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INTERPONE RECURSO DE CASACIÓN.

EXCMO. TRIBUNAL DE CASACIÓN:


GUILLERMO ENRIQUE PEREZ, MARTA SILVIA MONTERO
y MATIAS PEREZ MONTERO, todos por derecho propio, con demás
circunstancias personales obrantes en autos, con el patrocinio letrado del
Dr. GUSTAVO ADOLFO MARCEILLAC, abogado, inscripto en el tomo
VII, folio 185, del C.A.M.d.P., Leg. Previsional 55941/0, I.B. y C.U.I.T.
23-22341228-9, I.V.A. responsable monotributista, manteniendo el
domicilio físico y electrónico constituido en calle LA RIOJA Nº 1116 y
23223412289@notificaciones.scba.gov.ar respectivamente, y
constituyendo -además-- domicilio físico a los fines de este recurso dentro
de la jurisdicción del Tribunal “ad quem” en Calle 10 Nº 1299, Piso 1º,
Oficina 2 de la ciudad de La Plata, en causa caratulada "FARIAS, Matías
- OFFIDANI, Juan Pablo - MACIEL, Alejandro s/ Homicidio calificado,
etc. Vtma.: PEREZ, Lucía", registradas bajo el Nº 4.974, de trámite por
ante el Tribunal en lo Criminal Nº 1 del Depto. Judicial de Mar del Plata, a
VV.EE. respetuosamente manifestamos:

I.- OBJETO.
Que en nuestro carácter de particulares damnificados y de
conformidad con lo normado por los arts. 79 inc. 7, 423, 448 inc. 1, 450,
451, 454 y cctes. del C.P.P.B.A., venimos por el presente, en legal tiempo
y forma, a interponer recurso de casación contra la sentencia de fecha
26/11/2018, en virtud de la cual el Tribunal en lo Criminal Nº 1 del Depto.
Judicial de Mar del Plata, resolvió:
1) Absolver libremente a Matías Gabriel FARIAS y a Juan Pablo
OFFIDANI, en orden al delito de "Abuso sexual con acceso carnal
agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y favorecido por el
suministro de estupefacientes" (art. 124 del C.P. en relación al art. 4 de la
Ley 26485 y al art. 13 de la Ley 23.737) en concurso ideal (art. 54 del
C.P.) con el delito de "Femicidio" (art. 80 inc. 11 del C.P.), cometido en
perjuicio de la menor Lucía PÉREZ MONTERO, por no haberse probado
que este hecho hubiera existido.
2) Absolver libremente a Alejandro Alberto MACIEL en orden al delito de
"Encubrimiento agravado por la gravedad del delito precedente" (art. 277
incs. 1º "b" y 3º del C.P.), por no haberse probado que este hecho hubiera
existido.
3) Condenar a Matías Gabriel FARIAS y a Juan Pablo OFFIDANI como co-
autores del delito de "Tenencia de estupefacientes con fines de
comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en
inmediaciones de un establecimiento educativo" (arts. 5 inc. "c", 11 incs.
"a" y "e" de la Ley 23.737), imponiéndoles a ambos una pena exigua de 8
años de prisión y multa de $ 135.000, con más las costas procesales y las
accesorias legales.

II.- REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD.


II.a.- Los agravios y la motivación.
Como veremos a lo largo de este trabajo, el órgano
jurisdiccional de grado ha motivado las absoluciones cuestionadas sobre
la base de una línea argumental que no sólo parte de una valoración
absurda y arbitraria de la prueba (en clara violación a lo normado por los
arts. 106, 210 y 373 del C.P.P.B.A.), sino que además exhibe un criterio
androcéntrico incompatible con nuestro bloque constitucional y con las
exigencias que el derecho internacional de los derechos humanos plantea
en relación con la incorporación de la perspectiva de género en el
juzgamiento de delitos sexuales como el que aquí nos ocupa. 1
Los sentenciantes han incurrido en graves defectos de
motivación, tanto en el plano probatorio como jurídico, generando un fallo
con fundamentación aparente, y por ende, un supuesto de "sentencia

1Arts.18 y 75 inc. 22 de la C.N., Conv. sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer, Conv. Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer -Conv. do Belem so Pará-, y la Ley 26.485.
arbitraria" en los términos de la doctrina jurisprudencial de
la C.S.J.N. 2
No se trata aquí de una mera discrepancia de criterios con la
ponderación de cuestiones de hecho y de prueba (aún cuando ésta
también habilite la apertura de la vía casatoria que nos ocupa), sino del
señalamiento de una ausencia de razonabilidad en la apreciación del
Tribunal, seguida de una incorrecta aplicación del derecho, que han
generado un fallo arbitrario, en tanto las conclusiones a que arriban los
jueces se alejan notoriamente de las constancias de autos.
Mediante este razonamiento constitucionalmente objetable, se
ha negado la existencia de un hecho plenamente probado, dictándose un
pronunciamiento absolutorio en relación a una conducta criminal
especialmente grave, constitutiva del delito de "Abuso sexual con acceso
carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y
favorecido por el suministro de estupefacientes", en concurso ideal con
"Femicidio" (arts. 124 del C.P. en relación al art. 4 de la Ley 26485 y al
art. 13 de la Ley 23.737, art. 80 inc. 11 y 54 del C.P.), sancionada con
pena de prisión perpetua.
A través de la sentencia recurrida, se ha garantizado la
impunidad de los autores y cómplices, agravando los efectos de dicha
violencia como mecanismo de control de los hombres sobre las mujeres,
alentando nuevos abusos y transmitiendo el mensaje de que la violencia
masculina contra la mujer es aceptable o normal. Es por ello que dicho
decisorio, además de importar una denegación de justicia para los
familiares de la víctima, compromete seriamente la responsabilidad
internacional del Estado Argentino en materia de prevención,

2
C.S.J.N., Fallos: 338:823; 339:1727
investigación y sanción de hechos de esa especie. 3
Tanto es así, que los fundamentos de dicho decisorio no sólo
han merecido severas críticas por parte de organizaciones especializadas
de este país como el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias
Penales y Sociales (INECIP) 4, sino especialmente por la Comisión
Interamericana de Mujeres de la O.E.A. y el Comité de Expertas del
Mecanismo de Seguimiento de la Convención para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer "Convención de Belém do Pará"
(MESECVI). 5
Además, el fallo resulta arbitrario pues no sólo omitió valorar
los elementos de convicción indicados en los alegatos de clausura de
cada una de las partes acusadoras, sino que prescindió de ponderar en
forma armónica y en su conjunto las pruebas colectadas que refuerzan
las hipótesis de esta parte. Ello viola el principio de la sana crítica 6,
descalificando la sentencia como acto jurisdiccional válido, al fundarse en
razones aparentes, prescindiendo de la "... visión de conjunto..." exigida
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación 7 y por la Corte
Interamericana de Derecho Humanos 8.
Como se destaca en el "Modelo de protocolo latinoamericano
de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de
género (femicidio/feminicidio)", elaborado por la Oficina Regional para
América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (OACNUDH), con el apoyo de la Oficina Regional
para Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la

3Arts. 18 y 75 inc. 22 de la C.N., Conv. sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer, Conv. Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer -Conv. do Belem so Pará-, arts. 1, 2, 4, 5, 8, 11, 19
y 25 de la C.A.D.H., C.I.D.H: Fallos: "Gonzalez y otra (Campo Algodonero) vs. México",
"Véliz Franco vs. Guatemala", Velázquez Paíz vs. Guatemala", "López Soto vs.
Venezuela", y Ley 26.485.
4http.://inecip.org/prensa/comunicados/lucia-perez-un-caso-de-injusticia-patriarcal.
5
Ver documentación que se adjunta.
6Arts. 106, 210 y 373 del C.P.P.B.A.
7C.S.J.N., Fallos: 310:799, 310:927, 310:1707, 311:2403, 314:346, entre otros.
8
C.I.D.H., "Velazquez Rodriguez", considerandos 123/4.
Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres),
sentencias como la que aquí se cuestiona no pueden ser toleradas,
porque "el resultado de esa impunidad no consiste únicamente en la
denegación de justicia a las distintas víctimas, sino también en el refuerzo
de las relaciones de género reinantes y asimismo reproduce las
desigualdades que afectan a las demás mujeres y niñas" (punto 7. de la
Introducción).
Los desaciertos apuntados quedan comprendidos dentro del
supuesto regulado en el art. 448 inc. 1 del C.P.P.B.A., correspondiendo
revocar todas las absoluciones dispuestas, y dictar las condenas
correspondientes a los delitos por los cuales cada uno de los imputados
fueron acusados. Todo ello, de conformidad con la ley, la Constitución y
la doctrina jurisprudencial que se propone (art. 460 del C.P.P.B.A.).
Teniendo en cuenta que parte de los agravios se apoyan en
cuestiones de hecho y de valoración probatoria (que, claro está, derivaron
en la aplicación incorrecta o transgresión de normas penales y
constitucionales), no puedo dejar de hacer hincapié en el criterio sentado
por el Más Alto Tribunal de la Nación en relación a la amplitud con la que
debe ser interpretada la revisión casatoria, en función de la teoría del
"máximo rendimiento" desarrollada a partir del precedente "Casal" 9;
sobre todo teniendo en cuenta que el juicio oral ha sido completamente
filmado por el Ministerio Público Fiscal; video-filmación que forma parte
integrante del acta respectiva y que fue adjuntada por el M.P.F. al recurso
de casación por él interpuesto.

II.b.- De forma.
Por otro lado, debe tenerse presente que también se han
reunido en el sub lite los demás recaudos formales tendientes a la
viabilidad liminar de este remedio procesal (arts. 433, 450 y 451 del
9
(C.S.J.N., "Casal, Matías Eugenio y otro s/ Robo simple en grado de tentativa",
20/09/2005, Microjuris - Cita: MJ-JU-M-5519-AR | C. 1757. XL | MJJ5519
C.P.P.B.A. -modificado por la Ley 13.057-, arts. 71 y 72 del Reglamento
Interno del Excmo. Tribunal de Casación Penal Bonaerense, y Resolución
11/03 del mismo Tribunal), en tanto y en cuanto:
1) se persigue la revocación de una sentencia definitiva dictada por un
Tribunal en lo Criminal;
2) se ha efectuado, dentro del término legal y ante el órgano que dictó la
resolución, la correspondiente manifestación acerca de la intención de
interponer este recurso;
3) se ha constituido domicilio en la ciudad de La Plata; y
4) se formula esta presentación dentro de los 20 días correspondientes,
ante el órgano que dictó la resolución impugnada, con copia para el
traslado respectivo y antecedida del sumario y resumen pertinentes.
Destaco demás que, para mayor ilustración, adjunto al
presente una copia de la nota de recomendación que la Comisión
Interamericana de Mujeres de la O.E.A. y el Comité de Expertas del
Mecanismo de Seguimiento de la Convención para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer "Convención de Belém do Pará"
(MESECVI) le hiciera llegar al Presidente y a la Vicepresidente de la
C.S.J.N.
Finalmente, dejo expresa constancia que me remito y hago
propia la copia digital de los registros audio-visuales del juicio oral (parte
integrante del acta respectiva) que el acusador público adjuntó a su
recurso de casación, para evitar duplicar la documentación acompañada.

III.- ANTECEDENTES.
La causa penal que nos ocupa se inició el día 08/10/2016,
cuando en horas de la tarde, tres sujetos posteriormente identificados
como Matías Gabriel FARÍAS (23), Juan Pablo OFFIDANI (43) y
Alejandro Alberto MACIEL (61), aparecieron en la Sala de Primeros
Auxilios de Playa Serena de Mar del Plata, transportando en la caja de
una camioneta el cuerpo sin vida de una niña adolescente, respecto de
quien no podían aportar otro dato más que su nombre ("Lucía"). El
primero de los nombrados quedó en el lugar, mientras que los dos
mayores se retiraron raudamente al advertir la presencia policial. Fue a
partir de las indagaciones realizadas por el personal policial interviniente,
que logró ubicarse a la familia de la joven, pudiéndose identificar a la
misma como Lucía PERÉZ MONTERO, de 16 años de edad.
El resultado de las diligencias instructorias iniciales realizadas
durante ese mismo día, justificaron que al día siguiente (09/10/2016), la
fiscal actuante obtuviera del Juez de Garantías órdenes de detención
para los Sres. Matías Gabriel FARIAS y Juan Pablo OFFIDANI, las cuales
se efectivizaron ese mismo día en horas de la tarde, siendo ambos
sorprendidos mientras transitaban a bordo de la camioneta de este último,
marca Fiat, modelo Adventure, dominio KGB-789 (misma camioneta en la
que habían trasladado a la menor hasta la Sala de Primeros Auxilios el
día anterior); vehículo en el que -además- se halló la cantidad de 33,9940
gramos de clorohidrato de cocaína y 210 gramos de marihuana
distribuídos en 9 envoltorios. Días después y a partir del avance de la
investigación, la fiscal actuante también requirió y obtuvo la orden de
detención del tercero de los nombrados (Alejandro Alberto MACIEL),
lográndose efectivizar la misma recién el día 15/10/2016, en un hotel de
Santa Clara del Mar.
Desde un comienzo, fueron tres (3) las materialidades fácticas
que conformaron el objeto de la investigación, y por todas ellas se elevó
la causa a juicio. Concretamente, pese a la oposición y al recurso
intentado por la defensa durante la etapa intermedia, la justicia de
garantía resolvió:
"I.- Elevar las actuaciones a juicio respecto de Matías Gabriel
Farías y Juan Pablo Offidani por estimarlos presuntos co-autores del
evento identificado como I, calificado en esta instancia como constitutivo
del delito de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de
comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad (art.
5 inc. c, art. 11 inc. a Ley 23.737)...
II.- Elevar las... actuaciones a juicio con relación a Matías
Gabriel Farías y Juan Pablo Offidani en orden a la presunta comisión del
suceso nomenclado II, que originara el deceso de Lucía Pérez Montero...
provisionalmente calificado como constitutivo «prima facie» del delito de
abuso sexual por acceso carnal agravado por el resultado muerte y el
suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio (arts. 124 y
80 inc. 11 del C.P., y 13 de la ley 23.737), y que le resultara imputado a
Matías Gabriel Farías en calidad de autor probable y a Juan Pablo
Offidani como presunto partícipe necesario (art. 45 del CP), concurriendo
en forma material con el hecho anterior (art. 55 del Código Penal)...
III.- Elevar las... actuaciones a juicio respecto de Alejandro
Alberto Maciel, por estimarlo presunto autor penalmente responsable del
episodio identificado como III, calificado provisoriamente como
constitutivo del delito de encubrimiento agravado por la gravedad del
hecho precedente (art. 277 inc. 1º «b» y 3º «a» del CP)...".
Abierto el debate, al establecer las líneas de su acusación (art.
354 del C.P.P.B.A.) y siguiendo el orden de los hechos contenidos en el
auto de elevación, el Fiscal prometió demostrar los siguientes hechos:
Hecho I: Que el día 9 de octubre de 2016, cerca de las 18:30
horas, en la zona de Diagonal Central y Calle 24 del Barrio Alfar de la
ciudad de Mar del Plata, Juan Pablo OFFIDANI y Matías Gabriel
FARIAS, en el interior de la camioneta Fiat Adventure, con dominio
colocado KGB-789 de propiedad del primero de los nombrados, tenían
ilegítimamente bajo su exclusiva esfera de custodia, ya los fines
inequívocos de ser comercializada a terceros, incluyendo menores de
edad, la cantidad de 33,9940 gramos de clorohidrato de cocaína al 92 %
de pureza y 210 gramos de marihuana distribuida en 9 envoltorios, todo lo
que fue constatado al materializarse la orden de requisa y secuestro
expedida por el titular del Juzgado de Garantías Nº 5, en la I.P.P. Nº
20776/16, el 10 de octubre de 2016.
Hecho 2: Que el día 8 de octubre de 2016, cerca de las 09:00
horas, Matías FARÍAS, contando con la colaboración secundaria de Juan
Pablo OFFIDANI, en la camioneta de este último antes descripta,
pasaron a buscar a Lucía PÉREZ MONTERO de 16 años de edad, en
cercanías de su domicilio y la trasladaron hasta el domicilio de calle
Racedo 4825 en el que moraba FARÍAS, con la finalidad de abusar
sexualmente de ella, a sabiendas de su condición de menor de edad,
adicta a los estupefacientes.
Que una vez allí, quedándose a solas FARIAS con la menor,
éste le suministró cantidades indeterminadas de cocaína, así como
marihuana y, mediando violencia contra la mujer y en un contexto de
violencia de género, la accedió carnalmente en reiteradas ocasiones,
tanto por vía vaginal como anal, existiendo signos de que dicho acceso
fue brusco y violento en virtud de una serie de lesiones vitales que más
tarde fueran constatadas en el cuerpo de la adolescente y de lo que
resultó su muerte, a raíz de una asfixia tóxica, con congestión y edema
pulmonar que derivaron en una falla cardíaca final.
Cerca de las 15 horas y concomitantemente con la
descompensación de la menor, OFFIDANI volvió nuevamente al lugar a
bordo del mismo vehículo a continuar prestando asistencia al autor,
acercándole una nueva caja de preservativos presuntamente a su pedido
y, constatada la situación resultante, colaboró con el autor trasladando el
cuerpo sin vida de la menor hasta la Sala de Primeros Auxilios de Playa
Serena, tras lo cual se retiró del lugar.
Hecho III: Que el día 8 de octubre de 2016, luego de ocurrido
el deceso de la joven Lucía PÉREZ MONTERO en el interior del domicilio
sito en Racedo 4825 de esta ciudad, Alejandro MACIEL auxilió a Matías
FARIAS y a Juan Pablo OFFIDANI a borrar los rastros del delito,
ayudando al acondicionamiento del cuerpo de la víctima, lavándolo y
vistiéndolo, antes de llevarlo a una sala sanitaria, retirando del lugar las
sustancias estupefacientes que se le habían suministrado a la menor.
A nuestro turno, nos adherimos a los lineamientos transcriptos,
pero haciendo especial hincapié en que, a diferencia del Fiscal,
demostraríamos que Juan Pablo OFFIDANI debía responder por el
"Hecho 2" a título de partícipe necesario.
Debo aclarar también que al abrirse la segunda jornada de
debate, ambas partes acusadoras ampliamos la acusación en los
términos del art. 359 del C.P.P.B.A. respecto del "Hecho 1", en relación a
una circunstancia agravante de calificación vinculada al delito reprochado,
no contenida en el requerimiento fiscal de elevación: la realización de la
conducta típica en proximidades de un establecimiento educativo (art.
11 inc. "e" de la Ley 23.737); ampliación que fue consentida
expresamente por la defensa. Con esta ampliación, quedó fijado el objeto
del debate.
Terminada la recepción de la prueba, se le concedió la palabra
en primer lugar al Fiscal para que formule sus alegatos, oportunidad en la
cual desistió de la acusación en relación al "Hecho III", solicitando la libre
absolución de Alejandro Alberto MACIEL (art. 368 -in fine- del
C.P.P.B.A.), y acusó a Matías FARIAS y a Juan Pablo OFFIDANI por los
dos hechos restantes.
En concreto, el Fiscal peticionó que se condene a Matías
FARIAS como co-autor del "Hecho 1", constitutivo del delito de "tenencia
de estupefacientes con fines de comercialización agravado por se en
perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento
educativo (arts. 5 inc. "c" y 11 incs. "a" y "e" de la Ley 23.737); y autor del
"Hecho 2", calificado como "abuso sexual con acceso carnal (dolo directo)
agravado por resultar la muerte de la persona ofendido (dolo eventual) y
favorecido por el suministro de estupefacientes (art. 124 del C.P. en
relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la Ley 23.737), el cual
concurre idealmente con el delito de "femicidio" (art. 80 inc. 11 del C.P.).
Solicitó se le imponga la pena de prisión perpetua.
En relación a Juan Pablo OFFIDANI, solicitó se lo condene
como co-autor del "Hecho 1" (conforme la calificación aludida en el
párrafo anterior); y partícipe secundario del primer tramo del "Hecho 2",
es decir, del delito de "abuso sexual violento con acceso carnal (dolo
directo) favorecido por el suministro de estupefacientes (art. 124 del C.P.
en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la Ley 23.737). Es
decir, limitó su participación secundaria al no hacerlo responsable
penalmente por la muerte. En este esquema, requirió la imposición de
una pena de 18 años de prisión.
A nuestro turno, no sólo sostuvimos la acusación por el "Hecho
3" (aquel por el cual el Fiscal la había desistido), sino que, apartándonos
del criterio de imputación utilizado por el acusador público, peticionamos
que Juan Pablo OFFIDANI sea condenado como partícipe necesario del
"Hecho 2" (art. 45 del C.P.) en su integridad; es decir, respondiendo
penalmente incluso por el resultado homicidio.
Para ser más claros y en lo que hace a los límites de nuestros
agravios, al Tribunal de Juicio le pedimos:
1) Coincidiendo con el Fiscal, que condene a Matías
FARIAS como autor penalmente responsable de los delitos de
"tenencia de estupefacientes con fines de comercialización
agravado por ser cometido en perjuicio de menores de edad y en
proximidades de un establecimiento educativo" ("Hecho 1" - arts. 5
inc. "c" y 11 incs. "a" y "e" de la Ley 23.737), en concurso real con
los delitos de "abuso sexual con acceso carnal, facilitado por el
suministro de sustancia estupefaciente seguido de muerte" y
"femicidio", los cuales concurren idealmente entre sí ("Hecho 2" -
art. 124 del C.P. en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la
Ley 23.737), imponiéndole la pena de prisión perpetua y el máximo
de la multa prevista para el primero de los delitos, con más
accesorias legales y costas.
2) Que condene a Juan Pablo OFFIDANI como autor
penalmente responsable del delito de "tenencia de estupefacientes
con fines de comercialización agravado por ser cometido en
perjuicio de menores de edad y en proximidades de un
establecimiento educativo" ("Hecho 1" - arts. 5 inc. "c" y 11 incs. "a"
y "e" de la Ley 23.737), y partícipe necesario de los delitos de "abuso
sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de sustancia
estupefaciente seguido de muerte" y "femicidio", los cuales
concurren idealmente entre sí ("Hecho 2" - art. 124 del C.P. en
relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13 de la Ley 23.737),
imponiéndole la pena de prisión perpetua y el máximo de la multa
prevista para el primero de los delitos, con más accesorias legales y
costas.
3) Que condene a Alejandro Alberto MACIEL como autor
del delito de "encubrimiento por favorecimiento real, agravado por la
gravedad del delito precedente" ("Hecho 3" - art. 277 inc. 1 "b" y 3
"a" del C.P.), imponiéndole la pena de cuatro años y medio de
presión, con más las accesorias legales y costas.
Sin embargo, como adelantamos, los sentenciantes sólo
condenaron a FARIAS y a OFFIDANI por el primero de los delitos (aquel
identificado como "Hecho 1"), omitiendo considerar circunstancias
agravantes de pena invocadas por esta parte, e imponiéndoles a ambos
una pena exigua e injusta de sólo 8 años de prisión y $ 135.000 de multa.
No sólo se los absolvió indebidamente por el abuso sexual y el
homicidio de Lucía PEREZ MONTERO, negando la existencia del hecho
criminal por el cual fueran acusados (para los magistrados, sólo fue un
final trágico y lamentable), sino que a nuestro modo de ver se lo hizo
sobre la base de un análisis fragmentario de la prueba y -lo que es peor
aún- de prejuicios sobre la víctima y de estereotipos incompatibles con la
perspectiva de género que el caso exigía y que la normativa interna,
constitucional y convencional imponían. Errores valorativos y normativos
que se volvieron al repetir en los fundamentos de la absolución de
Alejandro Alberto MACIEL, en relación a quien también negaron la
existencia del hecho por el cual fuera acusado.
En definitiva, entendemos que las absoluciones dispuestas no
pueden justificarse en otra cosa más que en una valoración absurda de la
prueba y en una interpretación errónea de las normas legales y
convencionales citadas, razón por la cual nos encontramos ante un
supuesto de "sentencia arbitraria" en los términos de la doctrina
jurisprudencial de la C.S.J.N. 10, en la medida en que no constituye una
derivación razonada del derecho vigente, ni de las constancias
efectivamente comprobadas en la causa, impidiendo considerar dicho
pronunciamiento como "sentencia fundada en ley" en los términos de los
arts. 17 y 18 de la C.N., y afectando la defensa en juicio y el debido
proceso.

