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CAPITALISMO, CONTROL Y RESISTENCIA

Eduardo Donjuán y Arlene B. Tickner'

"Quizá la historia del mundo es la historia


de unas cuantas metáforas "
(Borges, 1952)

"I'm all lost in the supermarket


I can no longer shop happily
I carne in herefor that special offer
A guaranteed personality"
(The Clash)

A partir de la premisa de la relación dialéctica entre poder y resistencia, este artículo


se interesa por las formas en que dicha relación se traduce en nuevos dispositivos
de control propios del capitalismo global. El surgimiento de mecanismos de regu-
lación y disciplinamiento, en particular en el ámbito del consumo cultural, supone
entonces nuevos mecanismos de posición, por lo tanto la centralidad de la argu-
mentación del texto está dada por la resignificación del concepto de resistencia
dentro del orden global.
Palabras claves: capitalismo global/ poder/ consumo/ resistencia.

This article explores the ways in which the dialectical relationship between power and
resistance manifests itselfin specific strategies of control characteristic of global capitalism.
The emergence ofnew regulatory and disciplinary mechanisms, in particular within the
sphere of cultural consumption, leads to distinct forms of resistance. In consequence, the
authors' explore the varied meanings ofthe concept of resistance within a globalized world
order.
Keywords: Global capitalism/power/consumption/resistance.

INTRODUCCIÓN dos nuevos- movimientos sociales. El mun


do actual, caracterizado por la globalización
Históricamente, la práctica de la resisten- del capitalismo, obliga a revalorar las cate-
cia, así como sus sujetos principales se han gorías utilizadas para tipificar la resistencia,
asociado con acciones políticas públicas ejer- En particular, las expresiones cotidianas y
cidas por actores colectivos identificables, en- privadas de resistencia han adquirido una
tre ellos el movimiento obrero y los llama- gran relevancia en la medida en que afectan

