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ESTRUCTURAS DE EVACUACION DE EXCESOS

Descarga sobre cimacios controlados por compuertas

a) Forma del cimacio y ubicación de las compuertas sobre el perfil

La trayectoria de la lámina de descarga libre bajo la compuerta y sobre el cimacio corresponde a


la de un chorro al salir de un orificio. Para un orificio en pared vertical, la trayectoria del chorro
está descrita por:

En la que H es la carga hasta el centro de la apertura. Para un orificio inclinado un ángulo a


partir de la vertical, la ecuación será:

Para evitar las presiones negativas sobre el cimacio, la geometría de éste, en el tramo aguas abajo
de la compuerta debe coincidir con el perfil de la trayectoria.
Para controlar la presencia de presiones negativas sobre la cresta del vertedero cuando las
compuertas operan con aperturas pequeñas, se adopta una geometría para el cimacio igual al perfil
ideal de la lámina libre, con lo que la magnitud de las presiones negativas estarían en el orden de
la décima parte de la carga del proyecto. El diagrama de las fuerzas para esta condición se muestra
en la siguiente figura

La adopción del perfil de la trayectoria de un chorro en lugar de la lámina vertiente aguas abajo
del labio de la compuerta, provoca un cimacio más ancho y una disminución en la eficiencia de
la descarga cuando la compuerta está completamente abierta.
Para mantener la eficiencia en la descarga sobre el perfil para la carga máxima, y disminuir el
área donde se producen presiones negativas, se colocará el umbral de la compuerta aguas abajo
de la cresta del cimacio. En esta forma, queda un orificio inclinado aguas abajo, con lo que el
chorro tendrá una trayectoria más inclinada que se ajusta mejor a la forma de la lámina vertiente.
Si la estabilidad estructural requiere mayor volumen en el cimacio se adoptará el perfil de la
trayectoria del chorro, es decir se tendrá un cimacio más ancho, con lo que se controla la presencia
de presiones negativas extremas para operación de las compuertas con pequeñas aperturas.
b) Descarga sobre vertederos de cimacio controlada por compuertas

La descarga sobre vertederos controlados con compuertas, se calcula con la siguiente expresión
que corresponde al caudal descargado por un orificio de grandes dimensiones.

En la que y son las cargas totales (incluyendo la carga de velocidad de llegada) en el fondo
y en la parte superior del orificio, respectivamente. El coeficiente, , diferirá con las distintas
combinaciones de geometrías de las compuertas de regulación y de la cresta; en las que influyen
las condiciones de llegada y de aguas abajo por afectar la contracción del chorro, la forma del
perfil de aguas abajo afectará la contrapresión y en consecuencia la carga efectiva. Los
coeficientes de descarga para varias relaciones de aperturas de la compuerta respecto de la carga
total, se muestra en la siguiente figura.
Tránsito del evento extraordinario de diseño

Para la definición de niveles de superficie libre en la obra de captación se acepta que durante la
crecida de diseño el canal operará con una sobrecarga del orden del 20% del caudal de captación.
El control corresponde justamente al nivel del canal.

La compuerta de regulación al inicio de la conducción mantendrá la apertura definida para época


de estiaje. Durante la crecida esta estructura será sumergida con el incremento de la profundidad
en el canal y operará como un orificio de grandes dimensiones, provocando una pérdida de energía
adicional. La operación del orificio lateral de toma con la reja de entrada sufrirá el mismo cambio
y pasará a trabajar sumergido. Las pérdidas de carga adicionales que se producen hacen que el
aumento de carga en el canal sea muy pequeño en comparación el aumento de caudal en el río.
En caso de que exista un túnel en la conducción, será esta estructura la que imponga el control en
el flujo de la conducción y hacia aguas arriba hasta la reja de entrada en la toma, regulando
efectivamente el caudal derivado durante los eventos extraordinarios. Si este efecto de regulación
resulta aun insuficiente es necesario garantizar la regulación del caudal derivado mediante la
colocación de un vertedero de excesos que permita descargar el caudal adicional y regresarlo
hacia el cauce natural, lo más pronto posible.