IV.- NEGACIÓN ARBITRARIA DE UN ABUSO SEXUAL Y DE


UN HOMICIDIO EVIDENTES.
IV.a.- El razonamiento del Tribunal.
Como bien resumió el Dr. Carnevale al votar la cuestión
primera del veredicto, en relación a este suceso (identificado como
“Hecho 2”), tanto el fiscal como nuestro letrado sostuvieron que "ha sido
debidamente acreditado que el día 8 de octubre de 2016, siendo
aproximadamente las 9:00 hs. Farías, junto a Offidani, en la
camioneta de este último y descripta en el hecho precedente,
pasaron a buscar a Lucía Pérez Montero de 16 años de edad, en
cercanías de su domicilio y la trasladaron hasta el domicilio de calle
Racedo 4825 de esta ciudad en el que moraba Farías y con la
finalidad de abusar sexualmente de ella, sabiendo su condición de
adicta a los estupefacientes.
Que una vez allí, quedándose a solas Farías con la menor,

10
C.S.J.N., "Recurso Queja Nº 2 - SOLICITANTE: EL FISCAL GENERAL ANTE LA
CÁMARA DE CASACIÓN PENAL s/ QUERELLA", CCC 001820 / 2009 / TO01 /2 /
RH00219 / 09 / 2017, Dictamen de la Procuración General al cual la Corte remite; Fallos
339-1727, entre otros.
le suministró cantidades indeterminadas de una sustancia
compuesta de clorohidrato de cocaína, así como marihuana, y
aprovechándose de su vulnerabilidad (que le impidió consentir libre
y plenamente la acción), la accedió carnalmente tanto por vía vaginal
como anal, existiendo signos de que dicho coito fue brusco o
violento en virtud de una serie de lesiones vitales que más tarde
fueran constatadas en el cuerpo de la adolescente y de lo que
resultó su muerte, a raíz de una asfixia tóxica, con congestión y
edema pulmonar que derivaron en una falla cardíaca final. Que
seguido a ello aproximadamente a las 15 horas y de manera
concomitante con la descompensación de la menor, Offidani llegó al
lugar a continuar prestando asistencia al autor trasladando el cuerpo
de Lucía hasta la sala de primeros auxilios de Playa Serena, tras lo
cual se retiró del lugar." 11
Sin embargo, luego de criticar la labor de la fiscal que actuara
al inicio de las actuaciones, el Tribunal expresó que -a su entender-, aún
partiendo del reconocimiento del encausado FARIAS acerca de haber
mantenido relaciones sexuales con LUCÍA inmediatamente antes de su
muerte y en su propio domicilio, debía descartarse la existencia del abuso
sexual enrostrado.
Pero el principal problema del razonamiento desplegado por el
órgano de juicio, es que todos los argumentos parten de juzgar la
personalidad, la vida y las actitudes previas de la víctima, en vez de
analizar la conducta de los victimarios. De buenas a primeras, la
sentencia se transformó en un juzgamiento de la historia vital, de las
relaciones y de las actitudes de la niña, en vez de en una valoración
jurídica de las acciones de los imputados. Y esto, de por sí, constituye
una visión androcéntrica del hecho juzgado, incompatible con la
perspectiva de género y el respeto por los derecho de la mujer que las
normas locales, el bloque constitucional y los tratados internacionales le
11
Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto II) Hecho 2.
imponen a todos los jueces del país.
Para evaluar si el hecho II propuesto por la acusación ocurrió,
el tribunal se realizó 4 preguntas:
-) Si LUCÍA se encontraba en una situación de dependencia a los
estupefacientes de tal magnitud que le imposibilitara dirigir su voluntad
hasta el extremo de mantener relaciones sexuales a cambio de ellos.
-) Si LUCÍA era una adolescente que pudiera ser fácilmente sometida a
mantener relaciones sexuales sin su consentimiento.
-) Si existió una relación de subordinación entre LUCÍA y FARÍAS que le
hicieran mantener relaciones sexuales no consentidas.
-) Si las conductas previas y posteriores de FARIAS se corresponden a
las de una persona cuya intención es abusar sexualmente de una menor
y proporcionarle drogas hasta su muerte.
Podríamos sintetizar la cuestionable línea argumental del
Tribunal de la siguiente manera:
1) Como punto de partida, los sentenciantes concedieron -a
través del voto de Carnevale al que luego adhirieron los demás- que
LUCÍA tenía algún grado de adicción al consumo de estupefacientes,
pero relativizaron dicha circunstancia, afirmando que ello no le impedía
realizar sus actividades y llevar una vida normal para una adolescente de
su edad, sin tener que prostituirse para conseguir la droga.
Al respecto, destacaron que Lucía "era una persona que
llevaba una vida normal y nadie hizo mención alguna que el tema de su
adicción se hubiera transformado en un tema preocupante para nadie de
su entorno o que la llevara a la desesperante situación de someterse
sexualmente para conseguir estupefacientes...". 12 En refuerzo de lo
expuesto, el Dr. Viñas sostuvo en su voto que "la niña Lucía si bien era
habitué al consumo de sustancias prohibidas... no estaba en situación de
calle o de otro tipo de vulnerabilidad...". 13 Sobre esta base, negaron la

12Cuestiónprimera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto II.e.1.).


13
Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Viñas.
situación de vulnerabilidad invocada por las partes acusadoras.
2) En segundo término, partiendo de los testimonios del
hermano de LUCÍA (quien la describió como una chica con personalidad
fuerte) y de su madre (quien reconoció que LUCÍA no hablaba con ella de
su vida sexual), a los que se les sumó la cita de chats del historial de
Whatsapp del teléfono de LUCÍA (recordemos, una víctima de 16 años),
que se remontan al mes de abril del año 2016 (6 meses antes del hecho
juzgado), concluyeron que su personalidad y por sobre todo sus vivencias
sexuales previas "alejan por completo la posibilidad de que hubiera sido
sometida sin su voluntad". 14
3) En tercer orden, los magistrados votantes negaron la
existencia de una situación de vulnerabilidad por parte de LUCÍA, dentro
de un contexto de violencia de género, basada en una relación desigual
de poder, así como también que LUCÍA haya sido "cosificada" para la
satisfacción de los deseos sexuales del autor, tal como las partes
acusadoras sostuvimos.
Para descartar dicho cuadro condicionante de la voluntad y de
la libertad de la víctima, alegaron: a) que si bien era droga dependiente,
no echaba mano a cualquier recurso para conseguir estupefaciente,
pagando por la droga que consumía; b) que mantenía relaciones
sexuales con quien quería (como todas las mujeres debieran hacerlo); c)
que la diferencia de edad entre LUCÍA y FARÍAS era de sólo 7 años (16
años de Lucía, contra 23 de Farías), por lo cual es forzado hablar de
desigualdad o superioridad, sobre todo cuando Lucía "no se mostraba
como una chica de su edad y además había referido mantener relaciones
con hombres de hasta 29 años"; y d) que no se advierte del intercambio
de chats entre LUCÍA y FARÍAS "ningún elemento que hiciera presumir
que Farías hostigaba, amenazaba o se valía de una situación de
superioridad para lograr someter a Lucía...".
"... En definitiva -dijo el Tribunal- no existen elementos
14
Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto II.e.2.).
probatorios que permitan señalar que Lucía se encontraba en una
situación de subordinación o vulnerabilidad que le imposibilitaran
consentir libre y voluntariamente una relación sexual, no habiéndose visto
forzada ni física, ni moralmente a concurrir a la vivienda de Farías el día
en que ocurrió su deceso." 15
4) En cuarto lugar, los juzgadores hicieron mención a algunas y
descontextualizadas conductas previas y posteriores de FARIAS (única
oportunidad en la que se analiza el comportamiento del imputado), para
destacar que las mismas no se corresponden a las de una persona cuya
intención es abusar sexualmente de una menor y proporcionarle drogas
hasta su muerte. 16
5) Finalmente, se hizo especial hincapié en la muerte tóxica
que los peritos indicaron como causa más probable del deceso, en la
ausencia de lesiones corporales que permitan afirmar -desde un punto de
vista pericial- el ejercicio de violencia física como medio comisivo (aunque
sí un coito brusco o impetuoso), y en la inexistencia de amenazas
directas, coacción o amedrentamiento explícito para que la menor fuera a
la casa de FARIAS, para sostener que la relación entre Farías y Lucía "...
fue en un marco de normalidad y naturalidad, ... perfectamente querido y
consentido" por esta última. 17
A partir de esta valoración probatoria parcial,
descontextualizada y revictimizante, los sentenciantes no sólo negaron de
manera absurda la existencia del abuso sexual imputado, sino también
toda responsabilidad penal de los acusados en relación a la muerte de
LUCÍA, aún cuando reconocieron que esta última (una niña de 16 años)
murió dentro de la casa de FARIAS, mientras éste mantenía relaciones
sexuales con ella, debido a la asfixia tóxica derivada del consumo de la
cocaína que él mismo le proveyó; sólo porque "de ello no puede inferirse
que la obligó a consumirla y mucho menos que la obligó a consumirla
15Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto II.e.3.).
16Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto II.e.4.).
17
Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Gomez Urso (punto 6) y voto del Dr. Viñas.
para obnubilar su consentimiento y abusar sexualmente de ella...". 18
Un razonamiento como el expuesto no resiste el menor análisis
lógico, probatorio ni jurídico.

IV.b.- Fundamento de la arbitrariedad que se denuncia.


Desde el inicio de las actuaciones, la autopsia realizada sobre
el cuerpo de Lucía PÉREZ MONTERO planteó dos hipótesis de muerte
(ambas violentas), sujetas al resultado de los análisis periciales que se
debían realizar sobre las muestras extraídas del cadáver: a) una de ellas,
asociada a un eventual "reflejo vaso vagal", derivado de la penetración
anal constatada, la cual generó la dilatación anormal que presentaba el
ano de la víctima; b) la otra, vinculada al consumo excesivo de sustancias
estupefacientes. 19
Es cierto que la Fiscal actuante se aventuró a hablar
públicamente de "empalamiento inhumano", dando por cierta la primera
de las hipótesis planteadas, cuando aún no tenía suficiente evidencia
para optar por ninguna de ellas. Es cierto también que, una vez
producidos los exámenes periciales sugeridos en la autopsia, los peritos
médicos consultados (primero de la Procuración y luego de la S.C.B.A.),
terminaron descartando el "síncope vaso vagal" y estimando como causa
más probable de muerte una de tipo asfíctico; "por obstrucción de los
orificios respiratorios" dijo el Dr. BONVICINI (Médico Forense de la
Fiscalía de Cámara de Lomas de Zamora) 20, y por "congestión y edema
pulmonar de causa tóxica" sostuvieron los peritos de la S.C.B.A. 21
A partir de estos últimos informes periciales e incluso durante
la propia investigación penal preparatoria, la hipótesis del "empalamiento"
y de la "muerte por reflejo vaso vagal" fue abandonada por las partes
acusadoras. Tanto es así, que ni siquiera fue mencionada en el
18Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Viñas.
19
Ver informe de autopsia glosado a fs. 1/5 del Anexo Pericial, incorporado por lectura al
debate.
20Informe pericial de fs. 837/839, incorporado por lectura.
21
Informe pericial de fs. 934 y ss., incorporado por lectura.
requerimiento de elevación a juicio, en donde ya se hablaba del
"aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de la joven, a raíz de
su adicción al consumo de estupefacientes" y del "suministro de
estupefacientes" como medios comisivos del abuso sexual; así como
también de "asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar" como
causal de muerte. Y como vimos al desarrollar los antecedentes del caso,
en esa misma línea se siguió trabajando durante el juicio oral.
Sin embargo, lo primero que se advierte de la lectura de la
sentencia, es que el Tribunal de Juicio se quedó contaminado con aquella
hipótesis inicial que nadie siguió sosteniendo, dedicándole una parte
importante del fallo a descartar aquel "empalamiento" al que había hecho
referencia la fiscal que intervino en un principio (a quien con razón se
cuestionó por la imprudencia de aquella conferencia de prensa inicial),
cuando dicho extremo jamás fue objeto del debate. 22 Y a partir de este
prejuicio indebido e incorrecto sobre el hecho juzgado, se terminó
descartando el abuso sexual y el homicidio, como contraposición a aquel
"empalamiento" que no fue.
En otras palabras, a los ojos de un Tribunal que evidentemente
estaba tan afectado como la sociedad por aquella versión inicial, si no
hubo "empalamiento" entonces no pasó nada; y las argumentaciones de
las partes acusadoras en torno al "aprovechamiento de la vulnerabilidad
de la víctima", a la "violencia de género" y a la "cosificación de la niña", no
fueron más que "un último recurso" (como lo llama el Dr. Viñas) al que
acudimos desesperadamente para sostener una acusación infundada.
Entonces, partiendo de este prejuicio indebido, todo el esfuerzo
argumental de los juzgadores se centró en negar estas últimas
circunstancias, aún a costa de terminar juzgando la historia vital de la
víctima, de sacrificar el sentido común y de contradecir el ordenamiento
normativo y las obligaciones internacionales del Estado Argentino.

