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1. PRELECCIÓN *
Objeciones por las que parece que Dios es evidente por sí mismo:
1. Se dice que son evidentes por sí mismas aquellas cosas cuyo conocimiento nos
es connatural, por ejemplo, los primeros principios. Pero, como dice el Damasceno
al inicio de su libro (1), el conocimiento de que Dios existe está impreso en todos
por naturaleza. Por lo tanto, Dios es evidente por sí mismo.
2. Se dice que son evidentes por sí mismas aquellas cosas que, al decir su
nombre, inmediatamente son identificadas. Esto, el Filósofo en I Poster (2) lo
atribuye a los primeros principios de demostración. Por ejemplo, una vez sabido lo
que es todo y lo que es parte, inmediatamente se sabe que el todo es mayor que su
parte. Por eso, una vez comprendido lo que significa este
nombre, Dios, inmediatamente se concluye que Dios existe. Si con este nombre se
da a entender lo más inmenso que se puede comprender, más inmenso es lo que
se da en la realidad y en el entendimiento que lo que se da sólo en el
entendimiento. Como quiera que comprendido lo que significa este
nombre, Dios, inmediatamente está en el entendimiento, habrá que concluir que
también está en la realidad. Por lo tanto, Dios es evidente por sí mismo.
3. Que existe la verdad es evidente por sí mismo, puesto que quien niega que la
verdad existe está diciendo que la verdad existe; pues si la verdad no existe, es
verdadero que la verdad no existe. Pero para que algo sea verdadero, es necesario
que exista la verdad. Dios es la misma verdad. Jn 14,6: Yo soy el camino, la verdad
y la vida. Por lo tanto, que Dios existe es evidente por sí mismo.
Contra esto: Nadie puede pensar lo contrario de lo que es evidente por sí mismo,
tal como consta en el Filósofo, IV Metaphys. (3) y I Poster. (4) cuando trata los
primeros principios de la demostración. Sin embargo, pensar lo contrario de que
Dios existe, sí puede hacerse, según aquello del Sal 52,1: Dice el necio en su
interior: Dios no existe. Por lo tanto, que Dios existe no es evidente por sí mismo.
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Por el contrario, si algunos no conocen en qué consiste el predicado y en qué el
sujeto, la proposición será evidente en sí misma, pero no lo será para los que
desconocen en qué consiste el predicado y en qué el sujeto de la proposición. Así
ocurre, como dice Boecio, (5) que hay conceptos del espíritu comunes para todos y
evidentes por sí mismos que sólo comprenden los sabios, por ejemplo, lo
incorpóreo no ocupa lugar.
Por consiguiente, digo: La proposición Dios existe, considerada en sí misma, es
evidente por sí misma, ya que en ella sujeto y predicado son lo mismo, pues Dios
es su mismo ser, como veremos (q.3 a.4). Pero, puesto que no sabemos en qué
consiste Dios, para nosotros no es evidentea, sino que necesitamos demostrarlo a
través de aquello que es más evidente para nosotros y menos por su naturaleza,
esto es, por los efectos.
A las objeciones:
1. Conocer de un modo general y no sin confusión que Dios existe, está impreso
en nuestra naturaleza en el sentido de que Dios es la felicidad del hombre; puesto
que el hombre por naturaleza quiere ser feliz, por naturaleza conoce lo que por
naturaleza desea. Pero a esto no se le puede llamar exactamente conocer que Dios
existe; como, por ejemplo, saber que alguien viene no es saber que Pedro viene
aunque sea Pedro el que viene. De hecho, muchos piensan que el bien perfecto del
hombre, que es la bienaventuranza, consiste en la riqueza; otros, lo colocan en el
placer; otros, en cualquier otra cosa.
2. Es probable que quien oiga la palabra Dios no entienda que con ella se expresa
lo más inmenso que se pueda pensar, pues de hecho algunos creyeron que Dios era
cuerpo. No obstante, aun suponiendo que alguien entienda el significado de lo que
con la palabra Dios se dice, sin embargo no se sigue que entienda que lo que
significa este nombre se dé en la realidad, sino tan sólo en la comprensión del
entendimiento. Tampoco se puede deducir que exista en la realidad, a no ser que
se presuponga que en la realidad hay algo tal que no puede pensarse algo mayor
que ello. Y esto no es aceptado por los que sostienen que Dios no existe.
3. La verdad en general existe, es evidente por sí mismo; pero que exista la
verdad absoluta, esto no es evidente para nosotros.