Se comprobará que los niveles de agua sobre el zampeado para el evento de crecida máxima no
supere la cota de la cresta del vertedero de excesos, de tal manera de garantizar la operación de
regulación de la crecida.

Forma del azud de cierre

Para garantizar la estabilidad del azud se adopta un perfil trapezoidal ligeramente redondeado
para facilitar el paso del agua. Esta geometría resulta estructural y constructivamente favorable a
pesar de que su diferencia con la forma del contorno inferior de la lámina vertiente altera la
distribución de presiones para el caudal de crecida máxima.

La curvatura de unión entre el pie del cimacio y el zampeado, en cambio incrementa la presión,
lo que resulta favorable también para la estabilidad del dique.

La curvatura convexa en la parte superior hacia aguas abajo del azud, reduce la presión
provocando un incremento en la eficiencia de la estructura durante el paso de la crecida de diseño.

Para minimizar el riesgo de separación del cimacio de la lámina vertiente se definirá un perfil
muy aproximado a la geometría que provoque una presión muy cercana a la atmosférica en todos
sus puntos. Para ello se adopta la geometría aproximada de un perfil Creager, con una carga de
diseño igual a 2/3 de la carga total esperada para el evento extraordinario.

El valor adoptado para el coeficiente de descarga tomará en cuenta la geometría del paramento
aguas arriba así como del perfil adoptado bajo criterios constructivos. Para el tránsito de caudales
menores a los de diseño, el valor del coeficiente de descarga se reducirá.

La configuración del perfil hidrodinámico o cimacio del azud puede ser determinada por las
siguientes relaciones1:

Si la descarga es libre: y/H0 = -K*(x/H0)n bajo la consideración de que qd = Qd / B = C*H03/2 y el


coeficiente C debe incluir el efecto de la diferencia entre la carga de diseño H0 y la carga
correspondiente al caudal Qmáx.

1 DISEÑO DE PRESAS PEQUEÑAS, US Department of the Interior, Bureau of Reclamation, julio 1982
La Figura No. 5 muestra la variación del factor K y del coeficiente n en la ecuación anterior, para
diferentes valores de la relación entre la carga de velocidad y la carga sobre el azud o vertedero.
Las configuraciones señaladas han sido derivadas de las configuraciones de la lámina vertiente
en vertederos con presión relativa nula en la superficie libre inferior.

Es muy común utilizar Qd = (2/3)Qmáx. El valor de C para la carga de diseño es igual a 3.95 pie1/2/s
o 2.20 m1/2/s, si es que P/H0 es cercano o mayor a 4, como se muestra en la Figura No. 6. Si la
relación entre la carga actual He respecto de la carga de diseño H0 es mayor a 1, puede derivarse
de la Figura No. 7, que el valor del coeficiente real de descarga C es mayor en un 7% si la relación
He/H0 es igual a 1.6.

En el caso del flujo en caída libre, P = 0, el incremento del coeficiente de descarga es del orden
del 4%; es decir, C = 1.04*1,70 m1/2/s = 1.77 m1/2/s.
Figura No. 5: Valores del factor K y del coeficiente n para la configuración parabólica del cimacio de
perfil hidrodinámico
Figura No. 6: Valores del coeficiente de descarga C para la configuración parabólica del cimacio de
perfil hidrodinámico

Figura No. 7: Valores de la relación entre coeficientes de descarga C y C0 para considerar el efecto de
una carga diferente a la carga de diseño
Configuración del perfil hidrodinámico,
Ho = 1 m

Coordenada vertical (m)


0

-0.5

-1

-1.5

-2

-2.5
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5

Coordenada horizontal (m)

Figura No. 8: Configuración del perfil hidrodinámico, para H0 = 1 m.

