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Carlos Guía

¡YO NO FUI!
Todo estaba en el cerebro.
Carlos Guía

1ª Edición
Noviembre 2017
Tiraje: 1.000 Ejemplares

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, así


como su almacenamiento o transmisión a través de cualquier
medio, bien sea electrónico o mecánico, sin el consentimiento
previo del autor.

Depósito Legal: 052364


ISBN:
Diseño de portada e imágenes: Juan M. Noguera
Correo: juanmnoguera@gmail.com
Corrección:
Luis González:
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Twitter: @luisgoncoronado
Nelly Novoa Vivero:
Correo: nnovoa@ekos.com.ec

www.funvirisa.com
Carlos Guía
Carlos Guía (Caracas 1975), investigador, conferenciante,
profesor, consultor y escritor. Ha dedicado su vida a la forma-
ción dentro de las más prestigiosas Universidades y Empresas
Multinacionales en diferentes países; Panamá, Colombia,
Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, Argentina, Estados Unidos y
México. Actualmente, se ha dedicado a diseñar y ejecutar distin-
tos programas de intervención en las organizaciones en diferentes
temas, en los que destaca: Liderazgo, Comportamiento y Manejo
del Tiempo, Clima Organizacional, Riesgo Psicosocial, Trabajo
en Equipo, Comunicación, Innovación, Ventas y Seguridad, en-
tre otros, bajo un enfoque científico y humanístico, haciendo de
ellos una experiencia única y significativa.

Es autor de varias obras, llevándolo a obtener el reconocimien-


to internacional. Su primera obra, Detrás de la Risa, El Arte y la
Ciencia del Bienestar, con más de 35.000 ejemplares vendidos
en varios países; al igual que El Giro de la Banana, Una Mirada
al Corazón del Pensamiento, ha contribuido en la elaboración
y diseño de módulos educativos para diferentes Universidades,
además de participar en múltiples ponencias, charlas y conferen-
cias, en materia de Comportamiento, Bienestar, Salud y Cerebro
en general.

Cuenta con una sólida formación académica, con más de


quince años de experiencia en el campo educativo, específica-
mente en Universidades, haciendo de la educación, capacitación
y aprendizaje, un modelo rentable tanto para el área educativa,
como para las empresas, desarrollando una metodología práctica
aplicada al contexto real de la organización y cultura, en donde
se conjuga la diversión y el conocimiento.

Es Presidente de la Fundación Vida Risa y Salud, Director de la


empresa Funvirisa, Gerente General de la Editorial Representaciones
Neuroguía y Socio de múltiples empresas de capacitación en va-
rios países.
Agradecido con todos aquellos,
que no conforme con poseer un magnífico cerebro,
se dedicaron a investigarlo y exponerlo a todos nosotros.
Nos dirigimos a una Neurosociedad, lo que implica una mayor
responsabilidad social, ética, legal y moral, en la comprensión
de la esencia de estos cambios que se nos avecinan.

Los avances farmacológicos y tecnológicos, modificarán


nuestro cerebro, a tal punto, que nos será difícil admitir que
alguna vez tuvimos un pasado violento lleno de guerras,
enfermedades, divisiones y odios.

Las modificaciones dramáticas en las conexiones sinápticas


cerebrales, repercutirán en la convivencia social, educación,
economía y justicia, lograremos al fin alcanzar la tan deseada
armonía con el planeta y la civilización.

Así como cuando tienes una buena noticia


y la quieres compartir...

Bueno algo así.


“¡Como el entomólogo a la caza de maripo-
sas de vistosos matices, mi atención perseguía
en el vergel de la sustancia gris, células de
formas delicadas y elegantes, las misteriosas
mariposas del alma, cuyo batir de las alas
quién sabe si esclarecerá algún día el secreto
de la vida mental!”

“Las ideas no duran mucho. Hay que hacer


algo con ellas.”

“Nada me inspira más veneración y asom-


bro que un anciano que sabe cambiar de opi-
nión.”

“Es preciso sacudir enérgicamente el bosque


de las neuronas cerebrales adormecidas; es
menester hacerlas vibrar con la emoción de
lo nuevo e infundirles nobles y elevadas in-
quietudes.”

“Observar sin pensar es tan peligroso como


pensar sin observar.”

Santiago Ramón y Cajal,


citado por Juan Antonio Fernández (2014) 
Carlos Guía

PREFACIO
“En biología nada tiene sentido si no es a la luz de la evolución.”
Theodosius Dobzhansky

Bienvenido colega lector, mi nombre es Marlyn, y al igual


que tú soy usuaria de este maravilloso órgano llamado Cerebro.
Antes de entrar en materia, quería comentarles mi experiencia
en la elaboración de esta obra, sé que al conocerla podrás acer-
carte al origen del creativo título: ¡Yo no fui!, todo estaba en
el cerebro. Carlos y mi persona, como ciudadanos del mundo,
nos encargamos de difundir conocimientos en diferentes luga-
res de la región, los que conocen nuestra labor, saben que en
cada presentación, además de disfrutar la alegría de aprender, se
da lugar a profundas reflexiones fundamentadas en los avances
científicos, sobre nuestros orígenes, lo que somos y cómo po-
demos mejorar. Gracias a las diferentes consultas de clientes en
empresas e instituciones, quienes, en su constante búsqueda de
una explicación clara de lo que realmente pasa en nuestra mente,
nos dedicamos a buscar respuestas a sus múltiples inquietudes,
Carlos vio la oportunidad de ocuparse y explorar en profundidad
el origen del comportamiento, haciendo de cada interrogante un
esencial aporte en su investigación.

¿Quién es el responsable del proceso de toma de decisiones?,


muchos me dirán el cerebro, eso está claro, ahora bien ¿cono-
ces exactamente en qué parte del cerebro?, ¿qué papel juega la
memoria en el comportamiento y toma de decisiones?, ¿cómo
intervienen los genes y experiencias en nuestra calidad de vida?.

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Son algunas de las interrogantes que lo impulsó a encontrase con


el protagonista de esta obra.

Les tengo una excelente noticia, ¡somos afortunados!, ya que


tú, al igual que yo tenemos este órgano extraordinario, que pesa
aproximadamente un kilo cuatrocientos gramos y consume el
20% de todo el combustible del cuerpo; y a través de esta obra se
dedica a revelar sus potencialidades para nosotros. Todo usuario,
necesita un manual que le permita dar un buen uso a un deter-
minado producto, en este caso, el cerebro, junto con este libro
pretenden cubrir dicha necesidad, lo que significa un gran reto.

Inicia la aventura del libro, en una gira que realizamos por


varios países, lo que nos nutrió de muchísima información, co-
rroborando nuestra hipótesis “las fronteras son respuesta a la
necedad del yo”, allí encontramos el primer aprendizaje: “las
fronteras no existen”, son pensamientos creados por una ins-
tancia mental, haciéndonos esclavos de una identidad, que nos
secuestra y puede hacernos sufrir si así lo permitimos. No es
más, que un acuerdo entre el yo y la necesidad de distinguirnos
como diferentes, en un mundo que carece de líneas fronterizas
naturales.

Nuestro cerebro es tan noble, que traduce la información que


ingresa por los diferentes sentidos y produce las sustancias quí-
micas estimuladas por dicha información, siendo la consciencia
expresada en el yo, regularmente la última en enterarse y la que
reclama el protagonismo de todo el proceso, lo que seguramente
nos hace creer más en nuestro yo, que en la realidad misma.

Realmente es tan importante querer tener siempre el control


o simplemente es una excusa para mantener bajo perfil, nuestro
segundo aprendizaje: “la ilusión de control”, con la que se ma-
nifiesta una de las emociones más polémicas, que aunque nos ha

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Carlos Guía

mantenido con vida, ha sido consecuentemente hostigada por


muchos y mal interpretada por otros; representada en juicios re-
flejados por el yo, llegando a considerarla como negativa. Ya
sabes de qué emoción hablo, efectivamente, es “el miedo”, ese
que nos incita a huir, atacar, paralizarnos y hasta defecarnos, aún
cuando la amenaza no sea tan real. Una emoción que ha sido
utilizada por el cerebro para garantizar nuestra existencia, que
en condiciones extremas puede llegar a paralizarnos.

Confieso que cuando Carlos, me hablaba del protagonista del


libro, me producía algunas de las características que definen al
miedo. Me paralicé al descubrir lo poco que lo conocía, cuestio-
nando toda la información que tenía sobre él, en definitiva me
parecía un extraño, me había ocurrido una situación que para
muchos puede ser familiar, convivía con un desconocido. En
donde ese inquilino (Cerebro) se encuentra en tu casa (Cuerpo)
y no tienes idea qué hace, a qué se dedica, qué potencial tiene
en sí, llevándome a indagar, permitiendo conocerlo mejor,
descubriendo que el inquilino soy yo y el cerebro es el dueño
de la casa.

El cerebro es quien nos mantiene con vida mientras dormi-


mos, estamos en coma, en estado de ebriedad o bajo el efecto
de cualquier tipo de droga. Se encuentra dentro de una osamen-
ta que además de protegerlo, lo mantiene oculto. Es el órgano
central del sistema nervioso, constituido en su mayor parte por
la corteza cerebral, con amplios lóbulos frontales, en donde re-
posan las funciones ejecutivas; las cuales ponemos en marcha
cuando formulamos, planificamos y organizamos nuestras metas
y objetivos, llevando a cabo una serie de comportamientos ajus-
tados para alcanzarlas con éxito.

Este maravilloso órgano, nos da la dicha de poder estudiarlo,


acercándonos cada día más a su comprensión, entendiendo que
somos realmente capaces de cambiar, transformar nuestras con-

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

ductas e incidir en las experiencias, mediante el entrenamiento


y la integración de los conocimientos, a través de nuevas tecno-
logías. El objetivo es vincular todo lo que sabemos hasta hora;
los científicos, en sus miles de investigaciones aportan mucha
información de gran valor para la humanidad y debe ser aprove-
chada al máximo.

Sin embargo, en gran parte de las publicaciones científicas,


el lenguaje técnico utilizado corre el riesgo de no ser contextua-
lizado en las masas. Por esa razón, Carlos Guía se dio la tarea de
estudiar y sistematizar la información relevante, producto de las
diferentes investigaciones científicas en cuanto a la evolución y
funcionamiento del cerebro, haciéndolo aplicable a todo usuario
de este fascinante órgano, con palabras sencillas, sin perder su
profundidad.

Conocer lo que piensan y las investigaciones de: Louann


Brizendine (2007), Rodolfo Llinás (2003), Antonio Damasio
(2006), Ramachandran (2012), Joaquín Fuster (2015), Facundo
Manes (2016), Francisco Rubia (2000), José Antonio Marina
(2010), Néstor Braidot (2016), por mencionar algunos autores
citados en esta obra, hacen posible comprender y aceptar lo que
realmente somos como especie, y a dónde nos dirigimos como
humanidad.

Lo esencial en la vida se encuentra dentro de nosotros.


¿Qué esperas para descubrirlo?

Marlyn Bautista.
Usuaria del Cerebro

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Carlos Guía

PRÓLOGO

¡Yo no fui!

Este libro llega a las librerías en un momento único para las


neurociencias cognitivas. Hemos descubierto más del cerebro y
su funcionamiento en los últimos 40 años que en el resto de la
historia de la humanidad y conforme aumenta este conocimien-
to en forma exponencial, aumenta también la complejidad para
explicarlo.

El desarrollo de la tecnología, nos permite pensar que no


existen límites para seguir conociendo y descubriendo las zonas
ocultas de nuestro sistema nervioso y principalmente de nuestro
cerebro. Comienza a develarse este complejo órgano, a una ve-
locidad y profundidad que es difícil quedarse inmóvil, ante lo
que más que ciencia, parece: “ciencia ficción”.

Habiendo quedado atrás el proyecto cromosoma, en donde


los investigadores se apasionaron con hallar el lugar exacto (lo-
cus), donde está cada uno de los genes que codifican las caracte-
rísticas físicas sanas o patológicas del ser humano, es necesario
un nuevo y ambicioso proyecto. El desafío es aún más complejo,
conocer las funciones e interconexiones de cada área o sistema
de nuestro cerebro, que pesando 1400 gramos, alberga 10 km de
prolongaciones que nos permiten: pensar, sentir, relacionarnos,
recordar, atender y sobre todo ser humanos.

La tecnología pasó de ser una barrera, para convertirse en


una potente plataforma, que nos lanza a conocer y descubrir nue-
vos universos, según cálculos de los equipos de investigadores,

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

se necesitarán miles de años para tener un mapa medianamente


completo de las ramificaciones de nuestro cerebro.

En cuanto a la producción de conocimiento científico, se


hace prácticamente imposible de abarcar, ya que los nuevos pa-
pers científicos que aparecen acerca del tema, podrían inundar
tu bandeja de entrada diaria en un segundo e intentar leerlos
se convierte en la actualidad en una verdadera quimera. Que la
ciencia sepa no significa que la gente termine sabiendo, es por
eso que esta propuesta es genial.

El autor nos presenta un lenguaje claro, amigable y profun-


do a la vez, logrando que, hoja tras hoja, queramos ser un inves-
tigador más, un detective hurgando por las intrincadas carreteras
de los diferentes sistemas, que uno a uno se abren a nuestro en-
tendimiento.

Finalmente, si quiero cambiar algo debo entenderlo, para lue-


go saber qué hacer para conseguirlo, todo esto lo logra Carlos,
en esta obra de divulgación, que abarca los principales sistemas,
llena de consejos útiles para ejercitar, sobre todo con una sólida
base científica.

Mientras lo leía pensaba en lo útil que hubiera sido contar


con este libro años atrás cuando buscaba el “big Picture” para
poder integrar y a la vez decidir en qué tema profundizar. Ideal
para los que se animen a descubrir el por qué y para qué del ce-
rebro; sobre todo porque somos responsables y artífices de cada
conexión que logremos en las próximas líneas y al finalizar la
lectura de esta obra científica y humanística.

Empiecen, dejen que sus dendritas hagan lo suyo, les deseo


que la dopamina inunde sus espacios sinápticos y que el asom-
bro aparezca en cada uno de sus párrafos. Yo ya lo hice…

Dr. Lucas Canga


Ph.D.(c) Neurociencias Cognitivas Aplicadas

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Carlos Guía

INTRODUCCIÓN
UN MEDIO DE COMUNICACIÓN
ENTRE CEREBROS

Al empezar a escribir,
yo solo sabía que lo tenía que hacer,
qué y cómo,
se lo dejé al cerebro.

¿Qué?
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Dónde?
¿Quién?

Mientras más escribía, más entendía la naturaleza de mi ce-


rebro, estoy más consciente de mi inconsciente, aunque en oca-
siones me desconcierta la sola idea de responder en automático,
aunque siendo honesto, en eso paso la mayoría del tiempo. Tal
como en este instante, frente al teclado, en donde no sé hasta
qué punto es mi voluntad la que mueve los dedos de mis manos,
hasta las teclas exactas que debo presionar, a fin de formar una
serie de palabras, que encierran consigo una idea, la cual no sé
qué tan mía sea, porque a fin de cuentas, todo esto lo aprendí en
algún momento de otra persona, lugar o circunstancias.

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Lo anterior puede ser fácilmente explicado, mediante la de-


nominada “criptomnesia o criptoamnesia.” Rubia (2000), cuyo
fenómeno se caracteriza por un sesgo en la memoria, el cual
ocurre cuando se recuerda algo, sin tener consciencia de ello, ya
que está almacenado en la memoria de manera inconsciente, por
lo que carece de la voluntad de poder acceder como un recuerdo
consciente. Es decir, muchas de las ideas han sido almacena-
das en mi cerebro, de manera inconsciente, de tal modo, que al
plasmarla en estas líneas, terminan siendo en gran parte, ideas
compartidas, producto de lecturas, experiencias y vivencias, otra
ilusión más, que se suma a la larga lista de creencias en las que
vivimos, pensar que mis ideas son tan mías, no sería tan real.

Hoy sé que al escribir, mi cerebro manifiesta cambios en


su química y estructura, formando una comunicación entre el
tálamo y la corteza, lo que hace que fluya por igual, emocio-
nes y pensamientos. El sistema límbico se ilumina ante esta
gran satisfacción, generando que las neuronas ubicadas en el
área tegmental ventral, inunden mi cerebro con dopaminas, el
núcleo accumbens, las necesita para hacerme sentir este estado
de bienestar y placer, que deseo compartir junto a ustedes y a
su vez sacia mi adicción por el conocimiento.

Sin necesidad de ningún tipo de drogas sintéticas comercia-


les, el cerebro nos muestra cómo produce sus propios neuro-
transmisores opioides endógenos, tales como las endorfinas,
dinorfinas y encefalinas, llenándome de gran entusiasmo al po-
der divulgar esta información científica, producto de cerebros
que se han dedicado a estudiarse a sí mismos.

Con el aporte de grandes neurólogos, psiquiatras, etólogos,


psicólogos, médicos, economistas, docentes e ingenieros, me
doy a la tarea de divulgar sus investigaciones, las cuales nos
llenan de optimismo y alegría, ya que al fin, nos acercamos a

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Carlos Guía

entender, de una vez por todas, algo que los antiguos ya sos-
pechaban, la felicidad está más cerca de lo que pensábamos, es
más, se encuentra presente en todas y cada una de nuestras ac-
ciones e inacciones, responden a programas que, llenos de vida,
se materializan en forma de células, tejidos, materia y energía.
Se encuentra dentro de nosotros y la experimentamos cuando
integramos todo a la vez.

Gracias por su compañía y por extender esta inteligencia que


no es tan mía, ni tan tuya, en todo caso es compartida, sirviendo
a tantos, como a ninguno, lo cual depende de su percepción,
desarrollada según experiencias, familia, amistades y cultura en
general. La suerte está echada, estamos frente a un momento
de profundos cambios, producto de varios años de intensas in-
vestigaciones, que han generado no solo las hipótesis, sino las
herramientas, con las que podemos comprobarlas.

Aún falta muchísimo camino por recorrer y estoy convenci-


do del aporte realizado por las ciencias que estudian al cerebro,
las cuales podrán ofrecernos herramientas para hacer frente a
los nuevos retos que plantea la sociedad del aprendizaje, con
un conocimiento más profundo del órgano que dirige nuestras
acciones e inacciones, el director de la orquesta que, mediante
un buen número de instrumentos, hace que de manera armóni-
ca se produzca una melodía, siendo cada instrumento una pieza
importante y no necesariamente deben funcionar al mismo tiem-
po, ni con la misma intensidad. Un órgano tan parecido como
nuestros pulgares en las manos y tan distinto como sus huellas
dactilares, haciéndonos seres únicos e irrepetibles. Todo se lo
debemos a la forma como se conectaron las neuronas con base a
las circunstancias y aprendizaje.

El curso apenas comienza, así que disponte a disfrutar lo


que trae para ti la ciencia, de manera pedagógica, lúdica y gráfi-
ca, junto a ejemplos, experiencias e investigaciones, podremos

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

comprender estos mensajes que son realmente útiles, si quere-


mos alcanzar al fin, la tan añorada civilización, saliendo así de
la oscura sombra de la ignorancia y comodidad que plantea la
mediocridad.

Este libro fue escrito de cerebro a cerebro, permítete in-


tegrar a una dimensión mayor, en donde puedas aceptar que,
tanto yo, como tú, formamos parte del todo y el todo de una
parte. Un libro escrito pensando en la humanidad…

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Carlos Guía

1| DE CEREBRO A CEREBRO

Confieso que el último en enterarse


que el libro estaba listo,
¡fui yo..!

¿Y yo dónde dejé al cerebro?


¿El cerebro me descubrió o yo lo descubrí?
¿Accedemos a la realidad o a una ilusión?
¿Qué tanto podemos vivir en medio de la incertidumbre, sin
morir en el intento?

¡Yo no fui..! todo estaba en el cerebro, un título que fácil-


mente despierta intriga, suspicacia y confusión, aunque encierre
una gran verdad, este libro no fue escrito solo por lo que deno-
minamos el yo; cual si se tratara de una especie de hombrecillo
o pepe grillo, que habita en mi cabeza, este libro, se realiza en
complicidad con todas las instancias que hacen parte del cerebro
(conscientes e inconscientes), tan importantes para nuestras vi-
das e interacción con el medio, tanto externo (ambiente), como
interno (soma: cuerpo en general).

En este preciso momento debes estar confundido y es que nor-


malmente lo que hace el yo, es precisamente reducirte a un ego
o identidad, de la cual es sumamente difícil salir. Seguramente
ya activaste una alerta, disponiéndote a defenderte o a luchar,
pasando a un estado de estrés, con muchas interrogantes, tales

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

como: ¿cómo puede ser que no sea yo, el que haga las cosas?,
¿acaso no soy yo el que da sentido y orientación a las cosas?.

Te invito a recordar que esta mañana despertaste de un largo


sueño, al igual que tu yo, la pregunta entonces es: ¿dónde estaba
el yo mientras dormía?, esa interrogante tiene su origen, en ese
sorpresivo instante en el que despiertas en un lugar diferente a
tu habitación, sintiéndote desubicado por un momento, sin sa-
ber ¿dónde estás?, ¿qué haces allí?, iniciando así un proceso de
reconocimiento de sí mismo, respondiendo las preguntas inter-
nas, tales como: ¿quién soy?, ¿dónde estoy?, ¿qué hago aquí?,
inquietudes que son instantáneamente respondidas por esa vo-
cecilla que nos reubica, centrándonos aunque no siempre en el
mismo tiempo y espacio, denominado realidad, cosa que expli-
caremos más adelante cuando hablemos de algunos estados di-
sociados del yo.

Es interesante observar que vivimos como seres humanos, fa-


miliarizados con lo que, Rubia (2000), denomina el módulo del
yo, el cual está en tela de juicio, ya que hasta ahora, no se sabe en
qué zona del cerebro se encuentra. Mientras las neurociencias,
han logrado descifrar gran parte la fisiología de nuestro cerebro,
ubicando de manera precisa otros módulos, como el lenguaje,
percepción, emociones y funciones reguladoras, entre muchos
tantos más, el yo sigue siendo un enigma. Instancia puesta en
duda por las ciencias que estudian el cerebro, aun cuando en
su mayoría, los seres humanos no dudamos de nuestro yo, por
el contrario nos sentimos un yo, cosa intrigante, ya que si pen-
samos por un instante, nos podemos dar cuenta, que yo no soy
el mismo cuando salgo con amigos, cuando estoy íntimamente
con mi pareja, cuando salgo a un coctel de la empresa, cuando
estoy en un bar nocturno, cuando tengo confianza y amistad con
alguien o cuando apenas la conozco.

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Carlos Guía

Parece entonces que esa instancia, en realidad, es una mul-


tiplicidad de yoes, que se integran en uno solo, qué pasaría si
en un momento dado, me entero que esa entidad, del que tanto
estoy seguro y con quien comparto tanto, es considerado una
ilusión, mentira o engaño, por varias filosofías y por las propias
neurociencias. Antes de que entres en pánico, quiero compartir
contigo una serie de argumentos que nos permitirán coexistir
con esta denominada ilusión, sin que perdamos la cordura.

Tal como lo dice la  psicóloga británica Susan Blackmore,


citada por Rubia (2000), en su libro, El cerebro nos engaña: “la
palabra ilusión no significa que no exista; existe como fruto de la
actividad cerebral, que al parecer, genera esa ilusión, en nuestro
propio beneficio”, es así como el yo y la realidad externa, que
tradicionalmente han sido considerados por algunas filosofías
como engaño, mentira, “maia” o “maya, es una imagen ilusoria
o irreal.” Ahora entendemos que no necesariamente son irreales,
sino que responden a una realidad diferente, en complicidad con
la funcionalidad propia de todo nuestro cerebro.

Cierto es, que nuestro cerebro en su objetivo de sobrevivir y


adaptarse, se ha visto en la necesidad de crear varios módulos
cognitivos, capaces de mantener la armonía, aún en medio del
caos y la incertidumbre. Por esta razón ha creado una estruc-
tura mental tan sofisticada, que es capaz de atribuirse todas las
funciones del sistema nervioso. Antonio Damasio (1999), en su
libro, El error de Descartes, nos explica que: “la mente al ser
informada y cobrar consciencia de las acciones que emprende
el organismo, la sensación que va asociada a esa información,
da a entender que es el propio sí mismo, quien ha generado la
acción.”

Es así como en el presente libro observamos al yo, como una


figura que se expresa a través de: “un estado funcional del ce-
rebro, nada más y nada menos”, tal como lo sostiene el gran

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

neurocientífico Rodolfo Llinás (2003), en su libro, El cerebro


y el mito del yo, libro que sirvió como inspiración para escribir
la presente obra. Por otra parte, Antonio Damasio (2012), consi-
derado el padre de las neurociencias modernas, en su libro: Y el
cerebro creó al hombre, nos habla del “sí mismo autobiográfi-
co”, lo que denomina propiamente como el yo, el cual permite,
según el autor, “construir una narración de sí mismo y la vida
individual.”

Por lo tanto entendemos al yo, como fruto de la evolución de


nuestro cerebro, no se tiene hasta ahora, un lugar preciso don-
de pueda localizarse, a diferencia de otras funciones cognitivas
como las emociones o el movimiento, las cuales han sido exito-
samente cartografiadas.

La evolución exige al sistema nervioso que sea capaz de an-


ticipar y predecir, a partir de imágenes, que son primero estable-
cidas en nuestro cerebro y se van contrastando con la realidad
externa en tiempo real, de tal manera que podamos garantizar
nuestra sobrevivencia, en la interacción segura con el medio.
Estas funciones se ven establecidas en las denominadas repre-
sentaciones o anticipaciones, las cuales pueden contribuir con
el desarrollo de lo que Llinás (2003) denomina “el movimiento
inteligente.”

Con respecto a las representaciones Ramachamdran (2012),


en su libro Lo que el cerebro nos dice, sostiene:

Por ejemplo el cerebro de la rata tiene solo una re-


presentación de primer orden de un gato -concreta-
mente, una cosa peluda y móvil que debe evitar de
manera refleja-. Sin embargo, a medida que el cere-
bro humano fue evolucionando, surgió un segundo
cerebro- para ser exactos, una serie de conexiones

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Carlos Guía

nerviosas- que en cierto modo era parasitario del


viejo. Este segundo cerebro crea metarepresenta-
ciones (representaciones de representaciones, un
orden superior de abstracción) procesando la infor-
mación procedente del primer cerebro y convirtién-
dola en trozos manejables que se puedan utilizar
en un repertorio más amplio de respuestas más so-
fisticadas, entre ellas el lenguaje y el pensamiento
simbólico. Por eso pana nosotros un gato, en vez
de ser “el enemigo peludo” que es para la rata, es
un mamífero, depredador, mascota, enemigo de los
perros y ratas... también tiene un nombre “gato”,
que simboliza la nube entera de asociaciones. El
segundo cerebro dota a un objeto de significado,
creando una metarepresentación que nos permite
tener conocimiento consciente de un gato, algo que
no le sucede a la rata.

Las representaciones están ligadas al yo, dándonos la posi-


bilidad de dar significado al mundo exterior, así como definir-
nos en relación con el medio. Sin embargo, las consecuencias
más graficas de este método de predicción, es que algunas veces
preferimos vivir en la comodidad y placer que ofrecen las re-
presentaciones e imágenes, las cuales crean un modelo virtual,
más confortable, que la realidad misma, lo que puede disociar-
nos y distanciarnos del espacio tiempo, llevándonos a lugares
mágicos, en donde lo importante es el valor que ofrezco a mis
creencias, representaciones, percepciones y realidad subjetiva.
Similar a una cárcel, cuyos barrotes y paredes, son constituidos
por la identidad, de la que nos cuesta tanto desprendernos, una
vez accedida y establecida, con base a mis memorias, experien-
cias y sensaciones.

Esto tiene su fundamento en el hecho de que, ahora sabemos


que los colores, sonidos, olores y realidad en general, son ele-
mentos más internos que externos, Francisco Rubia (2000), lo
explica de la siguiente manera:

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

El cerebro proyecta al mundo exterior lo que genera inter-


namente haciéndonos creer, equivocadamente que todas esas
cualidades secundarias tienen su origen ahí afuera. En realidad,
quien ve, oye, huele, gusta y siente, es el cerebro. Los órganos
de los sentidos son, en lo que a esto respecta, completamente
neutrales

Ciertamente es el cerebro quien procesa distintos tipos de


energía, los cuales inciden sobre los receptores que están locali-
zados en los órganos de los sentidos y estos se encargan de tra-
ducir esta información al único lenguaje que el cerebro entiende,
los denominados “potenciales eléctricos o potenciales de acción,
que son iguales todos, procedan de la retina, del oído interno, de
la mucosa olfativa, de las papilas gustativas o de la piel.”, por lo
que Rodolfo Llinás, explica que:

En la visión, las radiaciones electromagnéticas de


una determinada longitud de onda inciden sobre
los fotorreceptores de la retina que traducen este
tipo de energía en energía eléctrica en forma de po-
tenciales de acción. En la audición, son las ondas
sonoras las que llegan al oído interno como energía
mecánica, y es traducida igualmente a energía eléc-
trica en forma de potenciales de acción que no se
distinguen de los potenciales de acción de la retina.

El filósofo napolitano Giambattista Vico, en su libro La an-


tiquísima sabiduría de los italianos, citado por Rubia (2000),
expresa: “si los sentidos son facultades, viendo hacemos los co-
lores de las cosas; degustándolas, sus sabores; oyéndolas, sus
sonidos; y tocándolas, hacemos lo frío y lo caliente.”

En otras palabras, es nuestro cerebro quien haciendo uso de


una evolución magnifica, se encarga de dar forma y sentido a la
realidad externa y en este caso, la figura del yo, se encarga de

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Carlos Guía

agrupar toda esta información, creando una realidad subjetiva,


a través de una especie de secuestro de las altísimas funciones
inconscientes, las cuales en todo momento se encargan de la au-
torregulación, manteniéndonos en estado de alerta y en conti-
nua adaptación a cualquier cambio, tanto interno, como externo,
aunque, este cambio, en muchos casos sea imperceptible a ese
yo. Lo que quiere decir que el yo, se vale de recursos del incons-
ciente para ofrecernos una aparente ilusión de control, que en
muchos casos, nada tiene que ver con la realidad. Sin embargo,
calma nuestra necesidad de tener todo bajo un aparente control
o dominio.

Ramachamdran (2012), explica que el yo, posee las siguien-


tes características: “Unicidad, continuidad, encarnación, priva-
cidad, incrustación social, libre albedrío y conciencia de uno
mismo.” Una excelente manera de comprender el módulo del
yo, son los diferentes trastornos de autorrepresentación, entre
los que destacan: “apotemnofilia, somatoparafrenia, transexua-
lidad, síndrome folie à deux, síndrome Munchausen por pode-
res, síndrome Couvade, anosognosia, experiencia extracorporal,
síndrome de Capgras o  ilusión de Sosias, duplicación del yo,
síndrome de Fregoli, Síndrome de Cotard o delirio de nega-
ción o delirio nihilista y Síndrome de la mano ajena o síndrome
del Dr. Strangelove.” Ramachamdran (2012), todos estos tras-
tornos se explican en el glosario de términos.

Otro estado disociado del yo, se aprecia cuando este módulo


expande las fronteras del sí mismo (su cuerpo), llegando a asu-
mir, por ejemplo, que un partido político, equipo deportivo, país
o religión, forma parte de su sí mismo extensivo, explicando de
esta manera, como algunas personas sienten dolor cuando atacan
sus creencias e ideologías, hasta el punto de llegar a defenderlas,
entregando sus vidas o en el peor de los casos matando en su
nombre.

27
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Debemos estar atentos a cualquier manifestación de disocia-


ción del yo, de la realidad cercana o ambiente, ya que puede ge-
nerar graves trastornos, conduciéndolo a distanciarse de su en-
torno. Creando en su defecto una realidad onírica o virtual, muy
distante del tiempo y espacio en el que vive. Las consecuencias
pueden pasar de lo individual a lo colectivo, creando conflictos
sociales de altísimas consecuencias, tales como las guerras.

Es sumamente importante señalar que la idea del presente


libro no es desestimar la autoconsciencia en contraposición a la
inconsciencia o metaconsciencia, sería caer en un error de nova-
to, considerar la superioridad de una instancia sobre la otra, es
importante aclarar que el punto clave es comprender y aceptar
que gracias a ese binomio, que en su momento, Llinás (2003),
consideró como “comunicación tálamo-cortical”, es imprescin-
dible para vivir una vida plena.

El inconsciente por su lado, es el que nos mantiene con vida


mientras dormimos, estamos en coma, ebrios o drogados. Sin
embargo, cabe destacar, que al estar bajo estos estados, no po-
dríamos expresar los más altos valores del ser humano, como es
el altruismo y el amor. Indudablemente es en la convergencia de
estas dos instancias, donde surgen las obras más hermosas de
la humanidad, como también los crímenes más atroces que el
mundo haya conocido.

La dualidad más que contribuir, puede alejarnos y hacer más


grande el problema, por lo que se requiere entender la importan-
cia de un cerebro total, en continua comunicación, en donde se
entienda que no existe una instancia sobre la otra y mucho menos
una suerte de separación, aislamiento o distorsión. Requerimos
a un ser consciente que sea capaz de aceptar al yo, como un
módulo más, de una conjunción de partes. Por consiguiente ese
módulo o instancia, no debe ser considerado como el hacedor
del todo, sino como un aliado más, y mucho menos permitir el

28
Carlos Guía

distanciamiento social con los otros, cosa que nos ha conducido


a creer que somos muy yo y los otros muy suyos.

Así que estamos en un buen momento, para que mediante un


instante de humildad, podamos entender y aceptar que no soy
solo yo, el que hace las cosas, sino una correlación de partes,
tanto internas (soma y psiquis), como externas (los demás y el
entorno), de tal forma que podamos empezar nuestra migración
de una personalidad egoica a una vivencia colectiva, más huma-
na, más civilizada, más evolucionada, real y natural.

Indiscutiblemente el yo ha sido figura clave en la aparición


de explicaciones que calman nuestra incomodidad, ante la incer-
tidumbre que significa el desconocimiento de nuestra existencia,
lo que plantea el surgimiento de las más descabelladas ideas,
teorías conspirativas y hasta mecanismos más depurados como
la ciencia. Es una pieza más en el rompecabezas cognitivo, lo
que nos lleva a reflexionar: ¿Por qué se ha convertido en arte y
parte prácticamente de toda nuestra vida?, ¿Por qué hemos dado
a éste recurso cognitivo tanta importancia, a tal punto de deses-
timar las funciones del inconsciente, las emociones, el sueño y
la intuición?, ¿Cómo podemos convivir con ese yo, sin que éste
intente secuestrar las demás funciones cognitivas?

El presente libro, el cual confieso estuvo primero en mi cere-


bro y fue plasmado en estas líneas, siendo yo, el último en ente-
rarme, estando además listo antes de empezar, gracias a los años
de lectura y estudio de grandes neurocientíficos, a través de: sus
libros, conferencias, entrevistas y charlas, fueron aportando cada
idea, dedicándome a contrastar sus teorías con mi propia expe-
riencia, hasta llegar a entender y aceptar lo que me dispongo a
exponer en el transcurso de las próximas líneas: el origen de las
estructuras cognitivas y su incidencia en la formación de nuestra
personalidad, conductas, salud, seguridad, bienestar, felicidad,
aprendizaje, patologías, sociedades, culturas y autoconsciencia,
en general.

29
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

De esta forma, planteo alcanzar mediante los aportes de las


ciencias que estudian al cerebro, con las cuales muchos neuro-
científicos (neurólogos, biólogos, psicólogos, psiquiatras, inge-
nieros y todos aquellos profesionales que de una u otra forma
aportan e investigan el cerebro y su influencia en la formación
de conductas y personalidad), han podido acceder a informa-
ción, que durante milenios, estuvo oculta tras una dura capa de
huesos, cual cofre que resguardaba, no solo un importante órga-
no, sino nuestros secretos más íntimos como especie.

En términos que se adaptan a la idea principal del libro, po-


dría decir que el cerebro de estos grandes neurocientíficos, de-
veló su funcionamiento, composición y recursos, de tal forma
que puedan ser difundidos al resto de la especie. En este sentido,
siento lo que siente una persona que se ha enterado de una gran
noticia y quiere compartirla, divulgarla, esa es en esencia, mi
motivación para escribir esta obra, la difusión de informaciones
que son claves para comprender nuestras relaciones personales
e intrapersonales, el origen de nuestra salud y de muchas enfer-
medades, así como también su incidencia en el surgimiento de
comunidades, sociedades, naciones y continentes.

Te invito a pasear por el mundo de las ciencias, que se en-


cuentran en un nuevo reto: la comprensión del funcionamiento
del órgano más enigmático... nuestro cerebro. Un ejemplo de
ello, es el encuentro entre la psicología y la neurología, crean-
do la Neuropsicología, con la que aparece uno de los grandes
aportes de esta unión, tal como lo son las funciones ejecutivas
(inhibición de respuesta, flexibilidad cognitiva  y memoria de
trabajo), las cuales inciden de manera directa en la planifica-
ción, toma de decisiones y otras tareas de suma importancia en
nuestra vida personal, familiar, laboral y social en general. Este
concepto se desarrollará ampliamente en los próximos capítulos
del libro, ya que estas funciones, serán no solo el objeto de es-
tudio, sino el eje central del aprendizaje, en los próximos años,

30
Carlos Guía

sobre todo en lo que tiene que ver con la revolución educativa,


organizacional y social en general.

En el transcurso de la obra, se aprecia como el cerebro man-


tiene comunicación, no solo con el entorno externo, sino tam-
bién con el entorno interno, lo que nos hace sentir, que aunque
vemos al espejo que somos un solo ser, en realidad somos un
universo de posibilidades consolidadas en una sola estructura y
como tal, podemos entonces aceptar nuestra infinidad de recur-
sos, de tal manera que aprendamos a aprovecharlos, mediante
la información que ofrecen las investigaciones del cerebro, en
complicidad con científicos que mediante su ética y su compro-
miso social, muestran muchas ganas de informarnos acerca del
resultado de sus más recientes investigaciones.

Nada más sofisticado que un órgano que nos ha provisto de


los recursos necesarios para su propia comprensión, algo así
como un video juego, en donde poco a poco se van abriendo
mundos y con ello, nuevos retos que nos acercan, en este caso,
no al final de juego, sino al inicio del mismo, mediante la progre-
siva comprensión de una especie de tutorial, en la cual se podrá
tener mayor comprensión del uso de los botones que controlan
la máquina. Una pequeña analogía que nos acerca, a algo que
nos puede causar impresión, sorpresa y hasta temor, totalmente
comprensible, ya que nos encontramos en un verdadero camino
al crecimiento, mediante rutas que nos conducen de lo descono-
cido a lo demostrable científicamente.

