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Estamos tan acostumbrados a la concepcion construida por los iusnaturalistas modernos que
apenas nos queda capacidad de critica respecto al carácter basico de su construccion: el ser
simplemente una fantasia. Sopretexto de que piensan more geometrico, esto es, construir el resto,
nos presentan una teoria que es contradictoriatanto como la experiancia historica como con la
experiancia solcial. No ha existido nunca algo asi como un estado presocial, jamas la humanidad
conocio el llamado estao de naturaleza. Aunque la idea nois fascine como construccion mental(
tengo que reconocer que a mi me fascina sobremanera) no puede ser aceptada como
rigurosamente base del pensamiento cinetifico y filosofico. El estado de naturaleza no ha existido.
Por tanto , no podemos construir la teoria sobre una especulacion meramente fantastica. Lo
mismo sucede con el contrato o pacto social. Aunque conozcamos situaciones en las que los
hombres han pactado para construir un cuerpo politico, esto nunca ha sucedido como los
contractualistas han imaginado.
Para salvar estas objeciones se suele decir que tanto el estado de naturaleza como el contrato
social son ”ficcones” en el sentido de VAIHINGER (die obilosopbie des Als Ob, 1911), esto es,
instrumentos metodoloicos creados por la mente humana que sirvben para explicar la realidad,
aun cuando dichos instrumentos esten en contradiccion con esta. Por ejemplo, el punto o la linea
recta no existen en realidad, pero nos lo podemos representar como si fueran reales y a partir de
ahí decir mas cosas acerca de ellos, VAIHINGER señala que el pensamiento humano siempre utiliza
ficciones para poder explicar el mundo que no rodea, tanto en el ambito de las ciencias de la
naturaleza como en las ciencias sociales y en la filosofia.
Aun cuando pueda aceptarse el pensamiento global de VAIHINGER respecto a las ficciones, parece
que separemos nitidamente entre ficcion y mentira, pues no es lo mismo partir de una idea como
si fuera verdadera que apartir de una idea aunque sepamos que es mentira. La ficcion es un
artificio de la mente que aceptamos como verdadero y sobre el cual construimos el edificio
teorico. Este asu vez, sera verdadero si despues, efectivamente, nos sirve para explicar la realidad
y en la medida que nos sirva para ello. La teoria construida sobre determinadas ficciones habra de
ser contrastada con la experiancia para la cual dicha teoria ha sido elaborada. O si se quiere,
tambien es posible expresarlo al revez: la experiencia, la realidad, sera vista atraves del prisma de
la teoria elaborada, ahora bien, la admision de las ficciones tiene sus limites. Po ejemplo, nos
podriamos admitir como “FICCION” la afirmacion de que los cuerpos dejados a su propio peso no
caen, si no que huyen en direccion contraria a la tierra. Esto no podria ser una ficcion, por que es
una mentira, una falsedad. La ficcion no tiene por que ser real, pero tiene que poder ser sorrecta o
verdadera.
El paralelo con la geometria es fascinante, pero, nuevamente, inadmisible. El trasvase del esquema
metodico y epistemologico de la ciencia dominante en una epoca, como la ciencia reyna de los
saberes, podra ser atractivo y sugerente para la realizacion de juegos intelectuales, pero no es
legitimo. La edad moderna tambien estubo obsecionada por la unidad del saber en su intento de
susituir la cosmovision teologica medieval por la cosmovision racionalista. De ahí imposicion de
esquemas epistemologicos comunes a todos los caminos del saber, al objeto de satisfacer dicha
necesidad de unidad. Los “ geometras de la politica y la moral” presentan impresionantes
construcciones doctrinales en las que han vertido minuciosamente el metodo analitico-
geometrico, trasladando asi esuqemas ajenos al mundo de la realidad social. Hay que preguntarse,
sin embargo, hasta que punto es aplicable a esta realidad modelos epistemologicos que provienen
de una ciencia cuyo objeto es tan diferente, el formalismo analitico tiene limites que no puede
sobrepasar. Parece evidente que cae fuera de esos limites la explicacion de la realidad social. Para
tal cometido esta fuera de lugar tanto la utilizacion de supuestas ficciones que son, en verdad,
autenticas fantasias, como la transposicion del metodo geometrico a la tarea de explicar
totalmente la vida del hombre en la sociedad.
