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Tu partida

Era una tarde tan fría


Cual mi alma congelaba,
Ese triste panorama
Asemejaba aquellas películas de drama,
Mis ojos se dilataban
Al ver que mi bella dama
De mis brazos se marchaba.

Nunca había sentido ese gran dolor


Como aquel día de tu partida
Pues siento un vuelco en mi corazón
Ya que mi vida ha quedado vacía
Fue como un beso al viento
Cálido suspiro de un sentimiento.

No esperaba tu partida
Esta no pasaba por mi mente
Que nuestra pasión compartida
Se refrescará en otra fuente
Espero que algún día comprendieras
Que esa fuente que decidas
No podrá darte el frescor
Que te dio mi gran amor
Antes de que llegue tu partida

Todas mis ilusiones se fueron contigo


Pero en mi queda los mejores momentos
Momentos tan bellos
Como aquellos atardeceres
Que aprecio desde mi balcón de sufrimiento.
El gran científico

Era el año 2036, había un gran científico el cual era muy reconocido en el mundo entero ya que
daba grandes aportaciones al área de medicina y biología, era una de las mentes mas valiosas en
ese tiempo. Este científico desde hace un par de años venia trabajando en una investigación que
el solo sabia y la ocultaba hacia los demás, era el trabajo de su vida que seria de una gran
importancia para la humanidad, este se trataba de la cura del cáncer.

Un día el científico logro terminar su investigación y muy contento por su logro, lo primero que
hizo fue dar un reporte a la sociedad de científicos, estos quedaron perplejos por dicha noticia y
a su vez un terror nacía en ellos. Un buen amigo del científico lo llamo por vía telefónica y al
contestar solo gritó:

- ¡Estás loco, te das cuenta lo que has hecho!, ¡Es un gran error!

El científico confuso y asustado pregunto:

- ¿Por qué me dices eso? ¿Qué hice?

El amigo le explicó sobre la causa existencial de esa enfermedad la cual fue obra del gobierno y
un grupo desconocido, por lo cual no debía ser inventada esa cura. De un momento a otro el amigo
dejo de hablar y por teléfono se comenzó a escuchar gritos de desesperación, el científico
desesperadamente colgó el teléfono y en un par de minutos tocaron la puerta de su casa, el
asustado acudió a abrirla y desde ese día jamás volvieron a saber de el y mucho menos de la cura
de dicha enfermedad.

FIN

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