PESEBRE 2018

ESCENA 1: EL COMIENZO

Camila: Amor que lindo que ya se acerque la época de Navidad. Amo este tiempo. Todo re festivo y lucecitas
por todos lados

Federico: A vos sola te gustan todas esas cosas…

Camila: Ufa… vos porque sos un aburrido. Armar el arbolito, el pesebre y todo eso. Pensar que María se casó
y fue mamá a los 15 años… un año menos que yo…

Federico: Si, mal. Que bajón eso ¿No? ¿Te imaginas nosotros siendo padres ahora? Menos mal que nos
cuidamos.

Camila: (Silencio)

Federico: ¿Te imaginás cuando nosotros, dentro de mucho mucho mucho tiempo formemos una familia
juntos?

Camila: (Silencio)

Federico: ¿Qué pasa Cami? ¿No querés todo eso conmigo?

Camila: (Cara de incomodidad, de miedo) Si, quiero todo eso con vos, me encanta la idea. Pero…

Federico: Pero ¿qué?

Camila: Nada… es que tengo un atraso…

Federico: ¿¡En serio!? Pero… Pero… Si nos cuidamos. ¿O no?

Camila: Si, no sé qué onda. Igual no te preocupes, si se confirma que estoy embarazada, estoy pensando en
abortarlo.

Federico: ¡QUE! Pará, es mucha información junta… ¿está confirmado que estas embarazada?

Camila: No, Todavía no… Hay que esperar un poco más. Pero sé que ni vos ni yo queremos ni podemos se
padres. Por eso estuve pensando lo del aborto. Lo hablé con amigas y todo.

Federico: ¿Pero vos estas segura de todo esto?

Camila: Si, el atraso es un hecho. Amor ya me tengo que ir, tengo bocha que estudiar. ¿Nos vemos el sábado
para venir a ver el pesebre? Te amo.

Federico: Si… bueno dale… pero avisame cualquier novedad ¿Si? Nos vemos el sábado. Te amo más.

(Cada uno se mete por un lugar distinto del lugar)

Cami y Fede se acercan juntos al pesebre armado (personas inmóviles) y se paran un poco más delante de la
imagen sin taparla.

Camila: Amor, mirá que lindo que esta el pesebre ¿No te parece?
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Federico: ¡Sí! Ésta vez sí que se pasaron… La pastoral juvenil sí que se pasó este año. Cada año mejor. ¿Tenés
alguna novedad?

Camila: Si amor… Me hice un test hoy y dio positivo. Estoy embarazada.

Federico: Uy no, no me digas eso por favor. Ya no hay chance que haya un error, ¿no?

Camila: no Fede, es definitivo. Pero como te dije, estos días vine averiguando por el aborto.

Federico: es que ninguno de los dos está preparado para ser padres, no trabajamos, estamos estudiando,
vivimos con nuestros viejos. ¡¡¡Nuestros viejos!!!! Mis viejos cuando se enteren me van matar. ¿Ya le dijiste a
alguien más?

Camila: Solo lo sabe Flor, y ella me ayudó a averiguar todo. Es una pavada por lo que me contó. Vas y en 20
minutos estás afuera y con un problema menos. El tema es la plata.

Federico: Si, parece la mejor opción. Yo estoy con vos, te voy a acompañar. Pero perdón ahora necesito estar
solo, necesito pensar todo esto, es un baldazo de agua fría… entendeme.

Camila: Ay claro (Medio enojada) Él solo necesita pensar. Pero la que va a pasar por todo esto soy yo… pero
vos querés estar solo… Está bien Fede…. (Se va)

Federico: (Mirando la imagen de San José) ¿Y ahora qué hago? ¿Vos que hiciste? Igual es distinto (piensa) vos
por lo menos tenías trabajo. Yo no y Cami quiere abortarlo… no sé si es la mejor opción tampoco. (Se
duerme)

San José: (Parándose y acercándose a Fede) El amor es comprensivo, servicial, no se irrita y siempre busca
hacer lo que al otro le hace feliz

Federico: ¿quién dijo eso?

