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Discriminación por discapacidad

Se define a la discapacidad como una limitación física o mental de manera temporal o


permanente. Puede ser visceral (en órganos internos, como insuficiencia renal o cardíaca),
motriz (miembros superiores, inferiores), mental, visual y auditiva. Según la Encuesta Nacional
de Discapacidad (realizada entre 2001 y 2002), el 7,1% de la población argentina tiene algún
tipo de discapacidad.

La discapacidad implica posibilidades limitadas de desarrollo; pero esa limitación no está dada
solamente por las carencias físicas, mentales o de otro tipo de las personas impedidas, sino
también por la comunidad a la que pertenece que no ofrece medios suficientes para la
superación, la rehabilitación y la integración.

Este planteo nos lleva a asumir la discapacidad como un problema social, y a poner el foco de
atención en dos elementos:

 El discapacitado, y
 la comunidad en la que está inmerso

Cuando el foco está puesto en el individuo o individuos discapacitados, debemos analizar la


deficiencia o daño, el tipo de discapacidad de que trata, cuáles son sus causas, si es innata o
adquirida, las posibilidades y tipos de rehabilitación, las necesidades de esas personas, entre
otros aspectos.

Atender a la comunidad donde vive el discapacitado, significa preguntarse por le medio social
en el que se halla y generar las condiciones para llevar a la practica la necesidad de proteger y
desarrollar el respeto y la dignidad hacia todos los integrantes de la sociedad.

El roll que le corresponde a la sociedad es brindar los medios para la readaptación, la


integración de las personas discapacitadas y la concientización de la ciudadanía en la creación
de un contexto más aceptable.

Algunas soluciones posibles:

Como en otros casos tratados debemos señalar el papel central de la Legislación y Nacional
sobre el tema, como la Convención Internacional sobre los Derechos de las personas con
discapacidad, ratificada por la Ley N° 26.378 del año 2008.

Entre sus principios generales destacamos:

 El de no discriminación; el respeto por la dignidad y la autonomía individual de las


personas discapacitadas; su participación e inclusión plena y efectiva en la sociedad; el
respeto por la diferencia; y la aceptación de las personas como parte de la diversidad y
de condición humana.

Existen Instituciones que se dedican a llevar a la práctica esos principios a través de políticas
inclusivas. Es el caso de la CONADIS (comisión nacional asesora para la integración de personas
discapacitadas).
Desde los organismos públicos, es fundamental la labor para la integración de los
discapacitados a través de acciones concretas:

 Promover las condiciones de accesibilidad en las calles y otros espacios públicos,


construyendo rampas, ascensores, etc.
 Dar capacitación laboral, otorgar becas y subsidios para el desarrollo de
emprendimientos personales.
 Desarrollar los medios para lograr la Educación Inclusiva, por ejemplo, con docentes
integradores, celadores, escuela domiciliaria y hospitalaria.

Discriminación por apariencia física

Esta forma de discriminación afecta a toda la sociedad, pero especialmente a los jóvenes y
adolescentes. Es uno de los problemas más importantes en la comunicación e integración
social en esas etapas de la vida, en la que se desarrolla la identidad de las personas.

Muchas veces, para ser aceptado o rechazado como parte de un grupo se ponen en juego los
prejuicios y estereotipos y, en consecuencia, la discriminación. Así, una persona que no se
ajusta a los ideales de belleza o a los rasgos considerados prestigiosos por un grupo o una
sociedad puede quedar marginada.

Como en otros casos, el análisis hay que ponerlo en las prácticas sociales; por ejemplo, un ideal
de belleza no existe como tal, sino que es una elaboración cultural, definida por relaciones
sociales en las que tienen una fuerte influencia las relaciones de poder. Por ejemplo, en el
Renacimiento, e incluso en las primeras décadas del Siglo XX, la gordura era sinónimo de
belleza y salud, y la delgadez se asociaba con la pobreza y la enfermedad.

Reconocer que estos criterios son una construcción social permite analizarlos desde una
manera crítica, asumiendo que la diversidad es lo que nos hace únicos e irrepetibles. Esto es
fundamental al interpretar los mensajes que se transmiten a través de los medios de
comunicación y publicitarios. En ellos se promueve el adelgazamiento, el rechazo a los rasgos
heredados y a los signos de envejecimiento; así se alientan con responsabilidad tratamientos y
cirugías que ponen en riesgo la salud, cambios extremos y otras fórmulas que en el fondo
defienden intereses comerciales y de mercado.

El Estado contra la discriminación

Con la vuelta a la democracia en Diciembre de 1983, el Estado retomo el camino de promoción


defensa y garantía de la igualdad efectiva y la no-discriminación.

En materia de no-discriminación, uno de los primeros pasos se consiguió con la reforma


constitucional de 1994, cuando se le dio rango constitucional a un conjunto de tratados
internacionales, entre los que se encuentra la Convención Internacional Sobre La Eliminación
De Todas Las Formas De Discriminación Racial.

En 1995 se creó el INADI (Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el


Racismo), a través de la Ley 24.515. Este organismo se ubica en la órbita del Poder Ejecutivo
Nacional, y forma parte del Ministerio de Justicia, Seguridad y DDHH; el cual comenzó a
funcionar efectivamente en 1999.

Sumisión es luchar contra toda forma de discriminación y valorar la diversidad en la igualdad.

Nuestra Legislación responde, en parte, a las disposiciones y declaraciones de organismos


internacionales como la ONU. En esta organización existen organismos específicos para la
lucha contra la discriminación, como la Oficina de Derechos Humanos, la Defensa de Pueblos
Indígenas y la Comisión Jurídica y Social de la Mujer entre otros.

Nosotros y la construcción de una sociedad de iguales

Cada persona es única e irrepetible, distinta de las demás. La diversidad es un hecho y no


puede verse como el motivo de discriminar injustamente a las personas.

Al contrario: evitar la diversidad y tender a la homogeneidad haría el mundo menos variado y


rico.

La Escuela no debe ser mera repetidora de estereotipos, sino ser el lugar para la
transformación.

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