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Tres claves para una vida feliz


Dios te quiere ver como una persona excelente, haciendo las
cosas bien, gozoso en medio del proceso; quiere verte cada vez
más íntegro, con deseos de hacer mejor las cosas.
“Este es el día que tú has hecho y en ti me gozaré.”

Tres claves para una vida feliz

En la vida tenemos sueños y deseos. Aquellos que somos padres


de familia anhelamos buenas cosas para nuestra esposa, hijos,
o un buen empleado. Y en medio de esos sueños, el Señor quiere
que todo ello sea para un propósito y que tú seas feliz. ¿De
qué nos sirve haber conquistado esos retos si al final de
nuestra vida nos damos cuenta que hemos escalado lo
equivocado? Es importante reconocer que al final, tu vida
pasa, que aquello por lo que te esforzaste aquí se queda. Dios
quiere que seas una persona feliz. La bendición de Jehová es
aquella que no añade tristeza. El gozo es un fruto, Jesús vino
gozoso a hacer lo que le tocaba. El propósito en esta vida es
que vivas feliz.

La felicidad la obtenemos de tres maneras: con excelencia,


integridad y entusiasmo. Esta mezcla te hace ser una persona
feliz. Dios no bendice la mediocridad, sino la excelencia.
Para mucha gente, la mediocridad es una forma de vida; algunos
inclusive viven la vida promedio. Como cuando nos daban las
calificaciones en el colegio y pasaban las listas, empezaban a
decir las de cada uno. Y al final, el promedio de la clase fue
70, tú tenías 75 y bueno, estabas dentro del promedio.

Para ser realmente feliz, debemos entender que debemos


alcanzar la excelencia. Cuando haces tu mejor esfuerzo, cuando
llevas las cosas en orden, te sientes bien. Es importante
saber que eres una persona de excelencia, porque tan sólo
decir que quieres ser excelente puede ser un término muy
grande. Ser una persona de excelencia es aquella que va un
paso más para hacer lo que está bien; llegas puntual, das una
hora de trabajo extra, no te tomas el día libre aun cuando
estás enfermo, se denota la calidad de trabajo que haces y a
quién llevas dentro. La diferencia de llamarte un seguidor de
Cristo es una responsabilidad y se debe de reflejar en lo que
hagas, en cómo haces las cosas. Puedes honrar al Señor
fabricando zapatos o aviones si lo haces con excelencia y una
buena actitud, con gozo, con exhortación. El problema es que
muchas veces le queremos pedir cosas y que lo haga para ayer.

Debemos de entender que el Señor tiene un tiempo. Dios sabe en


qué momento te lo va a entregar. Jesús se hizo pobre para que
nosotros nos hiciéramos ricos. El desea para nosotros cosas
buenas. La pregunta es: ¿Realmente lo crees? ¿Eres alguien que
cree en Dios solamente o has dado el paso de confiar en El?
(arriesgate dejalo todo lo seguro y haz lo loco confia el te sostendra
deja lo que te atat te amarra te da seguridad y haz actos de confiada)

Tengo un testimonio: Había una persona queriendo pasar el


Niágara en bicicleta y lo estaba pasando sobre un cable. Se
anima a hacerlo, va a medio camino, la gente lo anima y al
final, llega al otro lado. Llega alguien a entrevistarlo, le
toman fotos y luego dice: “¿Quién se sube conmigo?”. Una niña
se anima, se la lleva y cuando viene de regreso, la gente se
da cuenta que lo va a lograr con la niña en el timón. Vuelven
los reporteros, entrevistan a la niña y le preguntan por qué
se subió con él. Ella respondió que porque él era su padre y
confiaba en él.

Dios quiere que confíes en El. Es distinto confiar que creer.


(confiar es arriesgarte, no confiar en una npersona dinero apoto solo en EL)
Si te vuelves una persona confiada en El, se demostrará
sobrenaturalmente en tu vida. (Confiar en el es dejar de confiar en
otras personas pastores, dinero, seguridd material lo que el mundo te dice qye
te da seguridad posesiones éxito estudios trabajo casa esposa etc) Como esa
niña que tenía la certeza que no le sucedería nada. Así quiere Dios que confíes
en Él, como un niño. No dejes morir ese espíritu de niño que aun llevas dentro.
¿Cuándo crees tú que Dios te quiere dar una vida feliz? Cuando
confías que Dios lo hace.

Colosenses 3:23

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y


no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

Si trabajamos con ese parámetro, Dios nos promete recompensa.


Tenemos que hacerlo. No es que sólo queramos ver el fruto.
Algún día veremos que alguien se vuelve famoso de la noche a
la mañana, pero no sabemos el tiempo que llevo detrás de
escena. Una cosa es que llegará el día en que veas el fruto y
otra que veas el proceso. Cuando te acercas al Señor, te
desarrollas, llegas al trabajo y lo resuelves, estás pasando
un proceso. Sigue avanzando, sigue creyendo, sigue teniendo
esa santa terquedad.

