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CUADERNOS DE

ARTÍCULO
MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE
REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

¿Existe un perfil característico de psicopatología de


la personalidad en pedofilia?
Does exists a characteristic profile of personality psychopathology in
pedophilia?
Juan Antonio Becerra-García
Recibido: 19/03/12
Aceptado: 02/01/13

Resumen
La pedofilia se puede definir como la atracción sexual de un adulto hacia un niño, el DSM-
IV-TR la incluye dentro del apartado de los trastornos sexuales. Las personas que presentan este
trastorno muestran variabilidad en diferentes características, entre ellas la presencia de trastor-
nos y rasgos patológicos de personalidad. El objetivo del trabajo es revisar estudios publicados
en la última década sobre la patología de la personalidad en pedofilia para hacer una síntesis
de sus hallazgos. El trabajo evidencia que aunque existen estudios que muestran en pedófilos
unos rasgos y unos trastornos de personalidad predominantes, es difícil presentar unos rasgos
que sean característicos de este grupo, debido a que la mayoría de estudios son poco concluyen-
tes, al reducido volumen de trabajos y a la necesidad de controlar otras variables.

Pal abras cl av e: Pedofilia. Psicopatología. Personalidad. Revisión.

Summary
Pedophilia is defined as the sexual attraction of an adult towards a child; the DSM-IV-TR
includes it in the section on sexual disorders. People with this disorder show variability in diffe-
rent traits, including the presence of disorders and pathological personality traits. The aim of
this study is to review studies published in the last decade on the pathology of pedophilia perso-
nality for to make a summary of their findings. The work shows that although there are studies
that show in pedophiles some predominates traits, and personality disorders, is difficult to pre-
sent some features that are characteristic of this group. Because the most studies are inconclu-
sive, the low volume of investigations and the need to control other variables.

Key wo rds : Pedophilia. Psychopathology. Personality. Review.

Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico.


Departamento de Psicología. Universidad de Jaén.
Co rres po ndenci a: Dr. D. Juan Antonio Becerra García
Universidad de Jaén. Departamento de Psicología.
Campus Las Lagunillas s/n, Edificio C5
23071 Jaén, España.
E-mail: jbecerra@ujaen.es

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INTRODUCCIÓN En cuanto a variables de personalidad, diferen-
tes trabajos también recogen la dificultad de en-
Pederastia y pedofilia son los dos términos que contrar unos rasgos característicos o comunes de
se relacionan con los agresores implicados en accio- este tipo de patología. Así, varios autores han en-
nes o delitos sexuales con menores. Aunque, desde contrado evidencia de trastornos y rasgos psicopa-
el punto de vista clínico, el DSM-IV-TR (American tológicos en esta población. Algunos de estos son
Psychiatric Association, 2002) sólo utiliza el tér- el trastorno psicopático (Hambridge, 1994) en hom-
mino de pedofilia. Esta patología se incluye dentro bres pedófilos. Rasgos de personalidad con domi-
del apartado de los trastornos sexuales, compartien- nancia de signos de conducta pasiva-dependiente
do capítulo con el resto de las parafilias. La gama de (Moller y Bier, 1994; Moller y Bier, 1995). Tras-
actos sexuales que los pedófilos pueden realizar con tornos de personalidad narcisista, visión distorsiona-
los niños es amplia. Puede ir desde actividades co- da de los otros y necesidades primitivas de depen-
mo el exhibicionismo, o el voyeurismo, a otras co- dencia en pedófilos encarcelados (Bridges, Wilson y
mo realizar caricias, frotar sus genitales contra un Gacono, 1998). Mientras que otros, no encuentran
niño, masturbación en presencia de estos, sexo oral suficiente evidencia de una psicopatología especí-
y penetración anal o vaginal. (American Psychiatric fica y claramente definible, por lo que definen a
Association, 2002; Murray, 2000). Aunque general- los pedófilos como personas generalmente “nor-
mente estas personas no usan la fuerza para implicar males” pero muy hábiles para planear su conducta
a los niños en actividades sexuales sino que usan delictiva y negar su existencia (Glaser, 1998); y
varias formas de manipulación psíquica y desensibi- que muestran una inhabilidad para ver su actividad
lización (progresión de tocamientos de inocuos a sexual como necesaria de tratamiento, además de una
inapropiados, mostrando pornografía a los niños), resistencia a cambiar esta conducta (Johnston, French,
justificando sus comportamientos como actos con Schouweiler y Johnston, 1992; Gillespie, 1993).
valor educativo para los niños o actos de los que el Teniendo en cuenta la relevancia del tema de la
niño obtendría placer (American Psychiatric Associa- pedofilia, agresión y abuso a menores y la difi-
tion, 2002; Cohen, McGeoch, Gans, Nikiforov, cultad de encontrar rasgos de personalidad caracte-
Cullen y Galynker, 2002). rísticos, se pretende realizar una aproximación
Hay que tener en cuenta que no todas las per- actualizada a la patología de la personalidad en
sonas con pedofilia son iguales en sus preferen- pedofilia, ya que dentro del estudio de la persona-
cias, edad de inicio, ni actúan con las mismas es- lidad en esta muestra, las investigaciones más nu-
trategias. Mientras que unos son violentos, otros merosas son las referentes a rasgos patológicos de
son seductores de niños. Unos prefieren a los ni- la personalidad y a los trastornos de personalidad
ños y otros prefieren a niñas, unos a niños de me- comórbidos.
nos edad y otros a niños algo mayores (Eisenman, El objetivo del presente trabajo es revisar los
1993). Aunque su curso es habitualmente crónico estudios publicados en la última década sobre la
a partir de su inicio (Dickey, Nussbaum, Chevo- patología de la personalidad en estas personas para
lleau, y Davidson, 2002) y la atracción sexual ha- hacer una síntesis de los principales y más recientes
cia los niños empieza en la pubertad y adolescen- hallazgos sobre la patología de la personalidad, pre-
cia, muchos pedófilos también pueden desarro- sente en las personas que comparten el diagnóstico
llarla a edades adultas (American Psychiatric Asso- de pedofilia, que se han clasificado como tales o que
ciation, 2002; Freund y Kuban, 1993; Murray, han cometido delitos sexuales contra menores.
2000). Estos datos se pueden tomar como una
muestra de la gran variabilidad de características
MÉTODO
que existe entre personas que comparten un diag-
nóstico de pedofilia. Debido al gran interés social
que suscita este tema, se han realizado estudios Revisión bibliográfica
que han intentado hacer una aproximación a dife- La búsqueda de los trabajos se realizó en dife-
rentes características psicológicas que pudieran rentes bases de datos. Las bases de datos emplea-
estar relacionadas con esta patología. das fueron Pubmed y JSTOR. Se introdujo una res-

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tricción en los años de búsqueda del año 2000 al se estudiaba en pedófilos variables de personali-
año 2011, ya que el objetivo era revisar los ha- dad, medidas mediante diferentes instrumentos
llazgos de la última década. Los términos emplea- psicométricos y/o trastornos de la personalidad,
dos para la búsqueda fueron: “pedophilia” y “perso- según criterios DSM. Los trabajos seleccionados
nality”. Estos términos eran amplios para obtener se pueden incluir en diferentes grupos, tal y como
cualquier tipo de trabajo relacionado con rasgos puede verse en la tabla 1.
patológicos o trastornos de personalidad. Los tér- Puede observarse que el mayor volumen de tra-
minos de búsqueda se limitaron al título, resumen bajos realizados, en la última década, sobre la per-
y palabras clave. sonalidad de los pedófilos se centra en: 1) aproxi -
maciones dimensionales de rasgos patológicos de
Criterios de inclusión personalidad, y 2) en el estudio de la psicopatía y
1) Trabajos en los que se analizaban variables los trastornos clínicos de personalidad. Los prin-
referentes a patología de la personalidad de forma cipales resultados obtenidos por los diferentes tra-
específica en el grupo de interés. Se requería, que bajos se describen a continuación de forma gene-
estudiaran trastornos de personalidad o que emplea- ral, agrupados en las diferentes temáticas descritas
ran como variable dependiente o independiente los en la tabla.
rasgos patológicos de personalidad, bien para
comparar a pedófilos con otros grupos (grupo con- Estudios dimensionales de la personalidad
trol, agresores sexuales y delincuentes en general), Dentro de este grupo, varios estudios utilizan
o bien para ponerlas en relación con otras caracte- el Inventario Multifásico de Personalidad de Mi-
rísticas psicológicas del grupo de interés. nnesota (MMPI; Minnesota Multiphasic Persona-
2) Trabajos que aportasen datos empíricos ori- lity Inventory), una prueba para la identificación
ginales, descartando trabajos teóricos previos y de perfil de rasgos patológicos de personalidad, y
estudios de caso único. cubre áreas como la salud general, la salud afec-
tiva, síntomas neurológico-motores, actitudes sexua-
Procedimiento les, sociales y políticas, aspectos educativos, ocupa-
cionales, familiares y maritales, y manifestaciones
Una vez recuperados todos los trabajos, se pro- de conductas neuróticas y psicóticas. En dicha prue-
cedió a su revisión con el objetivo de analizar cuá- ba los pedófilos mostraron mayores puntuaciones
les cumplían los criterios de inclusión, los cuales en la Escala de Incoherencia, en la escala de des-
fueron revisados de forma, con el objetivo de ex- viación psicopática, escala de paranoia y en la es-
traer la información pertinente. cala de esquizofrenia y obsesividad (Curnoe y Lan-
gevin, 2002; Kruger y Schiffer, 2011).
Codificación de los resultados Por las características patológicas de la perso-
De cada uno de los trabajos se extraía la si- nalidad que presentan estas personas, utilizan unos
guiente información: a) Autor/es y año de publi- mecanismos afrontamiento menos maduros que
cación; b) Muestra utilizada y grupos; c) Pruebas las personas integrantes del grupo control y se
de evaluación de las variables o rasgos de perso- observa en ellos un estilo afrontamiento, donde
nalidad (se recogían datos sobre los cuestionarios, predomina el uso de la disociación, el desplazamien-
entrevistas, etc., utilizados para medir las varia- to, la negación, las fantasías autísticas, la esci-
bles de interés); d) Principales hallazgos obteni- sión o división de objeto, el comportamiento im-
dos (se extraían los principales resultados aporta- pulsivo o acting out, la agresión pasiva o compor-
dos por el trabajo). tamiento pasivo-agresivo. Mientras que utilizan
en menor medida la racionalización y la intelec-
tualización (Drapeau, Beretta, de Roten, Koerner
RESULTADOS y Despland, 2008).
Kruger y Schiffer (2011), utilizando el Inventario
El grupo final de trabajos seleccionados quedó Multifásico de Sexualidad (MSI; Multiphasic Sex
formado por un total de 14 artículos, en los que Inventory), una prueba que explora la deseabilidad

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Tabl a 1
Pri nci pal es g rupo s de es tudi o s s o bre pers o nal i dad en pedo fi l i a real i zado s en l a úl ti ma
década, pruebas uti l i zadas , número y po rcentaje po r g rupo dentro del to tal de l a rev i s i ó n

Grupos de Estudios Pruebas Trabajos incluidos N (%)


Dimensionales MMPI - Craissati, McClurg y Browne (2002) 5 (35,7%)
MSI - Curnoe y Langevin (2002)
NEO-PI - Drapeau, Beretta, de Roten, Koerner
y Despland (2008)
- Egan, Kavanagh y Blair (2005)
- Kruger y Schiffer (2011)
Psicopatía y PCL-R, - Cohen, McGeoch, Watras-Gans, 4 (28,5%)
violencia TCI, Acker, Poznansky et al. (2002)
DAPI-Q - Gacono, Meloy y Bridges (2000)
- Rosenberg, Abell y Mackie (2005)
- van Wijk, van Horn, Bullens,
Bijleveld, Doreleijers (2005)
Patología DSM-IV - Bogaerts, Daalder, Vanheule, 3 (21,5%)
ADP-IV Desmet, Leeuw (2008)
- Bogaerts, Vanheule y Desmet (2006)
- Cohen y Galynker (2002)
Dimensionales- DSM-IV - Cohen, McGeoch, Watras-Gans, 2 (14,3%)
Patología MCMI-II Acker, Poznansky et al. (2002).
TCI, - Cohen, Nikiforov, Gans, Poznansky,
DAPI-Q McGeoch et al. (2002)
ADP-IV: Assessment of DSM-IV Personality Disorders; DAPI-Q: Dimensional Assessment of Personality
Impairment-Questionnaire; DSM: Criterios DSM-IV para trastornos de personalidad; MCMI-II: Millon
Clinical Multiaxial Inventory-II; MMPI: Minnesota Multiphasic Personality Inventory; MSI: Multiphasic
Sex Inventory; NEO-PI: NEO Personality Inventory; PCL-R: Psychopathy Checklist-Revised; TCI:
Temperament and Character Inventory; N (%): Número (y porcentaje) de estudios por grupo.

social, los rasgos de personalidad obsesivos, el grado que aquellos pedófilos que no habían sufrido abu-
de mentira, las distorsiones cognitivas, las justifica- sos o agresiones sexuales en su infancia (Craissati,
ciones, el nivel de pedofilia, exhibicionismo y de McClurg y Browne, 2002).
otras parafilias, encontraron que los pedófilos mos- El estudio realizado por Egan, Kavanagh y Blair
traban, en comparación con los controles, mayores (2005), muestra que el sufrimiento emocional de
signos de obsesión y disfunción sexual. los pedófilos se relaciona con un mayor rasgo de
En cuanto a si habían sido victimizados en la Neuroticismo y una menor Extraversión (median-
infancia, los delincuentes pedófilos que habían te el NEO-PI; NEO Personality Inventory), mien-
sido victimizados sexualmente en la infancia tras que las distorsiones cognitivas sobre la sexua-
mostraban niveles más altos de hostilidad, disfun- lidad infantil que presentan estas personas se rela-
ción sexual (como mayor presencia de obsesiones ciona con una mayor presencia de rasgos obsesivos.
sexuales, mayor número de distorsiones cogniti- Estas relaciones eran independientes de si se había
vas sobre la sexualidad de los niños y mayor respondido o no de forma socialmente deseable,
número de agresiones sexuales a niños), malestar variable de influencia que fue controlada en este
personal y una menor empatía hacia las víctimas trabajo.

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Estudios basados en rasgos de psicopatía y nos afectivos, trastornos por consumo de sustan-
nivel de violencia cias, trastornos del control de impulsos y otras
Este grupo de estudios recoge otra aproxima- parafilias (Cohen y Galynker, 2002; Bogaerts,
ción a la personalidad de los pedófilos, la centrada Daalder, Vanheule, Desmet, Leeuw, 2008) encuen-
en la investigación de rasgos psicopáticos, impul- tran al comparar diferentes grupos de agresores
sivos y su relación con el nivel de violencia mos- sexuales, utilizando la ADP-IV para evaluar la
trado por estas personas. Rosenberg, Abell y Mac- presencia de trastornos de personalidad, que los
kie (2005) examinan la relación entre psicopatía delincuentes que cumplían los criterios diagnósti-
(mediante el PCL-R; Psychopathy Checklist-Re- cos DSM para la pedofilia, mostraban mayores
vised) y el tipo de delito sexual cometido (delitos puntuaciones para los trastornos de personalidad
extrafamiliares y familiares cometidos con niños borderline, histriónico y obsesivo-compulsivo. La
del mismo y distinto sexo), y encuentran que úni- diferencia entre pedófilos y otros agresores sexua-
camente aquellos que emplearon violencia en el les en el trastorno de personalidad obsesivo-com-
delito, que habían cometido más recientemente, pulsivo, fue la más fuerte de las tres.
mostraban un mayor nivel de psicopatía que aque- Por último, algunos autores han puesto en
llos que no habían utilizado la violencia física. relación los trastornos de personalidad y los estilos
Los pedófilos no violentos, en comparación con de apego mostrados por los pedófilos. Bogaerts,
delincuentes psicópatas no sexuales y homicidas Vanheule y Desmet (2006) han encontrado evi-
sexuales, muestran un menor estilo acting-out o dencias de que los pederastas experimentan un
comportamiento impulsivo, mayor rigidez cogni- estilo de apego menos seguro (muestran en ma-
tiva e inhabilidad para satisfacer sus necesidades yor medida estilos de apego inseguros como los
(Gacono, Meloy y Bridges, 2000). estilos de apego Evitativo y Ansioso-Ambiva-
Los estudios que han pretendido estudiar la pe- lente) en la niñez y en la edad adulta, si se le
dofilia como un trastorno caracterizado por la im- compara con personas de un grupo control. En
pulsividad y la agresividad, han encontrado un pre- este trabajo, estos autores también exploran la
dominio de rasgos impulsivos en esta muestra. presencia de trastornos de personalidad en pederas-
En concreto se evidencia una mayor presencia de tas que mostraban apego seguro e inseguro.
rasgos de inhibición, pasivo-agresividad y de evi- Utilizando la Evaluación de los Trastornos de
tación del peligro (Cohen, McGeoch, Watras-Gans, Personalidad del DSM-IV (ADP-IV; Assessment
of DSM-IV Personality Disorders) encuentran que
Acker, Poznansky, Cullen, et al. 2002). En otras in-
los pederastas con apego seguro presentaban me-
vestigaciones, al comparar a delincuentes pedófi-
nos trastornos de la personalidad (trastornos como
los con otros grupos de delincuentes violentos y
el paranoide, esquizoide, esquizotípico, boderline,
no violentos, los pedófilos muestran mayores ni-
pasivo, dependiente, depresivo y pasivo-agresi-
veles de neuroticismo, mientras que los delincuen-
vo), que aquellos que habían experimentado un
tes no sexuales violentos son los que muestran
estilo de apego inseguro. El trastorno de persona-
puntuaciones más altas en extraversión e impul-
lidad esquizoide mostró una contribución signifi-
sividad (van Wijk, van Horn, Bullens, Bijleveld,
cativa a la predicción de los pederastas que mos-
Doreleijers, 2005).
traban estilos de apego inseguros.
Estudios sobre patología de la personalidad Estudios que combinan la aproximación
En cuanto al estudio de los trastornos de perso- dimensional y patológica
nalidad presentes en la pedofilia, algunos autores Dentro de este grupo de estudios, merece la pe-
encuentran que son más frecuentes en estas perso- na comentar con mayor detenimiento el realizado
nas los trastornos de personalidad incluidos en el por Cohen, McGeoch, Watras-Gans, Acker, Poz-
grupo B (antisociales) y los trastornos incluidos nansky, Cullen, et al. (2002). Los autores estu-
en el grupo C. Otras características comórbidas dian en sujetos diagnosticados de pedofilia, me-
halladas en pedofilia son unas altas tasas de tras- diante criterios DSM, diferentes variables y carac-
tornos del eje I, principalmente presentan trastor- terísticas patológicas de la personalidad utilizando

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tres inventarios distintos. Utilizando el Inventario minación, aspectos cognitivos del deseo e inhibi-
Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II; Millon ción) se ven influenciadas por la presencia de pa-
Clinical Multiaxial Inventory-II, una prueba que tología de la personalidad y mayores distorsiones
incluye escalas básicas y patológicas de persona- cognitivas sobre la sexualidad de los niños.
lidad y escalas de síndromes moderados y graves
con el objetivo de evaluar trastornos de personali-
dad y trastornos y síndromes del eje I), obtienen CONCLUSIONES
que los pedófilos mostraron mayores puntuacio-
nes en las escalas Evitativa, Autodestructiva, Pa- Los resultados obtenidos por los diferentes tra-
sivo-Agresiva, Antisocial, también en las tres es- bajos consultados, muestran que en pedófilos pre-
calas del grupo A y en las escalas de Trastornos dominan los rasgos de personalidad obsesivos (Cur-
de Pensamiento y Trastorno Delirante. Otra de las noe y Langevin, 2002; Egan et al., 2005; Kruger
pruebas que usan es el Cuestionario de Evalua- y Schiffer, 2011), característicos del trastorno ob-
ción Dimensional del Deterioro de Personalidad sesivo-compulsivo de la personalidad y de los
(DAPI-Q; Dimensional Assessment of Persona- trastornos incluidos en el grupo C (grupo de tras-
lity Impairment-Questionnaire, que mide el dete- tornos de personalidad para sujetos ansioso y te-
rioro de la personalidad en diferentes grupos de merosos). En relación con esto, se ha visto que la
funciones como son la regulación del afecto, de la mayoría de trastornos de personalidad que presenta
acción, de la cognición, de la auto-organización y este grupo, son trastornos del grupo C y B, se-
del funcionamiento interpersonal-social), en esta guidos por los trastornos incluidos en el grupo A
medida los pedófilos muestran un mayor deterioro (Cohen, Nikiforov, Gans et al., 2002; Cohen,
en la regulación de su autofuncionamiento (auto- McGeoch, Watras-Gans, 2002). Específicamente
estima, asertividad, inhibición), de su funcionamien- los trabajos que comparan diferentes grupos de
to interpersonal y social (dependencia, empatía, agresores sexuales, encuentran que los agresores
actitud y conducta social), de sus cogniciones diagnosticados de pedofilia mostraban en mayor
(pruebas de realidad y gestión de la información medida los trastornos de personalidad obsesivo-
emocional) y sus acciones (control de impulsos y compulsivo, borderline e histriónico, siendo la
tener iniciativa). En la última medida que utili- diferencia más fuerte la mostrada en el trastorno
zan, el Inventario de Temperamento y Carácter obsesivo-compulsivo de la personalidad (Bogaerts
(TCI; Temperament and Character Inventory, que et al., 2008). Se puede decir que lo obtenido, por
mide la capacidad de ampliar la experiencia de la los estudios sobre rasgos patológico de la perso-
persona más allá de uno mismo e incorporarla a nalidad y estudio de trastornos de personalidad,
un realidad más amplia) los pedófilos mostraron apoya la idea de que este es un grupo caracterizado
mayor puntuación en auto-transcendencia. por la patología obsesivo-compulsiva de la perso-
Estos mismos autores han propuesto un mo- nalidad. Además, estos rasgos obsesivos es una
delo psicobiológico de la pedofilia (Cohen, Ni- característica de relevancia en el nivel de distor-
kiforov, Gans, Poznansky, McGeoch, Weaver, et siones cognitivas sobre la sexualidad que presenta
al. 2002), en el que postulan que alteraciones neu- este grupo de delincuentes, distorsiones que son
rológicas en las áreas temporales y frontales me- de gran importancia en el inicio y mantenimiento
dian en las desviaciones de la conducta sexual (al- del trastorno. Ambas variables, rasgos obsesivos
teraciones en la excitación, discriminación se- y distorsiones cognitivas, influyen en nivel de des-
xual, en los aspectos cognitivos del deseo y la viación en la conducta sexual de estas personas
inhibición conductual sexual inadecuada). En este (Cohen et al., 2002). En cuanto a otros rasgos
trabajo utilizan también el MCMI-II, DAPI-Q y estudiados, varios trabajos encuentran resultados
TCI, encuentran una fuerte evidencia de patología que están en la misma dirección. Los pedófilos
de la personalidad en pedófilos (falta de asertivi- presentan un mayor nivel del rasgo de Neuro-
dad, elevada sociopatía y presencia de distorsiones ticismo y un menor nivel de Extraversión, en
cognitivas) y hallan que las desviaciones en la con- comparación con otros grupos (Egan et al., 2005;
ducta sexual (alteraciones de la excitación, discri- van Wijk et al., 2005). Estos resultados nos per-

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mitirían caracterizar a esta muestra como más de apego que se relacionan con el desarrollo de
inestables emocionalmente y más introvertidos, trastornos de personalidad (Bogaerts et al., 2006).
con intereses emocionales más dirigidos a su En pedófilos victimizados en la infancia, se han
mundo interior. hallado niveles más altos de hostilidad y mayor
En relación a otros dominios de personalidad presencia de obsesiones sexuales y mayor número
estudiados, los trabajos muestran resultados que de distorsiones cognitivas sobre la sexualidad (Crai-
no son concluyentes para caracterizar claramente a ssati et al., 2002); podría indicar que la victimiza-
este grupo. Diferentes estudios consultados infor- ción en etapas iniciales de la formación de la per-
man de que los pedófilos no muestran rasgos ca- sonalidad, influiría en el desarrollo de rasgos ob-
racterísticos de impulsividad, respecto a los gru- sesivos, distorsiones cognitivas y nivel de hostilidad.
pos con los que se les ha comparado (van Wijk et Teniendo en cuenta estos últimos grupos de
al., 2005), lo que está en consonancia con la pre- estudios descritos, se puede decir que es difícil
meditación que se produce en la mayoría de deli- presentar un modelo de patología de la personali-
tos sexuales cometidos contra niños. Entre el 70 dad característico para la pedofilia, debido a la
al 85% de los delitos sexuales cometidos contra gran variabilidad que existe en la mayoría de los
niños son premeditados, lo que parece estar a fa- estudios consultados. Aunque hay rasgos, como
vor de la no presencia de rasgos impulsivos pato- por ejemplo los obsesivos, que parecen ser predo-
lógicos que lleven al pedófilo a tener problemas minantes en esta muestra, el reducido volumen de
en el control de su conducta sexual, aunque es fre- trabajos requiere de un mayor desarrollo empírico.
cuente que los pedófilos informen sobre estos pro- Las alteraciones halladas en variables de persona-
blemas, parece no ser así. Aunque en contra, algu- lidad y los trastornos de personalidad en estas per-
nos autores sí han hallado alteraciones en la im- sonas, muestran que se trata de un campo de estu-
pulsividad en estas personas (Cohen et al., 2002) dio importante que necesitará ser investigado con
y alta prevalencia de trastornos de control de un mayor número de trabajos, capaces de distin-
impulsos en el eje I (Cohen y Galynker, 2002). guir qué variables alteradas se deben específica-
Al estudiar los rasgos psicopáticos, los traba- mente a la pedofilia, controlando para ello otras
jos consultados nos muestran que este no es un variables que puedan influir. Por ejemplo: a) se
rasgo característico de la pedofilia, siendo única- deberían realizar estudios para delimitar cuánto de
mente los pedófilos que emplearon violencia, en esta patología puede deberse a la pedofilia, al es-
el delito cometido más recientemente, los que tar encarcelado, o a la combinación de ambas con-
mostraban un mayor nivel de psicopatía (Gacono diciones; b) otros trabajos deberían delimitar las
et al., 2000). Aunque otros trabajos sí encuentran características de diferentes subgrupos de pedófi-
en este grupo mayores niveles en escalas que eva- los (familiares-no familiares, atraídos solo por
lúan psicopatía (Curnoe y Langevin, 2002; Kru- niños-atraídos por niños y adultos, con otra psi-
ger y Schiffer, 2011). copatología comórbida-sin psicopatología, etc.),
En cuanto al deterioro de la personalidad y para conocer si hay características comunes o es-
afectación funcional, se ha encontrado que estas tán en función del subgrupo, ya que muchos estu-
personas muestran sentimientos de inferioridad, dios no hacen este tipo de distinción.
aislamiento social, baja autoestima y dificultad
para las interacciones interpersonales maduras y
apropiadas a su edad; y estilos de afrontamiento BIBLIOGRAFÍA
inmaduros, pudiendo esto ser debido a su asertivi-
dad reducida, y rasgos patológicos como sus ele- 1. Ameri can Ps y chi atri c As s o ci ati o n. DSMIV-
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38 C. Med. Psicosom, Nº 105 - 2013

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