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INTRODUCCIÓN
El nacimiento de un niño en el Imperio Inca era un acontecimiento
muy bien recibido, pero la crianza de los niños era otra cosa… Pues los
pequeños eran utilizados frecuentemente para honorar a los dioses,
siendo cruelmente sacrificados, envenenados con alcohol y hojas de
coca para dejarlos en la montaña abandonados a su suerte, que
terminaba siendo la muerte por congelación. Así se han descubierto
cantidad de pequeñas e inocentes momias que nos permiten conocer
mejor a este misterioso pueblo. Pero lo más llamativo de todo esto es
que sus familias no vivían este suceso como una desgracia, sino más
bien como todo lo contrario, era un privilegio que se celebraba por toda
la comunidad con fiestas.
Tras el nacimiento y durante los primeros años de vida los niños
permanecían al cuidado de sus madres que los llevaban consigo a todas
partes, como si de un atuendo se tratase, por lo general atados al
cuerpo con unas telas y para consolarlos cuando los pequeños lloraban
los bañaban en las aguas heladas de los torrentes, así o se callaban o
morían. Más o menos cuando se producía el destete, alrededor de los
dos años de edad, se celebraba el Rutuchicoy una especie de “bautizo”
donde se le imponía el nombre al niño y se le cortaba por primera vez
el pelo.
Desde este momento y hasta la pubertad, los niños de las familias
humildes colaboraban en los oficios de sus padres con tareas como el
cuidado de los animales para los chicos, o como el hilado para las
chicas. Pero si eras hijo de un noble entorno a los ocho años
comenzaba el colegio, Amautas, donde recibían formación chicos y
chicas, pero, eso sí, sólo las más bonitas. Allí les enseñaban el
Quechua, el idioma de los Incas, religión e historia mientras a las chicas
se les enseñaba la elaboración de la cerveza y los platos tradicionales.
Todo acaba con la llegada de la adolescencia a los 14 años
aproximadamente, entonces se celebra una fiesta en la que los chicos
cambian sus vestidos por los de adultos y se encaminaban hacia la
montaña donde realizaban un ritual que podía durar tres semanas con
el que daban la bienvenida a su nueva vida de adultos.
CONTENIDO
Clasificación
Los niños incas estaban clasificados en dos grupos: los bebés y menores de 2
años que no producían y los niños de 5 a 12 años que sí podrían producir.
Cabe la posibilidad que a los niños muy pequeños se les colocara en un orificio
en el suelo a manera de corralito para ayudarlos a pararse, a controlar sus
primeros pasitos y para que jugaran con su imaginación.
Estaba mal visto ver a un bebé cargado constantemente en brazos pues se tenía
la idea que así se malcriaba. Por lo cual, los bebés eran envueltos en telas desde
los pies hasta los hombros con los bracitos pegados al cuerpo, pues pensaban
que así se fortalecían. Luego, con ayuda de una “lliclla” o manto, se les colgaba
en la espalda como si fuera una mochila. Incluso, cuando las madres tenían que
dar de lactar a sus bebés, no lo hacían teniéndoles en brazos, sino colgados en
estas “llicllas”.
Sus juegos
Diferencias sociales
Es muy probable que los niños no recibían el mismo trato por igual. Esto se debe
a las diferencias sociales que existían en aquella época. En el Incario había al
menos dos clases sociales: los Incas que gobernaban y los runas, los
gobernadores que eran el resto de la población.
La educación
Los niños pequeños eran formados dentro de familias, donde aprendían a hablar
el quechua, así como también las creencias religiosas y los buenos modales, los
principios morales y de convivencia.
Todo niño debía de saber las tres reglas básicas del Incario:
Amasúa (noseasladrón)Amallulla (noseasmentiroso)Ama kella (no seas
perezoso).
Los adolescentes iban a una especie de colegio llamado yachayhuasi o “casa del
saber” y las adolescentes iban al acllahuasi o “casa de escogidas”. Pero no todos
los jovencitos tenían el privilegio de asistir a estas instituciones. Solamente los
hijos de los incas, gobernantes y curacas eran educados por el amauta que
significa maestro o sabio. La enseñanza de las jovencitas estaba a cargo de la
mamacona, que significa mujer importante y honesta. Esos jóvenes aprendían
acerca de las costumbres ancestrales, las ciencias, la magia y la astronomía, así
como a gobernar correctamente.
A los niños mayores y jóvenes que se comportaban incorrectamente se les
castigaba con suma severidad, a veces se les azotaba, se le arañaba la piel con
plantas para escarmentarlos.
CONCLUSIONES