Si la descarga es sumergida, el US Army Engineers Waterways Experiment Station, 1952,


recomienda la disminución del coeficiente de descarga según la Figura No. 9:

Figura No. 9: Gráfico para la evaluación del porcentaje de disminución del coeficiente de descarga por
efecto de la sumergencia o control desde aguas abajo.
Estructuras de transición para flujo subcrítico

Para los cálculos hidráulicos en estructuras de transición en flujo subcrítico se plantean las
siguientes hipótesis:

Se supone que la pendiente de la línea de energía es constante en el tramo relativamente corto de


la estructura de transición

La velocidad varía principalmente en función de la distancia. Se supone que los factores α y β de


corrección de las cargas de velocidad y cantidad de movimiento por efecto de la distribución de
velocidades son iguales a la unidad.

Se ignoran los efectos de la curvatura de flujo, con lo que las distribuciones de presión resultan
hidrostáticas. No se consideran las zonas de separación de flujo.

El dimensionamiento se realiza a base de la familia de curvas de la energía específica en función


de la profundidad de agua o calado, tal como se indica en la siguiente figura para el ejemplo de
un cambio de sección transversal en un canal rectangular.

La contracción de la sección transversal puede construirse examinando la disminución en la


profundidad o la disminución en el ancho de la sección. En general se recomienda que se siga
la línea MNE en la Figura No. 22, para obtener mejores resultados respecto de la línea MGE.
Se reconoce que: (i) los cambios de profundidad requeridos para una reducción dada en el ancho
del canal, son menores, y, (ii) las estructuras son mucho más cortas, con efectos de la curvatura
más pequeños.

Figura No. 22: Curvas de variación de la Energía Específica (Ho) con la profundidad de agua (y)
para flujo subcrítico

Si el ancho del canal se reduce más, el punto N puede alcanzar su valor extremo Nc y se
establecerán condiciones críticas a la salida de la transición. La relación de anchos del canal,
para esta condición de flujo, es una relación extrema. Si la relación de contracción se incrementa
se puede presentar un efecto de embalsamiento en el canal, dado que para una descarga dada Q,
la relación entre el caudal Q y el ancho crítico Bc puede aumentarse únicamente si se incrementa
también el valor de la energía específica Ho hacia aguas arriba. Un efecto similar de
embalsamiento se producirá cuando se tenga un cambio demasiado grande en el levantamiento
del fondo del canal.

El efecto de la resistencia del contorno es el de reducir la energía total en la dirección del flujo,
lo que en las transiciones de flujo subcrítico representa, en general, que las profundidades de
agua calculadas sean ligeramente mayores que las reales, porque aquellas fueron evaluadas en
base a la consideración de que el efecto viscoso es despreciable.

Las pérdidas de energía de las contracciones son apreciablemente más pequeñas que en los
ensanchamientos o expansiones. Se recomienda para las transiciones convergentes, con ángulos
de convergencia menores de 12.5º , valores de pérdidas de carga iguales a:

hf = 0.10 ( VB2/g - VA2/2g )

Siendo A y B las secciones transversales extremas de la transición (según Hinds y Scobey). Este
valor se distribuye a lo largo de la estructura en proporción al cambio local de la carga de
velocidad.

Los resultados de Formica conducen a las siguientes recomendaciones:

hf = 0.23 V2B/2g para contracciones bruscas en canales rectangulares, y,


hf = 0.11 V2B/2g para contracciones redondeadas.

Estos valores son variables y dependientes de la relación profundidad/ancho en la sección de


salida. Alcanzan los valores máximos indicados para la relación yB/BB = 1.3. Si se tienen
relaciones profundidad/ancho, yB/BB <1, los valores llegan a ser tales que, hf = 0.10 V2B/2g
para las contracciones bruscas y hf = 0.04 V2B/2g para las contracciones redondeadas.

Yarnell propone finalmente valores más altos e iguales a hf = 0.35 V2B/2g y hf = 0.18 V2B/2g
para las contracciones bruscas y redondeadas, respectivamente. Este autor no reporta la
influencia del parámetro yB/BB.

