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Oraciones cristianas navidad

Esperar
Preparad el camino al señor Isaías 40,3

¡Ábrete y tierra!
Que los cielos destilen el rocío.
Que las nubes lluevan la justicia.
Que se abra la tierra y brote la salvación
y haga germinar al mismo tiempo la justicia.
Isaías 45,8

Acogerte
Para acogerte,
para preparar nuestra tierra,
para creer en ti,
nuestro Dios grande,
no hay que hacer nada extraordinario.
Basta tener un corazón
limpio y sin engaño,
basta tener una mirada
dulce y sin maldad,
basta tener en los labios
la sonrisa y la alegría,
basta abrir las manos
para dar y compartir,
basta estar atento y ser fiel a tu Palabra,
basta amar sin medir la ternura.
¡Basta, Señor, con escuchar tu llamada
y cambiar la vida!
Ya puedes venir, Señor: contigo,

Diciembre - 1
la tierra y sus habitantes, se iluminarán de luz.
(Charles Singer)

¡Ven, Señor!
1. Señor, ven, la tierra está preparada para acogerte. Señor, ven, en nuestra
tierra puede germinar el grano.
Todos esperan al Verbo de Dios.
Que se cumpla nuestro deseo y que se abran los cielos.
R./ ¡Dios nuestro, que venga tu Reino!
2. Ven, Señor, el pan nos falta y nuestras almas tienen hambre.
Ven, Señor, la mesa está preparada para el banquete.
Que tu cuerpo sea para nosotros la fuerza de cada día; que tu presencia
reavive en nosotros el amor. R./
3. Ven, Señor, a soportar con nosotros el azote de la muerte.
Ven, Señor, a llevar el peso que doblega nuestros cuerpos.
Que tu Cruz se levante y enjugue nuestras lágrimas; que tu mirada disipe
pronto nuestros miedos. R. /
4. Ven, Señor, el frío nos hiela y la noche no acaba nunca.
Ven, Señor, nuestros ojos esperan tu amanecer.
Que tu paz se levante por encima de nuestros dolores; que con el fuego de tu
Espíritu renazca un mundo que se muere. R./

Diciembre - 2
Florecerá la justicia
He aquí que vendrá un día sinfín de justicia y de paz.
Dios mío confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que en sus días florezca la justicia,
y la paz hasta que falte la luna.
Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector.
Se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol.
Que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
Salmo 71

Diciembre - 3
Paz para el pueblo
Señor, que veamos tu amor; danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
“Dios anuncia la paz a su pueblo.
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante El.
La salvación seguirá sus pasos.”
Salmo 84

Acoger

¡Sí!
Un niño nos ha nacido un hijo se nos ha dado.

Diciembre - 4
Gloria a Dios Paz en la tierra
No temáis
pues os anuncio una gran noticia,
alegría para todo el pueblo:
Hoy os ha nacido un Salvador,
en la ciudad de David.
Es el Mesías, el Señor.
Y esto os servirá de señal:
Encontraréis un niño envuelto en pañales
y acostado en un pesebre.
Evangelio según san Lucas 2,10-11

La Buena Nueva
¡Navidad es hoy una noticia gozosa!
Jesús llega
como un niño cualquiera recién nacido, y vemos a Dios
como a los niños de todas partes.
¡Jesús ha nacido!
Mirad: en sus labios está la sonrisa de Dios.
¡Jesús ha nacido, Dios está aquí!
Daos cuenta: Dios está aquí en la tierra
en la misma en que nosotros vivimos, en la tierra que queremos.
¡Jesús ha nacido, Dios está aquí!
Permanecerá con nosotros para siempre,
en medio de las noches y los días.
¡Dios está aquí para siempre!
Jesús ha nacido!
Jugará y reirá y también derramará lágrimas,
se ocupará de los desgraciados,
y extenderá sus brazos en la cruz,
y veremos a Dios ofreciendo su amor al mundo entero,

Diciembre - 5
rompiendo el poder de la muerte;
y veremos a Dios ofreciendo su vida al mundo entero.
¡Jesús ha nacido, Dios está aquí!
¡Feliz Navidad!

