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El concepto de circunstancia en la sociedad del cansancio

José Carlos Hernández Pineda

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

jose.chernandez@hotmail.com

Abstract: en este ensayo se pretende esbozar, a partir de la problematización del diagnóstico cultural realizado
por Byun Chul-Han, la posibilidad o no de afrontar a través de los planteamientos de Ortega y Gasset las
circunstancias en una sociedad o mundo del cansancio trabajados por el primero. Para ello, en primer lugar, se
aborda el papel clave de la relación del yo y las circunstancias tomando en cuenta los desarrollos o
modificaciones posteriores del filósofo español y de lo que implica esta relación. En segundo lugar, se muestran
las características de la sociedad del cansancio, así como las dinámicas, los poderes ejercidos y sus vínculos
con el capitalismo. Finalmente se muestra la relación posible entre una salvación orteguiana de las
circunstancias y un mundo del cansancio, tomando a consideración si la propuesta orteguiana es a) suficiente,
b) es necesario modificarla por hacer frente parcialmente a esta sociedad o c) es necesario abandonarla al ser
excedida por los problemas que se presentan en una sociedad del cansancio.

Palabras clave: yo, circunstancia, coexistencia, sociedad del rendimiento

Introducción

¿Cuándo una circunstancia es mía y no más bien de otro? Si una circunstancia que es mía
tiene que ver con lo que me es próximo ¿hasta qué punto la virtualidad y las condiciones de
la sociedad del rendimiento, por las redes sociales, los celulares y los dispositivos portátiles
no hacen que el aquí el ahora, lo próximo y lo lejano cada vez sea menos claro como para ser
enfrentado por el yo y las circunstancias? ¿se pueden salvar las circunstancias en la sociedad
del cansancio?
Breve recorrido histórico del concepto

Los actos de la vida humana están ligados a las circunstancias y se realizan en vista de ellas.
“jamás ha hecho el hombre cosa alguna en el mundo que no fuera circunstancial.”1 El
concepto de circunstancia está ligado, en Ortega y Gasset, al yo y aparece de manera explícita
en las meditaciones del Quijote de 1914 con la cita más famosa del autor “Yo soy yo y mi
circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”2. Dejando de lado la segunda parte en
la que se destaca la idea de salvación, la primera puede tener varias interpretaciones,
siguiendo a Garrido, si tomamos la primera parte como una definición: el primer yo es lo
definido (definiendum), mientras que el segundo yo y su conjunción con la circunstancia lo
que define (definiens). Del lado de lo definido es importante señalar que Ortega hizo
sustituciones posteriores para designar al primer yo “utilizó el nombre compuesto "vida
humana","nuestra vida" o, preferentemente, "mi vida"; alternativamente empleó con el
mismo fin designadores más amplios, como "lo que hay", "la realidad radical", "hecho
básico", "acontecimiento absoluto" y otros afines.”3 Por ejemplo, "Lo que verdaderamente
hay y es dado es la coexistencia mía con las cosas, ese absoluto acontecimiento: un yo en sus
circunstancias"4 o "lo que hay es el hombre siendo a las cosas y las cosas al hombre; esto es,
vivir humano”. Es fructífero tomar la cita como una definición si tomamos en cuenta las
posteriores matizaciones de la obra de Ortega y Gasset, pues muestran que el primer yo no
lo dejó satisfecho como lo que tenía que ser definido.
Sin embargo, la afirmación “yo soy yo y mis circunstancias” al ser la primera
explicitación del proyecto de la razón vital no es una afirmación que, siguiendo a Garrido, se
de en un contexto de explicación sino en un contexto de descubrimiento. La afirmación
orteguiana está apenas, en 1914, siendo revelada y descubierta. Y lo que pone de relieve es
que aquello que creíamos que era el yo – principalmente aislado- no era el yo. El paradigma
de la conciencia es sustituido por la vida, y el yo aislado por el yo y el mundo.

