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Universidad de Concepción

Asignatura: Seminario de historiografía


Curso: / Año Académico: 2018
Profesor: Leslie Lagos Aburto

Le Roy Ladurie E. Entre los historiadores. Cap. V. Carnaval y cuaresma. Fondo de


cultura Económica. México, D.F. 1989. Pp. 111-118.
En este capítulo, se toma el caso de Provence, una localidad al sur de Francia en cual se
analizan a dos historiadores especialistas en las fiestas. El primero traído a tribuna es Vovelle,
historiador especialista en las fiestas, antes, durante y después de la revolución francesa.
Enfatiza en la forma de organización de las festividades, es decir, quienes son los que
componen el comité de fiestas, el jolgorio aldeano, compuestos por jóvenes masculinos
representados por un príncipe que logra afirmar los derechos aldeanos momentáneos, son
respetados, por los sectores más acomodados. En este sentido se trata de exhibir tal como es
la sociedad en toda su complejidad, esto es, que también las riñas son parte de la fiesta. “En
las ciudades de (Marcella, Aix, Trascón), el genio provenzal de los tiempos festivos se
despliega en la plenitud” (1989 p112). Entonces parte contando los tipos de fiestas más
singulares, como por ejemplo en época de Luis XV, cada diez días y a veces todos los días
recorre una la ciudad una alegre procesión de la juventud o de los oficios, referente al corpus,
en que el Rey René, fue el que inauguró los desfiles. Sin ir más lejos, en Aix, el príncipe de
amor, preside las alegrías urbanas de esa fiesta; los dioses paganos, de Baco a Venus, desfilan
el primer día. Esto consiste en revolcarse en baños de lodo, y al día siguiente, el corpus
cristiano.

Otro ejemplo es en la ciudad de Tarascón, en donde se mescla la religiosidad con el


paganismo, presentado por un monstruo misterioso, terrorífico, pero a la vez cómico. Este
monstruo recorre las calles de la ciudad atropellando a los peatones y tirando petardos por
los agujeros de la nariz. Al día siguiente, ya domado por los participantes, es atrapado y en
nombre de Santa Marta es custodiado, que encarna la victoria de las fuerzas del bien.

El cambio de régimen, en plena revolución francesa, sería el último desquite de las


costumbres paganas, venganza de los días de carne, por los de cuaresma. El febrero
carnavalesco y revolucionario de 1793-94, el cual ya viene preparado por el 21 de enero del
guillotinamiento de Luis XVI. En esta festividad, la iglesia pierde terreno, ya que antes había
sacralizado la festividad con la Asunción Corpus. Esta siguió siendo pagana en plena
revolución, en los años 1790, en donde alcanza a las pequeñas aldeas provenzales, donde son
reclutados asnos, y figuras con las vestimentas del Papa y del Rey son quemadas en nombre
de un rito purificador hacia la revolución, también orgias y mujeres con el torso desnudo
desfilaban por las calles, cosa que más adelante la misma revolución aplacó para purificar la
fiesta de sus elementos reaccionarios. La exaltó en su tiempo, pero era para dejarla morir
dignamente. El sentido de la obra de Vovelle, es la cronología de las festividades provenzales,
lo que en su desenlace y final habrán desaparecido en general en el siglo XIX y aún en el
XX. Por otro lado —a la filósofa de formación— historiadora Mona Ozouf que se especializa
en las fiestas durante la revolución francesa 1789-1799. En ambos casos llegan a
conclusiones diferentes a la hora de abarcar esta problemática. Esta obra se opone a la
historiografía tradicional y “clásica” de los fenómenos revolucionarios. En este sentido
encuentra que las festividades son sacralizantes y religiosas a la vez, lo demuestra con el
ejemplo en que los “jacobinos golpean el sagrado corazón de María. Pero es para exaltar
mejor el sagrado corazón de Marat. En este sentido lo que buscan es una religión depurada,
a la antigua; la toman de los modelos de la virtud romana, y del rigorismo espartano” (1989
P 114) además de eso le agregan a las festividades el ritual masónico que han perfeccionado,
en sus logias, en los tiempos de las luces, desde los nobles a los burgueses. El análisis de la
obra de Ozouf, demuestra tanto la función que implica la disciplina y la tradición para
construir la unidad ficticia de la sociedad, ya rechaza la lucha de clases, y se afirma por la
unión patriótica, además de reemplazar los roles en los desfiles, antes muchachos y
muchachas desnudas, ahora, niños adultos y ancianos. También pasó lo mismo con el árbol
de mayo el cual, en sus inicios el árbol es un símbolo de impugnación social, se baña en la
sangre de los aristócratas, sus ramas protegían a la juventud y a la comunidad, representaba
la igualdad. Por último, analiza una tercera obra del etnógrafo Caro Baroja, primero compara
la postura en la cual algunos creen en la pura y simple sobrevivencia pagana en las
festividades, es una especie de continuidad desde las fiestas de invierno de la antigüedad
hasta los días de la revolución, y la postura de Caro Baroja donde analiza el ejemplo de
cuaresma. En estricto rigor, la cuaresma era la época en que los paganos que se destinaban
a convertirse en cristianos se purificaban por medio del ayuno, y la abstinencia, y se
convertían durante los cuarenta días. Estos catecúmenos, como una luz venia la alegría de
pascua —la resurrección de Cristo— los expaganos recibían el bautismo pascual, y se
convertían ya en cristianos, este fenómeno se fue conmemorando con el paso de los años,
como un triunfo de los cristianos, que se hizo parte de su memoria triunfal, y que con el paso
del tiempo se transforma en una memoria colectiva, a esto se le debe agregar el mestizaje
cultural en la edad media por parte de las zonas campesinas junto a la religiosidad, y como
estas dos tipos de culturas y ritos se entrelazan.