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Notas:
PREGUNTAS
1. ¿Puedes esbozar cómo Santo Tomas ha organizado este artículo?
2. Crees que Santo Tomás ha agotado exhaustivamente el tema?
3. ¿Te ha gustado la forma de razonamiento de Santo Tomás?
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2. CONTEXTO*
“El realismo ingenuo. Comprensión materialista espontánea del mundo, propia de”
“todo hombre, convicción de que todos los objetos existen independientemente de”
“la conciencia humana. Sin embargo, el realismo ingenuo no es una concepción del”
“mundo científica, consecuente y teóricamente racionalizada. El idealismo”
“subjetivo (Berkeley, Mach y otros) da una interpretación falsa del realismo”
“ingenuo. Los machistas, por ejemplo, afirmaban que el realismo ingenuo es una”
3
“mundividencia según la cual el hombre sólo trata con sus sensaciones, y el”
“problema de la existencia del mundo material carece para él de toda significación.”
(Diccionario de filosofía · 1984:363-364)
3. EXPERIENCIA*
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4. REFLEXIÓN*
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que es; ya que la pregunta qué es presupone” “otra: si existe. Los nombres dados
a Dios se fundamentan en los efectos, como probaremos” “más adelante (q.13
a.1). De ahí que demostrando por el efecto la existencia de Dios,” “podamos tomar
como base lo que significa ese nombre Dios”
“3 A la tercera hay que decir: Por efectos no proporcionales a la causa no se puede
tener un conocimiento exacto de la causa. Sin embargo por cualquier efecto puede
ser demostrada” “claramente que la causa existe, como se dijo (sol). Así, por
efectos divinos puede ser” “demostrada la existencia de Dios, aun cuando por los
efectos no podamos llegar a tener un” “conocimiento exacto de cómo es Él en sí
mismo.”
“El insensato tiene que convenir en que tiene en el espíritu la idea de un ser por”
“encima del cual no se puede imaginar ninguna otra cosa mayor, porque cuando”
“oye enunciar este pensamiento, lo comprende, y todo lo que se comprende está”
“en la inteligencia; y sin duda ninguna este objeto por encima del cual no se puede”
“concebir nada mayor, no existe en la inteligencia solamente, porque, si así fuera,”
“se podría suponer, por lo menos, que existe también en la realidad nueva”
“condición que haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia más que en”
“el puro y simple pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por encima del cual”
“no hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia, sería sin embargo, tal,”
“que habría algo por encima de él, conclusión que no sería legítima. Existe, por”
“consiguiente, de un modo cierto, un ser por encima del cual no se puede imaginar”
“nada, ni en el pensamiento ni en la realidad” ( Obras completas de San Anselmo,”
“editorial BAC, pp 367)”
“Después de lo cual, hube de reflexionar que, puesto que yo dudaba, no era mi ser”
“enteramente perfecto, pues veía claramente que hay más perfección en conocer”
“que en dudar; y se me ocurrió entonces indagar por dónde había yo aprendido a”
“pensar en algo más perfecto que yo; y conocí evidentemente que debía de ser por”
“alguna naturaleza que fuese efectivamente más perfecta. En lo que se refiere a”
“los pensamientos, que en mí estaban, de varias cosas exteriores a mí, como son”
“el cielo, la tierra, la luz, el calor y otros muchos, no me preocupaba mucho el”
“saber de dónde procedían, porque, no viendo en estos pensamientos nada que”
“me pareciese hacerlos superiores a mí, podía creer que, si eran verdaderos, eran”
“unas dependencias de mi naturaleza, en cuanto que ésta posee alguna perfección,”
“y si no lo eran, procedían de la nada, es decir, estaban en mí, porque hay defecto”
“en mí. Pero no podía suceder otro tanto con la idea de un ser más perfecto que”
“mi ser, pues era cosa manifiestamente imposible que la tal idea procediese de la”
“nada; y como no hay la menor repugnancia en pensar que lo más perfecto sea”
“consecuencia y dependencia de lo menos perfecto que en pensar que de nada”
“provenga algo, no podía tampoco proceder de mí mismo; de suerte que sólo”
“quedaba que hubiese sido puesta en mí por una naturaleza verdaderamente más”
“perfecta que soy yo, y poseedora inclusive de todas las perfecciones de que yo”
“pudiera tener idea; esto es, para explicarlo en una palabra, por Dios.”
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“[Dios, causa de mi ser imperfecto.]”