1 Politólogo, Universidad de los Andes y Profesora Asociada, Departamento de Ciencia Política, Univer-
sidad de los Andes. Este artículo es el resultado de una investigación profesoral realizada por los
autores como prerrequisito de grado de Eduardo Donjuán.
Recibido: 02/13/003 -Aprobado: 03/31/003.
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el funcionamiento de un sistema global alta- tro del orden global actual. Nuestra reflexión
mente integrado e interrelacionado. está dividida en tres partes. Una primera se
dedica al análisis de los rasgos y las conse-
La globalización del capitalismo, un fe- cuencias principales del capitalismo global.
nómeno que se manifiesta tanto en la esfera Ésta comienza con la discusión sobre la cri-
económica como en los ámbitos político, so- sis de la modernidad de la Escuela de
cial, cultural e ideológico, ha generado una Frankfurt que, además de permitir una vi-
estructura mundial marcadamente distinta sión crítica de la lógica de las sociedades
(Holm y Sorensen, 1998; Santos, 1998). Ésta capitalistas, también constituye un punto
se caracteriza por: (1) la compresión del es- de partida apto para problematizar las ca-
pacio-tiempo, factor que abre múltiples ám- tegorías con las cuales se realiza la investi-
bitos de interpenetración entre distintos su- gación social en general. Posteriormente,
jetos y acelera su interacción, haciendo caso se examinan algunas de las transformaciones
omiso de las fronteras geográficas; (2) la crea- más significativas del sistema capitalista, en-
ción de una nueva división internacional tre ellas el desdibujamiento de los límites en-
del trabajo, caracterizada por la flexibili- tre lo económico y lo cultural; la centralidad
zación y la disgregación del proceso produc- del consumo para la perpetuación de la pro-
tivo; (3) la reconfiguración de los procesos y ducción; la transición del fordismo al
dinámicas globales, regionales y locales, así postfordismo; y la generación de ideas y valo-
como los patrones de interacción entre ellos; res universales, e instituciones que legitiman
(4) la desterritorialización; y (5) el surgimien- el orden global existente.
to de nuevos mecanismos de control y regu-
lación, en particular en el contexto del con- A raíz de lo anterior, en la segunda parte
sumo cultural. Las condiciones anteriores se discute la creación de nuevos dispositi-
hacen más visibles otros tipos de resistencia vos en el ejercicio del poder. El punto de
por varios motivos (Appadurai, 1996; Sklair, partida para ello es la explicación que ofrece
1998; Negri y Hardt, 2001). Primero, la exis- Robert Cox (1986) del funcionamiento de la
tencia de un orden global único permite que hegemonía en el sistema mundial, la cual se
acciones tomadas a nivel local-individual materializa en procesos económicos, políti-
tengan repercusiones directas en el ámbito cos y sociales que legitiman el orden exis-
internacional. Segundo, la inmediatez que tente. El análisis de dicho autor complementa
reviste cualquier manifestación o intento de el trabajo de Toni Negri y Michael Hardt
resistencia tiene consecuencias instantáneas (2001), en la medida en que las prácticas de
dentro de las redes de comunicación del poder dentro de lo que éstos llaman "impe-
sistema. Tercero, dado que el consumo cons- rio" también se arraigan en múltiples esferas
tituye el motor principal del capitalismo en de la vida social. Por su parte, los aportes de
la actualidad, las expresiones cotidianas de Michel Foucault (1980a, b; 1984) sobre la nue-
resistencia que emergen de sus dinámicas va economía de poder en las sociedades
respectivas apuntan directamente al centro modernas ofrecen otras claves fundamenta-
del aparato productivo. les para la comprensión de las relaciones de
poder y dominación en el capitalismo global.
La intención principal de este artículo es
indagar acerca de los distintos significados La tercera parte del artículo explora una
que adquiere el concepto de resistencia den- serie de perspectivas distintas en torno a la
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resistencia, las cuales evidencian los cambios motor de este ejercicio, propone en sí mis-
que ha sufrido su conceptualización. Sin mo una dificultad a la hora de reconocer en
duda, Foucault (1984; 1991) sienta las bases los conceptos matices nuevos, interpretacio-
para reflexionar acerca de la relación dialéc- nes distintas, ya que, como dijeran Max
tica que existe entre poder y resistencia: "la Horkheimer y Theodor Adorno (1998: 60),
resistencia no puede ser externa al poder ya "[...] el saber, que es poder, no conoce lími-
que el poder no constituye un sistema de tes, ni en la esclavización". En otras pala-
dominación con un adentro o un afuera" bras, el nombramiento o la descripción de la
(Rouse, 1994:108). Una forma de contrarres- resistencia de "x" o "y" manera necesaria-
tar la dominación es lo que James Scott (2000) mente encierra prácticas de poder regu-
llama el discurso oculto, un tipo de práctica ladoras de las cuales la academia tampoco se
discursiva de grupos subordinados que se escapa. Así, el interés del texto no puede ser
nutre de las posibilidades que brinda el ac- otro que seguir en el juego del "collage"
tuar desde espacios sociales cotidianos fue- interpretativo, evidenciando relaciones qui-
ra del alcance de los mecanismos de coer- zá ya propuestas de antemano por otros
ción y control. Por su parte, Michel de autores.
Certeau (1984) examina las formas sutiles en
que los individuos reapropian los bienes de De Descartes, y la consolidación de las
consumo dentro de la cotidianidad, obsta- bases del pensamiento racional, a la genera-
culizando el flujo regular entre consumidor lización del capitalismo global, y las diná-
y sistema. Finalmente, Arjun Appadurai micas y agencias con las que éste opera, existe
(1996) resalta el papel que ejerce la imagina- un hilo conductor: la dialéctica de la mo-
ción en la descolonización de las prácticas dernidad. Es por ello que al examinar y de-
culturales. finir las características del orden global ac-
tual, es esencial comenzar con la proble-
matización de los valores que encarna este
C APITALISMO Y ORDEN GLOBAL proyecto. La modernidad, su (supuesta) cri-
sis, y el advenimiento de un estadio distinto
Crítica al proyecto de la modernidad sigue siendo un problema sociológico fun-
damental (Giddens, 1996: 33).
"Podery conocimiento son sinónimos " (Horkheimer
y Adorno, 1998:60). Una de las críticas más importantes de la
modernidad y, en consecuencia, del papel
Al iniciar un texto que intenta abordar un del capitalismo dentro de ella, proviene de
concepto tan amplio e impreciso como el que los autores de la Escuela de Frankfurt. Éstos
encierra la palabra "resistencia" nos es útil comparten una preocupación central por
empezar por cuestionar los cimientos del desenmascarar los supuestos méritos de la
mismo conocimiento y las categorías que época moderna, los cuales se fundamen-
fundamentan una determinada forma de tan en la emancipación del hombre a par-
leer el mundo. Si las palabras y los términos tir del ejercicio de la razón y el logro del
están ya cargados de significado, tratar de progreso. Al contrario, la teoría crítica
dejar atrás los prejuicios para "hacer senti- muestra cómo el racionalismo ilustrado
do" de una idea cualquiera no deja de ser degenera en una lógica de opresión, cómo
problemático. El pensamiento ilustrado, el progreso resulta en barbarie y cómo las
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relaciones de dominación que la Ilustración Una de las claves del éxito del Iluminis-
buscaba destruir simplemente se reprodu- mo es, para Horkheimer y Adorno (1998), la
cen en ella (Bronner, 1994: 81). De allí que la mistificación de las masas, en donde la in-
Ilustración termine entendiéndose como dustria cultural desempeña un papel fun-
una figura totalitaria (Horkheimer y Ador- damental. Según los autores, ésta posibilita
no, 1998:62). el control del tiempo libre de los individuos,
los cuales son considerados por el sistema
A pesar de que los distintos miembros de productivo como consumidores. De esta
la Escuela de Frankfurt plantean aproxima- forma, el valor de uso en la recepción de bie-
ciones diferentes a este problema, existe una nes culturales es sustituido por su valor de
serie de aspectos comunes en su pensamien- cambio: "En la industria cultural el indivi-
to: (1) en las sociedades modernas se eviden- duo es ilusorio[...]" (Horkheimer y Adorno,
cia una tendencia innata hacia la domina- 1998: 199). Dicha visión parte de un indivi-
ción y la explotación, dado el impulso del duo totalmente inerte ante la máquina cul-
hombre a dominar la naturaleza; (2) las so- tural que define el sentido del gusto, así
ciedades industrializadas se caracterizan por como el grado de placer y diversión de los
la existencia de industrias culturales a través seres humanos, con lo cual éstos no tienen
de las cuales se imponen valores, modos de que pensar. En esta medida, el aparato cul-
conducta y patrones de consumo como me- tural es visto como maestro de orquesta que
dios de ejercicio del poder; (3) el conocimien- dirige la masa y reproduce a los individuos
to está socialmente condicionado y consti- en sus costumbres y deseos para controlar
tuye un instrumento de dominación; y (4) la sus hábitos de consumo.
emancipación del individuo debe ser la meta
principal de la teoría crítica (Held, 1980; El pesimismo de la teoría crítica respecto
White, 1995). de las prácticas culturales niega la posibili-
dad de que las personas inmersas en el siste-
De lo anterior se desprende que la causa ma puedan ejercer agencia. Al contrario, el
principal de la autodestrucción de la Ilus- hecho de que la industria cultural extienda
tración recae en su fundamentación en el sus tentáculos a todas las esferas de la vida se
dominio sobre la naturaleza y del tipo de traduce en la sumisión del individuo sin
razón instrumental reificadora que dicha resistencia a todo lo que ésta le ofrece
lógica engendra en el hombre. La idea de la (Horkheimer y Adorno, 1998: 178). Por ello,
emancipación frente a la naturaleza, que no constituye la mejor aproximación al pro-
enarbola el proyecto de la modernidad, ter- blema de la resistencia que se desarrolla en
mina cediéndose al dominio de la naturaleza este texto, aunque los aportes de esta escuela
sobre los hombres, el cual se ve reflejado son fundamentales para empezar a recapi-
particularmente en el aparato productivo tular las formas en que el consumo se mez-
(Sánchez, 1998: 30). En otras palabras, las cla con las prácticas culturales.
prácticas de dominio que buscaban liberar
al hombre se vuelven en su contra, con lo
cual su condición de sujeto de la historia Postmodernismo como lógica cultural del
también queda anulado (Horkheimer y capitalismo avanzado
Adorno, 1998: 80). "[... ]la seducción se ha convertido en el proceso gene-
ral que tiende a regular el consumo, las organizacio-
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nes, la información, la educación, las costumbres " a las prácticas de disciplina características
(Lipovetsky, 1986:17). de otros momentos históricos (Lipovetsky,
1986:24).
La teoría crítica señala que uno de los
espacios principales en los cuales la do- El análisis efectuado por Jean Baudrillard
minación se ejerce y se perpetua es en el (2001) sitúa esta realidad dentro de la socie-
ámbito cultural. Allí, la colonización del dad de consumo y las transformaciones que
ocio y del placer se fundamentan en el ésta genera en la relación entre consumidor
control sobre lo que se consume y sobre y objeto consumido. Según el autor, la so-
aquellos valores que subyacen dichas ciedad de masas se basa en el consumo in-
prácticas. ducido por la publicidad. El concepto de la
marca constituye una de las herramientas
El dominio sobre los distintos espacios principales de las prácticas publicitarias,
en los que el desarrollo de los individuos en la medida en que ésta reemplaza el ob-
tiene lugar obedece a las necesidades mis- jeto a ser consumido con las emociones y
mas del sistema. Así, como en la Edad Me- los imaginarios asociados con un producto
dia, el tiempo libre de las personas era ma- dado (Baudrillard, 2001: 20). De allí que el
nejado por la Iglesia de manera que la disci- consumo, más que relacionarse con la
plina religiosa fuera efectiva, con la moder- satisfacción de las necesidades básicas del
nidad, el advenimiento de una sociedad ser humano, constituye el "[...] acto siste-
secularizada y el auge del capitalismo avan- mático de manipulación de los signos"
zado, el control se extendió al trabajador por (Baudrillard, 2001: 25), por medio del cual
medio de nuevas reglas de disciplina labo- los individuos consumen las ideas pro-
ral y novedosas formas de delimitación y yectadas por distintos objetos.
dominación de los ámbitos libres (Harvey,
1990:228). Para Frederic Jameson (1991), lo descrito
constituye una nueva etapa del capitalismo
De igual forma, y como otro gran mo- en donde lo cultural adquiere una impor-
mento del proceso de secularización, los in- tancia fundamental. Ésta es catalogada
dividuos no solo fueron sacados de las igle- por el autor como el postmodernismo.
sias para llevarlos a las fábricas, sino que tam- Uno de los rasgos principales de esta épo-
bién se les dio crédito y se les introdujo al ca específica del desarrollo capitalista es
centro comercial para que pudieran consu- el desdibujamiento de los límites entre lo
mir de inmediato todo lo que quisieran sin cultural y lo económico, es decir, que el
necesidad de ahorrar. Esto es, según Gilíes control sobre el ámbito cultural es una
Lipovetsky (1986: 84) el cambio básico que condición indispensable para el afianza-
promueven las sociedades modernas: se abre miento y la perpetuación del aparato pro-
la puerta a "[...]los valores hedonistas que ductivo.
animan a gastar, a disfrutar de la vida, a ce-
der a los impulsos". El resultado es una cul- Como pauta cultural dominante, la
tura centrada en el placer, el individuo, la postmodernidad se manifiesta en el
instantaneidad y la espontaneidad. Con ello, populismo estético, el pastiche y la nostal-
las estrategias de seducción adquieren pre- gia como moda. Lo primero se asocia con la
lación en tanto mecanismos de poder frente necesidad de producir grandes cantidades
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de productos de diversa apariencia a fin de A partir de esta interpretación, Jameson


