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Resumen
1. Introducción
Los suelos ácidos están distribuidos en muchas regiones del mundo, en particular en los
trópicos húmedos. Los órdenes de suelos que presentan los problemas más serios de
acidez son los Histosoles, Espodosoles, Ultisoles, Oxisoles e Inceptisoles, aunque
también se puede incluir algunos Andisoles, todos ellos ampliamente utilizados en
forestería.
Los conceptos sobre acidez del suelo en zonas tropicales hasta la década de los 50, se
resumen en varios documentos (Bornemisza 1965; Martini 1968; Navas y Silva 1971).
Años después se publican otros trabajos que resumen las experiencias sobre el tema,
especialmente del trópico húmedo de América Latina, Asia y Australia (Bouldin 1979;
Lathwell 1979; Sánchez y Salinas 1983; Kamprath 1984; Robson 1989; Hintze y Elliot
1989; Craswell y Pushparajah 1989; Ulrich y Sumner 1991; Raij 1991; Aguilar,
Alcanzar y Etchevers 1994) y más recientemente otros autores resumen lo hallado hasta
el presente (Molina 1998; Espinosa y Molina 1999; Zapata 2003).
En general, cuando el pH (en agua) del suelo se encuentra entre valores de 5.5-6.5, se
logra una buena nitrificación y un buen suministro de Ca y Mg, con pocos problemas de
deficiencias de elementos menores como Fe, Mn, Cu y Zn y una disponibilidad de P
adecuada. Cuando los valores de pH son inferiores a 5.5, las condiciones de acidez
recrudecen, al presentarse con frecuencia toxicidades de Al, Fe y Mn, así como
deficiencias de Mo y P, elementos que precipitan en conjunto con los óxidos e
hidróxidos de Fe y Al (Sarmiento 1984). Es bajo estas condiciones que se requiere del
encalado y otras prácticas de manejo de suelo que permitan corregir los problemas
mencionados, para las especies que así lo requieran.
El problema de la acidez del suelo puede corregirse adaptando los árboles a esta
condición, mejorando la fertilidad del suelo con la adición de cal, yeso y/o fertilizantes
y en forma más primitiva, a través de la quema de la cobertura del suelo con la
consecuente adición de cenizas altas en cationes (ver Capítulo 3). El encalado junto con
la siembra de especies tolerantes constituyen las prácticas más apropiadas y económicas
para corregir los problemas de acidez. Sin embargo, es común que por desconocimiento,
no se utilicen los mejores criterios para la selección de materiales genéticos, o para una
aplicación provechosa de los materiales de encalado existentes en el mercado.
2. La acidez del suelo
Acidez del suelo: Se entiende por acidez del suelo la condición del mismo en la cual
existe una acumulación de elementos tóxicos (Al, Fe y Mn), a menudo asociada a una
fertilidad natural baja (deficiencia de P, cationes y elementos menores). De manera
orientadora, la acidez del suelo puede determinarse midiendo su pH y en términos más
precisos a través de la acidez intercambiable o del porcentaje de saturación de acidez.
H2 O ⇔ H+ + OH-
pH H2 O pH KCl
Muy ácido <5.5 Ácido extremo <4
Acidez media 5.5 - 5.9 Ácido fuerte 4.0 - 4.9
Acidez débil 6.0 - 6.4 Ácido mediano 5.0 - 5.9
Acidez muy débil 6.5 - 6.9 Ácido ligero 6.0 - 6.9
Alcalino muy débil 7.0 - 7.4 Alcalino ligero 7.0 - 8.0
Alcalino débil 7.5 - 7.9 Alcalino mediano 8.1 - 9.0
Alcalino medio 8.0 - 8.4 Alcalino fuerte 9.1 - 10.0
Muy alcalino >8.5 Alcalino extremo >10.1
Algunas de las propiedades químicas que se alteran con la acidez del suelo son: 1) la
solubilización, disponibilidad y absorción de nutrimentos (Ca, Mg, K, P, menores); la
máxima disponibilidad de P ocurre a pH entre 5 y 7 mientras que la de N ocurre a pH
entre 5 y 8.5; 2) la saturación bases y la saturación acidez y 3) la generación de carga
variable (CIC y CIA) y con ello la disponibilidad de cationes y aniones.
