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sector agropecuario. Camas avícolas, floricultura, concentrados para animales, construcción y hasta
sustituto de combustibles fósiles, entre los usos que se le pueden dar.
Este residuo que envuelve al grano, y que otrora les generaba muchos inconvenientes a los
productores arroceros, poco a poco se ha convertido en una alternativa interesante para otros
sectores económicos como el avícola, floricultor, ganadero, construcción y el de los combustibles.
Los jóvenes investigadores y el docente Gerardo Sandoya, demostraron que al incinerar los
restos de la cascarilla de forma controlada (a temperaturas entre 400 y 800° centígrados),
obtenían un material rico en sílice que fue ideal para el desarrollo de la estructura. Eso la
convierte en una alternativa económica, de buena calidad, ecológica y con la que se podrán
construir viviendas a unos precios módicos, especialmente en el sector rural.
En patios de casas urbanas cultivan ajonjolí, arroz y fríjol)
Lo que se busca es darle uso a un subproducto agrícola como la ceniza de cáscara de arroz,
residuo de la actividad molinera. Se crea un bloque de construcción híbrida, de cáscara de
arroz, cemento y grava, con dureza y durabilidad necesaria para cumplir con los estándares
de resistencia que tendría, cualquier bloque comercial, a un menor costo de producción”,
aseguró el docente en entrevista concedida al portal de la universidad.
Según revelaron a través de su página web, la iniciativa consiste en la sustitución del carbón
por biomasas (residuo del arroz), para la producción de ladrillos. Evitando el uso de un
quemador tan tóxico, por otro amigable con el medio ambiente
Cascarilla:La cascarilla es el residuo que se genera en el proceso de molienda o
trilla del arroz verde para la obtención del arroz.
Por cada grano de arroz consumido se genera una cascarilla.
Cascarilla de arroz molida y procesada para formar parte del concreto utilizado en la
construcción de viviendas. Foto: Andina/Mauricio Vargas.
En diálogo con la agencia Andina, Padilla explicó que la cascarilla del arroz es un
desecho agroindustrial que se puede aprovechar para sustituir una parte del cemento
y reducir el gasto de producción de ladrillos, tejados, techos prefabricados, adoquines
de suelo, morteros, etc.
En los talleres de la UNI, ingenieros especialistas ensayan y perfeccionan la
fabricación de bloques de concreto para diferentes tipos de construcción, incluso para
viviendas de hasta cinco pisos, como las que se edifican bajo las normas y
parámetros actuales de albañilería.
Los materiales de construcción que emplean este insumo del arroz en su composición
no sólo son más baratos, sino también más livianos; lo que aligerará el peso de la
carga cuando sean trasladados a diferentes partes del país. Esto a la vez genera un
ahorro en su transporte.
“Esto se puede aplicar en cualquier zona del Perú porque es un material resistente al
clima y a las condiciones más exigentes. No obstante, recomendamos su uso
masificado en las zonas donde abunda la cascarilla de arroz, por ejemplo, en
Tarapoto y el norte del país”, expresó.
También consideró que si se traslada este insumo para procesarlo en Lima podría
utilizarse en el material para construir viviendas resistentes en los asentamientos
humanos, reemplazando las precarias edificaciones de esteras y dando mayor
seguridad y comodidad a sus ocupantes.
Procesamiento en laboratorio
Para obtener, por ejemplo, un ladrillo de concreto fabricado a base de la cascarilla de
arroz, primero se incinera este insumo natural y luego es molido. Posteriormente, la
ceniza resultante es mezclada en seco con cemento, arena gruesa y confitillo o piedra
chancada pequeña.
Entre las ventajas que tiene el uso del carbón de cascarilla de arroz, también se puede mencionar que
favorece la aireación del suelo, absorbe y conserva la humedad del suelo, no contiene
microorganismos y resulta de bajo costo y rápida preparación. Según la Ing. María Angélica Centurión,
el uso del carbón de cascarilla de arroz como sustrato favorece el buen desarrollo radicular de las
plantas ornamentales y flores.
Por su parte, la Lic. en Administración de Fincas Zulmira Duarte Orella destacó que la preparación de
este tipo de sustrato resulta económica, en cuanto a inversión se refiere, y que insume poco tiempo el
prepararlo. El Ing. Ichisuke Mabuchi, asesor del JICA, destacó que considerando el bajo costo que
demanda y el poco tiempo que requiere su preparación, el carbón de cascarilla de arroz constituye un
componente básico en la elaboración de algunos tipos de sustratos, pues es uno de los materiales más
empleados, en comparación con otros compuestos, en las diferentes etapas de producción de plantas.
En cama enraizadora se emplea 100% de carbón de cascarilla de arroz; en los semilleros, 60% de
carbón y 40% de tierra. Para las bolsas y macetas, se recurre a diversos compuestos, aunque el
carbón sigue siendo básico. Es así que se utiliza 25% de carbón, 20% de tierra, 25% de estiércol y
30% de humus. Para la elaboración de otros sustratos, generalmente se recurre a 10% de carbón,
30% de humus, 10% de perlita, 10% de vermiculita y 40% de musgo.
Materiales
* Hornillo de lata.
* Chimenea.
* Leña seca.
* Fósforo.
* Machete y azada.
* Pala y rastrillo.
* Agua.
* Bolsas.
* Manguera o regadera.
El lugar donde se elaborará el carbón debe ser abierto y aireado, alejado de la vivienda, para evitar
problemas con el humo.
Preparación
Luego de reunir los materiales necesarios, siga estos pasos para obtener el carbón de cascarilla de
arroz, un componente básico para los sustratos de flores y plantas ornamentales:
1) Queme la leña seca hasta lograr abundante brasa. Luego coloque el hornillo encima de la
misma.
2) Coloque la chimenea en el centro de la hornilla, de manera que quede recta.
3) Apile la cascarilla de arroz alrededor de la hornilla, en forma de talud o montillo, procurando
que la parte final de la chimenea quede libre, para facilitar la salida del humo. El quemado de la
cascarilla de arroz avanzará en forma lenta, del centro hacia los extremos. Se debe procurar que el
quemado sea uniforme. A medida que se vaya quemando, se debe agregar más cascarilla de arroz
hasta alcanzar la orilla.
4) Apague las brasas, regando abundantemente cuando haya logrado un quemado uniforme en
toda la superficie, para evitar convertir la cascarilla en cenizas.
5) Retire la chimenea y la hornilla, y siga regando abundantemente hasta llegar a apagar
completamente.