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UNIV E RSI D AD N ACI O N AL DE S AN AG US TI N

FACULTAD DE PSICOLOGIA, RELACIONES


INDUSTRIALES Y CIENCIAS DE LA COMUNICACION

ESCUELA PROFESIONAL DE RELACIONES


INDUSTRIALES

Tema: Análisis Transaccional


Grupo: 2º “C”
Integrantes:
 AMÉZQUITA CHOQUE JOSÉ MIGUEL
 QUISPE SARAYASI GUMERCINDO
 VÁLDEZ FRISANCHO MARÍA

Docente: Lic. Jesús Carpio Neyra

AREQUIPA – PERU

2010
INTRODUCCIÓN

El Análisis Transaccional es una teoría de la personalidad y de las relaciones


humanas con una filosofía propia que, en la actualidad, se aplica para la
psicoterapia, el crecimiento y el cambio personal u organizacional en numerosos
campos. Sus conceptos se expresan por medio de un vocabulario sencillo y
original buscando ante todo la comprensión de los fenómenos por parte de todos
(profesionales y clientes). Sus modelos de análisis son universales. Sus
explicaciones son intencionadamente fáciles y próximas a las vivencias
inmediatas de las personas.
El Análisis Transaccional proporciona un modelo para comprender la estructura y
la dinámica de la personalidad, es el análisis estructural; un modelo para analizar
las relaciones sociales y la comunicación, es el análisis transaccional propiamente
dicho; un modelo para explicar las motivaciones del comportamiento, en especial
el comportamiento social y un modelo para entender las estratagemas
emocionales y relacionales que perpetúan esta manera de distorsionada de
percibir y relacionarse con los otros y con la realidad, son los juegos psicológicos
y los rackets. Y por supuesto un modelo de abordar el tratamiento dentro de estas
perspectivas orientadas a conseguir el control social de la conducta sintomática y
a alcanzar la autonomía.
Historia de Transaccional

El análisis transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social que se


engloba dentro de la psicología humanista propuesto por el psiquiatra Eric Berne
en los años 1950 en Estados Unidos, quien lo divulgó con su libro Juegos en que
participamos.

El análisis transaccional propone una metodología y unos conceptos básicos


expresados en un lenguaje sin los tecnicismos abstractos que predominan en
otras teorías psicológicas. Pretende ser un modelo profundo, con técnicas para
facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su fácil integración con otras
disciplinas de las ciencias humanas y sociales, le ha dado una gran difusión
mundial dentro del entorno humanista, laboral y de la auto-ayuda. Sin embargo,
su debilidad epistémica y sus constantes analogías del psicoanálisis freudiano le
impiden ser tomada como una teoría seria por la comunidad científica y
asistencial.

A nivel funcional, busca facilitar el análisis de las formas en que las personas
interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo
Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el
segundo para individuarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en
nuestra interacción con los demás, como también en nosotros mismos, creciendo
en el logro de una personalidad integradora.

A nivel profundo, busca facilitar el abandono del guión psicológico que decidimos
en la infancia bajo la influencia de las figuras parentales y de autoridad, pero que
fue necesario para sobrevivir y que podemos aún estar siguiendo de forma
inconsciente. Al dejar el guión, dejamos también de jugar los juegos psicológicos
que lo refuerzan, pudiendo entonces usar integradoramente nuestra capacidad de
pensar, sentir y actuar, al servicio de un vivir saludable.

Además de psicoterapia, el Análisis Transaccional es aplicable en crecimiento


personal, educación, enfermería, trabajo social, desarrollo organizacional y en
otras actividades en las cuales las personas interactúan entre sí.
El análisis transaccional es una teoría de la personalidad neofreudiana que
retoma por los conceptos de ello, yo y superyo, pero transformándolas de
entidades psíquicas a instancias transaccionales, un enfoque que se centra en las
interacciones de las personas más que en las dinámicas internas, que Berne
denomina Análisis estructural. Una cantidad de libros popularizó el Analisis
transaccional entre el público general pero hicieron poco para ganar aceptación
en la comunidad psicoanalítica.

Con su foco en las transacciones, el Análisis Transaccional movió la atención de


la dinámica psicológica interna a la contenida en las interacciones de las
personas. En vez de creer que el incrementar la conciencia y percepción
individual del contenido de las ideas inconscientes como camino terapéutico, el
Análisis Transaccional se concentraba en las interacciones de unas personas con
otra es y el cambio de estas interacciones para la resolución de problemas
emocionales.