“ A esto añadí que, supuesto que yo conocía algunas perfecciones que me”
“faltaban, no era yo el único ser que existiese (aquí, si lo permitís, haré uso”
“libremente de los términos de la escuela), sino que era absolutamente necesario”
“que hubiese algún otro ser más perfecto de quien yo dependiese y de quien”
“hubiese adquirido todo cuanto yo poseía; pues si yo fuera solo e independiente de”
“cualquier otro ser, de tal suerte que de mí mismo procediese lo poco en que”
“participaba del Ser perfecto, hubiera podido tener por mí mismo también, por”
“idéntica razón, todo lo demás que yo sabía faltarme, y ser, por lo tanto, yo”
“infinito, eterno, inmutable, omnisciente, omnipotente y, en fin poseer todas las”
“perfecciones que podía advertir en Dios.”
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El argumento cosmológico (Cf Celso Vargas Elizondo El argumento de la existencia
de Dios en la Monadología)
Oppy presenta, este tipo de argumentos toma la siguiente forma:
1. Un ser contingente existe (es decir, pudo no existir).
2. Este ser contingente tiene una causa o explicación de su existencia.
3. La causa o explicación de su existencia tiene que ser diferente del ser
contingente por sí mismo.
4. Lo que causa o explicación de la existencia de este ser contingente debe ser, o
bien, otros seres contingentes, o debe incluir un ser no contingente (necesario).
5. Los seres contingentes por sí mismos no pueden proporcionar una adecuada
explicación de la existencia de un ser contingente
6. Por lo tanto, lo que causa o explica la existencia de este ser contingente debe
incluir un ser no contingente (necesario)
7. Por lo tanto, un ser necesario (un ser tal que si existe no puede no existir)
existe” (2011, p. 4).
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4.2.2. ARGUMENTOS EN CONTRA.
Primera Negación.
De lo finito sólo se puede tener lo finito, nunca lo infinito. Por lo tanto, los seres
finitos no pueden dar un concepto de la esencia divina.
Segunda Negación.
Tercera Negación.
Cuarta Negación.
Sólo podemos llegar a la existencia de Dios si la voluntad es recta (si tenemos fe).
Si nuestro conocimiento de Dios no depende de la validez de los raciocinios
especulativos, sino de la voluntad (de la fe), entonces la existencia de Dios no es
racional.
4.2.3. ACLRACIONES:
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• Si los objetos sensibles mantienen relación con los objetos trascendentes, el
conocimiento puede conocer que el objeto trascendente existe.
- Primera vía
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“2) La segunda es la que se decuce de la causa eficiente. Pues nos encontramos”
“que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no”
“encontramos ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería”
“anterior a sí mismo, cosa imposible. En las causas eficientes no es posible”
“proceder indefinidamente porque en todas las causas eficientes hay un orden: la”
“primera es la causa intermedia; y ésta sea una o múltiple, lo es de la última.”
“Puesto que si se quita la causa, desaparece el efecto, si en el orden de causas”
“eficientes no existiera la primera, no se daría tampoco ni la primera ni la”
“intermedia. Si en las causas eficientes llevásemos hasta el infionito este proceder,”
“no existiría la primera causa eficiente; en consecuencia no habría efecto último”
“ni causa intermedia; y esto es absolutamente falso. Por lo tanto, es necesario”
“admitir una causa eficiente primera. Todos la llaman Dios”
- Tercera vía
Contingencia: De los seres contingentes al Ser Necesario. Las cosas que conocemos
pueden existir o no. Pueden ser producidas o no. Lo que quiere decir que estas
cosas en algún tiempo no existieron, es contingente. Todo lo que conoce la ciencia
y la experiencia es contingente. Hubo un tiempo en que no existió. Pero ahora
existe. Lo contingente reclama un Ser necesario.
Leamos a Santo Tomás, obra ya citada página 112:
“3)La tercera es la que se deduce a partir de lo posible y de lo necesario. Y dice:”
“Encontramos que las cosas pueden existir o no existir, pues pueden ser”
“producidas o destruidas, y consecuentemente es posible que existan o que no”
“existan. Es imposible que las cosas sometidas a tal posibilidad existan siempre,”
“pues lo que lleva en sí mismo la posibilidad de no existir, en un tiempo no existió.”