mantener intactos o aumentar los niveles de (1999: 58) aduce que la cultura postmoderna
consumo existentes en la sociedad. En ello, es caracterizada por la homogeneización de
la innovación y la producción estética ocu- patrones culturales a nivel global -la "liber-
pan un lugar central (Jameson, 1991: 17-18). tad" de escoger siempre es para lo mismo- la
Lipovetsky (1986) describe esta práctica en cual posibilita un tipo de intervención en
términos de la personalización del aparato distintas sociedades mucho más honda que
productivo, la cual busca satisfacer las varia- cualquier otro tipo de colonialismo o impe-
das necesidades de consumo de la sociedad rialismo del pasado.
en su conjunto. El pastiche es, según Jameson
(1991: 44), "una parodia vacía, una estatua
ciega" que se expresa en la imitación mecá- Transformaciones en el capitalismo global
nica y neutral de prácticas pasadas, en don-
de la imagen se sobrepone al valor de uso. "[...] ya eran casi las diez de la noche, y la conversa-
Ello produce la nostalgia como moda, un ción, que empezó con algo de interés de mi parte
acerca del trabajo que ella tenía encomendado hacer
intento de reapropiarse un pasado que nunca en West Haven, había caído lentamente en un silen-
existió, con lo cual la historicidad se des- cio eterno. Sentí un poco de alivio cuando empezaron
vanece y los individuos pierden la capaci- a aparecer los avisos que anunciaban la cercanía del
dad de experimentar la historia de forma pueblo; también recordé que no comía nada hacia ya
activa (Jameson, 1991: 47). La centralidad del varias horas, 'café caliente a solo cinco
millas'... 'Dunkin Donuts le da la bienvenida a West
pastiche y de la nostalgia en la producción y
Haven'
recepción de imágenes culturales se explica —¡demonios! Dejé mi cepillo de dientes en el baño del
en función de la alteración del espacio-tiem- hotel— exclamó con enojo, mientras escarbaba apura-
po característico del capitalismo tardío da un nessesaire azul claro que llevó en las piernas
(Appadurai, 1996:30). durante todo el viaje, —no puede ser tan grave— le
dije, —realmente lo es, no puedo vivir sin lavarme los
dientes por lo menos tres veces al día, así que le
Las ideas expuestas se relacionan íntima- agradecería mucho si...
mente con el par consumo-repetición, que -nadie necesita lavarse los dientes tres veces al día-,
se representa en las dinámicas circulares de la interrumpí, —dos veces es más que suficiente—, y
la moda y de la producción cultural en ge- con un asomo de rabia en el movimiento de mi mano
neral. La industria cultural absolutiza la izquierda, le recalqué: tres veces al día es simplemente
caer en la repetición obvia, de un muñeco sin gracia,
imitación y la repetición (Horkheimer y que lleva puesta una camiseta que dice: Colgate. "
Adorno, 1998: 175), razón por la cual podría- (Hutter, 1979).
mos explicar el desatino de algunas pelícu-
las futuristas de los años ochenta, en las que
el director de arte en su afán de flirtear con Las reflexiones que se han hecho hasta
el año 2000, cubría de plástico, aluminio y aquí apuntan a reafirmar la centralidad del
transparencias a sus personajes sin imagi- consumo como motor del capitalismo. Sin
nar que, irónicamente, por estos días las ca- embargo, su manejo ha sufrido transforma-
lles de las grandes ciudades estarían habita- ciones significativas en la medida en que el
das por jóvenes que quizás solo quieren lu- capitalismo, por medio de los procesos de
cir como lo hacía cualquier cantante de una globalización, se ha organizado a escala
banda de punk en 1982. mundial.
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Uno de los factores que permiten enten- fueron la segmentación de los mercados la-
der este fenómeno es la transición del borales, la creación de una nueva división
fordismo al postfordismo como forma pre- internacional del trabajo, la descentraliza-
dominante de organización de la produc- ción y transnacionalización del proceso pro-
ción. Por producción se entiende: ductivo, y el desplazamiento del estado y el
El modo particular de organización de las
sector laboral como protagonistas de la pro-
fuerzas productivas, las relaciones sociales ducción (Cox, 1996; Pellerin, 1996; Bernard,
de producción [...] y la ideología [...] que 2000).
determinará el significado que se le asigna
al trabajo (Bernard, 2000: 152). Para los propósitos específicos de nues-
tro análisis, el advenimiento de las marcas
El modelo fordista, que caracterizó las fue uno de los resultados más importantes
relaciones productivas desde finales del si- de dicho cambio. Según Naomi Klein (2002:
glo XIX hasta mediados de los años ochenta, 4), el postfordismo culminó en una nueva
se caracterizó por la producción en masa, la forma de organización corporativa funda-
integración vertical del proceso productivo mentada en la creación de imágenes publi-
en un solo espacio físico, el predominio de citarias, las cuales suplantaron en gran me-
mano de obra no especializada, y la organi- dida los productos de consumo. Con ello, el
zación nacional de estrategias de producción objeto a ser vendido al público cambió: en
y acumulación de capital (Cox, 1996; Pellerin, vez de un producto concreto, lo que se ven-
1996). Mientras que el estado desempeñó un de ante todo en el sistema postfordista son
papel determinante en la creación de las conceptos -el prestigio, la familiaridad, la
políticas de regulación de la producción, la audacia y el estatus, entre otros- que marcas
clase trabajadora se convirtió en un actor como Nike, Absolut, Starbucks y Tommy
social privilegiado. Hilfiger acostumbran evocar (Klein, 2002: 21).

Con el advenimiento de la crisis econó- La reestructuración del aparato produc-


mica global de mediados de los setenta, sur- tivo no solo se refleja en la esfera económica,
gió entre los estados y sus respectivos secto- sino que constituye la base para la reorgani-
res privados la necesidad de inventar for- zación de las relaciones de poder político,
mas más competitivas de producción. Así, social y cultural (Bernard, 2000: 153). Leslie
el postfordismo se fundamentó en la reduc- Sklair (2000: 1-4) afirma que el postfordismo,
ción de los costos de producción por medio en combinación con su engranaje sistémico -
de la flexibilización, el uso de nuevas tecno- la globalización- ha dado lugar a prácticas
logías, y la disminución de las prerrogativas transnacionales que atraviesan las fronteras
que el sector laboral había adquirido bajo el nacionales y que se originan en el empo-
modelo anterior. Con ello, la territorialidad deramiento de actores distintos a los estados
de la producción cambió dramáticamente nacionales.
(Pellerin, 1996: 84): de las grandes fábricas y
bienes estandarizados típicos del fordismo En el ámbito político, la autora afirma que
se transitó hacia la producción de una ma- la globalización ha creado las bases para el
yor variedad de productos a partir de pe- surgimiento de una clase capitalista trans-
queñas unidades especializadas y disgrega- nacional cuyos intereses se expresan en tér-
das. Algunos resultados de esta transición minos globales; que buscan ejercer control
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en el lugar de trabajo, en la política doméstica ra tales grados de sinergia con el ámbito