1
Obras Completas, VI, p. 349.
2
Ortega y Gasset, J., Meditaciones del Quijote, Madrid: Gredos,2012, p.14.

3
Garrido, M, “el yo y la circunstancia”, Teorema. Universidad Complutense, vol. XIlI/3-4 Madrid,.1983,
p.328.

4
O. C.,” prologo para los alemanes” VIII, p. 5I.
Lo que en 1914 es un hallazgo en 1929 se encuentra del siguiente modo “resulta que
el único ser indubitable que hallamos es la interdependencia del yo y las cosas -las cosas son
lo que son para mí y yo soy el que sufre de las cosas-, por tanto, que el ser indubitable es por
lo pronto no el suficiente- sino “el ser indigente”. Ser es necesitar lo uno de lo otro.”5 Y en
1947, casi al final de su vida, "lo que hay es el hombre siendo a las cosas y las cosas al
hombre; esto es, vivir humano”6
¿En qué consiste entonces este estar siendo? ¿en qué consiste este vivir que primero
fue formulado como una coexistencia? “Consiste en que yo vea un mundo, lo piense, lo
toque, lo ame o deteste, le entusiasme o le acongoje, lo transforme y aguante y sufra…” 7 y
este mundo es esencialmente todo aquello que me afecta, es un ámbito de temas; el mundo
es constitutivamente circunstancia, es decir, este mundo, aquí y ahora. La circunstancia tiene
la dimensión espacial de la situación y la dimensión temporal de la ocasión: no es que algo
me afecta en cualquier momento ni en cualquier lugar sino en un momento y lugar
determinado del aquí y el ahora, donde lo puedo señalar poniéndome a mí, es decir, yo como
punto de referencia, en la circunstancia hay límites.

La sociedad del cansancio

La sociedad del cansancio se entiende mejor por oposición a la sociedad que ha dejado atrás
y en este punto Byung Chul-Han contrasta su diagnóstico del presente con el diagnóstico que
Foucault hizo del pasado con las sociedades disciplinarias. La sociedad del rendimiento es la
sociedad del cansancio frente a la sociedad disciplinaria foucaultiana. Mientras que la
sociedad disciplinaria coincide con la época del capitalismo de Estado de bienestar, un sujeto
inmunológico desde el punto de vista de las patologías producidas por sus violencias virales
y bacteriales, un sujeto de la obediencia sometido al imperativo del deber, una
anatomopolítica y biopolítica, una técnica de producción rígida en masa con productos para
las masas, la sociedad del rendimiento es la del capitalismo neoliberal, un sujeto y esquema
de violencia neural desde el punto de vista patológico , un sujeto del rendimiento que se
somete a sí mismo al imperativo del “yo puedo”, una psicopolítica que se realiza visiblemente

5
Ortega y Gasset, J., ¿qué es filosofía?, Madrid: Gredos, 2012, p. 218.
6
O. C. La idea de principio en Leibniz, VIII, p. 5I.
7
Ortega y Gasset, J., op. cit., p.128
en las redes sociales, una técnica de producción flexible con productos a la medida para
consumidores cada vez más heterogéneos.

La sociedad del rendimiento es también una sociedad de la transparencia, de la positividad y


la aceleración, ¿qué tipo de proceso son estos? La transparencia hace que las cosas abandonen
su negatividad, es decir, cuando lo extraño se iguala, cuando las cosas se alisan

“en el torrente liso del capital, la comunicación y la información [...]La


transparencia es una coacción sistémica que se apodera de todos los sucesos
sociales y los somete a un profundo cambio. El sistema social somete hoy todos
sus procesos a una coacción de transparencia para hacerlos operacionales y
acelerarlos. A vez la aceleración de las cosas va de la mano del desmontaje de
la negatividad.”8

La aceleración es un proceso que hace que las cosas proliferen, se expandan y crezcan
sin fin ni forma. El cuerpo que realiza movimientos excesivos, sin dirección, es un cuerpo
que no está en situación. Esta sociedad del rendimiento produce depresivos, fracasados,
empresarios y emprendedores de sí mismos. El depresivo se lamenta que nada es posible
mientras que, para el emprendedor, es decir, el sujeto del rendimiento, nada es imposible.
Ambos están sin circunstancias.
Mientras que en la sociedad disciplinaria del capitalismo de Estado el poder reprime,
en la sociedad del rendimiento el poder seduce, motiva, obliga a participar, compartir
opiniones y preferencias. En la sociedad neoliberal quien fracasa “se hace a sí mismo
responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda a la sociedad o al sistema”9. La
hiperactividad y el déficit de atención, que no es otra cosa que hiperatención, son resultado
de la exposición a estímulos, información y estímulos excesivos.

