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Caterina D’Onofrio Historia política y social argentina

La Republica Perdida
1 Caracteriza conceptualmente cada etapa de la historia argentina vista en la película. Consigne actores principales,
planteos ideológicos y consecuencias socio-políticas.
2 Busque un hilo conductor, explicitando sus derivaciones políticas, sociales y económicas.

1 En el 1928 Yrigoyen fue elegido por la segunda vez presidente de la nación (fue elegido por la primera vez en el 1916
con el uso por la primera vez del voto universal), su gobierno estaba contra la oligarquía. El 6 septiembre del 1930 el
general Uriburu derrocó a Yrigoyen, quien presentó su renuncia por escrito. Dos días después, el general Uriburu
asumió el poder, empezando así la “Década Infame” que terminará con el golpe de estado en el 1943. El gobierno de
Uriburu tenía una cara fascista y fue un gobierno muy duro. Uriburu adoptó los instrumentos políticos utilizados por el
precedente gobierno radical: las intervenciones en las provincias. Las elecciones realizadas en Buenos Aires en abril del
1931 fueron anuladas. Los deseos políticos de Uriburu nunca se realizaron. En el 1932 asumió el poder Justo, que en el
1931 había creado la Concordancia para sostener su candidatura y neutralizar las aspiraciones de perduración por parte
de la dictadura militar del general Uriburu, la proscripción de los candidatos de la Unión Cívica Radical, el uso del fraude
electoral masivo y de la violencia política sistemática. Esta Concordancia consistía en una alianza política formada entre
el Partido Demócrata Nacional (o Partido Conservador), la Unión Cívica Radical Antipersonalista y el Partido Socialista
Independiente. Justo estableció un orden político considerado ilegitimo a causa del uso abierto y generalizado del
fraude electoral, justificado como fraude patriótico por parte de sus dirigentes. La Concordancia se oponía a la Ley
Sáenz Peña del 1912, la cual estableció el sufragio universal masculino, secreto y obligatorio, y si bien nunca fue
derogada, en los hechos se volvió al antiguo régimen de voto cantado. En campo económico la Concordancia tuvo que
enfrentarse con la crisis económica y financiera que golpeó el mundo en el 1929. Durante la depresión la política
económica del gobierno de Justo se caracterizó por un gran desarrollo del Estado y la creación de múltiples organismos
públicos para la regulación de los mercados. El acto más importante del gobierno de Justo fue la firma del pacto Roca-
Runciman en el 1933 con Gran Bretaña, principal socio económico y comercial de Argentina. Este pacto sirvió a
Argentina para evitar que la política comercial inglesa favorable a los países de la Commonwealth (para proteger el
incipiente mercado de carne de estos países) afectara su balanza comercial. El pacto, de un lado, comprometía al Reino
Unido a continuar comprando carnes argentinas en tanto y en cuanto su precio fuera menor al de los demás
proveedores mundiales; del otro, Argentina aceptó la liberación de impuestos para productos británicos al mismo
tiempo que tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales. Paralelamente se creó el Banco
Central de la República Argentina con competencias para emitir billetes y regular las tasas de interés bajo la conducción
de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico. No obstante todas estas concesiones, se
le adjudicó además al Reino Unido el monopolio de los transportes de Buenos Aires.
Durante los años del gobierno de la Concordancia, el país experimentó una transformación económica y social: se inició
un gran desarrollo de la industria, sobre todo alrededor de la Ciudad de Buenos Aires y en menor medida Córdoba y
Rosario. Este desarrollo industrial produjo una gran migración interna del campo a la ciudad que, a su vez, transformó
completamente la composición de la clase obrera la cual, hasta ese momento, tenía una fuerte influencia de los
inmigrantes europeos.
En el mismo año en que se firmó el pacto Roca-Runciman, es decir en el 1933, se murió Yrigoyen, empezando así un
tiempo muy difícil para el radicalismo.
Al final del gobierno de Justo, se ponía el problema de la sucesión: los principales actores políticos hasta ese momento
fallecieron.
Durante las elecciones del 1938, que consagraron a Roberto M. Ortiz como sucesor de Justo, hubo un increíble fraude:
también votaron los muertos. Ortiz quería reestablecer un régimen menos fraudulento con la aprobación de algunas
reformas, pero su intención no obtuvo algún resultado. En el 1942, a causa de sus problemas de salud, se retiró del
cargo de presidente de la nación y asumió la presidencia su vicepresidente Ramón Castillo.
En el 1939 había empezado la II Guerra Mundial en Europa y, desde su principio, Argentina adoptó una política exterior
neutral, que continuó también durante el gobierno de Castillo. Esta política comportó una división en el ejército. Por lo
que se refiere a la política interior de Castillo, éste estableció una política autoritaria, que preveía el uso del
instrumento de la intervención federal. A causa del fraude electoral y de la fuerte corrupción el GOU (Grupo de
Oficiales Unidos) organizó una nueva marcha sobre Buenos Aires para derrocar a Castillo, que se retiró el 4 de junio del
1943, fecha que signa el segundo golpe de estado.