Eric Berne nació el 10 de mayo de 1910 en Montreal, Canadá, su nombre original,


Leonard Bernstein. Era hijo de David Hiller Bernstein, MD, un practicante general,
y Sarah Gordon Bernstein, escritora profesional y editora. Su única hermana,
Grace, nació cinco años después. La familia había inmigrado a Canadá de
Polonia y Rusia.

El Dr. Bernstein murió de tuberculosis a la edad de 38 años. La Señora Bernstein


se apoyó en sus dos hijos aún menores para que trabajen como editores y
escritores. Ella animó a Eric para que siguiera los pasos de su padre y estudiase
medicina. Eric se graduó como Médico General en 1931, y obtiene el Master de
Cirugía de la Escuela Médica Universitaria de McGill en 1935.

Años de Pre-guerra

Berne trabajó como interno en los Estados Unidos en el Hospital de Englewood


en New Jersey. En 1936 empezó su residencia en la Clínica Psiquiátrica de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, donde trabajó durante dos años.
Alrededor de 1938-39, Berne se convirtió en ciudadano americano y acortó su
nombre de Eric Leonard Bernstein a Eric Berne. En 1940 Berne había establecido
una práctica privada en Norwalk, Connecticut. Allí se casó con su primera esposa
con quien tuvo dos niños. De 1940-1943 cambió de su casa en Westport para
practicar regularmente en la Ciudad de Nueva York. En 1941 empezó su
formación como psicoanalista en el Instituto Psicoanalítico de Nueva York.

Médico de la Armada de los EEUU.


Debido a la demanda de psiquiatras para el ejército durante el
Segunda Guerra Mundial, el Dr. Berne sirvió de 1943-46 en los
Cuerpos Médicos de la armada, ascendiendo primero de
lugarteniente a mayor. Sus tareas incluían consultas en
Spokane, Washington, Ft. Ord, California y Bingham City,
Utah. Durante los últimos dos años practicó terapia de grupo
en el Hospital General de Bushnell .
Cuando salió del ejército en 1946, Berne, ahora divorciado, decidió cambiarse a
Carmel, California, una área de la que se había enamorado cuando trabajó en el
Fuerte Ord. Antes de terminar ese año, completó su libro "La Mente en Acción" y
firmó un contrato para su publicación con Simon y Schuster de Nueva York. Ese
mismo año retomó su entrenamiento psicoanalítico en el Instituto Psicoanalítico
de San Francisco. En 1947, conoció a Eric Erikson con quien trabajó durante dos
años.
Vida familiar en California
Poco después de comenzar su labor con Erikson, Berne se encontró a una joven
divorciada con quien quiso casarse. Erikson dijo que Eric no podría casarse hasta
después de terminar su análisis didáctico, y ésto ocurriría hasta 1949. Finalmente,
Eric y Dorothy pusieron su casa en Carmel. Dorothy ya tenía tres niños de su
anterior matrimonio, y con Eric tuvieron otros dos hijos en su propio matrimonio.
Eric amaba su rol de padre de familia, disfrutando su gran descendencia y
tendiendo a ser, en parte, demasiado permisivo, y un padre más nutricio que
autoritario. Sin embargo, también supo organizar su tiempo para escribir. Tenía un
estudio aislado construido al otro extremo de su jardín, aislado del bullicio de los
jóvenes. En ese estudio escribió la mayoría de sus obras entre 1949 y 1964,
cuando él y Dorothy se divorciaron en los términos más amistosos.
Durante estos fructíferos años en Carmel, Eric desarrolló una incesante actividad.
Tomó una plaza en 1950 como Psiquiatra Auxiliar en el Mt. Hospital de Sión, San
Francisco, y simultáneamente empezó a trabajar como Consultor en el Ejército
americano. En 1951 se agregó al trabajo de Adjunto en la clínica de Higiene
Mental y Administración de Veteranos en San Francisco. Todo ésto aunado a sus
prácticas privadas en Carmel y San Francisco.

