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Es importante revisar visualmente cómo se conforma la cadena de valor de los hidrocarburos en México.
Con la Reforma Energética, esta cadena de valor cambió y ahora es similar a otros mercados maduros,
donde la participación de inversionistas y emprendedores privados se da para complementar un mercado
real de muchos oferentes y muchos demandantes.
Llamamos actividades upstream (más cerca del origen de los recursos) a las actividades de exploración,
perforación, extracción de petróleo y gas (asociado al petróleo y también gas seco). Aquí está el
tratamiento de limpieza de impurezas, del petróleo crudo y sus componentes químicos. En muchos
países esta actividad está concentrada en empresas del estado, pero más o menos en la mitad de los casos
mundiales, se dan concesiones (no permitidas en México), licencias (sí permitidas en México) y
contratos de riesgo, con particulares, que ahora es parte de la reforma y abre posibilidades para
emprendedores privados nacionales y grandes compañías petroleras mundiales.
Por su parte, se le llama actividad midstream a la mitad de la cadena de valor, al transporte de crudo
hacia refinerías. Finalmente, el downstream se encuentra cerca de los centros de consumo, son las
actividades de refinación de petróleo (6 refinerías en el caso de México, previamente en manos de
Pemex y ahora desreguladas pero sujetas a permisos) y de transporte de petrolíferos y líquidos de
petróleo, tales como gasolina y diésel, así como su comercialización.
Veamos ahora el caso de la cadena de valor del gas, que aparece esquemáticamente a continuación.
Haz clic en las flechas que aparecen del lado izquierdo y derecho de la siguiente imagen.
Como puedes observar, la producción de gas asociado al petróleo se denomina igualmente upstream. El
gas no convencional llamado fractura hidráulica o fracking está regulado mediante permisos de
exploración, perforación y extracción mediante licitaciones, y donde los derechos de uso de agua son
muy importantes.
Finalmente, veamos la cadena de valor de electricidad, de acuerdo con la nueva estructura del
mercado.
Como puedes ver, la generación ha quedado desregulada, sobre todo los llamados servicios no básicos
(los servicios básicos de CFE son servicios regulados de energía eléctrica a sectores residenciales de
bajo y medio consumo, que son un 95% de todos los casi 40 millones de hogares), donde hay
oportunidades de emprendimiento privado para fuentes fósiles (generación para usos propios,
cogeneración con residuos de vapores y gases industriales), como también proyectos renovables, como
solares y eólicos, adjudicados en subastas.