La política exterior de neutralidad compromiso las relaciones entre Argentina y Estados Unidos que, en frente a la
actitud argentina a mantener relaciones con el Eje, decidió retirar sus embajadores de Buenos Aires.
En el 1945 Argentina decidió romper sus relaciones con el Eje, declararle guerra y aceptó el invito a adoptar la Carta de
Chapultepec. En el mismo año fue invitada a participar a la Conferencia de San Francisco que dio origen a la
Organización de las Naciones Unidas.
Pero, por lo que se refiere a su interior, Argentina estaba dividida en dos: una parte pedía por el general Perón (que
había participado en el golpe de estado de junio del 1943) y, la otra se oponía a éste (sobre todo la Unión Democrática
con el apoyo de los Estados Unidos). Lo slogan de la campaña electoral de la época (1946) era “Braden o Perón”.
En las elecciones lindas, es decir sin fraude, del 24 febrero del 1946 triunfó Juan Domingo Perón.
Este estableció un nuevo régimen basado en el apoyo de la clase trabajadora. El gobierno de Perón se concentró sobre
el manejo económico, sobre todo sobre el incremento de las intervenciones del estado en la economía. La industria era
fundamental para el desarrollo económico argentino: era necesario sustituir las importaciones y redistribuir los ingresos
a través de los impuestos. En el 1947 fue sancionado el primer plan quinquenal (1947-1951) del gobierno peronista.
Este plan preveía el incremento de salarios; el pleno empleo; la redistribución del ingreso y su consecuente aumento
del consumo y la sustitución de importaciones. Todas estas políticas económicas condujeron a la estabilidad social.
Además, el gobierno peronista puso énfasis en el crecimiento de los pequeños empresarios, estos surgieron como
consecuencia de la diversificación de la industria. En el 1946 surgieron dos institutos argentinos importantes: el IAPI
(Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y el Banco de Crédito Industrial.
La sociedad argentina cambió mucho durante el gobierno de Perón: la clase media creció mientras la clase baja se
reducía, los salarios aumentaron y también el consumo. La sola clase que no se modificó fue la clase alta y la medio-
alta. Surgió la idea del “trabajador ideal”, es decir un modelo de moralidad a la base de la sociedad, un trabajador para
toda su vida activa y después, cuando no podía trabajar, se convertía en jubilado. En el 1947 fue introducido el voto
femenino.
Una figura muy importante por Perón fue su mujer Eva, presidenta del Partido Peronista Femenino y de la Fundación
Eva Perón, que tenía como objetivo lo de proporcionar asistencia social.
En el 1949 fue convocada una Comisión Constituyente para sancionar una nueva Constitución Nacional, en la que era
necesario inserir dos cuestiones importantes: los derechos sociales y la reelección consecutiva del presidente de la
Nación: lo que pasó en el 1951 cuando Perón fue elegido presidente de la nación por la segunda vez. Durante esas
elecciones las mujeres votaron por la primera vez. Su segundo gobierno empezó en el año siguiente y se caracterizó por
el creciente malcontento de los empresarios que se vieron reducidas algunas libertades sobre todo después de la
sanción del segundo plan quinquenal, cuyos objetivos eran la racionalidad productiva y las convocatorias a los sectores.
En el mismo año Eva se murió (1952) y, a partir de ese momento, empezó la decadencia del segundo gobierno de
Perón: se deterioraron las relaciones con la Iglesia, sobre todo después de la sanción de las leyes que establecían la
educación laica y el divorcio.
Además, aumentó la oposición a Perón: fuerzas armadas, Sociedad Rural Argentina, Partido Radical, Partido Demócrata
Progresista, Partido Socialista, la clase media-alta y la Iglesia. En frente a esta oposición el gobierno se Perón se hizo
más rígido: se le prohibió el uso de los medios de comunicación a la oposición.
El 16 junio del 1955 los militares de la aeronáutica y de la marina se sublevaron contra Perón y bombardearon a la Plaza
de Mayo: empezaba así el tercer golpe de estado argentino que dio comienzo a la época de la Revolución Libertadora.
No obstante, los tentativos de apaciguamiento intentados por Perón, éste fue obligado a presentar su renuncia y se
refugió en Paraguay, empezando su exilio.