Hipótesis: Lo que quiere demostrar en efecto Le roy Ladurie en este capítulo breve, son las
posturas de distintos especialistas a la hora de observar, explicar y tratar la tradición de
las fiestas desde el antiguo régimen y el cambio que ocurre con la revolución francesa. en
este sentido se diferencian los autores por poseer tres diferentes miradas. El primero por
enfatizar en la eliminación de las fiestas con mezcla pagana-cristiana mediante el paso del
tiempo (a largo plazo) Ozouf enfatiza en el cambio de régimen y la utilización de estas
prácticas como cambio e implementación de la conducta patriótica y la unión nacional. Y por
último Bajora, quien enfatiza en la mezcla cultural que va modificando los ritos y festividades
y que estas son resultados de una larga data, es decir, la causalidad de dos sistemas, uno que
esta siendo superado por otro y la trayectoria de las costumbres, ritos y fiestas.

Ideas Principales.
La idea de causalidad de un sistema a otro. Como se trata de una localidad, en particular
(Provenza) el autor antes de entrar de lleno a los historiadores que tratan la festividad, explica
algunos parámetros que es necesario tener en cuenta antes de la aproximación a las obras
tratadas. Se debe entender el texto de Ladurie como una obra que analiza más de 120 libros
de autores sobre distintos temas, evocadas, resumidas y criticadas. Relacionado al tema, el
autor da las pautas para evidenciar cómo eran las fiestas tanto paganas como cristianas, y su
mezcla desde el antiguo régimen hasta la revolución francesa. Una idea de fiesta en un
sistema político diferente al de la revolución, y como la causalidad es tratada por estos
investigadores, que cada uno —dependiendo de dónde está siendo enfocado el tema de
investigación— llegan a conclusiones distintas y que es muy interesante de analizar. El autor
parece que le interesa tanto las posturas de los intelectuales de diferentes ramas y
especializaciones, pero también le interesa el cuerpo de cada obra tratada, en cómo el
investigador es capaz de llegar a esas conclusiones y cómo el investigador recopilador
dialoga con cada obra tratada. Al final del capítulo, tiene más acercamiento con la postura de
Bajora sobre la mezcla cultural y los cambios de representación en la memoria histórica, por
lo que, en estricto rigor, no desaparecen las conductas paganas dentro de un rito festividad.