Dentro de las propiedades biológicas que se alteran con la acidez del suelo se tienen: 1)
el tipo de organismos presentes; 2) el desarrollo vegetal, el cual disminuye a pH menor
a 5.5 cuando la concentración de iones H+ afecta negativamente el desarrollo de la raíz y
3) la fijación de N y la mineralización de la materia orgánica aumentan con el pH y la
saturación de bases del suelo.
Como consecuencia de la acidez del suelo, la propiedad física que más se altera es su
estructura, ya que generalmente a menor pH, menor es la concentración de Ca, elemento
coagulante que mejora la estructura y estabilidad de los agregados y que favorece la
producción de exudados radicales que causan el mismo efecto.
Causas y fuentes de la acidez del suelo: El suelo puede acidificarse tanto por causas
naturales o pedogenéticas (lixiviación, procesos redox, acumulación de sustancias
orgánicas, efecto de algunas especies vegetales, actividad volcánica), como antrópicas
(extracción de nutrimentos por laboreo intensivo, lluvias ácidas, utilización de
fertilizantes, adición de enmiendas orgánicas residuales) (Figura 1).
Fuentes progresivas:
-
Ionización de OH
3+
PÉRDIDA DE BASES Liberación de Al
6
5.40 ••
♦ a •• • •
5.10 b
♦
• •• • •
Al inter. cmol (+)/100g
•• •• ••
pH del suelo
4
4.80
♦
4.50 •
♦
2
♦ ♦ 4.22
• • • •
♦ ♦♦ ♦♦
♦ ♦♦♦ ♦ ♦ ♦
0 0
5,0 5,5 6,0 10 20 30 40 50 60 70
pH en agua
% de saturación de Al
Acidez antrópica o inducida por manejo: Otra causa importante de la acidez del suelo
es el manejo intensivo de las plantaciones forestales. En el primer caso, se considera
relevante la acidificación causada por la extracción de cationes como producto
comercial (p.e. Ca en plantaciones de teca y eucalipto). La acidificación se inicia con la
pérdida de estos cationes debido en parte a la acción de las raíces que absorben cationes
y liberan iones H+ para mantener el equilibrio en su interior, reduciendo el pH del suelo
(Espinosa y Molina 1999). La pérdida de cobertura vegetal y la preparación
mecanizada del suelo antes de sembrar los árboles, puede incrementar la lixiviación de
cationes hacia capas inferiores y aumenta el grado de acidez del suelo.
Cuadro 2. Acidez residual producida por fertilizantes nitrogenados (Tomado de Tisdale et al. 1993.)
Índice de Acidez
Fuente N Reacción de nitrificación (kg CaCO 3 100 kg-1
(%) fertilizante)
Urea 46 (NH2)CO + 4 O 2 → 2H+ + 2NO3- + CO2 + H 2O - 84
Nitrato de amonio 33.5 NH4NO3 + 2O2 → 2H+ + 2NO 3- + H 2O - 63
Sulfato de amonio 21 (NH4)2SO4 + 4O2 → 4H+ + 2NO 3- + SO 4-2 + 2H 2O - 112
Fosfato monoamónico 12 NH4H2PO4 + O2 → 2H+ + NO3- + H2PO4- + H2O - 65
Fosfato diamónico 18 (NH4)2HPO 4 + O2 → 3H+ + 2NO3- + H2PO4- + H2O - 74
Una de las razones que limita el número de rotaciones en explotaciones forestales con
especies exigentes en nutrimentos (Hartemink 2003), es la acidificación del suelo y la
pérdida de su fertilidad. Para estimar la fertilidad del suelo, cuando se trata de suelos
ácidos, normalmente se pueden medir las siguientes variables:
Deficiencia de Ca y/o Mg: Los suelos ácidos tienen una cantidad de cationes
intercambiables baja (menor a 5 cmol (+) l-1 ), por lo que la disponibilidad de elementos
como el Ca o el Mg no es suficiente para lograr el crecimiento óptimo de la mayoría de
los cultivos. La presencia de alto contenido de Al en la solución del suelo inhibe la
absorción de Ca y Mg por las raíces de las plantas.
En síntesis, para la mayoría de las especies, se puede indicar que los problemas de baja
fertilidad (acidez) aumentan cuando se presentan las siguientes condiciones en el suelo:
pH: < 5.5, la Acidez o Al Intercambiable: > 0.5 cmol (+) l-1 , la Suma bases (Ca + Mg
+ K): < 5 cmol (+) l-1 y la Saturación de acidez: >20%.