Asumieron el gobierno Lonardi y su vice Rojas, pero éstos fueron derrocados por el general Aramburu (el golpe dentro
del golpe) con la justificación de no tener un comportamiento bastante duro con los peronistas. El principal objetivo del
nuevo gobierno era lo de “desperonizar” y tutelar a la sociedad: es decir, reeducar a las masas peronistas para
reintroducirlas en la sociedad. Aramburu siguió dos cursos de acción: en el plan político, proscribió el peronismo (al
partido estaba prohibido participar en las elecciones), intervino en la CGT, suspendió la convención colectiva del
trabajo, inhabilitó a los dirigentes políticos que apoyaron a Perón, “depuró” a las universidades y a los medios de
comunicación, derogó la Constitución Nacional del 1949 y reintrodujo la del 1853, pero con algunos ajustes (se
mantuvieron los derechos sociales al articulo 14 bis); en el plan económico, suprimió al IAPI, congeló los salarios y los
subsidios dirigidos al consumo. En frente a todas estas medidas represivas, surgió un movimiento de resistencia
formado por trabajadores peronistas, que gradualmente se radicalizó y se hacía llamar “Comandos de la Resistencia
Peronista”. El gobierno de Aramburu respondió muy duramente, y después de un conflicto, aplicó la Ley Marcial.
En el 1957 fue convocada una nueva Asamblea Constituyente para las elecciones organizadas por el año siguiente y la
Unión Cívica Radical se vio otra vez dividida en dos: la Unión Cívica Radical del Pueblo encabezada por Balbín-De
Castillo, no acuerdistas y la Unión Cívica Radical Intransigente cabezada por Frondizi-Gómez, acuerdistas. Frondizi, para
obtener los votos de los peronistas, en el 1958 tentó organizar una reunión con Perón, con el que constituir un nuevo
régimen. Pero, una vez elegido presidente de la nación, Frondizi hizo todo lo contrario de lo que había prometido
durante la campaña electoral y, por este fue abandonado por los que lo habían apoyado y ganó el apoyo de los que le
estaban en contra.
El programa político y económico de Frondizi estaba basado en el desarrollismo y en la teoría de la dependencia, es
decir que la política económica frondizista recurría principalmente a la radicación de empresas multinacionales, antes
que al Estado, como factor de impulso del desarrollo industrial. En campo de la educación, la política de Frondizi
estableció la enseñanza libre. Arturo Frondizi mantuvo una política de buenas relaciones con los países exteriores y
realizó varios viajes alrededor del mundo, llegando a ser el mediador principal entre Cuba y Estados Unidos durante la
crisis de los misiles del 1962. También durante la Conferencia de Punta del Este, Argentina tentó la vía de la resolución
pacifica entre los dos estados mencionados antes, pero nada pude en frente a la firme decisión tomada por los Estados
Unidos y otros países de expulsar Cuba del entero sistema interamericano (de la OEA, TIAR, …). Además, cuando el
presidente americano Kennedy impuso el bloqueo a Cuba, Frondizi se puso de lado de los Estados Unidos.
Pero, en el interior del país, Frondizi tenía muchos problemas con la masa obrera, la que continuaba a organizar huelgas
y rebeliones, a las que Frondizi replicó con una incesante acción militar. Los militares, durante el gobierno de Frondizi
habían ganado algunas concesiones. En el 1962 empezó el declino de Frondizi, que había dejado de ser un radical,
sobre todo cuando tentó blocar a los peronistas que habían ganado las elecciones en la provincia de Buenos Aires (en el
1962 el peronismo quedaba proscrito). El 29 de marzo 1962 el presidente Frondizi fue derrocado por un golpe de
estado, pero éste fue diferente de los precedentes porque tuvo un carácter civil en lugar de ser militar. El poder fue
asumido por José María Guido, un radical intransigente. Su gobierno fue siempre bajo control y supervisión de las
fuerzas armadas, que se reservaron el derecho de removerlo. Su breve mandato estuvo marcado por los
enfrentamientos armados entre facciones militares opuestas (azules y colorados). Los azules estaban de acuerdo con
permitir un acceso limitado a algunos dirigentes peronistas, con el fin de lograr la normalización institucional y al mismo
tiempo combatir a los grupos de extrema izquierda. Los colorados, por su parte, equiparaban al movimiento peronista
con el comunismo y abogaban por erradicarlo completamente. Los enfrentamientos terminaron en el 1963, con los
peronistas que se entregaron al Frente Nacional. En las elecciones del 1963 había tres posibilidades: la formula radical
de Illia; la Unión del Pueblo Argentino o Partido Demócrata Progresista con Aramburu y el Partido Intransigente con
Alende. En estas elecciones presidenciales limitadas, con proscripción del peronismo, resultó elegido presidente Arturo
Illia (UCRP), que asumió el poder el 12 de octubre de 1963, saliendo segundo el voto en blanco que muchos peronistas
utilizaron como forma de protesta. El primer acto de gobierno de Illia consistió en eliminar parte de las restricciones
que pesaban sobre el peronismo. Finalmente, en el 1965 el peronismo, que hasta aquel momento se quedaba
proscrito, pudo volver a participar a las elecciones, pero con el nombre de Unión Popular, aunque la prohibición al
general Perón siguió en pie.
