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EL CASO DE CRISTO: UNA INVESTIGACIÓN EXHAUSTIVA

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Una Reseña de Lectura


Presentada al
Dr. Robert Jones
The Southern Baptist Theological SeminaryError! Bookmark not defined.

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En cumplimiento parcial
de los requisitos para Teología Sistemática II

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Por
Manuel A. Rosario
prmanuelrosario@gmail.com

8/31/2018
Strobel, Lee. El caso de Cristo: Una investigación Exhaustiva. Traducido por Lorena Loguzzo.
Editado por Dámaris Rodríguez. Grand Rapids, Michigan: Vida, 2014. 336 pp. $10.18

Introducción
En el libro, El caso de Cristo, Lee Strobel, escritor de más de veinte libros, varios de
ellos galardonados con el Gold Medallion, pastor, afamado conferencista y apologista, quien
fuera un renombrado editor de temas legales del Chicago Tribune, poseedor de una licenciatura
en periodismo de la Universidad de Missouri y de una maestría en leyes de la Universidad de
Yale, utiliza su basta experiencia como periodista experto en temas legales para investigar el
cristianismo y de manera especial la más cardinal de sus doctrinas: La resurrección.
Strobel quien iniciara su investigación desde un punto eminentemente científico y con
una clara determinación a no admitir nada que no pudiere corroborar con evidencias, era para ese
entonces un consumado ateo, que se embarcó en esta pesquisa con la expresa intención de tratar
de convencer a su esposa de que renegara la fe que recientemente había profesado.
Strobel había sufrido un aparente revés en su carrera profesional al inculpar
erróneamente a James Dixon, al concluir en su artículo de primera plana del Tribune que
efectivamente éste había disparado al sargento Scanlon. Una vez condenado Dixon a 15 años de
prisión, Strobel fue notificado por un informante que James Dixon era en realidad inocente y que
todo se debía a una trama muy bien planeada para encarcelar exonerar al sargento, quien se había
auto herido con una pistola lapicero que cargaba de manera ilegal. Estos nuevos hechos hicieron
que Strobel escribiera una retracta e iniciara una nueva investigación que hizo que el caso se
reabriera y el inocente fuera puesto en libertad.
De igual manera en El caso de Cristo, este sabueso decide reexaminar un caso para él
cerrado, como era la posibilidad de investigar la fe cristiana. Al respecto el propio Strobel
comenta:

No fue el llamado de un informante lo que me llevó a reexaminar El caso de Cristo. Fue mi


esposa. Leslie me dejó aturdido en el otoño del año de 1979 al anunciarme que se había
convertido en cristiana. Apreté los ojos y me preparé para lo peor, sintiéndome como la

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víctima de un engaño de cambio de carnada. Me había casado con una Leslie; la Leslie
divertida, la Leslie despreocupada, la Leslie arriesgada y ahora temía que se convirtiera en
una especie de puritana sexualmente reprimida que cambiaría nuestro estilo de vida
ascendentemente versátil por vigilias de oración y trabajo voluntario en mugrientos
comedores de beneficencia. (p.16)
Por otro lado, paradójicamente para él, Strobel estaba asombrado de los cambios
fundamentales para bien en el carácter de su esposa y como él mismo narra, desmenuzó la Biblia
verso por verso y se lanzó a investigar este enigmático caso con más vigor que el de cualquier
otra noticia que jamás hubiese investigado, este caso era para él como volver al caso Dixon
(p.17)

Resumen Evaluativo
Desde el inicio de su libro Strobel hace evidente su tesis, el quiere desenterrar los
hechos y para ello no duda en estudiar historia antigua, explorar la arqueología y entrevistar
expertos, a la vez que intenta despojarse de sus prejuicios y usar tanto como sea posible sus
conocimientos legales y periodísticos.
En su investigación de dos años, Strobel entrevistó a 13 eruditos y expertos con
credenciales académicas impecables, con los cuales debatió sobre la prueba ocular, la prueba
documental, la prueba corroborativa, la prueba refutaria, la prueba científica, la prueba
sicológica, la prueba circunstancial y la prueba dactilar (p.17). Strobel salpica el caso de Cristo
con sus investigaciones anteriores y usa la experiencia ganada en diversos casos para afinar su
búsqueda de la verdad, en este su más sonado caso.
En cuanto a la prueba ocular, Strobel nos recuerda que el testimonio de los testigos
oculares es poderoso, lo cual él ilustra muy bien con el caso Carter – Baptist, en el cual el
testimonio de alguien próximo a morir en una habitación de hospital improvisada como juzgado,
sirvió para condenar Eliajah Baptist a ochenta años de cárcel. El primer entrevistado de Strobel
fue nada más y nada menos que el Dr. Craig Blomberg, autor de The Historical Reality of the
Gospels [La confiabilidad histórica de los evangelios] con quien disertó sobre los testigos
oculares de la resurrección, sobre el testimonio de los padres de la iglesia, sobre el misterio de la
fuente Q, sobre la tradición oral y la confección de credos famosos como el recogido por Pablo