San José: Yo. Decime Fede, ¿qué te preocupa, que inquieta tu corazón, porque dejas que la duda entre en ti?

Federico: San José, que te puedo decir, mi novia está embarazada y no sé qué hacer, ella quiere abortarlo, yo
de eso no estoy muy seguro. Pero no quiero ser padre, eso de una.

San José: no digas más, te comprendo yo pase lo mismo, cuando María estaba esperando a Jesús. Todavía
recuerdo cuando conocí a María por primera vez era tan bella con sus ojos color miel y sus mejillas
sonrojadas. La conocí una tarde mientras estaba con mi hermano Cleofás, en ese momento sentí que mi
corazón latía de tal manera que no cabía en mi pecho, caí enamorado de su belleza apenas la vi y a ella le
paso lo mismo. (José le indica a Fede que se quede sentado en el escenario observando todo lo que pasa. Se
va).

(Se prende una luz que apunta a María. Ella se para y empieza a buscar) (La encuentra).

Camila: ¿Yo te vi… no estabas en la imagen del pesebre?

María: Si, soy la Virgen María. Escuché por lo que estás pasando y quería saber si seguís pensando lo mismo.

Camila: Tengo la solución en mente, no estoy preparada para ser madre, ni Fede para ser padre. No lo
busqué, no lo quiero. Tengo miedo, no me veo como mamá. Fue todo muy rápido.
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María: Cami, hijita te entiendo. No sé si conoces bien mi historia, pero para mí fue todo muy rápido.

Cami: Algo así. Vino un ángel a decirte que ibas a tener un bebé y no sé qué más.

María: Si, y pasaron muchas cosas más. Tuve miedo, pero confíe siempre plenamente en Dios. En todas las
épocas, las mujeres que quedan embarazadas antes de casarse o muy jóvenes, llevan una estigmatización de
parte de la sociedad y hasta de su propia familia. En mi tiempo, hasta corría peligro mi vida.

Cami: si, lo entiendo. Pero es distinto, vos no entendés.

María: Jamás la muerte es la solución. Un bebé es una nueva vida y nadie tiene que pagar un precio tan alto
como con la propia vida. Mirá te invito a ver lo que me pasó a mí… (La invita a que se siente y observe todo lo
que pasa desde la escena)

ESCENA 2: LA ANUNCIACIÓN

(María vuelve a escena y se sienta a coser una tela) (Entra Gabriel)

Gabriel: No tengas miedo María... Has hallado gracia ante Dios, concebirás en tu vientre, darás a luz a un hijo
y le pondrás por nombre Jesús, será grande y se llamara hijo del altísimo. El señor dios, le dará el trono de
David su padre y su reino no tendrá fin.

María: ¿Cómo puede ser eso si yo nunca estuve con ningún hombre?

Gabriel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y te cubrirá con su sombra, de modo que el santo que va a nacer
será llamado Hijo de Dios, además, tu prima Isabel, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, la que
llamaban estéril ya está en su sexto mes, porque para Dios nada es imposible.

María: (Arrodillándose) Soy la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

(Gabriel le impone las manos en señal de que el Espíritu Santo la cubre con su sombra y en ese instante María
concibe a Jesús, luego María se levanta y Gabriel le sonríe mientras hace una profunda inclinación adorando
a Dios que está en el vientre de María y se retira, se queda sola adorando)

CANCIÓN:

ESCENA 3: LA VISITACIÓN

María: ¿Por qué soy yo la elegida habiendo tantas mujeres importantes en Israel? Dios mío ¿Voy a poder
soportar todo eso? Tú sabes Señor que estoy dispuesta a todo lo que quieras. Además, Isabel, mi prima, está
embarazada. Debo ir en su ayuda, ya está en su sexto mes y Zacarías e Isabel son ya mayores, van a
necesitarla, ¡le voy a contar a José!... ¿acaso el sabrá todo lo que está o no?

(Antes que termine llega José y la mira, la saluda como siempre pero ella descubre que no sabe nada)

José: buen día María ¿cómo estas hoy? Te ves hermosa, tan hermosa como siempre, y asombrada, ¿qué
pasa?

