la segunda catarata, e incluso más allá, estaba lleno de
templos, capillas y estelas rupestres.
Incluso, si no se tuvieran otras informaciones acerca del poder del Estado egipcio, las obras
de arte del Imperio Nuevo que han sobrevivido atestiguarían y nos informarían
ampliamente de este gran momento de esplendor político y auge económico del país.
No hay campo en las manifestaciones artísticas de esta época que no haya alcanzado una
gran perfección, tanto técnica como artística y en todos ellos se demuestra claramente que
la población egipcia gozaba de un gran bienestar económico y social, del que el arte fue un
fiel reflejo.
Arquitectura

El gran logro del Imperio Nuevo en la arquitectura monumental fue fijar el esquema típico
del gran templo consagrado a la divinidad que hoy conocemos como el templo clásico
egipcio.

Arquitectura Religiosa

El poder del clero y el enriquecimiento de los tesoros de los templos proporcionaron las
condiciones ideales para la creación de un canon de arquitectura sagrada. Hay que señalar
también que, a partir de este momento, aparecen en las paredes de los templos las hazañas
bélicas de los faraones en forma de grandes relieves de batallas. El templo se transforma en
la construcción nacional más representativa, con una enorme carga de propaganda política,
hábilmente manejada por la clase sacerdotal, representada en las paredes. Así lo
encontramos en el templo nubio de Ramsés II en Abu-Simbel, en los santuarios de Deir el-
Bahari, el santuario de Mut y los grandiosos complejos de Karnak y Luxor.

Templo de Abu Simbel

El tempo clásico Egipcio

El plano del templo clásico egipcio, se presentaba, así, un pequeño muelle a orillas del río
Nilo para las embarcaciones que portaban en procesión la estatua del dios y su séquito.
Desde el mismo muelle, una avenida decorada con esfinges conducía hasta los pilonos del
templo, en egipcio bekhene. Generalmente, delante de estos pilonos se situaban las
colosales estatuas de los reyes y los altos mástiles para los estandartes. Tras los pilonos, se
encontraba un patio, normalmente circundado de columnas por tres lados. Pasado el patio,
se encontraban las salas hipóstila (cerrada) e hípetra (abierta) que solían tener más elevadas
las dos filas centrales de columnas, formando una especie de nave central, ejemplo que
vemos en el templo de Amón en Karnak. A veces, al fondo, una puerta conducía a una sala
hipóstila menor y ésta a la sala de la barca sagrada; en algunas ocasiones había corredores a
ambos lados. Por último, el Sancta Sanctorum, la capilla donde se encontraba la estatua del
dios, precedida a veces de un pequeño vestíbulo. En ocasiones el templo disponía de una
capilla principal y otras menores, generalmente tres, debido al sistema religioso de las
tríadas divinas.
Las grandes tumbas rupestres como la de los faraones Thutmosis III y Amenofis III, son
verdaderos laberintos con cámaras y capillas e importantes pinturas y bajorrelieves
polícromos. Entre los templos funerarios están los de Sethi I en Gurna, el de la reina
Hatshepsut en Deir el-Bahari y el imponente grupo de ruinas del templo funerario de
Ramsés II, el famoso Ramesseum, todos frente a Tebas, en la orilla occidental del Nilo.

Arquitectura Civil

Como manifestación de arquitectura civil, citaremos el palacio real, que a veces,


comunicaba con el templo funerario, como el de Ramsés III en Medinet Habu, sólo
residencia en las fiestas religiosas. Cada rey en Egipto tenía la costumbre de erigir su
propio palacio. Así, Amen-Hotep/Amenofís III construyó al oeste de Tebas, el palacio de
Malkata. El palacio que mejor se conoce por representaciones es el de Amen-
Hotep/Amenofis IV en el-Amarna.
Las poblaciones urbanas tenían muy frecuentemente casas de dos pisos. Generalmente la
Planta baja era ocupada por talleres y las dos siguientes se utilizaban como lugar de
habitación.
El Cisma de el-Amarna dejó también su impronta en la arquitectura. Así el templo dedicado
a Aton tenía pilonos y sala hipóstila, pero ésta carecía de techo, para que los rayos del sol
llegaran sin obstáculos a sus fieles. En su recinto murado se levantaban columnas que
sostenían simples arquitrabes aislados.
Escultura y Pintura

Nefertiti

La pintura y escultura conocen en esta época una verdadera edad de oro. La representación
humana, por lo general, se hace más esbelta y llena de gracia y ligereza. La obra del artista
se individualiza, está más liberado de los esquemas de un canon tradicional, más hierático y
despersonalizado.
Gran parte de las obras pictóricas del Imperio Nuevo se han conservado en las tumbas de
los notables tebanos en Gurna y Deir el-Medina y en las tumbas reales del Valle de los
Reyes.

Pintura

El desarrollo de la pintura sigue las mismas etapas que el bajorrelieve y la estatuaria.


Hasta el final del reinado de Thutmosis III, los artistas siguieron inspirándose en los
ejemplos de los maestros del Imperio Antiguo y Medio. De este estilo son las pinturas de la
tumba de Meneperreseneb, Gran Sacerdote de Amón. Las mejores obras de la escultura
de este período son los bajorrelieves del templo de la reina Hatshepsut y los del templo
de Thutmosis III, ambos en Deir el-Bahari, las estatuas-cubo del arquitecto Sennmut, el
gran ayudante de la reina Hatshepsut y la de Thutmosis III en granito negro.
Con Amen-Hotep/Amenofis II y Thutmosis IV triunfó un nuevo estilo lleno de gracia y
elegancia. En la pintura, una de las obras más representativas quizá sean las escenas
de la tumba de los escribas Nakt y Menna.
Escultura

En escultura cabe destacar los relieves muy planos, de la tumba de Ramosé, visir y
gobernador de Tebas bajo Amen-Hotep/Amenofis III y IV, así como las esculturas que
representan al faraón Amenofis III. Rompe la evolución de este estilo el episodio aislado de
el-Amarna.
En muy poco tiempo, los artistas amarnianos realizaron una serie de monumentos artísticos
de acuerdo con el espíritu de la época, como las estatuas del propio faraón con todas sus
imperfecciones físicas y las deformes princesas, que contrastan con la belleza de la reina.
La escultura más reconocida fue el busto de Nefertiti, esposa de Akenaton, creado en el
periodo del Amarna.
Pero las mejores creaciones de este tiempo son los relieves y las pinturas que
representan escenas íntimas de la vida de la corte: la reina y el rey sentados, rodeados
de sus hijas en sus habitaciones y adorando al disco solar.

Aportes de la epoca de El-Amarna al arte egipcio

En el arte egipcio, la tendencia amarniense, fuera de la rigidez tradicional y más libre,


acabó degenerando en un manierismo que sólo perduró hasta la muerte de Akhenatón. Sin
embargo, sobrevivieron algunas formas iniciadas en este período, como la manera de
dibujar los pliegues de los ropajes, más suaves y flexibles y sobre todo, aportó al arte
egipcio un mayor naturalismo y elegancia que rejuvenecen las formas clásicas.
Con la XIX Dinastía se volvió a las antiguas reglas del arte egipcio con las representaciones
oficiales de los faraones, las divinidades, las procesiones litúrgicas y grandes hazañas de los
reyes, pero todo ello impregnado de la ligereza y naturalidad amarniense. Muestra de las
bellas obras de este momento es el bajorrelieve de Sheti I presentando ofrendas a Isis y
Osiris en el templo de Abidos.
Bajo las Ramésidas, el arte se desarrolló en dos planos: Obras que continúan teniendo un
alto nivel de ejecución como las esculturas que representan a Ramsés II y su esposa
Nefertari, o las pinturas que decoraron la tumba de la reina.

Artes Menores

El arte decorativo y gozaba de una importante tradición en los Imperios Antiguo y


Medio, pero es en esta época cuando alcanza una mayor perfección y belleza. El mejor
ejemplo de arte suntuario es el mobiliario de la tumba de Tutankhamón: sus mesas, sillas,
camas pintadas, cofres, jarras y sobre todo el famoso trono.
Los objetos suntuarios no eran solamente patrimonio de las tumbas reales ni de las grandes
mansiones de los funcionarios reales. Se han encontrado objetos de tocador de metal,
cerámica y jarras de alabastro en casas de artesanos y gentes de clase social más inferior.
El amor a los objetos suntuosos nació, del contacto entre Egipto y los pueblos asiáticos
desde las primeras etapas de su historia. En el Imperio Nuevo las relaciones de tipo
comercial y político se hicieron muy acentuadas.
Destacan en arte suntuario las piezas de tocador en madera, metal y piedra, las joyas, los
bastones labrados de los faraones, los collares y Pectorales, los escarabeos y amuletos, así
como la cerámica, los cofres, cajitas y ungüéntarios.
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Manifestaciónes Culturales en el Imperio


Medio de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Manifestaciónes Culturales en el Imperio Medio de Egipto

En el Imperio Medio del Antiguo Egipto se caracterizó por una evolución en las ideas
religiosas. En lugar de ser considerados como en épocas anteriores, como un dios, los reyes
serán considerados ahora como simples mortales, aunque de gran habilidad y valentía. La
relación entre la humanidad y la divinidad de los reyes fue un problema intelectual muy
importante para los egipcios. Se restauró la unidad, acabando con el poder de los nomarcas
y desaparecieron los nomos como unidades administrativas y se crearon nuevas unidades
administrativas: ciudad y su territorio circundante.
Con la paz y la prosperidad creció una clase media burguesa. Hubo una gran mejora de los
sistemas hidráulicos. Se realizaron importaciones y exportaciones abundantes por las
excelentes relaciones con el extranjero y se conocen numerosos textos jurídicos de la época
de Sesostris II, como donaciones, herencias, compras, ventas, etc.

Religión
Se caracterizó este período por el contraste de la religión osiríaca (que asegura la
supervivencia en la otra vida unida a la conservación de las momias) con la de Ra.
A partir de la Dinastía XI, el dios Osiris adquirió una mayor preponderancia en el terreno
religioso porque era un dios popular cercano al hombre que como un humano sufría y
moría, mientras que Ra era un dios solar y lejano. Al lado de la religión popular de Osiris,
aparece con la Dinastía XI, una nueva religión con tendencias netamente heliopolitanas,
cuyo dios principal era Amón-Ra. El dogma fue establecido por el colegio sacerdotal de
Tebas, que vivía cerca del rey. Los primeros reyes de la Dinastía XI habían favorecido el
culto a Osiris por razones políticas y sus sucesores reaccionaron contra una religión que se
había vuelto demasiado popular. Durante la Dinastía XII las dos tendencias religiosas se
desarrollaron paralelamente, adquiriendo ambas enorme importancia.

Osiris

Literatura
El Imperio Medio es la época de esplendor y apogeo de la literatura egipcia. Su lengua
es considerada como clásica, siendo las obras de este período copiadas sin cesar por los
escribas y aprendices de épocas anteriores. Conocemos, entre otras, las Enseñanzas del rey
Amenemhat (Sesostris I pone instrucciones en boca de su padre). Se conservan en el
Papiro Miliingen y en el Papiro Sallier II. Solían servir para los ejercicios escolares. Otros
ejemplos son El papiro de Sinuhé, Historia del náufrago, Cuentos de magia y la Profecía de
Neferti. Entre los relatos mitológicos están el Cuento de Isis y Ra y el de Horus y Seth.
También los grandes dramas sagrados como el Drama de la coronación o el Drama menfita.

Ciencias
Muchos documentos demuestran el progreso científico, tanto en matemáticas como en
astronomía, como el Papiro Matemático y el Papiro Rhind.
En medicina es importante el Papiro Ebers. Desde la XII Dinastía conocemos los Textos de
los Sarcófagos. A esta época pertenece también la célebre Sátira de los oficios o
Instrucción del escriba Hety, hijo de Dwa.
Manifestaciones artísticas en el Imperio Medio
Con la unificación del país, conseguida por los Príncipes tebanos, la situación artística
adquirió unos nuevos caracteres que se aprecian tanto en arquitectura como en escultura,
pintura y en toda una serie de las denominadas artes menores.

Arquitectura

El Imperio Medio está considerado como el período clásico por excelencia de la


civilización egipcia. Sin embargo, no es el más largo ni el mejor documentado y desde el
punto de vista de la arquitectura es el menos conocido, pues de los grandes templos, como
los de Amón-Ra en Karnak y el de Tanis sólo quedan escasos restos reutilizados. El período
destaca sólo por la excelencia de las escasas obras que se conservan.

Militar

La arquitectura de esta época se distinguió por las fortificaciones, que los faraones
levantaron para proteger el país de posibles incursiones de pueblos extranjeros y del pillaje
de las tribus nubias. La mayoría de estas obras de tipo militar son de características
homogéneas, sólidas y grandiosas, como la fortaleza de Buhen en la segunda catarata,
Kor, Mirgissa, Semna y Kumma. Estas construcciones demuestran una larga y precisa
experiencia militar.
Buhen

Funeraria

En cuanto a la arquitectura funeraria, los reyes del Imperio Medio intentaron imitar la de
sus poderosos antecesores de las Dinastías IV y V, pero, sus posibilidades fueron muy
inferiores. En cambio, consiguieron destacados logros en cuanto originalidad y soluciones
arquitectónicas como el templo funerario de Mentuhotep, fundador de la XI Dinastía en
Deir el-Bahari. Su elevación y belleza está conseguida a través de una sucesión de terrazas
hasta llegar a un patio con pórticos que conducía al templo, cuyas paredes fueron
magníficamente decoradas con relieves e inscripciones jeroglíficas de gran belleza. Unos
siglos más tarde, el arquitecto Senemmut levantó al lado el templo funerario de la reina
Hatshepsut, inspirándose en este edificio.
Mentuhotep

Los reyes de la XII Dinastía construyeron sus monumentos funerarios intentando imitar las
grandes pirámides del Imperio Antiguo. Así, no lejos de su residencia, cerca del oasis de El
Fayum. levantaron sus pirámides y templos funerarios, como las pirámides de
Amenemhat II y Sesostris III, además de una de las dos que hizo construir Amenemhat III,
los complejos de Lich (Amenemhat I y Sesostris I), de Illahum (Sesostris II), de Hawara
(Amenemhat III) y de Masghuna (Amenemhat IV) son nuevos.
Las tumbas de los faraones suelen ser auténticos laberintos y sus templos funerarios tenían
por lo general grandes dimensiones. En cambio, los templos dedicados a divinidades solían
ser más pequeños. Son de destacar el templo consagrado por los faraones Amenemhat III y
IV a la diosa serpiente de las cosechas, Renenutet y al dios cocodrilo Sobekh y la Capilla
Blanca de Sesostris I en Karnak, casi único vestigio que queda de lo que debió ser un
importante conjunto de edificios, levantado en el lugar llamado a convertirse en el santuario
más célebre y grandioso de Egipto, dedicado a Amón, el dios soberano de Tebas que
comenzaba ahora su carrera política.
Las tumbas de los notables estaban excavadas en la roca (hipogeos). Se hallan en Beni
Hassan, Asiut, Meir y Assuán y constituyen un tipo nuevo de monumento funerario. Se
accedía a la tumba por una estrecha rampa, la antecámara tenía forma de pórtico con
columnas exentas labradas en la misma roca, columnas que por sus estrías verticales
semejantes a las utilizadas muchos siglos después en el primer arte griego se han
denominado protodóricas. Detrás del pórtico de acceso se encontraba la cámara con un
nicho para la estatua del difunto. El acceso a la verdadera tumba donde estaba el sarcófago
con la momia del difunto estaba disimulado por falsas puertas. Sólo un pozo daba entrada a
la misma.
Tumba de Mentuhotep

Arquitectura civil

En arquitectura civil destaca la ciudad mandada construir por el faraón Sesostris II para los
obreros y demás operarios encargados de levantar su pirámide en Kahun, cerca del oasis de
El Fayum, llamado así por Petrie cuando lo descubrió en 1889. Esta ciudad fue edificada
con ladrillo crudo.
Esta pirámide es un auténtico complejo urbano, edificado de acuerdo con un plano preciso
y por ello es una excepción con respecto a ciudades del Antiguo Egipto, que eran simple
alineamiento de casas. Destaca esta ciudad por una división muy clara, acentuada por un
ancho muro, entre el barrio popular, de esquema octogonal y el residencial, mucho más
extenso, en cuyas casas se distinguen las salas para recepciones, las habitaciones del dueño
y el harén, además de almacenes y depósitos de agua.

Capitel Hathórico

En el Imperio Medio aparece por primera vez un nuevo tipo de capitel en el que, en lugar
del formado por hojas de loto, palmera o papiro, utilizado en el Imperio Antiguo, se
representaba ahora el rostro de la diosa Hathor. Este capitel, llamado hathórico, se
transformará en elemento clásico de la arquitectura egipcia. La misma evolución se
producirá con el pilar osiríaco en el que se ve una figura de Osiris, apoyado en un pilar
cuadrado. Aunque a partir de esta época, el pilar osiríaco consigue una mayor utilización en
la arquitectura, ya había existido en época anterior.
A la entrada de los grandes conjuntos religiosos se colocaban las esfinges en granito y el
doble obelisco tallado en un solo bloque de granito rojo, cuya cúspide, generalmente, se
cubría con una placa de metal pulido. Las cuatro caras del obelisco estaban llenas de
inscripciones jeroglíficas, como aún puede verse en los ejemplares que se conservan.
Escultura

A fines del Primer Período Intermedio se distinguían en Egipto dos escuelas principales de
escultura: En el norte, cerca de Menfis, los artistas realizaron obras de gran categoría
artística, probablemente debido a la gran tradición escultórica recibida del Imperio Antiguo.
En el sur. en cambio, donde el Imperio Antiguo no creó nada de importancia, había una
carencia de esa tradición local y la escultura revela una mayor torpeza de ejecución.
A partir de la XII Dinastía (ya en el Imperio Medio), se observa una mayor unidad de estilo
con una calidad, por lo general, bastante elevada y con unos modelos muy comunes. En la
figuración oficial domina, en los magníficos dibujos jeroglíficos, muchas veces verdaderas
obras de arte, la representación de la unión del Alto y el Bajo Egipto, y como novedad, se
trata de igualar, en las representaciones, en un mismo plano, al rey y a la divinidad, aunque
la auténtica innovación fueron las estatuas cúbicas, nacidas de las investigaciones
geométricas del Primer Período Intermedio.
Sin embargo, no se aprecia en la representación de los faraones la paz majestuosa que
caracterizaba a los reyes del Imperio Antiguo. Existe ahora una corriente pesimista y los
artistas carecen de la seguridad en la magnificencia de sus faraones y sus obras. Así, en el
retrato de Sesostris III se observa no la serenidad propia de un faraón, sino a un hombre
cansado, triste y hasta preocupado. Aunque el retrato de Sesostris III es único en la
escultura del Imperio Medio, no igualado por ningún otro conocido de esta época, indica
la tentativa de algunos artistas de este período de romper con los convencionalismos y
esquemas rigurosos, aunque la nota general es de academicismo clásico y frío, como vemos
en las estatuas de faraones Mentuhotep I y Sesostris I y sobre todo en las representaciones
de funcionarios.
Sesostris III

Pintura

En las tumbas, las pinturas, en general, tienen proporciones superiores a las realizadas en el
Reino Antiguo. En algunos temas tradicionales, el esquema se transforma, la composición
es más densa y las figuras ocupan menos sitio.
En estas pinturas de las tumbas se encuentran muchas veces verdaderas obras de arte, sobre
todo en los hipogeos de Beni Hassan, donde destacan las representaciones de escenas
naturales y figuras de animales entre campos de papiro y de loto, verdaderas precursoras
del posterior estilo ameniense.

Orfebrería

Aunque continúa la tradición de la orfebrería del Imperio Antiguo, en esta época la técnica
se perfeccionó, alcanzando resultados muy notables como los hermosos pectorales de
Sesostris II y de sus hijas, encontrados en Dahshur, que destacan con el excepcional
trabajo en esmalte y oro. Otra bella obra de orfebrería es la diadema de la princesa
Chumet, con 156 florecitas de oro, cornalina, turquesa, lapislázuli y pasta vitrea (cuyas
bolitas de oro son 128 y tienen sólo 1mm de diámetro), fue encontrada también en Dahshur.
Otra obra maestra son los pectorales de la reina Mereret, procedentes, asimismo, de
Dahshur, de oro y piedras duras.
Pectoral de Mereret

Cerámica

En cuanto a cerámica y recipientes de piedra, dominan las formas compactas que recuerdan
las jarras globulares del Imperio Antiguo. Destacan los vasos en mármol azul, una azurita
que únicamente se utilizó en esta época, que demuestran un gran refinamiento y una gran
fantasía.Sin embargo, la más bella obra será la de la mujer dando de mamar a su hijo,
de procedencia desconocida.
Es posible que al arte del Reino Medio le faltase tiempo para alcanzar su plenitud. La
llegada de los hicsos y los nuevos desórdenes producidos por las invasiones, originaron un
nuevo estancamiento en la evolución del arte egipcio.

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Manifestaciónes Culturales en el Imperio
Antiguo de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Manifestaciónes Culturales en el Imperio Antiguo de Egipto

El Antiguo Egipto ha sido uno de las culturas mas impresionantes, en cada uno de sus
etapas. Las manifestaciones culturales en el Imperio Antiguo de Egipto no ha sido la
excepción.

Literatura
Los textos literarios más antiguos conservados son de tres clases: la poesía religiosa, los
aleccionamientos morales y la biografía entre todas destacan:
I. Los Textos de las Pirámides. Partes de un ritual funerario inciso en las cámaras
subterráneas de la pirámide de Unas y de los reyes de la VI Dinastía.
II. Inscripciones funerarias. Son de enorme importancia para conocer conceptos de la vida
egipcia. Uno de los conjuntos epigráficos más antiguos conocidos es también una de
colecciones más explícitas y la más completa sobre los fundamentos de la propiedad
privada. La tumba ya citada del funcionario Metjen contiene varias inscripciones que
exponen con mucha precisión las diferentes categorías de los terrenos. Otro ejemplo serían
los contratos que el alcalde y director de los profetas de Asiut. Hapidjef, hizo grabar en su
tumba ya en época de Sesostrís I. Los documentos fiscales más antiguos se documentan en
los templos y tumbas como por ejemplo las menciones de los censos e inventarios del
patrimonio que encontrarían en la tumba de Uní.
Inscripciones en el Templo de Metjen

III. Las Sabidurías o Instrucciones: Son textos de enseñanzas de padres a hijos. Se


conocen las de Ptahhotep, visir del rey Isesi. Es el ejemplo más antiguo de Instrucción que
se conserva entero, en el Papiro Prisse (en la Biblioteca Nacional de París).
Hay un gran paralelismo en estas Instrucciones con el Libro de los Proverbios del Antiguo
Testamento hebreo. Los elementos característicos eran: una motivación a escuchar, el
cuerpo de la Instrucción, o consejos y una conclusión generalizados, moralizante o
sentencia.
IV. También se sabe de cuentos como el de Kéops y el mago conocido en versiones de la
Dinastía XVIII. que debe existir desde el Reino Antiguo.
V. Existía asimismo un Teatro religioso que relataba sobre todo las aventuras de Horus,
acompañado el relato con flautas y música polifónica siguiendo un ritmo prosódico.
La biografía comienza en el Reino Antiguo. Aparecen como profesión de fe del difunto. Un
bello ejemplo son la citada biografía de Uní y la de Herkhuf, más tardía que la anterior
grabadas o pintadas en las tumbas.
La Literatura de Primer Periodo Intermedio destaca por su importancia, con libros
doctrinales, sapienciales o didácticos como las Enseñanzas para el rey Merikara y también
obras polémicas como las Amonestaciones de un sabio egipcio, la Disputa entre el hombre
cansado de la vida y su alma, el Canto de Arpista, los Avisos de Ipuwer, el Cuento de
Neferkara y el General Sisene, el cual presenta al faraón en situaciones humillantes
(Dinastías VII a VIII), las Quejas del campesino, el Cuento del campesino elocuente o las
Lamentaciones del campesino pertenecen al mismo estilo.
Todas estas obras reflejan, según casi todos los investigadores, un cambio social y la
desorganización del sistema administrativo del momento así como el pesimismo y el
sufrimiento por la fragilidad del ser humano que reflejen una forma de inestabilidad
política.

La Ciencia
En la ciencia egipcia de estos momentos destacaban sobre todo tres disciplinas:
Astronomía. Matemáticas y Medicina:
La Astronomía fue la ciencia que primero debió de conocerse. Las Matemáticas se
desarrollaron al mismo tiempo que la Astronomía, y en cuanto a la Medicina, la redacción
de los primeros tratados de Anatomía y Medicina se remontaba a la I Dinastía, aunque los
manuscritos conservados son más tardíos.

El Derecho
En este país, la Ley emanaba directamente del rey. Era un derecho de situación, pero
también existieron unas primeras normas legales, emanadas directamente del dios Thot, así
como algunas normas jurídicas.

Manifestaciones Artísticas
Las manifestaciones artísticas, por las que se conocen mejor que por las escasas fuentes
escritas. las formas de vida, usos y costumbres, apetencias y creencias del pueblo egipcio,
tuvieron un gran auge con la Dinastía III y las siguientes: El paso decisivo se dio en el
reinado del faraón Zoser, con la aparición de la concepción monumental de la arquitectura.
Las construcciones serán ahora de grandes proporciones y aparecen las primeras esculturas
de piedra.
Las principales muestras arquitectónicas de esta época fueron:

 La Pirámide escalonada de Zoser, en un conjunto de dos kilómetros de perímetro:El


conjunto de Saqqara, cerca de Menfis.
 Las mastabas de los súbditos, construídas cerca de las tumbas de los reyes que abundan en
Saqqara.
Piramide escalonada de Zoser

Dinastía IV

Durante la Dinastía IV se completo la evolución de la pirámide hacia su forma clásica,


como muestran los excelentes ejemplos de Snefru y las de Keops, Kefren y Micerino, cuya
época es la clásica del Imperio Antiguo. Completan los conjuntos funerarios monumentales
los enterramientos de las reinas y los subditos, cerca de las tumbas reales.

Dinastía V

Con la Dinastía V, las pirámides reales serán más pequeñas y los edificios adyacentes
estaban decorados con inscripciones con relieves desde la época de Unas, último rey de la
V Dinastía. A estas inscripciones se les llama Textos de las Pirámides. Los principales
conjuntos son los de Saqqara. Abusir y Heliópolis. La escritura no oficial, en madera y
piedra, tuvo una gran calidad plástica, tal vez la mejor de la historia de Egipto.
Entre las realizaciones artísticas de esta época destacan los templos solares de Abusir, las
estatuas del Museo de El Cairo (como el Alcalde de aldea), los escribas sentados del
Louvre, El Cairo y Nueva york, y las estatuas de Rahotep y Nofret del Museo de El Cairo,
entre otras muchas.

Templo de Abusir

Dinastía VI

Con la Dinastía VI hubo un aumento gradual del tamaño de las mastabas de los particulares
como las de Ti, conservador de los monumentos de la V Dinastía y Mereruka, gobernador
de Menfis durante la Dinastía VI. En contraposición, las pirámides reales disminuyeron de
tamaño. Estas construcciones muestran, sobre todo, la descentralización del gobierno y el
auge del poder feudal, ya que las obras particulares, a veces, se acercan a las construcciones
regias en esplendor, riqueza decorativa y tamaño.
Los relieves de las grandes capillas de las mastabas de estos dos personajes particulares
citados, en Saqqara, ofrecen una amplia visión del atareado y organizado Estado egipcio de
la época y de sus relaciones con el exterior (Nubia. Sudán, Sinaí y Palestina).

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Tercera Guerra Púnica
Inicio » Edad Antigua » Tercera Guerra Púnica

La tercera Guerra Púnica fue la última guerra librada entre Roma y Cartago entre los años
149 y 146 a.C. En esta última guerra Roma salió victoriosa. Cartago fue completamente
destruida por los romanos.

El motivo
Masinisa, rey de Numidia convertido en agente de Roma, hostigaba a los Cartagineses,
arrastrando a Cartago a una guerra defensiva en el 150 a.C. Esta fue la excusa que hizo
intervenir a Roma, que acusó a su rival de haber violado las cláusulas del Tratado entre
ambas del del 201 a.C. que le prohibía cualquier acción militar.

Los hechos
Ante el violento avance romano en territorio Púnico, la vecina ciudad de Utica se rindió y
Cartago pidió condiciones de paz.
La primera de todas fue que debía entregar las armas y Cartago las entregó. Pero cuando se
negó a ser desmantelada y trasladar la capital al interior, tras un asedio de varios años.
Escipion “El Africano”

Destrucción de Cartago

Escipión Emiliano tomó Cartago tras un terrible combate. La valiente ciudad fue arrasada,
su territorio convertido en ager publicus de Roma, pasando a ser el territorio cartaginés la
Provincia Romana de África.
Cartago ciudad fue maldita y se prohibió su reconstrucción bajo pena de muerte por
«sacrilegio». Los habitantes que sobrevivieron o no pudieron escapar antes (muchos se
habían trasladado al sur de Hispania con sus fortunas y a las vecinas Tripolitania y
Cuenaica) fueron vendidos como esclavos y cincuenta de ellos acompañaron a Escipión a
Roma, desfilando en su Triunfo.
Mapa de invasión
a Cartago

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Segunda Guerra Púnica
Inicio » Edad Antigua » Segunda Guerra Púnica

La Segunda Guerra Púnica se dio entre los años 218 a.C. y 201 a.C. En esta etapa de las
Guerras Púnicas sobresalió el nombre de Anibal quien derrotó a Roma en muchas batallas,
siendo uno de sus principales rivales por parte de Cartago.

Las causas
Según Polibio

La causa de la guerra, analizada por Polibio fue el espíritu de desquite de Cartago contra
Roma por las humillaciones de la Primera Guerra Púnica.

La causa de la guerra: Sagunto

La ciudad de Sagunto en el litoral mediterráneo hispano, era la capital de los edetanos, gran
puerto de desembarco de navios comerciales.
Cartago había prohibido a Aníbal faltar a los pactos con Roma, pero la ciudad estaba al sur
del Ebro, en la zona de influencia cartaginesa, según el tratado de 226 a.C. Los autores
antiguos no están de acuerdo sobre el motivo del ataque a Sagunto y la declaración de
guerra romana.
Mapa de la Segunda Guerra Púnica

Acontecimientos
El sitio de Sagunto comenzó a fines del 220 a.C. o principios del 219 a.C. y cayó en manos
de Aníbal al cabo de ocho meses.

La marcha de Aníbal hacia Italia

Luego Anibal sometio a los ilergetes y atravesó los Pirineos, llegando al Ródano,
consiguiendo la ayuda de los galos de Italia.

La ofensiva romana

Roma encargó la dirección de la guerra a Publio Cornelio Escipión. El plan de Roma de


doble ataque en Hispania y en África, partiendo de Sicilia, quedó sin efecto al pasar Aníbal
los Alpes, en una marcha sorprendente.

La guerra en Hispania

Mientras tanto, Asdrúbal, hermano de Aníbal, se quedó en Hispania al mando de un


ejército, contra el que Cornelio Escipión envió a su hermano Cneo Cornelio Escipión.
Las primeras batallas italianas de Aníbal

Fueron tres:
1. Tesino (otoño 218 a.C.).
2. Trebia (diciembre 218 a.C.), donde fueron vencidos los cónsules Tiberio Sempronio
Longo-Escipión.
3. Trasimeno (21 de junio 217 a.C.). batalla en la que fue vencido el cónsul Cayo
Flaminio.

La reacción en Roma

La conmoción ante estos acontecimientos fue tan grande que se nombro Dictador a Quinto
Fabio Máximo Cuntator, que dirigió la ofensiva contra Anibal.
Cannas

Anibal Barca

Los cónsules Lucio Emilio Paulo y Marco Terencio Varrón le sucedieron y el 2 de agosto
del año 216 a.C. tuvo lugar la batalla de Cannas.
En ella murieron casi 50.000 romanos y murió el cónsul Emilio Paulo. La táctica de Aníbal
fue colocar a la infantería en el centro, que cedió fácilmente al empuje de los romanos. Pero
las alas del ejército cartaginés, compuestas por la caballería gala y númida envolvieron a
los legionarios romanos.
Esta batalla ha quedado en los anales de la historia de la táctica militar como el clásico
ejemplo de la táctica de envolvimiento por los flancos.

Aníbal no ataca Roma (Aníbal ad portas)

A pesar de sus cuatro victorias y de los consejos de sus generales. Aníbal no atacó Roma,
tal vez muy defendida por sus fuertes murallas, aunque todas las suposiciones que hagamos
son gratuitas. ya que el motivo no se sabe.
Y tal vez. si lo hubiese hecho, hubiese cambiado el curso de la historia.
A raíz de esta derrota romana, se unieron a Aníbal los samnitas, lucanos y brutios, aunque
quedaba firme el bloque de la Italia central.

Aníbal después de Cannas

Aníbal invernó en Campania, sin poder seguir su ofensiva, al no conseguir refuerzos. Luego
buscó la alianza con Filipo V de Macedonia. En Sicilia, la muerte de Hieran dio origen a
una lucha sucesoria y a la alianza de Siracusa con Cartago.
En el 212 a.C., Aníbal conquistó Tarento; y Roma se alió con la Liga Etolia en su lucha
contra Filipo de Macedonia, que a su vez, estaba aliado con Cartago. También se unieron a
la lucha Elis, Mesenia y Esparta y más tarde Atalo I de Pérgamo.

Batalla de
Cannas

La guerra en Hispania e Italia

En Hispania, los dos Escipiones fueron derrotados en las batallas de Cástulo y Cazlor (212
a.C.).
Dos años más tarde, Publio Cornelio Escipión, procónsul y Marco Junio Silano, como
propretor, conquista Cartagonova (209 a.C.) tras la batalla de Baecula, en la que
participaron como aliados de los romanos los ilergetes, mandados por Indibil, los
ilergavones, con Mardonio y los edetanos con Edescon.
Asdrúbal, tras grandes pérdidas, logró abrirse paso a través de los Pirineos y emprendió la
marcha hacia Italia. Mientras tanto, Roma retiró sus tropas de Grecia, y Macedonia
concluye la paz con la Liga etolia.
En Italia Asdrúbal fue vencido y muerto en Metauro (207 a.C.) por los cónsules romanos
M. Livio Salinator y C. Claudio Nerón, que utilizaron la táctica envolvente cartaginesa.
En Hispania, Escipión venció en Ilipa (206 a.C.) sobre los generales cartagineses Giscón y
Magón, avanzando sobre Cádiz. Magón huyó con la escuadra cartaginesa hacia las Baleares
y de allí a Génova, donde intentó levantar contra Roma a ligures y galos. Con estos hechos
terminó el dominio cartaginés sobre Hispania.

El final de la Segunda Guerra Púnica. Zama

En el 205 a.C., Escipión regresó a Roma. Y se concluyó la paz con Filipo V de Macedonia.
En 204 a.C.. Escipión desembarcó en África. Masinisa se pasó al bando romano. Tras la
derrota cartaginesa en Túnez y unas infructuosas negociaciones de paz, Cartago solicitó a
Aníbal que regresase de Italia. Mientras tanto, murió Magón en el norte de Italia.
La derrota definitiva de Anibal se produjo en Zama (202 a.C.). Aníbal huyó a Hadrumetum,
aconsejando que se firmase un tratado con Roma
Por las cláusulas de este tratado Cartago:

 Abandonó sus pretensiones sobre la Península Ibérica.


 Entregó Numidia a Masinisa.
 Siracusa queda anexionada a la provincia romana de Sicilia.
 Se comprometió a pagar una indemnización de 1.000 talentos en 50 años.
 También a entregar la flota, excepto 10 trirremes.
 Renunció a toda acción bélica fuera de África.
 Mientras que en ella sólo podría actuar con la autorización de Roma.

Escipión recibió por esta victoria el sobrenombre de «Africano».


Batalla de Zama

Consecuencias de la Secunda Guerra Púnica en Roma


Las Guerras Púnicas significaron para Roma un final y un punto de partida:

 Final de un mundo provinciano, limitado a la Península italiana.


 Comienzo de la fase «internacional», poniéndose frente a frente las dos mitades oriental y
occidental, del Mediterráneo
 Obligando a una reestructuración de la sociedad y el Estado romanos.
 Las guerras púnicas obligaron a aumentar los efectivos militares, terrestres y navales,
aumentando los gastos, los ingresos públicos, los tributos y las prestaciones personales del
individuo, representando un conjunto de fenómenos que equivalía a una revolución social.
 El exclusivismo tradicionalista de Roma desaparecería en contacto con el mundo oriental.
 La extensión del servicio militar a sectores sociales cada vez más amplios haría prevalecer a
la multitud sobre el patriciado.
 Influyen sobre Roma ideas extranjeras, exóticas, que terminarán con su provincialismo.
 En el 208 a.C., Roma dio entrada en el Senado a los aliados.

Consecuencias económicas: Crisis económica

 Originada por la escasez de numerario.


 El peso del as fue rebajado a la mitad.
 Aparecen en la historia de Roma los publicani denominados así porque se encargaban, bajo
adjudicación, de percibir las rentas y de ejecutar los trabajos públicos.
 El Estado se constituyó por primera vez en garante de los bienes de los huérfanos y las
viudas.
 Se produjo un control fiduciario en forma desconocida en los países modernos. En 210 a.C.
se fijó un máximo para las sumas que los particulares podían conservar en metálico.
 La crisis económica disminuyó después de la batalla de Metauro.
 En 204 a.C.. el censor Livio creó un impuesto sobre la sal que le valió el impopular nombre
de Salinator.

Estas operaciones eran un exponente de la crisis, pero también de la actividad comercial.

Consecuencias políticas: Crisis política

 Terminó con las disputas entre patricios y plebeyos, pues la fraternidad creada por las luchas
consiguió terminar con las diferencias de origen.
 En 215 a.C. fueron nombrados dos cónsules plebeyos.
 Los tribunos de la plebe adquieren cada vez más importancia porque los magistrados
curules están ausentes, en la guerra
 En el 209 a.C. un plebeyo llegó a Pontífice Máximo.
 Desde 207 a.C. la plebe eligió anualmente 24 tribunos militares.
 El final de la Segunda Guerra Púnica marcó el auge de la influencia senatorial. Patricios
senadores y plebeyos se pusieron tácitamente de acuerdo para hacer perder importancia a
la magistratura de Dictadura, a la que se había tenido que recurrir tres veces durante la
ofensiva de Aníbal.

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Primera Guerra Púnica
Inicio » Edad Antigua » Primera Guerra Púnica

La Primera Guerra Púnica abarcó desde el año 264 a.C. hasta el 241 a.C. Esta Guerra
Púnica se dio entre Roma y Cartago, dando como vencedora a Roma.

Causas
El foco donde comenzó la Primera Guerra Púnica fue Mesina, encendido por Hierón II de
Siracusa, que en 275-274 a.C. había usurpado el dominio de la ciudad, mandada por los
mamertinos, soldados oscos que tomaron este nombre de Mamer, dios Itálico de la guerra,
los cuales pidieron ayuda a cartagineses y romanos.
Mapa de la
Primera Guerra Púnica

Acontecimientos
De 264 a 260 a.C.

Ante el desembarco del cuerpo expedicionario romano, se aliaron Siracusa y Cartago:


Hierón se une a los romanos en 263 a.C., que en el año 261 a.C. logran conquistar la zona
occidental de la isla, hasta Akragás (Agrigento).
Generales Romanos: El tribuno militar C. Claudio. Cáudex; M. Valerio Máximo Mesala-
M. Otacilio Craso; L. Postu-mio Megelo-Q. Mamilio Vítulo; L. Valerio Flaco-T. Otacilio.

Generales Cartagineses: Hannón, hijo de Aníbal; Aníbal hijo de Giscón: Amílcar, subjefe
Bodo.

Hierón de Siracusa
Los romanos vencieron a los cartagineses en el mar, en la batalla de Mila, con una
escuadra de 20 trirremes y 100 quinquerremes que construyó uno de los cónsules en el año
260 a.C. Cornelio Escipión Asina, tomando como modelo una nave cartaginesa. Al otro
cónsul para este año, C. Duilio, se le encargó el mando del ejército. Prisionero Escipión,
tomó el mando Duilio.,que venció a los cartagineses.

 Toma de Segesta por Duilío.


 Amílcar vence a los sicilianos cerca de Panormo (Palermo).
Desde la victoria de Mila hasta la partida de los romanos de Africa (260*255 a.C.)

260 – 258 a.C.


Generales Cartagineses: Hannón y Amílcar en Sicilia.

Generales Romanos: L. Cornelio Escipión; A. Atilio Cayatino-C.


Escipión incorporó Córcega para luego atacar en Cerdeña a los cartagineses. Más tarde
venció a Hannón, que murió en la batalla.
258 a.C.: Nuevamente fueron derrotados los cartagineses: Aníbal huyó a Cartago y allí fue
muerto por sus conciudadanos, mientras que Hannón derrotó a los romanos.
257 a.C.

Generales Cartagineses: Amilcar.

Generales Romanos: Cornelio Biasio-C. Atilio Régulo.

En este año se dio la batalla naval de Tíndaris en la que venció Atilio Régulo.
256 a.C.: En este año. después de la batalla naval de Ecnomo, desembarca por primera
vez en África un ejército romano.
255 a.C.: En la batalla de Túnez, los romanos son vencidos por los cartagineses, con
contingentes de mercenarios griegos mandados por Jantipo, mercenario espartano. Entre los
prisioneros se encontraba Régulo. Más tarde, tuvo lugar la catástrofe de la flota romana
cerca de Camarina, en la costa sur de Sicilia, donde se perdieron 284 barcos de 364.

Desde la salida de los romanos de Africa hasta su victoria en las islas Egatas (255-241 a.C.)

Generales Cartagineses: Amilcar.


