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Colectores presión diferencial nula en redes hidráulicas

de las instalaciones de aire acondicionado


VIERNES 28 DE DICIEMBRE DE 2007 09:13 AIRE ACONDICIONADO - REGULACION Y CONTROL

Tags: colectores equilibrado hidraulico tour andersson

La opinión de: Jesús de Lara - Director Gerente de Tour & Andersson

Es frecuente, entre quienes diseñan y montan redes de distribución de agua para instalaciones de aire acondicionado, mostrar dudas
sobre la conveniencia de unir entre sí los colectores de impulsión y retorno, correspondientes a la interfase entre los sistemas de
producción y distribución. O entre aquellos pertenecientes a circuitos secundarios y terciarios, en plantas de mayores proporciones. Aún
más, habiendo admitdo la necesidad de este bypass de unión; ¿cuáles son sus criterios de diseño?

Directamente, y relacionada con esta última cuestión, se suscita la duda de


si, a pesar de todo, una válvula de asiento colocada en la tubería de unión
entre colectores es necesaria. Su justificación, por parte de quienes la
adoptan, está basada en la siguiente observación: “en último extremo nos
permite equilibrar las presiones entre colectores.” ¿Es tal vez más
apropiada para este propósito una válvula antirretorno?

Así planteada toda esta serie de cuestiones, sus respuestas se encuentran


implícitamente contestadas ¡atendiendo a cada una de las funciones que
los colectores de presión diferencial nula desempeñan dentro de la red de
distribución de agua.

La primera y fundamental, que por si sola justifica su necesidad (a partir de


la existencia de sistemas primarios y secundarios) es eliminar interferencias
hidráulicas entre bombas, grupos de producción, unidades terminales,
válvulas de control, etc. Además, derivada de esta primera función se les
puede asociar una gran utilidad en el control de la potencia instalada. Esto
condicionará su ubicación en la interfase entre los diferentes sistemas. Por
último, correctamente dimensionados y construidos, los depósitos de
inercia, o incluso los tanques de acumulación de agua fría o caliente, pueden atender también este doble propósito.

1. INTERFERENCIAS ENTRE CIRCUITOS


Cuando varias bombas impulsan agua sobre una resistencia común, toda variación de caudal en un circuito modifica el caudal en los
demás.
Examinemos el caso de la Figura 1. Al abrir la válvula de las tres vías V1, el caudal qT aumenta, así como la presión diferencial entre A” y

“B”. Este aumento “ pAB” reduce el caudal en los demás circuitos, determinando una reacción compensadora de las válvulas de
control. En consecuencia, se corre el riesgo de generar oscilaciones de bombeo e inestabilidad en el conjunto de la instalación.

Cuando unidades de producción son interactivas, la puesta en marcha de una de ellas provoca una drástica reducción del caudal en las
demás, afectando al control de la temperatura de impulsión. En grupos de frío tal reducción de caudal de agua puede conducir a la
formación de hielo en el evaporador, antes que su propio bucle de control tenga tiempo de reaccionar. Las consecuencias son fácilmente
imaginables.
Sea “h” la menor de las alturas manométricas de las bombas afectadas (fig.1); “qIC” su caudal de diseño y
“Apmax”, la presión máxima entre los puntos “A” y “B”. Se supone que la instalación está equilibrada para las condiciones de cálculo.

Haciendo . cuando el circuito en cuestión funciona sólo, su caudal aumenta en la proporción dada por la siguiente
expresión:

Cuando varias bombas impulsan agua sobre una resistencia común, toda variación de caudal en un circuito modifica el caudal en los
demás.
Examinemos el caso de la Figura 1. Al abrir la válvula de las tres vías V1, el caudal qT aumenta, así como la presión diferencial entre A” y

“B”. Este aumento “ pAB” reduce el caudal en los demás circuitos, determinando una reacción compensadora de las válvulas de control.
En consecuencia, se corre el riesgo de generar oscilaciones de bombeo e inestabilidad en el conjunto de la instalación.

Cuando unidades de producción son interactivas, la puesta en marcha de una de ellas provoca una drástica reducción del caudal en las
demás, afectando al control de la temperatura de impulsión. En grupos de frío tal reducción de caudal de agua puede conducir a la
formación de hielo en el evaporador, antes que su propio bucle de control tenga tiempo de reaccionar. Las consecuencias son fácilmente
imaginables.
Sea “h” la menor de las alturas manométricas de las bombas afectadas (fig.1); “qIC” su caudal de diseño y
“Apmax”, la presión máxima entre los puntos “A” y “B”. Se supone que la instalación está equilibrada para las condiciones de cálculo.