Ac. Int
% SA = x 100
CICE
Tolerancia de los árboles a la acidez del suelo: La tolerancia a la acidez del suelo es
muy variable entre especies. Algunas de ellas, desarrolladas originalmente en suelos
calcáreos, como la leucaena, la teca y la melina, son susceptibles a niveles de 10 a 20%
de saturación de Al, mientras que otras que han crecido en ambientes más lluviosos y
calientes toleran hasta un 60% de saturación de Al (p.e. Vochysia ferruginea y
Terminalia amazonia) y en menor grado Acacia mangium, Eucalyptus grandis y
Peltophorum dubium (do Vale et al. 1996). Los mecanismos de tolerancia al Al son los
siguientes (Wright 1976; Baligar y Duncan 1990; Bertsch 1995, 1997):
• Diferenciaciones morfológicas en las raíces laterales y en los ápices radiculares,
que les permiten desarrollar una mejor habilidad para continuar su elongación
sin sufrir daño.
• Cambios en el pH de la rizosfera. A través de absorciones diferenciales de iones
y de secreciones de ácidos orgánicos, CO2 y bicarbonato, la planta puede
cambiar la reacción de su medio inmediato de crecimiento, y con esto regular la
absorción de Al. Algunas variedades tolerantes al Al aumentan el pH de su
medio, mientras que en las sensitivas, éste es muy bajo (lo disminuyen).
• Translocación más lenta del Al a la parte aérea de las plantas. Algunas especies
y variedades tolerantes al Al acumulan este elemento en las raíces, y lo trasladan
a la parte aérea más lentamente que las variedades sensitivas. Eso no quita que
existan especies de árboles y helechos adaptados a condiciones de acidez que
acumulan altas cantidades de Al en el follaje.
• En variedades tolerantes, el Al de las raíces no impide la absorción y
translocación del Ca, Mg y K, como sí ocurre con especies sensitivas. Se ha
demostrado la existencia de antagonismos Al-Ca y Al-Mg en la zona radical.
• En las variedades tolerantes al Al no se inhibe la absorción y translocación del P
en la medida en que sucede en las variedades o especies susceptibles. Además,
muchas especies o variedades tolerantes al Al, también toleran niveles muy
bajos de P. O sea existe una habilidad diferencial para absorber, transportar y
utilizar el P en presencia de Al.
• En ciertas variedades un alto contenido de Si en la planta está asociado con la
tolerancia al Al.
I III
NO TOLERANTE NO TOLERANTE
Rendimiento bajo Rendimiento alto
Figura 3. Esquema para seleccionar variedades tolerantes a la acidez (tomado de Nicholaides y Piha
1986).
Suelo ácido
+3
Al
Ca +2
↔ Al + H 2O ↔ AlOH
+2 +3 +2 +
Arcilla Mg + H
+
K
Al +3
Material encalante
Reacción de encalado
Al +3 K+1
+2 +2
Ca Ca
Arcilla Mg +2 + 3CaCO3 + 3H2O → Arcilla Mg+2 +2Al(OH)3↓ + 3CO2↑ + H2O
+1 +2
K Ca
Al +3 Ca+2
El proceso inverso también puede ocurrir, debido a que los iones básicos como Ca, Mg
y K pueden ser removidos del suelo por la absorción de las plantas o la lixiviación,
siendo reemplazados por Al3+. A medida que ocurre este proceso, se incrementa la
actividad del H+ y se reduce el pH del suelo. La acidificación progresiva del suelo es
favorecida cuando se utilizan dosis altas de fertilizantes nitrogenados amoniacales.
Estimación de la dosis de cal para neutralizar la acidez del suelo: Las siguientes
fórmulas para calcular la necesidad de cal para neutralizar la acidez del suelo se basan
en el principio de linealidad entre la cantidad de producto neutralizante aplicado y la
disminución del Al intercambiable del suelo. El criterio práctico que domina en la
actualidad es utilizar una dosis de cal que reduzca la saturación de acidez del suelo a un
nivel que sea tolerable para la especie (Cuadro 3), de acuerdo con alguna de las
siguientes fórmulas.
