UNIVERSIDAD POLITÉCNICA ESTATAL DEL CARCHI

FACULTAD DE INDUSTRIAS AGROPECUARIA Y CIENCIAS

AMBIENTALES
ESCUELA INGENIERÍA EN ALIMENTOS

Integrantes: Calderón Natalia, Catucuamba Tania, Muenala Nina, Perez Marisol, Tatés
Jhynna
Módulo: Toxicología
Semestre: Séptimo “B”
Fecha: 20 de noviembre del 2018
Tema: Investigación bibliográfica de Intolerancia alimentaria
Intolerancia a la sacarosa y la fructosa
De similar manera, la intolerancia a la sacarosa y la fructosa se deben a una deficiencia
en la enzima sucrasa, que causa diarrea en infantes, con ictericia asintomática o
insuficiencia hepática de rápido avance (Hoffman, a, 2004). Se han informado algunos
casos de cirrosis hepática en jóvenes con intolerancia hereditaria a la fructosa. Algunos
jóvenes y adultos pueden presentar rechazo a las frutas, algunos vegetales y en estricto
sentido a los alimentos con sabor dulce. La incidencia de estos casos es de 1:10000 a
1:100000 en Europa y Estados Unidos (Ananth, 2003). La eliminación de la fructosa,
sacarosa y sorbitol en la dieta es la única opción hasta el momento. Hay una prueba
rápida llamada azucares reductores en heces para detectar estos disacáridos.

Figura 1: Estructura química

Fuente: (Zugasti- Murillo, 2009).
Intolerancia a la trealosa
Esta intolerancia se debe a una deficiencia de trealasa, la enzima que desdobla la
trealosa, una molécula formada por dos glucosas que se encuentra en insectos, plantas y
en especial en champiñones (Zugasti- Murillo, 2009). Las bacterias residentes en el
tracto intestinal fermentan esta molécula y sus efectos provocan malestar, distensión
abdominal y gases similares a los ocarionados por la intolerancia a la lactosa (Nelson, et
al., 2006; Buts, et al., 2008).
La deficiencia congénita a la trealosa es rara. Es más común encontrar una deficiencia
parcial a esta molecula ; no obstante , se informa que 8 % de la poblacion de
Groenlandia padece este trastorno (Buts, et al., 2008). Pese a tener un bajo informe de
afectaciones, en algunas comidas deshidratadas se utiliza trealosa como protector en el
proceso de rehidratación de este tipo de alimentos o aditivos, lo cual podría causar daño
a las personas con intolerancia.
Un estudio muestra que la administración oral en ratones inhibe la osteoclastogénesis
inducida y produce cambios en las placas de Peyer del intestino delgado, que son
esenciales para la respuesta inmunitaria en la mucosa intestinal. Se ha encontrado que
pueden causar reducción del número de linfocitos en las placas de Peyer, y disminuir
también la capacidad celular de reproducción de células óseas (Arai, et al.,2002).

Figura 2: Estructura química

Fuente: (Zugasti- Murillo, 2009).

Mecanismos involucrados
Se define como una respuesta del organismo cuando no tiene la capacidad de procesar o
metabolizar un alimento, parte de éste o alguno de sus componentes (Larson-Duyff,
2006). En la mayor parte de los casos, estos problemas de metabolismo son de tipo
enzimático y se relacionan con ciertas proteínas Una de las causas a considerar son los
defectos genéticos.
La intolerancia a los alimentos no debe confundirse con los fenómenos alérgicos, ya que
la primera no está mediada por mecanismos inmunitarios, Las posibles respuestas del
individuo implican una serie de malestares en el tracto digestivo que pueden provocar
distensión abdominal, náusea, diarrea o, en el peor de los casos, una reacción orgánica
generalizada o incluso padecimientos más complejos como cirrosis hepática, entre otros.
La World Allergy Organization propuso en 2003 nomenclaturas específicas para las
reacciones alérgicas y no alérgicas. L.as alergias alimentarias se deben a un mecanismo
inmunitario y pueden di- vidirse en las ocasionadas por la intervención de la
inmunoglobulina E (lgE), un tipo de anticuerpo presente en los mamíferos, o aquellas en
que ésta no interviene. Hay otras reacciones alimenticias que denominan
hipersensibilidad no alérgica a los alimentos (OMS, 2006).

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
Calvo, M. D., & Mendoza, E. (2012). Toxicología de los Alimentos. México D.f: Mc
Graw Hill.