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Tratamientos quirúrgicos
y alternativas no médicas
en las hemorragias posparto
J. Aumiphin, L. Boubli, C. D’Ercole, L. Cravello, A. Agostini
El presente artículo es una actualización de los conocimientos sobre los diferentes méto-
dos de tratamiento no médico de la hemorragia posparto refractaria. La atonía uterina y
las anomalías de inserción placentaria (placenta previa o accreta) son las causas impli-
cadas con más frecuencia en esta situación. Para preservar el útero se dispone de la
radiología intervencionista, con embolización, o de la cirugía, con ligaduras vasculares.
Recientemente, el balón de Bakri ha permitido aportar una nueva alternativa a los tra-
tamientos quirúrgicos tras fracaso de los tratamientos médicos. Se trata de un método
no invasivo complementario que se añade a la embolización. La embolización es un
método poco invasivo que se realiza mediante simple cateterismo bajo anestesia local,
mientras que las ligaduras vasculares necesitan una laparotomía. Esta técnica se dirige a
los pedículos uterinos o las arterias ilíacas internas. Las plicaturas y las tabicaciones ute-
rinas son métodos quirúrgicos de fácil realización aunque se carece de un seguimiento
suficiente. Se deben considerar los métodos más simples y con menor morbilidad. En
caso de fracaso de un tratamiento conservador, podría resultar peligroso multiplicar las
técnicas. La histerectomía de hemostasia conserva su lugar en este caso.
© 2018 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 54 > n◦ 3 > septiembre 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(18)91434-7
Descargado para Paul ENRIQUE pachas yataco (ppach@hotmail.com) en Colegio Medico Del Peru de ClinicalKey.es por Elsevier en noviembre 23, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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Técnicas, indicaciones
y resultados
Taponamiento intrauterino
En las últimas recomendaciones del CNGOF de 2004 y
2014, el taponamiento intrauterino se puede proponer en
caso de fracaso del tratamiento con sulprostona y antes
del recurso al tratamiento quirúrgico o mediante radio-
logía intervencionista [3, 7] . La eficacia del taponamiento
intrauterino se explicaría por diferentes mecanismos: las
paredes del balón se aplican contra el miometrio al nivel
del lecho placentario obstruyendo de este modo los vasos
que permanecían abiertos [8, 9] , y el útero distendido por el
balón reaccionaría contra esta presión interna mediante
una contracción reactiva [9] . Además, la presión hidros- Figura 2. Balón de Belfort-Dildy: balón intrauterino de 750 ml
tática del balón podría inducir una reducción del flujo y un segundo balón vaginal de 300 ml; consta de un sistema de
sanguíneo en las arterias uterinas comprimidas por vía doble vía que permite el vaciado y el lavado.