e internacional, y en las prácticas culturales cultural que las marcas terminan convir-
cotidianas; y cuyas perspectivas sobre los tiéndose en la cultura misma (Klein, 2002:
temas económicos, políticos y culturales son 30). Por su parte, el proceso de personali-
más globales que locales (Sklair, 2000: 3-4). zación (Lipovetsky, 1998: 19) que caracte-
De allí que Sklair sugiere que la globalización riza estas nuevas prácticas le da al consu-
debe entenderse como una ideología capita- midor una falsa sensación de que quien
lista globalizante, noción que tiene eco en la decide es él, enmascarando así la agencia
descripción que Negri y Hardt (2001) hacen innegable que ejercen las fuerzas produc-
de lo que llaman imperio en el orden actual. tivas en este proceso.
Los esquemas transnacionales de produc-
ción generan la ilusión de que el control lo- m hí
cal así como la soberanía y la productividad Caracterización del orden global
nacionales predominan, generando lo que
"Junto con el mercado global y los circuitos globales
Appadurai (1996: 41) denomina el fetichis-
de producción ha emergido un nuevo orden, una nue-
mo de la producción: la mentira de que efec- va lógica y estructura de mando, en suma una nueva
tivamente desde lo local se pueda ejercer forma de soberanía " (Negri y Hardt, 2001:43).
control sobre las fuerzas globales, cuando
en realidad el estado, por ejemplo, se ha vuel- Las alteraciones en el aparato producti-
to un simple instrumento del capitalismo vo, así como en las prácticas sociales y políti-
global. cas que se desprenden de allí, repercuten
directamente en los rasgos particulares del
Al contrario de las actividades transna- orden global. Para Robert W. Cox (1986), las
cionales características de las esferas econó- relaciones sociales a nivel mundial se sus-
mica y política, en donde la inclusión de tentan en aspectos materiales, ideológicos e
grupos subalternos es marginal, en el ámbi- institucionales. La interacción entre estos
to cultural la meta principal de los actores factores constituye la estructura histórica del
transnacionales dominantes es la inclusión orden global en un momento temporal es-
y la participación. "[...] se proclama, lite- pecífico. Mientras que las capacidades ma-
ralmente, que el significado de la vida se teriales se concentran en el ámbito de la pro-
sitúa en aquellas cosas que poseemos" ducción, las ideas comprenden significados
(Sklair, 1998:297). Así, la ideología cultu- intersubjetivos e imágenes colectivas del or-
ral del consumo se fundamenta en la crea- den social. Por su parte, las instituciones
ción de prácticas consumistas que supe- constituyen el vehículo principal por me-
ran las necesidades físicas de las personas, dio del cual las capacidades materiales y las
ya que la reproducción del capitalismo en ideas dominantes se canalizan (Cox, 1986:
la etapa actual depende de su expansión y 217-218).
repetición.
Básicamente, hasta aquí hemos descrito
Para ello, nuevamente, las marcas son el orden global en función de la existencia
fundamentales. La proyección de ideas e de un modo de producción de alcance simi-
imágenes como extensiones de éstas, en lar que ha sido acompañado de prácticas
combinación con el hecho de que las mar- transnacionales de índole económico, polí-
cas "etiquetan" a los seres humanos, gene- tico y cultural. No obstante, la estructura
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histórica actual también se fundamenta en cativo, ágil y efectivo. Este nuevo tipo de or-
normas universales, instituciones internacio- ganización global se manifiesta en un orden
nales y otros mecanismos que, junto con el jurídico, en donde instituciones como la Or-
aparato productivo, ayudan a determinar y ganización de las Naciones Unidas (ONU) y el
aplicar las reglas de comportamiento de acto- Fondo Monetario Internacional (FMI) desem-
res estatales y no estatales. Para detallar dicha peñan la función primordial de legitimar los
estructura, los aportes de Appadurai (1996), y valores "universales" del sistema, entre ellos
Negri y Hardt (2001) son fundamentales. la democracia, los derechos humanos y el li-
bre comercio, y de defender el respeto de és-
Según Appadurai (1996), la velocidad, tos, hasta incluso con el uso de la fuerza (Negri
alcance y volumen de las corrientes globales y Hardt, 2001: 49-57). La intervención preven-
de gentes, finanzas, imágenes e ideas apun- tiva y represiva, al servicio de la "justicia" y la
tan hacia la disyunción y la desterritoria- "paz", constituye una acción normal de la ope-
lización como fuerzas centrales del mundo ración del sistema. Por su parte, y haciendo
moderno. Así, el orden global actual es des- eco de la noción de mediascapes y ideascapes,
crito por el autor como un conjunto de cinco los medios de comunicación diseminan ideas
flujos (o scapes) que evidencian altos niveles que sostienen el statu quo.
de interacción así como formas fluidas e
irregulares de movimiento (Appadurai,
1996: 33-41): (1) los ethnoscapes, compuestos
D ISPOSITIVOS DE PODER
por turistas, refugiados, trabajadores tempo-
rales y migrantes, entre otros; (2) los "el poder está en todas partes; no es que lo englobe
mediascapes, las imágenes del mundo crea- todo, sino que viene de todas partes " (Foucault, 1984:
das por los medios masivos de comunica- 113)
ción, así como los actores que controlan es-
tos últimos; (3) los technoscapes, las configu- La descripción de la naturaleza actual del
raciones globales de tecnología; (4) los capitalismo y sus dinámicas principales per-
financescapes, la organización global de capi- mite elaborar una visión específica del po-
tal financiero; y (5) los ideascapes, ideas do- der que posteriormente va a fundamentar
minantes y contrahegemónicas sobre temas nuestra discusión sobre los lugares en los
como la democracia, los derechos humanos, que la resistencia puede tomar lugar. Robert
la economía y la libertad y la justicia. Cox (1986; 1996) ofrece una de las primeras
pistas para describir los dispositivos de po-
La flexibilidad e hibridez características der que se evidencian en el sistema global.
de los flujos descritos por Appadurai cons- Para ello, el autor recurre a la idea de hege-
tituyen dos de los rasgos principales de lo monía de Gramsci (1971). La hegemonía es
que Negri y Hardt (2001) denominan impe- un estado dinámico que permea todas las
rio. Según los autores, imperio "[...] es un esferas de la vida. Al contrario de la domina-
aparato de mando descentrado y deste- ción, ésta se basa en la negociación y
rritorializado que incorpora progresivamente renegociación entre grupos dominantes y
a todo el reino global dentro de sus fronteras subordinados acerca de las reglas de juego
abiertas y expansivas" (Negri y Hardt, que priman en la sociedad. La hegemonía
2001:44). Su funcionamiento se basa en un global se manifiesta en las esferas económi-
engranaje económico, industrial y comuni- ca, política y social; sin la existencia de las
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tres no puede ser considerada como tal (Cox, estabilidad. Extiende sus tentáculos a todas
1996: 137). las esferas de la vida cotidiana, reducien-
do sustancialmente los espacios y las for-
Las instituciones internacionales legiti- mas disponibles para discrepar de las ideas
man en términos ideológicos las ideas y los valores que sustentan su funciona-
hegemónicas, ya que éstas se presentan como miento. En este sentido, el consumo como
"universales", al tiempo que encarnan las eje de la fuerza material en el capitalismo
reglas que facilitan la expansión del orden tardío representa un tipo privilegiado de
hegemónico. A su vez, absorben y amorti- poder, dado que permite la generalización
guan posibles tendencias contrahegemó- de mecanismos de disciplina y control en
nicas. Como dijera Cox (1996: 139), "[l]a he- la sociedad.
gemonía es como una almohada: absorbe
golpes, pero tarde o temprano el oponente Para profundizar en las dinámicas que
descubrirá que es cómodo descansar sobre genera la situación descrita es importante
ella". tener en cuenta algunos aportes de Michel
Foucault, los cuales parten del supuesto de
La visión que tienen Negri y Hardt (2001) que en la modernidad el poder soberano de
sobre el orden global complementa esta ca- los estados ha sido reemplazado por redes
racterización de Cox. De la misma forma que disciplinarias y regulativas en la sociedad.
la hegemonía no es igual a la dominación, El concepto foucauldiano de poder se fun-
imperio no es equivalente a imperialismo. damenta en varias proposiciones (Foucault,
Se refiere, más bien, a una nueva estructura 1984: 114-119): (1) el poder no es algo que se
de autoridad global que ha reemplazado al posee sino que éste se ejerce a través de múl-
estado-nación, y que se fundamenta, como tiples puntos; (2) las relaciones de poder son
en el caso de la hegemonía global, en el con- extensivas a todo tipo de interacción huma-
trol totalizador sobre los espacios económi- na; (3) si bien el poder es intencional, en el
co, político, cultural e institucional. Los au- sentido de que se ejerce en función de obje-
tores, sin embargo, incorporan a su análisis tivos específicos, no es ejercido por ningún
el papel crucial que desempeña la produc- sujeto en particular; (4) el poder existe en
ción biopolítica (que se resume en la pro- relación con múltiples puntos de resisten-
ducción de la vida social misma) en la per- cia en la sociedad, con lo cual donde hay
petuación del sistema. Imperio, en últimas, poder hay resistencia, la cual nunca está "fue-
constituye una forma paradigmática de ra" del poder.
biopoder que, a partir de la penetración de
la mente y el cuerpo de los individuos, fluye Para Foucault, los discursos constituyen
por el terreno social en su totalidad (Hardt y un aspecto táctico importante en el fortale-
Negri, 2001: 45). cimiento de las relaciones de poder (Rouse,
1994: 92). El poder produce efectos de ver-
El dispositivo del biopoder, en particu- dad que, a su vez, reproducen el poder: "[n]o
lar, permite que el sistema global caracteri- puede existir ningún ejercicio posible del
zado como imperio sea autorreferencial, en poder sin una cierta economía de discursos
el sentido de que al controlar la vida misma de verdad que opera por medio de y sobre la
éste contiene mecanismos que le permiten base de dicha asociación" (Foucault, 1980a:
adaptarse y enfrentarse a las amenazas a su 93). Las reglas legales, consistentes en las
Capitalismo, control y resistencia • 65

