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PEP IEEy art.es project #12: Tim ened (DVD inside) artes Rellections Dopo Dpch 8Oxb0em eu fear Texas imagenes! Al nas: sane Un cro a cumra /senes 800908002008) Fogate tas /tanbae pcgatia Ts Historias nomadas de un cuerpo hibrido y subversivo (Eran vero tow) (Cuerpo que trae cuerpo. Cuerpo que rechaza cuerpo. Cuerpo que se desplaza, que ransita, que enajena, Cuerpo que distibuye cuerpos, que sospecha, que contempie. ‘Cuerpos que se depostan, que se contolan, que se aoreden CCuerpos que ibe cuerpos. que enajeran cuerpos. que se desconocen Cuerpo que necesita everpos (Cuerpos que desean cverpos, que cazan cuerpos, que araviesan cuerpos. Vietor Vazquez El arte producido en el Caribe esta plagado de imagenes alusivas a fenémenos migratorios de diversa indole, tanto por sus motivaciones Como por las circunstancias del viaje. Ese imaginario uidpico asociado al desplazamiento geografico como signo caribefio (obviamente, no reducido a ese espacio) es redimensionado en Contextos insulares como Republica Dominicana, Haitl, Cuba 0 Puerto Rico, teniendo cada uno caracterisicas especifcas eneradas a partir de condicionamientos historicos divergentes y ‘marcadas particularidades politcas. Precisamente, Un cuerpo a cuerpo (dislocacién-encuentro- desplazamiento), uno de los més recientes proyectos de Victor ‘Vazquez (producido en Paris), entronca con esa vocacion simbdlica {que deconstruye los relatos escapistas que yacen tras la existencia {dol sujeto que emigra. La metamorfosis del cuerpo de ese indivi, transformado entonces en inmigrante", provocada porla adapiacién de la memoria a un paisaje de batalas desconecidas, es anaizada or este artista con la perspectiva minuciosa del crminalista, del que Suset Sanchez reconoce tras un elemental derecho humano la presencia sospechosa de un “lito” La pottica de Victor Vazquez, emperiada en desentrafiar las claves ‘dentiarias que envuelven al hombre segun sus nexos culturales, religiosos, ideol6gicos y sentimentales, ora a través de metéforas {que condensan e!repertorio dela fe, ora segun la vision simbdlica de la historia, necesariamente no ha podido estar ajena a la condicén Colonial puertoriquefia. Justamente, ese detalle que enreda la historicidad insular en los repertorios espaciales impuestos por Estados Unidos, cualifca la reflexién sobre las. migraciones: realzada por un artista de Puerto Rico. La ambivalencia que en la narracion de una historia propia implica el reconocer el dominio de los Estados Unidos, desvela al mismo tiempo las ventajas pragmaticas que en el terreno de un mundo glabalizado acarrea el simple hecho burocratico de poseer un pasaporte norteamoricano. Sin. embargo, la realidad excede los contratos sociales: el puertorniqueno que emigra, no deja de ser latino, inruso, diferent. La agonia pristina que para muchos constituye el hecho inicial de trasponer fronteras, es redimersionada cuando se constata la hipocresia colonial, pues no se poseen los mismos derechos porque las marcas cutturales acrecientan as diferencias. ‘Aunque no se agote en la reflexion sobre el ser puertorriquefo, Un Cuerpo a cuerpo plantea un didlogo intimo sobre el sentido de la ‘entidad en una nacion impregnada de una historia adversa. La persistencia det estatuto colonial en el siglo XX| borinquefo, Indiscutilemente mantiene reverberante un debate poitco sobre el deber ser del cludadano puertorquef, y un incurso moral y tico Poisec Poizner eotoem ‘Gunado a a resistencia. Sin embargo, estas fotografias de Vazquez, ‘que no desconocen el trauma insular historico, representan un SSosegado sentimiento de tolerancia que pudiera llamar la atencién ebro el reconocimiento cultural mutuo de quienes habitan un ‘espacio que no se restringe a un conficto de polaridades poliicas. Dos cuerpos enfrentados, amén de ideologias, siguen siendo puertoriquefios: seguramente, hay muchas cosas que unen a esos feverpos, y tan solo unas pocas los separan. Por qué alimentar con ‘eldesencuentrola ragecia delanacion? No obstante, circunserbir los alcances de un proyecto como Un leverpo a cuerpo alos margenes de un discurso nacionalista,imitaria ft signo universal de un fenémeno tan dramético como lrico. De hecho, apelar a la construccion de una geografia humana en la que ft cuerpo es la Unica trontera, el limite imperecedero, el margen penetrable y ituminable, se convierte en una apologia heterotopica {que entroniza la subversién de los discursos oficiales como légica or excelencia. ustamente, los cambios que diatras dia se verifcan fen las ciudades contemporéneas (resultado de la confluencia de Jeuevos rostros, costumbres, tradiciones, modas, conductas... que trae consigo la figura del inmigrante) dinartan el estado vegetatwo ie las historias continentales de Occidente. La década de los foventa ha sido el tesigo fie! y asombrado de las mutaciones perfladas en las cudades europeas, a las que han llegado masas Indefinibles de personas provenientes de Asia, Medio Orente, Aitica, América Latina y Europa del Este. La presencia multicultural de esas subjetividades esta deconstruyendo una historia eurocéntrica fomentada a través del trayecto inverso que trazaron los episodios coloniales sucedidos continuamento hasta l siglo XX. Victor Vazquez explora el rostro mestizo que cada ver se deja ver mas. por esas ciudades, buscando las huellas borrosas de ‘dentidades que se trastrocan en la multtud de transetntes que deambulan por las plazas, ahora encontrados en un saludo, en otra ‘ocasién sospechando de la apariencia extrafa del otro, por el color de su piel por el idioma ininteligibe. Sin embargo, esas caras van perdiendo a ratos sus sefiales evidentes de identdad, los vestigios dde una nacionalidad y de otras tantas construcciones limitrofes

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