interna [8] . En la actualidad, existen dos tipos de balón
concebidos específicamente para el tratamiento de la HPP: El balón mide 8 cm de alto y su capacidad máxima es de
el balón intrauterino de Bakri y el balón de Belfort-Dildy. 800 ml de solución salina, aunque se recomienda no utili-
Antes de la invención de estos balones se utilizaron varios zar más de 500 ml ni menos de 250 ml (Fig. 1). La técnica
tipos de balón: se pueden citar la sonda de Sengstaken- de colocación es simple: el balón se puede colocar durante
Blakemore [10] o las sondas de Foley [11] , aunque ninguno una cesárea, en la que se pasa la tubuladura a través del
de estos balones se concibieron específicamente para el cuello con la ayuda de un ayudante que tracciona de él a
tratamiento de las HPP ni para adaptarse a la cavidad través de la vagina; a continuación, se sutura la histero-
uterina. tomía de la forma habitual. Tras la cesárea, se introducen
compresas en la vagina para mejorar el taponamiento del
Descripción y técnica de colocación segmento inferior por un efecto de presión/contrapresión;
estas compresas se deben contar. El balón se llena con
del balón de taponamiento intrauterino un volumen apropiado de 250-500 ml. El dispositivo de
El balón de Bakri fue descrito por primera vez en 2001 Belfort-Dildy posee un segundo balón vaginal. Este inge-
por Bakri; es el primer balón concebido específicamente nioso sistema es regulable en altura para un mejor ajuste
para adaptarse a la cavidad uterina y realizar así una de la distancia entre los dos balones y así prevenir el des-
prueba de taponamiento uterino [12] . Se describió inicial- lizamiento del balón uterino (Fig. 2). Su capacidad llega
mente en las hemorragias del segmento inferior en cinco hasta los 750 ml, y el balón vaginal a su vez se puede inflar
pacientes con una placenta de inserción baja o previa y hasta 300 ml. Existe un sistema de doble vía que permite
en un embarazo cervical. El balón de taponamiento mide el vaciado y el lavado, mientras que el balón de Bakri sólo
58 cm de largo y 8 mm de diámetro. Está fabricado de dispone de una vía de salida. La ecografía podría permi-
silicona. Su extremo proximal por arriba del balón pre- tir adaptar el volumen de llenado para un taponamiento
senta dos perforaciones de 5 mm que permiten la salida óptimo y visualizar el sangrado oculto [13] . El extremo dis-
de sangre desde la cavidad uterina hacia una bolsa de reco- tal se conecta a una bolsa de recogida que se fija a la
gida. En su extremo distal hay dos conectores: uno para pierna de la paciente o se deja en el suelo. Cuando se
inflar el balón con una jeringa de 60 ml y el otro para utiliza el balón tras un parto vaginal, se introduce en pri-
conectar una bolsa de recogida graduada para cuantificar mer lugar el extremo proximal, realizando a continuación
las pérdidas sanguíneas procedentes de la cavidad uterina. las mismas etapas [12, 14] . El balón se coloca en rigurosas
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Tratamientos quirúrgicos y alternativas no médicas en las hemorragias posparto E – 41-905
Resultados
En un estudio se observó una reducción del 92,3% de la
tasa de histerectomía obstétrica para hemostasia desde la
introducción del balón de Bakri, excluyendo las anoma-
lías de inserción placentaria. Los autores compararon dos
períodos antes y después de la introducción del balón de
Bakri: antes de su introducción, la tasa de histerectomías
obstétricas era del 28,5%, y fue sólo del 2,2% después de
Figura 3. Colocación del balón de Bakri. Una referencia cutá-
su introducción [21] . Sin embargo, algunos resultados sobre
nea indica el fondo uterino y permite vigilar la existencia de
la eficacia del balón son contradictorios [22] , y su uso aún
sangrado intrauterino no exteriorizado.
no es una práctica corriente [11] . En la literatura, la tasa
de resultados satisfactorios varía del 67 al 90%, aunque
condiciones de asepsia, en una paciente previamente son- con frecuencia se trata de pequeñas series [16, 23–25] . La for-
deada. La introducción por vía vaginal se puede realizar mación y el entrenamiento en la colocación del balón de
mediante la exposición del cuello utilizando una valva Bakri con modelos mejoran las competencias de los profe-
vaginal o un espéculo o incluso introduciéndolo con la sionales sanitarios [26] . El uso del taponamiento parece ser
mano; se puede mantener así durante el inflado del balón muy eficaz en las hemorragias del segmento inferior, en
con la ayuda de un segundo ayudante [15] . También es posi- particular en caso de placenta de inserción baja y previa,
ble colocar el balón por vía vaginal tras una cesárea si el con un 88% de eficacia [27] . Esto se explica por el tapona-
cuello uterino está suficientemente dilatado. Las moda- miento directo del segmento inferior por el balón al nivel
lidades de colocación son idénticas a las descritas, y el del lecho placentario. La presión se efectúa directamente
inflado del balón se realiza con prudencia para no alterar sobre el segmento inferior. Con respecto a la fertilidad
la sutura de la histerotomía [9, 16] . Los autores recomiendan ulterior, los resultados de la literatura son alentadores, y
no ejercer presión externa sobre el útero una vez está colo- son posibles nuevos embarazos tras un taponamiento ute-
cado el balón; el uso de una referencia cutánea marcada rino con balón [28, 29] . Su uso es fácil, eficaz y seguro para
con rotulador que señala el fondo uterino puede permitir tratar la HPP antes de un tratamiento más agresivo. Es
vigilar la ausencia de sangrado no exteriorizado con acu- particularmente adecuado en los centros sanitarios que
mulación de sangre en la cavidad uterina por encima del no tienen acceso a la embolización.