Generales Romanos: l. Cornelio Escipión-A
254 a.C la mayor parte de la costa norte de Sicilia, una parte del interior del país y algunas
localidades de la costa sur caen en manos de Roma.
251 a.C. Generales cartaginenses: Asdrúbal; Generales Romanos: Furio Pacilo.
Tiene lugar la batalla de Panormo, en la que vence Roma.
Asdrúbal fue condenado a muerte in absentia. Más tarde fue empalado.
250 a.C. : Generales romanos: C. Atilio Régulo-L. Manlio Vulso.
Generales cartagineses: Aníbal, hijo de Aníbal-Alexon. mercenario aqueo: Aníbal. hijo de
Amílcar.
249 a.C.: Generales romanos: Claudio Pulcro-L. Junio Pulo.
Generales cartagineses: Adérbal. Cartalón.
Los cartagineses vencen en la batalla naval de Drépano. Tras varios años de agitadora
guerra terrestre de posiciones contra el cartaginés Amílcar Barca, sucesor de Asdrúbal.
241 a.C.: Los romanos vencen en la batalla naval de las islas Egatas.
Y se concluye la paz. firmándose un tratado definitivo que recoge Polibio (III. 27. 2-6). Por
ella, Cartago renunció a Sicilia, que se convertirá en la primera provincia romana.

La Confederación Itálica después de la Primera Guerra


Púnica
Roma había conseguido colonizar el territorio comprendido desde el Lacio al Piceno, hasta
la costa del Adriático, al sur de Etruria y el norte de Campania.
En el interior de este territorio estaban enclavadas:

1. Ciudades no romanas aliadas, como Tíbur y Praeneste.


2. Ciudades federadas: Gabies, Aricia, Capena.
3. Los romanos inscritos en las tribus formaban una especie de aristocracia, con ius sufragii,
ius honorum, ius connubii, e ius comercii.
4. Otros eran los vencidos, rendidos por las armas (dediticii), a los que Roma concedía
derechos civiles: pero rehusaba concederles los políticos (civis sine suffragio).
5. La política que seguía con las ciudades de origen etrusco o griego, extrañas por el idioma,
era la de la deditio.
6. Una nueva distinción era la de latinos (latini) y aliados (foederati).
7. En lo que respecta a las ciudades del Lacio; estaban habitadas por proletarii procedentes
de Roma. Los latinos estaban privado del ius connubii con Roma.
8. Las demás ciudades itálicas sometidas que no eran municipios, ni colonias romanas ni
ciudades latinas estaban unidas a Roma por pactos de alianza (foedera) de diversas formas
y tratos. Así, Nápoles gozaba de situación más privilegiada que Tarento.

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Tercer Periodo Intermedio de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Tercer Periodo Intermedio de Egipto

Tras la brillante etapa del Imperio Nuevo se produjo, una vez más, un período de debilidad
e inestabilidad política, conocido por el nombre de Tercer Período Intermedio, en el que
gobiernan numerosas Dinastías.

Panorama internacional
En estos momentos se asiste a la formación del Imperio Medio Asirio, momento que
coincide aproximadamente con la primera colonización griega a Asia Menor. Ya en la
época de la III Dinastía tuvo lugar la fundación de Cartago (año 814). Se conocen, ya en el
I Milenio, los herederos de Hatti: Frigia y reino maionio y los Principados Neohititas y
Arameos. Será éste también el momento de la expansión fenicia por el Mediterráneo.
Mapa del Tercer Periodo
Intermedio
Dinastías del Tercer Periodo Intermedio
Dinastía XXI (1080-945)

En el Alto Egipto y Nubia se formó en esta época el Estado Divino de Amón. Este dios
había reemplazado a Osiris en su papel de juez de los muertos. Aunque la religión seguía
siendo panteísta, el culto a los demás dioses continuó para mayor honra y gloria de Amón.
En este período había en Egipto dos reinos: uno en Tebas (Sumos Sacerdotes, Dinastía
XXI), al sur y otro en Tanis, en el norte.
a) En Tebas gobernó Herihor (1080-1074), que reinó pocos años, ya que llegó al trono en
edad avanzada. Su autoridad de rey-pontífice era reconocida sólo en la Tebaida y él se
consideró siempre vasallo, aunque independiente, del soberano de Tanis, de la Dinastía
XXII, Smendes I (1069-1043) (Dinastía XXI, 1069-945).
Le sucedió también en Tebas, su hijo Piankhi (1074-1070), que no se atribuyó la titulatura
real, con lo que Egipto volvió a estar unido, al menos exteriormente, bajo el poder de
Smendes I (1069-1043) que gobernaba en Tanis. Con él se produjeron grandes cambios en
esta capital (antes Avaris) y se abandonó el antiguo culto al dios Seth, siendo reemplazado
por la triada tebana Amón-Mut-Khonsu.
b) En Tanis, Psusenes I (1039-991) mantenía buenas relaciones con el Sumo Sacerdote de
Tebas, pero sin abandonar sus derechos a gobernar Egipto entero.
c) En Tebas gobierna más tarde Pinedjem I (1070-1032), hijo de Piánkhi, que se casó con
una hija de Psusennes, rey de Tanis, lo que le aportó auténticos derechos a la corona. Sumo
Sacerdote de Amón, alcalde de Tebas, Visir y jefe del Ejército, fue un gran personaje aún
antes de acceder al trono. Le sucedió en el gobierno de Tebas su hijo Mahasarte (1054-
1046), que murió pronto, produciéndose en esta ciudad grandes disturbios, tal vez buscando
los tebanos una independencia efectiva. Le sucedió su hermano Menkeperra (1045-992),
también Gran Sacerdote de Amón e hijo de Pinedjem, al que posteriormente suceden sus
hijos Smendes II (992-990) y Pinedjem II (990-969). El último de estos Sumos Sacerdotes
casi independientes fue Psusenes III (969-945), homónimo del rey de Tanis.
d) En Tanis, se sucedieron en el gobierno Amenofthis o Amenemope III (993-984) y luego
Osorcón El viejo (984-978) y Siamon (978-959) y tras ellos reinó Pseusenes II (959-945),
último rey de la Dinastía XXI.
Durante el pontificado de Pinedjem II en Tebas comenzó a destacar una familia libia del
Heracleópolis, cuyo jefe, Sesonq o Senonquis, sería luego el primer faraón de la Dinastía
XXII. produciéndose el cambio de Dinastía sin que tengamos noticia de cómo se realizó.
Dinastía XXII (945-712)

Sesonquis/Sesonq I (945-924) era libio,


posiblemente de origen bereber. Estos bereberes, ya rechazados varias veces por Ramsés
III, eran esencialmente guerreros, mercenarios de los faraones egipcios anteriores, que les
dieron tierras como pago, creando así, en Egipto, colonias que tenían un jefe al frente.
Sheshonq no fue bien recibido en Tebas y parte del clero de esta ciudad emigró a la Alta
Nubia, a Napata (posible origen de la Dinastía XXV de reyes etíopes, sacerdotes de Amón).
En el exterior, Palestina era en estos momentos poderoso, gracias al rey David, cuyo hijo,
Salomón, se casó con una princesa egipcia. En esta época, Jeroboam emigró a Egipto,
huyendo de Salomón, y a la muerte de este rey, fundó el reino de Israel con las tribus
israelitas mientras que Roboam, con las de Judá y Benjamín, fundó el reino de Judá (hacia
935 a. C.). Cinco años más tarde, Sheshonq tomó Jerusalén y Egipto vivió casi dos siglos
del gran botín que trajo de Palestina. Continuó en buenas relaciones con Fenicia y el
prestigio de Egipto en Asia se mantuvo.
En cuanto a su política interior, este rey reinició las obras arquitectónicas y rehizo los
templos.
Los sucesores de Sheshonq I, Osorcón I, Sesonquis II, Tacelotis I. etc. son muy mal
conocidos. Vivieron esencialmente en el Delta. En Bubastis y Tanis se encuentran los
monumentos que les citan. En esta época, los sacerdotes de Tebas volvieron a hacerse
fuertes, usurpando la titulatura real, de lo que se deduce que la autoridad de Sheshonq I no
debió ser muy fuerte.
La población estaba dividida en clases profesionales: Estas eran de sacerdotes, artesanos,
pastores, monteros, labradores y guerreros. Según Diodoro, era absolutamente imposible
pasar de una clase a otra. La clase militar tenía totalmente prohibido ejercer cualquier otra
profesión. Se dividían en:
a) Calasirios: Unos 250.000 hombres que se encontraban principalmente en los nomos del
Centro y este del Delta.
b) Hermotibios: Unos 160.000 hombres que se encontraban principalmente en el oeste del
Delta.

Dinastía XXIII (817-730)

Al final de esta Dinastía XXII hubo un desmembramiento feudal y la Dinastía XXIII (817-
730) es paralela a la XXII, dejando algunas huellas, sobre todo, en el Alto Egipto, en
Karnak. En esta época se inaugura la serie de Esposos divinas de Amón, princesas de la
casa real, nombradas Esposas de Amón por los faraones para controlar las riquezas del dios.
La primera fue Sepenupel, hija de Osorkón III. Ellas serán las dueñas de Tebas durante más
de dos siglos. El último rey de esta dinastía fue Osorkón IV, destronado por Tefnakht,
primer rey de la Dinastía XXIV, de Sais.

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Baja Época de Egipto


Inicio » Edad Antigua » Baja Época de Egipto
En la Baja Época comprende el gobierno de las Dinastías XXIV a XXX (730-330). El
Reino Egipcio comenzó a decaer al final de las Dinastías de los Ramésidas, el periodo que
se inicia entonces se conoce como Baja Época.
No sólo el poder real era más débil, sino que hubo invasores del sur y del oeste. Las
posibilidades económicas eran precarias y no favorecían el desarrollo del arte y la cultura
del país.
Las tumbas de los soberanos de las Dinastías XXI y XXII, descubiertas por Montet, fueron
construidas en el patio de los templos. Son muy modestas, realizadas en bloques de piedras
de forma simple y mediocre decoración. En los sarcófagos domina la plata, no el oro.

Dinastías de la Baja Epoca de Egipto


Dinastía XXIV (727-715)

El faraón Tefnakht (730-720) destronó al último faraón legítimo de la Dinastía XXIII,


Shesonquis o Sesonq IV, aprovechándose de la debilidad de los reyes de las dos Dinastías
anteriores. En la misma época, Piankhi de Nubia (747-716, Dinastía XXV) invadió Egipto,
intentando hacerse con el poder, lo que dio lugar al enfrentamiento entre ambos.
Bocchoris/Bekenrinef (720-715) fue el sucesor de Tefnakht. Este rey era un gran
legislador que suprimió la esclavitud por deudas cien años antes que Solón en Grecia.
Por esta época, Egipto entró nuevamente en la órbita mediterránea a través de sus
relaciones con Mileto, ciudad de la costa de Jonia, en Asia Menor. Intereses económicos
determinaron en Lidia y Egipto una evolución parecida, cuyo mejor paralelo veremos en
tiempos de Psamético y Giges de Lidia. Los elementos feudales egipcios también buscaron
en Asiria la ayuda contra el poder centralizador de la monarquía.
Sarcofago de Khonsu Tefnakht

Dinastía XXV (747-656)

Parte del clero de Amón que emigró a Napata, ciudad del Sudán, al no aceptar a Sheshonq I
(como se vio al referirse a la Dinastía XXII) fundó allí un reino democrático, con el
dominio absoluto del dios Amón. Su primer faraón fue Pianki/Pianji/Peye (747-716).
Este rey unificó todo Egipto, enfrentándose con Tefnakt, faraón de la Dinastía XXIV que a
su vez, había unido al Bajo y Medio Egipto, aunque cometió el error de no destituir a los
príncipes locales a los que había vencido. Del final del reinado de Pianki casi no se sabe
nada.
De Shabaka, (716-702), su sucesor, no se sabe qué lazos le unían con Piánkhi. Residió en
Tebas, reinando sobre todo Egipto. Renovó las construcciones y el trabajo en las canteras
de Wadi Hammamat. Su política con Asiria fue de prudencia, enviando presentes a Sargón
II.
Su sucesor, Sabataka, (702-690) fue salvado de la invasión del asirio Senaquerib por la
peste que diezmó al ejército invasor, que no intervino más ni en Egipto ni en Palestina y
murió asesinado al poco tiempo por miembros de su propia familia.
Taharqa (690-664) hizo asesinar a su antecesor. Reorganizó la administración y llevó a
cabo numerosas construcciones (columnata del templo de Amón en Karnak, Medinet Habu,
Edfú, etc.), y sobre todo, embelleció la ciudad de Tanis, donde le gustó residir. Le sucedió
Tanutamón (664-656).
Los reyes de Napata (Dinastía XXV), tienen tumbas, encontradas en Djebel Barkal que son
sólo modestas pirámides en piedra, muy esbeltas.
Santuario de Taharqa

Dominación Asiría

En Asiria reinaba en esta época Asarhadón, hijo de Senaquerib, Taharqa fomentó la


revuelta contra él de las ciudades fenicias de Sidón y Tiro. Asarhaddón sitió Tiro y al no
poder tomarla, siguió hacia Egipto, tomando Menfis, donde se apoderó del harén y los hijos
del faraón quien se refugió en Tebas mientras Asarhaddón se proclamó rey del Alto y Bajo
Egipto. Tras un intervalo de tiempo, el rey asirio abandonó Egipto, Taharqa se rehizo y
tomó nuevamente el poder. Asarhaddón intentó volver a Egipto y murió en su intento, pero
su hijo Ashurbanipal reconquistó este país. Una revuelta de Nekao, príncipe de Sais, fue
aplastada por los asirios y éste enviado a Nínive como rehén y tratado con magnanimidad,
siendo su hijo Psammético nombrado príncipe de Alhribis. Años más tarde, se rebeló contra
la invasión asiria y comenzó una nueva Dinastía: La que hace el número XXVI (663-525),
afincada en Sais.

Dinastía XXVI (664-525)

Con Psammético (664-610), príncipe de Sais, empieza la XXVI Dinastía y un nuevo


florecimiento de la historia y del arte egipcio, hasta Psammético III (526-525).
En esta época, el arte conoció una nueva corriente de clasicismo y se esforzó por imitar las
grandes obras de la XVIII Dinastía. Por ello se le llama arte saíta clásico o neoclasicismo
saíta.
En arquitectura se realizaron grandes edificios como lo atestiguan los restos encontrados en
Tell Atrib de originales construcciones funerarias. La comisión arqueológica americana en
Mendes ha sacado a la luz los cimientos de un colosal templo al que se refirió maravillado
Heródoto. Otros vestigios de arquitectura saíta se han encontrado en el delta, así como el
llamado laberinto de Hauara.
En escultura, la mayoría de las obras de arte saítas que nos han llegado son de pequeño
tamaño, ya que el arte monumental desapareció. Se aprecia en estos objetos un esfuerzo por
igualar el arte de los grandes antepasados y un auténtico detallismo. Destaca el retrato real
de Berlín y el mobiliario funerario de la reina Tahut, esposa de Psamético II.
Este arte saíta se caracteriza, a pesar de su intento por seguir el clasicismo del Reino
Nuevo, por no conseguir muchas veces las proporciones armoniosas del cuerpo, que
caracterizan las obras de la XVIII Dinastía, en cambio, en ciertas obras, refleja ya un
espíritu griego, sobre todo en la forma más flexible de plasmar las mejillas y el mentón.
Hay que subrayar también la predilección de este arte por las representaciones de animales.

Faraón Psametico

Dinastía XXVII (525-404)

La dominación persa de Egipto trajo como consecuencia el declive económico, sin embargo
se siguieron construyendo templos, como el que edificó Darío dedicado al dios Amón
tebano en el oasis de Khargeh. Sus relieves indican un decaimiento en el estilo artístico
saíta, aunque su clasicismo y su amor por el detalle reaparecerán en la última Dinastía
indígena egipcia, la XXX y en la época de los Ptolomeos, su arte es prolongación en cierto
modo de la anterior.
Ultimas Dinastías

Tras el breve paréntesis de la Dinastía XXVIII (404-398), cuyo único rey fue Amirteo y las
Dinastías XXIX (398-378) y XXX (378-341), volvieron a dominar los persas durante poco
tiempo (341 -333) hasta que su último rey, Dario III Codomano fue vencido por
Alejandro Magno, que será recibido en Egipto como un libertador y nombrado faraón. A
él y a sus descendientes se les denomina «Reyes Macedonios* a los que habría que
denominar Dinastía XXXII, siendo a los Lágidas la XXXIII.
Muerto Alejandro, tras Filipo Arrideo y Alejandro IV, comenzará a reinar en Egipto la
Dinastía de los Ptolomeos o Lágidas (fundada por Ptolomeo Lagos, el general de Alejandro
que le dio nombre), cuya última representante será Cleopatra VII Thea. Tras la muerte de
esta reina, Egipto pasará a ser provincia romana. Con esta Dinastía Lágida comenzó el
denominado Egipto helenístico.

Sarcofago de
Cleopatra

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Imperio Nuevo de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Imperio Nuevo de Egipto

El Imperio Nuevo comprende las Dinastías XVIII a XX (1570-1070 a.C). Esta etapa fue un
momento de esplendor, gracias a la labor de los príncipes tebanos de la Dinastía XVIII para
fortalecer el Estado, expulsar a los hicsos, restablecer las relaciones internacionales y
reabrir las rutas comerciales, iniciando además una época de conquistas en el exterior.
Se instaló la capital en Tebas, en el sur y se llevó a cabo la restauración de la unidad del
Alto y Bajo Egipto, perdida durante parte el Segundo Período Intermedio, ya que como
dijimos, Apopis, al menos en el vaso de Almuñecar, se titula rey del Alto y Bajo Egipto.
Hubo desde el principio una gran actividad para reorganizar el país, lo que produjo una
gran prosperidad, reflejada en la construcción de numerosos monumentos.
Se caracteriza este período por la gran importancia de la mujer y su protagonismo en los
problemas sucesorios. Por primera vez, una mujer es nombrada faraón con todos los títulos
masculinos: Hatshepsut, y también otra reina, Nefertiti, aparece representada en escenas
familiares, en un plano de igualdad, como también la reina Tiyi, con su esposo Amen-
Hotep/Amenofis III y madre de Amen-Hotep/Amenoíis IV.
La situación internacional en estos momentos consistía en el protectorado egipcio sobre las
ciudades cananeas. En Asiria reinaban los últimos reyes del Imperio Antiguo y los del
Imperio Medio y se produce el dominio casita en Babilonia, conincidente asimismo con el
apogeo y caida de los reinos micénicos en Grecia, el Éxodo de israel y la llamada invasión
de los Pueblos del Mar, sólo existente en las fuentes egipcias.
Mapa del Imperio Nuevo de Egipto

Dinastías del Imperio Nuevo


Dinastía XVIII.

Suele dividirse el estudio de esta Dinastía en tres etapas que comprenden en primer lugar
los primeros reyes: Desde la liberación a Amenofis IV, en segundo lugar la época de
Amen-Hotep/Amenofis IV y la etapa de el-Amarna para finalizar con los últimos reyes.
LOS PRIMEROS REYES

Comenzó la Dinastía XVIII sin cambio con relación a la anterior, pues el primer faraón,
Amosis, o Ahmosis, era hermano de Kamose, el último faraón de la Dinastía XVII, hijos
ambos de Sekenenra Taa II y la reina Ahhotep I.

La guerra de liberación

como en tiempos de Mentuhotep, la reunificación de Egipto partió del sur. El relato de la


campaña de Kamose contra estos invasores describe una gran batalla cuyo lugar no se
puede localizar y termina con un regreso triunfal a Tebas. La expulsión definitiva fue obra
de su hermano Ahmosis I Nebpehtira (1570-1546), primer rey de la Dinastía XVIII.
Ahmosis emprendió una ofensiva que conocemos por un relato de un oficial, llamado
Ahmosis como el rey, hijo de Abana, quien participó en la I toma de Avaris, la capital del
reino hicso.
El avance egipcio, que se llevó a cabo con numerosas vicisitudes, llegó hasta Sharuhem
(sur de Palestina).
Ame-hotep I Dyeserkara (Amenofis o Amenotes) (1551-1524) no realizó grandes hechos
de política exterior sino que se dedicó a la reorganización del país, el cual, agradecido,
instituyó en su honor un festival que acabó dando nombre a un mes del calendario egipcio,
el mes de phamenoth. Él y su madre Ahmosis-Nefertari tuvieron un templo común en la
ribera occidental de Tebas.
Tanto Ahmosis I como su sucesor, Amen-Hotep I, al que asoció al trono durante su reinado,
embellecieron el país con sus construcciones de templos y otros edificios, sobre todo en
Abidos y Karnak (templo del dios Amón, con lo que afirman la importancia de este dios
local) iniciando la reorganización de la administración.
Templo de Karnak

Los Thutmósidas

La época de reinado de los faraones de esta familia puede distribuirse en varios períodos:
Antes de Hatshepsut. el reinado de Hatshepsut y después de esta reina.

Antes de Hatshepsut

Los egipcios consideraron siempre que la reorganización llevada a cabo por Ahmosis y su
expulsión de los asiáticos de la zona del Delta iniciaba una nueva era y por ello se le
consideró el iniciador de una dinastía XVIII, aunque los dos primeros reyes eran sucesores
directos, sin ruptura aparente, de los príncipes tebanos de la Dinastía XVII. Cuando
realmente asciende al trono una nueva familia es con Thutmosis I Ajeperkara (1524-
1518), el primer gran conquistador entre los faraones egipcios, llegando en sus conquistas
hasta el río Eufrates, con el que, en realidad, debería comenzar la Dinastía XVIII.
Tan pronto subió al trono, Thutmosis I emitió un decreto que, entre a otras personalidades,
fue enviado al gobernador de los países del sur llamado Thure, en el cual le anunciaba el
comienzo de su reinado y le notificaba la titulatura exacta de su magistratura:
De esta manera quedaba fijada la forma de denominar al faraón para el resto de la historia
egipcia. Este decreto está fechado el día de la fiesta de la coronación, el año primero, en el
tercer mes de la segunda estación, día 21.
En una estela grabada en las rocas de la isla de Tombos, en la tercera catarata, se lee que
Thutmosis I, en el segundo año de su reinado, llevó a cabo una campaña en Nubia con
brillantes resultados militares y construyó una fortaleza en Tombos. Volvió a Nubia el año
tercero. Con estas campañas se produjo la ruina de lo que se supone fue el reino indígena de
Kerma. Pacificada Nubia, Thutmosis I se dirigió a Palestina y llegó hasta el Eufrates, cazó
elefantes y erigió una estela. Parece que fue este faraón el que abandonó la idea de
enterrarse en una pirámide e inició la costumbre de que el rey fuera inhumado en un
hipogeo excavado en las laderas de las colinas desérticas de la orilla izquierda del río Nilo,
frente a Tebas. Este tipo de enterramiento continuará durante todo el Imperio Nuevo. El
conjunto de tumbas está situado en lo que se denomina Valle de los Reyes.
Su labor organizadora del reino continuó la de sus antecesores, haciendo resaltar el papel de
la ciudad de Menfis. Murió a los tres años y algunos meses de reinado. Le sucedió su hijo,
Thutmosis II Ajeperenka (1518-1504).

Hatshepsut-Maat-ka-Ra

Hatshepsut

Thutmosis II tomó por esposa principal a Hatshepsut, su hermanastra, hija primogénita de


Thumosis I, con lo que se constituyó en el heredero directo de este rey, legitimado su
ascensión al trono a través de la sangre real de su esposa. A la muerte de Thutmosis II, esta
reina relegó al joven Tutmosis III a la sombra, a los dos años de correinado o regencia y
gobernó como rey durante veintidós años.
Hatshepsut Makara (1498-1483) tomó, al gobernar, toda la titulatura real de los faraones
con los nombres:
Horus femenina Uosretkau, Rey del Alto y Bajo Egipto, Makare o Maatka-Ra, Verdad es el
alma de Ra y Jnemetamón Hatshepsut. La que abraza a Amón, la principal entre las
mujeres nobles, siendo la verdadera gobernante del país, apoyándose para reinar en un
conjunto de funcionarios fieles a los que confió los más altos puestos del Estado. La reina
se vistió como un hombre y suprimió en sus nombres y títulos las desinencias femeninas,
adoptando el protocolo completo de los reyes de Egipto con excepción del tradicional
epíteto de toro poderoso. Su reinado parece que interrumpió la política de conquistas de sus
tres directos antecesores, conformándose con hacer explotar las canteras y organizar
expediciones comerciales, la más célebre, inmortalizada en los magníficos relieves del
templo de la reina en Deir el-Bahari, es la organizada al País del Punt, donde aparece
representada la reina de este lejano país.
Secundada por su favorito, Senemut, construyó muchos templos, entre ellos su templo
funerario de Deir el-Bahari, célebre por la originalidad de su planta y por la belleza de su
decoración. Lo más conocido de este templo de Deir el-Bahari es el relieve de la expedición
al Punt, ese lugar que ha dejado una literatura tan abundante desde el Imperio Antiguo.
Hatshepsut relegó al joven rey Thutmosis III Menjeperra (1504- 1450) a la sombra, y reinó
en solitario. Hay que decir que durante toda la historia de Egipto, las mujeres tuvieron un
papel muy destacado, pero esta importancia se ve con especial claridad a comienzos del
Imperio Nuevo, ya se ha hablado de lahotep, pero hay muchas más que tienen una
servidumbre numerosa e intervienen en asuntos de Estado y de otras mujeres que reinaron
como reyes. Se cree que Thutmosis, en estos años oscuros, se dedicó a asuntos militares en
Menfis.
Hatsepsut, con el nombre real de Maat-ka-Ra Verdad es el alma de Ra, tuvo un reinado
Pacífico en el exterior y en el interior se dedicó a las tareas organizativas y administrativas.

Thutmosis III

No se sabe cómo terminó el reinado de Maat-ka-Ra Hatshepsut. Se cree que había perecido
en una sublevación de los partidarios de Thutmosis. Se basaba esta hipótesis en la
consideración de los monumentos destruidos de forma violenta, tanto los de la reina como
los de su favorito Senemut.
Thutmosis III, cuando Hatshetsut desapareció de la escena pública, en el año 22, según la
Estela de Erment, que contenía una especie de resumen de su reinado, pudo por fin asumir
su papel de rey y lo hizo tan bien y de tal forma durante esta etapa, que duró treinta años y
cambió el curso de la historia de Egipto, llevando su país a cimas de poder y extensión
jamás sobrepasadas por ningún otro faraón, dividiéndose esta etapa en dos partes: los
veintiún primeros años dedicados a las conquistas y campañas en Asia sobre todo y sus
últimos doce años, más tranquilos.
Al comenzar su reinado, la situación en Asia era grave, pues los mitannios habían formado
una gran coalición aprovechando la a veces cuestionada pasividad del reinado de
Hatshepsut. El faraón organizó unas diecisiete expediciones a Asia, relatadas de forma
completamente objetiva sobre las paredes del corredor que rodea la parte más interior y
sagrada del templo de Amón en Karnak, el Santuario de la Barca, en el muro que, por estos
grabados, recibe el nombre de Muro de los Anales.
El objetivo del rey era el Éufrates. Quería abatir el poder de los mitannios y aunque la
primera coalición contra Egipto fue organizada por el príncipe de Kadesh, todas las
campañas del faraón pueden reducirse a un duelo Mitanni-Egipto que ganó este último país.
Al terminar las campañas, algunas de ellas ante la fortaleza de Kadesh, en el río Orontes, en
Siria, la reputación, poder y riquezas del rey egipcio eran considerables: sus provincias de
Asia le mandaban tributos regularmente y los grandes Estados vecinos como Babilonia,
Assur y el vencido Mitanni le enviaban frecuentes regalos buscando su amistad. También
mantuvo buenas relaciones con las islas del Egeo produciéndose en 1464 un Primer
Equilibrio Internacional.
Este es el momento en que se puede hablar de imperio egipcio puesto que bajo el dominio
de la monarquía tebana se encuentran pueblos de distintas lenguas, razas y culturas. De
norte a sur, el país comprendía 3.200 km. Los pueblos que en él se incluían eran de muy
distinto nivel cultural y asimismo diferían en organización social y política. Egipto
explotará y saqueará todo este inmenso territorio logrando una mayor riqueza del Estado,
que se refleja en el propio territorio egipcio por la enorme actividad constructiva de los
faraones del Imperio Nuevo, especialmente en Tebas.
El templo de Amón en Karnak recibió una gran parte de los botines de guerra y los tributos
que pagaban los súbditos exteriores del faraón. Un buen ejemplo de ello es la sala hipóstila,
en cuyos relieves se reflejan largas procesiones de portadores de tributos.
En el sur, la dominación egipcia se extendía en época de Thutmosis III más allá de la cuarta
catarata. Y sus sucesores se limitaron a conservar su obra.

Thutmosis III

Los sucesores de Thutmosis III

Amen-hotep/Amenofis II Hekaon, Ajeprura (1453-1419), asociado al trono por su padre


un año antes de morir, continuó su política y abatió a los príncipes sirios sublevados
nuevamente. De su reinado es la primera mención de los apiru (tal vez los israelitas).
De su sucesor, Thutmosis IV Menjeprura (1419-1386), sólo se conoce una campaña
asiática.
Amen-Hotep/Amenofis III Hekauise Nebmara (1386-1349), su sucesor, continuó la
política de buenas relaciones con los asiáticos, casándose también con princesas mitannias.
Éste fue el período más brillante de la historia de Egipto. Asegurada la paz por las
campañas anteriores, el país gozaba de una prosperidad que se manifestaba en el lujo de la
corte, en las obras arquitectónicas y sobre todo en las tumbas reales, y en las de
funcionarios. En los restos del palacio de Tebas, llamado por los árabes Malqatá, hay
noticias de una campaña en Nubia en el año séptimo, que no debió pasar de una
demostración de fuerza, cuyo resultado fue la esclavización de 1.052 nubios. Sus relaciones
exteriores con los príncipes del Próximo Oriente pueden seguirse por la correspondencia de
El-Amarna, en lengua acadia, lengua diplomática de la época que se utilizaba desde
Capadocia hasta el Golfo Pérsico y desde Ligarit hasta las fronteras de los Zagros,es decir,
todo el mundo civilizado de la época, salvo Egipto, para la correspondencia internacional.
Una faceta de gran importancia de este reinado es la evolución de la sensibilidad tanto
social como religiosa, que en cierto modo preparará el camino para los sucesos del reinado
siguiente. Amenofis tuvo como esposa real a Tiy o Tiye, que le dio seis hijos a Amenofis
III, quizá un Thumosis que murió sin reinar y además el futuro Amenofis IV y cuatro hijas,
dos de las cuales llevaron también el título de reinas: Satamón e Isis.
En el orden ideológico-religioso interesa destacar el papel que va adquiriendo el dios Atón,
hasta ahora poco conocido. Se aprecia este hecho en dos himnos al dios Sol de los
hermanos Suti y Hor, que vivieron en el reinado de Amenofis III.
De sus espléndidas construcciones se conservan las ruinas del templo funerario de la orilla
occidental, del que actualmente sólo quedan en pie dos colosos del rey, llamados colosos de
Memnón,
Construyó asimismo uno de los monumentos más bellos del arte universal: el templo de
Luxor, en Tebas, como Harén meridional de Amón, que venía en barca desde el templo de
Karnak en la Fiesta Sed para llevar a cabo su unión o hierogamia con su esposa, la diosa
Amonet.
Amenofis III

Amen-Hotep/Amenofis IV

La última parte de la Dinastía XVIII ofrece para el historiador el interés de una época en
crisis, más ideológica que institucional, que supone un corte total y único en la historia de
Egipto.
Amen-Hotep/Amenofis IV NEFERJEPRURA (1350-1334), sucesor de Amen-Hotep III.
es conocido principalmente por el cambio religioso que llevó a cabo en el año 2 de su
reinado, sustituyendo la primacía del culto del dios Amón por la del Atón o disco solar,
aunque a comienzos de su reinado aún se hace representar haciendo una ofrenda al dios
Amón.
Amen-Hotep IV tomó como nombre real Nefer-jeperu-Ra-wa-en-Ra bello de formas es Ra,
el único de Ra, con lo cual se afirma ante todo la individualidad de su vinculación al dios
Sol. Es posible que se educara en Hermonthis, llamada la Heliópolis del Alto Egipto con
sacerdotes heliopolitanos que consideraban al culto de Amón como algo desprovisto de
verdadero contenido religioso, contenido y valor espiritual que sí tenía, sin embargo, el
antiguo culto al dios Sol, tan extendido durante la Dinastía V.

El Cisma de El-Amarna

El dios Atón (el Atón o disco solar) era una divinidad que estaba presente en todas las
cosas, que no tenía necesidad de ser representado por medio de estatuas. Se le figuraba por
el disco solar cuyos rayos terminaban en manos que sujetan el signo Ankh, vida. Sus
santuarios no eran oscuros y reservados como los de Amón sino abiertos, para que el dios
en persona los visitase y el Disco bañase con sus rayos a sus fieles y a toda la tierra y lo que
en ella hay, mientras que el faraón no era sólo su Sumo Sacerdote, sino también, su profeta,
el que habla con el dios y transmite sus enseñanzas.
Uno de los Dioses perseguidos por Akhenatón fue Hapy, el dios Nilo, también fue contra el
culto de Osiris.

Consecuencias DEL CISMA DE EL-AMARNA

La sustitución del Gran Sacerdote de Amón por el de Atón causó una revolución religiosa,
política (por el gran poder político y económico que perdieron los sacerdotes del dios
Amón) y social (se produjeron desórdenes y asesinatos de fieles de Amón por los del Atón
y viceversa). Se produce también la primacía del culto en el cielo al sol (Ra) visible por su
Disco (Atón) del cual emana la luz y todo bien, aunque no se dejó de adorar a los dioses
locales o a la misma Wadjet, la diosa cobra que se yergue en la parte inferior del disco solar
en sus representaciones amarnienses.
En el año 4 de su reinado se abandonó la antigua capital, Tebas, y se construyó a partir del
año 5 otra más al norte, en el hoy pequeño poblado de el-Amarna, en un lugar revelado por
el mismo Atón a la que llamó Aket-Atón (Horizonte del Disco).
Amenofis IV transformó su nombre de Horus, Toro poderoso de las grandes plumas, que
lo vinculaba a Tebas, en toro poderoso amado de Atón. Su nombre de Nebty A la gran
realeza en Karnak se convierte en A la gran realeza en el Horizonte del Disco. Su nombre
de Horus de Oro, Quien eleva las coronas en la He-liópolis del sur en Quien eleva el
nombre de Atón. Conservó su nombre de coronación y cambió Amenofis en Anj-en-Atón o
Akhenatón:
Agradable a Atón, una simple transformación de Amón en Atón.
Akhenatón construyó a su dios un templo en Tebas, cerca del templo de Amón. En él se
colocaron estatuas en las que se evidenciaba un estilo expresionista.
Amenofis IV

Posibles fallos del Cisma amarniense

Lo primero porque veía abandonados por orden real sus antiguos y múltiples dioses, a los
que durante milenios había acudido en busca de ayuda y consuelo.
A la vida cotidiana debió afectar también en grado sumo el traslado de la capital de Tebas a
El Amarna, con el consiguiente desplazamiento económico del país hacia el norte.
El clero de los templos de Karnak y Luxor, el templo de Amen-Hotep III, etc., que aunque
mantuvieron sus posesiones se vieron oficialmente perseguidos y apartados del favor real.
Como consecuencia de todas estas cosas, es posible entender por qué no debió de ser
admitida nunca por la generalidad del pueblo egipcio y no debió extenderse mucho, aunque
en Nubia se fundara la ciudad de Gematón.
Esta circunstancia político-religiosa se conoce como Cisma Amarniense, por el nombre de
la nueva capital.
El-Amarna es una de las pocas ciudades medianamente conocidas del Egipto antiguo. Se
construyeron algunos edificios como el palacio del norte, el gran templo de Atón,
instalaciones oficiales, un segundo palacio de ceremonias, residencias de funcionarios del
gobierno, necrópolis de cortesanos y la tumba real con su correspondiente aldea de obreros
que trabajaban en ella, como era costumbre en las obras faraónicas. La tumba real se ubicó
en el Wadi que desemboca en la gran hoya de el-Amarna.
Por estos años se desató la cólera del rey con violencia incontenida contra Amón y todo lo
que éste significaba, como sucedió años más tarde con su dios. Se martilló el nombre
divino en los monumentos, incluso los más venerables, como
la segunda estela de Kamose.
La tradición histórica no le consideró rey legítimo, como puede verse por la Lista Real del
templo de Abidos. Sin embargo, la huella amárnica se conservará durante toda la época
ramésida y en cierto modo la religión egipcia posterior se verá afectada por el espíritu de la
fe atoniana. que. a pesar de todas las exageraciones, puso al faraón y a los dioses más cerca
de los hombres.

LOS SUCESORES DE Amen-Hotep IV

El fin del Cisma amarniense comprende el reinado de una serie de reyes: Tutankha-mon,
casado con la princesa Ankesenamón, hija de Akhenatón y Nefertiti, reina-faraón al morir
su marido, hasta su matrimonio con Ay, Smenkara padre posiblemente de la reina Nefertiti
y tras el reinado de AY con Mutnedjemet (hermana de Nefertiti), reinó Horemheb, casado
con Mutnedjemet, que reinó sola a la muerte de su anterior marido (tal vez su padre Ay),
por lo que en esta época hubo varias reinas-faraón, que tampoco figuran en las listas reales.

Dinastía XIX

Comienza esta Dinastía con Ramesés/Ramsés I, Menpehtire (1293-1291), soberano


procedente de Tanis (Delta), tal vez de una familia de advenedizos (asiáticos o de
procedencia asiática), de la que se conoce a un oficial, el primer Setos/Sethi, ocupando
Ramsés ya un lugar en la corte de su predecesor como Visir. El reinado de Ramsés I fue
apacible. La obra de su antecesor, Horemheb, dio sus frutos en su lucha contra los hititas y
su buena administración se hizo notar en los años posteriores, consiguiendo reorganizar el
Reino. Como no tuvo ningún heredero varón, transmitió el poder a otro militar, Setos/Sethi
I Menmare (1291-1278), que fue un monarca guerrero que realizó campañas en Palestina y
Fenicia y llevó a cabo una nueva batalla en Kadesh contra los hititas (recordemos que
también allí había luchado Thutmosis III y lucharía Ramesés II).

Ramesés/Ramsés II

Su hijo y sucesor, Ramesés II, Usimara (1279-1212) es tal vez, el faraón más conocido del
Imperio Nuevo y, posiblemente, de toda la historia de Egipto. En su política exterior se
subrayan los hechos siguientes:

Enfrentamiento Egipcio-Hitita

Reinando en Hatti el rey Muwatalli, hijo y sucesor de Mursil II, su hermano Hattusil fue
nombrado gobernador del Alto País y general en jefe de todo el ejército hitita. Mientras
tanto, los gasga invadieron todo el norte del país de Hatti, llegando a Hattusas, su capital.
A instancias de Mitanni y Egipto, se unieron los estados rivales de Hatti a los de Siria del
norte para luchar contra los hititas. El rey de Ugarit se negó a participar en esta alianza.
En Egipto, las luchas internas y el debilitamiento de la Dinastía XVIII (cisma de el-
Amarna) habían permitido la consolidación del poder hitita en Siria y la entrada en Egipto,
por el este, de elementos nómadas y seminómadas. Ya en el reinado de Amen-
Hotep/Amenofis III, los hititas, habían tratado de unificar Anatolia y a continuación, Siria,
donde se enfrentaron con Mitanni, aliada del faraón, a la que vencieron, pero tratando de no
enfrentarse con Egipto, pues ya durante la Dinastía XVIII, los hititas pagaban tributo a este
país. Pero el pacifismo fue la tónica general del reinado de Amen-Hotep /Amenofis IV,
permitiendo a Hatti fortalecerse.

Estatua de Ramses en Menfis

Más adelante, la viuda de Akhenatón (Nefertiti) o su hija Meritatón, viuda de Tutankamón,


mantendrá correspondencia con Subiluliuma, pidiéndole un príncipe hitita para contraer
matrimonio con él, lo que no llegó a realizarse porque tal vez el príncipe fue asesinado
antes de llegar a Egipto.
Con los reyes hititas Arnuwanda, Mursil II y Muwatalli se reanudó el enfrentamiento
egipcio-hitita.
Al subir al trono de Egipto el faraón Horemheb, tuvo que enviar un ejército a Kadesh, en el
momento en que el hitita Mursil II se enfrentaba a la última resistencia de Mitanni.
Al comenzar la Dinastía XIX, con Ramsés I, se iniciaron los enfrentamientos de Egipto con
el rey hitita Muwatalli.
Después, hacia el año 1309, el faraón Sethi I tomó la fortaleza de Kadesh que los hititas
recuperaron poco después. Tras él, sus sucesores continuaron la misma política de
enfrentamiento y aunque Sethi I y Muwatalli habían mantenido buenas relaciones, es
posible que los hititas alentaran a los Pueblos del Mar contra Egipto y la lucha se hizo
inevitable, de nuevo, entre egipcios e hititas.
En la nueva batalla de Kadesh (1295) tuvo lugar el más importante enfrentamiento egipcio-
hitita. Lucharon Ramsés II y Muwatalli, en la primavera del quinto año del reinado de
Ramsés II, finalizando con la derrota egipcia.
Hacia 1287 murió Muwatalli, sucediéndole su hijo Urhi-Teshub (Mursil III), bajo la tutela
de su tío Hattusil. Y en este momento, los hititas retrocedieron ante el empuje conjunto de
Ramsés II y Adad-Nirari de Asiria.
Hattusil III subió al trono de Hatti (sucediendo a su sobrino) en circunstancias
desconocidas. Necesitaba la paz y aunque los asirios la aceptaron mal, encontró apoyo en
Egipto y Babilonia.
En 1278 se produjo el Segundo Equilibrio Internacional, con la paz concertada entre
Ramsés II y Hattusil III, teniendo lugar dos hechos que la refrendan:
a) Tratado de Kadesh, entre Ramsés II y Hattusil III.

b) La boda, en 1265 entre Ramsés II y una princesa hitita, hija de Hattusil III.