Es en el marco de la disciplina donde hay que doscurris el problema de la relacion real del hombre
con la sociedad y las caracteristicas del fenomeno de la convivencia. La sociologia no nos
proporcionara, desde luego las claves especificas de la convivencia ni tampoco del fundamento de
los derechos humanos, pero si es apta para abordar los temas señalados que atalen a lo que es la
realidad social. Resulta inconsecuente que la mentalidad cientifica se deje invadir en este campo
por el ilusionismo etico-politico de la modernidad, cuando espartiendo del estudio de la sociedad
como fenomeno como se podra comprender mejor la necesidad de aclarar la cuestion etica. No
queremos decir de ningu modo, que este cuestion pueda ser resuelta por la sociologia. El
cometido del analidid sociologico es solo sustituir la metafisica contractulista, que nos situa en un
planteamiento fantastico de la explicacion social, por el estudio de la realidad social tal como la
expeiencia muestra que es.
Esta cuestion de si debemos obedecer al derecho y en que condiciones, hay que separarla
claramente de obra que pede formularse asi:¿ por que lños hombres de hecho, obedecen
normalmente los mandatos del soberano? ¿Por qué obedecen habitualmente al derecho? Aquí la
pregunta no se dirige a indagar si los hombres deben obedecer, y cuando. La pregunta toma como
punto de partida la constatacion de un hecho, el hecho de si la obediencia como fenomeno
normal de la sociedad. Partiendo de esa constatacion interna indagar las causas de tal obediencia
como fenomeno social.
Las dos perspectivas no son incompatibles entre si; antes bien, se complementan reciprocamente
al mirar el tema de la obediencia desde dos angulos, el moral y el sociologico. La cuestion de si
debemos obedecer no empaña, en modo alguno, la cuestion de por que, en general, obedecemos.
No obstante, parece indiscutible que el hecho de la obediencia, como fenomeno colectivo, es
anterior a la pregunta moral de si debemos obedecer o no. Los honbres siempre viven en
sociedad, incluso cuando se preguntansi deben obedecer las noramas que eestructuran la vida de
esta. La vida en las normas que estructuran la sociedad es anterior al preguntarse por la
legitimidad de esta. Dicho preguntarse constituye , en cierto modo, un ejercicio intelectual de lujo
respecto al hecho basico y primario de la existencia social del hombre. El fenomeno menor solo
comprensible en el contexto general de la obediencia o lo que es lo mismo de la existencia de la
sociedad.
El hecho primario del ser humano, aparte logicamente de su existencia biologic, es su existencia
social. Esto es, su pertenencia al grupo huano. Cuando se afirma que el hombre es un ser social, se
esta diciendo algo que tiene el mismo calibre que decir es un mamifero o un animal viviparo. No
eciste el hombre, y despues la sociedad. Esa es una fantasia contractualista, absolutamente
carente de sentido. Las cualidades psiquicas del hombre(llamadas pasiones, en terminologia
clasica) no han sido generadas, en lo fundamental, por exigencias del tipo biologico, si no por su
insercion en el grupo. Como es bien sabido, el psicoanalisis de FREUD, aunque tengo por finalidad
el estudio de las patologias individuales, se basa en la indagacion de los conflictos psiquicos que la
funcion de la libido experimenta en las relaciones sociales propias de la primera infancia, esto es,
en las relaciones de familia. Asi lo subraya el propio fundador del psicoanalisis al comienzo de su
obra psicologia de las masas, reconociendo el carácter artificioso de la distincion o separacionm
de la psicologia individual y psicologia social. Ciertamente que la psicologia emprende un estudio
de la psique humana, que comom tal es del individuo de la psique humana, que como tal es del
individuo, pero tal estudio no puede centrarse en el individuo aislado, no existe en realidad. El
objeto de la psicologia es el individuo real, y este es siempre ser social.
Que el hombre es siempre un ser social significa muchas cosas. Primero, que su origen es social, el
decir, que su existencia biologica depende de otros. Todo individuo humano es generado por un
himbre y una mujer esa dependencia biologca de los otros se estiende ineludiblemente durante
los primeros años de la vida el niño depende absolutamente, es en su primera infancia, de lso
adultos que lo cuidan, normalmente los mismos que le han generado, esto es, sus padres. Nace,
pues, en un grupo humano, por regla general en la familia. Esta constituye, en sus diversas
modalidades culturales, el grupo humano elemental, en el cual el individuo recibe el sustento
preciso para subsistir y comienza su proceso de educacion o socializacion.
