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Al término del primer trimestre el embrión pasa a llamarse feto, mide unos 7 centímetros de largo y su masa

es de unos 20 gramos. Su cabeza toma una forma más redondeada y representa las dos terceras partes del
tamaño del cuerpo. Se desarrollan la mandíbula con 32 yemas dentales permanentes, y los reflejos como el
del sobresalto y el de succión. Además, se han formado todos los sistemas orgánicos principales y comienza
el desarrollo de los órganos reproductores externos.

A partir del tercer mes, la función de la placenta es la nutrición del feto, que se encuentra unido a ella por el
cordón umbilical. Hay intercambios de sustancias alimenticias y de desechos entre el feto y la madre, y
traspaso de anticuerpos que protegerán al bebé de contraer enfermedades una vez que nazca. Por este
vínculo, el cordón umbilical, el feto puede contagiarse de enfermedades infecciosas que la madre puede
tener: rubéola, tifus, sarampión y SIDA, entre otras.

SEGUNDO TRIMESTRE.

El crecimiento del feto, que ha sido sorprendentemente rápido, continúa más lentamente. Las piernas y
brazos alcanzan una longitud proporcional al resto del cuerpo y su movimiento se hace tan evidente que la
madre puede percibirlo.

El feto de cuatro meses mide unos 18 centímetros y pesa alrededor de 200 gramos.

A los cinco meses, su cuerpo se recubre de una pelusa llamada lanugo, posee cabello y su corazón late
vigorosamente a una frecuencia promedio de unos 140 latidos por minuto.

El médico puede percibir la actividad del corazón al auscultar con un estetoscopio desde el exterior.

El feto de seis meses mide unos 33 centímetros y pesca alrededor de unos 670 gramos. Su piel es roja y
arrugada y la cara está ya completamente formada y expresiva.

Los reflejos se presentan más decididos y el feto es capaz de responder a los estímulos del medio: se
muestra sensible a los ruidos y puede responder con “pataditas” ante los más intensos y fuertes que le
molestan.

En el intestino permanece el meconio, masa verde y pastosa formada principalmente por células muertas y
bilis; éste se mantendrá en dicha cavidad hasta después de su nacimiento.

Los primeros meses del embarazo son los más críticos para el niño en desarrollo, ya que durante este
periodo se forman su cerebro, brazos, piernas y órganos internos. Es por esta razón que una mujer
embarazada debería tener especial cuidado antes de tomar ningún tipo de medicación si no es aconsejada
por un médico que conoce su estado. También debería evitar los rayos X y el consumo de cigarrillo y alcohol.

TERCER TRIMESTRE.

Durante el último trimestre del embarazo, el feto aumenta notablemente de tamaño y de peso. Este período
se caracteriza por un evidente desarrollo del sistema nervioso y un considerable aumento del número de
células cerebrales. Es fundamental que en esta etapa la madre tenga una alimentación rica en proteínas
para ayudar a que el desarrollo del cerebro infantil se complete en buena forma.

Al séptimo mes de embarazo, el feto ha ocupado casi todo el espacio disponible en el útero y muchos bebés
en esta etapa se acomodan tomando una posición invertida. Así, el movimiento de pies y rodillas se torna
más libre y puede percibiese desde el exterior del vientre materno.
Si el nacimiento ocurre en este período, el bebé tiene un excelente pronóstico de supervivencia, siempre
que cuente con el apoyo médico adecuado, y la posibilidad de mantener al bebé en una incubadora hasta
que éste sea capaz de regular por sí mismo su temperatura corporal.

Al octavo mes, sólo falta que el bebé desarrolle ciertos tejidos pulmonares superficiales y una buena capa de
tejido adiposo aislante, con el fin de estar listo para nacer.

En esta etapa el bebé suele presentar hipo, que puede ser causado porque traga y bota por la boca
porciones de líquido amniótico.

En el último mes de embarazo, el bebé ya no tiene suficiente espacio en el útero por lo que sus movimientos
son de menor amplitud.

En esta etapa de término, desciende por la cavidad de la pelvis, fijando firmemente su cabeza a ella. Mide
entre 48 y 52 centímetros y pesa entre 2,7 y 4 kilos.

Influencias ambientales en el desarrollo Prenatal

Existen diversos factores que influyen en el desarrollo del feto, como factor principal tenemos el ambiente
que se desarrolla en el cuerpo de madre gestante.

El cuerpo de la madre:
Es el lugar donde se crea la vida del feto y la placenta es la encargada de generar un lugar cómodo y
confiable para dicho proceso, sin embargo esta barrera al mismo tiempo que protege del medio externo es
un conector entre la madre y el hijo donde se hace un traspaso de nutrientes por medio del torrente
sanguíneo; así que la madre es ese primer mundo que provee al bebe en camino de todos los nutrientes
necesarios.