El diseño geométrico de una transición con sección transversal creciente puede efectuarse
utilizando los criterios mencionados en el numeral anterior, con el flujo invertido. No obstante,
se insiste en el hecho de que el flujo desacelerado a través de la estructura no puede ser evaluado
teóricamente tan bien como en el caso del flujo acelerado. Esto se debe obviamente al
comportamiento diferente del agua cerca de las paredes de la transición. En los
ensanchamientos, aún para el caso de una curvatura moderada, la zona cerca del contorno con
líquido retardado, crece violentamente a lo largo de la pared, la distribución de velocidades se
deforma y el flujo se separa considerablemente del contorno sólido. Pequeñas singularidades,
cantos o ángulos en las paredes aceleran esta tendencia hasta generar zonas locales de
separación. Este tipo de problemas aparecen con mucha frecuencia en estructuras cuyas paredes
son de material erosionable. Más grave aún, ocasionan la presencia de los denominados “corto
circuitos” hidráulicos. Especial cuidado merece el flujo cerca de las condiciones críticas dentro
de este tipo de estructuras.
Figura No. 23: Transiciones típicas para flujo subcrítico.

Las transiciones circulares del tipo (a) producen una recuperación de hasta el 67% de la energía
cinética, mientras las transiciones del tipo (b) y (c) de la Fig. No. 23 producen hasta el 80% -
90% de recuperación de la energía cinética. Estas expansiones deben tener una longitud tal, que
la línea que une las superficies libres de las secciones de entrada y de salida forme un ángulo
siempre menor a 12.5º con el eje de la estructura. Especialmente en estructuras de pequeña
longitud, la transición de paredes cilíndricas presenta mayor facilidad de construcción y por lo
tanto, es de mejor economía.

En analogía al flujo en tuberías y en conductos cerrados, se tiene que la pérdida de energía


ocasionada por este tipo de estructuras puede expresarse por:

VA2  BA  Fr 2 B 3 B  BB 
2

h f  1    2 A A 4A 
2 g  BB  BB 

La ecuación se puede reducir según los Manuales de Diseño Hidráulico a la forma siguiente:

h f 
VA  VB 
2

2g

El término que contiene Fr2A en la ecuación (1) no es significativo para valores FrA < 0.5 ó
BB/BA > 1.5.

En los casos de ensanchamientos graduales, con ángulos de variación iguales a 14º, las pérdidas
de energía pueden ser evaluadas por hf = 0.1 hasta 0.3 (VA - VB)2/2g. Ensanchamientos con
ángulos menores de 14º ofrecen una muy pequeña disminución de la pérdida de carga, pero no
se justifica el incremento de su costo a causa de un desarrollo más largo. Se recomienda entonces
un ángulo de 14º para los ensanchamientos en flujo subcrítico, siendo de poca importancia la
curvatura dada a las paredes dentro de este límite. Se evitarán de todos modos esquinas o ángulos
y las curvas de unión serán siempre suaves y continuas.

En el caso de ensanchamientos, expansiones graduales se recomienda que la transición tenga


una longitud 2 a 2.5 (BB - BA) para asegurar una recuperación de la carga de velocidad y
minimizar la pérdida de energía. Basándose en la hipótesis de que la profundidad de agua es
constante a lo largo de la estructura, Mitra recomienda la expresión siguiente para el cálculo del
ancho en la expansión gradual:

BA BB L
Bx 
LBB  ( BB  BA ) x

Donde: Bx es el ancho de la estructura a cualquier distancia x desde el comienzo de la transición.


Esta ecuación describe una transición hiperbólica, que trabaja satisfactoriamente según los
reportes de experiencias de laboratorio y de campo.

La transición gradual según Hinds, que es utilizada frecuentemente en el país, está descrita en
cambio por dos parábolas de igual longitud con un punto de inflexión o cambio de curvatura en
la sección media de la transición. Algunos casos de separación de flujo se han presentado en
transiciones con esta forma, así como se conoce de ciertas inestabilidades en el jet de entrada a
la estructura. La pérdida de energía varía uniformemente a lo largo de la transición y es igual,
en este caso, como se mencionó anteriormente, a 0.2 hasta 0.3 veces (V2A - V2B)/2g.