balón y con un aumento del volumen uterino (Fig. 3). El
balón se puede dejar colocado hasta 24 horas, dejando la Embolización: técnica, indicaciones,
duración del tiempo colocado a juicio del cirujano, ya que resultados y complicaciones
no existen publicaciones sobre el tema. El Royal College
of Obstetricians and Gynaecologists recomienda no reti- En el tratamiento de una HPP que aparece en las prime-
rarlo antes de 6 horas [17] . Por ese motivo, la colocación ras 24 horas tras el parto se debe utilizar la embolización
de 24 horas no es sistemática, y se deben tener en cuenta arterial como alternativa al tratamiento quirúrgico en caso
consideraciones prácticas para decidir esta duración (reti- de fracaso de las medidas obstétricas y medicamento-
rada durante la jornada normal y no durante la presencia sas. Según las últimas recomendaciones del CNGOF, se
de únicamente el equipo de guardia). La colocación del recomienda la embolización selectiva de las dos arterias
balón se asocia clásicamente a la continuación de los trata- uterinas o en su defecto de los troncos anteriores de las
mientos uterotónicos (sulprostona u oxitócicos), aunque arterias ilíacas internas [3] .
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Preferiblemente se debe realizar utilizando fragmen- (partículas de polivinil alcohol de 150-600 y 200-500 m,
tos reabsorbibles de gelatina de tamaño 1 × 2 mm o de respectivamente, o polvo de gelatina); además, en un caso
cubos de 2 × 2 o 3 × 3 mm para evitar los riesgos de isque- se encontró una asociación a ligaduras arteriales [37, 38] .
mia [30, 31] . La vascularización del útero está asegurada (a También se han descrito casos de necrosis glútea. Esta
cada lado) principalmente por la arteria uterina, rama complicación de necrosis de la nalga es también una
de la arteria ilíaca interna (hipogástrica). Existen nume- complicación de la ligadura vascular de las hipogástri-
rosas variaciones en el modo de división de la arteria cas cuando se realiza al nivel de su origen, por lo tanto
hipogástrica. La disposición más frecuente (60-70% de los proximal a la arteria glútea [39, 40] . Parece ser que tras
casos) es la bifurcación de la arteria hipogástrica en un embolización uterina de hemostasia no se modifica la
tronco anterior y un tronco posterior; este último gene- fertilidad [41–44] . En la literatura se han comunicado ries-
ralmente sólo da ramas parietales. En la mayoría de los gos de retraso de crecimiento intrauterino y de recidiva
casos, la arteria uterina es la primera o la segunda rama hemorrágica [33, 35] . Las complicaciones son raras, aunque
del tronco de división anterior de la arteria hipogástrica. sus consecuencias no deben llevar a una indicación de la
Presenta un trayecto característico con un segmento ver- embolización en exceso.
tical descendente, un segmento transversal en la unión
cuello-cuerpo y un segmento intramiometrial ascendente.
Dos de las otras aferencias arteriales del útero están cons- Técnicas quirúrgicas
tituidas por la arteria del ligamento redondo y la arteria En la actualidad se deben utilizar preferentemente las
ovárica. Estas dos ramas arteriales tienen una función técnicas conservadoras, pero sin que ello suponga poner
fisiológica insignificante aunque, en algunas circunstan- en peligro el pronóstico vital materno. Todas las técnicas
cias patológicas (HPP inmediata, en particular) pueden conservadoras se realizan con suturas reabsorbibles, con
vascularizar preferentemente el útero, y explican algunos el objetivo de preservar la fertilidad de las pacientes [45]
fracasos o algunas recidivas tras la embolización de las y, sobre todo, de una menor morbilidad. Para poder con-
arterias uterinas. La embolización arterial se debe reali- trolar la hemorragia, la ligadura del vaso responsable del
zar en una sala de angiografía que disponga de material sangrado se debe realizar lo más distalmente posible con
de reanimación que permita la vigilancia de la paciente respecto a su origen y de forma bilateral para evitar el
durante todo el procedimiento. La embolización se rea- retratamiento de este vaso por las numerosas anastomo-
liza habitualmente bajo anestesia local, salvo si el estado sis arteriales presentes al nivel pélvico. La limitación de las
hemodinámico de la paciente requiere anestesia general. técnicas conservadoras es el fracaso y, por tanto, el retraso
Es preferible interrumpir la administración intravenosa de en el tratamiento radical y, sobre todo, los trastornos de la
sulprostona a la llegada a la sala de angiografía para per- hemostasia de tipo coagulación intravascular diseminada.
mitir conseguir un calibre arterial más favorable para el
cateterismo. Tras la embolización es posible reanudar la Ligaduras vasculares
administración de sulprostona. Tras la colocación de un
introductor arterial por vía femoral, se estudian sucesiva- Ligadura bilateral de las arterias uterinas
mente las dos arterias hipogástricas y a continuación las Descrita ya en 1952 [46] por vía abdominal tras despega-
dos arterias uterinas. La visualización directa de la zona miento del peritoneo vesicouterino y tracción hacia arriba
de la hemorragia es poco frecuente, en particular si las del útero, consiste en ligar en masa apoyándose sobre el
arterias están espasmódicas o el sangrado es intermitente. miometrio, 2-3 cm por debajo del nivel de la histeroto-
En caso de atonía uterina se debe realizar la embolización mía de una cesárea, la rama ascendente de las arterias
selectiva de las dos arterias uterinas. Cuando existe un uterinas con el paquete venoso que la acompaña en pro-
vasoespasmo arterial o en caso de dificultad para el catete- fundidad [47] . La sección de los ligamentos redondos y el
rismo, puede proponerse la embolización no selectiva del despegamiento del peritoneo vesicouterino, que no son
tronco de división anterior de la arteria hipogástrica. La obligatorios, facilitan en gran medida la exposición de los
embolización del tronco anterior es eficaz y permite acor- pedículos [48] . Esta técnica es simple, rápida, fácilmente
tar la duración del procedimiento y la irradiación pélvica. reproducible, con una tasa de eficacia de más del 80%, y
Con frecuencia es necesaria la exploración y la emboli- se puede realizar siempre antes de una cirugía radical. Las
zación complementaria de los pedículos cervicovaginales anomalías de la inserción placentaria parecen ser la prin-
en caso de hemorragia cervicouterina, de trombo vaginal cipal causa de fracaso de la técnica, lo que hace que esté
o de desgarro del canal del parto suturado. En caso de indicada principalmente en las HPP por atonía uterina.
ineficacia de la embolización de las arterias uterinas o en La ligadura bilateral de las arterias uterinas es una técnica
caso de recidiva hemorrágica precoz, estaría indicada la quirúrgica simple y con bajo riesgo de complicaciones
exploración de las arterias ováricas o de las arterias del graves inmediatas.