Los invito a que nos acompañen en este paseo por el mundo


del saber, aplicado a realidades de la vida cotidiana, sin perder
de vista la rigurosidad y seriedad, que el conocimiento científico
aporta. Es un paseo fascinante que va desde el cerebro creador
de este libro, hasta el cerebro que se encargará de decodificar e
interpretar todas estas letras, palabras, frases y oraciones, dando
un sentido que se adapte a su propia realidad, expandiendo de

31
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

esta forma sus posibilidades, en una tarea que pareciera de dos


partes, y que, en realidad, hay que entender que el resultado es
más que la suma de las partes, lo que conduce a interpretar que
son más que dos cerebros conectados a la distancia, son una in-
finidad de posibilidades abriéndose en un pequeño instante de
consciencia, al sentir la presencia de la vida en una estructura
compuesta de energía, con forma de cerebro.

Es un paseo por un mundo de oportunidades, retando la con-


formidad, saltando al autoconocimiento, declarando un compro-
miso conmigo y mi entorno, abriendo un momento para mi ser
en general, iniciando una aventura en la que mi cerebro y yo
vamos sincerando nuestras potencialidades y recursos. Un mo-
mento para disfrutar la vida y sentirla en las líneas de una hoja
suelta enmarcada a tus circunstancias y a tu cerebro.

32
Carlos Guía

1. EJERCICIOS PRÁCTICOS

1.1. Antes de iniciar a leer el contenido del libro, realiza las


siguientes preguntas:
¿Qué puedo aprender de esta obra?
¿Cuáles dudas podría despejar y cuales podrían surgir, de la
presente lectura? y
¿Cómo puede esta obra contribuir a mejorar mi calidad de
vida y la de mi entorno familiar, organizacional y social?

1.2. Ejercicio de agradecimiento:


Agradezco a mi cerebro los aportes que continuamente realiza,
sin que yo los haya percibido, por ejemplo:
Agradezco el control y ejecución de mis funciones respiratoria,
cardiacas, inmunológicas, endocrinas, circulatorias y de auto-
rregulación en general.
Agradezco la gestión de mis emociones, la inhibición de con-
ductas no apropiadas, la planeación de nuevos retos y la salida
de la rutina, la cual es la peor compañera en este corto viaje
denominado vida.
Agradezco mi tranquilidad y sosiego en las largas noches de
sueño.
Agradezco su contribución en el proceso rápido de toma de
decisiones, las cuales muchas veces me han sacado de aprietos
y apuros.
Agradezco a mi sistema inmunológico por mantenerme sano.
Agradezco el movimiento inteligente.
Agradezco mi regulación emocional.
Agradezco el equilibrio que me mantiene en pie y saludable.
Te invito a continuar la lista…

Este ejercicio permite establecer una conexión contigo mismo,


con todo tu cerebro, con el aquí y el ahora, momento en el que
puedes apreciar tu presente, pasado y futuro, en un solo instan-
te: la presencia.

33
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

2| EL CEREBRO NOS DESCUBRIÓ

Un cerebro de sencilla y fácil comprensión,


no podría ser descubierto por sí mismo.

¿El cerebro funciona con o sin mi consentimiento?


¿Cómo se comunica el cerebro?
¿Nos mueve la democracia de la “Y”
o la dictadura de la “O”?

Pensábamos que estábamos descubriendo al cerebro y los


descubiertos fuimos nosotros. Nuestro afán por descubrir este
órgano, nos ha permitido adentrarnos en lo más profundo
de nuestra naturaleza, es un viaje al interior del ser y no
necesariamente como estábamos acostumbrados, es decir, desde
la profundidad de una cueva o las paredes de un majestuoso tem-
plo, sino desde herramientas científicas, aparatos tecnológicos
y una metodología minuciosa, algo sin precedentes en la gran
tarea de redescubrirnos. 

Por milenios y siglos, hemos querido adentrarnos en nosotros


mismos, camino a la introspección, conectarnos con nuestro ori-
gen más alto y nuestra esencia. En este afán hemos inventado y
reinventado, estructuras como: los mitos, la iglesia, la espiritua-
lidad, la filosofía y la ciencia. Todo ello con un mismo propósito
y desde un mismo origen, el cerebro, el cual, tiempo después,
nos empieza a mostrar poco a poco, cómo funcionamos. 

34
Carlos Guía

La presente obra se fundamenta en los aportes de las


Neurociencias, las cuales por cierto, crecen de manera exponen-
cial, cientos de papers o documentos científicos se suben a la
red a diario, siendo cruciales para entender el origen de nuestro
humor, temperamento, personalidad, emociones, sentimientos,
movimientos, pensamientos y comportamiento en general. La
ciencia se tropezó con la esencia del ser humano, descubriendo
el funcionamiento de uno de los órganos, con mayor dificultad
para ser estudiado, debido a sus características, es todo un reto
indagar un órgano que se esconde tras una bóveda craneal y que
ahora gracias a la tecnología podemos espiar, con mayor preci-
sión día a día. 

Al estilo de una película de Hollywood o Bollywood, según


tus gustos, vemos como el órgano que dirige al cuerpo, usa su
propia inteligencia para que podamos descubrir sus secretos. Así
el titiritero de todo este cableado nervioso, muscular y óseo, que
es dirigido a voluntad y capricho de una masa compuesta por
más electricidad y química, que por materia, nos devela sus se-
cretos y con sus secretos, los secretos de este yo, con el que tanto
estamos familiarizados. 

Es como si nuestra necesidad de descubrirnos, ha sido escu-


chada por este órgano, cuyos secretos son en esencia, el origen
de nuestras acciones e inacciones, emociones y pensamientos,
sentimientos y hábitos, movimientos y quietud. Digo “y”, y no
“o”, porque si algo nos demuestran las investigaciones y especia-
listas como el Dr. Nelson Torres (2009), en su libro Psicología
de la obscenidad, es que no somos tan dualistas, dicotómicos o
maniqueístas, es decir la mitad de un concepto, sino que somos
ambos a la vez “ley de los opuestos.”

Sin embargo, es importante señalar que otros autores, tales


como el investigador y psiquiatra Eugene D’Aquili citado por el
Dr. Francisco Rubia (2000), nos explican que las antítesis, anti-

35
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

nomias u opuestos; denominadas: “el operador binario”. Aunque


no necesariamente es real, si puede constituir una categoría de
nuestra mente, con lo que le acredita un espacio en la evolución
y hasta un lugar en el cerebro.

Somos eros y thanatos, vida y amor, paz y guerra, luz y os-


curidad, orden y caos. Somos el todo de una parte y una parte
del todo. Y aunque suena un tanto filosófico, esta gran verdad
nos desnuda y nos hace comprender que no somos tan puros o
impuros, sino que somos las dos cosas a la vez, este pensamien-
to es una verdadera salida a las continuas guerras, conflictos y
diferencias, ya que no podríamos establecer guerras con opues-
tos, cuando entendamos que tales opuestos, no existen fuera de
nuestras mentes.

Descubiertos por lo que pretendíamos descubrir, de una u


otra forma ayudados por la voluntad de éste órgano excedido en
bondad, una masa de aproximadamente dos metros cuadrados,
cuya maduración culmina entre los veinte y veinticinco años de
edad, con un peso que oscila entre un kilo trescientos gramos y
un kilo quinientos gramos, con unas cien mil millones de neu-
ronas y un tanto más de mil billones de conexiones sinápticas,
nos permite dar una idea de la complejidad de sus interacciones,
conformando una masa constituida por sustancia gris (dendritas
y cuerpos neuronales) y sustancia blanca (formada por prolon-
gaciones nerviosas de dendritas y axones, que se encargan de
conducir información).

El cerebro se divide por una parte en dos hemisferios, dere-


cho e izquierdo, unidos por una estructura  formada fundamen-
talmente por axones, conocida como cuerpo calloso, que forman
parte de la sustancia blanca del cerebro. Por otra parte, existen
tres cisuras (Cisura de Silvio, Cisura de Rolando y Cisura pa-
rieto occipital), que dan lugar a los llamados lóbulos (Frontal,
Parietal, Occipital y Temporal). Cada lóbulo con sus respectivas
áreas funcionales y asociativas.

36
Carlos Guía

Figura 1
Hemisferios cerebrales.
Fuente (elaboración propia, 2017)

Figura 2
Cisura de Silvio, cisura de Rolando y cisura parieto occipital, y lóbulo Frontal,
lóbulo Parietal, lóbulo Occipital y lóbulo Temporal.
Fuente (elaboración propia, 2017)

Es tan paradójico como la vida misma, estamos sujetos a


un órgano que nos descubre y redescubre, que guía y orienta
nuestras acciones, comportamientos, motivaciones, instintos,
pensamientos, emociones, sentimientos, voluntad y otros meca-
nismos, de los cuales ahondaremos más adelante. 

37
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Un órgano que no siente dolor al tocarlo directamente, cosa


que hemos descubierto con las cirugías de cerebro, en pacien-
tes que han podido hasta tocar un instrumento, mientras son
operados. Lo que si hace este órgano, es mantenerse informado
mediante miles de receptores denominados “nocioreceptores”,
que envían señales al cerebro, desde el soma o cuerpo tal como
lo expresa el Dr. Facundo Manes (2015), en su obra Usar el
Cerebro.

Otro dato de suma importancia, es que el rechazo social,


activa las mismas zonas en el cerebro que el dolor físico, tal
como lo exponen los estudios realizados por investigadores de
la Universidad estadounidense de Michigan, citados por Manes
(2015), quienes sostienen que: “la percepción del cerebro de una
situación de injusticia, puede activar las mismas zonas de dolor,
que se activan ante el dolor físico.” En otras investigaciones se
demuestra como el altruismo, es capaz de activar los circuitos
de placer y recompensa, inundando de dopaminas el cerebro de
quien da, sin esperar recibir nada a cambio. Es decir, al dar, acti-
vamos el placer de ambas partes, quien recibe y quien da.

Del cerebro se llegó a pensar que solo utilizábamos el 10%,


un gran error, ya que en realidad usamos el 100% del cerebro,
aunque, no todo a la vez, es importante comprender que el ce-
rebro es un órgano que consume mucha energía, tanto como un
20% del total de las calorías ingeridas, por lo que es compren-
sible que sea un órgano ahorrador, cuyas consecuencias más
inmediatas se encuentran en su tendencia a permanecer en el
estado de confort, inclinándonos a permanecer en la comodidad
que ofrecen los hábitos y las respuestas a estímulos mediante los
sesgos mentales, los cuales profundizaremos más adelante.

Mientras más sabemos sobre el cerebro, más sabemos sobre


nuestra denominada autoconsciencia. Lo que antes era estudia-
do por la observación e intuición, ahora es descubierto por ins-

38
Carlos Guía

trumentos, que mediante adelantos científicos pueden tener una


mejor idea del funcionamiento de este fascinante órgano, aun
cuando es importante señalar que no existe una teoría general
que explique funcionamiento y comportamiento general del ce-
rebro y las neuronas (células del cerebro), mientras pensamos,
sentimos, meditamos o nos movemos.

Ahora sabemos que somos más complejos de lo que pensá-


bamos, a tal punto, que, el tema de las personalidades múltiples,
es más común de lo que creíamos, lo que sucede es que nos
valemos de un “yo”, que agrupa todas esas personalidades en
una sola estructura, dándole forma de individuo, que al fin y al
cabo no actúa tan individualmente, sino, por el contrario, influye
y es influido en su interacción social con los otros, sin que nece-
sariamente sean tan otros o ajenos. El diagnóstico patológico de
personalidades múltiples, se da cuando estas personalidades se
salen de control y atentan contra nuestra calidad de vida y comu-
nión con las personas que conforman nuestro entorno familiar,
organizacional y social.

También sabemos que no sólo son los adictos, los que mani-
fiestan conductas compulsivas, ahora sabemos que la obsesión
compulsiva, está más presente en nosotros de lo que pensába-
mos, lo que sucede, es que es diagnosticada como un trastorno,
solo cuando atenta contra nuestra calidad de vida e interfiere en
nuestras relaciones personales, labores y afectivas. Con respecto
a la adicción, hoy sabemos que es considerada una enfermedad
mental, cuyo órgano afectado es el cerebro, por lo que las perso-
nas adictas deben ser tratadas como enfermas, es decir, medicar-
las y hacerles terapia, para sacarlas de esa terrible enfermedad
que consume precisamente la zona que nos permite la toma de
decisiones, inhibición de conductas y planificación: la corteza
prefrontal, mismo lugar en donde se encuentran las denomina-
das funciones ejecutivas.

39
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Todo esto es parte de los descubrimientos, que en un tan-


to más de dos décadas hemos adelantado acerca del cerebro y
nuestra naturaleza. Hoy sabemos que este litro y medio de masa
corporal, es capaz de conducir nuestras funciones más altas, tal
como lo son: las inteligencias, memorias y la planeación a
futuro, con sus respectivas evaluaciones y proyecciones, que
tienen incidencia, no solo en nosotros mismos, sino también en
los demás.

La forma como nos comunicamos socialmente es un reflejo


de la forma como se comunican nuestras neuronas. Dicha comu-
nicación neuronal es relacional, responden a un complejo código
de interacción, tan dinámico como nuestras relaciones sociales,
en donde la activación o bloqueo de una neurona, activa y blo-
quea a un sinnúmero de otras neuronas formando las denomi-
nadas asambleas neuronales, cualquier parecido con la realidad
es pura coincidencia. Entendemos entonces que la activación de
una neurona produce un proceso que Llinás (3003) denomina:
“oscilación”, activando a otras más, formando bucles, con los
que se manifiestan imágenes (visuales, auditivas, sensoriales,
olfativas), siendo el principio biológico de la aparición de ideas,
pensamientos, emociones, movimientos y sentimientos.

Es totalmente desacertada la comparación de un computador,


con la forma como funciona el cerebro. Es un error entender al
cerebro y la mente, como hardware y software respectivamente,
ya que estos son mecanismos distintos, mientras que la mente y
el cerebro, consolidan una única unidad. Además la manera en
que un computador procesa la información, si bien puede ser
muy rápida, no cuenta con las funciones cognitivas, como las
funciones ejecutivas, las emociones, las inhibiciones, el pensa-
miento y el movimiento, lo que nos hace ser plásticos o flexibles
a la hora de establecer y reestablecer conexiones, que pueden
alterar el rumbo de la búsqueda y los resultados a la par de las
exigencias que presentan los cambios, tantos externos (ambien-

40
Carlos Guía

te), como internos (sentimientos), funciones que una máquina


carece por completo.

Las investigaciones del cerebro también nos demuestran,


cómo cada parte del cerebro influye en nuestra personalidad, de
una u otra forma, haciéndonos pensar que esa alma a la que nos
referíamos, como agente sobrenatural o energía que mueve al
cuerpo humano, si está en algún lugar, sería en el cerebro, tal
como afirma el prestigioso neurólogo Joaquín Fuster (2015), se
encuentra en el “código relacional”, que da forma a nuestras me-
morias, las cuales ahora sabemos que no es una sola, ni tampoco
depende de una sola estructura del cerebro, sino que se encuentra
distribuida en esa compleja interacción del entramado neuronal. 

Un aporte significativo en la comprensión de nuestra na-


turaleza, es el realizado en 1996, por el neurobiólogo italiano
Giacomo Rizzolatti, “las neuronas espejo”, las cuales son con-
sideradas como la base biológica de la empatía y pieza clave en
el surgimiento del yo, ya que en la carrera por la supervivencia,
necesitábamos predecir el comportamiento e intenciones con los
otros, lo que terminó siendo un mecanismo de ida y vuelta, sir-
viendo además para predecirnos a nosotros mismos, mediante la
aparición de una autoconsciencia, en la cual nos pudimos cono-
cer, mediante el conocimiento referencial y la comparación con
el otro.

También entendimos y aceptamos que la inteligencia es múl-


tiple. Es por demás injusto juzgar a un chimpancé por su capa-
cidad de resolver problemas matemáticos o a una ballena por
su forma de interpretar un instrumento musical. Y no me estoy
refiriendo a talentos o cualidades, me refiero a las inteligencias,
las cuales pueden ser: “emocionales, espaciales, lingüística, mu-
sical, interpersonal, intrapersonal matemática, corporal y natu-
ralista”, algo que conocemos en gran medida, gracias a las in-

41
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

vestigaciones y aportes de Howard Gardner (1995), en su libro:


Estructuras de la Mente. 

También sabemos que la memoria, no es un solo mecanismo,


no se guarda en cajitas, no responde a una sola área del cerebro,
es tan diversa y compleja, como nuestra propia naturaleza. Lo
que denominamos memoria, responde a varios procesos que van
desde la fijación o codificación, almacenamiento o consolida-
ción, hasta llegar a la recuperación o evocación, obsérvese que
estamos halando de tres instancias distintas, con lo que quiero
hacer notar, que muchas veces hablamos de memoria como un
bloque unificado, nada más lejos de la realidad.

No puedo consolidar y muchos menos evocar algo a lo que


no presté atención, por ello es tan importante la codificación ini-
cial, proceso en el cual está presente la atención, motivación y
concentración, con lo que se puede o no pasar al segundo esta-
dio, es decir al almacenamiento, hoy sabemos que la inhibición
del sueño, el estrés y la depresión, entre otros, entorpecen la
consolidación o almacenamiento de una memoria. Existen una
serie de estrategias usadas para lograr el objetivo de consolidar
memoria, entre las que destacan la repetición, el movimiento, las
emociones y las asociaciones con memorias anteriores.

Otro momento presente en la memoria, es la recuperación, en


la que juega un papel determinante la urgencia, la necesidad de
recuperación y el contenido emocional, lo que puede hacer que
se evoque la información de manera deliberada o consciente y
también puede darse el caso, que sean provenientes de estructu-
ras que no necesariamente pasan por la consciencia, en la cual el
denominado inconsciente interviene en la exposición de imáge-
nes, que pueden ser auditivas, visuales, olfativas o sensaciones,
según sea el disparador o “marcador somático”, aporte realizado
por Damasio (1999), en la comprensión del proceso de toma de

42
Carlos Guía

decisiones enmarcado en el sentimiento o emoción sentida, lo


cual profundizaremos más adelante.

Es también conocido que la forma como interactuamos con


una memoria, cambiará su contenido, es decir, cada vez que evo-
camos un recuerdo, incluimos o quitamos partes a ese recuerdo,
lo que hace que el registro de información cambie. Esto nos lleva
a una profunda reflexión: las memorias no son tan fiables y tan
certeras como pensábamos, así que, en todo caso, las memorias
no son precisamente instancias en las que podamos depositar
toda nuestra confianza, ya que ellas se van distorsionando en el
tiempo, por el contenido emocional con el que se van guardando
cada vez que las recordamos y volvemos a archivar.

Es bien sabido que no existe una racionalidad pura, debido


a que lo primero que desarrollamos son nuestras emociones o
cualitas, como lo explica Rodolfo Llinás (2003), hasta los or-
ganismos unicelulares son capaces de irritarse y establecer es-
trategias de reacción ante la presencia de estímulos externos, lo
que presenta una seria demostración que son las emociones las
que guían y promueven desde nuestras más pequeñas acciones,
hasta grandes decisiones, en las que pensábamos que solo estaba
presente la razón, por lo que una racionalidad pura, tal como
pensábamos no sería capaz de existir.

Sabemos también que el mecanismo de predicción, se funda-


menta en nuestras percepciones y éstas a su vez entran a nuestro
cerebro a través de los sentidos, no sin antes pasar por la aduana
emocional denominada cerebro límbico, en la cual convergen
todas las percepciones que llegan a través de los sentidos y de
los sentimientos internos, los cuales también deben ser monito-
reados por un cerebro que, según Llinás (2003), “no sabe que
existe y se vale de los sentidos y de las sensaciones, sentimientos
y emociones, para interactuar con el medio, tanto interno, como
externo.”

43
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Figura 3
Sistema límbico.
Fuente (elaboración propia, 2017)

En toda decisión convergen la inteligencia que piensa, la in-


teligencia que siente y la inteligencia que se mueve, tal como
lo expresa José Antonio Marina (2010), en su teoría de la “in-
teligencia ejecutiva”, la cual funciona cual director de orquesta,
para ejecutar la mejor interpretación de los músicos a su cargo,
en este caso, las funciones ejecutivas nos permiten hacer uso de
los recursos que se encuentran dispersos en nuestro cerebro y
que de manera extraordinaria llega a conectar estas funciones
ejecutivas, poniéndolas a la orden de las exigencias del ritmo
que establece un entorno (interno y externo), dinámico.

Sabemos también que el cerebro continúa durante toda su


vida creando nuevas células o neuronas (neurogénesis), en va-
rias zonas del cerebro, así como también, nuevas conexiones
(sinaptogénesis), lo que indica que, biológicamente, estamos
programados para generar cambios en el transcurso de nuestras
vidas, entendiendo así la denominada neuroplasticidad, como un
proceso real y tangible, con sustento biológico. Todo este pro-
ceso se da en una conocida actividad neuronal, en la cual existe

44
Carlos Guía

una compleja comunicación entre dendritas y axones, mediante


lo que conocemos como interconexión sinápticas, mediante un
líquido que facilita tal comunicación denominado mielina.

Figura 4
Neuronas, axones, dendritas, mielina, sinapsis.
Fuente (elaboración propia, 2017)

La neuroplasticidad abre la posibilidad al aprendizaje en los


distintos momentos de la vida de un ser humano, generando una
serie de sugerencias para preservar e incrementar las funciones
cognitivas, las cuales serán detalladas en los próximos capítulos.

Una forma lúdica de entender nuestro cerebro, aunque no ne-


cesariamente científica, ya que, por lo que hoy sabemos nuestro
cerebro, funciona como un todo y no como cerebros distintos,
sería el cerebro triuno aportado por Paul Maclean, citado por
Elaine de Beauport (2009), en su libro Las tres caras de la
mente, el cual fundamentándose en la evolución, explica que el
cerebro fue creciendo en tamaño y funciones, esta teoría divide
al cerebro en tres instancias:

El cerebro reptil, que comprende el tallo cerebral, regula y


supervisa la homeostasis o autorregulación del cuerpo, tal como

45
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

la respiración, digestión, circulación, sistema inmune y las ne-


cesidades básicas (comer, dormir, sexo y evacuar), no piensa,
ni siente, ya que según Maclean, citado por Elaine de Beauport
(2009), estas actividades pertenecen a otros cerebros superiores
y con superiores me refiero a su ubicación anatómica, no en gra-
do de importancia.

En este cerebro se observa la característica principal de una


tortuga, las cuales al desovar sus huevos en la playa, se limitan
a abrir un hueco, luego colocan allí los huevos, lo recubren de
arena y se van, por lo que la pregunta principal es: ¿las tortugas
cuidan los huevos?, la respuesta es un rotundo no, y esto nos
lleva a reflexionar, por ejemplo, cuando un padre abandona sus
hijos y no vela por su manutención, ¿estará operando con este
cerebro?, cuando un colaborador de una empresa no se coloca
sus implementos de seguridad ¿estará actuando en conformidad
con su cerebro reptil?, la respuesta a las anteriores interrogantes
es afirmativa, ya que definitivamente al dejarnos llevar por este
cerebro nos conformamos por la comodidad de la rutina y del
gasto básico, esencial y habitual de energía.

Es paradójico como un cerebro que por naturaleza nos man-


tiene con vida, al administrar todas las funciones regulatorias,
puede en un momento dado hacernos descuidar nuestra seguri-
dad y la de los demás, por lo que debemos recurrir en este caso
en el entrenamiento consciente, para cambiar ciertos hábitos y
hacerlos más seguros, de conformidad con los nuevos retos que
plantea la vida moderna.

El cerebro límbico o paleomamífero, que comprende el sis-


tema encargado de las emociones, añade la experiencia reciente
a los instintos básicos, mediados por el cerebro reptil. El siste-
ma límbico permite a los procesos básicos de sobrevivencia del
cerebro reptil interactuar con el mundo externo, lo que resulta
de la expresión de la emoción general. Un ejemplo, podría ser

46
Carlos Guía

la atracción emocional por el sexo opuesto, desde el instinto de


reproducción del reptil.

El denominado sistema límbico, por si sólo podría al igual


que el reptil, meternos en problemas, ya que una emoción des-
controlada, sin medida, puede ser reactiva. Las emociones tam-
bién cumplen un rol fundamental en el proceso de memoria, lo
que puede colaborar con el registro de información tanto cons-
ciente, como inconsciente, lo que puede desencadenar conse-
cuencias a nivel de traumas emocionales, los cuales son muy
difíciles de superar, en los cuales, al recordarlos pueden llegar a
activar todos los sentimientos de ese momento.

Este cerebro se caracteriza por el cuidado, ya que en la evo-


lución biológica, por ejemplo: en la naturaleza las aves no se
limitan a colocar sus huevos, sino que, primero se da a la tarea
de crear un nido donde desovar sus huevos, para posteriormente
empollarlos y al nacer alimentar a sus polluelos, con lo que el
comportamiento en comparación con la tortuga es totalmente
diferente, involucrando las emociones como un elemento para
el cuidado. Lo ideal es poder, desde otra instancia, como lo es
la Neocorteza, superar la impulsividad de este cerebro tan reac-
tivo y que en ciertas ocasiones nos puede terminar metiendo en
grandes problemas.

Por último y no menos importante tenemos a la Neocorteza,


o cerebro neomamífero, la cual regula las emociones mediante
las percepciones e interpretaciones del mundo externo e inter-
no. En esta zona estarían las funciones ejecutivas, encargadas
de planear, controlar, persistir y desistir, mediante mecanismos
inhibitorios de las emociones. Los sentimientos de amor hacia
una persona sería un buen ejemplo para comprender como fun-
ciona esta dupla.

47
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

De acuerdo con MacLean, citado por Elaine de Beauport


(2009), en los humanos y otros mamíferos avanzados existirían
los tres cerebros, mientras que los mamíferos inferiores tendrían
sólo el límbico y el reptil y los demás vertebrados tendrían sólo
el cerebro reptil.

Figura 5
Cerebro triuno.
Fuente (elaboración propia, 2017)

48
Carlos Guía

2. EJERCICIOS PRÁCTICOS

2.1. Realiza una lista de palabras que te caractericen, busca su


antónimo y establece una nueva palabra que las agrupe en una
sola.
Ejemplo:

Lista de palabras Antónimo Palabra que la agrupa


Honesto Deshonesto Hondesesto

Honesto, su antónimo: Deshonesto, la palabra que he elabo-


rado para agruparla es: hondesesto, es decir, soy Hondesesto
(honesto y deshonesto a la vez) si logramos internalizar esto,
podemos contribuir en desmontar la ilusión de los opuestos
que tanto sufrimiento y guerras han generado a lo largo de la
humanidad.

2.2. Realiza una lista con tus virtudes, no debe ser inferior a
cuarenta y cinco, ello te permitirá identificar, la dirección de
tus inteligencias y el aporte que puedes realizar a la huma-
nidad, desde lo que Sir Ken Robinson, (2013), denominó “Tu
elemento”, es decir, la zona en que te sientes como pez en el
agua, donde puedas desarrollar integralmente tu persona y tu
entorno.

49
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Ejemplo: Escritor, Inteligente, Expresivo…

50
Carlos Guía

3| EL HÁBITAT DE LA MENTE

La separación mente-cuerpo es parte de la mitología,


la mente se encuentra encarnada en el cerebro.

¿Qué puede ocasionar en nosotros cualquier afección


del cerebro?
¿Es el enamoramiento un estado obsesivo compulsivo?
¿Puede la tecnología cambiar nuestro cerebro
y comportamiento?

Cómo es posible que una ciencia tan joven, en relación con


sus pares, pueda tener tanta acogida, si en realidad en su gran
mayoría, sus aportes se fundamentan en hipótesis, que aún están
por comprobarse. Cómo podemos centrar nuestras esperanzas
en una ciencia que afirma no contar con una teoría concluyente,
acerca de su objeto de estudio, es decir: el cerebro. 

La respuesta quizás ya se encuentra en la historia y esencia mis-


ma de esta ciencia. En sus inicios, los primeros en investigar al
cerebro y su anatomía, no tenían acceso a cerebros vivos, solo
a cadáveres y sus respectivos cerebros inertes. Sin embargo, las
hipótesis planteadas en su momento, fueron tiempo después, co-
rroboradas por la actual tecnología, usada por las neurociencias
modernas.

51
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Es impresionante como, por ejemplo, Santiago Ramón y


Cajal, citado por Joanna Klein (2017), en pleno siglo XIX, do-
tado con un pequeño microscopio, pudo deducir la existencia de
pequeñas células, denominadas neuronas, las cuales, según sus
hipótesis para la fecha se comunicaban a través de espacios en-
tre ellas, mediante largos apéndices denominados axones, hacia
las dendritas ramificadas, nombrando ésta acción como sinapsis.
Todo ello sin la posibilidad, ni los recursos tecnológicos con los
que ahora contamos y más aún, sobre la base de cerebros muer-
tos, carentes de química y electricidad.

Estas hipótesis que datan del año 1887, no han sido más que
corroboradas por cada uno de los avances científicos, llegando a
coincidir las imágenes de alta tecnología, con los dibujos reali-
zados con grafito, de un científico visionario, meticuloso y opti-
mista, que murió mucho antes que su teoría se comprobara.

En palabras de la Dra. Dubinsky, citado por Joanna Klein


(2017): “Las personas por lo regular comienzan los seminarios
con fotos de los dibujos que hizo Ramón y Cajal porque lo que
han añadido queda justo donde Ramón y Cajal pensaba que de-
bía estar” para una entrevista en el diario The New York Times,
palabras que hasta ahora tienen gran vigencia.

La consciencia humana requiere según Damasio, la inter-


vención de la corteza cerebral, el tálamo y el tronco encefáli-
co, mientras que Llinás, prefiere hablar de una comunicación
Tálamo-cortical, ambas hipótesis explican la aparición de un
estado funcional del cerebro denominado la autoconsciencia o sí
mismo, en algunos casos denominado simplemente yo.

Entendemos así que “los estados mentales se han vinculado a


los ritmos de activación (descargas) de las neuronas y la sincro-

52
Carlos Guía

nización de los circuitos neuronales por medio de la actividad


oscilatoria.” Damasio A. (2010). Mientras que Llinás R. (2003),
nos da muestras de “una mente encarnada en un cerebro” que in-
tenta descubrirse a sí mismo, con la complicidad de los avances
científicos.

Nuestro cerebro también es química, una forma sencilla de


comprender la influencia de los neurotransmisores y hormonas
en el funcionamiento cerebral y posterior comportamiento, es
con el estado de enamoramiento, en el que se hacen presente
las: serotoninas, oxitocinas, testosteronas, endorfinas, dopami-
nas, dinorfinas, encefalinas y adrenalina, entre otros múltiples
químicos.

Así se observa como los niveles altos de testosterona te in-


citaran a tener una noche de sexo, para lo que es importante
saber que si te dispones a estar con una persona por primera vez,
seguramente la adrenalina se hará presente para promover tal
aventura, para lo cual debes tomar en cuenta que si se trata de
una excelente noche de placer, en donde pudiste reír y sentirte
feliz inundarás tu cuerpo con neurotransmisores denominados
opioides endógenos (endorfinas, dinorfinas y encefalinas), por
comportarse de manera similar a los efectos del opio, droga que
produce sensación de analgesia.

Lo anterior hace posible que quieras estar nuevamente con


esa persona, ya que las dopaminas activadas en el área tegmen-
tal ventral, inundarán al núcleo accumbens, área encargada de
promover que quieras repetir la experiencia, a eso suma que, si
al despedirte bajan los niveles de serotonina, te sentirás inco-
modo al despedirte, por lo que querrás quedarte con él o ella,
dependiendo tus gustos, en el caso de repetir los encuentros y
tener muchos orgasmos, será suficiente para que aparezca otra
hormona denominada oxitocina, con la que se activa el senti-

53
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

miento de apego a esa persona y podemos decir que el romance


ha llegado a otro nivel, ahora se puede decir que hay corazón,
están totalmente enamorados.

El amor será fiel, con el respaldo de la oxitocina, que se pro-


duce en los orgasmos, con el soporte de los neurotransmisores
opioides endógenos (endorfinas, dinorfinas y encefalinas), li-
berados en cada sonrisa, en cada abrazo, en cada momento de
alegría compartida, mientras las dopaminas inunden el núcleo
accumbens, con lo que querrás repetir siempre la experiencia,
entrando prácticamente en un estado compulsivo, en donde al no
estar con él o ella, aparece una sensación de vacío. Así entende-
mos al enamoramiento como un estado alterado de la mente, del
cual irracionalmente, no quieres salir.

Otra forma de comprender que cualquier afección cerebral,


tendrá una incidencia directa en la mente y personalidad son los
diferentes síndromes y patologías, entre las que encontramos,
síndrome del Savant o sabio, en la que se desarrolla una me-
moria excepcional, la enfermedad de Huntington, en el cual las
neuronas en ciertas partes del cerebro se desgastan o se degene-
ran, provocando alteración psiquiátrica y motora, de progresión
muy lenta, durante un periodo de 15 a 20 años, siendo el rasgo
externo más notorio el movimiento exagerado de las extremida-
des y la aparición de muecas repentinas y cómo último ejemplo
la Prosopagnosia, que es una forma específica de agnosia visual,
caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros, hasta
en los sueños. Todas estas manifestaciones tienen su origen en el
cerebro y sus consecuencias son evidentes.

Otro aporte que pareciera sacado de un libro de ciencia fic-


ción es el realizado por los investigadores Maya Peeva y Scott
Macker, citados por Estupinyà (2013), quienes han podido vin-
cular los cerebros con computadores que “registran la señal del

54
Carlos Guía

cerebro con dispositivos fuera del cráneo”, con lo que han lo-
grado que personas postradas a una silla de ruedas y sin la ca-
pacidad de poder mover ningún músculo puedan, mediante sus
pensamientos, hacer que los computadores muestren las letras
en las que están pensando.

Un caso más asombroso aún y más invasivo, es el mostra-


do por el mismo, Estupinyà (2013), en el que una joven total-
mente paralizada por un derrame cerebral: “Cathy Hutchinson,
le implantaron electrodos directamente en la corteza motora de
su cerebro…Ahora es capaz de mover con su mente un cursor
en la pantalla de un ordenador.” Lo que significa un salto en la
evolución de la Neurotecnología, que apenas inicia y que pro-
mete poder contribuir en proyectos más ambiciosos y de mayor
envergadura, con los que se logre no solo beneficiar personas
que se encuentran limitadas, sino además mejorar los procesos
cognitivos de los que estamos sanos y sólo queremos mejorar
nuestros procesos mentales.

En la carrera por comprender cómo funciona el cerebro por


dentro, es importante señalar que aún no contamos con tecnolo-
gía que pueda observar un pensamiento o sentimiento. Lo que
si podemos observar, es como fluyen las ondas electromagnéti-
cas en el cerebro al realizar una acción, un pensamiento o una
emoción. Del libro,  Aprendizaje y memoria, obtenemos los
siguientes datos de los avances en materia de lo que podemos
denominar como Neurotecnología, entre los que destacan:

FMRI (imágenes por resonancia magnética fun-


cional): Es el uso de FMRI para medir la respuesta
de los flujos sanguíneos durante la actividad neuro-
nal en el cerebro o en la médula espinal en humanos
o animales. Es uno de los más recientes avances en
la formación de neuroimágenes.

EEG (Electroencefalograma): Es un medidor neu-


rofisiológico de la actividad eléctrica del cerebro

55
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

por medio de electrodos colocados en la superfi-


cie de la cabeza, o en casos especiales, sobre la
superficie del cortex cerebral. También conocido
como brainwaves o impulsos eléctricos cerebrales.

MEG (Magnetoencefalografía): Es una técnica


usada para medir los campos magnéticos gene-
rados por la actividad eléctrica en el cerebro me-
diante sensores extremadamente sensibles tales
como superconductores de interferencia cuántica
(SQUIDs).

PET (Tomografía de emisión de positrones):


Permite observar el flujo sanguíneo o el metabolis-
mo en una parte del cerebro. Al sujeto se le inyecta
glucosa radioactiva que seguidamente es detectada
en las áreas más activas del cerebro.

MRS (Resonancia magnética espectroscópica):


Basada en procesos de valoración de las funciones
del cerebro vivo. MRS toma las ventajas de la apre-
ciación de los protones (átomos de hidrógeno) que
residen como diferencia del entorno químico de-
pendiendo bajo qué molécula esté hospedada (H2O
vs. proteínas, por ejemplo)

2D-Ultrasound Imaging (imagen por ultrasoni-


dos 2D): Nuevo tipo de generación de imágenes
en dos dimensiones por ultrasonidos en tiempo real
capaz de medir y visualizar el metabolismo por
análisis y seguimiento de amplitud de cambios lo-
calizados.

NIRS, Optical Topography (topografía óptica):


Utiliza los principios del espectro de la luz infra-
rroja para analizar los cambios en el neurometabo-
lismo durante la actividad cerebral.

EMIT (Tomografía cerebral por computación


activa de microondas): Es una nueva tecnología
que permite medir las propiedades fisiológicas de
los tejidos y órganos en tiempo real, basada en la

56
Carlos Guía

diferenciación de las propiedades dieléctricas de


los tejidos.

Neuroimagen microscópica: Consiste en la ima-


gen del tejido nervioso a través de sistemas ópticos
o electrónicos (microscopios). Hay diferentes tipos
de microscopia:

• Microscopio de luz transmitida


• Microscopia de fluorescencia
• Microscopia confocal
• Microscopia multifotón
• Microscopia electrónica.

Técnicas histoquímicas o técnicas de tinción:


Usadas para ver mejor las unidades del te-
jido nervioso, entre las que destacan:

• Técnica de tinción de Golgi


• Trazadores axonales
• Técnica de Nissl
• Técnica de Cajal
• Técnica de Cajal con oro sublimado.
• Técnica de Del Rio Ortega
• Técnica de mielina
• Técnica de Weigert
• Técnica de Kluver Barrera
• Técnica de tetróxido de osmio
• Autoradiografía
• Hibridación In Situ

Además de todas estas tecnologías que permiten ver el cere-


bro en funcionamiento, existen otras que están dando excelentes
resultados en el tratamiento y cura de ciertas enfermedades, así
como también en la estimulación y cambio del propio cerebro.
Cabe señalar que estas tecnologías se encuentran en fase de ex-
perimentación, entre las que encontramos:

Estimulación cerebral profunda (ECP): Consiste en un dis-


positivo denominado neuroestimulador, el cual trasmite señales

57
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

eléctricas a las áreas del cerebro que controlan el movimiento, el


dolor, el peso y el estado de alerta.

Estimulación magnética transcraneal (EMT): Es una de las


formas no invasivas de estimular la corteza cerebral, sin dolor,
lo que permite interferir de forma controlada la actividad nor-
mal del cerebro, esta técnica constituye una herramienta llena
de posibilidades de estudio e investigación en el ámbito de las
neurociencias, en el tratamiento de diversos padecimientos y
trastornos.