Las expansiones con longitudes menores a 2(BB - BA) están sujetas a problemas de separación de
flujo y a la correspondiente distribución no uniforme de velocidades a la salida de la estructura.
La tendencia para la separación del flujo desde los contornos y una mejor uniformidad en la
distribución de velocidades pueden ser controladas, en estas transiciones cortas, por medio de
pequeños umbrales de fondo o muros directores de flujo que si bien aceleran la velocidad en la
transición, en cambio reducen el efecto de la separación de la corriente desde los contornos y
limitan el área donde pueden presentarse vórtices o zonas de contraflujo.
1.1 DIMENSIONAMIENTO HIDRÁULICO DEL DESARENADOR

1.1.1 Criterios generales

Un desarenador es una obra indispensable en el desarrollo de un sistema de aprovechamiento


hidroeléctrico, dado que cumple con los siguientes objetivos técnicos:

 Excluir el material sólido, que pudo ser captado en la estructura de derivación de los caudales
líquidos.
 Expulsar el material sólido retenido antes de que ingrese a la conducción principal, en el
tramo ubicado lo más cerca posible al curso natural.
 Mantener la eficiencia de las estructuras y su capacidad de regulación por la eliminación del
material sólido sedimentable.
 Preservar el desgaste desmedido del equipo electromecánico, desgaste que se presentaría por
la presencia del material sólido en el flujo del agua.
 Disminuir los problemas asociados con los bancos de azolve o con la pérdida de sección
transversal de flujo.
 Disminuir los costos de operación y de mantenimiento dado que se disminuyen las
interrupciones del flujo para la limpieza de los diferentes componentes del sistema.

La ubicación apropiada de un desarenador considera, en primer lugar, las características de las


condiciones geotécnicas de la zona vecina tanto al curso natural como a la sección de derivación
de caudales; posteriormente, deben revisarse los aspectos relacionados con la seguridad y la
protección de la estructura frente a los flujos de avalanchas que podrían producirse en el río
cercano o en sus márgenes de inundación. Finalmente, son relevantes las condiciones topográficas
del suelo donde se ubica el desarenador, dado que es una obra con dimensiones geométricas
relativamente importantes, que requiere de suficiente espacio para el acceso para su construcción,
su operación y su mantenimiento. Adicionalmente, se toman en cuenta las restricciones
relacionadas con los aspectos constructivos de la obra en particular.

Los desarenadores presentan, en forma general, las siguientes estructuras componentes:

(i) canal de llegada y compuerta de admisión;


(ii) transición de entrada y de salida,
(iii) cámaras de desarenación o de sedimentación,
(iv) vertedero de salida y canal de recolección,
(v) tolvas, compuertas y canal de limpieza,
(vi) canal de servicio directo o de desvío, y,
(vii) canal de entrega al curso natural.

El tipo de flujo a lo largo de todas las estructuras se presenta a gravedad y, normalmente, se


construye a cielo abierto. La descarga del caudal de agua desde los elementos de control y de
regulación es libre, se minimiza el potencial efecto de sumersión o embalsamiento, aún en épocas
de crecientes o de caudales extraordinarios.

1.1.2 Transición de entrada y de salida

El objetivo básico del diseño hidráulico de transiciones en flujo subcrítico es el de garantizar un


mínimo de disipación de energía, consistente con la economía de la estructura.
Para lograr esto se requiere tomar en cuenta las hipótesis siguientes del análisis hidráulico:

(i) Si los efectos de la curvatura de las líneas de corriente son despreciables, la distribución de
presiones es hidrostática y no deben ocurrir zonas de separación del contorno;
(ii) La velocidad varía exclusivamente en función de la distancia (variación unidireccional) y
los coeficientes a de Coriolis y b de Boussinesq pueden considerarse iguales a la unidad,
en cada sección transversal; y,
(iii) El gradiente de la línea de energía es constante a lo largo de la transición; o en su lugar, los
cambios en la línea de energía pueden ser evaluados por tramos y con las ecuaciones
válidas para flujo uniforme.