Aunque la madre debe proteger a su hijo de cualquier circunstancia que sea negativa para su desarrollo
gestacional, este proceso está muy ligado la supervivencia de estos dos seres. Por una parte hay un ser vivo
en formación el cual tiene unas necesidades muy específicas las cuales deben ser suplidas al 100% con el fin
de generar en él un desarrollo óptimo, y por el otro lado está la madre gestante la cual es la encargada de
suministrar al feto esos nutrientes sin que su propio organismo se descompense. Teniendo en cuenta este
principio se deben identificar los factores que pueden ser negativos para el feto y que son directamente
causados por la madre.

Factores maternos

El peso:
Las mujeres gestantes deben tener un peso moderado, para eso, una mujer con un peso normal deberá
consumir entre 300 y 500 calorías diarias adicionales en su alimentación y en promedio su peso puede
aumentar entre 11 y 13 kilogramos en el proceso de gestación. Cuando la madre sufre de sobre peso tiene
una mayor probabilidad de mortinatalidad, una mayor probabilidad de abortos espontáneos, pueden
presentarse defectos en el tubo neuronal del feto, defectos de corazón, y mayores probabilidades de partos
por cesárea.

Como contraste las madres que en su periodo de gestación tiene bajo peso son más propensas a tener
bebes con bajo peso y problemas en la maduración de sus órganos. De estos factores parte la importancia
de una alimentación balanceada por parte de la madre en el proceso de gestación, el consumo de
suplementos vitamínicos como el ácido fólico y el hierro aunque no garantizan en un 100% la prevención de
problemas de salud en los fetos si disminuyen las probabilidades de tener problemas en su desarrollo.

La desnutrición es un problema que socialmente ataca a gran parte de la población de madres gestantes y es
uno de los factores a los que se les atribuyen el aumento de la probabilidad de mortalidad de la adultez
temprana, aumenta la probabilidad de desarrollar esquizofrenia, así como el aumento de en las tasas de
personas que presentan embolias; esto debido a los problemas en el desarrollo del sistema nervioso central
en la gestación por falta de los nutrientes necesarios.

Actividad física:
Otro factor que debe tenerse en cuenta es la actividad física realizada por la madres en el periodo
gestacional, es importante que la madre mantenga una rutina de ejercicios que no expongan su salud ni la
del bebe pero que si promuevan la salud de los dos, el ejercicio moderado tiene factores positivos para la
madre generando un parto más cómodo y seguro, esto debido a que genera una mayor elasticidad de la
piel, mejora la circulación de la sangre por los altos niveles de oxígeno, ayuda a prevenir el estreñimiento, y
mejora el tono muscular. Por otro lado las mujeres que realizan un ejercicio extenuante en su periodo de
gestación son propensas a tener partos prematuros.

Lo ideal es mantener una rutina controlada de ejercicios la cual genere beneficios para la madre y el hijo y
que no represente un riesgo para su salud.

La edad de la Madre:
La edad es un factor importante al momento de concebir, esto se debe a que el cuerpo de la madre debe
estar lo suficientemente maduro para poder desarrollar exitosamente el embrión pero a su vez debe ser los
suficientemente joven para poder brindar al embrión los nutrientes que necesita para su desarrollo óptimo.
Los embarazos en edades avanzadas son riesgosos debido a que son vulnerables a sufrir de enfermedades
como síndrome de down, problemas de maduración de órganos entre otros. Por otra parte los embarazos
en adolescentes también tienen factores negativos debido a que el cuerpo de la madre puede que aún no
este 100% desarrollado para procrear y aunque en la mayoría de este tipo de embarazos evolucionan los
bebes son más propensos a nacer con bajo peso y problemas en la maduración de sus órganos vitales.

Consumo de sustancias:
El siguiente factor a evaluar es de suma importancia teniendo en cuenta que en la mayoría de casos son los
factores que más representan peligros en el desarrollo embrionario. El consumo de sustancias debe ser
absolutamente controlado en las mujeres en gestación, esta situación ha sido controlada hace 4 décadas
aproximadamente cuando se identificó que los medicamentos que consumían las madres gestantes no eran
bloqueados por la placenta y que llegaban directamente al feto. Bajo ninguna circunstancia una mujer que
se encuentre embarazada puede consumir ningún medicamento a menos que este sea prescrito por su
médico y que esté debidamente controlado. La automedicación puede provocar abortos, hemorragias,
problemas respiratorios, deformidad en los miembros, defectos en el desarrollo de los órganos y problemas
en la formación del sistema óseo hasta la muerte.

Uno de los factores socialmente más comunes que generan daños en el desarrollo embrionario es el
consumo de alcohol, en las primeras semana de embarazo es muy normal que las madres consuman bebidas
alcohólicas debido a que en la mayoría de casos se puede desconocer el embarazo, sin embargo esta etapa
es la más importante del desarrollo embrionario debido a que es la que se genera con mayor rapidez y la
división celular es más intensa. El consumo de alcohol es esta etapa puede producir daños irreversibles en el
sistema nervioso, sistema circulatorio, generando en algunos casos retraso mental y en casos más graves
Síndrome alcohólico fetal.
El consumo de sustancias alucinógenas así como el tabaco tiene en común muchos daños en común que
pueden generar en el feto los cuales son irreversibles, en su mayoría sustancias como la heroína la
marihuana, y el tabaco generan retraso grave en el crecimiento del feto, así como prematuridad.