Neurofeedback: Consiste en un método basado en la electroen-


cefalografía, cuyo objetivo es enseñar a modificar selectivamen-
te determinados parámetros de la actividad cerebral. Las señales
se transmiten a través de los electrodos a computadoras median-
te un programa informático especial.

Implante cerebral o implante neural: Consiste en un dispositi-


vo tecnológico que se conecta en la superficie del cerebro o en la
corteza cerebral. El objetivo es desarrollar prótesis biomédicas
que permitan reemplazar zonas del cerebro que se han vuelto
disfuncionales a causa de lesiones en la cabeza o apoplejía (ac-
cidentes cerebro vascular). Otros se usan en experimentos con
algunas especies animales para registrar la actividad cerebral,
con motivos de investigación científica.

Interfaces cerebro y ordenador: Incluye tecnología como la


de matrices de electroencefalografía (EEG) que permiten hacer
intermediarios entre la mente y la máquina, sin requerir la im-
plantación directa de un dispositivo.

Interfaz cerebral: Consiste en un canal de control y comunica-


ción electrónico, sin utilizar los nervios periféricos, ni los mús-
culos o vías de salida biológicas del cerebro, sino que transfor-
ma directamente los procesos cerebrales en acciones.

Mediante esta neurotecnología, hoy sabemos que cualquier


alteración del cerebro, traerá como consecuencia una alteración

58
Carlos Guía

de los estados mentales funcionales, los cuales según Llinás, no


solo son la consciencia, autoconsciencia o el yo, sino que además
estamos refiriéndonos a estados funcionales donde desaparece la
consciencia, las memorias, las emociones y los sentimientos, ta-
les como: el sueño, los efectos de las drogas, la anestesia y una
crisis epiléptica generalizada.

Mediante estos avances tecnológicos hemos logrado obser-


var el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro, tales como:

Figura 6
Áreas del cerebro.
Fuente (elaboración propia, 2017)

59
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

3. EJERCICIOS PRÁCTICOS

3.1. Investiga en internet los casos de personas que han sufrido


accidentes que han comprometido su cerebro e indaga, de
qué manera afecta sus vidas y su personalidad, de esta forma
podrás darte cuenta por ti mismo lo asociado que tenemos la
mente a nuestro cuerpo, específicamente al cerebro, como su
base biológica.

3.2. Consulta en internet los dibujos de Santiago Ramón y


Cajal, gracias al refinamiento que hizo de la tinción de Golgi,
compáralos con las imágenes provenientes de la Neurotec-
nología, allí podrás observar las asombrosas coincidencias.
Recuerda que estos dibujos fueron realizados por un hombre en
pleno siglo XIX.

Permite que tu vena de investigador salga a pasear junto a


estos ejercicios, todos podemos beneficiarnos del conocimien-
to científico y todos podemos jugar a ser científicos, de esta
manera podremos, poco a poco ser más críticos con la infor-
mación que recibimos y filtrarla de la mejor manera, para el
beneficio de muchos.

60
Carlos Guía

4| DE LA UNICIDAD A LA VARIEDAD

Hemos pasado de la orilla del conocimiento


a las profundidades de lo desconocido.

¿Qué tan estúpida puede ser una persona inteligente?


¿Inteligencia o inteligencias. Memoria o Memorias?
¿Es la memoria el fundamento de la inteligencia?

Hoy sabemos que estábamos en un gran error al hablar de


una sola inteligencia, con la que pretendíamos medir a todos los
seres humanos por igual, prácticamente haciendo al humano,
una especie de robot andante, al cual podríamos dar, mediante
el denominado test del coeficiente intelectual, un número que
pretendía clasificarlo con mayor o menor inteligencia; a un ser
cuya naturaleza es tan compleja, como diversa. Nada más lejos
de la realidad. Hoy sabemos que dichos test, sólo se dedicaban a
medir una pequeña parte de la inteligencia y no en su totalidad. 

Ahora con la información que manejamos, sería práctica-


mente irracional, pretender medir la totalidad de la inteligencia
humana en un test, en el que tan sólo se miden: memoria, in-
teligencia matemática e inteligencia lingüística. Y la pregunta,
¿Dónde dejamos el resto de las inteligencias?

61
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Hasta el momento, el Dr. Howard Gardner (1995), ha reco-


nocido la existencia de al menos ocho inteligencias, comparti-
das por todos los seres humanos, éstas son: la lingüística-verbal,
la musical, la lógica-matemática, la espacial, la corporalcines-
tésica, la intrapersonal, la interpersonal, y la naturalista. En la
actualidad y pendiente por demostrar encontramos una novena
inteligencia, la existencial.

No es menos inteligente un gran matemático que no cuenta


con el denominado oído musical, que un gran músico que no
sabe de matemáticas. No es menos inteligente un gran líder que
mueve masas y no aprecia la conservación natural, que un natu-
ralista sensible a las consecuencias del cambio climático, que no
sabe influir en las masas. 

Estamos hablando de conceptos complejos y dinámicos, ya


que las inteligencias pueden y deben vincularse, de tal modo que
logremos un gran líder, con gran poder lingüístico, que pueda
prevenir las consecuencias del cambio climático, haciendo con-
ciencia en sí mismo y en sus liderados, valiéndose de fórmulas
estadísticas. Esto podría ser un buen ejemplo del propósito que
pretende vincular las inteligencias múltiples en un solo “yo”. Es
importante señalar que también podríamos contar con personas
que desarrollen y mantengan preponderancia de una o dos inte-
ligencias y aun así, dejar huellas profundas en su breve paso por
la humanidad. 

Estamos pasando de un paradigma rígido, en cuanto a pensar


la inteligencia como un producto único de la razón, a un modelo
de inteligencias múltiples, cada vez más aceptado y divulgado,
con la finalidad de comprender el gran potencial humano, lo que
nos proporciona un abordaje integral de las competencias hu-
manas y en consecuencia algo positivo en la comprensión de la
complejidad humana, sobre todo en esta etapa de transición de la
era del conocimiento y las experiencias a la era del aprendizaje. 

62
Carlos Guía

La no comprensión y aceptación del potencial de las inteli-


gencias múltiples, mantiene muchos hogares en el conflicto, de
no entender por qué un integrante se preocupa y ocupa tanto por
la naturaleza y no por el tema económico, mientras que otros se
enfocan en ayudar a otros. Es un detonante de grandes discusio-
nes e incomprensión, hasta el punto de juzgar como estúpido a
uno u otro, por querer evaluar su inteligencia desde la inteligen-
cia del otro, esto debe parar. La difusión de este conocimiento
es clave para contribuir en la comprensión y aceptación de las
semejanzas y sobre todo de las diferencias.

De igual forma, ahora sabemos que no es una, sino varias


memorias, las que nos permiten asociar, evaluar, establecer y
reaccionar múltiples estímulos externos e internos, lo que nos
facilita la interacción con nosotros mismos y el entorno. 

De igual modo aprendimos que la memoria no es única, aun-


que contamos con un mecanismo exquisito para agrupar todo
a una sola instancia, tal como lo es el sí mismo autobiográfico,
quien valiéndose de las funciones ejecutivas, se da a la tarea de
reagrupar y dar sentido a las diversas memorias y sus respectivas
instancias.

La memoria puede ser definida como un conjunto de estruc-


turas cerebrales y procesos cognitivos que permiten atender,
fijar, guardar y recuperar.  Para comprender la memoria, debe-
mos entender y aceptar nuestro pasado evolutivo, en el cual, no
siempre hicimos uso de la lengua o idioma, lo que apenas tiene
con nosotros unos 5.000 años, desde el primer papiro, en donde
parten los procesos de escritura y de lectura en el humano. Antes
de eso, nos valíamos de imágenes, de allí que es comprensible
observar el arte plasmado en las cavernas de nuestros antepa-
sados, lo que data de unos 40.000 años, en los que se grabaron
imágenes en las rocas de las paredes de las cuevas, por lo que

63
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

entendemos que tenemos muchísimos más años grabando imá-


genes, que letras y palabras.

Si a lo anterior agregamos que antes de las letras y pala-


bras, antes de los grabados en rocas, éramos seres nómadas, que
debíamos guardar y registrar sucesos y acontecimientos, que
marcaban de una u otra forma nuestras posibilidades de existir,
entendemos pues, que los episodios, experiencias o eventos, es-
tuvieron antes que lo pictórico (imágenes) y lo semántico (con-
ceptos), quizás esto aclare el comportamiento de nuestra memo-
ria y la facilidad para grabar más rápidamente algunas cosas,
que otras.

Las memorias pueden clasificarse de la siguiente manera: la


memoria a largo plazo (memoria diferida), permite que la in-
formación se almacene de forma duradera. Esta memoria a lar-
go plazo, podemos a su vez clasificarla en memoria explícita
o consciente (permite recobrar la información de manera cons-
ciente y deliberada) y memoria implícita o inconsciente (es un
tipo de memoria que se almacena de manera inconsciente, no
accedemos a ella de manera deliberada) 

La memoria explícita, puede a su vez ser dividida en: me-


moria episódica, la cual permite almacenar y recordar aconteci-
mientos acaecidos durante la vida de una persona, ya sea de his-
toria personal, familiar, laboral o del ámbito social, por ejemplo
para los que presenciamos el atentado a las torres gemelas, ocu-
rrido en la ciudad de New York, en septiembre de 2001, aunque
no haya sido en vivo, sino por televisión, recordamos dónde y
qué estábamos haciendo, esta memoria está sujeta a una refe-
rencia temporoespacial, es decir, ese recuerdo está sujeto a un
determinado tiempo y un determinado espacio.

64
Carlos Guía

Mientras tanto la memoria semántica, hace referencia a los


conocimientos o cultura general de una persona, por ejemplo,
sabemos que es un libro, pero no recordamos cuándo o dónde
aprendimos que esto era un libro, esta información la adquiri-
mos a través de la familia, la educación formal e informal y las
experiencias directas del entorno, dicha memoria no está sujeta
a una referencia espacial temporal.

Por otra parte contamos con la memoria autobiográfica, la


cual nos permite saber que yo, soy yo y no otro, es una memoria
asociada a los eventos experimentados durante mi propia vida,
las experiencias, cuentos y leyendas compartidas, por ejemplo:
nací en un determinado país, soy hijo de… y me dedico a… Es
netamente subjetiva y crea a un individuo, aunque surja de una
sociedad, conviva en una sociedad y encamine sus acciones a lo
social.

Memoria a corto plazo, también conocida como: memoria


inmediata, memoria activa, memoria primaria. Es un depósito
pasivo de información disponible durante un corto período de
tiempo, que puede almacenar alrededor de siete a nueve elemen-
tos, diferente a la memoria a largo plazo cuya información puede
ser ilimitada. La memoria a corto plazo es diferente a la memo-
ria de trabajo.

La memoria de trabajo o “working memory”, es considerada


la memoria que nos hace seres inteligentes, gracias a ella po-
demos interactuar con nosotros, los otros y el entorno; ella nos
hace responder, en un momento dado, a través del monopolio de
las demás memorias; en ella se agrupan todas nuestras viven-
cias, para así poder responder en tiempo real a las exigencias del
entorno y la interacción social, de esta memoria hablaremos más
adelante, en las funciones ejecutivas del cerebro.

65
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Hoy también sabemos que la memoria según Joaquín Fuster


(2015), se encuentra distribuida en la red, es decir en el entrama-
do sináptico de las conexiones neuronales. Es en el conectoma
donde se encuentra la explicación del por qué, teniendo cerebros
relativamente iguales, somos tan diferentes. Esto se debe a que
la forma como se establecieron las conexiones, depende por una
parte del contenido genético y por otra parte de la interacción
con el ambiente, la familia, la comunidad, la cultura y las expe-
riencias individuales, en general. Cada una de estas experiencias
va moldando al cerebro y crean así a un individuo, que comparte
un cerebro común, en una persona única.

Las posibilidades de recuerdo también van a depender de la


carga emocional experimentada en el momento de la experien-
cia, lo que incrementará la fijación, la cual puede ser grabada de
manera consciente o voluntaria, como de manera inconsciente o
involuntaria, es decir sin pasar por la aduana mental del sí mis-
mo. Siendo posteriormente reproducida en el uso de la memoria
de trabajo, según las exigencias del compromiso del momento.
En este sentido, tanto las representaciones (imágenes producidas
por el cerebro); como las percepciones (imágenes en el ambiente
que son recogidas por los sentidos), juegan un papel predomi-
nante, ya que ellas alimentan la predicción, el movimiento inte-
ligente y la segregación, elementos que conforman nuestra esen-
cia y personalidad en general, en base a experiencias previas y
exigencias ambientales a las que estamos expuestos.

En cuanto a las inhibiciones, el cerebro puede suprimir me-


morias y estímulos, de tal manera que solo se ocupe de la ur-
gente e importante del momento, recuerden que el cerebro es lo
más parecido a un bombillo ahorrador, en este sentido, es im-
portante destacar que el cerebro no gasta energía en olvidar, por
lo que prefiere conducir el recuerdo una región que analógica-
mente, podría ser considerada como la “papelera de reciclaje de
Windows” y en el cerebro tiene el nombre de ganglios basales,

66
Carlos Guía

lugar donde se depositan, no solo nuestros olvidos, sino las me-


morias heredadas por la propia genética, las cuales permanecen
en los ganglios basales en estado de latencia. Los ganglios ba-
sales también están relacionados con el Parkinson, Síndrome de
Touret y Balismo.

Figura 7
Ganglios Basales.
Fuente (elaboración Propia, 2017)

En conclusión, somos el resultado de la comunicación inter-


na entre neuronas, las cuales crean imágenes en nuestra mente,
que contrastan continuamente con el ambiente, en tiempo real.
Somos un compendio de micro organismos, que trabajan de for-
ma interconectada, para crear a este yo, que en algunos momen-
tos se pierde, en el mar de la información, en la soledad de la
ausencia de emoción o en la aspiración de la comprensión.

Unidos somos más que la suma de las partes, unamos nues-


tras memorias e inteligencias y hagamos un ser colectivo, lleno
de vivencias y completo de vida.

67
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

4. EJERCICIOS PRÁCTICOS

4.1. Marca con una X, la inteligencia o inteligencias con las


que más te identificas:

Tipo de Marca con


Inteligencia una X
Lingüística-verbal
Musical
Lógica-matemática
Espacial
Corporalcinestésica
Intrapersonal
Interpersonal
Naturalista
Existencial

4.2. Completa el siguiente cuadro con tus memorias o recuer-


dos, específicamente las episódicas (Tiempo y Espacio), semán-
ticas (conocimientos, cosas) y autobiográficas (tus descripcio-
nes)

EPISÓDICA SEMÁNTICA AUTOBIOGRÁFICA

68
Carlos Guía

5| NO OLVIDEMOS AL OLVIDO

Vivimos en un mundo que ha priorizado el recuerdo,


desestimando la importancia del olvido y sus bondades.

¿Qué sería de nosotros sin el olvido?


¿Hasta qué punto puedo influir activamente en el cambio de mi
cerebro y salud?
¿Qué hace realmente el cerebro, con lo que denominamos
olvidos?

Vivimos en un mundo que ha dado mayor valor al recuerdo,


que al olvido, prueba de ello son los sistemas educativos, en los
cuales se evalúa lo que se recuerda de la historia, biología y ma-
temáticas, no así lo que olvidas de geografía, física o química,
por citar un ejemplo. 

Sin embargo, cabe resaltar que si ponemos en una balanza el


porcentaje entre lo que recuerda y olvida nuestro cerebro, enton-
ces podríamos apreciar que el olvido es muchísimo mayor que
el recuerdo, cosa que contrasta con nuestro afán y obsesión por
recordar la mayor cantidad de información y datos posibles o
al menos así lo demuestra nuestros sistemas educativos, lo que
evidencia que seguimos creyendo que este cuento se trata de
cantidad y no de calidad. Lo ideal es recordar y también apren-
der a filtrar, ser crítico con la información recibida y analizar los
conocimientos y experiencias alcanzados, con el fin de sacar el
mayor provecho.

69
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Un ejemplo claro de ello, es el aporte realizado por Jorge


Luis Borges (1994), en su célebre novela, Funes el memorioso,
relato que encarna a un hombre perturbado por la cantidad de
recuerdos e información que almacenaba, los cuales le asecha-
ban, no pudiendo deshacerse de ellos, haciendo que su vivencia
del hoy, no pudiera ser plena, porque la mayor parte del día lo
rondaban sus recuerdos, impedido de vivir nuevas experiencias.
Hay que entender y aceptar que somos más que nuestros recuer-
dos y olvidos.

El olvido debe entonces apreciarse como algo totalmente na-


tural, salvo algunas excepciones que tienen que ver con el olvi-
do patológico, tal como lo son algunas enfermedades mentales,
como el Alzheimer, una de las demencias que más ha causado
impacto en la sociedad y de la que muchos se preocupan hoy en
día por evitar. Sin embargo, el Alzheimer es apenas una de las
tantas demencias que existen. Aquí es importantísimo volver a
señalar que muchas veces se confunde el olvido con la falta de
atención y recuerden que es ilógico pretender recordar algo, a lo
que no se le prestó atención.

Una buena opción para evitar estas demencias y contar con


un cerebro sano, es hacer caso a las muchas recomendaciones
que sugieren expertos en neurociencias, entre las que destacan:

• Caminar al menos 30 minutos al día y realizar mínimo dos


entrenamientos aeróbicos intensos por semana.
• No fumar, ni consumir ningún tipo de drogas.
• No consumir alcohol de manera excesiva.
• Comer alimentos ricos en omega, tales como pescado.
• Comer frutos secos y rojos.
• Hacer una buena dieta alimenticia con ayuda de un profe-
sional, en donde puedas comer menos, no se trata de comer
más, sino mejor y en pequeñas porciones, esto reduce el
estrés oxidativo y la generación de radicales libre.

70
Carlos Guía

• Tomar una copa de vino tinto al día, funciona también


como antioxidante.
• Después de los 40 años, o cuanto antes, estudiar otro idio-
ma, asumir retos educativos, como otra carrera o terminar
los estudios, también se recomienda aprender a tocar un
nuevo instrumento musical o iniciarse en el desarrollo de
las artes plásticas.
• Entender la importancia de la interacción social, establecer
círculos de amistades con los cuales se pueda compartir e
interactuar a menudo. No hay peor cosa para el cerebro y la
salud emocional, que sentirse solo.
• Ser consciente de cambiar las rutinas y hábitos, tales como
las rutas al trabajo o al hogar, la monotonía es enemiga de
la salud de nuestro cerebro.
• Meditar y en el caso de ser una persona que se inicia en la
meditación, empezar con meditación plena o Mindfulness,
en la cual el grado de exigencia es menor y sus efectos son
excelentes para una vida sana.
• Mantener un buen patrón de sueño, preferiblemente a tem-
pranas horas de la noche.
• Viajar más, preferiblemente a nuevos destinos, caminar
por esos nuevos lugares (lo peor que podría pasar es que
te pierdas) en todo caso se soluciona preguntando a una
persona de la localidad.
• Compartir con personas de pensamientos y doctrinas dife-
rentes, sin caer en la tentación de la discusión y compren-
der que el mejor antídoto es escuchar verdaderamente al
otro, sin esperar tener siempre la razón.
• Hacer chequeos de la presión arterial, colesterol, el nivel de
glucosa en sangre.
• Mantener niveles regulares de ácido fólico, vitamina B12.
• Mantener un buen peso.
• Disfrutar de las pequeñas cosas.
• Evitar los denominados apagones emocionales, conocer
nuevas personas, permitir salidas improvisadas con tus
amistades.
• Reír más y compartir tu energía con fuertes abrazos, que al
menos duren seis segundos, evitando las palmadas.

71
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Seguramente te estarás preguntando que son muchas cosas y


que conoces alguna persona que es sedentario, fuma, no duerme
bien, bebe sin medida y que tiene unos setenta años de edad con
una vida relativamente sana. Es totalmente válido y común escu-
char ese tipo de casos, primero porque no siempre lo individual,
pasa a la estadística, es decir, existen excepciones a la regla.

Sin embargo, es importante hacer notar que en ese tipo de ca-


sos, estamos en presencia de una persona que seguramente hace
lo que le apasiona, es decir, que tiene una actividad con la cual
se siente a gusto, que ha conseguido sentirse en su elemento, lo
que le impulsa a vivir y a sentirse bien con lo que hace.

Ese es precisamente el salvo conducto, para vivir una vida


plena, conseguir su elemento, de esta manera dejarás de trabajar
y empezarás a disfrutar lo que haces, por el solo hecho de hacer-
lo, es algo que debemos tomar en consideración, ya que muchas
veces hacemos las cosas, no porque nos satisface, sino por el
bien monetario que ello significa para vivir.

Es importante buscar nuestro elemento, al encontrarlo esta-


remos garantizando una vida plena, sin el dolor que significa
hacer, lo que no nos gusta, solo por la ilusión de cubrir un fin
económico.

Todas estas recomendaciones procuran mejorar nuestra salud


mental y física en general, ya que ahora y más que nunca empe-
zamos a demostrar que una mente sana gestiona un cuerpo sano
y un cuerpo sano responde a una mente sana, recuerda que no
hay forma de separar al cuerpo de la mente. Hoy en día es co-
nocido que la mente reposa en el cuerpo, específicamente en el
cerebro, el cual incide de manera directa en la formación de con-
ductas y la propia personalidad, lo que significa que cualquier

72
Carlos Guía

alteración del cerebro, traerá como consecuencia, una alteración


de la mente y el ser en general. 

En tal sentido, el cuidado de nuestro cerebro es materia seria


y las neurociencias o ciencias que estudian al cerebro son muy
optimistas, ya que ahora sabemos que nuestro cerebro sigue pro-
duciendo nuevas neuronas (neurogénesis) y nuevas conexiones
(sinaptogénesis). Lo que nos invita a reflexionar y hacer cosas
distintas, si queremos conservar un cerebro saludable y con mu-
cha experiencia. 

Ahora sabemos que la plasticidad cerebral es una función


que no se debe dejar a la suerte, sino que podemos direccionarla,
a través de nuevos retos, nuevos estímulos y nuevas formas de
concebir la vida misma. En la medida que avanzan las investiga-
ciones, será más difícil poner excusas para no tener un cerebro
sano, porque cada día hay más pistas para mantenerlo y estimu-
larlo de manera efectiva. 

Por ejemplo, sabemos que los taxistas londinenses desarro-


llan un mayor tamaño en su hipocampo, zona del cerebro com-
prometida con la memoria y la ubicación espacial, esto debido a
que, para poder ejercer su profesión, deben pasar una dura prue-
ba, en la que demuestran que conocen las calles y direcciones de
la ciudad, lo cual es un verdadero reto cognitivo, esto también
se observa en muchos meseros argentinos que memorizan las
ordenes de los comensales y al traerla la entregan tal cual fue
ordenada, sin el uso de apuntes.

El hipocampo de estas personas es alterado por la exigencia


de sus propias actividades, la pregunta es: ¿por qué debemos
esperar que un evento fortuito o externo, cambie la fisiología
y funcionamiento de nuestro cerebro?, ¿por qué no hacerlo por

73
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

modus propio, por la voluntad que resulta de mantener no solo


nuestro cerebro en forma, sino también de optimizar nuestras
funciones?

A esto lo denomina el gran difusor de las neurociencias,


Nestor Braidot (2016), en su libro, Neurociencias para la vida,
“neuroplasticidad autodirigida”, en la cual se plantea modelar al
cerebro por voluntad propia, respondiendo a una decisión que
involucra el desarrollo de nuevas conexiones sinápticas a través
del aprendizaje y la experiencia, para lo que el autor propone lo
que denomina: “Gimnasios para el cerebro.”

De tal forma, que así como podemos decidir ir a un gimnasio


y moldear nuestro cuerpo, en base a una rutina de ejercicios y
cambios en la alimentación, así también podemos generar cam-
bios en la estructura interna del cerebro, logrando un rejuveneci-
miento de sus tareas y redes neurales.

En conclusión, espero que podamos hacer algo contraintuiti-


vo, recordando aspectos positivos que beneficien nuestra calidad
de vida, tanto mental como física, en esta extensa lista de reco-
mendaciones aportadas por las ciencias que estudian el cerebro.
Y digo contraintuitivo porque es sabido que nuestro cerebro lo
que necesita recordar por prioridad, es aquello que nos pueda
hacer daño y hasta matar, por instinto de supervivencia, en este
sentido se nos facilita recordar el fruto o animal venenoso, los
lugares que implican peligro, las plantas que pueden hacernos
daño o el agua que está contaminada.

De allí que muchas veces recordemos más fácil el vecino que


nos hizo daño, la suegra quisquillosa, el profesor que significaba
peligro y el perro que nos mordió. Dejando a un lado las miles de
cosas buenas que pudimos vivir con esos mismos seres y que a

74
Carlos Guía

nuestro cerebro le cuesta tanto recordar y reconocer, entendien-


do por reconocer: volver a conocer, en este caso no solo a la otra
persona, sino también a nosotros mismos. 

75
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

5. EJERCICIOS PRÁCTICOS

5.1. Has una lista de los nombres de las personas que estudia-
ron contigo en la primaria, y compara tu lista con el promedio
de niños que estudiaron contigo por salón, de tal manera que
puedas apreciar la diferencia entre lo que recuerdas y lo que
olvidas. Por cierto es importante señalar que, quizás no re-
cuerdes sus nombres, pero si sus rostros, lo que no cuenta para
efectos de este ejercicio. Lo que si demuestra la facilidad para
los recuerdos pictóricos, es decir, imágenes.
5.2. A esa misma lista de nombres de personas que estudia-
ron contigo la primaria, reconoce la motivación o el por qué
recuerdas sus nombres, de esta manera observarás, que en
su mayoría responden a un motivo emocional asociado a esa
persona.
5.3. En base a las recomendaciones realizadas en este capítulo,
realiza una lista de las cosas que estás haciendo para ser tu
propio líder en el proceso de neuroplasticidad cerebral y salud
mental. Observa también las cosas que no estás haciendo, de
tal manera que puedas, en un primer momento reconocerlas y
en un segundo momento empezar a hacerlas.
5.4. Escoge a unas seis personas que conformen tu entorno in-
mediato, sea familiar o laboral y reconócelas, es decir, te invito
a que las vuelvas a conocer, a redescubrir, a poner atención a
cosas en las cuales antes no prestabas atención, será un proce-
so de ida y vuelta, en donde podrás volver a conocer al otro y
a ti mismo, ya que en todo caso, cuando cambia el observador,
cambia por consecuencia lo observado.

76
Carlos Guía

6| SOY
HERENCIA Y AMBIENTE

Lo innato sin estimulación ambiental, es tan estéril,


como el ambiente sin herencia.

¿Dónde se desarrolla mi cerebro y quién influye


en ese delicado proceso?
¿Soy víctima de mis genes o puedo cambiar
la expresión de mis genes?
¿De qué depende que se expresen o no mis genes?

¿Han observado alguna vez el nacimiento de un antílope en


la sabana africana, mediante algún programa de televisión, se
han percatado que estos jóvenes animales, a minutos de nacer
caminan, corren y hasta identifican depredadores y peligros?,
¿Por qué en los seres humanos que poseemos un cerebro más
desarrollado no funciona igual?, por el contrario en los humanos
se observa una total indefensión, ¿no es esto algo curioso?

Las respuestas a las anteriores interrogantes, se encuentran


precisamente en la estructura de ese magnífico cerebro humano,
el cual, debido a su complejidad no nace totalmente desarrolla-
do, por el contrario, se va desarrollando fuera del vientre ma-
terno, Braidot (2016), nos habla de: “aproximadamente el 70%,
del cerebro humano se desarrolla a partir de la interacción con el
ambiente”, lo que nos sumerge en una profunda reflexión y res-

77
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

ponsabilidad, ya que ese niño al que estamos criando, desarrolla


su cerebro en nuestros hogares, en nuestras escuelas o colegios,
en la interacción con sus padres, familiares, maestros, medios
de comunicación, medios digitales, mascotas, alimentos, calor
materno, iluminación, emociones y sentimientos, así como con
los respectivos pensamientos potenciadores o limitantes, que
manejen las personas que conformen su entorno.

Conocer esta información, de una u otra forma, nos hace res-


ponsables del desarrollo o no del potencial del cerebro de esos
niños, los cuales no decidieron, ni mucho menos escogieron
el continente, país, sociedad, entorno, familia, colegio, ni sus
posibilidades ambientales o socioeconómicas, lo que hace de
nuestra participación en brindar lo que se encuentre en nuestro
alcance, sea determinante, comprometiéndonos, de una u otra
forma a brindar el mejor ambiente posible para desarrollar sus
potencialidades.

La relación entre lo innato y la interacción con el medio am-


biente es tan grande, que poco importa el porcentaje en que in-
fluye el uno sobre el otro, a tal punto de entender que se trata de
una sucesión e integración de condiciones y posibilidades, las
que posibilitan el desarrollo de condiciones únicas que desta-
quen el potencial genético-ambiental de un individuo.

La rama de la ciencia que explica este proceso con mayor


precisión es la epigenética, la cual se encarga específicamente
del estudio de la expresión o no, de los genes en su respectiva
interacción con el ambiente, entendiendo el ambiente como la
familia, comunidad, cultura, alimentación, educación y todos los
factores sociales.

La epigenética, nos permite deslastrarnos del victimismo de


la genética, en la cual, se pensaba que el solo hecho de estar en
los genes, significaba que se desarrollaría por sí misma. La epi-

78
Carlos Guía

genética, nos muestra que no somos víctimas de los genes, por el


contrario, los podemos activar o no, mediante nuestro estilo de
vida, alimentación y entorno en general, lo que incide de manera
directa no solo en nuestra personalidad, sino también en la salud
en general.

Un ejemplo de ello, son los casos de personas descendientes


de padres diabéticos, lo que no necesariamente significa, que de-
sarrollen la diabetes, es decir, el cuidado de la alimentación, así
como de los estresores y los buenos hábitos, pueden de hecho lo-
grar que esa persona hijo de diabéticos, no desarrolle la diabetes.

Recordemos que en los cuestionarios de seguros médicos y


médicos internistas, se encuentran preguntas relacionadas, con
los antecedentes familiares tanto del padre, como de la madre,
así como de los familiares directos, de tal manera que puedan
descubrir si alguno de ellos ha padecido algún tipo de enferme-
dad. Actualmente sabemos que, genéticamente, el gen puede es-
tar condicionado al modo de vida. Por lo que se exprese (palabra
técnica en la epigenética) o no, dependerá más de la persona y
su calidad de vida, que del mismo gen.

Con noticias como estas, mi optimismo crece y crece, nos


hace protagonistas del poder, que puede brindarnos la auto-
consciencia, en cuanto a vivir una vida plena, con una alimenta-
ción balanceada, lejos de personas tóxicas, sin vernos tentados
a hacer las cosas por compromiso, sino porque lo deseamos.
Con mayor consciencia de la importancia del ejercicio físico,
buenas rutinas de sueños, la meditación, las relaciones sociales
saludables, estar pendiente de los bajones emocionales y repa-
rarlos con diferentes técnicas y actividades, darnos cuenta de la
importancia de la risa y la alegría de vivir en general, es algo
que cada vez se escucha más en los noticieros que tienen que
ver con salud.

79
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Diversas informaciones resultado de las investigaciones


científicas, como la epigenética nos comprometen cada día más,
en el establecimientos de una vida saludable, en la cual nuestro
yo, puede contribuir, haciendo un alto a los hábitos que son con-
siderados como dañinos o que atentan contra nuestro bienestar.

Sin duda alguna, estamos obligados a integrar los recursos


cognitivos, junto con la información resultante de las investiga-
ciones en el campo de la salud y el bienestar. Es una verdadera
irresponsabilidad hacer caso omiso a sugerencias, que pueden
mejorar nuestra calidad de vida y con ello el bienestar social,
ya que el costo social por causa de la ignorancia y los hábitos
dañinos son cada día mayores, es nuestro deber difundir lo ya
conocido.

Estoy convencido que si podemos mejorar la calidad de


vida de una o más personas, por qué prolongar su sufrimiento.
Hagamos a un lado la indiferencia y aprendamos a ser más
útiles a nosotros mismos y a los demás.

De nada valdría una genial genética musical, si el ambien-


te no contribuye en la expresión de esos genes. Así como un
ambiente rico en artes, sin una herencia musical. La comple-
jidad de esta información nos demuestra, nuestra propia com-
plejidad. Ignorar esta información nos puede conducir a crear
frustraciones, que de lo individual, pueden repercutir en lo
colectivo.

Reducir los efectos del ambiente, al medio o la alimentación


sería un grave error, ya que también influyen los contenidos emo-
cionales, sociales y culturales. Esto es sumamente importante,
ahora que manejamos esta información, sabemos la importancia
de propiciar un ambiente optimo, tanto en lo familiar, como en
lo educativo, si queremos desarrollar el potencial creativo e inte-
ligencias de esos seres que se encuentran en formación.

80
Carlos Guía

Ahora sabemos que un ambiente tóxico, lleno de carencias y


necesidades, puede estimular la expresión de genes tan tóxicos
como la sociedad en la que se desarrollan, lo que genera un ciclo
vicioso, del cual es cuesta arriba salir, no solo en lo individual,
sino en lo social. El hambre en los niños hoy, que viven en ex-
trema pobreza, no solo puede expresar genes maliciosos, sino
además puede generar daños, que de prolongarse en el tiempo
pueden ser irreversibles en los hombres del mañana. Combatir
la pobreza y miseria es deber de todos, cosa que no se logra solo
con pan y techo, sino con el arma más letal contra la desigual-
dad: La Educación.

Dicho todo esto podemos concluir que un ser humano adulto


es corresponsable del desarrollo de su inteligencia o de perma-
necer sumido en la conformidad que plantea la ignorancia. La
información nos hace libres y en otros casos… nos puede hacer
unos verdaderos irresponsables, por desacatar de manera cons-
cientes las posibilidades que la información y formación nos
ofrece.

Tuya es la decisión… puedes iniciar hoy la búsqueda de


tu propensión genética, según tu referencia familiar y tener en
cuenta las posibilidades de los cambios en la expresión de los
genes, en base a la información suministrada. Hacer esto con tus
hijos también podrá generar una sociedad más sana, haciendo
que la inversión en salud sea menor y poder dirigir los esfuerzos
al desarrollo de la educación preventiva, ese es el objetivo co-
mún que debemos alcanzar.

Así como las neuronas se conectan en un código relacional,


así también nosotros nos interrelacionamos, al punto tal, de en-
tender que el todo es más que la suma de sus partes, es decir,
la suma de nuestros conocimientos es menor, que los grandes
resultados que podemos lograr cuando lo hacemos en conjunto.

81
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Esto nos lleva a reflexionar acerca de la percepción de la in-


teligencia, más como un proceso colectivo, que individual, en
donde la interacción social, el entorno, la crianza y experiencias
en general, intervienen en quien aporta una idea, que posterior-
mente influirá en los demás, de manera directa e indirecta.

82
Carlos Guía

6. EJERCICIOS PRÁCTICOS

6.1. Realiza un diagnóstico de las enfermedades que han pade-


cido, tu padre, madre, abuelos y abuelas. Acto seguido, recurre
a información de cómo prevenir el tipo de enfermedades que
hayan padecido tus familiares. Recuerda que no eres víctima
de tu genética, puedes transformar tu vida, a través de los cam-
bios que puedas hacer en tu entorno, alimentación y hábitos,
para gozar de una salud integral.

6.2. Toma consciencia de las diferencias y semejanzas, entre


tus hermanos y tú, de no tener hermanos, busca referencias de
primos o tíos, date cuenta que aun cuando han sido criados en
un entorno parecido, las diferencias siguen presente. Recuer-
da que pudiste haber estudiado en el mismo colegio y con las
mismas maestras o maestros, pero no necesariamente con
los mismos compañeros, en los mismos años, en las mismas
circunstancias. Todo cambia, todo se transforma, nada perma-
nece, estamos rodeados de vida.

6.3. Establece cuál crees que pueda ser un ambiente estimu-


lante para ti y tus hijos, recuerda que la activación o no de
los genes y sus respectivos talentos, dependen de su respectiva
estimulación positiva. Un hogar donde está presente la risa es
mucho más sano, que en el que está presente los gritos y las
ofensas.

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

7| LA INTELIGENCIA
¿PROPIEDAD PRIVADA O BIEN COLECTIVO?

No esperes a entender que tu inteligencia no es tan tuya,


podría pasar, que ya no haya nadie con quien compartirla...
Aprende a aceptar.

¿Qué tan dueño soy de mis ideas e inventos?


¿La inteligencia nos puede dividir o unir, y de quién depende?
¿Un yo egoísta y disociado, hasta dónde puede conducirnos?

Espero que la frase que abre este capítulo, no llegue a cum-


plirse en una especie de profecía. En nuestra humanidad, tarde o
temprano lograremos entender y más que entender aceptar, que
la separación de individuos por inteligencias, la separación de
pueblos por intereses, la separación de mundos por pensamien-
tos, es un caldo de cultivo para la aceleración de nuestra propia
destrucción.

En algún momento de la historia nos conseguimos con nues-


tra propia autoconsciencia, dotados de un lenguaje y una inteli-
gencia racional, eso fue suficiente para que, confundidos y sin
norte, pensáramos que podríamos ser autosuficientes, que no ne-
cesitábamos tanto a la manada, que podríamos mantenernos por
nosotros mismos, lo que nos condujo a pensar en la separación
como método para alcanzar nuestros objetivos personales y has-
ta sobreponerlos a los propios intereses del grupo.

84
Carlos Guía

Hemos creado modelos de inteligencia individual y sistemas


educativos que avalan tal aseveración, creando pueblos, nacio-
nes, continentes, líneas imaginarias que demarcan nuestros inte-
reses, tanto individuales, como colectivos. Nuestra propia satis-
facción, por encima de los intereses de los demás. Una sociedad
separada por egos, no puede generar otra cosa que una sociedad
egoica, donde prevalecen intereses propios, de esta manera va-
mos poco a poco separándonos, no solo en distancia, sino en
pensamientos y emociones.

Un mundo donde la depresión y la ansiedad, carcomen los


cerebros de los que, en un globo terráqueo que alberga más de
siete mil millones de personas y aún así, son capaces de sentir
que están solos, lo que no es igual a estar solo en el baño. Es
decir no es igual sentir la soledad, que estar solo, el sentir que se
está solo, puede llegar a ser tan tóxico, como patológico, lo que
puede llegar a desencadenar hasta la muerte en sí.