La curva de variación de la energía específica con la profundidad del flujo constituye la


herramienta útil para determinar la superficie libre del agua. Con esta información, se llega al
diseño y al dimensionamiento hidráulico de una transición en régimen subcrítico o lento, por
uno de los dos procedimientos siguientes, que suponen conocidas las condiciones de flujo en las
secciones extremas de los canales, aguas arriba y aguas abajo de la transición:

I. Se asume un perfil continuo de la superficie libre entre las secciones extremas de la


estructura, fijando de esta manera las cargas de velocidad en las secciones intermedias.
Estos valores definen, en las curvas de la energía específica correspondientes, los valores
de las profundidades del agua y de esta manera, los niveles o las elevaciones del fondo del
canal.

II. Se asume un fondo continuo en la transición, con lo que quedarían fijos los valores de la
energía específica a lo largo de la estructura. Así mismo, con la ayuda de las curvas de la
energía específica, se pueden evaluar ahora los correspondientes valores de la profundidad
de flujo, con los que se puede determinar el perfil de la superficie libre del agua.

1.1.3 Transición de entrada

Las diferentes posibilidades de diseño de las transiciones con secciones transversales crecientes
se presenta en el numeral 5.1.4 b) del presente informe.

1.1.4 Transición a la salida

La formación de ondas en la transición modifica las características del flujo a lo largo de la


estructura. Si la reducción de la sección transversal es siempre gradual y suave no se espera que
se presenten ondas, a menos que el flujo en la sección de salida esté muy cerca de ser flujo
crítico.

La Figura No. 23 muestra las tres formas recomendables para el diseño de una transición
convergente en flujo subcrítico, desde una sección trapezoidal a una rectangular. Las formas (a)
y (b) no son recomendables para altas velocidades, mientras la forma (c) tiene uso restringido
para canales pequeños en flujo subcrítico por su costo de construcción. El número de Froude
para estos tipos de estructuras está limitado a valores de Fr < 0.50.
Al tratarse de transiciones desde el desarenador o de un canal de dimensiones relativamente
grandes, donde la velocidad es relativamente baja, las contracciones del canal se dimensionan a
base de las experiencias realizadas para las contracciones en tuberías o flujo a presión.

Las Figuras: No. 26 y No. 27 muestran estos resultados, con cuya información se dimensionan
las contracciones con perfiles elípticos y con ecuaciones cúbicas. Las pérdidas de carga en este
caso no son mayores del diez por ciento de la carga de velocidad en la sección contraída. En
cambio para una contracción brusca, sin redondeamientos, se tienen pérdidas iguales al
cincuenta por ciento de la carga de velocidad en la sección contraída.
Figura No. 26: Características geométricas de las contracciones con perfiles elípticos.

Figura No. 27: Características geométricas de las contracciones con perfiles cúbicos.

1.1.5 Cámaras desarenadoras: simple y doble

En el dimensionamiento geométrico de las cámaras desarenadoras, para condiciones normales de


operación, se toma en cuenta que el desarenador debe garantizar la clarificación del caudal de
agua requerido para el proyecto, con un abastecimiento ininterrumpido, y con la evacuación
sistemática de los sedimentos depositados, bajo una mínima pérdida de agua.

De conformidad con la normativa técnica internacional, en el presente proyecto, se debe


garantizar la retención y decantación de los sedimentos con tamaños mayores a 0.2 mm, tomando
en cuenta que el sólido en suspensión tiene su origen en rocas metamórficas y volcánicas
fundamentalmente. En general, la selección del tamaño mínimo de material a ser retenido en el
desarenador, es función del tipo de turbinas o equipamiento que será utilizado en el
aprovechamiento hidroeléctrico, como se indica en el siguiente Cuadro No. 5.

Cuadro No. 5
DEFINICIÓN DEL TAMAÑO MÍNIMO DE MATERIAL A SER RETENIDO
EN EL DESARENADOR EN FUNCIÓN DEL TIPO DE TURBINAS
Tamaño Máximo de Partícula (mm)
Diferencia del Nivel
según Tipo de Turbinas
Tamaño Máximo
∆z (m) de Partícula (mm)
Kaplan Francis Pelton

100 – 200 0,6 a 1,0 1,0 a 3,0 0,4 a 1,0 0,2 a 0,4
200 – 300 0,5 a 0,6 1,0 a 3,0 1,0 a 3,0 0,2 a 0,4
300 – 500 0,3 a 0,5 1,0 a 3,0 1,0 a 3,0 0,2 a 0,4
>500 0,6 a 1,0 1,0 a 3,0 1,0 a 3,0 0,2 a 0,4
Fuente: T. Hozaki, sobre la base de eficiencias de desarenadores en Perú.

