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ORTOPEDIA FUNCIONAL* Wan D. Jiménez V** Dentro del desarrollo craneofacial, la interaccién entre los factores intrinsecos genéticos, epigenéticos y del medio ambiente; moldea la arquitectura facial (Lim- borg, 1970). Los factores locales de! medio ambiente, que influen- cian el desarrollo de los maxilares, comprenden las actividades funcionales que generan presién local como la masticacién, la deglucién, la respiracion y el reposo postural (Proftit, 1978). La palabra ortopedia viene del griogo: Orthos= recto y Paidos = nifio. Teéricamente todo tratamiento que busque el mejo- ramiento craneofacial de un individuo durante su desarrollo, pertenece a la categoria de ortopédico. Sin embargo, la colocacién del adjetivo funcional, limita la aplicacién de ese término a las terapias que buscan regular o modificarla funcién para presumible- mente alterar la forma. El nacimiento de la ortopedia funcional esta ligado al surgimiento de la teoria sobre la plasticidad ésea de Wolff, 1892 (Graber y Swain, 1985), La aplicacién racional de estos conceptos comenz6 con Pierre Robin en 1902 (Graber y Swain, 1985). Recientemente, con el énfasis en los aspectos fun- cionales de la maloclusién, la ortopedia funcional ha tomado auge. ‘Toda actividad funcional produce un sistema de fuer- zas que puede ser descrito por su tipo, intensidad y duraci6n (Proffit, 1978). Lamasticacién y la deglucién producen fuerzas intermitentes, de alta intensidad y corta duraciéon, Estas fuerzas son generadas en gran parte por la actividad muscular contractil. Las fuerzas generadas Resumen de la ponencia presentada en II Congreso de la Federacién Odontolégica Eetudiantll Colombiana ol 30 de abril do 1987, ** Odontéloge Ortedoncista, Master en cioncias, Instructor det G.ES., Miembro del Comité de Investigacion del C.E.S. durante el reposo postural son continuas, de baja intensidad y larga duracién. Estas fuerzas son pro- ducidas por el reposo pasivo de los tejidos blandos musculares y conectivos que recubren el sistema craneofacial. La ortopedia funcional busca modificar este sisfema de fuerzas para inducir cambios remodelativos 6seos y dentoalveolares (Charlier y colaboradores 1969; McNamara, 1979). La alteracién de las fuerzas du- rante la posicién postural con la ortopedia funcional parece ser la mas importante para la induccién de ‘cambios remodelativos estructurales (Proffit, 1978). No todas las maloclusiones son debidas a una altera- cién funcional. Los factores intrinsecos genéticos son ‘en muchos casos responsables de las alteraciones craneotaciales (Limborg, 1970; Hall, 1982, Noden, 1983) Los cambios estructurales producidos por la aparato- logia funcional incluyen cambios esqueléticos y den- toalveolares. Estos varian de acuerdo al tipo de maloclusién y tipo de aparatologia funcional usado. Los cambios esqueléticos abarcan la reorientacién del crecimiento maxilar, estimulacién o inhibicién del cre- cimiento mandibular y relocalizacién vertical de las estructuras 6seas (McNamara, 1980). Los cambios dentoalveolares, que parecen ser los mas importantes en la correccién de la maloclusién, abarcan lainhibicién oe! aumento de la erupcién de los, dientes maxilares o mandibulares con el cambio de ‘angulacién del plano oclusal, la lingualizaci6n o labiali- zacién de los dientes maxilares o mandibulares, y el aumento o control de la amplitud lateral de los arcos (Harvold y Vargervick, 1971). El tipo de maloclusién que ha recibido més investiga- cién relacionada con la ortopedia funcional, y que parece, es la mas moldeable e indicada para el trata- miento funcional, es la alteracién de Clase II division primera. Varias caracteristicas deben estar presentes eneste tipo de maloctusién Clase Il, comoel retrogna- tismo mandibular, la mordida profunda y la protrusién