22Verrequerimiento de elevación a juicio, auto de elevación a juicio y lineamientos de las


acusaciones al inicio del debate.
La primera causal de arbitrariedad en que incurre el tribunal es
la reducción de la cuestión a esas 4 preguntas que caprichosa e
injustificadamente selecciona, apartándose de la real cuestión a decidir,
que era ni más ni menos determinar si existió el abuso sexual seguido de
muerte imputado por la Fiscalía y el particular damnificado.
El Tribunal debió decidir la cuestión de acuerdo a las
circunstancias comprobadas de la causa, y no en base a
generalizaciones, estereotipos o preconceptos. En otras palabras, debió
fallar si en el caso concreto los elementos de prueba valorados en su
conjunto, de forma armónica e integral, permitían tener por acreditado el
abuso sexual.
Resulta llamativo además que el Tribunal haya destacado
haber arribado a la absolución de los imputados, no por aplicación de
principio de “in rubio pro reo” al invocar una duda insuperable sobre la
existencia o no de consentimiento, sino manifestando tener certeza
negativa sobre la concurrencia del mismo. Siendo que la única que pudo
afirmar categóricamente el haber prestado consentimiento -pues era la
titular del bien jurídico integridad sexual protegido por la figura en
cuestión- era LUCÍA, resulta absurdo que el tribunal afirme tener certeza
sobre el punto.
Como veremos el Inferior realizó el camino inverso al que debió
haber efectuado: en lugar de decidir la existencia -o no- de
consentimiento, partió de generalidades, preconceptos y estereotipos
constitucionalmente inaceptables, para luego concluir “afirmando” que
LUCÍA consintió las “relaciones sexuales” violentas previas a la muerte. Y
eso, sencillamente, son afirmaciones dogmáticas desprovistas de
sustento fáctico y jurídico, lo cual permite afirmar per se que la sentencia
debe ser descalificada como acto jurisdiccional válido.

IV.b.1.- Negación obstinada de una vulnerabilidad notoria.


Como destacamos párrafos arriba, en la sentencia se reconoce
que LUCÍA tenía 16 años de edad y algún grado de adicción al consumo
de estupefacientes. Pero aún así se dijo que no era "vulnerable", porque
no se prostituía para conseguir la droga, porque no estaba en situación
de calle y porque era una niña con carácter.
El razonamiento del tribunal remite al viejo paradigma en el
cual sólo las “mujeres honestas” podían ser víctimas de violación, en el
caso exigiendo una calidad en el sujeto pasivo del abuso -el carácter
sumiso- que el tipo penal no exige. El delito imputado no exige calidades
específicas en el sujeto pasivo, aunque parezca una obviedad recordarlo
a esta altura. El tribunal concluye -por oposición- que las “mujeres fuertes” -
como califica a LUCÍA- no pueden ser víctimas del delito imputado. Otra
afirmación dogmática que se traduce en la errónea aplicación de la ley
sustantiva, en el caso el delito de abuso sexual seguido de muerte.
Además, dicho criterio denota una consideración acotada e
incorrecta acerca del concepto de "vulnerabilidad de la víctima",
analizando el caso desde un punto de vista androcéntrico; es decir, sin
una perspectiva de género en la que se incluyan ambos géneros y las
desigualdades de poder que existen entre ellos y dentro de ellos. Un
criterio como el expresado por el Tribunal desconoce que las mujeres -
sólo por su sexo- históricamente han ocupado un lugar subordinado en
relación al hombre en la sociedad, y que siguen siendo objeto de
discriminación social. 23 Un criterio como este olvida que esta
"vulnerabilidad natural" de las mujeres, por el solo hecho de ser mujeres,
ha sido justamente la principal preocupación que llevó a los Estados
Partes, a suscribir la "Convención sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer" (integrante del
bloque constitucional, art. 75 inc. 22 C.N.) 24, y posteriormente la
"Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
23Ver particularmente el testimonio de Laurana Malacalza, Coordinadora del Observatorio
de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la Prov. de Buenos Aires,
de fecha 07/11/2018 (registrado en la copia digital del juicio como archivo
"M2U00067.mp4").
24
Ley 23.719.
Violencia contra la Mujer -Convención de Belém do Pará-.
Al margen de lo anterior, negar la situación de vulnerabilidad
de LUCÍA derivada del hecho de ser niña (además de mujer), importa otro
quebrantamiento al sentido común y a las máximas de la experiencia y,
por sobre todo, un apartamiento arbitrario de la prueba recibida durante el
juicio.
La Lic. Claudia BERTARINI, Perito Psicóloga I del Cuerpo
Técnico Auxiliar del Fuero Penal Juvenil, sostuvo con sobrada solvencia
durante el debate que un adolescente: "... la vulnerabilidad y la falta de
identidad y la inmadurez en cuanto a rasgos de la personalidad, son
absolutos, esos son universales y atemporales, porque responden a
un cambio biológico... Una chica de 15/16 años no tiene una identidad
ni sexual, ni completa, ni definida... Lo que sí es común, y yo cuando
digo las características de la personalidad de la joven, propias de su
grupo y de su edad, digo que es una adolescente vulnerable. Inmadura,
como todos los adolescentes. La «anormalidad adolescente», o como
dicen algunos autores la «psicopatología normal del adolescente», todas
estas cosas vistas fuera de contexto, en otras edades, resultarían como
más patológicas, en una chica de 15/16 años no... El mundo es un mundo
de adultos, el mundo como lo ve el adolescente es un mundo de adultos.
Ellos dejan de ser chicos y no les resulta fácil pasar a ser adultos. Tienen
que pelearse con los padres, romper con los esquemas, sobre todo en las
cosas emocionales. Y no pueden tener desde un mundo adolescente,
relaciones adultas con adultos. Con adultos tienen relaciones que
son distorsionadas, porque ellos emulan ese mundo al que todavía no
han abordado... No puede abordarlo como adulto, lo aborda con
inmadurez, entonces transgrede, lo evita, siente un alivio cuando se
encierra así se saca de encima a los adultos, casi todos los adultos más
cercanos de su vida, como son los padres, les resultan insoportables.
Esas actitudes son las que les pasa a un adolescente cuando trata con
adultos. Tiene malos vínculos porque está indefenso frente al adulto.
En esta sociedad, frente al adulto, hay una condición de
desigualdad. Hay desigualdad. Aunque el adolescente tenga una
modalidad muy ostentosa, omnipotente y prepotente, hay
desigualdad... La mayor vulnerabilidad entre un adolescente y un adulto
es ese, tener 15, 14, al lado de un adulto. En un adolescente la
desigualdad no es de género, la desigualdad es que es un poquito más
que un chico... No hay paridad entre una persona adulta y un chico...,
cualquiera sea la condición de ese chico... porque es un chico...". 25
Vulnerabilidad natural reconocida en el preámbulo de
Convención de los Derechos del Niño: "el niño, por su falta de madurez
física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la
debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento" 26,
cuyo texto violenta la negación cuestionada.
Ha dicho la C.S.J.N. al respecto:
"... los niños merecen especial tutela por su vulnerabilidad,
aspecto que está considerado expresa o implícitamente en profusos
instrumentos internacionales (Convención sobre los Derechos del Niño,
arts. 8 y 16; la Convención Americana, arts. 11 y 19; Declaración de
Ginebra sobre los Derechos del Niño; Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos, arts. 23 y 24, Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, art. 10)...". 27
"Teniendo en cuenta que se encuentra en condición
de vulnerabilidad aquella víctima del delito que tiene una relevante
limitación para evitar o mitigar los daños y perjuicios derivados de la
infracción penal o de su contacto con el sistema de justicia o para afrontar
los riesgos de sufrir una nueva victimización y que
la vulnerabilidad puede proceder de sus propias características
personales o bien de las circunstancias de la infracción penal -y

25
Extracto del testimonio prestado en juicio el día 06/11/2018 por la Lic. BERTARINI,
registrado en el soporte digital del juicio como archivo "M2U00063.mp4"
26Ley 23.849, art. 75 inc. 22 de la C.N.
27
C.S.J.N., Fallos: 324:975
donde se destacan, entre otras víctimas, las menores de edad y las
que padecieron delitos sexuales- los jueces deben adoptar en estos
casos las medidas que resulten adecuadas para moderar los efectos
negativos del delito (victimización primaria) y también deben procurar que
el daño sufrido no se vea incrementado como consecuencia del contacto
con el sistema de justicia (victimización secundaria); en todas las fases
del procedimiento penal, deben proteger la integridad física y psicológica
de la víctima". 28
Y si a todo esto (mujer y niña adolescente) le sumamos la
relación conflictiva con la droga que los propios sentenciantes reconocen,
la vulnerabilidad de LUCÍA cae por su propio peso. Tanto es así, que el
"Modelo de protocolo lationamericano de investigación de las muertes
violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio)", hace
especial hincapié en el uso de sustancias tóxicas como una de las
características asociadas a los femicidios sexuales. 29
Insistimos, Lucía PEREZ MONTERO era una niña adolescente
que mantenía una relación conflictiva con los estupefacientes. Eso la
coloca en una indiscutible situación objetiva de vulnerabilidad, aún
cuando no se prostituyera para obtener la droga, no se encontrara en
situación de calle y se haya enfrentado alguna vez con sus padres. Sobre
todo frente a dos adultos que apenas conocía, de 23 años de edad
(Matías FARIAS) y de 43 años de edad (Juan Pablo OFFIDANI), quienes -
además- se dedicaban a la venta de estupefacientes (tal la condena
dictada), eran quienes le habían vendido y fiado la droga el día anterior, y
generaron la situación para que se quedara a solas con el primero en la
casa de éste. Negar dicha circunstancia en este contexto, importa -como
sostuvimos- una arbitrariedad fáctica y normativa.
28
C.S.J.N., Fallos: 334:725
29Instrumento elaborado por la Oficina Regional para América Central del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) con el
apoyo de la Oficina Regional para las Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones
Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres)
en el marco de la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para
poner fin a la violencia contra las mujeres.
IV.b.2.- La intimidad sexual de la menor y su personalidad,
como obstáculos para ser víctima de un delito sexual: otro
argumento absurdo y arbitrario.
El "Modelo de protocolo lationamericano de investigación de
las muertes violentas de mujeres por razones de género
(femicidio/feminicidio)" al que hiciera referencia en el punto anterior,
recomienda investigar y analizar una muerte violenta de una mujer desde
una perspectiva de género, porque esto permite, entre otras cosas:
-) "evitar juicios de valor sobre las conductas o el comportamiento anterior
de la víctima y romper con la carga cultural y social que responsabiliza a
la víctima por lo que le pasó (“algo haría”, “ella se lo buscó”, “quizá ella lo
provocó”). Las personas intervinientes en las diferentes etapas de la
investigación deberán prestar atención a los prejuicios “obvios” acerca de
los roles que supuestamente deben cumplir las mujeres y las niñas en las
sociedades (ser buena madre, esposa o hija, obedecer a su marido o
pareja, vestirse según los cánones de la moral religiosa, no desempeñar
actividades masculinas, vestir de manera recatada), ya que por su
aparente carácter incuestionable no suelen ser evidentes ni para la
justicia ni para la sociedad", y
-) "visibilizar las asimetrías de poder y la forma en que las desigualdades
de género permean los roles, las normas, las prácticas y las
significaciones culturales entre hombres y mujeres". 30
Sin embargo, en el caso se hizo justamente lo contrario. A
partir de juicios de valor sobre la víctima acerca de su manera de
relacionarse en su vida íntima y su personalidad, se negó la posibilidad
de que pueda ser sometida sexualmente en contra de su voluntad. Todo
ello sobre la base de un argumento tan absurdo y revictimizante como
sostener que, desde el momento en que mantuvo relaciones sexuales
con quien quería, entonces no puede ser "violada" salvo que lo sea por la
30
Punto 102 del instrumento citado.
fuerza. Cualquier otra relación sexual se presumirá "consentida".
No era esto lo que debía fallar el tribunal. No se juzgaba en la
causa si en otras oportunidades LUCÍA había sido víctima de abuso o no.
Se juzgaba un caso concreto y sobre tal caso concreto, sobre tal recorte
fáctico, ninguna relevancia tiene saber si antes había tenido -o no-
relaciones con quien ella quería. El razonamiento del tribunal encubre la
conclusión absurda de que un único hecho de abuso sexual, no sería
típico.
Incluso teniendo por cierta la afirmación genérica y desprovista
de sustento fáctico y probatorio de que LUCÍA siempre había tenido
relaciones con quien ella quería (cosa que no sabemos, porque no
contamos con su voz y el hecho de que ella no haya denunciado
anteriormente a otras personas no quiere decir que siempre haya
consentido las relaciones que pudo haber tenido), ello tampoco tiene
eficacia para probar la existencia o no de consentimiento en el caso
juzgado.
Un criterio como el expuesto, desconoce los derechos
humanos de la mujer, y desoye las obligaciones que emanan de los
tratados internacionales suscriptos por el Estado Argentino. 31

IV.b.3.- Inexistencia de fuerza física o moral como


sinónimo de simetría de poder: otra muestra de la cuestionable
visión androcéntrica del Tribunal.
El contexto de "abuso de la situación de vulnerabilidad", de
"violencia de género" y de "cosificación de la mujer" en el que se
desarrolló el encuentro íntimo que terminó con la vida de Lucía PÉREZ
MONTERO, condicionante de la voluntad y de la libertad la menor,
también fue descartado a partir de prejuicios inaceptables sobre la
31Arts. 3, 4 incs. a y b, 6 inc. b, 7, 8 y 9 de la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Para); arts.
1, 2, 3, 4, 5 y 6 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la Mujer; arts. 2, 3, 6, 16 y 19 de la Convención sobre los Derechos
del Niño.
conducta y el comportamiento anterior de la víctima.
En la lógica de los magistrados votantes, como LUCÍA no se
prostituía para consumir droga, tenía experiencia sexual, hasta ese
entonces sólo había mantenido relaciones sexuales con quien quería, si
bien el autor era mayor de edad tampoco era tan grande (tenía 23 años),
y los chats previos al encuentro no evidencian un hostigamiento o
amenaza explícita para lograr que la menor concurra al domicilio de
FARIAS, entonces ambos están en igualdad de condiciones y no existió
relación asimétrica de poder. Si no existió fuerza física o moral, entonces
fue porque quiso.
Es decir, se ha resuelto el caso partiendo de una perspectiva
incorrecta, olvidando incorporar una visión histórica, política y social que
permita deconstruir las raíces de dominación masculina y avanzar hacia
una idea de igualdad pero entendida como protección de grupos
subordinados. 32 Esto ha llevado al Tribunal a tratar como "iguales" a
quienes no lo son, sobre-simplificando un análisis que debió haber sido
más profundo, como si se estuviera resolviendo un hurto o un acto de
violencia común y aislado.
Se limitó indebidamente el concepto jurídico de "violencia"
contenido en el art. 119 del C.P., sólo a aquella que sea física o moral,
desatendiendo el más amplio concepto de "violencia contra la mujer" al
que hace referencia la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en su art. 4, como
"... toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta,
tanto en el ámbito público o privado, basada en una relación desigual de
poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica,
sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad
personal...". Desacierto conceptual que además omite considerar como
medio comisivo, el aprovechamiento que cualquier otra causa -como aquí

32TAPIA, Juan, "El sexo de la justicia. El femicidio", www.revistaajo.com.ar/notas/3532-el-


sexo-de-la-justicia.html
ocurre- que le impida a la víctima consentir libremente la acción.
Requerir la existencia de violencia física o moral explícita,
como condición para considerar la posibilidad de un abuso sexual,
desechando cualquier otra situación de "violencia no explícita contra la
mujer", derivada del aprovechamiento de una situación asimétrica de
poder y de una visión cosificadora del sexo fememino (como surge del
fallo impugnado), constituye una interpretación errónea de la Ley Penal,
violatoria de la Ley 26.485 y de los tratados internacionales citados.

