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Mt 5, 21-22a.
21
Ustedes han escuchado lo que se dijo a sus antepasados: “No mataras; el homicida
tendrá que enfrentarse a un juicio.” 22 Pero yo les digo: Si uno se enoja con su hermano,
es cosa que merece juicio. El que ha insultado ha insultado a su hermano, merecer ser
llevado ante el Tribunal Supremo; si lo ha tratado de renegado de la fe, merece ser
arrojado al infierno.
Mt 5, 31-32a.
31
También se dijo: “El que se divorcie de su mujer, debe darle un certificado de
divorcio.” 32Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, fuera del caso de
unión legítima, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la
mujer divorciada, cometerá adulterio.
Mt 5, 43-44a.
43
Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu
enemigo.” 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores.
Mt 9, 1-8.
1
Jesús volvió a la barca, cruzo de nuevo el lago y vino a su ciudad. 2 Allí le llevaron a
un paralitico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de esos hombres, dijo al
paralitico: “¡Animo, hijo; tus pecados quedan perdonados!”
3
Algunos maestros de la Ley pensaron: “¡Qué manera de burlarse de Dios!”
4
Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “¿Por qué piensan mal?”
5
¿Qué es más fácil: decir “Quedan perdonados tus pecados” o “Levántate y anda”? 6
Sepan, pues, que el Hijo de Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.”
Entonces dijo al paralitico: “Levántate, toma tu camilla y vete a casa.” 7 Y el paralitico
se levantó y se fue a su casa.
8
La gente, al ver esto, quedó muy impresionada y alabo a Dios por haber dado tal poder
a los hombres.
La gente al presenciar un milagro tan evidente quedo impresionada; pero este hecho
remitía a algo muy distinto, nos referimos al poder de perdonar los pecados que solo
pertenece a Dios.
Por otro lado, evidenciamos los rasgos inauditos que muestra la religiosidad de Jesús, que
provocaban la ira e indignación de los píos de aquel tiempo. En conclusión, podemos
decir que Jesús no se adecuaba a ningún standard que solemos encontrar; porque, exige
una conversión que no atañe solamente a nuestra forma superficial de comportamiento
sino a algo más profundo del hombre, a su corazón.
Mt 25, 31-45.
31
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se
sentara en el trono de gloria, que es suyo. 32 Todas las naciones serán llevadas a su
presencia, y separara a unos de otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los
chivos. 33 Colocara a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda.
34
Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre y
tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del
mundo. 35 Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y me dieron de
beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. 36 Anduve sin ropas y me
vistieron, Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.
37
Entonces los justos dirán: “Señor, ¿Cuándo e vimos hambriento y te dimos de comer,
o sediento y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa
y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? 40 El Rey
responderá: “En verdad les digo que cuando lo hicieron con alguno de los más
pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.”
41
Dirá después a los que estén a la izquierda: “¡Malditos, aléjense de mí y vayan al
fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!
42
Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de
beber; 43 era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa no me vistieron;
estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.”
44
Estos preguntaran también: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento,
desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?” 45 El rey les
responderá: “En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más
pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí.”
45
Y estos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.
En el juicio final lo que obra es el principio ético, aun mas especifico el conjunto de
normas morales que rigen la conducta de una persona en relación con el bien o el mal,
porque las acciones que las personas toman con otros aún más pequeños que Jesús al
momento de decidir si brindarle ayuda o no determinan si están o no con Él, dicho de otra
forma Jesús es un criterio de identidad entre el bien y el mal; puesto que, Él es el bien y
no estar con Él es el mal.
Entonces, si una acción del hombre es buena es porque es por Jesús y es mala si se le
excluye.