“Si, pues, todas las cosas llevan en sí mismas la posibilidad de no existir, hubo un”
“tiempo en que nada existió. Pero si todo esto es verdad, tampoco ahora existiría”
“nada, puesto que lo que no existe no empieza a existir más que por algo que ya”
“existe. Si pues, nada existía, es imposible que empezara a existir; en”
“consecuencia nada existiría; y esto es absolutamente falso. Luego no todos los”
“seres son solo posibilidad; sino que es preciso algún ser necesario. Todo ser”
“necesario encuentra su necesidad en otro, o no la tiene. Por otra parte, no es”
“posible que en los seres necesarios se busque la causa de su necesidad llevando”
“este proceder indefinidamente, como quedó probado al tratar las causas”
“eficientes (num 2). Por lo tanto es preciso admitir algo que que sea”
“absolutamente necesario, cuya causa de necesidad no esté en otro, sino que él”
“la causa de necesidad de la necesidad de los demás. Todos le dicen Dios.”
- Cuarta vía
Grados de perfección: Encontramos en las cosas distintos grados en torno a la
bondad, veracidad, nobleza y otros valores. Estos grados se parangonean con
respecto a a un máximo, un sumo, una perfección, que lo causa.
Leamos a Santo Tomás, obra ya citada página 112:
“4) La cuarta se deduce de la jerarquía de valores que encontramos en las cosas.”
“Pues nos encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se“
“dan en las cosas. En unas más y en otras menos. Pero este más y este menos se“
”dice de las cosas en cuanto se aproximan más o menos a lo máximo. Así, caliente”
“se dice de aquello que se aproxima más al máximo calor. Hay algo, por tanto, que”
“es muy veráz, muy bueno, muy noble, y, en consecuencia, es el máximo ser,”
“pues las cosas que son sumamente verdaderas, son seres máximos, como se dice”
“en II Metaphys (ARISTÓTELES, Iα c.1 n.5 BK 993b30: S.Th. lect.2 n.298). Como”
“quiera que en cualquier género, lo máximo se convierte en causa de lo que le”
“pertenece a tal género – así el fuego que es el máximo calaor, es causa de los”
“calores, como se explica en el mismo libro (ARISTÓTELES, Iα c.1 n.5 BK 993b25:”
“S.Th. lect.2 n.298)-, del mismo modo hay algo que en todos los seres es causa de”
“su existir, de su bondad, de cualquier otra perfección, Le llamamos Dios“
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- Quinta vía
Finalidad: “La Naturaleza busca instintivamente lo que le conviene” (Aristóteles: 1
Física, libro II -3 198b). Todo actúa según un orden. Se mueve por un fin. Este
orden no puede salir del caos. De los seres ordenados pasamos a la inteligencia
suprema que ordenó todo.
Leamos a Santo Tomás, obra ya citada página 112-113:
“5) La quinta se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Pues vemos que”
“hay cosas que no tienen conocimiento, como son los cuerpos naturales, y que”
“obran por un fin. Esto se puede comprobar observando cómo siempre o a menudo“
“obran igual para conseguir lo mejor. De donde se deduce que, para alcanzar su”
“objetivo, no obran al azar, sino intencionadamente. Las cosas que no tienen”
“conocimiento no tienden al fin sin ser dirigidas pro alguien con conocimiento e”
“inteligencia, como la flecha el arquero. Por lo tanto, hay alguien inteligente por el”
“que todas las cosas son dirigidas al fin. Le llamamos Dios”
Santo Tomás recurre, como vemos en las citas al pensamiento de otros filósofos.
Pero su trabajo ha consistido en estructurar de tal modo que partiendo de la
realidad, explica desde la realidad la verdad de Dios. Remarca inicalmente la
Aseidad, que es la cualidad del ser que existe por sí mismo y que posee en sí el
principio de su existencia. Pero él mismo explica que una cualidad de conocimiento
que por ser limitados, no lo podemos lograr.
- CONCLUSIÓN:
En la "Suma de Teológía", primera parte, artículo 3, (op cit pp 110 y 113), el autor
y Doctor angélico inicia el mencionado artículo precisamente con este título. Para
mantener la pureza de su pensamiento, trancribimos el texto:
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“Respuesta a las objeciones:”
“1. A la primera hay que decir: Escribe San Agustín en el Enchiridio (C,2: ML”
“40,236): “Dios, por ser el bien sumo, de ninguna manera permitiría que hubiera”
“algún tipo de mal en sus obras. A no ser que, por ser omnipotente y bueno, del”
“mal sacara un bien.” Esto pertenece a la infinita bondad de Dios, que puede”
“permitir el mal para sacar de él un bien”.