El hombre lleva la sociedad dentro de si mismo, es sociedad. Incluso cuando cree situarse frente a
ella no puede dejar de ser social. Esta se elige siempre en su punto de referencia, para aclararla o
atacarla, y en su mismisima esencia personal. Por todas estas razones ha de aceptarse que, para
estudiar al ser humano, mal camino es idear una situacion asocial con el estado de naturaleza
creado por los iusnaturalistas de la ilustracion, un estado en el que no es posible pensar que los
hombres fueron tales. Por el camino de las fantasias contractualistas no hariamos si no alejarnos
dbe una realidad que la antropologia y la sociologia testifican: que los hombres siempre han vivido
formando parte del grupo y que por tanto, toda refelxion teorico-moral o teorica-politica al partir
de este dato indiscutible. La filosifia moral y politica no deben de hacerse de fantasia ideadas para
sustituir el conocimiendo positivo de la realidad. Es mucho mas logico, incluso podria decirse que
el unico camino factible, que construyan sus ideas sobre la firme base que les proporcionan las
ciencias sociales. El ilusionismo del iluminismo es perdonable si se tiene en cuenta que la
antropologia cientifica y la sociologia son disciplinas que comienzan a despertar con el triunfo de
la mentalidad positivista. Pero en nuestro tiempo, asimilador de las aportaciones cientificas en
todos los terrenos, resulta verdaderamente asombroso e incmoprensible que distinguidos teoricos
jueguen a la ciencia-ficciom del contractualismo y de toda su retahila de palabras carentes de
sentido como estado de n aturaleza, contrato social, derechos naturales, velo de la ignorancia, etc.
Y todavia mas asombroso e incomprensible resulta que miles de profesores repitan dia tras dia,
como dogma de fe, tal cumulo de sentimientos. La filosofia moral y la politica hoy tiene que
remontar su vuelo especulativo sobre la base que le proporcionan las ciencias de la sociedad. En
caso contrario, se convierte en palabreria vana.
Ello es tanto mas manifietso cuando mas nos adentremos en sociedades en un cierto grado de
complejidad. En este tipo de sociedades la idea de individuo autarquico es realmente unn
desatino. Podemos decir, generalizando, que el individuo humano no se basta consigomismo ya
que no puede satisfacer sus necesidades por si mismo, necesita a los otros, a los demas, a la
sociedad. La existencia individual alcanza su pleno significado en lka interdependencia social como
hecho social basico. Los hombres somos, queramoslo o no, interedependientes, dependeientes de
los demas, un grupo social no es otra cosa que una red de interdependencia, a la interdependecia
grupal concreta puede llamarsela tambien relacion social, cada relacion social es especifica en un
deteminado contexto la interdependencia social general. Al conjunto de relaciones sociales del
grupo humno podemos llamarlo estructura social.
Junto a la necesidades mencionada existe otras de carácter espirital y que afecta al individuo, pero
indirectamente al grupo. Me refiero ala necesidad de encontrar sentido a la vida. Todo ser
humano se plantea esta pregunta:¿ para que vivo? Es la cuestion del sentido de la vida. Los
neopisitivistas la incluyen de su consideracion por considerarla un pseudoproblema ya que según
ellos, carecen de contestacion. Ahora bien, el hecho de que carezca de contestacion cientifica, que
es lo qe ellos quieren decir, puesto que para el neopisitivista nadie puede hablar si no la ciencia,
no puede sgnificar que los hombres no puedan decir algo al respecto. Mucho menos que podamos
eliminar la pregunta. Son precisamente las pregunbtas mas acuciantes, las que mas nos afectan,
las que carecen de contestacion cientifica. Es que la ciencia no tiene corazon, y hay raxonnes del
corazon que la razon no entiende, verdaderamente los individuos sienten la necesidad de dar
respuesta a esta pregunta: ¿Cuál es la razon de mi existencia ? si siendo una necesidad, es que es
una necesidad. se trata de una necesidad psiquica y mental, espiritual, que afecta al estrato mas
noble de la personalidad humana.
pero no afecta solo al individuo, si no tambien al grupo, a la sociedad. Esta solo es posible sobre la
base de individuos convencidos de que, en conjunto, la sociedad en la que viven es buena, es
justa, tiene la suficiente solidez como para conseguir viviendo en ella y manteniendola. Una
sociedad de individuos desilucionados y desmoralizados esta abocada al fracaso, es una apariencia
de ser vivo. Los hombres no podemos vivir sin ideales, de igual manera a como no podemos vivir
sin pan que llevarnos a la boca. Los ideales, o falta de ellos, afectan a todo nuestro ser, como
somos seres sociales, forman parte tambien de la interdependencia social, de las relaciones con
los demás.
La necesidad de encontrar un sentido a la vida es la necesidad de valores, que tiene tanto una
dimensión estrictamente existencial o personal como una dimensión social, aunque la realidad de
las cosas sea difícil de escindir totalmente ambas dimensiones.
Todos estos factores que componen el armazón de una sociedad se articulan entre si por medio
de normas, esto es, de pautas de conducta que el grupo exige como obligatorias. La acción de los
individuos es regulada por normas del más variado genero. Se llama normas sociales a aquellas
que regulan la acción social, esto es, la acción de los individuos y de los grupos en cuanto que tal
acción tiene lugar dentro de un contexto social y tiene que ver con la sociedad. Entre las normas
sociales destacan, por su especial capacidad de imposición, las normas jurídicas. Están aparecen
cuando tienen lugar la institucionalización de la sociedad, normalmente a través de lo que
llamamos el estado y de las relaciones, también institucionalizadas, de los estados entre si. Pero,
de momento, no nos referiremos a las normas jurídicas, sino a las normas sociales, ya que estas
constituyen el genero y aquellas la especie concreta, aunque quizá la mas importante. Sobre las
normas jurídicas y su función configuradora de derechos y deberes volveremos mas adelante.
La primera cuestión que se plantean los sociólogos respecto a las normas sociales; la segunda es la
de su función: para que se producen dichas normas.
Para un observador externo, la norma social surge como consecuencia de la repetición de una
determinada conducta ante una determinada situación. El nucleo básico de toda norma social lo
constituye la repetición. Los miembros de un grupo siempre( o casi siempre) que se encuentran
en una determinada situación actúan de una determinada manera. Lo que caracteriza al nucleo de
las normas es, pues, la correlacion entre situación y conducta. Ambas son reiterativas una y otra
vez. A esa repetición la podemos llamar habito. El origen de las normas sociales, estan en los
habitos sociales. Pero no hay que identificar ambos conceptos, pues mientras el habito no tiene
por que implicar sentimiento de obligatoriedad, la norma social social si lo implica. La norma es,
pues, un habito dotado de fuerza vinculante u obligatoria.
La vida social puede interpretarse de muchas maneras, y una de ellas es verla como una red de
expectativas de todos con respecto a todos. Las expectativas y el calculo de la conducta ajena se
refuerzan notablemente cunado el habito o practica reiterativa de tal conducta se respalda
socialmente mediante sanciones. Esto no siempre sucede, permaneciendo en ocasiones el habito
social libre de toda represalia para el caso de infaccion; en tal caso, dicho habito carece de fuerza
real. Precisamente la fuerza de la norma esta en la reacción del grupo frente al infractor de la
pauta de conducta. Cunado mas energica sea tal reacción, mayor carácter normativo habrá de
adscribir la norma social.
El grupo sanciona, esto es, reacciona, cuando estima que es un deber comportarse en el modo
habitual. En caso contrario, cuando no reacciona, ni siquiera levemente, no existe tal conciencia
social de que el sujeto disidente haya infringido un deber. Po tanto, la fuerza de deber de una
norma social viene dada por el grado de reacción contra el infractor. Habrá, pues, deberes fuertes
y deberes débiles.
Deber débil es aquel que esta involucrado a una norma social cuya infraccion acarrea una
rreaccion que el grupo considera leve. Por ejemplo, ante la antipatía de una persona la reacción
usual en nuestra sociedad suele ser la indiferencia o el simple ”volverse de espaldas” . la gente
considera, en general , que los comportamientos manifiestamente antipáticos infringen las
normas sociales de la cortesía o de la afabilidad, pero que la gravedad de tal infraccion es escasa.
En cambio, cuando la infraccion produce una gran reacción de irritación o de indignación por parte
del grupo, la reacción ante aquella será severa; en este caso nos encontramos ante un deber
fuerte. Por ejemplo, el homicidio produce en todo tipo de sociedad, cuando no esta justificado ,
un sentimiento de agresión por parte del grupo social – especialmente de la familia de la victiima
- contra el agente. El carácter, débil o fuerte, de un deber varia, dependiendo en cada contexto
social, de mil circunstancias. Lo que en el pasado constituia un deber social fuerte puede ser hoy
deber débil o incluso no tener ya carácter de deber en absoluto. Piénsese, por ejemplo, en la
enorme presión social que impulsaba a los hombres del pretérito a batirse en duelo para dirimir
una afrenta al honor, hoy ,quien mande sus padrinos al ofensor, no solo no conseguirá su
propósito de luchar con este, sino que será objeto de la mofa social, ya que la gente le considerara
un individuo que no esta en sus cabales. Asi, pues, el grado de potencia de un deber es variable,
dependiendo del grupo social siente, en determinadas circunstancias, el incumplimiento de las
normas como mas o menos grave.