Rompe con el Psicoanálisis y la Creación de Análisis Transaccional

Probablemente los signos más significantes de los orígenes del análisis


transaccional se muestran en los primeros cinco de seis artículos sobre la
intuición que Berne escribió a principios de 1949. Ya, a esta fecha temprana,
cuando todavía estaba trabajando para ganar el título de psicoanalista, estaba
atreviéndose a desafiar un concepto Freudiano rígido declarando "la palabra
subconsciente es aceptable desde que incluye tanto al pre-consciente y el
inconsciente" (Berne, 1949a, p.1)

Cuando Eric empezó su formación en 1941 en el Instituto Psicoanalítico de Nueva


York, y después cuando reasumió su entrenamiento en el Instituto Psicoanalítico
en San Francisco, Berne creyó que era importante convertirse en psicoanalista.
Sin embargo, su anhelo por obtener el codiciado título cesó; su solicitud para
obtenerlo en 1956 fué rechazada bajo el argumento de que no estaba listo, pero,
quizás después de tres o cuatro años más de análisis personal y práctica, podría
volver a aplicar. Para Eric el rechazo fue devastador pero catárquico,
estimulándolo para ambicionar agregar algo nuevo al psicoanálisis. Se puso a
trabajar, determinado en desarrollar un nuevo acercamiento a la psicoterapia, sin
el beneficio de contar con la bendición o el apoyo de la fraternidad psicoanalítica.

Antes de terminar el año 1956, Eric había escrito dos trabajos basados en
material presentado en la Clínica Psiquiátrica del Mt. Hospital de Sión, San
Francisco, y la Clínica Langley Portero de Neuropsiquiatría: "La intuición V: La
Imagen del Ego": y " Estados del ego en Psicoterapia". Usando referencias de P.
Federn, E. Kann, y H. Silberer, en el primer artículo Berne indicó cómo él llegó al
concepto de los estados del Yo y donde consiguió la idea de separar al "adulto"
del "niño". En el próximo artículo desarrolló el esquema tripartito actual (Padre,
Adulto, y Niño), presentó el método de diagramar con tres-círculos, mostró cómo
ocurren las contaminaciones, etiquetó a la teoría, "análisis estructural" y lo mostró
como un "nuevo acercamiento a la psicoterapeútica".

El tercer artículo, publicado en la revista Americana de Psicoterapia de octubre de


1958, titulado: Análisis Transaccional: Un nuevo y efectivo método de terapia
grupal", se escribió unos meses después y fue presentado por invitación a la
Reunión Regional Occidental de la Asociación Americana de Psicoterapia de
grupo de Los Angeles. Con la publicación de este artículo, el "Análisis
Transaccional", el nombre del nuevo método de Berne para diagnóstico y
tratamiento, se volvió una parte permanente de la literatura psicoterapeútica.
Además de reiterar sus conceptos de Padre-Adulto-Niño, el análisis estructural, y
los estados del Yo, se agregaron los conceptos de juegos psicológicos y
argumento de vida.

Los Seminarios

Desde el principio, Berne usó los seminarios clínicos los jueves por la tarde en
Monterey como campo de comprobación para su nueva teoría y sus métodos. En
1950-51 empezó un seminario los Martes en la tarde en San Francisco; esto se
fué incorporando hasta 1958 como los Seminarios de Psiquiatría Social de San
Francisco para manejar fondos que se destinaban para la publicación del Boletín
del Análisis Transaccional que apareció por primera vez en Enero de 1962 con
Berne como editor.

En 1964 Berne y sus colegas del Seminario de Monterey en San Francisco


crearon la Asociación de Análisis Transaccional, cambiando luego a la Asociación
Internacional de Análisis Transaccional en reconocimiento del número creciente
de profesionales del Análisis Transaccionale fuera de EE.UU. La nueva
organización fué designada sucesora de los Seminarios de Psiquiatría Social de
San Francisco , y el seminario de San Francisco cambió su nombre al de
Seminario de Análisis Transaccional de San Francisco en reconocimiento al
hecho de que era el único del muchas ramas del ITAA.

El Análisis Transaccional

Los Orígenes:

El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el


fundador, principal creador e innovador del Análisis
Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones
en la psicoterapia de grupo a principios de los años cincuenta.
En su elaboración reconoce la influencia de sus maestros Paul
Federn y Erik Erikson, con quienes se psicoanalizó. Siempre fue
respetuoso con las teorías psicoanalíticas en las que se formó. Se rodeó de un
equipo de colegas y organizó regularmente unos seminarios en San Francisco,
California, para compartir sus experiencias como terapeutas de grupo y con vistas
a desarrollar un modelo de "psiquiatría social" basada en el estudio de las
interacciones entre las personas, que llamó Análisis Transaccional.