La falta de reconocimiento de legitimidad al gobierno de Illia por parte de los ciudadanos peronistas y frondizistas, se
vio agravada por un plan de lucha del movimiento obrero, afectado por la decisión del gobierno de sancionar una
legislación sindical sin consultar a los sindicatos.
El 28 de junio de 1966, en una fría mañana de invierno se produjo el golpe militar en medio de la indiferencia de la
ciudadanía. Los militares forzaron a Arturo Illia a abandonar la presidencia y hacerse ellos nuevamente con el poder. El
general Julio Rodolfo Alsogaray, el brigadier Rodolfo Pío Otero, el coronel Luis Perlinger y un grupo de oficiales se
presentaron en el despacho presidencial para solicitarle que se retire de la Casa de Gobierno, asegurándole en todo
momento su integridad física.
Revolución argentina es el nombre con el que se autodenominó la dictadura cívico-militar que asumió el poder en el
1966. Esta no se presentó a sí misma «provisional» como en todos los golpes anteriores, sino que pretendió
establecerse como un nuevo sistema dictatorial de tipo permanente luego asociado al concepto de Estado burocrático
autoritario. La alta conflictividad política y social generada por esta dictadura incluyó una famosa fuga de cerebros,
puebladas insurreccionales, la aparición de organizaciones guerrilleras y luchas internas que produjeron dos golpes
palaciegos por los que se sucedieron en el poder tres dictadores militares: Juan Carlos Onganía (1966-1970), Roberto
Marcelo Levingston (1970-1971) y Alejandro Agustín Lanusse (1971-1973).
Un mes después del golpe de estado, las universidades públicas argentinas estaban entonces organizadas de acuerdo a
los principios de la Reforma Universitaria, que establecían la autonomía universitaria del poder político y el cogobierno
tripartito de estudiantes, docentes y graduados. El estallido ocurrió el 29 de julio de 1966 cuando estudiantes y
docentes manifestaban en la Universidad, en contra de un intento por parte del nuevo gobierno de facto, de revocar la
reforma universitaria. La represión fue particularmente violenta en las facultades de Ciencias Exactas y Naturales y de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La policía tenía órdenes de reprimir duramente. El nombre
proviene de los bastones largos usados por la policía para golpear con dureza a las autoridades universitarias, los
estudiantes, los profesores y los graduados, cuando los hicieron pasar por una doble fila al salir de los edificios, luego de
ser detenidos.
El 29 de mayo de 1969 ocurrió en la ciudad industrial de Córdoba uno de los mayores levantamientos populares de
masas de toda la historia argentina denominado como el Cordobazo.
El estallido tuvo como antecedentes otras grandes movilizaciones estudiantiles, en algunos casos acompañadas por
obreros, en Corrientes, Tucumán y Rosario. Todas ellas reprimidas con gran violencia por la dictadura militar, en la que
ya habían muerto dos estudiantes. Para el día 30 de mayo, los CGT combativa de Córdoba, encabezada por Agustín
Tosco, había convocado un paro general en toda la nación. El gobierno militar estableció el toque de queda en Rosario y
Córdoba. En las capitales de todas las provincias argentinas se habían efectuado, también, manifestaciones y
concentraciones. También empezaban a surgir las guerrillas urbanas como el ERP y Montoneros, estos últimos fueron
los que secuestraron y asesinaron al general Aramburu el 29 de mayo 1970. Este hecho condujo el presidente Onganía
a presentar su renuncia.
El sucesor de Onganía fue Roberto Marcelo Levingston. Si bien éste trató de llevar a cabo un acercamiento con los
partidos políticos, éstos rechazaron la propuesta. La Hora del Pueblo comenzó a exigir una salida electoral y de común
acuerdo. Jorge Paladino, delegado de Juan Domingo Perón, y Ricardo Balbín fueron los principales mentores de esta
propuesta. En la Confederación General del Trabajo (CGT), José Ignacio Rucci es designado Secretario General y la
central obrera comienza una serie de paros generales que afectan a la industria, el transporte y los servicios. La huelga
llevada a cabo por trabajadores del Chocón, que también fue apoyada por la población y el obispo Jaime de Nevares,
desmejoró aún más la ya frágil situación social. El 10 de marzo de 1971 se inició una masiva protesta social en Córdoba
tras la designación como interventor de facto del dirigente conservador Camilo Uriburu que llevaría el nombre de
Viborazo. La pueblada se fortaleció con el paro general iniciado por la CGT regional el 12 de marzo. La población llegó a
tomar el control de unas 500 manzanas de la ciudad de Córdoba. La violencia se generalizó luego de que fuerzas de la
Policía de Córdoba y de la Policía Federal se enfrentaran abiertamente con estudiantes y trabajadores. Un día después
de que la ciudad fuera asegurada por las fuerzas policiales, el interventor Camilo Uriburu renunció. Levingston se
propone seguir con sus planes a largo plazo, pero la Junta de Comandantes le pide la renuncia el 23 de marzo de 1971.