Si bien el número de cámaras se establece considerando las condiciones de lavado del desarenador
y el caudal disponible para esta operación; en los proyectos hidroeléctricos, se asume
normalmente que se requieren dos cámaras con el fin de evitar al mínimo interrupciones en la
generación hidroeléctrica, aún en condiciones de operaciones de lavado de una de las cámaras.

Las dimensiones de los desarenadores se establecen en base a la optimización de su sección


transversal, del ancho y de la profundidad, satisfaciendo el requerimiento de que las partículas
sólidas se decantan por la disminución notable de la velocidad producida por el aumento de la
sección transversal. Las dimensiones geométricas básicas de una cámara desarenadora se diseñan
para diámetro de material sólido determinado e igual a 0,2 mm; es decir, partículas de mayor
diámetro se decantan y son retenidas en la estructura.

Para la evaluación de la trayectoria de caída de las partículas sólidas dentro de la cámara, se


analiza que el movimiento es parabólico, con una componente horizontal constante de la
velocidad - cuyo valor es siempre menor a 0,40 m/s y mayor que 0,2 m/s – y con la componente
vertical igual a la velocidad de sedimentación (w) de la partícula en un medio estático. La
velocidad w para un diámetro de partícula igual a 0,2 mm es igual a 2,3 cm/s, de conformidad con
la relación de H. Chanson, que es válida para la sedimentación de arenas y gravas.
Adicionalmente, se chequea el valor de la velocidad media horizontal para que cumpla con la
condición de umbral del movimiento según Shields, en función del tamaño máximo de los sólidos
que pueden ser decantados.

La selección de un valor de la velocidad media de flujo inferior a los 0,2 m/s conduce a
desarenadores relativamente anchos pero cortos, que son ineficientes; en cambio, valores
superiores a los 0,4 m/s conducen a desarenadores demasiado largos.

El valor de la velocidad de diseño de la cámara desarenadora puede determinarse teniendo como


referencia la relación V = a*d0,5, que está en función del diámetro de la partícula a ser retenida.
El valor del factor “a” se obtiene del siguiente Cuadro No. 6:

Cuadro No. 6
VELOCIDAD DE DISEÑO EN LA CÁMARA DESARENADORA
Valor del Factor “a” según
Diámetro de la partícula (mm)
T:R: Camp R.S. Varshney
> 1,0 0,36 0,55
1,0 a 0,1 0,44 0,66
< 0,1 0,51 0,77

La profundidad de la cámara para la desarenación queda definida, en primer lugar, sobre la base
de que se conoce el área transversal de flujo para cumplir con el requerimiento de la velocidad
media y, en segundo lugar, dado que la relación ancho / profundidad de la cámara no debe ser
mayor a 1,5. En caso contrario, se ha observado que en la cámara se presentan zonas de reflujo y
de agua tranquila, normalmente conocidos como “cortocircuitos”, que significan una disminución
notable en la eficiencia en el proceso de desarenación.

La profundidad total de las cámaras de los desarenadores se determina añadiendo al valor


determinado como profundidad necesaria para que se decante la partícula de 0,20 mm, el valor de
la profundidad necesaria para la acumulación de sedimentos, que es función de la concentración
de sólidos en el caudal derivado desde el curso natural.

En el fondo de la cámara de decantación se dispone normalmente de una canaleta para la


recolección de los sedimentos. Este canal tendrá una pendiente que garantice una velocidad del
orden de los 3 m/s o más, para garantizar la evacuación de los sólidos. La pendiente longitudinal
de la canaleta es, por lo tanto, superior al 2% hasta el 6%.

