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La cultura olmeca es el nombre de la civilización que se desarrolló durante el Período

Preclásico Medio. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas


de Mesoamérica, se considera que el área nuclear olmeca — zona metropolitana— abarca la
parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco.En ese sentido, es necesario
hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo
XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que
floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México, como Cacaxtla.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización
mesoamericana.1 Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico
identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la
evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo,
que algunos de los atributos propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero
en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de
respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en
la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura
olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a
la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca,
incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como
deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo
artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los
principales centros de esta sociedad.

Índice
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 1Área de asentamiento olmeca


 2Historia
o 2.1San Lorenzo
o 2.2La Venta
o 2.3Tres Zapotes
 3Religión
 4Lengua y escritura
 5Arte olmeca
 6Economía
 7Véase también
 8Referencias
 9Bibliografía
o 9.1Bibliografía adicional
 10Enlaces externos

Área de asentamiento olmeca[editar]


Yacimientos arqueológicos en el área nuclear olmeca.

Artículo principal: Área nuclear olmeca

Con todo y que la cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la mayor parte de
Mesoamérica —excepto en la región de Occidente, que siguió un desarrollo cultural más o
menos autónomo hasta finales del Preclásico—, una de las regiones donde se han encontrado
las evidencias más claras de la presencia de esta cultura es la parte sur de la Llanura Costera
del Golfo de México, comprendida entre los ríos Papaloapan y Grijalva, que corresponde a la
mitad norte del Istmo de Tehuantepec. Actualmente, esta zona corresponde al sureste del
estado de Veracruz y el poniente de Tabasco. Se trata de una zona de un clima cálido y muy
húmedo, condiciones climatológicas que seguramente poseyó también en la antigüedad
precolombina.

En verde los estados del asentamiento olmeca.

El área nuclear olmeca es irrigada por caudalosos ríos que bajan de las estribaciones de
la Sierra Madre de Oaxaca y la Sierra Madre Oriental, como el Coatzacoalcos, San
Juan y Tonalá. Debido a la humedad de la zona y de las fuentes de estos ríos, en temporada
de lluvias los desbordamientos de las corrientes son una constante. Aunque en la actualidad la
vegetación de esta región de la República Mexicana ha sido ampliamente modificada por la
acción del hombre, antiguamente estuvo recubierta por una espesa selva tropical, que era el
hábitat de numerosas especies que en la actualidad se encuentran a punto de desaparecer en
el territorio mexicano, entre ellas el jaguar, las aves de plumajes preciosos
como guacamayas y quetzales; reptiles de diversas especies, y mamíferos como el tapir.
La región posee suelos ricos en humus y de espesores considerables. El petróleo crudo brota
a flor de suelo entre la vegetación. Sin embargo, carece de muchos de los materiales que son
característicos de los objetos de estilo olmeca encontrados en esta zona y en otras partes de
Mesoamérica. Entre ellos se incluye la obsidiana, el jade, la serpentina y el cinabrio. Para
obtener piedra sólida para sus materiales, los habitantes de esta región recurrieron a las
canteras de la Sierra de los Tuxtlas —conocida también como sierra de Santa Martha o de
San Andrés—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que emplearon en la
construcción y en la escultura. Sin embargo, estas fuentes de materiales pétreos se
encuentran a más de cien kilómetros de distancia respecto a sitios como San Lorenzo y La
Venta, lo que puede dar una idea del nivel de organización que se requirió para trasladar —sin
animales de carga y sobre un suelo cenagoso— esos monolitos que se pesan en decenas de
toneladas, hasta los centros políticos de la cultura olmeca.

Cabeza olmeca, en el Museo Nacional de Antropología.

La palabra "olmeca" significa "habitantes de la región del hule" y fue utilizada por los aztecas
para nombrar a varios pueblos, étnica y lingüísticamente diversos, que ocuparon la región de
Veracruz y Tabasco a través de los siglos. El nombre que se daban a sí mismos a quienes
llamamos olmecas se desconoce. Esta cultura duró siete siglos y medio y pertenece
al horizonte preclásico (2 500 a. de N.E. a 200 d. de N.E.) del pasado mesoamericano.
Bajo el término "olmeca" han sido agrupadas dos realidades: un pueblo de la región del Golfo
y un estilo artístico. El estilo olmeca puede verse plasmado en peñas, cuevas, esculturas
grandes y chicas y objetos de barro que se encuentran diseminados por todo Mesoamérica.
De Jalisco a Costa Rica, pasando por Guerrero, Chiapas, Oaxaca, el Altiplano Central y la
costa del Golfo, se han encontrado imágenes de niños-jaguares y otros rasgos propios del arte
olmeca. Se cree que la dispersión de este estilo artístico se debe a que los pueblos del Golfo
crearon una amplia red de intercambios con otras poblaciones lejanas. De este modo, los
símbolos y formas olmecas se integraron a las expresiones artísticas de otras zonas
mesoamericanas.
Asimismo, se le llama olmeca a la "cultura madre" de Mesoamérica porque en estas primeras
sociedades se dio inicio a algunas prácticas culturales que se integraron plenamente a la
cultura mesoamericana, como el uso de un patrón urbano de asentamiento, el establecimiento
de una sociedad teocrática, entre otras.

Historia[editar]
Pirámide principal de La Venta, la pirámide más antigua de Mesoamérica.

Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de 1200 a. C.,
y los más recientes son aproximadamente del año 400 a. C. La civilización olmeca se
constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres
Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros.

San Lorenzo[editar]
El centro olmeca más antiguo registrado es el de San Lorenzo (1150 a. C. aprox.), municipio
de Texistepec, situado en la cuenca del río Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio
del florecimiento de la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 a. C.,
época de la que datan la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que
caracterizan a la cultura olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo
fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de
destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.

La Venta[editar]
Artículo principal: La Venta

Fue el centro ceremonial más importante de los olmecas. Esta antigua ciudad se distingue por
representar el primer trazo arquitectónico planificado en el México antiguo, su arquitectura
monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus ofrendas de jade, al igual que por sus
ofrendas masivas, únicas en el mundo prehispánico. En los alrededores de La Venta se han
encontrado vestigios culturales que datan de 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación
principal se concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo.2 Cuenta con la pirámide más
antigua de Mesoamérica y también se han encontrado cabezas colosales y tronos, que
merecen especial reconocimiento por el hecho de que para construirlas, tuvieron que ser
transportados los enormes bloques de basalto desde la Sierra de los Tuxtlas, a decenas de
kilómetros de ahí, ya que por ser una zona pantanosa y arenosa, no había piedras. Se cree
que pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes.

Tres Zapotes[editar]
El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido
porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la civilización olmeca que se
desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en los centros
ceremoniales anteriores.
Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron
edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron
montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de
las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios
centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde
el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de
destrucción de algunas de las cabezas olmecas.
Si para la mayoría de los especialistas como Michael D. Coe o Richard Diehl, la cultura
olmeca es originaria de la costa del Golfo (ZMO: Zona Metropolitana Olmeca), para la escuela
francesa promovida por Christine Niederberger3 y desarrollada en particular por Caterina
Magni,4 la cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se
extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica desde 1200 hasta 500 a. C.
La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano
central), principalmente en la zona costera del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y
Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero).
Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran
en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El Salvador, Honduras, y Nicaragua.

Religión[editar]
Artículo principal: Mitología olmeca

El Señor de Las Limas.

Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores.
Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con
la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.
El centro de su religión y culto es el jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca.
Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras
hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy
pronunciados, adornos supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la
misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios
de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos los
animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y
cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones
religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente
con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes
sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.
Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener
toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes
gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos
entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y
su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una
figura de animal para identificarse.

Lengua y escritura[editar]
Ya que la cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica, se afirma o se especula
que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura.
Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y
la epigrafía.
Se cree que los olmecas fueron los primeros americanos en desarrollar una escritura
de glifos para representar su lengua. Antes de los descubrimientos de 2002, el corpus
principal de inscripciones largas constaba de una docena de inscripciones epigráficas, todas
ellas datadas entre 300 a. C. y el 530 d. C.5 En 2002 se descubrió una inscripción que data
de 650 a. C.,6 y en 2007 otra de 900 a. C.,7 la cual supera en antigüedad a la
escritura zapoteca y convierte a la escritura olmeca en la más antigua de América.
Se han encontrado ciertas inscripciones en algunas estelas que contienen glifos. Según
algunos historiadores, una de estas estelas cuenta la vida de un gobernante, pero todavía no
obtiene la unanimidad de la comunidad internacional. Entre 1991 y 1994 los
lingüistas Terrence Kaufman y John Justeson llevaron a cabo un trabajo de desciframiento
que les llevó a identificar la lengua de las inscripciones olmecas como una lengua mixe-zoque
(mije-soke), en particular una lengua antecesora del proto-zoque y por tanto emparentada algo
más distantemente con el proto-mixe. Este desciframiento muestra que los glifos son de hecho
parte de un silabario

El luchador escultura olmeca


Arte olmeca[editar]
Artículo principal: Arte olmeca

El arte olmeca era muy complejo y se poseen muchos objetos que aún se están investigando.
Los más importantes y conocidos son las Cabezas colosales olmecas que son un ejemplo de
escultura monumental y una de sus mejores representaciones artísticas.1 Se cree que pueden
representar a guerreros o a jefes. Se conocen 17 ejemplares, la mayoría de ellos repartidos
entre el Museo de Antropología de Xalapa y el Parque Museo La Venta. Cabeza olmeca
exhibida en el museo municipal de San Andrés Tuxtla.
Una característica llamativa de estas cabezas colosales es la marcada apariencia negroide, lo
que ha llevado a diferentes conjeturas. Se han lanzado hipótesis, después rechazadas, que
sugieren algunos contactos interoceánicos en tiempos antiguos. Las nueve primeras cabezas
que se encontraron, estaban en San Lorenzo, pero se trasladaron a La Venta, donde fueron
enterradas. Se cree que podrían representar cabezas de sus dioses —de ahí el
enterramiento— o de jefes, que se enterraron cuando éstos murieron. Se cree que podrían
tener rasgos idealizados, felinos, y de ahí ese aspecto. También se cree que son guerreros, y
no dioses, por los cascos que llevan. Fueron esculpidas en basalto traído desde lejanos
lugares. Pesan varias toneladas y algunas miden hasta cuatro metros de altura.
Entre los animales que les servían para alimento estaban los tlacuaches, monos, guajolotes,
venados, tapires, pavos silvestres, peces, mariscos y aves acuáticas. Es probable que
también criaran abejas para obtener miel.

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