Otros hechos que caracterizaron el reinado de Ramsés II

Otros hechos que tuvieron lugar durante esta época fueron las grandes realizaciones
arquitectónicas (en Abidos, Tebas y Abu-Simbel), donde destacan los templos dedicados a
él mismo y el templo pequeño de Abu Simbel a su esposa, la reina Nefertari, de la que se
conserva también su bellísima tumba en el Valle de las Reinas. Asimismo. se produjo en
este momento la decadencia hitita por una parte y el propio declive egipcio tras la muerte
de Ramsés II.
Templo de Abu Simbel

ÚLTIMOS FARAONES de la Dinastía XIX

Después de la muerte de Ramsés II comenzaron a advertirse los primeros síntomas de una


nueva decadencia en el país, tales como la negligencia en la administración del Estado y las
amenazas del exterior (sobre todo de Libia y Canaán).
Con Mineptah Baenra-merinetyeru (1212-1202), su sucesor, tuvieron lugar la
sublevación y derrota de Canaán.
Los sucesores de Mineptah: Amenmes/Amenmeses, Mineptah-Siptah, Sheti/Shetos II,
Ramsés-Siptah, últimos faraones de la Dinastía XIX y la reina Tausert Sitre-meriamun
(1187-1185), otra reina-faraón, madrastra de Siptah, con todos los títulos de faraón como
Hatshepsut unos 300 años antes, caracterizan una época de continuada decadencia y
anarquía.

Dinastía XX

La Dinastía XX comenzó con Setnakt Usijaure Setpenre (1185-1182), faraón del que se
desconoce su origen. Este rey acabó con la anarquía del país y logró expulsar a los
invasores extranjeros. Su sucesor, Ramsés III Usimare Meriamun (1182-1151), fue el
último gran rey del Imperio Nuevo. Con él, el país hizo un alto en su decadencia, gracias a
las reformas administrativas y sociales que llevó a cabo.
Fue un monarca emprendedor de nuevas construcciones, como el templo de Medinet-Ha-
bu. También, gracias a su labor, Tebas volvió a ser una gran ciudad.
Debido a su buena administración, recuperó los tributos de Nubia y de Asiria. Con éstos, y
la preparación del ejército que antes de él estaba debilitado y sin efectivos, pudo hacer
frente a las revueltas de los pueblos del este y el oeste del Delta.
A la muerte de Ramsés III, Egipto cayó en franca decadencia (el propio fallecimiento del
Faraón se produjo a causa de una intriga palaciega). A partir de este momento, las crisis
políticas se sucedieron, debido a distintas causas, tales como las influencias e intromisiones
extranjeras en la política egipcia, el creciente poder de los sacerdotes de Amón y el déficit
económico, a lo que habría que añadir la progresiva presencia de asiáticos en la corte.
Así, los años posteriores al reinado de Ramsés III (le sucedieron ocho soberanos del mismo
nombre), constituyen un período de crisis dinástica que desembocó en la toma del poder
por Amehotep, Sumo Sacerdote de Amón, después por Panehesí y luego por Herihor
(1080-1074), que fundó la Dinastía XXI, de Reyes-Sacerdotes, ya del Tercer Período
Intermedio.
Mientras, en el Delta, Smedes (1069-1043) creó otro reino. Con ellos y con un país
nuevamente dividido comienza el llamado Tercer Período Intermedio.

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Segundo Periodo Intermedio de Egipto


Inicio » Edad Antigua » Segundo Periodo Intermedio de Egipto
El Segundo Periodo Intermedio es el período más oscuro de la historia de Egipto, pues
quedan pocos monumentos de esta época que informen sobre los acontecimientos. Fue una
época en que el poder no estuvo bajo un solo faraón y se caracteriza porque hicieron su
aparición en Egipto los hicsos, cuyos reyes integran las dinastías XV y XVI.
Desde la dinastía XII se evidencian oleadas de pueblos nómadas de la periferia,
especialmente libios y asiáticos. Este periodo comprende las Dinastías XIII a XVIII, que a
veces coinciden.

Cronologia Segundo
Periodo Intermedio de Egipto

Suele dividirse para su estudio en tres partes: antes, durante y después de los hicsos.

Egipto antes de los Hicsos


Los pueblos que entraron en en el territorio Egipcio son llamados “hicsos”. Las Dinastías
XIII y XIV no existen en las Listas Reales de Abidos y Saqqara pero se admite que a la
XIII siguió la XVII; la XV, probablemente de hicsos, es paralela a la XVII; la XIV sería
una Dinastía del Delta paralela a una parte de la XIII y la XVI es también paralela a la
XVII, siguiendo las informaciones del Papiro de Turín y la Lista de Karnak.

Dinastías del Segundo Periodo Intermedio


Dinastía XIII (Tebas)

SobekHotep I o Ugaf

La capital siguió en Itjitauy, lo mismo que antes y que a extensión del mando efectivo de la
Dinastía XIII, continuadora de la XII, comprendía todo Egipto gran parte de Nubia.
Comenzó la Dinastía, al parecer, cor SobekHotep I, Sejemra-Jutavy o Ugaf al que suceden
una serie de faraones de nombres desconocidos, a veces efímeros, cuyo número varía según
el Papiro de Turín. Estos faraones eran de origen tebano y que trataron de legitimar su
ascensión al trono tomando el nombre de faraones anteriores (como Amenemmes, Sesostris
o Antef, aunque el más frecuente es Sobek-Hotep o Sebek-Hotep).
A la inestabilidad de la persona de los faraones se oponía en esta Dinastía la estabilidad del
cargo de los visires, que solían durar largo tiempo en el gobierno. Sus nombres son
conocidos: Khemes. Resseneb. lyeru e Ibia. También se tienen noticias de la presencia en
esta época de numerosos asiáticos en el Delta y la creciente importancia del ejército. Poco
después de la ascensión al trono de Sobek-Hotep IV se produjo la denominada invasión de
los hicsos.

Dinastía XIV (Xois)

Si poco se sabe de la Dinastía XIII mucho menos es lo que se puede decir de la Dinastía
XIV, llamada xoita (de Xois, en el Delta), paralela a la Dinastía XIII. Probablemente reinó
en el Delta durante sesenta y cinco años y comprende nada menos que setenta y cuatro
reyes, de los que no se sabe casi nada, aunque sus nombres figuran también en el Papiro
Real de Turín.

Egipto durante las Dinastías XIII y XIV

Un período de más de cien años con continuos cambios de titular de la monarquía,


anormalmente frecuentes, con reinados que por lo común no pasaban de dos años, tuvo que
suponer alguna nueva situación de la posición real del faraón de turno que indudablemente,
sería proclamado para toda la vida, pero que sería depuesto o eliminado o las circunstancias
se conjugarían contra él y habría muchos ambiciosos dispuestos a sustituirle. En lo que se
refiere a la administración, durante la Dinastía XII había reaparecido el título de alcalde
h3tiy, seguido del nombre del nomo antes de que se aplicara al de las ciudades.
En el Imperio Medio se dividió el país en 3 distritos: el del norte, el del sur y el de la
Cabeza del Sur, bien conocido por los papiros tebanos.
Las relaciones con Nubia (Kerma) continuaron, a juzgar por los hallazgos de las necrópolis.
Lo mismo se puede decir con Siria, Palestina y Biblos, pero después de mediados de la
Dinastía XIII decayeron notablemente estas comunicaciones aunque no se conozca de
momento la causa.

Dinastía XV (Avaris)

A los reyes hicsos se les agrupa tradicionalmente en dos Dinastías: La XV, denominada
«Grandes Hicsos» y la XVI, que recibe el nombre de «Pequeños Hicsos».
Una lista de grandes sacerdotes de Menfis que menciona el nombre del rey durante cada
pontificado cita tres nombres hicsos: ‘3kn, -3rk, ipr (Apopis). Los datos que se pueden
extraer son una serie de reyes: Salitis, Bnon, Apa-canan, lannas o Stan, Archles o Aseth y
Apopis, de los que sólo está atestiguado en los monumentos el último. Este faraón, de la
Dinastía que vimos se considera fenicia ha dejado numerosas pruebas de su existencia. La
fecha de su reinado, probablemente largo, viene dada por la Estela de Kamose, del que es
contemporáneo, ya que contra él lucharon Kamosis/Kamose y Sekenenra Taa. Otro faraón
atestiguado abundantemente es Jian, cuyos monumentos se hallan en Baghdad y Bogazkói,
además de en Egipto y Palestina. Hamudi aparece como el último rey de la Dinastía XV en
el Papiro de Turín.
Mascara funeraria de la region
Mirgissa

Dinastía XVI (Egipto Medio)

Esta dinastía la forman nueve reyes que gobernaron durante cuarenta y nueve años. No
dominaron el Alto Egipto ni enteramente el sur del país. Fueron unos reyes débiles.
Mientras tanto, la monarquía tebana, en el sur, se fortaleció y consiguió expulsarlos
completamente el príncipe Ahmosis de Tebas, tras la lucha iniciada por su antecesor
Kamose, último rey de la Dinastía XVII tebana.

Dinastía XVII (Tebas)

Durante el dominio hicso en el norte aparecen en Tebas una serie de jefes con titulatura
real, conocidos en su mayoría por sus tumbas en la orilla occidental, en la aldea llamada
Dra-Abu-en-Nagga. Suele considerársela una Dinastía, aunque se trata simplemente de
reyes del mismo tipo que los hicsos de la Dinastía XVI.
El primero conocido es Antef V,sin duda uno de los más importantes de la serie, del que se
conoce el Decreto de Coptos que demuestra Que a la sazón reinaban otros señores (hicsos y
Dinastía XVI). Luego siguen una serie de reyes hasta Antef VII, Tao/Taa II, Tao/Taa II y
Kamose.
Tao/Taa II es conocido por varias fuentes, una de las cuales es una narración de época
ramésida de tipo novelesco. La disputa de Apofis y Seqenenra, que relata el enfrentamiento
bajo la forma de una especie de justa de adivinanzas entre ambos reyes. El cráneo de su
momia, hallada en el escondrijo de Deir el-Bahari, presentaba señales de haber recibido
heridas mortales.

Kamose

Kamose y su guerra contra los Hicsos

La figura de Kamose, último rey de la Dinastía XVII, tebana. Se le cita en las estelas de
Karnak y en la Tablilla Carnavon número I, donde se narra el comienzo de su guerra contra
los hicsos y su lucha contra el rey de este pueblo, Apopi.
Pertenece a la misma familia que sus dos predecesores y de sus sucesores, de modo que lo
que llamamos Dinastía XVIII comienza propiamente con los últimos reyes de la XVII. Tao
I tuvo una esposa real a Tetisheri, mujer de origen no real y de este matrimonio nació
Ahhotep, hermana y esposa de Tao II, que a su vez, probablemente fueron padres de
Kamose, Ahmosis y de la esposa de éste, Ahmosis Nefertari. Queda así constituida una
verdadera Dinastía y con ellos se ve cómo se generaliza la costumbre de los matrimonios
consanguíneos en la familia real, lo cual, según todas las interpretaciones, tenía un
significado religioso.
Poco se sabe de la estructura del reino tebano de la Dinastía XVII. La Estela de Kamose
especifica que el reino se extendía desde Elefantina hasta Kusae. La frontera norte osciló
según las épocas y la administración del reino debió ser una continuación de la del Reino
Medio. Y es posible que no faltaran las luchas por el trono típicas de la época.
Durante este período, Nubia quedó fuera del dominio egipcio, por lo menos al final. La
retirada de las guarniciones egipcias al comienzo del período propició que Kush fuera
ocupada por gentes del sur, pero es curioso que la cultura egipcia siguiera afirmándose en
Nubia.
Ahmose

Administración de Egipto durante la época de los Hicsos

La administración de esta época se conoce a través de cuatro documentos: El Papiro de


Kahún, el Papiro Bulaq y las Estelas. Se sabe que había una doble administración, en el
norte (Bajo Egipto) y en el sur (Alto Egipto), esta última bajo los príncipes tebanos de la
Dinastía XVII, que no tuvo, de hecho, independencia efectiva hasta sus tres últimos
soberanos. Su territorio tal vez no sobrepasaba al que comprenden los ocho primeros nomos
del Alto Egipto, desde Elefantina hasta Abidos, mientras que los otros nomos estaban
dirigidos por los sucesores de los faraones de la Dinastía XIII. En la Baja Nubia se formó,
al mismo tiempo, el reino independiente de Kush.
La vida intelectual durante la Dinastía XVII fue muy activa, escribiéndose temas que, como
las Máximas de Ptah-hotep (en el Papiro Prisse, hallado en el sarcófago de Antef V), se
popularizaron en el Reino Nuevo.

Egipto después de los Hicsos


Después de los hicsos se llevó a cabo una reunificación de Egipto con la que se inició el
Reino Nuevo, aunque ya nada volvió a ser como antes.
En este momento, mientras que en el Delta continuaba la influencia asiática, a pesar de la
caída de la monarquía hicsa, en el sur aumentó la penetración de elementos nubios, que
actuarán como mercenarios de los reyes del Reino Nuevo y a la larga terminarán por
sustituirlos. Esta época entronca directamente con el llamado Imperio Nuevo.

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Imperio Medio de Egipto


Inicio » Edad Antigua » Imperio Medio de Egipto

El Imperio Medio comprende las Dinastías XI y XII aproximadamente, como se vió, ya que
tendría lugar la reunificación con el cuarto rey de la Dinastía XI. Tanto en la Lista de
Saqqara como en la de Abidos como último rey de la Dinastía XI figura Mentuhotep III
para el comienzo de la Dinastía. La capitalidad se desplaza a Tebas, en el sur, aunque
también tendrá otra capital.
En estos momentos tuvo lugar el fin del dominio guti en Akad y el principio del gobierno
de la III Dinastía de Ur (2112-2004). Amarsuen (2046-2038) e Ibbi Sin (2028-2004). Los
Asirios están establecidos en Capadocia (1792), y comienza a reinar Hammurabi.
Asimismo, es el momento del Imperio Antiguo asirio y del gobierno del rey Shamshi-Adad
I (1813-1781) y sus antecesores.
El Reino Tebano
La región del nomo IV del Alto Egipto con una fértil tierra a orillas del Nilo, carecía de
importancia durante el Imperio Antiguo. Tebas no era en esta época más que una aldea en
la orilla derecha del Nilo. Dentro del mismo nomo había otras ciudades como Tod,
Hermontis y Medamud. Todas ellas adoraban a Montu, el dios preferido de los tebanos
durante mucho tiempo. En la ribera occidental del Nilo, frente a Tebas, en la aldea de
Gurna, se conocen algunas tumbas del Imperio Antiguo, entre ellas las de dos nomarcas. En
Gebelein es conocido un personaje llamado Iti, que puede situarse antes de la fundación del
reino tebano y que se proclama pilar en el nomo tebano distinguido en el distrito del sur,
que cuidó Gebelein en los años difíciles del Primer Período Intermedio, proporcionando a
la población medios de vida y lo mismo hizo con Mo’alla y Hermontis. Cosas muy
parecidas dicen las inscripciones de Heka-ib, su paisano o la de Merer.
Mapa del
Periodo Antiguo y Medio de Egipto

Dinastías del Imperio Medio de Egipto


Dinastía XI

Inició esta Dinastía el Imperio Medio con la reunificación del norte y sur. La Dinastía en sí
empezó con 3 reyes que de hecho eran poco más que nomarcas, que gobernaron desde
Tebas. Los tres llevan el nombre de Inyotef y participaban en guerras contra los reyes de
Heracleópolis.
Mentuhotep I

Tras ellos reinó Mentuhotep I Nebhepetra (2060-2010), que consolidó el poder central y
las fronteras, restaurando la unidad con la fuerza y la diplomacia porque los nobles y
sacerdotes aún eran muy poderosos. Todos los grandes funcionarios que nombró fueron
tebanos. También restableció relaciones diplomáticas con el extranjero. Logró la expansión
hacia el sur (Nubia), el este (minas de turquesas del Sinaí) y el oeste (Libia).
Egipto volvió en esta época a ser foco artístico, aunque más en la parte sur, donde se
encuentran obras tales como los templos de Elefantina, Dendera y las tumbas reales
construidas en Deirel-Bahari, frente a Tebas, en la orilla occidental del Nilo. Su gran
templo funerario está al lado del de Hatshepsut, en Deir-el-Bahari.
Le sucedió Mentuhotep II, Sanjkara (2010-1998) que sólo reinó 12 años. Siguió la
práctica de sus predecesores de mantener una actitud defensiva frente a sus vecinos en las
fronteras del norte, sin perder de vista el sur por su interés comercial.

Tumba de Mentuhotep II

Mentuhotep III

El príncipe Antef padre divino, hijo mayor de Mentuhotep II, murio antes que su padre y
fue enterrado en el recinto de Deir el-Bahari, por lo que el nuevo faraón fue Mentuhotep III
Nebtanyra.
Mentuhotep III Nebtanyra (1997-1991) subió al trono a edad avanzada y reinó sólo seis
años. Su época de reinado fue pacífica y próspera. Se conservan de este reinado excelentes
obras de arte, en las que se ve una ascensión hacia la perfección estética, característica de
este momento.
Con Mentuhotep III el país se recuperó en muchos aspectos. Se hicieron expediciones a
Libia y Nubia y se reanudó el comercio exterior. La capital permaneció en Tebas.
Dinastía XII

Esta Dinastía compuesta por siete reyes procedentes de Tebas, fue una de las más gloriosas
de Egipto. Su primer faraón fue Amenemhat o Amenemes I. Destacó por la energía de su
gobierno y por el cambio de la onomástica real: los faraones adoptaron un nombre teóforo:
Mentuhotep lleva el nombre de Montu, dios local de la ciudad de Ermant y Sesostris
significa el hombre de la Gran Diosa Useret (divinidad tebana).

Amenemhat/Amenemes I

Shetepibre (1991 -1962) tomó el poder en circunstancias oscuras, tras un período de


revueltas e invasión del Delta por asiáticos.
Un texto llamado La Profecía de Neferti conservado en papiros y ostraka, se refiere en
términos proféticos, al advenimiento de un rey llamado Ameny (diminutivo de
Amenemhat). Describe un estado caótico, invasiones de asiáticos en el Delta, la guerra civil
entre los egipcios y alteraciones del orden social, un caos que será remediado por la venida
de una especie de Mesías.
Amenemhat fue hijo de Sesostris. Padre divino en Tebas, que será considerado más tarde
como el verdadero fundador de la Dinastia XII. Su propio nombre, Amenemhat,Amón esta
en cabeza anuncia ya un programa político que desembocará, mediante un retorno a la
teología heliopoliama, en la nueva forma sincrética de Amón-Ra, sobre la que nueva
Dinastía y sus sucesores basarán su poder. Amón llegó a su apogeo con la Dinastía XXI,
como veremos.
Una vez instalado en el trono, el nuevo faraón, al igual que algunos de sus predecesores,
recurrió a la literatura para difundir las pruebas de su legitimidad y el cambio religioso.
El rey restableció las fronteras y reorganizó la administración del país. La frontera norte
construyó los muros del príncipe, en la parte oriental del Delta, como defensa contra los
asiáticos. Hubo una fijación de fronteras que evitó las luchas por cuestiones de límites. La
anarquía existente en el tránsito de las dos Dinastías produjo una vuelta a los malos usos de
los nomarcas que volverían a la indisciplina del Primer Período Intermedio.
Templo funerario de Amenemhat I

Amenemhat I, en sus 36 años de reinado reorganizó Egipto:


– Restableciendo los nomos entre sí y cambió la capital, trasladándola de Tebas, en el
Egipto medio y la estableció a unos 32 km de Menfis, en Itjitauy (Amenemhat conquistó el
Doble País).
– Trató de restablecer el poder real, aunque los nomarcas aún eran muy poderosos, y colocó
inspectores reales junto a ellos y recompensó a los que le habían ayudado, confirmándolos
en sus cargos, como al del Orix.
– Mejoró la administración del país, controlando y organizando los impuestos. Acrecentó el
Tesoro Real como instrumento de poder.
– También creó nuevos cargos de altos funcionarios que residían en la corte, independientes
de los nomarcas.
La inseguridad de la posición de Amenemhat o la necesidad misma de un ayudante de
confianza, le llevó a asociar al trono como corregente a su hijo Sesostris, llamado como su
abuelo, el año 20 de su reinado. El año 24, cuarto de la regencia de Sesostris, realizó una
serie de expediciones punitivas y garantizó la explotación de las minas de turquesa de
Serabit elKha-dim, en el Sinaí, reanudándose también las relaciones diplomáticas con el
exterior. La penetración en Nubia se consolidó en esta época. La gran fortaleza de Buhen,
aguas abajo de la segunda catarata, fue construida en el año 25. Amenemhat I murió en un
atentado o conjura del harén que se conoce por textos que se han conservado, entre otros en
el Papiro de Sinuhé.
Sesostris I Jeperkara (1971-1926) terminó con la conspiración de las mujeres del harén
que acabó con la vida de su antecesor. Continuó la presencia egipcia en Nubia y parece que
asoció a su hijo Amenemhat II al trono. También tuvo relaciones comerciales con Creta,
Siria y Chipre y con los habitantes de los desiertos del oeste. En su época hubo un gran
desarrollo económico y restauró el templo de Ra de Heliópolis en un intento de renovar la
tradición del Imperio Antiguo.
En política interior no parece que hubiera grandes novedades y los nomarcas siguen
gobernando sus nomos sometidos cada vez más al poder real, que siguió afirmándose.
Su obra constructora fue notable en todo el país, entre las que destaca el templo de
Helíópolis, construido el año 3.
Su sucesor, Amenemhat/Ameneses II (1929-1895) fue corregente con su padre durante
dos o tres años y reinó treinta y cuatro. Continuó la misma política para hacer de Egipto un
Estado seguro y en la medida de la época, próspero. Se enviaron expediciones al Sinaí, a
Nubia y al Punt y se estableció un puerto en la costa del Mar Rojo, en Wadi Gasu.
Continuó la penetración pacífica en Palestina y el tesoro del templo del dios Martu en Tod
es un ejemplo de los intercambios de regalos con los príncipes de la zona.
Lo mismo se puede decir de su hijo Sesostris II (1897-1878), durante cuyo reinado gobernó
el nomo de Beni Hassan un personaje llamado Khnumhotep. Este rey inició la explotación
de El Fayum, el gran oasis situado a unos ochenta kilómetros al sur de Menfis, canalizando
el Bahr Yussuf que desembocaba en el futuro lago Karum, construyendo un dique en
Illahum y agregándole un sistema de drenaje y canales, aunque la obra la terminaría su
nieto Amenemhat III. Se desplazó con estas obras la necrópolis real que se instaló en
Illahum y al este de su complejo funerario, el rey hizo instalar a los obreros en la ciudad de
Kahum, el primer ejemplo conocido de ciudad artificial descubierto en Egipto, comparable
a la aldea de los artesanos de Deir el-Medineh de época ramésida y a la reciente, más
antigua aún, de Giza posiblemente.

Sesostris III

Tras Amenemhat II y Sesostris II reinó Sesostris III (1878-1841) el faraón con el que llegó
a su apogeo el Imperio Medio. Este fue el faraón más glorioso de la Dinastía XII, llevando
a cabo una serie de hechos que se pueden resumir en los siguientes:

 Consolidó el dominio egipcio en la franja noreste, llegando hasta Palestina Terminó con el
poder de los nomarcas y suprimió casi todos sus cargos, de modo que las provincias se
gobernaban desde el Palacio Real, divididas en tres departamentos o ministerios, uno para
el norte, otro para el sur y el tercero sólo para la llamada cabeza del sur: Elefantina y la Baja
Nubia, dirigidos por un alto funcionario y un Consejo, todo bajo las órdenes del Visir.
 Este rey recuperó por la fuerza Nubia, que se había perdido; también realizó una campaña
contra Palestina, tomó Siquem y su influjo llegó hasta Biblos y las islas del Mediterráneo.
 De este reinado se conserva una curiosa muestra de la mentalidad político-religiosa de los
egipcios. Se trata de unas estatuillas de barro cocido representando a prisioneros atados en
las que se escriben los nombres de los enemigos interiores y exteriores del rey (habitantes
de los países a los que se denomina Los Nueve Arcos), cuya destrucción se propicia mediante
la execración con fórmulas mágicas. Se les denomina impropiamente, Textos de maldición
o execración y en ellos aparecen citados príncipes de Nubia y de Asia. Son por tanto una
fuente importante para el conocimiento de estos dos polos de la actividad egipcia.
 La monarquía egipcia alcanza sin duda en tiempos de Sesostris III altas cotas de grandeza y
esplendor. Los nomarcas habían dejado de ser independientes y pasaron al servicio de la
corte. El faraón necesitaba un cuerpo de burócratas eficientes y fieles y esto es lo que
fomenta la literatura de inspiración oficial en la Sátira de los oficios.

Sesostris III

Últimos faraones del Imperio Medio

A Sesostris III le sucedió Amenemhat III Nemara (1842-1797), en cuyo reinado se


consolidó el desarrollo económico del país, conociéndose numerosas expediciones a las
canteras de Tura, en el Uadi Hammamat y a Assuán, en las proximidades de Toshka.
Con su sucesor, Amenemhat IV Majerura (1798-1786) la influencia egipcia siguió
extendiéndose por el Próximo Oriente.
Le sucedió la reina/rey Sebekneferura O Nefrusobek, Sebekkara (1785-1782) la belleza
de Sobek, hija de Amenemhat III y hermana de Amenemhat IV (y tal vez esposa), de la que
quedan algunos monumentos e inscripciones, una de ellas en la segunda catarata. Llevó la
titulatura real de faraón, Horus. como más tarde Hatshepsut, con algunas diferencias.

La civilización egipcia durante el Imperio Medio


Características generales.

Esta época se caracterizó por una evolución en las ideas religiosas. En lugar de ser
considerados como en épocas anteriores, como un dios, los reyes serán considerados ahora
como simples mortales, aunque de gran habilidad y valentía. La relación entre la
humanidad y la divinidad de los reyes fue un problema intelectual muy importante para los
egipcios. Se restauró la unidad acabando con el poder de los nomarcas y desaparecieron los
nomos como unidades administrativas y se crearon nuevas unidades administrativas: ciudad
y su territorio circundame.
Con la paz y la prosperidad creció una clase media burguesa. Hubo una gran mejora de los
sistemas hidráulicos. Se realizaron importaciones y exportaciones abundantes por las
excelentes relaciones con el extranjero y se conocen numerosos textos jurídicos de la época
de Sesostris II, como donaciones, herencias, compras, ventas, etc.

Religión

Se caracterizó este período por el contraste de la religión osiríaca (que asegura la


supervivencia en la otra vida unida a la conservación de las momias) con la de Ra.
A partir de la Dinastía XI, el dios Osiris adquirió una mayor preponderancia en el terreno
religioso porque era un dios popular cercano al hombre que como un humano sufría y
moría, mientras que Ra era un dios solar y lejano. Al lado de la religión popular de Osiris,
aparece con la Dinastía XI, una nueva religión con tendencias netamente heliopolitanas,
cuyo dios principal era Amón-Ra. El dogma fue establecido por el colegio sacerdotal de
Tebas, que vivía cerca del rey. Los primeros reyes de la Dinastía XI habían favorecido el
culto a Osiris por razones políticas y sus sucesores reaccionaron contra una religión que se
había vuelto demasiado popular. Durante la Dinastía XII las dos tendencias religiosas se
desarrollaron paralelamente, adquiriendo ambas enorme importancia.

Osiris

Literatura

El Imperio Medio es la época de esplendor y apogeo de la literatura egipcia. Su lengua es


considerada como clásica, siendo las obras de este periodo copiadas sin cesar por los
escribas y aprendices de épocas anteriores. Conocemos, entre otras, las Enseñanzas del
Amenemhat (Sesostris I pone instrucciones en boca de su padre). Se conservan en el Papiro
Millinge y en el Papiro Sallier II. Solían servir para los ejercicios escolares. Otros ejemplos
son El papiro de Sinuhé, Histeria del náufrago, Cuentos de magia y la Profecía de Neferti.
Entre los relatos mitológicos están el Cuento de Isis y Ra y el de Horus y Seth. También los
grandes dramas sagrados como el Drama de la coronación o el Drama menfita. Muchos
documentos demuestran el progreso científico, tanto en matemáticas como en astronomía,
como el Papiro Matemático y el Papiro Rhind.
En medicina es importante el Papiro Ebers. Desde la XII Dinastía conocemos los Textos de
los Sarcófagos. A esta época pertenece también la célebre Sátira de los oficios o
Instrucción del escriba Hety, hijo de Dwa.

Manifestaciones artísticas en el Imperio Medio

Con la unificación del país, conseguida por los Príncipes tebanos, la situación artística
adquirió unos nuevos caracteres que se aprecian tanto en arquitectura como en escultura,
pintura y en toda una serie de las denominadas artes menores.

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Primer Periodo Intermedio de Egipto


Inicio » Edad Antigua » Primer Periodo Intermedio de Egipto
Se denomina Primer Período Intermedio a la época que va desde finales de la Dinastía VI
hasta la reunificación de Egipto por Mentuhotep II, un príncipe tebano. Históricamente
hablando supone el hundimiento del esquema político del Imperio Antiguo, el ascenso al
poder de los nomarcas, la aparición de un reino en el norte con capital en Heracleópolis y
otro en el sur en torno a Tebas, y finalmente, la reunificación del país por los tebanos.
Culturalmente se dio un cambio muy importante, tanto en la mentalidad como en su
expresión literaria, así como en la religión y posiblemente en la sociedad.

Características
Se caracterizó este período por el feudalismo o independencias de los nomos, donde los
nomarcas reunían tropas locales y había Sumos Sacerdotes de los dioses que también
administraban sus bienes. Otra característica de este período fue el confusionismo, durante
el cual, un príncipe de Heracleópolis llevó su residencia a la capital teórica del País
(Menfis). Podemos distinguir varias etapas:

Dinastías del primer periodo intermedio


Este primer período está caracterizado por la invasión extranjera y la guerra civil. En él, los
cargos como los de visir y Nomarca se hacen hereditarios.

Tumba de Anjtifi

Este período se subdivide a su vez en dos épocas, las que corresponden, respectivamente, a
cada una de las Dinastías:
Dinastías VII

Esta Dinastía comienza en el 2181 a.C, es considerada el inicio del primer periodo
intermedio de Egipto, tuvo setenta reyes en setenta días, pero probablemente no ha existido.

Dinastía VIII

De origen menfita, parece ser una continuación de la VI, y por tanto habría que eliminar la
VII como Dinastía propiamente dicha y la explicación más aceptable es que se trató de un
interregno. Se pueden atribuir diecisiete reyes.
El fundador de la Dinastía VIII fue un rey, tal vez hijo o nieto de Pepi II. Se le asignaba un
reinado de cuatro años y se enterró en Saqqara sur. De sus sucesores carecemos casi por
completo de información. El único que se puede identificar con precisión es Kakura Aba o
Ibi, al que el Canon de Turín atribuye dos años de reinado y sitúa en posición decimocuarta
en esta Dinastía, que terminó hacia el año 2160, en el que encontramos Egipto dividido en
tres partes.

 El Delta: En manos de invasores asiáticos.


 El Egipto Medio: Unificado bajo la autoridad de Heracleópolis, capital del nomo 20 de Alto
Egipto, donde gobernarán las Dinastías IX y X.
 El Sur: Agrupado bajo la autoridad de los reyes de Tebas, que forman la Dinastía XI, con los
que comienza el Reino Medio.

Tumba de Kakura Aba

Dinastías IX

A medida que aumentaba la autoridad del gobierno heracleopolitano también se


incrementaba el de la Dinastía de Tebas, tras el colapso de Menfis, y a que las provincias
habían empezado a disputarse el poder y crecía el poder de sus nomarcas.
Durante este período, emergió la Dinastía IX, una familia de nomarcas procedentes de
Heracleópolis, fundada posiblemente por Nerybra Jety.

Dinastía X

La Dinastía IX gobernaba todo el país al comienzo de la Dinastía X, unos treinta años


después. Ya existía un gobierno fuerte en Tebas, donde se habría establecido la Dinastía XI.

Dinastia XI

En esta Dinastía los reyes fueron Inyotef o Antej y Mentuhotep. La creciente hostilidad
entre los dos rivales provocó frecuentes enfrentamientos, hasta que uno de los reyes de
Tebas unificó Egipto. El primer Antef se proclamó rey con el nombre de Hotus de Seheru-
Tauy, El que ha devuelto la calma.

Antej

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Imperio Antiguo o Menfita de Egipto
Inicio » Edad Antigua » Imperio Antiguo o Menfita de Egipto

Se llama a esta época Menfita por el nombre de su capital, Menfis (que lo sería a lo largo de
todo el Imperio Antiguo), en el I nomo, hoy a unos 25 Km. al sureste de la capital, El Cairo.
El Reino Antiguo comprende las Dinastías III a VI.

Situación internacional
Su período cronológico se corresponde aproximadamente con las primeras Dinastías
arcaicas de Mesopotamia en las ciudades de Kish, Ur y Uruk y el Imperio acadio.

Dinastías del Imperio Antiguo


Dinastía III

Faraon Zoser

El primer rey de la Dinastía III, Sanajt o Nebka, unido por matrimonio con la heredera de
la dinastía anterior. Le sucedió su hermano Djeser/Zoser, Dyeser, Tosortos. Con él
comienza una nueva Dinastía, debido a los grandes progresos que Egipto realizó en su
época.
Aunque Zoser es la figura más importante de la Dinastía y se le considera hijo de
Nimaathap, esposa de Kasekemui, hay razones para considerar a Sanajte como primer
faraón de la Dinastía III.
Este rey tuvo la suerte de contar con la ayuda de un hombre excepcional: El arquitecto-jefe
Imhotep, cuya reputación se mantuvo a través de los siglos como médico y le atribuían
también la invención del procedimiento para tallar la piedra, de lo que es prueba el
magnífico conjunto de Saqqara (lámide escalonada) que supone el triunfo de la arquitectura
en piedra, frente a la de adobe típica de la etapa precedente. El empleo de la piedra venía
aumentando desde finales de la II Dinastía y se usó ya en la necrópolis de Heluán en épocas
anteriores. El complejo de Zoser en Saqqara es uno de los mayores de la historia de la
arquitectura. Lo que se denomina pirámide escalonada es el resultado final de un proceso
evolutivo, que partiendo de una mastaba inicial, fue incorporando ampliaciones y
componiendo cuerpos hasta conseguir la estructura en escalones rematados por un prisma
(evolución que terminará con la forma clásica de pirámide).
Zoser hizo de Menfis su capital y extendió su dominio posiblemente hacia Nubia y el Sinaí.
Sus sucesores fueron Sanakt o Sanajt, y Jaba. La dinastía termina con un rey cuyo
nombre es HU o Huni, constructor de la pirámide calonada de Meidum, que es el inmediato
antecesor del rey Snofru, quien terminó la pirámide y con el comienza la dinastía siguiente.
Dinastía IV

El primer rey de la Dinastía fue Sneferu/Snefru o Snofru, cuyo reinado duró más de veinte
años.
Contrajo matrimonio, con Huni o Heteferes I, madre de Keops e hija de su predecesor,
aunque también pudo ser hijo de Huni y Meresanj I y hermanastro de Heteferes, hija de una
esposa más importante de Huni. Esta Dinastía estaba formada por 17 reyes menfitas que
reinaron un total de 448 años.

Snofru

De Snofru se pueden dar algunos detalles gracias a la Piedra de Palermo. Organizó una
expedición a Nubia, de donde trajo numerosos prisioneros y llevó a cabo campañas en el
Sinaí. En el interior, construyó dos pirámides en Dahshur, además de templos, palacios y
fortalezas. Su importante reinado adelanta la perfección artística que se encontrará en los de
sus sucesores: Keops, Kefren y Micerino, cuyas pirámides aún asombran al mundo y son
índice de lo avanzado de esta civilización.
En las excavaciones en el Templo del Valle de la pirámide romboidal de Dahshur se
descubrieron esplendidos relieves que representan figuras femeninas portadoras de
ofrendas. Pero además en tiempos de este rey se había concluido el esquema clásico del
complejo funerario de los faraones, consistente en un templo del valle, calzada, templo
adosado y pirámide, lo que se repetiría a lo largo de todo el Imperio Antiguo.
Este rey dejó en la literatura clásica egipcia el recuerdo de hombre bondadoso y amante de
la buena vida, tal como aparece en la Profecía de Neferti, una obra de la Dinastía XII.
En ella, se ve cómo el rey toma nota con la mayor naturalidad de lo que le aconseja Neferti.
El Papiro Westcar lo presenta aburrido en el palacio, tratando familiarmente a sus magos.
Keops

Faraon Keops

Le sucedió Keops/Kufu/Jufu/Kéope/Quéope/Kheops, hijo de Snofru y de la reina


Heteferes I, que gobernó unos veintitrés años. Se puede reconstruir parte de los
componentes de su familia y de sus cortesanos gracias a las inscripciones de las tumbas de
la necrópolis de Giza o Guizeh, donde se enterraron alrededor de la Gran Pirámide y
gracias también a las tumbas de los que yacen en Saqqara.
La Gran Pirámide de Keops, en Giza, cerca de El Cairo, es el mayor monumento
construido por el hombre. Cuando estaba completa tenía 146,6 m de altura, aunque hoy ha
perdido unos cuantos, quedando en 137,4 m. Tiene una base cuadrada de más de 227 m de
largo. Está construida con bloques de piedra calcárea de los que algunos pesan 15
toneladas. Las caras están perfectamente orientadas a los cuatro puntos cardinales con
errores de menos de 5 grados. Pero este inmenso monumento no se planificó de una vez,
sino que sufrió algún cambio, aunque de poca importancia. Se ha calculado que trabajando
durante todo el reinado de Keops, extrayendo, transportando y colocando 300 bloques cada
día, se necesitarían unos 100.000 hombres y esto sólo para la pirámide, porque a ello hay
que añadir el Templo del Valle, la calzada y el templo adosado a la pirámide.
Piramide de Keops

Dyedefre/Didufri

Su sucesor fue Dyedefre/Didufri, que reinó ocho años según el Papiro Turín. dejó una
pirámide inacabada en Abú Roash, al norte de Gizeh, de la cual no queda casi nada, lo
mismo que de un templo en adobe y una columna en granito con el nombre del rey. La
ascensión de este faraón ha sido explicada por una disensión en la familia real que se
produjo a la muerte de Keops. El padre de Meresanj, el príncipe Kewab, murió y su mujer
Heteperes II se casó con Didufri que subió al trono. El reinado de Didufri acabó en medio
del descontento general. El partido de la oposición capitaneado por los príncipes Ninjaf,
Amaf y Neermaat llevó al trono a Kefrén, el constructor de la Pirámide que lleva su
nombre.

Kefrén

Kefrén (Jaefre o Rejael) reinó, 24 años según el Canon Real de Turín. La reina Heteperes
II, viuda de Kawab y de Didufri, le dio como esposa a su hija Meresanj II, con lo cual
volvió a reinar la paz en la familia real y la activa Heteferes II vivió hasta el final de la
dinastía. Kefrén construyó su pirámide al lado de la de Keops, algo más pequeña, pero
como está situada en un nivel algo más elevado parece incluso algo mayor. Se conserva el
Templo del Valle, de una bellísima estructura con doble entrada, vestíbulo, sala hipóstila de
seis pilares, edificado en piedra local revestido de granito rojo pulido. En él se halló la
famosa estatua de Kefrén con Horus protegiéndole, una de las veintitrés estatuas que había
en dicho templo.
La realización más famosa del faraón Kefrén fue la Esfinge de Giza o Gizeh. Era una roca
de la que se extraía piedra en tiempos de Keops y en los de Kefrén se talló el altozano y se
le añadieron algunos bloques para darle la forma de un león con cabeza humana y tocado
faraónico, lográndose así una de las más famosas obras de arte de la Antigüedad y uno de
los mayores monumentos construidos por la mano del hombre. En el Imperio Nuevo se la
creía el dios Harmakis (Horus que está en el horizonte), y Tutmosis IV en el siglo XV a.C.
mandó limpiarla de arena y grabó una estela (Estela del Sueño), que figura entre las patas
delanteras de la Esfinge. Las excavaciones de 1925 descubrieron el templo a los pies de la
Esfinge, también de la Dinastía IV.
Durante estos reinados y el posterior de Didufri/Djedefre, se continuaron las expediciones
al Sinaí aunque fueron más importantes en época de Keops.

Piramide Kefren

Sepseskaf

Sepseskaf fue el sexto y último rey de la IV Dinastía, cuyo reinado fue corto y sin gloria.
Tras él comienza la V Dinastía.
Dinastía V

Esta dinastía reinó durante 140 años según el Papiro de Turín. Su origen está explicado en
el Papiro Westcar. Parece indudable el papel de las reinas-faraón en estas antiguas
Dinastías. Así Khent-kaus, fue hija de Hordjedef y madre de Userkaf, Sahuré y Neferirkara,
Casi toda la labor de esta Dinastía fue obra de los sacerdotes de Heliópolis, cuya teología
solar triunfó durante casi siglo y medio.
Sus primeros soberanos, Userkaf y Sahura, según se deduce de la leyenda recogida en
un papiro cuyo manuscrito data de finales del Reino Medio, no eran de sangre real, sino
hijos de la mujer de un simple sacerdote de Ra de un pequeño pueblo del Delta llamado
Sajebu. Sin embargo, es posible que el primer rey de la dinastía fuera hijo de Neferhotep,
hija de Didufri y que se casara con Jentkaues, probable hijo de Micerino. Está enterrada en
la Pirámide inacabada de Giza que realmente es una mastaba parecida a la mastaba del
faraón.
La Dinastía V supuso muchas novedades en el Estado egipcio. El título real de hijo de Ra,
ya empleado esporádicamente en la Dinastía anterior, se generalizó en este período,
incorporado a la titulatura real. Aumentaron los textos escritos y se comprueba una
elevación del pensamiento literario y científico

Userkaf

De Userkaf, el primer rey, sabemos que construyó en el sur, porque en un templo más
tardío situado en Tód se encontró una columna cuadrada con su nombre.

