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NOCHEBUENA

Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.

La luz del cielo baja,


el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.

El niño está friolento.


¡Oh noble buey,
arropa con tu aliento
al Niño Rey!

Los cantos y los vuelos


invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra... y corazón.
Resuenan voces puras
que cantan en tropel:
Hosanna en las alturas
al Justo de Israel!

¡Pastores, en bandada
venid, venid,
a ver la anunciada
Flor de David!...

ÁRBOL DE NAVIDAD
Árbol luminoso
de la Navidad,
tu cimera verde
nos dé claridad
y alegría y triunfo
en la tempestad:
Árbol luminoso
de la Navidad.

Eres, árbol claro,


un amanecer:
tu sombra es la fuente
que apaga la sed
y nos hace buenos
hasta sin querer:
Eres, árbol claro,
un amanecer.

Por ti es bello el mundo


y dulce el vivir,
árbol inefable
que no tiene fin,
alta y luminosa
torre de marfil:
Por ti es bello el mundo y dulce el vivir.

Nació en un pesebre
el Dios del amor,
hombre, por nosotros
conoció el dolor,
y alumbró la vida
con su resplandor:
Nació en un pesebre
el Dios del Amor.

Desde ti sonríe
el Niño de Luz,
besa nuestras almas
su mirada azul
y nos hace puros
amando, Jesús:
Desde ti sonríe
el Niño de Luz.

LOS TRES REYES MAGOS


-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.


Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro


que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.


Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!

RESPLANDOR DEL SER


Para la adoración no traje oro.
(Aquí muestro mis manos despojadas)

Para la adoración no traje mirra.


(¿Quién cargaría tanta ciencia amarga?)

Para la adoración traje un grano de incienso:


mi corazón ardiendo en alabanzas

¿QUÉ ES NAVIDAD?
Es amor. Es esperanza. Es fe.
Es alegría.
Es principio de Redención.
Es una etapa de nuestra historia de Salvación.
Es encuentro con Cristo, Niño.
Es conversión y renovación.
Es paz interior.
Es vida nueva.
Es camino que se abre para el tiempo
y para la eternidad.
Es verdad que se alimenta del Amor.
Es vida que fructifica y madura,
sin dejar de nacer siempre.
VILLANCICO DE LAS MANOS VACÍAS
Yo tenía
tanta rosa de alegría,
tanto lirio de pasión,
que entre mano y corazón
el Niño no me cabía...

Dejé la rosa primero.


Con una mano vacía
- noche clara y alba fría -
me eché a andar por el sendero.

Dejé los lirios después.


Libre de mentiras bellas,
me eché a andar tras las estrellas
con sangre y nieve en los pies.

Y sin aquella alegría,


pero con otra ilusión,
llena la mano y vacía,
cómo Jesús me cabía
- ¡y cómo me sonreía! -
entre mano y corazón

EL CAMELLO COJITO
El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.

Baltasar
fue a repostar
mas allá del quinto pino...
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su "Longinos".

-¡No llegamos,
no llegamos,
y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra


a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.

Y a las tantas ya del alba


-ya cantaban los pajarillos-los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, -repitió el Niño.

A pie vuelven los tres reyes


cabizbajos y afligidos.

Mientras el camello echado


le hace cosquillas al niño.
MARÍA MADRE
La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!

La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.

Tres Reyes llegaron;


cesa de nevar.
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar.

Mil ángeles cantan


canción de cristal
que un Clavel nació
de un suave Rosal.

La Revacha
La Revancha
Estos tres magos famosos
Por casa nunca pasaron
Nunca puse los zapatos
Ni me dejaron regalos.
Mis padres nunca pudieron
Seguir esa tradición
La plata solo alcanzaba
Para la alimentacion
.los otros chicos del barrio
Salian con su regalo
Y yo quedaba pensando
Que cosas hice de malo.
La vida me dio revancha
Me regalo un buen pasar
Y puedo ser un rey mago
Gaspar melchor o baltasar
Puedo comprar mil juguetes
Y con la fabrica atras.
Cuando llega el 6 de enero
Yo no me hago esperar
Juguetes Voy repartiendo
Donde hay nesecidad.
Todo chico que yo encuentre
Su regalito tendrá
lo que yo sufri de pibe
Que no pase nunca mas
Hoy yo pongo los zapatos
Y el pastito sin dudar
Mi regalo de los reyes
Es ver los niños jugar!

LA NAVIDAD ME INSPIRA
La Navidad me inspira
es este espíritu mágico
que encuentro en cada esquina
el que me lleva a ti de pensamiento.
Ya vislumbro tu regalo
este año más que nunca
una promesa de amor sincera
esta Navidad más que nunca
lo sencillo llega más hondo
lo sencillo no te lo esperas
mi regalo, mi amor: un poema.

JESÚS EL DULCE, VIENE


Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...

¡Señor del cielo, nace


esta vez en mi alma!

CANCIÓN DE NAVIDAD
La Virgen María
penaba y sufría.
Jesús no quería
dejarse acostar
- ¿No quieres?
- No quiero.

Cantaba un jilguero
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podía
del son que venía
la gracia copiar.

María cantaba,
Jesús la escuchaba
José que aserraba,
dejó de aserrar.

La Virgen María
cantaba y reía,
Jesús se dormía
de oírla cantar.

Tan bien se ha dormido


que el día ha venido,
inútil ha sido
gritarle y llamar.

