You are on page 1of 31

UNIVERSIDAD PRIVADA DE HUANCAYO

“FRANKLIN ROOSEVELT”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD - ESPECIALIDAD OBSTETRICIA

TERAPIA GENICA”

CURSO : BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR

DOCENTE : RAUL BURGA


INTEGRANTES :

TICONA CASTRO MISHELL


MESA ISASI LENY
HUACHOPOMA YANCE RUTH
FALCONI ROMERO JHOSELIN
CHUMBES YANQUI ANDREA

PORTADA
HUANCAYO – PERÚ 2018

1
DEDICATORIA:
A Dios por que es nuestro guía y protector y
todo es posible gracias a él.
A nuestros padres, hermanos y demás
familiares, quienes con su amor y sacrificio
se convirtieron una vez más en el mejor
apoyo para alcanzar nuestros objetivos.
Gracias a su amor, esfuerzo y comprensión
porque nos han enseñado a lo largo de
nuestras vidas a ser mejores personas y son
los artífices de este logro.

2
INDICE

PORTADA .......................................................................................................... 1
DEDICATORIA: .................................................................................................. 2
INDICE ............................................................................................................... 3
INTRODUCCION ............................................................................................... 4
CAPITULO I ....................................................................................................... 5
TERAPIA GENICA ............................................................................................. 5
1.1 DEFINICION ......................................................................................... 5
1.2 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS GERMINALES: ............................... 6
1.3 TERAPIA GÉNICA SOMÁTICA: ........................................................... 6
CAPITULO II ................................................................................................. 10
TRANSFERENCIA GÉNICA ......................................................................... 10
2.1 DEFINICION ....................................................................................... 10
2.1.1 LOS RETROVIRUS ...................................................................... 11
2.1.2 ADENOVIRUS .............................................................................. 12
2.1.3 VIRUS ASOCIADOS A LOS ADENOVIRUS ................................ 13
2.1.4 LIPOSOMAS................................................................................. 14
2.1.5 ADN DESNUDO ........................................................................... 15
CAPITULO III ................................................................................................ 16
MARCO ABIERTO DE LECTURA ................................................................ 16
3.1 DEFINICION ....................................................................................... 16
3.2 LOS CROMOSOMAS HUMANOS ...................................................... 16
3.3 CÓDIGO GENÉTICO .......................................................................... 19
3.4 ENFERMEDADES GENETICAS: ........................................................ 20
CAPITULO IV ................................................................................................... 24
INGENIERIA GENÉTICA EN TERAPIA GÉNICA ............................................ 24
4.1 DISEÑO GENERAL ............................................................................ 24
4.2 TERAPIA GÉNICA PARA LA CORRECCIÓN DE LA DEFICIENCIA EN
UNA PROTEÍNA ........................................................................................... 26
4.3 TERAPIA GÉNICA PARA LA CORRECCIÓN DEL EXCESO DE
FUNCIÓN DE UNA PROTEÍNA.................................................................... 27
CONCLUSION ................................................................................................. 30

3
INTRODUCCION
El desarrollo de la tecnología de la Ingeniería Genética, junto con los avances
conceptuales realizados en Genética Molecular, Biología Celular y Genética
Humana están revolucionando el campo de la terapéutica de las enfermedades
hereditarias humanas. La causa común de todas ellas es una alteración en el
material hereditario y, por tanto, la sustitución del gen defectivo por su
equivalente funcional se presenta como la vía idónea para eliminar globalmente
los efectos metabólicos y alteraciones clínicas que acompañan a la mayor parte
de dichas enfermedades.

El acceso directo al gen, la transferencia a un medio exógeno, la inserción en


un genoma receptor y la regulación de su expresión constituyen sin duda, los
requisitos previos de esta terapéutica "ideal". Es cierto que en los últimos diez
años se ha avanzado

mucho en genética humana. Continuamente se aíslan y caracterizan nuevos


genes, se identifican nuevos loci, se incrementa exponencialmente el numero
de marcadores cromosómicos, puntos de referencia básicos para el
cartografiado físico y genético del genoma humano. Sin embargo, aun queda
mucho camino por recorrer.

Las bases bioquímicas de muchas enfermedades hereditarias son aun hoy poco
claras, el control de la expresión de un gen fuera de su entorno es problemática
y tampoco disponemos de los conocimientos

suficientes para garantizar la supervivencia y replicación de las células


transfretadas transferidas al organismo huésped.

Existen en la actualidad dos grandes tipos de terapia génica: la terapia de


células germinales y la de células somáticas.

La primera ha sido desarrollada en animales. Consiste en introducir un gen


exógeno en una célula huevo, obtener un organismo transgénico y a partir de el
una línea pura que exprese de forma estable el producto génico. Las razones
que impiden su aplicación

4
CAPITULO I

TERAPIA GENICA
1.1 DEFINICION

En la actualidad, la dotación genética de una célula puede ser modificada


mediante la introducción de un gen normal en el organismo diana que
sustituya al gen defectuoso en su función; es lo que se denomina terapia
génica.

La terapia génica se puede definir como el conjunto de técnicas que


permiten vehiculizar secuencias de ADN o de ARN al interior de células
diana, con objeto de modular la expresión de determinadas proteínas que
se encuentran alteradas, revirtiendo así el trastorno biológico que ello
produce.

Consiste en transferir material genético a las células o tejidos del


individuo, para hacer que las células cumplan una nueva función o para
reparar o intervenir en una función existente.