leyes, las instituciones y los mecanismos en- hecho de que éste no se base exclusivamente
cargados de su aplicación, transmiten y en la represión. "El poder debe ser conside-
operacionalizan las relaciones de poder, y rado como una red productiva que atraviesa
tienen el efecto de constituir a los sujetos en todo el cuerpo social, mucho más que una
la sociedad. Foucault plantea que existen instancia negativa cuya función es la repre-
tres dispositivos para convertir a los seres sión" (Foucault, 1980b: 119).
humanos en sujetos "objetificados", a saber:
las prácticas de división; la clasificación Según Stephen Gilí (2002: 22), la econo-
científica; y la subjetivización (Rabinov, mía política global consiste en dos estructu-
1984: 7-11). Las primeras están representa- ras principales: el neoliberalismo discipli-
das por el aislamiento de los enfermos, los nario y un nuevo constitucionalismo. Lo
locos, los pobres y los marginados en gene- anterior hace eco de la apreciación de
ral, como una técnica de dominación. Del Foucault de que el biopoder descansa sobre
proceso de clasificación de la actividad hu- dos pilares complementarios, las disciplinas
mana surgen mecanismos de disciplina- del cuerpo y los controles a la población. En
miento y vigilancia, como aquellos que se el caso de las primeras, Gilí (2002) observa
observan en las cárceles, los hospitales y los que el panoptismo ha sido adoptado como
centros educativos. práctica institucionalizada de vigilancia
dentro del capitalismo avanzado con el fin
La subjetivización hace de la construc- de reducir el riesgo dentro del sistema, de
ción del sujeto un proceso reflexivo y diná- maximizar la ganancia y de preservar el or-
mico, en la medida en que la interiorización den. Para este autor, el concepto del
de los primeros dos dispositivos es tal que el panóptico se relaciona directamente con la
ser humano empieza a participar de manera idea de "transparencia" que subyace el dis-
activa en su propia autodisciplina y control. curso capitalista, en el sentido de que las re-
Por ello, "[l]os individuos son los vehículos des de información transnacionales que sos-
del poder, y no su punto de aplicación tienen las prácticas económicas y políticas
(Foucault, 1980a: 98). En otras palabras, el actuales constituyen formas de vigilancia y
ser humano no es el vis-a-vis del poder sino clasificación, en particular de los países de
uno de sus efectos principales. El poder so- la periferia (Gilí, 2002: 12).
bre la vida, o el biopoder, es el resultado de
este tipo de prácticas. Foucault (1984: 170) Entre las ideas "universales" que el nue-
afirma que el biopoder es indispensable para vo constitucionalismo promueve se encuen-
la expansión del capitalismo, dado que per- tran los derechos de propiedad intelectual,
mite una "[...] inserción controlada de los los cuales se identifican de forma creciente
cuerpos en el aparato de producción". El como un bien transable (Gilí, 2002: 5).
panoptismo, cuya práctica fuera observada Jameson (1998: 61) afirma que lo anterior es
por Foucault en distintas instituciones so- un producto natural de la cosificación de lo
ciales (1980c), posibilita el ejercicio perma- cultural propia del capitalismo tardío, y que
nente del poder en la sociedad, así como la se evidencia en la creciente promulgación
generalización de la disciplina dentro de ella. de leyes que abogan por la libertad de las
Sin embargo, la trascendencia del poder no ideas. A pesar de ello, la "libertad, las "prác-
sólo se explica en función de su naturaleza ticas justas" y la "transparencia" constitu-
omnipresente y microscópica, sino en el yen simples consignas que posibilitan la ex-
66 • Colombia Internacional 55