Faraon Userkaf

Sahura

El segundo rey de esta Dinastía, Sahura, reinó unos catorce años y en sus tiempos hubo
campañas contra los libios y los asiáticos. Envió expediciones al Punt y al Sinaí. Comenzó
el cementerio de Abusir, que sería continuado por sus sucesores con un esquema algo
distinto del anterior: templo del valle, calzada y pirámide.
En esta época las pirámides son más pequeñas, construidas con materiales más menudos. El
templo adosado a la pirámide servía para el culto y las ofrendas dedicadas al rey difunto.
Una novedad de los templos es el empleo de columnas palmiformes y relieves.

Faraon Sahura

Neferirkara

Su sucesor, Neferirkara, era su hermano y su reinado duró unos diez años. Precisamente
en su tiempo se grabó la Piedra de Palermo.
Construyó su pirámide en Abusir pero no la pudo acabar, lo que hizo su tercer sucesor
Niuserre o Niuserra.
De lo sucesores directos de Neferirkara, Shepseskara y Neferefra hay pocas noticias, así
como Niuserra, célebre por su templo solar de Abusir, y su complejo funerario, uno de los
más completos que se conservan, al que parecen seguir Menkauhor y tal vez Isesi
Dyedkara.
Unas/Onos

El último rey de la V Dinastía fue Unas/Onos. Reinó treinta años y se sabe que
probablemente hizo un viaje a Elefantina para recibir un homenaje de los jefes nubios. En
Biblos (en la costa fenicia) aparecieron vasos con su nombre. Es interesante recordar las
escenas de la calzada de su pirámide que representan una serie de figuras masculinas y
femeninas esqueléticas, una forma de expresar los resultados de las crecidas escasas del
Nilo.
El principal cuidado de los reyes de esta V Dinastía fue el culto de Ra, que se celebraba en
templos solares al aire libre, aunque no de una forma exclusivista como será la revolución
religiosa de Akenatón (Amenofis IV, de la Dinastía XVIII) y en los mismos santuarios de
Ra están atestiguados los cultos de Horus y Hathor. El resultado de esta reforma religiosa
fue el debilitamiento del poder real, ya que, al reconocer el rey su dependencia del poder
del dios, se acercaba en cierto modo a los demás mortales. Esta debilitación de la
concepción monárquica tendría una gran influencia sobre la evolución política y social del
Estado menfita.

Texto en las
Piramides de Egipto

En el orden religioso hay que destacar también el hecho de que en la pirámide del rey Unas
en Saqqara, las cámaras y los pasadizos se cubren con inscripciones jeroglíficas llamadas
Textos de las Pirámides, costumbre que se repetirá más tarde con otros monarcas y reinas.
Estos textos son una colección muy extensa de plegarias, invocaciones, himnos, etc.,
destinados a asegurar al faraón la vida de ultratumba entre los dioses. Constituyen la base
de lo que después llamaremos en el Reino Medio Textos de los Sarcófagos y en el Reino
Nuevo Libro de los Muertos. Es de destacar que una parte muy importante de estos textos,
que se denomina El Himno Caníbal, no vuelve a repetirse.
Dinastía VI

faraon pepi I

Los reyes de la Dinastía VI eran de Menfis. El acceso al trono de su primer rey. Teti I, puso
fin a la inestabilidad que siguió a la muerte de Unas/Onos, tal vez con su matrimonio con
una de las hijas de dicho rey llamada Ipue, que le transmitió el derecho al trono.
Su nombre de Horus, Seheteptany, El que pacifica la Dos Tierras simboliza la tranquilidad
del país. Posiblemente murió asesinado lo que hace suponer que tal pacificación era más
deseable que cierta. Tal vez para buscarla, también, casó a su hija Seshseset con el visir
Mereruka, del que se conserva su mastaba magníficamente decorada en Saqqara.
Entre Teti I y Fiope/Pepi I suele citarse a veces al rey Userkara que tal vez reinó en algún
momento. De Teti se conservan restos de un féretro de madera en el Museo de El Cairo. En
su pirámide se conservan restos de los llamados Textos de las Pirámides.
Los relatos y actividades de personajes de su corte, demuestran las transformaciones de la
época y el declive de la autoridad real.
Pepi I nombró corregente a Merenra en los últimos años de su vida y éste le sucedió al
morir.
Merenra I, El amado de Ra, reino como único rey durante unos nueve años.
El sucesor de Merenra I, Pepi II/Neferirkara, reinó 90 años. Nada en su reinado hacía
preveer el derrumbamiento de un Estado tan reciamente organizado como el Egipto del
Imperio Antiguo. Con este rey continúan las expediciones comerciales del reinado anterior,
como la expedición al Sinaí y a Yam.
Merenra II Antyemsaf

Merenra II Antyemsaf es sucesor de Pepi II, el último monarca de la Dinastía VI, que
reinó sólo un año, su esposa fue la reina Nitocris/Nitiqret. La fama de esta reina creció
hasta convertirse en época griega, en Rodopis, cortesana y mítica constructora de la tercera
pirámide de Giza, antecedente en su leyenda de La Cenicienta. Ella fue la segunda reina
conocida que ejerció el poder político en Egipto tras Merneith. de la I Dinastía. Su sucesor
fue Neferkara, hijo de Ankhesenpepi y Pepi II. Tras ellos empieza el denominado Primer
Período Intermedio. El Canon de Turín cita seis nombres más tras Nitocris. La Lista de
Abidos no la menciona.
La crisis del poder real se acentuó con la VI Dinastía, y, sobre todo, durante el reinado del
faraón Pepi II, que como vimos contrajo matrimonio con las hijas de un simple funcionario.
Estas alianzas provinciales fueron nefastas para el poder real y lo debilitaron, junto con las
crisis agrarias, dando paso a un periodo de descentralización.

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Periodo Arcaico o Tinita de Egipto


Inicio » Edad Antigua » Periodo Arcaico o Tinita de Egipto

El Periodo Arcaico o Tinita de Egipto abarca desde las Dinastias I a la Dinastia II. La
Dinastia I abarcó desde los años 3050 a.C. hasta 2860 a.C. en el cual el personaje más
importante fue Narmer.
Dinastías del Periodo Arcaico o Tinita
La Dinastía I (Nagada III C1, 2, 3) (3050-2860 a. C.)

Narmer es uno de los nombres reales más extendidos del Dinástico Arcaico (incluso en
Palestina se han encontrado ejemplos). Ha sido considerado como el fundador de la I
Dinastía y originó la figura legendaria de Menes.
Está asociado con los comienzos de la fase Nagada IIIc (Dinastía I). Parece que él
solucionó el problema de los rivales de Hierakómpolis, aunque la forma en que lo hizo son
especulaciones. Por el momento, no hay noticias de victorias militares de Abidos sobre
Hierakómpolis, (Nekhen) con lo cual se podría decir que el problema se solucionó de forma
pacífica, reconociendo la autoridad de Nekhen con concesiones del rey a las familias
locales de gran alcance. Este aspecto de la unificación de Egipto, como otros muchos, sigue
investigándose, e irá aclarándose progresivamente con las siguientes Dinastías.
Los ocho faraones de la I Dinastía reinaron en una época de prosperidad. Los reyes de esta
Dinastía comienzan a llevar lo que se denomina titulatura o protocolo real tradicional,
conferida al faraón en la ceremonia de coronación, que comportaba a partir del Reino
Antiguo cinco títulos fijos, que introducían, bien por un solo nombre o una corta frase,
variantes para cada faraón. Al menos tres de estos títulos rituales eran utilizados por los
faraones de la I Dinastía.

Dios Horus
Títulos en la I Dinastía

1. Nombre de Horus del faraón, inscrito sobre un rectángulo o serekh, imagen del palacio real,
con un halcón encima, símbolo del poder real. Se traduce por el Horus X…. Este título lo
llevaron los ocho faraones de la I Dinastía.
2. Este segundo título está formado por la frase n(y)swt-bity que se traduce por el que
pertenece al junco (swt) y a la abeja (bity), siendo el junco (o la caña) el símbolo del Alto
Egipto y la abeja del Bajo Egipto”’, de donde la traducción habitual del título como el rey del
Alto y Bajo Egipto. En las inscripciones originales de la I Dinastía este título se emplea solo,
de forma absoluta. En época clásica, el título nesutbity precedía al nombre principal del
faraón o nombre de nacimiento, que se encerraba en un cartucho, que nunca se encerraba
en las dos primeras dinastías.
3. El tercer título del protocolo era el de las Dos Señoras o Nebty, en razón de la lectura
probable de los grupos de signos que reunían para escribirlo: el buitre, que representaba a
la diosa Nekhbet de el-Kab y la cobra, divinidad tutelar de Dep (Buto), ambos sobre el signo
de la cesta neb, que significa señora. Como ambas ciudades estaban, una en el norte y otra
en el sur, este título se relaciona, como el de Nesutbity, con los reinos del norte y del sur.

Los faraones:

Paleta de Narmer
Al primer faraón, Narmer, la tradición manetoniana le atribuye de treinta a sesenta años y
el haber desaparecido llevado por un hipopótamo, la fundación de Menfis y su templo, el
primero, del dios Path. Parece que fundó Cocodrilópolis, la antigua Shedet egipcia.
Su sucesor fue Aha, el combatiente, conocido por numerosos documentos procedentes de
Abidos, Saqqara y otros lugares, que le atribuyen campañas contra Nubia y Libia y
relaciones con Biblos y el Líbano. De su época se conoce un sacrificio humano ante el
palacio real. Su mujer fue la reina Neithotep. a la que se atribuye una gran tumba en
Nagada y la regencia de su hijo, Teti. Éste fue un faraón efímero, que sólo duró un año y
cuarenta y cinco días, aunque a veces aparece Kenkénes, el Horus Djer de Manetón, Iti en
la Piedra de Palermo, cuyo nombre aparece encerrado en un cartucho. De este faraón se
conservan dos grandes tumbas, una en Abidos y otra en Saqqara. En la de Abidos se
encuentran alrededor 338 tumbas subsidiarias que se supone ocupadas por miembros de la
corte sacrificados para acompañar al rey eternamente, principalmente mujeres.
Una tablilla de marfil con el nombre de Djer/ Dyer descubierta en Abidos hace alusión a la
salida helíaca de Sothis, lo que mostraría que en esta época los egipcios asociaban la
estrella con la inundación y el comienzo del calendario solar, adoptado en época de la II
Dinastía, unos siglos más tarde.
El rey siguiente. Vadyi, es conocido como Rey-Serpiente. Reinó unos diez años y durante
su gobierno una expedición penetró en el desierto oriental. Contemporánea suya es la reina
Merneith, atestiguada en numerosos documentos escritos pero cuya posición en la I
Dinastía o incluso en la II Dinastía es incierta. No figura ni en las Listas Reales ni en
Manetón. Al lado de la forma masculina del nombre Merneith se encuentra también la
forma femenina: Mer(y)tneith, por lo que se la considera una reina. Sería la madre de Den,
ejerciendo la regencia en su nombre al principio de su reinado, su tumba de Abidos estaba
rodeada de 77 sepulturas subsidiarias, lo que testimonia su gran importancia y que tal vez
reinó como única monarca egipcia, siendo la primera reina-rey de este país, antecedente de
otras muchas.
En tiempos de Den se suponen escritos al menos dos capítulos del Libro de los Muertos. Le
sucedió Miebis o Adjib y a éste Semerkhet. El octavo sería el Horus Ka o Kaa, con el
que, según Manetón, acababa la dinastía I, sin que se sepan las razones de la llegada al
poder de la II Dinastía, de origen tinita, como la I. que comprendía nueve reyes.
Fragmento Horus de Semerkhet

Dinastía II

Los nombres y el número de orden de estos faraones es incierto, ya que las fuentes, los
cilindros-sello, las tablillas de marfil, la Piedra de Palermo, las Listas Reales y el Papiro de
Turín no coinciden y se contradicen a partir del séptimo faraón, y sólo son seguros los
nombres y el orden de sucesión de los cuatro primeros, que se calcula reinaron entre 2930-
2890 a. C.

Los faraones:

El primero fue Hotepsekhemuy/ Hotepsejemuy. Le sucedió Nebré o Raneb el Kalau de


las Listas Reales del Reino Nuevo. Su nombre es el primer nombre real compuesto con el
del dios Sol de Heliópolis.
El tercer faraón, Nineter, es conocido gracias a la Piedra de Palermo, le sucedió Uneg y
después de él las noticias son confusas, con faraones como Sekhemib o Peribsen. El
Serekb de este último está bajo un animal sethiano, en lugar del Horus tradicional, lo que se
interpreta como un cambio político que obligaría al rey a dejar Menfis y refugiarse en el
sur, donde cambiaría su nombre de Horus por el de Seth-Peribsen. Su sucesor fue
Khasekhem o Jasejem, del que se constatan actividades guerreras y se le representa
matando prisioneros del norte. Su sucesor, Khasekhemuy/Jasejemuy, cuyo nombre
significa Los dos poderes (de Horus y Seth) sugiere la reconciliación de ambos dioses y sus
partidarios. Con él terminó este Período Tinita.
Características de la época Tinita
Al margen de teorías más o menos contrastadas, y como sucede con las divisiones
establecidas por los historiadores, antiguos o modernos, recuerda Vercoutter que la ruptura
entre la época arcaica y el Imperio Antiguo es artificial y salvo el lugar de residencia de los
soberanos, la III Dinastía sucedió sin ruptura a la II y el nuevo faraón que comenzó esta III
Dinastía era nieto de Jasejemuy.

La monarquía

A fines de la II Dinastía estaban fijadas las características de la monarquía faraónica. Los


ritos de coronación real y su renovación (fiesta Sed) estaban fijados y se desarrollaron de la
misma forma hasta la época ptolemaica, entre ellos la herencia de padres a hijos, la
titulatura real y el papel importante de las reinas.

Los dioses

En esta época está atestiguada la existencia de la mayor parte de las divinidades del
Panteón egipcio clásico, bien con formas animales o representados por sus símbolos y
también con forma antropoforma:

Dioses del Periodo Tinita o Arcaico

Anubis (chacal) Apis (toro) Hathor (vaca)

Horus (halcón) Isis Khnoum

Maát Min Neith

Nekhbet (buitre) Osiris Path

Ra (el Sol) Sobek (cocodrilo) Sekhmet (leona)

Seshat Seth (animal setiano y serpiente) Sokaris

Thot (ibis) Tueris (hipopótamo) Wadjet (cobra)


Templo de los dioses

La escritura

La aparición de la escritura jeroglífica como la conocemos es uno de los logros que se


atribuyen a las dos primeras Dinastías. Aunque se ha buscado un origen mesopotámico,
está claro que desde época Amratiense, hacia 3800 a. C., se conocen signos de escritura en
vasos y verdaderos jeroglíficos se constatan desde fines de esta época Amratiense, hacia
3500 a. C., como el signo de la corona roja que se conoce por un vaso rojo de borde negro
encontrado en Nagada, desarrollándose progresivamente durante todo el Geerzense
(Nagada II). A fines de la Dinastía 0 se conocían más de 30 signos, atestiguados en los
monumentos y se conocen papiros ya durante el reinado de Den.
Las tres escrituras egipcias fueron Jeroglífica, Hierática y Demótica.

Los ritos funerarios

En la cerámica encontrada en las tumbas amratienses y geerzense se aprecia una decoración


que se interpreta como destinada a asegurar al difunto la vida en el Más Allá y a la
protección de las divinidades representadas por sus símbolos, mientras que la escritura
mantiene, mágicamente, el nombre de la persona y su permanencia eterna.
Principales ciudades

Se admite la teoría tradicional de que Menfis fue fundada alrededor del 3100 a. C, por el
primer rey de la I Dinastía, que unificó Egipto, tras haber conquistado por la fuerza el norte,
constituyendo un reino homogéneo bajo la autoridad de la ciudad del Buto (actual Tell-el-
Faraín), en el extremo noroccidental del Delta, extremos probados, aunque la conquista
violenta no parece probada a nivel arqueológico hasta el momento. Recientes excavaciones
arqueológicas matizan esta interpretación simplista basada sólo en fuentes Parciales,
destacándose la importancia de aglomeraciones como Hieracómpolis (Nekhen) y Nagada
(Ombos).

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Periodo Protodinástico o Pretinita de


Egipto
Inicio » Edad Antigua » Periodo Protodinástico o Pretinita de Egipto

La civilización egipcia comenzó con la unificación de Egipto bajo un solo rey, esta etapa
llamado periodo protodinástico o pretinita. La tradición la atribuye a Narmer o Menes, que
un tiempo se supuso que podrían ser la misma persona. También, por una cabeza de maza
de Hieracómpolis, conservada en el Ashmolean Museum de Oxford (Inglaterra), se conoce
a un rey Escorpión. Algunos autores lo sitúan a él y a Narmer de modo correlativo en la
Dinastía 0, cronológicamente entre h. 3100 y 3050 a. C., en Nagada IIIbI. 2-IIIcI arcaico
arqueológicamente hablando, pero hay elementos muy anteriores pertenecientes a la
llamada Dinastía 00.

Mapa de Egipto Predinástico o


Pretinita

Dinastía 00, es el término usado por algunos autores para referirse a los reyes, príncipes,
gobernantes o personajes importantes del período anterior a la Dinastía 0; pero, como en
ésta, se cree que eran jefes locales de diferentes centros, sin ninguna relación familiar entre
ellos, salvo en algún caso a nivel local, por lo que esta denominación no es admitida por
muchos egiptólogos.
Esta Dinastía comenzaría con el personaje enterrado con el paño de Gebelein conservado
en Turín, el de la tumba HK 100 y otras de personajes diferenciados de diversas tumbas del
cementerio T de Nagada así como algunos personajes del cementerio U de Abidos o los de
los antiguos serekhs de la tumba II del cementerio de Hierakómpolis.
Contemporáneas a este período se consideran también las tumbas L24 de Qustul y la 137,1
de Seyala en Nubia.
Se trata de unos momentos a los que se denomina los siglos oscuros, época que comienza
en el Protodinástico o Gerzeense Reciente caracterizado por:
a) Urbanización.
b) Creación o rápida evolución de las instituciones sociales y económicas.

c) Unificación cultural de todo Egipto.


Con cambios basados en la agricultura y la ganadería favorables, ya que es un período muy
húmedo.
Es en este momento Protodinástico cuando aparecen en Egipto las primeras grandes
aglomeraciones humanas, fortificadas o no, como Abidos (Tinis), Ombos (Nagada-Nubet).
Coptos, Nekheb (el-Kab), Nekhen (Hierakómpolis) y probablemente Erment, Edfu y
Elefantina. En estas aglomeraciones se encuentran los hábiles artesanos que fabrican los
elementos tradicionales de este período y el anterior: los vasos de piedra, los cuchillos de
sílex con mango decorado con figuras animales, como el de Gebel Tarif, el decorado con
serpientes enrolladas del University College de Londres, el llamado Cuchillo Carnavon o el
del Metropolitan Museum de Nueva York, cuyas figuraciones humanas son el nexo de
unión entre las representaciones de la tumba pintada de Hierakómpolis, de h. 3350 a. C. y
las escenas de las paletas votivas de fines del Protodinástico, h. 3150 a. C., lo que les
confiere una gran importancia. Entre los cuchillos predinásticos el más célebre es el del
Gebel-el-Arak, conservado en el Museo del Louvre, con el célebre Domador de leones o
los barcos de popa vertical, ya atestiguados en Egipto desde el Amratiense.

cuchillo de
gebel

Paletas predinásticas
En lo que se refiere a las Paletas Predinásticas, testimonian el paso de la Protohistoria del
Gerzeense final a la Historia de la época arcaica. Salvo la de Narmer, ninguna de estas
Paletas se ha encontrado en contexto. Las tres Paletas originarias del Alto Egipto han sido
consideradas como históricas, representando, cada una a su manera, la conquista del Reino
del norte por el del sur.

Cabezas de maza
Otro objeto característico de esta época final del Protodinástico-Principio del Periodo
Arcaico son las cabezas de maza. En el Amratiense, la de forma troncocónica era un
símbolo de poder, Con el Gerzense y la adopción progresiva por el sur de la maza piriforme
del norte, el símbolo de poder cambió de forma. Las más conocidas son las cuatro
encontradas en el gran depósito del templo de Hierakómpolis: la llamada del Rey-
Escorpión, la llamada de Narmer, la llamada Real y la de Los Portadores de regalos.
En la denominada de Narmer parece figurada una lo que se considera una fiesta real, un
jubileo, tal vez la heb-sed, o el mito de entronización del faraón, que se suponía renovaba
mágicamente sus poderes en dicha ceremonia.

Cabeza de Maza

Los nuevos nombres reales


Una nueva serie de posibles nombres reales se ha puesto en evidencia y reconstruido
recientemente, en algunas etiquetas e inscripciones de los recipientes del cementerio U de
Abidos, en ciertas impresiones de sellos de Nagada II(c)d-a2, en la Paleta de Tehenu y los
graffiti grabados en los Colosos de Coptos.
La lista provisional de Dreyer es:
Oryx, Concha, Pescado, Elefante, Toro, Cigüeña, Cánido. Cabeza de Ganado Escorpión I,
Halcón I, Estandarte de Min + planta de León, Halcón Doble, Irj-Hor, Ka, Escorpión II,
Narmer.
Otros jefes o príncipes locales o sus signos (sobre todo de la Dinastía 0, del período Nagada
III) son:
Nb (o R?), Hedjw (-Hor), PE + elefante, Nj-Hor. Hat-Hor, Cocodrilo (el Subduer), Halcón
+ Mer (Tarkhan, también leyó como P. N. Mer Djehwty), y Qustul L2, Per-Hor.

Dinastias del Periodo Protodinastico o Pre Tinita


La Dinastía 00

La Dinastía 00 correspondería más bien, según estos autores citados, a un período


protodinástico, no a una línea de reyes o gobernantes de un lugar especifico.
De hecho, la primera vez que Van den Brink utilizó el término Dinastía 00 se refería a
miembros de una clase dirigente enterrados en el cementerio U de Abidos Umm el
Qaab que serían posiblemente los predecesores de los reyes de la Dinastía 0.
El término Dinastía se utiliza, pues, como término descriptivo que indica un período:
Nagada IIC-IIIA2.
En el momento de Nagada III, la élite gobernante de Tinis (cuyos jefes o reyes están
enterrados en el cementerio U de Abidos) resurge como una hegemonía en el Alto Egipto
(Nagada comienza a declinar) evidente en las tumbas de Uj, Nagada Ill (c.3200-3150 dC).
Al final de esta fase y comienzos de la siguiente, las más antiguas designaciones y nombres
de los antiguos príncipes se encuentran de forma anónima (es decir, en la forma de sólo las
fachadas del palacio, serekhs), incisas o escritas en las tumbas de Abidos, y también en las
tumbas de Abusir el Meleq y en Rafiah.

Dinastía 0 o Nagada III: 3120-3050 A.C.

En el siguiente período, Nagada III (Dinastía 0), ya se encuentran recipientes con serekhs,
con o sin el halcón sobre ellos.
Algunos nombres son Per Hor, Doble Halcón, Hat Hor, Ni Hor, Escorpión (procedentes
de Minshat Abu Omar, diferentes de la Tumba U-j de Escorpión I y la de Hierakómpolis de
Escorpión II), Cocodrilo.
Los serekhs se encuentran desde el Delta a la Alta Nubia, pero deben corresponder a
personajes que fueron sólo jefes locales que gobernaron en áreas regionales restringidas,
aunque compartiesen una forma común de cultura.
En cuanto a los grandes personajes (reyes) del Bajo Egipto, de Tarkhan (tumba 1702 Hat
Hor ,tumbas 351, 1549, Cocodrilo) y el Delta, parece que la Baja Nubia estuvo bajo el
dominio de estas dos entidades regionales durante Nagada III arcaico (grupo A), en Seyala
(cementerio 137 tumba I) y también en el sur en Qustul (cementerio L tumba 24, de donde
proceden los famosos incense burner, quemadores de incienso o incensarios decorados) lo
que explicaría posiblemente que estos poderes políticos crecieron debido a la riqueza que
les produjo la explotación de los yacimientos de oro y canteras nubios.
Más tarde, en Nagada III Medio, estos centros regionales fueron destruidos muy
probablemente por el poder y la energía de Hierakómpolis, que se amplía como parecen
atestiguar los graffiti con escenas de batalla de Gebel Sheikh Suleiman (escena que autores
como Murnane han atribuido al reinado de Djer, teniendo en cuenta que ya en esta época y
en los momentos siguientes, el comercio a larga distancia se considera de gran importancia
en las relaciones con el Delta oriental y el sur de Palestina).
Los jefes, príncipes o reyes Tinitas heredaron probablemente el territorio de Nagada y
accedieron a las rutas de comercio nubio.
En este momento parece atestiguada una victoria decisiva de Tinis/Abidos sobre Nagada
como se puede entender por los grabados en roca en el camino del desierto de Luxor-
Farshut.
Los príncipes de Hierakómpolís serían, pues, los únicos rivales de los reyes Tinitas,
existiendo hasta la época de la unificación.
En el período Nagada III (Fin de la Dinastía 0) los reyes de Abidos (Tinis) fueron
enterrados en el cementerio B en el cual las últimas tumbas son las de Narmer y Aha, los
primeros reyes de la I Dinastía.
El Rey Escorpión (II) es considerado un predecesor de Narmer, quien habría podido
pertenecer a la familia predominante de Híerakómpolis.
El nombre Iry Hor está atestiguado sólo en Abidos. Por su parte Ka es conocido en Tell
Ibrahim Awad, Helwan, Tarkhan y Abidos. Esta Dinastía de Abidos(Iry Hor, Ka, Narmer)
es en realidad una dinastía de reyes (inicialmente el término Dinastía 0 se atribuye sólo a
estos reyes de Abidos, no a otros reyes locales del Alto o Bajo Egipto).

Paleta de Narmer

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Guerra del Peloponeso
Inicio » Edad Antigua » Guerra del Peloponeso

Se denomina Guerra del Peloponeso a la que enfrentó durante casi treinta años a todo el
mundo griego, entre 431 a.C. y 404 a.C. Se desarrolló en tres ámbitos: la Hélade, la
Magna Grecia y el litoral de Asia menor y se desarrolló en tres fases: la guerra
Arquidámica, la Siciliana y la de Decelia o Jonia.

Origen y causas
La causa directa fue el enfrentamiento entre atenienses y corintios por la isla de Córcira (la
actual Corfú). Pero en el fondo latía la verdadera causa: el choque entre el creciente
poderío de Atenas y la antigua hegemonía espartana.
La Guerra del Peloponeso es el suceso mejor conocido de la historia de Atenas.

El escenario de la guerra
Este largo conflicto que duró una generación, se desarrolló en tres escenarios:
La Hélade propiamente dicha, con el Peloponeso y el Ática como escenarios de los
enfrentamientos, tanto terrrestres como navales.
La Magna Grecia.
El norte del Egeo, con las colonias de Tracia y la Calcídica, además de Asia Menor y el
Helesponto.
Mapa de la Guerra del Peloponeso

Antecedentes
La paz de los 30 años, firmada el 445 a.C. reconocía la hegemonía espartana sobre el
Peloponeso a cambio del reconocimiento de la hegemonía marítima de Atenas.
Pero este período de relativa paz solo duró quince años.
A partir de esas fechas. Atenas, que seguía dirigida por Perícles, pudo intensificar su
presencia con toda libertad en los mercados del Mediterráneo, donde su hegemonía
estaba basada y apoyada por la Confederación de Délos (que nunca se denominó
oficialmente «liga» sino «Atenas y sus aliados»).

La Confederación de Délos

Atenas justificaba la existencia de la Confederación a pesar de haber pasado el peligro


persa, como forma disuasoria ante el vecino asiático.
No todas las poleis de la liga estaban totalmente de acuerdo con el auge ateniense y el
beneficio que Atenas sacaba de su hegemonía, aunque, como todos mantenían el libre
comercio, todos se aprovechaban de la relativa paz, en la que el conflicto continuo de la
Hélade permanecía latente.

Causas Inmediatas
Aunque Esparta no resultaba perjudicada directamente por el auge de Atenas o de la Liga
de Délos, sí lo estaban algunas de las ciudades aliadas a ella.
La excesiva oferta de las ciudades aliadas, en especial del comercio ateniense, obligan a
poner trabas al comercio de Corinto y Mégara. El único camino que tenia Atenas era el
bloqueo directo o indirecto de estas ciudades competidoras tan próximas a ella.

La situación de los futuros contendientes

El gobierno de Esparta tenía razones para temer la guerra con Atenas, ya que podían muy
fácilmente desencadenarse rebeliones interiores. Si daban armas a los ilotas y periecos,
éstos se considerarían iguales a sus dominadores, los homoioi o iguales.
A Esparta no le interesaba una guerra ofensiva. Otro caso era el de algunos estados del
Peloponeso.
Corinto, miembro de la Liga del Peloponeso, difería de Esparta en casi todos los aspectos y
tenía lo que faltaba a aquélla: flota y dinero. Además, esta ciudad ocupaba una situación
estratégica muy favorable: su istmo unía Grecia del Norte con el Peloponeso, dominaba tres
rutas comerciales de primera importancia, dos en el mar y una por tierra, y su flota
comercial y militar fue la poderosa de Grecia hasta las Guerras Médicas
Sus artesanos exportaban por doquier productos muy solicitados. Corinto era el corazón del
mundo en esta época, fue el lujo y el esplendor de su forma de vida.
Corinto era sobre todo rival de Atenas en el mar y el motivo mayor de tal rivalidad y
competencia era Sicilia. Además, los corintios deseaban el monopolio del tráfico en el mar
Jónico, dejando sólo a los atenienses el mar Egeo y el mar Negro.

Cronología-Periodos
Por Guerra del Peloponeso se entiende los conflictos bélicos que tuvieron lugar en el
mundo griego entre los años 431-404 a.C., que se dividen a fin de comprender mejor tan
largo período, en diversas fases tras los preliminares del año 432 a.C.:
Guerra de Arquidamo: 431-421 a.C. periodo que termina con la Paz de Nicias, por la que
se restablece el statu quo.

Guerra siciliana o expedición a Sicilia 415-413 a.C

Guerra de Decelia o de Jonia: 413-404 a.C.: termina con el asedio y la capitulación de


Atenas y el gobierno de los Cuatrocientos.

El final de la Guerra del Peloponeso


Restituido Lisandro al frente de la flota espartana, se dirigió a Egospótamos frente a
Lámpsaco, en el Quersoneso tracio. Allí, los atenienses engañados y cogidos por sorpresa,
fueron vencidos y muchos de ellos capturados, siendo ejecutados más de 3.000 y destruidas
gran parte de sus naves.
Atenas no sólo perdía gran parte de su flota, sino que también se quedaba sin sus
posesiones en el Estrecho del Helesponto, incomunicada para recibir sus provisiones del
mar Negro por vía marítima.
Por ello podría decirse que no fue la derrota de Egospótamos lo que provocó el final de la
guerra del Peloponeso sino que esta derrota provocó la falta de aprovisionamiento de la
ciudad, haciendo más crítico el asedio a sus campos desde Decelía.
Así, no fue la amenaza lacedemonia, la más decisiva y temible, la que venció a Atenas, sino
el hambre, que se acusó con la vuelta de los cíemeos de Asia Menor, contribuyendo más
aún, si cabe, al hacinamiento, a la desesperación ateniense y a su desmoronamiento final
que provocó la rendición.

La rendición de Atenas

Sitiada por el mar y tierra, a comienzos del año 404. Atenas capituló, finalizando veintisiete
años de una terrible guerra que enfrentó a todo el mundo griego.
Terámcnes fue enviado ante el Congreso de la Confederación del Peloponeso, donde
corintios y tebanos fueron los más hostiles, pidiendo la destrucción de Atenas, aunque los
espartanos prefirieron una Atenas vencida y desarmada integrada en la Confederación del
Peloponeso, tal vez, más que por respeto a su rival, porque temieran el auge de Corinto.
La Asamblea ateniense aceptó estas condiciones, firmándose la paz en abril del 404 a.C.,
tras lo cual, el espartano Lisando entraba en Atenas, imponiendo el absolutismo militar y
político.

Consecuencias de la derrota ateniense


Así pues, este conflicto fue el más grave de los que enfrentaron a los griegos, a los bárbaros
e incluso a la mayor parte de la Humanidad.
Tras él, Atenas desaparecía como potencia naval y líder político de los ideales democráticos
del mundo griego, quedando reducida a ser un miembro más de la Liga del Peloponeso.
Sin embargo, las consecuencias, tanto sociales como económicas y culturales de la Guerra
del Peloponeso no fueron sufridas sólo por los atenienses, sino por todos los griegos. Estas
consecuencias fueron:

 Las deudas de los Estados contraídas principalmente con Persia.


 La recesión de la economía y el comercio.
 La aparición de la piratería en el Egeo, al no existir el control de la flota ateniense.
 El debilitamiento de la demografía, debido a la enorme pérdida de vidas humanas.
 La crisis moral, ideológica y religiosa que produjo la inestabilidad de un largo proceso de
guerra.

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Guerra de Jonia
Inicio » Edad Antigua » Guerra de Jonia

La Guerra de Jonia también llamada Jónica o Decélica fue la última fase de la guerra del
Peloponeso y recibe este doble nombre, debido a los dos frentes principales donde se
desarrolló:
Decelia, era una localidad cercana a Atenas, situada a unos 21 km al norte de la ciudad,
desde donde la capital fue incesantemente atacada por los espartanos, con su rey Agis II
(427-400/399 a.C.) de la dinastía de los Euripóntidas, hijo de Arquidamo II, el rey que
había invadido el Ática en el 428 a.C.243
La costa anatólica de Jonia, donde se sucedían las defecciones y revueltas contra Atenas.

Los caracteres de la nueva guerra


Los caracteres de este nuevo período de luchas y las consecuencias que tuvo en los
contendientes fueron también factores negativos para Atenas que se unieron a las
consecuencias del desastre de la expedición a Sicilia: Las consecuencias económicas
(pérdida de recursos) y políticas.
A esto se sumó que Esparta asumió el liderazgo perdido por los atenienses, y no dudó
en pactar con Persia, que financió sus empresas e incitó a las ciudades jónias a la rebelión.
Los principales personajes persas de esta etapa fueron Darío II (424-405 a.C.) y los sátrapas
Tisafernes y Famabazo. En la política griega volvió a aparecer Alcibíades.

La crisis política de Atenas:El gobierno de las


Cuatrocientos (411 a.C.)
El descontento popular contra los políticos de la democracia radical y el recelo de las clases
acómodadas llevó a una crisis política que terminaría con la derogación del sistema
democrático, siguiendo unos mecanismos legales. Además de suspenderse las magistraturas
existentes y el pago de las indemnizaciones por las funciones políticas, se instituyó el
Consejo de los Cuatrocientos, que sustituyó a la Boulé o Consejo de los Quinientos.
Consejo que tendría total autoridad, con 5 presidentes o Proedros, que a su vez elegían a los
restantes miembros del Consejo.
Esta situación de inestabilidad se vio agravada por la sublevación de la flota establecida en
Samos, que no aceptó esta transformación del régimen político, destituyendo a los oligarcas
y eligiendo Estratego a Alcibíades, situación que desembocó finalmente en el final del
régimen oligárquico de los Cuatrocientos; la aparición de Teramenes, que impulsó a los
hoplitas a conceder el poder a la Asamblea de los cinco mil, cuya primera decisión fue
decretar el retorno de Alcibíades a Atenas.
Mapa de la Guerra de
Jonia o Decelia

Los últimos acontecimientos de la Guerra de Jonia


La lucha en el Helesponto: Victorias atenienses. Petición de paz por Esparta.

Entre el 411 al 410 a.C.. Atenas consiguió tres victorias navales en el Helesponto:
Cinosema, Abidos y Cícico. No son bien conocidas porque la narración de Tucídides
acaba con la batalla de Cinosema, iniciándose las Helénicas de Jenofonte con la victoria de
Cícico (marzo del 410).
En los años posteriores (409 y 408 a.C.) continuaron los sucesos favorables a Atenas:
Trásilo recuperaba Tasos y algunas posiciones en Tracia. Alcibíades conquistaba Bizancio
y Calcedonia. pudiendo regresar triunfalmente a Atenas, siendo elegido Estratega en el año
407-6 a.C. y concediéndole poderes extraordinarios para dirigir la guerra en el
Helesponto.
La derrota ateniense de Notion. (Éfeso). Significado y consecuencias.

Entre finales del 407 y principios del 406 a.C. la flota de Alcibíades dirigida por su
lugarteniente Antíoco fue derrotada en la batalla naval de Notion (o Éfeso).
Este fracaso ateniense significaba:

 La aparición del navarco espartano Lisandro, quizá el más hábil y audaz de los generales
lacedemonios y uno de los más brillantes estrategas griegos en el marco de la Guerra
Jonia.
 La definitiva colaboración persa con Esparta. Persia enviaba junto con su ayuda económica
al propio hijo de Darío II, Ciro. El buen entendimiento de Lisandro y Ciro causarían el
definitivo fracaso de Atenas.
 El final político de Alcibíades. que tras la derrota de Notion se vio obligado a abandonar
definitivamente la escena política griega.

La victoria ateniense de las Arginusas (406 a.C.)

En ese mismo año (406 a.C.) se produjo la última victoria naval ateniense, en las islas
Arginusas, frente a la isla de Lesbos, en la costa de Asia Menor, donde Trásilo con otros
estrategas atenienses vencieron a la escuadra espartana dirigida por Calicrátes.
Pero el significado de la batalla de las Arginusas adquirió una dimensión social y política
por encima de la militar para el historiador por los efectos que causó en el pueblo ateniense
la condena de los generales vencedores, acusados de no ayudar a los náufragos, alegando
un peligro de tormenta.
Esta actuación demostraría el fatal funcionamiento de la Democracia radical. El proceso, al
parecer, fue provocado o al menos dirigido por Terámenes.
El episodio contra los navarcos de la batalla de las Arginusas provocó que Atenas perdiese
a sus mejores generales y principales defensores de los ideales democráticos, en unos
momentos difíciles y cruciales.

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Expedición a Sicilia
Inicio » Edad Antigua » Expedición a Sicilia

La expedición a Sicilia se inició en el año 415 a.C. y culminó el 413 a.C. La compleja
situación creada tras la Paz de Nicias llevó al poder a Alcibíades, personaje de una
controvertida personalidad, que sedujo a los atenienses y fue elegido Estratega en 420,
firmando con Argos. Mantinea y Élide la llamada Cuádruple Alianza que debía durar cien
años, alarmando con ello a corintios y espartanos y llevándole a una política abusiva contra
Esparta que desembocó en nuevos conflictos en Mantinea y Melos, que sufrió el rigor
ateniense y embarcó a Atenas en la desastrosa expedición a Sicilia (415-413 a.C.)

La expedición a Sicilia (415-413 a.C.)


Causas y planteamientos

Tras el Congreso de Cela, celebrado en el año 424, se acordó la paz en Sicilia, pero existía
una gran agitación entre sus ciudades, provocado en gran medida por el miedo a la primacía
alcanzada por Siracusa.
Tucídides dedica los libros VI y Vil de su Historia de la Guerrá del Peloponeso a esta
famosa expedición. Su opinión es que el fracaso se debió a un error de planteamiento
inicial, pero quedó frustrada por los acontecimientos y fallos posteriores.
La dirección de la expedición se confió a tres Estrategas con poderes extraordinarios:
Alcibiades, Nicias y Lámaco, realizándose un gran esfuerzo humano y económico para
dotar a la flota con el contingente ateniense y con los refuerzos de los aliados con los que se
unirían en Córcira.
Según Tucídides se reclutaron «cuatro mil hoplitas, trescientos jinetes y cien trirremes
atenienses, además de cincuenta trirremes de Lesbos y Quios y otros muchos aliados» . El
poder total militar enviado para la expedición era de 5.100 hoplitas más 1.500 de infantería
ligera, además de 260 naves.
Los gastos de la expedición superaron los 3.500 talentos, por lo que además de contar con
la cantidad recogida del pago de los Foros hubo que tomar parte de sus reservas.
Cuando estaban ya avanzados los preparativos para esta gran empresa, sucedió unos
acontecimientos calificados de sacrilegios que conmovieron a los atenienses: la mutilación
de los Hermes y las parodias de los Misterios de Eléusis, atribuidos a Alcibíades y sus
amigos.
Alcibíades fue incluido entre los culpables de los hechos, posiblemente debido a las intrigas
de sus enemigos, que, sin embargo, no lograron que fuese juzgado antes de su partida a
Sicilia, aunque posiblemente hubiera sido absuelto y el juicio quedó aplazado hasta la
vuelta de la expedición.

Mapa de la
Expedicion a Silicia

Primeros problemas y la huida de Aicibíades


La diferencia de opinión en el plan estratégico a seguir entre los tres generales, junto con la
orden a Alcibíades de regresar a Atenas, acusado de nuevo de sacrilegio por la mutilación
de los Hermes, entorpecieron y retrasaron las maniobras militares aliadas y provocó la
huida de Alcibíades, que se refugió en Esparta, bajo protección del rey Agis.
En el año 414 a.C., los atenienses habían logrado hacerse fuertes frente a Siracusa:
Tomaron la altiplanicie de las Epípolas y gran parte de la bahía de Siracusa, bloqueando
la entrada de su Gran Puerto.
Los espartanos, aconsejados por Alcibíades, enviaron al Estratega Gilipo en ayuda a
Siracusa, liberándola del bloqueo. La actuación de Gilipo y la llegada de la ayuda corintia,
alarmaron a los Estrategas atenienses, que pidieron refuerzos a Atenas, desencadenándose
de nuevo la guerra.

Alcibíades en Esparta
Por consejo de Alcibíades, Agis de Esparta inició la invasión del Ática en la primavera del
413 a.C., tomando Decelia, que fortificaron, incomunicando así el Ática por tierra y dando
lugar a que la segunda parte de la Guerra de Decelia.