El interés colectivo muchas veces se ve reducido a espacios


como el futbol o disparado en alguna guerra fratricida entre her-
manos de la misma especie, inspirada por algún psicópata, que
a través de su gran arma: la seducción, llegó a ser el líder de
los incautos, que incitados por estructuras mentales rígidas, son
capaces de matar por una idea o morir por ella. Viciados por
una ideología, que sin importar su origen o meta, puede llegar a
desestabilizar a la persona, sacándolo de la realidad y llevándolo
a una especie de realidad onírica, en la que no existe tiempo, ni
espacio, totalmente virtual. Cuando el yo, logra ser disociando,
se puede conducir al individuo a las más terribles acciones e
inacciones.

No es un panorama alentador el que nos deja la creencia de


una inteligencia individual, por encima de un bien colectivo.
Una de las trampas del yo, es precisamente, el sentido de una

85
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

inteligencia individual, con la cual se ha pretendido hacer de los


seres humanos islas en medio del mar, siendo en esencia, el ser
humano: tanto mar, como isla, a la vez.

Definir la inteligencia como algo individual, parece a fin de


cuentas, no ser tan inteligente, si tomamos en consideración,
que se desarrolla en un colectivo y a su vez, como resultado,
beneficia a un colectivo. No tendría mayor beneficio una inte-
ligencia individual, que no parta de una necesidad colectiva y
cuya herramienta o tecnología, no beneficie a las masas. Sería
algo abstracto o impensable, como hacer un libro sin tener la
influencia de otros autores o el conocimiento en sí de lo que es
un libro y además de ello, guardarlo para mí mismo, sin mos-
trarlo a nadie más.

Obviamente la información tiene la capacidad de expandir el


conocimiento, lo que a su vez expande el abanico de opciones a
la hora de decidir, tanto a nivel consciente como inconsciente.
Un elemento más que contribuye a comprender el concepto de
inteligencia colectiva, es en sí mismo, lo cual termina influyen-
do en el comportamiento colectivo.

No es de extrañar que los mitos tenían sus límites, en los


propios límites del conocimiento e imaginario colectivo, que se
manejaba para el momento de su elaboración, así pasa con las
leyendas, biblias, religiones e ideologías. Por lo que esta nue-
va era de la inteligencia colectiva, tiene como misión volver a
integrar la gran aldea, la gran comarca, donde los intereses del
colectivo sean nutridos desde cada experiencia en lo individual,
sin egoísmos.

En este caso el yo, trasciende los límites del cuerpo y se con-


vierte en una súper estructura: un yo compartido, lo que es igual
a una inteligencia colectiva, en donde el aporte de todos con-

86
Carlos Guía

tribuya en la creación de un mundo realmente globalizado, sin


líneas fronterizas, ni límites mentales imaginarios, promovidos
por un ego individualista.

Transitamos de la cultura del conocimiento, a la cultura del


aprendizaje, de una sociedad egoica a una sociedad interconec-
tada, donde las únicas líneas sean telefónicas, donde las ideolo-
gías sean suprimidas y con ellas el riesgo de superar la realidad
y los intereses compartidos, donde la inteligencia supere la ilu-
sión y las utopías, no permitiendo que se derrame más sangre en
nombre de alguien o algo.

El camino está trazado por investigaciones, cuyos resultados


son muy optimistas, y nos muestran un panorama, donde el buen
uso de nuestras estructuras cerebrales, pueden conducirnos a una
mejor toma de decisiones, en la cual convergen las inteligencias
que piensan, sienten y se mueven, regidos por la denominada in-
teligencia ejecutiva, la cual pueden hacer de los seres humanos,
seres más reales y honestos consigo mismos y con los demás.

Encaminar nuestras inteligencias, nuestras memorias y nues-


tras funciones cognitivas a los fines más altos, podrá hacer de
este mundo un mejor hogar para todos, la manera de iniciar es
asumiendo con responsabilidad el conocimiento, poniendo en
práctica lo aprendido, dejando a un lado los tabú, los estigmas
y dogmas, que frenan de una u otra forma la evolución y el
aprendizaje.

Es doloroso observar en pleno siglo XXI, personas atemori-


zadas o avergonzadas al hablar de una necesidad fisiológica tan
natural como lo es el sexo, es un hecho que llama la atención
y sobre el cual debemos dar ejemplo. Ya que no hay nada más
vergonzoso que ver niños y niñas contagiados con enfermedades
venéreas, debido a poca información y pocas campañas de pro-

87
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

tección existentes, tanto en instituciones educativas, como en la


familia. En otros casos presenciar embarazos prematuros, debi-
do a que en algunos hogares aún se habla de la abejita que pica
a mamá. En otras circunstancias se observa aún, a niñas que no
saben cómo reaccionar o lo que les sucede, cuando se inician en
su ciclo menstrual.

Estamos en pleno siglo XXI, no hay excusas para seguir omi-


tiendo al sexo o dejando a nuestros niños solos en medio de la
desinformación, es hora de asumir el compromiso de padres y
madres, la escuela sirve para reforzar, lo que se educa en los
hogares. Hasta cuándo vamos a seguir viviendo en sociedades
en donde se mata a plena luz del día y se habla bajito y a escon-
didas del sexo. Los invito a hacer del sexo un tema de conversa-
ción en el seno familiar, los invito a celebrar la llegada del ciclo
menstrual de la niña, que sepa y entienda, que ahora es mujer,
es capaz de procrear, los invito a hablar con los niños y explicar
lo que puede hacer su semen en una vagina, es decir generar el
ciclo de la vida.

El tema puede llegar a ser natural y sencillo, en la manera


que lo veas natural y sencillo. Pero en la medida que lo veas
como una especie de novela detectivesca, de misterio o terror,
entonces lo seguirás viendo así. Lo recomendable es responder a
las inquietudes de sus hijos, en el momento que así lo requieran,
ellos mismos nos orientan en base a sus preguntas, las cuales es
una obligación ser respondidas a tiempo y sin prejuicios, ya que
al emitir juicios, podríamos debilitar su confianza en el caso de
dudas posteriores. Es el arte de jugar a ser creativos, inteligentes
y valientes, para así generar un clima de confianza, en la que no
solo salgan beneficiados tus hijos, sino la sociedad entera.

Y si eres de los que aún cree que al hablar de sexo con tus
hijos, seria inmoral, te invito a pasear por un hospital y ver
niños con enfermedades venéreas muy dolorosas o en el me-

88
Carlos Guía

jor de los casos niñas embarazadas, ya que en los casos más


perturbadores se observan criaturas empezando a vivir con virus
que pueden causar enfermedades mortales como el cáncer por
el virus de papiloma humano (VPH) o el virus de la inmunode-
ficiencia humana (VIH), el cual, de no ser detectado a tiempo y
respectivamente medicado, podría desencadenar el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

7. EJERCICIOS PRÁCTICOS

7.1. Realiza un listado de personas que han brindado a la


humanidad, herramientas o ideas brillantes y analiza si estas
personas responden a una inteligencia individual o colectiva.

7.2. Revisa tus propias ideas e identifica si son muy tuyas o res-
ponden a un antecedente o información procesada con anterio-
ridad, tanto de manera consciente, como inconsciente.

7.3. Analiza tu comportamiento al hablar de sexo con otra


persona o en público, revisa si has hablado con tus hijos e
identifica qué hiciste diferente cuando tú hija o hijo llegó a la
pubertad, cómo lo celebraste o si por el contrario, lo pasaste
desapercibido.

La inteligencia también requiere de un recurso imprescindible:


la imaginación, la cual te conduce a ser creativo e innovar,
permítete en forma de entrenamiento al menos unos minutos
al día a imaginar y otros tantos a meditar, así podrás vivir con
mayor calidad y satisfacción.

90
Carlos Guía

8| PALABRAS CLAVES
PARA UNA VIDA PLENA

La aceptación,
es el atajo para la comprensión.

¿Qué tan consciente soy de mis virtudes, talentos y dones?


¿Para ser feliz, tengo necesariamente que saber
qué es felicidad?
¿Qué me lleva a hacer buenas obras por personas
que no conozco y jamás conoceré?
¿Cómo puedo ser tan irresponsable con mi seguridad,
si el objetivo de mi cerebro es mantenernos con vida?

Ofrezco algunas palabras que nos pueden ayudar a compren-


der mejor esto de la salud integral de los seres humanos, con lo
que quiero empoderarlos de herramientas que, como a mí, me
llenaron de optimismo y ganas de seguir adelante.

8.1. NEUROPLASTICIDAD

Para un cerebro plástico,


el cambio es su hábitat ideal.

La neuroplasticidad, es un término utilizado para explicar


las posibilidades del cerebro de cambiar y adaptarse al entorno,

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

cosa que se realiza desde el mismo momento de la concepción


y ahora entendemos que se da hasta la muerte, ya que errónea-
mente, pensábamos que este proceso tenia límites en cuanto a la
edad, creyendo que el momento para aprovechar la plasticidad
era solo la niñez.

La plasticidad del cerebro, se ve influenciada por su interac-


ción con el medio, tanto interno, como externo. Las experiencias
acumuladas por el aprendizaje, la familia, la cultura, la interac-
ción social, todo ello va formando la personalidad, en base a
una plasticidad que puede originar cambios en función de lo que
percibe; la percepción determina la morfología cerebral.

En la actualidad sabemos que podemos hacer uso de la plas-


ticidad cerebral en cualquier momento de nuestras vidas, hasta
el punto tal de recomendar el entrenamiento progresivo del ce-
rebro a lo largo de la vida del ser humano, mediante el estudio
de idiomas, carreras, aprender a tocar instrumentos musicales o
el arte en general.

Un cerebro plástico, no reacciona igual que la goma, la cual,


después de ser doblada, vuelve a su forma inicial. El cerebro una
vez que se modifica, no vuelve a su forma inicial, sino por el
contrario, seguirá modificándose. Esta información es trascen-
dental, ya que implica, en sí misma una herramienta biológica
de evolución y superación.

Hasta ahora sabíamos que la plasticidad del cerebro estaba


relacionada con las transformaciones, que lleva consigo la inte-
racción de cerebro y su medio ambiente interno y externo, tam-
bién sabemos que este proceso de cambio puede ser dirigido,
sin tener que esperar que el cambio venga desde el entorno o las
circunstancias. Aceptamos en este caso a la figura del yo, como

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Carlos Guía

pieza clave, ya que puede valerse del resto de las estructuras


para invitar a realizar transformaciones conscientes de su perso-
nalidad y comportamiento.

Conocer que la plasticidad se desarrolla y que podemos


usarla durante toda la vida, nos abre las posibilidades a mundos
nuevos, donde los adultos mayores podrán contar con cerebros
sanos y con la experiencia que dan los años, sin debilitar sus
funciones. Esto implica una revisión social, ya que el adulto ma-
yor podrá desde su experiencia y su sanidad mental aportar a la
sociedad y a su desarrollo.

Es trascendental, tener siempre en cuenta, que las estructuras


neuronales formadas por las experiencias y conocimientos pue-
den cambiar a través de la neuroplasticidad, lo que nos invita a
poner más énfasis en el recurso educativo, si queremos transfor-
mar nuestras vidas y respectivas sociedades.

Entre las recomendaciones para la estimulación de la


Neuroplasticidad, tenemos:

• Estudiar otros idiomas.


• Aprender a tocar instrumentos musicales.
• Conocer personas y sus intereses.
• Realizar actividades deportivas en diferentes disciplinas.
• Conocer nuevos destinos.
• Estudiar otra carrera o proseguir los estudios.
• Entrenarse para escuchar y compartir distintas opiniones.

8.2. NEUROGÉNESIS

Contamos con un cerebro que nos ha dado


las bases biológicas, para ir al ritmo de la vida,
es decir, al ritmo del cambio.

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Nacemos con un número de neuronas, algunas van muriendo


y paralelamente, a lo largo de la vida, seguimos creando nuevas
neuronas, aunque en menor grado.

La neurogénesis, implica un alentador descubrimiento, ya


que ahora sabemos que no solo se pueden cambiar las estruc-
turas neuronales establecidas por las experiencias previas, sino
que además ahora sabemos que podemos generar nuevas neuro-
nas, sobre todo en zonas de vital importancia para la memoria y
la ubicación espacial, tal como lo es el hipocampo.

El Dr. Néstor Braidot (2016), citando a Elizabeth Gould de la


Universidad de Princenton, nos habla de otras zonas en las que
se ha evidenciado la neurogénesis:

Investigaciones hablan de otras zonas, tales como


el núcleo caudado, el bulbo olfatorio, la neo cor-
teza, el estriado, la amígdala y la sustancia negra.
Las Investigaciones a su vez proponen que la neu-
rogénesis se da no solo en la formación de nuevas
neuronas, sino además de nuevas células gliales,
las cuales a su vez cumplen un rol protagónico tam-
bién en la neuroplasticidad.

Es importante señalar que la neurogénesis, se da por igual en


cerebros de hombres y de mujeres y algunos estudios demues-
tran que puede ser mayor de lo que se pensaba, un aporte que
promueve el optimismo, ya que ahora sabemos que nuestro cere-
bro puede seguir produciendo, no solo nuevas conexiones, sino
además nuevas neuronas, en un estudio realizado con personas
de 92, años de edad.

En esta sociedad del aprendizaje tanto la neuroplasticidad y


neurogénesis, forman las bases biológicas para el desarrollo de

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Carlos Guía

una mejor y mayor calidad de vida.

Entre las recomendaciones para la estimulación de la


Neurogénesis, tenemos:

• Nutrición adecuada, alta en omegas.


• Actividades aeróbicas, no rutinarias.
• El baile.
• Un disciplinado horario de sueño, ya que las investiga-
ciones demuestran que la privación del sueño inhibe la
neurogénesis.
• Visitar nuevos lugares y nuevas amistades.

8.3. RESILIENCIA

Soy capaz de caer, golpearme, sentir el dolor y levantarme,


aprendiendo a salir fortalecido de lo que considero
un aprendizaje experiencial.

La resiliencia es el conjunto de factores y mecanismos que


nos permiten superar adaptativamente las situaciones de adver-
sidad. En este sentido, lo ideal es desarrollarla desde la niñez,
en colaboración con los padres y en el entorno educativo, entre-
nado la capacidad de superar momentos difíciles, cual si fuera
un músculo y de esta forma blindar a nuestros seres queridos,
mediante una serie de herramientas, entre las que el Dr. Facundo
Manes (2015), refiere:

• La llamada habituación y extinción, es una de estas,


ya que al estar expuestos en forma repetida y de
manera constante a un cierto estímulo, nuestros sis-
temas neurales tienden a atenuar la respuesta inicial
negativa (en algunos casos hasta apagarse).
• La reevaluación cognitiva de las emociones, que
consiste en modificar el sentido o significado fun-

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

cional atribuido a la situación que gatilla el estrés


(cambiar la manera en que sentimos, al cambiar la
manera en que pensamos).
• El reprocesamiento de memorias, es la evocación
de los recuerdos perturbadores y su revisación de
un modo sistemático, como uno de los tantos modos
en que el cerebro puede cambiarse a sí mismo.
• La promoción personal de propósitos, valores y
espiritualidad. Sobre este punto podemos agregar
que una característica saliente de las personas
resilientes, es el compromiso con una intención vi-
tal y significativa, o un sistema de creencias mora-
les bien definido.

Hoy sabemos que contamos con un cerebro plástico, que pro-


duce nuevas neuronas hasta que muere, la pregunta es: ¿Qué
hace a un padre y una madre ser sobreprotectores, al punto tal,
de atentar contra el libre desenvolvimiento y desarrollo de sus
hijos?, la respuesta a esta interrogante seguramente sea tan com-
pleja como la pregunta y para una efectiva comprensión, debe-
mos abordarla desde diferentes factores.

Por una parte los animales tienen la necesidad o instinto de


supervivencia y protección de la especie, lo que se repercute
también en las crías humanas. Sin embargo, en los últimos años,
pareciera que, con nuestra actitud, queremos proteger a las crías
de experiencias, que son vitales en su desenvolvimiento y desa-
rrollo, una vez alcanzada la madurez, privar a los niños de estas
situaciones, junto con un desmedido uso de la tecnología, ha ge-
nerado graves consecuencias para estos jóvenes, hasta el punto
tal, que se han convertido en la población con mayor presencia
de depresión y de su más grave consecuencia, tal como lo es,
el suicidio, afectando específicamente a los jóvenes en edades
comprendidas entre los 15 y los 30 años de edad, según estadís-
ticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

96
Carlos Guía

La incursión de una tecnología, cuyas consecuencias en los


niños no se habían medido, hasta ahora, hace que a los jóvenes
se les dificulte distinguir entre la rapidez de la realidad virtual y
la relatividad de la realidad real, que se expresa en su entorno.
Por ejemplo, las pantallas van a una velocidad mayor, que mamá
cuando sirve la comida; nuestros amigos tienen sus propios rit-
mos de vida y ni hablar de las niñas en cuanto a sus ritmos para
establecer relaciones de pareja. Esto genera como consecuencia
que la relación espacio tiempo, se contamine con la realidad vir-
tual, la cual no es la mejor referencia para vivir una vida normal
y en sana calma.

Si a esto sumamos que los padres sobreprotegen a los niños,


sin permitirles vivir experiencias, tales como: el sentido de la
pérdida, la tolerancia al desprendimiento, el reconocimiento del
error, el sentido de la calma y la debida consecuencia ante una
falta, entonces estamos en presencia de una suma de factores
que atentan contra la salud emocional y psicológica del niño.
Con lo cual y ante la falta de preparación y entrenamiento ante
momentos o situaciones adversas opta por responder con ira, de-
primiéndose y en el peor de los casos, con el suicidio.

No es para nada sano, que los padres contribuyan en la crea-


ción de otra realidad virtual, tal como lo hace la tecnología. De
lo que se trata, es que los padres y docentes puedan incentivar
las funciones ejecutivas de los jóvenes, las cuales controlan a
su vez, la inteligencia que piensa, la inteligencia que siente y la
inteligencia que se mueve. La mejor forma de hacerlo es me-
diante la imposición de límites y sus respectivas consecuencias,
las cuales deben ser realistas y cumplidas, ya que de lo contrario,
podríamos desestimar las consecuencias, lo que acarrearía un
incentivo de las conductas irresponsables, debido a la carencia
de consecuencias alguna.

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

El rol de padres no viene inscrito en un manual de instruc-


ciones. Sin embargo, es en el conocimiento, donde podemos
descubrir las claves del éxito de una buena crianza, ya que, por
ejemplo: las neurociencias, ofrecen datos y sugerencias, basadas
en hipótesis e investigaciones, que nos pueden servir como refe-
rencia, en lo que podríamos denominar una crianza eficaz; en tal
sentido las ciencias que estudian al cerebro, sugieren que los ni-
ños menores de dos años no tengan acceso a pantallas y una vez
pasado los dos años, que se dosifique su uso, de una hora diaria,
hasta las cuatro horas diarias, según vaya cumpliendo años, de
esta manera el niño no tendrá referencia de velocidad virtual,
que atenten contra su realidad próxima.

Así pues, como padres podemos tener acceso a información


que nos permitirá, que cada día podamos cumplir mejor con
nuestro rol, tan transcendental para la sociedad y su desarrollo
en conjunto.

8.4. FELICIDAD

Huir del dolor, comprar momentos, buscar ansiosamente,


no es felicidad.
Felicidad es compartir, estar en mi elemento,
ser más que un yo…
La felicidad y la vida... no pueden desvincularse.

Un cerebro infeliz, es un cerebro menos inteligente, ágil y


creativo, todo ello se explica en la escasa o nula producción
de dopaminas, neurotransmisores que se encuentran asociados
directamente a la búsqueda del placer, o también denominado
sistema de recompensa, el cual nos mantiene atentos, en la bús-
queda constante de lo que me motiva para seguir adelante, dan-
do lo mejor de mí, no porque esté compitiendo con el otro, sino
porque quiero ser cada día una mejor versión de mí mismo.

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Carlos Guía

En cuanto a la felicidad, es mucho lo que se ha estudiado,


tanto así que se ha relacionado con las zonas subcorticales, o
cerebro límbico, en el cual se producen una serie de neurotrans-
misores que podrían explicar de manera química, la felicidad.
Diversos estudios demuestran que, cuando disminuye la dopa-
mina en el cerebro, puede experimentarse una pérdida de la ca-
pacidad de deseo y placer, lo que puede desencadenar en anhe-
donia o incapacidad de experimentar el placer.

Martin Seligman (2011), pionero de la Psicología Positiva,


describe la felicidad como un compendio de cinco elementos:

• La emoción positiva. Esto es el placer, el éxtasis,


la comodidad y el aspecto más hedónico de la vida
(por ejemplo, lo que nos produce la comida, el
sexo, descansar, mirar la televisión, sentir el agua
caliente de la ducha caer en el cuerpo). La mayoría
de las personas suelen asociar esto a la felicidad y,
sin embargo, es solo un aspecto.
• El fluir (flow). Es un estado psicológico específi-
co que experimentamos cuando hacemos una tarea
que nos apasiona (conversar con un amigo, practi-
car un deporte o jugar en la computadora). Duran-
te esas actividades suceden sobre todo dos cosas:
una es que perdemos la noción del tiempo; la otra
cosa es que perdemos noción de nosotros mismos.
Esto sucede porque baja la ansiedad y el estado de
alerta. Para que exista el flow tiene que haber un
desafío u objetivo, que no sea muy grande, porque
nos abrumaría, ni un desafío muy bajo, porque nos
aburriría.
• El sentido. Este resulta de hacer una tarea signi-
ficativa por los demás, desde pasar tiempo con la
familia hasta involucrarse en una ONG o ayudar al
prójimo en el día a día. Significa encontrar un sen-
tido o propósito a la vida más allá de uno.
• Los logros, el éxito y la experticia. Esto, sin dudas,

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¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

es algo que ocupa la mente de muchas personas du-


rante gran parte del día. Como ya vimos, ciertos
logros no traen necesariamente el aumento de feli-
cidad que se espera, aunque la ciencia encontró que
hay personas para las cuales sí funciona y es porque
pueden venir acompañados, aunque no siempre, de
emoción positiva, flow y sentido.
• Relaciones positivas. El estudio más largo de la
psicología es de la Universidad de Harvard y se
trata justamente sobre la felicidad. Se hicieron en-
cuestas a distintas personas cada dos años para ver
qué circunstancias y actitudes hacía que mejorara
o empeorara su calidad de vida. Los resultados del
2015 (qué reúne los resultados de los 75 años) arro-
jaron que uno de los factores más importantes es
cuánto disfrutaban de las relaciones más íntimas.

Por otro lado la profesora Sonja Lyubomirsky (2007), en su


libro La ciencia de la felicidad, explica que: “al menos un 50%
de la felicidad tiene un origen genético”, lo que nos hace recor-
dar la epigenética, en la cual se establece que una genética, sin
estimulación ambiental es estéril, mientras que una estimulación
ambiental, sin genética, también lo es. En este sentido es impor-
tante resaltar la importancia de un entorno familiar donde las
caricias positivas, el calor de hogar, la comunicación, el respeto
y la risa sean la constante, lo que traduce a un entorno sano,
donde se escuche más las comunicación y carcajadas, que gritos,
ofensas e indiferencia.

Mientras que el estudio más largo en neurociencias, realizado


en Boston, (desde 1938-a la actualidad), arrojó como resultado
que las buenas relaciones interpersonales nos mantienen más
felices y saludables, al contrario que la soledad, la cual, literal-
mente, nos mata.

100
Carlos Guía

La risa cumple en este sentido un buen antídoto para la tris-


teza, la Anhedonia, la infelicidad, el aburrimiento, el odio, la ira,
el rencor y todas las emociones que nos pueden en algún mo-
mento alejar de la felicidad. Teniendo muy claro que la Tiranía
de la Felicidad, tampoco es la solución, por ejemplo, se ha con-
fundido mucho en las redes sociales, teniendo la sensación que
debemos estar siempre felices, lo cual, no necesariamente es, ni
real, ni beneficioso del todo, ya que es importante poder experi-
mentar todas las emociones, sin esconderlas o disfrazarlas.

La atención también contribuye al desarrollo de la felicidad,


ya que es poco probable que podamos apreciar las bondades de
la vida y el compartir con otros, mientras estamos secuestrados
por los múltiples distractores que esta sociedad tecnológica nos
ofrece, así que a desarrollar más la atención, para permitir que
la vida te sorprenda con circunstancias y experiencias, que si no
estás preparado, no podrás apreciar.

8.5. ALTRUISMO

Cuando das y esperas que el universo te devuelva el doble,


en realidad no estás dando,
estas invirtiendo.

Con respecto al altruismo podemos decir que es el conjunto


de conductas humanas que prefieren el bienestar de la especie en
su conjunto, por encima, muchas veces de los propios intereses
particulares, poniendo en riesgo algunas veces, hasta la propia
vida. Se expresa como una de las conductas más altas, en la cual,
ni el ego, ni los intereses personales, pueden frenar esta pulsión
hacia al otro, reconociendo de esta manera la importancia del
otro.

101
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Los seres humanos tenemos necesidades básicas o inmedia-


tas como la alimentación, la evacuación, el dormir y el sexo. Sin
embargo, existen otras necesidades de suma importancia para
nuestra supervivencia como especie, tales como: la coopera-
ción, la justicia y la necesidad de pertenecer, ésta última, en su
ausencia, podría llegar a ser mortal.

Superando la ley de los opuestos, debemos entender que so-


mos seres egoístas y también altruistas. Lo interesante de las
investigaciones, es que ahora sabemos que en el cerebro de un
altruista, se activan las mismas zonas de placer y recompensa,
que el que recibe el beneficio, lo que quiere decir que es una
acción altamente positiva, que va de ida y vuelta.

Es importante señalar que el altruismo se observa también


en otras especies animales, tanto en aves, peces y mamíferos,
además se observa muchas veces que la acción puede ser entre
especies diferentes, tal es el caso de animales y aves, cuyas ad-
vertencias en sonidos, permite a los demás, saber que existe la
presencia de un depredador, en otros casos hemos visto cómo se
activan, patrones de acción fijos (PAF), en animales como aves
que terminan alimentado a otras aves, aun cuando no son sus
crías y hasta a peces, con lo que se puede prever que el altruis-
mo no es algo desarrollado con la autoconsciencia, sino que, tal
como las emociones, son estados que responden a un proceso de
evolución, que compartimos con los demás animales.

En el caso de los humanos y debido a sus características y


complejidad en sus cerebros podemos apreciar que el altruismo
alcanza niveles asombrosos, por ejemplo, cuando realizamos ac-
ciones que beneficiarán a futuro a personas que no conocemos,
con las que no compartiremos. Mentes visionarias que hacen
cosas hoy, para promover cambios y consecuencias positivas
a futuro, tal como los educadores y algunos políticos, cuando

102
Carlos Guía

aprueban y se comprometen con proyectos a largo plazo. Cosa


que los humanos podemos hacer, debido a que contamos con
mecanismos o funciones cognitivas, especializadas en la pla-
neación a futuro, las denominadas funciones ejecutivas. En este
caso podemos decir que el altruismo en humanos y debido a esa
característica de planear a futuro y sin esperar beneficios de in-
mediato, que muchas veces, ni siquiera podrán ver, marcan una
diferencia con otras especies, lo que demuestra un alto valor en
la evolución de la especie.

El altruismo visto como una de las funciones más altas del


cerebro humano puede ser entrenado, mediante la inhibición de
las recompensas inmediatas y la estimulación de la planeación
y persistencia, cosas que forman parte de lo que José Antonio
Marina (2015), denomina la inteligencia ejecutiva, inteligencia
que gerencia a la inteligencia que piensa, la inteligencia que
siente y la inteligencia que se mueve, todo ello mediante entre-
namiento de las funciones ejecutivas, funciones que debemos
tomar en cuenta y entrenar si queremos sobrevivir como especie.

8.6. SEGURIDAD

La seguridad no es una opción, es una decisión


y esta puede ser, tanto a nivel consciente, como inconsciente.

En materia de seguridad he podido dictar muchos talleres,


asesorando empresas trasnacionales a nivel de Latinoamérica,
lo que me ha permitido estar en contacto directo, con lo que es
seguridad y la ilusión de seguridad. Ya que muchas personas
piensan que la seguridad es solo materia industrial o empresa-
rial, dejando de apreciar el concepto en su gran dimensión.

103
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

La seguridad, concepto que me he dado la tarea de difundir,


como la cualidad de hacer una pausa para cuidarme, es sin duda
alguna un concepto muy amplio, para destinarlo solo a la indus-
tria e instituciones, ya sean públicas, como privadas. Estamos
hablando de una cualidad general del ser humano, para hacer
una pausa y cuidarse, lo que implica el desarrollo de la autocons-
ciencia y autocuidado, cosa que solo se puede alcanzar, median-
te el autoconocimiento y entrenamiento.

La seguridad y autocuidado, es parte de nuestra herencia in-


nata, tal como lo expresa Llinás (2003), es parte de ese “cablea-
do preconcebido”, con el que venimos al mundo, toda especie
busca sobrevivir y reproducirse. Sería contraintuitivo, atentar
contra nuestra propia seguridad, es decir, contra nuestra propia
vida. Sin embargo, en mi experiencia en el área industrial y per-
sonal en general, he visto personas que retan al destino, ya sea
por ignorancia o por carencia de amor propio, es decir, por con-
secuencia de una baja autoestima.

Es así como he podido presenciar y escuchar desde los acci-


dentes más tontos, hasta las desgracias más grandes en compa-
ñías que invierten miles de dólares en capacitar a su personal,
para que desarrollen un comportamiento seguro, lo que parece
ilógico, ya que de por sí, cada uno de nuestros actos por natura-
leza debería obedecer a conductas seguras y no inseguras, cosa
que he podido evidenciar con mis propios ojos, tanto en las em-
presas, como en la sociedad en general.

Las conductas seguras, ante los nuevos retos que plantea la


sociedad moderna, se aprenden, por lo que la conducta insegu-
ra, debemos entender que también se aprende, esto nos lleva a
reflexionar sobre nuestro mecanismo innato de flexibilidad, pre-
sente en la neuroplasticidad, la cual nos puede guiar al desarro-
llo, tanto de procesos conductuales seguros, como inseguros.

104
Carlos Guía

Para entender mejor la seguridad, debemos entender el fun-


cionamiento del procesamiento de información que maneja
nuestro cerebro: el inconsciente humano es capaz de procesar
la información a una velocidad de 11.000.000 Bits por segundo,
captados a través de nuestros sentidos. A diferencia de nuestro
consciente cuya capacidad de procesamiento es de máximo 50
Bits por segundo, lo que es un resultado ridículo comparado con
los 11 millones que procesa nuestro inconsciente y cuando lee-
mos en silencio o resolvemos un problema matemático procesa-
mos hasta 30 Bits de información por segundo. Estos 11 millo-
nes se subdividen en nuestros sentidos de la siguiente manera:
10 millones por vía visual, apenas 100 por vía auditiva, 100 por
vía del gusto, 100 por nuestro olfato y 800 por vía de nuestro
tacto, entendiéndolo como toda nuestra piel.

En este sentido, sería una locura pensar que debemos desa-


rrollar un desempeño más consciente en nuestras actividades,
ya que obviamente el riesgo a los peligros, se incrementaría, lo
que en todo caso podemos desarrollar es la atención focalizada,
la cual permitirá a nuestro consciente e inconsciente desarrollar
su trabajo de manera segura. Una cosa es un estado de mayor
consciencia y otra muy distinta es un estado de mayor atención.

Mi propuesta es simple: migrar de los hábitos inseguros, a los


hábitos seguros. Seguramente si algún inspector de seguridad
está leyendo esto, se podría hasta infartar, ya que hasta ahora,
lo que se recomienda en las empresas es dejar de hacer las co-
sas como un hábito y pasar a desarrollar sus tareas de manera
consciente, lo que, con los datos aportados por la ciencia, sería
por demás imposible y poco beneficioso, tanto para la persona,
como para la compañía.

Explicaré esto con un ejemplo gráfico; recuerda cuando te


amarrabas las trenzas o cuando aprendiste a manejar bicicleta,
recuerdas que mientras aprendías esas acciones lo hacías de ma-

105
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

nera tan consciente, que no podías prestar atención, ni siquiera


a lo que te estaban diciendo, cualquier distracción podría ha-
cer que te accidentaras o en el mejor de los casos no pudieras
conseguir realizar la vuelta de las trenzas. Que quiero decir con
esto, si se pretende llevar la seguridad como un acto consciente
totalmente racional, es decir, como cuando aprendes algo nuevo,
en el cual tu consciencia está enfocada en hacerlo, el riesgo es
mayor. Ya que una vez aprendido a manejar la bicicleta o ama-
rrarte las trenzas, lo podías hacer hasta sin ver, sin un grado de
concentración mayor, eso se alcanza con la práctica, entrena-
miento, experiencia y se puede desarrollar de la mejor manera o
de la peor manera.

Tenemos que hacer uso de los aportes científicos de la ma-


nera más responsable y hoy sabemos que en poco tiempo el in-
consciente puede procesar hasta 6.000.000.000 Bits de informa-
ción. Si tuviésemos que confiar en la consciencia no iríamos tan
rápido en la toma de una decisión. Sabiendo el número de bits, a
los que trabaja la parte consciente necesitaríamos hasta 4 años.

Por lo que hay que incentivar la práctica de hábitos seguros,


para lo cual debemos desaprender hábitos inseguros. Lo que he
observado en las empresas, es que las personas hacen cosas “se-
guras”, que luego en sus hogares olvidan, lo que no demuestra
en realidad que esté incorporando la seguridad como un valor, si
más bien como un cumplimiento de una tarea o una norma, que
solo debo cumplir para no ser amonestado en la empresa.

El desarrollo de la seguridad está de la mano con la autoesti-


ma y todos los autos, que he mencionado anteriormente, lo que
quiere decir que es un principio del propio ser humano y así debe
ser desarrollado, entrenado e informado. Y no solo como normas
o procedimientos, que en el papel se ven muy bien, pero que en
la practica están lejos de ser implementados por el sujeto, por lo
que cada día las empresas están entendiendo que la seguridad

106
Carlos Guía

es algo más relacionado con la conducta, los comportamientos


y los valores, lo que ha hecho que programas como: seguridad
basada en el comportamiento, sean cada día más cotizados por
las empresas.

En este sentido, se trata de recordar al humano que hace vida


en una sociedad de cemento, empresas de normas o instituciones
de reglamentos, su propia esencia, sus instintos de conservación,
su elemento, su propósito y así lograremos que sean los propios
colaboradores los que soliciten a los gobiernos y empresarios,
que la sociedad en la que habita o la empresa donde hace vida,
sea más segura y les ofrezca más garantías de preservar sus
propias vidas.

8.7. MINDFULNESS

Alcanzando un mayor estado de salud y bienestar,


calmando la loca de la azotea.

La atención plena o mindfulness, es una forma de meditación


que consiste en prestar atención al momento presente, de forma
deliberada y sin juzgar. Esta meditación ha transcendido sus orí-
genes espirituales y lo practican cada vez más personas, lo que
me ha llevado a introducirla en mis talleres dentro de empresas
e instituciones como terapia para disminuir el estrés, ansiedad,
depresión, dolor y enfermedad.

Pensamos prácticamente todo el tiempo, Joe Dispenza,


(2008), explica que tenemos alrededor de “setenta mil pensa-
mientos diarios, de los cuales un 90% son del pasado”, lo que
explica porque no llevamos a cabo nuestras acciones de una
manera consciente, sino que nos dejamos llevar por impulsos y
pensamientos que corren por nuestra mente como un río o cas-
cada, con la tendencia a quedarnos atrapados en ese torrente,

107
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

que acaba inundando nuestro comportamiento, salud y vida en


general. Mindfulness, permite aprender a salir de esta corriente,
invitándonos a sentarnos a la orilla y aprender a escucharla, para
que, en lugar de dominarnos, nos sirva de guía.

La intensión de la meditación es sacarnos de ese torbellino


de ideas del pasado y futuro, en una eterna búsqueda de mejo-
rar las cosas, ser más alegres, más como queremos que sean o
como solían ser, lo que se traduce en un potencial riesgo de vivir
una realidad onírica y quedar atrapados en una especie de fanta-
sía mental creada por nosotros mismos, sin reconocer el amplio
abanico de experiencias que están a nuestra disposición.

En este sentido Jon Kabat-Zinn (2009), en su libro,


Mindfulness en la vida cotidiana: Cómo descubrir las cla-
ves de la atención plena/Donde quiera que vayas, ahí estás,
expone:

A veces nuestros pensamientos actúan como unas


gafas que nos muestran un mundo irreal, ilusorio,
como si de un sueño se tratara. Cuando las lleva-
mos puestas, vemos hijos irreales, un marido irreal,
una esposa irreal, un trabajo irreal, socios irreales,
amigos irreales. Sin saberlo, lo estamos coloreando
todo, lo estamos manipulando. El mindfulness nos
ayuda a despertar de este sueño caracterizado por
el funcionamiento automático y la inconsciencia.
El  mindfulness se asemeja a encender una luz
en medio de la oscuridad de nuestras reacciones
automáticas.
El mindfulness, es una forma de meditar muy
sencilla. Consiste en prestar atención consciente de
una manera determinada: de forma deliberada, en
el momento presente y sin juzgar. Consiste en parar
y estar presente. ¿Eres capaz de hacer una parada
en tu vida, aunque sea por un instante? ¿Podrías
hacerlo ahora?
Eres capaz de limitarte a observar este momento,

108
Carlos Guía

sin intentar cambiar nada. Esto es  mindfulness.


¿Qué está ocurriendo? ¿Qué sientes? ¿Qué pensa-
mientos pasan por tu mente? ¿Qué ves? ¿Qué oyes?

En el mindfulness, la atención se centra en observar,


contemplar y examinar lo que sucede en nuestro cuerpo, una
percepción sensorial, imágenes, sonidos, olores, gustos, sensa-
ciones en nuestra mente. Podríamos decir que en esta forma de
meditación no adoptamos el papel de juez, sino el de científico.

Con la práctica intensiva de la concentración se desarrolla una


calma que tiene una cualidad extraordinaria de estabilidad, paz,
armonía y bienestar en general. Te invito a seguir practicándola.

109
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

8. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Te propongo realizar una visita a una casa hogar (niños, ado-


lescentes o adultos mayores), un centro médico o algún lugar
donde puedas compartir con personas que tuvieron quizás otro
tipo de oportunidades distintas a las tuyas, lleva los conoci-
mientos aprendidos a través de esta lectura y compártelos de la
mejor manera.

Explica las bondades de la Neuroplasticidad, la Neurogénesis


y la Resiliencia, de esta manera podrás aprender en la prác-
tica, las bondades de estos tres elementos. Recuerda que el
aprendizaje se consolida en el momento en que lo puedes hacer
tuyo y multiplicarlo.

Muestra lo que puede lograrse una vez que se superan las ad-
versidades, mientras explicas que contamos con un cerebro que
contiene las bases biológicas que permiten ser lo suficiente-
mente flexibles para superar los retos que la vida nos plantea.