pansión de prácticas de dominación a escala El discurso oculto


global. Tanto el neoliberalismo disciplinario
así como el nuevo contitucionalismo tienen El trabajo de James Scott (2000) es pionero en
como objetivo principal la generación de la conceptualización de las acciones contes-
prácticas de consumo conducentes a la tatarias de los grupos subordinados, al tiem-
expansión capitalista, para lo cual la conver- po que ofrece una revaloración del peso po-
sión de los productos culturales y de todas lítico de aquellos espacios privados supues-
las demás esferas de la vida cotidiana en bie- tamente ajenos al control y vigilancia ejerci-
nes comerciales se vuelve fundamental da por las redes de poder. Para este autor, las
(Jameson, 1998: 70). enormes asimetrías que caracterizan a las re-
laciones entre grupos dominantes y domi-
nados en diferentes contextos históricos y
M ECANISMOS DE RESISTENCIA geográficos impiden la posibilidad de que
la oposición se pueda expresar abiertamen-
" ...las profundidades del mundo moderno y sus pasa- te. No obstante, la ausencia de declaracio-
dizos subterráneos se han vuelto superficiales en la nes públicas y abiertas de resistencia no sig-
postmodernidad" (NegriyHardt, 2001:95).
nifica que ésta no existe.
Como han señalado algunos de los auto-
Lo que Scott llama la "infrapolítica" de
res mencionados previamente, entre ellos
los grupos subordinados es precisamente
Horkheimer y Adorno, y Foucault, la cons-
una manera de nombrar a las distintas for-
trucción del conocimiento es en sí misma
mas de resistencia que se recrean en los es-
un ejercicio tautológico que se relaciona
pacios inasibles, alejadas del ojo vigilante.
estrechamente con el poder. Por ello, la
Así, hacer una definición de resistencia no
definición de la resistencia puede caer fá-
exige necesariamente esperar al acto de re-
cilmente en la misma lógica con que ope-
beldía abierto o la protesta social pública
ra la constitución de otros discursos "uni-
(Scott, 2000:44).
versales". Esta es la dificultad principal
que reviste cualquier intento por clasifi-
Los límites que imponen las concepcio-
car diversas expresiones sociales como ac-
nes tradicionales acerca de los actos políti-
ciones de resistencia.
cos no permiten una aproximación adecua-
da al accionar de los grupos subordinados,
A pesar de esta salvedad, lo que se ha
ya que dichas definiciones parten de aque-
demostrado a lo largo del texto es que la con-
llos ámbitos en los cuales el poder es visible
formación de un sistema determinado se
operativo. Dentro de éstas existe una cons-
manifiesta en patrones políticos, económi-
trucción discursiva que delimita y clasifica
cos, sociales y culturales específicos. Lo an-
aquello que constituye un acto político, con
terior supone procesos de acción, domina-
lo cual el sentido político de otras expresio-
ción y reacción, y por tanto, resistencia. La
nes y actitudes que se escapan de las defini-
discusión presentada en esta última sección
ciones predominantes queda desconocido
se circunscribe a la exploración de una de
(Scott, 2000:42).
las formas principales en que la resistencia
puede manifestarse dentro del sistema ac-
En la práctica, sin embargo, las redes de
tual, es decir, en la cotidianidad.
control no abarcan todos los espacios de una
Capitalismo, control y resistencia • 67

determinada sociedad. Por lo tanto, el dis- de los casos existe un sistema de domina-
curso público totalizante tiene una contra- ción que se basa en la apropiación y una re-
partida privada, que nace de la necesidad acción que trata de contrarrestarla. El enga-
de expresión, y de la consecuente lucha ño constituye una de las formas en que se
por la construcción de una actitud para- materializa el discurso oculto. Este también
lela al poder: "[...] en el discurso oculto, puede darse mediante acciones que afectan
fuera del escenario, donde los subordina- el pacto implícito entre subordinado y do-
dos se reúnen lejos de la mirada intimi- minador:
dante del poder, es posible el surgimiento en el caso de los esclavos[...] sobre todo el
de una cultura política claramente disi- robo, la sisa, la ignorancia fingida, el
dente" (Scott, 2000:43). ausentismo, la labor descuidada o morosa,
el mercado negro y la producción para venta
El análisis de Scott se centra en los dis- clandestina; también el sabotaje de las co-
sechas, el ganado y la maquinaria[...]"(Scott,
cursos ocultos que nacen de las relaciones 2000: 222).
de dominación más aparentes, como la es-
clavitud y la servidumbre, para mostrar la
manera en que éstos se convierten en formas Las acciones pueden ser baladíes a la to-
cotidianas de resistencia. Pero al mismo tiem- talidad de la producción de una fábrica o
po, sus reflexiones sirven para revalorar el una plantación, y en efecto ésta es una críti-
accionar de las resistencias dentro del nue- ca que se le podría hacer a la valoración de
vo orden global. A pesar de que las formas Scott a este tipo de prácticas. Pero es evidente
de expresión disidente siempre han existi- que la generalización de actos así descritos
do, sin el consentimiento público y sin re- puede tener un efecto devastador en la
vestirse de un estatus político formal, las ac- economía y en la política: "en condiciones
ciones privadas han alcanzado una mayor adecuadas, la acumulación de actos insigni-
relevancia dentro del sistema actual, dado ficantes logra, como los copos de nieve en la
que, como se ha discutido en páginas ante- pendiente de una montaña, provocar una
riores, éste ha adquirido un carácter global y avalancha"(Scott, 2000:227).
desterritorializado. Así, "...ni las formas co-
tidianas de resistencia, ni la insurrección Teniendo en cuenta esta valoración de
ocasional se pueden entender sin tener en los espacios alternos a las relaciones típicas
cuenta los espacios cerrados en los cuales de dominación ¿cuál es entonces la forma
esa resistencia se alimenta y adquiere de actuar del consumidor ante la lógica de
sentido"(Scott, 2000:45). disciplinamiento, control y explotación que
impone el capitalismo? ¿Es acertada la des-
El discurso oculto opera de distintas cripción hecha por la teoría crítica de la iner-
maneras: se desliza por debajo de la relación cia del individuo y la imposibilidad de ac-
aparente entre el señor y su subdito, el pa- ción ante un aparato de control cada vez más
trón y el empleado, y por qué no, para em- abarcante y simbólico, o por el contrario,
pezar la discusión que nos interesa, entre el pueden los individuos, aún en las condicio-
consumidor y el aparato productivo. Estas nes descritas, encontrar formas de desviar el
relaciones no se pueden separar de la lógica poder y crear lugares comunes de disenti-
de subordinación que caracteriza los proce- miento?
sos de explotación material. Para cada uno
68 • Colombia Internacional 55

Lo que nos permite el trabajo de Scott es cas de derechos de autor se han convertido
desenterrar la lógica silenciada de los suje- en una normatividad regular e internacio-
tos subordinados y valorar las formas en que nalizada desde las instancias institucionales
sus acciones pueden afectar las relaciones más importantes (Jameson, 1998; Gilí, 2002).
de dominación. Por tanto, y de acuerdo con Éstas amenazan a los países infractores con
la descripción hecha anteriormente del or- la pérdida de ventajas en otros puntos del
den global, la interrupción en la cadena le- intercambio a razón del incumplimiento en
gítima hegemónica de producción, o la des- la aceptación de tales medidas o la toleran-
viación de las dinámicas de control en la cia de los centros de ilegalidad. Dichas polí-
biopolítica, significaría un punto de quie- ticas han sido impuestas con mayor insis-
bre, un momento de resistencia. tencia a los países en vía de desarrollo, ya
que es allí en donde el comercio por fuera
Es por esta razón que algunas prácticas de la ley ha encontrado más espacios de ac-
de consumo, catalogadas simplemente como ción.
actos ilegales o ilegítimos que operan en con-
tra del orden establecido, adquieren relevan- Las leyes mencionadas se conectan con
cia por su desviación y redireccionamiento otras, que para el caso de países como Méxi-
de los flujos normales con los que opera el co, Perú y Colombia, buscan restringir el uso
proceso productivo. Un ejemplo de esto del espacio público, por detectarse que es
puede ser el auge en los últimos años, prin- éste el principal escenario de la ilegalidad.
cipalmente en los países en vía de desarro- Para ello, se elaboran campañas culturales y
llo, de la utilización de los bienes de consu- simbólicas que relacionan conceptos nacio-
mo por fuera de las leyes nacionales e inter- nales de pertenencia con respecto a las ma-
nacionales, que restringen su uso comercial neras de consumir, tales como "comprar co-
al pago de impuestos por derechos de autor. rrectamente" y "aportarle al país". También
Es decir, la piratería y el contrabando. se construyen formas de nombrar y entender
a quienes se dedican a este tipo de prácticas,
Públicamente, siempre serán actos con- de forma que la persecución, que se ha vuelto
denados desde el poder por su ilegalidad, penal, sea al mismo tiempo de aceptación
pero en aquellos espacios fuera de los lími- por parte de la comunidad, y la condena pase
tes del sistema, éstos se convierten en un dis- a ser paralelamente, el rechazo social.
curso oculto de muchas personas que sólo
pueden acceder a la producción cultural, y Lo importante del análisis de prácticas
al reto del consumo, de esa forma. También como la piratería recae sobre la apropiación
están los individuos que lo hacen por con- de las estrategias de producción y consumo,
vicción, y además, promueven dichas prác- así como la descolonización de espacios le-
ticas, como es el caso de cada navegante de gitimados por las élites. Como se afirmó
internet que se inscribe dentro de los porta- anteriormente, la hegemonía del estado-na-
les que comparten distintos archivos, para ción ha cedido su lugar a una comunidad
uso de la comunidad que acceda a ese imaginada, constituida por valores univer-
espacio. sales, que abarca un territorio sin límites, y
que se reproduce en cualquier espacio a tra-
La preocupación por parte de los pro- vés de un televisor -labor que cumpliera
ductores no se ha hecho esperar, y las políti- específicamente la imprenta en la consoli-
Capitalismo, control y resistencia • 69