Situación en Atenas
La situación de Atenas se hizo entonces muy conflictiva pues tenían que mantener dos
frentes, uno en su propio territorio y otro en Sicilia. Aún se intentó un nuevo esfuerzo
enviando a Demóstenes y Eurimedonte a Sicilia.
El ejército ateniense fue alcanzado y aniquilado. Sus Estrategas, Nicias y Demóstenes,
ejecutados, su flota destruida y sus guerreros muertos. Los pocos supervivientes acabaron
sus días como esclavos en las canteras siracusanas.
La magnitud del desastre en Sicilia está expresada en los últimos párrafos del libro VIl de
Tucídides:

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Guerra Arquidámica
Inicio » Edad Antigua » Guerra Arquidámica

El rey de esparta, Arquídamo II, pertenecía a la familia de los Euripóntidas, a él se debe el


nombre de la Guerra Arquidámica.
Su amigo en Esparta fue Pleistoanax, enviado al exilio en 445 a.C. por lo que Arquidamo II
fue durante algún tiempo, rey único de Esparta.
El rey Arquídamo II asedió Platea en 429 e invadió el Ática en 428 a.C. La fecha de su
muerte se presume en el verano de 427 a.C. y su hijo Agis II reinó en 426 a.C.

Fases y desarrollo de la Guerra Arquidámica


Las fases de la llamada Guerra Arquidámica fueron dos:

1. Durante el gobierno de Pericles (abril, 431 -septiembre 429 a.C.)


2. La peste y los sucesores de Pericles (primavera: 429-421). Terminó con la Paz de Nicias
(421 a.C.).
Mapa Guerra Arquidamica

Primera Fase

Durante el gobierno de Pericles (432-429 a.C.)


La guerra la desencadenaron de forma inesperada los beodos, quienes no pertenecían
aparentemente a ninguno de los dos bandos, pero estaban del lado de los espartanos y
sobre todo, de los corintios.

 Beodos (Tebas) (Pro-espartanos. Pro-corintios. hostiles a Atenas). Atacaron la ciudad de


Platea (abril de 431 a.C.) aliada de Atenas en Beoda desde el 519 que no quería pertenecer
al Koinón beodo.
 Los atenienses enviaron refuerzos a Platea. Pericles fue nombrado Estratega Autocrator
(general en jefe) con plenos poderes y ante una posible ofensiva espartana contra su capital,
evacuaron Atenas a la población que no fuese necesaria para defenderla, se aseguró su
abastecimiento y se preparó un ejército aliado.
Pero la respuesta de Atenas fue. sobre todo, por mar. enviando su flota a las costas de Élide,
Acarnania y Mesenia y la Argólida y logrando la victoria de Esfacteria, frente a Pilos.
Este primer periodo de la guerra fue positivo para Atenas.
Este periodo terminó con la peste de Atenas, provocada sobre todo por el hacinamiento de
los refugiados que habían tenido que abandonar en Ática y llenaban la ciudad.
En esta epidemia murió Pericles y también alcanzó otros lugares de Grecia, como Potidea y
a pesar de los éxitos de Formión en Patrás y Naupacto, Atenas perdió parte de su poderio
militar.

la peste en atenas

Segunda Fase
Los sucesores de Pericles. Ninas y Cleón (429-421 a.C.). Derrotas atenienses en Delión:
Paz de Nicias
Tras morir Pericles se formaron dos grupos opuestos representados por Nicias,
representante de los Aristoi. excesivamente conservador y Cleón, un rico curtidor,
partidario de mantener la guerra esperando la victoria final.
Tras la toma de Platea por Esparta, que fue cedida en arriendo a Tebas, se produjo el
levantamiento de las ciudades de la isla de Lesbos (428 a.C.), provocado por los oligarcas
de Mitilene, siguiéndole las demás ciudades de la isla excepto Metimna, que avisó a
Atenas, que bloqueó la isla y finalmente la redujo (427 a.C.)
Es famosa la primera decisión del demos ateniense. reunido en asamblea y dirigido por
Cleón decretándose la muerte de todos los mitilenios adultos y la esclavitud para las
mujeres y los niños. aunque luego se les perdonó pero perdieron sus tierras, que pasaron a
ser repartidas entre clerucos atenienses.
Finalmente, tras la guerra civil en Córcira (427 a.C.) la ocupación de Pilos, con notables
triunfos de Nicias en Citera y Tirea, en Cinuria, el ejército ateniense fue derrotado en
Delión, sufriendo importantes pérdidas. Atenas encontró en este momento un duro
contrincante en el espartano Brásidas, que tomó Acanto, Estagira, Anfípolis, ante cuyos
muros murieron el mismo Brásidas y Cleón, que había acudido en auxilio de la ciudad, en
el verano del 422 a.C.
Tras estos hechos, se impusieron los moderados y se firmó la Paz de Nicias (421 a.C.), que
ponía fin a una década de luchas.

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Liga de Delos
Inicio » Edad Antigua » Liga de Delos

Tras las victorias de Sesto y Micala, en el 479 a.C., las ciudades griegas, creyeron
conveniente mantener una Liga Panhelénica que les protegiese de la amenaza persa,
encabezada por Esparta y ante su renuncia, por Atenas.
En el año 478 a.C., los aliados decidieron formar una alianza entre ellos (Simmajía), que
tuviera como centro el santuario Federal jonio de Delos, ofreciendo su presidencia a
Atenas.
Según Aristóteles, la fundación de la Liga de Delos tuvo lugar en el arcontado de
Timóstenes encargándose a Arístides su organización, el cual por su prestigio, templanza y
diplomacia con los aliados, recibió el apelativo de El Justo.
Básicamente, la Liga de Delos tenía grandes semejanzas con la anterior Liga Panthelénica
como era su carácter ofensivo-defensivo contra los persas, sin embargo, existía en la
primera una serie de caracteres propios que le confirieron su peculiaridad: Era marítima,
dual (siempre se cita a Atenas y los aliados), atemporal y dispar, en el sentido de que los
aliados no tenían igual importancia.
Organización de la Liga de Delos
En un principio esta Simmajía (alianza político-militar) tuvo un fin estratégico, dándose el
mando ejecutivo a Atenas y se establecieron unos tributos anuales o foros (aportaciones),
para su mantenimiento.
En torno al 443/2, los aliados eran unas trescientas ciudades, divididos en cinco distritos,
entre los cuales se repartía el conjunto del tributo:

1. Tracia: Ciudades de la península Calcídica, costa de Tracia y lasos.


2. Helesponto: Costa sur del Helesponto y las ciudades de los trechos del Bosforo y
los Dardanelos
3. Jonia: Ciudades de Eólida, Jonia y grandes islas: Lesbos: Quíos, Samos y Naxos.
4. Caria: Ciudades de Caria y de Rodas. Este distrito pasó a incorporarse al anterior.
5. Las islas: Imbros, Lemnos, Esciros. Eubea y las Cicladas.

La mayor parte de los gastos que afrontaban las finanzas de la Liga Délica era el
mantenimiento de la gran flota que constaba de más de trescientas trirrenes.
Toda la evolución de la Liga de Delos resultó en beneficio de Atenas, pero también obligó
a los atenienses a desplegar un control más o menos directo sobre sus aliados que la llevó a
intervenir política y judicialmente en los asuntos internos de las ciudades y asegurarse su
docilidad, lo que al final fue un error que Atenas pagó con un alto precio.
Mapa de la Liga de Delos
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Liga del Peloponeso
Inicio » Edad Antigua » Liga del Peloponeso

Cuando Esparta, en la segunda mitad del siglo VI, había conseguido conquistar gran parte
del Peloponeso y había reorganizado su Constitución, seguía teniendo en la vecina polis de
Argos uno de sus enemigos más peligrosos. Para salvaguardar la pervivencia de su
régimen, así como el control sobre los ilotas, siendo Esparta el Estado militar más fuerte de
Grecia, sintió la necesidad de tener el apoyo de otras ciudades. Así surgió la Liga del
Peloponeso.
La Confederación o Liga del Peloponeso englobaba Corinto y a todas las Ciudades-Estado
(o poleis) del Peloponeso, con excepción de Argos y de algunas otras pequeñas ciudades.
Esparta, el Estado más poderoso de la Liga del Peloponeso, se comprometía a no conquistar
nuevas tierras y las demás ciudades a respetar su régimen: todas formaban una sinmaquía,
alianza militar por la cual estaban obligadas a contribuir con contingentes militares siempre
que fuera preciso y que debía ser mandada por jefes espartiatas, ya que Esparta quedaba
como ciudad hegemónica dentro de la sinmaquía.

Organización de la Liga del Peloponeso


Las ciudades unidas en esta sinmaquía conservaban su autonomía y su política interior y no
tenían que pagar impuestos, pues no había un órgano permanente de gobierno ni
magistrados especiales. Todas tenían libertad de comercio y de relaciones con el exterior,
pero debían respetar el no hacerse la guerra entre ellos y aportar contigentes militares
cuando todas en común, dirigidas por Esparta, tuvieran que hacerla contra otras ciudades,
ajenas a su Alianza.
Esta Confederación, que no pretendía tener un carácter político, en sus comienzos, luchó
sobre todo contra el establecimiento de tiranías. A lo largo del siglo V todas las ciudades
que la componían tuvieron regímenes aristocráticos más o menos definidos.
Esta Confederación no llegó a convertirse en un Estado confederado, en cambio, la
importancia política y militar que tuvo, sólo es comparable a la de la Confederación
ateniense. Durante las Guerras Médicas fue un órgano militar decisivo para derrotar a los
persas y unos decenios más tarde, consiguió vencer a las ciudades democráticas aliadas de
Atenas.
En la primera mitad del siglo IV, la hegemonía de Esparta sobre las demás ciudades de la
Liga se transformó en un claro imperialismo espartano y fue entonces cuando la Segunda
Confederación Ateniense y el ejército de Tebas consiguieron vencerla por primera vez en el
terreno militar, en la batalla de Leuctra. En la época helenística siguió existiendo la Liga
del Peloponeso.
El Estado espartano sufrió una reorganización en los años siguientes a la Segunda Guerra
contra Mesenia y las instituciones no fueron, por tanto, obra de un solo legislador, Licurgo.
Una vez configuradas, estas instituciones no sufrirían cambios sustanciales hasta la primera
mitad del siglo IV a.C., en que se planteó una grave crisis que amenazó toda la
organización social y estatal, pero, en época helenística, se continuaron conservando
muchas de las instituciones básicas creadas en el siglo VI a.C.
Mapa de la Liga del Peloponeso

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Imperio Asirio
Inicio » Edad Antigua » Imperio Asirio

Imperio Asirio fue una de las principales naciones de la historia mesopotámica. Si el


máximo esplendor del Estado asirio corresponde a la primera mitad del milenio I a.C.
(Imperio neoasirio), sus orígenes se remontan a fines del milenio III a.C.
El núcleo geográfico originario del pueblo asirio estaba constituido por dos áreas. Por un
lado, incluía el denominado triángulo de Asiria, entre el alto Zab y el Tigris, con Nínive
como centro principal. Y por otro, más al sur, se hallaba la ciudad de Assur, que daba
nombre a los propios asirios. El triángulo de Asiria era una región abierta, intensamente
poblada, muy rica desde un punto de vista agrícola y con un importante y antiguo
urbanismo.

Etapas del Imperio Asirio


Existieron 3 etapas en el Impero Asirio, las cuales fueron el Imperio Antiguo Asirio, el
Imperio Medio Asirio y el Imperio NeoAsirio.

El Imperio Antiguo Asirio

Los asirios nos han dejado una importante lista real que recoge los nombres de los reyes
desde los orígenes más o menos legendarios hasta la época neoasiria (siglo VIII a.C.).
Según esta lista, encabezada por el mítico Tudiya, que habría que remontar a finales del
milenio III a.C., los primeros 17 reyes de Asiria vivían en tiendas, lo cual significa que el
Estado asirio habría tenido un origen tribal y nómada. De las dos secuencias siguientes de
reyes, una recoge los monarcas efectivos de Assur, mientras que la otra sería una lista
legitimadora de la ascensión al trono del usurpador Shamshi-Adad I, primer gran rey
del país. Parece, en efecto, que toda esta primera parte de la lista busca legitimar esta
ascensión, pues los orígenes tribales casan bien con el propio Shamshi-Adad, pero tienen
poco que ver con lo que nos dicen las fuentes arqueológicas sobre los comienzos del Estado
asirio, que nos hablan de una región fuertemente urbanizada y de economía agrícola y
comercial.

Shamshi-Adad I

Shamshi-Adad I (1812-1780 a.C.), contemporáneo de Hammurabi de Babilonia, llevó por


vez primera a los asirios más allá de su núcleo de origen. Consiguió someter toda la alta
Mesopotamia, anexionando ciudades tan significativas como Mari, y firmó un tratado de
paz con Babilonia, que le reconoció sus dominios. Shamshi-Adad organizó administrativa,
política y militarmente sus nuevos territorios, construyendo el primer Estado territorial
asirio; es la época que conocemos como Imperio antiguo asirio. A su muerte, sin
embargo, el Imperio se deshizo; sus hijos no pudieron conservar la integridad del Estado
que habían heredado y no consiguieron hacer frente a la presión de los hurritas. Asiria
desapareció temporalmente de la historia y su territorio quedó bajo control directo de los
hurritas del Imperio de Mitanni. Sus reyes no fueron más que sombras, de las que muy
poco nos dice la lista real, que en más de una ocasión se hace eco de los oscuros orígenes
de los monarcas y a los que califica de hijos de nadie. Esta situación se prolongó durante 4
siglos.

Mapa del Imperio Asirio con


Shamshiadad I
El Imperio Medio Asirio

El Imperio medio asirio comenzó con Assur-uballit I (1363-1328 a.C.), que consiguió
sustraerse de la tutela mitannia, y, dando la vuelta a la situación, impuso momentáneamente
en el trono mitannio a un filoasirio. Mitanni, ahora en decadencia, acabó cayendo en la
órbita del Imperio hitita. Assur-uballit controló Asiria hasta la Alta Mesopotamia central y
los territorios más orientales de Mitanni. Consciente de su renovado poder, se hizo llamar
Rey de la totalidad, y estableció relaciones diplomáticas directas con el Egipto de
Amenhotep IV, provocando la airada protesta de Burna-buriash de Babilonia, quien
consideraba a los asirios como vasallos suyos. Ante la evidencia de la nueva potencia asiria,
sin embargo, Burna-buriash acabó reconociendo el rango de Assur-uballit, y la
reconciliación se selló con una boda: el hijo del babilonio se casó con la hija del asirio. Pero
el descendiente de este matrimonio fue asesinado por la facción antiasiria de Babilonia, por
lo que Assur-uballit intervino directamente en la ciudad, atacándola con dureza, e impuso
en su trono al pequeño Kurigalzu, hijo a su vez del príncipe asesinado. La actuación de éste
no favoreció los intereses de los asirios, y los sucesores inmediatos de Assur-uballit
tuvieron que luchar contra él para llevar su frontera meridional algo más al sur. alejándola
de Assur.

Imperio Mitanni

Sucesores de Assur-uballit I

Adad-nirari I (1305-1274 a.C.) reanudó la expansión de Asiria por su salida natural, que era
la Alta Mesopotamia, y consiguió doblegar al rey mitannio y convertirle en tributario de
Asiria, pasando este reino de la órbita hitita a la asiria. También Adad-nirari se tituló Rey de
la totalidad, pero con mayor legitimidad, pues este título había estado relacionado siempre
con el control de la Alta Mesopotamia. Adad-nirari tuvo que combatir a las poblaciones de
la meseta iránica, y durante su reinado se produjeron en Siria importantes incursiones de los
suteos y los ajlamu, precedentes de los árameos, destinados en el futuro a transformar por
completo el panorama histórico del Próximo Oriente.
Con Salmanassar I (1273-1244 a.C.), vencedor de Shattuara II de Mitanni, el territorio de
esta antigua potencia quedó definitivamente incorporado al Imperio asirio. El reino de
Mitanni desapareció así de la historia. Un funcionario central asirio gobernó la región
momentáneamente, hasta que fue dividida en varios distritos, cada uno con su gobernador,
que residía en un palacio de nueva construcción. Se realizaron deportaciones de población,
se colonizaron los nuevos territorios agrícolas, y en las ciudades la población local fue
sustituida por otra asiria, encargada de dirigir la vida social y económica, y la frontera
occidental de Asiria quedó en el Éufrates, ahora límite directo entre los imperios asirio e
hitita.

Apogeo del Imperio Medio Asirio

La guerra, como actividad económica de primera magnitud, con sus botines, imposiciones
de tributos, colonizaciones y deportaciones, que pronto acabaría convirtiéndose en rasgo
distintivo del poder asirio, fue ampliamente practicada también por el sucesor de
Salmanassar, Tukulti-Ninurta I (1243-1207 a.C.), con quien el Imperio medio asirio llegó a
su apogeo.

Camellos de Salmanassar I

Tukulti-Ninurta actuó en tres frentes. En los Zagros y el alto Tigris, justo por encima de la
campiña asiria, intervino con fines defensivos y económicos (se trataba de una región rica
en madera, necesaria para la construcción, y en cobre y caballos, base del armamento y del
ejército. Por el oeste, la situación fue de equilibrio forzoso, pues ni los hititas ni los asirios
consiguieron controlar unilateralmente la región situada entre el alto Éufrates y el alto
Tigris, temiéndose unos a otros, recíprocamente. De modo que los contrastes se produjeron
sobre todo en el terreno económico y comercial. Por último, por el frente babilónico la
balanza se decantó claramente en favor de Tukulti-Ninurta. En efecto, ante un avance
territorial del rey babilonio Kashtiliash IV, violando un tratado suscrito en tiempos de
Adad-nirari I, Tukulti-Ninurta intervino, venció y capturó en batalla al rey babilonio, a
quien llevó prisionero a Assur, y tras conquistar la propia Babilonia, derribó sus murallas y
templos, y desterró al dios Marduk y a parte de la población, sometiendo toda la Baja
Mesopotamia hasta el golfo Pérsico.
De este modo, el soberano asirio pudo proclamarse Rey del país de Assur, Rey del universo,
Rey de las cuatro regiones, Rey de reyes, Rey del país de Karduniash (Babilonia) y Rey de
Sumer y de Akkad. Tras su victoria babilónica, Tukulti-Ninurta se dedicó esencialmente a la
actividad edilicia. Restauró templos y palacios en Assur y, sobre todo, construyó en Kar-
Tukulti-Ninurta la primera capital artificial de la historia asiria, situada cerca de Assur, en
la otra orilla del Tigris. Tal vez se deba este hecho a conflictos entre el rey y las familias
nobles de Assur, descontentas del talante autoritario y personalista de aquél. Las tensiones
internas, las presiones de pueblos exteriores como los elamitas, el esfuerzo económico y
laboral que supuso la construcción de la nueva capital y la reacción babilónica, que no se
hizo esperar, provocaron un levantamiento contra el rey que acabó con su vida. Babilonia
se independizó, y los sucesores de Tukulli-Ninurta, reyes mediocres, consiguieron
mantener de momento el resto del Imperio gracias, más que a sus capacidades personales, a
la grave crisis que se cernía en general sobre el Próximo Oriente.
Pedestal de
Tukulti Ninurta I

Crisis y Recuperación, Tiglat-Pileser I

Tiglat Pileser I
El vacío de poder que se abrió en Asiria al morir Tukulti-Ninurta fue aprovechado por los
suteos y los ajlamu pre-arameos para penetrar y establecerse en amplias zonas de la alta
Mesopotamia, y por los elamitas para avanzar por la franja situada al pie de los Zagros. La
situación se enderezó algo con Assur-resh-ishi (1132-1115 a.C.), que reforzó ciudades
estratégicas como Arbela, en el frente de los Zagros, y Apku, en el frente
altomesopotámico; frenó a los suteos y a los ajlamu, y sometió a los primeros a
tributación; rechazó a los elamitas y disputó los valles medios del Tigris y el Éufrates a los
babilonios de Nabucodonosor I, que se vio obligado a reconsiderar sus ambiciones
territoriales. Sacó además provecho de las campañas de éste contra Elam, que fue vencido
definitivamente. Assur-resh-ishi se tituló Vengador del País de Assur, y se dedicó a
restaurar templos y palacios en diversas ciudades de su reino.
Su sucesor fue Tiglat-pileser I (1114-1076 a.C.), en cuyo reinado Asiría alcanzó uno de
sus momentos de máximo esplendor. Al advenimiento de Tiglat-pileser, el panorama
internacional había cambiado sustancialmente. El Imperio hitita había dejado de existir,
arrastrado por las invasiones de los Pueblos del Mar, y en su lugar habían quedado
pequeños reinos, resultado de su desintegración: los reinos neohititas. El rey asirio luchó
contra algunos de éstos, como el de Mushki o Frigia, y contra otros pequeños Estados
noroccidentales, como el armenio país de Nairi, al que impuso un tributo anual en calderos
de bronce y caballos.
También se enfrentó a los pueblos que los anales llaman ajlamu de la tierra de Armaya, es
decir a las gentes que a partir de entonces serían conocidas como árameos, del nombre de
su tierra de procedencia, y que estaban destinadas a causar una de las transformaciones más
profundas de la historia del Próximo Oriente. Las fuentes asirias los llaman, enemigos del
dios Assur, y aseguran que Tiglat-pileser los rechazó 28 veces en 14 años, lo cual
demuestra su imparable capacidad de infiltración a pesar de ser vencidos en las batallas.
La finalidad del rey asirio era asegurar las comunicaciones entre Asiria y la región del
Éufrates. Cuando éstas estuvieron garantizadas. Tiglat-pileser I, dio el paso estratégico y
simbólico de cruzar el Éufrates, frontera natural de su Imperio, y de adentrarse por vez
primera en territorio ajeno, territorio ex hitita. Cerró un acuerdo comercial pacífico con
el reino neohitita de Karkemish e impuso una tributación anual a otros reinos neohititas y a
las principales ciudades fenicias. Por el oeste, su ámbito de influencia directa se extendía
ahora, hasta el mismo Mediterráneo.
Por el sureste. Tiglat-pileser I intervino directamente en Babilonia, que desde los tiempos
de Nabucodonosor había ido perdiendo fuerza y posiciones, y tomó las ciudades babilonias
más septentrionales (Dur-Kurigalzu, Opis y Sippar), así como la misma capital. Pero se
trataba más de una acción de prestigio y de demostración de fuerza que de una verdadera
conquista, y el rey regresó a Asiria sin anexionar Babilonia a su Imperio, contentándose
con el significado político de la campaña.
Tiglat-pileser continuó la labor constructora de sus predecesores, y restauró y amplió
templos y palacios. Sus mismos anales no son sino la inscripción fundacional del templo
de Anu y Adad en Assur. Una de las finalidades de sus expediciones militares a los
montes del noreste fue. igual que en el pasado, obtener madera para esas construcciones. En
el campo legislativo, el reinado de Tiglat-pileser produjo un importante código de leyes y
una compilación de los edictos reales promulgados desde Assur-uballit hasta el propio
Tiglat-pileser. Y en el terreno literario, en esta época se creó la primera biblioteca asiria,
con el material conseguido por los reyes conquistadores medioasirios a lo largo de sus
campanas.
Mapa del Imperio Asirio y Babilónico

Caida del Imperio Medio Asirio

Tras la muerte de Tiglat-pileser, Asiria entró en un período de crisis aun más grave que el
anterior (1076-934 a.C.). En realidad, perdió el control directo de todas las regiones que los
reyes del Imperio medio habían ido conquistando, manteniendo a duras penas, y más
nominalmente que otra cosa, el dominio sobre la Alta Mesopotamia. Los epígonos de
Tiglat-pileser, de nuevo personajes de mediocre actuación, no pudieron contener el avance
cada vez más decidido de los arameos, y acabaron replegándose en el territorio asirio
originario.
En Babilonia, también sumida en una crisis , consiguieron penetrar y asentarse diversas
tribus caldeas, parientes de las arameas, y pronto más poderosas que los mismos reyes
babilonios. Las fuentes, que enmudecen casi por completo en esta época, acentúan la
sensación de oscuridad y decadencia. La recuperación de Asiria no llegaría hasta fines del
siglo I a.C., cuando una realeza renovada dio origen al Imperio neoasirio, destinado a
alcanzar las más altas cotas de poder y de esplendor.

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Guerras Médicas
Inicio » Edad Antigua » Guerras Médicas

Se llaman Guerras Médicas a los conflictos dados entre el Imperio Persa y los estados de
la Antigua Grecia. Se dieron dos guerras médicas, la primera se dio en el año 490 a.C.
(Primera Guerra Médica), la cual fue dirigida por Darío I, rey persa en contra de los estados
de la antigua Gracia. La segunda en el año 480 a.C., dirigida por Jerjes I(Segunda Guerra
Médica). Dentro de las guerras médicas se dieron las batallas mas reconocidas de la historia
como la batalla de Maratón, la batalla de Salamina y la batalla de las Termópilas.

Antecedentes.
La conquista y el dominio persa de Asia Menor (500-490 a.C.)

La batalla de Ptería en el año 527 a.C.. a la que siguió la toma de cautividad por los persas
del rey Creso de Lidia y la toma de su capital, Sardes.
Dos años más tarde, en torno al 525 a.C. con el gobierno del rey persa Cambises II (529-
522), sucesor de Ciro II el Grande (559-529), toda Asia Menor se encontraba bajo el poder
del Gran Rey persa.
Las ciudades griegas de Jonia, excepto Mileto que logró un ventajoso pacto de paz con
Ciro, ayudaron a Lidia en su lucha contra los persas y sus habitantes. tuvieron que optar por
someterse al vencedor, o emigrar. Así los habitantes de Focea marcharon hacia Occidente y
se instalaron en Alalia (Córcega) y luego a Elea, en el sur de Italia y los de Teos huyeron
hacia Oriente, fundando Abdera (Tracia) y Fanagoría (Crimea).
S¡n embargo, el yugo persa bajo el reinado de Ciro II y su sucesor, Cambises II. no resultó
excesivamente pesado, ya que por propia conveniencia para los persas, se respetó su
comercio y en cierto modo, su vida ciudadana.

La rebelión de las ciudades jonias


En el año 500-499 a.C. se iniciaron una serie de acontecimientos que evitaron el dominio
persa de Europa, por lo que sus consecuencias pueden ser calificadas como decisivas para
la historia de Occidente.

Las causas

La insurrección de los jonios contra Persia se debió a múltiples factores tanto


económicos como sociales, políticos e ideológicos, que motivaban el descontento general
de las ciudades, por lo que aspiraban a rebelarse contra el yugo persa, país en el que a la
muerte de Cambises II había subido al trono Darío I (512-484). yerno de Ciro II.
Dario I, el grande

Los acontecimientos históricos

En el año 499, Aristágoras, tirano de Mileto marchó a Grecia para pedir ayuda a las
ciudades del continente, dirigiéndose primero a Esparta, pero el rey Cleómenes excusó su
ayuda, alegando la lejanía de Jonia.
Lo que se entiende sobre todo porque Esparta evitaba realizar intervenciones muy alejadas
del Peloponeso, debido a su continuo problema social por la amenaza de un levantamiento
ilota y su eterna rivalidad con Argos, problemas que la obligaban a mantener su ejercito
cercano y dispuesto siempre para atender a sus propios problemas.
Por su parte, Atenas se identificó con los problemas jonios, ya que recelaba de la política
persa, país que había acogido al tirano Hipias. Por ello, los atenienses pronto decidieron
apoyaralos jonios, uniéndoseles la ciudad de Eretria y más adelante ciudades del
Helesponto y del Bósforo, gran parte de Caria, Licia y Chipre.
Los griegos iniciaron el ataque asediando la ciudad de Sardes, capital de Lidia, que fue
¡ncendiada, pero el sátrapa persa de la provincia pudo resistir en la Acrópolis de la ciudad,
con su guarnición.
La toma e incendio de Sardes, con la destrucción de su famoso templo de Cibeles, debió
ocurrir hacia la primavera-verano del año 498 a.C
Pronto se movilizó el ejercito real persa, mucho más poderoso que el de los aliados.
Reconquistó Chipre, sometió Caria y tomó el Helesponto. La esperanza de los griegos
estaba en el mar y en el año 494 a.C. unieron sus fuerzas para defender Mileto.
Pero carecían de organización y no hubo acuerdo entre sus jefes, por lo que los persa.,
contando con la flota fenicia tomaron Mileto. La ciudad fue incendia y destruida, siendo sus
habitantes deportados y esclavizados.
El poder persa imperaba de nuevo sobre Asia Menor. Darío I volvía a afianzar su autoridad:
imponía sus sátrapas y exigía el tributo de las ciudades. Además, el rey de Macedonia se
apresuró a reiterar su vasallaje.

El comienzo de las Guerras Médicas. Temístocles


En el año 493 a.C. mientras la flota y la armada persa se concentraban para una gran
expedión contra el mundo griego, aparecía Temístocles en la escena política ateniense.
Temístocles de la familia de los Licómidas, ejerció una política adversa a los persas, frente
a la opinión de los aristoi, encabezados por los Alcmeónidas.
Temístocles hizo comenzar la construcción de las fortificaciones de El Píreo.
En la primavera del año 492 a.C. los persas, tras someter Tracia occidental y Macedonia se
retiraron de nuevo a Asia. En el año 491 a.C. Darío dio un ultimátum a la Hélade griega
exigiendo tributos, amenazando con una invasión.
La mayoría de las ciudades griegas aceptaron la sumisión, excepto Atenas y Esparta, que
dieron muerte a los heraldos persas, lo que provocó la guerra. Persia envió contra el
continente dos expediciones militares. La primera en el año 490 a.C. con un carácter de
conquista o posiblemente de castigo (Primera Guerra Médica), dirigida por Darío I. La
segunda en el año 480 a.C., fue dirigida por Jerjes como represión o revancha contra el
mundo griego (Segunda Guerra Médica).
Mapa de las Guerras Médicas

Primera Guerra Médica


Para más información existe un artículo completo siguiendo el enlace: Primera Guerra
Médica.

Segunda Guerra Médica


Para más información existe un artículo completo siguiendo el enlace: Segunda Guerra
Médica.

Consecuencias de las Guerras Médicas


Las luchas entre griegos y persas provocaron d¡versas consecuencias en todos los campos:

Consecuencias Políticas e ideológicas

Los griegos, tras las victorias, se sintieron reforzados en sus valores culturales y ciudadanos
y hallaron nuevas perspectivas en sus horizontes políticos y económicos y la flota griega
adquirió una gran importancia. Concretamente, en Atenas, por lo general, solo la cuarta
clase de la reforma soloniana, la más baja (Thêtes), ocupaba los puestos en la marina (las
tres clases superiores servían como hoplitas). Estos Thêtes, con el triunfo marítimo de
Atenas, adquirieron una mayor importancia en la vida política de la ciudad.
Contra un enemigo común, aun manteniendo sus diferencias, las ciudades griegas fueron
capaces de unirse por primera vez en una Koiné panhelénica.
Esparta, más preocupada por sus propios intereses y una vez aminorado el peligro persa, no
demostró el apoyo y la atención por la causa griega que de ella se esperaba. En cambio, por
iniciativa de Atenas, se continuó el conflicto hasta la Paz de Calías (449-8), para lograr la
total liberación de las ciudades griegas de Asia Menor del dominio persa.
La postura espartana facilitó el camino a la hegemonía ateniense y a que las ciudades
griegas se dividieran en dos agrupaciones ideológicas e intereses diferentes.
Aunque algunas ciudades jonias y eolias permanecieron, durante mucho tiempo, bajo el
dominio persa, en general las ciudades griegas minorasiáticas pasaron del yugo persa a la
alianza ateniense.
Tal vez gozaron de una mejor libertad de mercado, aunque nunca volvieron a tener una tan
próspera y beneficiosa como durante el periodo lidio.
Las transformaciones ideológicas también alcanzaron el terreno religioso. La actitud
filopersa del Santuario de Delfos y sus ambiguos oráculos provocaron una disminución de
su importancia y de su divinidad, Apolo, en la vida griega. En contrapartida, otras deidades
como Pan, Dionisio, y sobre todo Palas Atenea, aumentaron en importancia. ya que se
atribuyó a su ayuda la victora sobre los persas.

Consecuencias Económicas: Liturgias, Coregías y Trierarquías

La victoria de los griegos sobre los persas trajo consigo importantes perspectivas
económicas, de las que supo beneficiarse principalmente el bloque encabezado por Atenas,
favorecido también por la decadencia etrusca y cartaginés en Occidente, produciéndose un
aumento de la importancia y riqueza de las clases de comerciantes y una disminución de la
importancia de los campesinos.
En Atenas, los metecos. extranjeros domiciliados en la ciudad, pero carentes de derechos
ciudadanos, que se dedicaban al comercio aumentaron su act¡vidad contribuyendo
decisivamente al desarrollo económico de Atenas, adquiriendo un gran peso en la vida
ciudadana.
Durante este periodo se institucionalizó en Atenas el sistema financiero de las Liturgias,
mediante el cual la ciudad encargaba el coste de un proyecto o actuación cívica a un
ciudadano solvente. Había distintas clases de Liturgias.

Consecuencias Culturales

A la revitalización de la vida política y económica siguió el auge de la cultura y las


manifestaciones artísticas llenas de perfección en las proporciones de la escultura y la
arquitectura.
Se busca en esta época representar los temas dedicados a la victoria sobre los bárbaros, o
los temas míticos y heroicos como la Amazonomaquia. En la arquitectura y escultura
destacan el templo de Zeus de Olimpia, el de Afaya en Egina y el Heroon de Delfos.
La cerámica produce la última fase del denominado «Estilo Severo», caracterizada por la
sobriedad y el dibujo perfeccionista del trazo, mientras que las escenas representadas se
ornan con diversos motivos geométricos. Las figuras cobran mayor realismo y agilidad que
en la época anterior aunciando la belleza posterior de las figuras del estilo clásico. Los
temas son una inestimable muestra de la vida diaria.
Son importantes los pintores Duris, Macrón, el pintor de Berlín y el pintor de Brygo.
Las grandes fiestas religiosas, la promoción de la vida pública ciudadana y los grandes
espectáculos dieron lugar al enriquecimiento de la actividad intelectual y literaria, que
terminará por manifestarse esplendorosamente en las Atenas de Pericles.

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Segunda Guerra Médica


Inicio » Edad Antigua » Segunda Guerra Médica

Se llama Segunda Guerra Médica a segunda invasión persa de Grecia Antigua. La


invasión fue dirigida por Jerjes I, como venganza y tomar represalias por las derrota de la
Primera Guerra Médica. Duraron dos años, desde el año 480 a.C. hasta el año 479 a.C.

Antecedentes de la Segunda Guerra Médica


El Imperio Persa

En Persia. una vez restablecido el orden interior. Jerjes I (486-465), hijo y sucesor de Darío
I, se ocupó de organizar una gran expedición contra Grecia, como venganza y continuación
de la anterior guerra y el año 480 a.C., un colosal ejército partía desde Sardes hacia el
continente griego.
Las estimaciones actuales calculan para el ejército persa una cifra de 200 000 a 250 000
hombres.
En cuanto a la armada, las opiniones son dispares.Según Heródoto, 1 207 unidades. Otros
autores reducen la flota persa a 600 naves.

Primera etapa
Las Termopilas. 480 a.C. Victoria Persa

Los aliados griegos dispusieron esta vez una nueva estrategia:

Por tierra

El contingente aliado estaba formado, por el ejército espartano y sus aliados peloponesios,
con tropas de beocios, focidios, locrios y tespios mandados por el rey Leónidas de Esparta.
Terminó con la gran derrota griega en las Termópilas, que dejó a Persia abiertas las puertas
para la invasión de Beocia, el Ática y la destrucción de Atenas.

Por mar

Se intentó obstaculizar el paso de la armada persa en Eubea, por lo que la flota griega se
colocó en el cabo Artemision, en el territorio de Histieia. Más de la mitad de los efectivos
eran las naves atenienses, ya que se calcula que los aliados griegos disponían de unos 270
barcos de los cuales 200 procedían de Atenas.

Mapa de las Guerras Médicas


Atenas

Jerjes entró entonces en el Ática, que fue arrasada. La Acrópolis fue defendida en vano
por unos pocos atenienses, que se habían refugiado en ella. Las magníficas construcciones
realizadas por los Pisistrátidas y Clístenes fueron sometidas al pillaje e incendiadas, como
el resto de la ciudad de Atenas. El incendio de Sardes en el año 498 a.C. estaba por fin
vengado. Este funesto acontecimiento fue recordado siempre por todo el mundo griego.

Salamina. 29 de setiembre del 480 a.C. Victoria griega

Los aliados griegos sabían que su mayor posibilidad de victoria estaba en el mar. en el que
el mayor protagonismo era de los atenienses, gracias a la previsora política de
construcciones navales de Termístocles.
La flota persa era muy superior en número a la griega.
Los atenienses lograron que sus enemigos se adentraran en el estrecho que se encuentra
entre la isla de Salamina y la isla Pistalea.
La estrechez del espacio impidió la capacidad de maniobra de la flota persa, que fue
fácilmente destruida por la griega, cuyos barcos eran menores y podían maniobrar mejor, al
tiempo que los hoplitas atenienses, al mando de Arístides, derrotaban a la infantería persa
que había desembarcado en la isla Pistaba.
Como consecuencia de la victoria el ejército persa se replegó hacia Asia, posiblemente
con intención de reemprender un nuevo ataque.
Los griegos recuperaron la confianza en sí mismos y en sus instituciones cívicas.
La derrota persa produjo nuevas insurrecciones en Grecia (Olinto y Potidea) y en Asia
(aunque Babilonia fue dominada una vez más y perdió los privilegios autonómicos de que
gozaba).

Batalla de Salamina
Segunda etapa
Platea. 479 a.C. Nueva victoria griega

La mitad del ejercito persa había marchado con Jerjes, pero la otra mitad se encontraba en
el norte de Grecia al mando de Mardonio, que intentó en vano derrotar a los atenienses.
En el año 479, las tropas griegas al mando del rey espartano Pausanias se desplegaron a lo
largo de la falda norte del Citerón.
Tras una durísima lucha que duro cerca de tres semanas, los griegos lograron una gran
victoria en la comarca de Platea, causando grandes bajas al enemigo, incluida la muerte de
su caudillo Mardonio.
De Platea salió una expedición aliada contra Tebas en castigo por su alianza con los persas.
Tras un duro asedio, la ciudad entregó a sus cabecillas que fueron ejecutados.

Batalla de Platea

Cabo Mícale y Sesto: La ofensiva griega (479 .C.)

Gracias a las victorias de Salamina y Platea, en el otoño de ese mismo año 479, los griegos
pudieron atacar a los persas en Asia Menor. La flota griega al mando del espartano
Leotiquidas marchó por el mar Egeo llegando al cabo Mícale, frente a la isla de Samos,
donde mientras la flota destruía las naves persas, el ejército, ayudado por los jonios,
destruyó al resto de la tropa persa que huía.
Con la victoria del Cabo Mícale, la ofensiva per$a contra Grecia y Europa había acabado.
No así la guerra, que continuaría, aunque favorable, para el mundo griego, que se enfrentará
ahora a $us problemas internos. El monumento más conmovedor de la victoria de los
griegos es el que se alzaba en Delfos hasta que Constantino el Grande lo llevó a su nueva
capital. En Constantinopla aún se yergue en el viejo hipódromo. Originariamente coronado
con un trípode de oro, una columna de bronce hecha de tres serpientes entrelazadas. con
una sencilla inscripción: Estos lucharon en la guerra y a continuación vienen los
nombres de treinta y una ciudades.

Batalla de Micala

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Primera Guerra Médica


Inicio » Edad Antigua » Primera Guerra Médica

Se denomina Primera Guerra Médica a la primera invasión de los persas. En el año 493
a.C. mientras la flota y la armada persa se concentraban para una gran expedición contra el
mundo griego, aparecía Temístocles en la escena política ateniense. Temístocles hizo
comenzar la construcción de las fortificaciones de El Pireo.
En la primavera del año 492 a.C. los persas, tras someter Tracia occidental y Macedonia se
retiraron de nuevo a Asia. En el año 491 a.C. Darío dio un ultimátum a la Hélade griega
exigiendo tributos, amenazando con una invasión.

Mapa de las campañas


de las Guerras Médicas

La mayoría de las ciudades griegas aceptaron la sumisión, excepto Atenas y Esparta, que
dieron muerte a los heraldos persas, lo que provoco la primera guerra médica. Persia envió
contra el continente dos expediciones militares. La primera en el año 490 a.C. con un
carácter de conquista o posiblemente de castigo, dirigida por Darío I. La segunda en el año
480 a.C. fue dirigida por Jerjes como represión o revancha contra el mundo griego.
En el año 490 a.C. los persas prepararon en Cilica una nueva expedición al mando de Datis,
Artafemes con el fin de tomar represalias contra Atenas y Eretria por su apoyo a la
insurrección jonia y la destrucción de Sardes en el año 498 a.C.
Tras tomar Naxos. cuya principal ciudad fue destruida, los persas llegaron a Délos, pero
Datis prohibió saquear la isla, respetando el santuario de Apolo quien adoró y dedicó una
ofrenda de trescientos talentos, después destruyeron Eretria.
Los persas habían traído consigo al ex tirano Hipias, entonces ya un anciano, con el
evidente propósito de restaurarle en el poder y tener asegurada la fidelidad de los
atenienses.
Milcíades consiguió que la Ekklesia aceptara presentar batalla a los persas, ya que Atenas
no estaba preparada para un asedio. Y se pidió la ayuda de Esparta.
Posiblemente debido a la demora del ataque ateniense, los persas comenzaron a embarcar
su caballería. Ello debilitó sus fuerzas y fueron vencidos por los atenienses, en la llanura
de Maratón, donde se desarrollo la batalla de Maratón gracias a la rapidez de movimiento
de sus tropas y a la pericia de Milcíades. La fuerza espartana llegó al día siguiente de la
batalla.
Según las cifras dadas por Heródoto murieron en el campo de batalla más de 4000 persas y
solo 192 atenienses, entre ellos su Arconte polemarco

Batalla de Maratón
Para ver más información existe un artículo completo de esta batalla ingresando al enlace:
La Batalla de Maratón.