Adicionalmente, se presenta la siguiente expresión para evaluar la velocidad de arrastre de una


partícula sólida de tamaño característico igual a d, según Shields. Si la velocidad en el desarenador
es mayor que Va, significa que las partículas no serán depositadas dentro de esta obra. Si la
velocidad en el desarenador es mayor que Va, significa que las partículas no serán depositadas al
interior de la cámara.

Va  12.5  1d
Donde:

Va velocidad de arrastre
 densidad relativa del material a sedimentarse, para arenas igual a 2.65
d diámetro de la partícula sólida en metros.

Para caudales Q  0.5 m3/s, se emplea un factor FS = 0,5; para caudales mayores se emplea un
FS = 0,9. La velocidad horizontal Vd para el dimensionamiento de la cámara puede ser calculada
entonces como:
Vd  FS Va
El área transversal de flujo en la cámara es:
Q
A
Vd
y geométricamente igual a:
A  b´h  mh2
Una vez obtenidas las dimensiones de la base del desarenador (b´) y su altura (h), se evalúa el
ancho de la sección transversal en la superficie, por medio de
B  b´2m  h
Para garantizar el adecuado funcionamiento de un desarenador se debe cumplir la siguiente
relación:
td  ts
En donde: td Tiempo de decantación.
ts Tiempo de sedimentación.

Estos tiempos se expresan de la siguiente manera:

L
td 
Vd
|
h
ts 
V ´s
En donde: L es la longitud efectiva de la cámara desarenadora, Vd es la velocidad horizontal del
flujo al interior de la cámara de desarenación.

Dado que los valores de la velocidad de sedimentación (Vs) se obtuvieron en agua tranquila, se
debe considerar una componente normal de la turbulencia (w) para tener la magnitud efectiva de
la velocidad de sedimentación.

La siguiente relación se debe a Sokolov:

W  0.152 Vs
w Componte normal por efectos de la turbulencia.
Vs Velocidad vertical de sedimentación.

En consecuencia, la componente vertical de la velocidad para una partícula que se encuentra en


proceso de sedimentación es:

V´s  Vs W
V ´s  0.848Vs

El valor de V´s es la velocidad efectiva de sedimentación.

Sustituyendo las expresiones anteriores en la condición inicial, se tiene:


L h

Vd 0.848Vs
o en su lugar:

Vd  h
L  1.18
Vs

Normalmente para determinar la longitud de la cámara de desarenación se utiliza la expresión:

Vd  h
Lk
Vs
en la cual el valor de k varía entre el siguiente rango: 1.2  k  1.5
En el caso de proyectos de centrales hidroeléctricas, la potencial incidencia de fenómenos tales
como el gradiente de temperatura, el efecto del viento, las diferentes corrientes de densidades así
como el porcentaje de remoción se consideran de segunda importancia, dado el tamaño de
partícula sólida a ser decantada. El valor de k = 1.5 se toma como parámetro para el
dimensionamiento de los desarenadores del proyecto.

Vertedero de salida

Al final de la cámara desarenadora se dispone de un vertedero para la descarga del agua limpia
de sedimentos. La velocidad de vertido debe ser pequeña para que no altere el proceso de
decantación en el tramo final de la cámara y para que no se desarrollen superficies con gradientes
de velocidad muy pronunciados, sea en el plano horizontal como en el plano vertical. La velocidad
máxima admisible para el vertido es del orden de 1 m/s.

Adicionalmente se considera que la carga sobre el vertedero debe ser inferior a los 0,30 m. La
distribución de la carga sobre el vertedero, a lo ancho de la estructura, debe ser así mismo
uniforme y libre de ondulaciones.

Dado que el ancho de la cámara desarenadora es normalmente inferior al ancho requerido para el
vertedero de salida, se dispone de las siguientes variantes para la configuración en planta de este
vertedero: (i) parabólica, (ii) elíptica) y (iii) en laberinto. La configuración circular para el
vertedero de salida se utiliza con mucha frecuencia, en el caso del desarenador de una sola cámara.

El vertedero tiene una sección transversal con paramento inclinado en la cara anterior y con
cimacio para la cara posterior. Esto facilita la acumulación ordenada y la expulsión del material
sólido, acumulado aguas arriba y aguas debajo de esta estructura de vertido.

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