Y, entrando ya el día,
como él aún dormía,
para despertarle
¡la Virgen María
tuvo que llorar!

BELÉN IMPERFECTO
Nunca llegan al portal
las figuras del belén.

Los pastores se han quedado


sin las piernas por correr.

No encuentran los Reyes Magos


la estrellita de papel.

Los camellos en el musgo


ya no se pueden mover.

El río de plata sigue


desembocando al revés.

La lavandera del lago


nunca acaba de tender.

Herodes hoy ha encendido


las mismas luces de ayer.

En las montañas la nieve


no se puede deshacer.

La Virgen está esperando


y esperando San José

La comadrona no llega
y ya empieza a anochecer.

El pastor tampoco viene


con la hierba para el buey.

Los hombres no llegan nunca


a la cueva de Belén.
La Virgen está esperando
y el Niño Jesús también.

PUES ANDÁIS EN LAS PALMAS


Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Palmas de Belén
Que mueven, airados,
Los furiosos vientos
Que suenan tanto,
No le hagáis ruido,
Corred más paso;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
El Niño divino,
Que está cansado
De llorar en la tierra
Por su descanso,
Sosegar quiere un poco
Del tierno llanto;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Rigurosos hielos
Le están cercando;
Ya veis que no tengo
Con qué guardarlo;
Ángeles divinos,
Que vais volando,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos.

BALADILLA DEL POSADERO DE BELÉN


Tan cerca como le tuve
y dejé que se me fuera.
Malhaya la posadera.

Y eso que les vi la luz


nimbando sus sienes, pero...
Malahaya sea el posadero.
Malhaya la posadera
que me dijera que no
abriera. Malhaya yo.

Malahaya yo que les vi


la luz y no les retuve.
Tan cerca como le tuve.

Y ahora tan lejos, temblando


sobre el heno y la retama.
Malhaya mi blanda cama.

VILLANCICO DEL RIFADOR


¿Cuánto me dan por la estrella y la luna?
¿Cuánto me dan por el Niño y la cuna?

Este es un Niño sin padre ni abuelo,


este es un Niño nevado del cielo.

¿Cuánto me dan, que lo vendo barato,


cuánto me dan, que lo doy sin contrato?

Este es el Niño que mamaba ahora.


Ríe despierto y en durmiendo llora.

Casi de balde la flor del mercado.


¿Cuánto me dan, que lo doy regalado?

Este es el Niño verano en invierno.


Este es el Niño que aniña lo eterno.

¿Cuánto me dan, que lo doy sin subasta?


¿Cuánto me dan por la fruta en canasta?

Este es el Niño que viene a dar guerra,


viene a dar paz por amor de la tierra.

¿Cuánto me dan? Por moneda no quede.


Una lágrima sola que tiemble y que ruede.

Este es el Niño de la rifa loca


que todos le juegan y a todos les toca.
¿Cuánto me dan por la buena fortuna?
¿Cuánto me dan por el Niño y la luna?

EL BURRITO PIDE POSADA


Si pudiera hablar mi lengua, si fuera tan orgulloso,
yo que apenas un burrito, perdido en la milpa, solo…

Hoy me han cargado una carga con un rosal y una rosa:


nunca tuviera mi lomo menos peso y más aroma.

Adelante iba José arreando yuntas de sombras,


atrás ángeles-espejos anticipaban la aurora.

Y arriba sobre mi espalda, luz de luz, rosa de rosa,


Dios escondido en la Virgen, hostia dentro en su custodia.

En la procesión nocturna mis patas eran las andas;


candeleros los maizales y el palio las nubes blancas.

Mi aliento era el incensario; mi hocico carbón en brasa.


Soy su servidor el burro que anduvo nueve jornadas.

Al filo de nieve y luna vengo pidiendo posada,


¿quién me renta una parcela para una Rosa en su Rama?

NANA DE LA VIRGEN MARÍA


Duérmete, Niño amante
luz de mi sueño.
Duérmete sin cuidados
que yo te velo

Cuando caiga la noche


sobre el silencio,
se hará cojín de espumas
mi blanco pecho.

Cuando frías estrellas


nieven del cielo
será para tu carne
pañal mi beso.

Cuando sepan pastores...


Cuando el misterio...
¡Duérmete, Niño amante,
luz de mi sueño!
¿Por qué tienes los ojos
limpios y abiertos?...
Ya más no puedo darte...
Duerme, lucero.
Duérmete. Mira:
hosannas
dicen los vientos...
(Despacio...
Callad
Despacio,
que está durmiendo...)

LAS DESIERTAS ABARCAS (POR EL CINCO DE ENERO)


Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraba los días


que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,


ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,


para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado


tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,


toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta


cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero


de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas


hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

ROMANCE DEL NACIMIENTO


Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,

abrazado con su esposa,


que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,

entre unos animales


que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,

que eran joyas que la esposa


al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:

el llanto del hombre en Dios,


y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.

LAS PAJAS DEL PESEBRE


Las pajas del pesebre
niño de Belén
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre pajas,
del frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y del calor también.
Dormid, Cordero santo;
mi vida, no lloréis;
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.
Dormid entre pajas
que, aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven,
serán mañana espinas
en corona crüel.
Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer;
que aunque tan grandes deudas
en pajas las cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad en tierno llanto,
divino Emmanüel;
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.
No piense vuestra Madre
que ya Jerusalén
previente sus dolores
y llora con José;
que aunque pajas no sean
corona para rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

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