Factores medioambientales:
Por último los factores que generan daños en el feto son los factores medioambientales los cuales se
generan por el consumo de elementos químicos que son perjudiciales para el desarrollo del feto, entre ellos
están el plomo, mercurio y las radiaciones entre otras. La presencia de este tipo de compuestos en el
cuerpo de la madre puede generar daños graves el desarrollo embrionario desde crecimiento anormal de
extremidades, cáncer, alteraciones genéticas hasta la mortinatalidad.

Factores Paternos:

El segundo factor importante en el desarrollo del bebe está relacionado con el padre, aunque el consumo de
las sustancias anteriormente señaladas por parte del padre no generan un daño directo en la gestación si es
un determinante en el momento de la inseminación, este tipo de sustancias pueden generar que se generen
anormalidades en los espermatozoides lo cual disminuyen su calidad celular y por ende disminuyen su
posibilidad de sobrevivir. Sin embargo existen factores adicionales que generan disminución de la calidad de
los espermatozoides entre ellas la edad del padre donde los estudios deducen que la edad avanzada del
padre puede generar desde problemas de enanismo hasta esquizofrenia.

Ansiedad y estrés en el embarazo: cómo afecta a la madre y al bebé


La decisión de tener un hijo, es seguramente una de las más importantes y que más cambiara nuestra
vida. La llegada de un hijo es para toda la vida y producirá múltiples cambios en nuestro día a día: tus
intereses, la relación con pareja, tus preocupaciones, tu carrera profesional, tu tiempo de ocio, etc.

Con los nueve meses de embarazo, la mujer se adentra en un período lleno de cambios, no sólo a nivel físico
y hormonal, sino que también a nivel emocional y psicológico, del todo necesario para preparar nuestro
cuerpo y nuestra mente para la llegada del bebé de forma satisfactoria.

Sin embargo, durante el embarazo solemos prestar mucha atención y cuidado a nuestro estado físico, pero a
menudo nos olvidamos poner atención y cuidar de nuestro estado emocional. Ya actualmente existe mucha
investigación que nos habla de la importancia de cuidar el estado emocional de la madre durante el
embarazo, tanto por las repercusiones que tiene en ella misma como para el bebé.

Aspectos emocionales del embarazo

Los cambios sociales de nuestra sociedad con la modernización y urbanización, ha propiciado la creación de
familias nucleares, donde la mujer ya no cuenta con los recursos y cuidados durante el embarazo que
disponía de antaño. No pocas mujeres embarazadas carecen de suficiente soporte físico y emocional
durante el embarazo y posparto, y a menudo deben de trabajar duro hasta el final del embarazo, con la
carga que ello supone para la gestante y su bebé. Ya no decir si se suman problemas psicosociales como:
nivel socioeconómico bajo, malas condiciones de vida, vivir en un ambiente de violencia y criminalidad, falta
de apoyo psicosocial, etc. siendo estos en estos casos donde los desajustes emocionales pueden ser muy
significativos.
Aunque el embarazo habitualmente es un período de expectativas positivas y felicidad, también es tiempo
de cambios emocionales, preocupaciones y miedos que suponen importantes retos emocionales. Uno de
ellos seria superar la expectativa de los futuros padres y quienes le rodean, de que el embarazo debe ser
sólo un período de alegría.

También cuando el embarazo no es deseado o inesperado, puede suponer un desafío a nivel emocional.
Posiblemente después de la confirmación del embarazo, nos asalten un montón de sentimientos y
pensamientos contradictorios, pueden aparecer sentimientos de: sorpresa, incredulidad,
culpabilidad…Atender a estos sentimientos y aceptarlos nos ayudaran a adaptarnos saludablemente a esta
situación inesperada y afrontarlo de forma positiva.

Hay que tener en cuenta además que nuestro bebé, en su vida uterina, no sólo se baña en el líquido
amniótico, sino que también se encuentra envuelto en el ambiente emocional que experimentan su padre y
su madre. Por tanto es de vital importancia favorecer un ambiente emocional saludable y positivo, que
facilitara un desarrollo óptimo y saludable de nuestro bebé.

Causas de los cambios emocionales y estresores durante el embarazo

Entre las causas y estresores que pueden responsables de los cambios emocionales en el embarazo
podemos encontrar:

 Cambios hormonales propios del embarazo: La revolución hormonal que la mujer experimente en el
embarazo, con el aumento y la oscilación del estrógeno y la progesterona, hacen que la mujer sea
más susceptible a padecer cambios emocionales o alteraciones psicológicas. Ello es debido a que las
hormonas tienen una gran influencia en nuestro cerebro, alterando nuestro estado emocional y
nuestra conducta.