Propuesta de Vovelle. Para tener claro la propuesta de Vovelle, hay que tener en cuenta que
es un historiador modernista, sobre todo el precursor francés de la microhistoria (corriente
italiana de finales del siglo XX) Como su investigación se basa en las fiestas de Provence,
antes, durante y después de la revolución, el observa un cambio de paradigma en la forma en
que los sujetos, directa e indirectamente van configurando mediante el cambio de régimen
los ritos y festividades. En este sentido observa una baja de los ritos paganos mezclados con
la religiosidad en la revolución francesa y también como estas festividades son sepultadas
por el cambio de sistema que va desapareciendo en la centuria del siglo XIX y por completo
en el XX. En este sentido los revolucionarios utilizaron estos ritos para exaltar a la gente de
alegría y también de discurso, lo que después para aplacar la intolerancia de los diferentes
tipos de clases sociales, se empezó a reprimir estas conductas, tratando de cambiar el motivo
de la festividad lo que —como se escribió anteriormente— fue el paso del tiempo en el siglo
XIX y el XX culminó este tipo de prácticas.

Propuesta de Ozouf. Filosofa de formación, y como sus padres eran militantes de la causa
bretona, ella se especializa en la revolución francesa 1789-1799. Le Roy Ladurie enfoca
también en su modo de hacer historia, en el sentido de que sus obras no son de historiografía
tradicional. También nos comenta que su obra se acerca al de Vovelle, pero en el punto de
vista difiere. Este punto es en el desenlace de la historia, en el sentido de que los jacobinos
ya estaban normando las festividades, es decir, eran más estrictos a la hora de llevar a cabo
la festividad. Se reemplazo a los sujetos principales de las festividades por la forma que hoy
conocemos los desfiles, niños, niñas y ancianos desfilando con una persona a cargo quien
lleva un símbolo, en este caso un libro, y en la otra unas varas para disciplinar a los niños.
Netamente es un acto pedagógico. Por otro lado, los según la autora, al entrelazar estos
rituales con los religiosos, lo que buscan los revolucionarios es en volver a los orígenes, a la
antigua, tomando los modelos de la virtud romana, más el ritual masónico de sus logias. Los
liberales y los burgueses ilustres como un referente de las luces.

Ideas secundarias.
Tres pilares de las fiestas provenzales del antiguo régimen. Es necesaria esta idea ya que
nos da un panorama el cual podemos ordenar nuestras formas de imaginar las fiestas, en este
sentido podemos ordenar el panorama de las fiestas al sur de Francia. Como explicaba el
autor anteriormente, son tres pilares lo que dan vida a las fiestas provenzales. Familia,
estaciones y aldea, son esos pilares. La familia se ocupa de las fiestas de boda y sepultura, la
pascua y la navidad, celebradas en la intimidad del hogar. Con respecto a las estaciones,
desde la subida de la primavera hasta el Pentecostés (Domingo 9 de junio), y hasta las fogatas
de san Juan (Domingo 23 de junio). Por ultimo la fiesta de la aldea, se sitúa después de las
cosechas, en pleno verano, en ocasión de la Asunción o de la natividad de la Virgen (8 de
septiembre).

Mezcla entre rituales paganos y cristianos ¿Antes y después de la revolución? Siguiendo


con la idea del autor, en la cual a modo de comprender lo eventual de las festividades, explica
como las tradiciones tanto paganas como religiosas eran normales en el antiguo régimen,
sobre todo cuando lo expone el autor Vovelle. Como ya conocemos los tres tipos de fiestas,
familiares, estacionales, y aldea, existen otras festividades y ferias, el cual trae consigo el
juego y los negocios, también peregrinaciones las cuales en el diario vivir deja consigo a
multitudes apasionadas. Tanto las demostraciones religiosas como las festividades referentes
a las aldeas llevan consigo algo de pagano, orgias, tragos y tragos de vino sobre las tumbas,
carreras de pie de las chicas de la vida. Así como también en plena época de Luis XV, los
baños de lodos y al otro día el Corpus, y la gran demostración de la mezcla en Tarascón, con
la bestia pagana que atropella y hecha petardos por la nariz, luego, al otro día lo capturan y
en nombre de santa Marta lo custodian como símbolo de victoria de las fuerzas del bien.