Fue sucedido por el Teniente General Alejandro Agustín Lanusse.
Durante su gobierno mostró rasgos de pragmatismo, restableciendo las relaciones diplomáticas con China, repatriando
el cadáver de Eva Perón y permitiendo al peronismo participar de las elecciones por primera vez en 18 años, y
autorizando a Perón a regresar del exilio en España en 1972. En el plano económico se ejecutaron e iniciaron
importantes obras de infraestructura, y además se hicieron importantes avances legislativos en el campo judiciario.
Para llevar a cabo el proyecto de una salida democrática, Lanusse designó como Ministro del Interior a un político de
militancia radical, Arturo Mor Roig, quien sería el impulsor del Gran Acuerdo Nacional, creado también para encontrar
la mejor manera de limpiar el nombre de las Fuerzas Armadas. El GAN era un intento de hallar una salida política al
régimen militar. En abril de 1971, Mor Roig anunció el levantamiento de la veda política, y reintegró los bienes a los
partidos políticos, se volvieron a abrir los comités políticos, se dio lugar a la libertad política, sin ningún tipo de
restricción y asumiendo el compromiso emanado del documento de la convocatoria La Hora del Pueblo, para luego
arribar al GAN. El gobierno anunció que las elecciones se concretarían el 11 de marzo de 1973 y se impuso como
condición que los candidatos se tuvieran que encontrar en el país antes del 25 de agosto de 1972, y permanecer dentro
del país hasta la fecha de la asunción. Desde Madrid, Juan Domingo Perón designa como delegado personal para la
presidencia a Héctor Cámpora, el líder del justicialismo no se encontraba de acuerdo con estas condiciones del
gobierno de facto, arbitrarias e inconstitucionales. Las elecciones fueron ganadas por la fórmula Cámpora-Solano Lima
(Partido Conservador popular).
Héctor Cámpora asumió como presidente el 25 de mayo de 1973, con el apoyo popular que le garantizaba su lealtad a
Perón, a quién la dictadura le prohibió participar en las elecciones. Su gobierno duraría 49 días y es conocido como "la
primavera camporista". Su breve gobierno se caracterizó por la búsqueda de acuerdos políticos y sociales, tanto dentro
como fuera del peronismo. El Pacto Social entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios, fue una de sus medidas
más destacadas. Internacionalmente adoptó una política de no alineamiento en la Guerra Fría y fortalecimiento de las
relaciones latinoamericanas. Durante su gobierno se producirá por una fuerte puja, tanto dentro del peronismo, como
fuera del peronismo, con la intención de redefinir la relación de fuerzas al inicio del período, en el que la Tendencia
Revolucionaria había adquirido una considerable adhesión popular, especialmente entre los jóvenes. Cámpora y su vice
Lima renunciaron en julio 1973 para facilitar el regreso de Perón. Fue nombrado como presidente interinamente Raúl
Lastiri. En septiembre tuvieron lugar las nuevas elecciones que signaron el regreso de Perón en la vida política argentina
con su esposa como vicepresidente. Perón asumió su tercera presidencia en una situación internacional muy
complicada. Poco antes, el 23 de agosto de 1973, había comenzado a nivel mundial la Crisis del petróleo, que cambió
completamente las condiciones en las que el capitalismo y el Estado de Bienestar se venían desarrollando desde la
década de 1930. En octubre de 1973 comienza a operar un grupo parapolicial conocido como Triple A (Alianza
Anticomunista Argentina) asesinando a militantes de izquierda, peronistas y no peronistas. El grupo estaba financiado
por el gobierno y dirigido por el Ministro de Bienestar Social José López Rega. Perón respondió condenando
enérgicamente al "terrorismo". Juan Domingo Perón falleció el 1 de julio de 1974. Asumió el poder el 1 de julio 1974
María Estela Martínez de Perón, esposa de Perón. Fue la primera mujer en América en ser jefa de Estado de un país
republicano. La situación política y económica que debía enfrentar la presidenta era extremadamente delicada, tal vez
como pocas veces había sufrido el país. En un primer momento, la presidenta se apoyó principalmente en su ministro
de Bienestar Social, el ex secretario personal de Perón, José López Rega, quien fortaleció la presencia en el gobierno de
los sectores de derecha por sobre otros grupos, y organizó una fuerza parapolicial conocida como Alianza
Anticomunista Argentina o Triple A que emprendió acciones de hostigamiento a figuras destacadas de la izquierda, que
acabarían en secuestros, torturas y asesinatos. Desde el gobierno se procuró mantener el control político con
intervenciones a las provincias, a las universidades, a los sindicatos y a los canales de televisión privados; reforzando la
censura contra libros,16 diarios y revistas. El gobierno exhibió una marcada inoperancia administrativa en distintas
áreas. Su viraje político a una posición de derecha extrema comenzó a provocar el rechazo dentro de sectores del
peronismo y del país. La izquierda peronista abandonó el apoyo al gobierno cuando la agrupación Montoneros -que