Consecuencias de la batalla de Maratón


La Batalla de Maratón había sido la primera victoria griega de las guerras médicas: por ello
sus consecuencias, fueron decisivas:

 Los atenienses adquirieron una gran confianza en su ciudad y en sus instituciones.


 Se produjo el reconocimiento ateniense para con los hoplitas cuya forma de lucha iba
asociada a una clase social determinada.
 En esta batalla aparece por última vez como jefe supremo del ejército el Arconte polémarco

El recuerdo de la victoria de Maratón, creó la imagen de toda una época gloriosa para los
atenienses. Los guerreros de esta batalla fueron considerados héroes de su patria. Los
muertos fueron enterrados con todos los honores en la misma llanura, en un monumento en
forma de montículo, que aún se conserva. Los supervivientes consideraban como el más
alto honor el haber participado en la batalla contra los persas en la que la victoria había sido
solo de Atenas.

Batalla de Maratón
El decenio después de la primera Guerra Médica
Se conocen pocos datos sobre el periodo comprendido entre los anos 490-480 a.C. aunque
los acontecimientos sociales y políticos fueron importantes y decisivos.

Milciades

Milciades

Grecia no supo sacar partido de la victoria de Maratón pese a que Milcíades propuso una
año más tarde continuar la primera guerra médica con una expedición que además de
lograr establecer una línea de de defensa naval en las Cicladas, aportaría ventajas
económicas a Atenas pero la expedición fracasó y tras cuatro meses regresó a Atenas.
A pesar de que Milcíades regresaba gravemente herido, sus adversarios le acusaron de
estafar a los atenienses, destacando en la oposición Jantipo, padre de Pericles y tras ser
absuelto de la pena de muerte, se le impuso una multa de cincuenta talentos, que pagó su
hijo Cimón tras su muerte.
Temístocles

Temístocles

Temístocles se hizo con el poder tras la muerte de Milcíades en 488 a.C. siendo la figura
indiscutible del panorama político ateniense de su época y el inspirador de importantes
medidas en el campo militar e institucional para Atenas, como fue la construcción de una
flota, con lo que convirtió a los atenienses en marinos (los thêtes o ciudadanos de la 4ª clase
censada serían los remeros, ocupando desde entonces el lugar de privilegio que antes tenían
los hoplitas) y las reformas institucionales.

Reformas institucionales de Temistocles

También llevó a cabo una serie de reformas en las instituciones encaminadas a su


democratización:
Arcontado

 Se instauró el sorteo para la elección de los arcontes entre quinientos candidatos, a razón
de cincuenta candidatos por cada tribu.
 Posibilidad de ejercer el arcontado los Hippeis, segunda dase censada.
 El Arconte Polemarco dejaría de ser comandante supremo.

Estrategas
 Los Estrategas dejaron desde este momento de ser jefes del ejército y pasaron a administrar
las finanzas.
 Sus funciones militares pasaron a los diez Taxiarcas o jefes de los diez batallones o Taxeis
(uno por tribu).
 Al ser su cargo reelegible, les facilitaba su estabilidad en el poder, lo que fue utilizado por
Termistocles y más tarde por otros importantes políticos, como Perícles, para prolongar su
mando.

Aplicación del Ostracismo


La importancia que cobró la institución del ostracismo un claro indicio de las luchas
política entre partidos. siendo notoria la persecución de la aristocracia.
Así, sufrieron el ostracismo diversos personajes: Hiparco, miembro del Genos de los
Pisistrátidas (año 487). Megacles (año 486) y Jantipo (año 484) de la familia de los
Alcmeónidas. Por último. Arístides, hijo de Lisímaco. daño 483 a.C.
Tras la inminente invasión persa, el ostracismo se interrumpió e incluso se llamó a los
desterrados por este procedim iento y Jantipo y Arístides realizaron una importante labor
durante la Segunda Guerra Médica como generales.

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Batalla de Salamina
Inicio » Edad Antigua » Batalla de Salamina
En la batalla de Salamina, los griegos infligieron una aplastante derrota naval a los
invasores y conservaron la flor de la cultura occidental .Por tierra y por mar, el gran rey
persa Jerjes se movilizó con enormes fuerzas contra las ciudades estado griegas,
principalmente Atenas y Esparta. En las Termopilas, apenas 300 hoplitas espartanos se
sacrificaron para ganar un tiempo precioso.

Datos de la Batalla de Salamina


Quiénes: Una fuerza naval combinada griega bajo el mando del ateniense Temístocles, en
número de 300 trirremes, se opuso a 400 trirremes persas comandados por varios almirantes
mientras Jerjes (m. 486 a.C.) observaba desde una prominencia cercana sentado en un trono
dorado.
Cómo: La flota persa fue aplastada y huyó en desorden tras ser atraída a aguas poco
profundas. rodeada y atacada por los espolones de las naves griegas.
Dónde: En el golfo Sarónico, cerca de la isla de Salamina, al oeste de la moderna Atenas
(Grecia).
Cuándo: 20 de septiembre del 480 a.C.
Por qué: El gran rey persa Jerjes deseaba vengar la derrota de su padre. Darío, en Maratón
una década antes y ampliar su imperio hacia Europa.
Resultado: Los persas sufrieron graves pérdidas y se vieron obligados a retirarse. La
civilización griega se conservó y continuó prosperando.

Antecedentes
Durante el siglo V a.C., el vasto Imperio persa se hallaba en la cúspide de su gloria. El
reino del rey Darío I se extendía desde el Cáucaso hasta el océano Indico y desde las costas
del mar Mediterráneo hasta el río Indo, y entre sus súbditos había gran diversidad de
pueblos. Entre ellos se hallaban los griegos jonios, que habían colonizado la costa
occidental de Asia Menor. En el 500 a.C. los jonios se alzaron en rebelión contra Darío.
Fueron derrotados tras seis años de encarnizado enfrentamiento. El pueblo de Atenas había
reconocido sus lazos ancestrales con los jonios e incendió la ciudad persa de Sardis. En el
491 a.C. Darío intentó castigar a los atenienses por su intromisión en lo que él consideraba
un asunto interno. Su expedición punitiva, no obstante, se enfrentó a un desastre en la
llanura de Maratón. Obligado a apurar la amarga copa del fracaso. Darío murió tras un
reinado de 36 años, sin saciar su sed de venganza.

Entra Jerjes
Rey Jerjes I

Cuando Jerjes, el hijo de Darío, subió al trono de Persia, no abrazó inicialmente los deseos
de venganza de su padre. No obstante, tras aplastar una revuelta en Egipto, reunió a sus
consejeros para debatir otro movimiento militar contra Atenas. -Como han visto, el propio
Darío estaba haciendo preparativos para la guerra contra estos hombres. Pero la muerte le
impidió llevar a cabo sus planes-, dijo Jerjes. Por tanto, yo, en su nombre y en beneficio de
todos mis súbditos, no descansaré hasta que haya tomado Atenas y la haya incendiado y
arrasado… Si aplastamos a los atenienses y a sus vecinos del Peloponeso, ampliaremos
tanto el imperio de Persia que sus fronteras serán el mismo cielo de Dios.
En el 482 a.C. se había descubierto una rica veta de plata en las minas de Laurium, cerca de
Atenas. Durante el acalorado debate que se suscitó en torno al más alto y mejor uso de la
riqueza recién hallada, la voz de Temístocles se alzó. Atenas debía ampliar su armada para
contrarrestar la amenaza de una invasión persa. Temístocles había considerado sin duda que
los persas necesitarían gran número de naves para transportar lo necesario para la guerra si
se aproximaban de nuevo a Grecia. También era consciente de la competencia en el
combate de los hoplitas espartanos, fuertemente armados, en tierra.

La Campaña
El historiador griego Heródoto escribió que el ejército persa contaba con cinco millones de
hombres y que secaba los ríos cuando bebía al pasar. Un número más realista sería el de
unos 500.000. Se afirma que la flota persa constaba de 1.207 trirremes, así llamados porque
las naves eran propulsadas por remeros en tres hileras. Al principio de la campaña, los
persas lograron un par de grandes gestas de ingeniería. Tendieron un puente con dos
ojos sobre el Helesponto, llamado hoy los Dardanelos, de unos 1.300 metros de longitud.
Cuando una tormenta destruyó los primeros puentes, se construyeron otros dos en su lugar.
Los persas pasaron también tres años excavando un canal de 2,4 km de ancho para cruzar
un istmo junto al monte Athos. Por último, 10 largos años después de su humillante derrota
en la batalla de Maratón, el ejército persa estaba en marcha de nuevo hacia Grecia. Una
serie de ciudades griegas juraron lealtad a Jerjes a medida que su irresistible fuerza
avanzaba inexorablemente hacia ellas. Atenas y Esparta, sin embargo, permanecieron
desafiantes, con todo en contra.

La Batalla de las Termópilas


El 18 de agosto el avance de los persas alcanzó el paso de las Termópilas, a través del cual
las fuerzas tenían que pasar para llegar a Atenas. Los persas se alinearon frente al paso, que
apenas tenía 15 metros de anchura y estaba defendido por 6.000 hoplitas espartanos bajo el
mando de su rey, Leónidas. Una y otra vez, los persas cargaron contra los espartanos, y
fueron siempre rechazados con fuertes pérdidas. Ni siquiera los Inmortales, la élite del
ejército persa, bien conocidos por su arrojo e ímpetu, consiguieron ganar las Termópilas
(que se traduce como paso de las fuentes termales).
Algunos de los soldados que estaban con Leónidas partieron, y todavía existe controversia
acerca de si el rey los despidió con desprecio o los retiró para luchar en otra ocasión. Sea
cual sea la verdad, el final estaba próximo para los 300 espartanos que quedaban el tercer
día de combate en las Termópilas. Un traidor griego llamado Efialtes mostró a los persas
una ruta alternativa sobre las montañas, que les permitiría atacar a las espartanos por la
retaguardia. Heródoto escribió que guardaría en la memoria los nombres de los 300
espartanos que se mantuvieron firmes porque merecían ser recordados.
Cuando se le dijo a un espartano que los persas iban a arrojar tantas flechas que
oscurecerían el cielo, replicó: Qué buena nueva… porque si los persas ocultan el sol,
podremos combatir a la sombra. Muertos hasta el último hombre, los espartanos se
cobraron la vida de dos de los hermanos de Jerjes. Años después de la batalla se alzó
una placa para conmemorar la resistencia de Leónidas y sus hombres. Rezaba: Amigo,
anuncia a los lacedemonios que aquí yacemos, a su ley sumisos. Los heroicos espartanos
de las Termopilas no se sacrificaron en vano. Su resistencia les costó a los persas un
tiempo precioso, y un par de violentas tormentas hundieron más de 200 naves persas.
Temístocles, entre tanto, había conducido a la flota griega a la victoria en el golfo de Pagas
y en Artemisio. Cuando recibió la noticia de que los persas habían tomado las Termópilas,
Temístocles retiró su flota a la isla de Salamina, que ofrecía un puerto seguro.
inmortales persas

Retraso y engaño
Cuando el ejército persa llegó a Atenas, la mayor parte de la ciudadanía había huido. Los
que no lo hicieron fueron pasados a cuchillo. La ciudad, incluida la Acrópolis, fue saqueada
e incendiada. Para obtener una victoria decisiva, Jerjes tenía que derrotar al ejército griego
en tierra. Para ello, sus trirremes tenían que poder maniobrar con seguridad. Por tanto, una
victoria sobre la flota griega se convirtió en una necesidad inmediata. Como Temístocles
había predicho años antes, la batalla decisiva en la vida de Atenas, y de hecho de toda
Grecia, tendría lugar en el mar.
Mientras Jerjes se aproximaba al estrecho istmo que conecta el norte de Grecia con el
Peloponeso, los espartanos y otros peloponesos construyeron una muralla y otras
posiciones defensivas. Temístocles demostró entonces su verdadero genio militar enviando
a un esclavo llamado Sicino a Jerjes con información falsa. Sicino comunicó a Jerjes que
existían disensiones entre los aliados griegos y señaló que la moral de las fuerzas griegas
estaba menguando. De hecho, afirmó que el propio comandante griego era partidario de
Jerjes y deseaba una resonante victoria persa. Evitar la huida de los desorganizados griegos
garantizaría el triunfo. Jerjes se tragó el anzuelo y debilitó sus fuerzas al enviar un
escuadrón de naves egipcias para cubrir posibles rutas de huida.
Trirreme griego

Disposiciones
Jerjes planeaba simplemente aplastar a los 300 trirremes griegos, que se oponían a su fuerza
de 400 naves en las estrechas aguas en torno a Salamina. Temístocles, en cambio, tenía
otras ideas. Desplegó su flota con los atenienses y los corintios a la izquierda, los eginetas y
los espartanos a la derecha, esperando atraer a los persas a las aguas poco profundas y
estrechas próximas a la bahía de Eleusis. Al aproximarse los persas, la mayoría de los
trirremes griegos quedarían ocultos de ellos por una isla próxima. Con el fin de atraer a los
persas a su perdición, Temístocles ordenaría a los 50 trirremes corintios bajo su mando que
izaran velas y fingieran retirarse.
Los trirremes persas, construidos para combatir en mar abierto, se verían casi
imposibilitados para maniobrar en el estrecho. Eran más pesados que los griegos y se
elevaban más sobre el agua, a la vez que llevaban hasta 30 arqueros, a diferencia de los 14
que iban a bordo de las naves griegas.

La Batalla de Salamina
La mañana del 20 de septiembre del 480 a.C., Jerjes subió a un trono dorado en las tierras
altas sobre Salamina. Se afirma que los remeros griegos cantaban un himno al dios Apolo
cuando atacaron a la vanguardia persa, muy dispersa en su persecución de los corintios,
supuestamente en fuga. Cuando los capitanes de las naves persas que iban en cabeza se
dieron cuenta de que habían caído en una trampa, ordenaron una , ciaboga. No obstante, las
naves que iban detrás de ellos no tenían a dónde ir, lo que sumió a la flota en el desorden.
El número superior de los persas se había convertido ahora en un estorbo más que en una
ventaja.
Una línea de trirremes griegos maniobró ordenadamente para circundar al desconcertado
enemigo, y sus espolones de bronce infligieron un mortal castigo a las naves persas, que se
hundieron.
Separándose de la maraña de persas contra persas, los griegos atacaban prácticamente a
voluntad.

Mapa de la Batalla de Salamina

Secuelas
La flota persa sufrió un grave revés en Salamina, donde perdieron 200 trirremes, la mitad
de su contingente, frente a los 40 de los griegos. Tras el desastre, Jerjes no tuvo más
remedio que retirarse a un lugar seguro, por temor a que los griegos navegaran hacia el
norte y destruyesen los puentes sobre el Helesponto, cercenando su ruta terrestre de
aprovisionamiento.
Los griegos no reconocieron inmediatamente la magnitud de su victoria. Quedaban más
combates por disputar. Cuando Jerjes partió, dejó una fuerza de 300.000 soldados bajo el
mando de Mardonio. La primavera siguiente, los persas tomaron Atenas de nuevo, pero ese
verano los ejércitos combinados de los atenienses y los espartanos rechazaron a Mardonio
hacia el norte, derrotándole decisivamente en Platea en septiembre. Durante el mismo mes,
una flota griega bajo el mando de Xantipo derrotó una vez más a los persas en Micale.
Grecia estaba libre al fin de la amenaza del dominio oriental. Durante medio siglo, Atenas
mantuvo la flota más poderosa del mundo antiguo, mientras que el ejército de Esparta era la
fuerza preeminente en tierra. Una rivalidad y desconfianza crecientes condujeron
finalmente a las dos ciudades estado a enfrentarse entre sí. Irónicamente, los nombres de
Maratón, Termópilas y Salamina eran recordados con reverencia por ambas. Había sido una
época en la que los griegos habían actuado unidos, y estas victorias determinaron el rumbo
de la historia de la humanidad.

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Batalla de Maratón
Inicio » Edad Antigua » Batalla de Maratón

En la Batalla de Maratón, una fuerza inferior de hoplitas griegos aprovechó una


oportunidad para derrotar a sus enemigos persas, explotando su superior armadura y
disciplina para obtener una de las victorias tácticas más famosas del mundo antiguo. No
obstante, esto no puso fin a la amenaza persa contra las ciudades estado independientes
griegas.

Datos de la Batalla de Maratón


Quiénes: Casi 11.000 hoplitas atenienses y platenses, capitaneados el día de la batalla de
Maratón por el general ateniense Milcíades, se enfrentaron a un ejército persa multiétnico
en número de unos 25.000 soldados, bajo el mando del persa Artafemes y del noble medo
Da lis.
Cómo: Los atenienses debilitaron el centro de su línea y fortalecieron sus alas, permitiendo
que los persas avanzaran por el centro, para ser derrotados por los flancos y ver su centro
rodeado por las alas victoriosas del ejército griego.
Dónde: La llanura de Maratón, a unos 42 km de Atenas.
Cuándo: 12 Je agosto del 490 a.C.
Por qué: Los persas querían atacar Atenas para castigar a la ciudad por su apoyo a la
rebelión de las poblaciones griegas jonias.
Resultado: Los persas fueron expulsados de Grecia durante 10 años.
Antecedentes
Hacia el 539 a.C., los persas, bajo Ciro el Grande, habían conquistado buena parte de
Anatolia, incluidas las poblaciones griegas costeras que había en Jonia. Inicialmente, las
relaciones entre los persas y sus súbditos griegos fueron relativamente cordiales. Durante
las décadas siguientes surgieron una serie de tensiones que agriaron esa relación. Los
persas impedían el desarrollo económico griego con restricciones comerciales. Además, los
autócratas persas impusieron tiranos títeres a las ciudades estado jonias, algo que iba contra
la ética de los griegos, de mentalidad independiente. En el 499 a.C. los jonios finalmente
estallaron en una revuelta abierta contra los persas. Su líder, Aristágoras de Mileto, buscó
ayuda entre los estados continentales de Grecia.
Su primer intento de alianza fue con Esparta. Los espartanos tenían el mejor ejército
Grecia, y, por tanto, eran una buena opción. Por desgracia. el rey Cleómenes no entendió
que el envío de fuerzas para luchar por los lejanos griegos jonios tuviera interés alguno para
los espartanos, así que declino apoyar la revuelta. Aristágoras obtuvo mejor acogida en
Atenas. Pronunció un discurso ante la asamblea ateniense, en el que defendió que los persas
eran inferiores a los griegos en combate, y que la riqueza del gran imperio proporcionaría
mucho botín a los vencedores. La asamblea debatió la cuestión y decidió enviar ayuda a sus
primos jonios; un escuadrón de 20 naves de guerra. La armada griega hizo escala en Éfeso,
donde desembarcó la tropa. El ejército se dirigió a la capital persa, Sardis; la ciudad fue
tomada rápidamente y, ante la aproximación de un ejército persa, incendiada y arrasada.
En una batalla posterior, los griegos fueron derrotados y los atenienses decidieron regresar
a casa. La revuelta continuó hasta el 495 a.C.. pero el resultado era inevitable: las poderosas
y centralizadas fuerzas armadas persas aventajaban a los individualistas estados griegos al
luchar en una guerra prolongada.
Aunque la revuelta había sido sofocada con éxito, el rey persa, Darío I, se enteró de la
participación de los atenienses y enfureció. Un relato de Heródoto cuenta que Darío, ordenó
que un esclavo le dijera Maestro, recordad a los atenienses tres veces antes de cada cena,
para no olvidarse de castigarlos por su interferencia. Y así, en el año 492 a.C, Darío envió
una expedición bajo el mando de su yerno Mardonio, para hacerlo, pero las tribus hostiles
de Tracia y el mal tiempo frente al monte Athos obligaron a las fuerzas a regresar a casa.

La Campaña
Hoplita griego

Darío no iba a darse por vencido en sus planes de castigar a los atenienses. Así, al año
siguiente se preparó otra expedición. Esta iba a cruzar el Egeo para castigar a los atenienses
y a los eretrios, que también habían apoyado la revuelta, incendiando sus ciudades y
esclavizando a las poblaciones. Esta fuerza sería transportada por mar, evitando así los
problemas que habían acosado a la expedición de Mardonio. El componente naval de la
expedición estaba compuesto por casi 600 naves. Quizá 200 de ellas eran naves de guerra
que servían de escolta a la flota, mientras que las otras 400 eran transportes que llevarían a
los soldados y sus provisiones. Entre los transportes había una serie de unidades
especialmente diseñadas para los caballos, que llevarían las monturas de la caballería persa.
La fuerza de desembarco alcanzaba quizá 25.000 hombres armados, entre ellos un pequeño
contingente de caballería, tal vez unos 1.000 en total. Esta fuerza estaba a las órdenes del
sobrino de Darío, Artafernes, y de Datis, un noble de ascendencia meda. También estaba
presente Hipias, quien había gobernado Atenas como tirano hasta que fue expulsado en el
510 a.C. Los persas comprendían la naturaleza rebelde de la política en una ciudad estado
griega, y sin duda veían el potencial de utilizar a Hipias para alzar una quinta columna
dentro de la propia Atenas.
La flota persa se hizo a la mar desde Tarso y navegó hacia el oeste. La armada tocó varias
islas por el camino y las redujo mediante amenazas o por la fuerza. Se realizó un
desembarco importante en la isla de Eubea, para atacar la ciudad de Eretria, señalada por
Darío, junto con Atenas, para ser castigada por su participación en apoyo de la revuelta
jonia. La población de Eretria se encontraba en un dilema acerca de lo que debía hacer ante
una fuerza tan poderosa.
Algunos se inclinaban por tratar de defender la ciudad, mientras que otros apoyaban su
abandono y la continuación de la lucha desde las montañas próximas. Sin embargo, antes
de que se hubiera podido tomar una decisión, la ciudad fue entregada por una facción que
había sido sobornada con oro persa a cambio de abrir las puertas de la ciudad. Los templos
de la ciudad fueron incendiados en justo castigo por la destrucción de Sardis. Desde Eubea,
los persas se dirigieron a Atica, donde desembarcaron el 5 de agosto en la llanura de
Maratón, a casi 42 km de Atenas. El lugar fue elegido sin duda en consulta con Hipias, ya
que ofrecía todo lo que los persas necesitaban, una larga playa donde se podían varar las
naves, un amplio suministro de agua, acceso a Atenas y espacio para maniobrar,
especialmente para la caballería, si los atenienses decidían presentar batalla en ese lugar.
Cuando los atenienses conocieron el desembarco de los persas, enviaron a buscar ayuda: el
heraldo Filípides hizo una famosa carrera de 225 km hasta Esparta. Por desgracia, los
espartanos no podían enviar ayuda a causa de una festividad religiosa, la Carneia, que no
les permitiría marchar hasta el 12 de agosto. Con estas noticias, los atenienses debatieron
las medidas a tomar. Algunos se mostraron a favor de prepararse para un asedio; aunque,
dada la presencia de Hipias y la traición de Eretria, esto parecía bastante arriesgado. Otros
defendieron que era imperativo mantener a los persas encerrados en Maratón y no
permitirles aproximarse a la ciudad. En este grupo se contaba el general Milcíades. Su
opinión tenía cierto peso, ya que había tenido relaciones anteriores con los persas y había
combatido en la revuelta jonia. Como consecuencia, el ejército ateniense de casi 10.000
hoplitas, una infantería fuertemente armada, marchó hacia Maratón. Se les unió una fuerza
de entre 600 y 1.000 hoplitas de la ciudad de Platea, antigua aliada de Atenas.

Disposiciones
Los persas arrastraron sus naves a tierra a lo largo de una estrecha playa llamada Schoinia,
tras de la cual se hallaba una extensión pantanosa. Más allá del pantano había una
población con una gran extensión de terreno abierto que estaba cerca de un manantial; los
persas establecieron ahí su campamento principal, porque les proporcionaría agua y forraje.
Los atenienses y sus aliados platenses acamparon en el extremo meridional de la llanura de
Maratón, al norte de un pequeño pantano, la Brexisa, entre unos terrenos elevados y el mar.
Los griegos protegieron su campamento con árboles caídos, provistos de ramas
especialmente afiladas.

La Batalla de Maratón
Hoplita espartano

Los dos ejércitos se encontraron frente a frente quizá durante cuatro días. Ambos bandos
tenían buenas razones para esperar. Para los atenienses, cada día que pasaba aproximaba
más la ayuda espartana: con el final de la Carneia el 12 de agosto, los espartanos podrían
marchar en su ayuda y llegarían quizá el día 15. Además, dada la gran extensión de la
llanura de Maratón, y la capacidad de los persas para desplegar y maniobrar allí su
caballería, no tenía sentido táctico que los griegos abandonaran el terreno favorable
próximo a su campamento fortificado, que estaba situado entre el mar y las colinas. Esto
convertiría a los hoplitas, fuertemente armados, con su formación de falange, en una fuerza
formidable contra los persas, dotados de un equipamiento más ligero. Por su parte, los
persas tenían también razones para creer que el tiempo jugaba a su favor, al menos
inicialmente. Como había ocurrido en Eretria, esperaban ayuda del interior de la propia
ciudad. En este caso, esperaban que los partidarios de Hipias traicionaran a la ciudad en su
favor, sin duda con el estímulo del oro persa. Los persas estaban esperando una señal, un
escudo de bronce muy pulido que lanzaría destellos desde el monte Pentele, lo cual
indicaría que todo estaba preparado.
Aunque los detalles del plan no se conocen, parece claro que los persas embarcarían al
grueso de su tropa en naves y navegarían hasta Atenas mientras las fuerzas atenienses
estuviesen todavía en Maratón. Además, los persas no deseaban asaltar a los atenienses y a
los platenses mientras se hallaran en sus posiciones fuertes en el extremo meridional de la
llanura, porque el terreno anularía tanto su ventaja numérica como la movilidad de su
caballería.
No obstante, en la tarde del 11 de agosto, a los persas se les agotaba el tiempo. No habían
recibido señal alguna de la quinta columna de Atenas con el escudo, y la festividad
espartana llegaría pronto a su fin. Esto significaba que los atenienses podían esperar
refuerzos espartanos, y la presencia de tales hoplitas, duros y bien disciplinados,
transformaría espectacularmente el equilibrio militar en la llanura de Maratón. Como
consecuencia, los persas empezaron a embarcar parte de sus fuerzas en los transportes para
poder zarpar hacia Atenas a la mañana siguiente, mientras el resto de sus fuerzas mantenía
la vigilancia a los hoplitas atenienses y platenses en Maratón. Incluso sin la señal del
escudo, los persas podían esperar ayuda del interior de la ciudad si el ejército estaba
ausente.
Esta fuerza estaría bajo el mando de Datis y parece que incluyó la mayor parte de la
caballería, que sería muy útil para lanzarse hacia Atenas una vez que el destacamento
desembarcara en la bahía de Faliro. Artafemes permanecería en Maratón y mantendría un
estrecho bloqueo del campamento ateniense. Probablemente tenía consigo unos 15.000
hombres, casi exclusivamente de infantería. Por fortuna para los atenienses, fueron
alertados del plan persa por algunos jonios simpatizantes que prestaban servicio a los
persas. Enviaron el famoso mensaje la caballería ha partido, que galvanizó la resolución
de los comandantes atenienses para presentar batalla. De hecho, los 10 estrategas
atenienses, generales elegidos de cada una de las 10 divisiones tribales de Atenas, estaban
estancados en cuanto a si debían o no quedarse y luchar, regresar a Atenas (ellos también
tenían presente la posible traición desde dentro de la ciudad) o presentar batalla, la opción
preferida por Milcíades.
Mapa de la Batalla de Maratón

Por fortuna, el arconte polemarco (un puesto ceremonial cuyo titular podía emitir un voto
de calidad en una situación de bloqueo como esta) respaldó la permanencia en Maratón y el
avance contra los persas. Se tomó la decisión de lanzar un ataque al amanecer. Si podían
derrotar de forma rápida y decisiva a los soldados de Artafernes, sería posible emprender
una marcha forzada a lo largo de la calzada costera hacia Atenas y llegar antes que la fuerza
de asalto persa.
La mañana siguiente contempló a las fuerzas enfrentadas dispuestas para la batalla de
Maratón. Milcíades, que conocía las tácticas persas, estaba al mando ese día, y desplegó las
fuerzas griegas. Sabía que los persas pondrían probablemente a sus mejores tropas en el
centro de su línea de batalla, y que el número de persas haría probable que, si disponía a su
falange de ocho en fondo a lo largo de todo el frente, los griegos se vieran flanqueados.
Para evitarlo hizo menos denso el centro de su línea, sabiendo que los persas tendrían éxito
allí inicialmente.
No obstante, Milcíades sabía también que las alas de la formación persa estarían formadas
por levas menos entusiastas y peor armadas, y que las alas fuertemente armadas del ejército
griego serían victoriosas. Ordenó, por tanto, que las alas no persiguieran a las levas
derrotadas sino que, una vez que las hubieran dispersado, giraran hacia dentro sobre el
centro persa. El ala derecha estaba bajo el mando del arconte polemarco, Calímaco, y la
izquierda estaba formada por los platenses.
Artafernes desplegó sus tropas como Milcíades esperaba. Su mejor tropa, soldados iraníes
del ejército regular y duros mercenarios sakas, constituía el centro de su formación, con
diversas levas, incluidos griegos jonios poco entusiastas, en los flancos. Con el fin de
mantener su estrecho bloqueo del campamento ateniense, avanzó hasta ocho estadios, o 1,6
km. de las posiciones griegas.
Los griegos avanzaron desde su campamento hacia las líneas persas. Heródoto relata que lo
hicieron a la carrera, para reducir el considerable número de flechas que arrojarían los
persas, muchos de los cuales llevaban arcos. Esto es poco probable, porque correr más de
un kilómetro con la pesada armadura de un hoplita hubiera sido casi imposible e
innecesario; los atenienses iniciaron probablemente un trote corto a unos 150 m, el alcance
de un arco persa. Las líneas de batalla iniciaron el combate y los persas llevaron la mejor
parte de este en el centro, donde se hallaban sus mejores soldados, y los atenienses fueron
rechazados. En las alas, en cambio, las levas fueron aplastadas. Siguiendo las órdenes que
tenían, los victoriosos griegos giraron hacia el centro persa, cogiéndolo en una doble
envolvente. Se produjo a continuación una matanza, con 6.400 bajas persas, en su mayoría
soldados iraníes y sakas, y solo 192 atenienses, entre ellos Cilímaco. y un puñado de
platenses muertos. Los griegos capturaron también siete naves persas, aunque las demás
escaparon.
Llegada de Filipides a Atenas

Consecuencias
Los atenienses, no obstante, no podían descansar después de su victoria. Mientras una
división tribal ocupaba el campo, el resto realizó una marcha forzada de regreso a Atenas.
Llegaron a tiempo de impedir el desembarco de los persas y así Datis, al que se unieron
entonces los supervivientes de Artafernes, se vio obligado a regresar a casa. Aunque los
atenienses y los platenses habían obtenido una gran victoria, no habían ganado la guerra
realmente.
Los persas regresaron a casa, donde, casi inmediatamente, iniciaron los preparativos para
otra campaña; aunque les llevaría 10 años, las persas regresarían en masa con la intención
de conquistar toda Grecia, no solo de castigar a las atenienses.

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Imperio Persa
Inicio » Edad Antigua » Imperio Persa

El imperio persa se formo en de la unión de los pueblos medos y persas, se desarrollaron


en la meseta de la que hoy es Irán, hacia el año 1500 a.C. Se expandieron a los largo del
Medio Oriente. Dario I fue su principal impulsor a nivel económico y territorial, aunque su
expansión territorial se inició con el reinado de Ciro II.

Imperio Medo, inicios del Imperio Persa


En el II milenio, alrededor del año 1500, los persas ocuparon las regiones occidentales de
Irán, indoeuropeos, venidos del otro lado del Cáucaso. Otros grupos penetraron en Asia
Menor. Alguna de sus ramas siguió su camino hacia la India. Los que aquí se quedaron se
llamaron medos y persas; éstos se establecieron en las comarcas meridionales, y los
primeros en el Norte.
Mientras Asiria fue poderosa, pudo tener a raya a los montañeses vecinos, y entre ellos a
los indoeuropeos de la meseta del Irán. Parte de éstos pagó tributo a Sargón. Cuando
reinaba Asurbanipal, surgió un caudillo de los medos, Ciaxares. Unificó a su pueblo, llevó
el límite de sus dominios hasta el río Halys, en la lucha con los lidios (585), y junto con los
babilonios sublevados destruyó Nínive. Estableció la capital de su reino en Ecbatana. Su
sucesor fue Astiages.
Mapa del Imperio Persa

La formación del Imperio Persa. Ciro.


Si la tribu de los persas aceptó al principio el dominio de los medos, pronto surgió un
caudillo que supo organizarla. Fue Ciro, descendiente de Achaimenes, que dio nombre a la
dinastía (Aqueménidas). Gran político y excelente general, unificó a sus compatriotas y se
incorporó los medos al vencer a su rey Astiages (550). Desde este momento se lanzó a la
conquista de los reinos vecinos: Lidia y Babilonia. En 540, Ciro vence en Sardes a Creso,
rey de Lidia, y se anexiona este país. Tres años más tarde se apodera de Babilonia, mal
defendida.
Cuando en 529 murió Ciro, luchando contra los nómadas del Nordeste, el primer gran
Imperio indoeuropeo estaba sólidamente establecido. Ciro se mostró tolerante, política
seguida por sus inmediatos sucesores, y permitió a los judíos el regreso a Jerusalén (537).

Cambises y Darío
Dario I El Grande

La expansión del Imperio persa continuó durante los reinados de los inmediatos sucesores
de Ciro. Su hijo Cambises (530-522) conquistó fácilmente Egipto e incorporó Cirene a sus
estados; pero al intentar ocupar Nubia y mandar, al mismo tiempo, una expedición al oasis
de Ammán sufrió un doble fracaso; enfurecido, maltrató a los egipcios y a sus dioses. Un
pretendiente que se hacía pasar por su hermano muerto se levantó en Persia, y Cambises
murió al ir a sofocar la rebelión.
Darío I, de otra rama de la familia, ocupó el trono y apaciguó el Imperio. Volvió a Egipto,
conquistando el afecto de su población por su trato moderado (517). La llegada al Egeo le
puso en contacto con el mundo helénico. Realizó una expedición a Escitia (Ucrania),
atravesando el Helesponto y el Danubio, en la que tomaron parte los griegos del Asia
Menor, sometidos a su poder (515). Poco después, las ciudades jonias se sublevaron e
incendiaron Sardes. Atenas les ayudó. Este es el motivo de las guerras médicas, lucha
entre dos ramas de la gran familia indoeuropea, cada una con ideales distintos. A pesar de
que Persia contaba con la mayor fuerza militar y política, no pudo vencer a los pequeños
estados griegos.
El ejército del imperio persa era un ejercito de campesinos fuertes. Su arma era el arco, que
manejaban hábilmente. Su acción a distancia desconcertaba al enemigo, que se veía en
seguida atacado por una caballería muy poderosa. Contaba, además, con numerosas fuerzas
auxiliares de las diversas partes del Imperio. En cambio, su flota tenía que formarse con un
conglomerado de la de los países vencidos: Jonia, Fenicia, Egipto y Cilicia; frente a ella la
flota ateniense tenia unidad. El soldado persa era ágil y sufrido, incansable y sobrio; un
puñado de dátiles y un pedazo de duro queso le bastaban.
Darío fue un gran monarca, humano y razonable como Ciro. Con él, llega a su perfección el
sistema administrativo que un Imperio tan vasto requería. Se dividía en veinte provincias,
incluyendo el Penjab, en la India, conquistada hacia 510 (veintiuna con Tracia, que después
se perdió). Cada provincia tenía a su frente un sátrapa, que dirigía libremente los asuntos
interiores. Cada satrapía pagaba grandes contribuciones a la caja real. El oro del imperio
persa se hizo famoso. Darío fue el primero que acuñó regularmente dicho metal. Sus
monedas, con la imagen del rey como arquero, se llamaban dóricos. La antigua Susa,
capital del Imperio, estaba unida con las comarcas más apartadas del mismo por medio de
caminos muy bien conservados.

Batalla de Platea, Guerras Médicas

Los sucesores de Darío


Darío murió en 485 y le sucedió su hijo Jerjes, quien después de sofocar varias revueltas
realizó su famosa y fracasada expedición a Grecia. Convertido en un déspota oriental fue
asesinado en 465. El antiguo espíritu de las tribus de Persia había desaparecido al adoptar
las modas orientales. Los persas tenían desarrollado el sentido de la imitación. Tomaron el
vestido de los medos, el lujo de los babilonios, algunas prendas de los egipcios, ritos de los
sacerdotes caldeos. Todo ello acentuó el despotismo de sus monarcas. Sus servidores
estaban siempre expuestos a una terrible muerte. Esto explica que las intrigas fueran
constantes, debilitando a la monarquía y poniéndola indefensa en manos de Alejandro de
Macedonia, dos siglos después de haber alcanzado el máximo poder de Oriente.
Durante el largo reinado del hijo de Jerjes, Artajerjes I Longimano (465-424), la
monarquía del imperio persa mantuvo aún su prestigio y su poder, mostrándose el rey
tolerante y muy amigo de los judíos. Tuvo que sofocar varias revueltas e intrigas palatinas y
muy serias insurrecciones en Egipto, apoyadas por Grecia. Continuó la lucha con Atenas,
pero el monarca persa supo aprovecharse de las desacuerdos entre los Estados griegos para
conseguir mejores condiciones de lo que los hechos militares permitían esperar.

Decadencia del Imperio persa

Moneda de Artajerjes II

Después de un período de turbias intrigas y asesinatos palatinos, queda afianzado en el


trono Darío II Ochos (424-405). Su reinado está lleno también de intrigas y es interesante
en relación con las luchas entre los griegos. Gracias al apoyo imperio persa, acentuado por
Ciro, el ambicioso hijo del Gran Rey, Esparta pudo vencer a Atenas.
A su suerte, en 405, Ciro intentó arrebatar el reino a su hermano Artajerjes II, con la ayuda
de un ejército de mercenarios griegos. En Cunaxa los griegos vencieron, pero Ciro murió, y
pasaron grandes penurias para llegar a la costa del Mar Negro (retirada de los Diez mil).
Gracias a las desacuerdos entre los griegos, Artajerjes logró imponer la llamada paz del
Rey, que restablecía su Imperio con la extensión que tuvo en tiempos de Darío I. Tuvo que
sofocar peligrosas revueltas en Chipre y Egipto, complicadas con una gran conjuración de
sátrapas. Después de un largo reinado, murió el año 359. Artajeijes III, su hijo, le sucedió y
reconquistó Egipto. Murió asesinado por su favorito Bagoas, que cometió muchos crímenes
hasta ser también asesinado por Darío III (336), el rey vencido por Alejandro y con el que
halla su fin el Imperio persa.

La religión del Imperio Persa


En el siglo VI a. C. vivió Spithama Zaratustra, llamado Zoroastro por los griegos, mago
fundador de la religión denominada mazdeismo, que Darío convirtió en la oficial de su
Imperio. Con toda probabilidad, Zaratustra, acaso influido por los hebreos, pensó una
religión monoteísta, cuyo dios se llamaba Ahura-Mazda (Ormuz, para los griegos). Pero
un dualismo latente en su pensamiento religioso hizo que sus discípulos elaboraran una
teología dualista, contenida en el Zend-Avesta, que oponía a Mazda, el dios del bien,
Angra-Mainyu (Arihman, para los griegos), el dios del mal. La lucha entre ambos duraría
hasta el final de los tiempos, en que vencerá Ahura-Mazda. La moral de esta religión es
bastante elevada y el culto principal es el fuego.

Dios Ahura Mazda

El arte del Imperio Persa


En cuanto al arte del imperio persa, descuella la estela de Behistún, donde bajo una imagen
alada de Mazda hay un relieve en el que se representa a Darío I pisoteando a Gaumata
vencido, y debajo un resumen de las campañas de su reinado. Se conservan también los
restos del palacio de Darío I en Persépolis, incendiado por orden de Alejandro, y la tumba
del mismo rey en un acantilado de Nakch-Rustem, cerca de la capital.
Tumba de Dario, Naqsh e Rustam

Los hebreos bajo los seléucidas y Roma


En 537, Ciro permite a los judíos regresar a Jerusalén, donde gozan de autonomía. En la
época de los seléucidas se renuevan las luchas, especialmente cuando Antioco IV implantó
en Jerusalén el culto de Zeus en lugar del de Jehová (168). La familia dé los Macabeos
dirige el movimiento de liberación, que se logró, tras heroica lucha, en 130. Gracias a su
amistad con Roma, Juan Hircano (130-105) representa un nuevo apogeo de Judá, regido
por reyes que son sumos sacerdotes.
Después de nuevas turbulencias, el general romano Pompeyo incorpora Judea a la provincia
de Siria; pero conserva su autonomía bajo el sumo sacerdote Hircano. César da a éste el
título de etnarca y el de tetrarcas a otros subordinados suyos. En el año 40, el Senado, para
agradecer a Herodes su intervención contra los partos, le concedió el titulo de rey. Herodes
recibió el sobrenombre de Grande, embelleció Jerusalén y ensanchó el territorio judío.
Nuevas sublevaciones obligan a Roma a incorporar de nuevo a Palestina a la provincia de
Siria. El tetrarca Herodes Antipas es quien hace matar a San Juan Bautista, y el que
sentencia —con el gobernador romano Poncio Pilatos— a Jesús. Más tarde, Herodes
Agripa, descendiente de los Macabeos, fue rey de Judea, volviendo a su muerte el país a ser
provincia romana. En el año 66 de C. estalla una sublevación de los judíos. Vespasiano
empieza la guerra, y su hijo Tito la termina con la destrucción de Jerusalén. Adriano
convierte esta ciudad en la colonia Aelia Capitolina. Los judíos, esperando siempre al
Mesías, se sublevan de nuevo. La fortaleza de Masada, junto al mar Muerto, es su último,
desesperado y heroico refugio. Vencidos (132-135) por el mismo emperador, son
castigados con la dispersión (la diáspora).