 Estado emocional y psicológico previo: Aunque todas las gestantes viven la misma revolución
hormonal y pueden experimentar vivencias similares, no todas les afecta de igual manera. Si la mujer
posee mayor estabilidad previa al embarazo, gestionara mejor los cambios del embarazo. Si una
mujer sufre previamente trastornos psicológicos, el embarazo puede amplificar estos desajustes
emocionales propios del embarazo.

 Transición a la maternidad: Es uno de los cambios psicológicos más trascendentes que va a realizar la
mujer cuando se convierte en madre. Algunos autores dicen al respecto que “con el nacimiento del
bebé nace también la madre”.

Durante estos nueve meses de gestación, la madre y el padre van a tener que hacer ajustes y modificar su
forma de pensar, sentir y su estilo de vida. A partir de ahora, ya no sólo podrán pensar en sí mismos, sino en
nosotros.

Este tránsito hacia la maternidad empieza con la noticia del embarazo. Esta noticia puede recibirse con una
mezcla de sentimientos: desde la felicidad y una alegría inmensa, hasta sentimientos de inseguridad, miedo,
dudas o incluso un rechazo inicial. Los estudios hablan que en casi toda mujer hay un cierto grado de
ambivalencia, aun siendo un embarazo deseado.

Por tanto, es necesario aprovechar el período de gestación para hacer este trabajo de adaptación a la nueva
realidad, una tarea que consistirá en ir “haciendo un lugar” para esa hija o hijo que está en camino.
También muchos entendidos en la materia, afirman que el embarazo es un periodo crítico y de alta
sensibilidad psicológica debido a lo que llaman un “estado de relativa transparencia psíquica”, en el que
sentimientos, conflictos y recuerdos pasados o de la infancia, afloran a nuestra mente con más facilidad.
Pueden aflorar conflictos relacionados con su madre y con la experiencia de ser hija, de su propia vida
intrauterina, etc. Muchos especialistas piensan que la parte positiva de ello es que se puede aprovechar este
mayor acceso a estos contenidos para que la mujer entienda sus conflictos y necesidades y poder hacer un
trabajo de crecimiento personal al respecto.

 Preocupaciones, dudas e incertidumbres de la gestante: Podemos encontrar dos tipos de


preocupaciones: relacionadas con ellas mismas (su salud, complicaciones durante el embarazo,
miedo al dolor y muerte en el parto, atención adecuada en el parto, dificultades en la relación de
pareja…) o relacionados con el hij@ (miedo al aborto, malformaciones congénitas, discapacidades
mentales, muerte del bebé…)

Además la gestante realiza multitud de pruebas: ecografías prenatales, análisis de sangre, amniocentesis,
control de la presión arterial, control de glucemia, control del peso materno, etc. Estos controles a menudo
general ansiedad y preocupación por los resultados de estas pruebas, incluso muchas mujeres consultan por
internet información sobre dichos resultados para calmar su ansiedad y sufrimiento.

 Complicaciones del embarazo: Pasar por un embarazo con muchas complicaciones médicas, o haber
sufrido anteriormente experiencias negativas anteriores como: un aborto, una gestación complicada,
un parto traumático, etc.

 Circunstancias de vida: Aquí encontramos tanto situaciones estresantes que pueden ocurrir en
cualquier momento de nuestra vida, como las relativas a las condiciones y recursos que precisa la
futura madre para abordar tanto el embarazo como en la crianza de su bebé. Algunas de ellas son:
 Preocupaciones financieras
 Mala relación de pareja
 Falta de apoyo familiar debido a conflictos o por la distancia
 Enfermedad de la propia gestante
 Enfermedad del marido o hijo mayor
 Enfermedad o muerte de un familiar
 Problemas en el trabajo o mala relación jefe, despido…
 Falta de condiciones óptimas para la llegada del bebé ( no disponer de vivienda adecuada,
instalación para el bebé, falta de intimidad)

Así pues, la gestación, ya sea la mujer primípara o multípara, supone para ella un acontecimiento vital
estresante, que según algunos expertos posee determinadas características que lo hacer especialmente
estresante: la ambigüedad, la imprevisibilidad y la inminencia.

Como hemos comentado esta ambigüedad se presenta incluso en los embarazos deseados, también por la
preocupación de los cambios corporales de nuestro cuerpo, como afectara a nuestra relación de pareja o a
nuestra carrera profesional…La imprevisibilidad e inseguridad de los resultados, dado que no tenemos
garantizado que el embarazo vaya bien en todo momento, no saber con certeza el estado de salud de
nuestro bebé, miedo a las complicaciones o que haya dificultades en el parto, etc. También crea ansiedad la
inminencia de los nuevos acontecimientos, dado que durante el embarazo se ve la llegada del parto como
algo inevitable, algo que no tiene vuelta atrás y que no controlamos totalmente.
Cómo afecta el estrés materno al curso del embarazo, parto y desarrollo del bebé

Los estudios muestran que los hijos de madres con sintomatología ansiosa, depresiva o que sufrieron estrés
durante el embarazo, muestran: más problemas conductuales y emocionales en la infancia, peor desarrollo
mental y psicomotor, así como más incidencia de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
(TDAH).