Esta investigación continuó gracias a la ITAA (Asociación Internacional de Análisis


Transaccional) fundada por el mismo E. Berne y ha permitido profundizar ciertos
conceptos de Análisis Transaccional o aportar desarrollos diferentes dentro de la
teoría.
Filosofía y principios del Análisis Transaccional:

La filosofía del Análisis Transaccional, basada en la filosofía humanista, parte del


principio de que “todos nacemos bien”. Berne decía metafóricamente “todos
nacemos príncipes y princesas”. Después en nuestras relaciones con los demás
tomamos decisiones autolimitadoras con las que nos convertimos en “sapos o
ranas encantadas”. Pero básicamente "Yo soy Guay (OK) - Tú eres Guay (OK)"
como persona. Soy una persona digna de confianza y respeto básico en mi
mismo y en el otro.

El segundo principio en que se basa el AT es que todos tenemos un cierto


potencial humano determinado por los condicionamientos genéticos,
circunstanciales de salud, y sociales de origen y procedencia, pero un cierto
potencial humano, que podemos desarrollar.

Las limitaciones externas al desarrollo de nuestro potencial humano, y sobre todo


las limitaciones internas decididas tempranamente, producen la infelicidad, la
auto-limitación de las habilidades personales para resolver problemas y
enfrentarnos a la vida y en definitiva la patología. De modo que yo soy
responsable de mi vida y decido lo que es bueno para mí.

El tercer principio en que basa su filosofía el A.T. es que todos podemos cambiar
en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo. Estos
recursos pueden ser personales o relacionales e incluyen la posibilidad de tomar
nuevas decisiones más autopotenciadoras.

"Todos nacemos bien. Eric Berne decía: todos nacemos príncipes y princesas.
Todos tenemos un cierto potencial humano que podemos desarrollar. Yo soy
responsable de mi vida y decido, para bien o para mal, lo que es bueno para mí y
lo que hago con ella. Todo el mundo (con sólo algunas excepciones, como los
graves daños cerebrales) tiene la capacidad de pensar.

La gente decide su historia y su destino, y estas decisiones se pueden cambiar.


En resumen, todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los
recursos necesarios para hacerlo.

El objetivo del cambio en el marco del Análisis Transaccional es avanzar hacia la


autonomía (la libertad del guión de la infancia) la espontaneidad, la intimidad, la
resolución de problemas en lugar de evasión o pasividad, la curación como un
ideal, no limitarse a hacer el progreso, el aprendizaje de nuevas opciones.

Las metas del Análisis Transaccional:

La meta del Análisis Transaccional es la autonomía que se define por:

- La consciencia o capacidad de distinguir la realidad de la fantasía interna


proyectada sobre lo que me pasa o lo que sucede.

- La espontaneidad o capacidad de expresar mis propios pensamientos,


sentimientos y necesidades y de actuar en consecuencia, viviendo para sí.

- La intimidad o capacidad de abrirme al otro, estar próximo, cercano y ser


auténtico con el otro con reciprocidad.

Algunos analistas transaccionales como Carlo Moiso añaden a estas tres


capacidades una más:
- La ética o capacidad de elegir actuar en cada contexto respetando los propios
valores asumidos.
El Análisis Transaccional es un modelo decisional de la personalidad que permite:

Comprender como entramos en relación con los otros, lo que buscamos en


nuestras relaciones y cuales son nuestras raíces ocultas que nos hacen
reaccionar de manera repetitiva.

Sentir y tomar conciencia de qué es lo que pasa en nosotros y por tanto de que
necesitamos, deseamos y de cuales son nuestras metas.

Principios de aplicación del Análisis Transaccional:

La práctica profesional se basa en dos principios:

- La comunicación profesional - cliente ha de ser clara, directa y oportuna o


pertinente a la situación.