La terapia génica representa una innovación para la medicina, en cuanto


a la manera de tratar las enfermedades genéticas. Se ha postulado como

5
la mejor alternativa, pero al mismo tiempo ha sido el mayor reto, porque
es la técnica más compleja.

Su principal ventaja es que ataca la raíz del problema, que viene siendo
aquel gen defectuoso causante de la enfermedad, mediante la
transferencia de la versión correcta del mismo.

Por otro lado, el principal y mayor reto está en que el material genético
transferido sea dirigido correctamente a aquellas células o tejidos que
requieren que el gen ejerza su función o que el gen introducido se regule
de la forma más parecida a la de las personas sanas.

1.2 TERAPIA GÉNICA DE CÉLULAS GERMINALES:

Aquella dirigida a modificar la dotación genética de las células implicadas


en la formación de óvulos y espermatozoides y, por tanto, transmisible a
la descendencia. Este tipo de terapia génica sería la indicada para corregir
de forma definitiva las enfermedades congénitas, una vez que la técnica
sea eficaz y segura, situación que no parece darse en el momento actual.
La terapia génica de la linea germinal humana no ha sido practicada
debido a las limitaciones de la tecnología de manipulación de las células
germinales y a considerandos éticos, en especial el peligro de la
modificación del acervo genético de la especie humana, y el riesgo de
potenciación genética, que derivaría en prácticas de eugenesia por
selección artificial de genes que confiriesen caracteres ventajosos para el
individuo.

1.3 TERAPIA GÉNICA SOMÁTICA:

Aquella dirigida a modificar la dotación genética de células no germinales,


es decir, de las células somáticas o constituyentes del organismo. Por ello,
la modificación genética no puede transmitirse a la descendencia. Por
consenso general entre los investigadores y con la legislación actual,
basada en motivos éticos y de seguridad, solamente se llevan a cabo
protocolos clínicos en este tipo de terapia génica. En principio, la terapia
génica somática no ha sido motivo de reservas éticas, salvo las

6
relacionadas con su posible aplicación a la ingeniería genética de
potenciación, es decir, toda manipulación genética cuyo objetivo sea
potenciar algún carácter, como la altura, sin pretender tratar enfermedad
alguna.

Por otra parte, y en función de la estrategia aplicada, la terapia génica


también puede clasificarse en:

1.3.1 TERAPIA GÉNICA IN VIVO

Agrupa la técnicas en las que el material genético se introduce


directamente en las células del organismo, sin que se produzca su
extracción ni manipulación in vitro. La gran ventaja de las técnicas
in vivo sobre la terapia génica in vitro es su mayor sencillez. Sin
embargo, tienen el inconveniente de que el grado de control sobre
todo el proceso de transferencia es menor, la eficiencia global es
también menor (dado que no pueden amplificarse las células
transducidas) y, finalmente, es difícil conseguir un alto grado de
especificidad tisular.

1.3.2 TERAPIA GÉNICA EX VIVO


Comprende todos aquellos protocolos en los que las células a tratar
son extraídas del paciente, aisladas, crecidas en cultivo y
sometidas al proceso de transferencia in vitro. Una vez que se han
seleccionado las células que han sido efectivamente transducidas,
se expanden en cultivo y se introducen de nuevo en el paciente.
Sus principales ventajas son el permitir la elección del tipo de célula
a tratar, mantener un estrecho control sobre todo el proceso, y la
mayor eficacia de la transducción genética. Los problemas más
importantes de esta modalidad son la mayor complejidad y coste
de los protocolos, así como la imposibilidad de transducir aquellos
tejidos que no son susceptibles de crecer en cultivo; además, existe
siempre el riesgo inherente a la manipulación de las células en
cuanto a problemas de contaminación. En las últimas dos décadas
aproximadamente, los conceptos y la tecnología de la ingeniería
genética aplicados a la terapéutica han pasado desde la ciencia

7
ficción al inicio de su experimentación clínica. Esta tecnología ha
evolucionado rápidamente, y en la actualidad hay más de 200
protocolos de terapia génica en fase de ensayo clínico. Por ello, si
bien la terapia de fundamento genético se encuentra
mayoritariamente en fase de experimentación, estas técnicas se
incorporarán al arsenalterapéutico en un futuro nada lejano para su
uso clínico seguro y eficaz.

El farmacéutico debe conocerlas si quiere participar de forma activa


en el manejo y uso de la terapia génica, y contribuir con ello al
cuidado del paciente. En este contexto, deben señalarse los dos
aspectos fundamentales que previsiblemente determinarán la
participación del farmacéutico en esta terapéutica:

– Las especiales características de estos medicamentos en cuanto


a su obtención, estabilidad, conservación, dispensación,
administración, reacciones adversas y coste. Así, en la terapia in
vivo el producto podría suministrarse, como todo medicamento, en
un preparado listo para su uso ya que sería idéntico para todos los
pacientes que padeciesen la misma enfermedad; teóricamente, su
preparación respondería a los mismos criterios que la de los
medicamentos de origen biológico. La terapia ex vivo, sin embargo,
requiere del manejo de las células del enfermo y la preparación de
un producto específico, lo que podría ser abordado por un equipo
multidisciplinar a nivel del propio hospital o con la participación
externa de instituciones o sociedades de biotecnología.

– La previsible competitividad profesional por el manejo de estos


tratamientos entre farmacéuticos, bioquímicos, inmunólogos,
oncólogos y otros profesionales sanitarios. Es probable que la
formación de un equipo multidisciplinario constituya el modelo más
adecuado para garantizar el uso racional de la terapia génica. El
farmacéutico puede y debe participar en este grupo aportando sus
conocimientos y capacidades, particularmente en lo que se refiere
a formulación, estabilidad, administración de medicamentos,
farmacocinética, farmacoterapia y farmacovigilancia.
8
9
CAPITULO II
TRANSFERENCIA GÉNICA
2.1 DEFINICION

El problema de cómo hacer llegar un gen terapéutico a una célula diana


deficitaria de esa función es el mayor obstáculo de la transferencia génica,
más conocida por la expresión inglesa gene delivery. Este proceso es
particularmente difícil en la terapia génica in vivo, ya que los tejidos u
órganos diana, o los focos tumorales ocultos, no siempre son accesibles.

Para cualquier tipo de gene delivery se necesita un vector de transferencia


que transporte, proteja y transfiera el gen terapéutico de forma segura y
eficaz y que además le confiera la especificidad de alcanzar únicamente
a las células diana.

El vector es la clave del éxito de la terapia génica. Un virus es algo más


que un grupo de genes que se autorreplican cubiertos de una cobertura
con proteínas que le dan entrada específica a un tipo celular concreto.

Por ello, tradicionalmente, se ha aprovechado el cromosoma de virus


humanos con especificidad natural para determinados tejidos, después de
haber reemplazado algún segmento génico que le confiriera virulencia al
virus, por el gen terapéutico.

Actualmente también se están desarrollando otro tipo de vectores no


basados en virus. Esto se debe al peligro que encierra el desconocimiento
que tenemos sobre la posibilidad de recombinación de los vectores víricos
con virus endémicos latentes en el ser humano, y la posibilidad de generar

10
nuevos virus con capacidad infecciosa desconocida, tanto para el
paciente tratado como para el resto de la sociedad. Sobre todo con los
retrovirus, cuya capacidad de inserción en el cromosoma celular ha sido
vista en los últimos años como una gran ventaja para este tipo de terapias.

Inicialmente se deseaba que el objetivo de inserción del gen terapéutico


en el cromosoma celular fuese el lugar preciso de su versión defectuosa.
Esto es muy difícil de controlar y ahora sabemos que no es necesario, y
que el gen terapéutico se puede integrar y producir la proteína o ejercer
su función curativa desde otras localizaciones, ya sean dentro del
cromosoma o de forma extracromosomal, como es el caso de los
episomas o minicromosomas autónomos.

Los principales tipos de vectores son:

2.1.1 LOS RETROVIRUS

Los Retrovirus introducen sus genes de forma permanente en el


cromosoma de las células que invaden.

Una vez el retrovirus se ha integrado en el cromosoma, sus genes


se copian y se transfieren a todas las células descendientes de la
célula invadida.

Esta característica ha hecho de los retrovirus un candidato de


mucho interés científico y utilidad para la introducción de genes
terapéuticos en células madre o stem cells.

El problema de este tipo de virus, como ya se ha comentado, es


que son altamente promiscuos e inseguros, depositan sus genes
en muchos tipos celulares y son inútiles para la inserción de genes
en células que raramente se dividen, como las neuronas o las
células del músculo esquelético.

Además, la integración del cromosoma viral se produce en lugares


cromosómicos impredecibles, aumentando el riesgo de que la
propia integración altere lugares críticos donde residan genes de
control de la división celular, reparación del DNA o programación
de la muerte celular, pudiendo ser potencialmente oncogénicos.
11
La falta de especificidad de diana de los retrovirus se ha estudiado
con retrovirus quiméricos derivados de virus humanos y virus de
otras especies animales. Por ejemplo, la especificidad de infección
reside en las proteínas de la cubierta del virus, y éstas son
sustituibles en el cromosoma del virus. Así, se ha conseguido
sustituir una proteína de la cubierta del virus de la leucemia del
ratón (MLV) por la del virus de la estomatitis vesicular humana
(HVSV) y cambiar la especificidad del MLV por células humanas.

En la actualidad se están probando vectores basados en estas


quimeras víricas, sobre la base de que le MLV no produce
enfermedades conocidas en el hombre y que los niveles de
fabricación de proteína a partir de un gen terapéutico insertado en
su genoma pueden ser regulables y apropiados para su uso en
terapias. También se ha estudiado el virus de la inmunodeficiencia
humana VIH, retrovirus causante del SIDA, como un posible vector
de transferencia génica en células que no se dividen, como por
ejemplo en el cerebro, pero el peligro de que existan residuos
patogénicos del VIH u otros retroviruses está siendo evaluado con
suma cautela por la comunidad científica. El potencial infeccioso de
estos virus por mutagénesis, recombinación y replicación dentro del
orga nismo debe ser cuidadosamente evaluado antes de llevarlo a
la práctica como vector de terapia génica.

2.1.2 ADENOVIRUS

El adenovirus humano presenta un modelo de vector de


transferencia de notable seguridad, con un riesgo de enfermedad
asociada la terapia de, a lo sumo, un resfriado. Estos virus infectan
células humanas con mucha facilidad, y su potencial para su uso
como vectores de genes es muy alto debido a ello.

Además el adenovirus puede infectar células independientemente


de si están en división o no y los niveles in vivo de fabricación de
proteína a partir de un gen exógeno son muy elevados. Los
adenovirus raramente se integran en el cromosoma de las células

12
que invaden, aunque sí introducen sus genes en el núcleo de ésta.
Esto quiere decir que el gen terapéutico acaba desapareciendo y
con él su función terapéutica. Por otro lado, esta aparente
desventaja puede ser utilizada para tratamientos que requieran
transitoriedad, y repercute directamente en la seguridad del
tratamiento. Éste puede ser repetido con cierta periodicidad
convirtiendo a la enfermedad en una condición crónica sintomática,
y aunque se escape de lo que es estrictamente curativo, sí puede
ser una buena y segura solución para muchas enfermedades.

La mayor desventaja del uso de adenovirus en terapia génica es


que poseen una baja especificidad celular, lo que complica la
infección selectiva de células en procedimientos in vivo, y la
respuesta inmunológica que suscitan puede llegar a ser lo
suficientemente importante como para provocar la muerte de las
células infectadas por el vector.

Estos son dos de los campos en los que se está trabajando para
evitar estos problemas: la necesidad de derivar nuevos vectores
basados en adenovirus de donde se hayan desechado o alterado
los genes que provocan la respuesta

inmunológica.

2.1.3 VIRUS ASOCIADOS A LOS ADENOVIRUS

Los virus asociados al adenovirus no producen enfermedades


conocidas en el humano y no pueden replicarse en ausencia de un
virus coinfectante, por ejemplo un adenovirus. Son virus pequeños
y con poca capacidad de albergar grandes genes terapéuticos en
su interior, no obstante, pueden integrar susgenomas en el
cromosoma de la célula huésped y no inducen una respuesta
inmunitaria.

También poseen la capacidad de infectar neuronas, ya que su


pequeño tamaño le permite cruzar la barrera hematoencefálica.

13
Otros virus como el herpesvirus, el alfavirus o el poxvirus son
candidatos a vectores de transferencia. Por ejemplo, el virus herpes
simple ha demostrado ser útil en el transporte de genes hasta el
interior de las neuronas, y aunque no integre su ADN en el
cromosoma de la célula huésped, sí puede hacerlo permanecer en
forma de episoma en la neurona urante toda la vida de la célula.
Como los adenovirus, los herpesvirus que no han sido modificados
pueden ocasionar lesiones celulares e inducir respuestas
inmunológicas.

Si bien estos virus son en general muy prometedores para


proporcionar un vehículo de transferencia para genes exógenos no
se puede desestimar su capacidad de cambiar a formas nuevas
que induzcan enfermedades.

La ingeniería genética dedicada a la derivación de vectores para


terapia génica a partir de estos virus debe hacerlo con suma
precaución para evitar este tipo de cambios genéticos a priori
imprevisibles.

Para evitar este tipo de problemas, se han empezado a desarrollar


vectores de gene delivery no derivados de virus.

Estos son los liposomas y el ADN desnudo.

2.1.4 LIPOSOMAS

Para evitar los problemas inherentes a la toxicidad potencial de


virus humanos se han diseñado múltiples agentes sintéticos que
empaquetan el ADN de forma que éste pueda ser introducido en la
célula a la vez que lo protegen de su degradación tanto fuera como
en el interior de la célula. Los liposomas son “perlas” de lípidos que
contienen un ADN plasmídico en el que se encuentra el gen
terapéutico con todas las señales de secuencia necesarias para su
expresión en el destino celular de elección.

La transferencia a la célula se realiza por medio de la fusión entre


los lípidos del iposoma y los de la membrana celular.

14
El mayor problema de esta estrategia es la especificidad de las
células diana en terapias in vivo y la baja eficacia de la
transferencia.

La falta de especificidad está siendo corregida por la incorporación


de epítopos o pequeños polipéptidos en el revestimiento de estas
perlas lipídicas, para fusionarlas sólo en las células diana que
presenten moléculas receptoras específicas para estos
polipéptidos.

2.1.5 ADN DESNUDO

Esta estrategia supone la inyección directa de ADN sin ningún


revestimientolipídico o proteico en el interior de la célula. La
especificidad en protocolos in vivo sigue resultando un problema
aunque esta variante terapéutica ha sido utilizada con cierto éxito
en la inmunización contra enfermedades o contra ciertos tipos de
cáncer. El ADN desnudo posee la cantidad mínima de ADN para
evitar su degradación y pérdida durante la división celular,
quedando protegido en el interior de la célula por elementos que
permiten su replicación en cada división celular como si fuese un
minicromosoma Artificial.

15
CAPITULO III
MARCO ABIERTO DE LECTURA

3.1 DEFINICION
Marco abierto de lectura es una porción de una molécula de ADN que
cuando se traduce a los aminoácidos, no contiene codones de
terminación. El código genético lee secuencias de ADN en grupos de tres
pares de bases, esto significa que, en una molécula de ADN de doble
hebra, hay 6 posibles sentidos en los que pueden abrirse marcos de
lectura --tres en dirección hacia adelante y tres en reverso. Un marco
abierto de lectura larga es probable que sea parte de un gen.

3.2 LOS CROMOSOMAS HUMANOS


3.2.1 HERENCIA GENÉTICA

La herencia de los rasgos para los seres humanos se basan en el


modelo de herencia de Gregor Mendel. Mendel deduce que la
herencia depende de unidades discretas de la herencia, llamado
genes.

3.2.2 AUTOSÓMICO DOMINANTE

Los rasgos autosómicos se asocian con un único gen en un


autosoma (cromosoma no sexual). Se les llama "dominante"
porque un solo ejemplar heredado de cualquiera de los padres es
suficiente para causar la aparición de este rasgo. A menudo, esto

16
significa que uno de los padres también debe tener la misma
característica, a menos que ésta haya aparecido debido a una
nueva mutación.

3.2.3 HERENCIA AUTOSÓMICA RECESIVA

El carácter autosómico recesivo es un patrón de herencia de un


rasgo, enfermedad o trastorno que se transmite a través de las
familias. Para que un rasgo o enfermedad recesiva se manifieste,
dos copias del gen (o los genes) responsable de la aparición de ese
rasgo tienen que estar presentes en el genoma del individuo. Es
decir, debe heredarse un cromosoma con el gen portador de esa
característica tanto de la madre como del padre, dando como
resultado un genotipo con dos copias del gen responsable de la
aparición del rasgo. Se denomina herencia autosómica porque el
gen se encuentra en un cromosoma autosómico: un cromosoma no
sexual. Debido al hecho de que se necesitan dos copias de un gen
de la característica, muchas personas pueden, ser portadores de
una enfermedad. De un aspecto evolutivo, una enfermedad o rasgo
recesivo puede permanecer oculto durante varias generaciones
antes de mostrar el fenotipo.

3.2.4 HERENCIA LIGADA A X Y LIGADA A Y

El mapa genético del ser humano está conformado por 23 pares de


cromosomas, el par número 23 es el que determina el sexo, por
eso se le llama cromosoma sexual y al resto se les llama
cromosomas asexuales, el par de cromosomas número 23 está
representado por XY en el varón y XX en la mujer. El cromosoma
Y lo aporta el varón mientras que la mujer aporta cromosomas X,

Los genes ligados a X se encuentran en el cromosoma sexual X y,


tal como los genes autosómicos, tienen tipos recesivos y
dominantes. Los desórdenes recesivos ligados a X raramente son
vistos en mujeres y usualmente afectan únicamente a hombres.

17
Esto es debido a que los hombres heredan su cromosoma X (y
todos los genes ligados a X) de su madre. Los padres únicamente
pasan su cromosoma Y a sus hijos varones, así que ningún rasgo
ligado a X es pasado de padre a hijo. Las mujeres expresan
desórdenes ligados a X cuando son homocigotas se convierten en
portadoras cuando son heterocigotas.

Un desorden ligado a X es la Hemofilia A. La hemofilia es un


desorden en el cual la sangre no coagula eficientemente debido a
una deficiencia en el factor de coagulación VIII. La herencia
dominante ligada a X manifiesta el mismo fenotipo tanto en
heterocigotas como en homocigotas. Como se trata de herencia
ligada a X, habrá una falta de herencia hombre a hombre, lo que la
hace distinguible de la herencia autosómica. Un ejemplo de un
rasgo ligado a X es el síndrome de Coffin-Lowry, que es causado
por una mutación en un gen que codifica para una proteína
ribosomal. Esta mutación tiene como resultado anormalidades
óseas y craneofaciales, retraso mental y baja estatura.

Los cromosomas X en las mujeres sufren un proceso conocido


como inactivación de X, que es cuando uno de los dos cromosomas
X en una mujer es casi completamente desactivado. Es importante
que este proceso tenga lugar, ya que, de otra manera, las mujeres
producirían el doble de las proteínas codificadas por genes en el
cromosoma X. El mecanismo de inactivación de X ocurre durante
la etapa embrionaria. En personas con desórdenes como trisomía
X, en la cual el genotipo presenta tres cromosomas X, y se
desactivaran los cromosomas X hasta que sólo quede uno activo.

La herencia ligada a Y ocurre cuando un gen, rasgo o desorden se


transfiere a través del cromosoma Y. Como los cromosomas Y sólo
se encuentran en hombres, los rasgos ligados a Y sólo son
transmitidos de padre a hijo. El factor determinante de testículos,
que está localizado en el cromosoma Y, determina la masculinidad

18
de los individuos. Además de la masculinidad heredada del
cromosoma Y, no se conocen otras características ligadas a Y.

3.3 CÓDIGO GENÉTICO

El código genético son las instrucciones que le dicen a la célula cómo


hacer una proteína específica. A, T, C y G, son las "letras" del código del
ADN; representan los compuestos químicos adenina (A), timina (T),
citosina (C) y guanina (G), respectivamente, que constituyen las bases de
nucleótidos del ADN. El código para cada gen combina los cuatro
compuestos químicos de diferentes maneras para formar "palabras" de
tres letras las cuales especifican qué aminoácidos se necesitan en cada
paso de la síntesis de una proteína.

19
CAPITULO IV

3.4 ENFERMEDADES GENETICAS:

Los genes son los ladrillos de la herencia. Se pasan de padres a hijos. Los
genes contienen el ADN, las instrucciones para fabricar proteínas. Estas
son las que realizan la mayor parte de las funciones dentro de las células.
Las proteínas mueven moléculas de un lugar a otro, construyen
estructuras, descomponen toxinas y realizan otros tipos de tareas de
mantenimiento.

A veces, se produce una mutación, un cambio en un gen o en varios


genes. Esta mutación cambia las instrucciones para fabricar las proteínas
y esto hace que las proteínas no funcionen correctamente o falten. Esto
puede causar una enfermedad genética.

Usted puede heredar una mutación genética de uno o de ambos padres.


Pero también puede suceder durante su vida.

Hay tres tipos de enfermedades genéticas:

 Defectos monogenéticos, que afectan solo un gen


 Trastornos cromosómicos, donde los cromosomas (o parte de
cromosomas) faltan o cambian. Los cromosomas son las estructuras
que contienen nuestros genes. El síndrome de Down es un trastorno
cromosómico

20
 Multifactoriales, donde hay mutaciones en dos o más genes. En este
tipo, nuestro estilo de vida y medio ambiente influyen. El cáncer de
colon es un ejemplo

Causas

Hay varias causas posibles:

- Mutación, como por ejemplo muchos cánceres.

Trisomía de los cromosomas, como en el síndrome de Down, o


duplicación repetida de una parte del cromosoma, como en el síndrome
de cromosoma X frágil.

Deleción de una región de un cromosoma, como en el síndrome deleción


22q13, en que el extremo del brazo largo del cromosoma 22 está ausente,
o de un cromosoma completo, como el síndrome de Turner en el que falta
un cromosoma sexual.

Uno o más genes heredados de los padres; en este caso el trastorno se


llama enfermedad hereditaria. A menudo los padres están sanos, si son
portadores de un gen recesivo, como la fibrosis quística, aunque también
ocurren casos con defectos genéticos dominantes, como la
acondroplasia.

Consideraciones generales

Los 46 cromosomas humanos (22 pares de autosomas y 1 par de


cromosomas sexuales) entre los que albergan casi 3.000 millones de
pares de bases de ADN que contienen alrededor de 80.000 genes que
codifican proteínas. Las regiones que codifican ocupan menos del 5 % del
genoma (la función del resto del ADN permanece desconocida), teniendo
algunos cromosomas mayor densidad de genes que otros.

Uno de los mayores problemas es encontrar cómo los genes contribuyen


en el complejo patrón de la herencia de una enfermedad, como ejemplo
el caso de la diabetes, asma, cáncer y enfermedades mentales. En todos
estos casos, ningún gen tiene el potencial para determinar si una persona
padecerá o no la enfermedad.

21
Poco a poco se van conociendo algunas enfermedades cuya causa es la
alteración o mutación de todo o alguna región de un gen. Estas enfermedades
afectan generalmente a todas las células del cuerpo.

Unas de las enfermedades genéticas más común es el Síndrome Down. Esta


enfermedad se produce cuando hay error en la división de las células provoca
que haya 47 cromosomas, en lugar de 46.

Algunas enfermedades genética

Alteración Mutación Cromosoma Cariotipo

Síndrome de Angelman DCP 15

Enfermedad de Canavan P 17

Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth P 19

Daltonismo P X

Síndrome de Down C 21

Síndrome de Edwards C 18

Espina bífida P 1

Fenilcetonuria P 12

Fiebre mediterránea familiar MEFV 16 p13.3

Fibrosis quística P 7

22
Hemofilia P X

Síndrome de Ehlers-Danlos y Síndrome


P 1, 15, X
de Hiperlaxitud articular

Síndrome de Joubert

Síndrome de Klinefelter C X 47 XXY

Neurofibromatosis

Enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher

Síndrome de Patau C 13

Síndrome de Prader-Willi DC 15

Enfermedad de Tay-Sachs P 15

Síndrome de Turner C X

23
CAPITULO IV
INGENIERIA GENÉTICA EN TERAPIA GÉNICA
4.1 DISEÑO GENERAL

Para poder remplazar la función de un gen, o sea, volver a fabricar la


proteína que éste codifica en su contexto celular adecuado, normalmente
se utiliza una copia en ADN del mARN (llamada cADN) de esta proteína
clonado en el contexto de un vector de expresión. Este es un
“minicromosoma” circular cuyas características más importantes son que
es capaz de reconducir la fabricación de la proteína que nos interesa
dentro de un contexto celular correcto y que se puede cultivar fácilmente
en el laboratorio para producir cantidades suficientes para su utilización
en ensayos o terapias específicas.

Los vectores de expresión por lo general incluyen material genético


procedente de plásmidos (moléculas de ADN extracromosomales de
ciertas bacterias) y material genético procedente de virus eucariotas como
el virus vaccinia, el citomegalovirus, o más recientemente algún retrovirus.
El minigen de interés se posiciona tras un promotor activoen la célula
diana y a partir de la cual se comienza la transcripción a RNA y
posteriormente a proteína. Los promotores funcionan (empiezan a

24
transcribir) por la acción de los factores de transcripción propios de la
célula sin los cuales el minigen no podría expresarse.

Así podemos hablar de la utilización casi secuestrada de los mecanismos


naturales de una célula para producir la proteína deseada, algo que se
debe tener en cuenta para diseñar vectores de expresión que fabriquen la

proteína codificada por el minigen en el tipo celular diana, y no en otros


tejidos celulares donde la expresión de la misma proteínapudiese causar
problemas. Para ello es importante delimitar la especificidad tisular de la
región promotora que se incluye en el vector de expresión, es decir,
comprobar que responda a los factores de transcripción específicos del
tejido diana en el cual se debe expresar la proteína.

La medicina clásica ha abordado las enfermedades hereditarias tratando


las consecuencias biológicas de una mutación; el objetivo de la terapia
génica es corregir esa mutación y prevenir así sus consecuencias
biológicas. La mutación de un gen puede tener varios desenlaces:

1) la proteína deja de fabricarse,

2) la proteína se fabrica pero su función es nula o escasa,

3) la proteína se fabrica pero su función es excesiva.

Cualquiera de estas alteraciones puede resultar en un mal funcionamiento


de una célula y consecuentemente del tejido que utilizan el producto
génico normal, causando enfermedad. El método de transferencia del gen
terapéutico dependerá de los objetivos terapéuticos.

El enfoque terapéutico de los casos 1) y 2) citados, cuando la proteína en


un tejido específico deja de fabricarse, o se fabrica pero su función es
deficiente, comparten en cierto modo el diseño básico de reinserción de
un gen para el aporte continuo de su proteína en un tejido específico, o
corrección de la deficiencia de la proteína correspondiente. Esta es la
estrategia preferida para la terapia génica de enfermedades hereditarias
monogénicas del tipo de la hemofilia, fenilcetonuria o la deficiencia de
ADA (adenosin-desaminasa), todas ella provocadas por la falta de una
proteína debida a la mutación heredada de su gen correspondiente. En el
25
caso 3), cuando la función de la proteína es excesiva, el enfoque
terapéutico cambia, y el interés se centra en el silenciamiento de una
proteína fabricada desde un gen endógeno de la célula. En este caso la
estrategia se dirigirá a evitar la producción de una proteína celular, o a
provocar la muerte celular específica de la célula que contenga el gen
mutado. Esta categoría se puede ilustrar con las terapias génicas
experimentales para el tratamiento de enfermedades poligénicas, no
hereditarias, como algunos tipos de cáncer o enfermedades infecciosas
como el SIDA.

4.2 TERAPIA GÉNICA PARA LA CORRECCIÓN DE LA DEFICIENCIA EN


UNA PROTEÍNA

En el tipo de enfermedades causadas por la herencia de un único defecto


genético, las conocidas como enfermedades monogénicas, se necesitará
la introducción de un gen terapéutico normal que provea al tejido afectado
de un aporte continuo del producto de este gen. Para ello, los vectores
más indicados son los que integran su DNA, que incluye el promotor y el
gen terapéutico, en el cromosoma de la célula. Estos vectores son los
derivados de retrovirus o de virus asociados a adenovirus. No obstante se
han realizado ensayos con vectores cuya aportación del producto génico
en la célula afectada es transitoria, y basta con repetir la administración
del gen terapéutico de forma regular para obtener un efecto paliativo a
largo plazo. La inmunodeficiencia severa combinada (SCID) se debe a la
falta de la enzima adenosina-desaminasa por la mutación en su gen. Esta
condición afecta la función de los linfocitos B y T provocando un descenso
en la producción de anticuerpos y una deficiencia inmunológica. La SCID
puede debutar a partir de los dos primeros años de vida, condición que se
conoce como “niños burbuja” incapaces de desarrollar una respuesta
inmunitaria adecuada. Los ensayos de terapia génica con ADA
comenzaron en 1993 y han resultado tener bastante éxito. La estrategia
incluye la inserción ex vivo del gen ADA en médula ósea y la
reimplantación de la médula ósea en estos pacientes. El tratamiento de
trastornos hematológicos es conceptualmente más fácil ya que el gen
terapéutico se puede insertar en linfocitos o médula ósea de forma
26
relativamente sencilla, y el “tejido diana” se puede cultivar y seleccionar
en el laboratorio antes de su reimplantación. La inserción del gen del
Factor VIII en células sanguíneas de pacientes con hemofilia también se
ha llevado a cabo con cierto éxito por la misma razón de facilidad de
manipulación del órgano diana. Esto no es así en el caso de otros tejidos,
que no pueden tratarse ex vivo, y por ello el gene delivery supone uno de
los mayores obstáculos para la terapia génica. Se han realizado varios
ensayos para la reinserción del gen de la distrofina en células musculares.
La ausencia o el mal funcionamiento de la distrofina provoca la distrofia
muscular progresiva pseudohipertrófica de los tipos Duchenne y Becker.
En este caso, se ha demostrado que el gen terapéutico de la distrofina se
puede insertar en el músculo cardiaco y esquelético de ratones knock-out,
a los que se les había mutado previamente su gen endógeno de la
distrofina. Estos estudios en animales se realizaron mediante la inyección
intravenosa de adenovirus recombinantes que contenían una versión
corregida del gen de la distrofina, sugiriendo que este tipo de protocolo
puede llegar a ser aplicable en humanos.