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en 1 de Corintios 15, que trata sobre la resurrección y que Pablo recibió de la iglesia cristiana
alrededor del año 35 d.C.
Strobel sometió a Blomberg a ocho pruebas ácidas, a saber: la prueba de la intención,
la que buscaba determinar si era la intención de los escritores preservar con precisión la historia
explícita o implícitamente (p.45), la prueba de la capacidad, para determinar si los autores de los
evangelios eran capaces de transmitir la historia de manera confiable, la prueba del carácter, la
prueba de la consistencia, la prueba del prejuicio, la prueba del encubrimiento, la prueba de la
corroboración y la prueba del testigo contrario.
Sobre este primer encuentro, Strobel plantea en su libro: “Debo admitir que quedé
impresionado con Blomberg. Informado y claro, erudito y convincente, había construido un caso
sólido a favor de la confiabilidad de los Evangelios.” (p.59)
Strobel ahora necesitaba saber sobre la prueba documental, es decir, ¿cuán
fidedignamente se preservaron las biografías de Jesús? La importancia de esta prueba él la ilustra
con una caso sobre el Ford Pinto que hizo noticia en todo el país. Para Strobel era importante
saber ¿Cómo podía tener la seguridad de que la política de la iglesia no suprimió biografías de
Jesús que eran palabras por palabra tan precisas como las cuatro que se incluyeron en el Nuevo
Testamento? Fue en ese contexto donde viajó a Princeton Theological Seminary para
encontrarse con el octogenario Dr. Bruce m. Metzger, autor o editor de unos cincuenta libros
sobre el Nuevo Testamento.
Después del saludo habitual Strobel preguntó al erudito ¿Cómo podemos estar seguros
de que las biografías de Jesús llegaron hasta nosotros en forma confiable? Metzger le habló de la
relevancia de las copias de copias, del fragmento más antiguo que se conserva de las escrituras,
probablemente originado entre los años 100 a 150 a.C., el cual es un fragmento del evangelio de
Juan (p.71). Metzger también le explicó porqué escritos como el evangelio de Tomás fueron
excluidos del Canon Bíblico.
La tercera entrevista fue realizada al Dr. Edwing M. Yamauchi sobre la evidencia
corroborativa. Yamauchi se doctoró en estudios mediterráneos de Brandeis University, había

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presentado setenta y un ensayos académicos y había sido profesor de más de cien seminarios
entre ellos Yale, Princeton y Cornell. Edwing había participado en las primeras excavaciones
arqueológicas, era de trasfondo Budista convertido al cristianismo desde 1952. Strobel y
Yamauchi hablaron extendidamente de evidencia externa tal y cual se encuentra en los escritos
de Flavio Josefo y las 7 cartas de Ignacio obispo de Antioquía, entre otras obras relevantes.
Strobel hace mención especial de la obra The Verdict of History [El Veredicto de la Historia] en
el que Gary Habermas detalla un total de 39 fuentes antiguas que documentan la vida de Jesús (p.
105)
La próxima entrevista de Strobel hurgaría sobre la evidencia científica y para esto
nadie mejor que el Dr. John McRay, autor de Archaeology and the New Testament y consultor
para National Geographic, entre otras responsabilidades relevantes. Con este experto la
conversación versó sobre el papel de la arqueología, sobre la exactitud de Lucas como
historiador. Me impresionó la exactitud de Lucas 3:1 al referirse a Lisanias como tetrarca de
Abilene alrededor del año 27 d.C., lo cual fue disputado por mucho tiempo hasta que se encontró
una inscripción del tiempo de Tiberio, del 14 al 37 a.C., en la cual se nombra a Lisanias como
tetrarca en Abilá, cerca de Damasco. (p.113) Conversaron también sobre las pruebas
arqueológicas de la confiabilidad de Juan Marcos, del Censo, de la Existencia de Nazaret, de la
matanza de los niños, de los rollos del mar muerto, en fin.
Strobel siguió su minuciosa pesquisa, era el tiempo de la prueba refutatoria. Aquí la
pregunta era si era el Jesús histórico el mismo que el Jesús de la fe, lo cual le llevó a su quinta
entrevista, esta vez con el Dr. Gregory A. Boyd otro experto de renombre graduado también en
Yale y Princeton. A esta entrevista le siguió una quinta sobre la identidad de Jesús, con la cual
inicia el autor la segunda parte de esta obra.
Con relación a la prueba sicológica, para saber si hay algo que indicara que Jesús
podría padecer de algún delirio, se entrevistó al Dr. Gary R. Collins, quien le confirmó que no
hay ningún indicio clínico que apunte a algo parecido. Otra pruebas de esta sección fueron la
prueba del perfil y la prueba dactilar. La tercera sección indaga sobre la resurrección, para lo cual

