En cuanto a las características más importantes de esta religión se encuentran las siguientes:
Es una religión de tipo no teísta, es decir que no cree en la existencia de un Dios
absoluto y creacionista. Sigue las enseñanzas de Siddharta Gautama, considerado como la vigésima octava reencarnación del Buda. Se basa fundamentalmente en el vegetarianismo y en la meditación como forma de hallar dentro de sí mismo la armonía, plenitud e iluminación, el estado Buda, el cual puede ser alcanzado por todo ser humano. Los seguidores de esta religión afirman que una de las últimas enseñanzas de Buda fue que no había que seguir ningún dogma. Con referencia a algunas de sus creencias, los seguidores del Budista creen que la Existencia cuenta con tres características básicas, los cuales también reciben el nombre de Las Tres Marcas, los Tres Sellos o Tres Realidades, con las cuales el Budismo trata de explicar el origen o naturaleza de los fenómenos inherentes al mundo físico, percibido con los sentidos. Estas son las siguientes: Anitya: este sello o realidad se refiere a la “impermanencia” Anātman: sello que apunta a la “inexistencia de un ego permanente” Duḥkha: este último sello apunta hacia los conceptos de “sufrimiento”, “descontento” y la “insatisfacción”. Otra de las creencias del Budismo lo conforman las Cuatro Nobles Verdades, las cuales son las siguientes: El sufrimiento (duhkha) existe. La causa de duhkha es el deseo (tṛṣṇā). Existe un cese del sufrimiento. Existe un camino óctuple para llegar al cese de duhkha. De igual manera, el Budismo cree en el principio universal del Karma, es decir en la Ley de Causa-Efecto, la cual dictamina que toda acción hecha por una ser (corresponda ésta al habla, el pensamiento o la acción física) crea dos efectos: el vipaka, el cual refiere a la maduración; y el phala, el cual es considerado el fruto. Así mismo, el Budismo cree en la noción del Surgimiento Condicionado, teoría que trata de explicar el existir de los seres y el cómo estos se encuentran atrapados en un ciclo de sufrimiento, el cual tiene su base en la ignorancia, sin poder evolucionar a través de sus vidas. De igual forma, el Budismo plantea dentro de esta noción, la teoría de la originación dependiente, la cual está conformada por doce eslabones: Ignorancia (Avidyā), Formaciones mentales (Samskāra), Consciencia (Vijñāna), Pre-materialidad ( Nāma Rūpa), sensorialidad (ŞaDāyatana); Contacto (Sparsha), Sensación (Vedanā), Deseo (Tŗşņa), Aferramiento (‘‘Upādāna’’), Devenir (Bhava), Nacimiento (Jāti) Decaimiento, vejez y muerte (Jarā-maraņa). De acuerdo con esta doctrina este ciclo se repite una y otra vez, a menos que se alcance el nirvana, acción con la que se consigue romper esta cadena, llamada Rueda del Samsāra.
Igualmente, el Budismo cree en el renacimiento, característica que lo diferencia del
Hinduismo el cual cree en la reencarnación. Debido a que el Budismo no cree en la existencia de una alma infinita, sino en el anatta, la cual puede ser interpretado como “el no yo” o la ausencia de alma perdurable, no puede decirse que cree en un alma que regresa para vivir otras vidas, sino que existen una especie de continuidad en los individuos, que según el karma acumulado se va manifestando de forma distinta.
La guía sencilla para principiantes sobre el budismo: Supera el estrés y la ansiedad descubriendo tu paz interior a través de una atención guiada, Yoga, Chakras & la Meditación Vipassana