(V1 - V2) (C I C E)
t CaCO3 ha -1 = 100 xf
3. Fórmula modificada: En esta fórmula se combinan los criterios prácticos de las dos
anteriores. Se expresa en términos de % de saturación de acidez y se incluye el factor f
de calidad del material encalante. Al realizar esto, la constante se disminuye a 1.5 pues
quedan menos factores de eficiencia de la neutralización sin contemplar. Dentro de las
reacciones paralelas que se incluyen en esta constante están, la neutralización del Al no
intercambiable, las correcciones de peso/volumen que pueden ser necesarias para ajustar
el encalado a una profundidad de incorporación de 15 cm (Yost et al. 1991), y para
neutralizar los nuevos puntos de carga negativa generados en muchos coloides en
medios básicos al ionizar sus OH- terminales.
Donde el valor F = 2.5 si la CICE de arcilla es menor a 4.5 cmol (+) l-1 y F = 1.3 si
CICE de arcilla es mayor a 4.5 cmol (+) l-1 .
CaCO3 (t ha-1 ) = F [Al - (20 x CICE / 100)] + 7.5 [(19 - AlC) x CICE/100]
1. Cal calcítica – CaCO3 : el material más utilizado para encalar los suelos es la calcita
que se obtiene a partir de la roca caliza, la cual no es pura ya que contienen arcillas,
hierro, arena y granos de limo. El carbonato de Ca es un material bastante insoluble, por
lo que debe ser convenientemente molido para aumentar su eficiencia agronómica y en
su forma pura contiene 40% de Ca.
3. Hidróxido de calcio - Ca (OH)2 : Se obtiene a partir de la reacción del CaO con agua
y se conoce como cal apagada o hidratada y es la forma en que se comercializa el CaO
producido por calcinación. Es un polvo blanco, con alto grado de solubilidad y de
rápida reacción en el suelo con un 54% de Ca en su forma pura. Es un material de
mayor costo que el carbonato y con una reacción intermedia entre éste y el CaO en
neutralizar la acidez del suelo.
La norma internacional considera que los materiales con menos de 80% de equivalente
de CaCO3 (32 % de Ca) son de baja calidad (Nicholaides 1983) y la misma legislación
establece los siguientes contenidos mínimos: óxido de Ca EQ=140 (56 % Ca);
hidróxido de Ca EQ=110 (44 % Ca). La legislación brasileña acepta un valor mínimo de
EQ=67 % para calcáreos molidos (Alcarde 1992).
2. Forma química: Con base en las diferentes formas químicas existentes, se presentan
también diferentes capacidades de neutralización y reactividad. Los productos a base de
carbonatos y silicatos neutralizan la acidez a través de sus bases químicas CO3 -2 y SiO 3 -
2
, las cuales son débiles. En tanto que los óxidos, reaccionan inmediatamente con el
agua del suelo transformándose en hidróxidos, por lo cual los óxidos e hidróxidos
neutralizan la acidez a través de su base OH - que es fuerte, y son más efectivos.
Los materiales que son retenidos en tamiz de 8 son inefectivos. Los que pasan este
tamiz pero se retienen en tamiz 20 son 20% efectivos pero reaccionan muy poco. Los
que pasan el tamiz 20 pero se retienen en el tamiz 60, son 60% efectivos y pueden
reaccionar en un período de 10-18 meses, y todos los que pasan este último tamiz tienen
100% de efectividad y reaccionan entre 3 y 6 meses. La cal que pasa por un tamiz 80 es
muy fina y puede reaccionar en 1-3 meses. La condición ideal es que el 100% del
material pase por una malla 8 y 70-80% pase por una malla 60. Los requisitos mínimos
de calidad en Brasil son los siguientes: 95% de la cal debe pasar por una malla 10, 70%
del material debe pasar por malla 20, y al menos el 50% del material debe pasar por
malla 60 (Alcarde 1992).
%EG x %EQ
PRNT =
100
Al conocer este índice es posible ajustar la dosis de cal a emplear de acuerdo con su
grado de calidad. Un material con 50% de PRNT será la mitad de efectivo que otro con
uno de 100%. Además, el valor de PRN T permite seleccionar la cal de acuerdo con su
costo por unidad de PRNT:
En vista que la cal requiere de humedad para que reaccione, la época más apropiada
para aplicarla es al inicio de las lluvias o un poco antes. Sin embargo, no existen
limitaciones en cuanto a la época de aplicación siempre que haya humedad en el suelo y
que no coincida con una fertilización al suelo. Una vez aplicada la cal, se debe esperar
un tiempo prudencial de 1 mes, para que reaccione antes de añadir el fertilizante. El
contacto directo de la cal con fertilizantes nitrogenados amoniacales en la superficie del
suelo puede favorecer la formación de carbonato de amonio, el cual a su vez se
transforma en amoníaco y se pierde el N por volatilización. También el contacto con
fertilizantes fosfatados causa pérdidas del elemento por formación de fosfatos de Ca
insolubles.