Por ejemplo en la terapia ningún nivel está excluido, ni el emocional, ni el racional,


ni el de los valores personales. Tampoco está excluida ningún área del
comportamiento del foco de la terapia, ni la intrapsíquica (lo que pasa dentro de
nosotros, en nuestra mente), ni la corporal (lo que pasa dentro o en nuestro
cuerpo), ni la conductual (el comportamiento), ni la relacional, ni la social. El
lenguaje es sencillo, claro, y potente o expresivo, la jerga es limitada y compartida
por el terapeuta y el cliente.
- El Análisis Transaccional es un método contractual.

"Un contrato es un acuerdo Adulto con uno mismo o con otra persona para
realizar un cambio."

El contrato orienta y guía el trabajo con Análisis Transaccional. Supone un


objetivo que el cliente desea alcanzar, una meta de cambio. Implica un análisis
cooperativo entre ambos de la situación a resolver y de las posibles opciones y
alternativas. Entraña una responsabilidad de los dos, terapeuta y cliente, pero
diferenciada. El cliente se responsabiliza de cambiar lo que sea necesario y
posible de su situación tomando nuevas decisiones, poniéndolas en práctica y
usando todos sus recursos disponibles. Por su parte el Analista Transaccional se
responsabiliza de cuidar el proceso, de confrontar al cliente en el momento
adecuado, de apoyar cuando sea conveniente, de dar orientación cuando es
oportuno, de señalar lo que observa cuando sea pertinente, etc.

Además el contrato supone un compromiso en las dos direcciones. El cliente se


compromete a poner de su parte toda la energía disponible con el fin de resolver
los problemas para alcanzar su objetivo, y el Analista Transaccional se
compromete a proporcionar al cliente el espacio y el tiempo adecuado para que
se realice el cambio, además pone a disposición del cliente sus conocimientos y
habilidades con el fin de que el cliente las use para resolver sus problemas.

Todo lo anterior se desarrolla en un marco de respeto mutuo acerca de la propia


valía y del potencial que todo ser humano tiene para enfrentarse a la vida y a las
situaciones. Es decir desde la perspectiva de “Yo soy OK (Guay) - Tú eres OK
(Guay)”, "busco la ayuda que tú me puedes dar, y que tú me ofreces".

Elementos del Análisis Transaccional

La misma idea de estado hace referencia al hecho, que todos conocemos, de que
una persona no siempre está con las mismas emociones, no siempre piensa lo
mismo y no siempre se comporta externamente (habla y actúa) de la misma
manera. Podemos cambiar de estado de un momento a otro y podemos tener
conciencia de esos cambios y de esos diferentes estados. Pero son estados de
un mismo yo, de una misma concepción de sí mismo más o menos estable y
también más o menos dinámica, es decir cambiante con el tiempo conforme
cambian las circunstancias externas e internas, y conforme vamos creciendo y
vamos teniendo más experiencias en la vida.

Berne observó que los diferentes estados del yo en que nos encontramos las
personas pueden clasificarse en tres grandes grupos que tienen algo en común y
que los distingue entre sí.

Padre (Exteropsiquis), un estado en que se comportan las personas, sienten y


piensan en respuesta a una imitación inconsciente de cómo sus padres (u otras
figuras parentales) actúan, o cómo se interpretan las acciones de sus padres.
Ejemplos: “El que manda, manda; aunque mande mal”, “Si no sabes hacer las
cosas bien, no las hagas”, “Hazlo así”, “Eso no se hace”, “Siempre...”, “Jamás...”,
“Lo que hace falta es...”, “Por que lo digo yo, y punto”, “Esto es ridículo”, “¡Tonto!”,
“¡Inmaduro!”, “¡Infantil!”, “No haces nunca nada bien”, etc.