María: ¿Te acuerdas de mi prima Isabel? Está embarazada por obra del Señor, está esperando a su
primogénito, y tú sabes, es una persona mayor y va a necesitar ayuda y es mi deseo ir a atenderla y
acompañarla hasta que nazca el niño, ¿estás de acuerdo?
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José: Por supuesto, voy contigo María, no lo dudes.

María: no hace falta José, en la caravana van mis primos, puedes quedarte tranquilo.

José: Pero....

María: Sé cómo eres, no esperaras en Jerusalén a que se organice una caravana y te volverás solo y me
dejaras intranquila porque el viaje es largo y peligroso.

José: (sonríe) ¡Qué bien me conoces! Tenés razón, no hubiera aguantado, (la besa en la frente) que Dios te
acompañe María, no olvides que te amo.

María: Yo también te amo y cada día más José, quedate tranquilo estaré bien.

(María se pone en camino)

CANCIÓN:

María: Isabel...

Isabel: María (se acoge como sintiendo contracciones) ¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? En cuanto escuché tu
saludo, el niño que llevo en mi vientre saltó de alegría, bienaventurada eres por haber creído, que se
cumplirían las promesas del Señor.

(Isabel se inclina reverentemente y adora a Dios oculto en el seno de María) (Pasean y se ponen al día) (Salen
de escena)

CANCIÓN:

ESCENA 4: LAS DUDAS DE JOSÉ

(Entran a escena María con un poco de panza e Isabel con un niño en brazos)

María: Isabel, llego la hora de irme, te agradezco todo el amor que me brindaste y la enseñanza que me
diste, me ayudó mucho con este embarazo ahora espero que José lo entienda...

Isabel: lo entenderá, estoy segura que sí, él te ama y tú también, ya verás que todo saldrá bien solo dejalo en
manos de Dios él sabrá que hacer.

María: Tenés razón, adiós prima te extrañare mucho. Espero verte pronto por Nazaret. Saluda de mi parte a
Zacarías y dale toda mi bendición.

Isabel: que el Señor te acompañe.

(Salen de escena)

(María regresa a Nazaret José está esperándola)

José: ¡María! ¡Queeee….! ( la mira asombrado y empieza a alejarse)

María: José, dejame que te explique,.... ¡José!

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(José empieza a caminar sin sentido como si no fuera a ninguna parte y pensativo)

José: ¡Señor tu saber lo que haces! ...¡Tú sabes lo que haces!... Confió en ti, Señor... (Se queda dormido)

Gabriel: José, hijo de David, no temas recibir a maría tu esposa, en tu casa porque ha concebido por obra del
Espíritu Santo. Dará a luz a un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será el salvador del pueblo, el siervo de
Dios que cargara sobre sus espaldas los pecados del mundo, el pastor elegido para juntar a las ovejas
descarriadas y llevarlas al encuentro del señor, ¡vamos despierta!

(José se levanta y sale al encuentro de María, la mira sonríe y hace una reverencia como lo hizo Gabriel e
Isabel)

CANCIÓN:

ESCENA 6: EL EDICTO DEL CESAR Y LA IDA A BELÉN

Narrador: Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo
en todo el imperio. José debía ir a Belén para inscribirse allí e inscribir a María, porque ese es su pueblo
natal.

(José y María caminan en dirección a Belén).

Narrador: La hora del parto se acerca y José y María comienzan a buscar un lugar donde María de a Luz.

(María hace señas de que la hora se acerca).