Algo muy importante que el Señor te quiere dar es aprender a


disfrutar el proceso. No pongas tu mirada en que vas a ser
feliz cuando llegue el fruto; él quiere que seas feliz en el
proceso. Disfruta tu día. Cada día que Él ponga en tus manos,
vívelo con gozo. Aprende de tu fracaso, es sólo una escalera
al próximo nivel. Muchas veces no nos gusta fracasar en algo,
pero eso no te vuelve una persona fracasada, sino una persona
más capaz.

Lucas 16:10
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el
que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Esa palabra de “ser fiel en lo poco”, si lo pones en el
contexto de vivir en proceso, seguramente lo vas a seguir
siendo cuando Dios te dé algo más. Es triste llegar a tener
las cosas si en el proceso pierdes a tu esposa y tus hijos. Al
final, ¿qué es éxito? Porque ese es un éxito equivocado si lo
enfocamos solamente en las pertenencias. Dios quiere que seas
una persona completa, que no te haga falta nada.

Algo importante es que en medio de ese proceso, Dios quiere


que seas una persona íntegra. Tal vez alguien quiere negociar
la integridad, pero Dios quiere formarte. Dios quiere que
tengamos ese espíritu de excelencia, que sobresalgamos entre
la multitud. Debes apuntar hacia la integridad, porque
recompensa suya tendremos.

Salmo 37:23
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y El aprueba su
camino. Cuando el hombre cayere, no quedara postrado porque
Jehová sostiene su mano.

Cada vez que caigas, te vas a levantar en el Señor. La falta


de integridad nos quita lo mejor que Dios nos quiere dar. El
quiere formar un cimiento fuerte, para que pueda soportar la
bendición que te pueda dar. Cada vez que negocias tu
integridad, le estás causando una rajadura a tu cimiento,
llegará el momento en que no aguante. El te quiere bendecir,
pero quiere que tengas ese cimiento fuerte, necesita que tú lo
reconozcas. Aprende a decir: “Señor, voy a seguir ese camino
recto, aun sea difícil, aún me salga más caro.

Si en Dios confiamos, no tenemos por qué tener miedo de lo que


nos pueda suceder.

Si le das felicidad a la vida, ésta te da felicidad; si le das


excelencia, excelencia; si le das integridad, integridad. Hay
cosas que tienes que cambiar, pero son una oportunidad, Dios
quiere que seas ese barro que El quiere formar; te quiere
hacer la vasija que Él te quiere hacer. Todos tenemos un
potencial en Dios. Todo lo que necesitas para ser feliz lo
llevas dentro, Dios ya te armó completo. Somos hechos a imagen
y semejanza de Él. Todo lo puedes en Cristo.

Lo llevas todo. Di: “Padre, quiero ser una persona de


excelencia, el tipo de persona que hace siempre lo correcto lo
vean o no, que cuida de sí mismo, que es honesto con los
demás. Ayúdame a tomar decisiones sabias. Amén”.

Dios te quiere dar un éxito y no un éxito temporal. Vemos


gente que ahora tiene éxito, pero mañana no lo tienen, no es
duradero. Pero El quiere darte un éxito duradero, lo único que
tienes que hacer es hacer lo correcto. El te va a llevar de la
mano y te lo va a dar. ¿Cuántos queremos prosperar en esta
vida? No hay nadie que no quiera estar mejor. La pregunta
verdadera no es tanto si quieres tener el éxito o no. La
pregunta es si estás dispuesto a pagar el precio de hacer lo
correcto. Si estás tratando a los demás con respeto, si eres
fiel a tu palabra. ( atus princpios a lo que dices y enseñas) La
integridad y la excelencia van en la
misma vía. No podemos tener una sin la otra. No puedes decir
que eres íntegro si no haces las cosas con excelencia. Dios
quiere llevarte a esos caminos. La persona íntegra no engaña,
no habla con doble sentido, hace lo correcto porque es
correcto no porque nadie lo obligue a hacerlo. Podemos
engañar, ser deshonestos, dejar a un lado la moral, abaratar
nuestros costos de una manera incorrecta, pero la pregunta es
¿hasta dónde quieres tú llegar? ¿Hasta dónde quieres ver la
mano de Dios moverse a lado tuyo? Tú puedes provocar la gracia
de Dios en tu vida, te abrirá camino donde tú no lo puedas
hacer, te abrirá puertas. Dios te quiere sacar de ahí.