Adulto (Neopsiquis) un estado del yo que se parece más a un equipo de


procesamiento de información y de hacer predicciones, ausentes de las
emociones principales que podrían afectar su funcionamiento. En el tratamiento
de la información, desde el estado del yo Adulto, funcionamos como un sistema
lógico y racional, como un ordenador inteligente: Procesamos la información que
recogemos del exterior, por medio de los sentidos corporales, y del interior, es
decir del cuerpo y de los otros estados del yo. Recogida la información la
clasificamos, analizamos, organizamos, sacamos deducciones lógicas, evaluamos
las opciones, estimamos las probabilidades de éxito de cada una de ellas,
tomamos decisiones razonables y convenientes en la situación presente,
ponemos en práctica las decisiones, las revisamos y las ajustamos si es preciso.
Podemos usar palabras y frases como: “¿Preparado?... ¡Ahora!”, “Hay
demasiadas cosas para trabajar con comodidad”, “¿Dónde pongo esto?”, “Aquí”,
“¿Quién, qué, dónde, cuándo, cómo, por qué, para qué?”, “¿Has tomado una
decisión?”, “¿Qué esperas de mi?”, “¿Cuáles son los medios de que dispones?”,
“No estoy de acuerdo”, “Esta es solo mi opinión”, “Estas son las ventajas y los
inconvenientes”, "Me siento triste (contento, enfadado, asustado,…) cuando dices
(haces) eso"...
Niño (Arqueopsiquis): un estado en que se comportan las personas, sienten y
piensan de manera similar a cómo lo hicieron en la infancia. Nuestro Niño es la
parte de nuestra personalidad que nos aporta, si lo tratamos adecuadamente, la
espontaneidad, la creatividad, el entusiasmo, la habilidad, el afecto natural, la
vivacidad, ... de cuando éramos niños. También puede ser una manifestación de
nuestra personalidad atemorizada, vergonzosa, malhumorada, exigente,
desconsiderada, e incluso cruel, ... como lo éramos de niños a veces. Es la parte
más genuina de nosotros mismos y permanece en nosotros desde el nacimiento
hasta la muerte; la parte a partir de la cual se ha de desarrollar nuestra
personalidad Adulta autónoma. Los indicadores del predominio del estado del yo
Niño son los gestos más que las palabras: movilidad de los ojos, agitación de las
manos y de los pies, posturas, modulación de la voz, utilización de expresiones
metafóricas, sensaciones fisiológicas,... Expresiones: ¡Yupi!, ¡Que guay!,
¡Fantástico!, La he fastidiado..., No se qué más decir, Esto funciona..., ¿Vale...?,
¡Jo!, Que rollo...

Los estados del yo pueden llegar a contaminarse. El Padre o el Niño pueden


interferir con el Adulto y distorsionar la percepción objetiva de la realidad, de las
situaciones o de los problemas. Entonces la persona basará su comportamiento
en sentimientos y en pensamientos arcaicos tomados de la reacción del Padre o
del Niño a la situación más que en sentimientos y pensamientos autónomos y
relacionados con la percepción objetiva de la situación.
Situaciones en las que pensamos que estamos usando el Adulto pero tenemos
prejuicios, será el Padre Interno el que este actuando sin conciencia Adulta de
ello. Por ejemplo, si mi padre pensaba que los gitanos son de poco fiar, mi Padre
Interno dirá lo mismo. Mi Adulto entonces estará contaminado si toma como un
hecho lo que mi padre pensaba sin investigarlo realmente.

El Adulto también puede estar contaminado por el Niño. Por ejemplo si tengo la
creencia ilusoria de que la gente está en contra mía cuando en realidad no lo
está, puede ser que el Niño asustado interno esté contaminando mi pensamiento
de Adulto.

Otro problema interno común es la exclusión. Ocurre cuando nos permitimos que
uno de los estados del yo actúe o se exprese de forma rígida demasiado tiempo.
Entonces estamos actuando “constantemente como Padre” o “constantemente
como Adulto” o “constantemente como Niño” a costa de no actuar como un ser
humano pleno.

Los diez instrumentos del AT


Debemos al psicólogo argentino Roberto Kertész, el agrupar y presentar el
modelo de los 10 instrumentos del Análisis transaccional; cada una de estas
categorías consiste en:
a) Un concepto básico, ó una serie de conceptos interrelacionados.
b) Sus técnicas de aplicación.

c) La idea de instrumentos se asocia al material quirúrgico, cada elemento tiene


una función bien definida, pero con el propósito común de aplicarse al individuo
para crear conciencia y ayude a crear cambios en la persona.

En realidad, todos los instrumentos describen la conducta del individuo o un grupo


en un momento dado, pero pero desde puntos de vista, ó niveles diferentes.