Vol. I- No. 3 - 1988 119 dental maxilar. Otras maloclusiones también pueden ser abordadas desde el punto de vista funcional como 1 apifiamiento en Clase |, las clases Ill con compo- nente esquelético menor y las mordidas abiertas y cruzadas (Frankel, 1980). Hay varias clases de aparatos disponibles para estos tipos de correccién funcional como, rigidos: activa- dores y bionator, y flexibles: Bimler, Klammty Frankel. Laclave de suuso estden el diagnéstico del problema, #1 potencial de crecimiento del paciente y la coopera- cion del paciente. El que esté en boga el uso de la aparatologia funcional no rifle con el concepto de un tratamiento de la maloclusion con ortodoncia fija. Es mas, las dos se ‘complementan. Lamayoria de los casos tratados con aparatologia funcional (por no decir todos) requieren de ortodoncia fja para el refinamiento de la oclusién estatica y dinamica. El tratamiento con aparatologia funcional no es sind- nimo de tratamiento sin extracciones, puesto que en ciertos casos estas son requeridas. Estudios de seguimiento longitudinal a largo término de casos tratados con aparatologia funcional mues- tran que los cambios mas estables se producen al corregir mordidas profundas y relaciones dentoesque- \éticas de Clase II division primera (Pancherz, 1976). ‘Muchas son las maneras de enfocar el tratamiento de lamaloclusién. La aparatologia funcional es sélo una de ellas. La idea no es la de servirle culto dogmatico @ un tipo de tratamiento, sino la de sacar de cada esquema terapéutico lo mas importante y servicial para cada paciente. No se trata de cefiir al paciente a tuna técnica conocida sino de brindarle a cada paciente Io indicado de cada esquema de tratamiento. Hay mucho futuro en el campo investigative rela- cionado con la ortopedia funcional. Los principales ‘esfuerzos deben hacerse para descifrar el mecanismo bioquimico que induce la remodelacién ésea ante la alteracién funcional Investigaciones clinicas sobre la estabilidad de los resultados a largo término deben ser implementados ara racionalizar el uso de esta aparatologia. Si los avances cientificos lo permiten, talvez en un futuro, no se requerira del uso de estos aparatos para la correcoién de la maloclusién. Otras maneras tera- Péuticas mas especificas desde el punto de vista biomolecular se podran entablar para modificar la actividad celular y alterar la estructura craneofacial BIBLIOGRAFIA: CCharller, J.; Petrovic, A; y Stutzmann, J.: fects of mandibular ‘hyperpropuision on the prechondroblastic zone of young rat condyle. Am. J. Orthod. §5:71-74, 1969. Graber, TM. y Swain, B.E.: Orthodontics: Current principles and. techniques, 3a. edicién, Saunders, Fladelfia, 1985, Functional approach to orofacial orthopedics. Br. 1-51, 1980, Hall, 8.K.: Opinion. How ie mandibular growth controlled. devolopment and evolution? J. Cran. Dev. Biol, 2:45-49, 1982. Harvold, E.P., y Vargervick, K.: Morphogenetic response to activator treatment. Am. J. Orthod., 60:478-490, 1971. Limborg, J.V.: A new view on the control ofthe morphogenesis of the skull. Acta Morphol. Neer. Scand,, 8:143-150, 1970. ‘McNamara, J.A. Jr: Quantitative analysis of temporemandioular joint adaptation to protrusive function. Am. J. Orthod., 76:589- 611, 1979, ‘McNamara, J.A. Jr: Functional determinants of craniofacial size ‘and shape. Eur. J. Orthod., 2:131-159, 1980, 'Nodon, D.M.: The role of the neural crest in patterning of avian cranial skeletal, connetive, and muscle tissues. Dev. Biol 96:144-165, 1963. Pancherz, H.: Long-term effects of activator (Andresen appllan- .c9) Treatment Odont. Revi., vol 27, suplomento 35, 1976. Profit, W.R.: Equiliorion theory revisted: Factors influencing position of the teeth. Angle Orthod,, 48:175-186, 1978. 120 Revista CES Odontologfa: Vol. I- No. 3 - 1988

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