ligamento redondo [30] . Triple ligadura de Tsirulnikov
Su indicación preferente es la atonía uterina resistente a
Como su nombre indica, consiste en una ligadura triple
los uterotónicos o en caso de hemorragia cervicovaginal o
(Fig. 4) que asocia la ligadura bilateral de los pedículos
de desgarro cervicovaginal suturado o no accesible [31] . La
uterinos y de los ligamentos redondos y uteroováricos,
embolización es posible incluso en caso de coagulopatía
con sutura reabsorbible [50] . Su indicación principal es la
o de ligaduras arteriales previas [3] . La embolización puede
atomía uterina, y sus limitaciones son las de la ligadura
discutirse también en caso de hemorragia persistente tras
de los pedículos uterinos.
ligadura arterial o histerectomía, así como de entrada en
caso de anomalía de inserción placentaria (accreta) para Ligadura progresiva (stepwise)
evitar la histerectomía [31] . Consiste en una desvascularización progresiva de los
La hemorragia se detiene en el 73-100% de los pedículos vasculares del útero (Fig. 5), comenzando ini-
casos [32–35] . La tasa de éxito es superior al 80% en los cialmente por la ligadura unilateral y, a continuación, la
profesionales con formación [31] . Las complicaciones de bilateral de las arterias uterinas según la técnica previa-
la embolización en el contexto de HPP inmediata son mente descrita (step 1). Si esto no permite el control de
relativamente raras, ya que se trata de mujeres jóvenes la hemorragia, se realiza la ligadura baja de las arterias
con arterias sanas [36] . No obstante, pueden aparecer com- uterinas, unilateral y posteriormente bilateral, 3-5 cm por
plicaciones generales: riesgo de insuficiencia renal y de debajo de las ligaduras previas, tras despegamiento vesi-
hematoma en el punto de punción (especialmente en caso couterino y sección de los ligamentos redondos (step 2).
de coagulopatía) [30, 34] . Se han publicado casos de necrosis En caso de persistir la hemorragia, se realiza una ligadura
uterina postembolización [37, 38] . En los tres casos, se uti- de los pedículos lumboováricos (step 3) [51] . La indicación
lizaron partículas de embolización demasiado pequeñas principal es preferentemente la atonía uterina. En caso de
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A B C
Figura 6. Técnica de B-Lynch (según [49] ). 1. Ligamento redondo; 2. trompa de Falopio; 3. ligamento uteroovárico.
A, C. Vista anterior.
B. Vista posterior.
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Diagnóstico de HPP:
Medida del volumen
aspirado (sin líquido ≥ 500 ml
amniótico) + peso de los
campos quirúrgicos
± alteración de las constantes maternas
Equipo anestésico
Equipo obstétrico
Comunicación - Oxitocina 5-10 UI i.v. lenta (40 UI máx.)
Hemostasia quirúrgica rápida - Hoja de vigilancia HPP
(histerorrafia, sutura de las heridas) - Mantener la hemodinámica (expansión
volémica con cristaloides)
Fracaso
Figura 8. Árbol de decisiones. Algoritmo de decisión ante una hemorragia durante una cesárea (según [81] ). AG: anestesia general;
HPP: hemorragia del posparto; i.v.: vía intravenosa; HC: hemograma completo; LBAH: ligadura bilateral de las arterias hipogástricas; LBAU:
ligadura bilateral de las arterias uterinas; rFVII: factor VII recombinante (NovoSeven); TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activada; TP:
tiempo de protrombina.
de entre uno de cada 5.000 a uno de cada 1.274 par- uterinos. La incisión del peritoneo visceral se prolonga
tos [66, 67] . Se puede observar una evolución paralela de hasta los ligamentos redondos, a algunos centímetros de
la frecuencia de histerectomías por HPP y de la frecuen- los cuernos uterinos. Se realiza la sección de los ligamen-
cia de partos por cesárea; la cicatriz uterina es un factor tos redondos entre dos pinzas de hemostasia y se ligan
favorecedor de las anomalías de la placentación [68–70] . a continuación. Después, el ligamento ancho se abre por
En una revisión reciente de la literatura, las principales delante. El tiempo siguiente consiste en la ligadura de los
indicaciones de histerectomía hemostática fueron las ano- pedículos anexiales (ligamentos uteroováricos y trompas)
malías de placentación (38%), la atonía uterina (29%) y la tras sección sobre una pinza de JL Faure o de Bengolea.