Los que confían en Jehová son como las águilas. No los que
creen, sino los que confían. Confías en que haciendo las cosas
de manera íntegra, te va dar algo el Señor. ¿Cuánto de favor
quieres tú en tu vida? ¿Hasta qué punto quieres que Dios te
use? ¿Cuánto quieres tú decir: “quiero conquistar mis sueños”?
Dios no te trajo por casualidad, te trajo por un propósito.
Traes una asignación única, Él te trajo con un sueño. La
pregunta es: ¿realmente lo quieres alcanzar?

Proverbios 2:7
El provee de sana sabiduría a los que caminan rectamente.

¿Qué es lo más preciado en la vida? La sabiduría. Te pueden


quitar todo, pero con sabiduría, lo vas a volver hacer y aún
más.

La sabiduría nadie te la quita.

Salmo 25:11
Manzana de oro con figura de plata es la palabra dicha como
conviene, o con sabiduría.

He escuchado a hombres del Señor y me he quedado maravillado


de la sabiduría que Dios les ha dado.

El entusiasmo

Dios te quiere ver como una persona excelente, haciendo las


cosas bien, gozoso en medio del proceso; quiere verte cada vez
más íntegro, con deseos de hacer mejor las cosas. No te estoy
diciendo que tú y yo lo hayamos logrado, estamos en la
búsqueda en que Dios nos quiere hacer mejor. En el proceso,
Dios te quiere ver una persona entusiasmada, que cuando entres
a un lugar, las cosas cambien, la atmósfera cambie.

Te quiere volver una persona entusiasta, alegre, verte desde


temprano entusiasmado por lo que vas a recibir. Los problemas
se arreglan con gozo, con ánimo. Es como cuando Pablo fue
metido preso con Silas, relata la historia que ellos empezaron
a cantarle himnos al Señor, gozosos en medio de la prueba. Y
dice que un ángel le soltó las cadenas y lo liberó. Tú puedes
decirle al Señor: “Te voy a creer como Pablo, que en una
situación difícil, tuvo una actitud de campeón y tú lo
sacaste”. En medio de esa adversidad, Pablo decía: “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”. El era un hombre sumamente
entusiasta, contento, quería lograr cosas que nadie más podía.
Pregunto: ¿Vives con entusiasmo expectante de lo que Dios hará
en tu vida? ¿Has aprendido a gozarte en medio de la
adversidad? Créeme que Dios no se mueve por tu necesidad, sólo
tu fe.

Mueve a Dios, puedes ser una persona que provoque que El se


mueva en tu vida sobrenaturalmente. Créele, confía en El, para
Él no hay límites, no hay nada imposible. Lo único que está
esperando es que seas una persona entusiasta, con pasión. Dios
quiere ver un espíritu apasionado en ti, hoy puede ser la
noche en que Dios transforme tu matrimonio, tu negocio tu vida, tus
realciones. La
pregunta es: ¿Vas a estar gozoso? ¿Vas a provocar al Señor en
medio de la adversidad? ¿Cuánta gente vemos perder la pasión
en su vida? Recuerdo cuando estaba enamorando a mi esposa,
tocaba el timbre, le llevaba rosas, hasta que la conquisté. No
pierdas la pasión por venir a la iglesia, cuida aquello que
Dios te ha dado.

Tal vez cuando conociste al Señor, no aguantabas las ganas de


servirlo. No des las cosas por sentadas, sé una persona de
excelencia, de integridad y hazlo con entusiasmo. Aprende a
ver con los ojos de tu fe. Jesús dijo: “Conforme a tu fe, te
sea dado”. No habrá hombre o mujer que deje algo por mí, que
no reciba cien veces más. Te exhorto a que salgas convencido
que estas promesas son para ti, son sobrenaturales. No seas
como esas personas que pierden su entusiasmo cuando ven las
cosas suceder. El te dará el fruto algún día, pero quiere ver
en medio de ello tu actitud, tu integridad. No importa si has
perdido tus sueños; si tu matrimonio está en juego, si tu
empresa no está como quieres, el corazón de Dios y lo que El
anhela es restaurarte, tus sueños, tu matrimonio, a ti como
persona. Pero sobre todo, su relación con Él. Te quiere cerca
de Él, que lo anheles, que lo busques, que lo pongas a El
primero.

Di: Quiero ser una persona de excelencia, que recoja un papel


cuando está en el suelo, que cuide lo ajeno más que lo propio.
Quiero ser una persona íntegra, entusiasta, que a través de lo
que diga, exhorte a los demás”.

La clave está en buscar a Dios, nutrirte de El. Lo que hoy te


estás nutriendo en el Señor, no será lo que necesites para
mañana, debes hacerlo diariamente. Sé que quieres inspirar en
esta vida a otros para dar ese paso de excelencia, de
integridad, entusiasta, que cambie vidas. Tu sonrisa e
integridad les puede cambiar la vida a otros.

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