Cuando la gestante presenta niveles elevados de ansiedad, depresión y estrés se activan el eje Hipotalámico
Pituitario Adrenal, provocando la hipersecreción de las hormonas del estrés (catecolaminas y cortisol) en el
torrente sanguíneo materno. Estas hormonas tienen capacidad para traspasar la placenta y afectar
directamente al sistema nervioso del bebé en desarrollo.

También indirectamente estas hormonas del estrés producen una hipertensión arterial, constriñendo los
vasos sanguíneos de la placenta, lo que dificulta el flujo sanguíneo entre madre-bebé produciendo en una
restricción del oxígeno y nutrientes que pasan al bebé, con las consecuentes repercusiones negativas en el
desarrollo fetal. Es por este motivo que los hijos de mujeres embarazadas sometidas a niveles altos de
ansiedad tienen hijos con bajo peso al nacer.

Según un estudio de la psicóloga perinatal Vivette Glover, un nivel excesivo de cortisol en la madre y el feto,
podría contribuir a alteraciones en el desarrollo de determinadas áreas del cerebro del feto por ejemplo las
relacionadas con la regulación emocional. Parece que la ansiedad de la futura madre se relaciona con una
mayor frecuencia de dificultades emocionales en el hijo o hija.

Cada vez más estudios indican pues que un elevado nivel materno de tensión emocional antenatal afecta al
desarrollo del cerebro, al desarrollo intelectual y motriz del futuro hijo así como tiene más riesgo de sufrir
problemas de aprendizaje, retrasos del lenguaje y problemas psicopatológicos.

Otras consecuencias obstétricas que se han asociado a un exceso de tensión durante el embarazo son:

 Aborto espontáneo: Varios estudios han mostrado una asociación entre altos niveles de estrés en el
embarazo y mayor riesgo de aborto.

 Preclamsia: Hay evidencia de una relación entre ansiedad y depresión durante el embarazo y
preclamsia.

 Prematuridad y bajo peso al nacer: Hay una correlación significativa entre mayor tensión, ansiedad y
estrés y parto prematuro.

 Distocia y prolongación en el parto: Niveles elevación de estrés durante la última fase del parto
produce reducción de la contractibilidad uterina y dificultan la dilatación cervical, causando
prolongación del parto y distocia, y aumentando la posibilidad de instrumentalización del parto o
cesárea.

Conclusión

Aunque se han dedicado numerosos esfuerzo en estudiar los efectos negativos de la ansiedad, la depresión
y el estrés durante el embarazo y como afecta al desarrollo de feto y el recién nacido, no sabemos apenas
nada de cómo afectan los estados emocionales positivos durante la gestación. Si bien las estadísticas de la
población en general muestran que estados emocionales positivos están relacionados con buena salud, con
menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, los pocos estudios que se han hecho con
embarazadas muestran que las mujeres con elevados niveles de bienestar y mayor estabilidad emocional
aumentan la posibilidad de un parto eutócico. También están relacionados con un comportamiento
neonatal más saludable, con mayor capacidad de orientación, mayor autorregulación y establecimiento de
un sano vínculo entre padres-bebe.

Todo ello hace evidente que no podemos quedarnos de brazos cruzados ante tanta información y evidencia
de cómo afectan los estamos emocionales durante el embarazo y se hace una necesidad social dar prioridad
al bienestar psicológico y emocional de la mujer embarazada y su pareja, dados los enormes beneficios para
la madre, el bebé y toda la familia.

Referencias

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behaviour? Early Human Development, 84 (11), 745-750

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O’Higgins. y cols (2013) Mother-child bonding at 1 year: associations with symptoms of postnatal depression
and bonding in the first few weeks. Archives of Women’s Mental Health, 16 (5), 381-389
Entrevista del programa Redes titulado “Educación emocional desde el útero materno” que Punset hace la
psicóloga Perinatal Vivette Glover

La alimentación durante el embarazo


Comer bien durante el embarazo no solo significa comer más. También debes considerar lo que comes.
Solo necesitas unas 340 a 450 calorías adicionales por día – y esto es para la etapa más avanzada del
embarazo, cuando tu bebé crece más rápidamente. Estas no son muchas calorías (una taza de cereales y
leche descremada al 2%). Es importante que las calorías provengan de alimentos nutritivos para que puedan
contribuir al desarrollo y crecimiento del bebé.