El hoy de nuestro mundo


Hoy en nuestro mundo el Verbo ha nacido
para hablar del Padre a los por Él amados.
El cielo nos desvela el gran misterio.
R. / ¡Gloria a Dios y paz en la tierra, aleluya!
Cristo ha brillado hoy en nuestra tiniebla para abrir los ojos de los hombres que
caminan en la noche. El universo está inundado de su luz.
¡Gloria a Dios y paz en la tierra, aleluya!
En medio de nuestra muerte ha aparecido hoy la Vida
para cambiar el corazón de los hombres endurecidos.
El amor es más fuerte que nuestras miserias.
¡Gloria a Dios y paz en la tierra, aleluya!
En nuestra carne ha entrado hoy Jesús
para unir en Él a los hombres que le han esperado.
María, de rodillas, le ofrece a su Padre.
¡Gloria a Dios y paz en la tierra, aleluya!
(Didier Rimaud)

Diciembre - 6
Adivinaciones
Así que oyó Isabel el saludo de María, exultó el niño en su seno, e Isabel se
llenó del Espíritu Santo, y clamó con fuerte voz: ¡Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! (Lucas 1,41-42)
— ¿A quién se parece el Niño?
— Los luceros de su madre despiden el mismo brillo.
— Y su sonrisa morena.
— Y su mirada serena.
— Y su cuchillo de pena.
— Y su faz de gracia llena...
María:
Se parece a su madre, pero este Niño es en todo, en todo igual a su Padre.
(R. Alfaro)
Ave María
El ala de Gabriel abre el misterio
y oímos su palabra: “Ave María”.
Y tú dices, Señora, tu palabra,
y la Palabra se hace carne en ti,
cuerpo tuyo. Y añades: “Es mi cuerpo
y mi sangre”. Y palpamos la Palabra,
la oímos, la comemos, la vivimos
y nos hace inmortales e invisibles.
Y decimos “es nuestra palabra,
y es también cuerpo nuestro
y sangre nuestra”.
Y la anunciamos y la pronunciamos.
Hoy nos nacen las alas en los hombros
y unimos nuestra voz a la voz de Gabriel: “¡Ave María!”
(R. Alfaro)
Misterio de la Navidad
Nacido de una mujer

Diciembre - 7
Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió
a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, y para
que recibiéramos la condición de hijos.
Carta a los Gálatas 4,4-5

Dios nos ha hablado por su Hijo


Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros
padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos, nos ha hablado por
medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los
mundos.
Carta a los Hebreos 1,1-2

La ternura de Dios
Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los
hombres, él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho
nosotros, sino según su misericordia, otorgándonos por el bautismo, la
regeneración en el Espíritu Santo.
Carta a Tito 3,4-5
Hoy has revelado en Cristo, para luz de los pueblos, el verdadero misterio de
nuestra salvación; pues al manifestarse Cristo en nuestra carne mortal nos
hiciste partícipes de la gloria de su inmortalidad.
Prefacio de la Epifanía

Diciembre - 8
Habitó entre nosotros
En el principio existía la Palabra y la Palabra
estaba en Dios y la Palabra era Dios.
Ella estaba en el principio con Dios.
Todo se hizo por ella
y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres,
y la luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios:
se llamaba Juan.
Este vino para un testimonio,
para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por él.
No era él la luz,
sino quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre
que viene a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella.
Y el mundo no la conoció.

Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron
les dio poder de hacerse hijos de Dios,
a los que creen su nombre;
la cual no nació de sangre,
ni de deseo de carne,
ni de deseo de hombre,
sino que nació de Dios.