Este ejercicio facilita que practiques el más alto nivel de


altruismo, ya que beneficiaras a personas que no conoces y de
las que no esperas otra cosa, que no sea que te escuchen.

Para completar el ciclo realiza la actividad mediante la felici-


dad que implica poder hacer algo por alguien, que ni conoces,
esa es la manifestación más pura de la alegría de vivir.

110
Carlos Guía

9| PALABRAS QUE ALERTAN

Hay que estar atentos de no confundir la realidad


con su representación, es decir, la palabra (representación),
no es la cosa (realidad)

¿Son la adicción y la depresión enfermedades


y de ser así, cómo se curan?
¿Qué tan placentero puede ser dejar las cosas para después
y qué consecuencias trae para mí y mi entorno?
¿Cómo puedo recordar algo a lo que no presté atención?
¿Podemos ver a los seres humanos como cosas animadas,
sin sentimientos, valores, ni principios y qué consecuencias
trae esta percepción a la humanidad?

A continuación me dispongo a compartir ciertas palabras que


han sido temas principales de talleres y programas enteros, ya
que afectan de una u otra forma desde lo individual, hasta el co-
lectivo entero de una empresa, institución y familia. Los concep-
tos que expongo a continuación pueden ser tan conocidos como
desconocidos por los lectores, lo que indica que, puedo padecer
algo que no sabía que tenía un nombre y que ya había sido inves-
tigado profundamente por las ciencias que estudian el cerebro.

111
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

9.1. ESTRÉS

El estrés no es, ni bueno, ni malo,


el problema, como en todo,
es cuando se desequilibra en el tiempo y el espacio.

El estrés es el conjunto de reacciones fisiológicas que prepa-


ran al organismo para la acción, en niveles moderados, es muy
útil para la vida diaria. Sin embargo, cuando excede los nive-
les normales y se convierte en crónico, entonces, solo entonces,
pasa a desencadenar una serie de afecciones, desde una simple
gripe, hasta el desarrollo de enfermedades autoinmunes, corona-
rias, cáncer y hasta depresión.

El estrés es desencadenante de la hormona que se produce en


las glándulas suprarrenales denominada cortisol. Esta hormona
tiene entre sus funciones incrementar los niveles de azúcar en
sangre, mientras que los receptores de dicha hormona en el ce-
rebro se denominan glucocorticoides y se encuentran en mayor
densidad en el hipocampo, relacionado con la memoria y ubica-
ción espacial, y la corteza frontal, relacionada con las funciones
ejecutivas.

El estrés crónico afecta los procesos de consolidación de me-


moria, además de las funciones ejecutivas, por lo que es de suma
importancia mantenerlo a raya.

El estrés se divide en eustrés, denominado estrés positivo,


es un proceso natural de adaptación al medio, se activa en un
periodo de acción corto, con la intención de resolver una acción
inmediata que requiere cierto esfuerzo. Por ejemplo en la sabana
africana el eustrés podría durar según Robert Sapolsky (2008)
“unos tres minutos”, tiempo en el cual o nos salvábamos del
depredador o el depredador nos mataba, en ambos casos termi-

112
Carlos Guía

naban con la situación estresante, sea porque nos alcanzara y


matara o porque escapáramos y volvíamos a nuestro proceso de
homeostasis o autorregulación normal.

En el caso del distrés o estrés negativo, se ve reflejado en una


superación del tiempo y espacio, cuyas consecuencias son nefas-
tas para el organismo, ya que se deja por ese lapso de realzar una
función vital para todas nuestras células y organismo en general
como lo es el proceso de homeostasis o autorregulación, lo que
desencadena la aparición de fatiga, ansiedad, irritabilidad e ira.
Este tipo de estrés negativo puede generar una serie de afeccio-
nes, tanto a nivel físico, como psicológico.

En mis conferencias explico de manera lúdica y divertida,


que se denomina estrés y no “escuatro” o “esdos”, porque afec-
ta tres sistemas vitales para el organismo, tal como lo son: el
sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema in-
munológico, por lo que, en este caso, se explica como el es-
trés negativo, que se extiende en el tiempo puede llegar a de-
sarrollar múltiples afecciones, desde una simple gripe, hasta
enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio, el cáncer
y las enfermedades autoinmunes, tal como lo es la diabetes.

Además explico de manera muy gráfica que ese depredador


que intentaba cazarnos en la sabana africana, en nuestros tiem-
pos se ha transformado en la suegra impertinente, el cobrador
persistente, el jefe autoritario, los niños hiperactivos, la pareja
asfixiante, el vecino entrometido, el tráfico despiadado y así su-
cesivamente, por lo que, no estar estresado en esta sociedad tan
acelerada, es prácticamente un milagro.

En las empresas, el riesgo psicosocial, es un requisito legal,


que en parte evalúa y propone programas de intervención, con
lo que se intenta mitigar las consecuencias del estrés, entre otros

113
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

elementos que terminan afectando no solo al colaborador, sino


el clima en general de la organización y obviamente los propios
niveles de producción, por lo que se sugiere la intervención pre-
ventiva de los distintos riesgos psicosociales, antes de que pase
su respectivas facturas.

9.2. ADICCIÓN

La evolución me dotó de un cerebro exquisito


en la búsqueda del placer,
también me dotó de mecanismos eficientes
para inhibir y así poder vivir en armonía.

La ciencia, haciendo uso de sus avances en la tecnología ha


podido desarrollar imágenes detalladas de cómo influye la adic-
ción en las vías y procesos relacionados con el denominado sis-
tema de recompensa, la formación de hábitos, el aprendizaje, la
regulación emocional y el pensamiento. En la revista National
Geographic, de septiembre de 2017, en su artículo de portada,
“la ciencia de la adicción”, el neurólogo Antonello Bonci, del
Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de los
Estados Unidos, sostiene: “En un sentido, la adición es una for-
ma de aprendizaje psicológico.”

Nuevas investigaciones sugieren que el sistema de


recompensa del cerebro tiene mecanismos distintos
para la compulsión y el placer. La compulsión de-
pende del neurotransmisor dopamina. El placer es
estimulado por otros neurotransmisores en “puntos
claves hedónicos”. La adicción ocurre cuando los
circuitos compulsivos abruman los puntos claves
del placer y hacen que las personas persistan en
una conducta o consuman una droga, no obstante
las consecuencias. (Revista National Geographic,
2017)

114
Carlos Guía

Más adelante en el mismo artículo observamos:

Secuestro del cerebro: específicamente en dos


áreas, la primera conocida como vías de la compul-
sión: área tegmental ventral (ATV), (se producen
las dopaminas que fluyen por las neuronas distri-
buidas por todo el sistema de recompensa del cere-
bro), Estriado Dorsal (las neuronas de esta región
crean hábitos al identificar patrones disfrutables,
como la expectativa de comprar drogas), Corteza
Prefrontal (Aquí se produce el glutamato, neuro-
transmisor que interactúa con la dopamina para de-
sarrollar visualizaciones que actúan como señales
para las compulsiones), Amígdala (las neuronas
de esta región son estimuladas por las respuestas
emocionales aprendidas, como los recuerdos de las
compulsiones y el placer).

En la segunda área conocida como los puntos cla-


ves del placer: El Tallo Cerebral (sensaciones vis-
cerales básicas y las respuestas al placer, como la
sonrisa), Pallidum Ventral (un daño en este punto
puede convertir algo que causa placer en una fuen-
te de aversión), Núcleo Acumbens (punto clave
dentro del circuito de compulsión, amplifica la
respuesta al placer), Corteza Orbitofrontal (Punto
clave que produce una sensación de recompensa,
pero también es el primero en apagarse si la gratifi-
cación es excesiva). (2017)

115
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Figura 8.
Sistema de recompensa.
Fuente: (Smth, F. Cerebro adicto, descubrimos más sobre la compulsión que
instiga hábitos autodestructivos y sobre todo lo que puede hacer la ciencia
para combatirla. National Geographic, septiembre de 2017)

Nuestro cerebro cuenta con un sistema de recompensa, tan


primitivo, como el de las ratas, lo que nos conduce a buscar co-
sas, nos mantiene en estado de alerta en cuanto a colores, sa-
bores, olores, sonidos con los que sintamos placer. En pocas
palabras somos animales compulsivos, que podemos fácilmente
hacernos adictos, no solo al alcohol, drogas y tabaco, como has-
ta hace poco, pensábamos que eran los límites de la adicción,
ahora sabemos que las adicciones son mucho más variadas de lo
que pensábamos.

En el año 2013, la asociación de psiquiatras de los


Estados Unidos retiró al juego patológico de la ca-
tegoría “trastorno del control de los impulsos no
clasificados en otros apartados”, contemplado en el

116
Carlos Guía

manual diagnóstico y estadístico para colocarlo en


otro capítulo denominado “trastornos relacionados
con sustancias y trastornos adictivos.” (Revista Na-
tional Geographic, 2017)

Esto se convierte en un paso gigante en la aceptación de las


posibilidades de considerar otras conductas como adicciones,
lo que permite que haya la probabilidad que exista adicción,
sin que esté asociado solo al consumo de drogas, entre las que
podríamos mencionar: la cafeína, compras compulsivas, sexo,
cleptomanía (robo por placer), la comida (entre los más adicti-
vos encontramos la pizza, las papas fritas y el chocolate).

Es importante señalar que la adicción, es considerada una en-


fermedad mental y como tal, merece ser tratada, la cual afecta
la estructura y fisiología del cerebro, alterando bioquímicamente
y físicamente al cerebro. Por lo que, es un acto desconsiderado,
que con tan solo la voluntad pretendamos salir, por ejemplo, de
una adicción a las drogas, sabiendo que una persona que salga
del consumo de drogas, con tan solo tener un estímulo visual,
puede recaer, y dicha imagen visual activará su sistema de
búsqueda y recompensas, es decir las rutas dopaminérgicas.

Entendemos entonces que un paciente adicto debe ser tratado


con medicamentos y terapia, cuidando su entorno, de tal forma
que se dificulte su recaída. Aplicar técnicas como la meditación,
específicamente el mindfulness, así como las terapias revolucio-
narias que proponen los avances científicos de las neurocien-
cias, como la estimulación magnética transcraneal, con la que
se intenta reajustar a las neuronas que se encuentran ubicadas
en la corteza prefrontal y que son claves en el proceso de inhi-
bición de conductas, las cuales forman parte de las funciones
ejecutivas, tan importantes para una vida personal y social sana
y armónica.

117
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

9.3. PROCRASTINACIÓN

Un hábito que puede desencadenar, literalmente,


hasta en la muerte de una persona y de una organización.
Si quieres un experto en excusas, busca un procrastinador.

La procrastinación o hábito de postergar, de dejar para luego


las cosas importantes, por la satisfacción de lo urgente, se in-
crementa cada día, por la variada gama de distractores, como lo
son: las computadoras, televisores y celulares inteligentes, redes
sociales, video juegos, entre otros muchos más, ya que cada uno
de ellos, implica una gratificación inmediata. Así, postergamos
nuestras obligaciones, aun cuando también puedan ser de natu-
raleza placentera.

En su gran mayoría los estudiantes se reconocen como pro-


crastinadores, el solo hecho de hacer sus trabajos días u horas
antes de entregarlo, lo deja muy claro. Cuando esta conducta se
convierte en un hábito, pasa a ser un obstáculo en nuestro trán-
sito y nuestra felicidad, además de repercutir negativamente en
nuestra salud.

Los procrastinadores suelen desarrollar malos hábitos, entre


los que destacan dormir mal, hacer poco o ningún ejercicio fí-
sico, lo que ocasiona una serie de consecuencias, entre las que
destacan, posponer horas de comida, chequeos médicos, entrega
de tareas e informes, por los que tienden a enfrentar altos niveles
de estrés y en el peor de los casos afectar su salud, poniendo en
juego sus propias vidas.

Quizás el elemento histórico de la procrastinación se halla


en la investigación realizada por Bluma Zeigarnik, citada por
Braidot (2016) “la tendencia de las personas a recordar tareas
interrumpidas con mayor facilidad que las que han logrado com-

118
Carlos Guía

pletar se conoce como efecto Zeigarnik.” Es decir, las personas


recuerdan más las tareas pendientes, que lo que han concluido,
lo que genera un mayor gasto de energía, sensación de pesadez y
cansancio, resultando en un alivio al concluir la tarea.

Facundo Manes (2015), nos plantea los resultados de la in-


vestigación de la doctora Fuschia Sirois, de la Universidad
Sheffield, quien fue una de las primeras investigadoras en “es-
tudiar la relación entre la procrastinación y enfermedades car-
díacas.” Sirois plantea que “uno de los principales factores de
la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular es justa-
mente la procrastinación: la poca compasión por sí mismos, el
sentimiento de culpa y una mala manera de enfrentar los desa-
fíos son rasgos característicos de las personas que desarrollan
estas conductas.”

La procrastinación, puede ser entendida por la misma natu-


raleza del funcionamiento del sistema de búsqueda de placer y
recompensa, por lo que en su mayoría huimos del dolor y bus-
camos el placer, a esto podemos sumar los denominados rasgos
de personalidad o estados disfuncionales. Otro factor tiene que
ver directamente con la administración del tiempo, cuando en-
frentamos una tarea que nos resulta difícil o desagradable y dis-
ponemos de tiempo, nos vemos tentados a evitarla o postergarla.

Un porte significativo de las neurociencias es el que encon-


tramos en el libro de Braidot (2016), el cual nos explica que
“la intención y la acción involucran dos sistemas cerebrales di-
ferentes.” Su explicación radica en entender que “la intención,
(etapa de pensamiento o preparación), se activa en la región
prefrontal anterior medial.” Esto mantiene a la mente en una
especie de vacío, ya que existe la decisión tomada, sin que
haya sido ejecutada. Caso diferente en cuanto a la acción pro-
piamente dicha, producto de la decisión, la cual: “involucra la
región prefrontal posterior ventromedial.”

119
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Figura 9
Vista lateral de la corteza prefrontal medial.
Fuente (elaboración propia, 2017)

Figura 10
Vista inferior de la corteza prefrontal medial.
Fuente (elaboración propia, 2017)

Lo interesante de este concepto, es que puede pasar de un


individuo a una organización y colectivo, cuando, por ejemplo:
una persona procrastinadora tiene un rol de liderazgo, haciendo
que la organización entera procrastine, de tal forma que los pro-
cesos marchan lento. En ocasiones me tropiezo con empresas
que quieren hacer en los últimos tres meses, lo que no pudie-
ron hacer en un año, evidentemente, es el resultado de un líder

120
Carlos Guía

procrastinador, que seguramente tampoco tiene tiempo para sí


mismo, ni para su familia y por consecuencia, mucho menos le
alcanza el tiempo en la empresa, lo que puede ser un gran riesgo
para empresas emergentes, en las que la lentitud de los procesos
puede hasta generar la quiebra, por la mala gestión.

Otro aporte significativo de las neurociencias en la com-


prensión de la procrastinación, es que esta tiene que ver con los
ganglios basales, en tal sentido Braidot (2016), nos explica que
por su naturaleza y funcionamiento “los ganglios basales for-
man y concentran los circuitos neuronales vinculados con los
hábitos rutinarios.” Esta estructura juega un papel importante ya
que, por naturaleza somos seres de hábitos, lo que nos impulsa
a mantenernos en estado de confort, lo que pasa a ser contrain-
tuitivo dar un paso adelante en la creatividad y la creación, ya
que tendríamos que vencer de manera consciente nuestra propia
naturaleza.

Un método efectivo para palear la procrastinación, es el en-


trenamiento de las denominadas funciones ejecutivas, con las
cuales podríamos resistir la tentación de dejar para luego las
cosas, bajando así el volumen de la impulsividad, distracción
y la tendencia a la gratificación inmediata, con lo que muchas
veces perdemos de vista lo que realmente importa, pasando a ser
verdaderos “miopes mentales”, recuerden que la miopía es una
afección visual que consiste en no poder ver de lejos, pues a los
“miopes mentales”, les cuesta poder planificar y vivir centrados
en lo que desean alcanzar, no solo para lo inmediato, sino para
su vida en general en mediano y largo plazo, con lo que prefie-
ren satisfacer sus placeres hoy, sin prever las consecuencias para
mañana.

Otros recursos que pueden engañar nuestra mente, para evitar


la procrastinación, son las incursiones momentáneas a las tareas

121
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

importantes, lo que puede generar que nos quedemos engancha-


dos en la actividad, ya que hoy sabemos que si nos disponemos
a sentarnos por horas a realizar una labor, que quizás no es tan
entretenida como los distintos distractores a los que podemos al-
canzar fácilmente, el nivel de rechazo será mayor. Lo importante
en todo caso es saber que podemos tratar y entrenarnos para no
postergar en lo que Braidot (2016), denomina: “los gimnasios
mentales.”

9.4. COSIFICACIÓN

Hacer de seres vivos una cosa animada,


es un elemento de autodestrucción.

La cosificación es la consideración de una persona como un


objeto. Cuando alguien cosifica a otra persona, cree de manera
inconsciente que está viendo un cuerpo animado, sin considerar
los factores éticos y morales que la caracterizan, como ser hu-
mano, capaz de pensar y tomar decisiones de forma autónoma.

La cosificación sexual, consiste en dejar que los atributos es-


téticos y sexuales de una persona la definan por completo, lo que
se convierte en un acto desconsiderado de la condición humana.
Cabe destacar que la cosificación puede hacerse tanto en lo fe-
menino, como en lo masculino, de allí que se observen publici-
dades de cuerpos femeninos y masculinos que venden, tanto el
producto publicitado, como sus propios cuerpos.

Partiendo de la herencia filogenética (consiste en el estudio


de las relaciones evolutivas de una especie), el sexo como fun-
ción reproductiva de la especie humana, ha pasado por varios
momentos, tales como:

122
Carlos Guía

El patriarcado, el cual se encargaría del poder masculino,


centrado en relaciones sexuales unidireccionales del sujeto al
objeto, asimétricas en donde había un poseedor y una persona
poseída, cuyo fin es la eyaculación del macho mediante la có-
pula con la hembra.  Esta consideración de Objeto cosifica a
la mujer y la convierte en una mercancía sexual que se puede
comprar y vender.

Posteriormente tocó el turno al matriarcado, la mujer busca la


satisfacción de su instinto reproductivo reducido a la reproduc-
ción, ahora el macho ejerce una función de fecundador, mientras
que la hembra asume el resto de las funciones de crianza, cuya
finalidad es la satisfacción femenina, en el ejercicio de su mater-
nidad como tarea exclusiva y excluyente que le confiere sentido
a su vida.

En nuestros tiempos modernos observamos una depredación


a través del “marketing”, el cual, en algunos casos, sin valores
o principios y con el objetivo de vender, es capaz de hacer de
seres humanos cosas que promuevan el mercado de la compra y
la venta. Por otro lado, observamos como ciertos géneros musi-
cales han hecho de las mujeres un objeto que puede ser tocado,
ofendido, golpeado y sustituyendo en líneas generales, la belle-
za, estética y ética, por una burda comprensión de las relaciones
humanas, basada en números y productos.

Por este y otros motivos se hace necesario la difusión de la


información con la cual podremos incentivar debates morales y
sociales, que conduzcan a retomar nuestro objetivo máximo, la
convivencia social en sana paz, armonía y salud.

Ya es hora de comenzar a pensar en una sociedad de perso-


nas que genere civilización y cultura. Tal como lo expresa, José
Antonio Marina (2010):

123
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Llevamos doscientos mil años saliendo de la selva


de la Naturaleza e inventándonos a nosotros mis-
mos”. Desde la Cultura de Género presente, do-
minada por los estereotipos y prejuicios, podemos
pensar y reflexionar acerca de las actitudes que per-
mitirían superarlos y así facilitar unas relaciones
humanas armónicas y felices.

La educación, los medios de comunicación, la familia, la em-


presa, todos debemos empezar a creer que podemos vivir en una
civilización, que haga honor a su nombre, donde la razón y la
emoción, se mezclen con la ética, la estética y la mística.

9.5. DEPRESIÓN

Al igual que con el Alzheimer,


la persona en estado de depresión,
es regularmente la última en enterarse que está deprimido.

El tema de la depresión, cada día llama más la atención de


las autoridades relacionadas con salud y bienestar, así como el
público en general, ya que esta afección presenta en los últimos
años una escalada exponencial, a tal punto que la Organización
Mundial de la Salud, escogió el tema “Hablemos de Depresión”
como lema para su campaña de todo el año 2017, mientras que
en términos estadísticos, la población más afectada son los jóve-
nes de entre 15 y 30 años, según cifras de la OMS.

Según la OMS, se manejan los siguientes datos:

• La depresión es un trastorno mental frecuente. Se


calcula que afecta a más de 300 millones de perso-
nas en el mundo.

124
Carlos Guía

• La depresión es la principal causa mundial de dis-


capacidad y contribuye de forma muy importante a
la carga mundial general de morbilidad.
• La depresión afecta más a la mujer que al hombre.
• En el peor de los casos, la depresión puede llevar
al suicidio.
• Hay tratamientos eficaces para la depresión.
•  Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas,
y el suicidio es la segunda causa de muerte en el
grupo etario de 15 a 29 años.
• Aunque hay tratamientos eficaces para la depre-
sión, más de la mitad de los afectados en todo el
mundo (y más del 90% en muchos países) no recibe
esos tratamientos.

La depresión es una enfermedad caracterizada por la presen-


cia de la abulia (falta de voluntad o energía para hacer algo),
anhedonia (incapacidad para experimentar placer, pérdida de in-
terés o satisfacción en casi todas las actividades), astenia (debili-
dad o fatiga general que dificulta o impide a una persona realizar
tareas que en condiciones normales haría).

La depresión es una enfermedad mental y como tal debe ser


tratada. Como cualquier enfermedad afecta a un órgano, en este
caso al cerebro, específicamente el área conocida como el hipo-
campo, la cual tiene una gran responsabilidad en lo que respecta
a la memoria y ubicación espacial.

Entre las características de la depresión tenemos:


• Sensación de tristeza o vacío.
• Incapacidad de disfrutar actividades diarias.
• Dificultad para alcanzar el placer.
• Pérdida o aumento importante de peso.
• Pérdida o aumento del apetito.
• Insomnio o hipersomnia.
• Agitación o enlentecimiento psicomotor.

125
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

• Fatiga o pérdida de energía.


• Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva que puede
ser o no acompañada con síntomas psicóticos.
• Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
• Pensamientos constantes de pesimismo o negatividad.
• Ver el mundo de manera sesgada, observando solo as-
pectos negativos de sí mismo y de los demás.
• Excesivamente realista.
• Pensamientos recurrentes de muerte, que pueden incluir
la idea del suicidio.

El cortisol, hormona producida en las glándulas suprarrena-


les, produce una reducción del hipocampo, por lo que cada día
de una persona con depresión significa una reducción en su hi-
pocampo. La depresión también afecta al sistema inmunológico,
baja las defensas del que la padece y además representa un costo
social para los países, emocional para los familiares y econó-
mico para las empresas e instituciones. Hoy por hoy sabemos
que existen relaciones entre la depresión y la salud física; por
ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir
depresión, y viceversa, así como la diabetes.

La indefensión aprendida o impotencia aprendida, es un


aporte realizado en 1967, por el psicólogo Martin Seligman
(2011); consiste en una condición inherente al ser humano o ani-
mal que ha aprendido a comportarse pasivamente, a través de la
percepción subjetiva de no poder hacer nada, privándolo de no
hacer nada a pesar que existen oportunidades reales de cambiar
la situación en su contra, evitando el dolor o buscando el placer.
Esta teoría se ha relacionado con depresión y otros trastornos
mentales, que resultan de la percepción de ausencia de control
sobre el resultado de una determinada situación.

Sin embargo, esto no es del todo cierto, y tampoco contribuye


con lo que podría ser un diagnóstico clínico, por ejemplo: si se

126
Carlos Guía

ofrece a un paciente un diagnóstico clínico que se perciba como


incontrolable (aunque no lo sea), con un trastorno o enfermedad
mental, sería una forma de contribuir a crear una indefensión
aprendida, ya que implícitamente se estaría negando la posibili-
dad activa del sujeto de cambiar dicha situación. La persona aca-
baría asumiendo que la responsabilidad de esa situación es suya
y nada puede hacer, por ejemplo: estoy enfermo, deprimido, no
puedo hacer nada, para cambiar y mejorar su situación.

Un aporte significativo de las neurociencias, se fundamenta,


por una parte en mejorar los químicos que puedan reducir los
niveles de cortisol en el hipocampo y por otra parte en crear una
salud preventiva, en cuanto al diseño de entornos, en los cuales
la predisposición genética no active la depresión, por lo que se
insiste en establecer buenos lazos sociales, el ejercicios físico, el
cuidado de la alimentación de los elementos o factores estresan-
tes y además el cuidado de la alimentación.

Un remedio efectivo contra la depresión es sin duda alguna


el afecto, la sensación de pertenecer a la manada, involucrarse
en grupos y asociaciones con fines sociales, lo peor que puede
hacer una persona con depresión es instalarse en su habitación.
Salir, caminar, compartir es efectivo a nivel terapéutico.

Sin embargo, es importante que así como una persona con


gastritis siente dolor en su estómago, una persona con depresión
también siente dolor, por lo que salir, caminar y compartir, llega
a doler. Aquí lo importante es realizar la siguiente reflexión: si
tengo consciencia que caminando reduzco mi dolor y la depre-
sión como tal, entonces caminaré con dolor, saldré de mi casa
sintiendo el dolor, pero buscará la motivación suficiente para
sanar ese dolor que viene asociado a la depresión.

127
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

9.6. ALZHEIMER

Cuidado con mensajes, tales como:


“ya yo hice lo que tenía que hacer”,
“soy un estorbo en esta casa”,
“ya estoy muy viejo para eso”,
“ya estoy cansado”,
El lenguaje puede anticipar la enfermedad,
en este caso, el mensaje es claro...
Me quiero ir, porque he perdido motivación
y deseos de estar aquí,
primero me llevo la mente y luego al cuerpo.
Atentamente: El Alzheimer...

Se me olvidaron las llaves, no sé dónde puse los lentes, yo


cerré o no la puerta, dichos olvidos no están relacionados con el
Alzheimer, ya que en su mayoría, ni siquiera pudieron ser guar-
dados en realidad. Si no prestaste atención a dónde dejaste las
llaves, los lentes o si cerraste o no la puerta, ¿cómo puedes pedir
a tu memoria consciente que lo recuerde?, de tal manera que
estos denominados olvidos de atención, no significa como tal,
que sean parte de problemas de consolidación de la información,
sino de problemas a la hora de atender la información.

Lo que si puede despertar nuestro interés, preocupación y


ocupación, es cuando empezamos a tener olvidos en los cuales,
por ejemplo, dejé el vehículo estacionado en uno de los sótanos
del estacionamiento, no recuerdo cuál y cuando llego donde está
estacionado el vehículo, no recuerdo haberlo dejado allí, esto
implica un olvido mayor, ya que, no saber donde lo dejaste im-
plica que no atendiste. Pero, no reconocer que lo habías dejado
en ese sitio, ya implica un proceso mayor; es importante desta-
car, que si ocurre una sola vez, no es para mayores, pero de ser
recurrente, debe despertar nuestras alarmas.

128
Carlos Guía

Recordemos que la memoria implica tres procesos importan-


tes, la atención, la consolidación y la evocación. En el paciente
con Alzheimer, no es posible la consolidación, ese es el proceso
que falla en esta terrible enfermedad, por más que atienda, se le
dificulta consolidar la nueva información, no así sus recuerdos
más antiguos, los que se guardan en zonas más profundas, así
pues podemos observar pacientes que recuerdan letras de can-
ciones de su juventud, pero no recuerdan el rostro de su hija
actual, sino el de su hija cuando era una niña.

Otro olvido que nos debe llamar la atención es cuando es-


tamos en la calle y nos desubicamos o perdemos en rutas que
deberíamos conocer con mucha facilidad, insisto nuevamente, si
fue una sola vez, no hay mayor problema, solo cuando es recu-
rrente debe ser motivo para asistir a un especialista.

El Alzheimer es una enfermedad progresiva, irreversible y


hasta ahora no tiene cura, se caracteriza por debilitar, tanto la
fisiología, como la anatomía del cerebro, lo que se traduce en
consecuencias directas a la memoria, identidad y conducta con
serias consecuencias personales, familiares, sociales y económi-
cas. Lo que genera un costo social y un problema de salud pú-
blica para todos los países, debido a su crecimiento exponencial.

El Alzheimer se consideraba una enfermedad asociada a la


edad, lo que hoy sabemos que no siempre es así, ya que esta en-
fermedad no es necesariamente parte del envejecimiento regu-
lar. Si esto fuera así no existirían tantas personas con edad avan-
zada y con funciones cognitivas óptimas, tal como es el caso de
millones de adultos mayores alrededor del mundo.

El neurocientífico Facundo Manes (2016), nos aporta las si-


guientes cifras, relacionadas con esta enfermedad:

129
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Se calcula que actualmente hay más de 35,6 mi-


llones de personas en el mundo con la enferme-
dad de Alzheimer con una proyección estimada
de aumento a 65,7 millones para 2030 y a 115,4
millones para 2050. El número de pacientes se está
duplicando cada 20 años con un nuevo caso cada
70 segundos. Los costos por este problema se es-
timaron en aproximadamente el 1% del producto
bruto interno mundial. Asimismo, existen costos
adicionales debido al impacto físico y emocional
en los cuidadores de los pacientes. Y, como sucede
dramáticamente con cada epidemia, los efectos se
sentirán de manera más aguda en los países de ba-
jos y medianos ingresos con respecto a los países
desarrollados.

Se estima que el 20% de las personas con la enfer-


medad de Alzheimer en el mundo vive en circuns-
tancias vulnerables (ejemplo, solos o acompañados
solamente por su cónyuge). El 80% de los cuidado-
res de pacientes con enfermedad de Alzheimer son
sus propios familiares. Cuidar a una persona con la
enfermedad de Alzheimer puede ser una experien-
cia intensa y muy significativa.

Entre los problemas relacionados al Alzheimer, tenemos que,


al ser una enfermedad cuyos síntomas no son evidentes, sino
décadas después de la progresiva degeneración del cerebro, es
decir, si una persona desarrolla Alzheimer a los setenta años, es
posible que el cerebro haya empezado a deteriorarse a los cin-
cuenta años, dificultando el diagnóstico a tiempo de esta terrible
enfermedad. y lo que es peor aún, el cerebro empieza a cambiar,
sin ningún síntoma asociado a ese deterioro, haciendo invisible
o indetectable la enfermedad, ya que aún no existen marcadores
biológicos que la diagnostiquen.

Otro factor en lo que sería el diagnóstico de una persona con


la enfermedad de Alzheimer, es que, el paciente tiende a negar

130
Carlos Guía

que tenga problemas de olvido, de tal manera, que es sumamente


importante, la opinión y comentarios de sus familiares y entor-
no. En el Alzheimer, como en la depresión, el último en enterar-
se que está enfermo suele ser el paciente.

El Alzheimer desencadena grandes niveles de estrés tanto en


la familia, como en entorno inmediato del paciente, por lo que,
las personas afectadas terminan siendo más de uno. Propiciando,
que actualmente se invierten millones de dólares en investiga-
ciones relacionadas con ésta enfermedad.

La pretensión de la ciencia, con respecto al Alzheimer, es


convertirla en una enfermedad crónica, tal como el virus de in-
munodeficiencia adquirida (VIH), que aunque no puede ser cu-
rada, al menos se pueda convivir con ella, sin los agravantes
dificultades de socialización y vida en general, que implica no
poder guardar nueva información. Es importante señalar tam-
bién, que hasta ahora, no ha sido identificado un único factor
como causante de la enfermedad, ya que es probable que se trate
de una combinación de factores.

Al inicio de la enfermedad pueden observarse problemas en


la memoria más reciente tales como: preguntas repetitivas, difi-
cultad para aprender cosas nuevas, olvidar compromisos, desco-
nocer lugares familiares, problemas en general con la comuni-
cación y lenguaje, dificultad para manejar finanzas personales,
problemas para razonar, resolución de problemas o toma de
decisiones, depresión y dificultad en general en las actividades
cotidianas.

La pérdida de memoria debe ser motivo de preocupación


cuando pasa de manifestarse en episodios aislados, a un proble-
ma para la resolución de nuestras tareas cotidianas, vida familiar

131
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

o actividad laboral.

Aunque todavía no existe cura de la enfermedad,


existen fármacos que se utilizan para los problemas
cognitivos y conductuales. El abordaje no farma-
cológico es tan importante como el uso de la me-
dicación. Esto se debe a que la estimulación de las
funciones cognitivas y del desempeño funcional
del paciente, permiten retrasar el avance de la en-
fermedad. El control de los factores de riesgo vas-
cular también tiene un impacto positivo, reducien-
do la progresión de la enfermedad. Es importante
además que los familiares o personas a cargo del
cuidado del paciente obtengan la mayor informa-
ción posible acerca de la enfermedad e identifiquen
recursos y ayudas existentes en la comunidad y en
los profesionales a cargo del tratamiento. (Manes,
2015)

Se recomienda también controles de presión arterial, coles-


terol y lipoproteínas, glucosa en sangre, ácido fólico, vitamina
B12 y el peso, ya que son factores vitales, además de no fumar.

Aun cuando muchos factores de riesgo, como la edad y la


predisposición genética, están fuera de control, existen numero-
sas estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de deterioro
cognitivo, las cuales ya se han mencionado en el presente libro
y de las que hacerlas o no, dependerá de tu grado de consciencia
y motivación, para vivir una vida sana, pensando no solo en el
aquí y el ahora, sino a futuro.

132
Carlos Guía

9. EJERCICIOS PRÁCTICOS

9.1. Es importante tener siempre a la vista, las metas a ser


alcanzadas a corto, mediano y largo plazo, en el siguiente cua-
dro coloca tus metas y posteriormente las pequeñas acciones
que te llevarán a cumplir con éxito tales metas.

Metas Metas Metas


a corto plazo a mediano plazo a largo plazo

Actividades Actividades Actividades


a corto plazo a mediano plazo a largo plazo

133
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

9.2. Realiza una lista con lo que consideras, pueden ser tus
motivaciones y otra con lo que consideras pueden ser las cosas
que te desaniman. Este ejercicio es importante para cada tarea
que requiera un esfuerzo; de este modo podrás incentivar un
sano equilibrio preventivo, al momento de iniciar tus acciones.

Motivadores - Impulsores Desmotivadores - Frenadores

134
Carlos Guía

10| FUNCIONES EJECUTIVAS

Ahora sabemos que no hay un hombrecillo en la cabeza,


que dirija nuestras acciones,
hay un complejo centro ejecutivo en funciones.

¿A quién responde esa voz que sale de mi cerebro?


¿Si me entreno hoy, podré decir no mañana, podemos entrenar
el proceso de toma de decisiones?
¿Puedo llegar a gobernar mi mente o mi mente ya instaló un
gobierno?

Si existe algo que nos pudiese diferenciar de los demás ani-


males, serian precisamente las funciones ejecutivas, las cuales
consisten en un grupo de habilidades, entre las que destacan
la planeación a futuro de proyectos, que solo están primero en
nuestra mente, la inhibición de nuestros propios instintos o nece-
sidades inmediatas, en pro de conductas acordes con los princi-
pios morales y éticos, que demarcan nuestros límites más altos,
en virtud del reconocimiento del otro y la memoria de trabajo o
lo que es igual la memoria que hace presencia de nuestro pasado,
presente y futuro, la base biológica de la inteligencia humana.

Las funciones ejecutivas, funcionan como el tablero de ope-


raciones, en donde se demarcan y definen las acciones producto
del autocontrol emocional, cognitivo y físico. Se ubica física-
mente en los lóbulos frontales, específicamente en la corteza

135
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

prefrontal, los cuales conforman las estructuras más recientes,


en cuanto a la evolución del cerebro humano y son las últimas en
madurar, entre los 20 y 25 años. Entre sus funciones, se encuen-
tran: la flexibilidad mental, el control inhibitorio y memoria de
trabajo. Todo ello, mediante la administración de las zonas del
cerebro que tienen que ver con lo que pensamos, sentimos y el
movimiento, es decir, se administran no solo las áreas corticales,
sino también las sub corticales.

Las consecuencias inmediatas del uso de las funciones eje-


cutivas, se ven reflejadas en la atención o distracción, inhibición
o impulsividad, manejo del tiempo o dispersión, formulación de
metas, planeación, toma de decisiones y ejecución de tareas en
la vida personal, familiar, laboral y social, por lo que son funcio-
nes que deben ser tomadas en consideración en el ámbito educa-
tivo, para su instalación, estimulación, entrenamiento y continuo
desarrollo, a fin de evitar que en las organizaciones y sociedad
en general se pueda contar con individuos con buen uso de las
funciones ejecutivas, ya que los déficit en tales funciones trae
como consecuencias, una cantidad de problemas asociados a la
gerencia y liderazgo, entre otros muchos factores.

Las funciones ejecutivas funcionan como un ente


Autoregulador de la mente en general y no me refiero a lo
que conocíamos como voluntad, en este sentido José Antonio
Marina (2015), sostiene:

A esta capacidad autorreguladora se la denomina


a veces “autocontrol”, y por supuesto está presen-
te en todas las palabras que comienzan por “auto”:
automotivación, autodisciplina, autodetermina-
ción, autonomía. Robert J. Sternberg la denominó
“autogobierno de la mente”, y nosotros preferimos
“autogestión del cerebro”, porque continuamente
tiene que estar negociando entre múltiples activida-
des cerebrales para conseguir dirigirlas a una meta.
Por eso estas funciones se han comparado con un
“controlador de tráfico”

136
Carlos Guía

A riesgo de pensar en voz alta, estoy convencido que serán


las funciones ejecutivas y como también lo denomina Antonio
Marina (2015), Inteligencia Ejecutiva, el tema del que se va a
hablar y desarrollar, tanto en el área educativa, como en los es-
pacios organizacionales, ya que su efectivo entrenamiento, po-
drá generar beneficios a corto, mediano y largo plazo, en lo per-
sonal, organizacional y en lo social en general.

10.1. FLEXIBILIDAD COGNITIVA

Los seres humanos debemos aprender


del agua y sus tres estados,
líquido o flexible, sólido o rígido y gaseoso o invisible

Ser como el agua, flexible en su estado líquido, capaz de mol-


darse a cualquier superficie, espacio o forma; sólido con lo que
entendemos, que algunas veces debemos tener posturas rígidas,
que no son negociables, como nuestros valores, principios mo-
rales o éticos; y gaseoso, con lo que entendemos que también
podemos ser invisibles y permitir que fluyan y demuestren la
naturaleza con la que están elaborados, son las facultades de un
buen líder, entendiendo que el tema de liderazgo atañe a todas
las instancias.