Las circunstancias en el mundo del cansancio

¿Cómo se confronta la sociedad del rendimiento con la vida humana como la coexistencia
del yo y las circunstancias? En la sociedad del rendimiento lo que hace posible y facilita al

8
Chul-Han, B. La sociedad de la transparencia, Barcelona: Herder, 2013, pp. 11-12.
9
Chul-Han, B. Psicopolítica, Barcelona: Herder, 2014, p.18.
yo puedo es el “imperativo de la conexión”10. Se trata de superar las barreras espaciales con
los celulares, las computadoras portátiles y el internet produciendo un cuerpo virtual. Gracias
a este cuerpo virtual lo que es lejano geográficamente puede ser cercano virtualmente. Si las
circunstancias tienen que ver con nuestro aquí y ahora en cada caso, el aquí de un yo puede
coincidir con el aquí de otro yo muy lejano geográficamente, pero se trata de un aquí virtual.
¿son simplemente nuevas circunstancias o algo que rebasa esta categoría? ¿es esto forzar a
Ortega y Gasset a una situación cultural que rebasa su pensamiento o esta novedad es de
hecho débil frente al fuerte pensamiento orteguinano?
No hay más que afirmar que el yo y mis circunstancias es un vinculo ontológico
formal. Yo, aquí y ahora, son según Ortega “conceptos ocasionales y tales conceptos o
significaciones tienen una identidad formal que les sirve precisamente para asegurar la no-
identidad constitutiva de la materia por ellos significada o pensada”. Por eso “Quién sea "yo",
qué quiere decir realmente "aquí" o "ahora" es algo que depende de cada cual y de cada
caso”11. Pero si la sociedad del rendimiento no altera en nada este planteamiento formal sí
altera su comprensión y el comportamiento del yo con el mundo. Pues el imperativo de la
conexión, de la aceleración, del rendimiento, del nada es imposible borra la comprensión de
las circunstancias, pues el crecimiento excesivo, la certeza de que nada es imposible operan
sin los limites propios de las circunstancias. El capitalismo neoliberal de la sociedad del
rendimiento no quiere circunstancias. La hiperactividad y la hiperatención del sujeto del
rendimiento es una agitación constante estimulada por la seducción de las cosas. El sujeto
del rendimiento esta saturado de situaciones y ocasiones y por eso no alcanza a ver sus
circunstancias. El sujeto del rendimiento al creer que nada es imposible y que todo lo puede
es un sujeto narcisista, y el sujeto narcisista no puede fijar claramente sus límites “el mundo
se le presenta como proyecciones de sí mismo” y por ello no puede comprender sus
circunstancias ni en sentido concreto ni en sentido formal. Para salvar las circunstancias hay
que amar las cosas que están en ellas. El amor como dice Ortega nos liga a las cosas, pero no
por ello son proyecciones de mí mismo. Por esta razón el sujeto del rendimiento no está
ligado a las cosas, sino que las hace idénticas a sí mismo.

10
Sibilia, P. El hombre postorgánico: cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales. Buenos Aires: FCE, 2009, p.
50.
11
Garrido, M, “el yo y la circunstancia”, Teorema. Universidad Complutense, vol. XIlI/3-4 Madrid,.1983,
p.336.
Conclusión

Se ha mostrado que la propuesta de la vida humana como coexistencia del yo y las


circunstancias, permanece intacta en la sociedad del rendimiento, pero no así su ámbito ético.
Para salvar las circunstancias es preciso comprenderlas y por no hacerlo, el sujeto del
rendimiento no se salva ni a sí mismo.. Queda pendiente y abierta la cuestión de si hay algún
modo, dentro del planteamiento de Ortega, de buscar comprenderlas en el sujeto del
rendimiento.
Bibliografía
Chul-Han, B, La sociedad del cansancio, Barcelona: Herder, 2012.

-----------. La sociedad de la transparencia, Barcelona: Herder, 2013.

------------. Psicopolítica, Barcelona: Herder, 2014.

Garrido, M, “el yo y la circunstancia”, Teorema. Universidad Complutense, vol. XIlI/3-4

Ortega y Gasset, J., Meditaciones del Quijote, Madrid: Gredos,2012

--------------------¿qué es filosofía?, Madrid: Gredos, 2012.

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