IV.b.4.- Conductas de Farías que fueron sacadas de


contexto para justificar una inocencia irreal.
Al respecto, adujo el Dr. Carnevale en su voto que "Farías y
Lucía se conocieron personalmente el día 7 de octubre de 2016,
aproximadamente minutos más tarde de las 14:00 horas. A partir de allí
se produjeron una serie de circunstancias que a la luz del principio de
inocencia y a la inexistencia de otras pruebas en contrario permiten
estimar que a Farías le había gustado Lucía y que a ella el imputado
tampoco le fue indiferente." 33
De las conductas previas al fallecimiento de Lucía, el citado
magistrado destacó:
-) el prolongado intercambio de mensajes que existió entre ellos durante
casi todo el día;
-) la hipotética visión que OFFIDANI tenía de esa relación;
-) el hecho de que FARIAS le haya escrito el sábado del hecho por la
mañana a Belén MELLA (amiga de Lucía) contándole que la iría a buscar;
-) y la hipotética compra de facturas y de una Cindor para compartir con
Lucía en su domicilio, a la que hicieron referencia ambos encartados.
A criterio del votante, dichas actitudes "no son asumidas
habitualmente por las personas con intención de cometer un hecho tan
aberrante como por el que resulta acusado".
33
Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto e.4.1.).
Sin embargo, como veremos en el capítulo siguiente:
-) sólo un análisis sesgado y sin perspectiva de género del intercambio de
mensajes que existió el día anterior entre FARÍAS y LUCÍA, permite
concluir como el magistrado lo ha hecho;
-) las manifestaciones de OFFIDANI respecto a la relación de FARIAS y
LUCÍA, no se compadecen con la foto que tenía de ella en su celular, ni
con las actitudes previas de ambos, ni con los otros chats que -en forma
parelela- iba manteniendo el propio FARIAS con otras mujeres; y
-) finalmente, la supuesta compra de las facturas y la Cindor, no sólo no
ha sido acreditada, sino que tampoco se compadece con la realidad de
que el estómago de LUCÍA estaba vacío. 34
Siguiendo con su línea argumental, el Dr. Carnevale destaca
de las actitudes posteriores:
-) haber llevado a LUCIA a la sala de primeros auxilios, brindar
información sobre lo ocurrido, permitir que el personal ingrese a su
departamento sin orden judicial y ayudar en la investigación; y
-) haberse mostrado compungido ante los propietarios del depto. que
alquilaba.
Entendió el citado juez que estas actitudes "distan muchísimo
de la que podría haber asumido alguien que abusó y causó la muerte de
una adolescente". 35
Empero, contrariamente a lo afirmado, más allá de algún dato
que pudo servir para ubicar a la familia de la víctima, la actitud
"colaboradora" a la que se hizo referencia en el fallo no se corresponde
con un análisis integral de la prueba.
El testigo Mauricio Fabián STAMBULSKI 36 se encontraba
frente a la sala de primeros auxilios a la que llevaron a LUCÍA, esperando
que llegara su hija. Por ende, vio toda la secuencia completa desde que
34Ver informe de autopsia obrante a fs. 1/5 del anexo pericial, incorporado por lectura al
debate.
35Cuestión primera del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto e.4.2).
36Ver declaración del día 31/10/2018, identificada dentro de la copia digital del debate

bajo el archivo "M2U00026.mp4".


llegó al lugar la camioneta manejada por OFFIDANI, junto a FARIAS y
MACIEL, trayendo el cuerpo de la niña, hasta que OFFIDANI y MACIEL
se fueron del lugar cuando vieron llegar al personal policial. Este testigo,
además de sostener que FARIAS pudo haberse ido con los otros dos (tal
como lo destaca el magistrado), también dijo:
-) que en un momento escuchó claramente que el de 20 (FARIAS) le
pregunta al de 40 (OFFIDANI) "¿qué digo?" o "¿qué hago?", oportunidad
en la que el de 40 le responde que "no pasaba nada";
-) que cuando vieron al policía venir, el de 40 y el mayor se subieron a la
camioneta y "salieron arando..., casi al doble de como llegaron..., salieron
huyendo".
Por su lado, la funcionaria policial Cielo María José RIVELLI 37,
sostuvo en el debate que al consultarle a FARIAS qué había pasado, éste
le dijo que conoció a la chica el día anterior y "que había arreglado para
verse ese día a las 14:00 horas en su casa". Lo cual es falso, pues ha
quedado acreditado en el juicio que en realidad la habían pasado a
buscar junto a OFFIDANI por cercanías de su domicilio en horas de la
mañana, y que había estado con ella en su casa desde entonces.
Tan mentiroso y escondedor resultó FARIAS, que los
funcionarios policiales José Luis GEREZ 38 (quien se encargó de tomar
los primeros testimonios) y Christian Alfredo GARI 39 (funcionario a cargo
de la dependencia), refirieron en el debate que fueron justamente las
mentiras y las contradicciones que notaron en FARIAS y OFFIDANI, las
que los llevaron a sospechar de ellos.
Finalmente, el matrimonio conformado por Celeste Soledad
TISEIRA 40
37Ver declaración del día 31/10/2018, identificada en el soporte digital del video del juicio

bajo el archivo "M2U00022.mp4".


38Ver declaración del día 31/10/2018, registrada en el soporte digital de la filmación del

juicio bajo el archivo "M2U00024.mp4".


39
Ver declaración prestada en el debate el día 31/10/2018, registrada en el soporte digital
de la filmación del juicio bajo el archivo "M2U00025.mp4".
40Ver declaración prestada en el debate el día 06/11/2018, registrada en el soporte digital

de la filmación del juicio bajo el archivo "M2U00054.mp4"


y Cristian Horacio OLIVA 41, vecinos del domicilio de
Racedo 4825 en el que vivía FARIAS, coincidieron en afirmar que se
habían quedado muy preocupados y angustiados por la situación que
habían visto el día anterior cuando sacaron a la niña aparentemente
fallecida del interior del dicho domicilio, pero que se tranquilizaron cuando
al día siguiente vieron a FARIAS en la calle, jugando con su perra
como si nada. Tanto es así, que esta actitud les hizo suponer que al
final no había pasado nada.
Como puede verse, la conclusión a la que arribó el Tribunal, a
partir de la cita de algunas actitudes del encartado FARIAS, no se
compadece con una visión integral de la prueba, respetuoso del sistema
de libres convicción que impone nuestro sistema penal (arts. 106, 210 y
373 del C.P.P.B.A.).

IV.b.5.- Un ateneo médico del que se quiere extraer lo que


los peritos no dijeron.
Para concluir la crítica de los argumentos utilizados por el
Inferior en su sentencia, no puedo dejar de hacer mención al "ateneo o
junta pericial" realizado el día 05/11/2018 42. Porque de la lectura de la
sentencia pareciera que los peritos descartaron científicamente el abuso
sexual, así como también toda posibilidad de que el cuerpo haya sido
lavado, cuando no es eso lo que dichos profesionales sostuvieron.
Por lo pronto, una interpretación correcta de todo lo ocurrido
durante dicha "junta pericial", permite afirmar, como lo sostuviera el Dr.
Gomez Urso en su voto, que la causa más probable del fallecimiento de
LUCÍA fue la "muerte tóxica"; es decir, lo más probable es que la niña
haya fallecido por la cocaína que consumió dentro del domicilio de
FARIAS y en su presencia, pues los peritos refirieron que el consumo ha
41Ver declaración prestada en el debate el día 06/11/2018, registrada en el soporte digital
de la filmación del juicio bajo el archivo "M2U00056.mp4".
42Ver registros digitales de la filmación del juicio, de fecha 05/11/2018, identificados como

archivos "M2U00044.mp4", "M2U00045.mp4", "M2U00046.mp4", "M2U00047.mp4",


"M2U00048.mp4" y "M2U00049.mp4".
sido coetáneo con la muerte. Sólo esto le debería generar
responsabilidad penal en torno al homicidio, al menos a título culposo;
mucho más si él se la suministró (que es lo que esta parte entiende), en
cuyo caso nos vamos al terreno del dolo eventual.
También podemos reconocer que, a criterio de los peritos, las
lesiones genitales que presentaba el cuerpo de LUCÍA, si bien son
compatibles con una relación sexual brusca o enérgica, no
necesariamente indican una relación sexual forzada. Ahora bien, que no
pueda afirmarse científicamente la existencia de una violación a partir de
las lesiones (por el carácter anfigológico de las mismas), no quiere decir
que el abuso sexual deba descartarse. De hecho, la Dra. Gabriela TINTO,
con toda lógica, destacó que ellos no pueden hacer un juicio de valor
sobre la voluntad de la víctima, por lo cual la ausencia de lesiones típicas
de abuso, no necesariamente lo descarta.
Al margen de ello, LUCÍA presentaba una dilatación anal
claramente llamativa (del diámetro de un vaso describió el testigo
BADAMI 43), cuya contracción se interrumpió debido a su muerte. Esto
también es una información relevante, como veremos más adelante.
Por lo tanto, sostener en este contexto que la inexistencia de
lesiones indicadoras, de coacción o de amedrentamiento explícito para
que la menor fuera a la casa de FARIAS, no sólo descartan el abuso
sexual, sino que también toda acción penalmente relevante (como si no
hubiera pasado nada), atenta contra el sentido común y las máximas de
la experiencia, importando -además- una interpretación indebida de los
tipos penales en juego.

IV.c.- Analizando el caso bajo una perspectiva de género y


a la luz de la lógica, la experiencia y el sentido común.
IV.c.1.- Los antecedentes y el contexto.

43Ver testimonio del 02/11/2018, registrado en el soporte digital de la filmación del debate
bajo el archivo "M2U00042.mp4".
Una valoración integral, armónica y lógica de los hechos
juzgados nos obliga a iniciar el análisis del caso destacando algunas
circunstancias fácticas que el propio tribunal de juicio tuvo por acreditadas
en la sentencia, porque estas circunstancias le dan sentido a todo lo que
viene atrás.
Al tratar el “Hecho 1” (particularmente en la cuestión segunda
del veredicto), los juzgadores tuvieron por plenamente probado (y por eso
la condena de ocho años de prisión dispuesta para Matías FARIAS y
Juan Pablo OFFIDANI):
1) Que FARIAS y OFFIDANI se dedicaban a la venta de
estupefacientes (cocaína y marihuana), en forma conjunta, coordinada y
mediante una clara distribución de roles. En palabras del Dr. Carnevale,
FARIAS era “el joven entrador que captaba a las clientas jóvenes,
mientras que OFFIDANI era quien se encargaba de trasladarlo para la
entrega de los mismos” 44. En otras palabras, se movían y actuaban como
una verdadera organización criminal.
2) Que dicha conducta ilícita además- la llevaban a cabo en
perjuicio de menores de edad y en las inmediaciones de la escuela.
3) Que captaban menores (una de ellas fue Belén MELLA)
para que les consigan potenciales compradores de estupefacientes
(también menores de edad) y así ampliar su cartera de clientes.
4) Que en esta dinámica, el día 07/10/2016 conocieron a Lucía
PÉREZ MONTERO a través de su amiga Belén MELLA, coordinando vía
Whatsapp un encuentro con ambas para venderle estupefacientes a la
primera, que se concretó aproximadamente las 14:00 horas, en la
esquina del colegio al que asistían, operación que se llevó a cabo dentro
del vehículo (camioneta) en la que se trasladaban OFFIDANI y FARIAS.
En este contexto, Lucía PEREZ MONTERO (16 años) conoció
a Matías FARIAS (23 años) y a Juan Pablo OFFIDANI (43 años). Este fue
el origen de la historia macabra que terminó con la vida de la niña al día
44
Cuestión segunda del veredicto, voto del Dr. Carnevale, punto c).
siguiente, mientras el proveedor de drogas que conoció el día anterior,
estaba teniendo sexo brusco y violento con ella, después de haberla
pasado a buscar junto a su socio, de llevarla a su casa y haberle
suministrado cocaína en cantidades suficientes como para provocarle la
muerte por asfixia tóxica.

IV.c.2.- Reconstruyendo la historia.


El art. 9 de la Convención de Belém do Pará, establece
claramente que para la adopción de las medidas a las que se refiere
dicho capítulo (entre las que se encuentra la debida sanción de la
violencia contra la mujer), “... los Estados Partes tendrán especialmente
en cuenta la situación de vulnerabilidad a la violencia que pueda sufrir la
mujer… En igual sentido se considerará a la mujer que es objeto de
violencia cuando… es menor de edad…”. Por lo tanto, ninguna mirada
sobre los hechos juzgados será adecuada, en la medida en que no se
considere la especial situación de vulnerabilidad en la que se encontraba
la niña Lucía PÉREZ MONTERO, de la cual se aprovecharon FARÍAS y
OFFIDANI para perpetrar el hecho violento por el que han sido acusados.
Desde los lineamientos de trabajo al inicio del debate, ambas
partes acusadoras dejamos en claro que la teoría del caso (que
compartíamos en lo sustancial) se apoya fundamentalmente en el análisis
de todo el suceso desde la perspectiva adecuada, que no es otra más
que la perspectiva de género que el Tribunal de Juicio lamentablemente
no tuvo.
Como destaca Alda FACIO (citada por el Fiscal en su alegato
de clausura), “Un análisis con perspectiva de género requiere que se
parta de que toda acción humana impacta a hombres y mujeres de
manera particular por la forma como se construyen los géneros y que por
ende, este tipo de análisis debe hacerse al estudiar cualquier fenómeno o
grupo social, aunque en él no hubieran mujeres… Esta no es una
perspectiva sesgada hacia el género femenino. Una perspectiva sesgada
hacia el género femenino es la otra cara de la perspectiva androcéntrica y
sería por ende la perspectiva gynocéntrica. Pero como por siglos de
siglos hemos visto el mundo desde la perspectiva androcéntrica, hemos
llegado a creer que esta perspectiva es una no perspectiva o el punto de
vista neutral y objetivo. Y por eso muchas personas, tanto hombres como
mujeres, se sienten incómodas cuando se les dice que deben analizar los
hechos desde una perspectiva de género. Se sienten incómodas porque
realmente piensan y sienten que la forma como han analizado los hechos
es objetiva o «sin ninguna perspectiva». Debido a esa creencia, cuando
no hacemos un esfuerzo consciente por utilizar una perspectiva de
género, es decir una perspectiva que incluya a ambos géneros y a las
desigualdades de poder que hay entre ellos, lo que hacemos es utilizar la
perspectiva androcéntrica que es la que pasa por una no perspectiva. Por
eso, cuando no se ha hecho un diagnóstico de género de cualquier
situación humana, lo que se ha hecho es un diagnóstico androcéntrico; es
decir, uno que no nos muestra toda la realidad y que además está
sesgado hacia los hombres.” 45
Si no comprendemos esto, por más neutrales, objetivas y
universales que aspiren ser las normas (y no lo son), seguirán siendo
injustas hacia las mujeres debido a que quienes las aplican e interpretan
son personas insensibles a las relaciones de poder entre los géneros. No
se puede hablar de trato “igual” cuando nos encontramos ante sujetos
social y culturalmente desiguales.
Es entonces cuando debemos indagar un poco en la historia
vital de Lucía PEREZ MONTERO. Pero como hicieran los sentenciantes
para juzgarla por sus conductas, por su vida íntima o por su personalidad,
utilizando su pasado para justificar su muerte. Sino para entender su
vulnerabilidad y cómo se han valido de ella los autores de este injusto.
Lucía PÉREZ MONTERO era mujer, pero ante todo era una

45 FACIO, Alda, “El acceso a la justicia desde la perspectiva de género”, Costa Rica,
5/12/2000, http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan030636.p
adolescente de tan sólo 16 años (“una niña grande”, como la describió la
Lic. BERTARINI). Por lo tanto, como lo destacó la citada profesional, a la
vulnerabilidad propia de su género, se le suma la vulnerabilidad absoluta,
natural y atemporal propia de su edad. Porque los adolescentes se
caracterizan por su inmadurez y su falta de identidad. Son personas que
“se encuentran en desventaja frente a un adulto” porque hay
desigualdad entre ellos, cualquier sea la situación en la que se
encuentren (destacó la especialista). 46
Además, era consumidora abusiva de sustancias tóxicas
(incluyendo cocaína), sin ingresos propios, y al momento del hecho se
encontraba problematizada por la relación que venía manteniendo con
sus proveedores habituales, quienes estaban desabastecidos. Por esta
razón, los chats que mantiene desde su teléfono con diversas amistades,
entre las que se destacan su amiga Belén MELLA y su amigo Esteban
PINEDA, los cuales se pueden ver transcriptos en el anexo documental
incorporado por lectura al debate, y también incluidos en los discos
compactos que hacen a la información desgranada del celular de LUCÍA.
Sin duda, estas últimas circunstancias la vuelven aún más
vulnerable, porque la empujan a asumir mayores riesgos, exponiéndose a
situaciones desagradables y peligrosas. Ejemplo de esto es el primer chat
de Whatsapp que mantiene con su amigo “Esteban” 47, en donde
exactamente un mes antes del desenlace fatal (concretamente el
07/09/2016) Lucía le expresaba al nombrado que “había tenido un par de
flash feos” (leer a partir de las 8:31:53 pm). En esa conversación, le
cuenta a “Esteban” que había ido a la casa de un proveedor de drogas al
que no identifica y que este sujeto había querido abusar sexualmente de
ella, que ella se había negado y había vuelto con muy mal ánimo para su
casa 48. Cuán vulnerable la habrá advertido a su amiga, que “Esteban” le

46
Testimonio del día 06/11/2018, registrado en el soporte digital del juicio como archivo
"M2U00063.mp4"
47 Ver chat #1 del celular de Lucía.
48
Teléfono de Lucía, chat #1, día 07/09/2016, desde 9:33:54 pm hasta 9:59:16 pm.
llama la atención y le aconseja que “se cuide”, porque “un día a alguno de
estos se les va a ir la mano” 49.
En ese contexto, un mes después no logra “pegar onda” con
otros proveedores, como “Mony” (la de siempre, la que conoce su
hermano Matías como la mujer que tiene una familia) 50 o “Tomás” 51.
Entonces el 07/10/2016 decide recurrir a su amiga Belén MELLA, a quien
le pregunta si tiene alguien que venda drogas.52 Tengamos en cuenta que
Belén MELLA (también menor de edad) había conocido a FARÍAS unos
días antes, cuando éste, en el negocio familiar en el que ella trabajaba
después del colegio, la había abordado para entablar una relación
personal, la había seducido, había logrado intercambiar teléfonos, le
había dicho que vendía droga, y le había pedido que le consiga amigas
compradoras (por eso FARIAS la tenía agendada entre sus contactos). 53
Es ahí cuando Belén MELLA la pone en contacto con FARIAS
(según surge de los testimonios incorporados por lectura) y convienen
vía Whatsapp- el encuentro para ese mismo día, a las 14:00 horas, a la
salida de la escuela. Un análisis comparativo y cronológico de los
teléfonos de FARIAS (chat #99, borrado y recuperado pericialmente) y de
OFFIDANI, permite advertir:
-) cómo Belén le pide a FARÍAS una foto de él para mostrársela a su
compañera (para que lo reconozca a la salida de la escuela);
-) cómo Belén le pregunta qué vende, a lo que éste le responde que
vende las dos;
-) cómo las chicas le mandan fotos de ellas (teléfono de FARIAS, fotos
#3420 y #3421);
49
Teléfono de Lucía, chat #1, día 07/09/2016, desde 10:01:56 pm hasta 10:18:56 pm.
50
Teléfono de Lucía, chat #54; testimonio prestado en el debate por su hermano Matías
PEREZ MONTERO.
51
Teléfono de Lucía, Chat #9.
52 Testimonios prestados por Belén MELLA durante la instrucción (fs. 38/39 y 156/158

vta.), incorporados por lectura al debate.