pretendía disputarle la autoridad a la presidenta- anunció su pase a la clandestinidad el 6 de septiembre de 1974,
afectando la gobernabilidad de la endeble democracia. Ante la caída, por vía de los hechos, del Pacto Social -un acuerdo
de estabilidad de las variables económicas acordado por trabajadores y empresarios mientras vivía Perón-, se produjo
el reemplazo del ministro de economía Gelbard por Alfredo Gómez Morales, un histórico del peronismo. No obstante la
inestabilidad política creciente, algunas medidas tomadas durante el gobierno de Isabel Perón perduraron muchos
años; como la estatización de los canales de TV, el monopolio de la venta de combustibles por parte de la empresa
estatal YPF y la sanción de la Ley de contrato de trabajo. Por otra parte, el congelamiento de las cuotas de los créditos
para compra de vivienda posibilitó que muchas familias llegarán a tener su primera propiedad. A principios de 1975 la
presidenta intentó generar un nuevo clima y se propuso normalizar las autoridades en las provincias y dar fin a las
intervenciones. El 5 de febrero de 1975 la presidenta Martínez de Perón dictó el primer decreto de aniquilamiento,
dando inicio al Operativo Independencia, La decisión establecía una zona de emergencia en un sector de la Provincia de
Tucumán, con el fin de combatir militarmente la guerrilla del ERP que pretendía crear una zona liberada. Esta solución
no contentaba plenamente a algunos sectores militares. El dictado de este decreto de aniquilamiento de la subversión
inició el Terrorismo de Estado. Ante la creciente actividad de los grupos armados de izquierda -tanto los Montoneros
como el Ejército Revolucionario del Pueblo- y los grupos parapoliciales de extrema derecha -la Triple A-, Martínez de
Perón decidió fortalecer la acción de gobierno e incorporar a un militar en su gabinete. Se desató una crisis en el
ejército, que no aceptaba co-gobernar con la presidenta. La crisis política y económica se agravaba y en septiembre de
1975 Martínez de Perón pidió licencia del cargo por razones de salud; sus funciones fueron ejercidas por el presidente
provisional del Senado, Ítalo Lúder. En octubre del 1975 Isabel retornó al ejercicio de la presidencia. A pesar de la
sublevación, la presidente Martínez de Perón se negó reiteradamente a renunciar, aunque anunció el adelanto de las
elecciones presidenciales para el 17 de octubre de 1976. Después de la sublevación de la Fuerza aérea, Isabel intentó
una alianza aún más estrecha con los militares, con el fin de ganar tiempo. En marzo de 1976 el gobierno solicitó a dos
dirigentes opositores, Ricardo Balbín y Oscar Alende, que se dirijan al electorado solicitando el respeto a los plazos
institucionales, ya que un golpe militar era percibido como inevitable. Este pasó el 24 de marzo y fue encabezado por
los comandantes en jefe del ejército, marina y aeronáutica destituyó al gobierno constitucional y lo sustituyó por una
junta militar al mismo tiempo que se disolvía el Congreso. La dictadura mantuvo detenida a María Estela Martínez de
Perón durante más de cinco años.
Videla encabezó el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, sustituyendo a Isabel Martínez de Perón por una junta
militar en representación del Ejército, el almirante Emilio Eduardo Massera por la Armada y el brigadier general Orlando
Ramón Agosti por la Fuerza Aérea, dando inicio al Proceso de Reorganización Nacional. El 29 de marzo asumió la
Presidencia de la Nación, que ocuparía hasta ser reemplazado por Roberto Eduardo Viola en 1981, al cumplir el período
presidencial de cinco años establecido por la Junta Militar. Este fue el período más largo que un militar ocupara el cargo
de presidente de facto en Argentina. Pese al cambio de junta tras el pase a retiro de Massera y Agosti, Videla a pesar de
pasar a retiro fue ratificado como presidente en 1978. Junto a Viola, Videla fue partidario de la línea blanda; proclive a
una pronta apertura democrática y a un llamado a elecciones. José Alfredo Martínez de Hoz condujo la economía
durante toda la presidencia de Videla. Sus medidas económicas, basadas en la apertura de los mercados y la
liberalización de la legislación laboral vigente, contribuyeron al desmantelamiento de los sindicatos y la polarización de
las diferencias clasistas. Debido a la eliminación de las barreras arancelarias, la caída de la producción industrial y el
saldo negativo de la situación exterior de Argentina durante el Proceso, el valor nominal de la deuda externa se
multiplicó. Como resultado de las tensiones entre las tres fuerzas armadas por el reparto del poder y las fracasadas
políticas económicas de Martínez de Hoz, Videla fue apartado de su cargo. Lo reemplazó en la presidencia el jefe del
Estado Mayor del Ejército, Roberto Viola. Dos años después de restablecerse el régimen democrático en Argentina en
1983, fue juzgado y declarado culpable por el asesinato y la desaparición de miles de ciudadanos durante su gestión
presidencial. Fue sentenciado a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua y destitución del grado militar en
1985.