“2. A la segunda hay que decir: Como la naturaleza obra por un determinado fin a”
“partir de la dirección de alguien superior, es necesario que las obras de la”
“naturaleza también se reduzcan a Dios como su primera causa. De la misma”
“manera también, lo hecho a propósito es necesario reducirlo a alguna causa”
“superior que no sea la razón y la voluntad humanas; puesto que estas son”
“mudables y perfectibles. Es preciso que todo lo sometido a cambio y posibilidad”
“sea reducido a algún primer principio inmutable y absolutamente necesario, tal”
“como ha sido demostrado (sol).”
- Panteísmo
Si Dios es el origen de todo, todo participa del ser de Dios, por tanto todo es Dios.
- Necesidad divina.
Dices que Dios es el origen de todo y que todo brota de esta fuente y volverá a Él,
por tanto la realidad es una emanación necesaria de Dios
Dices que Dios es el origen de todo, pero en la creación aparece el mal que la
destruye. El hombre se destruye y destruye su medio. Entonces Dios es ajeno a su
creación.
Respondemos: Ser ajeno a su creación, implica haber creado por crear, vale decir
sin una finalidad. El carecer de finalidad implicaría una falla racaional. Esto es un
absurdo. Dios es la suprema Inteligencia.
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- El materialismo
Respondemos:
a. Dices, solo se transforma, pero el segundo principio de termodinámica habla
de irrevirsibilidad y entropía. Nos muestra a las claras un deterioro y éste
irreversible. Por lo tanto la eternidad de la materia, hasta hoy, está
científicamente no demostrado.
b. El principio de origen nos dice que de la nada no sale nada. O dicho de otro
modo, las consecuencias nunca pueden ser mayores que sus causas, por el
principio de origen. El pensamiento, el sentimiento y a la inteligencia son
fenómenos superiores a la materia.
Conclusión: Es falso que la materia sea el origen y fin de toda la realidad
5. ACCIÓN*
Después de habernos ubicado en nuestra realidad,
Actúa de haber revivido nuestras propias experiencias,
sentir en nosotros las experiencias ajenas, de haber
reflexionado todas ellas a la luz del conocimiento y
de la realidad humana, necesariamente debe
producirse un cambio en nosotros mismos y en
nuestro actuar, en nuestro modo de seguir
viviendo.
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6. EVALUACIÓN *
En este momento debes evaluar dos aspectos. El
primero, el dominio sistemático de los contenidos
desarrollados, cuya ponderación numérica importa a
Evalúate la administración académica.
El segundo, el más importante es tu desarrollo
armónico como ser humano, que es de tu
incumbencia exclusiva. Pero como miembro de una
comunidad humana, te hace responsable en la
formación de una comunidad armónica. Este
aspecto no va a la administración académica. Sí a
tu cualidad profesional
7. REPETICIÓN
La repetición no es volver sobre lo que se ha estudiado sino
sobre lo que ha producido los sentimientos más hondos, las
respuestas más profundas y los núcleos estructurales más
Lee significativos con el fin de aprender más, de integrar mejor
los que se ha conocido, de analizar el conjunto de manera
adecuada y de suscitar la aplicación de lo aprendido. (Cf
Carlos Vásquez ACODESI 2006). Por ello te propongo las
siguientes lecturas.
De ellas tendrás que captar las ideas principales y los criterios o
argumentos que encierran tales afirmaciones que en ella se dan.
En la próxima clase tendremos una evaluación de diez minutos en la que
identificarás la afirmación que guarde coherencia con las lecturas
realizadas, dadas varias afirmaciones en torno a ellas.
Introducción
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medidas trayendo como consecuencia visiones reducidas de Dios, como por
ejemplo: los deístas, los panteístas, los idealistas kantianos, etc.
En nuestros días percibimos -por el avance del secularismo- la ausencia de Dios en
las estructuras de nuestra sociedad, una sociedad que termina poniendo a Dios
"entre paréntesis", regida por un estribillo cada vez más común: "si Dios no está en
mi vida práctica y no tengo como probar si existe o no existe, entonces no me
interesa".
Ante este panorama, los católicos enfrentamos la urgencia de hacer una opción
clara y decidida por anunciar con sólidos argumentos que Dios sí existe y está muy
cerca de cada uno de nosotros.
Por ello, seguidamente señalaremos los principales postulados que nos permiten
afirmar que Dios existe, es real y es cercano.
Empezaremos con las cinco vías que Santo Tomás de Aquino desarrolló hace más
de 700 años para demostrar la existencia de Dios, desde un conocimiento a
posteriori, es decir una manera de aproximarse a la realidad divina desde la
experiencia sensible, que va de lo conocido a lo desconocido, de lo sensible a lo
espiritual, de los efectos a la causa suprema.
3) Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un
tercero, y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no
habría un primer motor, y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los
motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del
primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano.
Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido
por nadie.
4) Este primer motor que no es movido por nadie es el que todos entienden por
Dios. Luego Dios existe.
Segunda vía: Se basa en la causalidad eficiente
1) Nos consta por experiencia que hay en el mundo sensible un orden determinado
entre las causas eficientes, pues están subordinadas esencialmente entre sí para la
producción de un efecto común.
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2) Pero no se da, ni es tampoco posible, que una cosa sea causa de sí misma, ni en
el orden del ser ni en el de la operación, pues en tal caso habría de ser anterior a sí
misma, y esto es imposible.
3) Ahora bien: esa serie de causas eficientes, subordinadas esencialmente entre sí,
no se puede prolongar indefinidamente, porque siempre que hay causas eficientes
subordinadas, la primera es causa de la intermedia, y ésta causa de la última. Cada
una de estas causas actúa por influjo de las causas que la preceden. Y así tenemos
que, suprimida una causa se suprime su efecto. Por consiguiente, si no existiese
una causa primera, tampoco existiría la intermedia, ni la última. Si, pues, se
prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente
primera y, por tanto, no habría efecto último, ni causa eficiente intermedia, cosa
falsa a todas luces.
4) Esta causa eficiente primera, que no es causada por ninguna otra, a la que están
subordinadas todas las demás causas; es decir, esta causa eficiente incausada es
llamada por todos Dios. Luego Dios existe
2) Ahora bien: es imposible que los seres contingentes hayan existido siempre, ya
que lo que tiene la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que no fue. Es decir,
los seres contingentes, que tienen la posibilidad de existir y de no existir, reciben la
existencia, no por sí mismos, sino por otro ser que ya existe. Así, pues, los seres
contingentes son, por esencia, efecto, seres que piden causa, seres que alguna vez
han comenzado a existir causados por otro.
Pero, como ya se demostró antes (segunda vía), es imposible y absurdo que haya
una serie infinita de seres contingentes, es decir, de causas subordinadas, ya que
es imposible que sólo existan efectos.
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más perfecto que el vegetal; y éste más perfecto que el mineral. Lo propio se ha de
decir de la bondad, de la verdad, de la nobleza y de otras perfecciones semejantes,
las cuales están realizadas en todos los seres según una diversidad de grados, en
virtud de la cual unos seres son más perfectos que otros.
3) Pero como es imposible admitir una serie infinita de causas limitadas, causadas,
en este proceso de ascensión, llegamos a una primera causa en donde todas esas
perfecciones se encuentran en grado sumo y en toda su plenitud. Por lo tanto, ha
de existir algo que sea verísimo, nobilísimo, bellísimo y óptimo, y por ello ente o ser
supremo, pues lo que es verdad máxima es máxima entidad.
Ahora bien: quien tiene una perfección pura en grado máximo, o por
esencia, es causa de esta perfección en todos aquellos que la poseen en
grado inferior, o por participación. Además, no puede ser más que un único
ser, una única perfección subsistente en sí misma, una única perfección en
toda su plenitud y totalidad.
4) Por consiguiente, existe algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su
bondad, de su belleza y de todas sus perfecciones, porque se trata del Ser sumo,
de la Verdad suma, de la suma Bondad; y a este ser todos lo llamamos Dios. Luego
Dios existe.
1) Vemos que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales,
obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre,
obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene, es decir, su
plena evolución y desarrollo, o la conservación de su especie, o el orden dinámico
del cosmos, etc., por lo que se comprende que no van a su fin obrando al azar, sin
rumbo ni orientación, sino intencionadamente.
2) Ahora bien: los seres que carecen de conocimiento no pueden tender a sus
respectivos fines si no los dirige un ser inteligente que conozca dicho fin, a la
manera como el arquero dirige la flecha.
3) Esta inteligencia ordenadora no puede estar ordenada por una serie indefinida de
inteligencias, sino que es preciso llegar a un ser inteligente supremo, que consiste
en su mismo acto de entender, un entender infinito, subsistente y único; es decir,
que es el origen y el fundamento de todas las demás inteligencias que conocen y
dirigen las cosas carentes de conocimiento a sus propios fines.
4) Luego existe un Ser inteligente supremo que dirige todas las cosas naturales a
sus respectivos fines, y a este Ser lo llamamos Dios. Luego Dios existe.
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