Cambios de rituales con los revolucionarios. Durante y después revolución se norma estas
conductas, y se cambia la visión y misión de los desfiles, ya no son las prácticas paganas las
que dominan el escenario de la diversión del pueblo, ahora es la bandera y las ideas del nuevo
régimen que aplastó la barbarie y la comodidad de los nobiliarios. En este sentido se aprecian
las tres teorías acerca de si hubo o no una desaparición de las conductas paganas de los
franceses de Provence y cómo ocurrió, sin embargo, se puede identificar que la causa
principal de cambio en las primeras dos teorías es la revolución francesa, y en la tercera,
muestra un cambio continuo de la mezcla cultural, tanto cristiana, pagana, así como
revolucionaria y cambio de paradigma.
Una larga data de mezcla cultural. A esta última tesis expuesta por Caro Baroja, un
etnógrafo español, el cual su explicación acerca de la problemática de la festividad y la
sobrevivencia de algunos vestigios del paganismo. Al tener dos obras, en la primera obra
explica el origen de la cuaresma, y cómo está asociada desde los últimos siglos de Roma,
como un ritual de los paganos que pasan a ser catecúmenos y luego de eso surge la
transformación de 40 días, en donde el domingo de pascua se consuma el renacimiento de
los expaganos, como cristianos. Y también demuestra esta práctica, analizando la etapa en la
edad media, y como se fue construyendo hasta hoy. Y la segunda obra que explica el concepto
de carnaval, su función de ridiculizar los pecados a vísperas de la fiesta cristiana.

Las múltiples representaciones del árbol de mayo en la revolución francesa. Expuesto


en la obra de Ozouf, el cual este árbol en 1789 es un símbolo de impugnación social, pero
también como un símbolo de respeto o de irrisión. Por lo tanto, se le puede dar una
representación a este símbolo por lo que la autora lo denomina como un árbol de la igualdad.

El nuevo concepto de fiesta. Como idea secundaria, pero “entre líneas” sería la formación
de un hábito y el surgimiento de las ideas patrióticas de la fiesta con respecto a la festividad
de la revolución, como una unión del ideal de todos los habitantes del territorio libre del
antiguo régimen, todo un modo operandi para controlar y así masificar el triunfo de las luces
contra la oscuridad, lo que Baroja denomina la festividad global.

Sobre las Fuentes. La obra de Emmanuel Le Roy Ladurie, al ser una obra en que trata a más
de 120 obras de distintos ámbitos, en el cual se da el tiempo de evocarlas, resumirlas y
criticadas se convierten en su fuente primaria, ya que cada obra que él analiza es la forma
que el historiador, cronista o pseudohistoriador utiliza los recursos que tiene y pone de
manifiesto su investigación. En este caso el autor al recopilar cierta información, se concentra
en un tema en específico como por ejemplo “Carnaval y cuaresma” y analiza a tres
investigadores de lo que escribieron sobre ese tema. En este sentido estaría trabajando con
fuentes directas.

Comentario. Es una obra interesante, ya que se acerca a la historia de la cultura que es muy
amplia en sus horizontes, por lo demás queda destacar que involucrarse en la festividad antes
y después de la revolución francesa es un proceso complejo de observar, sobre todo el manejo
de conceptos tanto teóricos como prácticos de antaño. Sobre el capítulo en particular y sobre
los autores a tartar, me resultan muy interesantes, sobre todo la obra de Ozouf como un
referente para comprender la historia desde abajo de la revolución francesa. el tiempo que
ella trabajó es un tiempo acotado de 1789 a 1799, por lo cual considero que es una obra un
poco mas completa que los otros dos autores, sin embargo, no dejo a segunda línea los otros
dos autores que complementan muy bien la investigación. Pero me llama la atención la obra
de Ozouf porque trata el cambio de las fiestas como un cambio de paradigma, ya que deja en
claro cómo los burgueses y los masones son los que toman las riendas del poder y tratan de
que ese poder se despliegue por todos los estratos de la sociedad, cubriendo desde la ley a las
fiestas para apaciguar la efervescencia revolucionaria y construir la “unidad nacional”.

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