La flexibilidad cognitiva es la capacidad para cambiar entre


distintas tareas, operaciones mentales u objetivos. Enmarcado
en estrategias que nos permitan adaptarnos a situaciones ines-
peradas, con la consciencia suficiente como para librarnos de
automatismos que puedan ser poco eficiente. Se pone de mani-
fiesto cuando se requiere elegir entre diferentes estrategias para
resolver un problema de manera creativa.

El desarrollo de la flexibilidad cognitiva se facilita utilizando


casos y problemas, en la que existan diferentes opciones y se re-

137
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

quiera un nivel de exigencia en la toma de decisiones, teniendo


siempre presente la posibilidad del error, como parte del apren-
dizaje. La flexibilidad cognitiva está siempre presente en todas
las tareas, desde las cotidianas, hasta las más exigentes, por lo
que también pueden ser aprendidas, mediante el entrenamiento.

Recordemos que somos seres con un potencial flexible, cuya


base biológica se encuentra en la denominada neuroplasticidad
cerebral, con la que podemos hacer surcos en nuestra mente a
través del desarrollo de hábito y posteriormente cambiarlos de
manera consciente, hasta crear nuevos surcos, con lo que pode-
mos crear y recrear nuevas conexiones sinápticas en nuestros
cerebros, con la complicidad de la plasticidad cerebral, la neuro-
génesis y la sinaptogénesis.

10.2. CONTROL INHIBITORIO

Solo cuando tengo bien establecido mi propósito,


puedo dejar pasar la recompensa inmediata
y concentrarme en el fin.

Un famoso video en YouTube, de niños que son puestos a


prueba con el famoso masmelo, el cual deben dejar de comer du-
rante 15 minutos, para recibir una recompensa, que consiste en
otro masmelo, se ha hecho viral; el video responde a un estudio
basado en una famosa prueba de 1972, realizada por científicos
de la Universidad de Stanford, quienes demostraron que los ni-
ños que evitaron la tentación, resultaron ser más exitosos en su
vida personal, académica y profesional, no así los que tentados
por la urgencia de comer el dulce, fueron traicionados por un
mecanismo ubicado en la corteza prefrontal denomina control
de inhibición, el cual puede salvarnos de la tentación de la im-
pulsividad, la cual no siempre es buena consejera y nos termina
metiendo en problemas, además, no nos permite culminar proce-
sos que son realmente importantes en nuestras vidas.

138
Carlos Guía

El Control inhibitorio es la capacidad que nos permite in-


hibir o controlar de forma deliberada conductas, respuestas o
pensamientos automáticos, cuando la situación lo requiere. En
el experimento queda reflejado como los niños con dificultades
para inhibir sus impulsos responden sin reflexionar, buscan la
tentadora recompensa inmediata, lo que trae como consecuen-
cias, serias dificultades para proponerse objetivos a largo plazo.

El control inhibitorio en los niños aparece cuando es capaz


de mantener la atención en la tarea que está realizando, sin dis-
traerse, lo que requiere una atención centralizada, cosa que se ve
naturalmente en los niños cuando están jugando con su juguete
preferido o con algún juego que le ha llamado la atención, esto
es clave, le ha llamado la atención, no se ha pedido prestada su
atención, tal y como regularmente piden los padres y docentes
a los niños, invitándolos a tareas que muchas veces nada tienen
que ver con sus intereses o necesidades, por lo que es importan-
te conocer sus intereses, para de esa manera ir entrenando esta
función que le será tan útil en su vida adulta, tanto en lo que
respecta a sus metas personales, familiares, laborales y sociales
en general.

La inhibición, responde a un mecanismo de autocontrol, lo


que requiere entrenamiento, paciencia y tiempo, tiempo no so-
lamente de cantidad, sino esencialmente de calidad. Es sabido
también que una tarea que puede contribuir con el desarrollo
de la inhibición en el niño, es lo que tiene que ver con los lími-
tes y las respectivas consecuencias, al trasgredir dichos límites.
Para lo que se recomienda; en primer lugar, los limites deben ser
graduales a sus potencialidades, deseos e integridad, y por otra
parte las consecuencias deben ser realistas, ya que por ejemplo,
si se ha conducido un total de nueve horas para llegar a la playa,
es un tanto irreal decir al niño que si no hace tal o cual cosa, se
van a devolver.

139
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Lo anterior es más común de lo que creen y las consecuen-


cias son muy desfavorables, ya que el niño tiende a entender,
que las consecuencias de mamá o papá, regularmente no se cum-
plen, por lo que trasgredir se convierte en una tentación, que no
necesariamente tendrá consecuencias. De esta forma se estaría
conduciendo al niño al desarrollo de vicios en su formación, cu-
yas consecuencias permanecerán por el resto de su vida adulta.

Un error muy grave en las campañas anti drogas, tabaco y


alcohol, consiste en decir “no” a tal o cual cosa, esto se traduce
en un error. En primer lugar se está haciendo énfasis en la acción
que deseamos evitar, y en segundo lugar, porque es cuesta arriba
decir no a algo, sin previamente haber sido entrenado para ello.
Lo ideal es promover una vida sana y realizar campañas de pre-
vención, en donde se entrene a los niños, jóvenes y adultos para
poder decir no, en el momento oportuno.

Así el control inhibitorio traduce a un constante entrena-


miento, sin el cual es cuesta arriba alcanzarlo. También requiere
de la promoción de metas y propósitos altos a nuestros niños y
adultos, con los que se identifiquen y sirvan de estímulo en su
preparación y alcance, obviando distractores y haciendo uso de
los respectivos mecanismos de inhibición.

Que no sea el miedo, sino el talante el que nos oriente a es-


coger entre las mejores decisiones, que no sean solo las conse-
cuencias, sino nuestros principios los que nos guíen y orienten,
que no sea la recompensa, sino la consciencia, la que a través de
firmes convicciones nos lleve al emprendimiento, corrección y
continuidad de nuestros propósitos.

140
Carlos Guía

10.3. MEMORIA DE TRABAJO


(THE WORKING MEMORY)

Mi pasado, mi presente y mi futuro,


todo en la presencia de una sola memoria.

La denominada memoria de trabajo, cumple un rol protagóni-


co, llegando a ser considerada la base biológica de la inteligencia
humana, debido a que en ella reposan todas las memorias, tanto
explícitas (conscientes), como las implícitas (inconsciente).

Cuando estamos realizando una tarea de cualquier tipo, sea


que estemos interpretando una canción, preparando el almuerzo
o haciendo el amor, la memoria que está presente en ese mo-
mento, es la memoria de trabajo, junto a todos sus recursos, es
decir, la memoria semántica, episódica y autobiográfica, además
de otras memorias que son registradas por nuestro inconsciente
y que son gestionadas de manera inteligente por la memoria de
trabajo en el momento que sea requerido.

En definitiva la memoria de trabajo es responsable en milé-


simas de segundo de integrar toda la información registrada y
ponerla en marcha, según sean los requerimientos de un entorno
que a su vez cambia muy rápido. Cuando me refiero a entorno,
significa entorno externo (medio ambiente) y entorno interno
(órganos, músculos, hormonas, el cuerpo en general).

Así pues comprender nuestro accionar frente a un entorno


interno y externo altamente cambiante, nos presenta un verda-
dero reto, con lo que la memoria de trabajo se enfrenta cada día.
En este momento mi memoria de trabajo está funcionando a la
perfección, realizando las respectivas asociaciones para enlazar
las ideas mientras escribo éste libro. Mientras tu memoria de
trabajo está también funcionando correctamente, aun cuando te

141
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

encuentres leyendo el libro y realizando otras tareas, como suje-


tarse en el metro mientras lo lees, luchando contra el sueño o en
el mejor de los casos disfrutando del paisaje que se ve alrededor
de sus páginas.

Así pues la memoria de trabajo funciona en pro de mantener-


nos con vida y salir airoso de los compromisos que asumimos
a lo largo de la vida. Estamos en presencia de una memoria que
nos hace ser inteligentes, ofreciendo respuestas rápidas a com-
promisos que no permiten dilaciones, ni dudas, en los cuales, lo
que está en juego es nuestras propias vidas.

142
Carlos Guía

10. EJERCICIOS PRÁCTICOS

10.1. ¿Cuál es la importancia del desarrollo de las funciones


ejecutivas en los niños y qué métodos y actividades utilizarías
para tal propósito?

10.2. ¿De qué manera repercute el déficit de las funciones


ejecutivas en una empresa o institución?

10.3. Las veces que has dicho no, a algo, ¿recuerdas cuál fue
el motivo?, ¿qué fuerza te llevó a negarte a ese planteamiento?

Las respuestas a estas interrogantes te permitirán comprender


las funciones ejecutivas, desde tu propia experiencia, integran-
do la flexibilidad, la inhibición y la memoria de trabajo, en la
exitosa culminación de procesos.

143
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

11| LOS MARCADORES SOMÁTICOS

Además de nuestro potencial innato,


en el transcurso de la vida vamos desarrollando
un potencial experiencial,
que influirá en las denominadas decisiones racionales
y en las futuras acciones.

¿Es la emoción un sentimiento sentido?


¿Serán los marcadores somáticos lo que denominábamos
intuición, a la hora de decidir y relacionarnos?
¿Qué rol juegan las asociaciones en el proceso
de toma de decisiones?

Entre los grandes aportes que ha brindado a las neurociencias


Antonio Damasio (1999), encontramos la hipótesis de los deno-
minados marcadores somáticos, los cuales funcionan como la
cerradura y la llave, es decir, cuando percibimos un estímulo en
el medio externo, activa emociones primarias o innatas, lo que
se da de manera automática y responde a un entramado con el
cual venimos ya incorporado.

Sin embargo, en lo que respecta a los marcadores somáti-


cos que están presente e intervienen en la toma de decisiones
racional, en donde se evalúa el costo beneficio de la decisión,
ya no estaríamos hablando de un proceso innato, sino que, esta
vez responde a las experiencias y vivencias en el entorno edu-
cativo, familiar y social, mediante la asociación automática de

144
Carlos Guía

estímulos específicos, que activarán a su vez estados somáticos,


lo que influirá en nuestras acciones y toma de decisiones. Esta
vez estamos refiriéndonos a emociones secundarias o también
denominadas emociones sociales, con las que las zonas asocia-
tivas del cerebro, reaccionan de la misma manera a lo que con-
sidera estímulos parecidos, aun cuando sea en otro tiempo, otro
espacio y diferentes circunstancias.

De tal manera que si esta asociación está relacionada con


eventos traumáticos o negativos, entonces nuestra respuesta
será acorde a las asociaciones con ese tipo de circunstancias,
siendo igualmente aplicable para las asociaciones con eventos
positivos. 

Es así como nuestro cuerpo ofrece una señal frente a determi-


nados estímulos que permite reducir nuestras respuestas y hacer
más eficientes los procesos de toma de decisiones y razonamien-
to. Es la forma como el cuerpo se expresa, mediante determi-
nados estados somáticos, asociados a estímulos específicos, a
través de un aprendizaje que podríamos comprender como es-
tímulo-respuesta, de aquellas respuestas y su respectivo patrón
fisiológico, lo que ha sido más exitoso en nuestra supervivencia. 

Este complejo proceso se da en dos estadios, en el primero


se asocian estas respuestas con las emociones primarias (miedo,
rabia, alegría, tristeza, asco, ira) y luego mediante el aprendizaje
social, asociarse a emociones secundarias (tales como: melanco-
lía, desasosiego, resentimiento, felicidad, entre otras). Esto ex-
plica la variada gama de estados somáticos para la prácticamente
ilimitada posibilidad de estímulos con los que se puede enfrentar
el organismo.

Lo anterior se debe a que el cerebro utiliza atajos o sesgos


mentales, con lo que reacciona de manera más rápida, aun cuan-
do exista un margen de error. Es preferible correr ante la sombra

145
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

de lo que parece un depredador, que morir en sus fauces por


esperar que nuestra autoconsciencia o yo, verifiquen que no es
un peligro. 

Entendemos entonces a los marcadores somáticos como me-


canismos que contribuyen con el objetivo principal del sistema
nervioso, el cual es, garantizar nuestra supervivencia, en térmi-
nos en los que preferiblemente se evite el dolor y se busque el
placer, para lo que dependerá del entorno externo donde se de-
sarrolle, los contenidos sociales, las normas y el desarrollo de la
ética y estética en general, ya que estamos hablando de sistemas
internos interactuando con sistemas externos, en una especie de
aprendizaje continuo, en donde cada experiencia nutre al indivi-
duo de nuevos marcadores somáticos, en base a su experiencia
con esa determinada actividad o decisión, lo que ira moldando
sus intereses y futuras respuestas ante eventos parecidos.

La ubicación que Damasio (1999), da al potencial de los


marcadores somáticos, son precisamente las capas corticales
prefrontales, donde convergen las emociones secundarias, las
imágenes somatosensoriales y las asociaciones, en todo caso
convergen no solo imágenes del mundo externo, sino también
del mundo interno del individuo. La región prefrontal es exqui-
sita en recibir información del mundo externo y del mundo inter-
no, almacenando las denominadas representaciones, con la que
se dispone a predecir en cada momento con ricos escenarios,
garantizando el movimiento inteligente y la planificación, con-
trastando información previa, con la interacción continúa con el
medio.

“Las capas corticales además mantienen un continuo flujo


de información con el tálamo, el hipotálamo, el denominado ce-
rebro límbico o emocional y el tallo cerebral, con lo que cada
decisión repercute literalmente en nuestras viseras y viceversa,
es una comunicación de ida y vuelta.” Damasio (1999)

146
Carlos Guía

Es como si los marcadores somáticos funcionaran como la


denominada intuición, ya que en la gran mayoría de las veces
nuestras decisiones no pasan por la evaluación racional o cons-
ciencia, sino que se disparan de manera automática, es decir, la
percepción en nuestro inconsciente de algún estimulo similar,
que demuestre algún tipo de asociación negativa, impulsará la
inhibición de conductas o activará el mecanismo de huida, lo
cual nos podría alertar de manera inconsciente sobre algún tipo
de peligro, a lo que regularmente denominamos como intuición.
Así funciona este mecanismo encubierto denominado intuición,
el cual funciona por debajo de la consciencia y se manifiesta en
base a experiencias previas y algunas acciones innatas, que tie-
nen que ver con las emociones básicas.

Es así como funcionan los marcadores somáticos en el com-


plejo mundo de la toma de decisiones, es así como un cerebro
inteligente crea mecanismos pares, para simplificar y ahorrar
energía, que ganancia podría tener medir toda decisión racio-
nalmente en términos de costo beneficio, si tenemos un sistema
que puede asumir muchas veces de manera automática, sin ne-
cesariamente pasar por la aduana de la consciencia, para realizar
preselecciones. Es importante destacar que la evolución es eco-
lógica y creativa.

Recuerden que en el trabajo creativo es tan importante la ra-


zón, como la denominada intuición, así que es hora de aprender
a convivir y respetar a cada una de estas instancias, las cuales
en sano equilibrio garantizan nuestra supervivencia, además de
la selección entre las mejores opciones, siempre y cuando no se
trate de algún tipo de patología, afecciones o excesos, que pue-
dan incidir en su libre desenvolvimiento.

Al momento de la toma de una decisión específica, una infi-


nidad de información e imágenes se desatan en la mente, tanto

147
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

consciente, como inconsciente, en este sentido, tanto la aten-


ción, como la memoria de trabajo juegan un rol preponderante
en la ejecución de los marcadores somáticos, trayendo al aquí y
al ahora toda la información y experiencias previas. Trayendo el
pasado, futuro y presente a esta presencia en la que se conjugan
todas las instancias para hacer entonces de este momento una
decisión en sí que demarque, una vez más el pasado, futuro y
presente del sujeto, introduciéndolo en un bucle de información
y acción.

Todo esto es posible gracias a nuestro cerebro evolucionado,


el cual es capaz de ser consciente de la emoción que está sin-
tiendo, en donde emociones y sentimientos son consecuencias
conscientes de procesos inconscientes. Para ello es sumamen-
te importante distinguir entre realidad y representación, ya que
cualquier deficiencia en este proceso podría generar estados de
ansiedad a partir de una amenaza irreal

148
Carlos Guía

11. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Realiza un primer listado con las decisiones tomadas en el


día de hoy, las decisiones que tomaste la semana pasada y por
último las decisiones tomadas el mes pasado.

Decisiones hoy Decisiones de la Decisiones del mes


semana pasada pasado

Si notas que tus listados son escasos y te costó identificar tus


decisiones, seguramente se debe a que en su mayoría, fueron
tomadas gracias al marcador somático planteado por Damasio
(1999), ya que es difícil recordar algo a lo que no prestaste
atención.

149
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Revisa si colocaste entre tus decisiones, por ejemplo:


La ropa que usaste.
La ruta que tomaste.
El menú de cada comida.
La bebida que tomaste en la mañana, la tarde y la noche.
Los lugares que visitaste.
Las respuestas que diste a tu pareja, jefe, compañero, vecino,
entre otros.

De esa manera se puede apreciar, como en su gran mayoría,


las decisiones que tomamos a diario, escapan de la autocons-
ciencia, no son evaluadas detenidamente en términos de costo
beneficio y simplemente son escogidas por la acumulación de
experiencias, las cuales van aportando cada día, más informa-
ción, a la denominada hipótesis de los marcadores somáticos.

150
Carlos Guía

12| SESGOS MENTALES

Un atajo puede hacerme llegar más rápido,


a mi destino o a ninguna parte.

¿Pienso en mis actos o soy simplemente una máquina


que responde a estímulos con respuestas biológicamente
preconcebidas?
¿Veo la realidad o sesgo la realidad?
¿Qué tan consciente soy de mis propias limitaciones
y qué estoy haciendo para superarlas, o simplemente
y de manera sesgada, pienso que no tengo limitaciones?

En la actualidad sabemos que la hipótesis de los marcado-


res somáticos, propuesto por Antonio Damasio, nos pueden dar
el sentido biológico del automatismo en la toma de decisiones,
lo que nos conduce a las siguientes interrogantes: ¿cuáles son
los sesgos mentales más comunes?, ¿son los sesgos mentales
confiables a la hora de tomar una decisión?, ¿son necesarios los
sesgos mentales?, en el presente capítulo podrás conseguir res-
ponder estás interrogantes y formular otras tantas más.

Un ejemplo claro de hasta dónde puede llevarnos estos ata-


jos, filtros, heurísticas o sesgos cognitivos, se evidencia con las
personas en estado de depresión, las cuales tienden a prestar es-
pecial atención, a todo aquello que suponga evidencias de su
incapacidad personal para enfrentar las exigencias de su existir;

151
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

mientras que las personas en estado de ansiedad, se mantienen


en estado de alerta, buscando posibles indicios que les permitan
anticipar potenciales daños o riesgos; por otro lado las personas
coléricas, son particularmente sensibles a todo lo que pueda re-
presentar injusticias, por parte de los demás.

Lo anteriormente expuesto, nos da una pista de la denomina-


da atención selectiva con a todo aquello que constituya motivo
de especial preocupación, lo que también afecta a la memoria,
con lo que se completa esta dupla, con la memoria selectiva, a
través de la cual se recuerdan mayormente las experiencias vivi-
das de una manera acorde con el estado presente en el individuo.
Lo que nos deja claro que las situaciones que presenten cierto
grado de ambigüedad se prestan, con mayor facilidad a ser filtra-
das según el patrón característico de cada persona.

Con respecto a los sesgos mentales el Dr. Manes (2016), nos


explica que contamos con dos modelos de toma de decisiones,
“el primero opera de manera rápida y automática, con poco o
ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario o cons-
ciente, mientras que el segundo se centra en la atención, en las
actividades mentales conscientes, que implican una tarea delibe-
rada que involucra el costo beneficio.” En el primer caso, esta-
mos hablando de los denominados sesgos cognitivos, los cuales
pueden, por ejemplo, facilitar la toma de una decisión, mediante
un mecanismo automático, que no pasa por la aduana de la cons-
ciencia y que puede en un momento dado dejar de percibir todos
los factores y conducirnos a decisiones en las que no se contem-
plaron todas las opciones.

Superar los sesgos conlleva, el ser conscientes del papel acti-


vo que la autoconsciencia tiene en la percepción de nuestras ex-
periencias, lo que nos llevaría o no a decidir, esta vez, de manera

152
Carlos Guía

consciente si reajustar la atención y readaptar la interpretación


de los hechos, para que se traduzca en una opción más saludable
y armónica, razonable y acertada.

En este sentido, se hace necesario reorientar nuestra atención


a la búsqueda y práctica de soluciones alternativas a los pro-
blemas, más que limitarnos a contemplarlos de manera rígida e
improductiva, así como darse a la tarea de exponer todas aque-
llas situaciones que permitan confirmar o no las suposiciones
disfuncionales.

12.1. PRIMIG

El problema no es que caiga en la trampa,


el problema es que no la vi venir.

En la clasificación de la memoria como ya observamos, se


encuentran las memorias explicitas (conscientes) y las implícitas
(inconscientes). Las memorias implícitas, responden a un carác-
ter automático o reflejo y pueden evocarse involuntariamente,
sin que necesariamente exista un esfuerzo consciente; permite
expresar conocimientos adquiridos con anterioridad, aunque no
podamos recordarlos de se les coloca al frente agua y bebidas
energéticas, lo que hace que aún sin beberlas puedan persistir
en el ejercicio durante más tiempo que los que no la ven.” Otro
ejemplo de priming, es cuando colocas a competir a dos equipos
de personas y una vez terminada la competencia les pides que
“completen la siguiente palabra C____p____tivo, para lo cual
en su mayoría se dedican a completar la palabra Competitivo.
Sin embargo, es importante señalar que otra opción es la palabra
cooperativo.”

Un ejercicio que utilizo frecuentemente en mis talleres, con-

153
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

siste en mostrar una hoja en blanco a los participantes, acto se-


guido les pregunto: ¿de qué color es el papel?, a lo que responden
blanco, una vez más les pregunto ¿de qué color es el papel?, a lo
que vuelven a responden blanco, es allí donde les pregunto: ¿qué
toma la vaca?, a lo que regularmente responden: _________.
Sin embargo, es importante señalar que las vacas dan leche y to-
man agua. Salvo que sean pequeños terneros o novillas, en dado
caso, si se acepta que tomen leche, recuerden que el hemisferio
izquierdo, siempre buscará acomodar e interpretar, buscando las
soluciones más creativas y descabelladas, para conseguir salir de
la incertidumbre y conseguir la calma.

Así es Priming, se presenta como un mecanismo que puede


generar respuestas involuntarias, de las que el individuo en cues-
tión, ni siquiera se sabe de donde surgen, es importante señalar
que el priming, solo funciona si no se dan cuenta, es decir, si no
se logra hacer la relación.

Ahora sabes entonces que una sonrisa, tu propia estética y


presentación gestual, pueden generar priming, en tus relaciones
personales y sociales, así que a prestar más atención y tomar
unos minutos antes de responder impulsivamente, te pueden sal-
var de cometer un priming.

12.2. SESGO DE CONFIRMACIÓN

Se evoluciona cuando se entiende y acepta,


que no siempre debo tener la razón.

Este sesgo se centra en la tendencia a favorecer, buscar, inter-


pretar y recordar la información que confirma nuestras propias
creencias, desestimando otras posibles alternativas. Esta tenden-

154
Carlos Guía

cia se hace presente cuando priorizamos algún tipo de informa-


ción de manera selectiva, o cuando la interpretamos de manera
sesgada.

El efecto es más fuerte cuando hacemos presente las emo-


ciones y las creencias firmemente enraizadas. Nos convertimos
en expertos localizadores de pruebas ambiguas y muchas veces
hasta descabelladas que apoyen nuestra postura. Es como si se
tratase de una especie de práctica, en donde nos separamos del
espacio-tiempo, para dar cabida a nuestra sesgada interpretación
del mundo, nuestra memoria y experiencias, solo intentan ex-
plicar y justificar la polarización de nuestras actitudes. Nuestro
énfasis se centra en la perseverancia y defensa de nuestras creen-
cias, aunque respondan a una utopía o ilusión.

En una discusión “no escuchamos al otro, sino que básica-


mente buscamos información en lo que dice que refuerce nues-
tros pensamientos previos”. De esta manera se expresa Manes
(2016), en su libro El cerebro argentino, en el cual expone el
riesgo que corremos como seres sociales de querer hacer invisi-
ble al otro irrespetando sus ideas e interponiendo las nuestras, en
base solo a creencias y posturas ideológicas.

No se resuelve el problema escuchando solo a los que pien-


san como nosotros, eso por el contrario, lo que haría, es incre-
mentar el problema, hay que necesariamente incorporar al otro
al debate, si queremos crecer como personas y como sociedades.

12.3. SESGO DE OPTIMISMO

La ingenuidad,
es un obstáculo para el optimismo.

155
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

El sesgo de optimismo, se fundamenta en nuestra tendencia


a predecir resultados positivos, ligada a nuestra capacidad de
imaginar el futuro. Tendemos a pensar que los resultados serán
mejores de lo que son en realidad, en parte es responsabilidad de
la memoria selectiva.

Este sesgo está asociado a otro sesgo, que denominamos la


“profecía auto-cumplida”, la cual consiste en esperar que una
acción X, lleve a un resultado Y, en la que regularmente, pres-
tamos más atención al resultado, por lo que generalmente lle-
gamos a obtener precisamente el resultado deseado y es cuando
sale a relucir la popular frase: “te lo dije”.

La tendencia a subvalorar los hechos y sus consecuencias,


nos pueden llevar a mantener un sesgo de optimismo, en el cual,
por ejemplo: puedo fumar y beber en exceso, con la errónea
idea, de que no me va a ocurrir nada, o estar en medio del tráfico
a escasos minutos de que empiece la reunión y creer que voy a
llegar a tiempo, por mi exceso de optimismo. Algunos autores
consideran esta postura como optimismo ingenuo, el cual me
priva de poder buscar en todo caso opciones ante los hechos, en
vez de quedarme en una fe ciega que denomino optimista, que
nada tiene que ver con la realidad de ese momento, ni con el
optimismo en sí.

Es importante señalar que somos optimistas al vernos al es-


pejo y pensar que somos más guapos de lo que somos, más in-
teligentes y más amigables de lo que en realidad somos, es un
mecanismo de autoengaño, que surge con la finalidad de preser-
var nuestra propia especie; este mecanismo es bloqueado por las
personas que se encuentran en estados depresivos, con lo que al
verse en el espejo observan solo defectos y no virtudes, lo que
también los hace valorar más en su entorno, a las personas que
van en estado de tristeza o abatidas, que las que van en estado de

156
Carlos Guía

alegría y excitación, así podemos observar nuevamente la pre-


sencia del sesgo atencional.

Pese a que el optimismo ha sido calificado por la mayoría


como un elemento clave dentro de las características de los em-
prendedores y, ciertamente, lo es, la verdad del asunto es que
un optimismo fundamentado en la ingenuidad, apartado de la
realidad, puede ser, peligroso y costoso.

Los psicólogos sostienen en base a investigaciones que, en su


mayoría, los seres humanos creen que son superiores a los de-
más. Esta percepción de superioridad tiene importantes conse-
cuencias en la manera como nos comportamos en la sociedad y
en la alimentación de la vanidad y la exaltación de la diferencia,
por encima de las semejanzas.

Ser optimista nos ayuda a avanzar y no quedarnos estancados


ante las dificultades, inseguridades o miedos, salir de nuestra
zona de confort, ser valientes y decididos. El optimismo nos per-
mite pensar en el presente. Siendo optimistas podemos centrar-
nos en las soluciones y no en los problemas o excusas. Nuestra
esperanza de vida aumenta, hay que poner vida a los años. Tal
como lo expresa Eduardo Punset (2012) en su libro: Lo que nos
pasa por dentro, “Ahora que sabemos que hay vida antes de la
muerte, ya no tenemos que preocuparnos por lo que pasa des-
pués de la muerte, como antes.” Nuestro cerebro es plástico y
podemos reeducarlo en pensamientos positivos. Es cuestión de
tiempo y entrenamiento, al final lo agradecerás.

12.4. SESGO DE PENSAMIENTO DICOTÓMICO

Todos están equivocados, menos yo.

157
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Este sesgo se caracteriza y tiene su fundamento en el de-


nominado operador binario, expuesto por el psiquiatra Eugene
D’Aquili, citado por Rubia (2000). En donde se tiende a ver las
cosas como buenas o malas, justo o injusto, triunfador o fra-
casado, competente o inútil, amor u odio y así sucesivamente.
Oscilando entre un polo apreciado y otro indeseado, de esta ma-
nera va haciendo juicios rígidos y simplistas dando lugar a emo-
ciones intensas por naturaleza opuestas.

Este modo de pensar conlleva a la escasa o nula flexibilidad,


dejando de una u otra forma de apreciar y valorar las situacio-
nes vividas, llevando a deformar nuestra visión de la realidad,
al etiquetar en función de criterios excluyentes. El pensamiento
dicotómico llega a ser muy perjudicial en lo referente a los pre-
juicios que el sujeto forma de sí mismo, enmarcada en la au-
toevaluación y sobre los demás, debido a que al operar con los
opuestos, reduce lo complejo y diverso, a lo simple y monótono.

La presencia de este sesgo en lo personal se observa por


ejemplo, cuando no se alcanza el nivel de desempeño deseado,
tendemos a pensar que nuestras aptitudes o esfuerzo han resulta-
do inútiles, asumiendo lo ocurrido como un fracaso, dejando así
de valorar el desempeño en función del nivel de logros concre-
tos obtenidos, las oportunidades, la experiencia adquirida, entre
otros. En este sentido, una persona deprimida tiende a contem-
plar su vida en términos absolutos, es decir éxito o fracaso, bon-
dad o maldad, salud o enfermedad, aceptación o rechazo, aptitud
o incapacidad, obviando los matices, generando la propia angus-
tia de tener que pertenecer a uno de los dos extremos, por lo que
si no he sido aceptado, es porque soy un rechazo, por ejemplo.

Superar este modo de pensar requiere aprender a reevaluar el


grado de certeza de nuestras apreciaciones y juicios, así aceptar
los matices que puedan intervenir en toda acción o actividad.
Ejemplo de ello sería aceptar que soy ambas cosas a la vez, que

158
Carlos Guía

no soy tan blanco, ni tan negro, que no pertenezco a una sola


parte, sino que soy parte de un todo, aprender a aceptar que el
éxito y el error forman parte de mí y que de ambos tengo que
sacar el mejor provecho.

Lo peor que puede suceder a una sociedad es que se divida


en buenos y malos, en nobles y plebeyos, en derecha e izquierda,
la división siempre traerá consigo el surgimiento de las conduc-
tas más viscerales y retrógradas de un ser humano, es momento
de aceptar que nos unen las semejanzas y diferencias, para así
construir la tan añorada civilización que merece tener nuestro
cerebro evolucionado.

De esta forma podemos observar que dentro de un sesgo,


pueden habitar otros tantos más, lo que nos pone en preaviso, en
cuanto a no dejarse manipular por la asociación previa y darse el
permiso de experimentar cada experiencia como lo que es, una
nueva experiencia y así no seremos movidos por las respuestas
automáticas, que encierran a los sesgos mentales.

Además de estos sesgos, existen muchos otros, que de una


u otra manera marcan nuestros comportamientos, entre los que
podemos apreciar: sesgo retrospectivo (ver los eventos como
algo predecible), sesgo de autoservicio: tendencia a exaltar más
la responsabilidad para los éxitos, que para los fallos), sesgo de
falso consenso: (tendencia a creer que mis opiniones, hábitos y
creencias, están más extendidos entre el resto de la población
de lo que realmente están), sesgo de memoria: (puede alterar
el contenido de los recuerdos de manera selectiva), entre otros.

159
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

12. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Proponte como meta tener una conversación con alguna


amistad que tenga gustos diferentes a los tuyos, sea en materia
deportiva, creencia religiosa o preferencia política y presta
especial atención a sus posiciones, conceptos e ideas.

Revisa atentamente, ¿qué produce en ti dicha información?,


¿cómo reacciona tu cuerpo?, ¿qué pensamientos vienen a tu
mente?, ¿qué sientes al comunicar tus ideas? De esta manera
podrás apreciar cosas que suceden en una comunicación, que
parece rutinaria, aunque, si nos entrenamos para revisarnos
y revisar al otro, podemos llegar a apreciar cosas que antes
pasábamos por alto y que aparentemente no generaban mayor
compromiso emocional.

Los sesgos aparecen cada instante, ellos tienen la facultad,


en un momento dado de contribuir a salir rápido de apuros o
meternos en problemas, lo ideal es que podamos vivir entre
nuestras decisiones automáticas, que no pasan por la cons-
ciencia y las denominadas decisiones racionales, las cuales
evalúan paso a paso, costo beneficio de una acción, lo que
obviamente, por requerir mayor energía y atención, se dan en
menor medida que las automáticas.

160
Carlos Guía

13| LIBRE ALBEDRÍO

¿Quién es el títere y quién el titiritero?


La libertad, al igual que el yo, quizás sea una ilusión más.

¿He decidido conscientemente seguir leyendo


o mi cerebro segundos antes ya lo quería hacer?
¿Qué tan perturbador puede ser, pensar que mi cerebro
ya había dado la orden y yo simplemente me limito a cumplirla
y qué consecuencias legales traería confirmar esta hipótesis?
¿Lo hice porque quería hacerlo o mi hemisferio izquierdo
justificó lo que hice posterior a la acción, mediante argumentos
tan irreales, como tranquilizadores?

El libre albedrío, es entendido como el grado de control que


ejercemos sobre nuestros actos, es un tema controversial con
implicaciones religiosas, éticas, psicológicas, jurídicas y cien-
tíficas. Al respecto Ramachamdran (2012), explica que “es en
la corteza cingulada anterior, donde se origina en parte nuestro
sentido del libre albedrío.”

El tema saltó a la palestra con un estudio llevado a cabo en


1980, por el neurólogo estadounidense Benjamín Libet, citado
por Manes, (2016), quien mediante un electroencefalograma
(EEG) pudo visualizar si una persona va a mover alguna parte
de su cuerpo mediante la observación de su potencial eléctrico,
pudiendo predecir el movimiento real por un segundo o más.

161
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Libet, estudió si se producía primero la decisión de-


liberada de realizar un movimiento o la intención del
inicio del evento físico. Para ello utilizó una com-
putadora que mostraba un punto brillante que daba
vueltas en una pantalla como la aguja de un reloj.
Mientras los evaluaba con un EEG, los participantes
debían espontánea pero deliberadamente mover su
muñeca. También tenían que notar la posición del
punto de luz en el momento en que tomaran con-
ciencia del impulso a actuar. El resultado observado
fue que el potencial eléctrico que precede a los mo-
vimientos aparecía al menos medio segundo antes
que la decisión consciente de actuar. Así llegó a la
conclusión de que el cerebro actúa antes de que la
mente tome la decisión.

Regularmente utilizamos la palabra consciencia para referir-


nos a dos cosas diferentes, al respecto Ramachamdran (2012),
sostiene “por un lado los qualia (cualidades experienciales de la
sensación y por otro lado, el yo que experimenta esas sensacio-
nes... siendo la corteza cingulada anterior protagonista en estas
acciones.” Conduciendo a una sensación de estar al mando de
nuestras acciones, llegando a creer que habríamos podido ac-
tuar de otro modo si así lo hubiéramos decidido. “Consideramos
que el libre albedrío es el impulso a actuar que está vinculado
a nuestro sentido de ser un agente con un norte y multiples op-
ciones. El deseo de actuar y la creencia en nuestra capacidad.”
Ramachamdran (2012)

Los que sostienen la postura, que el libre albedrio no exis-


te, se fundamentan en la naturaleza biológica del ser humano,
ya que al ser una colección de moléculas, debemos obedecer
a ciertas leyes de la física. El mayor problema de esta postura
se evidencia a nivel legal, ya que si los humanos no tenemos
libre albedrio, nuestras decisiones son tomadas entonces por una
suerte química y física, por lo que sería cuesta arriba condenar

162
Carlos Guía

a un delincuente, que puede alegar que no tuvo interferencia en


sus acciones y que por lo tanto, responde a una naturaleza bioló-
gica que escapa de sus manos.

Sin embargo, este tema fascinante y desconcertante a la vez


está en plena discusión e hipótesis, por lo que no es concluyente
y la física aún permanece discutiendo una suerte de determinis-
mo (punto de vista según el cual todos los eventos son resulta-
dos inevitables de causas previas, de que todo lo que pasa tiene
una razón de ser), en la materia, es sabido, que dos situaciones
idénticas, pueden producir dos respuestas diferentes. Contrario
al indeterminismo (forma del libertarismo que, según su punto
de vista, implica que el libre albedrío realmente existe, y esa
libertad hace que las acciones sean un efecto sin causa).

Al respecto Rubia (2009) expresa en su ensayo: La libertad


es una ficción cerebral:

Desde el momento en que renunciamos al dualismo


cartesiano entonces ya se pone en entredicho la liber-
tad. Una cosa es tener diversos grados de elección.
Que tenemos distintas posibilidades de elección está
claro, pero también las tiene la ameba, el lagarto y el
chimpancé. Pero si no sabemos por qué elegimos lo
que elegimos entonces no hay libertad.

En la ilusión que tenemos de decidir a través de la voluntad


o consciencia olvidamos lo que el investigador Pere Estupinyà
(2013), escribe en su libro: El ladrón de cerebros, “La percep-
ción de la voluntad es una ilusión que crea el cerebro con pos-
terioridad a que otros procesos inconscientes hayan mandado la
orden de ejecutar la acción.” Lo que nos lleva a entender y acep-
tar que en su gran mayoría nuestros actos están predeterminados
por mecanismos cerebrales involuntarios.

163
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

La teoría de Gazzaniga, citado por Rubia (2009), “es que el


cerebro humano (el hemisferio izquierdo, para ser exactos) con-
tiene un intérprete, un grupo de redes neuronales especializado
en dotar de sentido a la actividad incesante de nuestro propio
cerebro, inconsciente y automática en su inmensa mayoría.”

De esta manera entendemos al hemisferio izquierdo, también


denominado hemisferio dominante, ya que en experimentos
realizados con pacientes con cerebros escindidos; práctica que
consistía en dividir el cerebro a la mitad, mediante la separación
de los dos hemisferios cerebrales, se observó en múltiples expe-
rimentos, como el hemisferio derecho tomaba algún tipo de de-
cisiones (sin que el hemisferio izquierdo se diera cuenta), en las
cuales el hemisferio izquierdo terminaba justificando mediante
el uso del lenguaje (el cual está ubicado en el hemisferio izquier-
do, por lo que se entiende que el hemisferio derecho no posee
lengua, se informa a través de imágenes) y teorías descabelladas
que, en todo caso ofrecían una explicación lógica a las acciones
que emprendía el hemisferio derecho.

