You are on page 1of 6

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

CARRERA DE BANCA Y FINANZAS

INTEGRANTES
DIEGO ESPINOSA
DIEGO GONZÁLEZ
JOSE MURQUINCHO
BRIGGETTE LARGO

CURSO
5º CICLO “A”

ASIGNATURA
SEGUROS Y FINANZAS

DOCENTE
ING. GLENDA BERRU

PERIODO
2018 - 2019
COMPAÑIAS DE SEGUROS

Las compañías aseguradoras son empresas dedicadas a la venta de pólizas de seguros,

suelen proporcionar sus servicios a instituciones o particulares; una de sus mayores

funciones es ofrecer protección ante imprevistos que puedan representar una importante

pérdida monetaria para el asegurado. Las compañías aseguradoras suelen vender distintos

servicios, entre ellos podemos observar una división importante: los seguros generales,

los cuales se encargan de proteger un bien inmueble; y los seguros de vida, los cuales

resguardan un bien intangible.

Para contar con la protección el asegurado o contratante debe pagar una cantidad

llamada prima, ésta suele ser establecida de manera conjunta por el contratante y

la aseguradora, también suele contemplar el valor del bien que se está asegurando. La

prima puede ser de mayor o menor cantidad dependiendo de la totalidad que se quiera

asegurar del bien, así mismo, se calcula en conjunto con el deducible, ya que entre más

caro sea el deducible, menor costo tendrá la prima, y viceversa.

Desde la antigüedad:

El ser humano siempre ha buscado la seguridad, el bienestar y la felicidad. Por ello,

ha utilizado diferentes soluciones para conseguir sus objetivos. Podemos decir que el

origen de los seguros se remonta 4.000 años atrás. Las primeras formas de seguro datan

de la Edad Antigua en las civilizaciones griegas, romanas o babilónicas. En este período

buscaban proteger tanto sus intereses personales como de la comunidad, y así poder hacer

frente entre todos a los infortunios. Además, se dieron cuenta de que al unirse en grupo

era más fácil enfrentarse a las adversidades, Se trataba de una colaboración solidaria.

Los antecedentes del seguro los encontramos entre los mercaderes babilónicos unos

3.000 años. Entre todos asumían la pérdida de mercancías al atravesar el país. Esto se
conocía como ‘préstamos a la gruesa’: una persona física prestaba dinero a otra por el

valor de ciertos objetos que llevará en sus mercancías. Hacia el 2.250 a.C. esta práctica

se legalizó y se conoció como parte del Código Hammurabi.

La Edad Media estuvo marcada por el desarrollo y crecimiento comercial. En esta

época aparecen los primeros seguros sobre la vida humana debido a los viajes que se

realizaban a través del océano. Los piratas se dedicaban a capturar a la tripulación y

pedir un rescate, y si éstos no lo tenían, eran lanzados al mar. Así surgió este tipo de

seguros para poder garantizar el rescate y más tarde, se amplió la cobertura a

fallecimiento en caso de naufragio o por diversos incidentes que pudieran encontrarse

durante el viaje.

El seguro con ánimo de lucro tiene su origen en Italia en el siglo XIV. En esa época,

los aseguramientos marítimos se hacían a través de préstamos. Era una forma de

establecer las garantías de solidaridad de todas las expediciones. A esta época pertenece el

primer contrato de seguro marítimo firmado en 1347 en el que se aseguraba el buque

‘Santa Clara’ que hizo la ruta entre Génova-Mallorca. Estos contratos recibieron el

nombre de pólizas.

Y en 1435 se promulgó la Ordenanza del Seguro Marítimo en Barcelona, la regulación

más antigua que se conoce hasta la fecha. En 1802 se crea en Toulouse (Francia) una gran

mutua de seguros dando lugar al reaseguro, que tiene como objetivo distribuir los riesgos

asumidos por los propios aseguradores. Se reservan la parte que puedan soportar y el resto

lo colocan en las entidades reaseguradoras. De esta forma, si ocurre un trágico accidente,

no es una compañía la que tiene que hacer frente a todos los gastos, sino que está repartido

entre muchas.
En la actualidad:

La industria de los seguros tiene una particularidad probablemente única: vende el

mismo producto desde sus orígenes hace siglos. Esto podría llevar a concluir que es un

sector que no avanza ni se transforma. Sin embargo, es todo lo contrario, hay muchas

cosas que están cambiando en la industria aseguradora a nivel mundial y a nivel de la

región.

Las compañías de seguros siempre han buscado acercarse a sus agentes o corredores

como forma de asegurarse su lealtad o preferencia frente a otras compañías; así como a

sus clientes finales como forma de ser menos dependientes de los primeros. Esto no les

ha resultado fácil a lo largo de la historia, por múltiples razones que seguramente

analizaremos en otra oportunidad. Pero, gracias a los nuevos recursos digitales, las

compañías tienen por primera vez a su alcance medios atractivos y beneficiosos para

lograrlo. Generando así posibilidades de acceso, personalización y contacto, a costos

razonables, como nunca antes las han tenido. A esto le tenemos que sumar el cambio en

la mentalidad, hábitos y comportamientos de los clientes. Como resultado de todo esto,

las aseguradoras están encontrando en el canal digital también un medio para agilizar sus

tareas, ser más eficientes y finalmente más rentables.

El cambio se está dando con la modificación en los hábitos de las personas, no

necesariamente porque las compañías quieran cambiar la manera de operar. La venta y la

experiencia ofrecida en general se tendrá que adaptar a la forma en que los clientes

quieren comprar y ser atendidos.

Cabe recalcar que estas empresas generan utilidades que superan los 80 billones de

dólares y su mercado representa el 2% del PIB mundial, lo que permite crear estructuras

sólidas de financiación y diversificación de servicios.


Conclusión:

Las compañías de seguro nos ofrecen tranquilos a nivel psicológico y económico, los

seguros se han convertido en servicios muy provechosos en la actualidad, pues al estar

asegurados nos estamos respaldando ante cualquier adversidad. Los cambios constantes

en nuestra sociedad y economía nos hacen estar expuestos y frágiles ante el futuro, por lo

que es necesario contar con una garantía de protección para vivir tranquilos,

existen diferentes tipos de pólizas que pueden asegurar autos, casas, negocios y vidas,

entre otras cosas, que las aseguradoras diseñan de acuerdo a las necesidades económicas,

familiares y contextuales de cada individuo.


Bibliografía:

 (UNESPA - Asociacion Empresarial del Seguro, 2017)

You might also like