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la prueba médica es vital ¿Fue la muerte de Jesús una farsa y su resurrección un engaño? Para
esta prueba el autor conversó con el Dr. Robert J. Stein, médico Forense con más de veinte mil
autopsias en su record, con quien discutió sobre resurrección y resucitación, así como de la
negación del Corán de la resurrección, el cual dicho sea de paso es un documento del siglo VII y
por tanto poco calificado para hablar de un tema histórico como de la resurrección.
Con el Dr. Alexander Metherell otro experto médico de gran renombre Strobel
conversó sobre la tortura en la cruz, los azotes de los romanos y la causa científica de la muerte
del Mesías. Otros temas relevantes al respecto fueron tratados con el Dr. William Lane, alguien
que tenía en su record haber defendido el cristianismo ante una multitud de 8 mil personas ante
un erudito ateo escogido por la American Atheist Inc. Según Strobel: “De aquellos que esa noche
habían entrado al auditorio como ateos confesos, agnósticos o escépticos, un sorprendente 82%
salió con la conclusión de que el caso a favor del cristianismo había sido el más imponente” (p.
239). Con este experto Strobel habló sobre la defensa de la tumba vacía, sobre José de Arimatea
como un personaje histórico y la visita de las mujeres a la tumba entre otros.
La duodécima entrevista fue realizada al Dr. Gary Habermas, doctorada de la
Universidad de Michigan, quien escribió su disertación doctoral sobre la resurrección, después
de los cual escribió otros siete libros al respecto y con quien prosiguió su análisis el tema y
sobretodo el análisis de los testigos y muy especialmente el credo de 1 de Corintios 15 sobre la
resurrección fechado entre el año 32 y 38 d.C., además de la conclusión o no del libro de Marcos
en el verso 8 del capítulo 16. También Habermas le refirió al Dr. Gary Collins y abundaron más
sobre las debilidades de la teoría de la alucinación colectiva. Finalmente se encuentra la prueba
circunstancial en su entrevista al Dr. J.P. Moreland, doctor en Filosofía y egresado del Seminario
Teológico de Dallas, al cual pidió 5 pruebas circunstanciales de que Jesús resucitó de entre los
muertos a lo que él mencionó entre otras: a) Los discípulos murieron por sus creencias, b)La
conversión de los escépticos como Saulo de Tarso, c) El surgimiento de la iglesia, d) La
comunión y el bautismo

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Aplicación Personal
No hay dudas que Lee Strobel ha sido usado por Dios para crear un caso fuerte a favor
del cristianismo y aunque esta sección sea necesariamente más corta que la anterior, está
sólidamente basada en el resumen previamente expuesto. El libro de Strobel cobra relevancia por
ser la odisea de un ateo desde el ateísmo a la fe. Es preciso también reconocer que por
providencia divina, Strobel poseía el perfil adecuado, la formación y experiencia precisa para
investigar científicamente el cristianismo.
Estimo que es irrefutable el hecho de que el autor logró comprobar su hipótesis. Es
impresionante leer el comentario de Ravi Zacharias por ejemplo, quien sostiene estar de acuerdo
en que ‘El caso de Cristo crea un nuevo estándar entre otras obras existente de apologética.’ Yo
también lo creo, por lo general los libros apologéticos están llenos de documentación
abrumadora, pero este libro posee una gracia especial que yo entiendo viene de Dios.
Strobel sin lugar a dudas fue confrontado por la verdad. “Y conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres” (Juan 8:32). A fin de cuentas la ciencia no puede corroborar la fe, es
preciso creer y Strobel fue movido por el Espíritu Santo a creer. Es de destacar también el papel
de Leslie Strobel, ella es después del Espíritu Santo, la héroe anónima de esta historia.
Strobel se preparó antes de enfrentar a estos consumados eruditos, hizo su trabajo de
investigación. Él no era teólogo, pero investigó y me parece que aquí hay un llamado e incluso
reprensión para mi como estudiante de Divinidades, a veces nos somos lo suficientemente
críticos y perdemos grandes bendiciones. A veces se nos ocurre que la lógica es contraria a la fe,
lo cual no es cierto, ya que como decía Pascar ‘ Un poco de ciencia nos aleja de Dios, pero
mucha ciencia nos acerca a Él.’
Debo confesar que este libro ha servido para fortalecer mi fe y ha acrecentado mi amor
por el cristianismo, dada la solidez del evangelio recibido. He sido impactado por la lógica de
Strobel, por su pericia, meticulosidad, acuciosidad y dedicación. De paso, desde ya estoy
soñando con usar este libro como un recurso de enseñanza. Además es preciso destacar que

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Strobel nos bendice al aportarnos una bibliografía rica para quienes como yo quisieran hurgar un
poco más.
Strobel deja a cada persona su propia conclusión, en realidad ninguna de estas pruebas
aplicadas por el experto periodista puede producir fe, la fe es un don de Dios. “El necio dice en
su corazón no hay Dios…” (Salmo 14:1a), pero “Los cielos cuentan la gloria de Dios y el
firmamento anuncia las obras de sus manos.” (Salmo 19:1)

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BIBLIOGRAFÍA

Strobel, Lee. El caso de Cristo: Una investigación Exhaustiva. Traducido por Lorena Loguzzo.
Editado por Dámaris Rodríguez. Grand Rapids, Michigan: Vida, 2014.

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