Forman un sistema de elementos interrelacionados, como por ejemplo, el sistema


respiratorio del cuerpo humano con el aparato circulatorio. Así, modificando
cualquiera de los 10 instrumentos del Análisis transaccional, se producen
modificaciones en todos los restantes. (esto ayuda para la predicción y prevención
de los cambios).
Los 10 instrumentos son:
1.- Análisis estructural: Padre, Adulto y Niño. ¿Qué actúa en mí?. Es la fase
intrapersonal del AT
2.- Análisis de las transacciones: ¿Qué comunicación establezco con los demás?.
Qué parte de nuestra personalidad predomina para comunicarnos con los demás;
es la fase interpersonal.
3.- Caricias: ¿Qué doy y qué busco en los otros? La importancia del
reconocimiento, el contacto físico, verbal y de otros tipos.
4.- Posición existencial: Cómo me veo (percibo) y cómo veo a los demás.
5.- Estructuración del tiempo: Qué hacemos con nuestro tiempo. ¿Cómo ocupo mi
vida?
6.- Juegos psicológicos: El impactante descubrimiento de Berne, que son
secuencias de transacciones inadecuadas que repetimos a lo largo de nuestra
vida.
7.- Emociones auténticas y sustitutas (rebusques): Los componentes emocionales
de nuestra conducta.
8.- Argumento de vida: ¿Quién me arrastra a actuar siempre así? Otro aporte
fundamental de Berne. La formación de nuestro "guión" de vida en la infancia,
nuestra "programación" inconsciente en contraparte con la posibilidad de adquirir
autonomía en nuestras propias decisiones (metas de vida).
9.- Miniargumento: Una secuencia repetitiva de conductas individuales, a partir de
ideas erróneas, socialmente aceptables.
10.- Dinámica de grupos: Estructura de grupos pequeños y sus etapas de
desarrollo.
Gráficamente, se presentan de esta manera:

El empleo adecuado de estos 10 instrumentos del AT, ya sea como


autoconocimiento, como método de psicoterapia, consultoría en organizaciones,
ayuda para su estudio, etc. requiere:
1) Conocer la fundamentación teórica de cada instrumento.
2) Aplicarlo a las propias conductas, tanto adecuadas (OK), como inadecuadas
(NO OK).
3) Explicarlos y aplicarlos a otras personas, dentro del marco de relación con las
mismas.
4) Poder comprender y explicar (describir) determinadas conductas mediante
cada instrumento.
5) Fijar metas verificables de cambio con determinado instrumento, aplicarlo y
observar los resultados logrados.
6) Poder traducir los conceptos, leguaje y técnicas de otras disciplinas sociales al
lenguaje del AT, poniéndolos al alcance de los potentes ejercicios que
corresponden a los distintos instrumentos.

Los campos de aplicación:

El Análisis Transaccional se utiliza principalmente en:

- Psicoterapia: individual, de pareja, de familia, en grupo.

- Orientación (Counselling): personal, familiar, relacional, vocacional, etc.

- Empresa y organizaciones: consultoría, desarrollo organizacional, cultura


organizacional, trabajo en equipo, dirección de personas, comunicación, etc.

- Trabajo social: exploración de recursos, apoyo y orientación social, integración y


marginación, reinserción social, etc.

- Relación de ayuda: asistencial, clínica, familiar, voluntariados, etc.

- Pedagogía: educación, reeducación, orientación e integración escolar, desarrollo


humano, etc.

- Formación: de padres, profesores, educadores, profesionales, vendedores,


consumidores, amas de casa, adolescentes, parejas, dirigentes, etc.
Qué ofrece el Análisis Transaccional:

A cualquier persona:

- Formación básica, sencilla y clara en aspectos psicológicos esenciales como la


personalidad, la comunicación, las necesidades humanas, los sentimientos y
emociones, las actitudes, la dinámica de grupos, etc.

- Instrumentos útiles para explicar los comportamientos propios y de los otros para
poder basar de forma sólida las estrategias de relación y cambio.

- Opciones y medios efectivos para poder dar alternativas a los conflictos que se
producen en las relaciones interpersonales.

- Modelos de referencia para la observación, auto-observación y el crecimiento


personal y profesional.

- Experiencias vivenciales individuales y grupales que abren nuevas perspectivas


en la comunicación personal y en la solución de problemas.

A los profesionales de cualquiera de las áreas arriba indicadas:

a) De manera general:

- Una nueva perspectiva psicosocial integradora e integrable con sus


conocimientos profesionales previos.