ruptura uterina (12%) [71] . Las indicaciones de histerecto- Debido al calibre de los vasos, es preferible una ligadura
mía hemostática por hemorragia grave del posparto son, doble con sutura de reabsorción lenta. La colocación de
finalmente, el fracaso del tratamiento conservador, los una pinza de Kocher larga verticalmente sobre el cuerno
desgarros graves uterinos (ruptura uterina) y las anomalías uterino asegura la indispensable hemostasia de retorno.
de la placentación. Resultará fácil realizar una incisión en la hoja posterior
del ligamento ancho y su despegamiento. La vejiga se
Histerectomía subtotal rechaza totalmente con una valva de 90◦ . La tracción
Se puede realizar durante una cesárea o tras un parto hacia arriba del útero permite el acceso al pedículo ute-
por vía vaginal. La histerectomía se realiza conservando rino. Éste se prende con una pinza de JL Faure, ligeramente
la vía de acceso utilizada para la cesárea, si es necesa- por debajo del nivel de la histerotomía, y a continuación
rio ampliada lateralmente en caso de incisión transversal, se realiza una ligadura con sutura de reabsorción lenta.
hacia arriba en caso de incisión mediana infraumbilical. La histerectomía se finaliza prolongando la histerotomía
Tras un parto por vía natural, la vía de acceso habitual es lateralmente y hacia atrás. De este modo la sección es
suprapúbica transversa. Tras una cesárea segmentaria, la estrictamente segmentaria. La hemostasia de la superfi-
histerotomía se cierra mediante una sutura tosca y rápida cie de sección cervical se asegura mediante puntos en X o
que evita un sangrado molesto de los bordes de sección dos hemisuturas continuas.
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- Balón intrauterino
Fracaso
- Embolización ± traslado
Figura 9. Árbol de decisiones. Algoritmo de decisión ante una hemorragia en el postoperatorio de una cesárea (según [81] ). Hemorragia
del posparto (HPP) que aparece en el postoperatorio (sala de recuperación postanestésica u hospitalización en posparto) (según [81] ).
AG: anestesia general; HPP: hemorragia del posparto; i.v.: intravenosa; HC: hemograma completo; LBAH: ligadura bilateral de las arte-
rias hipogástricas; LBAU: ligadura bilateral de las arterias uterinas; rFVII: factor VII recombinante (NovoSeven); TPTA: tiempo parcial de
tromboplastina activada; TP: tiempo de protrombina.