Por qué es importante que te alimentes bien cuando estés embarazada


¿Alguna vez te has preguntado cómo puede ser razonable ganar de 25 a 35 libras (promedio) durante
tu embarazo, cuando un bebé recién nacido solamente pesa una fracción de esa cantidad? Aunque puede
variar de mujer a mujer, a continuación detallamos como esas libras pueden acumularse:
 7.5 libras – peso promedio del bebé
 7 libras – las proteínas, grasas y otros nutrientes almacenados en el cuerpo de la madre
 4 libras – sangre adicional
 4 libras – líquidos corporales adicionales
 2 libras – aumento de tamaño del pecho
 2 libras – aumento de tamaño del útero
 2 libras – líquido amniótico que rodea al bebé
 1.5 libras – la placenta
Por supuesto, los patrones de aumento de peso durante el embarazo varían. Es normal ganar menos peso si
empiezas el embarazo con más peso, y ganar más peso si vas a tener mellizos o trillizos – o si estabas baja de
peso antes de quedar embarazada. Más importante que el peso es de lo que están compuestas esas libras
adicionales.
Cuando tú estás embarazada, lo que comes es la fuente primordial de la nutrición de tu bebé. De hecho, el
vínculo entre lo que tu consumes y la salud de tu bebé es hoy mucho más fuerte de lo que una vez se pensó.
Por ello los médicos ahora dicen, por ejemplo, que no se debe tomar nada de alcohol durante el embarazo.
Los alimentos adicionales que consumas no deberían ser simplemente calorías vacías – deben proveer los
nutrientes que tu bebé necesita para crecer. Por ejemplo, el calcio ayuda a desarrollar y a mantener los
huesos y los dientes fuertes. Mientras tu estés embarazada, todavía necesitarás más calcio para tu cuerpo y
calcio adicional para tu bebé en desarrollo. De igual forma, te harán falta una mayor cantidad de nutrientes
básicos de los que necesitabas antes de quedar embarazada.

Una base de nutrición para las mujeres embarazadas

Independientemente de que tu estés o no estés embarazada, una dieta saludable incluye proteínas,
carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y mucha agua. El gobierno de los Estados Unidos publica pautas
de nutrición que pueden ayudarte a determinar cuántas raciones de cada grupo de alimentos debes comer
cada día. Comer una variedad de alimentos en las proporciones indicadas es un buen paso para mantenerse
sano.

Las Etiquetas de los Alimentos informan sobre el tipo de nutrientes que hay en las comidas que consumes.
Las letras RDA, que se encuentran en estas etiquetas, significan en Inglés Recomendación Diaria Permitida,
o la cantidad de nutrientes recomendados para tu dieta diaria. Durante el embarazo, las recomendaciones
RDA son mayores.

A continuación detallamos algunos de los nutrientes más comunes que necesitas y sus valores
correspondientes:

Nutriente Necesario para Las mejores fuentes

Carnes magras, pescado, pollo, claras


Crecimiento de las células y de huevo, habas, mantequilla de maní,
Proteínas producción de sangre tofu (soja)

Producción diaria de Pan, cereales, arroz, patatas, pasta,


Carbohidratos energía frutas, vegetales

Huesos y dientes fuertes,


contracción de los
músculos, funcionamiento Leche, queso, yogurt, sardinas o
Calcio de los nervios salmón con espinas, espinacas

Producción de glóbulos
rojos
(necesarios para prevenir Carne roja magra, espinacas, panes y
Hierro la anemia) cereales enriquecidos con hierro

Piel saludable, Buena Zanahorias, vegetales de hojas verdes,


Vitamina A visión, huesos fuertes patatas dulces (batatas)

Encías, dientes y huesos


sanos; ayuda a absorber el Frutos cítricos, brécol, tomates, jugos
Vitamina C hierro de fruta enriquecidos

Vitamina B6
Desarrollo de glóbulos Cerdo, jamón, cereales integrales,
rojos, utilización efectiva bananas
de las proteínas, grasas y
carbohidratos

Carne, pollo, pescado, leche (Nota: los


Desarrollo de glóbulos vegetarianos que no consumen
rojos, mantenimiento de la productos lácteos necesitan un
Vitamina B12 salud del sistema nervioso suplemento adicional de vitamina B12)

Huesos y dientes sanos;


ayuda a la absorción del Leche enriquecida, productos lácteos,
Vitamina D calcio cereales y panes

Producción de sangre y de Vegetales de hoja verde, frutas y


proteínas, efectiva función vegetales de color Amarillo oscuro,
Ácido Fólico enzimática habas, guisantes, frutos secos

Carne, productos lácteos como la leche


entera, frutos secos, mantequilla de
maní, margarina, aceite vegetal (Nota:
Almacenamiento de limita el consumo de grasa a 30% o
Grasa energía corporal menos de tu ingesta diaria de calorías)

Nutrientes importantes
Los científicos saben que tu dieta puede afectar la salud de tu bebé – incluso antes de quedar embarazada.
Por ejemplo, estudios indican que el ácido fólico ayuda a prevenir que ocurran defectos del tubo neural
(incluyendo la espina bífida) durante las primeras etapas del desarrollo del feto y durante las primeras
semanas de embarazo.
Los médicos recomiendan que las mujeres tomen suplementos de ácido fólico antes y durante el embarazo
(especialmente durante los primeros 28 días). Asegúrate de preguntar a tu médico sobre el ácido fólico si
estás considerando quedarte embarazada.
El calcio es otro nutriente importante para las mujeres embarazadas. Debido a que las necesidades de calcio
de tu bebé en crecimiento son altas, tu deberías incrementar tu consumo de calcio para prevenir la pérdida
de calcio de tus huesos. Tu médico también podrá recomendarte vitaminas prenatales las cuales contienen
calcio adicional.
Los alimentos que son las mejores fuentes de calcio son la leche y otros productos lácteos. Sin embargo, si
tienes intolerancia a la lactosa o no te gusta la leche y los productos lácteos, pregúntale a tu médico acerca
de los suplementos de calcio. (Los síntomas de intolerancia a la lactosa incluyen diarrea, distensión
abdominal, o exceso de gas después de consumir leche o productos lácteos. Tomar una cápsula o píldora de
lactasa, o consumir productos libres de lactosa puede que ayude). Otros alimentos ricos en calcio son las
sardinas o el salmón son sus espinas, el brécol, las espinacas, los zumos de frutas y los alimentos
enriquecidos con calcio.
Los médicos no suelen recomendar que una mujer comience una dieta estrictamente vegetariana en cuanto
queda embarazada. Sin embargo, si tu seguías una dieta vegetariana antes de tu embarazo, puedes seguir la
misma dieta al quedar embarazada – pero hazlo con cuidado. Asegúrate de que tu médico está al tanto de
tu dieta. Es un reto obtener la nutrición que necesitas si no comes pescado, pollo, leche, queso o huevos.
Probablemente necesites complejos de proteína y necesitarás también tomar complejos con las vitaminas
B12 y D. Para asegurarte que tanto tú como tu bebé reciben la nutrición adecuada, consulta con un experto
nutricionista para que te ayude a planificar tu dieta.

¿Qué significan los antojos de la embarazadas?

Probablemente hayas conocido a mujeres que tienen antojos de determinados alimentos durante el
embarazo, o quizás tu misma has tenido esos antojos. Los investigadores han tratado de determinar si el
tener apetito por un tipo de alimento en particular indica que el cuerpo de la mujer carece del nutriente que
la comida que desea contiene. Aunque este no es el caso, todavía no se ha aclarado el origen de los antojos.

Algunas mujeres embarazadas tienen antojos de chocolate, comidas picantes, frutas y comidas caseras
como el puré de papas, cereales y pan blanco tostado. Otras mujeres tienen antojos de otras cosas que no
son alimentos como la arcilla y el almidón de maíz. El tener antojos y comer elementos que no son alimentos
se conoce como pica. Consumir cosas que no son comidas puede ser peligroso tanto para ti como para tu
bebé. Si tú tienes antojos de comer cosas que no son alimentos, por favor notifica a su médico.

Satisfacer tus antojos está bien, siempre que tengas antojos de alimentos que contribuyan a una dieta
saludable. Frecuentemente, estos antojos disminuyen después del tercer mes de embarazo.

¿Qué se debe evitar comer y beber durante el embarazo?


Como mencionamos anteriormente, evita el alcohol. Ningún nivel de consumo de alcohol está considerado
seguro durante el embarazo. Igualmente, consulta con tu médico antes de tomar vitaminas o productos
basados en hierbas. Algunos de estos productos pueden ser perjudiciales para el feto.
Y aunque muchos médicos piensan que una o dos tazas de café de 6-8 onzas, té o refrescos con cafeína no le
harán daño a tu bebé, probablemente sea una medida inteligente evitar la cafeína completamente, de ser
posible. El consumo alto de cafeína ha sido vinculado a abortos y otros problemas, por ello, es mejor limitar
su consumo o cambiarlo por productos descafeinados.

Cuando tú estás embarazada, es importante evitar las enfermedades que se originan en determinados
alimentos, como por ejemplo, la listeriosis y la toxoplasmosis, las cuales pueden poner en peligro la vida de
un bebé que todavía no ha nacido pudiendo causar defectos de nacimiento o abortos espontáneos. Las
comidas que debes evitar incluyen:

 quesos blandos, sin pasteurizar (descritos en la publicidad como "frescos") como los quesos Feta, de cabra,
Brie, Camembert, y el queso azul
 leche sin pasteurizar, jugos y vinagre de sidra
 huevos crudos o comidas que los contengan, incluyendo los postres tipo mousse y el Tiramisu
 carnes, pescados o mariscos crudos o poco cocinados
 carnes procesadas como las salchichas y los embutidos (los cuales deben estar bien cocinados)
 pescados con alto contenido de mercurio, como el tiburón, el pez espada, el merlín, el atún y reloj
anaranjado
Si tú has comido este tipo de alimentos en algún momento durante tu embarazo, no te preocupes mucho
por ello ahora; simplemente evítalos durante el resto de tu embarazo. Si estas realmente preocupada,
consulta con tu médico.

Más sobre el pescado


El pescado y los mariscos pueden ser una parte muy sana de su dieta durante el embarazo (contienen
beneficiosos aceites grasos omega-3, son altos en proteínas y bajos en grasas saturadas). Pero debes limitar
el consumo de estos pescados ya que estos pescados pueden contener altos niveles de mercurio. El
mercurio puede ocasionar daños al desarrollo del cerebro de un feto o de un niño en edad de crecimiento.

El mercurio, un elemento que ocurre naturalmente en el ambiente, también puede estar presente en el aire
a través de la contaminación ambiental y puede acumularse en los arroyos y océanos, en donde se convierte
en metilato de mercurio al entrar en contacto con el agua. Así, las concentraciones de mercurio se
almacenan en los peces, especialmente en los más grandes que suelen comer a los pequeños.

El atún en lata puede ser problemático ya que las latas contienen diferentes tipos de atún con diferentes
cantidades de mercurio. La Administración Estadounidense de Alimentos y Medicamentos (U.S. Food and
Drug Administration, FDA) recomienda comer 2-3 raciones de atún en lata por semana y solo 1 ración de
atún blanco (este es un pescado más grande y contiene más mercurio) por semana. Según un informe de
2017 de la Unión de los consumidores, el atún blanco puede contener mayores concentraciones de mercurio
de lo que se creía y recomienda que las mujeres embarazadas no consuman este pescado. Pero el FDA,
mantiene su postura al respecto indicando que los niveles de mercurio presentes en este pescado no son
peligrosos al comer cantidades limitadas.
El hecho de que dos organizaciones respetadas hagan recomendaciones contradictorias, puede generar
confusión. Pero dado que los análisis indican que las cantidades de mercurio en el atún pueden ser mayores
de lo que se creía, algunas mujeres podrían eliminar el consumo de dichos pescados por completo mientras
estén embarazadas o mientras intentan quedar embarazadas.
Todos los pescados y mariscos contienen ciertos niveles de mercurio, pero puedes comer hasta 12 onzas sin
temor por semana de aquellos que contengan poco mercurio, como el salmón, los langostinos, las almejas,
el bagre y la tilapia.
Habla con tu medico si tienes alguna pregunta sobre cuánto pescado comer y cuáles.
Controlar algunos problemas comunes

Estreñimiento

El hierro en las vitaminas prenatales y otros factores puede que te causen estreñimiento durante el
embarazo. Por lo tanto, es una buena idea consumir más fibra de lo que solías antes de quedar embarazada.
Intenta ingerir de 20 a 30 gramos de fibra al día. Las mejores fuentes son las frutas frescas, los vegetales, los
panes, cereales o molletes (muffins) de cereales integrales.

Algunas personas toman píldoras de fibra, bebidas u otros productos altos en fibra disponibles en la
farmacia, pero debes consultar con tu médico antes de consumir estos productos. No utilices laxantes
mientras estés embarazada salvo que tu médico te recomiende hacerlo. Y evita el viejo remedio casero – el
aceite de ricino- porque puede interferir con el proceso de absorción de nutrientes de tu cuerpo.
Si el estreñimiento es un problema para ti, tu médico puede recomendarte un medicamento para ablandar
las heces. Asegúrese de tomar mucho líquido, especialmente agua, cuando incrementes tu consumo de
fibra, de no hacerlo así, podrías estar agravando el problema.

Una de las mejores formas de evitar el estreñimiento es hacer más ejercicio. Tu también deberías tomar más
agua entre comidas cada día para ayudar a ablandar las heces y lograr que puedan tener movilidad a través
de tu sistema digestivo. Algunas veces el té caliente, las sopas o ambos pueden ayudar. Igualmente mantén
frutos secos cerca de tu alcance para cuando tengas apetito entre comidas.

Gases

Algunas mujeres embarazadas descubren que el brécol, las espinacas, la coliflor y las comidas fritas les
producen gas o acidez estomacal. Tu puedes planear una dieta balanceada que evite estos alimentos. Las
bebidas gaseosas también pueden causar gas o acidez estomacal a algunas mujeres, aunque otras
descubren que estos alimentos ayudan a su sistema digestivo.

Náuseas
Si tu sufres frecuentemente de náuseas, come pequeñas cantidades de alimentos simples como el pan
tostado o las galletas saladas tipo soda durante el día. Algunas mujeres sienten alivio al comer alimentos con
jengibre. Para ayudar a combatir las náuseas también puedes:

 Tomar vitaminas prenatales antes de irte a acostar después de haber tomado un


 pequeño bocadito de comida – no las tomes con el estómago vacío
 Come pequeños bocaditos de comida en cuanto te levantes en la mañana para ir al baño
 Chupa caramelos duros

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