Viola reemplazó a Jorge Rafael Videla a causa de tensiones en el seno de la cúpula militar, insatisfecha con la
incapacidad de este último para estabilizar la situación económica y la intranquilidad civil. Viola, partidario de la línea
blanda, alejó a los colaboradores inmediatos de Videla e inició una apertura parcial a la reincorporación de políticos de
carrera y técnicos civiles a cargos públicos con miras a establecerse en el poder hasta 1985.3 Las circunstancias
permitieron que la CGT se reorganizara y movilizara bajo la dirección del sindicalista Saúl Ubaldini, aún pese a la
prohibición legal. Las medidas económicas del gobierno de Viola se mostraron igualmente ineficientes. La junta militar
de gobierno sufrió dos modificaciones durante el transcurso del año 1981, ya que la fuerza aérea y la armada
cambiaron sus comandantes. Aunque Viola no había interrumpido en ningún momento el accionar represivo ni los
operativos contra la subversión, fue removido de su cargo por la junta militar de gobierno el 11 de diciembre de 1981.
Lo reemplazó interinamente el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, hasta el 22 de diciembre de 1981, cuando
Leopoldo Fortunato Galtieri juró como presidente de la Nación Argentina, convirtiéndose en el nuevo primer
mandatario de facto de su país. Las medidas económicas del ministro de Economía nombrado por Galtieri, fueron no
menos ortodoxas que las de sus antecesores. La restricción del gasto público, la compresión del circulante, la
privatización de bienes estatales y la congelación de los salarios llevaron a una gravísima depresión económica. La
recesión llevó al cierre de numerosas industrias y a medidas drásticas de reducción de personal por parte de otras. El
descontento popular, canalizado a través de la junta multipartidaria y las organizaciones sindicales, alcanzó cotas
extremas. Una movilización convocada a finales de marzo por organizaciones políticas y sindicales bajo el lema "Paz,
Pan y Trabajo" fue reprimida, dejando un muerto y decenas de heridos. Galtieri renunció el 17 de junio 1982; el cargo
fue ocupado interinamente por su Ministro de Interior, el general de división Alfredo Oscar Saint-Jean. El
nombramiento de Cristino Nicolaides como titular del ejército el 18 de junio de 1982, generó que Oscar Saint-Jean pase
forzosamente al retiro y el gobierno pasó a estar nuevamente bajo el mando de una junta militar compuesta por los
titulares de las 3 fuerzas armadas a partir del 1 de octubre de 1982. El 1 de julio 1982 asumió el poder Reynaldo Benito
Antonio Bignone quien fue el ultimo dictador de la historia argentina. Durante su presidencia, el ministro de Economía,
José Dagnino Pastore, declaró el “estado de emergencia” frente a los cierres de fábricas, la inflación y la constante
devaluación de la moneda. En el Banco Central designó a Domingo Felipe Cavallo para tratar de nacionalizar la deuda de
las empresas privadas. El 13 de septiembre de 1983 Bignone promulgó la «Ley de Vacunación Obligatoria», que creaba
el calendario oficial de vacunación obligatoria. Bignone anunció desde su primer discurso público que su intención era
convocar a elecciones para comienzos de 1984. Las presiones políticas se incrementaron: una junta multisectorial
fundada por Ricardo Balbín y de la que formaba parte Raúl Alfonsín, intentaba lograr una entrega anticipada e
incondicional del poder; las organizaciones de derechos humanos intensificaban la campaña para el esclarecimiento del
paradero de los desaparecidos y llegaban por vía diplomática reclamos de otros países por desaparecidos extranjeros. El
16 de diciembre de 1982 una manifestación masiva, convocada por la junta multisectorial, fue reprimida por la policía,
causando la muerte de un manifestante. El 28 de abril de 1983, tras haberse fijado para el mes de octubre la fecha de
las elecciones, Bignone dictó el decreto confidencial 2726/83, ordenando la destrucción de la documentación existente
sobre la detención, tortura y asesinato de los desaparecidos y la emisión del Documento Final sobre la Lucha contra la
Subversión y el Terrorismo. El 23 de septiembre el gobierno dictó la ley 22.924, llamada de Amnistía, de "Autoamnistía"
o de Pacificación Nacional para los miembros de las fuerzas armadas sobre todos los actos cometidos en la guerra
contra la subversión; más adelante, ya en democracia, la misma fue declarada nula por el Congreso. Por otra parte, la
pérdida de los registros militares sobre la represión privó de información valiosa, aunque algunos archivos parciales
fueron encontrados. En las elecciones generales del 30 de octubre resultó electo presidente Alfonsín, el candidato de la
Unión Cívica Radical, con el 52% de los votos. El nuevo Congreso juró el 29 de noviembre, y tanto Alfonsín como todos
los electos asumieron sus cargos el 10 de diciembre.