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Equipo anestésico
TRATAMIENTO
INICIAL ≤ 30 Equipo obstétrico - Monitorización
min - Evaluación y mantenimiento de la
- Alumbramiento artificial si no se ha hemodinámica: expansión volémica mediante
producido el alumbramiento cristaloides
- Revisión uterina si ya se ha producido el Comunicación - Anestesia para las maniobras endouterinas
alumbramiento - Oxitocina 5 a 10 UI IVL o i.m. (máx. 40 UI)
- Sondeo vesical evacuador - Profilaxis antibiótica
- Examen del canal - Prevención de la hipotermia y oxigenoterapia
- Suturas - Hemocue
- Masaje uterino - Comprobación de grupo sanguíneo y validez de RAI
Fracaso
Sulprostona
±
balón de
taponamiento
HPP - Reposición vascular (cristaloides/coloides)
PERSISTENTE Estado hemodinámico inestable - Transfusión de concentrados de hematíes
Estabilidad hemodinámica - ± estudio biológico
O GRAVE y/o
y - Prevención de la hipotermia
DE Hemorragia masiva
embolización disponible
ENTRADA et/ou ± Ácido tranexámico
rápidamente
Embolización no disponible ± Plasma fresco congelado
± Fibrinógeno
± Plaquetas
CIRUGÍA CONSERVADORA EMBOLIZACIÓN
Ligadura arterial ± Catéter arterial
(LBAU o LBAH) ± Vía venosa central
y/o ± Noradrenalina
Plicatura uterina
Fracaso Fracaso
Figura 10. Algoritmo de tratamiento de una hemorragia del posparto (HPP) durante un parto vaginal (según [81] ). CH: concentrado de
hematíes; Hb: hemoglobina; i.m.: intramuscular; IVL: inyección intravenosa lenta; LBAU: ligadura bilateral de las arterias uterinas; LBAH:
ligadura bilateral de las arterias hipogástricas; min: minuto; HC: hemograma completo; RAI: búsqueda de aglutininas irregulares; rFVII:
factor rVII recombinante (NovoSeven); TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activada; TP: tiempo de protrombina.
Tras el tratamiento conservador mediante ligadura En la práctica, en relación con el taponamiento intra-
vascular o embolización pueden aparecer numerosas com- uterino, se evocó su uso a partir de las recomendaciones
plicaciones, como la necrosis uterina o la necrosis glútea, para la práctica clínica de 2004 relativas al tratamiento
aunque actualmente el uso de nuevas partículas de embo- de las HPP inmediatas [7] . En la literatura se comunica
lización permitiría evitar este tipo de complicaciones. La que los resultados del taponamiento intrauterino tienen
dificultad de realización de estas técnicas quirúrgicas o la una alta tasa de éxitos, lo que ha llevado a las sociedades
dificultad de acceso a la embolización así como la mor- científicas inglesa, canadiense, estadounidense así como
bilidad que llevan asociada y el deseo de preservar la a la Federación Internacional de Ginecología y Obstetri-
fertilidad han conducido al desarrollo de nuevos trata- cia a recomendar el uso del taponamiento intrauterino
mientos, incluyendo el balón intrauterino. Pero, hasta en el tratamiento de las HPP [77–80] . A pesar de los buenos
mayo de 2016, no existen datos sobre el riesgo de sine- resultados, la recomendación del taponamiento intraute-
quias ni sobre la fertilidad tras taponamiento intrauterino. rino debe pasar por una evaluación correcta de su eficacia
Respecto al riesgo de sinequias, se ha descrito claramente mediante estudios con un mayor nivel de evidencia. En
que el capitonaje tiene un alto riesgo [72, 73] . Para el sín- ausencia de estudios comparativos sobre la eficacia de las
drome de Asherman, la embolización también presenta diferentes técnicas quirúrgicas, no se puede afirmar que
un alto riesgo [74, 75] . Aunque es correcto conservar el útero una técnica sea de elección sobre las otras [3] . En las últimas
para una ulterior fertilidad, esto sólo se concibe si la cavi- recomendaciones de 2014 [3] , ante un caso de hemorra-
dad uterina se mantiene ad integrum. Seguramente sea gia durante una cesárea estaría indicado de entrada un
necesario realizar una histeroscopia de control o una his- tratamiento quirúrgico. La embolización se puede consi-
teroecografía en el año siguiente al accidente obstétrico. derar únicamente en caso de hemorragia tras cesárea y
En cuanto a los casos de amenorrea postratamiento, no en presencia de inestabilidad hemodinámica (Figs. 8 y 9).
hay que pensar sólo en causas de origen hipofisario, sino En caso de parto por vía vaginal, tras descartar y tratar
también en las etiologías distales [76] . las lesiones pelviperineales, en ausencia de respuesta a los
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Aumiphin J, Boubli L, D’Ercole C, Cravello L, Agostini A. Tratamientos
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