Además se observó en las investigaciones, que al preguntar


al hemisferio derecho lo que quería ser, expresaba cosas que al
fin de cuenta, la persona nunca fue, por ejemplo, el hemisferio
derecho decía que quería ser astronauta y la persona era real-
mente ingeniero, por lo que ahora entendemos que el hemisferio
izquierdo tiende a tener dominio sobre el derecho y además es
capaz de inventar explicaciones, por lo que Rubia (2009) le da
un carácter de “capacidad mixtificadora”, lo que utiliza para re-
llenar las posibles fallas o espacios, mediante información falsa,
a fin de no generar intranquilidad y sensación de no control.

Mientras tanto las neurociencias, con la ayuda de la tecnolo-


gía seguirán investigando acerca de este tema tan controversial
y a la vez tan vital para la comprensión del origen de nuestras
acciones e inacciones.

164
Carlos Guía

13. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Revisa minuciosamente una elección cualquiera, desde la


compra de un helado, hasta la adquisición de un compromi-
so mayor, como el matrimonio o la aceptación de un empleo.
Revisa si en ese momento fuiste totalmente consciente de las
opciones, toma en consideración el tiempo que tardaste en
decidir, chequea si esa elección responde a un estado conscien-
te (evaluación costo-beneficio) o si responde a una especie de
piloto automático.

Tomar consciencia de nuestras acciones, de las implicaciones


inmersas en cada decisión y sus posibles consecuencias, es sin
duda alguna una actividad que exige un esfuerzo, lo que impli-
ca un gasto de energía, por lo que regularmente, preferimos el
estado de confort, que ofrecen los hábitos.

La idea de pensar que nuestras decisiones y vivencias respon-


den a una suerte de configuración ya preestablecida, genera
desinterés y por consecuencia, el surgimiento de decisiones
poco elaboradas, ya que obviamente, si pensamos que nuestras
decisiones ya están establecidas y nuestras vidas ya diseñadas,
el interés por vivir se diluye, lo que pudiese desencadenar en
el desánimo y la apatía; es tiempo de hacer consciencia de
nuestro poder creador en cada una de nuestras decisiones; es
tiempo de entender que podemos trazar nuestro destino con
cada acción, en cada decisión.

Recuerda que toda acción, genera una reacción. Esperar en la


cama que aparezca y desaparezcan las cosas, es algo irres-
ponsable, ya que estarás dejando a la suerte una oportunidad
hermosa de experimentar la vida en un tiempo tan corto, que
no da pie a dudas, tales como: si somos hologramas que expe-
rimentan la vida carnal o si somos espíritus encarnados.

Vive y deja vivir, experimenta la brisa en tu rostro, aunque


sepas que la brisa está primero en tu cerebro, a eso llamamos
vivir.

165
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

14| UNA BUENA EXCUSA


PARA RECORDAR MI LIDERAZGO

El liderazgo, como muchas otras


potencialidades y habilidades, viene incorporado
en el entramado neurológico innato,
el problema, es que regularmente creemos lo que nos dicen,
aunque esto contradiga nuestra propia naturaleza.

¿Un buen líder es el que tiene seguidores


o el que desarrolla su equipo?
¿Cómo satisfacer las necesidades de un equipo
tan heterogéneo, con intereses y gustos tan diferentes?
¿Quién es el protagonista de mantener el ambiente
de un hogar, empresa o sociedad en general sano o tóxico?

En su libro El ladrón de cerebros, Pere Estupinyà (2013),


nos expone las investigaciones de dos grandes científicos, que
se empeñan en demostrar el origen innato del lenguaje y la mo-
ralidad: “Marc Hauser, profesor de psicología de la Universidad
de Harvard y autor del libro la mente moral: cómo la naturaleza
ha desarrollado nuestro sentido del bien y del mal.” De la mis-
ma manera que Noam Chomsky estableció la existencia de una
gramática universal, compartida por todos los seres humanos,
en donde todas las gramáticas de todas las lenguas existentes,
comparten ciertas estructuras básicas, al igual que Hauser, plan-
tea “instintos inconscientes que nos condicionan a seguir una

166
Carlos Guía

gramática moral universal codificada en el cerebro.” Estupinyà,


(2013)

Estos precedentes nos plantean la posibilidad, tal como lo


sostiene Llinás (2003), que estamos en presencia de un cerebro
precableado, el cual viene con una serie de disposiciones genéti-
camente establecidas, que la propia selección natural, mediante
la evolución fue moldando. Entendemos también, que el lide-
razgo, viene en el paquete innato que el ser humano trae consigo
desde su nacimiento, solo que hay que recordárselo, debido a los
mensajes y experiencias, tanto familiares, como educativas que
pueden incidir y erosionar su confianza, lo que influye de mane-
ra directa en su liderazgo.

El nuevo enfoque que plantean las neurociencias del lideraz-


go, se centra en el desarrollo del autoliderazgo, en la actualidad
sabemos que al líder hay que hacerle recordar su naturaleza, su
esencia. Antes pensábamos que debíamos enseñarle a ser líder,
bajo ciertos parámetros e informaciones, con las que creíamos se
desarrollaba a un líder desde cero.

El liderazgo no puede desvincularse, ni de la esencia del hu-


mano, ni del clima laboral de una empresa, institución, familia
o sociedad, ya que según sea el tipo de liderazgo que se asuma,
influirá en los miembros de un equipo de manera positiva o ne-
gativa según sea el caso. El líder es pieza clave en el desarrollo o
no, del ámbito emocional de la estructura a su cargo, por lo que
debe poseer destreza en la conducción de su desarrollo y el de su
equipo. Ahora sabemos que un buen líder no se centra en tener
seguidores, sino en desarrollar a sus seguidores hasta convertir-
los a su vez en líderes.

El líder está en la obligación de desarrollar, mediante el en-


trenamiento continuo, las denominadas funciones ejecutivas,

167
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

ubicadas en la corteza prefrontal, de tal modo que pueda geren-


ciar sus emociones, pensamientos y demás habilidades en pro
del grupo y la empresa que dirige. Entendemos que una persona
centrada en buscar saciar su deseo de recompensa inmediata, no
llegará muy lejos, lo que aplica también para la familia, empresa
y sociedad en general.

Comprender cómo funciona el cerebro, su anatomía y fisiolo-


gía, permite al líder entender sus propios procesos y a su equipo,
con el fin de conocer el origen de nuestras conductas, toma de
decisiones, motivaciones, inteligencias, solución de conflictos y
la manera cómo promover en el equipo, que existan varias voces
dominantes, sin el recurrente temor a equivocarse. La gestión de
las emociones, el desarrollo de la creatividad e innovación, la
forma de aprender de manera individual y colectiva, todo esto
supone un nuevo enfoque, que requiere desaprender y reapren-
der el liderazgo, con base a lo que hasta ahora sabemos del fun-
cionamiento de nuestro cerebro.

Se trata de hacer énfasis en el desarrollo de las capacidades


personales del cerebro, en este sentido Néstor Braidot (2016),
explica:

Los verdaderos líderes son quienes tienen el cerebro prepa-


rado para decidir sobre la marcha, en el momento. Ya no hay
tiempo para imaginar escenarios porque la velocidad con que
cambian las circunstancias no lo permite. Tampoco hay tiempo
para estudiar el caso y, mucho menos, para aplicar una solución
aprendida.

El nuevo liderazgo abre las puertas a la toma de decisiones


instintivas (marcadores somáticos) y racionales (costo benefi-
cio), mediante el entrenamiento de las funciones ejecutivas, a

168
Carlos Guía

través de la neuroplasticidad (habilidad del cerebro para mo-


dificar o alterar su propia estructura como consecuencia de la
experiencia y del pensamiento, con la finalidad de adaptarse a
los cambios que el entorno impone o para funcionar de manera
distinta), el aprendizaje por asociación (el cerebro aprende más
fácilmente algo nuevo o desconocido, partiendo de lo que ya
aprendió y conectó en sus sinapsis como algo familiar, de esta
forma se agregan las nuevas conexiones relacionadas con la in-
formación anterior), experiencia, en este sentido Joe Dispensa
(2008), explica: “La experiencia enriquece el cerebro. Hace las
conexiones sinápticas más fuertes y duraderas”, y la capacidad
atencional, relacionada con la habilidad para desarrollar la aten-
ción focalizada, promoviendo la resolución de problemas y toma
de decisiones.

Una adecuada densidad de atención modela el cerebro, en un


sentido literal, ya que refuerza circuitos neurales específicos que
forman parte de diferentes estructuras de la corteza prefrontal.
La importancia de este hallazgo radica en que la corteza prefron-
tal también se encuentra fuertemente implicada en la capacidad
de planificación, resolución de problemas y toma de decisio-
nes”. (Braidot, N. 2016)

En el tema del liderazgo es sumamente importante lo refe-


rente al sistema de recompensa, para lo cual, un buen líder debe
conocer las necesidades de su equipo. El detalle, es que en este
momento social e histórico, convergen varias generaciones con
distintos intereses y necesidades, ya que sus infancias responden
a entornos muy diferentes, en donde el desarrollo de las tecno-
logías y la rapidez de los cambios han marcado brechas de inte-
reses, a continuación una descripción básica de las generaciones
y sus intereses.

169
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

14.1. GENERACIONES

Una evidencia de cómo influye el ambiente, sociedad,


escuela, familia, historias compartidas y cultura en general,
en la formación de patrones de conductas.
Obviamente, siempre hay excepciones a la regla
y la excepción regularmente, la haces tú
y tu forma de percibir el mundo.

14.1.1. GENERACIÓN BABY BOOMERS


O ANÁLOGOS (1945-1964)
Son personas que crecieron sin la influencia de los avances
tecnológicos, donde su mayor diversión se centraba en el com-
partir y los estudios, por lo que estas personas no toleran el ocio,
son excesivamente fieles a la empresa, amantes del orden y la
estructura, lo que los hace poco flexibles y resistentes ante los
cambios.

14.1.2. GENERACIÓN X
O INMIGRANTES DIGITALES (1965-1979)
Esta es mi generación, nos caracterizamos por pasar de la
máquina de escribir a las primeras computadoras, lo que nos
hace flexibles ante los cambios, dedicados a los estudios, aman-
tes de la jerarquía en las organizaciones, haciéndonos candidatos
a las organizaciones tradicionales de estructura piramidal.

14.1.3. GENERACIÓN Y, MILLENIALS


O NATIVOS DIGITALES (1980-1998)
Son jóvenes que nacen en pleno apogeo de las tecnologías,
lo que los hace ser rápidos, con muchas ganas de superación y
desarrollo personal. Les interesa desarrollarse como persona en
las organizaciones, por lo que si no consiguen tal objetivo, se
retiran. No son partidarios de las estructuras jerárquicas tradi-
cionales, lo que trae como consecuencia que, con tan solo vein-
tidós años, ya tengan múltiples experiencias laborales, ya que
sus intereses responden al disfrute y la recompensa inmediata.

170
Carlos Guía

Si no quieres aburrir a un Millenials, no les den un cargo, deben


ofrecerle un proyecto (con fecha de inicio y cierre), así podrás
garantizar rapidez y mantenerlo un tiempo más en tu empresa.

14.1.4. GENERACIÓN Z O NATIVO DIGITAL (1999-2010)


Estos jóvenes son mucho más rápidos que los Millenials, por
lo que estos últimos, no logran soportarlos, cosa que se evidencia
entre hermanos jóvenes de diferentes edades. Esta generación ha
desarrollado una alta inteligencia naturalista, siendo fieles con-
servadores del medio ambiente, les interesa la contribución y
la movilidad, por lo que nos espera una nueva forma de hacer
empresa, pasando de la jerarquía a la red de contribución.

Es sumamente importante señalar que, aún cuando hayas na-


cido en una de esas fechas y existan ciertos patrones de coinci-
dencias, hay excepciones a la regla, lo que hace que personas
Baby Boomers, sean tan flexibles como un Millenials. Por lo
que debemos entender estas generaciones como un patrón refe-
rencial, más no como una regla rígida.

Existen muchísimas clasificaciones de liderazgo, a continua-


ción compartiré desde mi experiencia en las empresas, en las que
he tenido la oportunidad de dictar, tanto talleres, como capacita-
ciones, en el tema de liderazgo, con lo que he podido contrastar
los múltiples avances de las ciencias que estudian al cerebro y la
realidad de cada empresa, sus respectivos liderazgos y equipos.

En este recorrido por el mundo empresarial, he observado


todo tipo de líderes, tantos, como tipos de personalidad, lo que
quiere decir que cada líder, más que responder a un tipo de lide-
razgo, responden a su propia personalidad, crianza, experiencias
y educación, siendo el líder una proyección de sí mismo, lo que
pudiera luego encajar en una especie de clasificación genérica de
tipologías de liderazgo.

171
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

A continuación una clasificación de los distintos tipos de lí-


deres que heencontrado y su incidencia en sus respectivas em-
presas, instituciones, sociedades y hogares, ya que no podemos
desvincular al líder de sus distintos roles.

14.2. LIDERAZGOS POSITIVOS

Un liderazgo que responde a una variedad de factores:


una determinada genética,
un ambiente armónico, preparación, entrenamiento
y la formación de las funciones ejecutivas.

14.2.1. DEMOCRÁTICO
Promueve y escucha la opinión del resto del equipo, es capaz
de ofrecer varias soluciones, con la finalidad de escoger la mejor
de manera consensuada, no impone, sino que busca acuerdos,
promoviendo un clima de confianza y participación.

14.2.2. CARISMÁTICO
Se caracteriza por entusiasmar y motivar a sus seguidores, de
tal manera que impregna con su energía al equipo; es una per-
sona que irradia energía y genera confianza, altamente receptivo
y promotor de un buen clima organizacional, es un liderazgo
centrado en la persuasión, es decir en la orientación de metas a
corto, mediano y largo plazo.

14.2.3. INSPIRADOR
Este tipo de líder influye mediante el ejemplo, lo que desarro-
lla en su equipo la estima, mediante el modelaje de sus acciones,
es un liderazgo centrado en la influencia, ya que promueve a su
equipo mediante sus acciones.

172
Carlos Guía

14.2.4. TRANSFORMADOR
Es capaz de lograr lo que etimológicamente significa la pala-
bra que lo describe, es decir, transformar (cambiar la forma). El
interés principal de este líder es lograr que su equipo se convier-
ta en grandes líderes, contribuyendo en la evolución de sus se-
guidores, logrando transformarlos a partner o iguales, es el líder
que necesita toda familia, organización y sociedad en general.

14.3. LIDERAZGOS TÓXICOS

Un liderazgo cuyas secuelas aún son palpables


en familias, empresas y sociedad en general,
del cual debemos librarnos,
si queremos alcanzar nuestro objetivo,
de crear una civilización, que responda
a las potencialidades de nuestro cerebro.

14.3.1. PATERNALISTA
Este líder regularmente responde a un liderazgo circunstan-
cial, en el cual, no necesariamente se preparó para su rol, sino
que fue designado, lo que le obliga a hacer solo lo que conoce,
por lo que termina sustituyendo su rol de líder, por el de pa-
dre o madre de los miembros del equipo, con las consecuencias
del caso, entre las que encontramos: el descrédito de la labor de
los miembros del equipo, ya que debido a su rol paternalista, el
equipo es visto como niños que deben ser orientados, diluyendo
así la confianza, motivación e iniciativa por hacer las cosas por
parte de los miembros del equipo.

14.3.2. PROCRASTINADOR
Este líder es capaz de llevar sus malos hábitos a la empresa,
lo que genera que todo el sistema colapse, ya que se empieza a
dejar todo para después; es típico observar líderes que no tie-

173
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

nen tiempo para comer, para hacer sus chequeos médicos, para
atender a su familia y al llevar su característica principal a la
empresa, es decir, el hábito de postergar, terminan pretendiendo
hacer en los últimos tres meses, todo lo que no hicieron en un
año entero, llamándonos a dictar talleres en los últimos meses
del año, para poder cumplir, tanto con las metas, como con los
presupuestos pautados para todo un año.

14.3.3. NARCISISTA

Esta persona quiere, no solo lucir excelente y brillante, sino


que también pretende que todo lo que le rodee coincida con su
estética. Además este líder se apropia de todo logro, no así de
los errores o fracasos en la empresa y su administración, lo que
promueve la desmotivación en su equipo, al no recibir los me-
recidos reconocimientos por su aporte en la contribución de las
distintas tareas, metas y funciones.

14.3.4. PARANOIDE
Dicho líder es obviamente el resultado de una persona pa-
ranoica, que sospecha hasta de su propia sombra, con lo que
termina siendo un líder que tiende a ver a sus seguidores ta-
lentosos como un potencial peligro, tanto para su estatus, como
para su propio rol. El mayor problema de este tipo de líderes es
que terminan siendo un obstáculo para la organización, ya que
desmotiva, separa y hasta termina prescindiendo los contratos de
las personas más capaces, que podrían ofrecer mayor provecho
a la organización.

14.3.5. PSICÓPATA
Es el más peligroso, para la organización, su propio equipo,
familia y sociedad en general, ya que un psicópata, al contra-
rio de lo que muchos piensan, es una persona seductora, ágil
mentalmente y manipulador por naturaleza, este líder entorpece
las relaciones con los subordinados, clientes, amistades, fami-
liares y organización en general. En la medida que es tratado

174
Carlos Guía

por psicólogos y psiquiatras, se nutre de mayor información, la


que posteriormente usará para atacar a sus víctimas, siendo un
verdadero riesgo para la organización, hasta ahora no se han rea-
lizado mayores adelantos en cuanto a trato de psicópatas, por lo
que se recomienda retirarlos del cargo al ser previamente identi-
ficados por un especialista.

Espero que esta pequeña clasificación te sirva para identificar


en el exterior y en lo interior, el tipo de líderes con los que te
relaciones y con el que te identifiques. Recuerda que contamos
con neuroplasticidad cerebral, neurogénesis y con un potencial
enorme, que necesita entrenamiento y capacitación para ser el
conductor de profundos cambios.

175
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

14. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Selecciona en esta tabla a los líderes que conoces, tanto en tu


familia, empresa y sociedad en general y luego comparte con
alguna amistad, si coinciden con tu clasificación:

Democrático Carismático Inspirador Transformacional

Procrastina- Narcisista Paranoico Psicópata


dor

176
Carlos Guía

15| MI AMIGA INSEPARABLE, LA RISA

Reconociendo a quien mejora mi ánimo, memoria,


creatividad y sistema inmune,
disminuyendo mi dolor, estrés, tristeza y hasta depresión.
Gracias por mostrarme y devolver la alegría de vivir.

¿El mejor amante, es el que te hace..?


¿Es la risa consecuencia o causa de la alegría,
felicidad, bienestar y salud?
¿Cómo podría vivir sano sin reír?
¿Se puede ser productivo en medio de la infelicidad?

La risa mi fiel compañera, confidente de momentos alegres


y los no tan agradables, ella me acompaña en mi tránsito por las
demás mentes, a las que tengo el privilegio de tocar, mediante
una energía que se irradia, se difunde en un solo sentir, la tan
vital alegría de vivir. La risa me ha servido para distinguir, tanto
mi personalidad, como mi marca, mediante sus múltiples benefi-
cios, he logrado difundir mensajes que muchas veces suelen ser
muy duros de compartir y que sin la risa, serían temas difusos y
distantes, la risa nos acerca no solo como especie, sino que nos
acerca al conocimiento de manera amena, agradable y sensible.

Antonio Damasio (1999), en su libro El error de Descartes,


nos expone una anécdota con su mentor, Normand Geschwind,
neurólogo de Harvard, cuyos aportes unieron la era moderna y la

177
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

clásica, de la investigación cerebral en humanos:

La razón por la que tenemos dificultades para son-


reír naturalmente ante el fotógrafo, es que nos pi-
den controlar voluntariamente nuestra musculatu-
ra facial, utilizando la corteza motora y su tracto
piramidal…de esta manera generamos una sonrisa
piramidal. No podemos imitar fácilmente lo que
la corteza cingular anterior puede conseguir sin
esfuerzo…Por lo tanto para sonreír naturalmente,
solo tienes algunas opciones: aprender a actuar,
que alguien te haga cosquillas o te cuente un buen
chiste.

Más adelante en el mismo libro explica como Guillaume-


Benjamín Duchenne, determinó que “una sonrisa real requería la
contracción involuntaria y combinada de dos músculos: el cigo-
mático mayor y el orbicular palpebral inferior.” Siendo este últi-
mo, un músculo que sólo puede moverse de manera involuntaria.

Por lo que Duchenne, sostenía que “los activadores del or-


bicular palpebral inferior, eran las dulces emociones del alma.
En cuanto al cigomático mayor, puede ser activado involuntaria-
mente, por nuestra voluntad o por la sonrisa de cortesía.”

Figura 11
Músculo cigomático mayor.
Fuente (elaboración propia, 2017)

178
Carlos Guía

Figura 12
Orbicular palpebral inferior.
Fuente (elaboración propia, 2017)

En otro experimento, esta vez de Paul Ekman (2004), se pue-


de apreciar como al contraer los músculos faciales para compo-
ner una expresión facial específica, se logra que experimenten
los sentimientos correspondientes a dicha expresión, por ejem-
plo una mueca de estar contentos los condujo a experimentar
alegría, mientras que uno iracundo les hizo sentir enojo. Dicho
experimento sugiere según Damasio (1999), que “un fragmento
del patrón corporal… gatilla después el resto del estado corporal,
conduciendo al sentimiento.” Por otra parte Damasio, explica que
nuevas evidencias, producto de grabaciones electrofisiológicas:

Muestran que la sonrisa fingida, genera patrones


de ondas diferentes a las auténticas y aunque pa-
rezca contradictorio, esto no contradice al primer
experimento, lo que refleja es que no podemos en-
gañarnos, ni engañar a nadie cando sonreímos por
cortesía, razón por la cual los grandes actores y
cantantes han sobrevivido a la continua simulación
de emociones, sin perder la cordura.

Lo anterior nos da una idea de la profundidad con la que ha


sido estudiada la risa, las emociones y los sentimientos, sabemos
que la risa simulada puede conectarnos con los sentimientos de
alegría y felicidad, conduciéndonos a la risa real, lo que sin duda
traerá como efecto todos los beneficios de la risa espontánea, así

179
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

como de su estado más alto, la felicidad y alegría.

Tal como lo plantea Braidot (2016), “si usted ríe poco, está
afectando el sano desempeño de su cerebro”, por lo que hoy en
día sabemos que las personas infelices ríen poco y su vida está
marcada por la tragedia del desinterés, la rutina, el cansancio o
agotamiento, la frustración, baja autoestima y recurrentes pensa-
mientos negativos y de inferioridad, así que si deseas vivir una
vida plena te invito a que rías más y prestes más atención a los
pequeños detalles que nos obsequia día a día la vida, reflejada
en nuestro entorno, llámese personas, paisajes, animales y todo
aquello que nuestra mente es capaz de elaborar desde nuestras
sensaciones, las cuales se convierten en imágenes y de esa
manera vamos recreando nuestra propia realidad.

Ahora conocemos acerca de los múltiples beneficios de la


risa, entre los que se encuentran las liberaciones de neurotrans-
misores denominados endorfinas, dinorfinas y encefalinas, los
cuales desde un punto de vista biológico, son considerados
como neurotransmisores opioides producidos por el Sistema
Nervioso Central, y actúan como moduladores en los circuitos
encargados de regular el dolor, temperatura corporal, hambre y
funciones reproductivas. Se les denomina opioides, debido a que
producen de manera natural, y de forma endógena, los mismos
efectos que las drogas derivadas del opio, tales como la morfina,
heroína, metanfetaminas, entre otras, solo que, sin sus efectos
perjudiciales.

Endorfinas, dinorfinas y encefalinas aportan significativa-


mente a un estado saludable, influyendo en la recuperación físi-
ca y mental del individuo, promoviendo la calma y estimulando
el bienestar, retardan el proceso de envejecimiento, alivian el
dolor, mejoran el apetito, liberan hormonas sexuales e incre-
mentan el deseo sexual, favorecen las sensaciones y estados de

180
Carlos Guía

placer, ayudan a combatir la depresión y la tristeza, reducen los


niveles de estrés, potencian la acción del sistema inmunológico.

¿Solo la risa es capaz de liberar estos neurotransmisores?


La respuesta es negativa, ya que estos neurotransmisores son
liberados por todo lo que causa placer en el individuo, por ejem-
plo: el ejercicio y actividades físicas como correr, bailar, pati-
nar, entre otras, es una forma de producirlas y liberarlas ya que
el estrés que genera el ejercicio físico provoca un aumento de
la cantidad de endorfinas presente en sangre y en el líquido en-
cefalorraquídeo, retrasando la fatiga y alcanzando sensaciones
generalizadas de bienestar.

Las endorfinas también son estimulantes, por lo que, después


de su liberación, se siente como si nos hubieran inyectado ener-
gía y lo que también sucede en la fase de recuperación. El con-
tacto físico, tales como los besos, caricias, masajes y abrazos,
además el sexo placentero, estimulan su producción y segrega-
ción, llegando a modificar nuestras percepciones hacia la pareja,
lo que le hace ver más bella o bello de lo que se es, yoga, tai-
chi, meditación y ejercicios respiratorios, la música que te gusta,
las artes, pintar, moldear, esculpir, escribir (siempre y cuando te
guste), además los hobbies son excelente vía para liberar estos
neurotransmisores, hacer tareas solidarias y comunitarias, el sol
(preferiblemente en horas de la mañana o tarde), el contacto con
la naturaleza y los animales.

Hoy sabemos también que ciertos alimentos como la piña,


fresas, aguacate, plátano, chocolate negro, pimiento, chile, espi-
nacas, nueces y otros frutos secos, pescados ricos en Omega-3
(salmón, atún, sardinas, caballa), las algas, la soja y las alubias,
los yogures, el requesón y la mayoría de lácteos, son alimentos
que no solo estimulan y liberan endorfinas, dinorfinas y encefa-
linas, sino que además contribuyen a mantener un cerebro sano.

181
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

15. EJERCICIOS PRÁCTICOS

El siguiente ejercicio quiero compartirlo porque ha sido una


herramienta eficaz, tanto en mis talleres, como en las reuniones
familiares y amistades:

Juan Pelao

1. Pide a las personas que se sientan cómodos y haciendo un


círculo con sus sillas.

2. Explica que el objetivo es hacer llegar un diálogo de un lado


del círculo, al otro.

3. Explica el diálogo, que se expone a continuación:


- ¿Tú conoces a Juan Pelao?
- ¡A Quién!
- ¿A Juan Pelao?
- No, no lo conozco
- Entonces pásalo al otro lado

4. Da inicio al diálogo, con la persona que tienes a uno de los


dos lados, una vez que todos ya se hayan aprendido el diálogo.
Cerciórate que el orden del diálogo coincida con el diálogo
inicial. La idea es que esperes que el diálogo dé la vuelta y
llegue a ti justo con la persona que tienes sentada a tu otro
lado.

5. Una vez concluida la primera vuelta, coloca el siguiente


reto: En esta próxima vuelta no debemos mostrar los dientes,
es decir cubriendo los dientes con los labios, tal como hacen
los viejitos, cuando no tienen dentadura, inicia contigo la expe-
riencia.

6. Una vez concluida la segunda vuelta, coloca un nuevo reto,


que consiste en que en esta siguiente vuelta, debemos cubrir
los dientes con los labios, además debemos cerrar un ojo y
sacar la lengua, lo que exige un esfuerzo de coordinación total,
inicia contigo nuevamente.

182
Carlos Guía

Espero que lo disfrutes en familia, con amistades y si te atreves


a hacer el ridículo en público, llena de endorfinas, dinorfinas y
encefalinas a tus compañeros de labores.

Al concluir verifica y comparte todas las bondades de la risa


que son visibles, tales como el enrojecimiento de mejillas, lo
que significa un mayor flujo de sangre a los vasos sanguíneos,
el sudor, lágrima y otros hasta con ganas de orinar, lo que
indica una depuración mediante la eliminación de fluidos a
través de toxinas. Revisa su estado de ánimo, posiblemente
luego del ejercicio, sentirán relajación y hasta saldrá por allí
un bostezo, lo que indica la importancia de la oxigenación de
nuestro cerebro y la somnolencia que causa la curva de las
endorfinas, las cuales te conducen a un estado de relajación
extremadamente satisfactorio.

Otras bondades de la risa que no se ven, pero que están ex-


plicadas en el presente capítulo, te recomiendo las compartas
con las personas que realizaron el ejercicio, de esta manera
entenderán que la risa es algo muy serio.

No permitas que una sociedad enferma te contagie, una socie-


dad que prefiere la seriedad y la solemnidad, antes que la salud
y la alegría, así que te invito a desentonar y mostrar tu estado
de salud a través de la risa.

183
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

16| CREATIVIDAD E INNOVACIÓN

Compartiendo la creatividad,
a través de la innovación.
Invertí en algún momento en conocimiento,
ahora recibo las bondades de esa decisión.
Es cuestión de inversión, tiempo y resultados.

¿Hay algún tipo de sugerencia creativa, para ser creativo?


¿Es la creatividad un bien social en sí mismo o necesita a su
hermana la innovación?
¿Qué tan importante es la creatividad en la sociedad del
aprendizaje?

La creatividad durante años se pensó que era sola, única y


exclusiva de personas diferentes, especiales, una especie de ele-
gidos, lo que ha quedado descartado por las neurociencias, ya
que hoy sabemos que la creatividad está inmersa en todos los
aspectos de la vida y en todas las profesiones. Este concepto no
escapa de su creador y escultor: el cerebro; por lo que sus bases
biológicas se encuentran en este órgano, tan creativo e innova-
dor, por demás.

La creatividad puede ser apreciada en su forma más alta y


antigua: las artes, en ellas se plasman las creaciones y recreacio-
nes, que han evolucionado a la par de nuestro cerebro. Hemos
podido apreciar en nuestro pasado biológico, el surgimiento de
herramientas y utensilios para la caza y la comida, la rueda, y el

184
Carlos Guía

uso del fuego, son sin duda alguna, expresiones creativas que
van asociadas a un cerebro preconcebido para crear. Lo que sig-
nifica que la creatividad es parte del cerebro y no como se consi-
deraba antiguamente un don o regalo de los dioses. El tema aquí
es ¿cómo se desarrolla la creatividad?

Para tales efectos el gran neurocientífico, Manes (2016), ex-


pone una pequeña fórmula para simplificar, cómo se desarrolla
un proceso tan complejo como lo es la creatividad: “para ser
creativo hay que estar preparado, ser un poco obsesivo, un poco
loco (no mucho), entender el problema de manera simple, ser
valiente, estar dispuesto a equivocarse y estar relajado.”

Esta fórmula responde, a la forma como personas contem-


poráneas han llegado a realizar sus grandes aportes en materia
creativa. Por lo que, en términos de creatividad: la inspiración o
la musa, es algo que podemos ir dejando como parte de nuestro
pasado mitológico.

Estar preparado significa, conocer sobre el tema, entenderlo,


ser un experto, eso se logra con años de preparación y entrena-
miento, en segundo lugar Manes (2016), nos habla de ser “un
poco obsesivo”, recuerden, que en este caso, no se está refirien-
do a que solo un obsesivo compulsivo, pueda ser creativo; se re-
fiere en términos de persistencia en la idea, hasta llegar a pensar
en cosas un poco locas, recuerden que la madre de la creatividad
es la imaginación, sin su ayuda, no podríamos llegar muy lejos,
por lo que hay que pensar en cosas que estén fuera de la caja,
fuera de lo predecible, asociaciones que estén fuera de la norma.

Una vez estando preparados, obsesivo en términos de persis-


tencia y un poco loco en términos de pensar fuera de lo común,
nos disponemos a entender el problema de manera simple, por

185
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

ejemplo, las personas que entienden a plenitud complejos con-


ceptos, son capaces de reducirlos a su mínima expresión, por lo
que si eres capaz de explicar lo que quieres hacer en términos
simples y de manera breve, estás por el camino correcto. Otro
paso se refiere a ser valientes, esto porque la mayoría de las per-
sonas no inician los proyectos y los abandonan, por el temor al
fracaso, al error, es importante entender que lo que denominamos
fracaso o error, es lo más parecido al aprendizaje experiencial,
inventamos o erramos, palabras de Don Simón Rodríguez, en su
momento histórico, ya había comprendido la importancia de ser
valiente y arriesgarse, si queremos conseguir cosas diferentes.

Por último y no menos importante, lo denomina la relajación,


con lo que aparecen las grandes ideas, las cosas que cambian
al mundo. Extrañamente, mientras más obsesionado, mientras
más metido en la resolución de lo que deseas crear, no apare-
cen las cosas, nuestro cerebro necesita por sí solo, realizar las
conexiones necesarias para armar el rompecabezas y ofrecer su
aporte. Esto quiere decir que pareciera que hay que nutrir al ce-
rebro de información, tal como si estuviéramos alimentando de
información a una base de datos, para luego fijar la idea, insistir
y persistir, comprenderla sin juicios o etiquetas, sin temor a es-
tar equivocados y posteriormente, nuestro cerebro se encarga de
procesar toda la información y ofrece así el gran aporte, al que
denominamos idea creativa.

La pregunta es: ¿qué sucede en el cerebro por dentro, cuando


procesa ideas creativas?, hoy por hoy sabemos que el cerebro
trabaja en redes, estas redes son muchas veces denominadas bu-
cles o asambleas neuronales, éstas se activan mediante un pro-
ceso muy estudiado por el neurocientífico Llinás (2003), deno-
minado: “potencial de oscilación”: dichas oscilaciones lo que
producen a nivel de cerebro es que al vibrar una neurona, activa
las demás neuronas, lo que se entiende como: neuronas que se
activan juntas, se mueven juntas, esto se ha podido observar en

186
Carlos Guía

cerebros de personas cuando están improvisando alguna nota


musical o algo por el estilo, logrando la activación de múlti-
ples zonas cerebrales, lo que nos dice que el cerebro se activa al
momento de crear y por ello, se necesita ese recurso final y tan
importante, como lo es la relajación.

Yo iría mas allá y hablaría de la meditación, ya que hoy sa-


bemos que al dormir al yo, es decir a esa zona que anda revolo-
teando por allí, pensando en lo que pasó, lo que no pasó, y lo que
pasará o no, el cerebro entra en un estado, en el cual se activa en
todas las vías, generando así un potencial creativo muy grande.

Como todas las cosas que competen al cerebro, existe tam-


bién un potencial genético, al que no debemos descuidar, por lo
que es sumamente importante despertar ese potencial y estimu-
larlo, hasta lograr la expresión de los genes relacionados con
el potencial creativo, en este sentido debemos generar espacios
y ambientes con ese fin. Recordemos que el factor sociocultu-
ral influye de manera directa en el modelaje de las conexiones
cerebrales.

Recordemos que la creatividad humana es uno de los mayo-


res recursos para las economías. Ya que la principal riqueza de
un país es su capital humano y a riesgo de sonar como una frase
chiché es algo que debemos tomar con gran seriedad, ya que los
hechos, así lo confirman. Países muy ricos en recursos y pobres
en la práctica, contrastan con países con escasos recursos natu-
rales y ricos en su economía, sustentada en el potencial tecnoló-
gico de sus ideas, este es el caso, por ejemplo de los países bajos.

La creatividad en el tema educativo es crucial, si queremos


dejar de aburrir a nuestros estudiantes en clases. Es importante
lograr relacionar el conocimiento con la diversión, es así como

187
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

podremos despertar la automotivación, el interés y la pasión por


parte de nuestros estudiantes. Un docente que haya perdido la
creatividad, ha perdido también a su clase y a sus estudiantes. En
cuanto al Sistema educativo, no solo debe aceptar la creatividad
como salida, sino que debe innovar a nivel macro, expandiendo
el aula fuera de su recinto, es la salida ante la amenaza real de
autodestrucción de la familia, sociedad y mundo en general.

En cuanto al tema de la innovación, debemos tener presente


que la innovación, es el resultado de la creación y la acción. Ya
que la innovación depende no solo del proceso creativo, sino de
la gestión óptima de ese proceso creativo, de por si responde a
dos áreas del cerebro diferentes, el que sea creador, no me hace
un buen gestor, ni el que sea un buen gestor, me hace creativo.
Queda muy claro que la creatividad ofrece un potencial que debe
ser gestionado, movido y aplicado.

La innovación dependerá más de las funciones ejecutivas


del cerebro, las que proyectan a futuro planificaciones, toma de
decisiones racionales e inhibiciones de instintos, mientas que
la creatividad implica la intervención de las funciones ejecuti-
vas y algo más, como plantea Llinás (2003), una comunicación
Tálamo-Cortical.

Lograr activar ambas zonas, tendría como consecuencia el


proceso de “Innovación Creativa”, y para ello hay forma de en-
trenarse y desarrollar ese potencial emergente, tan apetecido en
estos tiempos donde la creatividad y la innovación, pasan a ser
un valor social de gran utilidad, no solo para las empresas, sino
para los países.

188
Carlos Guía

16. EJERCICIOS PRÁCTICOS

Practica los pasos ofrecidos por el Dr. Facundo Manes (2016),


en la creación de una idea, herramienta o exigencia personal
que tengas planteada. Recuerda:

- Preparación
- Obsesivo (persistente)
- Un poco loco (no mucho)
- Entender el problema de manera simple
- Ser valiente y estar dispuesto a equivocarse
- Relajarse o Meditar

Una vez que tengas la idea creativa, debes ponerla en marcha


a través de la innovación, es allí cuando entra en juego tu
capacidad de gestionarla y hacerla viable, para que aporte al
colectivo en su aplicación.

189
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

17| LA VIDA EMPIEZA EN LO FEMENINO

Un cerebro, dos sexos.


Nos unen las coincidencias y las diferencias.

¿Qué tan diferentes o semejantes son las estructuras cerebrales


de una misma especie?
¿Cómo las hormonas pueden influir en diferenciar
a dos sujetos que comparten una misma estructura cerebral?
¿Cuáles son las consecuencias, si no admitimos las pequeñas
diferencias?

En este capítulo me centraré en las investigaciones realiza-


das por Louann Brizendine (2007), quien apoyada en nuevas
tecnologías como la resonancia magnética funcional, permite a
los científicos, tomar imágenes de nuestros cerebros vivos y en
pleno funcionamiento.

Aun cuando genéticamente somos distintos, ya que las muje-


res tienen cromosomas sexuales XX y los hombres, XY, Louann
(2007), nos recuerda que:

Todos tenemos, desde la concepción y hasta las


ocho semanas de vida fetal, circuitos cerebrales
de tipo femenino. Después de la octava semana de
vida fetal, los diminutos testículos del feto mascu-
lino empiezan a liberar enormes cantidades de tes-
tosterona con las que impregnan los circuitos cere-

190
Carlos Guía

brales y los transforman del tipo femenino al tipo


masculino. De esta manera, por ejemplo, el centro
cerebral que denominamos técnicamente la zona
del impulso sexual dobla su tamaño en el cerebro
masculino.

