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ANTECEDENTES JURIDICOS DE LA RENTA CEDULAR DE TRABAJO

El impuesto a la renta a principios del siglo XIX no era más que una idea
revolucionaria y moderna, a la cual muchos países no le veían cabida. Sin
embargo, debido a la revolución francesa de 1789, en Francia se presentaron
diversas problemáticas, de las cuales los tributos no se quedaron atrás, el país
atravesaba una difícil situación económica, por lo que se vieron obligados a
implementar una Contribución Patriótica que tenía como base la renta generada
por los contribuyentes.

las Provincias Unidas de la Nueva Granada (hoy conocida como Colombia),


también atravesaba por momentos difíciles, razón por la cual en 1821 se crea el
Congreso de Cúcuta, su primer ministro de hacienda fue Pedro Gual, quien
propuso establecer un impuesto a la renta de los ciudadanos argumentando que
en Francia este impuesto había prosperado y que además era gran adelanto del
sistema tributario colonial dado que en ninguna parte de América se había
aprobado la tributación directa en forma general.

En el año 1850, durante la administración Mosquera, se introdujo una reforma


fiscal, que trajo como novedad la descentralización de las Rentas y los Gastos. Sin
embargo, la necesidad de establecer el impuesto directo a la renta a nivel nacional
fue también motivo de discusión sin que este llegara a ser aprobado.

Luego se creó la Ley 56 de 1918, la cual estableció tres tipos de renta, cada una
con una tarifa diferencial: las de trabajo (1%), las mixtas (2%) y las de capital (3%);
estas rentas alcanzaron el 8% para las rentas más altas y además producto de
esta novedosa ley, se introdujeron dos conceptos claves, el de Renta Bruta y el de
Renta Líquida y un básico sistema de Retención de Fuente; pero en 1927 , se
eliminó tal distinción de Renta debido a la influencia de la misión Kemmerer
(comisión de expertos que hizo propuestas de reformas fiscales y monetarias a
varios gobiernos, principalmente en Latinoamérica, entre 1917 y 1931).

Aunque estaba finalizando la influencia de la Misión Kemmerer, ésta propone la


Ley 81 de 1931, la cual incrementó las tarifas del impuesto de renta, gravando la
renta de las sociedades de personas en cabeza de sus socios y de las sociedades
limitadas en cabeza de éstas.
Luego, para la década de los sesenta, se crea una ley que abordaría únicamente
el impuesto de renta y esta no solo estableció quienes era los contribuyentes, sino
también cuales eran las bases líquidas, las rentas brutas, las deducciones, las
rentas exentas, rentas gravables especiales, entre otros.

Así se fueron presentando distintas reformas, la mayoría generaba una ruptura del
sistema tributario ya establecido; razones por la cual, las reformas siguientes
trataron de simplificar el sistema tributario, con el fin de no afectar
significativamente las finanzas públicas del país.

Para inicios del siglo XXI, se redujeron las tarifas otra vez y se eliminaron
beneficios y tratos preferenciales en función del principio de equidad y economía.

En el año 2012 se elabora una nueva reforma estructural, la Ley 1607 de 2012,

Se introducen dos métodos de tratamiento del impuesto de renta, a parte del


modelo ordinario, en base a una clasificación de las personas naturales, con el fin
de que una vez hecho la declaración tributaria por el modelo ordinario se
comparara con el IMAN (Impuesto Mínimo Alternativo Nacional), descrito como un
sistema presuntivo, donde la ley presume una base gravable mínima sobre la que
se debe determinar el impuesto y obligatorio para las personas naturales
clasificadas como empleados. Este sistema grava la renta resultante de disminuir
de la totalidad de los ingresos brutos (salvo la ganancia ocasional) de cualquier
origen obtenidos en el respectivo periodo gravable, únicamente los conceptos
autorizados en el Estatuto Tributario. (DIAN, 2017).

El otro método es el IMAS (Impuesto Mínimo Alternativo Simplificado). Este


sistema es voluntario para la determinación simplificada del impuesto sobre la
renta y complementarios. Lo podían aplicar los empleados cuya renta gravable
alternativa en el año sea inferior a 4.700 UVT. No le aplican los factores de
determinación del impuesto por el sistema ordinario. En lugar de ello, grava la
renta resultante de disminuir de la totalidad de los ingresos brutos (salvo la
ganancia ocasional) de cualquier origen obtenidos en el respectivo periodo
gravable, únicamente los conceptos autorizados en el Estatuto Tributario. (DIAN,
2017).

El veinticinco por ciento (25%) del valor total de los pagos laborales, limitada
mensualmente a doscientas cuarenta (240) UVT. El cálculo de esta renta exenta
se efectuará una vez se detraiga del valor total de los pagos laborales recibidos
por el trabajador, los ingresos no constitutivos de renta, las deducciones y las
demás rentas exentas diferentes a la establecida en el presente numeral.
Según la anterior norma se observa que existe la imposición de disminuir un
menor valor del total de deducciones con la que la ley anterior se podría realizar
mejor planeación tributaria para efectos del impuesto sobre la renta y
complementarios. No obstante las deducciones y las rentas exentas no son el
único foco de atención también lo son los ingresos no constitutivos de renta por lo
cual se menciona:

3. (Ley 1819 de 2016) Renta líquida cedular de las rentas de trabajo. Para
efectos de establecer la renta líquida cedular, del total de los ingresos de esta
cédula obtenidos en el periodo gravable, se restarán los ingresos no constitutivos
de renta imputables a esta cédula. Art 336.

Podrán restarse todas las rentas exentas y las deducciones imputables a esta
cédula, siempre que no excedan el cuarenta (40%) del resultado del inciso
anterior, que en todo caso no puede exceder cinco mil cuarenta (5.040) UVT.

4. (Concepto unificado DIAN 0912 de 19 de julio de 2018) De los


antecedentes y el texto final de la ley se puede interpretar que, sin perjuicio de la
posibilidad de restar las rentas exentas y las deducciones para lo cual se
considerarán sus límites individuales, hay un límite general porcentual y en UVT
que no hace distinciones y aplica a todas estas, con una precisión en el caso de
los servidores públicos diplomáticos, consulares y administrativos del Ministerio de
Relaciones Exteriores, cuya prima de costo de vida de que trata el Decreto 3357
de 2009 no se tendrá en cuenta para efectos del cálculo del límite porcentual en el
caso de la cédula por rentas de trabajo. (p.21).

5. Estatuto tributario (2018), Rentas cedulares de trabajo: Se consideran


rentas exclusivas de trabajo, las obtenidas por personas naturales por concepto de
salarios, comisiones, prestaciones sociales, viáticos, gastos de representación,
honorarios, emolumentos eclesiásticos, compensaciones recibidas por el trabajo
asociado cooperativo y, en general, las compensaciones por servicios personales.
Art 103.

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