María: José, José, creo que estoy por dar a luz, busquemos pronto un lugar para hospedarnos.
José: (Al posadero 1) Buenas noches señor. Estamos buscando un lugar donde pasar la noche. Ya recorrimos
todo el pueblo y no encontramos una posada en donde descansar.
Posadero 1: no, señor, es imposible, ya no hay lugar, todas las piezas están ocupadas.
José: Buen día señor, ¿Tendrá alojamiento para mí y mi esposa que está por dar a luz?
Posadero 2: no tengo, todo está lleno por causa del censo.
José: María, no tenemos suerte, no hay lugar en ningún lado ¿qué vamos a hacer?
María: José no te desesperes. Sigamos buscando por otro lado, seguro que vamos a encontrar algo...
José: buen día señora, mi esposa y yo hemos buscado alojamiento en todo belén y no hemos encontrado
nada, mi esposa está por dar a luz y estamos en la calle ¿usted no tendrá un lugar para nosotros?
Posadera: no tengo lugar, no queda ninguna habitación. Pero... Si no se ofenden, solo les puedo ofrecer un
lugar no muy cómodo. No sé si les gustará.
José: no importa señora, se lo vamos a agradecer
posadera: pero no es muy cómodo, pueden pasar allí
José: Muchas gracias!
María: José... Llegó el momento
José: Ven, María, ponte cómoda.

(Entran)

CANCIÓN:
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ESCENA 7: EL NACIMIENTO

(Gabriel está afuera de la escena a la espera en actitud de adoración, se enciende la luz)

Sale José afuera con el niño en brazos y lo muestra al auditorio levantándolo en alto luego lo adoran ellos dos
cantando)

CANCIÓN:

ESCENA 8: LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES Y LOS REYES

(Entran los pastores.)

CANCIÓN:

(Se va armando el pesebre, los pastores a un costado, los angeles al otro y la sagrada familia al medio)

CANCIÓN:

(Entran los reyes al son de la canción y se postran ante el niño)

Melchor: hemos venido desde muy lejos guiados por la estrella buscando al rey de reyes, le trajimos oro que
es lo más apropiado para ofrecer a un rey

Gaspar: incienso, en honor a su divinidad

Baltasar: y mirra, de sabor amargo, para su muerte.

(Lo adoran)

CANCIÓN:

ESCENA FINAL: EL CIERRE

(María se vuelve a donde estaba Camila)

María: ¿Viste todo lo que pasó? Siempre vamos a tener gente que nos apoye y más si ofrecemos todos
nuestros miedos e incertidumbres al Señor nuestro Dios. Para Él no hay nada imposible como el ángel me
dijo. Fede es un buen chico y si bien está asustado como lo estuvo José; va a saber acompañarte.

Camila: Tu bebé es muy lindo María, (tocándose la panza, sonríe). En verdad sigo asustada y sin saber que
hacer muy bien

María: Hijita. Yo voy a estar siempre a tu lado, como siempre lo estuve. Ese bebé es una bendición. Dios
nuestro Señor sabe lo que hace, solo necesitás hacer como yo… confiar plenamente en Dios.

(Federico se acomoda dormido en el mismo lugar)

Camila: Gracias María, necesitaba ver todo esto que estaba pasando desde otra perspectiva. Le voy a decir a
Fede que cambié de opinión. Quiero tener a este bebé, quiero seguir tus pasos. (Se para y va a buscar a
Federico).

(María vuelve a su lugar en el pesebre)

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(Volvemos al comienzo, el Federico se quedó dormido frente a la imagen de san José)

Camila: Amor despertate ya es muy tarde ¿qué estás haciendo acá todavía? Parece que te quedaste después
de que me fui.

Federico: ¿Dormido? ¡No! Estaba hablando con san José… Amor, quiero que tengamos ese bebé no me
gustaría que lo abortes, no me parece la mejor opción. Yo quiero estar con vos. Pensalo. Te amo y quiero
acompañarte en cada momento. Y en serio, me pondría muy triste si seguís con esta idea adelante.

Camila: No amor, cambié de opinión. Yo también quiero que afrontemos esto juntos, pero siempre confiando
en que Dios va a estar con nosotros y María también. (La mira)

(Federico se acerca al pesebre)

Federico: Mi amor te acepto como mi novia, futura esposa y futura madre de mi hijo, fui un tonto en dudar,
te amo demasiado y sé que podemos ser muy felices juntos

Camila: Yo también te amo y así lo creo, feliz Navidad amor.

Federico: Feliz Navidad.