1. Condiciones de clima y suelo: La alta temperatura y humedad, así como un valor alto
de la acidez, favorecen la reacción de la cal. Por tal motivo, los materiales de encalado
son más reactivos en zonas tropicales que en sitios fríos o templados. En suelos con
pendientes muy fuertes, la cal aplicada superficialmente puede perderse por escorrentía
y erosión. Se ha demostrado que la lixiviación de Ca y/o Mg proveniente de la cal, es
alta en suelos de texturas livianas y alta capacidad de infiltración. Los suelos ácidos de
textura arenosa deben ser encalados con mayor frecuencia que los arcillosos.
2. Naturaleza quím ica del material: Los productos que forman bases fuertes como los
óxidos e hidróxidos reaccionan más rápido, pero su efecto residual no es muy
prolongado debido a que el Ca y/o Mg pueden ser lixiviados con el tiempo en climas
muy lluviosos. Las bases débiles como los carbonatos, son de reacción más lenta y de
mayor efecto residual.
3. Tamaño de partícula: Los materiales más finos reaccionan mucho más rápido que los
gruesos, y su efecto residual es menor. Los materiales muy finos pueden presentar
pérdidas significativas por la acción de viento, además de mostrar aglutinación y
adherencia de sus partículas, lo que dificulta su acción y distribución (Chaves 1993a).
La cal retenida en mallas 20 y 40 puede reaccionar en un plazo que oscila entre 1 y 3
años, dependiendo de las condiciones climáticas. El material retenido en malla 10 no
tiene efecto sobre la acidez del suelo.
6. Dosis: Dosis muy bajas o que subestiman el contenido de acidez intercambiable del
suelo no reducen la acidez de forma cuantificable y su efecto residual es casi nulo. En
tal situación el análisis de suelos es la mejor herramienta para calcular la dosis de cal
adecuada. Algunos suelos pueden presentar un nivel de acidez intercambiable bajo, pero
ser deficientes en Ca. En este caso, la aplicación de la cal es la forma más económica de
suplir Ca como fertilizante, y el uso de una fórmula para calcular la dosis resulta
innecesario, siendo más práctico agregar una cantidad moderada de cal (0.5-1 ton/ha)
como fuente de Ca.
Algunos autores (Gonçalves, Demattê y Couto 1990; Zech y Drechsel 1991), han
encontrado que el pH medido en los primeros 20 cm de suelo en CaCl2 (que estima la
acidez total del suelo), correlaciona bien con valores de índice de sitio para eucalipto y
teca, no así el valor de pH estimado en agua. Además de la acidificación del suelo
inducida por actividades antropogénicas mal realizadas (por ejemplo, abuso de uso de
fertilizantes con efecto residual ácido), la acidificación natural de los suelos ocurre por
efecto de una meteorización intensa del ecosistema en zonas muy lluviosas y calientes
como grandes extensiones del bosque tropical húmedo en suelos que clasifican
normalmente como Ultisoles y Oxisoles. Al proceso natural de acidificación del suelo
puede sumarse el que causan las especies arbóreas leguminosas como las de los gé nero
Erythrina (Imback et al.1989) o Alnus (Sharma 1993) y en este proceso ocurre una
pérdida de Ca y Mg del sistema por efecto de ión acompañante, para lograr el equilibrio
de carga en el sistema debido al exceso de N-NO3 fijado y liberado por las leguminosas.
Notables son los casos de Vochysia ferruginea y Acisanthera uniflora, especies que
logran acumular 22.400 y 20.200 mg kg-1 de Al, respectivamente (Pérez et al. 1993;
Sarmiento 1984) y tolerar grandes cantidades de Al intercambiable en el suelo, debido a
que una vez que lo absorben lo depositan en las vacuolas de la hoja, sin dejar que este
elemento llegue a los puntos de crecimiento activo. Con este tipo de árboles y arbustos,
la respuesta al encalado no es significativa, al igual que sucede con otras especies como
Hyeronima alchorneoides y Calophyllum brasiliense (Cuadro 6); para el caso de la
especie Virola koschny, la adición de cal es negativa pues reduce en forma significativa
su altura y diámetro durante el primer año de crecimiento. En otras ocasiones ocurre que
no se encuentra respuesta a la adición de cal en suelos ácidos, como sucedió en el caso
de Terminalia amazonia a adiciones bajas de cal (100-150 g/m2 ) en Ultisoles de Costa
Rica (Calvo, Arias y Sibaja 1995), lo cual puede deberse a varios factores, entre ellos, a
que la dosis de cal fuera insuficiente, que la especie fuera tolerante a la acidez o que el
grado de acidez del suelo no fuera suficiente como para afectar el crecimiento de los
árboles en forma significativa.