Fenicia bajo el dominio extranjero


Con el dominio del imperio persa, Sidón vuelve a ocupar el primer lugar. En general, los
fenicios son fieles a los persas y forman el núcleo principal de su flota en la lucha contra los
griegos. Se sublevan a veces, y se niegan a atacar Cartago, como quería Cambises.
Artajerjes III incendia Sidón. Después de la batalla de Issos, las ciudades fenicias se
entregan a Alejandro Magno. Sólo Tiro le cierra sus puertas. Tras un difícil sitio de siete
meses. Tiro es tomada y saqueada.
El helenismo se impone con rapidez en Siria. Con los sucesores de Alejandro Magno, esta
tierra ha de presenciar nuevas luchas, al disputarse la costa los Seléucidas y Egipto. Desde
la muerte de Antíoco IV Epifanes (163), reina la anarquía. En 120 y 111, Tiro y Sidón
recobran su independencia. A partir del año 64, Fenicia queda anexionada al Imperio
romano.

Batalla de Issos

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Cultura India
Inicio » Edad Antigua » Cultura India

La Cultura India se ubicó en la península central del sur de Asia tiene en la historia de la
cultura humana un lugar preeminente por sus maravillosas creaciones espirituales y por sus
aportes a la cultura y el arte universal.
Extensos y variados climas, forma parte todavía de un gran triángulo cultural cuyos otros
vértices son el occidente de Europa y el sur de África. Las poblaciones emparentadas con
los occidentales encontramos, razas enteramente distintas como los pigmoides, mundas y
mongoloides.

Tras la civilización de la Edad del Bronce del valle del Indo, otra gran civilización surgió
en la India, convirtiéndose en el primer imperio de esta nación. Al igual que la civilización
del Indo estuvo influida por el río del mismo nombre, la civilización india lo estuvo por el
poderoso Ganges.
Durante más de mil años tras el final de la civilización del valle del Indo, en torno a
2000 a.C., los antiguos pueblos de la India vivieron en poblados y pequeñas ciudades.
Durante esos años tuvieron lugar algunos cambios significativos. Un pueblo nuevo penetró
en la India desde el norte, trayendo con él un nuevo modo de vida y un nuevo lenguaje: el
sánscrito. Estas tribus védicas (se llamaban a sí mismos arios) eran ganaderos que
gradualmente fueron conquistando a los habitantes de las llanuras del Ganges y
comenzaron a asentarse en pequeñas ciudades.

Forma de vida
Según los Vedas (los textos sagrados de donde toman su nombre estos pueblos), la gente de
las tribus védicas se dividía en tres clases o castas (varnas): los sacerdotes (brahmanes)
eran los primeros, luego venían los guerreros, con los terratenientes y los mercaderes en
tercer lugar. Los nativos conquistados se convirtieron en la cuarta clase, la de los
campesinos. Las tribus védicas luchaban constantemente entre ellas.
Poco a poco, las ciudades comenzaron a formarse de nuevo y alrededor de 600 años
a.C. ya había muchas en el norte de la India. A menudo eran el centro de un pequeño
reino o república. Kausambi es un típico ejemplo: en ella vivían unas 10.000 personas y
más gente lo hacia en pequeñas ciudades y poblados en torno a la ciudad.

Extracto de Mahabharat

La ciudad de Kausambi estaba protegida por un gran muro de tierra que la rodeaba.
En el interior de la muralla los kausambios trabajaban en muy diversas ocupaciones. Los
alfareros hacían una cerámica especial con una superficie negra y brillante, utilizando una
técnica que todavía no se ha descubierto. Los trabajadores del metal fabricaban objetos de
cobre o herramientas y armas de hierro. Los orfebres fabricaban elaboradas cuentas de
concha y con piedras caras. Los mercaderes comerciaban desde sus tiendas o con
mercaderes en otras ciudades. Los funcionarios del gobierno recaudaban los impuestos y
supervisaban las obras públicas, mientras que la policía mantenía el orden. La mayoría de
los poblados en torno a Kausambi eran de agricultores.
Por esa misma época, mientras las ciudades crecían, los gobiernos locales comenzaron
a manufacturar monedas de plata para facilitar las compras y ventas. Esas primeras
monedas eran pequeñas barras alargadas con un pequeño ángulo en un extremo.
La escritura probablemente comenzó en el siglo V a.C. Los escritos indios más
antiguos proceden de Sri Lanka, el país isleño que se encuentra al sur del extremo de la
India. Allí es donde los arqueólogos han encontrado fragmentos de cerámica con letras
raspadas sobre ellos que datan de alrededor de 400 años a.C.
Aunque no se han encontrado ejemplos, es probable que los mercaderes del norte de la
India estuvieran utilizando la misma escritura para llevar sus cuentas y que su uso date de
una fecha anterior a la encontrada en Sri Lanka. Parece que la escritura surgió como un
sistema para poder registrar los detalles de los negocios. Posteriormente, los funcionarios
comenzaron a recoger con ella los asuntos del gobierno, mientras que otras personas ponían
por escrito historias y mitos que hasta entonces habían sido memorizados y transmitidos de
forma oral.

Guerras locales
El periodo védico parece haber sido próspero, pero no pacífico. Los muchos príncipes
existentes luchaban entre ellos y los vencedores comenzaron a conquistar a sus
vecinos. No tardó en haber cuatro reinos que dominaban la India del norte y
continuaron luchando entre ellos por la supremacía. En el año 330 a.C. el reino de
Magadha se había convertido en el vencedor de esta lucha y comenzó a intentar controlar
otras partes de la India.
Además de estas guerras, la sociedad estaba experimentando muchos cambios. Los
reyes y los gobiernos se estaban volviendo cada vez más poderosos, al tiempo que
algunas personas, como los mercaderes, se volvieron muy ricas a pesar de que la
mayoría de la población siguió siendo campesina. Dado que la religión de los brahmanes
procedía de unos tiempos más sencillos, pronto dejó de ser adecuada para los nuevos
modos de vida en las ciudades y los grandes reinos. Algunos pensadores propusieron
nuevas religiones que se adaptaran a las nuevas necesidades. Uno de ellos fue Gautama,
que creó el modo de vida que se conoce como budismo. Otro fue Mahavira, que creía en la
no violencia. Sus seguidores, llamados jainistas, temían tanto matar a un ser vivo que se
cubrían la boca con máscaras para evitar tragarse insectos.
Al mismo tiempo que se estaban formando los reinos del Ganges, los persas estaban
conquistando casi todo el Oriente Próximo y Medio, desde el moderno Afganistán hasta
Egipto y el norte de Grecia. El Imperio persa también incluía parte de la India, una zona
que en la actualidad pertenece al norte de Pakistán.
Batalla de
Hydaspes

El poderoso Imperio persa fue derribado por el joven rey macedonio Alejandro
Magno. En el momento de su muerte, en el año 323 a.C., con sólo 32 años de edad,
Alejandro había conquistado todas las tierras persas, llegando hasta el río Indo, habiendo
considerado la posibilidad de conquistar el poderoso reino de Magadha. Sin embargo,
después de ganar una dura batalla contra Porus, rey del Punjab, cerca del río Jhelum, el
ejército de Alejandro regresó a casa. Tras la muerte de Alejandro sus generales pelearon
por los pedazos del Imperio macedónico, pero ninguno de ellos fue capaz de conservar
el noreste de la India. Fue durante este periodo de confusión cuando se formó el
primer imperio indio.

El imperio Mauryano
En el año 320 a.C. un joven indio llamado Chandragupta Maurya derrocó al soberano
de Magadha y se sentó en el trono. Algunas historias cuentan que Chandragupta ayudó en
la lucha contra el ejército de Alejandro cuando los griegos invadieron la India. Si ello es
así, puede que la experiencia le diera a Chandragupta la ambición de gobernar su propio
imperio. Menos de un año después de la muerte de Alejandro, Chandragupta había
arrebatado a los generales griegos Afganistán y el noroeste de la India.
Cuando llegó al trono Bindasura, el hijo de Chandragupta, conquistó grandes zonas al
sur del Ganges. En el año 250 a.C., durante el reinado de su hijo Ashoka (sobre 273-232
a.C.), el Imperio mauryano se extendía por la mayor parte del norte de la India. Ashoka fue
un rey poderoso y justo, durante cuyo reinado la India disfrutó de paz y prosperidad.
Los soberanos Mauryanos construyeron una inmensa capital en Pataliputra (la moderna
Oatna). La ciudad tenía unos 14 kilómetros de largo en su lado paralelo al Ganges y fue una
de las ciudades más grandes del mundo antiguo. Un muro de gruesos troncos rodeaba la
ciudad, además de un enorme foso seco; en la muralla había 570 torres y 64 puertas.
No se ha excavado demasiado de la ciudad, de modo que poco es lo que se conoce de ella.
No obstante, sí se han excavado los restos de un palacio: una inmensa plataforma con 80
pilares de piedra para soportar un tejado de seis metros de altura.

Stupa de Sanchi, Imperio Maurya

Construcción de palacios y templos

Los Mauryanos construyeron otras muchas ciudades. Los arqueólogos han excavado
algunas de ellas, con calles ortogonales. La gente vivía en casas espaciosas (algunas con
dos pisos) de hasta 15 habitaciones. En medio de la casa había un patio donde la familia
podía cocer el pan, cocinar y realizar otras tareas al aire libre. Podemos imaginarnos
ventanas con elaboradas contraventanas de madera para mantener fuera la fuerte luz solar
del norte de la India, con balcones sobre el patio y, quizá, árboles olorosos y enredaderas
floridas.
Los reyes Mauryanos también construyeron muchos edificios religiosos fuera de las
ciudades. Los budistas construyeron monumentos de varios tipos. Los stupas son cúpulas
de tierra y ladrillo construidas para proteger objetos sagrados. Al principio los stupas eran
sencillos túmulos de tierra, pero no tardaron en ampliarse y decorarse. Más tarde los stupas
contuvieron reliquias (objetos o restos) de gente santa o textos sagrados. Alrededor del
stupa había un camino para que la gente pudiera pasear y meditar. Los budistas también
construyeron grandes salas de adoración con techos abovedados. Algunas eran redondas y
otras alargadas, con un extremo redondeado para un pequeño stupa de interior. Muchas de
estas primeras salas fueron excavadas en la roca, como los monasterios y templos de
Ajanta, los primeros de los cuales fueron realizados en los siglos II y I a.C.
Los brahmanes también construyeron templos, principalmente para el dios Visnú, aunque
conocemos menos sobre ellos. Tanto los stupas como los templos eran las primeras
manifestaciones de las tradiciones budista e hindú de bellos y espectaculares edificios, que
florecieron en los siglos posteriores a los Mauryanos.

Los pilares de Ashoka

Ashoka

Ashoka fue el primer rey indio en escribir sus órdenes y dejar por escritos sus
hazañas. Los textos fueron grabados en rocas o en grandes pilares de piedra erigidos
en lugares públicos. Los pilares de Ashoka se encuentran entre los más famosos de los
monumentos de la Antigüedad india. Están hechas de una piedra especial que se encuentra
cerca de la moderna Benarés, en la llanura este del Ganges. Cada pilar es un monolito de
unos 12 metros de largo, pulido y con un cuidado acabado.
En la parte superior hay una especie de capuchón decorado y la figura de un animal; a
menudo es un león, pero en ocasiones se trata de un toro o un caballo. El pilar de Sarnath
tiene cuatro leones, una obra de arte que la India moderna ha adoptado como su
símbolo.
La mayoría de los pilares de Ashoka fueron erigidos en Magadhan, el corazón del Imperio
mauryano, pero otros se colocaron en la India central y muy lejos en dirección noroeste.
Esto significa que estas gigantescas piedras tenían que ser transportadas, probablemente
mediante elefantes, a lo largo de 1.600 kilómetros, cruzando llanuras y montañas.

Declive del imperio Mauryano

Los reyes Mauryanos posteriores se enfrentaron a problemas que no pudieron


resolver y el imperio se desintegró cuando el último rey Mauryano murió, en el año
185 a.C. La India se dividió de nuevo en muchos reinos. Extranjeros, incluidos los griegos
de Afganistán, gobernaron algunos de los reinos del noreste de la India.

Los Kushan
En torno al año 100 d.C., los kushan, procedentes del Asia central, invadieron la India
del norte, creando un imperio que ocupaba desde Asia central hasta la cuenca del
Ganges, incluyendo tierras junto a la ruta de la seda, el camino de caravanas que
conectaba China con la India y Europa.
Los kushan recuperaron parte de la grandeza del Imperio mauryano y abrazaron el
budismo. Con su protección, la religión se difundió por toda Asia y China y se produjeron
muchas piezas magníficas de escultura budista. Su imperio perduró unos tres siglos antes de
deshacerse de nuevo en pequeños reinos.
A pesar del fracaso político del Imperio mauryano, el comercio marítimo por el océano
índico comenzó a florecer. Barcos romanos cargados con productos de las civilizaciones
mediterráneas navegaban por el índico en busca de bienes indios, como especias,
marfil y joyas. También bajaron por la costa oeste de la India y algunos se aventuraron
incluso hacia el norte, a lo largo de la costa este. Los reyes que controlaban la India central
promocionaron el comercio indio por mar tanto hacia Arabia y África, por el oeste, como
hacia el este y el sureste de Asia.
Kanishka, rey Kushan

Aunque la India había perdido la unidad política del Imperio mauryano, la gente
siguió prosperando bajo los muchos reinos que lo siguieron. Se construyeron ciudades
más espaciosas. Artesanos tales como alfareros, carpinteros y herreros formaron gremios
que establecieron reglas, inspeccionaban la calidad de los productos y establecían los
precios. Los gremios estaban estrechamente ligados al sistema de castas y ayudaron a
asegurar que los hijos siguieran los pasos de sus padres y permanecieran dentro de su
propia casta. Los gremios se hicieron tan ricos que podían permitirse el lujo de donar dinero
para la construcción de monumentos budistas.
Las salas de oración budistas, los stupas y los monasterios se hicieron más grandes y
su ornamentación se hizo más importante, al ser decorados con esculturas, barandillas
de piedra y elegantes pasajes. Algunas cuevas budistas también cuentan con elaboradas
imágenes pintadas en sus muros. Los artistas budistas del noroeste de la India tomaron
prestadas muchas ideas griegas y crearon un grácil estilo de escultura, que tuvo una
perdurable influencia en el arte indio. No obstante, el budismo no era la única religión. Los
brahmanes continuaron realizando sacrificios a sus dioses. Los dioses de Persia y Grecia
contaban con adoradores en la India noroccidental y, según la tradición, el apóstol santo
Tomás fundó iglesias en el sur del país.
Mapa del Imperio Kushan

El imperio Gupta
En el año 320 d.C., una familia de ricos terratenientes llamados Gupta se hicieron con el
poder en Magadha. El primer rey, Chandragupta I, sólo gobernó sobre la zona oriental del
Ganges. No obstante, el segundo rey, Samudra, comenzó a construir un gran imperio
conquistando las tierras vecinas. El poder de los Guptas alcanzó su zenit durante el
reinado de Chandragupta II (375-413), cuando la familia controlaba todo el norte de
la India, desde la desembocadura del Ganges hasta el río Indo y el norte de Pakistán.
Mapa del Imperio Gupta

La religión

Los reyes Gupta favorecieron la religión hindú y revivieron muchos rituales brahmánicos.
Al mismo tiempo, el propio hinduismo estaba cambiando. La gente comenzó a adorar a los
dioses de un modo más personal, en vez de limitarse a hacerles sacrificios, y los sacerdotes
perdieron importancia. La devoción hindú comenzó a centrarse en las estatuas de los
dioses. Las estatuas eran símbolos del dios y muchas de ellas tenían cuatro u ocho brazos,
cada uno sujetando un objeto que representaba aspecto distinto del dios. No obstante, los
templos hindúes siguieron siendo edificios bastante pequeños; los impresionantes templos
con torres y elaboradas esculturas son de una época posterior.
Los filósofos hindúes comenzaron a escribir sus pensamientos y se desarrollaron
varias escuelas diferentes de filosofía hindú, que todavía existen en nuestros días. Los
filósofos y los sacerdotes del periodo Gupta escribieron muchos de los más sagrados
libros del hinduismo.
Los Gupta fueron tolerantes con otras confesiones religiosas y las creencias budistas
siguieron estando muy extendidas. Los reyes y otras personas con riqueza daban grandes
cantidades de dinero tanto a los templos hindúes como a los templos budistas, pero
lentamente el budismo fue perdiendo popularidad. En la actualidad, el budismo no es muy
habitual en la India, su lugar de nacimiento, pero sigue siendo la fe de muchas personas en
China, Japón y el sureste de Asia.

Conocimientos y educación

El periodo Gupta fue la Edad de Oro de la literatura y el arte indio clásicos. Las
matemáticas y la astronomía también progresaron mucho. Los científicos dijeron que
la Tierra era un globo que giraba y que los eclipses lunares eran causados por la sombra de
la Tierra al cubrir la Luna. Una universidad budista era tan famosa que a ella llegaban
estudiantes de China y del sureste de Asia para formarse.
Las escuelas hindúes enseñaban sobre todo materias útiles para los debates religiosos,
como gramática, redacción, lógica, poesía y oratoria. Las escuelas tenían mucho dinero
y la educación era gratuita. No obstante, la mayoría de los niños no asistían a ellas, sino que
adquirían una educación práctica en los gremios profesionales de sus padres.

Administración

Los reyes Gupta dejaban en que los lugareños resolvieran su problemas locales, de
modo que la cámara de comercio y los gremios eran los responsables de la
administración de muchas ciudades. La artesanía floreció y la India se hizo famosa por
sus delicados vestidos, el marfil tallado, las perlas y otros productos especiales. El comercio
con otros países se hizo cada vez más importante. Las ciudades aumentaron su prosperidad,
aunque todavía mucha gente pobre siguió viviendo en barrios de chabolas.

Los Hunos invasores


Este periodo de paz y prosperidad empezó a declinar cuando los hunos, procedentes
del Asia central, invadieron la India en torno a 460 a.C. Los indios resistieron durante
algún tiempo, pero el comercio se vio interrumpido, lo que redujo los ingresos del Imperio
Gupta. Sus reyes se fueron debilitando y diversas zonas del imperio se declararon
independientes, momento en que los hunos invadieron de nuevo el país.
En el caos que siguió, la vida en la ciudad desapareció por completo en varias zonas de la
India; para los monasterios budistas fueron malos años. Los reyes Gupta continuaron
gobernando cinco décadas más, pero sólo en su tierra natal de Magadha.
Invasión de los hunos

En torno al año 515, la mayor parte de la India nor-occidental había pasado a formar parte
del imperio de los hunos del Asia central. Poco es lo que se conoce de su gobierno sobre la
India, aparte del hecho de que fueron unos conquistadores crueles que oprimieron a la
población autóctona. Afortunadamente, no gobernaron la India durante mucho tiempo,
pues su imperio se derrumbó cuando fueron derrotados por los turcos a mediados del
siglo VI.
En el año 606, unos años después del último rey Gupta, un jefe brillante y dinámico
llamado Harsha se convirtió en el rey de Kanauj, una ciudad de la llanura del Ganges.
Harsha creó un imperio en el norte de la India, pero mucho más pequeño que el de los
Mauryanos o los Gupta. No consiguió derrotar a los ahora poderosos reinos del sur de la
India, de modo que se contentó con gobernar la llanura del Ganges. Al igual que los Gupta
antes que él, Harsha fue generoso con el dinero y los regalos que entregaba a las
organizaciones hindúes y budistas. También promocionó las artes. Una de las obras
maestras de la literatura sánscrita es una biografía de Harsha escrita para glorificar sus
hazañas. No obstante, al morir tras 40 años en el trono, su imperio se desintegró. La India
tendría que esperar cerca de mil años para que se formara otro imperio.

El sur de la India
El sur de la India esta separado del norte por la cadena montañosa del Vindhya y el río
Narmada, por lo que se desarrolló aislada del norte. Se conoce poco de su primera historia,
pero mientras que las civilizaciones del norte se situaban en las cercanías de grandes ríos, el
sur estaba influido por el mar. Los textos antiguos hablan del comercio de perlas, oro y
piedras preciosas. En el siglo III a.C. se estableció contacto con el Imperio mauryano y
las poderosas familias meridionales, o clanes, pudieron ver otros sistemas políticos.
Esto influiría en el desarrollo de los primeros estados de los cholas, pandyas y cheras. No
obstante, no fue hasta el siglo VI d.C. cuando apareció el primer gran reino meridional.

Imperio Kushan

El sistema de castas en la India


Las varnas (clases sociales) de la época védica fueron el comienzo del sistema de
castas, en el que las personas nacen dentro de un grupo determinado, llamado jati, y
tienen que casarse con alguien del mismo grupo. Las varnas son grupos de jatis. El
sistema de castas está estrechamente relacionado con ideas religiosas referentes a la pureza
ritual y la suciedad, de modo que las varnas y los jatis están ordenados según su grado de
pureza. No resulta sorprendente saber que los brahmanes (sacerdotes) eran los más puros,
mientras que los shudra (campesinos) era los menos puros. Para impedir que la gente más
pura se viera contaminada por la gente que lo era menos había muchas reglas sobre el
adecuado comportamiento. Los que estaban fuera del sistema de castas eran considerados
parias y, por ello «intocables».

El cambiante papel de la mujer en la India


Antes de la aparición del Imperio mauryano, la sociedad india era matriarcal; es
decir, que las mujeres tenían una categoría elevada y el apellido y la propiedad a
menudo se transmitían a través de la línea femenina. No obstante, según se incrementó
la influencia védica en el norte, las mujeres pasaron a estar controladas por los hombres de
sus familias, aunque todavía poseían algunos derechos de propiedad; las mujeres de
categoría elevada recibían una buena educación.
Durante el Imperio mauryano el papel de las mujeres se centró en el matrimonio, pero
las mujeres de clase alta siguieron recibiendo una buena educación. En el periodo
gupta la mayor parte de las mujeres quedó completamente restringida a la vida doméstica.
De hecho, en algunas partes de la India se esperaba que las viudas de clase alta se arrojaran
a la pira funeraria de su esposo muerto para convertirse en sati(mujer virtuosa). Algunas
mujeres de clase alta recibían educación, pero sólo para que pudieran hablar de
forma inteligible con sus esposos. No obstante, la mayoría de las reglas restrictivas contra
las mujeres se aplicaban sólo a las familias de alto rango, puesto que las campesinas tenían
que trabajar junto a sus familias en los campos.

La literatura védica
Los Vedas son la más antigua literatura religiosa india y los textos más antiguos
utilizados todavía en la actualidad por una religión. Están escritos en una versión
antigua del sánscrito. Los cuatro Vedas principales, incluido el famoso Rigveda (el texto
más antiguo), son colecciones de himnos, instrucciones sobre cómo realizar los rituales,
palabras sagradas (mantras) para la oración y encantamientos. Los Vedas datan
aproximadamente del año 1000 a.C. Eran transmitidos como versos memorizados que
cada generación de brahmanes enseñaba a la siguiente. Los Vedas se pusieron por
escrito después de que los indios inventaran la escritura, puede que en torno al año 400 a.C.
Los dos principales poemas épicos de la India, el Mahabharata y el Ramayana están
fechados alrededor de los años 800 a.C. y 500 a.C., pero no se escribieron hasta mil
años después.
Estos poemas épicos mezclan historia y leyenda, proporcionándonos una vívida imagen de
las primeras creencias indias, así como claves sobre la primera historia india.

Las religiones de la India


En la India ha habido muchas religiones desde la llegada de los pueblos védicos, hace 3.000
años. Los textos sagrados antiguos, los Vedas, describen una religión en la cual los
brahmanes, o sacerdotes, realizaban rituales en diferentes ocasiones y a distintos dioses.
Los brahmanes eran los guardianes de la tradición y las únicas personas que poseían
el derecho a realizar sacrificios y otras actividades para los dioses. El papel de los
brahmanes le dio a la religión su nombre moderno: brahmanismo.

Imperio Kushan

Hinduismo

Con el paso del tiempo el brahmanismo cambió lentamente, hasta convertirse en el


hinduismo. Un tipo temprano de hinduismo se formó en los siglos posteriores al Imperio
mauryano (después de 200 a.C.). Los distintos dioses fueron combinados en Visnú, Siva y
sus esposas. Aunque los hindúes no creen en un dios todopoderoso, creen en la unicidad de
la creación.
En la época de los Guptas y sus sucesores (300-700 a.C.), la gente ofrecía su devoción
(bhakti) a Visnú o Siva y los brahmanes fueron perdiendo lentamente su papel como
sacerdotes. Las enseñanzas morales enfatizaban la importancia de vivir según las reglas que
los brahmanes continuaban desarrollando. Los pensadores dieron lugar a seis filosofías de
la religión, el mundo y la vida. Todavía en la actualidad, el hinduismo abraza diferentes
modos de adoración.

Budismo

El budismo, sin embargo, es una religión de un tipo muy diferente. Fue fundada por
Siddartha Gautama (nacido en torno al año 563 a.C.). Éste procedía de una familia
noble y creció en el lujo; pero no era feliz con esa existencia privilegiada y cuando tenía 29
años dejó a su familia para buscar el sentido de la vida. Tras muchos años de vagabundeo,
comenzó a predicar. Llegó a ser conocido como el Buda (el iluminado) y enseñaba que el
método para que la gente evitara el sufrimiento era dejar de desear cosas materiales.
También ofreció ocho reglas para vivir que, de seguirse, traerían paz y calma.
El budismo era popular entre las castas más bajas y en las ciudades, puesto que la
nueva religión era un modo que tenía la gente de evitar el rígido control de los
brahmanes. El budismo se hizo muy popular por toda la India cuando el rey Ashoka se
convirtió a él. Luego alcanzó Sri Lanka y el sureste de Asia y, posteriormente, China, Japón
y Corea. No obstante, el budismo prácticamente desapareció de la India en el siglo xn,
cuando fue invadida por los musulmanes.

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Esparta
Inicio » Edad Antigua » Esparta

Esparta, estaba situada en el alto valle del río Eurotas, en la región de Laconia, al sur de la
península del Peloponeso. Esta ciudad se caracterizaba por su suelo montañoso, con valles
sinuosos, separados por los contrafuertes, que llegan hasta las orillas del mar.
Su territorio se encuentra cruzado por dos cadenas de montañas que están orientadas en
forma paralela: el monte Taigeto, al oeste y el Parnón, al este. Entre ambas corre el río
Eurotas, del norte a sur. A sus orillas se edificó la ciudad de Esparta, relativamente
distante del mar.
Mapa de
Esparta

La organización política de Esparta: Licurgo


La organización política de Esparta es atribuida a Licurgo, legislador espartano que, hacia
884 años a.C. promulgó una constitución que forjó la grandeza de su ciudad.

El Legislador Licrugo

De él se dice que tuvo una gran sabiduría y suma honradez. Después de sus viajes por
Creta, Egipto y Asia donde le habían dado mucha luces, consultó a su regreso al Oráculo
del Delfos y Apolo le señalo como el predestinado para dar una constitución a los
espartanos.

El Gobierno de Esparta

De acuerdo a la legislación espartana, el gobierno estaba conformado por los siguientes


organismos: los reyes, el senado, la asamblea y el eforos.

Los Reyes

Eran en número de dos y pertencían a familias diferentes. La dignidad real era hereditaria.
Uno de ellos era el jefe del ejército y el otro, el sumo sacerdote, que administraba el culto a
los dioses. Este sistema dual garantizaba el buen gobierno, cada rey contrabalanceaba el
poder del otro.

El Senado

Llamado también Gerusía estaba integrado por veintiocho miembros, de familias


honorables de espartanos, todos ellos, mayores de sesenta años de edad. Eran elegidos por
la asamblea y con carácter vitalicio. El Senado tenía funciones legislativas. El Senado con
el tiempo le fue restando las atribuciones de gobierno a los reyes que al final, mantuvieron
solo la jefatura militar.

La Asamblea

Formada por todos los ciudadanos mayores de treinta años, a excepción de los periecos y
los ilotas. La Asamblea nombraba a los senadores y éforos, aprobaban o rechazaban las
leyes presentadas por el Senado.

Los Éforos

Eran cinco magistrados elegidos por la Asamble, que tenían la misión de impedir cualquier
cambio en la estructura política, proteger os privilegios de la clase dirigente contra los
reyes, periecos y los ilotas. Los éforos también debían velar por la educación de la
juventud y el mantenimiento del orden. por último, convocaban la asamblea y obligaban a
los reyes y funcionarios a rendir cuentas, su mandato solo duraba un año, a cuyo término
rendían cuentas de su administración.

Organización Social
La invasión de los dorios ocasionó la separación de la sociedad espartana en tres clases,
diferenciadas entre sí, por consideraciones étnicas, políticas, económicas y culturales.
Estas clases eran: los espartanos o iguales, los periecos o laconios y los ilotas.
Los Espartanos o iguales

Constituían la primera clase social. Eran los descendientes de los dorios, que habían
dominado a los primitivos pobladores. Formaban una verdadera aristocracia. Gracias a
las reformas de Licurgo, todos eran iguales en rango y fortuna.
Eran los únicos que podían elegir y ser elegidos. No debían ejecutar ninguna especie de
trabajo, salvo su constante preparación para la guerra y ciertas funciones políticas.
Esta minoría privilegiada no pasaba de 9000 personas sin embargo dominaban la ciudad
y acumulaban todos los derechos.

Los Periecos o Laconios

Formaban la segunda clase social inferior a la espartana, pero con ciertos derechos
limitados: eran hombres libres, conservaban la propiedad de la tierra a cambio de un tributo
anual, pero, no podían participar en el gobierno.
Estos no eran sino los antiguos propietarios de las tierras, sometidos pacíficamente. Se
dedicaban a las labores artesanales, industriales, agrícolas y comerciales o eran obreros
libres, pero con la obligación de pagar impuestos. Debían cumplir con el servicio militar
en tiempo de guerra. Su número no paso de 30 mil personas.

Los Ilotas

Eran propiedad de la nación, una especia de siervos del Estado puestos a disposición de los
particulares para trabajar la tierra. Les estaba prohibido abandonar la tierra, pero tampoco
podían ser despedidos.
Su suerte era mejor que la de un esclavo, podían tener casa y vivir con su familia en la
parcela que se le daba a cultivar.
Solo se le obligaba a proporcionar cada año al propietario una determinada cantidad de
trigo, vino aceite. No fueron maltratados ya que el Estado en tiempo de paz los necesitaba
para la agricultura y en tiempo de guerra debían defender a los espartanos.

Clase Sociales en Esparta

La Educación en Esparta
La educación en la ciudad de Esparta estaba condicionada por su ideal de vida. En Esparta
la educación estuvo a cargo del gobierno y su fin era formar excelentes soldados.
Cuando nacía un niño era sometido a un Consejo Revisor. Los débiles y deformes eran
arrojados a los abismos de la montaña del Taigeto (2409 metros). Los que merecían vivir
eran devueltos a sus familiares, hasta los 7 años de edad. Después, los niños pasaban a la
tutela del Estado, bajo los cuidados y la vigilancia de los pedagogos.
Se les sometía a ejercicios corporales graduales de salto, carrera, lanzamiento de disco y
jabalina, a cabalgar y a soportar las fatigas y los golpes.
A la preparación gimnástica se le agregaba la preparación de orden espiritual, como leer,
escribir y recitar los poemas homéricos y otros propios de Esparta.
Anualmente eran azotados delante del altar de la diosa Artemisa. No deberían proferir la
menor queja si querían disputar el título de campeón.
A los 17 años, los jóvenes espartanos ingresaban al ejército, bajo juramento de fidelidad a
la patria, a los dioses y a las leyes. A los 30 años se les permitía integrar la Asamblea de los
ciudadanos y solo así podían contraer matrimonio, sin embargo, no estaban completamente
libres. El servicio militar era obligatorio hasta los 60 años.
Las tropas estaban formadas por la infantería y cada hombre se llamaba Hoplita.
A los jóvenes se les inculcaban el civismo que consistía en asistir a las asambleas del
pueblo y respetar a las autoridades. Asimismo, aprendían el uso preciso de las palabras
(laconismo). El amor maternal fortalecía el patriotismo. La madre era capaz de sacrificar a
su hijo, si se había mostrado cobarde en la guerra.
Eran frecuentes las despedidas de las madres de esta manera: vuelve con tu escudo o sobre
tu escudo (mata o muere); si tu espada es corta, darás un paso más en el combate, no te
detengas.
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Antigua Atenas
Inicio » Edad Antigua » Antigua Atenas

Atenas fue el centro histórico principal de la región llamada Atica, situada al sureste de
Grecia Continental. Es una península rocosa, de forma triangular que penetra en el mar
Egeo.
A pesar de ser un región montañosa, tiene tres llanuras importantes. Eleusis, Atenas y
Maratón. El puerto de Atenas era Pireo.
Los atenienses fueron el producto de muchas corrientes pacíficas de migrantes, que se
ubicaron en dicha región. La leyenda más difundida decía que el primer rey había sido
Egeo, cuyo hijo sucesor Teseo, dio esplendor a la ciudad de Atenas.
Mapa de la Antigua Atenas

Organización Política: Las obras de Solón


Desde la segunda mitad del siglo VII a.C. se acentuaba un malestar de orden social en el
Atica, por obra del régimen aristocrático.
Los pequeños propietarios se arruinaban ante la competencia del trigo extranjero. No les
quedaba otro camino que prestarse dinero de los ricos aristócratas; ante la imposibilidad del
pago, quedaban como arrendatarios de sus propias tierras, incluso, se convertían en
esclavos.
A estos problemas se sumaron la inconformidad, de los comerciantes de origen plebeyo y
de los artesanos ante el sistema político que acaparaba la nobleza.
La guerra civil era inminente en Atica y los nobles tenían que hacer concesiones.
Entre las primeras reformas, recordaremos la de Dracón, que por primera vez se
implantaron las leyes escritas y administradas drásticamente por el Estado. A veces, las
faltas más leves eran castigadas con la muerte y la ley, era igual para todos.
Pero fue Solón el mejor árbitro de las diferencias económicas, políticas y sociales.
Solón pertencía a la clase alta de Atenas llamada eupátridas (bien nacidos), y era muy
estimado por su sabiduría y moderación. Natural de Salamina, viajó por muchos países de
Asia entablando amistad con filósofos y artistas. De regreso a su patria conmovido por los
desórdenes, encaró los problemas con sentido práctico para lo cual dio interesantes leyes,
con el fin de restablecer la paz entre los atenienses.
Solón

Principales reformas sociales y económicas de Solón

Entre las reformas que planteó, cabe mencionar las siguientes:

 Su primera medida fue anular definitivamente todas las deudas que perjudicaban al sector
agrícola.
 Ordenó que todos los esclavos por deudas fueran liberados.
 Decretó la anulación de todas las deudas y prohibió los prestamos dando como fianza la
propia persona.
 Orientó la economía hacia el cultivo del olivo y la vid.
 Favoreció la industria y el comercio:
 Reformó el sistema de pesas y medidas:
 Dotó a su ciudad de una moneda más cómoda y liviana.
 Suprimió todos los privilegios de clase: la riqueza adquirida, era la única distinción que
servía para clasificar a la sociedad y establecer sus derechos y deberes.
 Restauró la pequeña propiedad.

De esta manera, Solón, sentó las bases de la futura democracia y patrimonio de la


humanidad.

Reformas de Solón en el aspecto político

En el aspecto político planteó reformas importantes en el gobierno de Atenas, que dio


origen a los tres poderes de la democracia clásica: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El Poder Legislativo

Era integrado por el Senado o Consejo de los Cuatrocientos y la Asamblea Popular.


El Senado o Consejo de los Cuatrocientos
Llamado así porque su nombre provenía del número de senadores elegidos por un año.
Cada senador gozaba de ciertas prerrogativas y ganaban un pequeño sueldo, además de
tener un sitio preferente en el teatro y otros espectáculos.
Su función era preparar las leyes que debían ser sancionadas por la Asamblea Popular.
La Asamblea Popular
Se componía de todos los ciudadanos atenienses, ricos o pobres, de reconocida moral y
mayores de 20 años. las reuniones se realizaban tres veces al mes. Este organismo se
encargaba de aprobar o rechazar las leyes propuestas por le Senado. La votación se hacía en
forma directa levantando la mano.

El Poder Ejecutivo

Estuvo integrado por el Arcontado. Este era un organismo que se encargaba de promulgar
los decretos del Senado.
Estaba conformado por nueve arcontes, elegidos por la Asamblea Popular, entre los
ciudadanos de la primera clase social. Uno de ellos, llamado Arconte Rey, se encargaba de
las fiestas del culto y el juzgamiento de los delitos religiosos. Los demás Arcontes eran
parecido a los ministros de Estado en el día de hoy, y eran los encargados de hacer cumplir
la ley.

El Poder Judicial

Estaba constituido por el Tribunal de los Heliastas y el Areópago.


El tribunal de los Heliastas, lo conformaban los ciudadanos de la cuarta clase social,
mayores de 30 años, estaba constituido por 6000 ciudadanos y se encargaba de
administrar justicia.
El Areópago, era el tribunal supremo de justicia de Atenas, formado exclusivamente por
los ex arcontes. Estos eran vitalicios en sus funciones. Tuvo como atribuciones el cuidado
de la religión, la educación, y la forma de vida. Atendían además los casos de asesinatos
premeditados.

Organización Social de Atenas


En Atenas existió la desigualdad social como en todas las sociedades de la antigüedad. Las
principales clases sociales eran: los ciudadanos, los metecos y los esclavos.

Los Ciudadanos

Conocidos también como atenienses verdaderos, descendían de los jonios. Esta clase llegó
a evolucionar de tal manera que, todos los ciudadanos eran iguales ante la ley. Ejercía el
control del Estado. La ciudadanía era un privilegio que se adquiría por nacimiento y se
transmitía de padres a hijos.

Los Meteos o Extranjeros

Vivían en Atenas dedicados al comercio y a la industria. No eran considerados


ciudadanos, no podían elegir en la Asamblea ni tenían derecho de adquirir propiedad
inmueble. Las personas nacidas en el Atica de padres no atenienses, seguían siendo
forasteros o metecos.

Los Esclavos

Constituían la clase oprimida, conformada por los prisioneros de guerra. Vivían sometidos
a trabajos forzados. Podían ser vendidos pero se les respetaba la vida. Fue la clase social
más numerosa, posiblemente la tercera parte de la población total.

Organización Económica
En Atenas desarrollaron la agricultura y el comercio como actividades fundamentales.

La Agricultura

Los primeros habitantes de Atenas aprovecharon los valles para cultivar algunos cereales
como la cebada, la vida y los higos. Eran zonas de producción agrícola la gran planicie de
Atenas, que se prolongaba hasta más allá del Eleusis; así como la parte oriental de la
llanura de Maratón.

El Comercio

La proximidad de Atenas al mar, hizo que sus habitantes fueran los mejores marinos y
expertos comerciantes de aquel entonces. Por su puerto El Pireo, comerciaban con los
países de Asia, Egipto y sus prósperas colonias.
Se abastecían de frutos y vinos de las islas próximas; de madera y metales de Tracia; de
tapices, perfumes y cristales del Oriente; sobre todo, cereales de las costas del mar de
Mármara y del Mar Negro.
Otras actividades económicas

Las otras actividades económicas realizadas en Atenas fueron la crianza de abejas en las
zonas montañesas como en Himeto, la cual producía excelente miel; la explotación del
marmol en el Pentélico; y la explotación de plata en el Laurión.

El Imperio Colonial Ateniense


Durante la invasión persa, Atenas fue incendiada y destruida. Sin embargo, luego del
triunfo de Salamina, recobró su esplendor hasta convertirse en una gran potencia
colonizadora.
Fue así como muchas familias atenienses, teniendo como base el puerto de Pireo, se
desplazaron en búsqueda de un mejor lugar, fundaron colonias, con fines comerciales,
como las costas del Mar Negro; en la isla de Sicilia, en la que sobresalieron los centros
urbanos de Mesina y Siracusa y en la región africana, la Cirenaica, al Oeste de Egipto. De
este modo surgió un gran imperio colonial, con más de 200 ciudades esparcidas en
Europa, Asia y África.

La educación en Atenas
A diferencia de la educación militar en Esparta, la educación en Atenas tenía como ideal
formar al ser humano corporal e intelectualmente.
En la Antigua Grecia, mientras que las niñas aprendían a coser, bordar, tocar un
instrumento en sus hogares (gineceo), los varones tenían derecho a la educación.
El niño desde que nacía hasta los 7 años permanecía bajo al cuidado de sus padres.
Luego eran enviados a una escuela privada. Iba Acompañado de un esclavo llamado
pedagogo (paidagogo o conductor de niños).
En la escuela se le preparaba en todos los conocimientos que podían servirle en la vida
práctica. Aprendían a leer, escribir, contar y recitar fragmentos de la Iliada y de la
Odisea. También comentaban junto con el maestro las escenas recitadas, destacando las
cualidades como el valor la dignidad, el amor a la patria, la lealtad, etc.
Además se les ensañaba música y gimnasia. Al respecto, Platón decia: Existen dos
disciplinas esenciales: la música para la educación del alma y la gimnasia para la
educación del cuerpo.
A los 14 años pasaban por el gimnasio (palestra), para recibir educación fisica bajo la
dirección de un maestro especial, con la finalidad de fortalecer y desarrollar
armoniosamente su cuerpo. El ideal educativo de los atenienses era el equilibrio entre los
físico y lo espiritual. Al respecto, un pensador griego decía: deseamos para cada hombre
un alma de oro en su cuerpo de hierro.
Entre los 18 y 20 años cumplía el servicio militar llamado efebía. El efebo se preparaba
militarmente y vigilaba los distritos rurales y montaba guardia en las fortalezas.
A los 20 años, al cumplir el servicio militar, prestaban un juramento de fidelidad, con
estas palabras: me someteré a las leyes y obedeceré las ordenes de los magistrados y si
alguien quiere destruir las leyes no lo toleraré, sino combatiré para defenderlas, solo o con
todos. A los 20 años el hombre entraba a al edad adulta y participaba plenamente de los
derechos y deberes del ciudadano.