53
Testimonios prestados por Belén MELLA durante la instrucción (fs. 38/39 y 156/158
vta.), incorporados por lectura al debate; testimonio de Sol ADURA prestado durante el
juicio el día 30/11/2018, obrante en los registros digitales de la filmación bajo los archivos
“M2U00015”, “M2U00016” y “M2U00017”.
-) cómo FARIAS empieza a buscar en la web la dirección de la escuela
(historial web del teléfono de FARIAS, #104 Y # 105);
-) cómo paralelamente FARIAS le reenvía las fotos de las chicas a su
secuaz OFFIDANI (ver imágenes # 678 y 679), mostrándole a las dos
niñas que iban a ir a ver; y
-) cómo, estando ya en la esquina de la escuela, le envía a Belén fotos
del lugar exacto en el que se encontraban a bordo de la camioneta de
OFFIDANI (teléfono de FARIAS, imágenes, #3422 y #3425).
Pero como LUCÍA no conocía a ninguno de los dos imputados,
Belén MELLA accede a acompañarla para “hacerle la segunda”, para no
dejarla sola con estos dos sujetos.54 Es así que las dos niñas se
encuentran con ambos imputados a la salida de la escuela, suben a la
camioneta de OFFIDANI (conducida por éste), y FARIAS le vende a Lucía
una bolsa de marihuana y un fragmento de la piedra de cocaína que
llevaba consigo.55 Este el comienzo del fin. Así se gesta la relación que, al
día siguiente, terminará matando a Lucía.
Vemos entonces- que FARIAS se dedica junto a OFFIDANI al
comercio de estupefacientes, y que acababa de captar a una clienta
adolescente, sin ingresos propios, con problemas de consumo a modo
abusivo de sustancias estupefacientes, y sin movilidad propia. Y acá
viene lo peor de todo, aquello que refleja sin lugar a dudas la intención de
abusar sexualmente de esa niña vulnerable. ¿Qué hizo a continuación
FARÍAS? Aquello que sabe que no debe hacerse en su “negocio”:
primero LE FIÓ, y luego LE HIZO UNA “QUITA”. Le fió porque sabía que
ese era el requisito, ese era en anzuelo para volverla a ver y accederla
carnalmente, y luego se la rebajó para atraerla más fácilmente.
54 Ver en este sentido las testimoniales prestadas por Belén MELLA durante la instrucción

(fs. 38/39 y 156/158 vta.), introducidas por lectura al debate.


55 Todo lo cual surge de las testimoniales de Belén MELLA (referenciadas supra), y del

diálogo que mantiene con su amigo “Esteban” desde su celular, apenas llega a su casa
luego de la transacción (teléfono de Lucía, chat #1, 07/10/2016, desde 2:47:39 pm hasta
2:54:44 pm; e imágenes #10387 y #10388), en donde le dice “Esteban vamos a ver los
patos a la laguna el savado”… “pegué 200 de faso y fafa, pero esa plra no se la di se la
doy después”.
Todo esto surge de los chats cruzados entre Lucía y
“Esteban”56, entre Lucía y FARIAS57, y entre Lucía y Belén58, en donde se
puede advertir que FARIAS pretendía cobrar $ 200 por la mercadería
vendida, pero mucho más atraer a Lucía hacia su casa con fines de
accederla carnalmente, por lo que además- le hizo una “quita”.
Por eso el día 07/10/2016, luego de haberle vendido la droga
en la puerta de la escuela, mientras acercaban a Lucía y a Belén hasta la
rotonda del Faro, le insistió a Lucía en que fuera a su casa, sola o
acompañada por Belén.59 Por eso también, siguió insistiendo
telefónicamente durante toda esa tarde y noche con Lucía para lograr que
ésta acceda a que la pasen a buscar con OFFIDANI, y así poder “tomar
un fernet”, “estar cómodos”, “conocerse más”. 60 Pero Lucía se negó
siempre, y lo hizo justamente porque no tenía la plata que le debía y
porque no quería pasar por otro “mal flash” como ya le había pasado el
mes anterior. No quería ir a la casa de alguien que “la drogue y la coja”
(como le había advertido su amigo “Esteban” en el chat del mes anterior
al que hicimos referencia supra) sin poder ejercer la verdades libertad de
determinación para tener sexo con quien quiera y cuando quiera. Era
indudable que en esa situación de vulnerabilidad, Lucía no llevaba las de
ganar a la hora de poder consentir libremente un encuentro sexual.
Si lo que se pretende es hacer un análisis del caso con
perspectiva de género (que es lo que el Tribunal no ha logrado hacer), en
el delito de “abuso sexual” no podemos desvincular el concepto de
“violencia” como medio comisivo del injusto, de las nociones de “violencia
contra la mujer” y de “violencia de género”. El art. 4 de la Ley 26.485

56 Teléfono de Lucía, chat #1 del 07/10/2016, 2:54 pm en adelante..


57
Teléfono de Lucía, chat #73 del 07/10/2016, 2:32 pm.
58 Teléfono de Lucía, chat #4 del 07/10/2016, 2:06 pm.
59 Ver testimoniales de Belén MELLA ya referenciadas, testimonial de Sol ADURA

prestada durante el debate, y declaración de OFFIDANI de fs. 414 incorporada por


lectura.
60 Ver teléfono de Lucía, chat #2 con su hermano Matías (“Dientudo”) del 07/10/2016,

3:12 pm., en donde le muestra por qué no fue a la casa de Farías pese a su insistencia.
entiende por “violencia contra la mujer”: “… toda conducta, acción u
omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público
como en el privado,, basada en una relación desigual de poder, afecte su
vida, libertad,.. integridad física…, sexual…, como así también su
seguridad personal”. Tal como lo venimos desarrollando (única manera de
verlo), lo que sucedió en este caso, no es otra cosa más que esto.
Sobre todo cuando a ello le sumamos la definición propia del
“contexto de violencia de género”, el cual abarca aquellos casos en los
que la mujer se encuentra afectada de manera desproporcionada (art. 3
inc. “d” del Convenio de Estambul), pues en los delitos como el que se
juzga, la mujer suele integrar uno de los grupos más afectados, siendo
instrumentada y cosificada para la satisfacción de los deseos sexuales
del autor, en la medida que ese autor espera de la víctima que se adecúe
al rol que él le asigna: ser un medio para la satisfacción de su deseo.
Como veremos más adelante, este es el rol que FARIAS y OFFIDANI le
asignan a las mujeres.
Volviendo al caso en estudio, lo cierto es que LUCÍA inventó
excusas para negarse a ir a la casa de FARIAS la tarde del 07/10/2016 61,
y volvió a mentirle esa misma noche alegando que estaría con su prima
Noelia, lo cual era irreal. 62 Y como dije, mentía para evitar otro “mal flash”
como el que había sufrido el mes anterior, por no tener los $ 100 que le
había quedado debiendo a FARIAS. Dinero del que recién se hizo en la
mañana siguiente (08/10/2016), cuando su madre se lo dejó antes de irse
a trabajar, en la creencia de que ella iba a salir con sus amigas al
centro. 63
Es obvio que Lucía intuía su situación de vulnerabilidad, pero

61 Ver chats coetáneos de FARIAS con BELÉN a través del celular de Sol ADURA, chats
de FARIAS con LUCIA, y chats de LUCIA con BELEN.
62
Ver testimonios de los padres y del hermano de Lucía, prestados durante la primera
jornada de debate.
63 Ver testimonio de la Marta MONTERO (mamá), prestado durante la primera jornada de

juicio.
las “características universales” de los adolescentes como ella
(omnipotencia, inmadurez, tendencia a la transgresión, búsqueda de la
propia identidad, a las que hizo referencia la Lic. BERTARINI, citada
párrafos arriba), le hicieron creer que podría manejar la situación porque
ya había conseguido el dinero adeudado y esto compensaba un poco la
asimetría de poder que existía entre ellos. Así entonces, habiendo
conseguido los $ 100 que adeudaba, el 08/10/2016 por la mañana se
contactó con su nuevo dealer, con la intención de entregarle el dinero y
eventualmente conseguir más drogas, sin discutir demasiado las
condiciones de ese segundo encuentro (porque no olvidemos, era la
segunda vez que se veían).
Ahora bien, más allá del contenido del chat entre ambos, está
claro que la intención de Lucía nunca fue la de intimar esa mañana con
FARIAS y que su idea era volver a su casa en seguida, existiendo un
sinnúmero de indicadores que así lo acreditan y que fueron destacados
por su madre Marta MONTERO al prestar declaración en juicio:
-) Primero, porque cuando llegó a su casa alrededor de las
15:00 horas, luego de haber salido de su trabajo, encontró la
computadora prendida sobre la mesa, con el Facebook de Lucía abierto,
el lavarropas funcionando y el mate con la pava; panorama que le hizo
pensar que Lucía había salido recientemente y volvería enseguida,
porque de lo contrario jamás hubiera dejado las cosas así.
-) Y segundo, porque si LUCÍA hubiera concurrido a un
encuentro íntimo con un chico que realmente le gustara, jamás hubiera
usado la ropa que tenía puesta. Porque ella era una chica coqueta que le
gustaba arreglarse. Situación corroborada a partir del chat que mantiene
con su amiga Belén cuatro meses antes, en donde le describe con lujo de
detalle cómo se había arreglado para asistir a un encuentro con un chico
que le gustaba.64
64Teléfono de LUCÍA, chat #4 con Belén MELLA, ver impresión 13 y 14 de las imágenes
proyectadas durante los alegatos de esta parte, entregadas al tribunal con la conformidad
de las partes, según acta del debate.
Sostener como lo ha hecho el Tribunal, sólo a partir de una
interpretación literal y descontextualizada de los chats, que en este
contexto, la menor se representó la posibilidad de tener relaciones
sexuales con FARIAS y que consintió con entera y absoluta libertad las
mismas y la forma de su realización, es mirar el caso desde la perspectiva
equivocada; desde una perspectiva androcéntrica que se asume como
neutra cuando no lo es.
Por el contrario, todo el contexto indica que el plan de FARIAS
era otro, era cobrarse la droga que le había fiado, pero también
suministrarle más y accederla carnalmente, porque ese es en el
imaginario de FARIAS, propio de la sociedad patriarcal- el rol esperable
de este tipo de chicas (adolescentes, consumidoras de tóxicos en forma
abusiva y sin ingresos propios): servir para saciar su necesidad sexual
como hombre. Con un poco de droga, se compra la voluntad.
Con este plan, FARIAS fue a buscar a LUCÍA hasta las
proximidades de su casa, junto a su compadre OFFIDANI (socio en el
comercio ilícito de las drogas y ladero para cualquier otra actividad
marginal) y en el auto de este último, llevándolos luego a la casa de
FARIAS y dejándolos allí en soledad, a sabiendas de todo lo ocurriría en
el interior de ese domicilio. No olvidemos que OFFIDANI era consciente
de la insistencia con la que FARIAS estaba tratando de lograr un
encuentro íntimo con LUCÍA, desde el momento en que le vendió y le fió
la droga el día anterior.65
Ambos sabían de la relación problemática de LUCIA con los
tóxicos, sabían que era menor de edad 66 (de hecho la habían conocido a
la salida de la escuela), sabían que no tenía movilidad ni ingresos
propios, y sabían de los problemas de provisión que venía teniendo con
sus proveedores habituales. En ese marco, le habían suministrado
tóxicos el día anterior, se los habían fiado, y ese día habían logrado que

65 Ver teléfono de FARÍAS, chat #40 del 07/10/2016, a las 10:31:15 pm..
66
Ver teléfono de LUCÍA, chat #73.
acceda a salir de su entorno seguro, para trasladarla en soledad hasta el
domicilio de su proveedor, quien se quedó a solas con ella. En términos
llanos, “habían logrado atraer la presa a su guarida”.
Cinco (5) horas después de permanecer dentro de la casa de
FARIAS a solas con él, LUCÍA sale de dicho inmueble:
-) muerta por asfixia tóxica derivada del consumo coetáneo de cocaína 67;
y
-) con signos inequívocos de haber sido penetrada reiteradas veces por
vía vaginal y anal, de manera brusca o violenta en atención a las lesiones
corporales que presentaba 68.
Es cierto como destaca el Inferior- que fue trasladada por
FARIAS, OFFIDANI y MACIEL a la sala de primeros auxilios de Playa
Serena, pero no lo es menos que al día siguiente de su muerte, FARIAS y
OFFIDANI fueron detenidos mientras circulaban en el rodado de este
último, transportando marihuana y cocaína para su venta como si nada
hubiera pasado (tal como lo confirma la sentencia condenatoria dictada
en el mismo decisorio, en relación a dicha tenencia ilegítima de
sustancia). Es decir, luego de haber “cumplido” con llevar a esa niña
muerta a la sala sanitaria más cercana (niña que ellos habían matado con
la droga que le dieron), continuaron con su vida y su actividad,
vendiéndole a otros menores esa misma droga que el día anterior había
provocado la muerte de una niña, que poco les importaba.

IV.c.3.- Descartando las excusas de los imputados.


En lo que hace a los descargos que intentaron realizar los
imputados, éstos no hacen más que perpetuar y potenciar los
estereotipos vigentes en la sociedad patriarcal y en su imaginario
prejuicioso. Por lo pronto, si tanto les preocupaba la integridad física de
67 Ver informe pericial de la S.C.B.A. (fs. 934 y ss., incorporado por lectura), ratificado en
la junta médica realizada durante la 5ta. jornada de debate.
68 Ver informe de autopsia (fs. 1/6 del anexo pericial, incorporado por lectura), informe

pericial de la S.C.B.A. (fs. 934 y ss., incorporado por lectura) y ratificado en la junta
médica realizada durante la 5ta. jornada de debate.
LUCÍA, no logra comprenderse cómo pudieron ponerla en peligro de
semejante modo, vendiéndole cocaína a un nivel de pureza del 92 % y
generando las condiciones de desigualdad de poder suficientes como
para accederla carnalmente.
La defensa puso en boca de FARÍAS (nótese que no declaró
espontáneamente, sino en sede de la Defensoría Oficial y se negó a
responder preguntas) 69 un sinnúmero de falsedades. Como por ejemplo,
que en medio del acto sexual, se vistió y se fue hasta un kiosko que está
a dos cuadras de su casa, a comprar una caja de profilácticos porque
tenía uno solo, lo cual es falso porque en el lugar del hecho sólo se
secuestró una caja de profilácticos vacía y tres profilácticos usados en
esa relación. 70
Pero claro, con esta excusa pretendía generar un espacio de
tiempo en el que LUCÍA quedara a solas en su domicilio, para luego
alegar que no la vio consumir estupefacientes en su presencia. El
problema es que dicha aserción se contrapone con lo manifestado por
sus consortes de causa OFFIDANI 71 y MACIEL 72, en relación a lo que
FARÍAS les había transmitido.
A esto se le suma el incomprobable intercambio de mensajes
en el que FARÍAS le requería a OFFIDANI que le acerque más
preservativos, desde el momento en que los encartados se encargaron de
borrar de sus teléfonos toda la información existente sobre el hecho
investigado. No hace falta mucha imaginación para comprender que
OFFIDANI llegó a la casa de FARIAS con más preservativos, porque “era
su turno de usar el cuerpo de LUCÍA”, pero se encontró con una niña
muerta en la cama. Por eso guardó nuevamente los preservativos,
llevaron a LUCIA a la sala de primeros auxilios y esos preservativos
terminaron siendo encontrados en su casa.

69
Fs. 817/820, incorporada por lectura.
70 Ver acta lef fs. 11/12 vta. del anexo pericial, muestras B5, B6 y B11.
71 Fs. 416vta/417 y 420.
72
Fs. 428 vta.
La defensa puso en su boca también, “que el hecho le causó
tristeza”, y que “tuvieron sexo normal y deseado como dos personas
jóvenes que se gustan”. Nada más alejado de la realidad comprobada.
Como sostuvimos en los alegatos finales, en una relación
deseada de dos personas que se gustan,
-) el hombre no droga a la mujer para tener sexo;
-) el hombre no tiene a su pareja cuatro (4) horas encerrada en una casa,
sin compartir siquiera una factura 73 (lo último que había ingerido eran los
mates que tomó como su papá antes de salir de su casa);
-) el hombre no le “echa polvos” a su pareja (como los describe
OFFIDANI);
-) el hombre no va manteniendo al tanto a su secuaz de cómo la está
pasando, ni lo manda a buscar más preservativos;
-) de las relaciones deseadas entre dos personas que se quieren y que se
conocieron el día anterior, la mujer no sale muerta y con lesiones
corporales que evidencian por lo menos brusquedad en el coito.
Si la muerte de LUCÍA realmente le hubiera causado tristeza, al
día siguiente no se hubiera puesto a jugar con el perro en la calle como si
nada hubiera pasado 74. Si la muerte de LUCÍA realmente le hubiera
causado tristeza, no los hubieran encontrado al día siguiente vendiendo
droga en la calle junto con OFFIDANI en búsqueda de otra víctima (tal
como lo afirmaron los jueces en la sentencia de condena).

IV.c.4.- Analizando el caso a la luz del derecho aplicable.


Como el fiscal destacó en algún tramo de su alegato, debe
comprenderse que el Estado Argentino ha asumido una serie de
compromisos internacionales en materia de promoción y protección de
Derechos Humanos. Entre esas obligaciones, una de las más fuertes y

73
El informe de autopsia (fs. 1/6 del incidente pericial) da cuenta que el estómago de
Lucía estaba vacío.
74 Ver testimonios de Celeste Soledad TISEIRA y de su esposo Cristian Horacio OLIVA,

prestados en el juicio el día 06/11/2018.


actuales tiene que ver con la erradicación de la violencia contra la mujer.
Nuestro país ha suscripto la “Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer Conv. de
Belém do Pará-“, documento éste que en su art. 7 señala que todos los
Estados Partes deben condenar todas las formas de violencia contra la
mujer, y “convienen en adoptar políticas, orientadas a prevenir, sancionar
y erradicar dicha violencia”, y en especial, a “tomar todas las medidas
apropiadas… para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que
respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer”.
Además, en su art. 8, también convienen en “adoptar…
medidas específicas para… b) modificar los patrones socioculturales de
conducta de hombres y mujeres…, contrarrestar prejuicios y costumbres y
todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa dde la inferioridad
o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles
estereotipados para el hombre y la mujer que legitiman o exacerban la
violencia contra la mujer”.
Y en particular, dicho texto convencional señala que “para la
adopción de las medidas a que se refiere este capítulo, los Estados
Partes tendrán especialmente en cuenta la situación de
vulnerabilidad a la violencia que puedan sufrir la mujer en razón… de
su menor edad…” (art. 9, el destacado me pertenece).
Por ello nuestro legislador nacional ha receptado esos
compromisos en el ámbito interno dictando la Ley 26.485 de “Protección
integral de las mujeres”.
Y está claro que los magistrados del poder judicial no están
liberados de este compromiso. No se trata aquí de un criterio de
interpretación sujeto a la discrecionalidad del juzgador. Como destacaron
claramente en el juicio Oriana María Luz TORRES (representante del
I.N.A.M., órgano interpretador de la Ley de Violencia contra la Mujer) y
Laurana MALACALZA (Coordinadora del Observatorio de Violencia de
Género -OVG- de la Defensoría del Pueblo de la Prov. de Buenos Aires),
la adopción de estas medidas constituyen hoy “política de estado”.75 Y así
lo ha resuelto en reiterados pronunciamientos no sólo la Corte Suprema
de Justicia de la Nación 76, sino también la Suprema Corte de Justicia de
la Provincia de Buenos Aires 77.
Por lo tanto, todos los representantes del Estado (entre ellos
los jueces) están obligados a respaldar el cumplimiento de esas
obligaciones internacionales asumidas en materia de prevención,
investigación y sanción de casos de “violencia contra la mujer”. En el
marco de la justicia penal, esto le impone a los jueces adoptar una
perspectiva de género, no sólo para analizar los hechos juzgados, sino
también para interpretar el derecho aplicable.
Desde el análisis fáctico, debe tenerse en cuenta que el
problema de base está en la asimetría de poder que existe entre víctima y
victimario, en el marco de una sociedad patriarcal determinada y en el
caso concreto. No puede perderse de vista que nos encontramos ante un
tipo de delito (abusos sexuales) en donde las víctimas mujeres están
sobre-representadas. Es decir, estadísticamente puede constatarse que
las mujeres y las niñas son las principales víctimas de los atentados
contra la libre determinación sexual. Por lo tanto, hay que tener en mente
este dato a la hora de analizar el medio comisivo de la conducta juzgada.
Desde la valoración normativa, debemos considerar
entonces- que cuando el medio comisivo del abuso sexual está
vinculado con la violencia o con la incapacidad de la víctima de haber
podido prestar un consentimiento libre, este concepto debemos integrarlo
con “perspectiva de género”, a partir de otros elementos normativos
extrapenales que permitan cumplir esos compromisos internacionales a
75
Ver testimonios respectivos, prestados en la jornada del día 07/11/2018, obrantes en
los registros digitales de la filmación del juicio, acompañados al recurso de casación
interpuesto por el Ministerio Público Fiscal.
76 Sobre todo a partir del precedente “Góngora”.
77 S.C.B.A., Causa 124601, sent. 14/06/2017, “Arrieta, Carlos Daniel s/ Recurso

extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa Nº 660635 del Tribunal de Casación


Penal, Sala VI; Causa 123135, sent. 10/05/2017, “Grageda Sagardia, Fabián s/ Recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa nº 24401 del Tribunal de Casación
Penal, Sala I”, entre otras.
los que hemos hecho referencia. Ese concepto extrapenal lo encontramos
en el art. 4 de la Ley 26.485, en donde nos define qué debemos entender
por “violencia” cuando analizamos una infracción al art. 119 del Código
Pernal, y cuando la víctima es una mujer.
Y desde esta perspectiva, no se verifica la “violencia”
esperando o buscando sólo signos de lucha, de resistencia, de defensa o
un despliegue desmedido de fuerza física, como parecieran analizar los
juzgadores de manera básica y androcéntrica. Por el contrario, el análisis
debe ser mucho más amplio y complejo, evaluando si existen conductas
que, de manera directa o indirecta, y basadas en una relación desigual de
poder, han afectado la integridad física o sexual, la seguridad personal y
la vida de esta niña llamada “Lucía PÉREZ MONTERO” (art. 4 de la Ley
26.485), o que de algún modo le hubieran impedido consentir libre y
plenamente la acción de tener relaciones sexuales.
En el caso que nos ocupa sobran indicadores de este tipo.
Como se destacó en los alegatos y como vimos en los párrafos
anteriores, nos encontramos ante un caso en el que se ha constatado la
siguiente situación:
-) de un lado, un hombre de 23 años secundado por otro de 43 años; del
otro, una adolescente de 16 años;
-) de un lado, un proveedor de droga que no consume cocaína; del otro,
una consumidora abusiva de diversas sustancias adictivas, incluida la
cocaína;
-) de un lado, un proveedor que vende de fiado; del otro, una mujer
adolescente sin fuentes de ingresos propios;
-) de un lado, la puesta a disposición de un vehículo para llevarla y
traerla; del otro, una niña que carece de medio de transporte propio;
-) de un lado, quien lleva a una niña a su casa para quedarse solo con
ella; del otro, una niña que abandona su lugar de pertenencia y aceptar ir
a la casa de un extraño.
Sinceramente, hablar de situación simétrica de poder en este
contexto sólo porque Lucía no se prostituida para conseguir la droga,
porque hasta ese momento y en teoría tenía relaciones sexuales con
quien quería, y porque tenía carácter fuerte (tal como lo afirman los
sentenciantes), no sólo choca con las reglas de la sana crítica (art. 106,
210 y 373 del C.P.P.B.A.), sino que se traduce en un incumplimiento de
los compromisos internacionales a los que hiciéramos referencia,
generando un pronunciamiento arbitrario en los términos de la doctrina
jurisprudencial de la C.S.J.N., que impide considerarlo una “sentencia
fundada en ley”, tal como imponen los arts. 17 y 18 de la C.N.
Contrariamente a lo resuelto, este es un caso en donde, a
partir de una innegable relación desigual de poder, de la que resultó
afectada de manera directa la integridad física, la integridad sexual, la
seguridad personal y hasta la propia vida de Lucía PEREZ MONTERO,
dicha niña se vio afectada en su capacidad para consentir con plena
libertad, la relación sexual que FARÍAS mantuvo con ella. Violencia
desplegada en contra de una mujer, que además se da en un claro
contexto de “violencia de género”, particularmente visibilizada en tipos
penales como el que nos ocupa, en donde coincide la vulnerabilidad de
una víctima sobre-representada (mujer y niña), con victimarios guiados
por criterios patriarcales que cosifican a las mujeres para satisfacer sus
deseos sexuales. 78
Esta visión cosificadora que tanto FARIAS como OFFIDANI
tienen de la mujer, derivada del imaginario patriarcal que gobierna sus
vidas, se refleja claramente en la forma que ambos tienen de relacionarse
con todas las mujeres.
Respecto de FARIAS, sobran ejemplos de ello dentro de la
información contenida en su propio teléfono:
-) Vean VV.EE. el video #40 del día 03/10/2016, en el que se
78Un claro ejemplo de lo expuesto es el chat #73 del celular de LUCÍA, al que hace
alusión el tribunal en su sentencia, mantenido con FARIAS la tarde del 07/10/2016, en
donde cansado de las excusas que le estaba esgrimiendo LUCÍA para no verse, en un
momento le escribe: “es korta queres que nos veamos o no”… “son tus amigas o pasarla
aka conmigo”.
filma mientras “Cinthia” (la madre de su hija Francesca) le practica sexo
oral, y relaciónenlo con el mensaje del chat #48 que le envía a dicha
mujer al día siguiente, a las 9:53:11 am (borrado y recuperado gracias a
la labor pericial). Noten la vulgaridad con la que la trata y la violencia
verbal de las cosas que le dice.
-) Vean también el diálogo de chat que mantiene con “Eugenia”
(chat # 52, del mismo día 03/10/2016, de las 10:47:10 pm. a las 11:29:58
pm.), otra muestra de la violencia verbal con la que se relaciona con las
mujeres.
A esto se le suma su personalidad: extrovertido, egocéntrico,
con “tendencia a establecer relaciones interpersonales centradas en
sí mismo, caracterizadas por la desvaloración del otro, y con
manifestaciones de hostilidad.” 79
Por su lado, a OFFIDANI su teléfono también lo termina
condenando:
-) Si uno indaga sobre la actividad web que realiza durante los
días 7, 8 y 9 de octubre de 2016, puede advertir que no accedió a otros
sitios que no sean “sitios porno” o, a partir del deceso de LUCÍA, a sitios
de noticias vinculadas con el tema.
-) De todos sus videos guardados (68 en total), 61 son “porno”.
-) En la tarjeta de memoria contenida en el teléfono, puede
verse otro video porno que posiblemente lo tiene como protagonista, con
una mujer que no es su mujer, en el cual lo más destacable es la
violencia verbal con el que la trata.
-) En la declaración que prestara en sede judicial habló sobre
las relaciones sexuales de FARÍAS, refiriéndose a ellas como “polvos que
se echaba”. Concretamente dijo: “…Cuando lo llevé al Centenario una
vez a buscar a una mina me dijo que se había echado dos polvos con esa
mina, después dos más con una remisera y después volvió a echarse dos

79
Pericia psicológica del nombrado de fs. 729/733, incorporada por lectura.
polvos más con la remisera, o sea 6…” 80. Esta manera
de expresarse también denota la visión cosificadora que ambos tienen de
las mujeres.
Y la evidencia más contundente de lo que estamos
exponiendo, de la subestimación que OFFIDANI realiza del sexo
femenino, la terminó aportando sin querer- su propia mujer Eliete SILVA
DOS SANTOS al declarar en el debate, graficando cómo es la relación
entre ellos 81. Por ejemplo:
a) Alegó no subirse al vehículo “de su marido”, porque maneja muy rápido
y no le gusta, dejando entrever que OFFIDANI prefiere que su mujer
camine o se maneje en colectivo, antes que esforzarse para cambiar su
forma de manejar, al menos cuando va con ella en el auto.
b) Dijo que OFFIDANI tiene problemas con las drogas porque consume,
“pero de eso no se puede hablar con él, porque se enoja”.
c) A ella no le gusta consumir pornografía, pero tolera que él lo haga
delante suyo. Más allá de que a ella no le extrañe, es un indicador de
cosificación.
d) El día previo a los hechos (07/10/2016), refiere haber tenido un ataque
de asma, pero reconoce que a la noche lo llamó FARIAS (después de no
haber logrado que Lucía, Belén, ni Sol estén con él) y salieron los dos
solos. Según dijo OFFIDANI en su declaración, “querían ver algo distinto
y se fueron a ver a los travestis”. Es decir, en teoría dejó sola a su mujer
en su casa, mientras se recuperaba de un ataque de asma sufrido, para
“ir a ver travestis” con FARIAS.
Ni qué hablar de la forma en la que se expresó en su descargo
en relación a las chicas. Así por ejemplo:
-) que Belén (16 años) “lo incitó a Farías”, y que a su juicio “no era para
un polvo más” (fs. 413 vta.);
-) que Belén “le entregaba a la amiga en bandeja” y que le parecía que
80Fs. 413/420, incorporada por lectura.
81Testimonio de fecha 07/11/2018, identificado en los registros digitales de la filmación
del juicio bajo el archivo “M2U00070”.
Belén “era lesbiana” (fs. 414);
-) que al llegar a la rotonda del Faro, Farías invitó a las dos chicas a ir a
su casa, “pero yo no me iba a quedar, no soy de esas cosas, lo he llevado
a buscar alguna mujer, pero no me quedo” (fs. 414);
-) “para ver algo diferente nos fuimos a Luro y Champagnat a ver los
travestis” (fs. 415).
¿Qué marcan estos antecedentes si no es una visión
cosificadora de la mujer, la cual debe estar a su servicio, para satisfacer
los requerimientos del hombre? ¿Quién puede negar que estos modos de
relacionarse con las mujeres son una expresión de su cosificación, una
manifestación de que en el imaginario de ambos- sólo cumplen un rol
instrumental para satisfacer sus deseos?
En este contexto, es ingenuo, arbitrario y absurdo negar (como
lo dijo el Dr. Viñas en su voto) que haya sido FARIAS quien le proveyó a
LUCÍA la cocaína que consumió en su casa y que le provocó su muerte.
¿Quién puede sostener válidamente, con sentido común, que una niña de
16 años va a llevar cocaína comprada a otro, a la casa de su proveedor
(al que conoció el día anterior), para tomarla sola porque su proveedor no
toma?
En síntesis, contrariamente a lo resuelto, estamos convencidos
que las pruebas producidas, analizadas de manera integral y armónica, a
la luz de la perspectiva de género que el bloque constitucional y
convencional imponen, demuestran que Lucía PEREZ MONTERO fue
víctima de abuso sexual, cuyo medio comisivo fue la violencia contra la
mujer y en un contexto de violencia de género por la cosificación que se
hizo de ella, facilitado por el uso de estupefacientes, todo lo cual potenció
la vulnerabilidad de la víctima en el caso concreto, impidiendo que pueda
consentir con plenitud de libertad la acción del autor.
Este abuso, además implicó un acceso carnal de la víctima,
brusco o violento en su realización, tal como lo demuestra el estado de
sus cavidades vaginal y anal, bajo los parámetros de cosificación el
patrón propio del rol de las mujeres concebido por FARIAS y OFFIDANI.
Entendemos también que ese abuso con acceso carnal, en
esas condiciones de intoxicación estimuladas por el auto, y conocidas y
aceptadas por OFFIDANI, obligaban a que éstos a representarse como
posible la muerte de la víctima, pues como ellos mismos reconocen y
como la autopsia ilustra, Lucía no había ingerido ningún alimento, le
suministraron cocaína posiblemente al 92 % de pureza (compatible con la
que se les secuestró al día siguiente en su poder) y había mantenido
múltiples accesos carnales en menos de 4 horas, todo ello en el interior
de su domicilio. Es decir, la muerte de LUCÍA en esas condiciones, era un
resultado previsible para FARIAS y para OFFIDANI, y fue lo que pasó.
Por lo tanto, disintiendo con el criterio del Tribunal recurrido,
entendemos que es innegable que un hecho así, debe tener
consecuencias en el mundo del derecho penal. No estamos hablando de
un accidente, de una niña que se murió al atragantarse con un alimento.
Estamos hablando de una niña que murió por sobredosis, dentro de la
casa de quien le estaba proveyendo esa droga (mayor de edad y
dedicado a la venta de estupefacientes), como medio para facilitar las
relaciones sexuales que pretendía tener con ella, bajo la supervisión y
con la ayuda de su secuaz y socio OFFIDANI.
En este contexto, es jurídicamente inadmisible descartar el
homicidio, al menos con dolo eventual, teniendo en cuenta la indiferencia
del resultado muerte que se representaron. Pero como este homicidio fue
la consecuencia de una abuso sexual previo con acceso carnal, entonces
dicha conducta constituyó el delito de “abuso sexual con acceso carnal
(dolo directo), agravado por resultar la muerte de la personal
ofendida (dolo eventual) y favorecido por el suministro de
estupefacientes” (art. 124 del C.P., en relación al art. 4 de la Ley 26.485
y al art. 13 de la Ley 23.737), el cual concurre de manera ideal con el
delito de “femicidio” (art. 80 inc. 11 del C.P.), en la medida en que la
muerte de la menor se dio a manos de un hombre y en un contexto de
violencia de género (con dolo eventual).
Al respecto, nos permitimos destacar que, a diferencia de otros
homicidios calificados como podría ser, por ejemplo, aquellos justificados
en motivaciones especiales (el odio del inc. 4), desde el punto de vista
subjetivo, el femicidio no es más que un delito doloso, que no requiere de
ningún otro componente subjetivo adicional distinto del dolo. Por lo tanto,
es perfectamente compatible con el dolo eventual. En refuerzo de lo
expuesto, AROCENA y CESANO expresan: “…basta que el sujeto,
sabiendo de la particular calidad de mujer del sujeto pasivo, la mate
considerando seriamente posible la realización de la muerte y
conformándose con ésta. El hecho de que la situación típica reclame que
el hombre mate a la mujer mediando violencia de género no pareciera
consagrar implícitamente- elementos subjetivo alguno distinto del dolo,
sino sólo que aquel cauce la muerte de la víctima sabiendo y queriendo
realizar actos que, desde un punto de vista objetivo, traducen o se
enmarcan en una situación de violencia de género”. 82
Párrafo aparte merece la cuestión de la autoría y de la
participación criminal.
Está claro que Matías FARIAS es el autor, pues no sólo es uno
de los que se aprovechó de la vulnerabilidad de LUCÍA, ejercicio la
relación desigual de poder, sino se quedó a solas con ella en su casa,
quien la accedió carnalmente en forma reiterada y brusca, y quien le
suministró la cocaína utilizada para facilitar esas relaciones sexuales, la
cual le terminara produciendo la muerte por asfixia tóxica.
En el caso de OFFIDANI, debemos aceptar que no tuvo el
dominio sobre el hecho, porque no estaba dentro del domicilio en el
momento en el que FARIAS le dio la droga a LUCÍA y la accedió
carnalmente. Por ende, no puede responder a título de autor. Empero,
está probado:

82AROCENA, Gustavo CESANO, José, “El delito de femicidio”, Editora B. de F., año
22017, pág. 115).
-) que junto a FARIAS, eran socios en la venta de droga;
-) que era otro segmento del tándem de personas que ejercía la relación
desigual de poder que implicaba violencia contra la mujer en situación de
vulnerabilidad;
-) que era consciente y aceptaba todas las circunstancias que hacían al
medio comisivo “violencia contra la mujer”;
-) que sabía que FARIAS vendía cocaína, pero que él no la tomaba;
-) que llevó a FARIAS a venderle droga a LUCÍA en la puerta de la
escuela, operación que realizaron dentro de su camioneta;
-) que FARIAS había tratado de llevar a una de las dos chicas (LUCÍA o
BELEN) a su casa aquella tarde, y estaba pendiente de llevarla a la
noche;
-) que la mañana del 08/10/2016, lo pasó a buscar a FARIAS, junto fueron
a buscar a LUCÍA, y luego los condujo a ambos al domicilio del primero
para que estuvieran a solas;
-) que era consciente de que la niña podría haber estado consumiendo
con anterioridad y sin dormir;
-) que era consciente de la situación asimétrica de poder que existía entre
víctima y autor;
-) que en medio de la “faena” le preguntó a FARÍAS si podía pasar
(extremo reconocido en su propia declaración);
-) que en medio de la “faena”, dijo haberle ido a comprar más
preservativos a FARIAS a su pedido;
-) en síntesis, que era plenamente consciente de que FARIAS estaba
abusando sexualmente de LUCIA con acceso carnal, que le suministraría
estupefacientes para facilitar dicha actividad, y que emplearía violencia
contra la mujer como medio comisivo, en un contexto violencia de género
que asentía y compartía;
-) y además, que borraron todos los mensajes de texto existentes entre
ellos, los cuales podrían avalar la versión que nos dieron.
Por ende, el aporte de OFFIDANI en relación al delito cometido
por FARIAS es esencial, determinante de una participación necesaria en
los términos del art. 45 del C.P.
A nuestro modo de ver, el delito no se hubiera podido cometer
si no fuera por el aporte de OFFIDANI. Tan esencial fue OFFIDANI en
toda esta historia, que la testigo Mariana Alicia ALMADA (propietaria de la
casa de Racedo 4825 en la que vivía FARÍAS) sostuvo en el debate que,
si no hubiera sido por él, ni siquiera le hubiera alquilado la casa a
FARIAS, porque no lo conocía. 83
En el contexto que venimos analizando, no cabe duda que si
OFFIDANI no hubiera colaborado brindando el apoyo logístico y de
transporte necesario para concretar el encuentro, dicho encuentro no se
hubiera efectuado y hoy tal vez LUCÍA estaría entre nosotros. Porque
como surge de los chats entre LUCÍA y FARIAS del día 08/10/2016, ella
no hubiera ido a la casa de FARIAS si éste no la pasaba a buscar y le
aseguraba que la llevaría nuevamente a su casa. Y está claro que
FARIAS jamás se tomaría un taxi o un remise para hacerlo, porque en su
imaginario social, él no está a disposición de las mujeres, sino éstas a
disposición de él. Como sostuvimos al alegar, en la dinámica particular
que existía entre FARIAS y OFFIDANI, este último no era un simple
transportista fungible, sino un engranaje esencial en la empresa criminal
que ambos compartían.
Por todo lo expuesto, teniendo en consideración la doctrina
jurisprudencial “del máximo rendimiento de los recursos” establecida por
la C.S.J.N. a partir del precedente “Casal”, y considerando que el juicio ha
sido íntegramente gravado en audio y video (habiendo acompañado el
M.P.F. una copia digital del mismo), lo cual permite recrear en la instancia
casatoria el juicio completo, solicitamos a VV.EE. que casen el veredicto
absolutorio impugnado, declaren violados y erróneamente aplicados la ley
sustantiva y los tratados internacionales, revoquen la absolución
dispuesta y dicten un pronunciamiento condenatorio conforme las pautas
83
Ver testimonio de fecha 06/11/2018.
aquí indicadas (art. 460 del C.P.P.B.A.).
En función de ello:
a) se condene a Matías FARIAS como autor penalmente responsable del
delito de “abuso sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de
sustancia estupefaciente seguido de muerte” y “femicidio”, en concurso
ideal (arts. 124 del C.P. -en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13
de la Ley 23.737-, 80 inc. 11 y 54 del C.P.), imponiéndole a la pena de
prisión perpetua;
b) se condene a Juan Pablo OFFIDANI como partícipe necesario del
delito de “abuso sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de
sustancia estupefaciente seguido de muerte” y “femicidio”, en concurso
ideal (arts. 124 del C.P. -en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13
de la Ley 23.737-, 80 inc. 11, 45 y 54 del C.P.), imponiéndole a la pena
de prisión perpetua.

V.- NEGACIÓN ARBITRARIA DEL HECHO 3.


V.a.- Breve resumen del criterio impugnado.
A través de nuestro letrado patrocinante, sostuvimos de
manera autónoma que se había logrado demostrar más allá de toda duda
razonable, que el día 08/10/2016, luego de ocurrido el deceso de Lucía
PEREZ MONTERO en el interior del domicilio de calle Racedo Nº 4825 d
de Mar del Plata, Alejandro MACIEL auxilió a FARIAS y a OFFIDANI a
borrar los rastros del delito cometido. A esos fines y entre otras cosas,
sostuvimos que ayudó a acondicionar (higienizando y vistiendo) el cuerpo
de Lucía antes de llevarlo a la sala sanitaria, así como también a retirar
los estupefacientes del lugar y deshacerse de toda la información
comprometedora que pudiera existir en su teléfono.
Pero el tribunal descartó que haya existido este
acondicionamiento del cuerpo de la niña, así como también que haya
colaborado en el retiro de estupefacientes de la casa de FARIAS. Para
negar lo primero, se apoyó pura y exclusivamente en la inexistencia de
información científica que así lo acredite, como si la prueba pericial fuera
la única evidencia atendible, omitiendo considerar otros indicadores que
demuestran lo contrario. Para negar lo segundo, los sentenciantes se
aferraron al hecho de que los vecinos Celeste Soledad TISEIRA y Cristian
Horacio OLIVA, no lo vieron volver a dicho domicilio después de retirarse
de la sala sanitaria.
Adelantamos que, a nuestro modo de ver, el razonamiento
transcripto también encubre una valoración sesgada y parcial de la
prueba, violatoria de las reglas de la sana crítica imperante en el sistema
penal (art. 106, 210 y 373 del C.P.P.B.A.), generando un decisorio con
motivación aparente pero desconectado de la prueba producida.

V.b.- Razones para revocar y condenar.


Como sostuvimos al sostener la acusación, Lucía PÉREZ
MONTERO no murió camino a la sala sanitaria. Murió dentro de la casa
de FARIAS, mientras éste la estaba penetrando sexualmente por vía
anal, sobre la cama existente en el entrepiso de dicha vivienda. Esto lo
podemos reconstruir así a partir de los siguientes elementos de
convicción:
-) El Dr. Pablo Salvador DE LA COLINA (médico que la recibió
en la sala de primeros auxilios) sostuvo en el debate que la niña no sólo
había ingresado sin signos vitales, sino que para él estaba muerta desde
hacía un tiempo prudencial. 84
-) El Of. Pablo Luis BOCCA, dijo en la audiencia que al
interrogar a FARIAS sobre lo que había pasado, éste le refirió “que era el
novio, que estaba manteniendo relaciones sexuales y que no respiró
más”. 85
-) La llamativa dilatación anal que presentaba LUCÍA al

84 Según testimonio prestado en el debate el día 31/10/2018.


85
Según testimonio prestado en el debate el día 02/11/2018.
momento de la autopsia 86, que el eviserador José Luis
BADAMI comparó en el juicio con el diámetro de un vaso 87, y que le
llamó especial atención a la Dra. Claudia Raquel CARRIZO (médica que
realizó la autopsia) es otro indicador de lo expuesto. Porque más allá de
la particular morfología de dicho órgano (sobre la cual se expidieron los
peritos en el ateneo del día 05/11/2018), todos los médicos coincidieron
en afirmar que la falta de contracción del esfínter se justificó en el
acaecimiento de la muerte 88. Por lo tanto, debemos concluir
forzosamente que la penetración sexual por dicha vía se mantuvo y se
prolongó hasta el momento de la muerte (o fue muy próximo a ella).
-) El informe pericial químico Nº 01427/16, referido a la pericia
química realizada sobre el cobertor y la sábana que se encontraban en la
cama (secuestrados en el allanamiento de la casa de FARIAS), indica
que ambos elementos “tenían un fuerte olor amoniacal” 89; esto es, olor a
pis. Orina que se compadece con una muerte repentina y es esperable
por la relajación e incontinencia de esfínteres a la que hace alusión la
pericia médica de la S.C.B.A. 90, ratificada durante la junta médica
realizada durante juicio.
Todos estos indicios, valorados a la luz de la lógica, de la
experiencia y del sentido común (art. 106, 210 y 373 del C.P.P.B.A.),
permiten presumir sin esfuerzo que Lucía PEREZ MONTERO estaba
desnuda en el momento de producirse su muerte. Porque de lo contrario,
ese mismo olor y esa orina debieron haber estado también en la ropa de
LUCÍA y no lo estaban (ni el Dr. DE LA COLINA, ni la Dra. CARRIZO
constataron esa circunstancia).
Situación que además- le otorga sentido lógico al supuesto
pedido de más preservativos al que hace referencia OFFIDANI. Porque si

86 Ver autopsia de fs. 1/6 del incidente pericial, y fotografías obrantes en el CD que
integra la misma.
87
Según testimonio prestado en el debate el día 02/11/2018.
88 En sintonía que lo expresado en el informe pericial de fs. 934 y ss.
89 Fs. 38/40 del anexo pericial, incorporado por lectura.
90
Fs. 934 y ss.
ya la actividad sexual había terminado y LUCÍA ya estaba vestida como
para irse, ¿cuál sería el sentido de hacer ir a OFFIDANI hasta el domicilio
de FARIAS “con un rescate” de preservativos como ellos alegan?
Luego, el mismo sentido común permite inferir que, si LUCÍA
llegó sin olor a pis y vestida a la sala sanitaria, es porque entre los tres
(FARIAS, OFFIDANI y MACIEL) la higienizaron y la vistieron antes de
llevarla. Esta última conclusión se compadece con un baño que a los
funcionarios policiales que ingresaron a la vivienda, les impresionó “como
si hubiera sido limpiado, pues estaba húmedo y ordenado, a diferencia
del resto de la casa” (ver testimonios prestados en juicio por los oficiales
COLOMBO y CARMUEGA).
Por eso también el tiempo que demoraron entre que OFFIDANI
ingresó a la casa de FARIAS, y que volvieron a salir de la misma
cargando el cuerpo de LUCÍA (tiempo que la testigo TISEIRA y su marido
OLIVA calcularon aproximadamente en 35/40 minutos). Demora que, en
nuestra opinión, también pretendía resolver lo que harían con el cuerpo,
coordinar lo que dirían y esperar para ver si los vecinos de enfrente
(TISEIRA y OLIVA) dejaban de mirar como lo estaban haciendo.
A partir del análisis efectuado, sobran razones y evidencias
para sostener que el cuerpo de LUCÍA fue al menos higienizado para
limpiarle el pis que había derramado en el momento de su muerte, y
luego fue vestido por los tres imputados para llevarlo a la sala sanitaria.
No obsta a esta conclusión, el hecho de que la perito forense Gabriela
Alejandra TINTO haya destacado que LUCÍA presentaba sangre y
cocaína en su nariz, pues no fue esta la parte del cuerpo que había sido
lavada.
Es verdad que la valoración de olores es subjetiva y que la
ausencia de ellos no es indicador científico de nada. Pero no es menos
cierto que cuando el sentido común indica que un cadáver tendría que
tener olor a pis y no lo tiene, o que su ropa, de haber estado puesta al
momento de la muerte, debería estar sucia de pis y no lo estaba, esto sí
es un indicador objetivo que puede ser valorado en una sentencia.
A todo este aporte previo al traslado de LUCÍA, se le suma la
conducta posterior de MACIEL.
El testigo Mauricio Fabián STAMBUSLKY (quien presenció
toda la secuencia desde que llegaron a la sala de primeros auxilios
trayendo a la menor, hasta que OFFIDANI y MACIEL se fueron), declaró
en el juicio ilustrándonos acerca de las actitudes que iban asumiendo los
tres imputados. Desde la charla entre FARIAS y OFFIDANI, en la que el
primero le preguntaba al segundo qué iban a decir o qué iban a hacer,
hasta la actitud de OFFIDANI y MACIEL de huir del lugar en cuanto
vieron aparecer al primer policía. Dijo el testigo: “cuando vieron al policía
venir, el de 40 y el mayor se subieron a la camioneta y salieron arando,
casi al doble de cómo llegaron… salieron huyendo” 91.
Con un dato sumamente relevante: se fueron con la llave de la
casa de FARIAS (llave que normalmente FARIAS lleva encima, tal como
surge del acta de detención y secuestro de fs. 68/69, incorporada por
lectura).
Y para qué se llevaron la llave?
-) Para volver a la casa y, por las dudas, secar un poco ese
baño y levantar toda la droga que allí había quedado (la misma de la que
le vendió el día anterior a LUCIA y a Sol ADURA, la misma de la que le
dio a LUCÍA el día de su muerte, y la misma que le secuestraron al día
siguiente a bordo de la camioneta de OFFIDANI).
-) Para que la policía tenga que ir (como hizo) a pedirle la llave
a OFFIDANI para poder ingresar y, de esa forma, asegurarse que no irían
antes que ellos.
Los imputados pretenden argumentar que quedaron olvidadas
en la camioneta. Sin embargo, como refirió el policía BOBECIK y como
reconoció la mujer de OFFIDANI (la Sra. DOS SANTOS), cuando la
policía fue a buscar esas llaves a la casa de OFFIDANI, no estaban en la
91
Testimonio prestado en el juicio el día 31/10/2018.
camioneta sino dentro de la vivienda.
A todo lo expuesto se le suman los indicios de mendacidad que
surgen del propio relato de MACIEL 92. Veamos:
-) Afirmó en su declaración no conocer a FARÍAS más que de
vista. Sin embargo, dentro del teléfono que le fue secuestrado en su
poder al momento de su detención, puede encontrarse un chat que
mantuvo con FARIAS, en donde no sólo dan cuenta de la estrecha
relación que existe entre ambos, sino que suele pedirle prestado
dinero 94.
-) Alegó que su alojamiento en Santa Clara del Mar (lugar en
donde fue encontrado) no pretendía evitar su sometimiento a proceso,
pero en su teléfono aparece un mensaje de texto que le envía “Dani”, en
el que expresa: “me puedes pasar la dirección por mensaje, después lo
borro”, dando cuenta de que se estaba ocultando pese a que lo pretendía
negar. 95 Peligrosidad procesal que se confirma con el historial de
búsquedas web de su teléfono, en donde puede verse que el día
11/10/2016 consultó el sitio de seguridad de Whatsapp (obviamente para
indagar cómo borrar para siempre los historiales de chats que es lo que
hicieron-), y que el día 12/10/2016 buscó información sobre el aeropuerto
internacional de Miami (en claras muestras de que buscaba escapar). 96
Todo lo expuesto permite advertir que la valoración de la
prueba que realizó el tribunal fue parcial y fragmentada. Pretendieron
darle a la prueba pericial un valor que no tiene, sobre todo para afirmar o
descartar el acondicionamiento de un cuerpo.
Quedó claro del ateneo médico realizado durante el debate97
que la ciencia médica no puede determinar si un cuerpo fue lavado por

92
Fs. 425/vta.
94 Teléfono de MACIEL, chat #102.
95 Ver foto Nº 6 de las impresiones entregadas por esta parte al tribunal el día de los

alegatos, con acuerdo de las partes.


96 Ver imagen impresa Nº 6, entregada el día de los alegatos al Tribunal con el acuerdo

de las demás partes.


97
Ver registro fílmico correspondiente al día 05/11/2018.
otra persona o no, luego de fallecido. Pero así como la ciencia no puede
afirmarlo, tampoco puede negarlo. Por eso, los jueces debían buscar
evidencias en otro lado, y esto es lo que no hicieron. Se limitaron a negar
el acondicionamiento del cuerpo, sólo porque no es científicamente
posible afirmarlo, olvidando que existen variados indicadores que
conducen a lo contrario.
Quedó claro también que la afirmación realizada durante dicho
ateneo por la Dra. TINTO, en el sentido de que es muy difícil vestir un
cadáver (tal como el Dr. Carnevale destaca en su voto), quedó
desvirtuada con el testimonio del Dr. DE LA COLINA (el médico que
recibió a LUCÍA en la salita sanitaria), quien “señaló en el debate haber
desvestido y vestido a la menor para constatar si tenía lesiones externas
visibles” (como también destaca el Dr. Carnevale en el mismo voto).
Todo lo expuesto marca a las claras la contradicción de los
argumentos y la parcialidad del análisis probatorio efectuado. Los vicios
apuntados importaron un apartamiento de las reglas que gobiernan la
valoración probatoria (arts. 106, 210 y 373 del C.P.P.B.A.), generando un
fallo inmotivado y por ende alcanzado por la doctrina jurisprudencial de la
C.S.J.N. sobre “la arbitrariedad de sentencias”, lo cual impide considerarlo
una “sentencia fundada en ley” en los términos de los arts. 17 y 18 de la
C.N.
Contrariamente a lo resuelto, no cabe duda que Alejandro
MACIEL auxilió a FARIAS y a OFFIDANI a borrar los rastros del delito
cometido, debiendo responder como autor penalmente responsable del
delito de “encubrimiento por favorecimiento real, agravado por la
gravedad del delito precedente” (art. 277 inc. 1.b.. y 3.a. del C.P.).
Como dijimos en el capítulo anterior, partiendo de la doctrina
jurisprudencial “del máximo rendimiento de los recursos” establecida por
la C.S.J.N. a partir del precedente “Casal”, y teniendo en consideración
que el juicio ha sido íntegramente gravado en audio y video (habiendo
acompañado el M.P.F. una copia digital del mismo), lo cual permite
recrear en la instancia casatoria el juicio completo, solicitamos a VV.EE.
que casen el veredicto absolutorio impugnado, declaren violados y
erróneamente aplicada la ley sustantiva citada, revoquen la absolución
dispuesta y dicten un pronunciamiento condenatorio conforme las pautas
aquí indicadas (art. 460 del C.P.P.B.A.). Y en esta línea, condenen a
Alejandro MACIEL como autor del delito señalado, imponiéndole una
pena de 4 años y 6 meses de prisión, accesorias legales y costas, en
virtud de las circunstancias agravantes y atenuantes a las que hiciéramos
referencia en los alegatos del juicio, a los cuales nos remitimos.

VI.- OMISIÓN DE TRATAMIENTO DE AGRAVANTES.


En nuestros alegatos finales, al referirnos a las circunstancias
agravantes de pena que entendíamos acreditadas en relación a los
encausados, además de aquellas vinculadas al hecho propiamente dicho
(la pluralidad de agentes, el empleado de medios de movilidad que
facilitan la consumación del delito, y la cantidad y calidad del material
comercializado), también mencionamos otras referidas a cada uno de los
imputados.
Respecto de Matías FARIAS, destacamos como
circunstancias que justifican mayor reproche las siguientes:
-) En primer lugar, su particular personalidad, extrovertida,
egocéntrica, con tendencia a establecer relaciones interpersonales
centradas en sí mismo, caracterizadas por la desvaloración del otro, y con
manifestaciones de hostilidad. 98
-) En segundo término, su rol de padre. Según el informe
psicológico citado, posee dos hijos menores de edad (un varón de 2 años
y una nena de 9 meses). A nuestro modo de ver, dicha circunstancia
debió haber actuado como freno natural adicional frente a la comisión de
delitos que atentan justamente- contra la salud y la vida de menores de
edad, razón por la cual el desvalor de su acción es mayor.
98
Pericia psicológica del nombrado de fs. 729/733, incorporada por lectura.
-) Finalmente, su conducta posterior al hecho. La indiferencia
ante la muerte de una niña como Lucía PÉREZ MONTERO, evidenciada
en el hecho de que, al día siguiente de su fallecimiento, haya sido
encontrado junto a OFFIDANI vendiendo droga como si nada hubiera
pasado (hecho acreditado en la condena dictada), muestra un desprecio
por la vida humana que lo hace pasible de mayor reproche.
En relación a Juan Pablo OFFIDANI, valoramos con
agravantes:
-) Como punto de partida, su edad. El nombrado posee 43
años de edad 99, lo cual denota un grado de madurez mayor, que eleva
las expectativas de que adecúe su comportamiento a las normas.
-) Por otro lado, también se hizo especial hincapié en las
bondades y privilegios del ámbito familiar en el que ha sido criado, los
cuales entendemos- le generan mayor capacidad de culpabilidad. Esto
así pues, tal como ha sido acreditado, el nombrado tuvo la suerte de ser
adoptado por una familia que, como le reconoció a la Lic. JACQUIER
(perito de la defensa) 100, le dio “una infancia muy feliz y consentida”.
En refuerzo de lo expuesto, surge del informe psicológico de la
Lic. LEZCANO (también perito de la defensa) 101, fue acogido por una
familia de clase media-alta que jamás le hizo faltar nada (asistió a una
escuela privada). Su padre adoptivo es escribano y lo reconoce como una
persona muy correcta, que siempre lo ayudó y que estuvo en todo. A su
madre la describió como una persona muy comprensiva, sencilla y
amorosa. Llegó a decirle metafóricamente a la perito que en esa familia
“lo han asfixiado de tanto amor”.
Todo esto muestra que tuvo la fortuna de criarse en el seno de
una familia continente y acogedora, que siempre lo ha apoyado, que
siempre ha estado a su lado y que le ha brindado todas las herramientas
a su alcance (económicas y morales) para ser una persona distinta. Pese
99 Ver pericias asistencial y psicológicas acompañadas por la defensa durante el debate.
100 Ver informe acompañado por la defensa durante el debate.
101
Ver informe pericial acompañado por la defensa durante el debate.
a todo, optó por el delito como medio de vida (actividad delictiva contra la
salud pública). Esta circunstancia también lo hace merecedor de mayor
reproche.
-) Por último, también se citó en su contra el concepto
“REGULAR” informado a fs. 274 vta. 102
Sin embargo, pese a todo lo expuesto, al momento de tratar los
agravantes de pena, el Tribunal sólo consideró tales aquellas
circunstancias referidas al hecho, sin hacer ninguna mención en relación
a todas las demás circunstancias agravantes mencionadas por esta parte;
sea para considerarlas, sea para rechazarlas.103 Directamente las omitió
tratar, como si nadie las hubiera planteado. Esta omisión es jurídicamente
censurable, pues tiene incidencia directa sobre la pena, extremo sobre el
cual la sentencia también debe encontrarse suficientemente motivada.
El art. 168 de la Constitución de la Prov. de Buenos Aires, en
su primer párrafo, le impone a los Tribunales de Justicia resolver "todas
las cuestiones que les fueren sometidas por las partes, en la forma y
plazos establecidos al efecto por las leyes procesales...".
Destaca HITTERS al definir el alcance del término, que "La
casación bonaerense ha ido perfilando poco a poco el concepto
analizado, entendiendo por cuestión esencial a aquella que según las
modalidades del caso, resulta necesaria para la correcta solución del
pleito, y está constituida por puntos o capítulos de cuya decisión depende
directamente el sentido y alcance del pronunciamiento, que por su
naturaleza influya realmente en el fallo y la vinculada a la dimensión
cuantitativa del objeto de pretensión." 104
Y más adelante aclara: "Son cuestiones esenciales aquellas
cuyo tratamiento tiene verdadera influencia en la solución del
litigio... En síntesis, las pretensiones son consideradas esenciales

102
Informe de concepto y solvencia, incorporado por lectura.
103 Ver cuestión quinta del veredicto.
104 JUAN CARLOS HITTERS, "Técnica de los recursos extraordinarios y de la casación",

2ª Edición, Librería Editora Platense S.R.L., pág. 638.


cuando según la modalidad del caso resultan necesarias para la
correcta solución de la controversia, las que están constituídas por
puntos o capítulos de cuya decisión dependa directamente el
sentido y alcance del pronunciamiento, las que en definitiva
estructuran la traba de la litis y conforman el esquema jurídico que la
sentencia deberá atender para la solución del diferendo." 105
En el sub examine, al justificarse el pedido de pena, se hizo
especial hincapié en circunstancias agravantes de pena referidas a cada
uno de los imputados, que no recibieron ninguna consideración en el fallo.
Por lo tanto, la magnitud de la sanción no es el resultado de un
razonamiento lógico y fundado en todas las pautas establecidas por los
arts. 40 y 41 del C.P., sino en una parcialidad de ellas.
El desacierto de una omisión como la señalada ha sido
reiteradamente destacado por esta S.C.B.A., pudiendo citarse sólo a
manera de ejemplo los siguientes antecedentes:
"No es posible afirmar en forma genérica que la
determinación de la pena sea discrecional para los jueces de grado,
en tanto los arts. 40 y 41 del Código Penal establecen pautas a partir de
las cuales los magistrados deben fundar la individualización. Tales reglas
suponen que una adecuada argumentación de los fallos en este aspecto,
explicite: cuáles son las circunstancias agravantes y atenuantes que
concurren en el caso, cómo han quedado acreditadas y cuál es su valor
(puesto que muchas de las contempladas en el art. 41 son ambivalentes).
Y eventualmente, qué incidencia recíproca tienen." 106
"Si bien ciertos aspectos de la individualización de la pena,
quedan sin hesitación, por su propia naturaleza reservados a la órbita de
los judicantes de mérito, pues son éstos los que por imperio legal tienen
contacto directo con las circunstancias del caso (art. 41 inc. 2 in fine), el
105Autor y obra citados supra, pág. 644.
106
SCBA, P 82539 S 27-10-2004 , CARATULA: P.,R. s/ Recurso de Casación; SCBA, P
89244 S 25-4-2007 , CARATULA: R.,j. s/ Recurso de casación; SCBA, P 80291 S
4-7-2007 , CARATULA: G.,H. s/ Recurso de casación; SCBA, P 81933 S 20-4-2005,
CARATULA: G.,A. s/ Homicidio simple.
reconocimiento de dicho límite no autoriza a extender a toda la
cuantificación de la pena la afirmación de su irrevisabilidad por un
órgano jurisdiccional superior." 107
"Si en el recurso ante el Tribunal de Casación se plantearon
agravios concretos acerca de que ciertas circunstancias debían ser
consideradas como atenuantes -a despecho de lo concluido en la
instancia de grado- no debían ser respondidos como lo hizo el a quo, ya
que, los temas de jure no pueden escapar a esa revisión. Dicho órgano
se ha sustraído de la discusión jurídica acerca de si, en el caso, las
circunstancias en cuestión deben o no ser valoradas como
atenuantes, argumentando que la materia está reservada a los
jueces de mérito y que sólo podría revisarla en caso de arbitrariedad
o ilogicidad. Pero, por el contrario, la función casatoria incluye el
contralor que aquí se ha negado y como ejemplo basta citar la propia
competencia de esta Corte cuya jurisprudencia incluye la resolución de
agravios referidos a esta materia. Esto no significa desconocer que
ciertos aspectos de la individualización de la pena, quedan sin hesitación,
por su propia naturaleza reservados a la órbita de los judicantes de
mérito, pues son éstos los que por imperio legal tienen contacto directo
con las circunstancias del caso (art. 41 inc. 2 in fine). Pero el
reconocimiento de dicho límite no autoriza a extender a toda la
cuantificación de la pena la afirmación de su irrevisabilidad por un
órgano jurisdiccional superior." 108
"Si bien ciertos aspectos de la individualización de la pena,
quedan, por su propia naturaleza, reservados a la órbita del tribunal de
mérito pues es éste el que por imperio legal tiene contacto directo con las
circunstancias del caso (art. 41 inc. 2 in fine), el reconocimiento de este
límite no autoriza a extender a toda la cuantificación de la pena la
afirmación de su irrevisabilidad por un tribunal superior. Concluir de ese
107 SCBA, P 82539 S 27-10-2004, CARATULA: P.,R. s/ Recurso de Casación.
108 SCBA, P 83260 S 8-9-2004 , CARATULA: R.,O. s/ Abuso deshonesto agravado;
violación agravada por el vínculo reiterada, etc.
modo constituye, una violación de las normas del Código Penal que
fijan el marco legal de tal actividad (art. 171 de la Const. pcial.)." 109
"Si en el recurso ante el Tribunal de Casación se plantearon
agravios concretos acerca de que ciertas circunstancias debían ser
consideradas como atenuantes y otra que tenía que ser descartada como
agravante, no debían ser respondidos como lo hizo el a quo: que la
discrepancia con el monto de la pena impuesta es ajena a su
competencia. En efecto, dicho órgano se ha sustraído de la discusión
jurídica -y eventualmente fáctica- acerca de si, en el caso, las
circunstancias en cuestión deben o no ser valoradas como
atenuantes o agravantes, argumentando que la materia está
reservada a los jueces de mérito y que sólo podría revisarla en caso
de arbitrariedad. Pero, por el contrario, la función casatoria incluye
el contralor que aquí se ha negado. Esto no significa desconocer que
ciertos aspectos de la individualización de la pena, quedan sin hesitación,
por su propia naturaleza reservados a la órbita de los judicantes de
méritos, pues son éstos los que por imperio legal tienen contacto directo
con las circunstancias del caso (art. 41 inc. 2 in fine). Pero el
reconocimiento de dicho límite no autoriza a extender a toda la
cuantificación de la pena la afirmación de su irrevisabilidad por un órgano
jurisdiccional superior." 110
A nadie escapa la importancia que dicha cuestión tenía en el
marco de la impugnación efectuada, en la medida en que versaba sobre
el quantum de la pena privativa de libertad que le fuera impuesta a los
encartados. Sin embargo, pese a la trascendencia del planteo y a las
consecuencias legales del mismo, al momento de fallar, el Tribunal
Inferior omitió ingresar en el fondo de la cuestión; omisión que, por
tratarse de una cuestión esencial sobre los puntos a decidir, importó una
violación al art. 168 -primer párrafo- de la Constitución de la Provincia de
109 SCBA, P 81933 S 20-4-2005 , CARATULA: G.,A. s/ Homicidio simple; SCBA, P 76528
S 19-7-2006 , CARATULA: A.,J. s/ Robo calificado por el uso de armas, etc.
110
SCBA, P 80291 S 4-7-2007, CARATULA: G.,H. s/ Recurso de casación.
Buenos Aires, acarreando la nulidad parcial del decisorio impugnado (art.
161 3ª b de la Carta Magna Provincial).
Para concluir, la solución jurídica que se pretende sigue la
línea de lo que hemos venido solicitando a lo largo de todo este recurso.
La doctrina emanada del precedente “Casal” y la posibilidad que existe en
este caso particular (gracias al registro fílmico completo del debate) de
que VV.EE. puedan recrear en la instancia casatoria el juicio completo,
merituando no sólo la prueba sino las alegaciones de todas las partes en
torno a ella, les permite casar el veredicto impugnado, considerar los
agravantes omitidos y ajustar proporcionalmente el monto de la pena
impuesta a las circunstancias agravantes que se incorporen (art. 460 del
C.P.P.B.A.).

VII.- RESERVA DEL CASO FEDERAL.


En nuestra opinión, el fallo impugnado no sólo adolece de
arbitrariedades fácticas y normativas de tal magnitud que impide
considerarlo una “sentencia fundada en ley” (arts. 17 y 18 de la C.N.),
generando un agravio federal en los términos de la doctrina
jurisprudencial de la “arbitrariedad de sentencias” 111, sino que además
transgrede normas constitucionales y convencionales (arts. 18, 19 y 75
inc. 22 de la C.N., CEDAW, Convención sobre los derechos del Niño y
Convención de Belem do Pará) que generan responsabilidades
internacionales del Estado Argentino.
Por lo tanto, existe una cuestión federal suficiente en los
términos del art. 14 de la ley 48; cuestión que habilita el tránsito recursivo
ante la S.C.B.A. y la C.S.J.N. en función de la doctrina sentada en los
precedentes “Strada”, “Di Mascio” y “Christou”. Por todo ello y en
cumplimiento de la exigencia que emana del art. 14 de la Ley 48, hago
expresa reserva de plantear el caso federal ante la Corte Suprema de

111C.S.J.N., Fallos: 295:606; 301:108; 306:1242; 310:927; 311:2548; 323:192; 324:547,


entre otros.
Justicia de la Nación.

VIII.- PETITORIO.
En resumidas cuentas, a VV.EE. solicito:
1) Tengan por deducido, en legal tiempo y forma, el recurso de casación
que nos ocupa.
2) Casen el decisorio impugnado, revoquen el veredicto absolutorio en
relación al “Hecho 2”, y dictando un pronunciamiento conforme a la ley y a
la doctrina jurisprudencial que esta parte propone (art. 460 del
C.P.P.B.A.):
a) condenen a Matías FARIAS como autor penalmente responsable del
delito de “abuso sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de
sustancia estupefaciente seguido de muerte” y “femicidio”, en concurso
ideal (arts. 124 del C.P. -en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13
de la Ley 23.737-, 80 inc. 11 y 54 del C.P.), imponiéndole a la pena de
prisión perpetua; y
b) condenen a Juan Pablo OFFIDANI como partícipe necesario del delito
de “abuso sexual con acceso carnal, facilitado por el suministro de
sustancia estupefaciente seguido de muerte” y “femicidio”, en concurso
ideal (arts. 124 del C.P. -en relación al art. 4 de la Ley 26.485 y al art. 13
de la Ley 23.737-, 80 inc. 11, 45 y 54 del C.P.), imponiéndole a la pena
de prisión perpetua.
3) Casen el fallo impugnado, revoquen el veredicto absolutorio en relación
al “Hecho 3”, y dictando un pronunciamiento conforme a la ley y a la
doctrina jurisprudencial que esta parte propone (art. 460 del C.P.P.B.A.),
condenen a Alejandro MACIEL como autor penalmente responsable del
delito de “encubrimiento por favorecimiento real, agravado por la
gravedad del delito precedente” (art. 277 inc. 1.b.. y 3.a. del C.P.),
imponiéndole una penal de 4 años y 6 meses de prisión, accesorias
legales y las costas del proceso.
4) Casen el veredicto en la cuestión atinente a los agravantes (art. 460
del C.P.P.B.A.), incorporando todos los agravantes invocados por esta
parte, no considerados por el inferior, y ajustando las penas en proporción
a los mismos.
5) Tengan presente la reserva del caso federal efectuada.
Sírvanse tener presente lo expuesto y proveer de conformidad
que
SERÁ JUSTICIA.-

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