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Eseética y teoria del arte son disciplinas ~y actividades que desarrollan su marco tebrico en el Siglo de las Luces, en estrecho contacto con Ia his toria y la critica de arte, con la progresiva difusién y popularizacién de las ‘obras cn salones y exposiciones, el auge del periodismo, etc, Fenémenos {que hoy son cotidianos tuvieron entonces su punto de partida e incidieron cde manera decisiva en la configuracién de las diferentes teorlas. Este pri- mer volumen de la Historia de las ideas estticasy de las teortas artisticas con- sempordneas analiza ese proceso tal como se produjo a lo largo de los siglos XVllly xtx, procurando dlestacar los momentos, temas y autores que consti- tuyen sus ejes fundamentales relacionando aspectos que son tratados ha- biuualmente de forma independiente. El resultado es una historia que pro- pone, también, una concepcién de la estética y la tcorfa del arte diferente de la habitual. —- Charles Baudelaire Vicente Jarque No cabe dud de que fa figura de Baudelaire (1821-1867) ha terminade crises lando histéticamence como tina de las grandes leyendas dela modernidad, Fl gran métito que debemos reconocere consiste en a singular manera en gue logréar- ticular la experiencia de un mundo por entoncesrecién estenado, el del capitals mo industrial en pleno desareollo, con wna forma nueva de entender el tipo de arte que habria de cocresponder a aquella enerucijada. De hecho, nos transmitiS una imagen imborable de la modernidad en euanto que fendmeno particularmente ‘pio para su representacién artistic, junto con una vsibn del arce como uno de los elementos principales en el proceso de configuescién dela concencia moderna. En consecuencia, lo que Baudelaire nos ofrecié fue la primera concepcidn consciente y tadicalmente estética de la modernidad, una concepeién deskumbrante yexplosiva, aunque por necesida limitada y conrradicoria, de la que han tenido que seguir al mentindose muchas de las que le sucedieron ‘Aun. cuando puede afirmarse que las mejores ideas etétcas de Baudelaire se encuentran implicamente expuestasen su obra postia, sobre la que se reortan lo cierto es que st formulacion explicta hemos de ira buscarlaen el contexto de sus numerosis contibuciones como ertico de arte y de a literatura, En este marco, st ttayecoria se despleg en unos términos bastante cohereares con su conocida decla- racién de prncipios,en la que se inclina por una critica wdivertida y podticoy, frente ca otta fay algebraicas que todo quiere explicalo, pero donde no hay sni odio til amore. Puesto que, spara ser justa, es decix, para tener su ran de set Ln ctitica debe ser parcial, apasionada, politica, es deci, hecha desde wn punco de vista explo- sivo, pero desde el punto de vista que abea nds horiontes. Es esa combinacion de paride y ampli de hoszanes a que hizo de Baud un tio mod in cualquier caso, habia que comenzar por advertir que uaa gran parte del pensavent de Bates deriv diectamente de cts eones pitas dl amplio universo del romanticism, En su Salon de 1846 sel ate romantico el que © nos presenta como el emblema de la moxleroidad. A este respect, el modclo al «que Baudelaire nos remie no es otro que Delacroix, «quien considera como vel jefe de la escucla moderna. Por lo demés, preciso es reconocet que la defnicign del tomanticismo que Baudelaire nos propane no deja de resultar un tanto evil o, cuando menos, inconcreta: «Quien dice romanticism, dice arte modemo eto es, inimidad, espriwaidad, color, ambicién de infinite, expresados por coos los ‘madios que poseen ls artes» Ahora bien, e claro que estas fase no signifian gran 324 cosa, ni siquiea cuando se apican a Delacroix. Como 4 mismo se encarge de Subrayar esa definicidn excluye a Hugo (pero no a Gautier). Baudelaire no deja de reconocer la «nobleza y majertid» de Hugo, pero a la ver le calfca de wobrero ‘mucho més habil que iavencor, de artista «mds correto que creador, de enatural mente académico antes de nace, de scompositor de desadencia o de transcin aque se sive de sus itles con va destreza verdaderamente admiesble y curios Pocos atfos después, en la primera de sus Reflexiones sobre algunos de ss conten: porincos (1861), Hlugo ef ensilzado como el poeta wvsiblemence elegidos para Expresar elo misterios de la vida, sla moral de las cosas». Atraido por slo excesivo, Toinmensor, Hugo sera sn eaducror, un desifralone ce los silos y ae analo- ss, de las Fucraasocaltas que constituyen of univeso. Por otro lado, Baudelaire Siempre desconfis de los rasgor humanitaistas y democrticos que la emodernar ideologia del progreso habla ineculado en cl poeta. , sobre todo, deplorariaaque- la dpica ligerimente demagigica por la que Hugo tendia a dejarse llevar, y cuya mmanifestacin més notable legirla con Let miéntbles en 1862: las publcasalaban- as que Baudelsire dedicé a ests novela, ala que en privado no dudaba en calfcar {de aibro inmundo e ineptos, ke hieivon teconocese, por una ver, como extn ddotado del warte de mentis Frente a ago, Delacroix sea el representante del sgenios romntico ene en- sido mis enftio dl término, que abe «profundasavenidas ala imaginacién mds wiajeran ol artista univers que earranca las entrafase @ sus temas: ona mezcla admirable de ciencia, «x dect, an pintor completo, y de ingenuidad, es decir, un hhombre completo. Baidelie destaca en Delacroix el dominio absoluro del color {en él la linea no existe) a presencia de la spade, la expresin dela interior dad, la sintimidads, a emclancolia sin iguale de cada Una de sus obres. Puesto que Su pintuta, que tiene ss origen sobre ‘odo en el recuerdo, habla al recuerdor. Ast se expresaba Baudelaire en 1846. Nueve afos después, su entusiasmo no habla dis minuido un dpice. Justamenre en la representacion de wmujeres.histricax (Cleopatra, Ofelia, Desdémona, Virgenes, Magdalena) senfermas del corazéno del ‘spirit, de ls que we dieéa que traen en sus ojos un doloroso secret, Delacroix ‘le aparece ahora como el artista mejor dotado para expresr la mujer modetna», sobre todo sen st manifestaci heroiea, en el sentido infernal odivino, detezmi- nada, no se sabe por qué, por an wate de ensofacins. Por otto lado, Baudelaire subraya su carrer vesencialmence literarios. Pero lo fundamental seria su capaci- dad para erevstir la naturalersenrera de un interés sobrenaural que da a cada objeto un sentido més profunde, més vluntari, mds espéticor, en una experien- Cia de intensifcacin de los sesidossdlo comparable, segtinsugiere, ala que resul- ia de la ingestin de opi. hemos preentado com algin detalle estas tomas de posicién de Baudelaire frente a Hugo y Delactoix, ha sido para contrastaras con el rpo de ideas, de un conden un tanto diferene, en las que habria de cimencarse su famna como profeta de ta modernidad, En efecto, no parece que el grado de concienca estéica que reve lan Les leurs du malseajuste demasiado eémodamente a ess perspectiva rom tias, Lo que sngulariza la poesa de Baudelaire es el hecho de que ecibe sus impul- sos de enclaves hasta eae momento ignorados, © simplemente dispersos y esatendidos en

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