Cuadro 7. Respuesta de Gmelina arborea y Cordia alliodora a la aplicación de 200 g de cal y 150 g de
15-15-15/árbol a la siembra (tomado de Delgadillo, Aldunate y Alvarado 1991).
Valores con la misma letra dentro de una columna no difieren significativamente según prueba Duncan al
1% de probabilidad.
Como los suelos tropicales son esencialmente sistemas de óxidos, sistemas alofánicos o
sistemas de aluminosilicatos laminares con revestimientos de óxidos, estas prácticas no
funcionan, debido a la presencia de extensos mecanismos buffer (o reguladores) que
impiden cambios progresivos en el pH. En estos suelos, después de que se ha neutrali-
zado la acidez debida a Al (pH 5.5) se requie ren cantidades exorbitantes de cal para
hacer variar el pH en una unidad.
• reducción del rendimiento por afectarse otras funciones del suelo y de la planta
• disminución de la disponibilidad de algunos nutrimentos:
P: debido a que se favorece la formación de fosfatos insolubles de Ca
B: las condiciones básicas favorecen el fenómeno de adsorción de B en suelos
con capacidad de sorción de aniones.
Zn: disminuye su solubilidad cuando sus pH se acercan a niveles 6-7.
Mn: en pH superiores a 6.2 el Mn tiende a precipitar en presencia de óxidos de
Fe y Al.
• deterioro de la estructura. Al subir el pH, el Fe se transforma, y su efecto
agregante disminuye, por lo tanto se forman agregados más pequeños, que
reducen las tasas de infiltración y pueden favorecer la erosión. Esto también
puede deberse a un aumento de la actividad microbiana que degrada los agentes
cementantes de tipo orgánico.
8. Uso de yeso
El yeso puede utilizarse para mejorar suelos ácidos e infértiles, como un corrector de la
acidez del subsuelo, del encostramiento superficial y como fuente de Ca y S y
disminuye el nivel de Al intercambiable, su actividad, y su saturación en el complejo de
intercambio del suelo (van Raij 1988; Shaimberg et al. 1989; Chaves 1991; Sumner
1993; Zapata 2003). La aplicación de yeso al suelo permite mejorar las condiciones
nutricionales del subsuelo, lo que favorece el desarrollo de las raíces y por ende del
aprovechamiento del agua y nutrimentos del suelo; como beneficios colaterales se da
una reducción en la escorrentía superficial y la erosión (Souza et al. 1992).
Los sulfatos de Al de las ecuaciones anteriores son compuestos de muy baja solubilidad
por lo que el efecto detrimental del Al disminuye; los iones H+ que se forman, si no son
neutralizados, son los causantes de la reducción del pH en 0.3 unidades. La formación
de alunita podría además causar una disminución del K+ intercambiable, efecto negativo
a considerar en suelos de muy baja fertilidad (Sposito 1989).
De acuerdo con van Raij (1998), la aplicación de yeso puede reducir la saturación de Al
al aumentar la saturación de Ca. Por ejemplo, si el suelo tiene una suma de bases
(Ca+Mg+K) de 2 cmol(+)l-1 y 2 cmol(+)l-1 de Al, la saturación de Al sería del 50 %; de
manera que si la suma de bases aumenta a 4 cmol(+)l-1 , la saturación de Al se reduciría
33%. Este efecto, es reconocido como dilución del Al intercambiable y no como una
reducción de la acidez debida al Al. Además, en suelos de carga variable la liberación
de iones OH- por iones SO4 -2 absorbidos en las aristas de oxihidróxidos de Fe y Al
permite formar formas no tóxicas de Al (AlOH+2 y Al(OH)2 +), proceso reconocido
como autoencalamiento (Zapata 2003).
Otro criterio mencionado por Vitti et al. (1996), establece recomendaciones de yeso con
base en la clase de textura del suelo: