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“FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS”

“EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO Y EL


GARANTISMO”

Docente: José Antonio Rodriguez Ulloa

Curso: Litigación Oral

Alumna Luis Minalaya Rubí

Ciclo: XII

Sección: 8

LIMA - 2018
DEDICATORIA
A Dios, y a nuestras familias por toda su
compresión y confianza que nos dan día a día para
salir adelante en este proceso de formación
académica.

2
RESUMEN EJECUTIVO

El presente trabajo se encuentra dividido en dos partes la primera es el marco


teórico y la segunda es el marco legal

En el primer capítulo denominado marco Teórico se detallara atravez de una serie


de sub-divisiones información veraz y precisa respecto a temas conceptuales y
doctrinarios referidos al estado constitucional de derecho y el garantismo.

Como primer punto de este marco teórico tenemos los siguientes temas:

La definición, plasmada con la interrogativa de ¿Qué es un estado constitucional de


derecho?, su relación con los derechos fundamentales. Como tercer punto su
vínculo inquebrantable con la constitución política del Perú el cual abarca como sub
temas primero una explicación de lo que es la Constitución Política y el control del
poder en el Estado Constitucional del Derecho y segundo la Constitución y normas
Constitucionales directamente estatuidas y normas Constitucionales adscriptas
.Además como cuarto punto se dará a conocer los elementos del estado
constitucional de derecho divididos en el carácter vinculante de la Constitución
Política , la Supremacía o superioridad jerárquica en el sistema de fuentes, la
eficacia y aplicación inmediata de la Constitución , la garantía jurisdiccional de la
Constitución Denso contenido normativo y la rigidez constitucional, como quinto
punto encontraremos las características del estado constitucional de derecho.
Seguido de la diferencia entre Estado de derecho y estado constitucional de
derecho. También se hablara del garantismo en el estado constitucional de derecho.
Como octavo sub tema se detalla sobre la argumentación en el estado constitucional
de derecho y por ultimo se dará a conocer los principios de la interpretación
constitucional.
En el segundo capítulo denominado Marco legal se explicara respecto a las normas
que abarcan la protección del estado de derecho. Asimismo se dará a conocer el
caso mencionado con anterioridad y por ultimo las conclusiones del respectivo
trabajo monográfico, la bibliografía y como anexo la presentación de un caso para
conocer la aplicación práctica del estado constitucional de derecho y el garantismo.

3
ABSTRACT

The present work is divided into two parts, the first is the theoretical framework, and
the second is the legal framework and the presentation of a case to know the
practical application of the constitutional state of law and the guarantee.
In the first chapter called the Theoretical framework, it will be detailed, through a
series of sub-divisions, truthful and precise information regarding conceptual and
doctrinal issues related to the constitutional state of law and guarantee.
As the first point of this theoretical framework we have the following topics:
The definition, expressed with the interrogative of What is a constitutional state of
law?, Its relationship with fundamental rights. As a third point its unbreakable link
with the political constitution of Peru which covers as sub-themes first an explanation
of what is the Political Constitution and the control of power in the Constitutional
State of Law and secondly the Constitution and Constitutional norms directly statutes
and norms Constitutional Ascribed. In addition as fourth point will be announced the
elements of the constitutional state of law divided into the binding nature of the
Political Constitution, the Supremacy or hierarchical superiority in the system of
sources, the effectiveness and immediate application of the Constitution, the
guarantee jurisdictional of the Constitution Dense normative content and
constitutional rigidity, as a fifth point we will find the characteristics of the
constitutional state of law. Followed by the difference between the rule of law and
the constitutional state of law. Guaranteism will also be discussed in the
constitutional state of law. The eighth sub-topic details the argumentation in the
constitutional state of law and, finally, the principles of constitutional interpretation
will be announced. In the second chapter, called Legal Framework will be explained
with respect to the norms that cover the protection of the rule of law. Likewise, the
aforementioned case will be announced and finally the conclusions of the respective
monographic work.

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INDICE
RESUMEN EJECUTIVO………………………………………………..……………….. 3
Abstract…………………………………………………………….................................4
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….......................7
I. CAPITULO : MARCO TEÓRICO…………………………………………….……... 8
1.1 ¿Qué es el estado constitucional de derecho?……………………………...8
1.2 El estado Constitucional de derecho y los derechos fundamentales..…8
1.3 La constitución y el estado constitucional de derecho………………......11
1.3.1 La Constitución Política y el control del poder en el Estado Constitucional
del Derecho………………………………………………………………………………. 12
1.3.2 Constitución Y Normas Constitucionales Directamente Estatuidas y Normas
Constitucionales Adscriptas…………………………………………………………… 12
1.4. Los elementos del estado Constitucional de derecho……………….................14
1.4.1 Carácter vinculante de la Constitución…………………………………………14
1.4.2. Supremacía o superioridad jerárquica en el sistema de fuentes….....…..,15
1.4.3 Eficacia y aplicación inmediata de la Constitución…………………........….15
1.4.4. La garantía jurisdiccional de la Constitución………………………..........… 16
1.4.5 Denso contenido normativo ………………………….………………............... 16
1.4.6 Rigidez constitucional…………………………………………………............... 16
1.5. Características del estado Constitucional de derecho…………….................. 17
1.6. El Garantismo en el estado Constitucional de derecho…………...………. 17
1.6.1. Generalidades………………………………………………………………… 17
1.6.2. El garantismo y la exigibilidad institucional y judicial…...………….. 18
1.7. La argumentación en el estado constitucional de derecho……………….…. 19
1.8.1. La Argumentación Constitucional…………………………..………….. 22
1.8.2. Diferencia entre argumentación jurídica y constitucional………….. 23

1.8. Principios de la interpretación constitucional……………...………………….. 23


1.9.1. Principio de la unidad de la constitución………………………………. 23
1.9.2. Concordancia práctica …………….……………………………………… 23
1.9.3. Corrección funcional ………………….………………………………….. 24
1.9.4. Función integradora ………………………………..………………..…... 25
1.9.5. Fuerza normativa de la Constitución……………….…….…………........25

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II. CAPITULO: MARCO LEGAL…………………………………………………………..25
2.1. Constitución Política del Perú……………………...………………………...26
IV. CONCLUSIONES……………………………………………………………………….27
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………….28

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INTRODUCCION

En nuestro país predomina el principio de legalidad para brindar un


profundo respeto a las normas en todas sus formas y acepciones. Sin embargo,
cabe recordar que para proteger los derechos del pueblo ha sido necesaria una
jerarquía que prevalece hasta la actualidad, la cual le da a un conglomerado de
normas la potestad de prevalecer sobre cualquier otra, para proteger los derechos
fundamentales de las personas y sus garantías. Y las cuales se encuentran
plasmadas en un documento que goza de supremacía, denominado constitución
política del Perú. Siendo que el estado tiene la obligación fundamental de brindarle
la máxima protección y garantizar su predominio atravez de cualquier otra norma y
que vivir en una sociedad regida por leyes y el respeto a las mismas es una
condición necesaria para que haya avance económico, para que se desarrolle la
sociedad y para que progrese el país.

En el presente trabajo se busca analizar al Estado Constitucional de derecho, el


cual consiste en la vigencia efectiva de un orden constitucional, con leyes estables
e iguales para todos, que el gobierno respeta en forma cabal y que reducen al
mínimo la coerción necesaria para que los ciudadanos las cumplan. Pero además
se busca enfatizar que de nada sirve transformar la economía, modificar la relación
entre el gobierno y la sociedad y crear nuevas condiciones para el empleo,
la producción, las inversiones, los procesos electorales, los derechos civiles,
etcétera, si las leyes y la legalidad no son la esencia de las relaciones que estos
ámbitos entrañan. Por lo que si no modificamos nuestra realidad jurídica, la
posibilidad de alcanzar el desarrollo se verá francamente disminuida.

Por lo que en este trabajo además de las teorías que se planteara también se
realizara un análisis del papel que debe cumplir el Estado Constitucional de
Derecho como uno de los temas de mayor importancia y actualidad en el país: el de
lograr el desarrollo del país basado en los efectos que genera vivir en un auténtico
estado constitucional de derecho.

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EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO Y EL GARANTISMO

CAPITULO I MARCO TEORICO

1.1. ¿Qué es el Estado Constitucional De Derecho?

Según Díaz, J. (2007). En el estado constitucional de derecho estas normas


sustanciales condicionan la validez de las leyes ya sea que dichas normas
impongan,
limites, como en el caso de los derechos de libertad, o impongan,
obligaciones, como en el caso de los derechos sociales, los derechos fu
ndamentales se convierten en condiciones sustanciales de validez, de
hecho, todos los derechos fundamentales – desde los derechos clásicos de
libertad hasta los derechos sociales – equivalen a vínculos de sustancia y no
de forma, que condicionan la validez sustancial de las normas producidas

Ferrajoli, L (2005). “Así pues, el Estado Constitucional de Derecho se


configura como el instrumento constituido por el conjunto de estas normas,
gracias a las cuales todos los poderes se encuentran sujetos a la ley: en el
doble sentido que todos los poderes, también aquellos de mayoría, sólo
pueden ejercerse en las formas establecidas por las normas y están, además,
sujetos a normas sustanciales que imponen límites y vínculos a los
contenidos de sus decisiones para tutelar los derechos de todos los
individuos”.

1.2. El Estado Constitucional De Derecho Y Los Derechos Fundamentales

El Estado constitucional democrático se solidifica sobre unos pilares de


libertades, siendo estas individuales y colectivas. Con ellas mismas se van
consolidando garantías fundamentales, las cuales trazan los paradigmas de
un Estado creado bajo aristas de libertad, orden y justicia social.

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Los derechos fundamentales son aquéllos derechos que se toman del
catálogo y que se reconocen en el documento constitucional; por ende, las
garantías individuales son esos derechos reconocidos en la constitución,
pero que el estado ha decidido otorgarles una protección especial, una
garantía que será el medio para hacer efectivo nuestro derecho.

Los derechos fundamentales se expresan en el derecho como principios


jurídicos que pretenden garantizar ciertos bienes o valores estipulados en el
pacto, empero, a su vez buscan orientar el ordenamiento jurídico y
proyectarse sobre él. Con otras palabras, los derechos fundamentales fungen
como garantías que sustraen a la decisión mayoritaria los principios que
componen las constituciones, un límite estructural que vincula a todos los
poderes públicos en virtud de la supremacía constitucional

Los derechos fundamentales como vectores de garantía juegan un papel


importante en el ámbito de la validez de las normas jurídicas en cuanto se
presentan como criterios de corrección o ajuste de estas al ordenamiento en
términos sustanciales

Ferrajoli, L. (2005). Se permite distinguir entre dos dimensiones: la vigencia


y la validez de las normas jurídicas.

 Por la primera se comprenderá el ser de las normas legales.

 Por la segunda se entenderá el deber ser dentro del derecho.


Entonces, el análisis de la pertenencia de las normas jurídicas al
ordenamiento atravesaría estas dos dimensiones respondiendo a
criterios solamente formales sobre su producción, sean estos de
carácter procedimental o sustancial.

La función de garantía desempeñada por los derechos fundamentales en el


Estado Constitucional se encontraría en el centro del garantismo como límite
al poder y como direccionamiento para su ejercicio. En tal sentido podría

9
señalarse que la proyección de los derechos fundamentales se realiza en
torno a la centralidad de la persona expresada en tres principios
constitucionales: la dignidad humana, la libertad y la igualdad.

Para ir más allá, Ferrajoli, L. (2008), menciona cuatro tipos de falacias


ideológicas o niveles de discurso en torno a los derechos fundamentales cuya
confusión ha llevado a mayores errores lógicos sobre el “fundamento” de los
derechos fundamentales

 La primera, que llamaré falacia idealista o iusnaturalista, consiste en


la confusión del punto de vista axiológico externo con el jurídico interno,
es decir, en el atropello de éste por aquél.

 La segunda, que llamaré falacia ético-legalista, consiste en la


confusión del punto de vista del derecho positivo con el de la justicia o la
moral, es decir, en el atropello de éste por aquél.

 La tercera, que llamaré falacia normativista, consiste en la confusión


del punto de vista jurídico con el fáctico, es decir, en el atropello de éste
por aquél.

 Por último la cuarta falacia, que llamaré falacia realista, consiste en la


confusión del punto de vista fáctico con el jurídico, es decir, en el atropello
de éste por aquél.

Con estas distinciones se comprende que la teoría del derecho pueda


expresar juicios sobre las normas jurídicas vigentes en los que sean
declaradas inválidas si su significado no es coherente con los derechos
fundamentales. Igualmente, se comprende que la actividad del poder deba
ajustarse a dichos criterios para recibir el sello de legitimidad que requiere.

Así, el carácter proyectivo de los derechos fundamentales sobre el


ordenamiento jurídico se presenta como una garantía básica tanto de límites

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al poder como de regulaciones para su ejercicio siempre que respete los
principios jurídicos básicos establecidos en la Constitución: la dignidad, la
libertad y la igualdad.

1.3. La Constitución en el Estado Constitucional de Derecho

En la medida que la Constitución significa el primer nivel de reconocimiento


expreso o tácito de las exigencias de justicia natural que se formulan en torno
a la Persona, exige desde su esencia que los demás productos normativos
positivados se sujeten a ella.

Lograrlo demanda reconocer que la Constitución no es un mero documento


político guía que proscribía interpretación jurídica, o una realidad solo
parcialmente normativa tal y como ocurrió en la dogmática del Estado legal
de derecho, sino que ella es una realidad normativa plena y como tal genera
vinculación a todos sus destinatarios: los poderes públicos y los privados.

Lograrlo demanda también que, una vez reconocido el carácter normativo de


la Constitución, se opte por cualquiera de los dos caminos siguientes:

 Uno es colocar en el primer nivel normativo positivado, de modo que


la constitución sea tenida como la primera norma del sistema jurídico
positivado en el seno de una comunidad política concreta. Así, se
encontrará por encima de la Ley y por encima de los Reglamentos;
también se encontrará por encima de las sentencias jurisdiccionales.

 El otro es sin colocarla en el primer nivel normativo positivado,


reconocer la existencia de una fuerte adhesión a los contenidos
normativos de la Constitución por aquella fuente a la que se le
reconocería el primer nivel normativo, la ley, de modo que aunque
nada impediría que ésta contradijese a la Constitución.

11
1.3.1. La Constitución Política en el control del poder en el Estado
Constitucional del Derecho

Según Aragón, M. (1994). Hablar de Constitución tiene sentido cuando se le


concibe como un instrumento de limitación y control del poder.
Efectivamente, el control es un elemento inseparable del concepto de
Constitución si se quiere dotar de operatividad al mismo, es decir, si se
pretende que la Constitución se "realice", como señala este autor, la
Constitución es norma y no mero programa puramente retórico. La
importancia entonces de la Constitución radica en que sólo si existe control
de la actividad estatal puede la Constitución desplegar su fuerza normativa.

Lowenstein, K. (1986). La Constitución se convirtió así en el dispositivo


fundamental para el control del proceso del poder, la Constitución es el
acuerdo de la comunidad sobre una serie de reglas fijas que obligan tanto a
los detentadores como a los destinatarios del poder", agrega que "esta se ha
mostrado como el mejor medio para dominar y evitar el abuso del poder
político por parte de sus detentadores".

1.3.2. Constitución Y Normas Constitucionales Directamente Estatuidas Y


Normas Constitucionales Adscriptas

Según Alexy, R. (1993), las normas constitucionales pueden ser o


directamente estatuidas o normas adscriptas

Las primeras son las que se concluyen desde la literalidad del texto de la
disposición individualmente considerada. Esta definición, no obstante, debe
ser precisada de la manera siguiente. Cuando se trate de definir una norma
constitucional directamente estatuida, no solamente hay que tomar en
consideración el texto de la disposición que se interpreta, sino también
aquellos otros textos con el primero relacionados.

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Las normas constitucionales directamente estatuidas son decisiones del
constituyente que se concluyen directamente de las disposiciones
constitucionales sistemáticamente consideradas.

Una norma adscripta vale y es una norma de derecho fundamental si para su


adscripción a una norma de derecho fundamental estatuida directamente es
posible dar una fundamentación iusfundamental correcta.

Además las normas constitucionales adscriptas ya no son mérito del


Constituyente, sino de la interpretación que lleve a cabo alguno de los
órganos encargados de interpretar vinculantemente a la Constitución. Si bien
todos podemos interpretar la Constitución, no todos podemos hacerlo
vinculantemente. De entre los órganos públicos que en ejercicio de una
función pública interpretan vinculantemente a la Constitución destaca el
Tribunal Constitucional por su posición de supremo intérprete de la
Constitución.

Si la norma constitucional adscripta se formula en consonancia con la norma


constitucional directamente estatuida, quiere decir que existen buenas
razones para sostener y justificar la interpretación (concreción normativa)
que ha formulado el Tribunal Constitucional. Esta situación coincidiría con el
concepto de norma constitucional adscripta que antes se concluyó desde la
definición de norma iusfundamental adscripta planteada por Alexy. Algo bien
distinto ocurre desde la orilla opuesta. Si la interpretación que se recoge en
la norma adscripta es contraria al contenido jurídico de la norma directamente
estatuida concretada, significará que no existen razones para ser sostenida.
Si aplicásemos el concepto de norma adscripta concluida desde la definición
alexyana, tendríamos que admitir necesariamente que al no ser posible dar
razones constitucionales correctas para sostener una tal interpretación,
entonces realmente no ha nacido la norma constitucional adscripta. Esto sin
embargo no es así. En efecto, debido a la fuerza con la que el Tribunal
Constitucional, supremo intérprete de la Constitución, formula las

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interpretaciones de la Constitución, tales interpretaciones siempre se pegan
a la norma directamente estatuida. Nunca dejan de nacer verdaderas normas
adscriptas por las dos razones dadas anteriormente: por el carácter
vinculante de la interpretación, y por la naturaleza normativa del objeto
concretado a través de la interpretación.

1.4. Elementos del estado Constitucional de derecho

1.4.1. Carácter vinculante de la Constitución Política

La Constitución Política una norma jurídica vinculante para todos los


poderes públicos y para los propios particulares sin excepción alguna.
Señala Prieto, S. (2007) que la Constitución no es un “catecismo político” o
una “guía moral” sino una norma con la pretensión de que la realidad se
ajuste a lo que ella prescribe.

El fundamento de este carácter tiene que ver con la función de la


Constitución al interior del Estado Constitucional de Derecho de límite del
poder político.

Castillo, L. (2007). Señala que en efecto, “toda norma que quiera llamarse
realmente Constitución debe ser concebida como un instrumento jurídico
dirigido a limitar efectivamente el ejercicio del poder, en particular del poder
político” que esta finalidad intrínseca a toda Constitución no podría ser
posible si el texto constitucional no es considerado como un texto
normativo, es decir, si es considerado como una simple declaración, sin
que genere una necesaria y efectiva vinculación a sus destinatarios,
particularmente al mismo poder político en sus distintas manifestaciones,
ejecutiva, legislativa y judicial. La fuerza vinculante de la Constitución es
fruto del tránsito del estado Constitucional de Derecho, para consolidar la
doctrina conforme a la cual la Constitución es también una norma jurídica,
es decir, una norma con contenido dispositivo. En síntesis, la constitución

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no solo es una norma de referencia o un conjunto de objetivos políticos, es
al mismo tiempo una norma que fija límites y responsabilidades, ineludibles
e infranqueables vinculantes para el poder político y para los particulares.

1.4.2. Supremacía o superioridad jerárquica en el sistema de fuentes

La Constitución no sólo es una norma jurídica, sino que es la norma suprema


del ordenamiento jurídico, es la norma de mayor importancia en el sistema
de fuente del Derecho, cuyos efectos irradia a todo el ordenamiento jurídico.

El fundamento constitucional de esta característica la encontramos en el


artículo 51 de la Constitución. Según esta norma, “La Constitución prevalece
sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y así
sucesivamente (...)”. Esta disposición es recogida y reiterada en el artículo
138, a propósito del control difuso, y precisa que “En todo proceso, de existir
incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces
prefieren la primera”.

1.4.3. Eficacia y aplicación inmediata de la Constitución

En efecto, si la Constitución es una verdadera norma suprema, ello supone


que no requiere su desarrollo legislativo para desplegar su fuerza vinculante,
en la medida en que los preceptos constitucionales sean relevantes en un
proceso cualquiera, su aplicación resultará obligatoria

Según De Otto, I. (1999). La eficacia directa de la Constitución implica que


los jueces, y en general todos los llamados a aplicar el derecho, habrán de
tomar la norma constitucional como una premisa de su decisión, igual que
cualquier otra norma, con las siguientes consecuencias:
a) Dado que la Constitución es norma superior habrán de examinar con ella
todas las leyes y cualquier norma para comprobar si son o no conformes a la
Constitución;

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b) habrán de aplicar la norma constitucional para extraer de ella la solución
del litigio o, en general, para configurar de un modo u otro una situación
jurídica;
c) habrán de interpretar todo el ordenamiento conforme a la Constitución.

1.4.4. La garantía jurisdiccional de la Constitución

La denominada garantía jurisdiccional o judicial, no es otra cosa que la


exigibilidad judicialmente o jurisdiccional de la Constitución. En efecto, la
garantía jurisdiccional no es otra cosa que la exigibilidad jurisdiccional del
cumplimiento de la Constitución. Esto implica reconocer la competencia de
los jueces para resolver litigios desde el ordenamiento jurídico incluido la
Constitución, pudiendo concretarse a través del control concreto y del control
abstracto, y a priori y a posteriori, encomendado a órganos especializados o
a los jueces ordinarios. Sin embargo esto lo veremos en su amplitud mas
adelante.

1.4.5. Denso contenido normativo

Este elemento del constitucionalismo es de suma importancia pues supone


pasar de una concepción formal de la constitución a una concepción material
de la Constitución, la cual se convierte en un criterio sustancial de validez de
las normas expedidas por el legislador, el poder político y de las resoluciones
de los jueces. Esto supone no solo respetar un conjunto de procedimientos
democráticos mayoritarios para tomar decisiones, sino que los contenidos de
dichas decisiones debe estar ajustado a los principios, derechos, valores y
directrices contenidas en la Constitución Política.

1.4.6. Rigidez constitucional

Esta es también una característica de todo Estado Constitucional de


Derechos y constituye una herramienta para defender la vigencia de la
Constitución. Señala Castillo, L. (2007). Solo será posible considerar a la

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Constitución como una norma fundamental de modo que la ley -y
consecuentemente, tampoco el reglamento pueda contraponérsele
eficazmente- si es que se considera a la Constitución como una norma rígida.
Por su parte, el Tribunal Constitucional ha señalado que “es indubitable que
en un sistema jurídico que cuenta con una Constitución rígida, ninguna ley o
norma con rango de ley (como las leyes orgánicas) tiene la capacidad para
reformar, modificar o enmendar parte alguna de la Constitución.

1.5. Características del estado constitucional de derecho

 Primero, el estado está en función de la garantía de los derechos


fundamentales por parte de las instituciones públicas hacia sus
ciudadanos y personas, los deberes pasan a ser exclusivos de los
fines del Estado y sus instituciones.

 Hay un fuerte control de las instituciones públicas para evitar que se


afecten o vulneren los derechos. Este control es realizado por los
jueces constitucionales, y en ciertos casos los jueces locales también
asumen dichos procedimientos.

 El documento constitucional en el cual se plasman de forma abstracta


y concreta los derechos fundamentales es el soporte esencial del
estado constitucional, y sus aliados indispensables son los
ciudadanos y los jueces constitucionales, que por medio de sus
jurisprudencias regulan los conflictos que se pueden suscitar entre las
personas y las instituciones públicas encargadas de promover los
derechos que se encuentran en la Constitución.

1.6. El Garantismo en el estado Constitucional de derecho

1.6.1. Generalidades
La relación entre la validez de las normas ante la Constitución y la efectividad
de esta y de las normas que la desarrollan se encuentra en la génesis del

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paradigma garantista. En el Estado Constitucional esa divergencia suele
expresarse en la distancia entre las normas constitucionales y la realidad,
entre la validez y universalidad de los derechos fundamentales y su escasa
aplicación u observancia por parte del Estado y los particulares.

Según Torres, J. (2017). Puede comprenderse por garantismo un modelo que


supera tanto al Estado Legislativo y al Estado de Derecho en crisis y propone
alternativas asentadas en el aseguramiento de los derechos individuales
tradicionales y de los derechos sociales, así como la sujeción a los derechos
fundamentales de todos los actos para poder adquirir el carácter de legítimos.
Por otro lado, se encuentra también una acepción del garantismo como teoría
general del derecho en la que puede identificarse tres niveles de discurso y
de análisis del derecho, los cuales están concatenados y permiten realizar
críticas reflexivas desde el punto de vista interno del derecho.

1.6.2. El garantismo y la exigibilidad institucional y judicial

Son las instituciones legislativas, judiciales y administrativas o ejecutivas las


encargadas de dar coherencia y plenitud al ordenamiento jurídico mediante la
determinación de los derechos o intereses legítimos que deben ser objeto de
protección. Colmar las lagunas y resolver las antinomias propias de sistemas
nomodinámicos debe realizarse siguiendo la jerarquía normativa que imponen
los derechos fundamentales. En el primer tomo de Principia Iuris el autor
sostiene que las lagunas son omisiones de una decisión obligatoria en cuanto
que las antinomias refieren a la producción de una decisión prohibida por
normas superiores.

Para Ferrajoli, L. (2011). "antinomia" sería una incompatibilidad entre normas


independientemente de su jerarquía y "laguna " la ausencia de norma en el
contexto de su aplicación, la perspectiva ferrajoliana plantea la modificación
del ordenamiento jurídico por parte de un órgano competente que, en un caso
u otro, intervenga para anular la norma indebida o incorporar la que falta.

Se pasa así a considerar el control constitucional desde el punto de vista


judicial, desde el que la función de garantía se revela fructífera en cuanto

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permite -deslindando el juicio de vigencia del juicio de validez- resolver las
antinomias y colmar las lagunas frente a actos positivos o a omisiones
legislativas ilegítimas.

Para Freire, P. (1997). La garantía frente a la administración pública exige


que su actividad se someta al derecho y que a posteriori pueda ser objeto de
control judicial integral. Lo primero es una exigencia axiológica del Estado
Constitucional según la cual la administración actúa dentro de ciertos límites
y respetando ciertos contenidos que no debe tocar so pena de vulnerar las
libertades básicas de los ciudadanos. Así, sus determinaciones requieren en
primera medida contar con habilitación legal, con un marco normativo dentro
del cual se señalen su autonomía y los límites a su autonomía de forma que
sus actividades puedan ser consideradas válidas y legítimas.

Según Taruffo, M. (2011) el control judicial de las actividades de la


administración es un manto que cubre todos los actos sin que su carácter
político sea una excusa para evadir el control. En este momento de la
garantía puede comprenderse que los fines que orientan la administración no
pueden desviarse en ningún caso del derecho y de la jerarquía normativa
impuesta por la Constitución y los derechos fundamentales.

Torres, J. (2017). Esto lleva a sostener que los poderes legislativo, judicial y
administrativo o ejecutivo deben desempeñar una función de garantía en el
marco de su limitación recíproca. Estos poderes se encontrarían limitados
tanto en sentido negativo (solo operan con respecto a las normas que les
habilitan para actuar) como en sentido positivo (operan dirigidos por la
Constitución y las normas que le desarrollen). El control recíproco que esto
supone sitúa en un lugar importante al poder judicial como cierre operativo
del sistema que garantiza la localización y resolución de lagunas y antinomias
en favor del aseguramiento de los derechos fundamentales y en el marco del
sentido político y jurídico de la Constitución.

19
1.7. La argumentación en el estado constitucional de derecho

Atienza, M. (2007). “la argumentación es un ingrediente importante de la


experiencia jurídica, prácticamente en todas sus facetas: tanto si se
considera la aplicación como la interpretación o la producción del Derecho; y
tanto si uno se sitúa en la ´perspectiva del juez como en la del abogado, el
teórico del Derecho, el legislador...”

Ello, en virtud de que en el Estado Constitucional cualquier ente de


producción normativa tendrá que justificar sus decisiones por medio de
procedimientos racionales y a través de un uso argumentativo del lenguaje,
que permita a dicha norma o decisión producida alcanzar su plena validez
jurídica. En otras palabras, esto significa que en el actual Estado
Constitucional de Derecho caracterizado por principios tales como el Imperio
de la Ley, la producción normativa debe estar justificada bajo cánones
argumentativos, que determinen la racionalidad de la decisión y al mismo
tiempo su validez para poder pertenecer plenamente al Ordenamiento
jurídico.

Asimismo la Argumentación Jurídica actual sostiene que la racionalidad de


la decisión jurídica en los casos prácticos estará determinada por el consenso
alcanzado, previo diálogo intersubjetivo y sujeto a estrictas reglas de
procedimiento. En esa vinculación inescindible entre el Estado Constitucional
y la argumentación Jurídica, no debe darse exclusiva prioridad a la función
del Juez constitucional excluyéndose a la prioritaria función estatal de
producción de leyes. El asumir tal concepción obedece a que la misma
conjuga los significados de ley en sentido formal y material, en donde se
hacen efectivos los principios de igualdad y seguridad. No simplemente un
concepto de ley en sentido material, obedece solamente al peligro que
implica poner en crisis al producto de la voluntad soberana y democrática en
un auténtico Estado de Derecho. Sino que es aquella que, formará parte de
todo el conjunto de prescripciones jurídicas que únicamente se encuentran
en unidad con la Constitución.

20
Los argumentos racionales que llevan a la configuración de consensos por
parte de una determinada sociedad consolidan el Estado constitucional y
democrático de derecho.

Alexy, R. (1993) plantea la “tesis del caso especial”, según la cual la


argumentación jurídica constituye un caso especial del razonamiento
práctico general; éste ha de Fundamentarse desde un procedimiento
discursivo similar al propuesto por Habermas y Apel. Por consiguiente, las
decisiones judiciales pretenden una pretensión de corrección, basadas en la
interactividad y el diálogo. Confrma que “las decisiones judiciales no sólo
pretenden ser correctas en el esquema del orden jurídico válidamente
establecido, sino también pretenden ser correctas en cuanto decisión jurídica
En este sentido, plantea el autor en su obra Teoría de la Argumentación
Jurídica la tesis del caso especial, la cual es desarrollada por medio de la
argumentación ius Fundamental; allí indica que de lo que se trata, entre
otras, es de lo que está ordenado, prohibido y permitido, es decir, relativa al
razonamiento práctico. Para este autor, las bases principales de la
argumentación iusfundamental son dos

 En primer lugar, dicha argumentación debe estar sujeta al texto de las


disposiciones iusfundamentales –la Constitución– y a la voluntad del
constituyente.

 El Tribunal deberá dar razones a favor de soluciones contrarias al


texto, presentando para ello razones justificantes que lo llevan a
replantear las disposiciones del legislador, apoyándose para ello en el
principio de proporcionalidad

Este autor analiza la pretensión de corrección, según la cual la moral y la


teoría del derecho se muestran como vinculadas, en un modelo
procedimental de cuatro gradas.

21
Además analiza la pretensión de corrección, según la cual la moral y la teoría
del derecho se muestran como vinculadas, en un modelo procedimental de
cuatro gradas. En la primera grada está situado el procedimiento del discurso
práctico general en el cual su sistema de reglas formula algo así como un
código general de la razón práctica, pero no lleva en cada caso a un solo
resultado. Es aquí donde se hace necesario una nueva grada, pues la
solución de los conflictos sociales exige la determinación de un único
resultado.
 En esta segunda grada está el procedimiento legislativo –procedimiento
institucionalizado de creación del derecho en el que no sólo se argumenta
sino que también se decide– del Estado constitucional y democrático de
derecho, definido por un sistema de reglas “que garantiza una medida
considerable de racionalidad práctica”. Pero, como los procedimientos
legislativos no incorporan, por sí mismos, una única solución para cada caso,
se hace necesario un tercer procedimiento.
 En esta tercera grada se encuentra el procedimiento del discurso jurídico, el
cual está sujeto, como se afirmó más arriba, a la ley, a los precedentes
judiciales y a la dogmática, con el fin de reducir la inseguridad del resultado.

 Mas, como esta inseguridad no se elimina del todo, se requiere un cuarto


procedimiento institucionalizado en sentido estricto, o sea, el procedimiento
judicial, en el que la decisión debe ser lo más racional.
El autor sintetiza adecuadamente estos requisitos de las decisiones judiciales
al indicar que “Una decisión judicial que aplique correctamente una ley injusta
o irrazonable no satisface en todos los aspectos la pretensión de corrección
que ella despierta”. Y, continúa, “si el tribunal quiere decidir correctamente,
tiene que oír todos los argumentos, y si la corrección de su decisión está
sujeta a control, el tribunal deberá justificar su decisión ante los participantes
y ante el público general y jurídico

1.7.1. La Argumentación Constitucional

La referencia a la Constitución puede o no operar como un argumento de


autoridad, la argumentación para modificar una constitución o crear una

22
nueva puede considerarse, evidentemente, entonces como un tipo de
argumentación constitucional.

1.7.2. Diferencia entre argumentación jurídica y constitucional

Según Atienza, M. (2007) Sus diferencias tienen que ver con el distinto estatus
normativo de los jueces constitucionales y de los legisladores, y con la distinta
composición y organización de ambas instituciones. Ahora bien, lo que
diferencia, desde un punto de vista formal, la argumentación de los tribunales
ordinarios y la de los tribunales constitucionales es que, en el caso de estos
últimos, la ponderación adquiere un gran protagonismo, como consecuencia
del papel destacado de los principios en las constituciones contemporáneas.
No quiere decir que los jueces ordinarios no ponderen, sino que sólo tienen
que hacerlo, en cierto modo, cuando se enfrentan con casos difíciles que no
pueden resolverse sin remitirse (explícitamente) a principios constitucionales
y en circunstancias en las que el tribunal constitucional no ha tenido aún
oportunidad de pronunciarse; cuando lo ha hecho, el juez ordinario tiene ya a
su disposición una regla, esto es, debe seguir la ponderación efectuada por el
tribunal constitucional.

1.8. Principios de la interpretación Constitucional

Son propiamente los principios los criterios que permiten resolver las
contradicciones en sede constitucional cuando no concurran normas
aplicables y de los que se desprenda la necesidad objetiva de recurrir a otra
metodología de solución de problemas constitucionales, dada la calidad de
los bienes y derechos fundamentales en pugna.

1.8.1. Principio de Unidad de la Constitución

El Tribunal Constitucional define el principio de unidad de la


Constitución como la idea de que no hay parcelas separadas en el
ordenamiento constitucional sino todas las áreas forman una sola unidad.

1.8.2. Concordancia práctica

23
La noción de concordancia práctica se acerca al criterio de interpretación
sistemática esbozada por la Escuela Histórica del Derecho de von Savigny, en
la medida que la optimización del derecho fundamental ha de producirse por un
efecto de vinculación a otros valores y principios concernidos.

1.8.3. . Corrección funcional

También podemos denominar a este principio de corrección funcional, la


propuesta de la necesidad de respetar las competencias de los órganos
constitucionales, a efectos de que ellos funcionen adecuadamente y no vean
afectadas sus competencias gravemente, en tanto entes desautorizados en
una eventual controversia constitucional desfavorable a uno de ellos.

Es el caso, en vía de ejemplo, del Consejo Nacional de la Magistratura CNM


respecto a la entrega de información pública respecto a magistrados en
procesos de ratificación, figura que en un momento inicial mereció el sustento
del CNM respecto a sus potestades normativas de no entrega de información,
lo que a su vez generó un estado de cosas inconstitucional. El caso
fue abordado jurisprudencialmente en la STC 2579-2003-HD/TC.

El caso señalado desarrolla los alcances del estado de cosas


inconstitucional, una figura que la Corte Constitucional de Colombia creó en
1997, hoy de potencial utilidad para las decisiones constitucionales en tanto
potencialmente, puede constituirse en un mecanismo de doctrina
constitucional con carácter vinculante. El proceso en comento, con sentencia
estimatoria, se refiere al proceso interpuesto por Julia Arellano Serquén en
relación a la negativa del Consejo Nacional de la Magistratura de entregarle
información estimada pública respecto a su proceso de ratificación como juez
superior en Lambayeque, Perú.

El Consejo alegaba que su Ley Orgánica señalaba que la información


solicitada tenía carácter de reservada y sin embargo, el desarrollo del proceso
de ratificación había sido esencialmente público. Por lo tanto, la
documentación generada, en especial el acta del Informe de la Comisión

24
Permanente de Evaluación y Ratificación, sobre el cual el Poder Judicial
desestimó la entrega solicitada, era esencialmente un instrumento público y su
entrega correspondía desde la perspectiva constitucional. El Tribunal ordenó
la entrega de información solicitada y declaró como estado de cosas
inconstitucional la renuencia de entrega del tipo de información aludida.
Tomando como referencia el caso Julia Arellano, nos persuadimos de la idea
relevante de que a través del estado de cosas inconstitucional, pueda
constituirse un efecto inter-partes de la sentencia constitucional también para
aquellas personas afectadas no partes en el proceso, e igualmente afectadas
por el estado de cosas inconstitucional.

Expliquemos ello de modo más sencillo: si una persona es afectada en su


derecho y el Tribunal declara el estado de cosas inconstitucional por una
vulneración manifiesta de un derecho fundamental, otra persona, en esa
misma situación, puede apersonarse a ese mismo proceso, aún sin ser parte
en el mismo, y dado el estado de cosas inconstitucional declarado, solicitar la
ejecución del fallo, también a su favor más respecto a su derecho, también
trasgredido en modo similar al del primer afectado. De cara a nuestro tema, el
CNM debió rectificar su normativa administrativa respecto a entrega de
información y lo hizo en acatamiento de un mandato constitucional pero al
mismo tiempo, para corregir aquello que no funcionaba adecuadamente.

1.8.4. Función integradora

Este principio propone, pacificación y ordenamiento en las controversias


constitucionales en cuanto se refiere a que el producto de la interpretación en
la Litis debe respetar dichas condiciones para ser válido.

1.8.5. Fuerza normativa de la Constitución

Exige una real vinculación a la Constitución, si la carta fundamental es la


norma suprema del ordenamiento jurídico, es ella la que debe primar.

25
CAPITULO II MARCO LEGAL

2.1. CONSTITUCION POLÍTICA DEL PERÚ

 El artículo 51º de la Constitución Peruana señala que: “La Constitución


prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior
jerarquía, y así sucesivamente.” En tal sentido se impone a todos los
peruanos, como principio constitucional, la primacía de la Constitución y la
ley, según el cual se debe obediencia plena a la Constitución Política del
Estado.
 Artículo 138.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se
ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo
a la Constitución y a las leyes. En todo proceso, de existir incompatibilidad
entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la
primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de rango
inferior.
 Artículo 139°.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

 Inciso 5 La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas


las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se
sustentan.

Conclusiones
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 El estado constitucional de derecho se basa en el respeto a los
derechos fundamentales que se encuentran estipulados en la
constitución política del Perú, a través de la obligación vinculante que
genera este principio para todos los ciudadanos peruanos.

 En nuestro país todavía existe en un estado constitucional de derecho,


pues si bien se han estipulado normas de carácter vinculante para
garantizar la supremacía constitucional, garantizando el respeto a los
límites que coloca el estado constitucional de derecho.

 Es necesario reconocer la importancia del garantismo como una teoría


que puede llevarnos a establecer un estado constitucional de derecho
en su máximo apogeo debido a que propone alternativas y medidas
para alcanzar este sistema.

 La argumentación es esencial ya que se toma como una de las


primeras medidas que existen en un estado constitucional de derecho,
motivar cualquier decisión jurisdiccional es la base para el respeto de
los ciudadanos que sueñan con un sistema basado en justicia.

BIBLIOGRAFIA

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justicia. Anuario de derecho constitucional latinoamericano.Vol. XV. pp.(775-793).

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legislativa. Derechos y libertades. Vol ii. núm. 28.pp (139-167).

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