2 El hilo conductor que se encuentra en los años examinados en la película es representado por los golpes de estado
que han caracterizado la época desde 1930 hasta 1983, todos conducidos por los militares (la presencia de estos
últimos puede ser considerada también como un hilo conductor de la época analizada). El golpe de estado se
caracteriza por ser un acto ilegitimo que tiene como objetivo lo de causar un cambiamiento del régimen regente. Los
actores que guían este acto son solitamente élites nacionales con el apoyo de directo o indirecto de un organismo
institucional, como las fuerzas armadas; pero lo que caracteriza mayormente los golpes argentinos es que fueron
propio las fuerzas armadas a proyectar y a poner en acción el ataque al régimen gobernante. Estos asumieron el poder
para reestablecer el orden que, para ellos, estaba perdido, pero lo que acababan de imponer era una dictadura militar
muy dura y represiva. Criticaban las acciones del gobierno, pero después utilizaban los mismos instrumentos, como el
fraude, el clientelismo y las intervenciones federales para mantener el control del poder. También la dictadura es un
hilo conductor de la época. Todos los generales que asumieron el poder después del golpe no mantuvieron el cargo de
presidente por mucho tiempo, con la exclusión de Justo y Perón que terminaron el mandato. De hecho, esos al principio
parecieron ser capaces de controlar los principales centros de poder estatal, pero al final debían enfrentarse con la
fuerte oposición de algunos fragmentos de la sociedad, a veces otros militares que no compartían la misma idea de
gobierno. El gobierno típico que surgía, después del golpe, era constituido por una Junta militar que debía reestablecer
el orden y controlar el poder hasta que no se decidiera la nueva forma de gobierno. La principal acción era la de impedir
a la oposición una eventual reacción y eliminarla y, para hacerlo, era necesario el uso y el control de los medios de
comunicación. Las dictaduras reducían las libertades civiles, como la de prensa (solo piensa en la proscripción del
peronismo en la época de la Revolución Libertadora). Estas privaciones no hacían algo que aumentar el malestar de los
partidarios de la oposición.
Durante los años considerados en la película, Argentina fue capaz de un mayor desarrollo industrial que permitió al país
de crecer económicamente. Se adoptaron nuevas estrategias, la mas importante fue la de industrialización por
sustitución de importaciones (ISI), cuyos objetivos principales fueron romper con la dependencia de los recursos
naturales; crear un mercado interno, con la industrialización orientada al mismo y superar el dualismo económico-
sector avanzado y sector atrasado conviviendo- y reemplazarlo por una estructura económica más compleja
tecnológicamente y mas diversificada en cuanto a productos. Con la ISI fueron adoptadas barreras a la importación de
bienes de producción nacional (un cierto tipo de proteccionismo), se transfirieron recursos del sector exportador al
sector industrial, había una mayor participación del Estado con su apoyo a los sectores promocionados, …
Con esa política fue posible para Argentina tener los resultados deseados: la industria fue el motor de crecimiento y
diversificación del tejido productivo; se crearon nuevas empresas y se inició la producción de bienes y servicios antes
inexistentes; se creó una clase obrera producto de las migraciones interna; se difundieron nuevas tecnologías aplicadas
al proceso productivo; se crearon polos regionales de desarrollo y redes de proveedores de empresas grandes; se
instalaron nuevos sectores de avanzada y se difundió el efecto aprendizaje e innovación. Pero el ISI produjo también
efectos no deseados (distorsiones) como plantas con fuertes economías de escala con uso de tecnología obsoleta; altos
precios de los bienes manufacturados en relación a los de los países desarrollados; sesgo anti exportador; …
Con este desarrollo, surgieron nuevas clases sociales que no se identificaban con la que ya existían, como la clase de los
trabajadores y la medio-baja. Surgieron también nuevas asociaciones u organizaciones de diversas categorías socio-
profesionales que tenían como principal objetivo, la defensa de los intereses económicos de sus miembros (reclamaban
ciertas reivindicaciones de que se veían privados, como el aumento del salario, la reducción de la jornada de trabajo y
mayor protección para las mujeres y los minores). Con esas organizaciones empezaron también a ocurrir huelgas
generales que, a veces, se convirtieron en un duro enfrentamiento entre obreros y policía. Con estas huelgas los
obreros fueron capaces de obtener las mejoras deseadas, que se les fueron garantizadas en la Constitución del 1949
por Perón. Durante su gobierno, también las mujeres obtuvieron mayores derechos, el mas importante lo de poder
votar (lo hicieron por la primera vez en las elecciones del 1951 cuando fue reelegido Perón).

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