Diciembre - 9
Y la Palabra se hizo carne,
y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria,
gloria que recibe del Padre como Hijo único
lleno de gracia y de verdad.
Evangelio según san Juan 1,1-14

Un cántico nuevo
Hoy nos ha nacido un salvador:
Es Cristo, el Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo.
Cantad al Señor toda la tierra,
Cantad al Señor, bendecid su nombre.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a todos los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Alégrese el cielo, goce la tierra.
Retumbe el mar y cuanto lo llena,
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos.
Aclamen los árboles del bosque
delante del Señor, que ya llega,
para regir el mundo con justicia.
Salmo 95

Diciembre - 10
El Señor hace justicia
¡Ven, Señor, y sálvanos!
El Señor hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor protege a los extranjeros,
sustenta al huérfano y a la viuda.
El Señor reina de edad en edad.
Salmo 145

Regalos
Señor del pesebre,
me arrodillo ante ti
para ofrecerte el oro de mi amor.
¿No eres tú el Señor al que yo quiero?
Señor del cielo, me inclino ante ti
para depositar el incienso de mi adoración.
¿No eres tú el Señor del universo?
Señor de la tierra, me pongo ante ti
para presentar el perfume de mi sonrisa.
¿No eres tú el Señor de la alegría?
Y tú me dices, Señor de los vivientes:
“Tus regalos son agradables y muy valiosos.
Ofrécelos a tus hermanos del mundo.
Entrégales tu sonrisa.
Reparte entre ellos tu amor.
Dales el regalo de tu respeto.
Pues justamente lo que ofrezcas
a tus hermanos de la tierra

Diciembre - 11
eso es lo que ofreces también a tu Dios”.
(Charles Singer)

Actuar
Mira que estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz
y me abre la puerta,
entraré en su casa,
y yo cenaré con él y él conmigo.
Apocalipsis 3,20

A mí me lo hicisteis
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus
ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante
de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor
separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los
cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid,
benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros
desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y
me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero,
y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la
cárcel, y fuimos a verte?” Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto
hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.
Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no
me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me
acogisteis; estaba desnudo, y no me vestísteis; enfermo y en la cárcel, y no me
visitasteis”. Entonces dirán también éstos: “Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te
asistimos?”
Y él entonces les responderá: “En verdad os digo que cuanto dejasteis de
hacer con uno de éstos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo”.
E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.
Evangelio de san Mateo 25,31- 46

Diciembre - 12
Hermanos de Dios
Algunos hacen prodigios
para agradarte, Señor.
Sólo el amor cuenta al final.
No será el cumplimiento de la ley,
ni tampoco la ascesis, ni el canto de tus alabanzas,
ni la perfección del alma,
sino la atención con los pequeños
lo que nos colocará cerca de ti.
El que se olvida de ti
por atender al grito de su hermano
ése empuja la puerta de tu Reino.
No es correr tras de ti lo que importa,
sino ocuparse de los hermanos.
Porque tú, Señor, tienes hermanos.
A primera vista no se les reconoce: no tienen ni gloria ni fama,
se encuentran machacados por el hambre,
son ignorados, atenazados por la soledad,
desahuciados por el cáncer y el sida, no tienen nada,
pero pertenecen a tu familia. Llevan tu sangre.
Sabemos que hay millones: Se les llama los “pequeños”
porque es muy pequeño el sitio
que se les ha reservado en la tierra, a ti y a ellos.
(Charles Singer)

Diciembre - 13
En el corazón del hombre
Ninguna señal en la noche.
La estrella ha muerto.
Pero Dios está, ahí, en su Hijo,
entregado al mundo.
Jesucristo ha sido revelado
en el corazón del hombre.
Ninguna voz venía del cielo
cuando Juan bautizaba.
Pero Dios, reconoció a Jesús, su Palabra,
cuando del agua salía.
Ya están vacías las jarras de las bodas
que suscitaron tanta alegría.
Pero hay vino convertido en sangre.
¡Nuevo prodigio!
Dios, nuestro huésped en Jesucristo,
en el corazón del hombre.

Diciembre - 14
Mensajero de paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que allí donde hay odio, ponga yo amor.
Donde hay ofensa, ponga perdón.
Donde hay discordia, ponga unión.
Donde hay error, ponga verdad.
Donde hay duda, ponga fe.
Donde hay desesperación, ponga esperanza.
Donde hay tinieblas, ponga vuestra luz.
Donde hay tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh Maestro!, que no me empeñe tanto
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar; pues dando se recibe,
olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado
y muriendo se resucita a la vida eterna.

Oración atribuida a san Francisco de Asís

Diciembre - 15

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