Haciendo . cuando el circuito en cuestión funciona sólo, su caudal aumenta en la proporción dada por la siguiente
expresión:

En la Figura 2 se representan algunos de estos valores.Si se acepta una variación interactiva de


caudal no superior al 20%, la presión diferencial “ApAB” máxima admisible debe ser (en promedio y
dependiendo del tipo de curva de bomba) inferior al 30% de la altura manométrica de la menor de
las bombas concurrentes.

No estando los circuitos equilibrados y poseyendo una resistencia común grande, la presión
diferencial en esta zona puede hacerse superior a la altura manométrica de una de las bombas,
dejando sin agua al circuito correspondiente e incluso alimentándolo en sentido contrario, si no se
han instalado válvulas antirretorno, o estas funcionan deficientemente. En calefacción se constata
entonces una temperatura del agua en el retorno superior a la de impulsión.

En refrigeración ocurre lo inverso. Esta situación se presenta, generalmente, cuando se subestima


la pérdida de carga del circuito común a la hora de seleccionar las bombas de los diferentes
circuitos.

2. LA TUBERÍA DE BY­PASS

Un medio simple y eficaz que permite reducir o eliminar las interferencias consiste en intercalar
una tubería de by-pass “AB” entre las unidades de producción y los circuitos de distribución.
Figura 3.

Ahora, este conducto constituye el elemento común. Al ser su pérdida de carga depreciable, los
problemas de interferencia quedan eliminados. Evidentemente, las calderas y grupos de frío
deben estar alimentados por bombas primarias. Su caudal se mantiene constante. La puesta en
funcionamiento de una segunda caldera o grupo de frío no tiene influencia sobre el caudal de la
primera. Las bombas primarias no pueden afectar a los caudales secundarios, al no poder
generar entre “A” y “B” ninguna diferencia de presión. Por la misma razón, las bombas
secundarias no pueden alterar el caudal de los grupos de producción.

La situación ahora se plantea doble:


por un lado, si la sección del bypass
es insuficiente (como puede
suceder colocando y “regulando”
una válvula de asiento en él) se
provocan interactividades; en caso
contrario, se corre el riesgo de
generar bicirculaciones por el
interior del bypass (Figura 4)
Es práctica habitual
sobredimensionar el conducto AB,
no por ser necesario para evitar
problemas de interferencias, pero sí
para beneficiarse de un “volante de inercia térmica”, particularmente útil a cargas reducidas.

En calefacción con calderas convencionales, se mejora el control de la temperatura de salida del agua. Como regla general, se establece
un volumen tampón de 3 litros por kW de potencia de la mayor de las calderas instaladas. En aire acondicionado, el sobredimensionado del
bypass constituye, asimismo, un tampón que evita a los grupos de frío trabajar en ciclos cortos de arranque y parada, cuando la demanda
de la instalación es pequeña. Para permitir a cada grupo funcionar a plena carga durante un período de tiempo de al menos 15 minutos, el
volumen de acumulación expresado en m3, debe ser, al menos, igual a la potencia de producción al grupo de frío mayor de los instalados,
expresada en kW, dividida por 25 (1m3 por cada 25 kW.)

En ninguno de los casos anteriormente expuestos el bypass puede sobredimensionarse sin límites, pues se corre el riesgo de obtener una
bicirculación total o parcial (Figura 4), siendo esta última mucho más frecuente, y sin embargo mucho más difícil de detectar.
Un tipo de conexión del depósito a la red que permite tanto eliminar la
bicirculación como aprovechar con eficacia el volumen de agua es el
denominado “en diagonal” y que se muestra en la Figura 5. Prescindiendo de la
función de “volante térmico” asociada al colector, el dimensionado del conducto
“AB” no es crítico.
Una velocidad del agua en él del orden de 0.5 m/s puede considerarse
razonable. En realidad, no “toma” más agua que la correspondiente a la
diferencia entre los caudales de producción y distribución.

Pero, ¿qué caudales son estos? La respuesta no es inmediata y dependerá no


sólo del tipo de distribución secundaria (a caudal constante o variable)
adoptado, sino, en último extremo, del tipo de control ejercido sobre las
unidades terminales. En cualquier caso, las condiciones de diseño que evitan
interactividades seguirán vigentes: una pérdida de carga en el colector inferior a
0.3 hmin y una velocidad para este caudal del orden de 0.5 m/s
aproximadamente.

Si el sistema de distribución es a caudal constante, el máximo que circulará por


el by-pass será el debido al número de grupos de producción instalados, menos uno. Ciertamente es posible que, durante periodos cortos
de tiempo, sea el 100% de los grupos. En este caso, las bombas primarias no funcionarían, ni en la instalación existiría demanda, por lo
cual el riesgo de interactividad no afectaría al funcionamiento intrínseco de la planta. El caso de distribución a caudal variable será
analizado en la segunda parte de este artículo.

3. DISEÑOS

Un diseño frecuentemente adoptado de colectores es el mostrado en la


Figura 5. Sin tener en cuenta si la instalación ha sido dimensionada con un
factor de simultaneidad de uso, a máxima demanda, establecida la
compatibilidad, el caudal de los grupos de producción coincide con el de la
distribución y por tanto la circulación por el by-pass deberá ser nula.

A cargas parciales, es decir, cuando la temperatura media de retorno del


agua alcanza un determinado valor, el sistema de control ordena parar un
grupo de producción. En este momento se inicia una circulación del caudal
de agua correspondiente a este grupo, en el sentido mostrado en la Figura 6,
que afecta sistemáticamente a una determinada zona de la instalación. El
primer “remedio a esta asimetría” consiste en no parar el grupo de bombeo
aunque su enfriadora no funcione. Pero, ¿tiene realmente sentido consumir
energía y horas de vida de un equipo cuando no es necesario?

Una sencilla
solución que
resuelve este
problema es
disponer el
conexionado
de tuberías
como se indica
en la Figura 7.
De este modo
se eliminan las
“zonas

desfavorecidas” y la temperatura de impulsión, como corresponde a un


sistema de caudal constante, es superior o inferior (frío/calor) a la de la producción. Pero ciertamente esto ocurre a cargas parciales.
Otro diseño que mantiene y soluciona la situación se muestra en la Figura 8. El agua de retorno se mezcla con la de producción antes de
alcanzar el colector de impulsión, homogeneizando así las temperaturas y eliminando la existencia de zonas favorecidas y desfavorecidas.

4. DIFERENTES LOCALIZACIONES DEL BY­PASS


Atendiendo al concepto de interactividad, la posición del by-pass entre los sistemas de producción y distribución que se muestra en las
figuras 3, 9, y 10 es irrelevante.
Figura 8: Posición que homogeneiza las temperaturas a cargas parciales.Sin embrago, para el correcto funcionamiento de la instalación, en
el control de la potencia de los grupos de frío / calderas y la acumulación de energía (en su caso) es fundamental su correcta ubicación en
la red de tuberías de la planta.
Cada uno de los puntos enumerados en este último párrafo, así como el
dimensionado
del by-pass en distribuciones a caudal variable, serán desarrolladas en la segunda
parte de este artículo.

5. RESUMEN
Un by-pass de
separación hidráulica
entre las distintas
interfases (producción –
distribución; circuitos
secundarios - terciarios,
etc) elimina las posibles
interactividades entre las
correspondientes
bombas; mejora, en su
caso, la autoridad de las
válvulas de control y
hace posible el
aprovechamiento íntegro
de la potencia instalada,
así como su control. La
válvula de asiento,
colocada entre colectores
de impulsión y retorno,
cuya función es “equilibrar presiones entre colectores” es causa de interactividades, o incluso llegaría a conectar bombas en serie,
afectando gravemente al funcionamiento de las válvulas de control.

Dimensionando correctamente los by-passes y realizando las conexiones a ellos adecuadamente, se evitan tanto problemas de
bicirculación en su interior como la existencia en la instalación de zonas “favorecidas” y zonas “desfavorecidas”. Es fundamental la posición
relativa del by-pass entre los diferentes sistemas de la instalación. Sin embargo, su dimensionado no es tan crítico como en general se
piensa.

Más información:

Los técnicos de TOUR ANDERSSON le ayudan en su proyecto

www.tourandersson.com

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