- Una serie de herramientas para el diagnóstico, intervención y evaluación de la


realidad psicosocial donde se desarrolla su actividad.

b) De manera específica:

- Una organización científica, profesional bien estructurada en distintos niveles


regionales: nocional e internacional.

- Un código de ética profesional común.


- Unos requisitos de formación y unos procedimientos de entrenamiento
profesional comunes en prácticamente todo el mundo, en los distintos campos de
aplicación del Análisis Transaccional.

- Unos cuerpos de certificación profesional independientes de la estructura política


de las organizaciones.

-Una serie de publicaciones para la difusión de los avances científicos y


profesionales del Análisis Transaccional.

- Una serie de Congresos periódicos para el intercambio de experiencias y


avances en los distintos campos de aplicación del Análisis Transaccional.

Tipos de transacciones

Todo lo que ocurre entre las personas implica una transacción entre sus estados
del yo. Cuando una persona envía un mensaje a otra, espera una respuesta
determinada.

Transacción simple complementaria

Es complementaria aquella transacción cuya respuesta es recibida por el mismo


estado del Yo que emitió el estímulo y, a su vez, proviene del estado del Yo que lo
recibió. Es decir, gráficamente la flecha o vector parte desde un estado del Yo de
la persona que inicia la comunicación, hasta otro de quien la recibe; la respuesta
de este va desde el mismo estado que recibió y hasta el mismo del que emitió.

Son las transacciones más sencillas en donde la relación es paralela. Mientras la


comunicación se mantiene a este nivel puede proseguir indefinidamente. Berne
califica como transacción complementaria aquella que es "apropiada, cabe
esperar y sigue el orden natural de las relaciones humanas saludables".
Transacción simple cruzada

Son aquellas transacciones en las que la respuesta o no vuelve del mismo estado
del Yo del receptor o no es recibida por el mismo estado que emitió el estímulo.
Hay, por tanto, cruces o se forman ángulos en los vectores.

Ocurre cuando la respuesta al Estímulo es inesperada; se activa entonces un


estado inapropiado del Yo, se cruzan las líneas de transacción entre las personas
y estas optan por retirarse, alejarse o cambiar de conversación.

Transacción ulterior

Son las más complejas, en ellas intervienen simultáneamente más de un estado


del Yo. Se envía un mensaje ulterior disimulado en una transacción socialmente
aceptable. Tal es, por ejemplo, el cliché de "sube a tomar una copa" que mientras
el Adulto dice una cosa, el Niño envía una insinuación.

Implican mensajes dobles: uno de ellos social (evidente, aparente, aceptable) y


otro psicológico (oculto, sutil, menos perceptible, a veces deshonesto)
generalmente transmitido en forma no verbal.
CONCLUSIONES

 El análisis transaccional facilita la integración con otras disciplinas de las


ciencias humanas y sociales, le ha dado una difusión en el entorno humanista,
laboral y ayuda.
 A nivel funcional permite la forma en que las personas interactúan entre sí,
mediante transacciones psicológicas con estado del Yo.
 El análisis transaccional es aplicable en el crecimiento personal, educación,
trabajo social, desarrollo organizacional y en otras actividades.
 El hombre nace libre en su potencialidad y después en nuestras relaciones
con demás decidimos autolimitarnos.
 El proceso de cambio interno dependen de la flexibilidad y de circunstancia
del medio físico y social en que cada persona vive.
RECOMENDACIONES

1. Se recomienda hacer lectura del análisis transaccional para tener una

relación interactiva con los demás.

2. El análisis transaccional se recomienda para comprender el

comportamiento y disponer recursos para una buena comunicación.

3. Se recomienda para conocer la personalidad de cada uno del estado del yo

en la actuación con los demás en las instituciones de trabajo.


BIBLIOGRAFIA

Berne, Eric (1975) Análisis Transaccional en psicoterapia Editorial Psique,


Buenos Aires,

Cirigliano, F. y Forcade, H.(1984) Análisis Transaccional en Educación


Humanitas, Bs. As.

Diez Benavides Mariano (1975) Análisis Conciliatorio Transaccional Editorial


Diana, México,

Berne,E. (1976) Análisis Transaccional en psicoterapia. Editorial Psique, Buenos


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Berne, E. (1987) Juegos en que participamos. Editorial Diana, México, 19ª


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