dación del imaginario nacional (Anderson, de allí. La imaginación se caracteriza por:


1998)- o cualquier otro medio del capitalis- (1) no pertenecer al ámbito del arte, el mito,
mo electrónico. ni el ritual, como puede haber sido concebi-
da esta figura anteriormente, sino a la vida
Esto trae como resultado la producción cotidiana misma; (2) ser impulsada por las
de distintas subjetividades que se represen- imágenes que muestran los medios de co-
tan en las nuevas formas que los individuos municación, y cuyo consumo puede produ-
adquieren para imaginarse y para imaginar cir ironía, ira, resistencia, y hasta agencia.
los mundos en los que viven (Appadurai, Así, los bienes culturales y los medios masi-
1996:3). El marketing millonario que, en vos de consumo no constituyen un simple
palabras de Hakim Bey (1991), se ha vuelto opio de las masas, como dirían Horkheimer
más peligroso que la religión, ha llenado las y Adorno, lo cual no significa que el consu-
calles de las ciudades de colores llamativos e midor sea un agente libre. Pero, Appadurai
iluminado los cuartos oscuros de noches (1996: 7) afirma que donde hay consumo hay
eternas frente al televisor. placer, y donde hay placer la imaginación
puede abrir espacios de agencia.
Los individuos no son seres inertes; las
consecuencias de la disciplina mediática se Para Appadurai (1996: 31), este nuevo
hacen evidentes en discursos disidentes y, papel de la imaginación se fundamenta en
en contraposición al pensamiento de la Es- tres factores: las imágenes producidas por
cuela de Frankfurt, en la posibilidad de agen- los medios; las comunidades imaginadas; y
cia. Así, lo que en ciudades postindustriales lo que el autor llama los imaginarios, un pai-
se recrea en posiciones estéticas de reapro- saje construido sobre los deseos colectivos
piación, con collages que destruyen la armo- de diversas comunidades. En su análisis de
nía de los avisos publicitarios, en intentos la función social del cricket, en el caso de la
anarquistas de los autodenominados "artistas India, el autor demuestra la forma en la que
guerrilleros" (Klein, 2002: 279-297), en los la dominación que ejercen las prácticas cul-
países en vía de desarrollo no necesita de turales puede ser interrumpida por medio
tanta justificación retórica neo punk, y va de la vernaculización, o sea, la colocación
directamente al flujo regular de la produc- del producto dentro del contexto cultural
ción económica y cultural. Sin tener que local (Appadurai, 1996: 110-113). Según
jugar a ser rebeldes, se crean comunidades Appadurai, dicho proceso genera las bases
imaginadas enteras del contrabando y la ile- para una comunidad imaginada, así como
galidad. para la experimentación del placer de la agen-
cia dentro de ésta.

El papel de la imaginación La imaginación se convierte en un arma


para todos aquellos que desean entrar den-
En todo este proceso la imaginación desem- tro de esa nueva modernidad que se les ofre-
peña un papel fundamental. Según ce, aunque cada quien lo hace imponiendo
Appadurai (1996: 4-6), ésta constituye un sus respectivas condiciones económicas y
hecho colectivo en el mundo actual, dado preceptos culturales. En un ejemplo de esto,
que la pluralidad de mundos imaginados espacios tan grandes como la Guajira, un
propicios para repensar la resistencia surge departamento en la punta norte de Colom-
70 • Colombia Internacional 55

bia, enlazan una cultura del cacicazgo indí- diversas maneras de "hacer" "[...] forman la
gena que ni siquiera ha pasado por el enro- contrapartida, del lado de los consumido-
lamiento de la primera modernidad, y sal- res, de los procedimientos mudos que orga-
tando tantos años de "progreso" industrial nizan el orden sociopolítico" (de Certeau,
se insertan en el mercado mundial con sus 1996: XLIV). La transformación de los signi-
propias reglas. La Guajira es el paraíso de la ficados y de las prácticas impuestos por me-
ilegalidad y el de todo tipo de artículos de dio de situaciones específicas de poder no
consumo. Es completamente normal ver en constituye una práctica nueva, sino que es
el Cabo de la Vela a un indio wuayyú re- el producto natural de cualquier encuentro
montando dunas por el desierto en una cultural (García Canclini, 1989; Bhabha,
Cheroke venezolana nueva, con cajas de 1994). En el mundo contemporáneo, de
whiskey de primera y cigarrillos recién lle- Certeau argumenta que de la misma forma
gados de containers asiáticos. en que la interacción entre colonizadores y
colonizados durante la colonia española y
portuguesa arrojó prácticas de reapropiación
Las artes de hacer religiosa y cultural de parte de las comuni-
dades indígenas, el uso que el televidente
La idea de la descolonización de los flujos hace, por ejemplo, de las imágenes de la TV
culturales es complementada por la perspec- no es lineal. Al contrario, las formas en que
tiva de Michel de Certeau (1996). Éste parte el individuo "fabrica" posteriormente lo que
de la aceptación, como en el caso de la ma- absorbe está sujeto a la interpretación pro-
yoría de los autores discutidos en este texto, pia (de Certeau, 1996: 37).
de un sistema totalizador caracterizado por
el flujo masivo de bienes de consumo, así Las prácticas cotidianas del "hacer", ta-
como de mecanismos de control. A pesar de les como el hablar, leer, circular, cocinar y
lo anterior, la obra del autor resalta la natu- comprar, son representativas de lo que de
raleza tenue de este orden disciplinante, Certeau (1996: 43) denomina "tácticas", en-
dada su coexistencia con múltiples y dife- tendidas como acciones que se dan den-
renciadas prácticas cotidianas del hombre tro de aquellos espacios controlados por los
común (Crang, 2000: 149). Para ello, centra sujetos dominantes. Así, las tácticas consti-
su análisis en el lugar cardinal ocupado por tuyen prácticas de adaptación (y resistencia)
el uso que los individuos dan a los bienes de aquellos actores que no tienen poder. Al
culturales, a fin de volver visibles aquellas contrario de las "estrategias" -término utili-
prácticas consumistas que otras corrientes de zado originalmente por Foucault- que son
pensamiento, como el marxismo, habían aso- empleadas por los que tienen poder y que
ciado simplemente con procesos de masifica- operan por medio de la organización y el
ción y cosificación en la sociedad. control sobre lugares específicos (de Certeau,
1996: 42), las tácticas atraviesan el espacio sin
Según de Certeau, los consumidores ocuparlo (Crang, 2000: 50), formando así ejer-
interactúan con la economía cultural domi- cicios de movimiento y de "no poder".
nante y la transforman conforme a sus inte-
reses y necesidades. Así, las sociedades no A pesar de que las tácticas, al igual que
se reducen al simple seguimiento de los pa- los discursos ocultos descritos por Scott, pa-
trones de conducta imperantes, sino que las recen ser actos insignificantes e inconexos,
Capitalismo, control y resistencia • 72