Escuela en la Antigua Atenas

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Cultura Hebrea
Inicio » Edad Antigua » Cultura Hebrea

La cultura Hebrea o judíos quienes formaban la cultura Hebrea se asentaron en la


región de Palestina, territorio que forma en la actualidad Israel, llamada en la
antigüedad el País del Canaán o Tierra Prometida. Estaba situada al sur de Siria, en el
Asia Menor.
Limitaba por el norte con fenicia y Siria por el sur, con el desierto del Sinaí; por el este,
con el desierto de Arabia; y por el oeste, con el mar Mediterráneo.

Mapa de la Cultura Hebrea

1. Descripción
Palestina comprende unos 25000 km2 de superficie. Está atravesado por el río Jordán, que
recorre de norte a sur. Este río nace en el monte Hermón y desagua en el mar Muerto, a
400 metros bajo el nivel del mar.
En el mar Muerto no existe vida animal ni vegetal, por que sus aguas están cargadas de sal
y betún. Sus orillas demuestran haber tenido gran actividad volcánica, la que es relacionada
con la tradición bíblica con la desaparición de sodoma y Gomorra.
La mayor parte de su territorio es árido o desértico; pero sus colinas están cubiertas de
bosques, como los montes Tabor, Nebo y los Olivos. Su clima es caluroso y seco. Sus
suelos son propicios para el pastoreo y el cultivo de vid, higuera y olivo. Sus tierras fértiles
son escasas y se localizan a lo largo del río Jordán.
En la antigüedad, Palestina comprendía tres regiones: Galilea, al norte, con su capital
Nazaret; Samaria, al centro, con su capital Samaria; y Judea, al sur, con su capital
Jerusalén.

2. Evolución histórica
2.1 Antecedentes históricos

Los primeros habitantes que se establecieron en Palestina fueron los cananeos, de origen
semita, aproximadamente en el tercer milenio a.c. Estos pobladores primitivos tuvieron que
soportar los ataques constantes de las tribus del desierto que ambicionaban sus tierras, por
su fertilidad, hasta que en los siglos XIV y XV a.C. tuvieron que ceder al avance de la
cultura hebrea.
Los hebreos o judíos formaban una tribu de raza semita que vivían en la región de Ur, en
el valle de la Mesopotamia. 2000 años antes de Cristo abandonaron la región de Ur y se
trasladaron a Siria. Algunas tribus avanzaron llevando sus rebaños y se infiltraron en la
región de Canaán, donde recibieron el nombre de hebreos, que significa: “desde allá, el que
viene del más allá del Eufrates”. Posteriormente algunas tribus judías, aprovechando la
conquista de Egipto por los icsos, semitas como ellos, se instalaron en el delta del río Nilo,
donde permanecieron durante 500 años. Después de la expulsión de los icsos, los israelitas
quedaron en cautiverio, obligados a trabajos forzados y perseguidos, por los egipcios.
Mapa de la migración de los Hebreos

2.2 Periodos de su historia

El pueblo hebreo, a través de su historia, ha pasado por tres períodos: el de los


Patriarcas,el de los Jueces y el de los Reyes.

2.2.1 Período de los Patriarcas

Se llama así al período en que las tribus hebrea eran gobernadas por los ancianos a
quienes se les llamaban patriarcas. El Patriarca era el jefe, y como tal, ejercía la máxima
autoridad sobre las personas y bienes. También era el padre, juez, sacerdote y jefe del
ejército.
Entre los patriarcas destacaron: Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés.

a. Abraham

Abraham fue el primer patriarca. Nació en la ciudad de Ur, en mesopotamia. La biblia nos
relata que a los 75 años este patriarca oyó la voz de Dios, que le ordenaba abandonar la
tierra de Ur para conducir a su pueblo a la tierra prometida o país del Canaán. Los
historiadores aseguran que dicho acontecimiento ocurrió en el reinado de Hamurabi,
hacia el años 2050 a.C.
b. Jacob

Jacob fue hijo de Isaac y Rebeca, llamado también Israel, que quiere decir el que lucha con
Dios. Se casó en Caldea y se trasladó a Palestina. Tuvo 12 hijos. Ellos fueron los
fundadores de las 12 tribus de Israel. Uno de ellos, llamado José, era el que tenía todas las
preferencias de su padre, lo que generó la envidia de sus hermanos, quienes lo vendieron a
unos mercaderes. Estos, a su vez, lo vendieron a Putifar, funcionario egipcio.
En cierta ocasión, el faraón Apopi había soñado que siete vacas gordas eran devoradas por
siete vacas flacas. Ante el fracaso de los mejores adivinos del imperio, José interpretó
acertadamente este sueño, manifestando que a siete años de abundancia, en el que se tendría
que reservar los excedentes de cosecha, le seguirían otros siete años de sequía y miseria. El
faraón maravillado por la interpretación lo nombró ministro. Después de algunos años,
llegó la hambruna y miseria anunciadas. Un día, José reconoció a sus hermanos que habían
llegado en busca de granos. Este también se hizo reconocer, los perdonó y los mandó que
trasladasen a su anciano padre Jacob, para instalarlo en las fértiles tierras del delta del río
Nilo.

c. Moisés

Los israelitas se multiplicaron en Egipto y debido a su origen despertaron odio y recelo de


los faraones. Fueron sometidos a la esclavitud y a realizar trabajos forzados, como la
construcción de gigantescos templos, palacios, pirámides y caminos. En estas
circunstancias apareció Moisés para liberar a su pueblo.
La Biblia manifiesta que el faraón ordenó, ante el incremento del pueblo hebreo que fueran
sacrificados los recién nacidos. Una mujer de la tribu de Levi escondió a su hijo en una
cesta embreada y lo depositó en el río Nilo, en el lugar en que acostumbraba bañarse la hija
del faraón. La referida princesa encontró el cesto con el niño, dispuso su rescate y le puso el
nombre de Moisés, que quiere decir salvado de las aguas.
Cuando este patriarca tenía cuarenta años, Dios se le apareció y le ordenó liberar a los hijos
de Israel del yugo egipcio.
La partida del pueblo hebreo hacia el desierto del Sinaí hasta la “tierra prometida”. En el
viaje, Moisés consolidó el monoteísmo religioso con la que hace que su pueblo crea en un
solo Dios al recibir los 10 mandamientos de Jehová en el monte Sinaí.
Moises el éxodo

2.2.2 Periodo de los Jueces

También llamado del “afianzamiento nacional”. Los hebreos se constituyen como nación
por primera vez. Moisés murió antes de entrar en Canaán, la “tierra prometida”. Josué guió
al pueblo en su conquista ya que estaba ocupada por otros pueblos. La cultura hebrea logró
tomar posesión en el siglo XII a. de C. conducida cada tribu por un jefe militar y religioso
llamado Juez. Adoptaron la forma de vida sedentaria formando pueblos y ciudades.
Los Jueces que gobernaron Israel son:

 Otoniel: (Jue 3:7-11)


 Aod: (Jue 3:15)
 Samgar: (Jue 3:31)
 Débora (Y Barac): (Jue 4-5)
 Gedeón: (Jue 6-8)
 Tola: (Jue 10:1)
 Jair: (Jue 10:3)
 Jefté: (Jue 10:6-12:7)
 Ibzán: (Jue 12:8)
 Elón: (Jue 12:11)
 Abdón: (Jue 12:13)
 Sansón: (Jue 13-16)
 Sacerdote Elí: (1Sam 4:18)
 Samuel: (1Sam 7:15)

Entre los principales encontramos a los siguientes:


a. Débora

Uno de los primeros jueces fue una mujer , ella era profetisa y fue famosa por sentarse bajo
una palmera donde cualquiera podía buscar su consejo y desde donde emitía las órdenes de
batalla.
Barak, el mayor guerrero de esa época, se negaba a ir a la batalla sin ella. Juntos dirigían a
las tropas en contra del ejército canaanita que era mucho más grande y que estaba apoyado
por 900 carrozas de hierro, mientras que Israel no contaba con ninguna.
En la víspera de la batalla, Barak dudaba si los guerreros israelíes podrían pelear frente a
este oponente tan fuerte, pero Déborah se mantuvo firme. Una tormenta inesperada se
desató en el cielo y el aguacero resultante convirtió el terreno en barro; el hierro de los
carros quedó atascado y los canaanitas entraron en pánico.
De esa forma, se cumplió la profecía de Déborah, que decía que “éste es el día en que Dios
entregará a Sisera en vuestras manos*.

b. Gedeón

El cual significa “Destructor”, “Guerrero poderoso”, fue un juez y guerrero del Antiguo
Israel. Fue el quinto de los jueces del pueblo judío y es considerado como uno de los más
sobresalientes por la magnitud de su “obra guerrera” contra uno de los pueblos enemigos de
Israel: los madianitas. Hijo de Joás de la tribu de Manasés.
En sustancia, la vida de Gedeón se sitúa tras el asentamiento de los judíos en el llano de
Ofrá donde habían asimilado los cultos idolátricos de las poblaciones aledañas. Tras esa
infidelidad, Yahveh les habría castigado enviando tribus nómadas y grupos de amalecitas y
madianitas a hacerles la guerra. En esos combates, dos hermanos de Gedeón habrían sido
asesinados. Los israelitas se arrepintieron y pidieron perdón. Yahveh envió a su ángel a
hablar con Gedeón para anunciarle que sería el libertador de su pueblo. Éste pidió una
prueba, tras un diálogo algo sarcástico con el ángel. Este último le dio la prueba que pedía
abrasando un sacrificio con fuego milagroso. Al día siguiente Gedeón destruyó el altar de
Baal y ante la indignación del pueblo, Joás, su padre, le defendió diciendo que si Baal era
dios, se encargaría de castigar el sacrilegio. Desde ese día fue conocido como Gedeón
Jerobaal.

c. Jefté

Hijo de Galaad, Jefté fue desheredado y expulsado por sus medio hermanos, por lo que se
trasladó a la región de Tob. Sin embargo Los ancianos de Galaad intentaron convencerlo
que los liderara en la guerra contra los amonitas, iniciada poco tiempo antes, a lo que Jefté
se negó, a menos que después de la guerra conservara la posición de liderazgo, cosa que los
ancianos aceptaron.
Jefté, luego de haber amenazado a los amonitas juró que el primero que atraviese la puerta
de mi casa para salir a saludarme después de mi victoria sobre los amonitas, será para
Yahveh y lo sacrificaré por el fuego o cualquiera que me saliere a recibir de las puertas de
mi casa, cuando volviere de los Amonitas en paz, será de Jehová, y le ofreceré en
holocausto.
Luego ganó la batalla con facilidad. Al volver victorioso, lo sale a recibir su única hija. Él
se lamenta (rasga sus vestiduras), pues no puede echarse atrás en su promesa. Su hija le
dice que debe honrar su promesa. Le pide a su padre llorar su virginidad por dos meses, y
vuelve a cumplir el voto, a diferencia del sacrificio no realizado de Abraham (impedido por
un ángel), el de Jefté sí fue consumado, pero no precisamente como se infiere, sino como
dedicación de su vida a Dios prescindiendo del matrimonio.

d. Sansón

Sansón fue un juez famoso por su fuerza de superhéroe y por conducir la pelea contra el
mayor enemigo de Israel: los filisteos.
Sansón, que juzgó a Israel por 20 años, fue uno de los que se enfrentó a los filisteos. Él era
un nazir (que es una forma de penitencia en la que la persona se abstiene temporalmente de
cortarse el pelo y de beber vino).
Para debilitar a los filisteos, fingió unirse a ellos, tomando deliberadamente a una mujer
filistea como esposa llamada Dalila, ella se dio cuenta de que Sansón era la principal
amenaza para su pueblo. Después de muchos intentos fallidos y muchas súplicas, ella
finalmente logró que Sansón le revelase el secreto de su fuerza sobrenatural, luego de lo
cual le cortó el pelo mientras dormía. Como resultado, los filisteos pudieron capturarlo,
cegarlo y encerrarlo en prisión.
Cuando el cabello de Sansón creció, su fuerza sobrenatural regresó.
En la ejecución publica de sansón este derribó las columnas del templo, con lo que la
construcción colapsó, matando a todos los que estaban adentro.

Sansón y Dalila
e. Samuel

En el tiempo en que apareció Samuel, el pueblo judío había pasado cerca de 400 años sin
un liderazgo central.Cuando Samuel era joven, viajaba por la tierra dictando la ley judía y
dando consejos al pueblo, pero ahora que había envejecido, ya no lo podía hacer. Mientras
tanto sus dos hijos, que habían asumido su rol, probaron no ser queridos por el pueblo.
Entonces fue enviada una delegación para pedirle a Samuel que ungiese a un rey en su
lugar:
Y le dijeron “He aquí que tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora
pues. Pon sobre nosotros un rey que nos juzgue, como todas las naciones.
Samuel no lo quería hacer, pero Dios le dio el visto bueno y encontró un rey para el pueblo.
Y así es como se cerró el período de los Jueces. Samuel actuó como líder por 13 años y en
los dos últimos dirigió al pueblo judío junto con el primer rey judío, cuyo nombre era Saúl.

2.2.3 Período de los reyes

Se denomina así al período en que los hebreos eran gobernados por los reyes. Surgió por la
necesidad de unificar y defenderse contra sus enemigos, los filisteos de la costa y los
nómades del desierto, para lo cual contaron con un gran espíritu de solidaridad, unidad
religiosa y el ejemplo de las grandes monarquías de Egipto y Mesopotamía.
Los principales reyes fueron: Saúl, David y Salomón.

a. SAÚL

Fue nombrado rey a petición del pueblo. Durante su gobierno organizó un magnífico
ejército, que le permitió a la cultura hebrea vivir en paz y asegurar sus fronteras.
Convertido en brillante guerrero, combatió a los filisteos y a los nómades del desierto.

b. DAVID

Se hizo famoso por su valiente hazaña de dar muerte con su honda al gigantesco guerrero
filisteo llamado Goliat.
David fue un rey profeta, verdadero creador del Estado Hebreo. Fundó la capital del reino
en los restos de las fortaleza de jebús, a la que llamó Jerusalén, ciudad que fue símbolo de
la unidad religiosa y política del pueblo judío. Condujo con gran pompa a esta ciudadela el
Araca de la Alianza.
Este era un cofre de cedro, donde los hebreos guardaban las Tablas de la Ley, que
celosamente habían conservado durante sus andanzas por el desierto.
El rey profeta había establecido un poderoso ejército con el cual sometió fácilmente a sus
enemigos (filisteos, moabitas, madianitas, amalecitas, amonitas y sirios). Durante su
gobierno el dominio de la cultura hebrea se extendió desde el río Eufrates hasta el mar
Rojo, con excepción de Fenicia.
La aparente unidad del Estado de Israel fue turbada por conspiraciones palaciegas contra
David, hasta el punto de que su hijo Absalón se sublevó contra su autoridad. David puso
vencerlo gracias a sus mercenarios, quienes le dieron muerte. Esta muerte le causó
profundo pesar y le inspiró admirables poesías.
David y Goliat

c. SALOMÓN

A la muerte de David le sucedió en el trono su hijo preferido Salomón. En su reinado, los


hebreos adquirieron un gran desarrollo material, particularmente en la actividad comercial,
con cuyas riquezas embellecieron su capital y construyeron el templo de Jerusalén, en siete
años.
Este templo se edificó según las indicaciones de David, en el lugar donde se encontraba el
Arca de la Alianza, por artesanos cananeos y fenicios. Sus muros eran de grandes bloques
de piedra y los ensamblajes, de cedro dorado y esculpido.
El templo comprendía un recinto de acceso público; un patio atrio de los sacerdotes, en el
cual había un altar para los sacrificios y una fuente de bronce con agua para las
purificaciones; y un santuario que se dividía en dos cámaras: en una adornada por diez
candelabros de siete brazos, se quemaba incienso; en la otra, se guardaba el Arca de la
Alianza.

2.3 El Cisma

Se denomina cisma a la división del pueblo hebreo en dos reinos: el de Israel y el de Judá.
Esto se debió a que las tribus de la región central y del norte se negaron a pagar los tributos
implantados por Salomón.

2.3.1 El reino de Israel

Comprendía las diez tribus del norte y aclamaron por rey a Jeroboan. Este reino era mas
extenso y poderoso que Judá. Su capital fue la ciudad de Samaria.
Sus soberanos contraían matrimonio, en algunas oportunidades con princesas extranjeras,
permitiendo la penetración de nuevos religiosos.
2.3.2 El reino de Judá

Comprendía las dos tribus del sur: Judá y Benjamín, que permanecieron fiel a su rey
Roboam, hijo de Salomón y heredero legítimo del reino. Tenía por capital a la ciudad de
Jerusalén. Conservaron y desarrollaron las enseñanzas bíblicas.
Ambos reinos vivían en constantes contradicciones internas. Estas querellas generaron, en
Israel y Judá, la aparición de los profetas.

2.4 Los Profetas

Los profetas eran hombres de condición humilde; una especie de oradores populares,
inspirados por Dios. Lucharon ardorosamente por defender la pureza de la religión hebrea.
Vivían retirados en el desierto y en las montañas dedicados a la meditación y a la oración.
Visitaban también a las tribus, predicando profecías y penitencias o recordando al pueblo
sus deberes para con Jehová. Anunciaban severos castigos para aquellos que incumplieran
el Decálogo de los mandamientos de Dios.
Los principales profetas fueron: Elías, Amós, Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel.

ELIAS

Este profeta acusó al rey Acab de Israel de haber traicionado la religión y profetizó su
muerte, quien efectivamente murió a los pocos años en una batalla campal.

AMOS

Fue un predicador religioso en el sur de Palestina. Fustigó el lujo de los potentados, su


corrupción, su avaricia y su crueldad para con los desposeídos.

ISAIAS

Vivió en Judá, exaltó el sentimiento religioso y profetizó la ruina de Samaria y Jerusalén.

JEREMIAS

Afirmó la universalidad de Jehová y anuncio la caída de Jerusalén en manos de


Nabucodonosor. Escribió sus famosos versos de dolor y tristeza en su obra denominada las
“Lamentaciones”. Jeremías hizo de la religión la base duradera de la nacionalidad judía, al
margen de la independencia política.

EZEQUIEL

Apareció en la época del cautiverio, en Babilonia. Predicó la fe profunda en Jehová y el


retorno del pueblo hebreo a la libertad y el esplendor.
2.5 Dispersión de los Judíos
2.5.1 Los dos reinos fueron absorbidos por los grandes imperios.

Israel fue conquistado por el poderoso ejército asirio, en el año 722 a.C.
Judá, mantuvo su independencia por más de un siglo y se libró de la conquista asiria. En el
año 597 a.C. Nabucodonosor sometió al reino de Judá y redujo al cautiverio, en Babilonia,
al rey y a las clases altas.
La destrucción del reino judío, repercutió sobre la vida política y sus propias creencias de
los hebreos. Como consecuencia aparecieron distintas sectas que se disputaban entre sí,
como la de los fariseos, saduceos y escenios.
Los fariseos, condenaban todas las prácticas supersticiosas y proclamaban la aplicación
estricta del mosaísmo o la “ley de Moisés”.
Los saduceos, también defensores del mosaísmo. Negaban la inmortalidad del alma y los
castigos y premios más allá de la vida. Además, aseguraban que la felicidad se conseguía
con el goce de los bienes terrenales.
Los escenios, fueron pequeñas comunidades defensoras de la ley de Moisés y de una moral
extremadamente severa.
La aparición de Cristo acentuó más estas diferencias religiosas, ya que muchos judíos
abrazaron la nueva religión cristiana y otros, la combatieron.

2.5.2 La Diáspora

La diáspora es el proceso de dispersión de los judíos. Esto se produjo en el gobierno del


emperador romano Tito, quien castigó una rebelión independentista judía, en el año 70 a.C.
Después de apoderarse y saquear Jerusalén, muchos judíos fueron vendidos como esclavos
y otros expulsados de su país, fueron diseminados por todo el imperio romano.
Los judíos no pudieron recuperar su libertad política, pues sufrieron sucesivas
dominaciones de los persas, griegos, romanos, árabes,turcos e ingleses. Sin embargo,
mantuvieron su nacionalismo judío a través de una fe profunda, sin mezclarse con
poblaciones de origen distinto.

3. Organización Económica
La organización económica de los hebreos cambió cuando se establecieron en las tierras de
Canaán. De pastores nómadas se convirtieron en agricultores sedentarios. Muchos llegaron
a enriquecerse y convertirse en terratenientes, con servidumbre y numerosos esclavos.

3.1 La propiedad

La igualdad primitiva sobrevivió a través del año sabático, que consistía en que un año de
cada siete, era necesario dejar en reposo los campos, cediendo a los pobres lo que la tierra
produjera por sí misma.
También se celebraba el año del jubileo, fiesta solemne que realizaban cada cincuenta
años(siete veces siete años) en la que además de dejar en reposo las tierras, volvían a sus
dueños originales las fincas vendidas y recobraban su libertad los esclavos.
3.2 Producción Agropecuaria

Los hebreos se destacaron en agricultura y sobresalieron en el cultivo del trigo, la cebada,


la vid, el olivo y las higueras. En sus campos pastaban cabras, asnos, ovejas y bueyes.

3.3 El Comercio

El comercio y la industria prosperaron especialmente durante el rey Salomón.


Se comercializaban mediante caravanas por tierra y por medio de embarcaciones con los
pueblos del Mediterráneo Oriental y del mar Rojo, para lo cual contó con el equipamiento y
guía de los fenicios.
– La tierra le proporcionaba trigo, aceite y miel que se cambiaban por la madera y
productos manufacturados de Fenicia.
– Del misterioso país de Ophir (costa de Somalía, África), traían oro, piedras preciosas y
maderas raras.
– Las especias y el incienso se importaban del reino de Saba (Arabia) a Palestina, que luego
se distribuía en Egipto, Siria y Fenicia.
– Se establecieron relaciones comerciales entre Palestina y Tiro, ciudad fenicia que
dominaba el Mediterráneo.

4. Aporte de la cultura Hebrea a la Cultura Universal


Los hebreos desarrollaron y aportaron al mundo, aspectos fundamentales de carácter
religioso, hasta hoy día vigentes. Entre sus aportes tenemos: el monoteísmo, la biblia y el
Decálogo.

4.1 El Monoteísmo

El pueblo hebreo tuvo la convicción de creer en un solo Dios Universal, llamado Jehová,
creador de todas las cosas.
Esto fue producto de una larga evolución religiosa, cristalizada por Moisés, quien
impulsó vigorosamente el monoteísmo durante 40 años de vida errante a través del
desierto, luego del éxodo.

4.2 La Biblia

La palabra Biblia viene de la voz griega biblos, que significa libro. En efecto, la biblia es el
conjunto de Libros Sagrados o Sagradas Escrituras del pueblo judío y de las religiones
cristianas. Por su profundo contenido religioso, filosófico y literario, está considerado como
la obra más hermosa de la humanidad. Se encuentra formando diversos libros, todos
reunidos en un solo cuerpo. Se divide en dos partes: el Antiguo y el Nuevo Testamento.
La Biblia

4.2.1 El Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento es la historia de la civilización y cultura del pueblo hebreo, como


elegido de Dios y depositario de sus promesas mesiánicas de salvación del mundo.
Comprende los siguientes libros:
El Pentateuco: Es la primera parte y comprende cinco libros:

 El Génesis,donde se relatan la creación del mundo, el diluvio y la historia de los patriarcas.


 El Exodo, que explica la salida de Egipto del pueblo hebreo y la recepción de la Ley de
Moisés.
 El Levítico, que se refiere a la tribu de Leví y se recopilan las prescripciones del culto.
 Los Números, donde se narra la marcha de los hebreos desde el Sinaí hasta Palestina.
 El Deuteronomio, que contiene la segunda ley, referente a la justicia y el amor.

Los Proféticos: Es la segunda parte del Antiguo Testamento, formado por veintiún libros
que relatan minuciosamente las predicciones de los profetas.
Los Hagiógrafos: Es la tercera parte del Antiguo Testamento, integrada por quince libros
de carácter religioso, moral y poético.
El Talmud: Es el libro escrito por los judíos, varios siglos después del cautiverio, para
afirmar y conservar sus creencias, amenazadas por el contacto con los extranjeros.

El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento es, para los cristianos, la historia de la realización y cumplimiento, en


la persona de Cristo, de las antiguas profecías mesiánicas.
Esta parte de la Biblia fue escrita por los apóstoles de Jesús y comprende los cuatro
Evangelios- la “buena noticia o buena nueva”- de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San
Juan, que narran la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Además contiene “Los Hechos de
los Apóstoles”, “Las Epístolas” y el “Apocalipsis” de San Juan.

El Decálogo

El Decálogo contiene las diez normas o mandamientos, que según la tradición bíblica,
fueron entregados a Moisés en el monte Sinaí. Estas normas son las siguientes:
1. Yo soy Jehová, tu Dios que te ha librado de la esclavitud de Egipto. No tendrás dioses
delante de mí.
2. No harás imágenes talladas (ídolos); ni te inclinarás a ellas, ni las honrarás.
3. No tomarás en vano el nombre de Jehová, tu Dios.
4. Te acordarás del día Sábado para santificarlo; trabajarás durante seis días, pero el sétimo
no harás ninguna labor.
5. Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra.
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No robarás.
9. No levantarás falsos testimonios a tu prójimo.
10. No codiciarás la mujer de tu prójimo; ni su casa, ni nada que le pertenezca.

Tablas de los 10 mandamientos

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Decadencia y División del Imperio
Romano
Inicio » Edad Antigua » Decadencia y División del Imperio Romano

El Imperio Romano empezó su decadencia apartar del siglo III d.C. padeciendo una
larga y penosa agonía, por la incapacidad de sus emperadores. Estos no supieron controlar
la crisis interna y tampoco pudieron detener las invasiones de los bárbaros.

1. CAUSAS INTERNAS
1.1 DEBILIDAD DEL GOBIERNO ROMANO

Tuvo su origen en la mala gestión de los gobernantes, corrupción de los funcionarios y la


ambición de los generales, los cuales desataron las guerras civiles por más de un siglo.
En estas condiciones el ejército se torno poderoso y ambicioso, eligiendo como
emperadores a sus generales, y después de un tiempo lo asesinaban.
Otra causa fueron las persecuciones de los emperadores contra los cristianos y la crisis
social y económica.

1.2 DIVISIÓN DEL IMPERIO

Teodosio el último emperador romano de origen español, antes de morir dividió el Imperio
entre sus hijos. Arcadio y Honorio, en el año 395 d.C.
Arcadio, el mayor, gobernó el Imperio Romano de Oriente: que comprendía los
territorios de Grecia, Macedonia, Turquía, Siria, Palestina y Egipto. La capital fue
Constantinopla.
Honorio el menor, reino en el Imperio Romano de Occidente; los territorios que en la
actualidad pertenecen a Italia, Francia, España, Portugal, Inglaterra y el norte de África. La
capital fue la ciudad de Milán, pero en la práctica siguió siendo Roma.

Mapa de la division del imperio romano

2. CAUSAS EXTERNAS
2.1 LAS INVASIONES BÁRBARAS

Los bárbaros era tribus que vivían fuera de los límites del Imperio Romano y que no habían
sido dominados. Eran pueblos que se dedicaron a la agricultura y el pastoreo.
Procedentes de diversos puntos de Europa y Asia, invadieron el Imperio Romano en
distintas épocas. Algunos grupos ingresaron de forma pacífica a servir al ejército, en las
labores del campo y de la industria.
2.2 LAS PRINCIPALES INVASIONES
a. Los Visigodos

Procedentes de la región del Danubio. Ocuparon el sur de las Galias y la península Iberica,
donde implantaron el Reino Visigodo, con su capital en Toledo.

b. Los Ostrogodos

Empujados por los hunos, de las orillas del mar Negro, invadieron Italia y allí fundaron el
Reino Ostrogodo.

c. Los Anglos y los Sajones

Tribus de las costas del mar del norte, cruzaron el Canal de la Mancha y se establecieron en
Inglaterra.

d. Los Suevos, Vándalos y Alanos

Ante la presión de los Hunos, los Alamos abandonaron sus tierras al sur de Rusia y por el
río Danubio llegaron al territorio de los Vándalos y Suevos. Estas tribus unidas,
franquearon el río Rin y fueron rechazados por los romanos en Galia. Vencidos se
dirigieron hacia el oeste y ocuparon España.

e. Los Vandalos

Ocuparon posteriormente el norte de África; desde allí cruzaron el Mediterráneo y


saquearon Roma.

f. Los Hunos

Procedentes de Mongolia, al mando de Atila, atravesaron el río Rin, devastaron Bélgica y


llegaron al norte de Galia. Atila llamado el Azote de Dios, fue vencido por un ejercito
bárbaro-romano al mando del general romano Aecio, en la batalla de los Campos
Catalaunicos a orillas del río Marne. El siguiente año desde Germania, invadieron
nuevamente Italia, pero no devasto Roma gracias a la intervención del Papa León I.
Después de aterrar por medio siglo, Atila se retiro a la región del Danubio, donde murió,
disipándose la amenaza de los Hunos sobre Europa.

g. Los Francos y Burgundios

Ellos vinieron desde Germania, cruzaron el río Rin y se establecieron en Galia.

3. CAIDA DEL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE


Después de una serie de emperadores en Roma, asumió el poder Rómulo Augústulo, un
niño de diez años. De esta situación e aprovecho Odoacro, jefe bárbaro de los Hérulos,
quien el 476 d.C. a la cabeza de su tropa invadió Italia y depuso al emperador.
El Imperio Romano de Occidente llegaba a su fin. Solo continuo vigente el Imperio
Romano de Oriente, con su capital en Constantinopla.

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El Imperio Romano
Inicio » Edad Antigua » El Imperio Romano

Se llama Imperio Romano a la etapa de la historia romana, en la que Roma fue gobernada
por emperadores. Estos implantaron el gobierno absoluto, concentrando en una persona
todos los poderes: político, administrativos, religiosos y militares.
Esta etapa se inició en el año 29 a.C. con el gobierno de Augusto (Octavio) y concluyó con
Rómulo Augústulo en el año 476 d.C.
El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el oeste
de Asia y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza,
los países situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia Menor y el norte de
África.
Mapa Imperio Romano

1. ESTABLECIMIENTO DEL IMPERIO ROMANO


Después de vencer a Antonio en el Egipto, Octavio fue dueño absoluto del mundo romano.
Entro triunfalmente en Roma y en agosto del año 29 d.C. cerró el templo de Jano, la paz
reinaba tras un siglo de conquistas y guerras civiles. El pueblo y el Senado le rindieron
grandes honores y le dieron los siguientes títulos: Imperator, Gran Pontífice, Principe
del Senado, Augustus (persona grata) y por último Cesar, nombre de su padre adoptivo.
En consecuencia Octavio paso a ser el primer emperador de Roma con el nombre de
Augusto, asumiendo todos los poderes y afianzando el dominio del Imperio Romano. Su
época fue conocida como El Siglo de Augusto.
Augusto reinó con acierto, prudencia y justicia, teniendo en cuenta los intereses del pueblo
y de la burguesía. Asimismo se preocupó del Senado y de las Asambleas.

2. OBRAS DEL GOBIERNO DE AUGUSTO


Augusto emprendió la gran tarea de reorganizar el Imperio Romano, introduciendo grandes
reformas.
2.1 Reformas en el Aspecto Político

El Emperador era la máxima autoridad política, religiosa y militar en el Impero Romano.


El Senado le concedió todas las atribuciones.
El Senado acataba las ordenes del Emperador, Se les gana o se les extermina era lo que
solía decir Augusto. El año 28 d.C. purgó a los indignos y se nombró Principe del Senado.
Para garantizar una eficaz administración, algunas provincias fueron cedidas a los
Senadores. A estas se les llamó Provincias Senatoriales.
Las Prefecturas eran las instituciones encargadas de velar por el bienestar de la población.

Organizacion Política del


Imperio Romano

2.2 Reformas en el Aspecto Social

La Nobleza como siempre seguía teniendo el poder, pero no en lo político.


La Clase Media había desaparecido. En cambio aumento la clase plebeya, en su gran
mayoría eran desocupados y se conformaban con las donaciones que les daba el gobierno,
en dinero, cereales, agua, juegos y espectáculos públicos.
Augusto se gano la simpatía de los burgueses, dádonles cargos en el Senado, inspectores
financieros, gobernadores de provincias menores y prefecturas.
Los esclavos habían aumentado por las constantes conquistas. Se dedicaban a los servicios
domésticos, la agricultura, la minería, las artesanías y las grandes construcciones.

2.3 Reformas en el Aspecto Económico

El latifundio arruinó la agricultura, por que los campesinos sin tierras emigraron a Roma.
Por este motivo se empezó a importar trigo.
La minería prospero gracias a las provincias conquistadas, ricas en minerales y a la
disponibilidad de gran cantidad de esclavos en los mercados.
El comercio se intensificó con la construcción del puerto de Ostia, donde desembarcaban
los productos de occidente, y en el puerto de Pozzoli para los productos de oriente.
Se importaban; metales de España; ámbar, perfumes, especias, sedas y piedras preciosas del
Extremo Oriente; etc.

3. FLORECIMIENTO CULTURAL
Se denomina Siglo de Augusto al florecimiento cultural que tuvo Roma durante el
gobierno de Augusto (27 a.C. al 14 d.C.).Los escritores y artistas exaltaron las virtudes
antiguas, la religión tradicional y sus costumbres.
Bajo este periodo de paz, los arquitectos y artistas transformaron Roma, conviertiéndola en
una ciudad imponente.Todo esto fue posible al gobierno de Augusto y el apoyo de los
protectores de la cultura, como Agripa y Mecenas. Augusto declaro alguna vez encontre
una ciudad de ladrillo y dejo una ciudad de marmol.
El siglo de Augusto en Roma ha sido comparada con el Siglo de Pericles en Grecia. Las
culturas grecolatinas, en su conjunto constituyen la Cultura Clásica de la Antigüedad.

3.1 LAS LETRAS

Durante el Siglo de Augusto los romanos sobresalieron en Poesía, Historia, Filosofía y


Oratoria.

a. La poesía

Publio Virgilio Marón llamado Cisne de Mantua, fue el más grande poeta latino.
Protegiendo de Augusto y Mecenas, quienes lo inspiraron para que cantaran un himno a la
patria latina, fue el autor de tres poemas importantes: La Eneida, en la que canta los
orígenes de Roma. El personaje principal es el héroe troyano Eneas. Es una epopeya
nacional, que ensalza la gloria de Roma y de Augusto, descendientes de Eneas y su misión
imperial. Las Bucolicas o Eglogas en la que canta la vida del campo y del hogar y las Las
Geórgicas, poema en el que exalta las faenas agrícolas, olvidadas por el ejercicio de las
armas.
Horacio, poeta latino. Al igual que Virgilio, fue amigo y protegido de Mecenas. Es el poeta
del amor y la felicidad; de los placeres de la amistad. Escribió las Odas, obra importante en
la que canta la grandeza de la Roma de Augusto, las virtudes de los antepasados y la paz de
la vida de campo. También escribió otros poemas las Satiras y las Epistolas.
Publio Ovidio Nasón, fue un versista. Sus obras fueron El arte de Amar, que consiste en
un código del amor camal; Las Heroídas, carta de versos escritas por las heroínas
mitológicas a sus amantes; La Metamorfosis en cuyos versos canta la historia de los dioses
y de los héroes de los tiempos fabulosos; Los Fastos y Los Tristes en la que refleja sus
propios sentimientos.

b. La Historia

Tito Livio, es considerado como el mejor historiador romano. Nació en Padua. Escribió su
magistral obra titulada Historia de Roma en la que narra los orígenes de Roma, los
episodios y acciones de los personajes que determinaron los éxitos y fracasos de Roma.
Publio Cornelio Tácito, historiador romano. Escribió Historias y Los Anales concibiendo
la historia como una intriga política: Germania y Comentarios sobre las Guerras Civiles.
Plutarco era historiador y moralista griego, nacido en Queronea. Fue autor de Vidas
Paralelas, en las que hace un estudio magistral de la vida y obras de personajes ilustres de
Grecia y Roma. En Obras Morales sintetiza los conocimientos de su época.

c. La Filosofía

En la Filosofía los romanos no estuvieron a la altura de los griegos; sin embargo destacaron
en este campo:
Lucio Séneca filosofo romano, nacido en Córdoba (España). Difundió el estoicismo en la
alta clase romana. La escuela estoica inculcaba el dominio y la fortaleza ante la
adversidad, el cumplimiento del deber y la honra a los dioses. He aquí un pensamiento
célebre en sus Epistolas Morales: Propio es de ánimo superior, despreciar las grandes
riquezas y preferir las medianas que a las excesivas.
Fue ademas un escritor de tragedias entre las cuales destacan: Media, Edipo, Hécuba y
Agamenón.
Marco Aurelio emperador y filosofo romano, descendiente de una distinguida familia
española. Su obra mas famosa Pensamientos, donde revela su exigencia para si mismo, su
generosidad para con los demás y la serenidad ante la adversidad.
Epicteto, filosofo, fue esclavo de Nerón. No escribió libro alguno. Su doctrina de carácter
estoico, fue recogido por su discípulo Arriano, en dos libros titulados: Manual de Epicteto
y Conversaciones de Epicteto.

d. La Oratoria

Sobresalió en este campo Marco Tulio Ciceron, el orador mas grande de Roma. Son
famosas sus dos siguientes obras: Las Catilinarias, en la que acuso ante el Senado la
conspiración de Catilina, que aspiraba al poder de Roma; y Las Filipicas, la compuso
siendo partidario de Octavio, para atacar y desacreditar a Antonio. Cuando Antonio se
concilio con su rival, pidió la cabeza de Cicerón, que finalmente fue asesinado cuando
intentaba huir.

3.2 LAS ARTES

El arte romano recibió influencias decisivas primero de los etruscos y posteriormente de


Grecia. Sin embargo hay aportes del ingenio romano y el sentido practico que le
imprimieron a sus obras.

a. La Arquitectura

Los romanos fueron grandes constructores. Imitaron a los griegos en el empleo de


columnas y capiteles. De los etruscos introdujeron el arco, la bóveda y la cúpula. Utilizaron
materiales como la piedra, ladrillo y hormigón (mezcla de cascotes y cal).
Con estos elementos los romanos construyeron edificios mas elevados y armoniosos que
los griegos. Distinguiéndose por su tamaño y utilidad pública.
Construyeron templos, anfiteatros y teatros, palacios, columnas conmemorativas, circos,
foros o lugares de mercadeo, basílicas o locales donde se administraba justicia, las termas o
locales de baño, calzadas, puentes, acueductos, cloacas, tumbas, etc.
Entre los principales monumentos arquitectónicos de Roma, sobresalieron:

 Los Templos utilizaron las columnas de estilo corintio, con dos hileras de hojas de achanto.
Entre los principales templos tenemos: el Panteón de Roma, destinado a todos los dioses;
el Templo de Vesta de forma circular.
 Los Anfiteatros y Circos eran grandes recuentos, circulares construidos para brindar
espectáculos al pueblo. Los más importantes: el Coliseo Romano con capacidad de
albergar hasta 110000 espectadores; el Circo de Máximo. Estos tenían el escenario de
arena para la lucha de gladiadores y posteriormente el enfrentamiento de las fieras con
los cristianos. Las graderías que alojaban al público estaban sostenidas por galerías
abovedadas. El Coliseo de Roma tenia muros externos cubiertas por placas de mármol.

 Los Termas eran un conjunto de edificios que tenían baños de agua caliente o fría,
biblioteca, sala de reunión y conciertos. Las principales termas fueron: la de Caracalla y la
de Diocleciano en Roma.

Coliseo Romano Imperio Romano


b. La Escultura

Los romanos iniciaron la escultura imitando a los griegos, pero fueron mas realistas y con
marcada preferencia por el retrato. Esculpieron muchos bustos y estatuas como las estatuas
del emperador Augusto y la estatua de Marco Aurelio.

4. LA RELIGIÓN ROMANA
Los romanos tuvieron una religión semejante a la de los griegos, caracterizada por ser
politeístas y antropomórficos. Sus dioses eran muchos y representaban fenómenos naturales
como también actividades humanas. Se les representaban con figuras humanas.

4.1 CLASES DE CULTOS


a. El Culto Público

Los sacerdotes celebraban el culto a los dioses en nombre de la ciudad. A cada dios se le
destino un templo, con sacerdotes particulares.
Sus principales dioses fueron:

 Jupiter, dios del cielo y de los fenómenos celestes. Era considerado el más poderoso de
todos.
 Marte, dios del ejército.
 Juno, dios de las puertas de la ciudad y de las viviendas.
 Juno, diosa protectora de las madres.
 Ceres, diosa de la cosecha.
 Diana, diosa de la naturaleza salvaje y de la caza.
 Minerva, diosa de la inteligencia y la técnica.
 Mercurio, dios del comercio.
 Venus, diosa de la belleza, fecundidad y del amor.
 Vulcano, dios del fuego, los metales y de los herreros.
 Neptuno, dios del mar.

b. El Culto Privado

Estaba destinado a los dioses familiares, administrados por os padres de familia en sus
hogares.

 Los Manes o almas de los antepasados, que velaban por la continuidad y prosperidad de
sus descendiente.
 Los Lares o dioses protectores del hogar
 Los Penates o genios que hacían posible el abastecimiento familiar.

5. Caída del Imperio Romano


El Imperio Romano de Occidente empezó su caída apartar del siglo III d.C. Las causas
fueron las crisis internas, combinadas con las invasiones de los bárbaros.

Existe un artículo completo sobre la caída y división del Imperio Romano de Occidente

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