4.3 TERAPIA GÉNICA PARA LA CORRECCIÓN DEL EXCESO DE


FUNCIÓN DE UNA PROTEÍNA

La mayoría de las patologías que nos afectan están debidas a la acción


de más de un gen, empezando por las enfermedades infecciosas y
acabando por las enfermedades neoplásicas. En particular estas últimas,
27
el cáncer, es un modelo de enfermedad poligénica de gran interés y que
está siendo ampliamente investigado desde el punto de vista molecular
desde hace más de una década. El cáncer es consecuencia de daños
genéticos acumulados desde el nacimiento que provoca el crecimiento
descontrolado de una célula. Este crecimiento o división incontrolada
puede ser debida al fallo de tres mecanismos básicos. Un fallo en la
división celular, un fallo en la regulación de la muerte celular programada
o apoptosis, y un fallo en los sistemas propios de la reparación de errores
o mutaciones de la célula. El primer caso lleva a una célula a perder el
control de su división, regulada por un centenar de genes y da lugar a un
foco tumoral en cualquiera de los tejidos donde se produjo la primera
mutación y a partir de la cual se genera la neoplasia. En el segundo caso,
lo que falla es la muerte de la célula. Toda célula tiene un programa de
vida, y es tan malo dividirse en exceso como no morirse. El resultado es
la producción de una estirpe celular inmortal. La muerte celular
programada, conocida como apoptosis está también controlada por un
centenar de genes; un fallo en uno de ellos puede dar lugar a la formación
de un tumor. Por último, cualquier mutación que afecte a los sistemas de
reparación del ADN, hará que se incorporen más errores en el cromosoma
de la célula, y a la larga afectará a las vías de transformación neoplásica
citadas anteriormente. El fallo en los mecanismos de reparación del ADN
genera unas células con alta capacidad de mutación que con el tiempo
repercute en la distorsión del control de la división celular y de la
apoptosis. En el caso de la mutación que afecta la división celular, se
puede poner por ejemplo la mutación en tres posiciones concretas de la
molécula ras. El ras es un transmisor de señal que dice al núcleo celular
cuando debe comenzar la división. La mutación del gen ras produce una
señal errónea que indica al núcleo celular que se divida,
independientemente de la necesidad de la célu la de dividirse. Es como si
un interruptor se quedara atascado en la posición de encendido y siempre
enviara la señal de división al núcleo (ver esquema en la figura 7). En
estos casos, la terapia génica consiste en interrumpir esa señal, y para
ello, una diana de actuación clara es la de evitar que el mensaje del gen
mutado llegue a traducirse a proteína. Para ello, el “gen terapéutico” será

28
una copia complementaria del mensaje mutado que produce el gen
endógeno de la célula, y que hibridará con éste para neutralizarlo, o
desnaturalizarlo si se utilizan ribozimas, lo que se conoce como estrategia
antisentido (antisense). Desgraciadamente, estos ensayos de terapia
génica sólo son efectivos con células en cultivo. En terapias in vivo, parece
más económico hacer llegar un gen letal a unas células específicas, en
este caso un grupo de células neoplásicas, para solucionar el problema.
Se están actualmente evaluando varias propuestas de terapias génicas
en las que la célula cancerosa produzca sustancias tóxicas para ella
misma, un aumento de la respuesta inmunológica, o inhiban el suministro
de sangre a los tumores (ver Carreras y cols. Vol. 1 de esta publicación).
La fabricación de anticuerpos intracelulares que bloquean la proteína
anómala o proteínas antagónicas que inhiban específicamente la
interacción de una proteína mutada son también estrategias interesantes
para la inhibición de un exceso de función de una proteína endógena tal y
como se ilustra en la figura 9. Los obstáculos que supone la terapia génica
en estos casos son los propios de la regulación precisa de la expresión en
la célula de un gen foráneo. El gen endógeno tiene un control muy preciso
de su expresión. Las células deben producir la proteína en cantidad justa
en el momento adecuado, lo cual no es siempre fácil. Bien los genes no
llegan en los pacientes a un número suficiente de células adecuadas, o
funcionan mal, y a veces se opta por la actividad génica transitoria, la
estimulación de sistema inmune contra células cancerosas o agentes
infecciosos. Para ello, los vehículos no integrativos del tipo adenovirus,
liposomas o ADN desnudo pueden ser de gran utilidad.

29
CONCLUSION
Transferir un gen del virus VIH, para así estimular la respuesta inmune del
paciente en cuanto dicho gen sea expresado.

Introducir genes de inhibidores celulares de la replicación vírica (interferón-a) en


líneas celulares de linfocitos T y monocitos, y con la subsiguiente inhibición de la
producción de VIH.

Transferir genes de proteínas mutantes del VIH,las cuales compiten con las
proteínas víricas nativas,dificultando el ensamblaje del virus o inhibiendo su
replicación.

Secuestrar proteínas víricas reguladoras mediante señuelos de


ARN,sobreexpresados en la célula a partir de genes transferidos, los cuales
impiden la unión de estas proteínas a sus verdaderos puntos de acción

30
BIBLIOGRAFIA

1.-Lazo PA.Terapia génica humana:tendencias y problemas. Med Clín (Barc)


1996; 106:469-476.

2. Novelli G, Gruenert DC. Genome medicine: gene therapy for the


millennium.Pharmacogenomics 2002; 3:15-18.

3. Putnam DA. Antisense strategies and therapeutic applications.Am J Health-


Syst Pharm 1996;53:151-160.

4. Noell DL, Yiu IM. Human gene therapy for hereditary diseases: a review of
trials. Am J Health Syst Pharm 1998; 55:899-904.

5. Walsh CE. Gene therapy for the hemophilias. Curr Opin Pediatr 2002; 14:12-
16.

6. Escrig E, Aliño SF. Terapia génica del cáncer. Farm Clin 1997; 14:259-269.

7. Curiel DT,Gerritsen WR,Krul MR.Progress in cáncer gene therapy. Cancer


Gene Ther. 2000; 7:1197-1199.

8. Banerjee D, Bertino JR. Myeloprotection with drugresistance genes. Lancet


Oncol 2002; 3:154-158.

9. Wadhwa PD, Zielske SP, Roth JC y Cols. Cancer gene therapy:scientific


basis.Annu Rev Med 2002;53:437- 452.

10.Statham S,Morgan RA.Gene therapy clinical trials for HIV. Curr Opin Mol Ther.
1999; 1: 430-436.

31

You might also like