Al nacer, todos tenemos o bien circuitos masculi-


nos o bien circuitos femeninos. Como el cerebro
femenino no se ha visto expuesto a tanta testoste-
rona, las niñas nacen con circuitos femeninos en
los que algunas zonas son más grandes y otras más
pequeñas que en el cerebro masculino.

La hipótesis de que los cerebros masculinos y femeninos, son


un tanto diferentes, tiene que ver más con lo hormonal, que con
la misma anatomía, ya que al ser de la misma especie, son más
las coincidencias que las diferencias. Sin embargo, es importan-
te señalar que tenemos circuitos cerebrales ligeramente distin-
tos, lo que hace, junto con las hormonas, que el procesamiento
de la información y de las emociones sea diferente en hombres
y en mujeres.

Por ejemplo, las mujeres presentan una empatía denomina-


da emocional, debido a que tienen, según Louann (2007): “más
neuronas espejo y están más activas”, lo cual permite a la mujer,
que no solo identifique el estado emocional del otro, sino ade-
más existe la posibilidad de contagiarse con la emoción del otro.

Esto explica como una mujer que observa a otra persona tris-
te, no solo, identifica su tristeza, sino que además puede sentir
su tristeza, quizás esto tiene que ver con ese rol tan importante
de la mujer en la crianza de sus bebes, ya que ese mecanismo le
permite, no solo identificar la emoción, sino que pueden sentirla
y de este modo atender mejor sus necesidades.

191
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Mientras tanto en los hombres, la empatía Louann (2007),


la denomina “empatía cognitiva”, esta diferencia, se centra en:

Las uniones temporoparietales, una región asocia-


da con la empatía cognitiva y el procesamiento de
la parte cognitiva de las emociones. Los hombres
tienen más desarrollada esta parte con lo que recu-
rren brevemente a las neuronas espejo para identi-
ficar que siente el otro y posteriormente vuelven a
las uniones temporoparietales, que es el sistema de
la empatía cognitiva, la cual busca una solución ra-
cional de las cosas, mientras las mujeres pretenden
una respuesta emocional.

Figura 13
Unión temporoparietal.
Fuente (elaboración propia, 2017)

En cuanto a la reacción del estrés y el sexo de la persona,


hoy sabemos que, cuando los hombres están estresados tienen
un mayor apetito sexual, mientras que si las mujeres están estre-
sadas, su interés sexual disminuye. El origen de esta diferencia
se cree que sea biológico, es decir, el macho solo debe deposi-
tar el esperma y luego marcharse, mientras que en la mujer se
debe sobrellevar un embarazo y si percibe que el entorno es de-

192
Carlos Guía

masiado estresante para quedarse embarazada, pueda repercutir


negativamente en la cría. Según esta hipótesis, el apetito sexual
femenino se reduce en condiciones de estrés, porque el cuerpo y
el cerebro no perciben que el entorno sea seguro.

Otras diferencias anatómicas o biológicas, son las siguientes:


por ejemplo el “área preóptica medial, es una zona del hipotála-
mo es la región del impulso sexual, se trata de una sección que
crece dos veces y media más en el cerebro masculino, que en
cerebro femenino, en otros mamíferos la diferencia es mayor.”
(Brizendine, 2007) Es allí donde observamos una tendencia y
comportamiento sexual en el hombre más marcado que en las
mujeres.

Figura 14
Área preóptica medial.
Fuente: (elaboración propia, 2017)

A modo de conclusión es importante señalar, que no son los


circuitos cerebrales, ni las hormonas, lo que nos convierten en
lo que somos, no crean nuestro yo, aunque el yo, como hemos
observado a lo largo del libro surge de la propia actividad del

193
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

cerebro. Las hormonas pueden estimular tendencia hacia cier-


ta conducta, pero no necesariamente hacen que dicha conducta
tenga lugar.

El destino de las neurociencias fomenta una base: Aceptamos


que contamos con circuitos cerebrales y una corteza que alberga
una especie de CEO o máximo responsable de nuestro universo,
entiéndase de nosotros como un todo (cuerpo y mente), cada
vez aprendemos más y esto repercute sobre nuestro sistema de
emociones, además de la actuación de las hormonas, lo que nos
predispone a ciertas conductas. En este caso, así como en todos
los casos nuestra corteza puede escoger cuál de estas conductas
activar. Es decir, la biología no marca totalmente nuestro desti-
no, pero sin duda nos predispone hacia ciertas conductas, pensa-
mientos y sentimientos.

194
Carlos Guía

17. EJERCICIO PRÁCTICO

17.1. Establece las diferencias y semejanzas entre hombres y


mujeres a nivel de pensamientos:

17.2. Establece las diferencias y semejanzas entre hombres y


mujeres a nivel de emociones:

17.3. Realiza un listado de sugerencias para la buena con-


vivencia entre hombres y mujeres, sabiendo sus principales
diferencias y coincidencias

195
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

18| UN CEREBRO EN PERMANENTE


EVOLUCIÓN, FIEL A SUS ORÍGENES

Un órgano que maneja su propio,


tiempo y espacio.

¿Cómo hacer civilización con el mismo cerebro que nos


permitió sobrevivir en las cavernas?
¿Puede la información superar algunos instintos
que nos meterían en problemas, desmejorar nuestras
relaciones y hasta salud?
¿Hasta cuándo permitiremos que las representaciones
distorsionen la realidad, alejándonos del entorno
y de los demás?
¿Cómo superar a nuestro propio cerebro?

Empecemos por recordar lo que entendemos hasta ahora del


cerebro: es un órgano cuyo principal objetivo es mantenernos
con vida y adaptados al ambiente, para lo que, según Llinás:
“se mueve y segrega… para lograr el movimiento inteligente”
(2003). Entendemos que desde tiempos inmemorables, el cere-
bro ha tenido que sortear una serie de circunstancias, en donde
tuvo que desarrollar varios mecanismos que garantizaran tal ob-
jetivo y además pudiera desarrollar el mayor confort o ahorro
energético posible.

196
Carlos Guía

Es así como entendemos que con cada salto evolutivo, el


nuevo cerebro en vez de deshacerse del cerebro anterior, decidía
guardarlo, quizás como parte de su ahorro de energía, ¿para qué
gastar energía en olvidar o eliminar una parte del cerebro que ya
ha sido superada por otra? Es así como nuestro cerebro resulta
de millones de años, en los que evolucionó, sin necesariamente
eliminar las zonas más antiguas.

El cerebro garantizó nuestra existencia en condiciones tan


adversas como la selva, rodeados de depredadores, desnudos y
sin mayores garras, colmillos o caparazón que nos defendiera de
estas criaturas. Nuestra única herramienta fue nuestro propio ce-
rebro, surgiendo así, una serie de mecanismos que garantizaron
nuestra seguridad y sobrevivencia en este medio tan hostil.

18.1. SISTEMA DE ATAQUE Y HUIDA (ESTRÉS)

Estrés es perder el control, no solo de mi vida,


sino de tres sistemas, sumamente importantes
para nuestra existencia:
El sistema endocrino, sistema linfático y sistema nervioso.

Uno de los primeros mecanismos desarrollados por la evo-


lución fue sin duda alguna el estrés, el cual puede, en cuestión
de milisegundos prepararnos para el ataque o la huida, activan-
do una descarga general del sistema simpático, liberando adre-
nalina y glucocorticoides, hormonas que incrementan el ritmo
cardíaco y el nivel de energía, preparándonos para el ataque y
huida, garantizando así, poder convivir en un lugar donde de-
bíamos estar atentos ante un medio hostil, ya que cualquier des-
cuido podría significar hasta la muerte. En este sentido Robert
Sapolsky, (2008), sostiene en su libro, ¿Por qué las cebras no
tienen úlceras?: “Si eres un mamífero normal, el estrés se trata

197
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

de tres minutos de terror en la sabana, tras los cuales, o bien has


sobrevivido o bien han acabado contigo.”

He allí el meollo del asunto, ya que en nuestros tiempos mo-


dernos hemos sustituido a ese depredador, del que me tomaba
apenas minutos para escapar o ser comido, por la suegra entro-
metida, el jefe cascarrabias, el vecino imprudente, la pareja celo-
sa, los niños tremendos, el señor que cobra y hasta el presidente
de la república que desea hacerse con todo el poder y el dinero
de todos. Considerando ahora al estrés, como una de las causas
que desmejoran nuestra calidad de vida y salud en general.

18.2. OPERADOR BINARIO (PENSAMIENTO


DUALISTA O DE LOS CONTRARIOS)

Hasta cuándo voy a seguir viviendo tan cómodo


en la dictadura de la “O”,
o soy bueno o soy malo.
Pues soy bueno y soy malo.
Ya es hora de aceptar la democracia de la “Y”,
para desarrollar una mejor convivencia.

Este sistema al que Francisco Rubia, da hasta una posible


ubicación, definiéndola como; “una predisposición innata a las
antinomias, localizada en el lóbulo parietal inferior izquierdo del
cerebro.” Es un mecanismo que nos permite distinguir el me-
dio en términos de opuestos: arriba-abajo, derecha-izquierda,
frio-caliente, amigo o enemigo y así sucesivamente. Esto nos
aportó la posibilidad de relacionarnos con el entorno de manera
efectiva en el Paleolítico, ya que en ese momento vivíamos en
comunidades reducidas y cualquier intruso o foráneo podría re-
presentar un verdadero peligro para todos.

Sin embargo, en el hombre dotado de una mayor inteligencia


y además provisto con herramientas como la escritura y lectura,

198
Carlos Guía

dio pie a los conocidos mitos, los cuales tienen como caracte-
rística esencial en su gran mayoría el dualismo, posteriormente
y en esa misma línea surgieron las religiones; en la actualidad
este mecanismo nos envuelve en conflictos fratricidas entre her-
manos, siendo un obstáculo para nuestro intento por alcanzar
esa añorada civilización. De tal forma que nos vemos, no como
hermanos, sino como individuos que pertenecen a partidos polí-
ticos, equipos deportivos, diferentes religiones, nacionalidades,
razas, entre otros elementos que nos dividen y separan cada día
más, en respuesta a un mecanismo, que en otrora nos facilitó
nuestra supervivencia y en la actualidad atenta contra nuestra
paz, no solo individual, sino mundial.

18.3. SISTEMA DE RECOMPENSA


(RUTAS DOPAMINÉRGICAS)

Biológicamente soy lo más parecido a un animal,


deseoso de placer y recompensa.
La misma biología en su evolución,
nos dotó de un mecanismo que compensa esta inclinación,
se denominan funciones ejecutivas,
específicamente la inhibición de conductas.

Es un conjunto de mecanismos que permiten que asociemos


ciertas situaciones a una sensación de placer, a partir de ese
aprendizaje  desarrollamos la tendencia a intentar repetir en el
futuro las sensaciones que han generado esa experiencia. Está
muy ligado a las necesidades básicas, ya que hará que nos sin-
tamos recompensados al encontrar un lugar que contenga agua
o alimentos, aún cuando eso nos tarde horas y hasta días, ten-
tándonos a cruzar valles llenos de feroces depredadores y cru-
zar montañas, asegurando así la repetición de esa sensación y
además el objetivo principal del cerebro: mantenernos con vida.

199
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

En la actualidad no hay que cruzar montañas y sabanas para


alcanzar nuestros alimentos, ni el agua, basta con abrir el grifo,
ir al supermercado o pedirlo a la casa, lo que ha generado un
incremento en lo que tiene que ver con las adicciones, las cuales
ahora sabemos, que no solo responden al alcohol, tabaco y dro-
gas, sino también a la comida, compras, video juegos, sexo, en
fin, a todo lo que nos cause placer y active las rutas dopaminicas,
con lo que presenta un grave problema, no solo a la persona,
sino también a la sociedad en general, ya que el costo social y de
salud es muy alto.

18.4. MARCADOR SOMÁTICO


(SISTEMA DE ASOCIACIONES)

La asociación puede hacerme ahorrar tiempo,


al momento de tomar una decisión
y también puede hacerme cometer errores.
Lo ideal es compensar la intuición, con la razón.

Este sistema contribuye al ahorro de energía y además nos


mantiene alertas, en cuanto a asociar una experiencia previa, con
una nueva situación de manera inconsciente, el cuerpo manifies-
ta los estados emocionales o sentimientos que expresó en otro
momento ante un estímulo externo, contribuyendo y facilitan-
do la toma de decisiones, proponiendo de manera preconcebida
cómo debemos responder. Es un mecanismo que continua fiel al
propósito del cerebro: mantenernos con vida, formando una es-
pecie de heurística, atajo o sesgo cognitivo, con lo cual prefiere
responder a la información que el ambiente, tanto externo, como
interno, desencadenan una decisión, que pareciera ser conscien-
te, aun cuando en realidad es intuitiva o inconsciente. 

Continuando con el desarrollo de lo anterior, este mismo me-


canismo nos conduce a cometer errores de asociación, en los

200
Carlos Guía

que no necesariamente participa la consciencia, sino que los


mecanismos inconscientes toman las riendas y realizan las aso-
ciaciones pertinentes, llevando a sentir de manera casi repetida
una sensación asociada a algún evento pasado. En las relaciones
sociales, este sistema puede ser un verdadero obstáculo, ya que
nos incita a realizar continuos juicios y prejuicios de personas,
impidiendo reconocer realmente a las personas, con lo que ter-
minamos respondiendo a patrones asociativos, que en ocasiones,
terminan siendo errados.

De esta forma estos cuatro sistemas desarrollados por nues-


tro cerebro en pro de nuestra sobrevivencia y adaptación al me-
dio, han terminado siendo generadores de grandes problemas,
en este ahora, donde la distinción política, religiosa o de raza,
entre otras tantas más, continúan separándonos, alejándonos de
nuestros lazos de hermandad y evolución en general.

En este sentido el estudio de grandes pensadores e investiga-


dores de las neurociencias, tales como Antonio Damasio (2006),
Rodolfo Llinás (2003) y Francisco Rubia (2000), nos presentan
grandes aportes, tales como:

- La importancia decisiva del sistema tálamo cortical, en la in-


tegración de imágenes y la aparición del yo.
- El saber que las neuronas que se activan juntas, se mantienen
juntas, tal como una orquesta, generando bucles de información.
- La importancia de relacionar la información interna emocio-
nal, con la procedente del entorno, tanto interno, como externo.
- Desde una perspectiva evolutiva se hace necesario continuar
investigando los aportes de la epigenética, en el sentido de poder
aclarar si es posible o no heredar, tanto el pasado biológico de la
especie, como el de nuestros padres y abuelos.
- No cabe dudas del aporte de Llinás (2003), en cuanto a que la

201
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

evolución nos ha dotado de un sistema nervioso, con la intensión


de desarrollar el movimiento inteligente.
- La evolución ha dado valor a las percepciones y cambios
en el medio, tanto interno, como externo, con lo que desarro-
lló la posibilidad de memorizar y aprender, siendo este último
una posibilidad que perdura en el tiempo de vida de la persona,
como biológicamente se ha demostrado con la neuroplasticidad
y neurogénesis.
- Aún cuando estamos lejos de comprender totalmente la cons-
ciencia y su expresión más compleja: el “yo”, soy un conven-
cido que las neurociencias son la llave maestra, que permitirá a
través de sus aportes científicos y tecnológicos, resolver éste y
otros enigmas que nos mantienen en medio de la incertidumbre
y la constante búsqueda.

202
Carlos Guía

18. EJERCICIOS PRÁCTICOS

18.1. Ubica en tu entorno más cercano, los posibles problemas


o conflictos generados por los siguientes sistemas:

Sistema de Operador Sistema de Marcador


ataque y huída Binario Recompensa Somático

18.2. Qué tipo de preguntas realizarías, una vez leído el libro,


recuerda que lo importante en la ciencia y en el aprendizaje en
general, no son solo las respuestas, sino también las interro-
gantes que van surgiendo en la medida que vamos compren-
diendo el origen de las cosas. Es posible que con tus inquie-
tudes contribuyas con el conocimiento científico, atrévete a
inventar o a errar...

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3. _________________________________________________

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5. _________________________________________________

203
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

19| REFLEXIONANDO ANDO

Ahora que tengo algunas respuestas…


Empiezan a cambiar ciertas preguntas

¿Cómo las neurociencias contribuyen a superar


los conflictos y el estrés?
¿Cómo puedo llegar a ser un adulto con gran experiencia
y conocimientos, sin perder mis capacidades cognitivas?
¿Cómo lograr una vida feliz con todo el cerebro?
¿Puedo confiar en una ciencia tan joven?

19.1. Utiliza los conocimientos de las neurociencias en pro de


mejorar, no solo tu calidad de vida, sino la de tu entorno familiar,
empresarial y social.
19.2. Utiliza todo tu cerebro en la creación y concreción de
un propósito compartido, ya sea ecológico, político, económico,
cultural, social o privado, no cohíbas al mundo de tu don.
19.3. Consigue cuanto antes sentir que estás en tu elemento y
si no fuera el caso, aprende a emigrar de manera inteligente, tal
como la evolución lo hizo con el cerebro.
19.4. Ama profundamente lo que haces, ese será tu “salvocon-
ducto”, en esta vida tan dinámica y agitada.
19.5. Busca desarrollarte en equipo, recuerda no eres tan tú
como creías, eres más un todo. Aprende de las neuronas que se
desarrollan en red, ya que por sí solas no llegarían muy lejos.
19.6. Agradece cada instante de vida, agradece la enfermedad
que está reorientando tus decisiones y acciones, agradece el ac-

204
Carlos Guía

cidente que en forma brusca cambió tu destino, agradece a esa


persona que con sus impertinencias te hizo cambiar. Todo lo que
te sucede puede ser reorientado por tu magnifico cerebro para
bien y mejora continua.
19.7. Haz bien y no mires a quien, el altruismo es sinónimo de
valentía, coraje, determinación y bondad.
19.8. Ríe, abraza, comparte, juega, siente, emociónate, dale
color a tu vida y sobre todo, no dejes de disfrutar este breve,
pero excitante curso hacia tu evolución personal, recuerda llevar
contigo a los demás en tu maleta personal.
19.9. La lectura es el mayor acto conspirativo en una sociedad
mediocre. Velar por tu educación y la de los tuyos es una forma
de evolucionar.
19.10. Recuerda siempre amar. El miedo, no siempre es buen
consejero y menos si el recorrido es corto.
19.11. Eres responsable de tu educación, aprovecha de forma
consciente los recursos que te ofrece la biología a través de la
neuroplasticidad, neurogénesis y sinaptogénesis.
19.12. Reconoce que eres emoción, razón y movimiento.
19.13. Recuerda que la meditación puede calmar la loca de la
azotea, lo que conduce a un mayor estado creativo y mejor salud.
19.14. Recuerda que el mejor terapeuta preventivo, son los
círculos de amistades, la salida a nuevos lugares. El compartir y
conocer son la llave para una psiquis saludable.
19.15. El aprendizaje modifica y estimula constantemente la
memoria y el proceso de toma de decisiones. Por lo que es vital
andar por la vida aprendiendo de todos y con todos.
19.16. Benefíciate de la tecnología, mas no te conviertas en
su esclavo.
19.17. Respeta las horas de sueño, ello contribuye a consolidar
en la memoria la información, promueve la autorregulación y
por lo tanto te dará más tiempo de calidad de vida.
19.18. Recuerda que la vida no es cuestión de más tiempo,
sino de tiempo de calidad, lo que depende en gran medida de tus

205
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

decisiones, prioridades e intereses.


19.19. Que me secuestre una idea, ideología o identidad, es en
gran parte mi responsabilidad, por lo que liberarme, depende del
grado de conocimiento, experiencias, apertura mental y emocio-
nal que desarrolle.

Soy más que un yo,


eso es liberador.

206
Carlos Guía

GLOSARIO DE TÉRMINOS

Afecto: Estado emocional que se presenta de forma temporal o


continuada.
Alerta: Estado de activación del organismo frente a posibles
exigencias, necesidades o amenazas del entorno, a fin de generar
una respuesta adecuada.
Amígdala: Masa de sustancia gris de forma almendrada situada
en la parte anterior del lóbulo temporal del cerebro. Además de
intervenir en el control del comportamiento impulsivo, sus fun-
ciones guardan relación con las conductas autónomas, emocio-
nal y sexual en general.
Amnesia: Pérdida de la memoria debido a una lesión cerebral o
un trauma emocional grave. Entre su tipología destaca la amne-
sia anterógrada, la postraumática y retrógrada.
Anosognosia: Desconocimiento de la enfermedad, (del griego:
a, prefijo privativo, nosos, enfermedad, gnosis, conocimiento),
es la situación patológica referida a los pacientes con problemas
cognitivos, que no tienen percepción de sus déficits funcionales
neurológicos.
Apoplejía: Accidente cerebro vascular
Apotemnofilia: del Griego apo (lejos de); temnein, “cortar”, y
philia “vínculo emocional con.” Deseo intenso y constante de
amputarse un brazo o una pierna.
Área de Asociación: Cualquier parte de la corteza cerebral que
interviene en la integración de la información sensorial.
Área Tegmental Ventral: Área de neuronas dopaminérgicas del
tegmento mesencefálico que se proyectan sobre la zona del sis-
tema límbico y de la corteza cerebral. El área tegmental ventral
y la sustancia negra son la principal fuente de dopaminas en el

207
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

encéfalo, que suministran a través de las vías mesolímbicas y


mesocortical.
Axón: Prolongación citoplasmática de forma cilíndrica de una
célula nerviosa, que conduce los impulsos procedentes del soma
celular de la neurona hacia la sinapsis, los axones pueden estar o
no recubiertos de mielina.
Balismo  (del griego ballistēs que significa ‘arrojar’)​ trastorno
hipercinético caracterizado por un movimiento de lanzamiento
violento e involuntario de las extremidades.
Basal: Indica el estado de una función orgánica cuando se halla
en reposo.
Células Gliales: Células de tejido conectivo que desempeñan
una función metabólica y sirven de sostén estructural y de de-
fensa al tejido nervioso. Hay diferentes tipos de células gliales,
como los astrocitos, los oligodendrocitos y las células de la mi-
croglía. También se denominan Neuroglias.
Cerebro Anterior: Parte del encéfalo que abarca el diencéfalo
y el teleencéfalo.
Cerebro: Parte principal del encéfalo, que ocupa la región supe-
rior del cráneo y que consta de dos mitades o hemisferios unidos
por una masa de sustancia blanca conocida como cuerpo calloso.
Cisura: Hendidura o surco poco profundo que separa las circun-
voluciones de los hemisferios cerebrales.
Cognición: Proceso mental caracterizado por la intervención
del aprendizaje, la memoria, el entendimiento y la facultad de
juicios.
Cognitivo: Relativo al proceso mental de la cognición, en con-
traposición a lo emocional o lo volitivo.
Corteza Cerebral: La lamina de sustancia gris que cubre como
un manto los hemisferios cerebrales y sobre todo sus circun-
voluciones, de manera que más de dos tercios de la corteza se
hallan recubriendo la fisura. En la corteza cerebral se integran
las funciones mentales superiores, la percepción, el comporta-
miento, las funciones viscerales y la movilidad general.
Cortisol: La hormona del estrés, secretada por las glándulas su-
prarrenales.
Dendritas: Prolongación arborescente de escasa extensión, pue-

208
Carlos Guía

de ser única o múltiple, del cuerpo celular de una neurona. a


través de la dendrita la neurona recibe los estímulos procedentes
del medio o de las neuronas vecinas, con las que establece una
sinapsis.
Dinorfinas: Subtipo de péptidos opioides endógenos que inte-
raccionan con receptores kappa y actúan como neurotransmiso-
res en el sistema nervioso central.
Dopamina: Neurotransmisor presente en el sistema nervioso
central, y precursor inmediato de la Noradrenalina.
Duplicación del yo: La actividad recursiva de las neuronas
espejo pueden traducirse en una representación no solo de las
mentes de los demás, sino también de la propia mente.
Emoción: Aspecto afectivo de la consciencia.
Enfermedad de Huntington: Trastorno hereditario causa una
degeneración progresiva en ciertas áreas del cerebro de las cé-
lulas nerviosas.
Experiencia extracorporal: sensación de estar flotando pro-
yectado fuera del cuerpo. En algunos casos el sujeto puede ex-
perimentar la autoscopia (posibilidad de ver el propio cuerpo
desde el punto de vista de un observador externo) o incluso
poder proyectar otros lugares.
Expresión Genética: Manifestación de uno o más genes en el
fenotipo de un organismo.
Ganglios Basales: Cada uno de los núcleos de la sustancia gris
situadas en la base del encéfalo: Tálamo óptico, núcleo caudado,
núcleo lenticular.
Gen: Unidad biológica de material genético y hereditario que
consiste en una secuencia de ácidos nucleicos en el interior de
una molécula de ADN, que ocupa un lugar completo en un cro-
mosoma.
Glándula Endocrina: Glándula desprovista de conductos excre-
tores que secreta hormonas directamente al torrente sanguíneo o
a otros compartimientos del medio interno, como los ganglios
linfáticos. Son glándulas endocrinas la Hipófisis, el Hipotálamo,
el Timo, la Toroide, la Paratiroides, la Corteza Suprarrenal y la
Gónadas, entre otras.
Hipotálamo: Porción del diencéfalo que forma el suelo del tála-
mo y parte de la pared lateral del tercer ventrículo.

209
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Homeostasis: Conjunto de fenómenos de autorregulación que


conducen al mantenimiento de la constancia en la composición
y propiedades del medio interno de un organismo. Autorregu-
lación de las constancias de las propiedades de otros sistemas
influidos por agentes exteriores.
Imaginería: Conjunto de técnicas utilizadas para hacer visibles
procesos biológicos o estructuras internas del organismo me-
diante la obtención y procesamiento de imágenes con fines diag-
nósticos o de investigación biomédica.
Impulso Nervioso: señal eléctrica conducida por un axón como
respuesta de una neurona a un estimulo despolarizador. A veces
se utiliza como sinónimo de potencial de acción.
Liquido Cefalorraquídeo: Liquido que protege y circula a tra-
vés del cuarto ventrículo del encéfalo, el espacio subaracnoideo
y el conducto del epéndimo. Está formado por secreciones de
los plexos coroideos. Actúa como una suerte de amortiguador,
manteniendo al encéfalo en suspensión dentro de la bóveda cra-
neal, y trasporta sustancias que nutren los tejidos encefálicos y
recogen los desechos. con un volumen entorno a los 150 ml, se
renueva cada tres o cuatro horas.
Lóbulos Cerebrales: Las principales divisiones de la corteza de
cada hemisferio cerebral, que por su situación se corresponden
con los huesos del cráneo (frontal, temporal, parietal y occipital)
Memoria: Facultad mental por medio de la cual se retiene y
recuerda el pasado.
Mente (Psique): Facultad cognoscitiva formada por el conjunto
de las funciones psíquicas.
Neocorteza: La parte más extensa de la corteza cerebral y la
más reciente en términos evolutivos.
Neurogénesis: Proceso mediante el cual se generan nuevas neu-
ronas a partir de células madre neurales y células progenitoras
en la edad adulta.​La existencia de neurogénesis posnatal, es de-
cir, neurogénesis adulta se ha demostrado recientemente.
Neurona: Unidad funcional básica del cerebro y del sistema
nervioso. Está formada por un cuerpo celular, un núcleo y una o
más prolongaciones. Las neuronas se diferencian según la direc-
ción en la que conducen los impulsos y su número de prolonga-
ciones. Las neuronas sensitivas transmiten los impulsos nervio-
sos hacia la médula espinal y el encéfalo. Las neuronas motoras

210
Carlos Guía

transmiten los impulsos desde el encéfalo y la médula espinal a


los núcleos y los tejidos glandulares. Las neuronas multipolares
tienen un axón y varias dendritas. Las neuronas transportan los
impulsos nerviosos de acuerdo con procesos electromecánicos,
en lo que participan los iones sodio y potasio con cargas positi-
vas, y con los cambios de potencial eléctrico del líquido intra y
extra celular de la célula nerviosa.
Neuronas Espejo: Clase de neuronas que se activan cuando un
individuo -ser humano simio- desarrolla la misma actividad que
observa ejecutar a otro individuo, sobre todo en el caso de un
congénere. Su existencia aporta una base biológica a la (teoría
de la mente)
Neurotransmisor: Agente químico que produce o modifica los
impulsos nerviosos entre las sinapsis. Los neurotransmisores
son liberados por las vesículas en las hendiduras sinápticas, y
circulan por el espacio entre las neuronas pre y postsinápticas.
Cuando el impulso nervioso llega a las vesículas, las moléculas
de los neurotransmisores fluyen por las hendiduras sinápticas
y se fijan en los receptores específicos (como una llave en un
cerrojo), lo que facilita la comunicación de unas neuronas con
otras, o bien con otros tipos de células, provocando para ello
cambios en el potencial de la membrana. La unión hace posible
la circulación de iones de sodio y potasio, dando lugar a un po-
tencial de acción.
Opioide: Sustancia derivada del opio, o cuya actividad es pare-
cida a la del opio. Hay tres clases principales: endógenos (En-
dorfinas, encefalinas y dinorfinas); opiáceos (morfinas, codeína,
entre otras), y los opioides sintéticos (heroína, metadona, entre
otros).
Parkinson: Trastorno del sistema nervioso central que afecta el
movimiento y suele ocasionar temblores.
Plasticidad Neuronal: Capacidad de estas células del sistema
nervioso para mudar de propiedades cuando desarrolla nuevas
sinapsis, cuando se altera la forma o la función de las existentes
o se inician nuevos procesos.
Prosopagnosia: Trastorno que impide al que lo sufre reconocer
a personas a partir del rostro.
Sentimiento: Experiencia subjetiva de la emoción, estable y más
o menos duradera, carente de síntomas somáticos emocionales.

211
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

Sinapsis: Región que rodea el punto de contacto entre neuronas


o entre una neurona y la fibra de un órgano efector, a través de
la que se trasmiten los impulsos nerviosos, gracias a la acción de
un neurotransmisor (Acetilcolina o Noradrenalina). Las sinapsis
están polarizadas, de manera que los impulsos solo viajan en
una dirección, además de estar sometidas a fatiga y ser sensibles
al déficit de oxigeno, los anestésicos y otros agentes químicos.
Sinaptogénesis: Formación de nuevas sinapsis.
Síndrome Couvade: Afecta a algunos padres primerizos duran-
te la gestación, se manifiesta con la aparición de síntomas muy
similares a los del embarazo. Se trata de la aparición de síntomas
típicos del embarazo en el hombre cuando su pareja está emba-
razada.
Síndrome de Capgras o ilusión de Sosias:  Trastorno neu-
ropsiquiátrico  que afecta a la capacidad de identificación del
paciente. Este cree que una persona, generalmente un familiar,
es reemplazado por un impostor idéntico a esa persona.
Síndrome de Cotard o delirio de negación o delirio nihilista:
Afección mental relacionada con la hipocondría. El afectado por
el síndrome de Cotard cree estar muerto (tanto figurada como
literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o
simplemente no existir. En algunos casos el paciente se cree in-
capaz de morir porque sería redundante.
Síndrome de Fregoli: Desorden neuropsiquiátrico en que el
paciente insiste que conoce a una persona que realmente no co-
noce, o cree que todas las personas son en realidad una misma
persona.
Síndrome de la mano ajena o síndrome del Dr. Strangelo-
ve: es un trastorno neurológico poco frecuente que se caracteriza
por la presencia de movimientos involuntarios e incontrolables
en uno de los miembros superiores, además de una sensación
de «personificación» o al menos de extrañeza con relación al
mismo.
Síndrome de Touret: Trastorno neurológico congénito que se
caracteriza por la realización de movimientos y sonidos de for-
ma involuntaria.
Síndrome del Savant o Sabio: individuos con algún talento o
competencia extraordinariamente desarrollada.
Síndrome Folie à deux: Trastorno psicótico compartido, con-

212
Carlos Guía

siste en una fantasía delirante mutua, que a menudo afecta a per-


sonas por lo demás normales.
Síndrome Munchausen por poderes: Síndrome en el que se
proyecta hipocondriasis (cada síntoma insignificante es experi-
mentado como un presagio de enfermedad fatal) inconsciente-
mente en otro (el apoderado) con frecuencia un padre en su hijo
y no en uno mismo.
Sistema Nervioso Autónomo: Parte del sistema nervioso, inde-
pendiente del control voluntario, que regula el funcionamiento
de los órganos internos. Está integrado por los sistemas nervio-
sos simpáticos y parasimpáticos.
Sistema Nervioso Central: División del sistema nervioso inte-
grada por el encéfalo y la medula espinal, que controla la activi-
dad del resto de estructuras neurológicas, se encarga de regular
el funcionamiento de los diversos órganos y aparatos del cuerpo.
En él se localizan las funciones psíquicas superiores del ser hu-
mano.
Sistema nervioso periférico: División del sistema nervioso for-
mada por los nervios y los ganglios nerviosos situados fuera del
encéfalo y la medula espinal.
Somatoparafrenia: Individuos con apoplejía extensas del he-
misferio derecho, sostienen la convicción delirante de que su
brazo paralizado pertenecía a un familiar próximo
Sustancia Blanca: Término general que se refiere a los tractos
axónicos largos del encéfalo y de la medula espinal.
Sustancia Gris: Sustancia que forma la corteza cerebral, los
ganglios centrales y el eje de la médula constituida por células
nerviosas, células giales, fibras nerviosas y vasos.
Tálamo: Los dos núcleos voluminosos y ovales de sustancia
gris que forman la mayor parte de las paredes externas del se-
gundo ventrículo del cerebro y del diencéfalo. El tálamo trasmi-
te impulsos sensoriales -dolor, tacto y temperatura- a la corteza
cerebral. Participa a sí mismo en la asociación de impulsos sen-
sitivos con sentimientos agradables o desagradables, e intervie-
ne en los mecanismos del despertar y el estado de vigilia y los
movimientos reflejos.
Teoría de la Mente: La explicación que un sujeto se hace del
comportamiento de los demás, en función de sus propios com-
portamientos. El descubrimiento de las neuronas espejo, ha dado

213
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

una base biológica a la teoría de la mente, ya que desempeña un


papel determinante en esa comprensión del comportamiento de
los demás individuos y hacen de la teoría de la mente una con-
dición previa de la comunicación lingüística intencional. Aquí la
palabra teoría tiene principalmente la acepción de “conjetura” o
mejor aún, de posibilidad de percibir.
Tinción: Técnica utilizada en microscopia para distinguir los
componentes celulares de un tejido, o los diferentes orgánulos,
a partir de su capacidad selectiva y diferencial para retener un
colorante.
Transexualidad: Discrepancia entre la imagen corporal sexual
interna y la anatomía externa, provoca un profundo malestar y
un anhelo por reducir la disparidad, con tratamiento hormonal o
quirúrgico.

214
Carlos Guía

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CEREBROS QUE ACOMPAÑAN MI YO

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218
Carlos Guía

ÍNDICE
PREFACIO 11
PRÓLOGO 15
INTRODUCCIÓN
UN MEDIO DE COMUNICACIÓN
ENTRE CEREBROS 17

1| DE CEREBRO A CEREBRO 21
2| EL CEREBRO NOS DESCUBRIÓ 34
3| EL HÁBITAT DE LA MENTE 51
4| DE LA UNICIDAD A LA VARIEDAD 61
5| NO OLVIDEMOS AL OLVIDO 69
6| SOY HERENCIA Y AMBIENTE 77
7| LA INTELIGENCIA
¿PROPIEDAD PRIVADA O BIEN COLECTIVO? 84
8| PALABRAS CLAVES
PARA UNA VIDA PLENA 91
8.1. NEUROPLASTICIDAD 91
8.2. NEUROGÉNESIS 93
8.3. RESILIENCIA 95
8.4. FELICIDAD 98
8.5. ALTRUISMO 101
8.6. SEGURIDAD 103
8.7. MINDFULNESS 107
9| PALABRAS QUE ALERTAN 111
9.1. ESTRÉS 112
9.2. ADICCIÓN 114
9.3. PROCRASTINACIÓN 118
9.4. COSIFICACIÓN 122
9.5. DEPRESIÓN 124
9.6. ALZHEIMER 128
10| FUNCIONES EJECUTIVAS 135
10.1. FLEXIBILIDAD COGNITIVA 137
10.2. CONTROL INHIBITORIO 138
10.3. MEMORIA DE TRABAJO 141
(THE WORKING MEMORY) 141
11| LOS MARCADORES SOMÁTICOS 144
12| SESGOS MENTALES 151
12.1. PRIMIG 153
12.2. SESGO DE CONFIRMACIÓN 154
12.3. SESGO DE OPTIMISMO 155

219
¡YO NO FUI! TODO ESTABA EN EL CEREBRO

12.4. SESGO DE PENSAMIENTO DICOTÓMICO 157


13| LIBRE ALBEDRÍO 161
14| UNA BUENA EXCUSA
PARA RECORDAR MI LIDERAZGO 166
14.1. GENERACIONES 170
14.1.1. GENERACIÓN BABY BOOMERS
O ANÁLOGOS (1945-1964) 170
14.1.2. GENERACIÓN X O INMIGRANTES
DIGITALES (1965-1979) 170
14.1.3. GENERACIÓN Y, MILLENIALS
O NATIVOS DIGITALES (1980-1998) 170
14.1.4. GENERACIÓN Z O NATIVO
DIGITAL (1999-2010) 171
14.2. LIDERAZGOS POSITIVOS 172
14.2.1. DEMOCRÁTICO 172
14.2.2. CARISMÁTICO 172
14.2.3. INSPIRADOR 172
14.2.4. TRANSFORMADOR 173
14.3. LIDERAZGOS TÓXICOS 173
14.3.1. PATERNALISTA 173
14.3.2. PROCRASTINADOR 173
14.3.3. NARCISISTA 174
14.3.4. PARANOIDE 174
14.3.5. PSICÓPATA 174
15| MI AMIGA INSEPARABLE, LA RISA 177
16| CREATIVIDAD E INNOVACIÓN 184
17| LA VIDA EMPIEZA EN LO FEMENINO 190
18| UN CEREBRO EN PERMANENTE EVOLUCIÓN,
FIEL A SUS ORÍGENES 196
18.1. SISTEMA DE ATAQUE Y HUIDA (ESTRÉS) 197
18.2. OPERADOR BINARIO (PENSAMIENTO
DUALISTA O DE LOS CONTRARIOS) 198
18.3. SISTEMA DE RECOMPENSA
(RUTAS DOPAMINÉRGICAS) 199
18.4. MARCADOR SOMÁTICO
(SISTEMA DE ASOCIACIONES) 200
19| REFLEXIONANDO ANDO 204

GLOSARIO DE TÉRMINOS 207


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CEREBROS QUE ACOMPAÑAN MI YO 215

220

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