su invisibilidad es engañosa, dado que de- mo que no es de su libre elección. Sin embar-
sembocan en lo que de Certeau (1996) des- go, la naturaleza híbrida, desterritorializada y
cribe como "trayectorias indeterminadas" descentrada de los flujos globales también
cuyo efecto acumulativo es romper con la contribuye a su oblicuidad (García Canclini,
coherencia aparente del sistema. Así, una 1989: 324), la cual precluye en muchos senti-
de las críticas más importantes que realiza dos el ejercicio tradicional del poder.
de Certeau al análisis foucauldiano del bio-
poder tiene que ver con el funcionamiento Ante la imposibilidad de construir un or-
de los procedimientos y dispositivos de éste den distinto, erigimos en los mitos [...] de-
en la sociedad. El autor muestra que si bien safíos enmascarados. La lucha [...] es, la
mayor parte de los días, una lucha meta-
existen algunas instituciones sociales y ám- fórica. A veces, a partir de las metáforas,
bitos en donde la coherencia de los disposi- irrumpen, lenta o inesperadamente, prácti-
tivos del poder es total, la operatividad de cas transformadoras inéditas (García
muchos otros no es ni fluido ni coherente Canclini, 1989: 326).
(de Certeau, 1996: 56). Al caracterizarse este
segundo tipo de espacio por la ausencia de El consumo cultural tiene, entonces, dis-
"[...] un lugar propio sobre el cual pueda tintos tipos de interpretación, de la misma
funcionar la maquinaria panóptica" (de forma que se yergue la imposibilidad objeti-
Certeau, 1996: 57), se abre la posibilidad de va del texto, del cual surgen múltiples signi-
que el ejercicio de la resistencia por medio ficados que se renuevan en cada lectura.
de las prácticas del hacer tenga un efecto "Barthes lee a Proust en el texto de Sthendal,
práctico en la sociedad. el televidente lee el paisaje de su infancia en
el reportaje de actualidad" (de Certeau,
1996:187). El texto social que produce el con-
A MANERA DE CONCLUSIÓN sumo puede ser releído o reescrito, de igual
forma que Pierre Menard reescribe El Qui-
"Pocas veces el sistemafue tan vulnerable" (Bey, 1991) jote en el cuento de Borges. Así, como la tra-
"La pasión por la destrucción es también una pasión
ducción de un texto puede ser buenamente
creadora " (Bakunin) abusiva (Derrida, 1989) la deconstrucción de
la lógica del consumo también plantea una
En este texto hemos pretendido analizar revaloración de sus propósitos, y puede lle-
la reorganización de la resistencia (y del po- gar a operativizarse dentro del mismo siste-
der) en relación con el consumo cultural; ma para devolver el discurso desde abajo.
para ello, hemos argumentado que la resis-
tencia halla sus condiciones de posibilidad Sin lugar a dudas, fue este el éxito de la
en las transformaciones que ha sufrido el sis- estrategia utilizada por el subcomandante
tema capitalista durante el último siglo, Marcos para construir todo el imaginario
aproximadamente. Éstas se resumen en la zapatista alrededor del mundo. Marcos
globalización del capitalismo, así como la replanteó la forma de enfrentar el consumo
homogeneización de patrones políticos, so- cultural, recurriendo a una política de mer-
ciales y culturales a escala mundial. La co- cadeo llena de símbolos que se consumie-
hesión de esta estructura radica, entre otros, ron de forma entusiasta en las principales
en la creciente incorporación de los seres hu- ciudades del mundo. Camisetas, broches,
manos dentro de un sistema único de consu- calcomanías; la gente se acerca e interactúa
72 • Colombia Internacional 55

con el ideal revolucionario de la misma Así como los mecanismos de control,


forma que compran el afiche del Che disciplinamiento y vigilancia se han fortale-
Guevara o el disco de Ibrahím Ferrer, es cido en el orden global actual, los espacios
decir, muchas veces sin entender el men- paralelos también se han hecho más laten-
saje o la letra. Marcos vendió un producto tes. Éstos se caracterizan por tener la forma
sin importar su contenido, de la misma de un rizoma (Deleuze y Guattari, 2000), la
forma que las canciones en inglés se mez- cual supera el orden dicotómico del sistema
clan en las emisoras de países que hablan al estar hechos de dimensiones y direccio-
lenguas distintas a éste. nes en constante movimiento. Cada uno de
los nuevos elementos que le da sentido a los
Con respecto a esta práctica, se afirma que mecanismos de dominación crea un flujo
"[...] el papel del mito instantáneo [...] es una que permite oponerlo, esquivarlo o
de las bases del éxito de la propuesta del reapropiarse de él. Así como la información
zapatismo. El mito es un referente simbólico salta de un portal a otro, los espacios de ile-
de consumo, de uso" (Montalban, 1999:145). galidad se reproducen y cambian de orden,
Para Marcos es muy claro que la política es las jugadas se repiten y las tácticas abren un
un mercadeo y, que por consiguiente, la lu- sendero distinto. Muchas veces es espontá-
cha por un lugar en ese espacio depende de neamente, y otras el mismo aparato cultural
la habilidad para hacerse consumir. Pero si o el consumo abren estos espacios, jugando
bien esa es su gran cualidad dentro del mun- contra sí mismos. La resistencia cada vez es
do mediático, también es la debilidad de un acto más natural. De la misma forma que
desgaste, como le sucede a cualquier ídolo el agua de una represa reclama su curso nor-
pop que no renueva conceptualmente para mal, las acciones de los individuos se cue-
estar a la altura de las cambiantes exigencias lan entre las rendijas del control.
del marketing.
El término que acuñó Hakim Bey (1991)
La institucionalización de la resistencia para definir los espacios anárquicos de la
ha definido de antemano hasta dónde se internet, los cuales constituyen el núcleo de
puede llegar en pro de las supuestas luchas una teoría que se perdió en su propio ro-
emancipadoras, como si un acto de rebeldía manticismo emancipatorio -la retórica rebel-
de frente al control pudiera medirse en in- de de la red fue demasiado explícita y visi-
tensidad y mucho menos en grados de legi- ble como para no poder ser captada en poco
timidad. Es precisamente a esos aspectos que tiempo-, puede ser rescatado para definir
renuncia una acción disidente. Como diría los lugares en los que las acciones de los in-
Félix Guattari (1994: 15), el sistema ha con- dividuos se paran frente al poder protegi-
vertido a Marx o Freud en "papilla dogmá- dos por la latencia de lo que el autor llama
tica", y de esta forma ya no generan éstos las "zonas autónomas temporales". Zonas
ningún riesgo a su estabilidad: en las que se desarrolla toda una comuni-
dad al servicio de la ilegalidad, que ofrecen
El marxismo y el freudismo, cuidadosamen-
te neutralizados por los cuerpos constitui- un camino para revaluar o cuestionar los
dos del movimiento sicoanalítico y de la valores y prácticas "universales" o donde
universidad, no solamente no perturban a simplemente se esconde la punción sexual
nadie, sino que se han vuelto los garantes de un niño dibujando escenas obscenas en
del orden establecido. la última página de su libro de historia.
Capitalismo, control y resistencia • 73

BIBLIOGRAFÍA Crang, Mike, "Relies, Places and Unwritten Geog-


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